Sociedad Civil, Alexander

5/13/2018 Sociedad Civil, Alexander - slidepdf.com

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SOCIEDAD CIVIL

JEFFREY C. ALEXANDER

DEFINICI6N

Virtualmente, cada concepto importante en las cien-

cias sociales es el resultado de un impresionante pro-

ceso de secularizaci6n, un proceso que se desarrolla a

partir de la experiencia practica: desde los apremios

(a menudo abrumadores) de los conflictos morales, eco-

n6micos y politicos hasta !legar al mundo intelectual delos debates conceptuales, a la disputa entre paradig-

mas, a los programas de investigaci6n y a los debates

empfricos. Por supuesto que aun despues de haberse

realizado esta transici6n, tales conceptos retienen aso-

ciaciones morales y politicas significativas y tarnbien,

por supuesto, siguen siendo muy discutidos. Lo que

cambia es el terre no del debate, ellugar donde se pro-

duce tanto la discusi6n como el acuerdo sobre ellos.

Despues de todo, el campo intelectual tiene su propia

especificidad caracteristica.

Este proceso -es facil advertirlo- dio lugar a la

creaci6n de conceptos tan aparentemente "clasicos"

en la ciencia social como los de clase, estatus, raza, par-

tidos, religi6n y secta. Mas recientemente, podemos

observar un proceso similar de secularizaci6n con la

aparici6n de conceptos como genero, sexualidad e iden-

tidad. En este momento, el concepto de "sociedad ci-

vil" esta atravesando por un proceso de secularizaci6n

semejante. Por segunda vez esta idea ha irrumpido en

el discurso intelectual desde el tumulto de la vida po-

lftica y social. Una vez mas, debe redefinirse concep-

tualmente para que pueda ser materia de un analisis

moral mas disciplinado y de la ciencia social empfrica.

En este ensayo sugerire que la sociedad civil se ha

concebido de tres modos tfpico-ideales. cada uno de loscuales ha remplazado al anterior en un momento his-

t6rico. Despues de situar hist6ricamente estos tipos

ideales -principal mente en terrninos de sus relacio-

nes con el "capitalismo"- y evaluarlos tc6ricamente,

introducire un modele analitico de la relaci6n entre la

sociedad civil y otros tipos de esferas institucionales

que componen la sociedad; sugerire que solo a partir

de la comprensi6n de las "relaciones fronterizas" entre

las esferas civiles y las no civiles podremos transfor-

mar la noci6n de sociedad civil de un concepto norma-

tivo a un concepto "real", que pueda ser estudiado de

un modo cientffico.

HISTORIA, TEORfA Y cnrnc»

La sociedad civil I: inclusividad y sacralizacion

Es bien conocido que, en su forma moderna, posme-

dieval y poshobbesiana, la "sociedad civil" entr6 en la

comprensi6n social hacia fines del siglo XVII con los

escritos de figuras como Locke y Harrington (V. Selig-

man, 1993). EI concepto de sociedad civil, tal como

fuera desarrollado subsecuentemente por los moralis-

tas escoceses -especialmente Ferguson y Smith-, porRousseau, por Hegel y, quizas usado energicamerite

por ultima vez, por Tocqueville, era una noci6n inclu-

siva, un concepto muy amplio usado para referirse a

una pletora de instituciones fuera del Estado. Precisa-

mente este concepto inclufa el mercado capitalista y

sus instituciones, pero tambien 1 0 que Tocqueville lla-

maba "religion voluntaria" (las denominaciones pro-

testantes no establecidas), las asociaciones y organiza-

ciones publicas y privadas, todas aquellas formas de

relaciones sociales de cooperaci6n que creaban lazos

de confianza, la opinion publica, los derechos e insti-tuciones legales y los partidos politicos.

Es importante notar que, en este primer periodo de

su cornprension modema, la sociedad civil (SC I) estaba

impregnada de una fuerza moral y etica caracteristicas.

