San José, - Provincia de Tlalnepantla · 2021. 3. 7. · Mensajero es una publicación catorcenal...

Año 12 / No.324mArzo 07, 2021

San José, Custodio de la Iglesia

Pág. 7

El PaPEl dE laS famIlIaS CrIStIanaSEn la aCtualIdad

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proviNciAl

laS ObraS dE mISErICOrdIa yEl tIEmPO dE CuarESma

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culturA

altO a la dICrImInaCIónPOr COvId-19

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opiNióN

Provincial 324 / Marzo 07, 2021 /16

eNcuéNtrANos eN: proviNciA eclesiÁsticA De tlAlNepANtlA [email protected] www.proviNciADetlAlNepANtlA.org.mx

vacunarse: un acto deamor al prójimo / Pág. 2


El papel de las familias cristianas en la actualidadPROVINCIAL Por: Pbro. Lic. Guillermo Flores Millán / Diócesis de Nezahualcóyotl

«¡La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia!». Con estas palabras inicio el Papa Francisco su exhortación apostólica sobre el amor en la familia, al mismo tiempo que nos hacía ver la misión que tiene esta como comunidad de vida y amor (GS 48) adquirida en el sí esponsal a través del Sacramento del Matrimonio.

Sin lugar a dudas, las familias cris-tianas desempeñan hoy en día un papel fundamental a todos niveles (político, social, económico, cultu-ral, etc.), sobre todo en lo moral y lo antropológico, porque se trata de descubrir al hombre en su verdade-ra identidad: un ser creado para amar y ser amado por Dios y por el prójimo. Se trata de que cada integrante de esta Iglesia domestica sostenga y sea sos-tenido por un amor libre, fuerte, lle-no de valores y virtudes, en donde se manifieste la generosidad, el com-promiso, la fidelidad, centrados en la comunión que emana de la rela-ción de Dios como Padre amoroso y misericordioso, y del Hijo Jesucristo que, escuchando la voz de su Padre,

lleva a cabo la salvación de todos los hombres.

Como lo expresa el Papa en su ex-hortación, son varios los aspectos que han llevado a las familias en general a verse fragmentadas, desorientadas, lastimadas en su esencia; el Sumo Pontífice resalta como problemáticas el individualismo exasperado, la cul-tura de lo provisorio, de la posesión y el disfrute, el estrés, la organiza-ción social y laboral, la afectividad sin límites, que viene acompañada por la aprobación de la anticoncep-ción, la esterilización y por supuesto el aborto. En otras palabras, todo es descartable, porque se usa y se tira, se gasta y se rompe, existe un narcisis-mo que expresa el miedo al compro-miso, se plantea, como dice Sigmund Bauman, un amor líquido, que toma la forma según las circunstancias. Todo esto proyecta desafortunadamente una propuesta en la que se hace a un lado a Dios y a la fe, todo esto desva-loriza el Matrimonio y la familia.

A cinco años de este documento, el sucesor de Pedro invita a conmemorar un año dedicado a las familias, con el

fin de mostrar que esta célula, como le llama la sociedad, es un bien, y al mismo tiempo representa siempre un evangelio, una buena noticia para quien se reconoce parte de ella y se deja conducir por el Espíritu de Dios, que da valor y dignidad a la vida de cada integrante.

Hemos descrito lo que hace subli-me y lo que debilita a la familia, pero, ¿cómo responde la familia cristiana ante estos desafíos?, ¿cuál es el papel que debe desempeñar en este tiem-po que haga posible, como la Sagra-da Familia, ser un ejemplo y modelo que lleve a cada integrante a sentirse un don de Dios para los demás y, al

mismo tiempo, ayude a caminar por senderos de justicia y de paz a la so-ciedad? A estas y otras preguntas la Iglesia domestica responde.

El vicario de Cristo, sabiendo que debía dar continuidad al magisterio expresado por sus predecesores, busca confirmar una de las invitaciones que acompañaron las enseñanzas de San Juan Pablo II con relación a la familia, y que le sugería a no dejar nunca, ma-nifestaba bajo la expresión: Familia, ¡sé lo que eres! Y lo que es toda fami-lia radica en el amor de Dios, origen de todo amor humano, en cualquiera de sus manifestaciones. Por tal motivo, la familia cristiana debe permear en todo lugar una cultura en donde sea ella misma un evangelio, una anun-ciadora de buenas noticias, con una espiritualidad fortalecida en la ora-ción, reflejando ser un santuario que, con sus acciones de escucha, diálogo, comprensión, puedan incluso superar los tiempos difíciles, aliviando sus he-ridas, tratándose con misericordia.

Como familias de Dios que han aceptado ser luz para las demás, también pueden integrar e invitar a otras a seguir el ejemplo de Jesu-cristo, que cuando le anuncian que le busca su madre y sus hermanos Él pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?», y Él mismo respon-de: «Aquellos que hacen la voluntad de mi Padre», y que consiste en amar la vida y defenderla como algo sa-grado. La familia también es raíz de la sociedad, que debe buscar hacer valer sus derechos, principalmente la salud, el bienestar y la estabilidad económica digna, la educación de la prole. En otras palabras, se debe recuperar la figura y el don de la pa-ternidad y maternidad, ya que en nuestros tiempos parecen olvidados, ausentes, inaceptables.

Fortalecidos en el amor del Padre, encomendamos a Dios las intenciones del Papa Francisco en este año dedi-cado a las familias, para que, recupe-rando su lugar, cada uno sea digno es-poso, esposa, padre, madre, hijo, hija, hermano.

Jesús, José y María, intercedan por cada familia.

Foto: Diócesis de Nezahualcóyotl. La Iglesia entera se llena de júbilo por el amor vivido en las familias cristianas.

“La familia es un bien y representa siempre un

evangelio, una buena noticia para quien se reconoce parte de ella y se deja conducir por

el Espíritu de Dios, que da valor y dignidad a la vida de

cada integrante”

Hace poco más de un año, exacta-mente el 27 de febrero de 2020, se registró el primer caso de coronavirus SARS-CoV-2 en México. Lamenta-blemente, después de ese tiempo, más de 185 mil muertes se han dado por Covid-19, en más de 2 millones de ca-sos reportados. En la Provincia Ecle-siástica de Tlalnepantla han muerto más de 13,500 personas, consideran-do la información oficial sobre los municipios que se encuentran en las diferentes Diócesis, estos han sido de los más afectados por la pandemia en el Estado de México.

En este panorama, se han buscado las soluciones que ayuden a frenar la pandemia, entre las que destacan las campañas de vacunación. Las vacu-nas salvan millones de vidas cada año en México y en el mundo, su función es entrenar y preparar a las defensas naturales del organismo humano en su sistema inmunológico para de-tectar y combatir los virus como el SARS-CoV-2, de manera que, si el cuerpo se ve posteriormente expuesto a los gérmenes patógenos, estaría listo para destruirlos de inmediato, previ-niendo así la enfermedad.

Vacunarse tiene varios beneficios, como prevenir contagiarse de la Co-vid-19, evitar transmitir el virus a otras personas, reducir el número de hospitalizaciones y muertes a casusa

de la pandemia, aumentar el núme-ro de personas protegidas en la co-munidad, buscando la inmunidad colectiva. El efecto de las vacunas en la pandemia dependerá de varios factores, como la eficacia de las dife-rentes vacunas, la rapidez con la que se fabriquen y distribuyan y el segui-miento del Esquema de vacunación Covid-19 en México.

A partir del 15 de febrero del pre-sente año inició la vacunación en el Estado de México, con 102 mil 760 dosis del biológico desarrollado por Oxford-AstraZeneca y 192 mil dosis del biológico de la farmacéutica Si-novac. Hasta el término del mes de febrero se habían aplicado más de 100 mil dosis en adultos mayores de 60 años, en los municipios, Atlaut-la, Axapusco, Ecatepec, Ecatzingo, Apaxco, Hueypoxtla y Temascalapa.

Es importante considerar como

cristianos católicos la importancia de acceder a la vacunación en cuanto sea posible. La Congregación para la Doctrina de la Fe, el 21 de diciembre de 2020, afirmó que es moralmente aceptable utilizar vacunas contra la Covid-19. La Conferencia del Epis-copado Mexicano, por otra parte, a través de la Dimensión de Pastoral de la Salud, dio un mensaje el 10 de abril del presente, expuso un documento llamado: “Vacunarnos: un bien para la salud de todos”, donde se afirma: “la vacuna debe de ser administrada prioritariamente a quienes poseen mayor riesgo de contraer la enferme-dad: personas con riesgo especial a causa de otras enfermedades, edad o ejercicio de su vocación o profesión… Meras opiniones, rumores o teorías conspiratorias solo pueden ser objeto del rechazo de una conciencia cristia-na y responsablemente formada. Los católicos no debemos contribuir en modo alguno a la desinformación ya que está en riesgo la vida de las per-sonas, especialmente, de las más vul-nerables”.

Como cristianos y ciudadanos res-ponsables, sigamos tomando todas las acciones necesarias para evitar la transmisión de la Covid-19, incluyen-do la necesidad de acceder a la vacu-nación en cuanto sea posible. Recor-demos con gratitud a los sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos compro-metidos que han fallecido a causa de esta pandemia, valoremos también los esfuerzos del personal sanitario que en los hospitales y en las casas arriesgan cada día su vida por salvar a los enfermos, y una manera de apo-yar esta noble causa es vacunarnos.

Pido la intercesión de la Virgen de Guadalupe, salud de los enfermos, para que interceda por nosotros para el cese de esta pandemia. En Cristo misionero, les aseguro mi oración, amistad y bendición.

+ Óscar RobertoDomínguez Couttolenc, M.G.

Obispo de Ecatepec

vacunarse:un acto de amor al prójimo

vivir la iniciación sacramental: testigos de un tiempo nuevo

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G. / Obispo de Ecatepec

LAICOS Por: Luis Antonio Rodríguez Rivera / Diócesis de Valle de Chalco

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

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¿Cómo sobrevivir cuarenta días en el desierto? Difícil cargar tantos insumos para ese periodo. ¿Y si ese desierto ya lo estamos viviendo, aun cuando todas las necesidades materiales han sido sa-tisfechas? La situación actual en me-dio de la pandemia, las restricciones y las nuevas normas de convivencia han acentuado un alejamiento personal, fomentado desde hace algunos años por la inmediatez de los medios de comunicación digital y la lejanía del encuentro personal y fraterno.

El nuevo desierto nos plantea una realidad de aislamiento e indiferencia ante las necesidades primordiales de las personas; tenemos tanta prisa que no escuchamos, tantos gastos inútiles que no ayudamos, tantos huecos en el corazón y el alma que cada vez ama-mos con condiciones y temporalidad. La caridad ha pasado a ser un “me gusta” o un “corazón”, una frase de aliento o un pensamiento bonito, una

promesa de oración, una palabra pa-sajera ante la desgracia del otro.

El compromiso con la Iglesia en medio del desierto ofrece la oportuni-dad de encontrarnos con Cristo en los Sacramentos. Tenemos la gracia de recibir cada uno de ellos a través de la vida. La Cuaresma es un regalo de Dios para revisar, renovar y acrecen-tar nuestra fe. Las promesas bautis-males nos invitan a morir al pecado y vivir en gracia, en santificación; prac-ticar el desprendimiento, la caridad y la abstinencia.

El Papa Francisco nos invita a vivir esta Cuaresma como un camino de renovación en la fe, esperanza y cari-

dad por la presencia del Espíritu San-to, que confirma el amor de Dios y su acción santificante a través de la ora-ción y las obras de caridad. Su fuerza y compañía nos abren el camino a la reconciliación en la penitencia, con nosotros mismos, nuestros hermanos, amigos, vecinos, más allá de cargas in-

útiles, prejuicios e ideologías, en pre-paración para compartir el banquete del misterio pascual en la Eucaristía y vivir la alegría de la Resurrección del Señor.

¿Qué caso tiene iniciar el camino sacramental sin la aspiración de par-ticipar en la Eucaristía? La Cuares-ma es tiempo propicio para vivir en plenitud en adherencia a Cristo; cua-renta días para analizar este tiempo y descubrir las nuevas luces que han de guiarnos a la Pascua.

Todo camino sacramental nos lleva al encuentro fraterno con el hermano. Cristo está presente en nuestro entor-no, vamos a descubrirlo viviendo los Sacramentos, que son un manantial en el desierto cuaresmal.

Foto: Cathopic. ¿Qué caso tiene iniciar el camino sacra-mental sin la aspiración de participar en la Eucaristía?

LAICOS Por: Animadores Vocacionales Parroquiales / Diócesis de Izcalli

la importancia de orar por las vocaciones

El servicio de animación vocacional también está fundamentada en la compasión que Jesús tiene por la mies abandonada. De esta compasión nace la oración y se manifiesta la urgencia de la misión.

Las vocaciones son dones de Dios, y por eso no deben faltar la oración. Hay una necesidad de fortalecer de diversas maneras la oración por las vocaciones, ya que es con la oración que se puede crear mayor sensibilidad y receptividad al llamado del Señor, y también promover y coordinar inicia-tivas vocacionales.

Una de las tareas de los Animado-res Vocacionales Parroquiales es esa, orar todos los días por las vocaciones, sin importar la distancia, nos unimos en oración desde la escuela, casa u oficina. Y así, también vamos crean-do una espiritualidad vocacional, ya que la espiritualidad es la savia que alimenta y da vitalidad a toda acción vocacional, es el eje donde se mueve la vida y misión de los vocacionados y de

los animadores vocacionales.Pero, la invitación a orar por las vo-

caciones no solo es para el Grupo de Animadores Vocacionales Parroquia-les, sino también en todas las familias que quieran unirse y ser parte de esta noble acción.

Si están interesados pueden contac-tarnos al Teléfono: 56-2210-2016. Y, a propósito, los invitamos a orar por las Vocaciones:

Oh, Jesús,Pastor eterno de las almas,

dígnate mirar con ojosde misericordia

a esta porción de tu grey amada.Señor, gemimos en la orfandad,

dános vocaciones, danos sacerdotes y religiosos santos.

Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe,tu dulce y Santa Madre.

Oh Jesús danos sacerdotes yreligiosos según tu corazón.

Amén.

Foto: Diócesis de Izcalli. Orar por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales es una tarea muy bonita e importante para la Iglesia.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Sigamos tomando todas las acciones necesarias para evitar la transmisión de la Covid-19, incluyendo la necesidad de acceder a la vacunación en cuanto sea posible.

