Sexismo entre jóvenes

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Tema del día Sexismo entre jóvenes Páginas 2 a 5 LUNES 2 11 DE FEBRERO DEL 2013 Conexión a internet: http://www.elperiodico.com El machismo juvenil multiplica su tiranía con el ‘smartphone’ Numerosos adolescentes se sirven del móvil para controlar a sus parejas todo el día VÍCTOR VARGAS LLAMAS BARCELONA S uena el móvil. Se repite el drama. Apresurada, activa el teléfono mientras la an- gustia se desborda una vez más. No suelen ser llamadas, sino mensajes, aprovechando los múlti- ples canales gratuitos disponibles. Y el repertorio es muy extenso, pero ella lo conoce sobradamente: cada día puede recibir varios centenares de señales acústicas como esa. La in- mensa mayoría proceden del mis- mo emisor. Un chico que le envía un pequeño texto para decirle, recla- marle, ordenarle cómo debe relacio- narse con su entorno. Es su pareja y, por eso, cree estar en el derecho de pedirle que se eche una foto y se la envíe para saber cómo va a ir vestida hoy. Y convencerle de que esa falda se la ponga mejor el fin de semana, cuando estén juntos. O mandarle que active en su smartphone una apli- cación con un servicio de geolocali- zación para saber dónde está su chi- ca en cada momento. E incluso pre- guntarle quién es el chaval al que ha añadido como amigo en Facebook. Son ejemplos reales de las prác- ticas abusivas detectadas en los úl- timos tiempos entre parejas adoles- centes. «A diferencia del machismo que se estilaba antes, con las nuevas tecnologías la presión es constan- te, 24 horas al día, 365 días al año», explica Alba Alfageme, coordinado- ra de la unidad de apoyo a la aten- ción de víctimas de la Conselleria d’Interior. «En las relaciones de no- viazgo de hace unos años las chicas se refugiaban al llegar a casa porque el principal vínculo con el exterior era el teléfono fijo y también podían descolgar sus padres. Ahora, ni si- quiera existe ese filtro. El novio con- tacta a través del móvil y puede ejer- cer un control casi total», detalla. FENÓMENO MUTANTE / Es pronto para establecer «con rotundidad» que el machismo ha aumentado entre los jóvenes, según la presidenta del Ins- titut Català de les Dones (ICD), Mont- serrat Gatell. Pero es evidente que, al amparo de las nuevas tecnologías, el fenómeno está en constante muta- ción. «Es una nueva forma de control NUEVAS HERRAMIENTAS DE DOMINIO EN LAS PAREJAS de los chicos sobre las chicas, hacien- do un uso negativo de estas herra- mientas», relata Gatell. Un estudio de las doctoras Esther Álvarez y Ka- rin Arbach, del Grupo de Estudios Avanzados en Violencia de la Uni- versitat de Barcelona, revela que el 57,2% de jóvenes encuestados cono- cían alguna pareja en la que existía violencia, y en la mayoría de casos (70%) eran amigos suyos. El proble- ma se agrava en este periodo porque son jóvenes que «carecen de recur- sos de resolución de conflictos», se- gún Arbach, por lo que muchas ve- ces recurren a métodos más agresi- vos como la única alternativa que aciertan a emplear «para gestionar situaciones novedosas, como el ini- cio de una relación amorosa». ROLES TRADICIONALES / «Es una violen- cia perversa y sofisticada porque im- plica una invisibilidad del control que se ejerce, casi siempre pasa des- apercibida para familia y amigos y evoluciona de forma gradual, ais- lándole de su entorno», revela Alfa- geme. Todo ello con la imprescindi- ble aquiescencia de ella, que permi- te a su chico husmear en su propio móvil. Y si se niega, él derivará la ba- talla psicológica a hacerle ver «que lo hace por su bien, porque la quie- re» y que es ella, con su negativa, «la que genera el conflicto», según la responsable de atención a las vícti- mas. Es imprescindible evitar que la adolescente se autoculpabilice y normalice prácticas abusivas que permiten a su pareja extender el control sobre su propia vida. «Hay que romper con los roles tradiciona- les de género, donde él domina y ella lo acepta», relata Erika Borrrajo, psi- cóloga de la Universidad de Deusto y experta en el fenómeno. Borrajo achaca el origen de estos estereoti- pos a creencias adquiridas por los menores en el cine, series de televi- sión y en su entorno más próximo. «Asumen falsas creencias, como si me manda tantos mensajes es porque se preocupa por mí, o si se pone celoso por- que chateo con otro es porque me quiere», dice la investigadora. Todos los expertos consultados comparten la necesidad de incidir en una intensa tarea pedagógica en Exigen a las chicas fotos y que activen el GPS para saber cómo visten y dónde están VÍCTIMAS DE VIOLENCIA MACHISTA Edad de las víctimas atendidas Protección de las adolescentes frente a la violencia sexista Chicas de 14 a 18 años que dicen haber sufrido daños infligidos por su pareja 0 a 17 3% 18 a 34 52% 30,3% 35 a 34 29% 45 a 54 11% 55 a 64 3% 65 y más 2% PROTECCIÓN INTERMEDIA 18,90% VÍCTIMA 4,96% BUENA PROTECCIÓN 76,14% DAÑO PSICOLÓGICO 14,0% VIOLENCIA SEXUAL 12,3% VIOLENCIA FÍSICA 4,0% NIVEL DE EXPOSICIÓN Fuente: Institut Català de les Dones Fuente: Departament d’Interior. Generalitat de Catalunya Fuente: Ministerio de Igualdad FOTOGRAFÍA: 123RF las claves Whatsapp, Facebook y Twitter son las vías más utilizadas por los jóvenes para tener contacto directo con sus parejas. Con la mensajería instantánea saben qué hace la chica en cada momento, allá donde esté. Y no deben sufrir por su bolsillo, ya que son servicios gratuitos. Por todo ello, es habitual el envío continuo de mensajes. 1 Tecnología gratuita y efecto inmediato Es un dominio psicológico, sutil, que suele pasar desapercibido para el entorno de la víctima en sus primeros estadios. Además, se da en unas edades en que los chicos aún construyen su personalidad y es fácil que carezcan de la madurez suficiente para identificar el fenómeno como un abuso real. 2 La dificultad de detectar el abuso Las nuevas tecnologías son una nueva forma en que se transmite la relación de poder entre los chicos. Pero ellos reproducen los roles que, en algún caso, ven en casa, en teleseries juveniles, películas e incluso canciones. Situaciones en que ellas esperan sumisas que sus parejas adopten las decisiones. 3 Las referencias, en casa y en el cine Alfageme explica que para cambiar la dinámica actual se requiere una tarea pedagógica «para reforzar los valores de igualdad», que durará años. Gatell subraya la importancia de que la familia fomente una relación de confianza con la joven para que no dude en recurrir a su entorno si le asaltan las dudas. 4 Tarea preventiva y acompañamiento