Como ha mostrado Hirschman (1977) en The Passionand Interests, las cualidades "civilizadoras" asociadas

a la sociedad civil se extendieron hacia el propio mer-

cado capitalista, sus contratos, comercio, circulaci6n de

mercancias y dinero, sus comerciantes y la propiedad

privada. Identificada en estos terminos como le douxcommerce, el proceso y las instituciones del mercado

capitalista fueron concebidos positivamente -al menos

por los pensadores progresistas de la epoca- como

una ayuda para producir las cualidades asociadas con

la paz intemacional, la tranquilidad dornestica y la

creciente participaci6n dernocratica.

El capitalismo fue considerado como generador de

autodisciplina y responsabilidad individual, 1 0 que ayu-

dab a a crear un sistema social antitetico del aristocra-

tico, donde la etica caballeresca subrayaba las proezas

individuales, tfpicamente las de tipo militar, y las jerar-

quias de estatus se mantenian por la fuerza hegem6-

nica. Hirschman demuestra, por ejemplo, que los traba-

jos de Montesquieu expresan un alto grado de orgullo

etico por el capitalismo en esta fase temprana. En estemismo sentido, la famosa e influyente Autobiografia de

Benjamin Franklin, llena de vanas autocomplacencias

y que identifica la virtud publica con la disciplina y la

propiedad de la vida de mercado, es otro ejemplo impor-

tante de un tipo mas popular y mas burgues, aunque

quiza no menos literario.

EI caracter moral y etico, decididamente positivo,

atribuido a la sociedad de mercado sufre una profun-

da transformaci6n en la primera mitad del siglo XIX.

EI desarrollo de la fase industrial del capitalismo ori-

gin6 la absoluta superaci6n de aquella famosa fabula

de Mendeville que comparaba la cooperaci6n capita-

lista con la de las abejas. Tal como Hirschman cuentala historia, la asociacion peyorativa del capitalismo

con el utilitarisrno inhumano.Ta dorninacion y la ex-

plotacion surgio en un primer momenta entre los eco-

nomistas politicos radicales britanicos, como Hodg-

kins, en las decadas de 1820 y 1830. A principio de los

cuarenta del siglo XIX, Marx se encontro con esta lite-

ratura maniquea y la dot6 de una teoria econ6mica y

sociol6gica sistematica. A pesar de que su voz fue, con

mucho, la mas importante desde el pun to de vista teo-

rico.r hlstoricamenre -s610 fue-unaentre-rnuchas, ya

que el odio incipiente al capitalismo, su identificaci6n

con todas las maldades de la dominaci6n feudal, fue

expresado por un gran cora de utopistas, socialistas y

republicanos.Es notable que los nuevos industriales capitalistas y

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Jeffrey C.Alexander

su sequito de portavoces liberales no retrocedieran anteesta nueva vision del capitalismo como una fuerza anti-social. la cual, blandiendo la doctrina del laissez [aire,mas bien de un modo antismithniano, parecfa tenercomo divisa: "[Ia sociedad debe ser condenadal" No exis-te mejor representaci6n de esta creciente autocorn-prensi6n del antagonismo entre el "rnercado" malvadoy egofsta y la sociedad. en el sentido colectivo y moral,que ellibro de Polanyi The Great Transformation (1950),

un libro que sirvi6 en la posguerra para perpetuar losgrandes malentendidos que estoy abordando aquf.

