Soledad ¿existe

108

Transcript of Soledad ¿existe

Page 1: Soledad ¿existe
Page 2: Soledad ¿existe

ColecciónFilosofía y Teoría Social

SOLEDAD¿Existe?

Gricelio Martin

www.librosenred.com

Page 3: Soledad ¿existe

Dirección General: Marcelo PerazoloDirección de Contenidos: Ivana BassetDiseño de cubierta: Emil IosipescuDiagramación de interiores: Andrés Beláustegui

Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión de cualquier forma o de cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, registro u otros métodos, sin el permiso previo escrito de los titulares del Copyright.

Primera edición en español en versión digital© LibrosEnRed, 2006Una marca registrada de Amertown International S.A.

Para encargar más copias de este libro o conocer otros libros de esta colección visite www.librosenred.com

Page 4: Soledad ¿existe

ÍNDICE

Prólogo 7

Introducción 9

1. ¿En el camino de la soledad? 12

2. Mejor solo que mal acompañado 162.1 El camino de la autosuficiencia 162.2 El amor propio 172.3 El amor no recíproco 202.4 La suspicacia 212.5 La búsqueda de alguien mejor 252.6 La autenticidad 262.7 La franqueza 282.8 La dignidad 292.9 La política del desapego 312.10 Los miedos y mecanismos de defensa 332.11 Los líos de siempre 362.12 Los gratificantes momentos a solas 392.13 Las diferencias cruciales 41

3. Desde que se inventaron las excusas, los gatos no toman leche 443.1 A un paso de la soberbia 443.2 El destino de Narciso 463.3 Déjese querer, que eso no duele 483.4 A dónde irá el buey que no are 493.5 Quien mucho escoge, lo peor se lleva 523.6 Ni tanto que queme al santo, ni tan poco, que no lo alumbre 543.7 En boca cerrada no entran moscas 563.8 Zapato de tres, del primero que llegue es 583.9 Más vale pájaro en mano que cien volando 603.10 Quien no arriesga un huevo no saca un pollo 61

Page 5: Soledad ¿existe

3.11 Yerros de amor, son dignos de perdón 633.12 La soledad es mala consejera 653.13 Los polos opuestos se atraen 68

4. Donde manda capitán, no manda marinero 704.1 La búsqueda del beneficio mutuo 704.2 Ama a tu prójimo como a ti mismo 714.3 Dios escribe derecho con líneas torcidas 724.4 El que nace chicharra, muere cantando 744.5 El plano de las causalidades 764.6 Imposible tapar la luz del sol con un dedo 774.7 El sabio calla, el ignorante habla 784.8 El camino de los merecimientos 804.9 Donde no hay ventura, poco sirve la cordura 814.10 El miedo es una oportunidad 834.11 Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra 844.12 La felicidad llega como las mariposas 864.13 Cada oveja con su pareja 88

5. Quien tenga oídos que escuche 905.1 La soledad es una necesidad 905.2 Nadie tiene la obligación de ceder 925.3 Los errores en nombre del amor 935.4 En la guerra y en el amor no todo está permitido 945.5 El amor a primera vista no existe 965.6 El enamoramiento es recurrente 975.7 El amor de pareja no es eterno 985.8 La fidelidad es una utopía 995.9 El sexo no es amor 1015.10 El amor de pareja no es amor 1025.11 La evolución de los sentimientos 1035.12 La verdadera relación de pareja 1045.13 ¿Dónde está el amor? 106

Acerca del autor 107

Editorial LibrosEnRed 108

Page 6: Soledad ¿existe

Gracias a las personas que me cerraron sus puertas, porque esas personas permitieron que yo continuara en el camino hacia las puertas de las personas correctas.

Page 7: Soledad ¿existe

7

LibrosEnRed

PRÓLOGO

Una persona cuyo bienestar dependa en gran medida de la necesidad de aceptación de los demás está condenada a los sufrimientos producto de los egoísmos, fluctuaciones emocionales y contradicciones ajenas. Quien considera que su felicidad gira solamente alrededor de su pareja, o centra sus mayores esfuerzos en encontrarla, transita por un camino lleno de vi-cisitudes, incertidumbres y de probables zozobras, porque al permitir que su felicidad dependa de terceros, está relegando a un segundo plano la cuota de amor que se debe a sí misma y se convierte en víctima potencial del miedo a la soledad. Este miedo, inconsciente o manifiesto, es lo que me lleva directo a cuestionar qué tanto valora una persona la propia presencia, o cuánta disposición tiene para ser una buena compañía para sí misma. Se dice que la soledad no es buena consejera, pero ciertos actos erróneos o desatinados que se cometen en nombre de la soledad no son culpa de ella, sino de la peligrosa carencia de amor propio.

El primer objetivo de este libro es presentar una visión constructiva de la soledad, enfocada específicamente desde la vida en pareja y muy parti-cularmente desde la carencia de ella, y aunque por momentos la balanza parece estar inclinada en favor de las ventajas de estar solo, no se pierde de vista que tanto la soledad como la compañía tienen ventajas y desventajas, dependiendo de las verdaderas y ocultas razones que desde adentro nos mueven como individuos. Yo, particularmente, no intento contradecir las bondades de una sana y equilibrada vida de pareja cuando se logra y no tengo intenciones de redactar un elocuente libro lleno de recomendacio-nes acerca de cómo convertirse en un ermitaño feliz, pero sí quiero hacer énfasis en que la soledad no es ese monstruo tormentoso y cruel a quien muchos temen, y creo firmemente que hay bastantes seres humanos por ahí con actitudes equivocadas, con el rumbo perdido y sufriendo sin nece-sidad, a causa de convicciones ridículas pasadas de moda que hacen incluso cuestionar el grado de inteligencia del ser humano.

El objetivo de fondo de este libro es recordar que aunque somos una es-pecie en continua evolución, seguimos siendo acechados por el fantasma de la evolución asincrónica. Este fantasma se refiere al riesgo no dimen-sionado con suficiencia que existe en el hecho de que nuestras mentes y

Page 8: Soledad ¿existe

8

LibrosEnRed

emociones no estén progresando en forma sincronizada. Nuestra mente ha evolucionado hasta niveles sorprendentes, pero los progresos de orden emocional son muy desmoralizadores, sobre todo, cuando determinan la destinación de los progresos de la mente, explicando por qué un invento con fines humanitarios se termina usando con fines bélicos. Las relaciones de pareja son un claro ejemplo de lo caóticos y contradictorios que suelen ser nuestros comportamientos y actitudes a la hora de relacionarnos, y son un indicativo del desastre que se puede vaticinar para relaciones con inte-racción entre un mayor número de integrantes. Y aunque yo hago un en-foque desde la vida de pareja, considero necesario que se hagan enfoques análogos desde todas las formas de manifestar el amor para poder gene-ralizar el mensaje. La forma de canalizar y manifestar los deseos también debe evolucionar y estar a la altura de la evolución de la mente porque no es comprensible que todavía estemos amarrados a sufrimientos, apegos, egoísmos profundos y deseos incontrolables, que paradójicamente revelan una gran ignorancia, y que desafortunadamente se traducen en un enor-me retraso para nuestro potencial como especie con la posibilidad incluso de colapsar y desaparecer.

Page 9: Soledad ¿existe

9

LibrosEnRed

INTRODUCCIÓN

La soledad es una elección conciente o es una consecuencia. Se elige me-diante el sensato reconocimiento de las actitudes personales que inclinan hacia ella, aceptando las propias limitaciones, y valorando con optimismo el bien que subyace tras esta elección; o es una consecuencia de todos los errores que se cometen en el desesperado esfuerzo por ahuyentarla y llevar por todos los medios una vida de pareja.

El primer capítulo es un ejemplo de la soledad por elección a la que en este libro se le denomina como “soledad primaria”. Los restantes capítulos contienen las razones de la otra forma de soledad denominada en adelan-te como “soledad como consecuencia”. Cualquier lector podrá encontrar analogía entre el primer capítulo y una de las clásicas fábulas de Esopo, “La zorra y las uvas verdes”. La zorra, al no poder alcanzar las apetitosas uvas y dejar su hambre sin saciar, se aleja diciendo: “¡Ni me agradan, están tan verdes!” Esta fábula es representativa de personas quienes al no lograr un propósito tratan de restarle importancia sólo para esconder con aparente resignación una evidente derrota. Es cierto que existe algo de cuestionable conformidad en una postura de aceptación de algo aparentemente irre-mediable en comienzo como la soledad, pero este capítulo va un poco más allá de la superficial interpretación de dicha fábula en el sentido de que plantea que las uvas no son el alimento característico de la zorra, que aun-que son jugosas no son indispensables para calmar la sed, y que aunque son nutritivas de todos modos pueden resultar perjudiciales. Como quiera que sea, la soledad es un fantasma latente y hay que estar preparados para enfrentarlo con posibilidades de sobrevivir sanos y salvos. Este capítulo, en un sentido más global, es una advertencia.

El segundo capítulo es la aparición en escena del cerebro en actitud alerta y vigilante, quien sólo desde la racionalidad vela por la integridad personal de todo individuo. Sus palabras y descripciones reflejan la actitud de una persona que es capaz de ir por la vida con sentimientos de suficiencia, sin miedos, sin aparentes peligros, y con una cuestionable fortaleza emocional. El cerebro es severo y lapidario en sus apreciaciones, se considera certero y difícil de rebatir, está convencido de sus argumentos, no duda de su capa-cidad del control, asume que es mejor estar solo que mal acompañado, y

Page 10: Soledad ¿existe

10

LibrosEnRed

desde su perspectiva existen trece razones que potencian la soledad prima-ria y disminuyen las posibilidades de encontrar pareja. El talón de Aquiles es su tendencia a centrarse en sí mismo, con las obvias dificultades para ponerse en el lugar de otros individuos, acrecentando la imposibilidad de detectar el daño que sus convicciones pueden causar en la manifestación de sensibilidad cuando se hace imperativo demostrar emociones. El cere-bro se expresa en primera persona y representa los miedos, la experiencia mediática y el paternalismo. El lema de este capítulo es “A la defensiva, y contra los factores de desequilibrio emocional”.

El tercer capítulo es la contraposición que el corazón hace a todos los plan-teamientos del cerebro y es una crítica muy fuerte a los modos racionales de conducirse por la vida. El corazón se opone radicalmente a la frialdad del cerebro en la manifestación de las emociones, arremete con fuerza y con ironía como liberándose de la opresión y del silencio, desahoga su frus-tración y olvida que al centrarse en las emociones también adopta una postura frágil desde la que se cometen errores de procedimiento que, en nombre del amor, conducen a la soledad como consecuencia. La diferencia de interpretación es que el corazón interpreta a la soledad no como elec-ción o consecuencia, sino como un castigo. El corazón, que desde una pers-pectiva netamente emocional vela por el romanticismo del individuo y por la manifestación de aquello tan natural en toda persona como la tendencia a estar en pareja, defiende ciegamente la validez de todas sus expresiones de afecto y está dispuesto a hacer ver al cerebro como una máquina pre-decible, víctima del control que ejecuta, y errático a la hora de reaccionar ante los estímulos emocionales externos. El talón de Aquiles del corazón es la tendencia a centrarse en los demás, descuidando la propia integridad. El corazón se expresa en tercera persona y representa la entrega, la experien-cia generacional y el maternalismo. El lema de este capítulo es “A la carga, y contra los peligros implícitos en el raciocinio”.

En el cuarto capítulo se manifiesta el ser interior como mediador entre cerebro y corazón, ofreciendo una interpretación más equilibrada que aquella que cada uno de estos extremistas protagonistas pretende hacer prevalecer. Ni el corazón ni el cerebro, por separado, están capacitados pa-ra adoptar una postura adecuada ante los dilemas y paradigmas de todo individuo y debido a eso se hace necesaria la liberación del verdadero yo con planteamientos más acordes con la realidad y sin los peligros latentes en los extremos. Cada persona que lea este libro podría elaborar sus pro-pios capítulos dos y tres de acuerdo con su propia experiencia, pero es muy probable que todos los lectores coincidan con el contenido de este capítulo porque sencillamente se trata de todo aquello que se sabe pero que no se pone en práctica. El ser interior, el verdadero yo, o como deba llamarse, es

Page 11: Soledad ¿existe

11

LibrosEnRed

quien permite aflorar a un individuo centrado, capaz de mantener el equi-librio, y convertirse una persona ideal para relacionarse, fácil de querer, e imposible de ignorar, y por lo tanto no hay talón de Aquiles y la soledad no es un problema. El ser interior se expresa en forma impersonal y repre-senta la certeza, la experiencia milenaria y la sabiduría. El lema del capítulo es “En eterna paz y calma, canalizando la voluntad de Dios”, porque la vida no necesariamente es como uno fríamente la piensa, ni como uno fer-vientemente la desea. Ya no es tiempo de estar enfrascados en una estéril contradicción entre pensamientos y sentimientos, pues hace mucho rato que nuestras acciones deberían ser una consecuencia de la sincronización o unidad de ambos.

El quinto y último capítulo recoge las apreciaciones que hace un espectador externo, tipo extraterrestre, quien en su intento por entender a la especie humana, se sorprende negativamente al analizar los comportamientos de las personas. Ese observador externo detecta todas las inconsistencias y mentiras en las relaciones de pareja, y elabora una serie de conclusiones que se contraponen totalmente a frases habituales y socialmente aceptadas en la cotidianeidad de las relaciones de pareja, frases creadas por humanos para justificar los desaciertos, las actitudes contradictorias, y las falacias en las que incurre en nombre del amor. Tales conclusiones tienen el fin de hacer notar ciertos absurdos que demuestran lo poco sensatas que son las percepciones y reacciones que tienen los humanos en torno a ciertos as-pectos de la vida de pareja, absurdos que evidencian lo incomprensibles e impredecibles que son, erigiéndolos como una especie muy poco confiable cuando se trata de manifestación de afectos y lealtades. La intención de este observador es hacer hincapié en la necesidad de eliminar radicalmente convicciones erradas en la demostración de los afectos, como etapa funda-mental para liberarse de las gruesas cadenas de las emociones desordenadas y confusas, tan dañinas para el progreso individual y para la formalización de las relaciones que los seres humanos sostienen prácticamente a modo de calvario. Los planteamientos del observador externo muestran las ventajas de analizar las cosas desde afuera y hacen ver a la soledad como a un simple escenario e, incluso, la hacen parecer una utopía.

Page 12: Soledad ¿existe

12

LibrosEnRed

1. ¿EN EL CAMINO DE LA SOLEDAD?

Mientras más me escucha y más me conoce mayor es la posibilidad de me-recerme sólo su amistad y más lejana la oportunidad de convertirme de-finitivamente en su pareja. Tal vez la única manera de ser comprendido y aceptado a plenitud se esconde en el plano de la amistad y entiendo que debería estar muy agradecido por eso. En realidad, percibo a la amistad como un sentimiento más transparente, más elevado, e infinitamente más lindo y duradero que el amor de pareja. Muchos de mis amigos tolerarían sabe Dios cuantas cosas que mi pareja jamás; puedo imaginar una infinitud de diálogos que fortalecerían vínculos con mis amigos, pero disminuirían enormemente mis posibilidades de aspirar a disfrutar de la existencia de una pareja; y puedo construir consistentes párrafos que me proporciona-rían la admiración y el respeto de mis amigos, pero esas mismas palabras podrían hacerme aparecer frente a mi potencial pareja como el ser más dis-tante, racional y frío. Esto parece más un lamento, y es una triste realidad para muchos, pero aquí nacen muchas preguntas y comienza el camino de las respuestas.

Ya no dudo que tengo las palabras apropiadas para atraer a mi lado a la mitad de las personas a mi alcance y prodigarle opiniones que encontrarían llenas de significado y de cierto valor para sus propias vidas, pero esas mis-mas palabras y percepciones pueden precipitar la huida de la persona que yo amo hacia el lado de mis opositores o detractores y eso es algo que ya no me extraña. Tampoco me sorprende que la gente no entienda mi inclina-ción a estar solo, teniendo tantas facilidades para socializar y la explicación es, por un lado, que mi soledad es un asunto de elección a conveniencia y, por otro, que no tener pareja es una consecuencia normal y natural de cómo Yo Soy. A veces creo que estar en pareja no es mi estado ideal y reco-nozco que estoy solo por mi culpa, a veces pienso que no sirvo ni siquiera para tener un fiel e incondicional perrito porque son demasiados aquellos momentos en los que la presencia de otra persona comienza a causarme un cierto nivel de estrés que no siempre estoy en condiciones de tolerar, y otras veces estoy seguro de que una pareja no es una necesidad y bendigo enormemente su ausencia. Esto se asemeja a un estado de resignación, pe-ro es el comienzo del reconocimiento de la propia responsabilidad sobre lo que a mí me ocurre. Uno siempre tiene lo que se merece o lo que se busca y

Page 13: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

13

LibrosEnRed

tiene poco sentido culpar a los demás de las propias desgracias, a pesar de que es el camino más fácil.

Para comenzar a responder la pregunta de este capítulo, comienzo por expresar que a mi pareja yo sólo puedo percibirla como un complemento, y entiendo que la razón fundamental de entablar ese vínculo es mi deseo humano de compartir con ella todas mis alegrías y sentirme apoyado en mis tristezas. No me resulta fácil imaginar a un ser humano que disfrute de algo sin el deseo de expresarlo, o que experimente caídas sin la necesidad de apoyarse en alguien más, pero también entiendo que mi propia felicidad no se esconde en mi pareja, sino en mí mismo, y que mi pareja tiene por finalidad el mutuo compartir de una experiencia de vida de la manera más sinérgica y constructiva posible para ambos, pero nada más. Aquí comien-za a manifestarse el amor propio y la capacidad para reconocer que estar acompañado es algo muy bueno, pero no indispensable para estar bien.

Creo que mi pareja tendría el poder para alegrarme, para arrebatarme una sonrisa, para complacer mi deseo sexual, para inspirarme ternura, para es-timular mis metas, para despertar mi instinto protector y para motivar un sin fin de proezas producto de mi estado de enamoramiento, pero el poder para ser feliz sólo existe dentro de mí mismo y la felicidad debe ser el resul-tado de la evaluación y valoración de diversas y simultáneas variables. Cada una de las sensaciones prodigiosas y mágicas que pueda inducirme mi pa-reja son sólo pequeñas fracciones de mi complejo sentido de la satisfacción personal que no deben controlar la totalidad de mi estructura emocional. De hecho, mi pareja en sí misma sólo vendría siendo una sola persona entre el universo de todas las que demandan mi atención y dedicación, y el pro-pósito de sostener una relación de pareja, vendría siendo sólo una pequeña parte de los múltiples asuntos de mi campo de acción personal. En este pá-rrafo puedo reconocer a muchos quienes catalogan al amor como la mejor droga que existe sobre el planeta, y en verdad no dudo de su maravillosa acción como análogo de fármaco, pero si se tratara de verlo sólo como un medicamento, hay que hacer entonces una analogía más precisa. Hay que admitir que no es posible estar toda una vida a punta de medicinas y hay que tener siempre presente que hasta los mejores remedios producen efec-tos secundarios y daños colaterales. El amor, particularmente el de pareja, es caldo de cultivo de desequilibrios y conflictos que trascienden incluso la relación de pareja.

Pensar de este modo me hace ver ante los demás como un ser racional y egoísta, y me otorga el grado de candidato a persona solitaria y triste. Sin embargo, a veces me digo a mí mismo que me convierte más bien en candidato a persona inalcanzable y libre. Suena pretencioso y auto recon-

Page 14: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

14

LibrosEnRed

fortante, pero la soledad primaria a la que estamos inclinados individuos como yo, es algo que se puede apreciar con ojos de satisfacción y no con sentimientos de fracaso. Personas como yo disfrutamos de la soledad tanto como de la compañía, simplemente porque tenemos la capacidad para des-cubrir el bien que subyace tras cada una de esas circunstancias.

Tiene algún sentido experimentar la sensación de parecer un individuo in-completo cuando no se tiene pareja, pero no por falta de ella hay que vi-sualizar la vida como algo sin sentido e inútil. Si mi pareja se constituyera como la única razón de mi vida, entonces sí me convertiría sin duda en un ser claramente egoísta porque tendría que restarle importancia a todas las demás personas que hacen parte de mi mundo. En esa situación, no quiero ni pensar en la cantidad de amigos y familiares que tendría que dejar de la-do y en todas las acciones que debería postergar para poder construir una felicidad tan ficticia como frágil y efímera. Ese sí que es un tortuoso camino con la posibilidad de no escapar a la soledad como consecuencia, porque nada permite asegurar con certeza que tendré por siempre a mi lado a mi pareja, y menos, considerando que el resultado final depende de ambos. Una soledad en estas condiciones, alimentada y propiciada por la cuestio-nable decisión de dar prioridad a la pareja, a costa de lo que sea, incluso del verdadero bienestar de la pareja, es una soledad grotesca y angustiante que nunca tendrá el agradable sabor de la soledad primaria sostenida en la manifestación y valoración de la propia presencia.

No digo que sea una gran idea poblar el planeta de monjes y ermitaños co-mo manera de exorcizar el acechante e inmisericorde fantasma de la nece-sidad de compañía, pero sí creo que debería haber más personas reflexivas, concientes, y en condición de asumir e interpretar debidamente las conse-cuencias de sus actos. Debería haber más individuos capaces de enderezar su camino a punta de amor y respeto por sí mismos, dispuestos a sacar lec-ciones constructivas de las caídas.

Si la intención definitiva e indeclinable es construir una vida en pareja, hay que aprender a mirar desde más adentro y no solamente desde las emocio-nes o desde las razones por separado. Nada que se sustente sólo en una de ellas tiene un final feliz garantizado. Desde el plano netamente emocional se puede llegar a ser un acompañado infeliz y desde el plano netamente mental se puede llegar a ser un solitario infeliz. Considerando que siempre se trata de un resultado predecible con adjetivo calificativo no deseado, vale la pena preguntarse constantemente hacia dónde nos llevan nuestros pasos y si la soledad como consecuencia es el destino que se visualiza al final del trayecto, entonces hay que intentar descubrir que la soledad no es una desgracia sino una oportunidad de la que podemos obtener beneficios, y

Page 15: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

15

LibrosEnRed

es incluso una necesidad en muchos momentos en el camino. Cuando la vida en pareja es un objetivo irrenunciable y se lucha incansablemente por permanecer en ese estado, hay que tener presente que la felicidad no está asegurada por ese solo evento y que sólo se puede lograr y perpetuar si por naturaleza existe en cada una de las partes implicadas. Entonces, lo que hay que hacer es luchar por ser una persona feliz por naturaleza y procurar una pareja que también sea feliz por naturaleza, como manera de potenciar un resultado satisfactorio. De lo contrario, el camino de la soledad como consecuencia es siempre una posibilidad latente, y eso, sin considerar el protagonismo que en ella pueda tener la muerte.

Page 16: Soledad ¿existe

16

LibrosEnRed

2. MEJOR SOLO QUE MAL ACOMPAÑADO

2.1 EL CAMINO DE LA AUTOSUFICIENCIA

Con independencia y autosuficiencia se pueden afrontar sin ayuda de terce-ros los asuntos personales, laborales, académicos, profesionales, familiares, y de diversa índole, y no se necesita del atento y escrutador ojo de otra per-sona que quiere saber y se siente con el derecho de aconsejar en los asuntos personales ajenos. Uno puede hacer mención de las cosas más importantes que le ocurren, pero no necesariamente porque va tras los consejos de los demás, sobre todo, si uno confía razonablemente en el propio criterio. Claro que para lograr una verdadera independencia en todos los ámbitos es con-veniente haber nacido en una familia sin machismos y haber aprendido a eje-cutar sin mayores dificultades cualquier labor doméstica, de modo que uno no necesite a alguien al lado para llevar una vida de hogar dentro de cierta comodidad, orden y control. Además, uno debería gozar de una actitud de disfrute y satisfacción consigo mismo, a tal punto, que no permita deprimir-se frente a una mesa con un solo plato de comida puesto que prepararlo para sí mismo debería ser tan gratificante como prepararlo para dos.

Está muy bien ser un defensor de los espacios propios, de las actividades lúdicas y de la rutina habitual, sin vivir tan preocupado por acomodar el ritmo de vida al de la pareja; y es muy conveniente llevar una vida tranqui-la, relajada, cómoda, y sin preocupaciones de enormes proporciones, inde-pendiente de que exista pareja o no. Es fácil suponer que se lleva una vida deprimente cuando uno está solo, pero la verdad es que uno va a donde se le ocurre, puede aceptar todas las invitaciones preocupándose sólo de que no coincidan, y hace todo lo que se quiere y puede, sin estar sujeto a los requerimientos de una pareja que muy probablemente querrá hacer justo lo que a uno no le gusta y se empecinará en modificar cualquier plan que uno quiere llevar a cabo. Para muchos proyectos en la vida, las parejas son una limitante.

Uno mismo debe decidir qué le conviene y qué no, porque eso es algo que solamente puede hacer uno mismo y no la pareja por más buenas in-tenciones que tenga. Las más buenas intenciones de un tercero pueden tener desastrosas consecuencias porque nadie más que uno puede saber

Page 17: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

17

LibrosEnRed

con exactitud las cosas que lo hacen feliz. Si un padre, que se supone con un alto sentido de protección y de buena intención, puede arruinar la vida de su hijo escogiéndole lo que debe hacer en su vida, no es difícil imaginar el efecto que puede tener otra persona que aunque cree que piensa en la conveniencia de uno, sólo está pensando en la suya.

La independencia a todos los niveles es una condición muy delicada a la hora de interactuar y, en sí misma, atenta significativamente contra la nor-malidad de una relación de pareja, pero, como individuo, permite sortear las propias dificultades y lograr los propósitos personales con menos obstá-culos, menos intromisiones y quizá una menor cantidad de tiempo. Y dado que es muy probable no encontrar abanderados de las causas propias o partidarios de los objetivos de vida individuales, es uno mismo quien tiene la responsabilidad de velar por ellos con la menor ayuda posible y sólo con el apoyo necesario y suficiente de terceros.

A pesar de ese panorama aparentemente tan extremo, no necesariamente hay que sacrificar la independencia para poder llevar vida de pareja porque la disposición que uno tenga para modificar el rumbo en mutuo beneficio no significa entregar el control de sí mismo. Sin embargo, es muy común encontrar personas que asumen que ellas llevan el timón y creen que es uno quien tiene la obligación de obedecer los ajustes en la bitácora. Uno no tiene por qué permitir que lo controlen y le impongan el camino que debe seguir y antes de verse en la obligación de entregar las riendas del destino es preferible continuar el camino solo. Definitivamente no es tan fácil encontrar una pareja que tenga puntos de vista similares.

El camino de la autosuficiencia es un camino difícil de desviar, pero se pue-de lograr si uno se inclina más por las ventajas que por las desventajas que hay en las situaciones que inducen a modificar el rumbo, dando poca im-portancia a lo que se pierda en beneficio de lo que se puede ganar, siempre que no perjudique a nadie; pero por sobre todas las conveniencias, hay que inclinarse decididamente por el bienestar mental, emocional, y espiritual, aunque eso signifique quedarse solo; y sea como sea, hay que aprender a reconocer la existencia y bondades de la soledad primaria como manera de no lamentar sin sentido la ausencia de una pareja.

2.2 EL AMOR PROPIO

Aunque uno sea débil y entregado ante la oportunidad de placer sexual y sólo por un asunto de amor a sí mismo, uno no debe enamorarse de quien no manifieste sentimientos de enamoramiento hacia uno, o comience a

Page 18: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

18

LibrosEnRed

evidenciar rechazo frente a la actitud que uno tiene ante la vida; pero tam-poco debe enamorarse de cualquiera que se enamore de uno. La parte animal de uno es relativamente fácil de complacer, pero la parte humana es de una naturaleza no tan fácil de mantener conforme y se decepciona rápidamente ante el panorama desalentador que ofrece la pareja.

Todos los esfuerzos y sacrificios que se hacen en la vida en etapas previas a comenzar a entablar relaciones de pareja deben girar en torno de uno mismo, sin enfocarlos en forma prematura al deseo de prepararse única y exclusivamente para la vida de pareja. Incluso las situaciones adversas de las edades tempranas deben aprovecharse para centrarse favorablemente en uno mismo cada vez más, para fortalecerse sigilosa y gradualmente y no depender de la aprobación ajena, ni de recursos de terceros en el futuro. Además, los objetivos individuales deben estar fundamentados en el bene-ficio que representan para uno, y no necesariamente desde la perspectiva de la obediencia ni desde la intención de complacer a la familia o al resto de los mortales porque todo lo que se haga por el bien de uno, general-mente repercute en el bienestar de los demás en forma directa o indirecta o, por lo menos, no perjudica a nadie.

No se trata de caer en el egocentrismo, ni de llegar al extremo de sentirse mejor que otros, pero es tan difícil complacer completamente a los demás, que es preferible pasar desapercibido y aparentemente aislado, con la idea de generar menor resistencia y agresividad en el entorno, y con el propó-sito de salir lo menos afectado posible por las intenciones de las personas y el peso de las circunstancias. De esa manera se pueden asimilar los más duros procesos sin mayores contrariedades, en espera de mejores momen-tos, pensando que la libertad está al final del trayecto, y que la felicidad está presente en todos los eventos a lo largo del camino y no únicamente al final de éste. Así, se puede llegar a descubrir que la felicidad por naturaleza es la mejor táctica para afrontar la vida y se puede demostrar que uno tiene la inteligencia suficiente para asumir la vida tal como se presenta, aunque no sea como se sueña, y además de eso, disfrutarla.

Nada debe lastimar o disminuir el amor propio y no existen razones de peso para sentirse inferior a una pareja y para declinar en las convicciones más personales, sobretodo, si estas no perjudican a nadie y hacen que uno se sienta a gusto consigo mismo. Esas convicciones permiten que uno no se amedrente ni se arrodille ante alguna potencial pareja que tenga algún inadecuado propósito disfrazado de bondad, o que crea que puede mani-pularlo a uno sólo por el hecho de gozar, por ejemplo, de una jerarquía so-cialmente superior en algún ámbito. Si una sanguijuela o cualquier entidad parásita sostiene una relación de mutuo beneficio con el organismo hos-

Page 19: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

19

LibrosEnRed

pedador y proveedor, entonces por qué no comportarse con inteligencia y admitir el gran beneficio personal que uno está obteniendo al aceptar el amparo de un interactuante en condición de “superioridad” siempre que no se comprometan negativamente valores morales y se pueda mantener una relación respetuosa y constructiva para ambos. Lo que viene siendo una relativa desventaja no tiene por qué aminorar el amor y valoración para uno mismo si al final de cuentas uno puede ser más feliz que el presi-dente del país más rico y más feliz que un multimillonario, sólo por el poder que uno tiene sobre sí mismo, aunque no goce de las ventajosas formas de poder que ellos ostentan. Un presidente tiene un poder ejecutivo muy limitado al que no accede por su solo interés de lograr esa posición y un multimillonario, del que ni siquiera se conoce totalmente su manera de ha-cer fortuna, no tiene más poder para ser feliz y es bastante probable que no vea la vida tal como es porque está inmerso en una situación más irreal que la de otros menos adinerados, vista la realidad como aquello que es más común.

Aunque lo expuesto parece un sobredimensionado contexto para hablar del amor propio, el punto es que no hay otra persona que sea más importante que uno mismo y, por lo tanto, no existe una persona ante quien se deba hacer reverencia, o frente a la cual se deba renunciar a los propios sueños, o ante quien se tenga que desconocer las prioridades que uno ya tiene. Uno debe ir por el mundo obteniendo el mejor provecho de cada evento que le sucede y de cada persona que conoce, y antes que sentir que está usando a otra persona, tiene que sentir que fue la vida o el destino quien la puso en el camino para un beneficio mutuo. A cada quién le corresponde descubrir cuál es su beneficio con ese encuentro.