“Las vacunas salvan millones de vidas cada año en México

y en el mundo, su función es entrenar y preparar a

las defensas naturales del organismo humano en su

sistema inmunológico para detectar y combatir los

virus, de manera que estaría listo para destruirlos de

inmediato, previniendo así la enfermedad”

“El compromiso con la Iglesia en medio del desierto

ofrece la oportunidad de encontrarnos con Cristo en

los Sacramentos”

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Conoce a San JoséINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

EDITORIAL


alto a la discriminación por Covid-19OPINIÓN Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

La Dimensión Episcopal para la Fe y Compromiso Social, dirigida por el Obispo de Cuautitlán, Mons. Gui-llermo Ortiz Mondragón, publicó un mensaje con motivo del Día Mundial de la Cero Discriminación, en el cual se enfatizó, en cuanto a la pandemia del Covid-19, que “todos hemos que-dado al descubierto por sus efectos, como señala el papa Francisco, ‘la pandemia de Covid-19 dejó al des-cubierto nuestras falsas seguridades’; vivimos asustados y perdidos, frágiles y desorientados, llamados a remar juntos y con la necesidad de confor-tarnos mutuamente”.

Señaló que “el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaraba la epidemia del COVID-19 como Pandemia. Hecho de máxima urgencia al tratarse de la salud global, derecho que tiene toda persona, según la declaración de los derechos humanos (Artículo 25). A partir de ese momento la situación

de la salud es de incertidumbre para todas las naciones y el ritmo de la pandemia se mueve con la rapidez de los desplazamientos humanos”.

Sobre el ritmo vertiginoso de la ac-tual pandemia y el llamado a la medi-cina para eliminar esta enfermedad, provocó cambios en los lineamientos y protocoles del cuidado de la salud, con efectos sociales con grado discri-minatorio para “quien se contagiaba, a los pacientes post-COVID, y al per-sonal médico, incluso con agresiones físicas”, apuntó.

Aseguró que “la ONU ha afirma-do que la pandemia del COVID-19

está causando temor y sufrimiento graves a las personas de edad en todo el planeta, y que, más allá de su im-pacto inmediato en la salud, la pan-demia coloca a estas personas en si-tuación de mayor riesgo de pobreza, discriminación y aislamiento”, por lo que, en el contexto de lo que el papa Francisco llama “cultura del descar-te”, nos hace pensar que la persona que sufre la Covid-19 se suma al ru-bro de quienes son rechazados: “La pandemia ha dejado al descubierto la difícil situación de los pobres y la gran desigualdad que reina en el mundo. Y el virus, si bien no hace excepciones entre las personas, ha

encontrado, en su camino, grandes desigualdades y discriminación”, por lo que “tenemos que curar un gran virus, el de la injusticia social, de la desigualdad de oportunidades, de la marginación y de la falta de protec-ción a los más débiles”.

El mensaje hace un llamado a todos para hacer “un alto a la indiferencia, a la cultura del descarte y al virus de la discriminación, imitando a Jesucristo para limpiar estas lepras cuya vacuna es la misericordia. Digámosles: Cúranos Señor de la lepra de la discriminación”.

Foto: Misiones OnLine. “Cúranos Señor de la lepra de la discrimi-nación”.

“Hagamos un alto a la indiferencia, a la cultura

del descarte y al virus de la discriminación, imitando a

Jesucristo para limpiar estas lepras cuya vacuna es la

misericordia”

vivir la enfermedad en la familia

La familia que asume la enfermedad en uno o en varios miembros de ella, es una familia unida en el amor a Je-sús que da la salud, hace el bien al prójimo y se compadece de su con-dición. Es necesario acompañar y cuidar de nuestros enfermos, prime-ramente, encomendándolos a Dios, haciendo oración por ellos como familia y, por otra parte, se debe in-tensificar el diálogo para que todos conozcan la enfermedad, dando a conocer las consecuencias más gra-ves en el progreso de su enfermedad.

No debemos olvidar que cuando cuidamos a un enfermo acrecenta-mos el amor al prójimo, al tener ese contacto con el dolor y el sufrimien-to humano. Si el enfermo está en las capacidades de entender su enferme-dad y su proceso de recuperación, hay que comunicárselo, porque es él quien está padeciendo la enferme-dad, hay que invitarlo a crecer en la

fe y fortaleza en su enfermedad por medio del sacramento de la Unción de los enfermos.

El cuidado a un hermano enfer-mo es la oportunidad que Dios nos brinda para crecer en el amor, la paciencia y la caridad. Con nuestro acompañamiento, tratemos de ser sensibles ante los dolores y padeci-mientos de nuestros hermanos, que son asociados a la cruz del Señor. El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica: Amoris Laetitia, nos en-seña: “La alegría del amor se vive en familia, es en la familia donde todo ser humano crece y se desarrolla a lo largo de su familia, comúnmente está compuesta por el padre, la madre y los hijos, como familia se deben de afrontar y responder a los cambios sociales que dañan o perjudican a la unidad familia”.

El Papa Francisco, en su Cateque-sis del 10 de junio de 2015, también

enseña: “La enfermedad es la ex-periencia de nuestra fragilidad, que vivimos generalmente en la familia, desde niño, luego sobre todo como ancianos”. Como Iglesia doméstica, podemos dar un renovado testimo-nio de caridad como Jesús nos lo en-seña. Los enfermos no solo están en los hospitales, sino están en la propia casa. Por este tiempo de pandemia, la hospitalización se ha hecho más difícil, porque los hospitales se vol-vieron a la atención de los enfermos de la Covid-19, dejando del lado muchas veces a los demás enfermos y, además, muchos enfermos por la Covid-19 deciden permanecer en su casa, poniendo sus vidas en manos de sus familiares. Por ello, debemos cuidar que nunca falte en las familias la presencia consoladora del Señor y de la intercesión de la Virgen María.

Editorial Mensajero.

Foto: Cathopic. En este tiempo de dificultad, procuremos la salud y el bienestar mental y corporal, pero más aún espiritual, de todos los integrantes de la familia.

Caminar Diocesano 324 / Marzo 07, 2021 /4

Los días 19, 20 y 21 de febrero el equipo de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Valle de Chalco, aseso-rado por el Pbro. Rodolfo Argueta Alanís, realizó la primera Pre Pascua online de adolescentes y jóvenes, con sede en la Parroquia de Santo Do-mingo de Guzmán, en Juchitepec, y como subsede la Parroquia de la In-maculada Concepción, en Ozumba.

El tema principal fue la vocación y la respuesta al llamado de Cristo, a raíz de un encuentro con Él, que lle-ve a una realización personal plena en Dios por medio del cumplimiento de una misión: el ser para los demás.

La Pre Pascua tiene la finalidad de preparar a los líderes juveniles de cada parroquia perteneciente a la Diócesis para, posteriormente, ce-

lebrar la Pascua en sus respectivas parroquias, que este año será online, debido a la pandemia.

Durante las conferencias, diálogos y talleres, presentados vía Zoom, se exhortó a los jóvenes a responder al llamado a la gran misión, centrando la experiencia en el ser y hacer Igle-sia para vivir una nueva forma de extensión del Evangelio.

El Pbro. David Jasso compartió la visión del PGP, hablando del gran ca-mino que queda para lograr los obje-tivos propuestos; el Pbro. David Raúl Reynoso Ruiz presentó el tema “Los jóvenes y las redes sociales” sobre el impacto de la evangelización digital en esta generación; y la joven María José Bolaños ofreció el tema del pa-pel del joven ante la adversidad.

Sin duda, este año la experiencia fue nueva para el equipo que enfren-tó múltiples retos y dificultades. Nun-ca imaginamos una situación similar y, aunque extrañamos la interacción personal, la respuesta recibida fue muy buena, pues casi 100 jóvenes de 22 parroquias y 2 Movimientos Lai-cales se unieron en este encuentro en el que, a pesar de la distancia, hici-mos vida nuestro lema: “Cristo Vive: Y con valentía acepto su llamado”.

Una situación que se presenta constantemente en este tiempo de pandemia es el sufrimiento, en particular el dolor ante la enfermedad o bien el dolor ante la muerte de un ser querido. Por ello, como Iglesia de Ecatepec, es una de nues-tras prioridades poder acompañar al pueblo que sufre a consecuencia del Covid-19.

Nuestro Padre Obispo Mons. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G., como pastor de nuestra comunidad diocesana y sabiendo de esta necesidad, encabeza los trabajos que, junto con el Pbro. José Guadalupe Granados Fitz y el equipo de Pastoral Social, han tenido a bien iniciar. En el proyecto “Consuelen a mi pueblo”, mediante un taller con especialistas en Tanatología, se bus-ca dar el acompañamiento a quienes en este mo-mento sufren por la pérdida de algún ser querido.

El inicio del taller ha sido muy fructífero, ya que se realiza mediante la plataforma de Zoom y se transmite en directo por medio de la página de Facebook de la Diócesis de Ecatepec. Dicho taller tendrá una duración de tres meses.

Este taller tiene la finalidad de escuchar y acom-pañar de manera integral a las victimas de duelo y crisis en el manejo de emociones y sentimien-tos ante la emergencia por Covid-19, para esto es necesario conocer y reconocer a las personas en su verdad, acción que debe ayudarnos a que los fieles vean con ojos nuevos su propia realidad.

La Mtra. Alma Flores (Psicotanatóloga) nos presento la importancia de poder tener un acom-pañamiento espiritual, pastoral y psicosocial, de tal manera que se dé un acompañamiento inte-gral e incluyente, que den las luces necesarias aún en las circunstancias más oscuras, ayudar a comprender que la muerte no tiene la ultima palabra.

una Pre Pascua a distancia

Curso de tanatología: Consuelen a mi pueblo

CAMINAR DIOCESANO Por: Diana López / Pastoral Juvenil Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: Dimensión de Pastoral Social / Diócesis de Ecatepec

Foto: CODIPACS Chalco. Equipo de Pastoral Juvenil, realizando la transmisión de la Pre Pascua.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Puedes participar del Curso de tanatología por medio de Zoom o en el Facebook de la Diócesis de Ecatepec.

/ Marzo 07, 2021 / 324 Cultura 13


A lo largo del último siglo, los cambios medioambientales han causado estragos en el planeta. De-sastres naturales, alteraciones en las estaciones y problemas con el suministro de agua son solo algu-nos de los problemas que incluye la larga lista de consecuencias, que podrían aumentar si no tomamos medidas rápidas.

La violencia que hay en el co-razón humano, herido por el pe-cado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que ad-vertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. El hombre se ha vuelto más codicio-so, con más ansia de tener, muchas veces con un incontrolable impulso por llenarse de bienes materiales; no ha hecho consciencia de cómo estos hábitos hacen que el ambien-te se vea severamente perjudicado.

Fue necesario hacer un alto, debido al aislamiento social por la pandemia de Covid-19, donde pu-

dimos mirar las fotos de las princi-pales ciudades del mundo antes de la cuarentena y durante la cuaren-tena para darnos cuenta de que la contaminación se redujo y tanto el aire como algunas especies anima-les lo agradecieron.

Los católicos no podemos se-guir haciendo nuestra vida como la hicimos hasta ahora y pretender que aquí no pasa nada. Y, como las grandes acciones comienzan con pequeños gestos, podríamos plantearnos: Separar residuos, reciclar lo que sea reciclable, reu-tilizar lo que se pueda, hacer una composta en casa, cuidar el consu-mo de nuestro transporte personal, el agua, la electricidad y muchas cosas que, por insignificantes que puedan parecernos, son significa-tivas si logramos hacerlas masivas.

Para comprometernos a ser par-te de la solución, recordemos las palabras del Papa Francisco: “Esta hermana (la Tierra) clama por el

daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”. Dios creó el mundo por amor y lo confió a nosotros como un don, regalo con el que podemos admirar y descubrir su grandeza.

Como propósito podríamos leer completa la encíclica «Laudato Si» y proponer en nuestra familia dos acciones concretas para conta-minar menos y una acción parro-

quial conjunta para contribuir a la mejora de nuestra comunidad y, del mismo modo, de nuestra Casa Común.

Como católicos, ¿qué podemos y qué tenemos que hacer paracuidar la Casa Común en nuestros días?

CULTURA Por: Nancy Zuñiga / CODIPACS Cuautitlán

Foto: Cathopic.Los católicos no podemos seguir haciendo nuestra vida como la hicimos hasta ahora y pretender que no está pasando nada con nuestra Casa Común, debemos tomar acciones concretas en el cuidado de nuestro planeta.

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“El proyecto ‘Consuelen a mi pueblo’

busca dar el acompañamientoa quienes sufren por la pérdida

de algún ser querido”

El IV Domingo de Cuaresma es conocido como Domingo «Laetare», domingo de la alegría, porque así comienza la antífona de entrada de la liturgia eucarística, invitando a Jerusalén y a cada uno de nosotros a la alegría: Laetare Jerusalem, “Alégrate, oh, Jerusalén”. «Laetare», quiere decir «Alégrense».

El domingo de la alegría debe entenderse como un descanso durante la Cuaresma. El color litúrgico co-rrespondiente es el rosa, al igual que el Domingo de Gaudete en Adviento, aunque también está permitido usar el color morado, propio del tiempo de Cuaresma.

El gran amor de Dios por la humanidad es el motivo por el que debemos alegrarnos, como nos lo indica el Evangelio: «Porque tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).

A pesar de que tenemos tantos motivos para de-primirnos por la pandemia que nos aflige y amena-za, debemos alegrarnos porque incluso cuando la situación parece desesperada Dios interviene ofre-

ciendo al hombre la salvación y el aliento. Dios no se hace a un lado, sino que entra en la historia de la humanidad, se entromete en nuestra vida, entra en ella, para animarla con su gracia y salvarla.

Celebrar el Domingo «Laetare» como una pausa dentro de la espera ante el acontecimiento que se

avecina, no significa olvidarnos de las privaciones y penitencias que cada quien se trazó al inicio de este camino cuaresmal, sino que nos recuerda que detrás de la penitencia está el deber de eliminar el pecado de nuestras vidas, para así vivir en gracia, que nos es dada por Dios en su infinita misericordia y amor de Padre.

Este Domigo «Laetare», alegrémonos porque se acerca el tiempo de recordar y vivir nuevamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Se-ñor Jesucristo, misterios centrales de nuestra fe, con alegría y esperanza, con optimismo y confianza en las promesas de Dios, que guía a su Iglesia con la fuerza de su Espíritu, que de los males saca bienes, pues, como nos dice San Pablo: «Para los que aman a Dios, todo lo que sucede sucede para bien».

Jesucristo nos prometió que el Espíritu Santo es-tará con su Iglesia «Hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). Cristo resucitado es el manantial más fecun-do de nuestra esperanza, es el Camino, la Verdad y la Vida.

domingo de la alegría y esperanza

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

Foto: CODIPACS. Diócesis de Valle de Chalco

/ Marzo 07, 2021 / 324 Caminar Diocesano 5

En el marco del año de San José, y en vistas a la Fiesta Patronal de este año 2021, en el Seminario de la Diócesis de Nezahualcóyotl nos di-mos a la tarea de adentrarnos en las redes sociales y organizar una fiesta patronal online.

Las redes sociales, como ha men-cionado el Papa Francisco, son un don de Dios, y sirven también para salir al encuentro del otro, siempre y cuando sea una red de personas, no de cables.