La sociedad civil 1/: reduccionismo y profanacion

En la teoria social, esta honda transformaci6n de la

moral y la identidad social del mercado capitalista tuvoun efecto funesto para la sociedad civil. Como 1 0 puntua-lizara por primera vez Kean (1988). las connotacionesde este fecundo concepto se estrecharon drasticarnen-teoDespojandola de sus lazos cooperatives, dernocrati-cos. de asociaci6n y publicos, esta segunda versi6n de la

sociedad civil (sc II ) la vinculaba peyorativamente s610con el mercado capitalista. Tal reducci6n se reflej6 ycristaliz6 de un modo especial mente claro e influyenteen los escritos de Marx entre 1842 y 1845. A partir de en-tonces, la sociedad civil fue considerada no s610 uncampo para el juego de los intereses privados y pura-mente egofstas, sino tambien una "superestructura",una arena politica y legal que constituia un camuflajepara la dominaci6n de las mercancias y de la clase ca-pitalista. Para Marx. el capitalismo industrial parececomponerse s610 de mercados, grupos formados porlos mercados y los Estados; de esta manera, la sociedad_~n su.sentido moraly-colecti-vo- se disuelve. Marxpensaba que s610 los lazos de cooperaci6n (surnergi-dos y reprimidos) establecidos por la clase trabajadoraen el proceso de producci6n pod dan ser la base parauna organizaci6n social cohesionada colectivamente.No es sorprendente que en esta situaci6n social e in-

telectual de mediados del siglo XIX el concepto de so-ciedad civil pronto haya desaparecido como e1ementoimportante de la teo ria social. pues se trataba unica-mente de un eplfenorneno del capitalisrno, y par 10tan-to. la sociedad civil ya no era necesaria. ni intelectualni socialmente. En ese contexto y ante los estragos delcapitalismo industrial. la atenci6n -tanto social como

intelectual- se desvio hacia el Estado. La igualdad sus-tantiva, mas que la formal. salto a primer plano; perdie-ron importancia los temas de la participacion demo-cratica y la Iibertad que antes habian sido concebidoscomo inherentes a la igualdad en sus otras formas.Surgieron fuertes teortas del Estado, tanto entre radi-cales como entre conservadores. y la regulaci6n buro-cratica apareci6 como el unico contrapeso a la inesta-bilidad y a las crueldades de la vida de mercado. Lamovilidad. la pobreza y el conflicto de clase se convir-tieron en los principales topicos de las nacientes cien-cias sociales, tanto en la teorfa como en la investlgacion,En la filosofta politica y social. las teorfas del contrato

y el utllltarismo, asl como el acento neokantiano en lajusticia en terrninos de racionalidad formal y de orga-nizacion, alcanzaron prominencia a expensas de las in- -vestigaciones eticas acerca de los requerimientos de la"buena vida".

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La enorme dis torsion que se produjo en este siglo entorno a las relaciones entre sociedad civil y capitalismoha tenido lamentables consecuencias. A1 identificar lasociedad con el mercado, los ideologos de la derechaargumentaban que el funcionamiento efectivo del ca.pitalismo dependerta de la disoluci6n de los con trolessociales. Los ideologos, anclados en el supuesto de qUela sociedad civil es el mercado privado y que los procs.sos economicos producirian par sf mismos las instinj,

ciones necesarias para promover la democracia y elrespeto mutuo, habian disuelto, sin escrupulos mora-les, las instituciones publicas que ayudaban .a Costa-lizar la solidaridad social mas alla del mercado. Noobstante. si para la derecha la identificacion entre so-ciedad civil y capitalismo sugerfa la abolici6n de lasociedad, para la izquierda sugerfa la abolici6n del mer-cado y de la propiedad privada misma. Si la civilidad y

la cooperaci6n habian sido pervertidas y distorsio-nadas por el capitalismo, este debia ser abolido pararestaurar aquellas, En esta tarea, el "gran Estado" seconvertia en el principal aliado de la izquierda, y losmovimientos progresistas se asociarian no s610 con la

igualdad sino con un control burocratico formal y.frecuentemente, autoritario.Como es bien conocido. en la ultima decada una se-