Anteponer las prioridades y rechazar aquellas posturas que entran en con-flicto directo y personal con las de uno, no implica que se impone la volun-tad ante nadie y de todos modos siempre se puede retroceder cuando las personas acusen lastimada y vulnerada su propia voluntad. Es cierto que hay que procurar no actuar con mala intención, que hay que ser respetuo-so, que hay que reconocer en cada persona la existencia de una individua-lidad y de una historia por contar, que hay que entender que cada cual tiene su propia verdad, y sobre todo, hay que preocuparse de no descono-cer aquellas virtudes y bellezas que todos alrededor tienen. Pero nada de esto, quiere decir que uno tiene que ponerse completamente en el lugar de otra persona como para tolerarla y soportarla porque lo máximo que a uno le pueden exigir es entender la realidad ajena, pero sin la disposición u obligación de compartirla. Uno tiene que tener claro lo desastrosos que pueden ser los efectos de todo acto provisto de la mejor intención y tam-

Page 20: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

20

LibrosEnRed

bién tiene que asumir que así como se tiene una personalidad resistente a las transformaciones que intentan ocasionar los demás en uno, es abso-lutamente comprensible que los demás se comporten del mismo modo. Si uno tiene un criterio formado para asimilar de los demás sólo aquello que conviene, es obvio que cada quién a su modo acepta y asimila sólo aquello que considera conveniente para sí mismo.

Uno tiene que ser su prioridad, quererse lo suficiente y no enamorarse de alguien que no sea afín en convicciones, prioridades y sueños. Tampoco debe enamorarse de una persona que no sea feliz por naturaleza, que no tenga sus propios méritos y que no se quiera a sí misma lo suficiente. Todos necesitan una persona con un profundo respeto por sí misma y que tenga toda una historia personal que en vez de atentar en contra de una relación, la haga potencialmente más sana, equilibrada, y duradera.

2.3 EL AMOR NO RECÍPROCO

“Quien yo quiero no me quiere y quien me quiere yo no quiero” se dice por ahí, y la verdad es que uno termina siendo víctima o victimario de los ojos escrutadores ajenos o propios que observan y se fijan hasta en los más ínfimos y más extremos detalles. Uno es dejado a un lado por aquellas per-sonas que vieron en uno a un ser inadecuado para sus gustos, del mismo modo en que uno ha dejado personas en el camino porque no estaban a la medida.

Tiene mucha importancia el sentido estético que subyace en la manera co-mo uno aprecia y califica exteriormente a las personas, y la predominante inclinación por la apariencia física es una realidad. Muchos dicen que son más importantes los sentimientos que la apariencia física, pero quizá ningu-no de ellos podría enamorarse de un monstruo con sentimientos perfectos; todos quieren ser observados más internamente y no en forma superficial, pero quien diga que sólo importan los sentimientos está mintiendo, o al menos está contradiciendo la naturaleza de las personas; pero quien se fije únicamente en la apariencia física está más expuesto a decepciones porque es bastante usual que una persona físicamente muy atractiva vaya perdien-do el encanto a medida que se va exteriorizando su naturaleza interna.

El asunto central es que uno no es del agrado de todos, ni todos los demás son del agrado de uno, por razones superficiales y/o de piel, o por razones inconscientes más profundas y más difíciles de entender. Pero, considerando que no es usual poner plena conciencia en visualizar las líneas del destino, algún sentido o explicación científica tendrá el hecho de que sea frecuente

Page 21: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

21

LibrosEnRed

dejarse llevar sólo por el sentido estético del gusto, optando a la ligera por ignorar a una persona poco atractiva sin darse la oportunidad de conocerla internamente. Además, sin ponerse necesariamente en el papel del feo, uno se puede empecinar y arrastrarse detrás del objeto del capricho con el más firme propósito de captar la atención y conquistarlo, sólo para descu-brir con el paso del tiempo que hay empeños infructuosos y que quien no nos quiere a su lado no nos hará parte del círculo de sus afectos.

Si otra persona no quiere saber de uno, sencillamente no se le insiste y oja-lá tampoco ruegue aquella otra a quien uno no quiere. No tiene sentido hacer esfuerzos inútiles para retener a alguien al lado a toda costa porque son muy poco dignos los esfuerzos de cualquier índole orientados a retener a otra persona cuando lo ideal es que permanezca con uno por su propia voluntad. Es propicio aprender que con presiones, manipulaciones, malas artes y cuestionables prácticas, no es posible llegar a obtener la dedicación plena y sana de una pareja. Por eso, quien no quiere estar con uno, que se marche tranquilamente, y quien no sea del agrado de uno o pierda su encanto, que encuentre también su camino.

2.4 LA SUSPICACIA

Si alguien desconfía en la eficacia de los consejos ajenos porque tiene sus propios criterios y porque se conduce a sí mismo como considera firmemen-te que es correcto, entonces no hay manera de lavarle el cerebro tan fácil-mente con otras ideas, no hay modo de contarle cuentos acerca de cómo es el mundo y las personas, y no hay forma de convencerlo acerca de qué es lo correcto, o lo lógico. Como pareja, nadie va a poder sugerirle cuál es la manera convincente de demostrar el amor, ni va a poder indicarle cuales son las cosas que tiene que hacer para hacer feliz a otra persona. Nadie que se sienta seguro de sí mismo va a seguir el ejemplo o las indicaciones de otra persona que no sabe el rumbo que lleva su propia vida y no va a escu-char lecciones de felicidad de una persona que no lo es. Al final, dentro de alcances y límites y ojalá con el criterio más sensato posible, uno debe hacer lo que quiere y no aquello que terceros le imponen.

Aunque uno sea consciente de sus falencias y de su ignorancia en muchos ámbitos, uno tiene la inteligencia para presagiar o advertir peligros con anticipación y sin equivocarse porque hay ciertas cosas, situaciones y per-sonas, que son evidentes y predecibles. No importa cuantas reacciones quí-micas ocurran en el cuerpo, cuáles glándulas liberan cuáles hormonas, ni la complejidad de los procesos sinápticos entre neuronas, porque el hecho

Page 22: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

22

LibrosEnRed

perceptible es que los pies caminan, la cara gesticula, la boca habla, los ojos expresan espontáneamente y todo comportamiento permite obtener conclusiones acerca de las sensaciones e intenciones de las personas. Así como se puede estar atento a las señales del destino, se puede estar atento a las señales de las personas alrededor, quienes continuamente transmiten mensajes del mismo modo en que se transmiten mensajes los insectos y las estructuras más simples de la naturaleza. Todo está ahí, disponible y po-tencialmente codificable, aunque uno no tenga completa claridad sobre lo que detectan los órganos de los sentidos y por eso uno tiene la tendencia a reconocer cierta naturaleza en las personas sólo con los primeros acerca-mientos. Las personas hablan en cada acto, gesto, u opinión que manifies-tan en los momentos más relajados cuando no se sienten entrevistadas u observadas y es entonces cuando fluyen con mayor naturalidad. Aunque se viva la vida con la mayor liviandad, es inevitable poner atención a esos momentos en los que se obtienen señales más reveladoras que las que se registran en eventos sociales, en fiestas, en convenciones, en congresos, en hoteles y en todas aquellas instancias en las que casi todas las personas representan un papel e interpretan magistralmente su personaje, incluido el ambiente laboral.

Una de las cosas que causa impresiones negativas de una persona es que se refiera en malos términos de sus anteriores parejas porque aunque tenga toda la razón, importa mucho la capacidad que tiene esa persona para ver el lado bueno de las situaciones y para tomar las lecciones positivas que deja el contacto con ellas. Al conocer a alguien tiene gran importancia el nivel de optimismo y gratitud con que una persona actúa en la vida. La gratitud, particularmente, es algo que se relaciona mucho con el valor que se da a las personas importantes del pasado, especialmente a los padres. Causa una mala impresión una persona que no superó la adolescencia y sigue viendo a sus padres con actitud de reproche, sin poder entender que ya ha llegado la hora de comprender debidamente las razones del compor-tamiento de ellos.

Para comprenderse más fácil con una nueva persona es decisivo que ésta no tenga conflictos emocionales sin resolver, o tenga muy pocos, en su en-torno familiar y laboral. Cuando una persona acumula tantos problemas a su alrededor, nada evita que se comience a pensar en toda la culpabilidad que recae directamente sobre ella, y en todas las omisiones, evasivas y jus-tificaciones que tiene para no hacerse cargo de ellos y solucionarlos como corresponde. Nadie puede tener tantos problemas y vivir con ellos sin hacer algo efectivo para remediarlos, ni nadie puede ser tan mártir como para ser víctima de tantos problemas sin merecerlo. Si hay algo que es mediocre y

Page 23: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

23

LibrosEnRed

decadente es que una persona culpe sólo a los demás de sus desgracias sin detenerse a pensar en que la primera persona culpable es ella misma.

Si una de las primeras reacciones que salen a flote es un asomo de egoísmo y rechazo frente a las personas que demandan el tiempo de uno, y peor aún, si afloran sentimientos de celos en contra de amistades y personas importantes del presente, o más grave aún, si queda en evidencia una rei-terada e incisiva preocupación por el pasado afectivo en algún modo sar-cástico o excesivamente crítico, va quedando claro que se tiene al frente a una persona con capacidad para destruir todo a su paso. Si una persona tiene el atrevimiento de hacer elegir entre ella como pareja y los amigos de uno, pero en ningún caso ambos, entonces lo conveniente es decidirse por los amigos porque ninguna persona con planes de convertirse en pareja tiene el derecho de exigir sacrificios hasta ese nivel. Esto indudablemente juega en contra de todo intento de tener una pareja, pero los amigos han estado y estarán por toda la vida, y no hay modo alguno de asegurar que la pareja durará tanto tiempo. Cuando las personas llegan para quedarse con uno no tienen por qué hacerlo en contra de todo lo que uno ya ha construido antes.

Son muy sospechosas las elocuentes y halagadoras referencias que otras personas hacen de sí mismas porque no existen las personas ideales, ni las familias perfectas, y hay situaciones que pertenecen casi exclusivamente a los cuentos de hadas. Son preferibles las personas corrientes como uno, que no son los héroes de nadie, ni representan un papel protagónico en la vida de otras personas, pues uno tiende a inclinarse por las personas que son protagonistas de su propia vida y dan el apropiado valor a cada cosa. Es más fácil hacer una vida con personas libres que no están sujetas a los requerimientos ni necesidades de terceros y que, por lo tanto, pueden dar giros a sus vidas sin tener que rendir cuentas a nadie de sus actos y omisiones.

Ante un mayor y más constante acercamiento, hay otros factores que co-mienzan a tener relevancia a la hora de dilucidar dilemas respecto de la conveniencia de prolongar un vínculo o terminarlo. Empiezan a aparecer en escena las expectativas de corto plazo de la otra persona respecto de las de uno y eso permite detectar qué tan promisoria es una relación en términos de objetivos comunes y de sueños por cumplir. No es necesario hacer de-masiadas preguntas para rápidamente conocer algo de los planes de otras personas, y detectar qué tanto lugar hay para uno en ellos.

Hay muchas personas como uno que sólo piensan en sí mismas, en sus me-tas, en sus propósitos diarios, en sus viajes, en sus responsabilidades indivi-duales y en su avidez de éxitos académicos, económicos y profesionales, y

Page 24: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

24

LibrosEnRed

suena genial cuando todo eso depende de sus propios esfuerzos y no de la benevolencia de terceros. Muchas de esas personas representan un impor-tante atractivo para uno, pero hay que notar que muchas de ellas llevan un ritmo más vertiginoso que el propio, y como consecuencia de su individua-lismo están rodeadas de un sin fin de personas con presencia sólo temporal que logran hacer desvanecer el fantasma de una soledad que permanece latente aunque no siempre evidente. Esas personas tampoco son interesan-tes a pesar de que por mentalidad e independencia aparecerían como las más indicadas sólo porque uno no está dispuesto a seguir el ritmo de una vida llena de ambiciones y poco tiempo para sí mismo. Esas personas van a tomar conciencia de esa soledad junto con la vejez y es preferible tomar conciencia de la soledad primaria desde muy joven cuando es posible dis-frutarla de mejor manera.

Uno es capaz de lanzarse al mundo e incluso postergar sus propios sueños en beneficio de los propósitos conjuntos si se da la oportunidad, pero aún así, uno tiene que ser un eterno vigilante de las señales que emite la pareja porque siempre existe la oportunidad de arrepentirse y retirarse cuando el tiempo y el desenlace de acontecimientos van sacando a flote las ocultas y verdaderas intenciones de ella. En toda una vida puede ser que uno no acabe de conocer completamente a una persona, pero en poco tiempo se puede conocer mucho de su naturaleza fundamental y de sus intenciones, con lo que sí se puede hacer una aproximación al destino que se avecina con ella. No en el sentido material, porque eso es bastante impredecible, sino más bien en el sentido del respeto, la consideración y la incondicionali-dad que una pareja pueda demostrar, algo que sólo es evidente en el plano de la amistad.

Y como para redondear toda esta aparente estrategia montada para tratar de detectar qué tan promisoria o poco peligrosa puede parecer la actitud de una persona, lo más indicado es “Creer más en los hechos que en las palabras”. Todo lo que una persona diga o no diga de todos modos puede leerse e interpretarse en sus comportamientos, acciones, omisiones, y len-guaje no verbal. No es tan difícil detectar cuándo una persona está mera-mente entusiasmada por alguna conveniencia en particular, otra cosa muy distinta es que uno no quiera verlo o pretenda negarlo. No es tan difícil reconocer en pequeños detalles cuándo una persona tiene poco interés en uno, otra cosa es que uno crea equivocadamente que el amor que sólo uno siente, es suficiente para mantener una relación de dos. Es suficiente una cierta cantidad de autoestima y amor propio para descubrir rápidamente aquellos terrenos ajenos en los que por más que se intente sembrar y culti-var un sentimiento, jamás se podrá cosechar amor.

Page 25: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

25

LibrosEnRed

2.5 LA BÚSQUEDA DE ALGUIEN MEJOR

Cada paso que uno da en la vida debe ser para progresar y no para des-mejorar, y por eso quien tiene intenciones de iniciar un vínculo de pareja debería ser alguien con el propósito de aportar constructivamente al des-enlace de la relación en todo sentido, sobretodo, en el ámbito intelectual y emocional. De ser al contrario, es preferible estar solo porque no suena interesante relacionarse con una persona que imposibilite el bienestar y obstaculice los progresos de la relación, o que sólo busque en la pareja una tabla de salvación para todas sus desdichas, frustraciones y problemas sin resolver. Nadie quiere la pesada carga de una persona llena de problemas, carencias, y necesidades, y menos aún, si se trata de una persona estanca-da, resignada, amargada, llena de egoísmos, resentimientos, insatisfaccio-nes y pesimismos.

Es muy fácil aburrirse de las personas que no tienen alguna actitud o ca-racterística que las haga dignas de atención y de admiración. Suena dema-siado exigente, pero es muy difícil que una persona capture la atención por mucho tiempo cuando en su naturaleza más básica no es una persona humilde, original, bien intencionada, transparente, sensata, optimista, es-pontánea y de espíritu libre. Además, es muy importante la manifestación de niveles de autoestima adecuados y ojalá un buen grado de escolaridad y de cultura general, porque no es habitual que resulten muy encantadoras las personas ignorantes e incultas.

Este mundo tiene una multitud de incapaces de comprender la existencia de personas emocionalmente equilibradas, y de incapaces de admitir que la felicidad de otros es verídica. Y hay que ver cómo personas que están en el fondo del vaso a causa de sus desórdenes emocionales, tratan de tirar hacia abajo a aquellas que flotan y sobreviven a pesar de las adversidades. Lo injusto está en que las tiran hacia abajo no precisamente con la idea de salvarse sino con el deseo de bajarlas a su nivel y lograr su compasión. Lo cruel es que pueden llegar a emplear todas sus fuerzas y un rosario de sáti-ras y manipulaciones con el firme propósito de ahogarse acompañadas. Del mismo modo en que un fármaco dependiente tiene que aceptar primero que es víctima de una adicción como primer paso para su rehabilitación, una persona carente de amor propio tiene que asumir que ella es la equi-vocada como primera muestra de que tiene intenciones de salir del fondo del vaso.

Todo el mundo quiere una persona con metas, con un rumbo trazado, con un futuro promisorio, con unas expectativas sensatas y con una visión clara de la vida; todos prefieren a una persona simpática, con una sonrisa en el

Page 26: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

26

LibrosEnRed

alma, con ganas intensas de vivir, con disposición para aprender, con acti-tud optimista a prueba de todo, consciente de sus alcances como persona, con vida espiritual desarrollada y con una profunda convicción de la mani-festación de Dios a través de sí misma; ideal para cualquiera, una persona con la salud mental necesaria para relacionarse adecuadamente con todo tipo de personas, con la inteligencia emocional suficiente para sortear sin mayores dificultades las pruebas que la vida diaria impone, con conciencia plena de su fortaleza personal y con ganas de caminar junto a su pareja sin renunciar a sí misma.

Todos queremos a alguien que se alegre con los logros de uno, en vez de manifestar soterradamente su envidia y su contrariedad ante ellos; a al-guien capaz de descubrir el lugar que se ha ganado en el corazón de uno, y lo importante que efectivamente se ha vuelto, de modo que nunca sienta la necesidad de competir inútilmente por más dedicación de tiempo que la necesaria; a alguien que se sienta tan seguro de sí mismo, que no vea ene-migos ni peligros en cada una de las personas con las que uno se relaciona en todos los ámbitos de la vida, y con la conciencia tan limpia que no tenga motivos internos para dudar de la sinceridad de los sentimientos de uno; a alguien que se entregue sólo lo suficiente de modo que no parezca que su vida gira sólo en torno a uno; a alguien con su propio mundo, con su propia historia, sus propios logros, dispuesto a compartir y no solamente a recibir, a demandar, y a llevar una vida de orquídea, hermosa pero parásita y efímera; a alguien capaz de entender que a veces uno quiere estar solo y alejarse para tener momentos de reflexión y de balance que serán necesa-rios para recargarse de las energías que permitirán continuar el camino.

Esas personas existen y, aunque no son perfectas y tienen lecciones que aprender y misiones por realizar, son las personas más acordes para hacer vida de pareja porque representan la significativa posibilidad de mejorar y aprender en vez de quedarse atrapado en el lodo, en la desesperanza, en la desilusión, en el conformismo, en la inercia, en la monotonía, en la oscu-ridad, en la insatisfacción, en la desidia, en el estancamiento y en la tercera dimensión.

2.6 LA AUTENTICIDAD

Al comienzo de toda relación las personas se desviven por agradar a su pareja y omiten todos aquellos factores que tornan desagradable su exis-tencia. No siempre se trata de un propósito de mentir o de aparentar una imagen sino del inútil esfuerzo por desplegar luces y colores con el fin de

Page 27: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

27

LibrosEnRed

atraer a la persona motivo de interés. Son absurdos los esfuerzos por agra-dar con el propósito de ganarse la atención, la simpatía y los afectos de alguien, porque todo el mundo se cansa de representar un papel y termina representando el que realmente es.

No hay necesidad de explicar los resultados producto de simularse una per-sona feliz y perfecta cuando tras esa apariencia sólo hay una vida llena de sinsabores, de carencias, de resentimientos y hasta de traumas. Es natural convertirse en víctimas de la historieta ficticia cuando la otra persona de-tecta que uno no es la persona que conoció, tan llena de sonrisas y tan rodeada de magia. La vida real trae de vuelta a sus personajes y les cobra el precio que corresponde con su imaginación y a mayor habilidad para aparentar y agradar, mayor costo. Tampoco hay necesidad de explicar los resultados producto de mostrar la verdadera cara, pero es obvio que al actuar de manera transparente es mucho más factible atraer personas más acordes y convenientes para uno. Por lo menos no se decepcionarán tan fácilmente.

Hay que mostrarse como la persona normal que uno es, con altos y bajos, no siempre con la sonrisa a flor de piel, vulnerable a los acontecimientos de la vida, que lucha y no siempre triunfa, que tiene asuntos por resolver, deu-das por pagar, compromisos por cumplir, amigos por visitar, familiares por ayudar, lecciones por aprender, lugares por conocer, sueños por realizar, temores por superar, riesgos que correr, y toda una vida por vivir. Una vida en la que no se está solo, aunque uno lo piense y lo sienta, y aunque así parezca. Una vida que uno está dispuesto a compartir pero no a entregar en manos de otra persona tan corriente e imperfecta como uno. Sería quizá conveniente tratar de mostrar un perfil bajo y procurar no hablar de lo que se tiene y se ha logrado, si existe el riesgo de crear expectativas en gente interesada sólo en el bienestar material que uno pueda brindar. Si uno está interesado en un interlocutor, pero no está de acuerdo con las opiniones que expresa, debe hacérselo saber, porque no es fructífero mostrar condes-cendencia con una persona motivo de interés que contradice la visión que uno tiene de la vida. Y muy bueno sería no esperar nada de la gente, para no hacerse expectativas y no decepcionarse tan fácilmente.

Con esta disposición no se consigue tan fácilmente la atención de otros, pero es posible librarse de muchos líos a manos de gente incapaz de inter-pretar correctamente el sentido de las palabras, y por lo tanto incapaz de descubrir que esta actitud no es más que una protección contra las falsas expectativas, las frágiles ilusiones, los evitables sufrimientos, las amargas decepciones y las malas intenciones ajenas. Y cuando uno de verdad le gus-ta a alguien, no necesita mayores esfuerzos para captar su atención porque

Page 28: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

28

LibrosEnRed

el trabajo ya está hecho y es suficiente con la sola presencia de uno. Y de cualquier forma que sea, si uno ha de terminar aburriéndose porque hasta las personas más interesantes y atractivas con el paso del tiempo se vuelven monótonas y carentes de gracia, no tiene sentido actuar caprichosamente para lograr todo aquello que finalmente se va a desechar.

2.7 LA FRANQUEZA

No existen augurios de buen futuro para una relación de pareja basada en aquello que no se dice y, aunque no se trata de andar emitiendo opiniones y críticas de todo y por todo, las personas que en verdad importan mere-cen tener claro lo que uno piensa de ellas. En vínculos tan frágiles como las relaciones de pareja es muy necesario que exista la mayor transparencia posible, sin embargo, la gente actúa bajo el criterio de no decir todo lo que piensa y después se pregunta por qué las relaciones de amistad son dura-deras y las relaciones de pareja no. Es agobiante tener que vivir cuidando lo que se dice y “cómo se dice” para no herir a la pareja y no es provechoso callar con la sola idea de no lastimar. No sería todo tan complicado si exis-tiera menos cantidad de personas susceptibles y todos pudieran desarrollar la capacidad de asimilar de la mejor manera todo tipo de comentarios o críticas, tratando siempre de descubrir el bien que subyace en ellas.

No es precisamente que uno ande fijándose sólo en los defectos de la pa-reja, que uno tenga la intención de hacerla ver como si no tuviera virtudes, o que uno viva emitiendo señales de desenamoramiento a cuenta de la decepción que va causando el afloramiento de características indeseables y no tan notorias al comienzo de toda relación. Lo que pasa es que es muy importante decir aquello que a uno no le gusta, como manera de detectar rápidamente el grado de compatibilidad que existe con otra persona, como forma de ir determinando con el tiempo el grado de disposición mutua pa-ra reconocer y superar deficiencias, o al menos, como táctica para descubrir hasta qué punto la otra persona es capaz de soportarlo a uno. No hay nada tan grave en hacer notar los defectos ajenos porque a fin de cuentas hay muchas virtudes que por sí solas pueden opacar algunos de ellos, y algunos otros pueden ser superados bajo la perspectiva de mejorar sin que eso sig-nifique cambios drásticos en la esencia de la persona.

Por lo anterior, es obvio que tampoco hay que ofenderse con facilidad con todo lo que a uno mismo le hagan notar y, en todo caso, nadie puede cau-sar heridas emocionales si uno no lo permite. Como ser humano uno está dotado de la capacidad para elegir cómo se siente y cómo reacciona fren-

Page 29: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

29

LibrosEnRed

te a las distintas perturbaciones emocionales externas y, por eso mismo, puede minimizar e ignorar deliberadamente hasta la mala intención de terceros. El poder que uno tiene para herir emocionalmente a un tercero también es mínimo cuando se carece de mala intención, y más aún, si la otra persona tiene la suficiente responsabilidad consigo misma de no dejar-se herir sin sentido. La verdad, o lo que sea que uno piensa, aunque no sea una apreciación muy certera, tiene que expresarla para que la otra persona sepa a qué atenerse con uno.

Quien calla una verdad tiene mucho parecido con quien miente porque la omisión de información crea falsas percepciones de las personas y de las situaciones, y puede ser un intento infructuoso por engañarse a sí mismo a través de negaciones absurdas. Hay palabras, planteamientos y conversa-ciones a tiempo, que pueden librar de decepciones y desastres sentimenta-les futuros, pero son particularmente comunes las personas que prefieren guardar silencio por miedo a perder lo poco que reciben en términos de afecto. También son comunes los individuos que no se atreven a manifes-tarse inconformes por temor a agresiones físicas y/o verbales, y aquellos quienes a causa de su baja estima aceptan la crítica y el descrédito sin hacer mínimos esfuerzos por reivindicarse y validar su derecho al respeto. Muchas personas optan por callar, soportar la vulneración y someterse, siendo que uno tiene el deber consigo mismo de expresar todo lo que piensa, aunque lo pierda todo a causa de eso, porque debe primar la dig-nidad y la propia sensación de bienestar sobre la complacencia que deba procurar para la pareja. Aunque uno tenga la intención de propiciar la satisfacción de ella, no tiene sentido hacerlo a costa de sí mismo y de su propia satisfacción.

Es muy cierto que hay que tener moderación en la manera como se dicen las cosas, pero eso no implica guardar silencio y no es justo callar por temor. A lo que hay que temer es a las consecuencias de no expresar todo lo que de algún modo sea importante para la tranquilidad emocional y, frente a esto, es necesario tener claro a qué se teme para combatir el temor en vez de alimentarlo.

2.8 LA DIGNIDAD

Si hay algún verbo que no se debe conjugar y practicar en la interacción afectiva, ese es el verbo “rogar”. Sin llevar las acciones al extremo del or-gullo, puede decirse que lo que uno debe hacer es representar el adjetivo dignidad sólo porque no tiene sentido que la vida gire exclusivamente en

Page 30: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

30

LibrosEnRed

torno de la vida de otra persona, sobretodo, si no tiene interés en uno. La dignidad, de la mano del respeto, es la primera herramienta al alcance al momento de no obtener todo lo que se quiere porque si la vida sólo se valora por medio de triunfos, la dignidad ayuda a entender que un fracaso no es necesariamente una derrota definitiva y que hay sueños a los que se puede renunciar sin ver frustradas las posibilidades de ser felices de todos modos, en otras circunstancias y con otras personas. Es posible que la digni-dad sea el primer paso para descubrir que uno no es dueño de nada ni de nadie y, más aún, es la oportunidad para descubrir lo bueno que hay tras aquello que tiene apariencia de malo.

Se buscan firmes partidarios del poeta uruguayo Mario Benedetti quien en un hermoso verso sabiamente expresa: “Si amas a alguien, déjalo ir; si vuelve a ti, es porque siempre fue tuyo; si no vuelve, es porque nunca lo fue”. Cuando uno ama siempre está latente la posibilidad de que ese amor no sea recíproco con la misma intensidad y entonces, para no amargarse la vida y no ocasionar malos ratos a quien unilateralmente se ama, hay que saber ser buen perdedor cuando hay claras señales de que uno no es correspondido. La manera más eficaz para detectar qué tanto entusiasmo tiene otra persona por uno es no presionarla, dejarla actuar con naturali-dad y detectar si uno es motivo de búsqueda, de llamadas, o de atenciones que sean indicativas de interés, pero sin irse a un extremo en el cual uno sea quien parece el desinteresado. Las personas no necesitan hablar para que uno sepa qué tanto puede contar con ellas y cuando uno descubre que están efectivamente lejos del alcance, es preciso dejarlas seguir su propio camino sin recriminarlas, sin fastidiarlas y sin hacerlas sentir culpables. Hay que entender que sólo eran personas para un rato, o que les falta horas de vuelo antes de instalarse en un nido.

No hay por qué obsesionarse por alguien que da señales claras de desinte-rés porque en ese evento es uno, y no la otra persona, quien está equivo-cado. Expresar muestras de extrema posesividad sobre otra persona es una postura que raya en lo ridículo porque lo que uno siente es la rabia de un mal perdedor que nada puede hacer por retener el objeto de su obsesión, y entonces, ya no se estaría hablando de amor sino de un sentimiento en-fermizo, ególatra, con tendencia a lo cruel y con una clara manifestación de dificultad para analizar las cosas de la manera correcta.

El respeto consigo mismo y con los demás consiste básicamente en dejar que las situaciones fluyan de forma natural, sin forzar eventos o circunstancias, sin presionar a las personas en forma sutil o evidente, sin manipular senti-mientos, y sin ilusionarse con las personas sin tener mayor idea acerca de lo que efectivamente ellas necesitan o quieren. En un sentido más profundo,

Page 31: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

31

LibrosEnRed

el respeto es la aceptación de la libertad que las otras personas tienen para elegir y la capacidad para entender y reconocer que no es suficiente con la propia motivación si la semilla del interés por uno no está sembrada en la otra persona. El mayor respeto consigo mismo es la aceptación de la reali-dad tal como es, sin hacer excesivos esfuerzos por cambiarla y sin tratar de manipularla con trabajos espirituales de baja categoría, con los que sólo se prolonga la insatisfacción y se potencian las vibraciones inarmónicas. Estas prácticas oscuras son un subproducto de una obsesión y de deseos enfer-mizos que, a final de cuentas, sólo permiten experimentar la soledad como consecuencia porque la otra persona no está con uno por su entera volun-tad y, por lo tanto, no experimenta un sentimiento, espontáneo, limpio, transparente, real, incondicional y duradero.

2.9 LA POLÍTICA DEL DESAPEGO

Resulta conveniente ser mesurado, cauteloso, poco expresivo y poco im-presionable; no hay que esperar nada de nadie para no decepcionarse con rapidez y facilidad; hay que permitir que las personas actúen por sí mis-mas y no a través de influencias y sugerencias; si las personas desean estar con uno, que sean bienvenidas, pero si no quieren, no hay que lamentarlo ni hacerles sentir que uno está agraviado o desilusionado por eso; no hay que andar maravillándose por pequeños gestos de cortesía y no hay que inclinarse a halagar excesivamente a otros. En general, no se debe vivir en función de la gente ni hablar mucho de ella, son convenientes las pocas preguntas y la menor incursión en las preocupaciones personales ajenas, y hay que practicar el desapego en la forma más cordial posible. Cuando haya voluntad para escuchar, hay que escuchar todo lo que espontánea-mente los demás quieran contar, pero se debe decir poco acerca de sí mismo y pensar que la gente siempre tiene alguna razón poderosa, la mayoría de las veces inconsciente, para ser como es. Bajo este contexto se da una imagen de una persona poco curiosa y poco preocupada por los demás y, en el plano emocional, uno parece la persona menos motivada o interesada por alguien, e incluso habrá quién crea que uno jamás se ha enamorado, pero se reducen en forma considerable los focos de conflictos y de problemas.

