Roma *arte y comunicacion

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Grupo # 6 PRESENTACION Magnolia Calderón De Jesús 2011-1478 Elyse Minaya 2009-1810 Jensy Marte Martínez 2010-1739

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arte roma y sus caracteristicas

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Grupo # 6

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N MagnoliaCalderón De Jesús

2011-1478

ElyseMinaya2009-1810

JensyMarte Martínez

2010-1739

Escultura. El retrato y el relieve histórico.

DE ROMANAEL INFLUJO GRIEGO (finales de la República , s. II - I a de C.)

Al igual que en arquitectura, Roma aprovechó los modelos escultóricos de los griegos de la época clásica y helenística, sobre todo a partir del s. II a de C., cuando la República Romana inicia la conquista de los diferentes reinos helenísticos del Mediterráneo oriental. La admiración de las clases aristocráticas por la plástica helénica y el hecho de que la mayor parte de los escultores que trabajaban en Roma eran de origen griego, generó una corriente de mimetismo hacia todo lo griego que, a su vez, coexistió con otra corriente popular de naturaleza realista, que evidenciaba la influen-cia etrusca, de la que nos ocuparemos más adelante.

La plástica griega era considerada por estas clases acomodadas como la máxima expresión de la belleza ideal, por lo que se multiplicaron las copias y reproducciones de las obras maestras griegas (lo que nos ha permitido conocer las grandes obras de aquella época que, de otro

Es en el retrato donde la escultura romana se diferencia claramente de la griega y adquiere rasgos propios. Para los romanos la escultura, y dentro de ella el retrato, representa la expresión máxima del “realismo”. La misión del escultor romano no es crear “formas” que representen la “belleza ideal”, como en el clasicismo griego, sino reproducir la naturaleza, la realidad. Frente a la abstracción de tipos idealmente bellos y perfectos, los escultores romanos esculpen tipos concretos y exactos, a base de repro-ducir y aceptar los defectos que la naturaleza y las huellas de la vida imprimen en las facciones del modelo. Cuando hace retratos o relieves históricos no pretende lucir su maestría técnica sino honrar a las autoridades. Esto explica el anonimato de los artistas romanos y la imposibilidad de estudiar su escultura desde la perspectiva individual de sus autores.

modo, se habrían perdido). El destino de la mayor parte de estas copias era el de formar parte de las colecciones privadas, o como ornamento en los jardines de las villas y palacios de sus propietarios. Se produce una import-ación masiva de obras y artistas griegos. En estos tiempos prima el eclecticismo en todas sus formas. Roma se convierte, por este hecho, en una sede, la más importante, del arte helenístico, que sigue evolucionando en ella y produciendo creaciones que desarrollan los temas del helenismo oriental: dioses, alegorías, de género, etc.

EL RETRATO ROMANO

El sentido realista de la plástica romana tiene sus orígenes en:

· La fidelidad de los etruscos en los retratos funerarios o en las pinturas de las tumbas. Esta fidelidad se obtenía al realizar mascarillas (imágenes maiorum) de cera de la cara del difunto, que luego servían como modelo. Los romanos solían guardar los bustos resultantes en lugares privilegiados de la casa y cuando algún miembro de la familia fallecía, se paseaban en procesión por el miembro más antiguo del clan familiar.· El sentido práctico del pueblo romano le hace representar las cosas tal y como son, no tal y como desearíamos que fueran.

· El interés por dejar memoria de lo acaecido, el gusto por la historia y lo narrativo, presuponen un gusto por lo verista en las representaciones plásticas. Es el espíritu de un pueblo guerrero y conquistador, consciente de sus hazañas militares, el que quiere dejar constancia de lo acontecido.· El último factor sería el gran desarrollo que, a su vez, tuvo el retrato individual en la época helenística, cuando se estrechan los contactos grecolatinos.

Este bagaje se plasma perfectamente en el retrato, que permite aflorar el gusto por la gloria terrena del manda-tario o general romano.

CARACTERÍSTICAS

· Los romanos cultivaron el retrato en todas sus posibilidades: busto, de medio cuerpo, de cuerpo entero, cabeza, etc. y en cualquier disposición: de pie, sedente, ecuestre. Este último caso se reserva para los empera-dores.· Los retratados son siempre los personajes más importantes de la sociedad romana, ya sean políticos o militares y, sobre todo, a los emperadores, que serán retratados de diferentes formas.· Los materiales empleados, la disposición, los pliegues de las ropas, etc. reflejan la influencia griega, pero los singulariza el extraordinario realismo fisionómico del retratado (dureza de trazos y de expresión) y en su plena caracterización sicológica.· Hasta el s. II se policromaban. Al imponerse la monocromía y quedar el globo ocular en blanco, se inicia la costumbre de rehundir la pupila.