rie de hechos culturales y sociales ha creado las condi-ciones para la renovacion del compromiso intelectualcon la sociedad civil. Desde el punto de vista econornico,la teorfa del "gran.Estado" haperdidosu prestigio apartir del fracaso de la productividad de las economfasdirigidas, y desde el punto de vista politico y moral. conla caida del comunismo de Estado y de los regimenesburocratico-autoritarios. Dentro de las ciencias socia-les existe ahara un mayor interes par los lazos infer-males. las relaciones intimas. la confianza, los procesosculturales y simbolicos y las instituciones de la vidapublica. Dentro de la filosofia moral y politica se ha pro-ducido no s610 un regreso a las teorias de la dernocracia,sino -a partir de la influencia de un renovado interespor Aristoteles, Hegel y el pragmatismo- un retorno alas investigaciones herrneneuticas sobre los mundos devida asociados a las comunidades y las culturas locales.

La sociedad civil III: dijerenciacion analitica y realismo

Estos desarrollos te6ricos y los procesos sociales de

los que ellos informan y son reflejo nos han permitidocomprender a la sociedad civil de una manera mas cla-ra que nunca antes. En forma mas precisa y especificaque la idea abarcadora =-inclusiva y totalizadora- dela SC I. mas general e incluyente que la asociacion re-duccionista y estrecha de la sc II. actualmente existe uncreciente reconocirniento y un gran interes por la so-ciedad civil como una esfera que es analiticarnente in-dependiente y. en varios sentidos, empiricamente dife-renciada no s610 del Estado y del mercado, sino tambiende otras esferas sociales.Con esta sociedad civil !II (sc rn), asl entendida. se

hace mas claro que las anteriores concepciones vineu-

laron erronearnente la sociedad y el mercado, tanto me-diante el individualismo (su surgimiento). como con elsentido colectivo de la obltgacion social (su declina-ci6n). EI individualismo (vease, por ejemplo. Taylor.1989) como fuerza moral. realidad institucional y con-



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junto de practicas de interaccion ha tenido una largahistoria en las sociedades occidentales. Existe un back-ground no econornlco en el individualismo que puedeapreciarse en la herencia cultural de la cristiandad consu acento en la inmortalidad del alma. la conciencia yla confesion: en la autoconfiguracion del Renacirnien-to; en la importancia que dio la Reforma a la relacionindividual con Dios; en la deificacion de la razon indi-vidual que hizo la Ilustracion, y en la restauraci6n de

la expresividad individual que realiz6 el romanticismo.Las instituciones que recompensan y modelan la indi-vidualidad deben ser rastreadas desde las garantias le-gales inglesas a la propiedad privada en el siglo XI. losparlamentos medievales que distinguen la especifici-dad del feudalismo occidental. y las nuevas ciudades in-dependientes que surgieron en los ultirnos tiempos delMedievo y tuvieron un gran papel hist6rico hasta laaparici6n de los Estados absolutistas. En otras pala-bras. las practicas econornicas del mercado capitalistano inventaron Ia moral (0 inmoralidad) individualista;mas bien. esas practicas deben ser vistas como- indi-cadores de una nueva especificacion e lnstitucionaliza-

cion del individualismo junto con otras fonnas nuevasde la organizacion social. como la actividad de las sec-tas religiosas, la democracia parlamentaria de masas yel amor romantico,Tal como el individualismo en sus fonnas morales y

expresivas precede. sobrevive y. desde luego, rodea alindividualismo instrumental y autoorientado institu-cionalmente en el mercado capitalista, asi procede laexistencia de la "sociedad". Como ha mostrado Marga-ret Somers (1993). los lazos civiles y la compulsion delas obligaciones hacia la comunidad de otros eran par-te de la estructura fundamental de muchas pequefias

ciudades britanicas antes de la aparicion de la vida ca-pitalista conternporanea. Como sugieren los escritosde Leah Greenfield (1992) y Rogers Brubaker (1996).la noci6n de un "pueblo" basado en un linaje com tin.en la comunidad como etnos, forme las primeras bases

para una concepcion de la nacionalidad particularista yeticamente ligada, por 1 0 men os desde el siglo xv. Laspracticas egotstas, impersonales y moralmente irrespon-sables del temprano capitalismo industrial no fueronimpedidas por cierto tipo de movimiento "proteccio-nista" que creciera misteriosamente de la nada, como

