El boom de la gastronomía, de alguna manera opaca a El que no nace conchudo, muere cojudo.

Han pasado poco más de 192 años desde que el Perú logró su independencia, y nace la siguiente pregunta ¿Cuáles fueron los mejores gobernantes? Pero no en cualquier periodo, sino en el siglo que marcó la historia en este país: El siglo XIX. En este periodo, el Perú vivió además de la ansiada independencia, una etapa de crisis, la cual se vio opacada con la gran pero polémica época del guano, la guerra con Chile y las consecuencias que trajo esta. Hacemos nuevamente la misma pregunta, ¿cuál considera que es el presidente más importante del siglo XIX de la República del Perú?

Percy Cayo asegura que es Manuel Pardo el presidente de más importante del siglo XIX. Porque sin duda, fue el único gran estadista que el Perú tuvo en ese siglo, no tiene comparación con ningún otro que haya ocupado tal cargo. Si bien es cierto, su partido representó el intento de la nueva elite por construir un movimiento político que reflejara no solo sus intereses, sino también los de las capas medias de las ciudades. Su objetivo fue aprovechar los recursos del guano para promover actividades productivas, como la industria y la agricultura; lo cual requería impulsar el gasto en infraestructura de comunicaciones, entre otros. Pero, debido a que su gobierno coincidió con la crisis internacional, la disminución de las exportaciones de guano y una elevada deuda externa. Pardo se vio en la obligación de tomar decisiones drásticas (MTA4, pág. 18). Tuvo que recurrir a un fuerte ajuste presupuestal que no fue del agrado de muchos sectores, especialmente del militar, lo cual trajo como consecuencia la interrupción en la adquisición de buques y armas de guerra, por ende la reducción de los efectivos del ejército. Esta acción fue una de las razones de la derrota frente a Chile, ya que al tener conocimiento de esta situación. Chile espera el momento preciso para declarar la guerra a Perú – Bolivia vía marítima. Además, nacionalizó el salitre de Tarapacá, lo cual generó la protesta de los particulares que hasta aquel entonces explotaban dicho recurso. Incluso, fue él quien llamó a suspensión del crédito externo, la desaparición de las monedas de oro y plata de circulación, la interrupción de obras públicas y el retraso en el pago de sueldos. En consecuencia, se originó se declara al Perú en verdadera banca rota. (CONTRERAS, C., pág. 26)

Por otro lado, Luis Alberto Sánchez, un ilustrado historiador, señaló en el debate a Nicolás de Piérola como uno de los presidentes más importantes porque según mencionó, él dice que lo “siendo Ministro de Hacienda acogió el plan de obras públicas representado por Meiggs y acometió la tarea de organizar la explotación del guano mediante el contrato Dreyffus; porque fue un constante, sacrificado y agresivo adversario de la plutocracia civilista; porque, pese a sus errores estratégicos, revitalizó el espíritu de resistencia de Lima frente al invasor extranjero; creó un Partido titulado democrático que, aunque era un complejo de viejas familias aristocráticas y pueblo desamparado, creó la ilusión de la democracia. Supo coordinarse con sus adversarios plutócratas para acabar con el militarismo; reorganizó nuestro sistema monetario, nuestra organización militar; dio vida a un naciente sentimiento provincial y no trato de perdurar en el Poder (…)”. Sin embargo, es necesario recordar que si bien es cierto con el ingeniero norteamericano Henry Meiggs empezaron la construcción de ferrocarriles, no fue prudente empezar con diez a la vez (CONTRERAS, C., pág. 147), ya que además de ser en su mayoría muy cortas, con el tiempo se dieron cuenta que no reportaba utilidad económica, ni capital para solventar su construcción, incluso otras se quedaron incompletas. Por ejemplo, líneas de larga distancia como la del sur no generaron las rentas esperadas, ya que para movilizar la producción lanera no requería de muchos viajes y otra como la del Centro, fue una de

las que tuvieron que detener su construcción de forma abrupta antes de llegar a lo proyectado, en este caso era la Oroya (MTA 4, págs. 18-20). Además, respecto al contrato Dreyffus es necesario recordar que generó gran rechazo de parte de los consignatarios quienes alegaban que por ser peruanos debían tener preferencia en la explotación del guano. Si bien es cierto, mediante este contrato la participación del estado en las rentas del guano se incrementó y se redujo la solicitud de préstamos a los consignatarios, el Estado se sobre endeudó para financiar el inicio de las obras (CONTRERAS, C., pág. 47), lo cual trajo como consecuencia el desfinanciando de las arcas fiscales. (MTA 4, pág. 9). También, es cierto que Piérola quiso instaurar un gobierno democrático, estable y ordenado, pero éste fue regido únicamente por la élite civil, concentrada en la capital y la misma que representaba una minoría compuesta por menos del 5% de la población, restringiendo el acceso al voto de las personas analfabetas, permitiendo con esto que el control del Estado quede en manos de dicha minoría no representativa. (MTA 4, Pág. 36-37).

Mientras que, para Ella Dunbar Temple, uno de los presidentes más importantes fue “Cáceres, el héroe legendario, aunque le tocó afrontar graves problemas de orden interno, enderezó su gestión gubernativa a la tarea de la reconstrucción nacional y a reflotar el crédito externo”. Si bien es cierto que, se convirtió en héroe al hacer frente a los españoles y organizar a los llamados “montoneros” indígenas, sembró sentimientos de agresión a la “gente de afuera” en vez de un amor e identidad a la patria. (MTA 4, pág. 30) Lo cual, se vió reflejado en los momentos más críticos que pasó el Perú, ya que si hubiese existido identidad por la patria tal vez la historia sería otra.

Incluso cuando subió al poder decidió congraciarse con la élite terrateniente, persiguiendo a los líderes montoneros y desactivando las guerrillas indígenas. (MTA4, pág. 35)El Congreso se opuso rotundamente al Contrato Grace por lo que Cáceres tuvo que disolver el Parlamento, para reunir uno nuevo donde los civilistas y constitucionalistas tuvieran mayoría. (CONTRERAS, C. pág. 180)Como una medida para reorganizar las finanzas estatales, erradica los billetes, perjudicando a las personas vinculadas a los bancos, los mismos que quebraron al igual que los rentistas y ahorristas anónimos. (CONTRERAS, C. pág. 181)

1. Después de criticar las respuestas de los intelectuales mencionados, ha llegado el momento que su grupo argumente cuál considera que es el presidente más importante del siglo XIX de la República del Perú.