EVOLUCIÓNÉPOCA REPUBLICANA (hasta el s. I a de C.)

En esta primera etapa el retrato se hacía solo hasta el cuello, dando el máximo realce a la cabeza. Con posteriori-dad se fue ampliando hasta alcanzar parte del busto. Estaban realizados en bronce o en piedra y se policromaba.La mayoría de los artistas son griegos que trabajan siguiendo el gusto romano. Los personajes que se retratan son tanto privados como públicos, mostrando una personalidad grave y serena. Son rostros enérgicos, fuertes y decididos, aunque cabe señalar que los retratos públicos presentan cierta idealización. Se trata de un recono-cimiento tácito de los méritos del retratado, de ahí la individualización realista del personaje, la fidelidad al mismo.

ÉPOCA IMPERIAL (ALTO IMPERIO, H. 2ª mitad s. III)

A partir de la conversión de Roma en imperio, la estatuaria se transforma, y con ella el retrato. El idealismo clásico griego tendrá ahora mayor influencia. El retrato oficial se idealiza, buscando mostrar la grandeza del personaje, sobre todo si éste tiene naturaleza divina, como el emperador, aunque sin perder sus rasgos individu-ales ni la expresión del carácter de personaje retratado. El prototipo se fija durante el reinado de Octavio augusto, el primer emperador.

Escultura. El retrato y el relieve histórico.

DE ROMANA

Se busca proyectar la grandeza del emperador divinizado, a la manera de los dioses griegos. Los mechones del cabello caen de forma irregular sobre la frente, el rostro siempre rasurado. A partir de los flavios (s. II) aflora la corriente realista; la cabellera se hace más voluminosa y reaparece la barba agudizándose los efectos de claroscuro.

Serán retratos monumentales que presentan una variada tipología:· “Thoracatae”: como “imperator” o general victorioso (ejemplo: la conocida “Augusto de Prima Porta”.· “Togatae” : vestido de civil o con la clásica toga patricia.· “Apoteosica”: retrato del emperador divinizado, semidesnudo y coronado de laurel· Ecuestre: retrato del emperador a caballo (ejemplo: “Marco Aurelio a caballo”, obra de gran trascendencia en la historia del arte).

En esta época también aparece el retrato femenino, reflejo de las modas de cada época y con gran interés por

el peinado. Presenta las mismas carcterísticas que el retrato masculino en lo que se refiere a la representación realista de la mujer.

ÉPOCA BAJOIMPERIAL (mediados s. III h. s V)

En esta época el retrato, como toda la escultura romana, comienza a transformarse en un sentido anticlásico. El fino modelado desaparece, la expresión del rostro se hace más intensa, pero se acentúa la simplicidad y el hiera-tismo. Desaparece el sentido de la proporción y el gusto por el detalle. Deshumanización, monumentalidad y esquematización son los rasgos de esta época.La obra presentará un aspecto arcaico y esquemático que entroncará con la estatuaria bizantina. El ejemplo más importante es la monumental cabeza del emperador Constantino el Grande (principios del s. IV) de 2.6 metros, parte de una no menos monumental escultura sedente del emperador que presidía la sala principal de la basí-lica de Majencio.

EL RELIEVE HISTÓRICO

Se trata del género que mejor representa el afán de gloria e inmortalidad del pueblo romano. La vieja costumbre de conmemorar los triunfos del guerrero y el deseo de eternizarlos en piedra, alcanza con el relieve su máxima expresión. Se trata, pues, de un género al servicio de la propaganda. Manifiesta, además, el aprecio de los roma-nos por la historia, que fue cultivada por numerosos autores.El relieve narrativo estará presente en numerosas construcciones, subordinado a ellas, y siempre con carácter ornamental y propagandístico. Arcos de triunfo, columnas conmemorativas, sarcófagos, altares públicos, etc. serán el mejor soporte para este género.