Polanyi parece afinnar en su descripci6n de la reac-cion a la "sociedad de rnercado". AI contrario, este mo-

vimiento proteccionista que actuaba en nombre de la"sociedad" surgio precisamente porque en la vida so-cial occidental ya existtan reservas no individualistas y

de antimercado fuertemente institucionalizadas y cul-turalmente detenninadas. De estas fuerzas, como hamostrado mas recientemente Patrick Joyce (1991). erna-naron las protestas contra el capitalismo en nombredel "pueblo".Como sugiere este breve exam en historico, la socie-

dad civil y el capitalismo deben ser conceptuados enterminos fundamentalmente diferentes. La sociedadcivil debe ser concebida (Alexander. 1997) como una

esfera solidaria en la cual cierta clase de comunidaduniversalizada viene a definirse y. hasta cierto punto, areforzarse. La opinion publica muestra el grado en queexiste esta comunidad solidaria; adernas, ella posee suspropios codigos culturales y sus narrativas en un idio-rna dernocratico, esta configurada a partir de un con-

Sociedad civil

junto de instituciones peculiares, las mas notables delas cuales son las periodfsticas y las jurfdlcas, y se hacevisible a traves de un conjunto caracterfstico de prac-ticas interaccionales. como civilidad, igualdad, criticis-mo y respeto.· Esta clase de comunidad civil no puedeexistir solo por sf misrna, sino en funcion de sus rela-ciones. Esto es asf porque ella esta siempre interco-nectada e interpenetrada con otras esferas mas 0 me-nos diferenciadas, las cuales tienen sus propios criterios

de justicia y sus propios sistemas de gratificaciones.No hay razon para preferir alguna de esas esferas nociviles sobre las otras. La economfa, el Estado, la reli-gion. la ciencia, la familia. cada una de estas esferas di-ferenciadas de actividad constituye una caracterfsticadefinitorla de las sociedades modernas y posrnoder-nas. No estamos en una sociedad capitalista mas de 1 0

que estamos en una sociedad burocratica, una secu-lar. una racional 0 una civil.

LiNEAS DE INVESTlGACION Y DEBATE CONTEMPoRANEO

En vez de tratar de reducir el sistema social contern-poraneo a la identidad de una de estas esferas, 1 0 quesugerirta, mas bien. es que comprendamos la diferen-ciacion social tanto como un hecho cuanto como unproceso y que estudiemos las relaciones fronterizas quese producen entre las esferas. Esto no significa aban-donar el proyecto de democracia e igualitarismo enar-bolado por la sc 1. Para articular esta relacion, usare elconcepto de sc II I para desarrollar un modele de 1 0 quellamare la relaci6n entre la esfera civil y las esferas nociviles. Concebido desde la relaci6n entre sociedades ci-viles. ernpezare por demostrar que la historia social del

"capitalisrno" puede ser iluminada precisamente enestos terminos,

Fronteras entre la esfera civil y las no civiles.Revision del problema del "capitalismo"

Se puede hablar de las relaciones fronterizas entre laesfera civil y las no civiles en terminos de facilitacionde lnsumos, intrusiones destructivas y "reparaciones":civiles. Las tensiones que se producen en la fronterapueden distorsionar severamente la sociedad civil y