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Page 1: Sexismo entre jóvenes

Tema del día Sexismo entre jóvenesPáginas 2 a 5

LUNES2 11 DE FEBRERO DEL 2013Conexión a internet: http://www.elperiodico.com

El machismo juvenil multiplica su tiranía con el ‘smartphone’

Numerosos adolescentes se sirven del móvil para controlar a sus parejas todo el día

VÍCTOR VARGAS LLAMASBARCELONA

Suena el móvil. Se repite el drama. Apresurada, activa el teléfono mientras la an-gustia se desborda una vez

más. No suelen ser llamadas, sino mensajes, aprovechando los múlti-ples canales gratuitos disponibles. Y el repertorio es muy extenso, pero ella lo conoce sobradamente: cada día puede recibir varios centenares de señales acústicas como esa. La in-mensa mayoría proceden del mis-mo emisor. Un chico que le envía un pequeño texto para decirle, recla-marle, ordenarle cómo debe relacio-narse con su entorno. Es su pareja y, por eso, cree estar en el derecho de pedirle que se eche una foto y se la envíe para saber cómo va a ir vestida hoy. Y convencerle de que esa falda se la ponga mejor el fin de semana, cuando estén juntos. O mandarle que active en su smartphone una apli-cación con un servicio de geolocali-zación para saber dónde está su chi-ca en cada momento. E incluso pre-guntarle quién es el chaval al que ha añadido como amigo en Facebook. Son ejemplos reales de las prác-ticas abusivas detectadas en los úl-timos tiempos entre parejas adoles-centes. «A diferencia del machismo que se estilaba antes, con las nuevas tecnologías la presión es constan-te, 24 horas al día, 365 días al año», explica Alba Alfageme, coordinado-ra de la unidad de apoyo a la aten-ción de víctimas de la Conselleria d’Interior. «En las relaciones de no-viazgo de hace unos años las chicas se refugiaban al llegar a casa porque el principal vínculo con el exterior era el teléfono fijo y también podían descolgar sus padres. Ahora, ni si-quiera existe ese filtro. El novio con-tacta a través del móvil y puede ejer-cer un control casi total», detalla.