En el planteamiento general romano se aprecia la huella griega, el origen helenístico. Pero el romano se carac-teriza por la utilización de efectos pictóricos como la perspectiva, para crear efectos de profundidad; en esto se aleja de los fondos planos del relieve griego. Los personajes colocados en diferentes planos y la introducción de elementos paisajísticos dotan al relieve romano de profundidad, pudiendo afirmarse que responde a una concepción pictórica. Su influencia será enorme en el relieve renacentista.Aunque el relieve ya se utilizaba durante la época republicana, va a ser en la época imperial cuando alcance su

Escultura. El retrato y el relieve histórico.

DE ROMANA

Las obras más importantes de este género son:· Los relieves del ARA PACIS DE AUGUSTO. Obra realizada para conmemorar la pacificación de las provincias de Galia e Hispania llevada a cabo por el empera-dor Augusto. En los frisos laterales se representa la procesión de la familia impe-rial y otras personalidades (magistrados, senadores, sacerdotes, etc.), que desfilan silenciosamente, imbuidos de una severa gravedad. La perspectiva permite representar de forma jerarquizada a estos personajes; en un primer plano los principales, en planos inferiores los secundarios. Las figuras, aunque algo idealizadas, están individualizadas, pudiéndose distinguir a Tiberio, Augusto y a su esposa Livia. El nuevo gusto por el mármol, las formas del relieve y los detalles de la vestimenta, definen el clasicismo propio de estos primeros tiempos del imperio. Esta obra recuerda los frisos del Partenón realizados por Fidias en el s. V a de C.

Los relieves de los ARCOS DE TRIUNFO:

· Los relieves del ARCO DE TITO (s. I), en Roma. Son la mejor expresión del carácter narrativo y propagandístico de este género escultórico. Representa la entrada de las tropas romanas en la ciudad de Jerusalen (Palestina) portando el candelabro de los siete brazos.

Técnicamente hay que destacar la utilización de diferentes planos de forma escalonada, creando el efecto de aire interpuesto. El realismo y la ilusión espacial son las notas características de esta obra.

· Los relieves del ARCO DE CONSTANTINO (s. IV), en Roma. La decadencia de la escultura durante la época bajo-imperial también se manifiesta en este género. La utilización de relieves extraídos de obras anteriores no puede ocultar la pobreza y el agotamiento estético: monotonía compositiva, personajes yuxtapuestos, acusada isoce-falia, pobre modelado y pliegues duros. Estos rasgos son la manifestación de una clara tendencia a la conceptu-alización que se consolidará en la época bizantina.

Los relieves de LAS COLUMNAS CONMEMORATIVAS:

· La obra cumbre es la COLUMNA TRAJANA (s. II), en Roma. Representa la perfecta inte-gración del relieve en una columna. Se trata de un relieve continuo desarrollado de forma helicoidal, que representa las campañas del emperador Trajano contra los dacios. La ilusión de espacio queda sacrificada en esta ocasión por el interés narrativo. El Horror vacui hace que toda la superficie esté esculpida. La obra constituye una crónica gráfica, un reportaje. El tratamiento plástico presenta un inusitado impresionismo, la com-posición y la representación responde al tipo popular y realista, alejada del idealismo helénico. La obra posee un carácter cinematográfico: representación temporal dentro de la representación espacial.

Escultura. El retrato y el relieve histórico.

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máximo desarrollo, vinculado a la construcción de monumentos conmemorativos.

Los relieves funerarios de LOS SARCÓFAGOS:

· A partir del s. I se generaliza la inhumación como forma de enterramiento, por lo que los SARCÓFAGOS empe-zarán a utilizarse para los enterramiento entre los personajes importantes. El relieve jugará aquí el mismo papel ornamental y memorístico. Al principio eran simples medallones grabados y después composiciones continuas labradas en la superficie frontal del sarcófago, dividiendo el friso mediante columnas en varios nichos. Son com-posiciones planas. Se representaban temas míticos relacionados con la vida de ultratumba o escenas asociadas a la vida del difunto. Ejemplo de esta tipología es el SARCÓFAGO LUDOVISI, que representa la batalla entre soldados romanos y dacios, del año 260. En ocasiones los relieves son sustituidos por una estatua yacente del difunto sobre la tapa, a la manera etrusca. También por influencia etrusca se emplean guirnaldas, símbolo de la inmortalidad. Estos sarcófagos tendrán una enorme trascendencia, por cuanto servirán de modelo a los cristia-nos.