amenazar la posibilidad misma de una vida social efec-

tiva y dernocratica. Estas fuerzas distorsionadoras sonintrusiones destructivas: frente a ellas, los actores e ins-tituciones de la sociedad civil pueden hacer reparacio-nes por la via de buscar regular y refonnar 1 0 que ocurreen esas esferas no civiles. No obstante. tal interpene-trad6n entre subsistemas puede ocurrir de otra forma.ya que tam bien algunos de los bienes y fonnas socia-les producidos por otras esferas facilitan realmente larealizacion de una vida mas civil. Los teoricos y politi-cos conservadores -por no mencionar a las elites delas propias esferas no civiles- se inclinan a subrayaresos insumos facilitadores de las esferas no civiles enla creaci6n de una buena vida social. Los liberales y laizquierda radical estan mas inclinados a acentuar lasintrusiones destructivas que esas interpenetracionesocasio nan y las reparaciones que tienen que hacersecomo resultado de elias. En el esfuerzo de teorizarde manera generalla relaci6n entre la sociedad civil y



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otros tipos de instituciones sociales. ninguno de los nornico, sino tarnbien en la sociedad. En otras pala.lados puede ser ignorado. bras. la relativa asimetrfa de recursos inherente a laEl que la esfera econ6mica en su forma capitalista vida econ6mica se traduce en proyecciones ace rca de

facilite de manera importante la constituci6n de una la competencia 0 incompetencia civil. A menudo es di.sociedad civil es un hecho hist6rico y sociol6gico que ficil para aquellos que no tienen logros econ6micos. 0

no debe ser negado. Cuando una economfa se estruc- riqueza, comunicarse efectivamente en la esfera civil. re-tura por los mercados, se estimula la conducta inde- cibir completo respeto por parte de sus institucionespendiente, racional y autocontrolada. Por esta raz6n reguladoras e interactuar con otras personas mas exi.los primeros intelectuales del capitalismo, desde Mon- tosas econ6micamente de forma completamente civil

tesquieu hasta Adam Smith. vieron la sociedad de mer- (Sennett y Cobb. 1972). Finalmente, el poder materialcado como un antfdoto sereno y civilizador contra las como tal. el poder ganado en el terreno econ6mico muyglorias militaristas de la vida aristocratica. En parte a menudo se torna una base efectiva e inmediata para

tarnbien por esta misma raz6n las sociedades salidas los debates civiles (vease Walzer. 1983). A pesar de querecientemente del comunismo han confiado su nacien- la profesionalizaci6n del periodismo ha separado late democracia a la creaci6n de sociedades de mercado. propiedad de los medios de su control efectivo. los ca.Mas atm. aparte del mercado, la industrializaci6n por pitalistas pueden comprar peri6dicos (instituciones desf misma puede ser vista en un sentido positivo. La pro- comunicaci6n esenciales en la sociedad civil) y. por tan-ducci6n en rnasa, que crea un enonne suministro de to. influir fundamentalmente en la configuraci6n delbienes materiales baratos y accesibles, disminuye las campo social.diferenciaciones individuales y las marcas de estatus Independientemente del grado en que la sociedadque separan a ricos de pobres en economfas mas res- civil existe como una fuerza independiente, sus inte,

trictivas. Se hace cada vez mas posible para las masas grantes menos privilegiados tienen una presencia dual.

expresar su individualidad, su autonomfa y su igual- Ellos no son solamente miembros no exitosos 0 dorni-dad a traves del consumo y. al hacerlo, tomar parte en nados de la economfa capitalista, sino que tienen lala herencia simb6lica comun de la vida cultural. Asi, los habilidad para demandar respeto y poder con el argu-insumos facilitadores se producen tambien desde el mento de que su participaci6n en el terreno civil estalade de la producci6n. EI propio Marx fue de los pri- s610 parcialmente realizada. Mas aun, sobre la base delmeros en sefialar que las complejas fonnas del trabajo universalismo de la solidaridad de la sociedad civil.en equipo y la cooperaci6n necesaria en las empresas consideran que esas demandas deben encontrar unaproductivas pueden considerarse formas de socializa- respuesta. Ellos difunden sus exigencias a traves deci6n mediante las cuales las personas aprenden a res- las instituciones de comunicaci6n de la sociedad civil;. petal' y confiarensus eompafieros en la -esfera civil, .. -erganizan- movimientossociales que demandan el so-