Con esta política de comportamiento se va a incrementar el listado de reclamos por los desaires ocasionados, por pasar por alto pequeños deta-lles, por no percibir y no elogiar cambios de aspectos personales ajenos y por olvidos de fechas o asuntos por el estilo. Pero cuando uno ya se aco-

Page 32: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

32

LibrosEnRed

moda a ese modo de vida, la primera disculpa es que uno no lo hace de manera enteramente consciente y premeditada con la intención de des-conocer el buen gusto y los aciertos ajenos. Como las explicaciones agra-van la falta, entonces uno aprende a disculparse en forma más honesta, aunque más fría, porque en definitiva uno ya no está preocupado por ser cortés, adulador, o atento frente a las expectativas de la gente. Y enton-ces, uno comienza a disfrutar de las bondades de no vivir excesivamente preocupado de lo que piensan los demás y eso también es parte del des-apego. Al hacer cambios, por ejemplo en el aspecto personal, ya se hace en busca de la imagen que se quiere ver de sí mismo y no exclusivamente con la intención de que la gente admire o manifieste lo bien que uno se ve y, además, está preparado para el rechazo que eso puede generar en el entorno. A partir de ahí, uno ya no se arrepiente tan fácilmente de sus elecciones sólo porque a alguien no le parece acertado y pretende herir con sus comentarios, pero tampoco incurre en acciones sólo con el propó-sito de despertar mayor aceptación o de encontrar frases de aprobación, porque finalmente uno actúa por complacerse a sí mismo, por calmar una curiosidad, o por sentir el placer de un cambio. Entonces, si hay cosas que uno no hace para despertar el entusiasmo ajeno, no es tan fácil que cier-tas acciones ajenas despierten entusiasmo, curiosidad, o interés en uno. Qué gran paso.

En definitiva, uno debe ser el prototipo de persona simple y poco efusiva que mira toda actitud ajena con cierta neutralidad y no da a los eventos más importancia de la que merecen efectivamente. No importa si parece que pocas cosas hacen vibrar y logran movilizar las energías, como si un sentimiento de euforia fuera casi improbable, o como si fueran imposibles actitudes de apoyo, camaradería y adherencia hacia las actitudes de las per-sonas más cercanas a uno porque en el fondo no es que los amigos, o parti-cularmente la pareja, no sean importantes, sino que una gran cantidad de veces las cosas que a la gente le importan no tienen por qué agradarle a uno. No se trata de que uno no tenga disposición para hacerse partícipe de las expectativas, sueños, deseos, motivaciones, inclinaciones, o preferencias de otra persona, sino más bien que uno es una persona simple que reduce a una visión práctica casi toda cosa por la cual la gente vibra, salta, paga enormes sumas y hasta cae en sacrificios impensables y absurdos. Uno pue-de disfrutar la vida de forma muy distinta a una gran mayoría que lo hace en medio de excesos y comportamientos perjudiciales que atentan contra la salud o contra la convivencia con los seres queridos. Uno no debe estar dispuesto para ningún exceso que torne la vida vertiginosa y frenética por-que uno necesita de cierta quietud, calma y silencio. La aventura también se puede disfrutar con ciertos límites y moderación.

Page 33: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

33

LibrosEnRed

Cuando se tiene inclinación hacia la soledad primaria es natural que uno parezca distante y frío, desprovisto de sentimientos, lleno de resentimien-tos, o llevado al extremo por los fracasos, pero en realidad uno no es así y de todas formas tiene una agradable cara oculta. Uno simplemente se vuelve fiel a sus convicciones y a las buenas lecciones que le ha dado la vida y es fiel a una verdad, aunque no sea la verdad que representa las circuns-tancias de otras personas. Uno se vuelve concluyente y categórico por una cuestión de defensa de sus propios principios y no porque pretenda llevar la contraria y demostrar a toda costa que tiene la razón y que los demás están equivocados. Si uno construye una coraza, obviamente no va a de-mostrar lo vulnerable que es ante la primera persona que toca a la puerta. Esta fortaleza sólo puede ser desmontable por alguien que use esa vulne-rabilidad para fortalecerlo a uno todavía más.

Al final, deja de ser una preocupación toda la retahíla de cuestionamientos y críticas en pos de exteriorizar la persona más “normal” que hay dentro de uno, o a la “más común”, o a la más acorde con la realidad. Quien crea que uno está en el plan de escuchar consejos para cambiar de actitud, mejorar y ser aceptado, que busque otra pareja o cambie de amigo porque uno sencillamente no es la persona adecuada para sus fines. No existen inten-ciones de dejar de ser quien uno es, si uno está bien así, y no tiene sentido cambiar simplemente por ser del agrado de otra persona. Quien se vuelve dulce miel, las moscas dan cuenta de él.

2.10 LOS MIEDOS Y MECANISMOS DE DEFENSA

Se activan los mecanismos de defensa y, como si no fuera suficiente, la sole-dad primaria parece una gran bendición en todos aquellos momentos en los que por diversas razones y como todo ser vivo, uno es víctima del estrés. A un defensor de la felicidad por naturaleza no le acomoda mostrar la imagen de una persona agobiada y derrotada, y ante momentos de adversidad, o de agotamiento, uno da gracias por poder estar encerrado entre cuatro pa-redes asimilando esos estados transitorios uno solo, sin mortificar a alguien más y sin dejar en evidencia lo vulnerable que uno es ante los eventos ex-ternos. Nadie es tan fuerte como se muestra porque a pesar de la fortaleza interior, la realidad externa puede hacer entrar en conflicto con uno mismo y generar una necesidad de evadir todo aquello cuyo control no depende de uno. Eso hace que uno se vuelva víctima de una cadena de miedos que van desde temores sencillos, en comienzo inofensivos, hasta miedos más profundos e incluso limitantes a la hora de dar cabida a la materialización

Page 34: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

34

LibrosEnRed

de vínculos más profundos con una potencial pareja. El miedo general que los abarca a todos es el miedo a comprometerse y a repetir una y otra vez la historia del comienzo y del término de una relación, encerrado en el círculo vicioso de los comienzos prometedores y los finales amargos y tormentosos, no por un sentimiento ligado a la incapacidad de arriesgar de nuevo, sino por lo poco estimulante que resulta la sensación de volver a repetir de lo mismo cuando se supone que ya hay etapas superadas, que uno ha aprendi-do lecciones y que hay errores que no tiene sentido cometer dos veces.

A lo primero que se teme es a generar expectativas en otra persona cuando, a causa de la naturaleza selectiva, las expectativas de uno se desvanecen rápidamente frente a actitudes, palabras y lenguaje no verbal que rápida-mente comienzan a demoler el interés y a generar asomos de decepción en uno. El temor no es el daño que esto pueda causar a la otra persona, sino el mal rato que se genera cuando esa persona mantiene el interés a pesar de las señales de que no es correspondida, y entonces se hace inevitable y necesario expresarse con dureza para sacársela de encima. Si a su incapaci-dad de ver la realidad tal como es, hay que agregar que una de las razones de la decepción es la falta de madurez emocional de la otra persona, no hace falta ser adivino para presagiar algunos momentos intensos que nadie desearía enfrentar. Este temor se manifiesta ante personas evidentemente inmaduras y hasta insoportables, pero que dejan impregnado un cierto sentimiento de culpa si se trata de personas bien intencionadas, a quienes sólo las traicionó la inexperiencia.

Un segundo temor, más profundo que el anterior, es debido a la naturaleza oculta tras la máscara inicial y al momento en el cual uno va a develar más claramente las verdaderas intenciones o motivaciones de la persona que tiene al frente. El temor subyacente es la posibilidad de relacionarse con personas con desequilibrios fuertes de personalidad, con manifestación de comportamientos obsesivos y actitudes contradictorias, sobre todo, si care-cen de un sano discernimiento de las derrotas y se obsesionan por agradar y perpetuar un vínculo a toda costa. Este mundo está lleno de malos perde-dores, de personas que no aceptan rechazos y están dispuestas a cobrarse desagravios, de gente que no acepta un ¡no! por respuesta y trata por todos los medios posibles de procurar un sí. Hay muchos desequilibrados mentales que se fijan una meta y se obsesionan al extremo por alcanzarla, a veces de forma sigilosa y silenciosa, pero con finales tormentosos como es de esperarse de un comportamiento nada sano. Este temor es aplicable an-te la posibilidad de vivir historias traumáticas, en situaciones extremas con personas aparentemente normales pero fuera del equilibrio. Todo lo que se viva en este contexto es parte del aprendizaje y siempre deja buenas leccio-

Page 35: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

35

LibrosEnRed

nes, pero acerca el amor a la crueldad y deja más preguntas que respuestas acerca de la compleja estructura emocional de las personas.

El tercer temor, y quizá el más cuestionable de todos, es el miedo a asumir el hecho de volverse muy importante o muy necesario para otra persona porque llena de ansiedad y preocupación saber que alguien depende de uno en gran medida o, peor aún, en todo sentido. Es mucho sacrificio pen-sar que hay que ceder territorio frente a las necesidades y expectativas de otra persona y, además, perder la tranquilidad que da una vida en la que nadie es responsabilidad o motivo de la preocupación de uno. A veces ni siquiera se siente la fortaleza suficiente para mantenerse en pie y velar por uno mismo en forma satisfactoria, como para creerse capaz de sostener la carga que representa una persona que se manifiesta dependiente y que se atreve a decir en forma descarada y osada que no concibe la vida sin la presencia de uno. Aterra pensar que una persona depende de uno, qui-zá en forma proporcional a como aterra pensar por un momento que sea uno la persona dependiente. Se vuelve muy grande el temor a la premisa de incondicionalidad que debe existir en una relación de pareja, asociada al hecho de permanecer juntos en las buenas y en las malas, quizá por la enorme incertidumbre que se deriva de no saber lo que el futuro depara y las consecuencias de lo que uno está enfrentando una vez que da el paso. La forma global de este tercer miedo es el rechazo a asumir una postura de ayuda y de enseñanza, cuando no se sabe si uno ayuda en forma correcta y a la persona correcta.

Cada persona es una historia en espera de ser contada y cada biografía podría conmover a la humanidad entera, toda persona es una caja de sor-presas en la que se pueden encontrar las más inimaginables realidades, his-torias, tendencias, intenciones, propósitos y destinos. Otra persona puede hacer de la vida de uno un paraíso, pero también un calvario, y eso muchas veces ni siquiera depende de las intenciones primeras. Se acepta la propia carga, pero no necesariamente una carga ajena que vaya más allá de algu-nos instantes de solidaridad porque todos, en circunstancias normales, na-cen con la capacidad para alzar la propia. Por eso mismo se puede aceptar una carga ajena por un trayecto siempre que sean esfuerzos temporales que no modifican la vida de otra persona, porque si uno trata de intervenir más de lo prudente en el desenlace de sus acontecimientos, entonces corre el riesgo de convertirse en víctima directa de las situaciones por las que esa persona atraviesa.

Nadie está dispuesto a cargar con una cruz ajena y no quiere sufrimientos que puede evitar. Es preferible estar solo y en calma, que estar sujeto a las corrientes turbulentas de la mar embravecida de las emociones ajenas.

Page 36: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

36

LibrosEnRed

2.11 LOS LÍOS DE SIEMPRE

Uno de los problemas de siempre, como fantasmas latentes que acechan los pasos de cupido, son las típicas y eternamente presentes mentiras, acom-pañadas o secundadas por las actitudes contradictorias; otro protagonista de respeto, con consecuencias extras e imprevisibles a veces, son los celos y sus desastrosos efectos en el respeto y la confianza tan vitales en una relación; no dejan de tener su importancia las clásicas manipulaciones emo-cionales con las cuales se le pide a uno en nombre del amor justamente aquello que no quiere hacer; y qué decir del profundo deseo por imponer la voluntad y no escuchar a la pareja, traducido en un lenguaje verbal ofen-sivo y denigrante. Todas estas situaciones son de mayor o menor relevancia dependiendo en gran medida de la persona que se tenga al frente, pero en definitiva son las clásicas malas de la película, capaces de hacer de una relación de pareja una historia de crimen y de terror. Ante brotes de una o algunas de estas poco gratas presencias, si no es que por desgracia se personifican todas juntas, no existe respuesta más rápida y efectiva que un corte de la grabación sin opción de repetir la escena.

La mentira es la primera invitación a desconfiar y es multitudinariamente aceptado que no existen relaciones sanas y duraderas basadas en la des-confianza porque las mentiras siempre encubren algo que, de hacerse evi-dente, pone fin en forma irremediable a cualquier relación. Cuando uno descubre que la pareja no es transparente, piensa que se enamoró sólo de lo que ella permitió ver y no de su realidad más interna, descubre que se enamoró de su mentira y no de su verdad y eso significa que se enamoró de una persona irreal, y no de la imperfecta que tiene al frente.

En lo concerniente a las actitudes contradictorias, tal vez no exista un sabor tan amargo como el de la mentira, pero la falta de certeza al no detec-tar la cara real de una persona es desmotivante, sobre todo, si uno tiene que hacer esfuerzos por entender las impredecibles reacciones y acoger continuamente los sorpresivos comportamientos producto de eso. Se de-cepciona cualquiera tratando de interpretar cómo es que una persona re-acciona de opuestas maneras frente al mismo evento, o dice una cosa hoy y mañana otra. Y todo este panorama empeora cuando la indescifrable y desconcertante persona poseedora de esta errática naturaleza no acepta o no reconoce que está desorientada, y que no hay modo posible de enten-derla. Como en muchos de los desórdenes emocionales y mentales, uno es consciente de que no hay mucho por hacer por quien no acepta que está en un error y uno definitivamente tiene mucho que perder cuando se po-ne al frente de empeños imposibles de sacar adelante. Tratar de ayudar a

Page 37: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

37

LibrosEnRed

alguien en contra de su voluntad es como tratar de enamorar a quien sería la última persona en fijarse en uno.

Los celos moderados son una muestra de que uno es querido, pero, descon-trolados, conllevan inevitables sufrimientos y son un claro indicio de que algo está mal. Tema indudablemente controversial con aspectos de fondo que dan fe acerca de su inutilidad y estupidez, pero con impacto bastante demoledor sobre sus víctimas. Cuando son debidos a la naturaleza infiel de la pareja se convierten en una agresión emocional constante ya que el ladrón juzga por su condición. Cuando son originados en su baja estima se vuelven una verdadera tortura porque uno tiene que armarse de mucha paciencia para levantar el ego y alimentar la posesividad de la pareja. Es un incesante agobio que la pareja necesite escuchar reiteradamente acer-ca de los sentimientos de uno. ¿Me amas?, ¿En verdad me amas?, ¿Cuánto me amas?, dime por favor que me amas, necesito escucharlo, etc., siendo que es importante sentirse espontáneo en las expresiones sin que tengan que ser expresadas a voluntad de ella. Por el otro extremo, tiene sentido pensar que si uno no los tolera no tiene por qué demostrarlos, pero eso deja expuesto ante la crítica de quienes piensan que uno no ama por el solo hecho de no estar en constante alerta, enviando señales de alarma y viendo enemigos o peligros donde quizá no existen. El sufrimiento nunca cesa, porque así como entre el bien y el mal no existe una línea divisoria nítidamente definida, tampoco hay punto de equilibrio evidente entre lo que vendría siendo una dosis ideal de celos y la peligrosa indiferencia que uno demuestra en ausencia de ellos.

Nadie quiere una persona llena de alarmas y siempre a la defensiva, capaz de hacer infeliz a cualquiera a causa de un amor egoísta, lleno de ansieda-des y a un paso de la ira. Todos anhelan no ser víctimas de una persona ce-gada por celos patológicos, con exigencias prácticamente desconcertantes, con la convicción de ser dueña absoluta de los sentimientos de uno, capaz de llegar a la agresión física y en actitud francamente opuesta a la confian-za en uno. Nadie quiere ser elegido por una persona que siente que uno tiene la obligación de amarla, que tiene arraigados temores a que su amor no sea correspondido, o que tiene muchas dificultades para ser feliz por sí misma. Difícilmente se soporta a una persona que demanda constantes demostraciones de amor, a quien no es capaz de asimilar el fracaso de una relación y a quien no le parece suficiente ningún gesto destinado a satisfa-cerla. Nadie necesita a alguien que quiera tanto, que en nombre del amor sólo sea capaz de ver a su pareja como su propiedad exclusiva y aislada del mundo, pues es injusto dejar de sonreír al mundo entero sólo para satisfa-cer a una sola persona. Tampoco es aceptable una persona que se sienta

Page 38: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

38

LibrosEnRed

como un objeto y necesite verlo a uno en constante actitud acechante para poder sentirse querida.

En lo que a las manipulaciones emocionales concierne, se pueden recono-cer las situaciones en las que quieren utilizar los sentimientos para lograr algún propósito en particular. Una gran mayoría de personas se ha visto atrapada en situaciones en las que se le induce a hacer algo en nombre del amor. Son típicas las frases tales como “Si me amaras, harías tal o cuál co-sa”, que se constituyen en una típica muestra de las cosas que se pretende lograr incluso en contra de la voluntad de uno. Si la pareja adopta actitudes como esa, está demostrando que hay objetivos que esta dispuesta a lograr sin importar si efectivamente uno está a gusto con ellos, o sin preocuparse acerca de qué tan de acuerdo uno está. En definitiva, las manipulaciones emocionales son una forma de imponer la voluntad sin emplear violencia y malos tratos.

El día que uno acepte una manipulación que sea porque está decidido a jugar el juego con la seguridad de que puede manejar la situación. Eso, tal vez en espera de conocer un poco más a la persona manipuladora, o por-que físicamente representa un atractivo físico irresistible, o algún beneficio que uno no está dispuesto a dejar pasar por alto sin el disfrute para algu-nos de los órganos de los sentidos. De esa manera uno también manipulará la situación hasta el momento en que decida que se acabó el encanto de esa persona, probablemente en un punto en el que ya no sea posible en-contrar más allá del placer físico que pueda obtenerse de ella. Suena fran-camente egoísta, pero sólo se está dando de la misma medicina que a uno le aplican y en ese contexto sólo estará midiendo con la misma vara con la que uno está siendo medido, Eso sí, hay que asegurarse de no tener la in-tención de beneficiarse de la buena posición económica que pueda tener la pareja porque está claro que uno es independiente al punto de dar mucha importancia a los logros que uno pueda obtener por propio esfuerzo sin la ayuda de alguien más. Y por eso mismo, nadie va a conseguir seducirlo a uno a punta de dinero y poder porque uno es consciente de que esas mani-pulaciones cuestan caro y que las maletas casi están puestas en la puerta de salida en espera del momento en que uno se niega a ejecutar la voluntad de quien, desde su “ventajosa posición”, somete. Vender el alma al diablo cuesta caro y el diablo no las merece todas, y tampoco hay que darle el gusto de que las obtenga sólo por una temporada de ficticia comodidad y falsa felicidad.

Son muy poco prácticas las personas que asumen que sólo valen por lo que tienen y que creen que la felicidad está representada en las personas que pueden comprar. Así como el individuo usado para sus propósitos tiene

Page 39: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

39

LibrosEnRed

algo que perder si olvida la doctrina del sometimiento, ellas también tie-nen algo que perder. La entrega y la lealtad, en un sentido moral, no son algo que se compra, y si desde una posición de poder se logra, entonces son bienes transferibles al mejor postor. El diablo puede comprar almas, pero no para siempre; las personas también, pero sólo por un tiempo. Ha-blando en términos de relaciones de pareja, nadie puede comprar el amor de otra persona, sólo puede comprar su interés por la comodidad y la vida fácil. Quien crea firmemente que sólo con beneficios económicos puede conquistar una presa se estrellará una y otra vez contra la mentira que hay en la supuesta entrega de su pareja, una y otra vez se sentirá horrorizado ante la amenaza del adiós y ante el acecho constante de la soledad como consecuencia, una y otra vez probará labios, y palpará cuerpos carentes del sentimiento buscado, una y mil veces sentirá miedo, cansancio y vacío. Quien crea que puede llegar a ser dueño de otra persona, está invirtiendo a pérdida su dinero.

Finalmente y ante el ejercicio de quien intenta imponer su voluntad, adop-tando posturas ofensivas con el fin de dominar infundiendo miedo o destru-yendo la estima de uno, hay que tener claro que cuando la pareja se siente con derecho de lanzar críticas destructivas originadas en sus desacuerdos y diferencias con uno, ha olvidado la manera correcta de comportarse y ha perdido la capacidad de consideración frente a las opciones, elecciones y modos de vida de uno. Hay claras señales de alarma, indicadoras del deseo de someter, y de la poca valoración hacia uno o, tal vez, reveladoras de que uno no es la persona que la pareja necesita. Alguno de los dos está en el lugar y con la persona equivocada.

2.12 LOS GRATIFICANTES MOMENTOS A SOLAS

Hay oportunidades en las que uno siente que hace falta la presencia de otra persona, a veces parecería muy agradable poder despertar y ver a esa persona durmiendo a un costado y suena maravillosa la posibilidad de desayunar en compañía y planear alguna actividad conjunta para los ratos de ocio. Es indudable que la vida tiene momentos en los que todo parece detenerse, o entrar en un estado de inercia, en los que el silencio se ha-ce más evidente y, en instantes como ese, la soledad como consecuencia adquiere la connotación de condena cruel. Parece increíble que habien-do tantos millones de personas poblando el planeta, uno tenga que estar preguntándose a qué se debe tanta soledad. Si hay alguien en algún lugar anhelando a alguien como uno, ¿Dónde está?, ¿Quién de los dos está en el lugar equivocado?

Page 40: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

40

LibrosEnRed

Aparentemente todo se remedia con una compañía, pero un gran proble-ma de fondo es que la sumatoria de esos breves intervalos de tiempo en los que la añoranza invade con gran intensidad, muy poco se aproxima a la gran sumatoria de todos los momentos en los que una infinitud de even-tos capturan la atención de la mente y entonces más que por compañía, uno casi pide a gritos por un tiempo a solas. De hecho, cuantas relaciones de pareja fracasan a causa del poco o nulo tiempo que finalmente tienen para compartir. Hasta qué punto asfixia el ritmo de vida y agobian las prio-ridades de múltiple origen, que la relación de pareja termina siendo algo secundario, además de traumático, para quienes tienen la “dicha” de no estar solos.

Entonces, por qué tendría uno que observar con desprecio y amargura la situación de soledad cuando se puede descubrir lo atractiva que puede re-sultar si se compara con el calvario que puede significar una vida en compa-ñía. Hay quienes no van a una sala de cine si no tienen quién los acompañe y tampoco entran a un restaurante a almorzar porque no conciben la idea de estar solos frente a una mesa y a un plato de comida. La mayoría de la gente se siente en una situación vergonzosa y ve como una marca fatal eso de estar sola en determinadas situaciones en las que de forma muy conven-cional tendría que haber una persona al lado. Hay quienes jamás se atreve-rían a presentarse en algún evento o reunión social sólo porque creen que van a despertar lástima por no haber tenido a quién invitar y sienten eso como un cartel en la frente con letras grandes que dice que no son dignos ni merecedores de compañía, como algo propio de un perdedor. Lo más triste ocurre cuando la preocupación de fondo es el miedo que se tiene a la opinión ajena que, al final de cuentas, es lo que menos debería importar.

Algo de gratificante tiene que haber en recorrer parajes, playas, montañas y reservas naturales en completo silencio; aunque uno sea muy activo y no-torio en las reuniones sociales, en los paseos colectivos y en cualquier activi-dad de grupo, se puede disfrutar en gran medida de todos los momentos a solas; no hay por qué detener o postergar la realización de algún viaje sólo porque no hay con quién planearlo y materializarlo. Una compañía para el camino puede hacer inolvidables todos y cada uno de los pasos dados a causa de la mutua complicidad e improvisación de las acciones empren-didas, pero la falta de compañía permite hacer enteramente la voluntad y dirigir los pasos donde uno quiere, entregado a satisfacer enteramente sólo los caprichos de uno. En compañía, es factible tener que renunciar a ciertas intenciones en beneficio del mutuo acuerdo, pero sin ella, se puede ir a donde a uno se le ocurra sin más limitaciones que los costos económicos de hacerlo, que obviamente son mayores, porque el comercio no precisamente

Page 41: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

41

LibrosEnRed

favorece y promueve las actividades individuales. Casi todo está pensado para dos o más personas.

Como quiera que sea, no hay que ir por ahí lamentando la soledad y, aun-que parezca imposible, es cierto que se pueden vivir momentos gratifican-tes de auto compañía. Uno puede tirarse en una playa a escuchar el mar, sin preocuparse de dedicar la atención a una conversación que haría perder la posibilidad de escuchar con atención el sonido de las olas. Se puede es-cuchar la música predilecta, cantar cada una de sus palabras y sentir como cada una de las notas y arreglos musicales estremecen el cuerpo y estimu-lan los sentidos, sin que eso fastidie a alguien más. Se puede leer un libro al propio ritmo, con toda la calma, incluso leerlo varias veces, sin que nadie sienta que uno está arrebatando su tiempo y enfocando egoístamente la atención. Se puede nadar en una piscina por todo el tiempo que el orga-nismo pida sin que alguien esté apurando la marcha o esté esperando en algún lado. Se pueden tomar las vacaciones cuando se quiera y se necesite sin tener que condicionarse a la planificación que otra persona haga de las suyas. Se puede dormir hasta la hora que uno quiera sin que alguien se aflija o moleste porque uno está alterando y retrasando los propósitos del día, o porque ya no es hora de estar en cama. Se facilita seguir la dieta personal sin que nadie esté cuestionando o criticando lo que uno come o deja de comer y no hay necesidad de andar explicando todas las mañas, ni preocuparse de tener que cocinar sin las especias preferidas. Puede uno vestirse enteramente a gusto sin que nadie esté atormentando con lo horri-ble que uno se va a ver, sin preocuparse por lo anticuado de la vestimenta y sin afligirse demasiado por el tipo de ropa que debería usar. Después de todo nadie va a sentirse en ridículo o en situaciones incómodas por culpa de uno.

2.13 LAS DIFERENCIAS CRUCIALES

El primer paso para no encajar cien por cien en el entorno social es ser dife-rente al resto porque todo aquello que no se ajuste a patrones “normales” se constituye en un elemento extraño, no deseable, e incluso peligroso. Una persona rupturista de algún modo está condenada al rechazo de quienes están aferrados fuertemente a su realidad y sus ideas serán obviamente ig-noradas o repudiadas hasta que el tiempo y el curso de los acontecimientos demuestren que sí tienen validez o utilidad. Pero si las ideas y convicciones propias no hacen daño a terceros, entonces uno tiene el deber consigo mis-mo de ponerlas en práctica aunque no tengan correspondencia ni acepta-

Page 42: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

42

LibrosEnRed

ción masiva entre los congéneres. Qué importa que los demás vean como una utopía aquello que para uno es una realidad.

Ante incompatibilidades extremas, los implicados terminan catalogándose entre sí como personas egoístas, conflictivas, incomprensibles, calculado-ras, testarudas, e incapaces de encontrar razón en los argumentos ajenos. ¿Alguien podría querer a su lado a una persona con estas características? Obviamente no, y frente a la incomprensión mutua, queda la posibilidad de comprenderse a sí mismo, sin tener que doblegarse ante la monstruosa ne-cesidad de aceptación ajena, entregando con ello sus convicciones a cam-bio de un poquito de amor. ¿Qué amor? Una condición fundamental en la manifestación de amor se centra en la capacidad de aceptar a las personas tal como son y si no existe esa capacidad en forma intrínseca, al menos de-bería existir la capacidad de comprensión como camino para llegar al amor. No es posible que alguien pueda amar si no comprende y, quien crea que ama, pero en forma posterior descubre que no comprende, entonces ter-minará convenciéndose de que en realidad no ama, o quizá descubra que sus expectativas eran mucho más grandes que las que su pareja estaba en condiciones de brindar. Aunque uno sea capaz de entender a las personas tal como son, no tiene por qué estar dispuesto a aceptarlas al lado, no tiene la obligación de vivir con ellas y, muy probablemente, no desea tomarlas como pareja.

Uno puede aceptar que es visto como una persona incomprensible y en consecuencia con eso asumir que será difícil que alguien se enamore de uno. Y si alguien fuera víctima de lo que se califica como amor a primera vista, también será víctima de las radicales e inflexibles convicciones de uno respecto de temas críticos y delicados a la hora de intentar hacer vida de pareja y, entonces, saldrá corriendo apresuradamente antes de que uno efectivamente quiera que así sea. La víctima se habrá marchado porque igual que uno no se sintió comprendida y eso parece bastante justo desde cualquier perspectiva. Todas las “exigencias” que hacen parecer complica-das a las personas, deberían verse como reglas de juego propuestas para evitar problemas y para llevar una vida armónica y tranquila, lejana a los tormentos emocionales derivados de sentimientos fuera de control, pero todo el mundo prefiere salir corriendo al menor indicio de dificultades. Y a decir verdad, hay pasos que es preferible no dar si con antelación se advierte que el camino por recorrer es tortuoso. Si para amar y ser amado hay que sufrir, quizá la soledad primaria sea una buena alternativa. Ade-más, para aprender no existe la obligación de sufrir porque una gran can-tidad de veces puede bastar con presenciar el sufrimiento ajeno o escuchar sabios consejos.

Page 43: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

43

LibrosEnRed

Una de las cosas que hace que las parejas se decepcionen mutuamente es la poca disposición para complacer todas sus necesidades, o gustos, o deseos en todo sentido, incluido el tema del sexo y las fantasías asociadas. Una de las falencias es la sencillez con la que algunos disfrutan del contacto sexual y en ese aspecto no todos van más allá de lo convencional. Para algunos es suficiente el contacto de pieles desnudas, el calor de los abrazos, la ternura de los besos y el placer efímero del orgasmo, razón por la cual no andan precisamente preocupados por procurar prendas provocativas, lugares es-pecíficos, juguetes eróticos, circunstancias emocionantes, bailes exóticos, movimientos seductores, conductas extremas, o alguna otra situación que se salga de lo común y, entonces, las respuestas sexuales se tornan rutina-rias y poco innovadoras. En términos sexuales, las personas con naturaleza reposada y básica no acceden ante aquellas cosas que no disfrutan, sobre todo, si se transforman en una exigencia un tanto enfermiza y ególatra con la que sólo la pareja goza. Para algunos se torna muy crítico que la pareja pida cada fantasía que se le ocurre realizar, sin que sea suficiente la carga de afecto que entrega a las cosas que disfruta con ella. Es muy importante que la pareja se sienta a gusto con lo que a uno le nace hacer y que uno se sienta a gusto con lo que a ella le nace hacer, como si el solo hecho de estar juntos fuera en sí mismo algo muy importante y apreciable. Cuando los requerimientos y gustos particulares comienzan a salir a flote se comien-za a sentir que en la alcoba no están presentes las personas más indicadas para hacerse compañía y el panorama se vislumbra peor ante un compor-tamiento sádico masoquista, o muy extraño, que en definitiva logra que uno de los dos salga corriendo y cuanto más rápido mejor. No es agradable la obligación de satisfacer por amor porque, en sentido contrario, la pareja tendría que comprender, también por amor, que uno no tenga disposición para aquellas cosas que no disfruta.

Lo más complicado de la poca disposición para complacer es que se extien-de a todos los ámbitos porque cuando uno no hace las cosas por amor, en general no hace aquellas cosas que no quiere, no agradan, o no nacen, y menos, si se advierte manipulación de parte de la pareja para que uno las haga. En resumen, en presencia de un cierto nivel de egoísmo nadie se in-clina a satisfacer a entera voluntad los deseos de la pareja a pesar que hay mucho qué perder con esa tónica. ¿O muy poco? Nunca se sabe con certe-za. Es tan egoísta quien no quiere dar como quien exige que le den.