FENÓMENO MUTANTE / Es pronto para establecer «con rotundidad» que el machismo ha aumentado entre los jóvenes, según la presidenta del Ins-titut Català de les Dones (ICD), Mont-serrat Gatell. Pero es evidente que, al amparo de las nuevas tecnologías, el fenómeno está en constante muta-ción. «Es una nueva forma de control

NUEVAS HERRAMIENTAS DE DOMINIO EN LAS PAREJAS

de los chicos sobre las chicas, hacien-do un uso negativo de estas herra-mientas», relata Gatell. Un estudio de las doctoras Esther Álvarez y Ka-rin Arbach, del Grupo de Estudios Avanzados en Violencia de la Uni-versitat de Barcelona, revela que el 57,2% de jóvenes encuestados cono-cían alguna pareja en la que existía violencia, y en la mayoría de casos (70%) eran amigos suyos. El proble-ma se agrava en este periodo porque son jóvenes que «carecen de recur-sos de resolución de conflictos», se-gún Arbach, por lo que muchas ve-ces recurren a métodos más agresi-vos como la única alternativa que aciertan a emplear «para gestionar situaciones novedosas, como el ini-cio de una relación amorosa».

ROLES TRADICIONALES / «Es una violen-cia perversa y sofisticada porque im-plica una invisibilidad del control que se ejerce, casi siempre pasa des-apercibida para familia y amigos y evoluciona de forma gradual, ais-lándole de su entorno», revela Alfa-geme. Todo ello con la imprescindi-ble aquiescencia de ella, que permi-te a su chico husmear en su propio móvil. Y si se niega, él derivará la ba-talla psicológica a hacerle ver «que lo hace por su bien, porque la quie-re» y que es ella, con su negativa, «la que genera el conflicto», según la responsable de atención a las vícti-mas. Es imprescindible evitar que la adolescente se autoculpabilice y normalice prácticas abusivas que permiten a su pareja extender el control sobre su propia vida. «Hay que romper con los roles tradiciona-les de género, donde él domina y ella lo acepta», relata Erika Borrrajo, psi-cóloga de la Universidad de Deusto y experta en el fenómeno. Borrajo achaca el origen de estos estereoti-pos a creencias adquiridas por los menores en el cine, series de televi-sión y en su entorno más próximo. «Asumen falsas creencias, como si me manda tantos mensajes es porque se preocupa por mí, o si se pone celoso por-que chateo con otro es porque me quiere», dice la investigadora. Todos los expertos consultados comparten la necesidad de incidir en una intensa tarea pedagógica en

Exigen a las chicas fotos y que activen el GPS para saber cómo visten y dónde están

VÍCTIMAS DE VIOLENCIA MACHISTAEdad de las víctimas atendidas

Protección de las adolescentesfrente a la violencia sexista

Chicas de 14 a 18 años que dicen haber sufrido daños infligidos por su pareja

0 a 17

3%

18 a 3452%

30,3%

35 a 3429%

45 a 5411%

55 a 643%

65 y más2%

PROTECCIÓNINTERMEDIA

18,90%

VÍCTIMA

4,96%

BUENAPROTECCIÓN76,14%

DAÑO PSICOLÓGICO

14,0%

VIOLENCIA SEXUAL

12,3%

VIOLENCIA FÍSICA

4,0%

NIVEL DE EXPOSICIÓN

Fuente: Institut Català de les Dones

Fuente: Departament d’Interior. Generalitat de Catalunya Fuente: Ministerio de Igualdad

FOTOGRAFÍA: 123RF

EXPOSICIÓN A LA VIOLENCIA SEXISTA

El sufrimiento de ellas

Me ha culpadode provocar la violencia

que he sufrido1,40%

Ha difundido mensajes,insultos o imágenes mías

por internet o móvil sinmi permiso

0,79%

He recibido mensajesde internet o móvil que me

insultaban, amenazaban,ofendían...

