Revista POE* nº 8

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Número 8 Invierno - 2010/11

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revista de creacion literaria

Transcript of Revista POE* nº 8

Número 8

Invierno - 2010/11

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COCOCOCOCORAGRERAGRERAGRERAGRERAGRE Ilustrador catalándiciembre 2010diciembre 2010diciembre 2010diciembre 2010diciembre 2010

Dep. LegalDep. LegalDep. LegalDep. LegalDep. LegalMU 432 2010MU 432 2010MU 432 2010MU 432 2010MU 432 2010VVVVVanix anix anix anix anix Ilustradora argentina

Clara AriasClara AriasClara AriasClara AriasClara Arias Poeta argentinapierre d. lapierre d. lapierre d. lapierre d. lapierre d. la Poeta zaragozanoMircea Oprita Mircea Oprita Mircea Oprita Mircea Oprita Mircea Oprita Poeta rumano

JJJJJ. Seafree. Seafree. Seafree. Seafree. Seafree Poeta de y del MadridFelipe Lamadrid Felipe Lamadrid Felipe Lamadrid Felipe Lamadrid Felipe Lamadrid Pintor gaditanoÓscar Sotillos Óscar Sotillos Óscar Sotillos Óscar Sotillos Óscar Sotillos Poeta visual catalán

K. S. WK. S. WK. S. WK. S. WK. S. Walalalalalthertherthertherther Poeta latinoamericanaÀngels JÀngels JÀngels JÀngels JÀngels J. Sagués. Sagués. Sagués. Sagués. Sagués Poeta visual catalana

Bruno JordánBruno JordánBruno JordánBruno JordánBruno Jordán Pretendido poeta aguileño Indalecio Iglesias Fernández Indalecio Iglesias Fernández Indalecio Iglesias Fernández Indalecio Iglesias Fernández Indalecio Iglesias Fernández Poeta chilenoSergi Quiñonero Sergi Quiñonero Sergi Quiñonero Sergi Quiñonero Sergi Quiñonero Multicreador poético catalánEsteban VEsteban VEsteban VEsteban VEsteban Valdés Arzaaldés Arzaaldés Arzaaldés Arzaaldés Arzatetetetete Poeta visual mexicano

Óscar Malvicio Óscar Malvicio Óscar Malvicio Óscar Malvicio Óscar Malvicio Poeta residente en Azuqueca de HenaresMarian Raméntol Marian Raméntol Marian Raméntol Marian Raméntol Marian Raméntol Poeta, traductora y periodista catalana

Ian WIan WIan WIan WIan Weldeneldeneldeneldenelden Multicreador poético chileno afincado en DinamarcaAgustín Calvo Galán Agustín Calvo Galán Agustín Calvo Galán Agustín Calvo Galán Agustín Calvo Galán Multipoeta residente en CataluñaJuan Manuel Álvarez RomeroJuan Manuel Álvarez RomeroJuan Manuel Álvarez RomeroJuan Manuel Álvarez RomeroJuan Manuel Álvarez Romero Multicreador sevillano

Raquel BullónRaquel BullónRaquel BullónRaquel BullónRaquel Bullón Poeta visual residente en MadridVVVVValalalalaleria Weria Weria Weria Weria Wozniakozniakozniakozniakozniak Poeta de la Córdoba argentinaRegalizaRegalizaRegalizaRegalizaRegaliza Pintora a caballo entre Madrid y CádizLydia Raquel PistagnesiLydia Raquel PistagnesiLydia Raquel PistagnesiLydia Raquel PistagnesiLydia Raquel Pistagnesi Escritora argentina

COSEGA COSEGA COSEGA COSEGA COSEGA Corporación Semiótica GalegaWWWWWalalalalalter Gonzálter Gonzálter Gonzálter Gonzálter González ez ez ez ez Escritor guatemaltecoEduardo BarberoEduardo BarberoEduardo BarberoEduardo BarberoEduardo Barbero Poeta visual catalán

VVVVVerererererónióniónióniónica Aranca Aranca Aranca Aranca Aranda da da da da Poeta madrileñaCarCarCarCarCarlos Tlos Tlos Tlos Tlos Terribilierribilierribilierribilierribili Pintor argentino

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es una publicación de Aldea Global Comunicaciones

Dirección y diseño de Antonia Amores & Bruno Jordán Murcia - [email protected]

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CCCCCOMO SI UN RELÁMPOMO SI UN RELÁMPOMO SI UN RELÁMPOMO SI UN RELÁMPOMO SI UN RELÁMPAAAAAGO HUNDIERA SEPULGO HUNDIERA SEPULGO HUNDIERA SEPULGO HUNDIERA SEPULGO HUNDIERA SEPULCRCRCRCRCROSOSOSOSOSSumergido veo imágenes en las escalinatasa nuestro lado, refugio de sangre sobre asfalto.Mi infancia de agua abrasó sirenasque en el silencio tesoros tenía en inmensos barcos.Mariposas de trapo la noche expulsaba, yarlequines fuera del espejo pisarán luces y arcoíriscon mis cuervos bañados en la noche sin fin.

Safo en el olvido, si tocase el piano en atardeceresvalses recitados, los niños dispararían libertad en un mismo rumbo.Imploro el alarido de burbujas en las profundidades.Telarañas en la peluquería, muy poca luz recordaba tiempos pasados. Yo salía a la calle mientras enjaulaba muerte lentaenvuelto en el crepúsculo de oscuros maharajás,abrazaba el grito en la oscuridad de la almohada.Se hundía en el silencio final de la madrugada, en la ciudad, esta noche disparó al funeral de la muerte,en la iglesia, entrechocando esqueletos de gas.Sabía abandonar ojos azules en el corazón.