En tanto la economfa capitalista provee a la sociedad cialismo 0 simplemente justicia econ6mica a traves decivil de facilidades tales como independencia, autocon- sus redes y espacios publicos, y crean organizacionestrol, racionalidad, igualdad, autorrealizacion, coopera- voluntarias como los sindicatos, que piden salarios mas

cion y confianza, las relaciones fronterizas entre estas justos para los empleados. Algunas veces usan su es-dos esferas no seran conflictivas y la diferenciaci6n es- pacio en la sociedad civil para confrontar directamentetructural producira tanto integraci6n como individua- a las elites y las instituciones econ6micas y logran obte-ci6n. Sin embargo. es claro para todos, mends para los ner concesiones de la negociacion cara a : ·cara. Otrasmas intransigentes defensores del mercado libre, que veces hacen uso de instituciones reguladoras como lala econornfa industrializada y de mercado ha introdu- ley y el sufragio para forzar al Estado a intervenir a sucido al mismo tiempo obstaculos al desarrollo del pro- favor en la vida econ6mica. Si bien estos esfuerzos y

yecto de la sociedad civil. En el lenguaje cornun de la reparaciones a menudo fallan, frecuentemente tarnbienciencia social estos obstaculos se han expresado en tienen exito en la institucionalizaci6n de los "derechosterminos de desigualdades econ6micas como divisi6n de los trabajadores". En esta situacion, se puede decirde clases, diferenciales de viviendas, mercados labora- que el criterio civil ha entrado directamente dentro deles duales, pobreza y desempleo. Estos factores s610 han la esfera econ6mica y capitalista: se prohiben las con-cristalizado en terminos sociales -esto es, como pro- diciones peligrosas en el trabajo; se proscribe la discri-

blemas sociales producidos por la dinamica de la opi- minaci6n en los mercados laborales; se limita la arbi-ni6n publica y los movimientos sociales (Alexander. trariedad de la autoridad econ6mica; se humaniza y1996)- porque han side vistos como intrusiones des- controla el desernpleo, y. finalrnente, la riqueza mismatructivas dentro del reino de 10 social. Los criterios se redistribuye de acuerdo con criterios que puedeneconomicos parecen interferir con los civiles. considerarse antiteticos de los estrictamente economicos.La estratificacion de los productos econornicos, tanto Este tipo de tensiones e intercambios en las relacio-

humanos como materiales, limita y polariza a Ia socie- nes fronterizas que he descrito aquf no deben ser en-dad civil y otorga un vasto campo al "discurso de la re- tendidos como si el capitalismo y Ia sociedad civil es-presion". el cua! contamina y degrada los fracasos econo- tuvieran superpuestos uno a la otra. S610 separandomicos. A pesar de que no existe una relacion inherente analtticamente sus dominios podremossacar algun pro-entre las fallas por alcanzar la distinci6n en el terre no vecho no s610 de la dolorosa herencia econ6mica deeconornico y las fallas por mantener las expectativas en los dos ultirnos siglos, sino tarnbien de las extraordina-la sociedad civil -Ia ausencia de conexi6n es el punto rias "reparaciones" que se han hecho a la sociedad co-

mismo de constituci6n de una esfera civil independien- mo respuesta. No hay duda, por supuesto, de que ente-. continuamente se haee esta conexi6n. Si usted es las relaciones fronterizas entre ]a econornfa capitalistapobre, frecuentemente sera considerado como irracio- y la sociedad civil el intercambio de insumos facilita-nal, dependiente y perezoso no s610 en el terreno eco- dores, las intrusiones destructivas y las reparaciones



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continuaran en el futuro. En ese proceso, los nuevost6picos relacionados con la econornfa -por ejemplo, lademocracia en los lugares de trabajo (Bobbio, 1987)-seran el foco de la agenda publica.