1,40%

Me ha hechosentir miedo

2,71%

Ha intentado controlarhasta el más mínimo

detalle6,90%

Ha intentado aislarmede mis amistades

6,09%

Me ha hecho creerque no valía nada

2,18%

La he culpadode provocarmi violencia

1,18%

He difundido mensajes,insultos o imágenes

suyas por interneto móvil sin su permiso

1,02%

Le he hechosentir miedo 1,34%

La he intentadoaislar de amistades 1,97%

Le he hecho creerque no valía nada 0,98%

RESPUESTAS DE LAS QUE AFIRMAN HABER SUFRIDO MALTRATO

RESPUESTAS DE JÓVENES ENTRE 13 Y 18 AÑOS

La confesión de ellosRESPUESTAS DE LOS QUE ACEPTAN HABER EJERCIDO O INTENTADO UN MALTRATO

Le he intentado controlarhasta el más mínimo

detalle2,72%

He enviado mensajesde internet o móvil que

la insultaban, amenazaban,ofendían o asustaban

1,14%

las claves

Whatsapp, Facebook y Twitter son las vías más utilizadas por los jóvenes para tener contacto directo con sus parejas. Con la mensajería instantánea saben qué hace la chica en cada momento, allá donde esté. Y no deben sufrir por su bolsillo, ya que son servicios gratuitos. Por todo ello, es habitual el envío continuo de mensajes.

1Tecnología gratuita y efecto inmediato

Es un dominio psicológico, sutil, que suele pasar desapercibido para el entorno de la víctima en sus primeros estadios. Además, se da en unas edades en que los chicos aún construyen su personalidad y es fácil que carezcan de la madurez suficiente para identificar el fenómeno como un abuso real.

2La dificultad de detectar el abuso

Las nuevas tecnologías son una nueva forma en que se transmite la relación de poder entre los chicos. Pero ellos reproducen los roles que, en algún caso, ven en casa, en teleseries juveniles, películas e incluso canciones. Situaciones en que ellas esperan sumisas que sus parejas adopten las decisiones.

3Las referencias, en casa y en el cine

Alfageme explica que para cambiar la dinámica actual se requiere una tarea pedagógica «para reforzar los valores de igualdad», que durará años. Gatell subraya la importancia de que la familia fomente una relación de confianza con la joven para que no dude en recurrir a su entorno si le asaltan las dudas.

4Tarea preventiva y acompañamiento

Page 2: Sexismo entre jóvenes

ARSENAL PARA EL CONTROL

Invisibilidad Suelen pedir a la chica que su perfil en Facebook solo esté disponible para conocidos

Restricciones Otra demanda es que descarte las peticiones de amistad de chicos en redes sociales

Ubicuidad Whatsapp y otros canales permiten al joven saber cuándo esta conectada su pareja

11 DE FEBRERO DEL 2013 3LUNESSexismo entre jóvenes

Cambiar lasreglas del juego

Las nuevas tecnologías y las redes sociales son un nuevo escenario de si-tuaciones de violencia

entre los y las jóvenes. ¿Qué espe-rábamos, si no? Vivimos en una sociedad sexista. Una sociedad que prefiere deleitarse con dis-cursos alarmistas y en señalar víc-timas y verdugos en lugar de cam-biar las reglas del juego. La división entre sexos es uno de los fundamentos de organiza-ción y construcción social y, con-secuentemente, también un eje primordial para entender las re-laciones de poder. Desde antes de na-cer nuestro sexo (macho / hembra) condiciona cómo los demás se rela-cionan con noso-tros, qué expectati-vas nos proyectan, qué comporta -mientos nos atri-buyen... Así van pasando los días y nuestros bebés se convierten en ado-lescentes comple-tamente sexuados, llenos de hormo-nas pero también de estereotipos. ¿Y con qué nos encon-tramos en la ado-lescencia? Pues nos encontramos con unas personi-tas llenas de incer-tidumbres que ne-cesitan reafirmar su identidad, ha-ciendo de chicos bien masculinos y de chicas bien femeninas (con algunas excepciones, por suer-te), reproduciendo, incluso cari-caturizando, todo lo que les he-mos enseñado hasta la saciedad desde que nacieron. Debemos continuar trabajan-do en los mecanismos para de-tectar, intervenir y resolver las si-tuaciones de violencia entre los y las jóvenes, sobre esto no hay discusión. Pero no nos confunda-mos. Internet, los teléfonos mó-viles, los chats y las redes socia-les conforman nuevos espacios de comunicación y han genera-do nuevas formas de relación, pe-ro son el continente, no el conte-nido. La educación en el uso res-ponsable y adecuado de internet, los teléfonos móviles, etcétera es