Page 44: Soledad ¿existe

44

LibrosEnRed

3. DESDE QUE SE INVENTARON LAS EXCUSAS, LOS GATOS NO TOMAN LECHE

Es posible explicar algo en forma convincente y lograr que alguien lo crea, aunque sea tan falso como que los gatos no toman leche. Y quizá no sea tan descabellado, pero habría que analizar minuciosamente bajo qué con-diciones podría ser cierto y seguramente ha de ser en circunstancias ex-cepcionales y anormales, lejanas a lo habitual. ¿Hay que creerle todo al cerebro? Las excusas casi siempre son verdades a medias, lo real es que los gatos sí toman leche y la verdad es que las excusas o explicaciones inútiles sólo buscan matizar, encubrir y disfrazar la realidad, así que no son bienve-nidas las justificaciones y las argumentaciones de dudosa credibilidad.

“No desconozco que tienes razón en gran medida, pero eres consciente de cuán víctima puedes llegar a ser de las alteraciones de tu comportamiento químico ante la presencia grata de un agitador de hormonas, dando paso a una serie de contradicciones y dilemas que hacen ver como el más estúpido al más impetuoso de los inteligentes. Me presento, soy el Corazón.”

3.1 A UN PASO DE LA SOBERBIA

¿Autosuficiencia? ¿Auto proclamación de persona ideal en busca de la per-sona perfecta? Lo primero es una utopía porque nadie puede asegurar que no necesita de alguien más, y lo segundo es una exaltación del individualis-mo enmascarando una búsqueda inútil.

Ya estoy cansado de que me hagas desistir de personas en las que he en-contrado algún alivio y estímulo, de unas cuantas que me han hecho saltar de la alegría porque gozaban una enorme simpatía, o de otras tantas que me inspiraban confianza y que sentía dignas de mis afectos. ¿Y todo por qué? Todo por tus pregones y auto alabanzas de independencia y suficien-cia que sólo representan un anhelo, pero no precisamente un logro defini-tivo y duradero. Si crees que los consejos ajenos son inútiles, sólo detente a pensar en que si tus circunstancias fueran otras menos afortunadas, las personas que ahora te aconsejan, vendrían siendo las que te ayudarían. Es muy delicado que digas que no necesitas de alguien al lado para llevar una vida cómoda porque esa es una buena manera de escupir hacia el cie-

Page 45: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

45

LibrosEnRed

lo. Nunca sabes en qué momento vas a necesitar, e incluso a depender de alguien y, menos, en qué condiciones. Cuanto más cultives y proclames la autosuficiencia, independencia y libertad, más sufrirás a la hora de tener que entregar la responsabilidad de ti mismo en manos ajenas. ¿O has pen-sado por algún momento lo que sufrirás si por alguna razón no pudieras preparar ni tu propia comida? Eso es algo que tal vez no has razonado lo suficiente y tu “elevado” nivel de auto estima quizá no te permita resistir estoicamente los comentarios que escucharías a tu alrededor sobre ti.

La vida puede dar giros inesperados de la noche a la mañana y tienes que estar preparado para compartir los propios espacios a pesar de la invasión de la privacidad que eso representa. Como la vida es un proceso de apren-dizaje, no debes descuidar algunas de sus áreas y tienes que cultivar la capacidad de convivir con los demás y de acceder a sus requerimientos, al menos con el ánimo de practicar la tolerancia. De algo tendrá que servirte el hecho de soportar personas cuya presencia te resulta francamente mo-lesta, sobre todo, si se trata de espejos de ti mismo desde los cuales sientes atacadas tus falencias. En tal situación, no debes desconocer la oportuni-dad que tienes al frente para observarte a ti mismo y mejorar todo aquello que es debido. La soledad en general nunca ha sido buena consejera y no tiene sentido escucharte solamente a ti mismo por el peligro implícito de estar practicando una política de vida equivocada.

Es un error considerar a los demás sólo como obstáculos para los propó-sitos personales y considerar como intromisiones los consejos u opiniones recibidas sin hacer una mínima reflexión sobre sus verdaderas intenciones. Calificar de entrada el tipo de intención, en primera instancia, es juzgar sin certeza, y en segunda instancia, es demostrar incapacidad para reconocer la verdad y el valor contenido en la opinión ajena. Si todo en la vida ocurre por alguna razón, entonces por algo esas personas están ahí, desempeñan-do el papel que desempeñan. A lo mejor esas personas no hacen de obstá-culo sino más bien de señales indicadoras del camino que no debes seguir.

Tu férrea defensa de la independencia, la autosuficiencia, la fortaleza de carácter y demás características relacionadas, no son razón suficiente pa-ra justificar y clasificar la soledad. Todos estos argumentos son solamente una excusa para esconder egoísmos, incapacidades, miedos, intolerancias, debilidades y caprichos, pero habrá quizá muchos momentos en los que de verdad necesites de alguien y ojalá tu orgullo no te impida atender mis lamentos y mis súplicas. Si eres tan fuerte, bueno sería que encuentres a quién proteger y a quién fortalecer y, por qué no, puede ser que también encuentres a quien puede entregarte las inyecciones externas de ánimo que a veces te vendrían bien.

Page 46: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

46

LibrosEnRed

Cuando amas, tu pareja importa tanto, que en todas tus facetas y dimen-siones procuras actuar en función de ella. En ese contexto, ¿Dónde irá a parar tanta independencia? Si persistes en tu deseo de independencia, en el fondo sólo refuerzas su anhelo de libertad, pero eso no te exime la posi-bilidad de contradecir tu frágil doctrina según la cual puedes prescindir de personas alrededor. No puedes valerte por ti mismo a tal extremo que no necesites en alguna medida de alguien más. El riesgo de estar dentro de una burbuja es que la burbuja estalle y quedes a merced de todo aquello que no puedes predecir, planear, impedir, o imaginar siquiera.

3.2 EL DESTINO DE NARCISO

¿Egocentrismo? ¿Exageradas presunciones y alabanzas de las propias carac-terísticas? Si conoces el relato acerca de Narciso podrás sacar tus conclusiones respecto del final que le espera a una persona que se centra excesivamente sobre sí misma y se desconecta peligrosamente de su entorno. Según el mito griego, sobre este singular personaje ya cernía un fatal e inexorable destino, pero según tu modo de interpretar la vida y sin necesidad de adi-vinos, es claro que hay personas como tú que se labran un lúgubre futuro a plena conciencia, aunque no sea ese su destino. No hacen falta ninfas, ni dioses mitológicos complaciendo profundos y delirantes deseos, para que una persona sea víctima de sí misma y de sus convicciones claramente paté-ticas y lejanas al amor.

Hasta cuándo hay que escuchar tanta proclamación de ti mismo como el ser más importante, como el centro de atención y prácticamente templo de au-to adoración. Está bien que haya que gozar de auto estima para paliar los sufrimientos típicos de esta vida, pero no en un extremo tal que los demás importen tan poco. Eso, más que representar a una persona equilibrada y serena, refleja a una persona insensible, aislada y prepotente, que aun-que procure no sentirse mejor que otros, termina demostrando desprecio y causando heridas sobre aquellos semejantes quienes a su modo intentaron acercarse y obtener un poco de tu atención. Puede que sea conveniente que te concentres sólo en ti mismo en determinadas circunstancias, pero la mayoría de las veces no es propicio con los demás. Es como si vivieras sujeto a una especie de política de la proclamación de una felicidad sujeta a convicciones inflexibles, sin importar si el mundo se está derrumbando alrededor y eso alcanza los umbrales de lo absurdo. Narciso terminó al me-nos convertido en flor, pero tú terminarás como leña seca lamentando un pasado verdor que jamás alimentó un sueño sensato.

Page 47: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

47

LibrosEnRed

Las convicciones más profundas pueden ser también las convicciones más extremas, esas mismas que conducen a fanatismos y a lamentables distor-siones de la realidad. Qué es lo que te hace tan seguro de estar viendo la realidad tal como es, cuando la poca o nula disposición para considerar las percepciones ajenas te aleja bastante de la posibilidad de ver la realidad de una manera más general. Cuál es el verdadero peligro que se encierra tras el hecho de declinar en las propias convicciones y aceptar que los demás también tienen apreciaciones válidas y útiles. Hasta qué punto el poder que tienes para elegir cómo sentirte frente a todo evento puede llevarte a que, para evitar un sufrimiento, escojas ignorar deliberadamente algo de lo cuál debías aprender una lección. No se debe ir por la vida creyendo firmemente sólo en el propio criterio y haciendo caso omiso del ajeno. No parece lógico defender y pregonar una cuestionable felicidad que se erige en medio de personas infelices sin al menos intentar tocarlas con un poco de esa creen-cia, porque, qué sentido tiene ser feliz dentro de cuatro paredes cuando hay personas que necesitan aquello que atesoras.

Estás jugando a Narciso sin siquiera aceptar que tu situación va más allá de las lecciones que pueda enseñar un mito. A Narciso quizá le bastaba con la belleza externa, pero eso no te parece suficiente, y tan pronto abordas a alguien que te atrae físicamente lo suficiente, ya estás elucubrando acer-ca de todas las consecuencias negativas que te traerán sus defectos. Estás continuamente limitando el acceso y siendo sumamente selectivo con las personas y, en realidad, no te das la oportunidad de conocerlas mejor antes de hacerlas a un lado. El más mínimo detalle te daña la imagen de una per-sona, es fácil decepcionarte, y qué difícil te resulta deshacer una mala im-presión. Aunque no lo quieras, das la impresión de una persona que se cree mejor que el resto y que no se relaciona con cualquiera. Te quieres tanto a ti mismo que deberías tener suficiente amor para brindar a tu alrededor y, sin embargo, prefieres seguir brindándolo a ti mismo. Es como si los demás no lo merecieran, como si la mejor persona fuera insuficiente para tu gusto, como si no hubiera nada en el mundo que te haga capaz de entregar eso que crees que posees.

Aunque trates de no imponer tu voluntad ante nadie, en todo caso generas la fría sensación de que ignoras a las personas y cualquiera que tenga buenas intenciones se sentirá disminuido o poco apreciado. Eso de quererte tanto a ti mismo y darte más importancia de la necesaria, te priva potencialmen-te de la posibilidad de ser querido por los demás y, muy probablemente, motiva el desprecio ajeno. ¿Es eso lo que pretendes? Cuida la manera como abordas, analizas y tratas a las demás personas porque probablemente la soledad primaria no es algo que necesitas, buscas, y deseas, sino algo que

Page 48: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

48

LibrosEnRed

irremediablemente lograrás por siempre y con sobrados méritos. Aunque no peques por mala intención corres el riesgo de pecar por omisión, y por eso a veces es preferible el fracaso producto de una buena intención que la desidia de un acto de omisión.

Aunque decidas con vehemencia que eres tu prioridad y que no vas a ena-morarte de alguien que no sea afín con tus convicciones, prioridades y sue-ños, olvidas que no es posible hacer tu entera voluntad siempre. ¿Acaso te crees Dios, o consideras que tienes poderes absolutos sobre tus sentimien-tos, tu cuerpo y tus deseos? ¿Te consideras tan inaccesible que hasta la ten-tación tiene negada la entrada a tu templo de perfección? No olvides que lo que sube como palma, cae como coco.

3.3 DÉJESE QUERER, QUE ESO NO DUELE

Si quien tú quieres no te quiere, entonces déjate querer por quienes sí tie-nen la disposición para estar contigo, tolerarte, soportarte y permanecer a tu lado a pesar de tu naturaleza absurda, rígida y poco emotiva. No es tan fácil que cualquier persona quiera permanecer al lado de alguien tan egoísta, tan prepotente, tan radical, tan exigente, tan insensible, tan frío a la hora de expresarse, tan convencido de sus argumentos y tan inaccesible como tú, así que cada vez que por alguna razón otra persona se sienta cau-tivada y atraída por tu naturaleza, deberías pensar que casi ha ocurrido un milagro y apreciar eso. Deberías volcar tu atención en esa persona en vez de rechazarla e ignorarla, y demostrar que tienes todo aquello que buscas en los demás.

Considerando que peor es nada, bien vale la pena que te entregues en los brazos de quienes te han constituido en su aspiración y buscan un poco de tu atención, sin tener que quedarte solitario porque no logras conquistar a las personas a quienes aspiras. Piensa en lo grato que sería sentirte motivo de los cuidados, la ternura, la dedicación y la entrega de una persona que lo daría todo por ti. Reconfórtate con el solo hecho de saber que eres una persona significativa y valiosa para otras, con descubrir que cumples con las expectativas de alguien y con sentir que despiertas sensaciones e impulsos que materializarán en ti, a través de tu piel, te harán cerrar los ojos y te elevarán a las nubes. Todo eso que inspiras en algunas personas, déjalo fluir, no lo desperdicies, no renuncies a aquello que la vida te pone en las manos sin antes probar y descubrir de qué se trata. Puede ser que llegue a convertirse en lo más grato que pueda sucederte en la vida en términos de afecto de pareja.

Page 49: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

49

LibrosEnRed

Debes darte la oportunidad de descubrir el poder seductor de la belleza interior, capaz de opacar lo poco agraciada que pueda ser la apariencia externa y capaz de llegar más allá de una simple conversación. Desde un enfoque netamente sexual, al cerrar los ojos y desconectarte de los pen-samientos, el placer sexual no proviene exclusivamente de la belleza física de la persona, sino del contacto de pieles, del impacto de las caricias sobre las vulnerabilidades del cuerpo, de las alternaciones entre ternura y bru-talidad, de los susurros al oído y de la debilidad de la carne, producto de la canalización genuina de las emociones sin contaminar por las razones. Déjate sorprender por las respuestas espontáneas de tu cuerpo y no vivas aferrado a estereotipos e imágenes preconcebidas de lo que deseas, pues aquello que resulta poco atractivo para tus ojos, puede ser gratificante cuando los cierras.

3.4 A DÓNDE IRÁ EL BUEY QUE NO ARE

¿Hay algo de paranoia en mantener una actitud tan vigilante y tan crítica respecto de toda persona que intente algún acercamiento en términos ro-mánticos? ¿En dónde queda la intuición, la tolerancia y el beneficio de la duda para quienes todavía no han errado y ya los estás juzgando? ¿Dónde terminan tus estrategias y germina un poco de confianza en las buenas intenciones ajenas? Es evidente que sólo puedes llegar hasta donde tus temores te lo permiten y, así como el buey no tiene más destino que arar, no tienes más alternativa que recibir impulsos y enviar respuestas bajo el esquema de la bioquímica que te regula. Si acaso crees que puedes contro-larlo todo, no olvides que aquello que controlas te controla y que aquello que celosamente vigilas te hace esclavo. Un desequilibrio en las cantidades adecuadas de neurotransmisores y todas tus “órdenes” serán evidencias y demostraciones de un completo caos.

El amor no sólo entra por los ojos y hasta un olor puede llegar a hacerte víctima de “amor a primer olfato”. Las feromonas tienen un papel prepon-derante en el acercamiento y asociación entre personas, y se pueden hacer analogías para evidenciar que no escapas a lo primitivo y básico que hay de fondo en tu naturaleza animal. ¿Has visto a los perros, casi desesperados detrás de la perra más sucia que pueda existir, y todo por un característico olor? Conservando las proporciones, puedes caer en algo similar y muchas situaciones habrás conocido que dan testimonio de ello por sí solas. ¿Cuan-tos amigos te han dado qué pensar por el poco atractivo de su esposa, o a cuantas de tus amigas crees que les falló el sentido del gusto a la hora

Page 50: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

50

LibrosEnRed

de encontrar pareja? Las feromonas sí que saben hacer su trabajo y sabe Dios en qué lugar y condiciones están las que hacen juego con las tuyas. En tu propio comportamiento químico se encierran muchos misterios que es mejor no poner a prueba con “certezas” que pueden cambiar de la noche a la mañana.

Todos y cada uno de los discernimientos y posturas que te hacen ir tan categórico y concluyente por esta vida sólo son las conclusiones normales y propias de un cerebro aparentemente sano y en equilibrio, pero nunca sabes en qué momento algo en el engranaje va a fallar y va a desvanecer tanto brillo y tanta promesa de omnisciencia. Algo siempre latente en el equilibrio es la posibilidad de romperse y de desatar un verdadero caos. No se debe tener fe ciega en certezas personales porque tanta presunción de perfección tiende a acercarse a los terrenos de los cuentos de hadas tan llenos de idealismo y ensoñación. Nada que se deduzca hoy es una verdad para siempre porque las circunstancias, las motivaciones y los propósitos, son tan cambiantes como la dirección del viento, el clima y el curso de los eventos en la historia.

Tu dificultad para abrigar otras ideas habla por sí sola de tu poca disposi-ción o capacidad para evaluar alternativas, contemplar otras posibilidades, escuchar a los demás y aprender de la experiencia ajena. Pero qué importa esa apariencia de naturaleza imposible de influenciar si a nadie le importa cambiar de opinión y contradecirse cuando sus prioridades cambian (¿evo-lucionan?). Las verdades y los criterios tienden a cambiar de acuerdo con los intereses momentáneos de las personas y si esto no ocurre de manera muy pública, sí al menos con cierta privacidad y con unos pocos y convenientes cómplices. No hay personas impenetrables e inabordables porque todas tienen un punto vulnerable por donde es posible debilitar y desmoronar sus más fortalecidas convicciones. Todas las personas son susceptibles de influenciar, de persuadir y hasta de comprar, si ese fuera el caso, y nadie puede estar tan seguro de la naturaleza y las reacciones de las personas más cercanas porque nadie sabe qué cosas pueden modificar las priorida-des y alterar el rumbo de los acontecimientos. No hay fe ni convicciones inquebrantables mientras exista algo de ignorancia o de duda en quien las alimenta. Ser predecible, no es precisamente la condición más característica de las personas.

La razón de tanta persistencia en los propios criterios es simplemente un mecanismo de defensa razonado sólo para evadir al sufrimiento que sub-yace en las emociones, pero quien no está dispuesto a sufrir, jamás podrá experimentar a plenitud el amor en niveles más exaltados. Sin embargo, todo aquel que tenga la más firme intención de negarse a los llamados del

Page 51: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

51

LibrosEnRed

sufrimiento, tendrá que montar una infranqueable barrera en contra de los incesantes estímulos externos que inducen pequeños brotes de sentimien-tos de amor, para terminar comprobando que mantener una fortaleza en contra de esas perturbaciones es prácticamente imposible. La más mínima dosis de sensibilidad te lleva inevitablemente a caer en las redes del amor en sus formas más básicas y te demuestra que es muy difícil combatir contra tu propia naturaleza. Para qué resistirte entonces si en el entorno están los detonantes de sentimientos y en tus células está la información que te hace lábil y propenso a cambiar el discurso por un poco de placer, gratificación, y autocomplacencia en distintas formas. El amor es la meta, el camino es el sufrimiento y no puedes evadir una realidad que tarde o temprano se hará presente para hacerte notar que no sólo con ideas y convicciones se puede labrar el destino.

La tendencia a seleccionar personas bajo ciertos criterios, o evaluando cier-tas actitudes y comportamientos, no necesariamente funciona pues siem-pre está latente la posibilidad de ser víctimas de la seducción y el engaño de personas que manejan muy bien su imagen con tal de convencerte y lograr su propósito, y no hay duda que todos los mercados tienen malos elemen-tos con el cartel de buenos vendedores. Hay sonrisas preciosas y caras ra-diantes que esconden personalidades oscuras y tenebrosas, y hay personas con actitud fatalista y egoísta que esconden un corazón tremendamente bueno. Entonces, elegir una persona bajo parámetros de comportamien-to establecidos idealmente como los adecuados puede ser una manera de demostrarte a ti mismo con el paso del tiempo que lo que escogiste no era lo que necesitabas, y más aún, cuando existe la tendencia a ajustar los gustos y pretensiones cada cierto tiempo. Y todo esto, sin contar con que al catalogar a las personas por la impresión inicial que dan, existe una gran posibilidad de juzgar sin saber y de equivocarse significativamente en los juicios, para bien y para mal. ¿De quién?

Cuando ves un listado extenso de defectos en las personas que inicial-mente te representaban algún atractivo es muy fácil retroceder o hacerte a un lado y criticar, pero si hicieras el intento de revisar el origen de tales comportamientos, entonces entenderías las razones, comprenderías a las personas, tal vez las aceptarías, y a lo mejor hasta podrías ayudarlas a su-perar sus fallas. Tú nunca sabes dónde va a surgir el poder transformador del amor, pero a punta de prejuicios te niegas a hacer parte de la historia de vida de una persona sin tener idea siquiera de cuánto puedes ayudar y cuánto puedes aprender de la convivencia con ella. Mucho puedes per-der al estereotipar y catalogar sin analizar a profundidad, creyendo que tienes la sabiduría y experiencia suficiente para hacer juicios en forma

Page 52: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

52

LibrosEnRed

acertada, y desconociendo el potencial de pérdidas morales y emociona-les inherentes a ello.

Hasta cuándo vas a ser un eterno y casi paranoico vigilante de las acciones, reacciones, palabras y gestos de las personas que te rodean y te quieren, por qué dudar de la pureza y bondad de sus sentimientos hacia ti y no creer en las promesas que te hacen, para qué montar una estrategia para relacio-narte con la gente si de ese modo casi vas a necesitar una estrategia distinta para cada persona que tengas al frente. Si tienes clara idea de lo imprede-cible de la conducta de las personas, podrás reconocer que tus deducciones y predicciones tienen una elevada probabilidad de fallar. Y entonces, si la vida es bella y hay que vivirla tal cual se presente, por qué no simplemente vivirla sin tantas precauciones, sin tantos frenos y sin tantos análisis.

Estaré siempre acechante y a la expectativa por el día que tus aliados ór-ganos de los sentidos cumplan sus funciones como cualquier día normal y descubra que no actúas igual que siempre. Estaré presente para enfrentar las circunstancias como corresponde porque no puedes combatir contra tus propias armas y salir bien librado de la batalla. Entonces, déjate seducir por estimulantes fragancias, vibra con melodías y bellas palabras al oído, dis-fruta de las estéticas formas que capturan tus ojos, toca todo aquello que hace erizar cada célula de tu cuerpo y no olvides que un beso puede ser consumación y comienzo.

3.5 QUIEN MUCHO ESCOGE, LO PEOR SE LLEVA

Parece ser que “piensas” que no hay lugar para la imperfección en el amor y das a entender que la búsqueda de la persona ideal es una interminable lista de decepciones que debilita los ánimos y sepulta las esperanzas. Lo mejor es enemigo de lo bueno y por lo tanto resulta conveniente comenzar a considerar la perfección como una tendencia y no como una característi-ca. Es ridículo que busques a la persona perfecta si tú mismo no lo eres, a menos que encontrar la persona perfecta sea encontrar esa persona que entra en total resonancia con tus defectos. En este último caso, la persona perfecta vendría siendo finalmente aquella que logra potenciar todas tus imperfecciones y eso podrá representar una grande pero ciega felicidad que resultaría tan maravillosa como estúpida. No es tan inteligente que te relaciones sólo con aquellas personas que te resultan afines porque en cierta medida estarías buscando nada más que un estado de inercia y de total comodidad. La inteligencia emocional la pones verdaderamente en práctica, cuando puedes sortear los diversos estados de ánimo de quienes

Page 53: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

53

LibrosEnRed

te rodean, sus variaciones de carácter y sus distintas actitudes, sin sentir agresión o peligro en ello.

La garza que mira con displicencia el paso de los peces en espera de otros más grandes para alimentarse, quizá tenga que conformarse con los peces más pequeños cuando el hambre apremie y los esperados ejemplares no aparezcan. Del mismo modo te tocará conformarte con lo que en el ocaso de tu vida haya disponible aunque no sea lo que a tus gustos acomode. Eso de andar por la vida menospreciando y mirando por encima del hombro porque nadie te merece, además de convertirte en un eterno insatisfecho, te hace potencial víctima del conformismo que surge del cansancio de es-perar y no ver realizadas las expectativas en grado sumo. Puede ser que la espera finalmente sea fructífera, pero la probabilidad de que no lo sea, aumenta con el paso del tiempo.

En el futuro sabrás de todas las circunstancias que tendrás que soportar y que no imaginabas que podrías llegar a tolerar. Adquirirás algo así co-mo la actitud de ese abuelo a quien ya no le importan aquellas cosas que antaño rechazaba vehementemente o le hacían estremecerse de espanto, moralmente hablando. Aquellas cosas que hoy te importan demasiado y no transas por nada, mañana pasarán a ser insignificantes y las desecharás a tal punto que parecerás otra persona. Entonces, eso de quien mucho escoge lo peor se lleva, mirado desde la lupa del paso de los años, quiere decir que lo que no te gusta hoy seguramente te va a gustar mañana y tal vez termines aceptando cosas peores que las que no te gustan ahora. ¿Por qué? Porque todo depende de las lecciones aprendidas con el paso de los años. A veces, para no estar solos, se termina aceptando la compañía de personas a quienes en otros tiempos era impensable entregar siquiera un poco de atención. De cierta forma, la caída de la escupa que se tira hacia el cielo.

No sabes cuál es la persona que puede transformar para bien tu vida y pue-de ocurrir que sea la persona más insignificante que aparezca ante tus ojos tan ávidos de estética y glamour. Si no hay un fascinante cerebro detrás de unas piernas y un cuerpo esbelto y erotizante, entonces no hay nada que te haga vibrar y sentir un interés que vaya más allá de ver a las personas como objeto sexual y fuente de gratificación para todos tus órganos de los sentidos. El placer y la gratificación se esconden tras muchas formas diferentes que no has aprendido a reconocer y el potencial de goce es tan inmenso que escapa a lo primitivo y arquetípico de la naturaleza animal. Ser tan selectivo y tan exquisito a la hora de escoger con quién juntarse es optar por una fuente de muchas decepciones porque a mayores expecta-tivas mayores posibilidades de ver frustradas las aspiraciones. Ante tantas

Page 54: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

54

LibrosEnRed

pretensiones, la soledad definitivamente no es una elección sino una auto imposición y un castigo muy bien merecido.

Deja de soñar obsesivamente con aquello que no sabes si llegará y aprende a descubrir la belleza de lo convencionalmente feo; si no puedes aprender algo nuevo al lado de alguien, enséñale tú, y sé para quien te busca, ese tipo de persona que quieres para ti; muéstrale el camino a una persona que necesita que lo guíen y alégrate con los logros de quien veías como alguien insignificante. Al final, date cuenta de que puedes ser para alguien una persona maravillosa, mientras que aquella que anhelas tal vez no te necesita y no te valorará tanto. Deja que la vida escoja por ti y te ponga en el camino a la persona correcta.

3.6 NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TAN POCO, QUE NO LO ALUMBRE

No tienes que autoalabarte y mostrar una imagen extremadamente mara-villosa si no la tienes, pero tampoco tienes por qué ocultar todas aquellas cosas dignas del aprecio y de la admiración ajena. Los extremos nunca han sido buenos y todo debes dosificarlo en la justa medida. Mucha luz enceguece y hasta quema, pero poca luz es insuficiente para poder apre-ciar claramente aquello que es propicio ver o mostrar y por lo tanto, qué sentido tiene adoptar una imagen de bajo perfil cuando para agradar a alguien tienes que hacerte notar con el fin de captar su atención. Tienes que actuar con más osadía, mostrar más simpatía y más disposición a com-placer, sacar a relucir tus virtudes y explotar todas las situaciones atractivas e interesantes que te rodean. El cortejo entre animales tiene implícita una serie de estrategias orientadas a llamar poderosamente la atención a tra-vés del color y las formas, en un juego de brillos, simetrías y movimientos, que terminan por seducir al objeto del cortejo. En forma similar, usa tus encantos y toda condición favorable para atraer la mirada de quien quie-res que te mire, demostrando una personalidad enérgica y cautivadora si la tienes.

A nadie le conviene contar sus desgracias y desdichas cuando el objetivo es agradar a otra persona, en vez de ahuyentarla. Quién puede ser tan tonto como para mostrarse como una persona infeliz cuando las personas amargadas y quejumbrosas no atraen a nadie. Los payasos no hacen daño a nadie y una sonrisa no tiene por qué considerarse como una manera de engañar o embaucar a alguien, porque el mal no está en simular una son-risa sino en esconder una personalidad malintencionada tras ella. Quién

Page 55: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

55

LibrosEnRed

dijo que no puedes sonreír sin motivos si hasta puedes reírte de tu propia nostalgia, tristeza, y desazón. Sonreír y ocultar la tristeza es una manera vá-lida de asumir y enfrentar la zozobra que te genera la vida cotidiana, es un modo de fortalecerte y de restar importancia a lo mundano, es una forma de mostrar que no por débil estás destruido.

Mantener un perfil bajo alberga la posibilidad de que atraigas personas con perfil bajo y disminuye las oportunidades de que conozcas personas más interesantes. No tienes por qué ocultar u omitir información acerca de ti sólo por no impresionar exageradamente a otras personas, o con la idea de no alimentar peligrosamente las expectativas de alguien. Tienes que comportarte de manera espontánea, transparente, arriesgada, descompli-cada y confiada, esperando que las cosas salgan bien y sin estar pensando sólo en la mala intención del prójimo. Si eres algo, tienes que demostrarlo, del mismo modo que si tienes algo, debes brindarlo. Nada ganas con ocul-tar tu brillo si de todas maneras no puedes ocultarlo para siempre. Además, nunca sabes en qué circunstancias habrá de aparecer cupido apuntando con su flecha en el blanco menos sospechado.

Por otro lado, aunque te empecinaras en mostrar vistosas y espectacula-res plumas de pavo real, la gente sensitiva no se fija sólo en las plumas y también detecta la magia y el encanto tras los arreglos externos. Si has de ser rechazado por alguien de nada te valen los más osados y arrastrados esfuerzos, pero si eres el elegido, puedes darte incluso el lujo de mostrar indiferencia, y todo el rechazo del mundo será en vano. Así funcionan las cosas en el mundo de las emociones, en donde sobran todas las preguntas y cuestionamientos acerca de los invisibles lazos que acercan y atan a las personas.

Todas las envolturas o máscaras vienen sobrando a la hora de convertirte en blanco de las misteriosas líneas del destino, o en víctima de tus incompren-sibles conductas. Para qué tratas de entender y manipular todo aquello que escapa a la lógica si el resultado es impredecible, si las estrategias pueden ser la más inútil inversión de tiempo y esfuerzo, y si en el mejor de los casos la vida terminará llevándote a donde finalmente tenías que llegar. Nunca sabes hasta qué extremo te llevará el uso deliberado del libre albedrío y mientras más te esfuerces en impedir que las situaciones fluyan por sí solas, más procuras un final del camino lleno de preguntas, arrepentimientos y cargos de conciencia. En el más lamentable de todos los casos terminarás culpando al resto del mundo de tus desgracias, te auto catalogarás como mártir de las circunstancias y víctima de la incomprensión ajena, te llenarás de profundos rencores hacia todas las personas que se interpusieron en tu camino y alimentarás dolorosas soledades.

Page 56: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

56

LibrosEnRed

3.7 EN BOCA CERRADA NO ENTRAN MOSCAS

Tal vez hay más personas víctimas de sus propias palabras que personas víctimas de algún evento mal intencionado ocasionado por terceros. Si esto fuera una manifestación del poder del verbo usado en contra de ti mismo, tal vez fuera más conveniente usar el poder del silencio, y no sin sentido un inculpado tiene derecho a guardar silencio porque cada cosa dicha puede ser usada en su contra. Las palabras, sobre todo las menos meditadas, son una trampa mortal para cualquiera. No pasa mucho tiempo sin que alguien te enrostre lo dicho, especialmente, si tienes la mala costumbre de predicar y no practicar.