En este proceso de familiarizar-nos con este ambiente digital, nos hemos encontrado con ciertas re-sistencias, como la indiferencia, las críticas, los prejuicios, el temor, etc. Sin embargo, somos conscientes que las redes sociales son los «nue-vos areópagos» por los cuales tene-mos que llevar el Evangelio, y que estas han llegado para quedarse. Por otro lado, hemos podido llegar, por estos medios, a muchas personas; es increíble el alcance que se puede te-ner. Es por ello que en este ambiente nos animamos a festejar a San José.

Nuestra Fiesta Patronal lleva por tí-tulo: «Una semana con San José desde el corazón de la Diócesis». Tendrá conte-nido que podrá ser visto por todas las personas que nos sigan en nues-tra página de Facebook: Seminario San José Nezahualcóyotl. Habrá re-flexiones en torno a San José. Ade-más, durante esta Cuaresma se han estado subiendo reflexiones diaria-mente, se transmitirá la Misa todos los días, actos de devoción como el novenario, etc.

Tendremos contenido exclusivo en un grupo de Facebook, al cual se puede tener acceso con una coo-peración de $100. Habrá conferen-cias, conciertos, libros digitales, etc. Para mayor información pueden enviar un mensaje de whatsapp al 55 6167 1548.

Es una experiencia nueva para todos nosotros, pero, confiando en Dios, echaremos las redes. Dios bendiga a nuestro Seminario.

La dimensión de Pastoral de Multi-tudes de la Diócesis de Texcoco nos ofrece una serie de cápsulas llamada "Con corazón de padre", basadas en la Carta Apostólica "Patris cor-de" del Papa Francisco, como una acción significativa a realizar en fa-milia para este mes de marzo.

Las acciones significativas impul-sadas en la Diócesis de Texococo, desde hace varios años, y en particu-lar en este año 2021, tienen la fun-ción de apoyar la contrucción de re-laciones interpersonales más sanas. En este caso, la propuesta es unir a las familias en torno a la oración a San José.

Para poner en práctica esta ac-ción, se elige un horario en el que puedan participar reunidos la ma-yor cantidad de integrantes de la fa-milia. Las familias pueden acceder a las cápsulas con el contenido de la carta apostólica “Patris corde”, a través de las redes sociales de la Dió-

cesis de Texcoco (Facebook, Twitter, Instagram); también se transmitirá todos los miércoles del mes de mar-zo, a las 12:00 horas, en la estación de radio La Unik 89.3 FM.

Te invitamos a motivar a tu familia para que, a través de la oración, en-cuentren un nuevo modo de unirse.

fiesta patronal del Seminario San José, nezahualcóyotl

¡las familias, de corazón, nos encomendamos a tu protección!

CAMINAR DIOCESANO Por: Pbro. Oscar Martínez López / CODIPACS Nezahualcóyotl CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Diócesis de Nezahualcóyotl. «Una semana con San José desde el cora-zón de la Diócesis».

Foto: Diócesis de Texcoco. Participa vivamente de las acciones significativas para este mes de la familia y de San José.

Cultura 324 / Marzo 07, 2021 /12


CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

CULTURA Por: Hna. Ana Franco / Diócesis de Ecatepec

Hemos comenzado a caminar con Jesús el camino de la Cuaresma. Durante este tiempo vivimos y re-cordamos la Pasión, Muerte y Resu-rrección de nuestro Señor Jesucristo. En este tiempo, es un buen momen-to para recordar que por medio de las Obras de misericordia se pueden mostrar al prójimo el amor de Dios, que es capaz de “transformar el co-razón de los hombres para que pue-dan experimentar un amor fiel y, a su vez, lo hace capaz de misericordia” Papa Francisco.Para tener en cuenta:

Obras de misericordiacorporales:1) Visitar a los enfermos2) Dar de comer al hambriento3) Dar de beber al sediento4) Dar posada al peregrino5) Vestir al desnudo6) Visitar a los presos7) Enterrar a los difuntos

Obras de misericordiaespirituales:1) Enseñar al que no sabe2) Dar buen consejo al que lo ne-

cesita

3) Corregir al que se equivoca4) Perdonar al que nos ofende5) Consolar al triste6) Sufrir con paciencia los defectos

del prójimo7) Rezar a Dios por los vivos y por

los difuntos.La palabra Misericordia viene de

Miser = miseria, y Cordia = cora-zón, es decir, sentir con el otro sus miserias y necesidades, para así ayu-darlos, auxiliarlos, ser solidarios.

Dios siempre está presente donde tenemos una necesidad, ya sea espiri-tual o material, hay que reconocer su

rostro en aquél que está en necesidad haciendo a un lado sus faltas. Debe-mos vivir las obras de misericordia con todo nuestro corazón, con solo conocerlas no obtenemos nada, hay que vivirlas a pesar de los errores que podamos tener como seres humanos.

No existe una verdadera Cuares-ma si no practicamos las Obras de misericordia. Observemos la cruz: el madero vertical representa nuestro amor a Dios, ya que va en sentido de arriba, hacia el cielo. El madero ho-rizontal representa el amor a los de-más, a nuestros semejantes, pues va en sentido lateral. ¿Cuál de los ma-deros es el primero? ¿Cuál no pue-de sostenerse solo? Pues el amor de Dios es lo que sostiene nuestro amor al prójimo. No puede haber amor al prójimo sin amor a Dios.

las Obras de misericordia y el tiempo de Cuaresma

El sentido de la enfermedad para el cristiano

Foto: Cathopic. Como estos santos, y muchos tantos más, busquemos el amor que nace no en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios.

La experiencia de la enfermedad es una realidad que muchas veces sobrecoge, atemoriza, deja inquieta a la persona que la enfrenta, ya sea de manera personal o cercana. No deja indiferente a nadie, más en este tiempo donde la pandemia ha venido a dejar en evidencia lo frágil y limitada que es nuestra vida.

Indudablemente, pensar en la enfermedad nos lleva a pensar en lo que puede venir después de la enfermedad; quizá nos lleva a ponernos felices por la sanación o nos entristece por la muerte, y esto es propio de nuestra naturaleza, el sentir la angustia ante la enfermedad. Como afirma Ber-mejo, “Tenemos demasiado miedo al dolor y al sufrimien-to, nos empeñamos en vivir la vida sin anticipar su final, en vivir ciega y neciamente, como si fuéramos inmortales”.

Afortunadamente nuestra Madre la Iglesia, con entrañas de una verdadera mamá, nunca nos des-ampara, está presente a lo largo de la vida y en los

momentos del dolor, la enfermedad y la muerte, con mucha mayor razón, y es a través del ministe-rio de la Pastoral de la Salud en donde nos ofrece primero paliar el dolor físico para luego seguir con el moral, la asistencia espiritual, especialmente la recepción de los Sacramentos de manera libre y sin amenaza de nadie, los momentos de oración y el sentido de fe, para llegar a trascender dicho sufrimiento.

Prepararnos en el momento de la enfermedad con los auxilios espirituales puede hacer más lle-vadero el miedo, pero su sentido está en pensar que no experimentamos la enfermedad solos, sino con el mismo Jesucristo. Al aceptar la enfermedad y dejarnos caer en el regazo de Dios, nuestra vida fructificará, pues solo cuando el hombre es capaz de reconciliarse consigo mismo, con la vida y con el prójimo logra abandonarse en Dios y unirse a toda la humanidad.

La enfermedad, por lo tanto, no es solo una lu-cha solitaria, sino un acto de entrega, en donde contemplamos la Magnificencia Divina tal cual es, y esta contemplación es capaz de colmar nues-tro anhelo existencial más profundo. Como cris-tianos católicos, sabemos que Jesucristo murió por nosotros y con su muerte nos hace participes en la vida eterna, solo entonces se diluye el temor y nos sentimos unidos de manera nueva: con los que enferman y que tanto ama Dios.

“Prepararnos en el momento de la enfermedad con los auxilios espirituales

puede hacer más llevadero el miedo, pero su sentido está en pensar que no experimentamos la enfermedad solos,

sino con el mismo Jesucristo”

Ser joven no es fácil, nunca lo ha sido, y mucho menos en esta época. Los jóvenes del siglo XXI enfrentan muchos retos y desafíos: tecnológi-cos, emocionales, relacionales y de desarrollo. Algunos miembros de la sociedad esperan mucho de ellos y les exigen; otros se creen con el hecho de manipularlos, ningunearlos, ignorar-los o pisotearlos. Los adultos del siglo XX tal vez piensen que los jóvenes de la actualidad tienen una vida más fá-cil que la que ellos tuvieron, que, por el simple hecho de tener una pantalla inteligente que los conecta al mundo moderno y les da acceso a una vasta información, es suficiente para que se desarrollen y maduren; muchos no comprenden lo que implica ser joven hoy en día. ¡No es nada fácil!

Los jóvenes de la actualidad en-frentan desafíos tecnológicos. Las redes sociales, si bien han venido a acelerar las comunicaciones, ofrecen también un bombardeo excesivo de información, mucha es confusa, am-bigua, contradictora e incluso falsa. Los jóvenes deben enfrentarse a ma-durar su criterio, seleccionar aquella que represente valor y desechar la basura informática.

Si a eso le sumamos los problemas emocionales, vemos que sufren de ansiedad, estrés, soledad, incompren-sión y depresión, que en muchas oca-siones los lleva al borde del suicidio o a caer en el precipicio del mismo. El suicidio es la segunda causa de muer-te en México, según la Universidad de Guadalajara.

Si todo esto es difícil para los jóve-nes adultos, lo es aún más difícil para los jóvenes adolescentes. Además de

todos estos retos, deben enfrentar las dificultades inherentes a su edad. Es en la etapa de la adolescencia cuan-do el joven empieza a tomar concien-cia de su identidad, a cuestionarse a sí mismo y al mundo que lo rodea, a hacer valer su propio yo; es la eta-pa en que intenta definirse y se hace preguntas tales como: ¿Quién soy?, ¿a dónde voy? o ¿qué quiero hacer de mi vida?

La pandemia ha exacerbado la situación, a muchos jóvenes los ha puesto en crisis. Los retos se han mul-tiplicado y magnificado. El virus los ha encerrado en sus casas, los ha ais-lado de sus amigos, centros escolares, deportivos y de entretenimiento; mu-chos han visto su graduación a través de una pantalla; han visto sus sueños rotos y sus economías resquebraja-das; se han distanciado de sus amigos o parejas; y otros tantos han perdido seres queridos, sin poderse despedir de ellos.

En medio de este desgarrador exi-lio, surge una luz esperanzadora.

El pasado sábado 27 de febrero del 2021, se llevó a cabo un Foro Juvenil virtual, organizado por los Jóvenes del Movimiento de Horizon-tes, con sede en la Arquidiócesis de Tlanepantla, bajo la dirección de su servidor, Monseñor Juan Mendoza Hernández. Asistieron al evento más de 50 jóvenes de entre las edades de 12 y 17 años. A cargo del even-to estuvieron cuatro jóvenes: Martín, Diego, Brenda y Julio, que, desde sus computadoras o dispositivos móviles, sacaron adelante el evento por sí mis-mos, con gran destreza y madurez para su edad.

Se habló de diversos temas, tales como: "Tips para superar una pan-

demia", "Relaciones en pandemia", "El joven y la sociedad", entre otros. Un tip que llamó la atención de los asistentes fue la idea de cambiar de habitación cada vez que se inicia una actividad distinta, de esta manera se tiene la sensación de estarse movien-do. Es impresionante la capacidad de adaptación, creatividad y positivismo que los jóvenes asistentes manifesta-ron en sus diversas participaciones.

Pero, ¿quiénes son estos jóvenes? La ciencia los llama: jóvenes de la generación “Alpha”. Su carisma es la evangelización del joven por el joven. Cristo es modelo de sus vidas. Son los nuevos evangelizadores del Siglo XXI, jóvenes profetas y apóstoles del mundo tecnológico y moderno.

Al igual que el Rey David, el joven Samuel o Jeremías, profetas del Anti-guo Testamento, estos jóvenes llevan el mensaje de Dios a otros jóvenes con su testimonio de vida, son líderes natos con diferentes características. Martín un joven serio, centrado, res-

ponsable, con gran capacidad para llevar en orden la sesión y obtener respuestas valiosas de los asisten-tes; Brenda, una chica alegre, jovial y espontánea; Julio, maduro, serio, analítico, el más joven de los cuatro; y Diego, joven de carácter gentil, ale-gre, con una gran capacidad de orga-nización; todos ellos líderes naturales al servicio de la evangelización.

Fue un verdadero deleite verlos desempeñarse con seguridad, con-fianza en sí mismos, frescura espi-ritual, y dar testimonio de un Cris-to vivo desde su juventud. Sigamos orando por la juventud de hoy en día, para que el Señor les conceda la sabiduría, fortaleza y valentía para superar los retos de la evangelización en nuestra época.

El joven de hoy

ACTUALIDAD Por: Mons. Juan Mendoza Hernández / Arquidiócesis de Tlalnepantla

/ Marzo 07, 2021 / 324 Familia 11

Hablar de San José es hablar, para-dójicamente, del santo del silencio, de quien no hay ninguna palabra re-gistrada en los Evangelios, pero sus hechos nos demuestran muchísimo más de lo que escribiendo bastamente podríamos decir de él. Hombre justo, trabajador, comprensivo, esforzado y valiente, son solo algunas de sus mu-chas virtudes como modelo ideal del padre de familia, del esposo, del hom-bre devoto y del ciudadano que educa con sus ejemplos al hijo.

José, como hombre apegado a la tradición y mandatos del pueblo de Is-rael, se comprometió en matrimonio con María. Hoy los hombres dignos debemos seguir su ejemplo valoran-do a la mujer, ofreciendo por ella un compromiso de nuestro ser y nuestra vida, bendecir ante Dios el amor que se le profesa.

Además de la Solemnidad del 19

de marzo, a San José se le celebra el 01 de mayo, en la advocación de San José Obrero, como patrono del traba-jo, actividad dignificante que se ejerce no solo para allegarse dinero como una riqueza, sino como el necesario sustento para la familia, poniendo oficio, esfuerzo y dedicación, expre-sando amor en esa entrega por la fa-milia. Así debe ser el papá, incansable de proveer no solo pan, sino también amor, porque a quien como San José está comprometido, no requieren re-cordarle ni exigirle, pues sabe que mientras el hijo va creciendo está bajo su protección y sustento.

Jesús sabía que una madre es el mayor regalo que se tiene en la vida y quiso tener una. En la tierra quiso te-ner un padre nutricio, y se eligió uno principalmente trabajador y entrega-do, para que se cumpliera como era debido el plan de salvación.