Análisis

un reto y una responsabilidad que no podemos eludir. Pero esta no es la única cuestión. Vivimos en una so-ciedad sexista donde existe la violen-cia, con o sin nuevas tecnologías. Tenemos que coger el toro por los cuernos y decir las cosas por su nom-bre. Las campañas de prevención ti-po tolerancia cero o dispositivos de información y asesoramiento para detectar futuribles casos de violen-cia de género no han funcionado. Se han hecho muchas campañas, con muchos recursos y muy buena vo-luntad, pero la violencia de género no ha desaparecido.

Quizá podríamos empezar a pen-sar en cambiar las reglas del juego, en cuestionarnos de verdad la cons-trucción de los estereotipos asocia-dos a los sexos. Las mujeres son em-páticas, cariñosas, con una gran capacidad para el lenguaje y la co-municación y los hombres son ac-tivos, fuertes, valientes, van al gra-no y no pierden el tiempo en con-flictos emocionales ni sensibilidad. Mentira. Construimos las niñas en mujeres femeninas y los niños en hombres masculinos y todos son víctimas. Los encorsetamos en rela-ciones desiguales en que unos tie-nen que hacer de poderosos, listos y fuertes y las otras, de dulces, bonitas y espabiladas, y esto es doloroso pa-ra ambas partes. Esto es el sexismo, y este es el germen de la violencia en-tre los sexos. H

Núria Vallès PerisPROFESORA DE SOCIOLOGÍA

33 Una manifestante contra la violencia machista.

MIGUEL LORENZO

el ámbito familiar y escolar, con la inexcusable colaboración de las au-toridades. Es el momento en que co-rresponde a la familia preguntarse con espíritu crítico «cuál es el mejor momento para que sus hijos tengan un smartphone», revela Gatell. Ma-nuel Gámez-Guadix, psicólogo de la Universidad de Deusto, hace hinca-pié en la necesidad de hacer un «uso responsable de las nuevas tecnolo-gías». «Los adultos deben aprender a manejar, al menos a un nivel básico, estas herramientas. Y hablar a me-nudo con los menores, para empati-zar y trasladarles unas normas bási-cas de uso», resume Gámez-Guadix.

EVITAR LA CRONIFICACIÓN/ Los adultos y amigos de la víctima deben actuar al percibir alteraciones incuestiona-bles en su actitud. «La clave es cuan-do se aprecia que la chica ya no es li-bre para tomar sus propias decisio-nes», revela Gatell. Hay numerosos indicios: «Si desde que tiene un no-vio nuevo no sube fotos a Facebook, ni usa Twitter o si se agobia porque está en una zona donde no tiene co-bertura», detalla Alfageme a modo

de ejemplo. Para tratar de avanzarse a daños psicológicos e incluso a posi-bles formas de abuso físico y sexual, la Generalitat impulsa el programa Estimar no fa mal, dirigido a jóvenes, padres y profesionales de ámbitos que trabajan con chicos de 10 a 19 años y pueden actuar como agentes preventivos. Y si es la propia víctima quien reacciona y evita la cronifica-ción del fenómeno, no debe vacilar en compartir su inquietud con su entorno. O llamar al teléfono gratui-to 900 900 120, un servicio del ICD que garantiza el anonimato las 24 horas del día, y en el que psicólogos y abogados sabrán orientarle y deri-varle al servicio pertinente. Por supuesto, el trabajo preventi-vo no solo debe repercutir en ellas, si-no también en los chicos, para evitar que reproduzcan nuevas situacio-nes de abuso de poder. Y la responsa-bilidad de que los jóvenes asimilen valores de igualdad es un compro-miso que debe recaer sobre todos. «Es necesario un cambio de modelo –sostiene Alfageme–, porque no ol-videmos que el futuro de estos chi-cos es el de nuestra sociedad». H