A cuantas personas has ahuyentado con tus habituales cátedras y sermo-nes como si creyeras que tu misión es hacer notar que las demás personas tienen una actitud equivocada, como si te hubieran encomendado conven-cerlas de que están incurriendo en acciones sin sentido e inútiles, o como si te hubieran contratado para informarles que no están haciendo lo que corresponde para lograr su propósito. Parece como si no entendieras que a muy pocas personas les agrada que les digan lo que no les interesa oír. No necesitas proclamar virtuosismo ni hacer gastos de elocuencia, porque quien quiera vivir como tú, simplemente te observará y seguirá el ejemplo sin que se lo pidas o sugieras. Así como tú crees que vas en el camino co-rrecto mediante las acciones correctas, todas las demás personas van por su propio camino con esa misma creencia. Entonces, cálmate por favor y no te obsesiones en enderezarle el camino a alguien que no está interesado en aprender por experiencia ajena. Si nadie te está pidiendo consejos, mejor guarda silencio y no trates de ser su voz de la conciencia. Además, olvidas que las palabras no son la manera más apropiada para expresar fielmente aquello que quieres hacer entender, y de malos ratos a causa de malas in-terpretaciones nadie se ha salvado todavía.

Si el mundo está lleno de personas susceptibles y de personas predispues-tas a ver la maldad escondida en las intenciones ajenas, qué sentido tiene expresar a diestra y siniestra todo lo que “piensas” sin detenerte a consi-derar los malos ratos ocasionados por aquellas personas que se permiten la oportunidad de sentirse constantemente agredidas con todo y por todo. O acaso no te importan las nefastas consecuencias de estar rodeado de perso-nas dispuestas a aprovechar cada sílaba tuya para juzgarte y ponerse en tu contra, o sencillamente para sacarte del camino si eso fuera una posibilidad conveniente para una masa de personas. No siendo tan pesimista y creyen-do que no estás rodeado de gente mala, tampoco tiene gran sentido que expreses todo lo que “piensas” por el gasto inútil de energías que eso signi-

Page 57: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

57

LibrosEnRed

fica. Considerando la poca disposición que tienen los demás para procesar adecuadamente lo que estás expresando, lo más seguro es que la mayoría de lo que digas terminará siendo simples palabras al viento. Aunque en al-guna medida es admirable la capacidad de expresarse siempre sin temores y sin la preocupación excesiva por el tipo de imagen que se va a generar en el entorno, la mayoría de las veces esta tendencia terminará pareciendo más una virtud estéril que un defecto provechoso.

No está mal que digas todo lo que “piensas”, pero no es vital que sea una costumbre constante y puede que sea más provechoso escuchar primero a tu contraparte. Si tu silencio es la puerta de entrada para las palabras que tu interlocutor tiene para decir, entonces vale la pena conocer las verdades ajenas antes de salir a pregonar las tuyas. Perro que ladra no muerde, en el ámbito de las personas, significa que a quien más grita se le pierde el res-peto y el miedo porque probablemente sus amenazas no son más que rui-do, y entonces, es quizá más productivo que seas como un lobo silencioso y sigiloso que no hace ruido para que no se escape la presa. ¿Más efectivo, verdad? Puede resultarte más útil actuar como receptor de información que permitir que por tu boca sepan con antelación quién eres, y así como sabes que no puedes creer en todo lo que los demás te dicen, “piensa” que los demás no tienen la obligación de creer todos y cada uno de tus prego-nes. Deja que los demás caigan en sus propias trampas y permite que te co-nozcan a través de los hechos. Y si te resulta muy difícil quedarte callado, al menos no te pongas en el plan de presumir acerca de lo fuerte e invulnera-ble que eres, porque estás mostrando el camino a tus debilidades. Por algo se dice que por la boca muere el pez. Y si definitivamente tienes la boca tan presta para decir lo que se te antoja, cerciórate al menos de hacerlo ante personas para quienes vales algo porque tal vez sean las únicas que quieran tomarse el trabajo de ver las buenas intenciones, la belleza de las palabras y la utilidad del mensaje. Las demás personas tienen todo el derecho a sen-tirse intimidadas, agredidas y amenazadas. Y si no, al menos tienen toda la libertad para creer que eres un prepotente, un insolente, o el peor de los insensibles. Y antes de sobrepasarte con aquellas personas que en verdad te aprecian, “piensa” que son ellas quienes menos merecen de tus ofensas, tus críticas y tus despiadadas apreciaciones. No quisiera recordarte que no eres un dechado de virtudes y que los demás tienen la posibilidad de hacer-te a un lado, aunque creas que tú eres quien desecha a todos aquellos que no están a la altura de tus expectativas. No sé si te has puesto a “pensar” que al deshacerte de las personas, has logrado evitar el momento en que eran ellas quienes te iban a apartar del camino.

Deja que sean los demás quienes hablan y no pierdas el tiempo en el juego de adivinar y acertar con cada cosa que los demás piensan y en las conse-

Page 58: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

58

LibrosEnRed

cuencias que eso tendrá. Deja de parecer tan inteligente, asertivo y prác-tico, y mejor intenta evitar tanta palabrería que termina por desvirtuar el verdadero sentido de todas las cosas. Deja de buscar errores y contradic-ciones en cada párrafo expresado por el prójimo y no hables tanto para que disminuyas las posibilidades de caer en lo mismo. Disfruta de la belleza que hay en cada frase que te digan por más absurda, utópica y ridícula que parezca, porque no todo tiene que tener una explicación coherente y un fin claramente establecido a priori. Déjate llevar por las palabras en vez de atormentarte con ellas y siente más bien las sensaciones que puede generar su vibración por su sola pronunciación. Si estás tan seguro de poder ver lo bueno que hay detrás de todo evento, pues demuéstralo y asegúrate de ver la bondad en las palabras ajenas y no solamente la conveniencia y sabiduría de las tuyas. No digas todo lo que piensas porque no es necesario, y porque casi siempre es más perjudicial que beneficioso, aunque tengas razón.

3.8 ZAPATO DE TRES, DEL PRIMERO QUE LLEGUE ES

Bueno y conveniente es considerar que el prójimo merece de tu respeto, pero todos los extremos son malos. Qué tanto respeto y en qué sentido si las oportunidades que en la vida se presentan, simplemente se toman o se dejan pasar sin estar excesivamente pensando en el daño o irrespeto que puedes estar ocasionando en ti mismo, o en un tercero. Suena demasiado cursi eso de considerar digno o apropiado el deseo de velar por las liberta-des ajenas cuando todo mundo está tratando de sacar mejor partido de las oportunidades y, en la más común de las situaciones, la gente sólo piensa en vivir el momento sin pensar en las consecuencias.

¿No crees que suena demasiado inverosímil un pregón de consideración o interés por la libertad de la persona que amas, cuando esa libertad tiene sus riesgos y puede significar el desprendimiento o desvanecimiento total del afecto de quien tú quieres que permanezca en el nido? Quien diga que la libertad de la pareja está por encima de todo sentimiento involu-crado, exagera tanto como aquel que pregona que la belleza no importa. Es verdad que la belleza no es lo más importante, pero tiene su cuota de influencia, y no hay que hacer una cárcel para encerrar el amor de tu vida, pero está bien marcar territorio y ahuyentar las acechantes aves de rapiña. Si no se trata de ser aprehensivos y vigilantes en extremo, tampo-co se trata de entregar la presa en bandeja de plata, sobre todo, si quien amas tiene un deformado concepto de lo que significa verdaderamente la palabra libertad.

Page 59: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

59

LibrosEnRed

La palabra dignidad tiene un significado con mil formas y cada quién la usa según su conveniencia para representar más convincentemente su papel en el escenario de los acontecimientos. Lo que para ti es una postura dig-na, para muchos mortales es una postura ridícula, inaceptable y tonta. Tu dignidad de buen perdedor es una manera de dilapidar la oportunidad de lograr algo cada vez que una persona no te demuestra suficiente interés, y entonces, vale la pena que te preguntes acerca de lo que para ti consiste la conjugación del verbo perseverar. Sucede que el verbo rogar tiene muchas palabras sinónimas que no suenan tan feo y quizá te harían más merecedor de respeto y de atención, que una actitud según la cual las personas a tu alrededor son pájaros volando y tú debes esperar a que alguno se pose so-bre ti en vez de salir de caza. Desde la perspectiva del buen perdedor, todas las personas valiosas de quienes deberías procurar una mayor cantidad de tiempo a tu lado sólo vendrán siendo personas que deberán conformarse con el primero que les tienda una trampa y las capture para sí. Cada vez que te preocupes por la libertad de la persona que quieras por pareja, estarás aumentando las posibilidades de acierto de tu vecino, el cazador oportunista.

El amor no es lo que las otras personas sientan por ti en forma espontánea y sin aparente motivo; el amor es lo que tú produces en ellas y haces liberar de ellas con tu presencia, miradas, palabras, provocaciones sutiles y hechos concretos. Allí no son bienvenidas ni útiles las intenciones, el autocontrol, el silencio, la ensoñación solitaria y la derrota anticipada convertida en ais-lamiento. Conforme se dice en el argot popular “quien no persevera no al-canza” tú debes salir de búsqueda si efectivamente pretendes lograr algo, en vez de esperar que todo te caiga del cielo y que el amor llegue a tocar a tu puerta sin que lo hayas siquiera llamado. La libertad sólo se hizo para que tú tengas la posibilidad de decidir por ti mismo cada día y no para que vayas solitario por la vida, evadiendo la presencia ajena y procurando la menor cantidad posible de lazos efectivos en nombre del desapego.

Todo aquello a lo que tú renuncies de todas formas será de otra persona y nunca sabrás con exactitud qué tan cerca o qué tan lejos estuvo de ser tuyo. Muchas veces las otras personas están esperando mayores muestras de interés de tu parte para poder decidirse a abrirte sus puertas y lo que tú les demuestras es precisamente desinterés. ¿Cuantas puertas han estado abiertas a las que simplemente no quisiste entrar? Con el pretexto de no interferir en la libertad de nadie, te alejas, pero en realidad huyes de todo lo que no sabes cómo enfrentar, evades los compromisos y ahuyentas la posibilidad del rechazo, del fracaso, de las heridas y de la soledad por obli-gación. Lo que haces no es una cuestión de respeto por el prójimo sino una actitud de eterna defensa en contra de los sufrimientos y de todo lo que

Page 60: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

60

LibrosEnRed

no depende de ti. Pero no olvides que en un mundo lleno de soledades, cualquier náufrago es bienvenido.

3.9 MÁS VALE PÁJARO EN MANO QUE CIEN VOLANDO

Parece ser que las personas que están a tu alrededor tienen muy poca im-portancia para ti y que a todo ser que se relaciona contigo sólo puedes considerarle como ave pasajera que sólo estará por un tiempo, después volará y no volverá jamás. Sin embargo, no tiene sentido tanta frialdad, tanta prudencia, tanto desapego y tanta falta de interés por conservar y perpetuar los vínculos con las personas que van llegando a tu vida, y no resulta tan convincente que no puedas sentir las ataduras del afecto y que no quieras retener a nadie. Es absurdo tomar a la soledad como una buena alternativa, considerando que la mayoría de las personas darían todo por tener a alguien a su lado. Tanta modestia a la hora de hacer notar que eres feliz con muy poco y tanta indiferencia al momento de asegurar que no esperas nada de nadie, no son creíbles.

Si no encuentras una persona a tu medida el demasiado exigente eres tú, si no logras convencer a otros con tus pregones, quizá ellos no están equivo-cados con sus propias creencias, y sea cual sea el final de tu camino, si llegas allí solo, entonces nadie sabrá de tus méritos y no habrá alguien para darte la razón y celebrar contigo. Tanta sabiduría alcanzada será un desperdicio en el anonimato, quedando nada útil de una vida de negación, egoísmos, indiferencia y soledad autoimpuesta. Triste final para una avalancha de au-to convencimiento y para una montaña de seguridad acerca de teorías tan cuestionables como vehementes.

Tanta inclinación por una vida solitaria no es más que la excusa perfecta pa-ra esconder el lado oscuro, o el lado débil de tu personalidad, aquel que si se manifestara en todo su potencial, más que de la soledad por obligación, te haría digno del rechazo de quienes te soportan admirablemente, y ese convencimiento de la felicidad por naturaleza es sólo un pretexto para auto justificarte ante la incapacidad de lograr la felicidad en los vínculos con los demás. La felicidad se parece al equilibrio en el sentido de que es una ten-dencia hacia lo ideal y no una realidad permanente y perpetua que, como tal, puede verse en extremo afectada y destruida por eventos inesperados, impredecibles y caóticos.

A un millonario poco le importa perder su dinero, al enamorado lo que menos le preocupa es la infidelidad de su pareja, y al amigo no le interesa la suerte de sus camaradas. Si todo eso es mentira, también es mentira que

Page 61: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

61

LibrosEnRed

tu felicidad sea posible sin otras personas alrededor, sin la oportunidad de compartir experiencias conjuntas y reales y sin muestras de afecto mutuo. Pero así como negar a Dios no impide que Él exista, negar el deseo de com-pañía no evita que ella se haga presente, y siempre existe la posibilidad de que lleguen personas para quedarse a quienes no podrás espantar como si fueran pájaros que invaden una plantación en busca de alimentos. A veces llegan porque eres tú quien necesita de ellas y debes aprovechar su presen-cia porque hasta el más ermitaño necesita alguien con quién compartir sus discernimientos. No desperdicies la posibilidad de una compañía por simple y trivial que parezca porque no tienes idea de lo equivocado que puedes llegar a estar. La soledad sí es un fantasma al acecho, pero no es una conde-na eternamente manifiesta en tanto te preocupes un poco por los demás y puedas aceptar serenamente que se pueden equivocar, y que seguramente te harán llorar, pero que de todos modos llegarán con buenas intenciones y con la posibilidad de transformar positivamente todo aquello que sobre su presencia pensabas hasta ese momento.

3.10 QUIEN NO ARRIESGA UN HUEVO NO SACA UN POLLO

Cómo es posible que intentes hablar con cierto nivel de sabiduría si no op-tas por enfrentar y asumir cada una de las realidades que la vida te va po-niendo en el camino y, más aún, si careces de la voluntad para dar pasos que resultan indispensables en todo proceso de aprendizaje. No se puede negar que es mucho más fácil ir por la vida evadiendo todo aquello que no quieres enfrentar como lo hacen los cobardes, pero el miedo es el obstáculo más grande que tú puedes experimentar a la hora de escoger el rumbo por-que nubla la capacidad de discernir y hacer lo correcto, y te impide recono-cer las recompensas de arriesgar y actuar con fuerza de carácter. El camino siempre está lleno de atajos, tantos como busques, pero el miedo siempre va a estar latente y el monstruo será cada vez más grande, permanecerá vi-gilante y te perseguirá por tanto tiempo como lo evites. No hay lugar al que se pueda huir y tarde o temprano tendrás que enfrentar aquello a lo que tanto temes porque a donde sea que vayas tus fantasmas irán contigo.

En realidad te temes a ti mismo, a lo que no conoces de ti y a las reacciones impensadas que surgirán cuando situaciones inesperadas te sucedan. Crees que te conoces lo suficiente pero cambiarás de opinión cuando te enfren-tes a las situaciones y te des cuenta de la gran cantidad de personalidades diferentes que hay dentro de ti. Mira hacia atrás y recuerda los momentos de valentía que nacieron en situaciones ante las que anteponías un senti-miento de cobardía, más las situaciones en las que la cobardía terminó por

Page 62: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

62

LibrosEnRed

sepultar convicciones profundas de valentía acerca de ti mismo. Y todo, de-pendiendo de las circunstancias externas y de tus verdaderos sentimientos en torno de los eventos y las personas que estaban involucradas.

Todos tus miedos y mecanismos de defensa representan el temor a salir de la inercia, el miedo a entregarte íntegramente para no encontrar algo a cambio, el miedo a exponer tus debilidades ante quien pueda usarlas en tu contra, el miedo a tener que hacerte responsable de cargas que no deseas llevar o a que las tuyas se vuelvan pesadas e insoportables para otra perso-na, el miedo a tu incapacidad para mantener el interés por otra persona o a que otra persona no lo mantenga por ti, el miedo a carecer de aquellas características que te hagan difícil de dejar de lado, el miedo a descubrir que pocas cosas o personas capturan tu atención para siempre, el miedo a aprender las lecciones que te falta aprender. La culpa no es de los demás, la culpa es tuya y debes enfrentar tus temores ahora.

En los caminos del amor no existen los miedos y sólo existe la entrega con la consecuente capacidad de arriesgar. El miedo solamente es una excu-sa para escoger el camino más fácil, pero nunca sabes si efectivamente se trata del camino más fácil porque con miedo no tomas buenas decisiones. Con miedo, sólo te queda retroceder, llenarte de incertidumbres, escon-derte, evadir la realidad, ir agachado, desconfiar de todo y de todos, vivir atormentado por tus dudas, e ir eternamente a la deriva con preguntas sin respuesta. Con entrega, siempre te acompaña la sensación de que estás expresando todo lo que verdaderamente eres y, en el peor de los casos, te queda la tranquilidad de que hiciste lo posible y puedes estar en paz conti-go mismo. La mayor muestra de desasosiego y casi arrepentimiento la verás cuando mires a tu alrededor y te preguntes a ti mismo qué hubiera sido de tu vida si hubieras tomado el camino que evitaste iniciar en el pasado. El día que te tomes el tiempo para preguntarte a donde habrías llegado por ese otro camino, estarás añorando una oportunidad desperdiciada y casi sentirás que evadiste el camino más conveniente porque cuando estás en el lugar correcto, en las circunstancias correctas y con las personas correctas, no andas haciéndote preguntas difíciles y añorando lo que ya no fue. Por eso mismo, en algún momento de vacilación y frente al dilema de una elec-ción entre alternativas, es necesario que sientas la seguridad de que no vas a experimentar arrepentimiento futuro al descartar una opción atractiva y liberadora. Ahí es donde la capacidad de arriesgar puede darte el impulso para abandonar todo aquello que parece más seguro pero que no es lo que verdaderamente anhelas. Sólo imaginando las preguntas que no quieres hacerte en el futuro puedes desprenderte de todas las razones (miedos) que te mantienen atado al que parece el camino más fácil. Lo que es co-rrecto y lo que no, sólo podrás saberlo con certeza con el paso del tiempo.

Page 63: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

63

LibrosEnRed

Y si no estás seguro de la pureza de tus intenciones, al menos no actúes con egoísmo y malas intenciones.

Todos los malos ratos y las situaciones desagradables vividas en el pasado sólo tienen que servir de experiencia y no como frenos de todo lo que espontáneamente te nace manifestar. Más que los traumas y los miedos, deben aflorar las buenas lecciones que quedaron de cada vivencia, para no cometer los mismos errores, para no aceptar las mismas situaciones causan-tes de conflictos y para sortear las dificultades de mejor manera. El hecho es no vivir atormentado con los malos recuerdos del pasado y ser capaces de abordar todas las situaciones nuevas como si fuera la primera vez, sin contaminar indebidamente todo aquello que no merece ser contaminado. Tratar de catalogar las intenciones ajenas sin dar la oportunidad de que las manifiesten con hechos es actuar con prejuicios y éstos son los primeros en convertirte en una persona cerrada y prisionera de sí misma. No hay peor prisión que la que tú mismo te impones y no te deja actuar con libertad y espontaneidad. Las rejas de una cárcel pueden quitarte una de las mayores ambiciones de las personas, pero las rejas de ti mismo te impiden descubrir la belleza de la persona que está a tu lado. La libertad te puede ser negada aunque no merezcas el aislamiento y es posible que vuelvas a obtenerla, pero la oportunidad de conocer y aceptar a las personas tal como son, so-lamente te la niegas tú; quien crea la barrera y opta por el aislamiento eres tú; quien se niega la libertad y la posibilidad de acercarse a quien te busca, eres tú. Es obvio que todos pierden, pero el culpable eres tú.

Por más beneficiosa y necesaria que te parezca la soledad primaria en cier-tas circunstancias, la compañía no deja de ser una búsqueda y una ambición en ciertos momentos de la vida, produciéndote inquietudes, generándote preguntas y remeciéndote la conciencia. Sólo por eso debes ser capaz de arriesgar, de dar el paso, de probar, de dar tiempo, de tolerar, de escuchar, de discernir y de no desperdiciar oportunidades. Llegado el momento de reconocer tus intenciones en los ojos de otra persona, “piensa” que nada pierdes en el intento de develar el motivo por el cual esa persona está parada frente a ti, tomando tu mano y señalándote un rumbo. Quizá ella tampoco sabe por qué el destino la puso frente a ti. La perfección no es una característica, es una tendencia y una búsqueda.

3.11 YERROS DE AMOR, SON DIGNOS DE PERDÓN

¿A quién has visto que no mienta, que no sienta celos, o que no diga pa-labras apresuradas de las que puede arrepentirse posteriormente?, ó, ¿a

Page 64: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

64

LibrosEnRed

quién conoces que no actúe precipitadamente y en forma equivocada si es-tá preso de la desesperación? Este planeta no está precisamente sobre po-blado de maestros espirituales, ni de virtuosos, ni de robots programados para actuar en forma predecible y confiable. Si sabes perfectamente que las equivocaciones son una parte del proceso de perfeccionamiento, qué sentido tiene tanta intolerancia, radicalismo y severidad con las fallas nor-males de las personas como si no te reconocieras como parte de esta misma especie, con la posibilidad de caer. Has mentido, has llegado a contradecir tus propias convicciones y careces de autoridad moral para cuestionar las políticas que los demás usan para lograr lo que se proponen. Has experi-mentado celos, no eres invencible ante las tentaciones y la libido te puede jugar malas pasadas como a cualquier persona débil ante una oleada de hormonas y provocaciones. Has manipulado muchas situaciones de manera egoísta tratando de salir lo menos lastimado posible y has empleado unos argumentos que no ceden ante nada y ante nadie, con lo que has hecho sentir inferior a mucha gente, sólo porque sus apreciaciones o comentarios entraban en total contradicción con los tuyos, o porque te parecían muy pueriles, o porque perdiste el respeto por alguien. Entonces, a quién y con qué criterio pretendes juzgar.

Así como quien no llora no mama, quien no miente no logra lo que quiere, o como mínimo, enfrenta serias dificultades para lograrlo. La mentira debe ser parte del ADN, o quizá sea un ingrediente fundamental del instinto de supervivencia. Cuánto de lo que hay a tu alrededor no está basado en mentiras, engaños, o al menos, en omisiones egoístas y tendenciosas. Por qué pedir total adherencia a la verdad en las relaciones de pareja si prác-ticamente todo tipo de relaciones están fundamentadas en propósitos in-dividualistas que casi por añadidura conllevan a la conjugación del verbo mentir. La virtud sólo está en quien miente lo menos posible e intenta ha-cer el menor daño con ello, y en quien ha reflexionado concienzudamente con antelación acerca de conveniencia colectiva o mutua de mentir.

Quien no cela es porque no quiere, o porque quiere más libertad de la necesaria para no sentirse atado a quien no considera su mejor conquista, pero que de todas maneras forma parte del listado de trofeos. Los celos son una demostración de sentido de pertenencia, o la evidencia del interés por captar a plenitud la dedicación de la pareja y son una manera de marcar el territorio. También son una forma indirecta de decirle a la pareja que tenga cuidado porque el mundo está lleno de tentaciones pasajeras y no se justi-fica manchar o debilitar el vínculo que con algo de voluntad y esfuerzo se ha construido. Los celos son la forma primitiva del rechazo a la posibilidad de ser relevado por alguien con mejor valía en términos de capacidad de supervivencia, pero son una forma de demostrar que no hay disposición

Page 65: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

65

LibrosEnRed

para aceptar la desmembración de un grupo o vínculo y son un indicio de que en nombre de su perpetuidad se puede llegar hasta las últimas conse-cuencias.

Las manipulaciones emocionales y los intentos de imponer la voluntad por la fuerza generalmente son situaciones estimuladas por todas las partes implicadas en una relación porque en circunstancias normales no siempre se juntan una víctima y un victimario, y porque usualmente tienen algo de culpa todas las personas comprometidas en un acto de injusticia. Los demás adoptan una actitud de franca contradicción hacia tus comentarios y planteamientos como consecuencia lógica de la manera como tú mismo te expresas ante ellos. Si los demás intentan imponer su voluntad sobre la tuya, lo hacen como un mecanismo de defensa o como manera de igualar fuerzas; como su propio modo de no sentirse avasallados, o de no dejarse someter; o como forma de procurar los mismos derechos que tú y de inten-tar demostrar que estás equivocado. El punto es que si tú mismo propicias las situaciones que no deseas, entonces no enjuicies ni culpes a los demás.

Resulta que el amor todo lo soporta y todo lo perdona. No hay menti-ras, ni egoísmos, ni miedos, ni dudas, ni manipulaciones, ni palabras mal dichas, ni nada que pueda socavar y debilitar los sentimientos de quien verdaderamente ama. El amor es a prueba de lo que sea, es todo entrega, compasión y sacrificio; quien lo ha dado desde lo más profundo de su ser, sabe que por amor se da hasta la vida; quien cede o claudica, no ha sentido amor verdaderamente. Quien ama acepta, arriesga, persevera, compren-de, tolera, perdona y no se arrepiente ni por un segundo a pesar de las imperfecciones, sufrimientos, errores y malos momentos. Quien ama sólo puede tener certezas y confianza a pesar de las pruebas, de los obstáculos, las adversidades, las envidias ajenas, los peligros y las apariencias engaño-sas. El amor es un sentimiento puro e incondicional ante el cual no existen los defectos, ni la pobreza, ni la fealdad, ni las limitaciones, ni las fallas, ni la imperfección. El amor es ciego, no discrimina, no excluye, no critica, no exige, no se impone, no pide nada a cambio y no se niega a estar donde es bienvenido. El amor es una fuente permanente de bondad y felicidad para quienes tienen verdaderas e indeclinables intenciones de ser una parte de ese manantial eterno e inextinguible.

3.12 LA SOLEDAD ES MALA CONSEJERA

Todos los extremos son malos y la soledad primaria excesiva es especial-mente perjudicial para un ser social por naturaleza nacido para vivir en

Page 66: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

66

LibrosEnRed

comunidad. No hubieras logrado el nivel de desarrollo que ostentas en la actualidad si hubieras optado por aislarte en tu propio mundo y vivir sólo para ti mismo. Visto de otro modo, tú no podrías vivir solo y con cierta co-modidad si no fuera porque la tecnología que agradablemente disfrutas es el producto de siglos de interacción entre personas. Y es la cercanía entre individuos y su habilidad para socializar y compartir, la que propicia la crea-ción de lazos afectivos, la que posibilita conocer mejor a las personas más afines y la que conlleva la oportunidad de encontrar una pareja y perma-necer con ella.

Al optar por mantenerte al margen de un círculo social y pasar muchas horas en soledad, estás facilitando el afloramiento de pensamientos nefas-tos, rencores acumulados, heridas sin cicatrizar, envidias sin superar, vicios potenciales y malos conceptos acerca de ti mismo. Por otro lado, estás atra-yendo sufrimientos, sujetando emociones y reprimiendo deseos. A menos que seas un cerebro extremadamente optimista, constructivo y equilibra-do, estás en grave riesgo de ser víctima de tus voces interiores, tus miedos, tus culpas, tus traumas, y de dolores profundos que yacen aún secretos e intocados en tu interior. En soledad, puedes llegar a ser el peor enemigo de ti mismo, o el peor enemigo de quienes te rodean, así que cuídate de ella.

O quizá la aparente virtuosidad del ermitaño es la máscara que oculta la doble cara y ocurre que alejado del bullicio se puede planear y disfrutar mejor de todos los excesos que no es capaz de manifestar en un círculo de personas conocidas. La complicidad del anonimato te puede permitir la liberación del ser desenfrenado e impulsivo que a lo mejor eres y entonces es mejor vivir apartado sin que nadie te conozca realmente, pero con la posibilidad de experimentar con extraños todo aquello que no debe ser del conocimiento de quienes reprocharían tus acciones. Así las cosas, la soledad primaria sólo es un pretexto para huir de una realidad que no te gusta, e ir al encuentro de una realidad más excitante, más vertiginosa, más intensa y hasta más peligrosa. No se sabe qué puede ser más lamentable, entre que no te conozcan íntegramente tus más cercanos, y que sepan de tus vergon-zosas debilidades quienes te conocen menos. Pero sí es claro quienes de ellos te pueden hacer más daño y entonces, la soledad es mala no por sí misma, sino por todos los fantasmas y demonios que la merodean.

Esas oportunidades en las que sientes que hace falta la presencia de otra persona, que te gustaría despertar a su lado, desayunar con ella, y salir a dar un paseo al aire libre, son los momentos ideales para canalizar sana-mente los impulsos en un intervalo de tiempo prácticamente mínimo, antes de volver a visualizar las desventajas de disfrutar de la que jamás pensarías que se trata de una compañía perfecta. En medio de tantas soledades no

Page 67: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

67

LibrosEnRed

es tan difícil encontrar con quién mitigar el silencio y el vacío de una vida solitaria. No importa si se trata sólo de un rato porque el hecho es que seas consecuente con tus “pensamientos” y tanto mejor, si la otra persona tie-ne una línea de pensamiento similar. No es tan difícil encontrar compañía y la mayoría de quienes están solos lo están porque no hacen un mínimo esfuerzo, o porque tiene unos defectos tales que es imposible compartir tranquilamente unos minutos en su compañía.

Las personas no nacieron para estar solas y están dotadas de habilidades para relacionarse que por alguna razón tienen. Al menos, necesitan saber que alrededor hay alguien cerca y, como si no fuera suficiente con unos cuantos individuos en el entorno cercano, han necesitado salir al espacio exterior a buscar más vecinos. No es tan sencillo aceptar que alguien quiera estar completamente solo cuando en general existe la necesidad de explo-rar y descubrir la presencia de otros, y se practica una incesante búsqueda en la inmensidad del universo entero. Cualquiera que llegara a detectar que no hay alguien más a su alrededor, emprendería una afanosa búsque-da de sus congéneres, al comienzo por curiosidad, después por instinto y finalmente por necesidad. Pretender alejarse del entorno social por tempo-radas tiene algo de sabio, pero intentarlo en forma continua tiene mucho de necio, porque no es posible desligarse por completo y desconocer el nivel de dependencia tan grande que entre individuos existe. Así que basta de teorías de la soledad como una búsqueda, como una elección, y menos como una gran bendición.

Pregonas sobre soledad primaria porque no has encontrado aceptación, comprensión y respeto por tus ideas, tus modos, tus convicciones y tus sue-ños. Quieres alejarte porque te sientes diferente y no encajas dentro de las costumbres y las actitudes de las personas que te rodean, y porque preten-des aislarte para evadir desacuerdos, disputas y eternas competencias por hacer prevalecer la propia razón sobre la razón ajena. La soledad primaria aparece como una solución para huir de todo aquello que ya no puedes controlar, dominar y perpetuar, y por eso esa soledad sólo es una excusa. La soledad primaria es una buena alternativa para gente cansada de ver problemas sin decidirse a formar parte de la solución, para personas que quieren cerrar los ojos ante la realidad y evadir la responsabilidad que sobre ella recae, para individuos que quieren creer que el caos no debería existir, cuando el caos forma parte de la dinámica de todo fenómeno y proceso de la naturaleza.

Nadie te resulta imprescindible, pero de todas formas necesitas de todos, y puedes llegar al extremo de buscar la soledad primaria pero un día te agobiará el silencio porque nunca podrás lograr algo anhelado y disfrutarlo

Page 68: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

68

LibrosEnRed

eternamente. Todo, incluso lo mejor, cansa; y nada es suficiente. Cuando algo te sature buscarás lo contrario porque la vida está llena de ciclos y tienes que pasar todos. No eres diferente del resto, eres parte de la natu-raleza, de sus procesos, de sus ciclos, y sólo eres conciente de la etapa por la que estás atravesando. Mañana saldrás con otro discurso y verás la vida con otros ojos. La soledad de hoy es el resultado de los malos pasos de ayer y debes vigilarte porque puede ser que te lleve por un mal camino y te cause mayores estragos mañana. Ella sí es mala consejera para los débiles y los ignorantes, pero no es ni buena ni mala en esencia porque el sentido armónico o inarmónico se lo das tú.