En España se festeja el Día del Pa-dre en la Solemnidad de San José, modelo de esposo protector, que se desvivió por cuidar a María y llevarla siempre con él. Modelo también de padre que protegió a Jesús como hijo y por Él cruzó países enteros para lle-varlo a donde estuviera a salvo. Que él, nuestro patrón, interceda por to-dos los esposos y padres del mundo.

Últimamente nos encontramos con situaciones muy complicadas en cuanto al estado de ánimo y la salud emocional de las personas que nos rodean y las que tenemos a nuestro cuidado. La situación actual nos ha mostrado la fragilidad humana. No-sotros como papás tenemos una gran labor, pues debemos estar al pendiente de nuestros hijos, de su salud integral. Esto solo podremos lograrlo estando atentos de nuestros hijos. Te dejo mis 5Tips para dar los primeros auxilios a nuestros hijos cuando tienen el corazón atormentado.

PrImErO. Mantén la calma.

Es necesario hacer acopio de paciencia, esta es la virtud para poder entender mejor las situaciones y pensar las soluciones más adecuadas para cada caso. De ser necesario, hay que respirar profun-do, hacer una pausa y tomar fuerzas para tener la mente fría y poder ayudar a nuestros hijos de la mejor manera.

Una forma eficaz es pedir ayuda a quien todo lo puede. La oración edifica y nos centra. «Cuando

soy débil, entonces soy fuerte, pues me sostiene la gracia de Dios».

SEGundO Revisa los signos vitales.

También en la parte espiritual y emocional, como en la física y corporal, hay que revisar los signos vitales. Algunos de los signos vitales del espíritu son: la mirada, la incomunicación, los cambios súbitos de conducta, el aislamiento, etc. Si estamos atentos a estos síntomas podemos atender con prontitud las necesidades de nuestros hijos.

tErCErO. Discierne las prioridades.

Una vez que tenemos claro dónde estamos para-dos, podemos ver qué es lo más urgente de aten-der. Así que, hagamos una lista de las situaciones o problemas y luego tratemos de dar solución a cada una, empezando por las más importantes, con ac-ciones concretas que sean posibles y viables.

CuartO Ayúdalos a ubicar lo que sienten.

Una vez que nosotros ubicamos y dimencionamos las cosas, es tiempo de tratar de que nuestros hijos las asuman, porque la herida que no se reconoce no se puede sanar. Este proceso requiere de nuestro cuidado y amor, ya que estamos tocando el alma de nuestros hijos. Así que, una vez más, es necesaria la paciencia.

QuIntO Diseña una estrategia de rescate.

Cada uno de nuestros hijos es diferente, por lo que cada uno requiere soluciones y cuidados distintos. Dependiendo del caso, ellos pueden ayudarnos en-contrar las mejores soluciones y a comprometerse a poner manos a la obra. Podemos escribir las accio-nes en una libreta e ir revisando periódicamente los avances o retrocesos, pero nosotros debemos estar pendientes para apoyar a nuestros hijos.

Padres y esposos a imagen de San José

Primeros auxilios para un corazón atormentado

FAMILIA Por: Marcos Josafat / Diócesis de Valle de Chalco

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Cathopic. San José, modelo de esposo protector, que se desvivió por cuidar a María y a Jesús.


Actualidad 324 / Marzo 07, 2021 /6

Fotos: Cathopic. Los jóvenes de hoy nos enseñan a comprender a las nuevas generaciones y así poder llevar el Evangelio eficazmente a todas partes.

“Las redes sociales ofrecen también un bombardeo

excesivo de información. Los jóvenes deben enfrentarse

a madurar su criterio, seleccionar aquella que

represente valor y desechar la basura informática”

“Hombre justo, trabajador, comprensivo, esforzado y valiente, son solo algunas

de sus muchas virtudes como modelo ideal del

padre de familia, del esposo, del hombre devoto y del

ciudadano que educa con sus ejemplos al hijo”

/ Marzo 07, 2021 / 324 Celebremos la Fe 7

San José es conocido como el “san-to del silencio” porque en los relatos evangélicos no se conocen palabras expresadas por él, tan solo conoce-mos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre respon-sable del bienestar de su amadísima esposa y de su hijo. Es un caso excep-cional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. Es, pues, el “santo del silencio”.

El Papa Pío IX declaró y consti-tuyó a San José Patrón de la Iglesia Universal el 8 de diciembre de 1870; y el pasado 8 de diciembre el Sumo Pontífice Francisco nos ha dado a conocer su Carta Apostólica “Patris corde” (Con corazón de padre), con la que recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de ese día y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a San José.

La carta Patris corde destaca "la valentía creativa" de San José, aque-lla que surge sobre todo en las dificul-tades y que da lugar a recursos ines-perados en el hombre. "El carpintero de Nazaret -explica el Papa- sabía transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia". Cus-todio de Jesús y María, José "no pue-de dejar de ser el Custodio de la Igle-sia", de su maternidad y del Cuerpo de Cristo: cada necesitado, pobre, sufriente, moribundo, extranjero, prisionero, enfermo, es "el Niño" que José guarda y de él hay que aprender a "amar a la Iglesia y a los pobres".

Francisco describe a José como un padre que enseña el valor, la dignidad y la alegría del trabajo. Honesto car-pintero que trabajó "para asegurar el sustento de su familia", José también nos enseña "el valor, la dignidad y la alegría" de "comer el pan, que es fruto del propio trabajo". José es "un padre en la acogida", porque "acogió a María sin poner condiciones pre-vias", un gesto importante aún hoy -afirma Francisco en la carta- "en este mundo donde la violencia psico-lógica, verbal y física sobre la mujer es patente".

Junto a la publicación de la Carta apostólica Patris corde, se publicó el Decreto de la Penitenciaría Apostóli-ca que anuncia, además del "Año de San José", la relativa concesión del

"don de indulgencias especiales" con ese motivo. Se dan indicaciones espe-cíficas para los días tradicionalmente dedicados a la memoria del Esposo de María, como el 19 de marzo y

el 1 de mayo, y para los enfermos y ancianos "en el contexto actual de la emergencia sanitaria".

La indulgencia podrá obtenerse realizando "una obra de misericordia corporal o espiritual", siguiendo el ejemplo de San José, "depositario del misterio de Dios", que "nos impulsa a redescubrir el valor del silencio, la prudencia y la lealtad en el cumpli-miento de nuestros deberes". Actos como rezar el Rosario en familia y entre novios es una de las formas de obtener la indulgencia. La Peniten-ciaría Apostólica invita a las familias cristianas a recrear "el mismo am-biente de íntima comunión, de amor y de oración que se vivía en la Sagra-da Familia".

Es particular la atención a los que sufren en esta emergencia causada por el coronavirus. El Decreto esta-blece que "el don de la Indulgencia Plenaria se extiende particularmen-te a los ancianos, los enfermos, los agonizantes y todos aquellos que por legítimos motivos no pueden salir de su casa". Los que reciten "un acto de piedad en honor a San José ofrecien-do con confianza a Dios las penas y las dificultades de su vida" podrán recibir este don "con un ánimo des-prendido de todo pecado y con la in-tención de cumplir, lo antes posible, las tres condiciones habituales, en su propia casa o dondequiera que el im-pedimento les retenga".

San José, patrono de la vida inte-rior, nos enseña con su propia vida sencilla y humilde a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios con toda nuestra vida.

Homilías 324 / Marzo 07, 2021 /10


Foto: Cathopic. De este gran santo, San José, castísimo esposo de la Virgen María y padre putativo de Nues-tro Señor Jesucristo, debemos a aprender a amar a la Iglesia y a los pobres.

La Pascua mencionada en el Evan-gelio de hoy es la primera de la vida pública de Jesús; una segunda se recuerda en Jn 6,4; 5,1 y recibe el nombre de “fiesta de los judíos”, y una tercera “la de la pasión” en Jn 11,55; 12,1; 13,1.

¿A qué se debe que Juan ha des-plazado intencionalmente este episo-dio al comienzo del ministerio de Je-sús? A que Cristo es el Cordero que irrumpe en el espacio y tiempo para purificar la vida de fe, comenzando con el templo de Jerusalén e inaugu-rando un nuevo templo: su vida.

Los cuatro evangelistas relatan este hecho; los tres Evangelios sinóp-ticos ponen las palabras de Cristo que indican el sentido de esta purifi-cación. Juan no solo hace la descrip-ción detallada de la escena, sino que añade dos elementos nuevos: la im-presión que causó esto en los discípu-los y la interrogación de Cristo por las autoridades judías y la respuesta del mismo.

El templo es lugar de oración, de sacrificios diarios y de celebración de las fiestas litúrgicas; el templo era el corazón de la vida de Israel. Todos los años los judíos fieles a la ley acu-dían en peregrinación. Esta práctica religiosa originó también algunas costumbres que no tenían nada que ver con la piedad: la venta en el lu-gar de los animales destinados a los

sacrificios y el cambio de la moneda requerida para la compra de los ani-males y las ofrendas.

La venta de estos mercaderes se refería a la materia de los sacrificios. Pero, con este acto, Jesús va a echar fuera estos animales y anunciar, con la destrucción del templo, un sacri-ficio mejor: el de su propia muerte.

Por otra parte, solo después de Pascua los discípulos entendieron realmente la palabra acerca de que Jesús es el nuevo templo en quien hay que creer fielmente.

La carta de san Pablo a los Corin-tios nos dice: “Ustedes son ese tem-plo” (1 Cor 3,17). También nuestra vida es un templo sagrado que te-nemos que cuidar, purificar y santi-ficar, pero sabemos que sin Dios no podemos avanzar en este camino. Es indispensable una relación cercana con Cristo y solo Él nos transforma-rá desde lo más profundo nuestro modo de ser y pensar.

Adoremos, alabemos y postré-monos ante el nuevo templo, que es Cristo, porque solo de Él emanan la gracia, el perdón, la misericordia, la fe, la esperanza, la caridad y la luz para nuestra vida. Así sea.

Foto: Cathopic. Jesús nos recuerda este domingo que el sacrificio de su propia vida es el más imporn-tante para la humanidad, porque de este emana la plenitud y la vida para el hombre.

Homilía en el III domingo de Cuaresma

HOMILÍAS Por: Pbro. Elmer Jacob Deleón Magdaleno / Diócesis de Texcoco

La liturgia del día de hoy nos invita a poner atención sobre nuestras apegos o pasiones desordenadas, ya que, en ocasiones, como seres humanos, ten-demos a adherirnos o a seguir lo que a simple vista parece más placente-ro, hacemos opción por lo más fácil, por lo que cuesta menos, lo que exige menos trabajo o esfuerzo, sin darnos cuenta que, a largo plazo, las conse-cuencias son terribles y de esta forma vivimos en el engaño, corriendo tras una felicidad pasajera que no logra satisfacer nuestro espíritu humano.

Por eso, se nos exhorta a poner de nuevo la mirada en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, que implica recono-cer el sacrificio de amor que lo entre-ga todo y, entregándolo todo, es ca-paz de salvar a todos los que clamen a Él. En este tenor, la cruz es para nosotros escuela de amor y entrega, escuela de perdón y salvación, jamás de sufrimiento y condenación, me-nos de indiferencia y marginación.

Cuando vemos la cruz, no solo ve-mos el dolor o sufrimiento, sino que levantamos nuestra mirada hacia la esperanza, vislumbrando un mejor futuro, pues entendemos que Dios en su infinita misericordia nos entregó a su Hijo único, por amor, para darnos la vida eterna, así nos muestra una vez más que tan importantes somos para Él.

En el camino podemos encontrar-nos con el dolor, con la enfermedad, con la maldad, y eso no tiene por qué ser nuestra ruina y perdición, sino más bien, sabemos que es parte de nuestras limitaciones, de nuestra fi-nitud existencial, que es rescatada y elevada a la presencia de Dios.

No olvidemos que, en esta Cua-resma, el Señor sigue apostando por cada uno de nosotros para apartarnos del mal y seguirle a Él, que es la luz.

Aprovechemos la oportunidad de mirarle en la cruz, no para seguirle crucificando, sino para agradecer por todo lo que hizo por nosotros mismos y los demás, aprendiendo a compartir la salvación con todos, por medio de la entrega y del testimonio de cada día.

Sigamos poniendo nuestra mirada en Jesús y su cruz, desde ahí apren-damos a ser luz para los otros, sin im-portar su condición humana, seamos capaces de ayudar a cargar la cruz de nuestros hermanos más necesitados.

La Virgen María interceda por nuestras necesidades más apremian-tes y sigamos su ejemplo que nos enseña a permanecer con fe firme y llena de esperanza al pie de la cruz.

Foto: Cathopic. La persona de Cristo glorioso nos muestra la condición de hijos de Dios que nos está reservada a quienes perseveremos unidos a Jesús.

Homilía en el Iv domingo de Cuaresma

HOMILÍAS Por: Pbro. Martiniano Andrade Ortiz / Diócesis de Nezahualcóyotl

“La cruz es para nosotros escuela de amor y entrega,

escuela de perdón y salvación, jamás de

sufrimiento y condenación, menos de indiferencia

y marginación”

“Jesús va a echa fuera a estos animales y anuncia,

con la destrucción del templo, un sacrificio mejor:

el de su propia muerte”

CELEBREMOS LA FE Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

San José, el santo del silencio, Patrono de la Iglesia universal

“Custodio de Jesús y María, José no puede dejar de ser el Custodio de la Iglesia, de su maternidad y del Cuerpo de Cristo: cada necesitado,

pobre, sufriente, moribundo, extranjero, prisionero,

enfermo, es el Niñoque José guarda”

Misa Dominical 324 / Marzo 07, 2021 /8

III domingo de Cuaresma(07 de marzo de 2021)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu miseri-cordia. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La ley fue dada por Dios a Moisés. Del libro del Éxodo: 20, 1-17 En aquellos días, el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí, diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí; no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba,

en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le ren-dirás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.

No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate de santificar el sá-bado. Seis días trabajarás y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él trabajo al-guno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu es-clava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.

Honra a tu padre y a tu madre para que vivas lar-gos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codicia-rás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 18, 8.9. 10. 11. R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/. En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría

para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/. La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y entera-mente justos. R/.Que te sean gratas las palabras de mi boca y los an-helos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te bus-que, pues eres mi refugio y salvación. R/.

SEGUNDA LECTURA

Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1,22-25 Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llama-dos, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 3, 16

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eter-na. R/.

EVANGELIO

Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré. Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-25

Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús lle-gó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedo-res de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las mo-nedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".

En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.

Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para ac-tuar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de

Pascua, muchos creyeron en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descu-briera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay en el hombrePalabra de Dios. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓNSal 83, 4-5 El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido don-de poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

Foto: Cathopic. “En nuestro día a día, a menudo destruimos el templo de Dios, que es cada uno de nosotros, pero esta jamás es una situación definitiva: ¡al Señor le bastan tres días para reconstruir su templo dentro de nosotros!” Papa Francisco.