Un estudio de la UB revela que el 57% de los jóvenes conocen parejas de su entorno con situaciones de violencia

Si la chica se planta, él manipula la situación hasta hacerle sentir culpable y minar poco a poco su autoestima

FOTOGRAFÍA: 123RF

EXPOSICIÓN A LA VIOLENCIA SEXISTA

El sufrimiento de ellas

Me ha culpadode provocar la violencia

que he sufrido1,40%

Ha difundido mensajes,insultos o imágenes mías

por internet o móvil sinmi permiso

0,79%

He recibido mensajesde internet o móvil que me

insultaban, amenazaban,ofendían...

1,40%

Me ha hechosentir miedo

2,71%

Ha intentado controlarhasta el más mínimo

detalle6,90%

Ha intentado aislarmede mis amistades

6,09%

Me ha hecho creerque no valía nada

2,18%

La he culpadode provocarmi violencia

1,18%

He difundido mensajes,insultos o imágenes

suyas por interneto móvil sin su permiso

1,02%

Le he hechosentir miedo 1,34%

La he intentadoaislar de amistades 1,97%

Le he hecho creerque no valía nada 0,98%

RESPUESTAS DE LAS QUE AFIRMAN HABER SUFRIDO MALTRATO

RESPUESTAS DE JÓVENES ENTRE 13 Y 18 AÑOS

La confesión de ellosRESPUESTAS DE LOS QUE ACEPTAN HABER EJERCIDO O INTENTADO UN MALTRATO

Le he intentado controlarhasta el más mínimo

detalle2,72%

He enviado mensajesde internet o móvil que

la insultaban, amenazaban,ofendían o asustaban

1,14%

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LUNES4 11 DE FEBRERO DEL 2013

Sexismo entre jóvenes 3 El trabajo preventivo Páginas 2 a 5 888

cidentes de tráfico con las 9 muer-tas por violencia machista. Pide una reflexión. Una chica cree que las ci-fras cantan. La pantalla muestra en-tonces un iceberg, con víctimas mor-tales y denuncias de maltrato en la superficie visible. En la sumergida, oculta, las afectadas que no denun-cian. «Nueve son pocas, ¿no?», pre-gunta el cabo. Los chicos asienten. «No, nunca serán pocas. Hasta que sean cero, no», replica él. La alumna rectifica: «Muchas víctimas no de-nuncian por miedo». «O porque ni si-quiera saben que son víctimas», aña-de el mosso. Nueva pantalla. Foto de un colapso de tráfico junto a unos ojos abiertos. «No se puede condu-

Mediodía del viernes, a pocas ho-ras del fin de semana, con las hor-monas de los adolescentes en efer-vescencia. Y en pleno desfile carna-valesco por los pasillos del centro. En ese momento, el ambiente en el instituto de enseñanza secundaria de Mollet del Vallès no parece ser el más idóneo para una conferen-cia. Risas, murmullos, sillas arras-trándose... Se detecta cierta apa-tía entre los 19 alumnos de uno de los grupos de cuarto de ESO cuan-do ven llegar a los dos mossos que les hablarán sobre la violencia ma-chista, el cabo Francisco Olivares y

la agente Mònica T. Una charla que solo el curso pasado se impartió en 681 ocasiones en centros de toda Ca-talunya, a requerimiento de estos. Comienza la disertación. «¿Alguien sabe qué es la violencia machista?». Silencio. El mutismo no se rompe hasta que Olivares explica que la charla tiene sentido por la edad de los chavales, 15 y 16 años, cuando las relaciones de pareja ya son una reali-dad. Cuchicheos, comentarios joco-sos y cruces de miradas cómplices. Empieza a romperse el hielo. Olivares aprovecha para que el discurso empiece a calar. Muestra estadísticas del 2011 en Catalunya y compara los 253 fallecidos en ac-

VÍCTOR VARGAS LLAMASBARCELONA

Amar con los ojos abiertosLos Mossos d’Esquadra imparten charlas en institutos para que los chicos sepan identificar relaciones abusivas H Alertan de que los sentimientos no deben encubrir actitudes machistas

33 Prevención 8 Dos mossos dan una charla sobre dominación machista a alumnos del IES Mollet del Vallès, el viernes pasado.