Texto sobre los relieves del Ara Pacis“Las tres primeras placas, muy incompletas, estaban ocupadas por los doce lictores que acompañaban a Augusto a todas partes. La cabeza de Augusto, velada, se encuentra en el límite de las placas 3 y 4, mirando a la izquierda y extendiendo el brazo derecho probablemente hacia una arqueta de incienso que le ofrecía un acólito. A su espalda un magistrado no identificado. Detrás, en primer plano, los tres flámines maiores con el gorro de cuero. Con ellos, pero en segundo plano, otro sacerdote con aspecto mayor. Era Sexto. Apuleyo, cuñado del Emperador. El joven que está a su izquierda lleva la varita que llevaban los flámines cuando se dirigían al sacrifi-cio. Lo sigue un joven con la cabeza velada y un hacha sacrificial al hombro. Al portador del hacha lo sigue Agripa, con la cabeza velada, quizá como Pontífex Maximus. Lo acompaña un niño que lo coge de la toga, quizá un príncipe oriental a juzgar `por su melena y por el aro que la ciñe. La mujer que está detrás le apoya una mano en la cabeza y la elegante señora que la sigue en primer plano es Livia,. Coronada de laurel, como Augusto. Escolta a la emperatriz el mayor de sus hijos, Tiberio, a quien siguen, en primer plano Antonia Minor, la hija de Octavia y marco Antonio, y su marido Druso. Entre ellos se encuentra su hijo Germánico, de dos años entonces."

Escultura. El retrato y el relieve histórico.

DE ROMANA

PINTURA

Los orígenes de la pintura romana se confunden con los de su escultura y de tal modo se hallan en el arte heleni-sta que aun los ejemplares que de ella se conservan, sobre todo, los mejores, se atribuyen hoy a mano griega si bien la escuela llegara por fin a romanizarse. Los romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas especialmente famosas o populares. Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Las pinturas, con figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban, estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del cliente.

Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores. Sus géneros, el decorativo de vajillas y muros y el histórico y mitológico en los cuadros murales. Y aunque los descubiertos hasta el presente ofrecen más que todo un carácter decorativo llegan a ser verdaderas composiciones pictóricas y se juzga con funda-mento que hubo también otros de pintura independiente a semejanza de los actuales de tabla o de caballete. Se cultivaron con dicho carácter decorativo mural el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales constituyendo con estas últimas el género que los artistas del Renacimiento llamaron grutesco, hallado en las antiguas Termas de Tito y que sirvió al célebre Rafael como fuente de inspiración para decorar las Logias del Vaticano. Hay que citar los retratos pintados. En el Egipto romano se descubrió una excelente colección de retratos sobre tabla, realizado-spara ser colocados sobre las momias. Igualmente en Pompeya, y pintados al fresco, se descubrieron magníficos retratos como los del Panadero y su esposa, o el de una muchacha, ambos en el Museo de Nápoles.

Destacó también el arte pictórico de la civilización romana en el procedimiento del mosaico. No obstante, y en general, el mosaico es usado sobre todo para suelos, siendo en época bizantina cuando sustituya a los frescos en los muros. También en época romana se encuentra el mosaico extendido a cuadros pensiles según lo revelan algunos ejemplares que se guardan en los museos y abrazando en uno y otro caso, asuntos y composiciones históricas. Se usaba para decorar interiores. Siguen utilizando el opus tesselatum de origen griego, aportando como novedad el opus sectile.

La miniatura sobre pergamino fue otro género que estuvo muy en boga entre los bibliófilos romanos de la época de Augusto, pero de ella no se han descubierto ni se conservan ejemplares anteriores al siglo III de nues-tra era.

Pintura. EstilosDE ROMA

Los principales monumentos de pintura greco-romana que hoy existen se han extraído de las ruinas de Hercu-lano, Pompeya, Stabia, el Palatino de Roma y de las necrópolis de El-Fayun, en Egipto, además de los mosaicos descubiertos en numerosas ciudades que fueron romanas. La mayor parte de las pinturas murales conocidas corresponde a casas particulares y edificios públicos de Pompeya y Herculano, dos ciudades italianas que esta-ban de moda y que fueron arrasadas por el volcán Vesubio en el año 79 d. C., aunque también se han encon-trado algunas pinturas en Roma y en otros lugares. El Museo de Nápoles, centro principal de estudio para el arte romano, conserva más de mil fragmentos de pintura al fresco, arrancados de los muros de Herculano y Pom-peya.