/ Marzo 07, 2021 / 324 Misa Dominical 9


ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxi-lio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. Por nuestro Señor Jesucris-to, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados. Del libro del profeta Jeremías: 31, 31-34

"Se acerca el tiempo, dice el Señor, en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será como la alianza que hice con los padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para sacados de Egipto. Ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.

Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones.

Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: 'Conoce al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre sus pecados".


SALMO RESPONSORIAL Del salmo 50,3-4.12-13.14-15. R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Se-ñor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/. Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores. R/.

SEGUNDA LECTURA Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna. De la carta a los hebreos: 5, 7-9 Hermanos: Durante su vida mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escucha-do por su piedad. A pesar de que era el Hijo, apren-dió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 12, 26

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. R/.

EVANGELIO

Si el grano de trigo sembrado en la tierra muere, producirá mu-cho fruto. Del santo Evangelio según san Juan: 12, 20-33

Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Ga-lilea, y le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús".

Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo, sembrado en la tie-rra, no muere, queda infecundo; pero si muere, pro-ducirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pier-de; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.

Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame de esta hora'? No, pues precisamen-te para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificado".

De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por uste-des. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓNJn 12, 24-25

Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

Iv domingo de Cuaresma(14 de marzo de 2021)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

Foto: Cathopic. “Gracias a la cruz de Cristo, el sufrimiento se ha conver-tido también, a su manera, en una especie de «sacramen-to universal de salvación» para el género humano” Papa Francisco.

/ Marzo 07, 2021 / 324 Celebremos la Fe 7

San José es conocido como el “san-to del silencio” porque en los relatos evangélicos no se conocen palabras expresadas por él, tan solo conoce-mos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre respon-sable del bienestar de su amadísima esposa y de su hijo. Es un caso excep-cional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. Es, pues, el “santo del silencio”.

El Papa Pío IX declaró y consti-tuyó a San José Patrón de la Iglesia Universal el 8 de diciembre de 1870; y el pasado 8 de diciembre el Sumo Pontífice Francisco nos ha dado a conocer su Carta Apostólica “Patris corde” (Con corazón de padre), con la que recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de ese día y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a San José.

La carta Patris corde destaca "la valentía creativa" de San José, aque-lla que surge sobre todo en las dificul-tades y que da lugar a recursos ines-perados en el hombre. "El carpintero de Nazaret -explica el Papa- sabía transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia". Cus-todio de Jesús y María, José "no pue-de dejar de ser el Custodio de la Igle-sia", de su maternidad y del Cuerpo de Cristo: cada necesitado, pobre, sufriente, moribundo, extranjero, prisionero, enfermo, es "el Niño" que José guarda y de él hay que aprender a "amar a la Iglesia y a los pobres".

Francisco describe a José como un padre que enseña el valor, la dignidad y la alegría del trabajo. Honesto car-pintero que trabajó "para asegurar el sustento de su familia", José también nos enseña "el valor, la dignidad y la alegría" de "comer el pan, que es fruto del propio trabajo". José es "un padre en la acogida", porque "acogió a María sin poner condiciones pre-vias", un gesto importante aún hoy -afirma Francisco en la carta- "en este mundo donde la violencia psico-lógica, verbal y física sobre la mujer es patente".

Junto a la publicación de la Carta apostólica Patris corde, se publicó el Decreto de la Penitenciaría Apostóli-ca que anuncia, además del "Año de San José", la relativa concesión del

"don de indulgencias especiales" con ese motivo. Se dan indicaciones espe-cíficas para los días tradicionalmente dedicados a la memoria del Esposo de María, como el 19 de marzo y

el 1 de mayo, y para los enfermos y ancianos "en el contexto actual de la emergencia sanitaria".

La indulgencia podrá obtenerse realizando "una obra de misericordia corporal o espiritual", siguiendo el ejemplo de San José, "depositario del misterio de Dios", que "nos impulsa a redescubrir el valor del silencio, la prudencia y la lealtad en el cumpli-miento de nuestros deberes". Actos como rezar el Rosario en familia y entre novios es una de las formas de obtener la indulgencia. La Peniten-ciaría Apostólica invita a las familias cristianas a recrear "el mismo am-biente de íntima comunión, de amor y de oración que se vivía en la Sagra-da Familia".

Es particular la atención a los que sufren en esta emergencia causada por el coronavirus. El Decreto esta-blece que "el don de la Indulgencia Plenaria se extiende particularmen-te a los ancianos, los enfermos, los agonizantes y todos aquellos que por legítimos motivos no pueden salir de su casa". Los que reciten "un acto de piedad en honor a San José ofrecien-do con confianza a Dios las penas y las dificultades de su vida" podrán recibir este don "con un ánimo des-prendido de todo pecado y con la in-tención de cumplir, lo antes posible, las tres condiciones habituales, en su propia casa o dondequiera que el im-pedimento les retenga".

San José, patrono de la vida inte-rior, nos enseña con su propia vida sencilla y humilde a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios con toda nuestra vida.

Homilías 324 / Marzo 07, 2021 /10


Foto: Cathopic. De este gran santo, San José, castísimo esposo de la Virgen María y padre putativo de Nues-tro Señor Jesucristo, debemos a aprender a amar a la Iglesia y a los pobres.

La Pascua mencionada en el Evan-gelio de hoy es la primera de la vida pública de Jesús; una segunda se recuerda en Jn 6,4; 5,1 y recibe el nombre de “fiesta de los judíos”, y una tercera “la de la pasión” en Jn 11,55; 12,1; 13,1.

¿A qué se debe que Juan ha des-plazado intencionalmente este episo-dio al comienzo del ministerio de Je-sús? A que Cristo es el Cordero que irrumpe en el espacio y tiempo para purificar la vida de fe, comenzando con el templo de Jerusalén e inaugu-rando un nuevo templo: su vida.

Los cuatro evangelistas relatan este hecho; los tres Evangelios sinóp-ticos ponen las palabras de Cristo que indican el sentido de esta purifi-cación. Juan no solo hace la descrip-ción detallada de la escena, sino que añade dos elementos nuevos: la im-presión que causó esto en los discípu-los y la interrogación de Cristo por las autoridades judías y la respuesta del mismo.

El templo es lugar de oración, de sacrificios diarios y de celebración de las fiestas litúrgicas; el templo era el corazón de la vida de Israel. Todos los años los judíos fieles a la ley acu-dían en peregrinación. Esta práctica religiosa originó también algunas costumbres que no tenían nada que ver con la piedad: la venta en el lu-gar de los animales destinados a los

sacrificios y el cambio de la moneda requerida para la compra de los ani-males y las ofrendas.

La venta de estos mercaderes se refería a la materia de los sacrificios. Pero, con este acto, Jesús va a echar fuera estos animales y anunciar, con la destrucción del templo, un sacri-ficio mejor: el de su propia muerte.

Por otra parte, solo después de Pascua los discípulos entendieron realmente la palabra acerca de que Jesús es el nuevo templo en quien hay que creer fielmente.

La carta de san Pablo a los Corin-tios nos dice: “Ustedes son ese tem-plo” (1 Cor 3,17). También nuestra vida es un templo sagrado que te-nemos que cuidar, purificar y santi-ficar, pero sabemos que sin Dios no podemos avanzar en este camino. Es indispensable una relación cercana con Cristo y solo Él nos transforma-rá desde lo más profundo nuestro modo de ser y pensar.

Adoremos, alabemos y postré-monos ante el nuevo templo, que es Cristo, porque solo de Él emanan la gracia, el perdón, la misericordia, la fe, la esperanza, la caridad y la luz para nuestra vida. Así sea.

Foto: Cathopic. Jesús nos recuerda este domingo que el sacrificio de su propia vida es el más imporn-tante para la humanidad, porque de este emana la plenitud y la vida para el hombre.

Homilía en el III domingo de Cuaresma

HOMILÍAS Por: Pbro. Elmer Jacob Deleón Magdaleno / Diócesis de Texcoco

La liturgia del día de hoy nos invita a poner atención sobre nuestras apegos o pasiones desordenadas, ya que, en ocasiones, como seres humanos, ten-demos a adherirnos o a seguir lo que a simple vista parece más placente-ro, hacemos opción por lo más fácil, por lo que cuesta menos, lo que exige menos trabajo o esfuerzo, sin darnos cuenta que, a largo plazo, las conse-cuencias son terribles y de esta forma vivimos en el engaño, corriendo tras una felicidad pasajera que no logra satisfacer nuestro espíritu humano.

Por eso, se nos exhorta a poner de nuevo la mirada en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, que implica recono-cer el sacrificio de amor que lo entre-ga todo y, entregándolo todo, es ca-paz de salvar a todos los que clamen a Él. En este tenor, la cruz es para nosotros escuela de amor y entrega, escuela de perdón y salvación, jamás de sufrimiento y condenación, me-nos de indiferencia y marginación.

Cuando vemos la cruz, no solo ve-mos el dolor o sufrimiento, sino que levantamos nuestra mirada hacia la esperanza, vislumbrando un mejor futuro, pues entendemos que Dios en su infinita misericordia nos entregó a su Hijo único, por amor, para darnos la vida eterna, así nos muestra una vez más que tan importantes somos para Él.

En el camino podemos encontrar-nos con el dolor, con la enfermedad, con la maldad, y eso no tiene por qué ser nuestra ruina y perdición, sino más bien, sabemos que es parte de nuestras limitaciones, de nuestra fi-nitud existencial, que es rescatada y elevada a la presencia de Dios.

No olvidemos que, en esta Cua-resma, el Señor sigue apostando por cada uno de nosotros para apartarnos del mal y seguirle a Él, que es la luz.

Aprovechemos la oportunidad de mirarle en la cruz, no para seguirle crucificando, sino para agradecer por todo lo que hizo por nosotros mismos y los demás, aprendiendo a compartir la salvación con todos, por medio de la entrega y del testimonio de cada día.

Sigamos poniendo nuestra mirada en Jesús y su cruz, desde ahí apren-damos a ser luz para los otros, sin im-portar su condición humana, seamos capaces de ayudar a cargar la cruz de nuestros hermanos más necesitados.

La Virgen María interceda por nuestras necesidades más apremian-tes y sigamos su ejemplo que nos enseña a permanecer con fe firme y llena de esperanza al pie de la cruz.

Foto: Cathopic. La persona de Cristo glorioso nos muestra la condición de hijos de Dios que nos está reservada a quienes perseveremos unidos a Jesús.

Homilía en el Iv domingo de Cuaresma

HOMILÍAS Por: Pbro. Martiniano Andrade Ortiz / Diócesis de Nezahualcóyotl

“La cruz es para nosotros escuela de amor y entrega,

escuela de perdón y salvación, jamás de

sufrimiento y condenación, menos de indiferencia

y marginación”

“Jesús va a echa fuera a estos animales y anuncia,

con la destrucción del templo, un sacrificio mejor:

el de su propia muerte”

CELEBREMOS LA FE Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

San José, el santo del silencio, Patrono de la Iglesia universal

“Custodio de Jesús y María, José no puede dejar de ser el Custodio de la Iglesia, de su maternidad y del Cuerpo de Cristo: cada necesitado,

pobre, sufriente, moribundo, extranjero, prisionero,

enfermo, es el Niñoque José guarda”

Ser joven no es fácil, nunca lo ha sido, y mucho menos en esta época. Los jóvenes del siglo XXI enfrentan muchos retos y desafíos: tecnológi-cos, emocionales, relacionales y de desarrollo. Algunos miembros de la sociedad esperan mucho de ellos y les exigen; otros se creen con el hecho de manipularlos, ningunearlos, ignorar-los o pisotearlos. Los adultos del siglo XX tal vez piensen que los jóvenes de la actualidad tienen una vida más fá-cil que la que ellos tuvieron, que, por el simple hecho de tener una pantalla inteligente que los conecta al mundo moderno y les da acceso a una vasta información, es suficiente para que se desarrollen y maduren; muchos no comprenden lo que implica ser joven hoy en día. ¡No es nada fácil!

Los jóvenes de la actualidad en-frentan desafíos tecnológicos. Las redes sociales, si bien han venido a acelerar las comunicaciones, ofrecen también un bombardeo excesivo de información, mucha es confusa, am-bigua, contradictora e incluso falsa. Los jóvenes deben enfrentarse a ma-durar su criterio, seleccionar aquella que represente valor y desechar la basura informática.

Si a eso le sumamos los problemas emocionales, vemos que sufren de ansiedad, estrés, soledad, incompren-sión y depresión, que en muchas oca-siones los lleva al borde del suicidio o a caer en el precipicio del mismo. El suicidio es la segunda causa de muer-te en México, según la Universidad de Guadalajara.

Si todo esto es difícil para los jóve-nes adultos, lo es aún más difícil para los jóvenes adolescentes. Además de

todos estos retos, deben enfrentar las dificultades inherentes a su edad. Es en la etapa de la adolescencia cuan-do el joven empieza a tomar concien-cia de su identidad, a cuestionarse a sí mismo y al mundo que lo rodea, a hacer valer su propio yo; es la eta-pa en que intenta definirse y se hace preguntas tales como: ¿Quién soy?, ¿a dónde voy? o ¿qué quiero hacer de mi vida?

La pandemia ha exacerbado la situación, a muchos jóvenes los ha puesto en crisis. Los retos se han mul-tiplicado y magnificado. El virus los ha encerrado en sus casas, los ha ais-lado de sus amigos, centros escolares, deportivos y de entretenimiento; mu-chos han visto su graduación a través de una pantalla; han visto sus sueños rotos y sus economías resquebraja-das; se han distanciado de sus amigos o parejas; y otros tantos han perdido seres queridos, sin poderse despedir de ellos.

En medio de este desgarrador exi-lio, surge una luz esperanzadora.

El pasado sábado 27 de febrero del 2021, se llevó a cabo un Foro Juvenil virtual, organizado por los Jóvenes del Movimiento de Horizon-tes, con sede en la Arquidiócesis de Tlanepantla, bajo la dirección de su servidor, Monseñor Juan Mendoza Hernández. Asistieron al evento más de 50 jóvenes de entre las edades de 12 y 17 años. A cargo del even-to estuvieron cuatro jóvenes: Martín, Diego, Brenda y Julio, que, desde sus computadoras o dispositivos móviles, sacaron adelante el evento por sí mis-mos, con gran destreza y madurez para su edad.

Se habló de diversos temas, tales como: "Tips para superar una pan-

demia", "Relaciones en pandemia", "El joven y la sociedad", entre otros. Un tip que llamó la atención de los asistentes fue la idea de cambiar de habitación cada vez que se inicia una actividad distinta, de esta manera se tiene la sensación de estarse movien-do. Es impresionante la capacidad de adaptación, creatividad y positivismo que los jóvenes asistentes manifesta-ron en sus diversas participaciones.

Pero, ¿quiénes son estos jóvenes? La ciencia los llama: jóvenes de la generación “Alpha”. Su carisma es la evangelización del joven por el joven. Cristo es modelo de sus vidas. Son los nuevos evangelizadores del Siglo XXI, jóvenes profetas y apóstoles del mundo tecnológico y moderno.