JOSEP GARCÍA

A algunos alumnos les parece normal que una chica haga contra su voluntad el amor con su pareja

cir sin abrir los ojos, es peligroso, ¿no?», dice el policía. En otra ima-gen, una pareja pasea de la mano por la playa junto a una instantá-nea con unos ojos cerrados. «Con el amor cerramos los ojos. ¡Llévame adonde quieras!», dice Olivares. «No ves sus defectos», añade una chica. «O los ves pero tienes miedo a perderle. Cerramos los ojos y nos equivocamos», explica Mònica T.

Rechazar las presiones

Los chicos se van involucrando. El fin de semana puede esperar. Oli-vares les hace ver que el machismo se cimenta en la desigualdad en-tre sexos. Y degenera en una esca-lada de violencia, del insulto a la bofetada, de la paliza a la relación sexual no consentida. «¿Alguien quitaría la violación de este gráfi-co?», pregunta el cabo. «¡Claro! ¡Si es tu pareja! Eso solo pasa entre desconocidos», dice un chico con un pañuelo en la cabeza. «¡Da igual! ¡Si ella no quiere, no quiere!», le re-plica, indignada, una compañe-ra. «Si a ella también le gusta, ¡qué más quiere! No siempre querrán los dos», insiste él entre el júbilo de algunos. Olivares zanja el debate: «Si ella no desea relaciones, el chi-co debe respetarla». «Vale, pero si el que no quiere es él, tampoco se hace, ¡eh!», trata de negociar el mu-chacho a la desesperada. Toca identificar indicadores de abuso. «¿Qué hacías conectada a las 3 de la mañana? ¿Quién es ese que dice ‘Me gusta’ a todas las fo-tos que cuelgas? Son formas de control con las nuevas tecnologías que usan jóvenes como vosotros», dice Olivares. «Pensad que no es no. Nunca tengáis relaciones por-que os presionen», dice la mossa. La charla emboca la fase final. ¿Qué hacer al sufrir un problema de machismo? «Podéis hablar con padres, profesores, amigos…», re-cuerda Olivares. «Y no olvidéis que la pareja es para disfrutar, no para sufrir», añade. Momento para las preguntas. De nuevo, silencio. Las bocas vuelven a estar cerradas. Pe-ro no sus ojos. Ahora ya saben que para detectar relaciones abusivas deben tenerlos muy abiertos. H

Page 4: Sexismo entre jóvenes

11 DE FEBRERO DEL 2013 5LUNES

Sexismo entre jóvenes 3 Estudiantes del ciclo superior Páginas 2 a 5 LLL

Una de cada diez universitarias declara haber sufrido ciberacoso

MANUEL VILASERÓMADRID

La universidad, al reunir a los jóvenes con mayor forma-ción, debería ser un oasis frente a la violencia machis-

ta, pero los estudios más recientes revelan que incluso en ese ámbito aún subsisten conductas abierta-mente machistas que son toleradas por las víctimas. Una exhaustiva in-vestigación encabezada por la Uni-versidad Complutense de Madrid y llevada a cabo con estudiantes del último curso de carrera revela, por ejemplo, que al 10% de las chicas les han difundido mensajes o imágenes o proferido insultos a través del mó-vil o de internet. Es uno de los pocos datos de que se dispone sobre la extensión del mo-derno acoso tecnológico y, según los expertos, el porcentaje de afectadas menores de edad puede ser mucho más alto. El estudio, codirigido por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, se basa en ex-haustivas entrevistas a mil univer-sitarios de diez centros públicos. Su principal conclusión es que «a pesar de los importantes avances» debidos al «cambio generacional» y a «la ma-yor formación» esto no ha sido «sufi-ciente para erradicar la violencia de género, sino que resulta necesario incrementar los esfuerzos». ¿Cuál es el dato más preocupante