3.13 LOS POLOS OPUESTOS SE ATRAEN

En las diferencias de cualquier índole no está la razón de tu soledad por-que en los asuntos del corazón muy poco tienen que ver las ideologías o las creencias. Lleno estaría el mundo de personas que no tendrían por qué estar juntas en razón de sus orígenes, convicciones, y prejuicios y, sin embargo, hay muchos ejemplos de parejas cuyas ideas por separado ter-minaron siendo secundarias frente a sus sentimientos en común. Sólo la intransigencia y la poca disposición para aminorar el enorme peso de las propias convicciones, pueden desvanecer la posibilidad de hacer una vida en mutua compañía.

Todos tu palabreo termina por entorpecer y obstaculizar tu progreso emo-cional, pero no hay certezas que puedan evitar la acción de las emociones sobre tu naturaleza y así como todas las personas tienen su precio, con la consecuente posibilidad de ser motivo de transacción ante el mejor postor, tus razonamientos tienen un punto en el que ya no pueden mantenerse firmes e impenetrables, dando cabida a aquello que desdeñas pero que en realidad te falta. Así como todas las personas son susceptibles de ser compradas, tú eres susceptible de enamorarte, demostrando con eso que la imagen y el ideal que vehementemente defendías era sólo una pantalla para justificar tus circunstancias. Igual que todos, capaces de doblegar tan pregonados valores ante un precio imposible de despreciar, tú dejarás de lado tu elocuente discurso ante una tentación difícil de ignorar.

No es posible dimensionar con total acierto toda la fortaleza que necesi-tas para no ser invadido si no sabes con certeza qué tan fuertes serán los embates del enemigo. Incluso, es posible que no haya modo de resistirlos si desconoces todo aquello que es necesario saber y poner en práctica para disminuir los riesgos. Y tú, eres un soldado inexperto, disponible para las

Page 69: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

69

LibrosEnRed

próximas batallas sólo porque has huido de las previas y sin vencer en nin-guna de ellas. A nadie le has ganado, a nadie has transformado, a nadie has ayudado y aunque esperas la compresión ajena, a ti mismo te cuesta aceptar a las personas tal como son. Te gustaría que las personas cambiaran de modo de pensar, pero no estás dispuesto a interpretar las cosas de otra forma diferente a la que acostumbras y quieres ambiciosamente transfor-mar a los demás sin sufrir las consecuencias de eso. No es suficiente con tus intentos de ayudar a los demás, también tienes que reconocer tu propia necesidad de ayuda y debes aceptarla cuando te haga falta y haya alguien a tu alrededor con la intención de brindártela.

Page 70: Soledad ¿existe

70

LibrosEnRed

4. DONDE MANDA CAPITÁN, NO MANDA MARINERO

Así como inútil resulta llorar sobre la leche derramada, de nada sirven las discusiones que confrontan abiertamente a las razones con los sentimientos. Todo planteamiento y consideración con fundamento en la subvaloración u omisión a priori de las virtudes y potencialidades de los roles complemen-tarios, se traduce en conclusiones extremas y por lo mismo desenfocadas, en la manera como se enfrentan las situaciones, se resuelven los dilemas y se despeja el camino. Yo Soy la voz interior, la voz de conciencia, la sabidu-ría milenaria y hago presencia en esta discusión para hacer la necesaria y conveniente mediación entre dos aliados tradicional y desafortunadamen-te separados por culpa del cóctel de la desesperanza perfecta que resulta de mezclar tres ingredientes bastante compatibles: la peligrosa ignorancia, el errático desequilibrio y el arrogante odio.

4.1 LA BÚSQUEDA DEL BENEFICIO MUTUO

“Por amor y hasta por un poco de aceptación y compañía, in-cluso el más tirano de los tiranos se somete ante quien le debe sumisión”.

Pero la idea no es entregarlo todo ni perderlo todo, sino más bien compar-tir una parte y regocijarse con la contraparte, sin perder autonomía sobre nosotros mismos ni control sobre el entorno.

Si el mercado no tiene exactamente aquello que buscamos de todos modos nos ofrece alternativas, el negocio perfecto no existe y en toda negociación algo se pierde. Solamente tenemos que estar dispuestos a ceder un poco sin ser tan específicos y exigentes a la hora de probar y ser preferentemen-te accesibles a las cosas sencillas y humildes porque las exquisiteces sue-len tener un precio muy alto, usualmente mucho mayor que su verdadero valor. Cuando buscamos especimenes exóticos, llamativos y codiciados, no sólo tenemos que librar una competencia feroz para obtenerlos, también tenemos que hacer hasta lo imposible para satisfacer sus requerimientos y, además, nos vemos en la obligación de sortear muchas encrucijadas si

Page 71: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

71

LibrosEnRed

nuestro propósito es conservarlos. La idea es que si vislumbramos la posi-bilidad de hacer menos esfuerzos con un ejemplar más corriente y menos demandante, logrando ver satisfechas unas cuantas de nuestras demandas, entonces debería ser bienvenida una especie simple y sencilla, aunque ca-rezca de la perfección buscada.

Aunque lleguemos a ser sumamente independientes y eficientes en conducir hasta los más mínimos detalles de la vida cotidiana sin ayuda de otros, siem-pre resulta gratificante cualquier gesto de buena voluntad de los demás, y hasta la más pequeña ayuda es bienvenida en los momentos más agitados y vertiginosos. Cualquier persona con iniciativa, buenas intenciones, cierto grado de sentido común y tino para expresarse, termina venciendo las de-fensas más férreas de cualquiera que sea reacio y contrario a la intervención de terceros. Además, cuando somos verdaderamente capaces de llevar una vida independiente y sin desequilibrios significativos, también deberíamos ser aptos para compartir ese estilo de vida con una pareja, beneficiándola con las ventajas de nuestro estilo de vida y sin poner en peligro el orden reinante. Si todo aspecto intrínsecamente negativo en la manera de con-ducirnos por la vida termina perjudicando a la pareja, entonces todos los aspectos evidentemente positivos deberían serle de mucha utilidad.

Como todas las ofertas del mercado no necesariamente son convenientes, tenemos que considerar seriamente la utilidad del típico listado comparati-vo de los pros y los contras siempre presentes en las consecuencias de toda decisión o elección. No es ningún secreto que la idea es escoger aquella lista que permite maximizar los beneficios y minimizar los perjuicios, sin perder de vista que se trata de un sencillo análisis de probabilidades. Manteniendo el optimismo y rescatando el buen sentido de la frase según la cual “No hay felicidad completa”, es claro que lograr unas ciertas cosas puede implicar la renuncia a ciertas otras, lo cual tiene mucho sentido siempre que las prime-ras sean primordiales, y las segundas no sean indispensables. En el fondo, la cuestión es una simple elección de aquellas cosas que resultan más con-venientes, sin caer en egoísmos y pensando en el mutuo beneficio.

4.2 AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO

“Cuando se ha logrado amarse a sí mismo lo suficiente, entonces ha llegado el momento perfecto de brindar amor a otros”.

En vez de dedicarnos a descubrir los defectos ajenos, estar eternamente a la defensiva y salir huyendo para evitar los problemas o peligros repre-

Page 72: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

72

LibrosEnRed

sentados en una mala persona, es mejor revelar las virtudes propias con las cuales no hacemos daño a nadie y dejamos fluir el poder que tenemos para transformar positivamente la realidad de los demás. De esa manera es posible estimular la liberación de la bondad y del amor que internamente existe en todos aquellos a quienes la vida nos pone en el camino, incluida la pareja. La idea es beneficiar con nuestra ayuda a quien lo necesite, siempre que estemos en condiciones de no convertirnos en víctimas de una persona y podamos manejar satisfactoriamente de las situaciones externas involu-cradas en una relación con ella.

Naturalmente, eso es algo que solamente puede ser efectuado por per-sonas que ya son capaces de entender, resistir, y controlar los vaivenes de las emociones humanas. Una persona frágil y manipulable no está en con-diciones de hacerlo y puede salir muy mal librada si decide acoger senti-mentalmente a una persona con una enorme carga de odios, emociones desordenadas, carencias, traumas y frustraciones. Si no hemos despertado conciencia del poder de transformar positivamente la vida de una perso-na equivocada, confundida, o quizá mal intencionada, no tiene sentido ir camino al infierno y vivir una relación tormentosa por seguir los pasos de la persona que amamos. Caer voluntariamente en “desgracia” por ir detrás de la persona que amamos puede interpretarse como una muestra de amor a prueba de todo, en las buenas y en las malas, pero en el fondo sólo se trata de una consecuencia fatal de la falta de amor propio. Si no tenemos suficiente amor para nosotros mismos, obviamente no tenemos para los demás.

Si la fuente está completamente llena y es inagotable hay que dejar que fluya para propio bien y para bien de quien resulte beneficiado, pareja o no. Que se dediquen a monjes o a ermitaños quienes todavía necesitan retirarse a tomar conciencia de su fortaleza, o tengan dudas de su capaci-dad para asimilar correctamente sus relaciones con el prójimo. Las perso-nas necesitan crecer y evolucionar en comunidad y precisan sólo de breves intervalos de tiempo para apartarse y renovar fuerzas. En todos los demás momentos, deberían estar dedicadas a hacer lo que realmente tienen que hacer, y a manifestar lo que verdaderamente son.

4.3 DIOS ESCRIBE DERECHO CON LÍNEAS TORCIDAS

“El amor no nace sin algo que le de sentido y cada persona que nos ama por alguna razón lo hace”.

Page 73: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

73

LibrosEnRed

No es completamente gratificante aceptar la compañía de otra persona só-lo por ahuyentar el fantasma de la soledad, ni hay un genuino sentido de correspondencia al aceptar el amor de alguien tan sólo porque no apareció otra persona mejor. No es justo usar egoístamente las buenas intenciones ajenas y devolver migajas a quien entrega todo su corazón y resulta pru-dente reconocer por anticipado que quien nos quiere y no es totalmente correspondido, merece al menos no salir lastimado sin necesidad.

En la vida tenemos que aprender a ser buenos perdedores cuando la reali-dad demuestra que no es factible materializar las expectativas en torno de la persona motivo de los afectos, y tenemos que decir la verdad de la mane-ra menos cruel y dolorosa a quienes mantienen expectativas no realizables en torno nosotros. Atrevernos a decir a otra persona que es posible estar con ella sólo por un tiempo, pero que no es la persona con quien quere-mos compartir toda una vida porque nuestras expectativas y proyecciones son otras, al menos le da la opción de elegir entre aceptar y no aceptar esa limitada cantidad de afecto que le ofrecemos. Si acepta, lo hace con conocimiento de la verdad y conciente de que no puede alimentar falsas expectativas, tomando sólo aquella cantidad que es posible tomar y por el tiempo que dure. Si no acepta, el problema estaría resuelto en gran medida y es esa otra persona quien asume el deber de poner en práctica la lógica del buen perdedor.

Considerando toda la gama de matices que existen entre los extremos, só-lo se requiere estar atento a las razones que subyacen en el acercamiento entre dos personas. Suponiendo que las casualidades no existen, enton-ces se debe descubrir el sentido que tiene el hecho de que la vida ponga frente a frente a dos personas para resolver el dilema de la continuidad de un vínculo y de los términos en que se dará. Una incipiente o naciente relación de pareja puede ser la manera de juntar a dos personas que de otra manera no se hubieran conocido jamás, pero que estaban destinadas a encontrarse para algún objetivo común en sus vidas. Lo que pasa es que no debemos ser egoístas y es imperativo valernos de un poco de inteligen-cia para descubrirlo.

El punto es no determinar tajantemente la naturaleza y el destino de los vínculos cuando espontánea o circunstancialmente se crean, y ser accesibles a las variantes o formas que vayan tomando las relaciones en la medida en que van evolucionando. Aquella persona que llegó por un mero atractivo físico por algo está ahí, pero puede ser solamente el camino a través del cual se abrirán otras perspectivas y otros horizontes para la relación. Ca-pacidad para darle un sentido sensato y coherente a las situaciones es lo que nos falta a muchos de nosotros para que no quedarnos estancados ru-

Page 74: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

74

LibrosEnRed

miando decepciones triviales, buscando explicaciones innecesarias, lamen-tando pérdidas inevitables, perseverando en objetivos inútiles, clamando por algo que nunca tuvimos, manipulando la realidad, llorando desgracias minúsculas y oscureciendo un panorama que realmente es claro, nítido y resplandeciente, si miramos con actitud práctica, ojos de realismo y aban-donados a la conveniencia que hay tras todos los eventos aparentemente sin sentido.

4.4 EL QUE NACE CHICHARRA, MUERE CANTANDO

“Se puede abusar del libre albedrío, incluso cometer errores y desconocerse a sí mismo; pero la esencia es inalterable, el desti-no ineludible y el trayecto simplemente más largo”.

En medio de dilemas y sentimientos contradictorios nuestro cerebro no es totalmente certero e infalible en sus apreciaciones y nuestro corazón no siempre está preparado para sobrellevar las incomprensibles y absurdas actitudes de los congéneres con quienes interactuamos. Después de una lucha de posiciones extremas y argumentos confusos, terminamos flotando sobre un inmenso mar de incertidumbres en espera de que la fuerza de voluntad sobre la que nos aferramos con alguna esperanza sea suficiente para sobrevivir mientras un tercero llega al rescate, o hasta que recupere-mos fuerzas apenas suficientes para caminar tambaleantes y confusos so-bre tierra firme. Al final, terminamos donde las circunstancias y aparentes accidentes de la vida nos arrojan, pero con conciencia plena acerca de que algo hicimos en forma incorrecta. En la práctica, el hecho es que no hemos asumido a cabalidad el papel que nos corresponde desempeñar.

Según la fábula del escorpión y la rana, actuamos conforme la propia na-turaleza y sea lo que sea que haya que vivir o afrontar, nos conduce la in-formación almacenada en nuestras células y terminamos haciendo lo que nuestra naturaleza nos dicta. Así debería ser, pero hasta ese primitivo me-canismo nos falla cuando obstinadamente y en forma deliberada toma-mos partido por una postura racional o por una simple corazonada en vez de integrar ambas perspectivas. De poco sirve el más firme auto convenci-miento, los discursos más elocuentes, y los argumentos más estructurados, si terminamos haciendo aquellas cosas para las que no estábamos ni des-tinados, ni preparados, y terminamos ambicionando cosas innecesarias, o anhelando proyecciones imaginarias de personas perfectas que no existen. Tampoco resulta muy útil obedecer a toda emoción y abrir la mente a to-

Page 75: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

75

LibrosEnRed

das las perspectivas abandonándonos descuidadamente ante lo tentador, lo fácil, lo bello, o lo cómodo, porque requerimos siempre de cierto sigilo y discernimiento para diferenciar entre las tentaciones perniciosas y los men-sajes reveladores a lo largo del trayecto.

Dicen por ahí que a quien nace para martillo del cielo le caen los clavos. Po-dría ser un ejercicio interesante buscar insinuaciones positivas en un men-saje aparentemente lapidario como este y en vez de actuar con resignación y desidia, a lo mejor sea más reconfortante y apropiado tomar todos los clavos y usarlos para cualquier finalidad buena. Sin embargo, el mensaje más trascendental que está latente en este dicho popular es que venimos aprovisionados con todas las herramientas necesarias para llevar a cabo la misión para la cual hemos nacido. Visto así, sería lamentable pasar desaper-cibidos los talentos y sería muy grave ignorarlos en forma negligente una vez descubiertos. Por esta razón, la perseverancia en otros menesteres di-ferentes de lo correcto no deber ser convertida en testarudez y no siempre es lo más apropiado el esfuerzo por torcer la mano al destino para lograr quizá algún un propósito ególatra, o material, o finalmente inútil. Muchas personas han terminado por darse cuenta, mucho tiempo después, de que desperdiciaron tiempo vital al marchar deliberadamente por el rumbo, con la persona, o con las intenciones, todas equivocadas. El libre albedrío pue-de ser muy peligroso en manos inexpertas.

Considerando que nuestro destino sea navegar sobre el río y llegar a mar abierto, es cierto que podemos internarnos en la selva, trepar montañas y no volver jamás al río, pero el esfuerzo será mayor, los obstáculos más grandes, los recursos los mismos y las pérdidas más significativas. Entonces, en algún momento en el esforzado ascenso o en la soledad de la cima nos preguntaremos cómo hubiera sido la historia río abajo cuando en realidad las preguntas debimos hacerlas antes de abandonar el río desde donde podíamos visualizar la montaña y preguntarnos qué tan necesario era es-calarla. Al borde del río habríamos efectuado una pregunta más fácil de resolver y de contestar, unos pocos pensamientos hubieran hecho conside-rar que la montaña se ve cerca pero está muy lejos, y que se trata de una especie de sinónimo de soledad. En ese momento la propia naturaleza hu-biera dictado que nuestra vida era el mar y la montaña un pasatiempo sin relevancia al que podíamos renunciar sin riesgo de sentirnos incompletos o no realizados. El verbo reflexionar, algo cercano a un híbrido entre pensa-miento y sentimiento, puede mantenernos sobre la corriente y permitirnos la posibilidad de hacer todas las estaciones que sean necesarias a la orilla del río sin renunciar equivocadamente a continuar en el trayecto hacia la desembocadura.

Page 76: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

76

LibrosEnRed

4.5 EL PLANO DE LAS CAUSALIDADES

“Hasta el más ermitaño necesita ser escuchado y no es indispen-sable que lo escuche un ilustrado”.

No hay azar ni existen las casualidades y no tenemos que preocuparnos de buscar alguien mejor ni de escoger con excesivo cuidado porque lo que mejor nos acomoda, la vida nos lo pone en frente. Estamos en el lugar apropiado, en las circunstancias que nos merecemos, y con las personas que necesita-mos. No hay alguien alrededor que no sea digno de nuestra mirada y toda aquella persona que llega ante nuestra presencia, incluso en la forma más insólita, está puesta en nuestro camino por alguna razón. Tenemos que dar-nos la oportunidad para descubrir el propósito, el acertijo que esconde, el bien que representa, o la enseñanza que nos dejará. No es tan propicio me-nospreciar en forma reiterada, escoger con demasiadas precauciones, y ele-gir bajo exigentes requisitos al momento de decidirnos por la persona que catalogamos como correcta porque, en ese contexto, podemos elegir aque-lla que desenfocadamente deseamos y no precisamente la que nos conviene aceptar para bien de ambos. No es tan complicado tomar para sí lo que la vida nos pone al frente sin demasiados análisis y miramientos, dejando fluir los eventos, y actuando con espontaneidad como si la vida nos estuviera premiando en ese momento con un regalo del que sólo vemos el colorido de su presentación, pero tiene un interesante misterio por desentrañar.

No existen personas mejores o peores, ni más bellas o más feas, ni más o menos deseables. Lo que existe es una gama de variedades que acomodan naturalmente a la diversidad de gustos y en general a la naturaleza de las personas involucradas. Existen personas en circunstancias distintas, con di-ferentes grados de discernimiento, con variaciones comportamiento y con infinitas posibilidades en términos de libre albedrío, pero sujetas a un or-den imperceptible a simple vista en el que nos encontraremos con aquellas con quienes estamos destinados a hacerlo y que nos harán la vida menos absurda. No tendremos que hacer enormes esfuerzos para retener a nues-tro lado a aquellas que tienen una profunda relevancia en nuestras vidas, pero gastaremos mucha energía en tratar de conservar a todas aquellas que obstinadamente pretendemos retener, que constituirán las mayores decepciones y dolores de cabeza, y que nos harán sentir vacíos en medio de una vida sin aparente sentido.

No es tan sencillo hablar de personas perfectas o de relaciones perfectas y lo que se debe plantear es un asunto de personas afines o de personas

Page 77: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

77

LibrosEnRed

capaces de lograr acuerdos de mutuo entendimiento. Tantas personas ca-paces de negociar y de efectuar prácticas comerciales de mutuo beneficio, deberían estar en condiciones de lograr pactos de respeto, comprensión, y confianza, en términos de afecto. Además, y para complementar, deberían también demostrar sensatez en la procura de gratificación de modo que puedan ver todas las bondades que hay en las personas más inmediatas y más accesibles a la hora de crear vínculos. Sin llegar al extremo del confor-mismo, tenemos que aplicar en el buen sentido aquella frase según la cual “El que no tiene más, con su mujer se acuesta”.

A final de cuentas, siempre es grato tener a alguien cerca, aunque sólo sea para compartir un agradable silencio.

4.6 IMPOSIBLE TAPAR LA LUZ DEL SOL CON UN DEDO

“No es posible acaparar la luz sólo para sí mismos y es inútil todo esfuerzo por ocultarla porque la más inadvertida grieta delata su resplandor”.

Del mismo modo en que la maldad no tiene cómo permanecer oculta eternamente sin dejar notar sus macabras intenciones, la bondad no tiene una manera para mantenerse inalcanzable, e incluso los seres malvados pueden acceder a ella. La belleza interior, las buenas intenciones, y la naturaleza pacífica de una persona, en la más sigilosa de las situaciones, constituyen energía potencial en espera de otra persona con la misión de dinamizarla y ponerla en acción. Y a nadie poseedor de una energía así le es posible negarla a quien la demanda, pues todo estado latente reaccio-na en forma espontánea ante una perturbación externa que lo induce a la acción.

Así como el calor se transfiere desde el lugar con mayor temperatura al lu-gar con menor temperatura, así como un ión en solución se traslada hacia las zonas donde es menor su concentración, y en general, del mismo modo en que el desequilibrio conduce al equilibrio siempre en una misma direc-ción por una diferencia de potencial, en términos de convivencia sería lógi-co que el amor migre en la dirección en la que hay carencia de él. A quien tiene luz imposible le resulta no brillar, a quien tiene amor le resulta absur-do negarlo, a quien tiene conocimiento le resulta gratificante enseñarlo, y desde cualquier punto de vista, el verbo dar tiene más que ver con una acción espontánea que con una decisión premeditada. A fin de cuentas, no

Page 78: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

78

LibrosEnRed

podemos ir en contra de la naturaleza sin efectos nefastos en contra, y por eso la mejor manera de disminuir la entropía del universo en términos emo-cionales es actuar en conformidad con nuestra naturaleza de seres sociales, afectuosos y aptos para la búsqueda del bien común.

Unas pocas palabras, unos cuantos gestos, y podemos advertir la bondad oculta tras las capas de aislamiento que se han depositado día tras día sobre la coraza externa quizá con la idea de ocultar las fragilidades ante quienes podrían hacer mal uso de ellas. Ante los ojos escrutadores de quienes en-focan su atención sobre alguien, o ante la imagen de la persona frente a la cual se desmorona toda rudeza, no hay manera de mantenerse indiferentes y firmes en el propósito de marginarse y protegerse. Los nervios traicionan, los gestos delatan y el cuerpo reacciona de cualquier modo que sea efec-tivo para captar la atención, en contra de todo temor, por encima de todo prejuicio, y desarmando el más riguroso autocontrol. Si hay un sentimiento que debe salir a la luz, sencillamente saldrá a pesar del más esforzado in-tento por impedir que lo haga.

La desidia es lo único que puede opacar nuestro propio brillo y nuestro potencial para superarnos y mejorar como personas, pues sólo actitudes negligentes y sumidas en la inercia pueden debilitar el potencial para ac-tuar a voluntad y transformar la forma en que vemos e interpretamos la vida, especialmente las emociones, particularmente en la vida en pareja. Pero del mismo modo en que es imposible ocultar la luz del sol con un dedo, es imposible ocultar indefinidamente nuestro lado oscuro o nuestro lado bueno, y más difícil aún, ocultar el lado resplandeciente. Y entonces, las mariposas no podrán hacer nada para evitarnos, pero sí podremos hacer algo para no cegarlas ni quemarlas.

4.7 EL SABIO CALLA, EL IGNORANTE HABLA

“Como todos los extremos son malos, mal hace quien demasiado habla, pero también quien todo lo calla”.

Un sabio no debería callar las verdades que se desprenden de sus discer-nimientos y un ignorante parlanchín debería hacer caso omiso de las apa-riencias y usar sus facultades para comentar hechos verídicos y fieles a la realidad de fondo. Pero el poder del verbo se ha convertido en el soporte de infundadas exageraciones llenas de diversas mitologías en medio de un laberinto oral de profecías con salidas casi todas apocalípticas, y se ha vuel-

Page 79: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

79

LibrosEnRed

to una herramienta usada para imponer e implantar el caos en manos del poder en turno. El sabio calla, dilapidando su poder para crear armonía, pero si no hay oídos preparados para reconocer la verdad, entonces hay sabiduría incluso en su silencio; El ignorante habla y, aunque su naturaleza no se lo dicte, con su habladuría destruye. En manos de todos nosotros, por acción u omisión, el poder del verbo ha terminado siendo un confuso y acomodado juego de verdades a medias y mentiras verdaderas en el que la verdad pura no existe, o está lejos del alcance.

Se habla del enorme poder destructivo de la verdad cuando en realidad no es más destructiva que la mentira, pero ignoramos casi deliberadamente que la verdad cruda y extrema lo que hace es desnudar aquellos aspectos o eventos frente a los que tenemos que desarrollar fortaleza espiritual. La verdad, como la muerte, no por implacable es mala; la verdad, como la muerte, nos redime y nos hacer renacer; a la verdad, como ante la muerte, llega el día en que debemos enfrentarnos; y ante la verdad, como ante la muerte, propicio es entregarse. La muerte puede tardar en llegar, pero alivia la carga de un cuerpo agotado e inútil; la verdad, mientras más tarde en asomar, más pesada hace la carga mental y emocional, y tal vez ni la muerte pueda extinguir el peso de la conciencia. Entonces, como la muerte en un sentido divino no depende de nosotros, pero la verdad sí, tenemos que permitir que la verdad aliviane las cargas propias de vivir para esperar más tranquilos la muerte.

Considerando la existencia de dudas y dilemas que desde el lado oscuro de nuestro ser nos llevan a callar u omitir información cierta, e incluso a men-tir, para ocultar eventos que pueden alterar significativamente el curso de los acontecimientos en forma contraria a nuestra voluntad, es conveniente pensar por un momento en todo lo que podemos llegar a perder en el esfuerzo por mantener un engaño, y en el dolor ajeno de quien no tiene culpas al respecto. La mentira es un ejercicio tan inútil como egoísta, con efecto breve, y daños considerables. La verdad no es una conveniencia para alguien en particular, sino una conveniencia para todos, porque aunque aparentemente sólo juegue en beneficio de un pequeño conglomerado o de una persona, incalculables son los efectos positivos de beneficiar con ella hasta al más enconado de nuestros rivales.

En un sentido menos amplio, exento de verdades y mentiras en juego, y relacionado con la naturaleza espontánea y por tanto no sometida a juicio, hay que hablar cuando es propicio, y callar cuando no hay beneficio en ha-blar. Bien sabido y vivido por nuestra especie es que, pariente muy cercana de la ignorancia, es la costumbre de usar a la ligera el poder del verbo sin meditar lo suficiente al respecto.

Page 80: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

80

LibrosEnRed

4.8 EL CAMINO DE LOS MERECIMIENTOS

“Cuando dos personas nacieron para encontrarse y compartir una vida juntos no hace falta tanto protocolo y tanto convencio-nalismo en torno de su amor”

Las palabras dignidad y respeto no hacen falta dentro de las exigencias de la vida de pareja porque son palabras necesariamente implícitas dentro de una sana convivencia entre dos personas que se aman. El amor nada tie-ne que ver con cadenas o ataduras y por lo tanto es absurdo el anhelo de libertad que pregonan quienes se sienten asfixiados y no quieren que su vida gire exclusivamente en torno de su pareja. Las manipulaciones de sen-timientos y de otras personas, a criterio y conveniencia propia, son dignas de películas de espionaje, complots y delincuencia, en las que finalmente todos pierden algo.

“A quien efectivamente le van a dar, le guardan” se dice en el argot po-pular, y si se trata de comida a manera de ejemplo, hasta se la calientan y ni siquiera tiene necesidad de pedirla, porque sin ofrecérsela previamente simplemente se la sirven. No hace falta alzar la voz o imponer la ley del más fuerte para ser atendido, porque todo aquello que ya se ha ganado por de-recho propio sencillamente es otorgado sin vacilaciones, sin esperas y sin re-quisitos. Lo único que se requiere es “merecer” aquello que necesitamos o queremos. A nadie le es negado aquello que verdaderamente merece, bue-no o malo, y por eso más que merecimientos, se trata de consecuencias.

La palabra “Destino” combinada con la frase “Libre Albedrío” produce co-mo resultado la “Realidad” que vive cada persona. El destino es la parte que no siempre comprendemos pero que forma parte de los merecimien-tos y el libre albedrío es la posibilidad de determinar en todo momento el curso de los acontecimientos futuros con base en las acciones presentes, pero el resultado final es que siempre construimos nuestra propia realidad y que siempre nos sucede lo que nos merecemos. Cuando tratamos de usar vehementemente el libre albedrío para mejorar nuestra realidad cabe la posibilidad de ir en contravía con la fracción de nuestras vidas que tiene que ver con el destino y eso produce resultados desagradables. Cuando nos abandonamos a la acción del destino y no hacemos uso del libre albedrío caemos en el conformismo, la apatía y la desidia. Como bien es sabido que todos los extremos son malos, la idea es buscar el equilibrio entre ambas cir-cunstancias para darle un mayor sentido a la realidad que vivimos en todo momento, concientes de que hay una parte que ya no podemos modificar

Page 81: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

81

LibrosEnRed

y de que hay otra que podemos mejorar, pero concientes de la existencia de la ley de acción y reacción.

Las personas han construido muchas de sus realidades tratando de dar un sentido a todo lo que experimentan en su búsqueda de la felicidad. El matrimonio, por ejemplo, es un invento que quizá nació como un deseo orientado a ordenar, estructurar y fortalecer la organización de núcleos pequeños de personas en beneficio de una organización viable y sostenible de comunidades mayores. Pero sea cual haya sido su finalidad sin importar si es una instancia religiosa o netamente civil, el matrimonio se ha conver-tido en un ideal cuestionable, en una relación decadente, y en un trámite con resultado infructuoso gracias al deformado criterio acerca de su signifi-cado y al erróneo concepto sobre el amor de pareja.

El matrimonio no es fundamental para ser feliz, pero muchas personas lo anhelan y lo ven como su más grande aspiración y muchas pagan un enor-me precio personal porque todavía no disciernen acerca del trasfondo de esa instancia. El matrimonio no es malo en su esencia, pero cuando está fundamentado en la idea de adueñarse de otro, o se ve como una tabla de salvación para evadir otra realidad, o se le analiza desde aspectos fi-nancieros, o cuando se lleva acabo intentando exorcizar el fantasma de la desconfianza y de los miedos, el resultado es la vida real que provocan las personas con su ignorancia, anhelos deformados y egoísmos.

Al final del camino, más tarde o más temprano, dependiendo de la cuota de poder transitorio que pueda ejercer cada quién para manipular la rea-lidad, ocurren las cosas que estaban destinadas a ocurrir, en conjunto con todos los arrepentimientos tardíos. Hacen su triunfal aparición todas las desgracias que se hubieran podido evitar, y detrás de ellas aparece toda la verdad que no se podía ocultar de manera definitiva.

Quienes se aman verdaderamente no necesitan casarse para formalizar, pregonar y respetar un compromiso intrínseco de su relación; y quienes no se aman, no van a cosechar amor por el solo hecho de comprometerse.