Al igual que el Rey David, el joven Samuel o Jeremías, profetas del Anti-guo Testamento, estos jóvenes llevan el mensaje de Dios a otros jóvenes con su testimonio de vida, son líderes natos con diferentes características. Martín un joven serio, centrado, res-

ponsable, con gran capacidad para llevar en orden la sesión y obtener respuestas valiosas de los asisten-tes; Brenda, una chica alegre, jovial y espontánea; Julio, maduro, serio, analítico, el más joven de los cuatro; y Diego, joven de carácter gentil, ale-gre, con una gran capacidad de orga-nización; todos ellos líderes naturales al servicio de la evangelización.

Fue un verdadero deleite verlos desempeñarse con seguridad, con-fianza en sí mismos, frescura espi-ritual, y dar testimonio de un Cris-to vivo desde su juventud. Sigamos orando por la juventud de hoy en día, para que el Señor les conceda la sabiduría, fortaleza y valentía para superar los retos de la evangelización en nuestra época.

El joven de hoy

ACTUALIDAD Por: Mons. Juan Mendoza Hernández / Arquidiócesis de Tlalnepantla

/ Marzo 07, 2021 / 324 Familia 11

Hablar de San José es hablar, para-dójicamente, del santo del silencio, de quien no hay ninguna palabra re-gistrada en los Evangelios, pero sus hechos nos demuestran muchísimo más de lo que escribiendo bastamente podríamos decir de él. Hombre justo, trabajador, comprensivo, esforzado y valiente, son solo algunas de sus mu-chas virtudes como modelo ideal del padre de familia, del esposo, del hom-bre devoto y del ciudadano que educa con sus ejemplos al hijo.

José, como hombre apegado a la tradición y mandatos del pueblo de Is-rael, se comprometió en matrimonio con María. Hoy los hombres dignos debemos seguir su ejemplo valoran-do a la mujer, ofreciendo por ella un compromiso de nuestro ser y nuestra vida, bendecir ante Dios el amor que se le profesa.

Además de la Solemnidad del 19

de marzo, a San José se le celebra el 01 de mayo, en la advocación de San José Obrero, como patrono del traba-jo, actividad dignificante que se ejerce no solo para allegarse dinero como una riqueza, sino como el necesario sustento para la familia, poniendo oficio, esfuerzo y dedicación, expre-sando amor en esa entrega por la fa-milia. Así debe ser el papá, incansable de proveer no solo pan, sino también amor, porque a quien como San José está comprometido, no requieren re-cordarle ni exigirle, pues sabe que mientras el hijo va creciendo está bajo su protección y sustento.

Jesús sabía que una madre es el mayor regalo que se tiene en la vida y quiso tener una. En la tierra quiso te-ner un padre nutricio, y se eligió uno principalmente trabajador y entrega-do, para que se cumpliera como era debido el plan de salvación.

En España se festeja el Día del Pa-dre en la Solemnidad de San José, modelo de esposo protector, que se desvivió por cuidar a María y llevarla siempre con él. Modelo también de padre que protegió a Jesús como hijo y por Él cruzó países enteros para lle-varlo a donde estuviera a salvo. Que él, nuestro patrón, interceda por to-dos los esposos y padres del mundo.

Últimamente nos encontramos con situaciones muy complicadas en cuanto al estado de ánimo y la salud emocional de las personas que nos rodean y las que tenemos a nuestro cuidado. La situación actual nos ha mostrado la fragilidad humana. No-sotros como papás tenemos una gran labor, pues debemos estar al pendiente de nuestros hijos, de su salud integral. Esto solo podremos lograrlo estando atentos de nuestros hijos. Te dejo mis 5Tips para dar los primeros auxilios a nuestros hijos cuando tienen el corazón atormentado.

PrImErO. Mantén la calma.

Es necesario hacer acopio de paciencia, esta es la virtud para poder entender mejor las situaciones y pensar las soluciones más adecuadas para cada caso. De ser necesario, hay que respirar profun-do, hacer una pausa y tomar fuerzas para tener la mente fría y poder ayudar a nuestros hijos de la mejor manera.

Una forma eficaz es pedir ayuda a quien todo lo puede. La oración edifica y nos centra. «Cuando

soy débil, entonces soy fuerte, pues me sostiene la gracia de Dios».

SEGundO Revisa los signos vitales.

También en la parte espiritual y emocional, como en la física y corporal, hay que revisar los signos vitales. Algunos de los signos vitales del espíritu son: la mirada, la incomunicación, los cambios súbitos de conducta, el aislamiento, etc. Si estamos atentos a estos síntomas podemos atender con prontitud las necesidades de nuestros hijos.

tErCErO. Discierne las prioridades.

Una vez que tenemos claro dónde estamos para-dos, podemos ver qué es lo más urgente de aten-der. Así que, hagamos una lista de las situaciones o problemas y luego tratemos de dar solución a cada una, empezando por las más importantes, con ac-ciones concretas que sean posibles y viables.

CuartO Ayúdalos a ubicar lo que sienten.

Una vez que nosotros ubicamos y dimencionamos las cosas, es tiempo de tratar de que nuestros hijos las asuman, porque la herida que no se reconoce no se puede sanar. Este proceso requiere de nuestro cuidado y amor, ya que estamos tocando el alma de nuestros hijos. Así que, una vez más, es necesaria la paciencia.

QuIntO Diseña una estrategia de rescate.

Cada uno de nuestros hijos es diferente, por lo que cada uno requiere soluciones y cuidados distintos. Dependiendo del caso, ellos pueden ayudarnos en-contrar las mejores soluciones y a comprometerse a poner manos a la obra. Podemos escribir las accio-nes en una libreta e ir revisando periódicamente los avances o retrocesos, pero nosotros debemos estar pendientes para apoyar a nuestros hijos.

Padres y esposos a imagen de San José

Primeros auxilios para un corazón atormentado

FAMILIA Por: Marcos Josafat / Diócesis de Valle de Chalco

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Cathopic. San José, modelo de esposo protector, que se desvivió por cuidar a María y a Jesús.


Actualidad 324 / Marzo 07, 2021 /6

Fotos: Cathopic. Los jóvenes de hoy nos enseñan a comprender a las nuevas generaciones y así poder llevar el Evangelio eficazmente a todas partes.

“Las redes sociales ofrecen también un bombardeo

excesivo de información. Los jóvenes deben enfrentarse

a madurar su criterio, seleccionar aquella que

represente valor y desechar la basura informática”

“Hombre justo, trabajador, comprensivo, esforzado y valiente, son solo algunas

de sus muchas virtudes como modelo ideal del

padre de familia, del esposo, del hombre devoto y del

ciudadano que educa con sus ejemplos al hijo”

/ Marzo 07, 2021 / 324 Caminar Diocesano 5

En el marco del año de San José, y en vistas a la Fiesta Patronal de este año 2021, en el Seminario de la Diócesis de Nezahualcóyotl nos di-mos a la tarea de adentrarnos en las redes sociales y organizar una fiesta patronal online.

Las redes sociales, como ha men-cionado el Papa Francisco, son un don de Dios, y sirven también para salir al encuentro del otro, siempre y cuando sea una red de personas, no de cables.

En este proceso de familiarizar-nos con este ambiente digital, nos hemos encontrado con ciertas re-sistencias, como la indiferencia, las críticas, los prejuicios, el temor, etc. Sin embargo, somos conscientes que las redes sociales son los «nue-vos areópagos» por los cuales tene-mos que llevar el Evangelio, y que estas han llegado para quedarse. Por otro lado, hemos podido llegar, por estos medios, a muchas personas; es increíble el alcance que se puede te-ner. Es por ello que en este ambiente nos animamos a festejar a San José.

Nuestra Fiesta Patronal lleva por tí-tulo: «Una semana con San José desde el corazón de la Diócesis». Tendrá conte-nido que podrá ser visto por todas las personas que nos sigan en nues-tra página de Facebook: Seminario San José Nezahualcóyotl. Habrá re-flexiones en torno a San José. Ade-más, durante esta Cuaresma se han estado subiendo reflexiones diaria-mente, se transmitirá la Misa todos los días, actos de devoción como el novenario, etc.

Tendremos contenido exclusivo en un grupo de Facebook, al cual se puede tener acceso con una coo-peración de $100. Habrá conferen-cias, conciertos, libros digitales, etc. Para mayor información pueden enviar un mensaje de whatsapp al 55 6167 1548.

Es una experiencia nueva para todos nosotros, pero, confiando en Dios, echaremos las redes. Dios bendiga a nuestro Seminario.

La dimensión de Pastoral de Multi-tudes de la Diócesis de Texcoco nos ofrece una serie de cápsulas llamada "Con corazón de padre", basadas en la Carta Apostólica "Patris cor-de" del Papa Francisco, como una acción significativa a realizar en fa-milia para este mes de marzo.

Las acciones significativas impul-sadas en la Diócesis de Texococo, desde hace varios años, y en particu-lar en este año 2021, tienen la fun-ción de apoyar la contrucción de re-laciones interpersonales más sanas. En este caso, la propuesta es unir a las familias en torno a la oración a San José.

Para poner en práctica esta ac-ción, se elige un horario en el que puedan participar reunidos la ma-yor cantidad de integrantes de la fa-milia. Las familias pueden acceder a las cápsulas con el contenido de la carta apostólica “Patris corde”, a través de las redes sociales de la Dió-

cesis de Texcoco (Facebook, Twitter, Instagram); también se transmitirá todos los miércoles del mes de mar-zo, a las 12:00 horas, en la estación de radio La Unik 89.3 FM.

Te invitamos a motivar a tu familia para que, a través de la oración, en-cuentren un nuevo modo de unirse.

fiesta patronal del Seminario San José, nezahualcóyotl

¡las familias, de corazón, nos encomendamos a tu protección!

CAMINAR DIOCESANO Por: Pbro. Oscar Martínez López / CODIPACS Nezahualcóyotl CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Diócesis de Nezahualcóyotl. «Una semana con San José desde el cora-zón de la Diócesis».

Foto: Diócesis de Texcoco. Participa vivamente de las acciones significativas para este mes de la familia y de San José.

Cultura 324 / Marzo 07, 2021 /12


CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

CULTURA Por: Hna. Ana Franco / Diócesis de Ecatepec

Hemos comenzado a caminar con Jesús el camino de la Cuaresma. Durante este tiempo vivimos y re-cordamos la Pasión, Muerte y Resu-rrección de nuestro Señor Jesucristo. En este tiempo, es un buen momen-to para recordar que por medio de las Obras de misericordia se pueden mostrar al prójimo el amor de Dios, que es capaz de “transformar el co-razón de los hombres para que pue-dan experimentar un amor fiel y, a su vez, lo hace capaz de misericordia” Papa Francisco.Para tener en cuenta:

Obras de misericordiacorporales:1) Visitar a los enfermos2) Dar de comer al hambriento3) Dar de beber al sediento4) Dar posada al peregrino5) Vestir al desnudo6) Visitar a los presos7) Enterrar a los difuntos

Obras de misericordiaespirituales:1) Enseñar al que no sabe2) Dar buen consejo al que lo ne-

cesita

3) Corregir al que se equivoca4) Perdonar al que nos ofende5) Consolar al triste6) Sufrir con paciencia los defectos

del prójimo7) Rezar a Dios por los vivos y por

los difuntos.La palabra Misericordia viene de

Miser = miseria, y Cordia = cora-zón, es decir, sentir con el otro sus miserias y necesidades, para así ayu-darlos, auxiliarlos, ser solidarios.

Dios siempre está presente donde tenemos una necesidad, ya sea espiri-tual o material, hay que reconocer su

rostro en aquél que está en necesidad haciendo a un lado sus faltas. Debe-mos vivir las obras de misericordia con todo nuestro corazón, con solo conocerlas no obtenemos nada, hay que vivirlas a pesar de los errores que podamos tener como seres humanos.

No existe una verdadera Cuares-ma si no practicamos las Obras de misericordia. Observemos la cruz: el madero vertical representa nuestro amor a Dios, ya que va en sentido de arriba, hacia el cielo. El madero ho-rizontal representa el amor a los de-más, a nuestros semejantes, pues va en sentido lateral. ¿Cuál de los ma-deros es el primero? ¿Cuál no pue-de sostenerse solo? Pues el amor de Dios es lo que sostiene nuestro amor al prójimo. No puede haber amor al prójimo sin amor a Dios.

las Obras de misericordia y el tiempo de Cuaresma

El sentido de la enfermedad para el cristiano

Foto: Cathopic. Como estos santos, y muchos tantos más, busquemos el amor que nace no en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios.

La experiencia de la enfermedad es una realidad que muchas veces sobrecoge, atemoriza, deja inquieta a la persona que la enfrenta, ya sea de manera personal o cercana. No deja indiferente a nadie, más en este tiempo donde la pandemia ha venido a dejar en evidencia lo frágil y limitada que es nuestra vida.

Indudablemente, pensar en la enfermedad nos lleva a pensar en lo que puede venir después de la enfermedad; quizá nos lleva a ponernos felices por la sanación o nos entristece por la muerte, y esto es propio de nuestra naturaleza, el sentir la angustia ante la enfermedad. Como afirma Ber-mejo, “Tenemos demasiado miedo al dolor y al sufrimien-to, nos empeñamos en vivir la vida sin anticipar su final, en vivir ciega y neciamente, como si fuéramos inmortales”.

Afortunadamente nuestra Madre la Iglesia, con entrañas de una verdadera mamá, nunca nos des-ampara, está presente a lo largo de la vida y en los

momentos del dolor, la enfermedad y la muerte, con mucha mayor razón, y es a través del ministe-rio de la Pastoral de la Salud en donde nos ofrece primero paliar el dolor físico para luego seguir con el moral, la asistencia espiritual, especialmente la recepción de los Sacramentos de manera libre y sin amenaza de nadie, los momentos de oración y el sentido de fe, para llegar a trascender dicho sufrimiento.

Prepararnos en el momento de la enfermedad con los auxilios espirituales puede hacer más lle-vadero el miedo, pero su sentido está en pensar que no experimentamos la enfermedad solos, sino con el mismo Jesucristo. Al aceptar la enfermedad y dejarnos caer en el regazo de Dios, nuestra vida fructificará, pues solo cuando el hombre es capaz de reconciliarse consigo mismo, con la vida y con el prójimo logra abandonarse en Dios y unirse a toda la humanidad.

La enfermedad, por lo tanto, no es solo una lu-cha solitaria, sino un acto de entrega, en donde contemplamos la Magnificencia Divina tal cual es, y esta contemplación es capaz de colmar nues-tro anhelo existencial más profundo. Como cris-tianos católicos, sabemos que Jesucristo murió por nosotros y con su muerte nos hace participes en la vida eterna, solo entonces se diluye el temor y nos sentimos unidos de manera nueva: con los que enferman y que tanto ama Dios.