Sociedad civil

toria de Occidente, las intrusiones anticiviles que hereferido antes han side tan destructivas, que los movi-mientos sociales organizados para repararlas y losteoricos que han articulado sus demandas han llegadoa creer algunas veces que esos obstaculos son intrfnse-cos a la propia sociedad civil. Los socialistas han argu-mentado que la sociedad civil es esencial e irrevoca-blemente burguesa, que mientras existan mercado y

propiedad privada los participantes en el dominic eco-

Hasta aquf he tratado de separar a la sociedad civil y nomico no podran ser tratados de modo igualitario yel capitalismo; sin embargo, no basta con esa separa- respetuoso. De manera similar, las feministas radica-cion, tam bien es precisa una mejor conceptuacion del les han argumentado que la sociedad civil es inheren-peso de la economfa. Hay que objetar la identificaci6n temente patriarcal, que la misma idea de sociedad civildel "capitalismo" con la "sociedad", esto es, desafiar la es imposible de realizar en una sociedad en donde haymisma nocion de que la sociedad en la que vivimos familias que permiten que los hombres dominen a laspuede ser comprendida bajo la rubrica del capitalismo. mujeres. Analogamente, los sionistas han argumenta-Despues de todo, los mercados no son las unicas arne- do que las sociedades europeas son fundamentalmen-nazas a la vida civil dernocratica: ni siquiera se puede te antisemitas. Los nacionalistas negros han afirmadodecir que son las peores amenazas. Cada una de las que el racismo es esencial y que en el dominio civil deotras esferas no civiles han socavado la sociedad civil las sociedades blancas los negros estaran siempre yen diferentes epocas y modos. En los parses cat6licos, necesariamente excluidos.

los judios y los protestantes a menudo han side conce- Sobre la base de 10 aquf presentado, 10 que sugierobidos como no civiles y se les ha impedido una entrada es que esos argumentos radicales para la emancipa-com pieta a la vida civil. En la historia de la mayorfa ci6n desde la sociedad civil no son nunca ni ernpfri-de las sociedades civiles el poder patriarcal en la fami- camente exactos ni moralmente obligatorios. Debidolia se ha traducido directamente en una falta de esta- a que se trata de generalizaciones hechas a partir de 10tus civil para las mujeres. El poder cientifico y profe- que han side enrealidad unas relaciones fronterizassionalles ha dado poder a los expert os y ha exeluido a muy distorsionadas y opresivas, inducen a la falsa con-las personas comunes de una participacion plena en elusi6n de que la esfera civil inevitablemente tiene quediscusiones civiles vitales. Las oligarquias polfticas, tan-" serdistorsionada e-nesta forma. Desde esta base erro-to en las organizaciones privadas como en los propios nea, se imaginan sociedades ut6picas que rechazangobiemos nacionales, han usa do el secreta y la manipu- tanto el universalismo de la esfera civil como aquelloslaci6n para privar a los miembros de la sociedad civil conflictos de las relaciones fronterizas que son un re-de acceso a la informacion en torno a decisiones que sultado inevitable del pluralismo y la complejidad de

afectan su vida colectiva. La estructura racial y etica de la vida social dernocratica. La separaci6n del capitalis-las comunidades primordiales ha distorsionado la so- mo y la sociedad civil indica, entonces, la necesidad deciedad civil en formas terribles. reconocer la autonomfa relativa que existe entre la so-De hecho, la identificacion del capitalismo y la sociedad civil y otros tipos de esferas sociales, una auto-

ciedad civil es s610 un ejemplo de la superposicion re- norma relativa que algunas veces se manifiesta en in-duccionista y restrictiva de la sociedad civil a un tipo terpenetraciones muy destructivas, pero que tam bienparticular de dominic no civil. En el curso de la his- puede permitir efectos.altamentereparadores.

Relaciones [ronterizas no economicasentre las esferas civiles y no civiles

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