4.9 DONDE NO HAY VENTURA, POCO SIRVE LA CORDURA

“Quizá resulte más estimulante el amor con un poco de dolor, que las soledades llenas de fundamentos sensatos”

Una vez que descubrimos un modelo para llevar la vida en términos convin-centes para nosotros mismos, simplemente tenemos que ponerlo en prácti-

Page 82: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

82

LibrosEnRed

ca, pero es fundamental que no se trate de una doctrina rígida que atente contra el sentido de bienestar que debemos hallar en toda acción a reali-zar, ni de una meta a la que pretendemos llegar en medio de privaciones excesivas o de comportamientos extremos. La política del desapego, por ejemplo, funciona bien si no se confunde con egocentrismo, si se actúa en forma sensata en el sentido de no desconocer la importancia que tienen las personas del entorno cercano, si no se socavan derechos de terceros, y si no se lastiman los sentimientos ajenos. De algún modo, las bondades de un modelo se miden más por el menor impacto negativo sobre los demás, que por el enorme impacto positivo sobre nosotros mismos. La idea es que el modelo sea digno de imitar, y no un modelo para el rechazo ajeno porque se ha convertido en una burbuja desconectada de la realidad desde la que no percibimos, o evadimos, las problemáticas usuales de la vida cotidiana. Si el modelo está sujeto a miradas recelosas o escrutadoras en las que se puede percibir un poco de envidia, entonces es posible haya un poco de lógica en el; y si en las críticas se percibe un poco de derrotismo ajeno en el sentido de que es muy difícil llegar a vivir así, entonces al menos está sembrado el bicho del deseo hacia algo que se percibe como mejor y no tan descabellado.

El desapego es una forma interesante de abordar y conducir los asuntos emocionales, pero no necesariamente va de la mano de la lógica, y tam-poco pertenece totalmente al plano de las corazonadas. En presencia del desapego se puede estar profundamente enamorado de alguien y tener el convencimiento de estar al frente de una persona interesante y cauti-vante y, aún así, ser capaz de renunciar a la oportunidad de estar con ella. La razón de eso es que el desapego, expresado como capacidad para evi-tar ataduras innecesarias, permite tomar decisiones menos apresuradas, mejor meditadas y debidamente proyectadas en el mañana. De ese modo es posible dar prioridad a proyectos personales que se verían truncados si optamos por transitar el camino mostrado por una primera persona y quizá descubrir felizmente con el transcurso del tiempo que una segunda persona más indicada llega después, por afinidad de proyectos, de ideales, y/o de gustos. El desapego también puede mirarse como la capacidad para no aferrarnos a ilusiones y no sujetarnos a la primera tabla de salvación como si la vida no fuera a dar más oportunidades, o como si no existiera el convencimiento de que merecemos algo mejor. El desapego es el camino para evitar las preguntas y los cuestionamientos tardíos cuando al final del camino elegido no sea posible encontrar sosiego y satisfacción.

La manera de actuar con cierta certeza y serenidad ante las oportunidades es creer que las casualidades no existen y que tras cada cosa que pasa, o tras

Page 83: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

83

LibrosEnRed

cada persona que llega a nuestras vidas, hay una razón. Cuando alguien ex-presó que a veces llegan a nuestras vidas las personas equivocadas para que así aprendamos a reconocer y sepamos valorar a la persona correcta el día que llegue, tenía razón en decir que las personas equivocadas no llegaron en vano ni por castigo divino.

4.10 EL MIEDO ES UNA OPORTUNIDAD

“El miedo es un indicio de que en la conciencia o subconciencia hay algún monstruo que aún no ha sido mirado a los ojos y no ha sido vencido”

El miedo es el alimento del fracaso y no desaparece con el amor, porque el amor también lo produce, pero el miedo en un buen sentido, y como parte de la naturaleza básica de las personas, es una manifestación de cautela, de respeto por lo desconocido, y/o una demostración de que algo no anda bien internamente. Entonces, más que una desagradable carga emocional/racional, el miedo es parte del instinto como especie a causa de eventos ancestrales registrados en el inconciente y representa también la posibili-dad de recordar continuamente que tenemos que limpiar la conciencia de aquello por lo cual no gozamos de paz o nos negamos a seguir adelante con un propósito. Es un recordatorio de la necesidad de ir al encuentro de nosotros mismos para enfrentar lo que nos atemoriza, desenmascararlo y eliminarlo.

El miedo es la puerta cerrada de la escalera que conduce a la libertad a través del conocimiento y/o de la verdad y es un monstruo fácil de vencer con un mínimo de valentía y con una dosis suficiente de voluntad. Para enfrentarlo se necesita la convicción de que hay cierto equilibrio y justicia en el universo y desde ese contexto es claro que nadie recibe pruebas más difíciles que aquellas que efectivamente es capaz de superar. Si hay una experiencia o lección que estamos destinados a vivir, probablemente no podamos evitarla, pero sí podemos decidir el modo de afrontarla hasta que finalmente la superamos. Pueden llegar a ser innumerables las situaciones en las que por algún temor irracional nos resistimos a ejecutar determinada acción, o nos negamos a participar de un determinado juego, pero cuando finalmente nos atrevemos y damos el paso, terminamos incluso disfrutan-do y haciendo una y otra vez aquello que era motivo de recelo, rechazo y espanto. Esto constituye un ejemplo de todas las cosas que están a un paso de ser superadas siempre que exista la determinación para enfrentarlas.

Page 84: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

84

LibrosEnRed

Una vez que miramos el monstruo a los ojos nos percatamos de que no es tan grande como lo imaginamos, y de cualquier modo es preferible mirar-lo de frente y saber de sus movimientos, que sentirlo merodeando y no saber cuándo se va a hacer presente. Supongamos que acabamos de for-malizar una relación de pareja y que como parte del compromiso para con-tinuar juntos cada quién por su lado decide efectuarse exámenes del virus de inmunodeficiencia humana. Si la pareja resulta con un examen positivo tenemos la opción de terminar la relación y salir corriendo por temor a con-tagiarnos, pero al tener relaciones sexuales con otras personas en el futuro el peligro sigue latente en cualquier esquina. La otra opción es que sigamos adelante con esa pareja, concientes del riesgo, pero tomando las precau-ciones para no contagiarnos, y evitando una conmoción emocional inútil. Si existe la posibilidad de tener relaciones sexuales con muchas personas sin saber el resultado del examen, tal vez sea mejor tenerlas con una de quien sí sabemos el resultado, ante lo cual podemos tomar precauciones, y desde esta perspectiva, el miedo a un virus carece de sentido o adquiere una di-mensión más sensata. Si enfrentamos un miedo con esta mentalidad, muy seguramente podemos superar las consecuencias de abordarlo.

4.11 QUIEN ESTÉ LIBRE DE PECADO, QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA

“La mejor manera de predicar es con el ejemplo y sólo son dig-nas de ser emuladas aquellas acciones sensatas con resultados inobjetablemente fructíferos y armónicos”.

La felicidad depende exclusivamente de la actitud de cada persona, pero la libertad está unos escalones más arriba a causa de todos los aspectos de orden religioso, económico y social, que restringen y limitan los impulsos y las voluntades de las personas. Un concepto “defectuoso” de felicidad sumado a restricciones significativas de la libertad de acción en diversos ámbitos, generan inconformidades que se convierten en rebeldía y trasgre-siones ante normas y reglas de comportamiento. A quienes en algún grado se acogen a los parámetros de comportamiento social les queda muy fácil juzgar a quienes no se acogen, y les resulta obvio presionar para endere-zar sus actitudes en medio de las discordias y los conflictos que eso suscita. A quienes no están a la altura de las expectativas de su entorno social les resulta complicado vivir con cierta libertad y tranquilidad y terminan por cometer costosas equivocaciones desde su distorsionada percepción de la realidad. El resultado de intentar convivir con toda la vorágine de conflictos

Page 85: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

85

LibrosEnRed

resultantes de los distintos grados de moralidad y miedos son las mentiras, los engaños, las manipulaciones y las conductas agresivas y obsesivas, que terminan por frustrar todo intento por armonizar la convivencia.

Sacando de lado los mentirosos patológicos y los complots producto de lu-chas de poder con trasfondo económico, la verdad es todo mundo miente en mayor o menor grado y nadie goza de suficientes atributos morales en este sentido como para juzgar a otros. Desde las mentiras más blancas has-ta las mentiras más oscuras, la finalidad de estas es sacar mayor beneficio para nosotros mismos y generar menor percepción de daño para los afec-tados, y eso hace parte de nuestra competitividad en todos los ámbitos, incluida la relación de pareja. En el grado de evolución en el que estamos, si podemos evitar un conflicto, si podemos paliar la tristeza en un ser queri-do, si tenemos la intención de hacer algo prohibido sin hacer daño evidente a alguien, etc., las mentiras están siempre presentes en nuestra convivencia y solo tiene sentido dar saltos de indignación al descubrir una mentira en otro símil cuando nos interesa simular una falsa y conveniente presunción de sinceridad. Suele ocurrir que quienes pregonan y exigen honestidad a viva voz y a cuatro vientos son los menos honestos, y que quien termina una relación a causa de una mentira de la pareja simplemente encontró la excusa perfecta para hacer “con justificación” algo que ya quería hacer o que se veía venir. La mentira no merece aceptación, ni justificación, pero requiere de mucha comprensión y auto análisis.

Cuando los celos cruzan el umbral de lo que podría catalogarse como una dosis aceptable, hay principalmente dos cosas que los inducen en quienes los experimentan. La primera, un insuficiente nivel de autoestima o amor propio, y la segunda, el miedo a ser medidos con la misma vara con que miden. En el primer caso, por el temor constante a ser relevado por alguien mejor, y en el segundo caso, a causa de la propia naturaleza de infiel, pues el ladrón juzga por su condición. Pero en circunstancias relativamente nor-males, los celos podrían ser simplemente falta de madurez y no necesaria-mente patologías mentales peligrosas, razón por la cual el resultado final depende del manejo que le den a ello los dos involucrados.

Aunque alguien no llegue al punto de traducir las tentaciones en eventos consumados, los pensamientos no materializados son una impronta de im-pulsos contenidos que han estado muy cerca de convertirse en hechos, y en este contexto, quien no ha sido infiel en acciones sí lo ha sido en pensa-mientos y, por lo tanto, en intenciones. Y cuantos existen que pueden auto-denominarse fieles sólo porque no se han dado las circunstancias o porque el objeto de su deseo no está a su alcance. Y otros tantos más, quizá no han sido infieles porque sus gustos son refinados, no son carne para cualquier

Page 86: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

86

LibrosEnRed

perro, y consideran que para caer bajo tienen que hacerlo con una persona que verdaderamente valga la pena, pero no encuentran abundancia de buena calidad. En la práctica, no es posible abstraerse ciento por ciento a los estímulos externos sobre los órganos de los sentidos porque eso sería tanto como perder la sensibilidad y la capacidad para fascinarse ante la belleza. En un sentido más erótico, abstraerse a los estímulos externos sólo sería posible si se extrajeran determinados órganos y glándulas del cuerpo como para estar seguros de que no hay hormonas ni respuesta química an-tes los congéneres circundantes.

Y en relación con las manipulaciones y el deseo de imponer la voluntad sobre la pareja, esos actos sólo son parte de la lucha por una cuota de po-der y de protagonismo que existe en todas las relaciones porque a nadie le gusta estar completamente a merced del otro. Todas estas cosas se pueden conversar y negociar siempre que no constituyan el foco más crítico de una relación de pareja o de cualquier relación.

4.12 LA FELICIDAD LLEGA COMO LAS MARIPOSAS

“Si corres en pos de ella siempre estarás a punto de alcanzarla, pero si te aquietas y reposas en calma, ella se posará sobre ti”.

No tiene por qué haber cabida para los sufrimientos ni para la manifesta-ción de tristezas por aparentes o ficticias carencias. Si hay algo que uno no tiene es porque no lo necesita, y si lo necesita, la vida se encargará de otor-garlo en el momento y en las circunstancias más apropiadas. La nostalgia por las personas del pasado no debería existir pues si no están presentes es simplemente porque ya se cumplió el propósito o la razón que las hizo ha-cerse presentes. No tiene sentido ponerse en el plan de rescatar, mantener y perpetuar a toda costa un vínculo deteriorado, inarmónico y doloroso, cuando se pueden celebrar acuerdos de digno y constructivo término en honor a lo bueno que todo fue en su momento y a lo mucho que se apren-dió de eso. Las personas tienen frágil memoria para los momentos felices y sobre valoran los momentos tristes. El momento más feliz y de máxima gloria puede durar unas horas y cuando mucho días, pero un momento tris-te puede tener secuelas por años antes de poder ser asimilado y superado, aunque olvidarlo sea imposible.

Ser feliz por naturaleza es gozar de un estado absolutamente incompatible con toda clase de sentimientos, actitudes, y percepciones que abruman y

Page 87: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

87

LibrosEnRed

complican con facilidad la existencia de las personas. Ninguna nimiedad o problema temporal tiene intrínseca la propiedad de agobiar la existencia de ellas, pero son justamente las personas quienes le otorgan esa posibili-dad al enfrascarse viciosamente en los más pequeños e intrascendentales detalles. Con esta tendencia es fácil enredarse la vida, ver sólo lo malo, de-tectar enemigos por todos lados, ser dominado por los miedos y quedarse adherido a la telaraña de desgracias que suceden una tras otra.

La idea es no quedarnos pegados en los detalles, insignificancias, y ridicu-leces, en los que viven atormentadas la mayoría de las personas, pero para eso tenemos que aprender a vivir desde la perspectiva de criterios sanos y sensatos y no solamente desde la preocupación por lo que los demás pen-sarán o dirán al respecto. Aquello que no hagamos por nosotros mismos nadie más va a hacerlo, y ante la posibilidad de llegar a ganarnos la des-aprobación de los congéneres tenemos que valorarnos lo suficiente para que la falta de estima no nos haga colapsar ante las críticas y toda clase de presiones externas. Logramos ser felices por naturaleza cuando aprende-mos a querernos a nosotros mismos antes de salir a buscar y demandar el amor en las demás personas.

Naturalmente, este también es un camino lleno de peligros porque no de-bemos llegar a ser internamente tan sordos y tan ensimismados como para no escuchar y atender consejos y críticas bien intencionadas que pueden hacernos personas que nos aprecian y que obviamente nos enviarán seña-les de alarma ante la posibilidad de nuestra propia caída. En el proceso de abrirnos paso por la vida, los demás tienen una importancia significativa porque hasta la persona más desgraciada y sin la ayuda de su familia tuvo en algún momento a alguien en quién apoyarse, alguien que le brindó una oportunidad y que de algún modo guió su camino. A menos que se viva en una isla desierta o en algún paraje completamente deshabitado, nadie puede decir que no dependió de nadie para salir adelante. Por esto mismo, porque los demás tienen su importancia, tenemos que ser muy sigilosos en la manera de relacionarnos con ellos. En el camino de la felicidad el fin no justifica los medios y no debemos pasar por encima de los demás en busca de ella, sin el riesgo de fracasar. El límite de lo que podemos llegar a hacer en beneficio de nosotros mismos está determinado por la línea a partir de la cual existe la posibilidad de comenzar a perjudicar y dañar a los demás en términos de intención y acción. Podemos llegar como máximo hasta donde los daños o errores cometidos no perjudican a nadie más que a nosotros mismos.

Es necesario asumir adecuadamente las implicaciones de los procesos de socialización con el entorno y entender que incluso las relaciones estables

Page 88: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

88

LibrosEnRed

no tienen por qué verse como una relación para toda la vida y a prueba de todo. Así como la muerte física pone fin a los procesos biológicos de un cuerpo de tres dimensiones que cumplió su ciclo de vida, así la muerte de los sentimientos pone fin a procesos afectivos que ya cumplieron su razón de ser en el plano emocional. Así como la muerte, haga lo que se haga para evadirla, tarde o temprano llegará, así mismo todo aquello que ten-ga que terminar, terminará, sin importar cuánto se haga para evitarlo. Así como al muerto tenemos que dejarlo ir tranquilo sin estridentes muestras de llanto para dejarlo ir en paz, así mismo tenemos que aceptar el término de relaciones estancadas que ya no tienen sentido y que están mostrando claramente la necesidad de reorientar el rumbo de nuestros pasos. Aquí ni siquiera se trata de aceptar la realidad con la entereza de un buen per-dedor, sino de descubrir que la vida está llena de ciclos y de muertes de procesos que son ineludibles en el diario vivir, y de aceptar que antes que sufrir y lamentar, debemos aprender de ello lo que es propicio y dejar que los ciclos continúen.

4.13 CADA OVEJA CON SU PAREJA

“El problema no está en las diferencias, está en no poner con-ciencia en ellas, porque es crucial conocerlas y entenderlas para poder manejarlas”.

La ley según la cual los polos opuestos se atraen, funciona perfectamente en el comportamiento de la materia en la que no obran ciertos niveles de conciencia y, aunque también es aplicable a la atracción entre personas, no necesariamente genera buenos resultados. La razón de eso es que éstas se quedan esperando que la otra persona cambie, siendo que esa transforma-ción nunca va ocurrir, o no de forma definitiva, pues a pesar de la interac-ción, lo positivo sigue siendo positivo, y lo negativo sigue siendo negativo. Lo que sí es viable en el caso de las personas es la posibilidad de aprender mutuamente si se pone algo de voluntad en ello. La ley vendría siendo más ajustada al potencial de las personas en el sentido de que los polos opues-tos se “complementan”, considerando que en la mutua interacción está implícita la oportunidad de mejorar.

La sincronización de la mente y los sentimientos permite actuar con toda la sabiduría y sensatez requeridas para dejar de ser presos de las leyes físi-cas que actúan sobre la materia y comenzar a gozar de la libertad que es propia de los mayores niveles de conciencia. De ese modo podemos llegar

Page 89: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

89

LibrosEnRed

a ser individuos incomprendidos pero felices; aislados por propia voluntad, pero capaces de comprender al resto; de naturaleza incompatible con una gran mayoría, pero capaces de mantener relaciones sanas con las personas; conectados con una realidad, pero vivenciando otra mejor; o adoptando el mensaje que expresa el dicho popular según el cual “El águila no caza moscas” en el sentido de que las personas ya deberían estar preocupadas de cosas más trascendentales que desenredar la red que aún las tiene atra-padas en el plano de las emociones.

En todo caso, “Tiempo al pez, que picará alguna vez”, pues a cada quién va llegando en el momento adecuado y en las circunstancias propicias, las per-sonas, cosas, o situaciones que necesita en el camino que lleva al destino que debe vivir. No es necesario saberlo todo, solo es necesario desarrollar la capacidad de reconocer los mensajes del destino y descifrarlos lo antes posible sin perder la paciencia.

Page 90: Soledad ¿existe

90

LibrosEnRed

5. QUIEN TENGA OÍDOS QUE ESCUCHE

Ser desagradecido y ser humano, vienen siendo expresiones casi sinónimas, y todo, a causa de la concepción bajo la cual nada es suficiente y siempre hay algo mejor. La incapacidad para vislumbrar el límite a partir del cual un sencillo deseo se convierte en una desmesurada ambición, hace del hu-mano un eterno insatisfecho, incapaz de valorar en forma sensata y justa todo aquello que logra. El poder que tiene para llegar a la cúspide de la montaña más alta, el que lo ha llevado a explorar fuera del planeta, ese que lo engrandece como especie, no lo ha explotado como herramienta para reconocer la felicidad en donde realmente está. Tal vez el hecho de descubrir lo diminuto que es en el universo, lo lleva a ser diminuto a la hora de disfrutar, como si en vez de lograr develar la enseñanza y mensaje de los descubrimientos de afuera, lo oprimiera la errónea sensación interna de que no es nada.

Tiene algo de sabio aquel que puede hacerse el sordo ante palabras necias, pero es más sabio aquel que es capaz de identificar nítidamente aquello que resulta sensato, aquello que es propicio escuchar y aquello que puede transformarlo para bien. Los zapatos viejos son cómodos y los nuevos pue-den resultar rígidos y parecer inadecuados, pero siempre llega el momento en que no queda más alternativa que adquirir zapatos nuevos, aunque sea verdaderamente tormentoso hacerse a la idea de que los zapatos viejos ya no sirven más a su propósito. Sin embargo, a los zapatos nuevos sólo hay que darles un cierto tiempo para llegar a adoptarlos y necesitarlos tanto co-mo a los zapatos que hoy hay que tirar a la basura. Pero no hay peor sordo que aquel que no quiere escuchar.

5.1 LA SOLEDAD ES UNA NECESIDAD

La soledad es EL ENCUENTRO DE LA RAZÓN CON LOS SENTIMIENTOS, al que todo ser humano debe asistir periódicamente para resolver asuntos pendientes con su conciencia, o para efectuar una revisión de la intención de sus pensamientos, de la pureza de sus sentimientos, y del avance de sus acciones, en relación con los propósitos trazados como persona.

Page 91: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

91

LibrosEnRed

En la soledad está el campo de batalla que los guerreros deben pisar pa-ra poder reconocer, enfrentar y vencer los monstruos que atormentan la conciencia; y en ella, está el oasis donde se acude a beber agua fresca, a disfrutar de la sombra y a renovar las fuerzas para continuar a través del desierto; el campo de batalla está a un acto de voluntad, y el oasis se hace presente en todo momento de reflexión. Ella es el único camino directo a sí mismos con oportunidades para descubrir el sentido de todos los acon-tecimientos de la vida, para decidir qué tan importantes son las personas que están orbitando alrededor, y para prescindir de todo aquello que sea propicio desechar.

Aunque no sean interpretados propiamente como momentos de soledad por su corta duración, los altos en el camino, los balances personales, y cualquier momento de reflexión, siempre surgen de la necesidad de desco-nectarse y aislarse del entorno para ordenar los pensamientos, para depu-rar los sentimientos, y para tomar decisiones claves. Aunque haya personas presentes con la disposición de ayudar en los momentos críticos de mayor angustia, dudas, y temores, la soledad representa una oportunidad de en-carar más eficientemente las situaciones dolorosas o inquietantes y cerrar círculos con la posibilidad de salir lúcido, fortalecido, y renovado para con-tinuar el camino con una carga más liviana. En muchas ocasiones es mejor escuchar una sola voz, la propia voz, que escuchar las ensordecedoras y contradictorias voces que provienen de terceros.

Cuando las personas asocian a la soledad solamente con ausencia de seres humanos en momentos en que lo único que verdaderamente anhelan es poder compartir con otras, entonces la soledad se trata más bien de un rechazo hacia sí mismas, o de una auto negación, o de la incapacidad de disfrutar consigo mismas el placentero juego de la valoración de su propia presencia. En ese plano, a lo que tienen miedo es a lo que pueden des-cubrir de sí mismas, o experimentan un sentimiento de desagrado por lo que aprecian en el espejo, y entonces con mayor razón, tienen que hacer una reevaluación, una limpieza, y una reconstrucción del nivel de estima. La soledad es el mejor escenario para iniciar ese proceso porque desde ella pueden apreciar una buena recopilación de lo que ellas han sido, una buena imagen de lo que ellas son, y una buena perspectiva de lo que en adelante serán.

La soledad es una oportunidad para conocerse mejor, es quizá la posibilidad de estar fuera del alcance de las personas incorrectas, y tal vez una bendi-ción cuando se conoce menos a los otros que a sí mismos. La soledad es un destello de luz en la oscuridad que puede convertirse en una luz intensa y perenne, y más que una amenaza o una desgracia, es una necesidad de

Page 92: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

92

LibrosEnRed

todos los seres humanos que continuamente recuerdan que hay que mirar hacia atrás para unir los fragmentos de existencia y armar el rompecabezas de los días por venir.

5.2 NADIE TIENE LA OBLIGACIÓN DE CEDER

Para que una relación de pareja funcione uno de los dos NO tiene por qué bajar la cabeza, y si ambos tienen un carácter muy fuerte lo más probable es que si se respetan mutuamente, la relación funcione.

Aceptar que las relaciones de pareja se tienen que ajustar a un patrón de subordinación y dependencia como forma de garantizar su solidez y per-petuidad, es un error o, cuando menos, una injusticia. Aunque parece ser una realidad perceptible a simple vista, dado que casi siempre uno de los integrantes de la pareja tiende a la obediencia para evitar la discordia, una relación basada en ese patrón está condenada al fracaso más temprano que tarde. No es posible perpetuar con acierto y mutua satisfacción una relación de pareja en la que el integrante dócil se somete a la voluntad del dominante. El individuo en condición de subordinado cultiva sentimientos de torpeza, inseguridad, e insuficiencia, y la suma de esas sensaciones pue-de transformar el amor en un profundo sentido de dependencia y necesi-dad del otro, ó convertirse en un lento pero gradual alimento de profundos rencores. Por otro lado, el individuo dominador difícilmente llegará a cono-cer en forma íntegra a la persona que somete, nunca la hace efectivamente feliz, y su propia felicidad está representada sólo en la sumisión del dócil.

En el complejo escenario de esta interacción de opuestos, un porcentaje elevado de las posibilidades de continuidad y duración de una relación está ligado a la evolución de las respuestas del integrante subordinado y, muy particularmente, de su nivel de auto estima. A menor nivel de estima de quien se somete, mayores posibilidades de perpetuar un vínculo de sub-ordinación y sumisión, pero el amor propio ha ido ganando terreno y la mayor cantidad de rupturas en las relaciones de pareja no se debe a una menor moral o a una mayor falta de compromiso de las generaciones más recientes, sino al auto reconocimiento del derecho a exigir equilibrio en el ejercicio de la autoridad dentro de las relaciones de pareja. Ya no se trata de escoger a una persona de acuerdo a la naturaleza de su carácter, sino en transformarse en una persona dispuesta a respetar la voluntad del otro siempre que la otra persona demuestre criterio suficiente para ejercerla. Ya quedaron atrás las generaciones excesivamente conservadoras en las que el doble estándar era la válvula de escape para liberarse de las presiones

Page 93: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

93

LibrosEnRed

sociales intensas, porque un fracaso sentimental podía dejar secuelas por toda una vida y era imperativo disimular los errores, disfrutar de la vida a ocultas, y aparentar una conducta intachable. En el presente, ya nadie su-fre tanto por lo que piense o diga el vecino, las personas piensan más en sí mismas, y como víctimas, pueden encarar a sus victimarias más democráti-camente ante todo acto que atente contra los derechos individuales.

En nombre del amor, nadie tiene la obligación de ceder, ni nadie tiene de-rechos sobre otras personas; y en nombre de la estabilidad y la continuidad de un vínculo, el respeto y la consideración son prácticas más efectivas que la costumbre de imponerse sobre la voluntad de la pareja. Ni la belleza fí-sica, ni la capacidad económica, ni el brillo académico, ni el talento de otra persona, deberían cegar a alguien al extremo de convertirlo en una per-sona capaz de seguir a otra en forma incondicional soportando extremos. Solamente el amor propio manifestado de manera equilibrada debería ser la mejor herramienta para medir la capacidad que tiene otra persona para imponerse cuando tiene la razón, ceder cuando no la tiene, y reconocer cuando no lo sabe.

5.3 LOS ERRORES EN NOMBRE DEL AMOR

El amor ha sido convertido por los seres humanos en sinónimo de pecado cuando por alguna razón no han querido o no han podido aceptar que en realidad no hay tal amor, pero NO ES EL AMOR EL CAUSANTE DE LOS PECADOS que se cometen en su nombre, sino las fallas de la personalidad, reforzadas por los miedos y estimuladas por el egoísmo.

Es curioso observar que casi todas las personas fallan en las mismas cosas en las relaciones de pareja, que casi todas abusan en forma excesiva del tiempo que comparten al comienzo de la relación, que casi todas continúan viendo rivales y enemigos en las ex parejas de la pareja, que casi todas sienten ce-los por el tiempo que demandan los amigos y amigas de la pareja, que casi todas quisieran disfrutar libremente de un romance aislado del mundo y de los problemas, etc. Casi nadie parece darse cuenta de que es muy dañina para la relación la obsesión de estar juntos la mayor cantidad de tiempo posible, dejando prácticamente de lado la vida y las responsabilidades que cada quién tiene por separado. Cuando la realidad toca a la puerta y exige que las personas se hagan responsables de sí mismas y de sus compromisos, entonces comienzan los disgustos por las dificultades para coincidir en los horarios para compartir. En la vida hay que dosificarlo todo para que no cause adicción o para que no produzca hastío, y al comenzar una relación

Page 94: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

94

LibrosEnRed

hay que estar juntos sólo el tiempo necesario para que se mantenga la ma-gia y el tiempo conveniente para que no se altere bruscamente la vida de cada quién.

Las manifestaciones de celos hacia personas que hicieron parte del pasado de la pareja es una postura inmadura ó inútil. Inmadura, cuando no per-mite entender que lo que en realidad existe entre algunas ex parejas es una desvanecida y olvidada pasión que se ha transformado en una amistad consolidada y fuerte que seguramente va a sobrevivir el embate de los años y en la que nada tiene que ver el sexo. Inútil, cuando se pretende combatir contra el fuego que todavía existe entre dos personas y quizá lo más seguro es que la persona víctima de los celos es quien está en el lugar equivocado gastando energías en tratar de conquistar a una persona que tiene sus ojos puestos en otra. Hay algunas cosas que son muy caras y es mejor renunciar a ellas antes de intentar pagar el precio que tienen porque en cualquiera de los dos casos se sufre sin necesidad y casi por gusto.

La amistad es uno de los sentimientos más puros que existen porque hay mayores demostraciones de confianza y de incondicionalidad, de modo que al combatir o competir contra las amistades de la pareja se pueden ganar las batallas pero no la guerra. Entonces, sea cual sea el final del romance, los amigos siempre van a estar presentes en el escenario y quizá sea mejor tenerlos de aliados que de enemigos. Además, cuando los amigos de la pa-reja no son dignos de los afectos es probable que con el tiempo la pareja tampoco, en vista de aquél refrán según la cual “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Dos seres humanos no deben pretender estar solos en una isla para vivir su romance lejos de la influencia de los demás porque finalmente el aburri-miento y la intolerancia serán mutuos y ambos extrañarán mucho a todas las personas que querían fuera del alcance de la vista.

5.4 EN LA GUERRA Y EN EL AMOR NO TODO ESTÁ PERMITIDO

Todas las estrategias y maquinaciones en las que se incurre para poner trampas y capturar a la presa, sosteniendo la bandera de cupido en el fren-te de batalla, son evidencias de la FALTA DE DIGNIDAD y de ese utilitarismo extremo según el cual el fin justifica los medios.

La frase según la cual “En la guerra y en el amor todo es permitido” debe-ría reescribirse y expresar que “En la guerra y en el amor siempre quedan víctimas”. Así, tal vez nadie se sienta victorioso con la manipulación que

Page 95: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

95

LibrosEnRed

hace del destino de las demás personas o, quizá, nadie se vuelva víctima de arrebatos o caprichos que puedan convertirse en una obsesión perso-nal que busca materializar a costa de lo que sea. Ninguno sabe hasta qué punto transforma para bien o para mal la vida de los demás con conductas livianas u objetivos renunciables, pero algunos por ahí creen o sienten que hay desafíos personales en asuntos verdaderamente irrelevantes.