“Prepararnos en el momento de la enfermedad con los auxilios espirituales

puede hacer más llevadero el miedo, pero su sentido está en pensar que no experimentamos la enfermedad solos,

sino con el mismo Jesucristo”

Caminar Diocesano 324 / Marzo 07, 2021 /4

Los días 19, 20 y 21 de febrero el equipo de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Valle de Chalco, aseso-rado por el Pbro. Rodolfo Argueta Alanís, realizó la primera Pre Pascua online de adolescentes y jóvenes, con sede en la Parroquia de Santo Do-mingo de Guzmán, en Juchitepec, y como subsede la Parroquia de la In-maculada Concepción, en Ozumba.

El tema principal fue la vocación y la respuesta al llamado de Cristo, a raíz de un encuentro con Él, que lle-ve a una realización personal plena en Dios por medio del cumplimiento de una misión: el ser para los demás.

La Pre Pascua tiene la finalidad de preparar a los líderes juveniles de cada parroquia perteneciente a la Diócesis para, posteriormente, ce-

lebrar la Pascua en sus respectivas parroquias, que este año será online, debido a la pandemia.

Durante las conferencias, diálogos y talleres, presentados vía Zoom, se exhortó a los jóvenes a responder al llamado a la gran misión, centrando la experiencia en el ser y hacer Igle-sia para vivir una nueva forma de extensión del Evangelio.

El Pbro. David Jasso compartió la visión del PGP, hablando del gran ca-mino que queda para lograr los obje-tivos propuestos; el Pbro. David Raúl Reynoso Ruiz presentó el tema “Los jóvenes y las redes sociales” sobre el impacto de la evangelización digital en esta generación; y la joven María José Bolaños ofreció el tema del pa-pel del joven ante la adversidad.

Sin duda, este año la experiencia fue nueva para el equipo que enfren-tó múltiples retos y dificultades. Nun-ca imaginamos una situación similar y, aunque extrañamos la interacción personal, la respuesta recibida fue muy buena, pues casi 100 jóvenes de 22 parroquias y 2 Movimientos Lai-cales se unieron en este encuentro en el que, a pesar de la distancia, hici-mos vida nuestro lema: “Cristo Vive: Y con valentía acepto su llamado”.

Una situación que se presenta constantemente en este tiempo de pandemia es el sufrimiento, en particular el dolor ante la enfermedad o bien el dolor ante la muerte de un ser querido. Por ello, como Iglesia de Ecatepec, es una de nues-tras prioridades poder acompañar al pueblo que sufre a consecuencia del Covid-19.

Nuestro Padre Obispo Mons. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G., como pastor de nuestra comunidad diocesana y sabiendo de esta necesidad, encabeza los trabajos que, junto con el Pbro. José Guadalupe Granados Fitz y el equipo de Pastoral Social, han tenido a bien iniciar. En el proyecto “Consuelen a mi pueblo”, mediante un taller con especialistas en Tanatología, se bus-ca dar el acompañamiento a quienes en este mo-mento sufren por la pérdida de algún ser querido.

El inicio del taller ha sido muy fructífero, ya que se realiza mediante la plataforma de Zoom y se transmite en directo por medio de la página de Facebook de la Diócesis de Ecatepec. Dicho taller tendrá una duración de tres meses.

Este taller tiene la finalidad de escuchar y acom-pañar de manera integral a las victimas de duelo y crisis en el manejo de emociones y sentimien-tos ante la emergencia por Covid-19, para esto es necesario conocer y reconocer a las personas en su verdad, acción que debe ayudarnos a que los fieles vean con ojos nuevos su propia realidad.

La Mtra. Alma Flores (Psicotanatóloga) nos presento la importancia de poder tener un acom-pañamiento espiritual, pastoral y psicosocial, de tal manera que se dé un acompañamiento inte-gral e incluyente, que den las luces necesarias aún en las circunstancias más oscuras, ayudar a comprender que la muerte no tiene la ultima palabra.

una Pre Pascua a distancia

Curso de tanatología: Consuelen a mi pueblo

CAMINAR DIOCESANO Por: Diana López / Pastoral Juvenil Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: Dimensión de Pastoral Social / Diócesis de Ecatepec

Foto: CODIPACS Chalco. Equipo de Pastoral Juvenil, realizando la transmisión de la Pre Pascua.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Puedes participar del Curso de tanatología por medio de Zoom o en el Facebook de la Diócesis de Ecatepec.

/ Marzo 07, 2021 / 324 Cultura 13


A lo largo del último siglo, los cambios medioambientales han causado estragos en el planeta. De-sastres naturales, alteraciones en las estaciones y problemas con el suministro de agua son solo algu-nos de los problemas que incluye la larga lista de consecuencias, que podrían aumentar si no tomamos medidas rápidas.

La violencia que hay en el co-razón humano, herido por el pe-cado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que ad-vertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. El hombre se ha vuelto más codicio-so, con más ansia de tener, muchas veces con un incontrolable impulso por llenarse de bienes materiales; no ha hecho consciencia de cómo estos hábitos hacen que el ambien-te se vea severamente perjudicado.

Fue necesario hacer un alto, debido al aislamiento social por la pandemia de Covid-19, donde pu-

dimos mirar las fotos de las princi-pales ciudades del mundo antes de la cuarentena y durante la cuaren-tena para darnos cuenta de que la contaminación se redujo y tanto el aire como algunas especies anima-les lo agradecieron.

Los católicos no podemos se-guir haciendo nuestra vida como la hicimos hasta ahora y pretender que aquí no pasa nada. Y, como las grandes acciones comienzan con pequeños gestos, podríamos plantearnos: Separar residuos, reciclar lo que sea reciclable, reu-tilizar lo que se pueda, hacer una composta en casa, cuidar el consu-mo de nuestro transporte personal, el agua, la electricidad y muchas cosas que, por insignificantes que puedan parecernos, son significa-tivas si logramos hacerlas masivas.

Para comprometernos a ser par-te de la solución, recordemos las palabras del Papa Francisco: “Esta hermana (la Tierra) clama por el

daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”. Dios creó el mundo por amor y lo confió a nosotros como un don, regalo con el que podemos admirar y descubrir su grandeza.

Como propósito podríamos leer completa la encíclica «Laudato Si» y proponer en nuestra familia dos acciones concretas para conta-minar menos y una acción parro-

quial conjunta para contribuir a la mejora de nuestra comunidad y, del mismo modo, de nuestra Casa Común.

Como católicos, ¿qué podemos y qué tenemos que hacer paracuidar la Casa Común en nuestros días?

CULTURA Por: Nancy Zuñiga / CODIPACS Cuautitlán

Foto: Cathopic.Los católicos no podemos seguir haciendo nuestra vida como la hicimos hasta ahora y pretender que no está pasando nada con nuestra Casa Común, debemos tomar acciones concretas en el cuidado de nuestro planeta.

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“El proyecto ‘Consuelen a mi pueblo’

busca dar el acompañamientoa quienes sufren por la pérdida

de algún ser querido”

El IV Domingo de Cuaresma es conocido como Domingo «Laetare», domingo de la alegría, porque así comienza la antífona de entrada de la liturgia eucarística, invitando a Jerusalén y a cada uno de nosotros a la alegría: Laetare Jerusalem, “Alégrate, oh, Jerusalén”. «Laetare», quiere decir «Alégrense».

El domingo de la alegría debe entenderse como un descanso durante la Cuaresma. El color litúrgico co-rrespondiente es el rosa, al igual que el Domingo de Gaudete en Adviento, aunque también está permitido usar el color morado, propio del tiempo de Cuaresma.

El gran amor de Dios por la humanidad es el motivo por el que debemos alegrarnos, como nos lo indica el Evangelio: «Porque tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).

A pesar de que tenemos tantos motivos para de-primirnos por la pandemia que nos aflige y amena-za, debemos alegrarnos porque incluso cuando la situación parece desesperada Dios interviene ofre-

ciendo al hombre la salvación y el aliento. Dios no se hace a un lado, sino que entra en la historia de la humanidad, se entromete en nuestra vida, entra en ella, para animarla con su gracia y salvarla.

Celebrar el Domingo «Laetare» como una pausa dentro de la espera ante el acontecimiento que se

avecina, no significa olvidarnos de las privaciones y penitencias que cada quien se trazó al inicio de este camino cuaresmal, sino que nos recuerda que detrás de la penitencia está el deber de eliminar el pecado de nuestras vidas, para así vivir en gracia, que nos es dada por Dios en su infinita misericordia y amor de Padre.

Este Domigo «Laetare», alegrémonos porque se acerca el tiempo de recordar y vivir nuevamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Se-ñor Jesucristo, misterios centrales de nuestra fe, con alegría y esperanza, con optimismo y confianza en las promesas de Dios, que guía a su Iglesia con la fuerza de su Espíritu, que de los males saca bienes, pues, como nos dice San Pablo: «Para los que aman a Dios, todo lo que sucede sucede para bien».

Jesucristo nos prometió que el Espíritu Santo es-tará con su Iglesia «Hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). Cristo resucitado es el manantial más fecun-do de nuestra esperanza, es el Camino, la Verdad y la Vida.

domingo de la alegría y esperanza

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

Foto: CODIPACS. Diócesis de Valle de Chalco

Infantil 324 / Marzo 07, 2021 / / Marzo 07, 2021 / 324 Editorial14 3

Conoce a San JoséINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

EDITORIAL


alto a la discriminación por Covid-19OPINIÓN Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

La Dimensión Episcopal para la Fe y Compromiso Social, dirigida por el Obispo de Cuautitlán, Mons. Gui-llermo Ortiz Mondragón, publicó un mensaje con motivo del Día Mundial de la Cero Discriminación, en el cual se enfatizó, en cuanto a la pandemia del Covid-19, que “todos hemos que-dado al descubierto por sus efectos, como señala el papa Francisco, ‘la pandemia de Covid-19 dejó al des-cubierto nuestras falsas seguridades’; vivimos asustados y perdidos, frágiles y desorientados, llamados a remar juntos y con la necesidad de confor-tarnos mutuamente”.

Señaló que “el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaraba la epidemia del COVID-19 como Pandemia. Hecho de máxima urgencia al tratarse de la salud global, derecho que tiene toda persona, según la declaración de los derechos humanos (Artículo 25). A partir de ese momento la situación

de la salud es de incertidumbre para todas las naciones y el ritmo de la pandemia se mueve con la rapidez de los desplazamientos humanos”.

Sobre el ritmo vertiginoso de la ac-tual pandemia y el llamado a la medi-cina para eliminar esta enfermedad, provocó cambios en los lineamientos y protocoles del cuidado de la salud, con efectos sociales con grado discri-minatorio para “quien se contagiaba, a los pacientes post-COVID, y al per-sonal médico, incluso con agresiones físicas”, apuntó.

Aseguró que “la ONU ha afirma-do que la pandemia del COVID-19

está causando temor y sufrimiento graves a las personas de edad en todo el planeta, y que, más allá de su im-pacto inmediato en la salud, la pan-demia coloca a estas personas en si-tuación de mayor riesgo de pobreza, discriminación y aislamiento”, por lo que, en el contexto de lo que el papa Francisco llama “cultura del descar-te”, nos hace pensar que la persona que sufre la Covid-19 se suma al ru-bro de quienes son rechazados: “La pandemia ha dejado al descubierto la difícil situación de los pobres y la gran desigualdad que reina en el mundo. Y el virus, si bien no hace excepciones entre las personas, ha

encontrado, en su camino, grandes desigualdades y discriminación”, por lo que “tenemos que curar un gran virus, el de la injusticia social, de la desigualdad de oportunidades, de la marginación y de la falta de protec-ción a los más débiles”.

El mensaje hace un llamado a todos para hacer “un alto a la indiferencia, a la cultura del descarte y al virus de la discriminación, imitando a Jesucristo para limpiar estas lepras cuya vacuna es la misericordia. Digámosles: Cúranos Señor de la lepra de la discriminación”.

Foto: Misiones OnLine. “Cúranos Señor de la lepra de la discrimi-nación”.

“Hagamos un alto a la indiferencia, a la cultura

del descarte y al virus de la discriminación, imitando a

Jesucristo para limpiar estas lepras cuya vacuna es la

misericordia”

vivir la enfermedad en la familia

La familia que asume la enfermedad en uno o en varios miembros de ella, es una familia unida en el amor a Je-sús que da la salud, hace el bien al prójimo y se compadece de su con-dición. Es necesario acompañar y cuidar de nuestros enfermos, prime-ramente, encomendándolos a Dios, haciendo oración por ellos como familia y, por otra parte, se debe in-tensificar el diálogo para que todos conozcan la enfermedad, dando a conocer las consecuencias más gra-ves en el progreso de su enfermedad.

No debemos olvidar que cuando cuidamos a un enfermo acrecenta-mos el amor al prójimo, al tener ese contacto con el dolor y el sufrimien-to humano. Si el enfermo está en las capacidades de entender su enferme-dad y su proceso de recuperación, hay que comunicárselo, porque es él quien está padeciendo la enferme-dad, hay que invitarlo a crecer en la

fe y fortaleza en su enfermedad por medio del sacramento de la Unción de los enfermos.

El cuidado a un hermano enfer-mo es la oportunidad que Dios nos brinda para crecer en el amor, la paciencia y la caridad. Con nuestro acompañamiento, tratemos de ser sensibles ante los dolores y padeci-mientos de nuestros hermanos, que son asociados a la cruz del Señor. El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica: Amoris Laetitia, nos en-seña: “La alegría del amor se vive en familia, es en la familia donde todo ser humano crece y se desarrolla a lo largo de su familia, comúnmente está compuesta por el padre, la madre y los hijos, como familia se deben de afrontar y responder a los cambios sociales que dañan o perjudican a la unidad familia”.

El Papa Francisco, en su Cateque-sis del 10 de junio de 2015, también

enseña: “La enfermedad es la ex-periencia de nuestra fragilidad, que vivimos generalmente en la familia, desde niño, luego sobre todo como ancianos”. Como Iglesia doméstica, podemos dar un renovado testimo-nio de caridad como Jesús nos lo en-seña. Los enfermos no solo están en los hospitales, sino están en la propia casa. Por este tiempo de pandemia, la hospitalización se ha hecho más difícil, porque los hospitales se vol-vieron a la atención de los enfermos de la Covid-19, dejando del lado muchas veces a los demás enfermos y, además, muchos enfermos por la Covid-19 deciden permanecer en su casa, poniendo sus vidas en manos de sus familiares. Por ello, debemos cuidar que nunca falte en las familias la presencia consoladora del Señor y de la intercesión de la Virgen María.

Editorial Mensajero.

Foto: Cathopic. En este tiempo de dificultad, procuremos la salud y el bienestar mental y corporal, pero más aún espiritual, de todos los integrantes de la familia.