Entre los más famosos cuadros murales de este arte greco-romano se cuentan el de las bodas aldobrandinas (Museo Vaticano)*el de Paris juzgando a las tres Diosas*el de Io libertada por Hermes*el de Ceres en su trono (de Pompeya, hoy en el Museo de Nápoles)Entre los mosaicos, el de la Batalla de Isso, en el referido museo napolitano con otros muchos. En cuanto a miniaturas, las más célebres y de las más antiguas de sabor pagano son:*los fragmentos de una Ilíada del siglo III en la Biblioteca Ambrosiana de Milán*las cincuenta viñetas de Virgilio de la biblioteca Vaticana que datan del siglo IV al V.

Romanizada la pintura griega, tomó un carácter propio según puede verse en las decoraciones murales de Pom-peya que constituyen el llamado estilo pompeyano. Se distingue éste por la delicadeza, gracia y fantasía del dibujo, sobre todo, en vegetales estilizados, por la viveza del colorido por el realismo y la voluptuosidad en las figuras y por cierto contraste de colores y luces tal que aproxima el estilo al de la escuela impresionista mod-erna. Todo ello, aunque no sale del género decorativo, refleja el espíritu de una sociedad bulliciosa, elegante, frívola y voluptuosa. La cerámica hispano-romana carece de figuras pintadas y sólo las presenta en relieve y sin color distinto del fondo como puede observarse en los llamados barros saguntinos.

ESTILOS

Se han distinguido cuatro estilos pictóricos diferenciados:Primer estilo o de incrustacion

Tiene origen helenístico y corresponde a la segunda mitad del siglo II a. C., extendiéndose hasta principios del siglo I a. C. Destaca por su decora-ción de paredes revestidas de mármol, donde la pared se divide normal-mente en tres bandas horizontales. La inferior juega el papel de zócalo, la zona media se descompone a su vez en diversas capas de mármol, y la superior consta de un friso corrido generalmente blanco que completa la representación. Los mejores ejemplos de este tipo de pintura se encuen-tran en la Casa del Fauno y la Casa de Salustio ambas Pompeya. En Roma podemos destacar el palacio Flavio situado en el Palatino.

Segundo estilo o arquitectónicoCorresponde al siglo I a. C., perviviendo hasta los comienzos del Imperio, concretamente se extiende desde época de Sila hasta Tiberio, pasando por César y Augusto. Muestra un deseo de abrir los muros a una cierta idea de la perspectiva con el propósito de ofrecer una sensación de profundidad.

Pintura. EstilosDE ROMA

Para lograr esto incluye las denominadas arquitecturas pintadas sobre entablamentos, columnas, ventanas o nichos, que conducen a un paisaje imaginario. Buenos ejemplos son la casa de Augusto y la de Livia en Roma, pero sin duda el mejor ejemplo es la Villa de los Miste-rios de Pompeya.

Tercer estilo u ornamental

Coincide con la primera mitad del siglo I a. C. En esta fase desaparecen los efectos espaciales arquitectónicos, y la decoración sigue enmar-cando cuadros con figuras o paisajes, como los de la villa aparecida bajo la Farnesina en Roma. Hay una menor preocupación por dar profundidad a las escenas, aumentando por el contrario los elementos de carácter decorativo, como ocurre por ejemplo en la casa de Lucre-cia. Por no pretender fingir el espacio tridimensional, a este estilo tam-bién se le ha llamado de la pared real. Este estilo llega a su fin en época de Nerón con la Domus Aurea como obra cumbre.

Cuarto estilo o del ilusionismo arquitectónico

Corresponde a la segunda mitad del siglo I a. C., siendo una especie de síntesis de las tendencias anteriores, dominadas por una escenografía fantástica donde se combinan los motivos imaginarios y las perspec-tivas arquitectónicas, dentro de lo que podíamos llamar barroquismo conceptual, donde se acentúan los espacios y fingimientos ópticos. A estas pinturas se les da relieve por medio de estucos. Dentro de este período se sitúan, ambas en Pompeya, la casa de Lucretius Fronto o la casa de los Vettii, donde se aprecian algunos rasgos del mundo egipcio, y en la que destacan sus pinturas por las delicadas escenas con figuras de amorcillos. En Roma son fabulosos los corredores pintados y las grandes salas de la Domus Aurea que agrupa el tercer y cuarto estilo.

Pintura. EstilosDE ROMA