El 9% de las estudiantes creen que el hombre agresivoes más atractivo

Un reciente estudio revela que el machismo pervive aún entre los jóvenes más formados

de la investigación? Probablemente el que el 9,4% de las mujeres y el 20% de los hombres estén de acuerdo en que «el hombre que parece agresi-vo es más atractivo». «Esto recuerda la pervivencia de roles y estereoti-pos desigualitarios entre hombres y mujeres que deben modificarse pa-ra prevenir la violencia de género», afirman los investigadores. El 10,6% de los hombres universi-tarios, además de haber ejercido si-tuaciones de maltrato, tales como agresiones verbales, el control abusi-vo y el aislamiento, justifican la vio-lencia como reacción a una ofensa o

a una agresión previa. De estos mal-tratadores, el 11% han ejercido las actitudes violentas en más de una re-lación. La listas de actitudes machistas a las que han sido sometidas las uni-versitarias es muy larga. Además del 10% que reconocen el acoso tecnoló-gico, el 4,3% admiten que su pareja les ha pegado alguna vez; el 11,7%, que se han sentido obligadas a con-ductas de tipo sexual en las que no querían participar; el 6,2%, que han recibido insultos o han sido ridiculi-zadas; el 10,1%, que el novio ha inten-tado aislarlas de sus amistades, y el 8,4%, que han vivido la situación de control hasta el mínimo detalle so-bre con quién hablan, qué dicen y a dónde van. Una actitud, esta última, facilitada por las nuevas tecnologías. Los porcentajes en los que se justi-fican la violencia son muy bajos, casi insignificantes, pero sorprende a los expertos su persistencia. El 1,7% de los hombres justifican que «se agre-da a la mujer o a la novia cuando ella decide dejarle». El 1,5% de las muje-res consideran que «la violencia de casa es un asunto de familia y no de-be salir de ahí». Y ante una situación de maltrato, el 7,2% de las mujeres lo olvidarían para ver si no se repite y el 10% darían otra oportunidad.

DATO POSITIVO / Como dato positivo destacan los investigadores que el 75% de las universitarias que han re-cibido maltrato lo sufrieron en una relación anterior y no con la pareja actual. «La tendencia mayoritaria es a salir del maltrato una vez se ha ex-perimentado», señalan. Otros estudios específicos lleva-dos a cabo en estudiantes de secun-daria han detectado un nivel más alto de tolerancia al maltrato. Una investigación de la Universidad de Sevilla detectó que entre el 5% y el 8% de las encuestadas consideraban poco o nada molesto sufrir golpes, ser objeto de tocamientos ajenos a su voluntad, ser tratadas como un objeto sexual, ser humilladas en pú-blico, ridiculizadas por las creencias religiosas o por su clase social y sufrir robos por parte de la pareja. La con-clusión es que se debería reforzar la intervención preventiva tanto en la escuela como en la universidad. H

Existe una actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres entre los estudiantes

VESTIGIOS DE MACHISMO ENTRE UNIVERSITARIOSEncuesta realizada a estudiantes universitarios de último curso

El hombre que aparece agresivo es más atractivo

4,9%

10% 10%5% 5%ChicasChicos

Está justificado que un hombre agreda a su mujer o su novia

cuando ella decide dejarlo

Si una mujer es maltratada por su compañero y no le abandona

será porque no le disgusta del todo esta situación

La violencia que se produce dentro de casa es un asunto de familia

y no debe salir de ahí

3,7%

5,35 %

1,7%

Fuente: Estudio ‘La juventud universitaria ante la igualdad y la violencia de género’ de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y la Universidad Complutense de Madrid

5,9 %

0,5%

2,1 %

1,5%

20,0% 9,4 %

El 10,68%de los universitarios

reconocen haber ejercido situaciones de maltrato

El 4,37%de las universitarias

reconocen que su pareja les ha pegado

33 Uno de los principales obstácu-los que dificultan la erradicación del machismo entre los más jóve-nes es la influencia de determina-dos contenidos culturales que «venden como modelo de éxito al típico chulo, el malote que triunfa con las mujeres en las teleseries», explica Juan Ignacio Paz, un psicó-logo andaluz con amplia experien-

cia en la lucha contra la violencia de género. Para él, teleseries como El Barco o Al salir de clase, novelas neorrosas como las de Federico Moccia o sagas cinematográficas como Crespúsculo «hacen atracti-vas las relaciones en clave de do-minación», lo que conlleva unas consecuencias nefastas entre los adolescentes que las siguen.

Series como ‘El Barco’ o sagas como ‘Crepúsculo’ potencian el machismo