Hace poco más de un año, exacta-mente el 27 de febrero de 2020, se registró el primer caso de coronavirus SARS-CoV-2 en México. Lamenta-blemente, después de ese tiempo, más de 185 mil muertes se han dado por Covid-19, en más de 2 millones de ca-sos reportados. En la Provincia Ecle-siástica de Tlalnepantla han muerto más de 13,500 personas, consideran-do la información oficial sobre los municipios que se encuentran en las diferentes Diócesis, estos han sido de los más afectados por la pandemia en el Estado de México.

En este panorama, se han buscado las soluciones que ayuden a frenar la pandemia, entre las que destacan las campañas de vacunación. Las vacu-nas salvan millones de vidas cada año en México y en el mundo, su función es entrenar y preparar a las defensas naturales del organismo humano en su sistema inmunológico para de-tectar y combatir los virus como el SARS-CoV-2, de manera que, si el cuerpo se ve posteriormente expuesto a los gérmenes patógenos, estaría listo para destruirlos de inmediato, previ-niendo así la enfermedad.

Vacunarse tiene varios beneficios, como prevenir contagiarse de la Co-vid-19, evitar transmitir el virus a otras personas, reducir el número de hospitalizaciones y muertes a casusa

de la pandemia, aumentar el núme-ro de personas protegidas en la co-munidad, buscando la inmunidad colectiva. El efecto de las vacunas en la pandemia dependerá de varios factores, como la eficacia de las dife-rentes vacunas, la rapidez con la que se fabriquen y distribuyan y el segui-miento del Esquema de vacunación Covid-19 en México.

A partir del 15 de febrero del pre-sente año inició la vacunación en el Estado de México, con 102 mil 760 dosis del biológico desarrollado por Oxford-AstraZeneca y 192 mil dosis del biológico de la farmacéutica Si-novac. Hasta el término del mes de febrero se habían aplicado más de 100 mil dosis en adultos mayores de 60 años, en los municipios, Atlaut-la, Axapusco, Ecatepec, Ecatzingo, Apaxco, Hueypoxtla y Temascalapa.

Es importante considerar como

cristianos católicos la importancia de acceder a la vacunación en cuanto sea posible. La Congregación para la Doctrina de la Fe, el 21 de diciembre de 2020, afirmó que es moralmente aceptable utilizar vacunas contra la Covid-19. La Conferencia del Epis-copado Mexicano, por otra parte, a través de la Dimensión de Pastoral de la Salud, dio un mensaje el 10 de abril del presente, expuso un documento llamado: “Vacunarnos: un bien para la salud de todos”, donde se afirma: “la vacuna debe de ser administrada prioritariamente a quienes poseen mayor riesgo de contraer la enferme-dad: personas con riesgo especial a causa de otras enfermedades, edad o ejercicio de su vocación o profesión… Meras opiniones, rumores o teorías conspiratorias solo pueden ser objeto del rechazo de una conciencia cristia-na y responsablemente formada. Los católicos no debemos contribuir en modo alguno a la desinformación ya que está en riesgo la vida de las per-sonas, especialmente, de las más vul-nerables”.

Como cristianos y ciudadanos res-ponsables, sigamos tomando todas las acciones necesarias para evitar la transmisión de la Covid-19, incluyen-do la necesidad de acceder a la vacu-nación en cuanto sea posible. Recor-demos con gratitud a los sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos compro-metidos que han fallecido a causa de esta pandemia, valoremos también los esfuerzos del personal sanitario que en los hospitales y en las casas arriesgan cada día su vida por salvar a los enfermos, y una manera de apo-yar esta noble causa es vacunarnos.

Pido la intercesión de la Virgen de Guadalupe, salud de los enfermos, para que interceda por nosotros para el cese de esta pandemia. En Cristo misionero, les aseguro mi oración, amistad y bendición.

+ Óscar RobertoDomínguez Couttolenc, M.G.

Obispo de Ecatepec

vacunarse:un acto de amor al prójimo

vivir la iniciación sacramental: testigos de un tiempo nuevo

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G. / Obispo de Ecatepec

LAICOS Por: Luis Antonio Rodríguez Rivera / Diócesis de Valle de Chalco

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 324 / Marzo 07, 2021 / / Marzo 07, 2021 / 324 Laicos2 15


¿Cómo sobrevivir cuarenta días en el desierto? Difícil cargar tantos insumos para ese periodo. ¿Y si ese desierto ya lo estamos viviendo, aun cuando todas las necesidades materiales han sido sa-tisfechas? La situación actual en me-dio de la pandemia, las restricciones y las nuevas normas de convivencia han acentuado un alejamiento personal, fomentado desde hace algunos años por la inmediatez de los medios de comunicación digital y la lejanía del encuentro personal y fraterno.

El nuevo desierto nos plantea una realidad de aislamiento e indiferencia ante las necesidades primordiales de las personas; tenemos tanta prisa que no escuchamos, tantos gastos inútiles que no ayudamos, tantos huecos en el corazón y el alma que cada vez ama-mos con condiciones y temporalidad. La caridad ha pasado a ser un “me gusta” o un “corazón”, una frase de aliento o un pensamiento bonito, una

promesa de oración, una palabra pa-sajera ante la desgracia del otro.

El compromiso con la Iglesia en medio del desierto ofrece la oportuni-dad de encontrarnos con Cristo en los Sacramentos. Tenemos la gracia de recibir cada uno de ellos a través de la vida. La Cuaresma es un regalo de Dios para revisar, renovar y acrecen-tar nuestra fe. Las promesas bautis-males nos invitan a morir al pecado y vivir en gracia, en santificación; prac-ticar el desprendimiento, la caridad y la abstinencia.

El Papa Francisco nos invita a vivir esta Cuaresma como un camino de renovación en la fe, esperanza y cari-

dad por la presencia del Espíritu San-to, que confirma el amor de Dios y su acción santificante a través de la ora-ción y las obras de caridad. Su fuerza y compañía nos abren el camino a la reconciliación en la penitencia, con nosotros mismos, nuestros hermanos, amigos, vecinos, más allá de cargas in-

útiles, prejuicios e ideologías, en pre-paración para compartir el banquete del misterio pascual en la Eucaristía y vivir la alegría de la Resurrección del Señor.

¿Qué caso tiene iniciar el camino sacramental sin la aspiración de par-ticipar en la Eucaristía? La Cuares-ma es tiempo propicio para vivir en plenitud en adherencia a Cristo; cua-renta días para analizar este tiempo y descubrir las nuevas luces que han de guiarnos a la Pascua.

Todo camino sacramental nos lleva al encuentro fraterno con el hermano. Cristo está presente en nuestro entor-no, vamos a descubrirlo viviendo los Sacramentos, que son un manantial en el desierto cuaresmal.

Foto: Cathopic. ¿Qué caso tiene iniciar el camino sacra-mental sin la aspiración de participar en la Eucaristía?

LAICOS Por: Animadores Vocacionales Parroquiales / Diócesis de Izcalli

la importancia de orar por las vocaciones

El servicio de animación vocacional también está fundamentada en la compasión que Jesús tiene por la mies abandonada. De esta compasión nace la oración y se manifiesta la urgencia de la misión.

Las vocaciones son dones de Dios, y por eso no deben faltar la oración. Hay una necesidad de fortalecer de diversas maneras la oración por las vocaciones, ya que es con la oración que se puede crear mayor sensibilidad y receptividad al llamado del Señor, y también promover y coordinar inicia-tivas vocacionales.

Una de las tareas de los Animado-res Vocacionales Parroquiales es esa, orar todos los días por las vocaciones, sin importar la distancia, nos unimos en oración desde la escuela, casa u oficina. Y así, también vamos crean-do una espiritualidad vocacional, ya que la espiritualidad es la savia que alimenta y da vitalidad a toda acción vocacional, es el eje donde se mueve la vida y misión de los vocacionados y de

los animadores vocacionales.Pero, la invitación a orar por las vo-

caciones no solo es para el Grupo de Animadores Vocacionales Parroquia-les, sino también en todas las familias que quieran unirse y ser parte de esta noble acción.

Si están interesados pueden contac-tarnos al Teléfono: 56-2210-2016. Y, a propósito, los invitamos a orar por las Vocaciones:

Oh, Jesús,Pastor eterno de las almas,

dígnate mirar con ojosde misericordia

a esta porción de tu grey amada.Señor, gemimos en la orfandad,

dános vocaciones, danos sacerdotes y religiosos santos.

Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe,tu dulce y Santa Madre.

Oh Jesús danos sacerdotes yreligiosos según tu corazón.

Amén.

Foto: Diócesis de Izcalli. Orar por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales es una tarea muy bonita e importante para la Iglesia.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Sigamos tomando todas las acciones necesarias para evitar la transmisión de la Covid-19, incluyendo la necesidad de acceder a la vacunación en cuanto sea posible.

“Las vacunas salvan millones de vidas cada año en México

y en el mundo, su función es entrenar y preparar a

las defensas naturales del organismo humano en su

sistema inmunológico para detectar y combatir los

virus, de manera que estaría listo para destruirlos de

inmediato, previniendo así la enfermedad”

“El compromiso con la Iglesia en medio del desierto

ofrece la oportunidad de encontrarnos con Cristo en

los Sacramentos”

Año 12 / No.324mArzo 07, 2021

San José, Custodio de la Iglesia

Pág. 7

El PaPEl dE laS famIlIaS CrIStIanaSEn la aCtualIdad

12P. 16

proviNciAl

laS ObraS dE mISErICOrdIa yEl tIEmPO dE CuarESma

12P. 12

culturA

altO a la dICrImInaCIónPOr COvId-19

12P. 3

opiNióN

Provincial 324 / Marzo 07, 2021 /16


vacunarse: un acto deamor al prójimo / Pág. 2


El papel de las familias cristianas en la actualidadPROVINCIAL Por: Pbro. Lic. Guillermo Flores Millán / Diócesis de Nezahualcóyotl

«¡La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia!». Con estas palabras inicio el Papa Francisco su exhortación apostólica sobre el amor en la familia, al mismo tiempo que nos hacía ver la misión que tiene esta como comunidad de vida y amor (GS 48) adquirida en el sí esponsal a través del Sacramento del Matrimonio.

Sin lugar a dudas, las familias cris-tianas desempeñan hoy en día un papel fundamental a todos niveles (político, social, económico, cultu-ral, etc.), sobre todo en lo moral y lo antropológico, porque se trata de descubrir al hombre en su verdade-ra identidad: un ser creado para amar y ser amado por Dios y por el prójimo. Se trata de que cada integrante de esta Iglesia domestica sostenga y sea sos-tenido por un amor libre, fuerte, lle-no de valores y virtudes, en donde se manifieste la generosidad, el com-promiso, la fidelidad, centrados en la comunión que emana de la rela-ción de Dios como Padre amoroso y misericordioso, y del Hijo Jesucristo que, escuchando la voz de su Padre,

lleva a cabo la salvación de todos los hombres.

Como lo expresa el Papa en su ex-hortación, son varios los aspectos que han llevado a las familias en general a verse fragmentadas, desorientadas, lastimadas en su esencia; el Sumo Pontífice resalta como problemáticas el individualismo exasperado, la cul-tura de lo provisorio, de la posesión y el disfrute, el estrés, la organiza-ción social y laboral, la afectividad sin límites, que viene acompañada por la aprobación de la anticoncep-ción, la esterilización y por supuesto el aborto. En otras palabras, todo es descartable, porque se usa y se tira, se gasta y se rompe, existe un narcisis-mo que expresa el miedo al compro-miso, se plantea, como dice Sigmund Bauman, un amor líquido, que toma la forma según las circunstancias. Todo esto proyecta desafortunadamente una propuesta en la que se hace a un lado a Dios y a la fe, todo esto desva-loriza el Matrimonio y la familia.

A cinco años de este documento, el sucesor de Pedro invita a conmemorar un año dedicado a las familias, con el

fin de mostrar que esta célula, como le llama la sociedad, es un bien, y al mismo tiempo representa siempre un evangelio, una buena noticia para quien se reconoce parte de ella y se deja conducir por el Espíritu de Dios, que da valor y dignidad a la vida de cada integrante.

Hemos descrito lo que hace subli-me y lo que debilita a la familia, pero, ¿cómo responde la familia cristiana ante estos desafíos?, ¿cuál es el papel que debe desempeñar en este tiem-po que haga posible, como la Sagra-da Familia, ser un ejemplo y modelo que lleve a cada integrante a sentirse un don de Dios para los demás y, al

mismo tiempo, ayude a caminar por senderos de justicia y de paz a la so-ciedad? A estas y otras preguntas la Iglesia domestica responde.

El vicario de Cristo, sabiendo que debía dar continuidad al magisterio expresado por sus predecesores, busca confirmar una de las invitaciones que acompañaron las enseñanzas de San Juan Pablo II con relación a la familia, y que le sugería a no dejar nunca, ma-nifestaba bajo la expresión: Familia, ¡sé lo que eres! Y lo que es toda fami-lia radica en el amor de Dios, origen de todo amor humano, en cualquiera de sus manifestaciones. Por tal motivo, la familia cristiana debe permear en todo lugar una cultura en donde sea ella misma un evangelio, una anun-ciadora de buenas noticias, con una espiritualidad fortalecida en la ora-ción, reflejando ser un santuario que, con sus acciones de escucha, diálogo, comprensión, puedan incluso superar los tiempos difíciles, aliviando sus he-ridas, tratándose con misericordia.

Como familias de Dios que han aceptado ser luz para las demás, también pueden integrar e invitar a otras a seguir el ejemplo de Jesu-cristo, que cuando le anuncian que le busca su madre y sus hermanos Él pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?», y Él mismo respon-de: «Aquellos que hacen la voluntad de mi Padre», y que consiste en amar la vida y defenderla como algo sa-grado. La familia también es raíz de la sociedad, que debe buscar hacer valer sus derechos, principalmente la salud, el bienestar y la estabilidad económica digna, la educación de la prole. En otras palabras, se debe recuperar la figura y el don de la pa-ternidad y maternidad, ya que en nuestros tiempos parecen olvidados, ausentes, inaceptables.

Fortalecidos en el amor del Padre, encomendamos a Dios las intenciones del Papa Francisco en este año dedi-cado a las familias, para que, recupe-rando su lugar, cada uno sea digno es-poso, esposa, padre, madre, hijo, hija, hermano.

Jesús, José y María, intercedan por cada familia.

Foto: Diócesis de Nezahualcóyotl. La Iglesia entera se llena de júbilo por el amor vivido en las familias cristianas.

“La familia es un bien y representa siempre un

evangelio, una buena noticia para quien se reconoce parte de ella y se deja conducir por

el Espíritu de Dios, que da valor y dignidad a la vida de

cada integrante”

San José, - Provincia de Tlalnepantla · 2021. 3. 7. · Mensajero es una publicación catorcenal...

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