No es justo ver a la pareja como a un objeto o como a una pertenencia exhi-biéndola como trofeo y/o tratando de sacar el mejor provecho material de ella, no es lícito mentir y levantar falsos testimonios para lograr propósitos fundamentados solamente en egoísmos y en ambiciones sin sentido, no es loable abusar de la credulidad y de la seudo inteligencia de las personas fáciles de engañar, y es estúpido olvidar que las acciones siempre tienen consecuencias. Pero como para algunos el asunto no es precisamente di-lucidar si algo es justo, ilícito, admirable, o estúpido, a los demás les toca reaccionar con algo de sabiduría y al menos creer que el tiempo es el me-jor aliado. A quien sale victorioso de una guerra en nombre de “la paz” le comienza su cuenta regresiva para ser derrotado y relevado, y a quien sale airoso de las malas artes en nombre del “amor” le comienza también una cuenta regresiva hacia en momento en que deberá probar de las propias medicinas que receta.

Los seres humanos no han superado el hábito a actuar en forma muy liviana cuando se trata de inclinarse por el lado fácil de las cosas, son dominados por la tendencia a romper las reglas de juego cuando ven disminuidas las que consideran sus libertades, y cualquier asomo de moral o de filantropía, queda reducido a cero cuando quedan comprometidas sus emociones. En la valentía para la guerra, o en el excesivo coraje para defender el amor, solamente quedan demostradas la debilidad y la falta de capacidad para abordar las situaciones con acciones más inteligentes y más llenas de sensi-bilidad. Resulta muy fácil cegarse y encontrar verdaderas motivaciones para actuar de forma precipitada y equivocada cuando las situaciones ameritan de más reflexión, astucia y valentía, que las que son requeridas para una guerra; parece intrascendental actuar como el más estúpido de la especie cuando se lucha por amor mediante enfrentamientos, engaños, y mentiras; y ni por instantes se reflexiona acerca de lo rastrero y poco digno que en verdad es, eso de lograr apoderarse del amor mediante acciones oscuras y peligrosas.

Siempre que el ser humano se incline por lo más fácil, obtendrá lo peor; siempre que se incline por la acción más violenta, al final lamentará todo lo que perdió para ganar muy poco; y siempre que luche en forma extrema e irreflexiva por el amor de otro ser humano, cuando mucho probará migajas

Page 96: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

96

LibrosEnRed

de un cuerpo, pero nada obtendrá de la esencia que lo deslumbró y lo ce-gó. Nadie logra verdaderamente algo que no le pertenece.

5.5 EL AMOR A PRIMERA VISTA NO EXISTE

Lo que existe es la ATRACCIÓN A PRIMERA VISTA por un asunto de sime-trías y estética y por el comportamiento químico que desencadena la par-ticipación del olfato. Nadie tiene claro con exactitud como funciona, pero todos saben que ocurre.

La historia humana está llena de fatídicos amores a primera vista que se constituyeron en tortura y desgracia para los flechados. La atracción a pri-mera vista no fue suficiente para garantizar la frágil promesa de relación sólida y duradera que nada ni nadie podría destruir. Tal vez un pasado cues-tionable, o la falta de principios, o el hastío que produce la abundancia, o el riesgo que hay en la confianza en aquello que se presume seguro, o la negligencia al no alimentar continuamente los sentimientos con las debidas atenciones, o quizá mil y una explicaciones consistentes, precipitaron una y otra vez el término de aquellas que parecían las relaciones perfectas y apa-rentaban ser cuentos de hadas, pero que de amor tenían muy poco.

La lógica puede anticipar éxito en las relaciones, el corazón puede derro-char palpitos pletóricos de júbilo, y la intuición puede ser asertiva en tér-minos de vislumbrar una relación armoniosa y duradera, pero el amor o al menos su demostración, es algo que se hace evidente sólo en la práctica y no en palabras o simples intenciones. La atracción a primera vista puede su-frir su primer traspié al momento de consumar un encuentro sexual y dejar en evidencia algunas incompatibilidades o nichos de insatisfacciones que pueden pasar desapercibidos sólo al comienzo. Tal vez la atracción a prime-ra vista era sólo la promesa de una fabulosa amistad pero las personas se confundieron y entendieron las cosas de otro modo.

Si el problema no es la compatibilidad sexual de todas formas un buen sexo no es la solución definitiva a los problemas cuando hay un constante abismo entre los puntos de vista, los planes a corto plazo, y las metas futu-ras; y ese buen sexo es menos relevante cuando cada acción es motivo de desacuerdo o censura y termina en una poderosa pelea por apoderarse de la razón; y hasta el sexo más placentero es totalmente inútil cuando la falta de madurez y de inteligencia emocional termina por hacer de las mejores intenciones los peores agravios y se logra finalmente todo lo contrario a lo que se buscaba. El amor a primera vista es una simple quimera en la que las personas caen ante la secreción de las hormonas y entonces obedecen a la

Page 97: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

97

LibrosEnRed

química del primer encuentro sin conocerse verdaderamente y sin descubrir el potencial de afinidades.

El amor a primera vista no existe porque un momento cautivante y mara-villoso que no tiene una historia y un presente con qué alimentar un ma-ñana, no es amor, sino una simple posibilidad de que surja con el tiempo. La atracción puede ser el comienzo de una historia de amor duradero sólo si las personas involucradas tienen la madurez suficiente para aspirar a se-mejante empresa. De otro modo, no deja de parecerse a una simple inte-racción de opuestos que finalmente no transforma a nadie y sólo lo hace partícipe de las consecuencias de las diferencias de polaridad.

5.6 EL ENAMORAMIENTO ES RECURRENTE

EL PRIMER AMOR ES NADA MÁS QUE EL PRIMERO y los que le siguen pue-den ser mejores y más intensos, pero el primero es inolvidable, del mismo modo que es inolvidable cada primer momento de algo que transforma a las personas para siempre y que no necesariamente es bueno.

Ese concepto según el cual sólo se ama verdaderamente una vez, o nadie se enamora dos veces, es una simple creencia sin fundamento. Aunque de ma-nera distinta, las personas se enamoran muchas veces en la vida y pueden enamorarse incluso de dos personas diferentes a la vez. Esto último puede tener muchos inconvenientes, pero no es absurdo, porque así como no hay personas perfectas, no hay personas tan llenas de buenos atributos que puedan evitar que su pareja fije vista hacia los lados aunque sea por una simple curiosidad y sin intenciones extremas de infidelidad. El primer amor es quizá el más hormonal, el más ingenuo e inocente, el más tierno y, por eso mismo, puede dejar un sabor de eterna nostalgia, pero es el producto de una etapa que debiera superarse. El primer amor es una respuesta a los nacientes impulsos de complementarse en el plano afectivo sexual, pero está ligado también a los planos del idealismo en donde todo debería ser armonía y felicidad eterna sin mayores esfuerzos. Pero hasta los impulsos más puros se calman cuando se sacian y la convivencia real pocas veces tiene fiel concordancia con lo que se anhela, y ante eso, sólo sobrevive la madurez necesaria para entenderlo y soportarlo.

Las personas se enamoran tantas veces como encuentren algo que maravi-lle y mantenga el encanto por un tiempo, tantas veces como llegue alguien y traiga consigo la magia de algo que les gusta o les está faltando y tantas veces como el corazón les permita abrigar la esperanza de que ha llegado la persona apropiada. A la inocencia del primer amor le sobrevendrá la mayor

Page 98: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

98

LibrosEnRed

madurez de los siguientes y la estabilidad de los últimos, y unos tras otros, irán trayendo algo nuevo y enseñando algo distinto que permanecerá sólo por el tiempo que sea necesario. Descartando que las personas sólo tengan la intención de flirtear y tener relaciones sexuales con la mitad del planeta, podría decirse que es factible que se vayan enamorando de aquellas perso-nas que la vida va poniendo en su camino para cerrar un círculo ya desgas-tado e iniciar otro con mayor vitalidad y energía.

Afortunados aquellos que en sus primeros intentos encontraron aquella persona con quién compartir toda una vida y en todas sus facetas, sin tener que enfrentar una ruptura como alternativa más conveniente para no des-truirse mutuamente. Afortunados también quienes han tenido que poner término a una relación deteriorada, estancada y sin futuro, pero siguen con la llama viva y las posibilidades de probar una y otra vez con otra persona hasta que encuentran otra más apropiada. Pero más afortunados quienes no viven con esa obsesión y en esa búsqueda y van disfrutando a plenitud todo cuanto la vida va poniendo a su paso, recibiendo aquello que se les da, y entregando sin resistencias todo aquello que tienen para dar.

Afortunados quienes pueden comenzar desde cero una y mil veces, enamo-rándose cada vez que la vida plantea nuevos caminos, nuevas circunstan-cias y nuevas personas, sin olvidar las buenas lecciones del pasado, con la disposición para asimilar las enseñanzas del presente, y con la energía para resolver las encrucijadas del futuro.

5.7 EL AMOR DE PAREJA NO ES ETERNO

En el universo todo se transforma y tiende hacia la forma más conveniente en todo sentido. EL AMOR TAMPOCO ES ESTÁTICO E INMUTABLE, puede adoptar otras formas y seguir siendo manifestado incluso en modos no previstos al comienzo.

Las cosas no tienen por qué seguir siendo del mismo modo, las personas pueden cambiar de parecer, y cualquier situación puede alterarse por com-pleto de la noche a la mañana. Aún así, en medio de dilemas y multiplicidad de posibilidades, pretendemos que el amor de pareja permanezca inalte-rado y vaya vigilado por un camino sin desvíos, dando de baja mediante cualquier medio disponible a todos los obstáculos que tratan de oponerse a su grandeza. Sin embargo, aquello que nació como un amor hormonal y apasionado, puede llegar a convertirse en un amor sereno y fraterno, y cre-cer hasta alcanzar la cima de la incondicionalidad sin renunciar a la libertad que le debe caracterizar. Nadie sabe si lo que comenzó como una promesa

Page 99: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

99

LibrosEnRed

de amor eterno llegará efectivamente a cumplirse del mismo modo que se ambicionó, o si tendrá que someterse a pruebas de ajuste que transformen el sentimiento inicial en algo más creíble y perenne que un juramento pre-maturo y pretensioso.

No deberían hacerse juramentos, ni promesas, ni convenios de clase alguna, cuando las personas no se conocen a sí mismas lo suficiente y desconocen la naturaleza que asomará ante el surgimiento de adversidades, conflictos y debilidades. Las convicciones de valentía pueden durar hasta el momento de enfrentar el peligro y salir huyendo, y las historias color de rosa pueden durar hasta que aparecen los defectos, los problemas, los desacuerdos, las tentaciones y los egoísmos. Y aunque exista el más firme propósito de cum-plir la palabra, no es suficiente con la voluntad ni con las buenas intencio-nes si existen vulnerabilidades y debilidades que puedan quedar a merced de los enemigos ocultos representados en los egoísmos y envidias ajenas.

El amor de pareja no es el ejemplo más puro de amor entre todos los tipos de amor que un ser humano puede sentir porque hay de por medio muchos factores sociales y mercantiles que distorsionan su esencia. Predominan los intereses materiales, el anhelo de seguridades y certezas, los convencio-nalismos y puede haber una peligrosa subordinación de la individualidad. Considerando todos estos factores se puede entender que el amor de pare-ja es un sentimiento muy fácil de desvirtuar y corromper si las personas no tienen posturas sensatas al respecto.

El hecho es que resulta muy difícil saber acerca de las verdaderas inten-ciones de una persona, y por lo tanto, además de no hacer promesas, es prudente no creer en las promesas de otras personas. Las promesas deben tomarse como una idea aproximada de lo que otra persona tiene la inten-ción de cumplir cuando todavía no sabe si va a poder lograrlo, de tal mane-ra que podamos entenderla y perdonarla si jamás las cumple.

Si hay algo en lo que no se debe creer, es en las promesas de amor eterno. El amor tiene muchas caras y mil formas y puede transformarse incluso en odio, dependiendo de las debilidades, las necesidades y las verdaderas in-tenciones de quien lo promete.

5.8 LA FIDELIDAD ES UNA UTOPÍA

La fidelidad es una consecuencia de estar enamorado, pero SE PUEDE ES-TAR ENAMORADO Y CAER EN LA TENTACIÓN, y si alguien se sobrepone a la tentación de todos modos ya pecó por intención. Nadie pierde el sentido

Page 100: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

100

LibrosEnRed

del gusto por el hecho de tener una pareja y las oportunidades de caer son pan de cada día.

Si el enamoramiento ocurre muchas veces y el amor de pareja no es eter-no, entonces la infidelidad es el indicio del comienzo del fin y los ejemplos abundan a diestra y siniestra en la vida real. En todo caso, no es algo tan sencillo de tipificar y clasificar porque cada ser humano puede tener una suma de razones, o incluso no tenerlas, para caer en la infidelidad. Por gusto, por desquitarse, por debilidad ante la belleza, por falta de com-prensión, por simplicidad y egoísmo de la pareja, por deseo de aventurar y probar sensaciones nuevas, por romper la rutina, por no dejar escapar las oportunidades, por el gusto de sentirse objeto sexual, por inclinación hacia lo prohibido, por tentar al destino, por poner a prueba la energía y vitalidad, por satisfacer necesidades básicas no saciadas, por realizar fanta-sías no realizadas, por problemas mentales, etc. Desde la motivación más simple hasta la razón más compleja, la evidencia es que el ser humano no es una máquina de fidelidad, al menos en términos sexuales.

Entonces, para qué pedir peras al olmo, sobre todo, si nadie está libre de caer y el mundo está lleno de tentaciones. La fidelidad no es un patrón habitual en el ser humano, razón por la cual nadie puede jactarse de man-tenerla, ni puede exigirla con gran vehemencia. Ninguna persona que no tenga suficiente respeto por sí misma se va a poner en el trabajo de respe-tar a su pareja.

Cuando no se satisfacen las expectativas que se tienen con una pareja y la monotonía se instala en el panorama habitual, es posible que la infidelidad sea una forma poco directa y descarada de comenzar a decir adiós. Cuando una persona sigue estando enamorada y cae en lo que simplemente termi-nará considerando un error, entonces se puede pagar un precio alto si no se medita lo suficiente antes de equivocarse. Pero, si antes que pensar en la pareja, las personas meditan en los riesgos para sí mismas, entonces es factible que por auto cuidado no cometan excesos innecesarios y frecuen-temente peligrosos, en vista del efecto que puede llegar a tener la promis-cuidad sobre la salud física y mental, y sobre la convivencia familiar.

Sin embargo, el ser humano se deja llevar por impulsos y abusa excesiva-mente de la buena suerte, o se confía demasiado, y siempre que hace algo que trasgrede los dictados de su conciencia, simplemente lo hace mientras ruega interiormente por salir bien librado de la situación y por no ser des-cubierto. Ni los más inteligentes escapan al juego sucio de las tentaciones y los impulsos, de modo que la fidelidad seguirá siendo sencillamente una utopía.

Page 101: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

101

LibrosEnRed

5.9 EL SEXO NO ES AMOR

Se nota la carencia de amor en las relaciones humanas, pero el sexo abun-da, es incluso motivo de comercio y puede llegar a cruzar el umbral de lo patológico. EL SEXO ES UN ACTO CARNAL ANIMAL impulsado por una mayor demanda de placer, o estimulado por sobre ofertas en el mercado, dando paso reverencial a la infidelidad y a la promiscuidad.

El amor como sentimiento puro es armónico y benéfico, y el sexo como parte de ese sentimiento es solamente una maravillosa consecuencia sin viceversa porque no funciona invirtiendo los actos. Para tener sexo no es imprescindible una pareja porque sexo se tiene con cualquiera y por lo tan-to no es un acto exclusivo de enamorados. Como el ser humano tiene la facilidad de equivocarse, puede distorsionar y mal interpretar el amor de pareja reduciéndolo a simple sexo, pero el sexo como única demostración del amor no resuelve los problemas de la falta de amor y solamente los pos-pone. Un amor que merezca llamarse amor es inofensivo, no daña a nadie, y podría prescindir del sexo en un momento dado; pero el sexo como tal, que no es ni siquiera producto del amor, tiene potencial destructor.

El “amor de pareja” tiene demasiadas flaquezas y no es un sentimiento su-ficientemente apto para garantizar una vida sexual plena porque, aunque pueda hablarse de “cierta pureza de sentimientos”, cabe la posibilidad de asociarlo con relaciones sexuales relativamente simples en las que el sexo puede llegar a reducirse a una demostración de impulsos controlados y de-centes a la hora de “hacer el amor”. Esto, porque usualmente se mira a la pareja con cierto respeto y en caso de que existan ciertas demandas no sa-tisfechas, puede ser que tampoco exista la confianza para pedirlas. Es más fácil desinhibirse con desconocidos o con amantes, o pagar por un servicio específico.

Al hacer referencia exclusiva al sexo se puede llegar a hablar incluso de mor-bosidad y de excesos a través de los cuales queda en evidencia su lado comple-tamente animal, dejando la certeza de que los sentimientos nada tienen que ver con eso. Algo se sabe de los extremos a los que puede llegar una persona cuando no controla los impulsos y deja salir ese lado oscuro que obviamente a todos avergüenza y del que se procura el más estricto secreto. Si los seres humanos perdieran el dominio de la libido y manifestaran espontáneamente toda su lujuria, los animales vendrían siendo mucho más decentes.

El sexo es el ineludible mecanismo que tiene una especie con dos géne-ros separados y complementarios, para perpetuarse. Los seres humanos, en particular, descubrieron para su gran beneplácito que se trata de una fuen-

Page 102: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

102

LibrosEnRed

te inigualable de gratificación a través del cuerpo y de los ávidos órganos de los sentidos, en forma independiente de su destinación reproductiva. El amor sólo hace falta, y ojalá que en verdad lo haya, cuando el sexo tiene como consecuencia el comienzo de la existencia de una nueva criatura por-que esa es la única forma en que el sexo puede situarse a la altura del amor, aunque no lo sea.

5.10 EL AMOR DE PAREJA NO ES AMOR

Es posible llegar a creer en Dios y descubrir el amor por su creación, del mis-mo modo en que se cree en el amor de los padres por los hijos aunque sea un amor negligente, pero EL AMOR DE PAREJA ES UN INVENTO DEL SER HUMANO, como parte de todos los convencionalismos que ha ido creando para satisfacer sus necesidades.

No es un mal invento pues es parte de la estructura social y de los modos establecidos como los ideales y los correctos, pero es un invento. El hecho de que existan dos sexos con la responsabilidad en la propagación de la es-pecie no los obliga a estar juntos y a vivir bajo reglas de juego que también fueron inventadas por humanos. Para perpetuar la especie no es indispen-sable que dos individuos se declaren enamorados, se juren amor eterno, y se prometan fidelidad mutua; y para gratificarse mutuamente y calmar el deseo sexual, tampoco es indispensable que vivan bajo un mismo techo y bajo condiciones impuestas por alguno o algunos que quisieron darle ca-rácter de propiedad privada a otro ser humano y decidieron que había que hacer contratos para refrendarlo.

Lo que se cataloga como amor de pareja, y tal como lo vivencian los seres humanos, es un sentimiento egoísta y potencialmente cruel, y así como el amor de madre puede llegar a ser sobre protector, y el amor de amigo perjudicialmente tolerante, el de pareja puede llegar a ser el más insano y destructivo de todos. Nadie ve a los hermanos o a los amigos como a una propiedad, pero a la pareja sí; a otras personas dignas del afecto se les per-donan muchos errores que a la pareja no; en la pareja se suele depositar menos confianza que en un amigo; y muchas veces se le hacen exigencias que quien exige no tiene intenciones de corresponder. Todo esto es el ori-gen de muchos conflictos que poco tienen que ver con el concepto amor y por eso el supuesto amor de pareja se parece más a un negocio, o a una táctica para alimentar el ego y lograr ciertos propósitos.

El mundo está lleno de víctimas de algo que siempre se ha confundido con amor, pero que en realidad se le parece poco, y básicamente, porque las

Page 103: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

103

LibrosEnRed

personas le han dado más importancia a ese sentimiento que al amor pro-pio. El “amor” de pareja es muy parecido a una enfermedad producto de desequilibrios químicos que hacen fluctuar a los afectados entre el éxtasis y depresión en una especie de trance, llegando a ocasionar un caos de grandes proporciones en prácticamente todo el organismo, en medio de un proceso bioquímico que no dura eternamente y cuyo efecto termina con el paso del tiempo. Ese “incorrectamente denominado” amor no es eterno, no desde la perspectiva bioquímica, neurobiológica, genética, y evolutiva de los seres humanos, y por tal razón, hay que estudiarlo desde una perspectiva cientí-fica para entenderlo mejor y poder aceptar que ese “amor” está destinado a desvanecerse a causa de la naturaleza química del ser humano.

Pero como ese sentimiento pasajero tampoco es una enfermedad, lo más apropiado es denominarlo como “comportamiento humano no perenne y con intensidad decreciente en el tiempo, causado de estímulos externos”. El enamoramiento, o desregulación, es el éxtasis temporal que se siente a causa de un desequilibrio químico con efectos benéficos y gratos en el es-tado de ánimo. Como todos los desequilibrios tienden hacia el equilibrio, entonces le sigue el obvio proceso de desenamoramiento (regulación) du-rante un período en el que no deberían tomarse decisiones importantes para el futuro.

5.11 LA EVOLUCIÓN DE LOS SENTIMIENTOS

Si todo evoluciona, NO HAY RAZÓN PARA QUE EL SER HUMANO SIGA SIEN-DO UN PRIMITIVO que se deja llevar por impulsos. Como su inteligencia es la más desarrollada de los seres del reino animal es absurdo que no apren-da de la experiencia colectiva y como goza de la capacidad de sensibilizarse y perdonar, es cuestionable que siga acumulando tantos odios contra sus mismos congéneres.

Los objetivos siempre están al alcance de quien tiene voluntad para em-prenderlos, desea lo suficiente los resultados, y hace todo lo que buena-mente está a su alcance para lograrlos. Quienes se vean agotados en su empeño siempre tienen a quién acudir en busca de reafirmaciones o, al menos, tienen muchos ejemplos notables en la historia humana. Eso que es tan general aplica también para el comportamiento humano y para los vínculos de pareja, de modo que nadie tiene excusa para sentirse una víc-tima de los demás y hacerlos responsables de las propias equivocaciones. Cuando una relación de pareja falla, cada involucrado tiene la mitad de la culpa, y a cada quién le corresponde responsabilizarse de su parte.

Page 104: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

104

LibrosEnRed

Todo paso en la vida tiene sus riesgos y cuando se inicia una relación de pareja lo primero que se debe aceptar es que hay dos resultados posibles y, por lo tanto, hay que asumir cualquiera de los dos con la misma naturalidad con la que se afronta algo que es previsible. Si todo sale bien, fantástico; si todo sale mal, también; porque algo de bueno tiene que haber en que no funcione y sólo hay que descubrirlo. La perfección no existe en este mun-do y es normal que los problemas surjan, pero hay dos alternativas para abordarlos. Si se afrontan con toda sensatez de parte y parte, y se resuel-ven, maravilloso; si se evaden y se dilatan, también; porque ha llegado el momento de convencerse de que no hay un verdadero interés ni nada qué rescatar para bien de ambos.

Una relación depende de dos y los cambios en las actitudes de la pareja son claves para predecir la continuidad de la relación. Si los cambios son para mejor, estupendo; si no son para mejor, también; porque ha llegado la hora de entender que se ha cumplido un ciclo que no debe continuar para no caer en un círculo vicioso, o en un romance tormentoso. Es muy tonto persistir con una persona que ya no es la misma. Con el paso del tiempo las prioridades cambian y no todo tiene que ser igual que al comienzo. Si es po-sible adaptarse a las nuevas situaciones que vayan surgiendo, fabuloso; si no es posible hacerlo, también; porque a veces las personas necesitan aislarse, reflexionar, renovarse y cambiar de rumbo. No tiene nada de malo admitir que ya se cumplió un objetivo y que tal vez es hora de emprender otros.

Con la misma entereza con la que se afrontan las pérdidas materiales, con la misma resignación con que hay que dejar que un hijo elija su propio camino, y con la misma sabiduría con que se aceptan las leyes de la natu-raleza, hay que asumir que una pareja puede decir adiós o morirse. Si es imperativo llorar un rato para desahogarse no hay pecado en ello, pero no tiene sentido llorar por toda una vida y lamentar por todo lo que pudo ser y no fue. Hay que aprender a cultivar el desapego de tal modo que se pueda valorar y disfrutar al máximo todo lo que se tiene en el momento en que se tiene, para no recriminar y añorar cuando ya no existe. Los recuerdos deberían ser algo reconfortante y lleno de gratitud en vez de constituirse en motivo de amargura y decepción.

5.12 LA VERDADERA RELACIÓN DE PAREJA

Se dice que con los amigos no se tienen relaciones sexuales, concepto que una gran mayoría considera válido desde el concepto de la amistad. Si esa misma mayoría pudiera aceptar que LA VIDA SEXUAL ACOMPAÑADA POR

Page 105: Soledad ¿existe

SOLEDAD ¿Existe?

105

LibrosEnRed

UNA VERDADERA RELACIÓN DE AMISTAD es la combinación perfecta para describir a una pareja, entonces esa amistad con ventaja estará en el cami-no de llamarse amor.

Los amigos son más tolerantes, más transparentes, más leales, menos sus-ceptibles y son depositarios de una gran confianza. Si una pareja pudiera llegar a ser como es un amigo, habría menos conflictos, menos insultos, menos agravios, menos solitarios a la fuerza, menos historias macabras y menos romances malogrados a causa de los egoísmos, la desconfianza y el irrespeto que abundan en las relaciones de pareja. El día que los amigos, y no propiamente las parejas, sean lo que hagan escenas de celos, la huma-nidad entera habrá dado lo que es un pequeño salto en la manifestación del amor, pero cada quién habrá dado un gran salto en su plano de acción individual y tendrá más ordenado su mundo emocional. Todavía le faltará mucho por aprender, pero estará más cerca de no reprobar como especie.

No se trata de que sean más superficiales o liberales, pero si los humanos abrieran más sus mentes y sus corazones, es decir, fueran menos tontos y menos egoístas, se percatarían de que aquellas situaciones que se afrontan con más naturalidad están más cerca de resolverse de forma más adecuada. Si nadie se inflamara de ira al descubrir que su pareja tiene amante, podría sacar mejores conclusiones y tomar mejores decisiones al respecto. En un estado más reposado y de forma no muy descabellada, la víctima del agra-vio tal vez podría llegar a pensar que las relaciones sexuales extras de su pareja tienen un lado bueno y una razón de ser. Al infractor, por su lado, puede ser que su infidelidad le sirva para descubrir que lo que le ofrece el mercado no es mejor que lo que tiene en casa, o quizá sólo le sirva pa-ra consumar un acto con cierta intensidad pero carente de amor y por lo mismo carente de futuro y quizá perdonable. En un contexto así, aunque obviamente sin aceptar y sin avalar la falla de la pareja, el agraviado actúa con mayor dignidad, puede descubrir la verdad subyacente tras el acto, y es muy posible que sus reclamos ante la falta sean menos extremos, más armónicos, y más reveladores acerca del verdadero estado de las relaciones que existen como pareja. En el fondo, estaría mirando la realidad a través de la lente de la inteligencia, sin egoísmos y sin violencia extrema.

Se supone que el amor de pareja, si de verdad merece llamarse así, tiene la capacidad de perdonar los errores que se cometen en perjuicio de la rela-ción de forma análoga a como una madre entiende, perdona, y orienta en las equivocaciones de los hijos, o en forma similar a la amistad, en la cual se puede no estar de acuerdo con el amigo y hacérselo notar de la forma más severa, pero sin deteriorar la amistad. En la verdadera relación de pareja tiene que existir la capacidad para asimilar las imperfecciones de la pareja,

Page 106: Soledad ¿existe

Gricelio Martin

106

LibrosEnRed

tanto como los defectos y las equivocaciones. De no ser así, es más adecua-do comenzar a planear una vida de ermitaño porque no abundan personas perfectas dispuestas a tener una verdadera relación de pareja.

5.13 ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?

Los trasplantes de corazón podrían significar que en el corazón retirado se desechan también todos los sentimientos de la persona y que una vez finalizada la operación la persona con corazón de reemplazo adquiera los sentimientos del donante del órgano, pero no es eso lo que precisamente se aprecia en esos eventos. Entonces, si EL AMOR NO ESTÁ EN EL CORAZÓN FÍSICO, ¿Dónde está?

Los inmunosupresores que se recetan son para que el organismo receptor no rechace un órgano extraño, ó, ¿Serán también para suprimir los senti-mientos del donante del órgano de modo que se puedan seguir manifes-tando los antiguos sentimientos del receptor? Parece ser que los afectos que manifiesta la persona sometida al trasplante siguen estando presentes, lo que haría pensar que las personas realmente quieren con el cerebro. ¿O No? En todo caso, el cerebro no puede trasplantarse y seguir siendo la mis-ma persona. ¿O Sí?

Hay cosas que son obvias y otras que son confusas, pero hay preguntas que denotan la ignorancia de las personas, o la falta de fe en sí mismas. Los se-res humanos buscan explicarlo todo, quieren saber el origen, la naturaleza, y la finalidad de todos los fenómenos que reconocen, pero se hacen pre-guntas inútiles y no tienen respuestas para preguntas básicas de sí mismos y de su vida diaria.

El ser humano debe emplear su mente para que la ciencia y tecnología se destinen a mejorar la calidad de vida, sin jugar a Dios, sin anteponerse a la naturaleza y sin pretender eternidad en el plano físico porque la ciencia pue-de acercar a la mayor de las ignorancias y conducir al aniquilamiento de la especie; debe enfocar sus sentimientos bajo la intención de auto mejorarse, velando en todo momento por la tranquilidad de conciencia y por la erradi-cación de los egoísmos porque en nombre del amor se pueden cometer los más grandes daños a los semejantes y a sí mismos; y debe dirigir sus accio-nes permitiendo que los demás tengan conocimiento sobre los propósitos y detecten en todo momento la naturaleza de las intenciones porque las cer-tezas individuales pueden poner en riesgo el bienestar colectivo. EN LA SIN-CRONIZACIÓN O RESONANCIA DE LOS PENSAMIENTOS, LOS SENTIMIENTOS, Y LAS ACCIONES, ESTÁ EL AMOR. Y donde hay amor, la soledad no existe.

Page 107: Soledad ¿existe

Acerca del autor

Gricelio MartinE-mail: [email protected]

Gricelio Martin se graduó en 1996 como Ingeniero Quí-mico de la Universidad Nacional de Colombia. Radica-do en Santiago de Chile, trabaja actualmente como gerente administrativo de una empresa del área de la salud. Desde hace algunos años, además, se empeña en dar vía libre a su mayor talento y vocación: la es-critura, con el ánimo de no desperdiciar habilidades de la forma en que lo hizo su madre, quien ha escrito siempre hermosas poesías pero se mantiene en el anonimato. Él, en cambio, escribe argumentaciones y críticas en torno de actitudes y modos de vida de los seres humanos y su aspiración como escritor es hacer extensiva a muchos la huella que ha dejado en algunas personas con quienes ha compartido preciosos momentos de su vida.

Page 108: Soledad ¿existe

Editorial LibrosEnRed

LibrosEnRed es la Editorial Digital más completa en idioma español. Desde junio de 2000 trabajamos en la edición y venta de libros digita-les e impresos bajo demanda.

Nuestra misión es facilitar a todos los autores la edición de sus obras y ofrecer a los lectores acceso rápido y económico a libros de todo tipo.

Editamos novelas, cuentos, poesías, tesis, investigaciones, manuales, monografías y toda variedad de contenidos. Brindamos la posibilidad de comercializar las obras desde Internet para millones de potencia-les lectores. De este modo, intentamos fortalecer la difusión de los autores que escriben en español.

Nuestro sistema de atribución de regalías permite que los autores obtengan una ganancia 300% o 400% mayor a la que reciben en el circuito tradicional.

Ingrese a www.librosenred.com y conozca nuestro catálogo, com-puesto por cientos de títulos clásicos y de autores contemporáneos.