Vírgenes heladas sobre la piel.Los aviones desangrados, débiles por los campos,devastada lava por gargantas ardientes,delante de escaparates, confusamente no sabía nada al respecto. Eran esmeraldas de chocolate,y le dio un abrazo a sus venas;herido tiempo que sirvió cirios ilustrados,ataviados de escepticismo,honorables cortinas de color rojo lamentanesa pregunta, mientras soñadores héroes de veranose encontraron a lo lejos, totalmente borradostransformando a tiempo el continente;¿en qué galaxia los disparos van sin armas?

El perineo acurrucado es un cisne sin rastro,un crimen caído en ensordecedora taza de té,con una venda sobre mis costillas,como si un relámpago hundiera sepulcros. In

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Abdelmajid Benjelloun

SoliloquiosSoliloquiosSoliloquiosSoliloquiosSoliloquios

«Salgo de casa tan cargado deSalgo de casa tan cargado deSalgo de casa tan cargado deSalgo de casa tan cargado deSalgo de casa tan cargado debuenas intenciones que a la vuel-buenas intenciones que a la vuel-buenas intenciones que a la vuel-buenas intenciones que a la vuel-buenas intenciones que a la vuel-ta de la esquina ya me he ali-ta de la esquina ya me he ali-ta de la esquina ya me he ali-ta de la esquina ya me he ali-ta de la esquina ya me he ali-gerado de unas cuantas.gerado de unas cuantas.gerado de unas cuantas.gerado de unas cuantas.gerado de unas cuantas.»

Bruno Jordán

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K. S. Walther

SUEÑO DE TIERRA

Un cisne flota dormido,Sobre la gran sombra negra.Los monstruos de humo grisVigilan mi pueblo,De lejos escucho voces,El silencio está gritando,Y no puedo callarlo.Los príncipes de calor abrazan mi banderaHaciendo patriotismo en cenizas,De pronto inmensas olas avanzanY revientan en mi rostro,El agua ya no es un milagro,Ahora intenta que acompañeAl cisne en su sueño.Y la tierra se sacude,Baila y baila,Y yo torpe para seguirla,Caigo tumbada con los hombres de la tierra.Ahora silencio,La tierra ya no quiere bailar,Porque un volcán está llorando,Y los hombres corren de él,No entienden su pena.Miro al cielo,Ya da igual que estrellas caídas inunden el mar,La tierra está heridaY no la pueden sanar.

MascMascMascMascMascooooota de CREAta de CREAta de CREAta de CREAta de CREATURETURETURETURETURE

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VVVVVooooolvlvlvlvlviendo 10-8-iendo 10-8-iendo 10-8-iendo 10-8-iendo 10-8-20102010201020102010Sergi QuiñoneroSergi QuiñoneroSergi QuiñoneroSergi QuiñoneroSergi Quiñonero

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FFFFFeeeeelipelipelipelipelipe LLLLLaaaaamamamamamadddddrrrrriiiiidddddFRONTERA (De la serie FRANJA DE GAZA)

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De una v De una v De una v De una v De una vez por tez por tez por tez por tez por todasodasodasodasodasLas gotas de lluvia se parten con rabiaen el suelo de esta tarde oscura.

El tiempo pasa muy lentamentebajo el punto de vista del tiempo,bajo el mío es mi piel arrugadapunzándome la carne y limando mis huesosdiciéndome:date vida.Intento ir lento,como una nube varada pero cercana,y lo hago abriéndome pasopor debajo de las sombras de las flores,por encima de la luz

sin dolor,porque YO soy el dolor,y sin llantoporque soy el sueño de un grandioso copo de nievedesafiando al verano en un atardecer oscuro.

Y ahora...

consúmeme

de una vez por todas.

Óscar Malvicio

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Mircea Oprita (1943, Timisoara, Rumanía). Licenciado en la Facultad de Letras de Cluj-Napoca (1966). Doctor en Filología (1999). Ha trabajado como profesor, funcionario cultural ycomo redactor en la Editorial Dacia de Cluj, (1972 -1994). Presidente de la asociación Sindicalde Escritores de Cluj, (1994 -1996). Director del Centro Cultural Rumano en la capital deHungría, (1996 -1998), convertido más tarde en el Instituto Cultural Rumano de Budapest,donde ejerció como director durante el período 2002-2006. Fue ministro consejero en el Minis-terio de Asuntos Exteriores de Bucarest. Miembro de la unión de Escritores de Rumanía. Hapublicado cerca de una veintena de libros que comprenden los géneros de cuento, novela,poesía, ensayo e historia de la literatura rumana. También ha traducido a autores y ensayistastales como H. P. Lovecraft, Du Sido, H. G. Wells, John Brunner, Donald Keene. Ha elaboradoantologías de ciencia-ficción rumana editadas en húngaro y alemán. Su obra ha sido traduci-da y publicada en antologías y revistas de Francia, Bélgica, Hungría, Alemania, Italia, Greciay Polonia. Ha recibido distinciones literarias en su país, entre ellas, un premio de la Unión deEscritores Rumanos, tres premios de la asociación Cluj de Escritores, el Premio "Titu Maiorescu"de la academia Rumana, por Discursul utopic (El Discurso utópico). En el extranjero: el Premiointernacional de poesía de PEN-club (Londres), 1965; el Premio especial del jurado al EUROCONIII (Poznan) Polonia,1976; y el Premio “Las alas de oro de Ciencia-Ficción", Poznan, Polo-nia,1980). El poema que aquí se publica pertenece al poemario titulado CANZONI ITALICI/CANCIONES ITÁLICAS y ha sido escrito por el autor en lengua italiana. La traducción correa cargo de Marian Raméntol.

Mircea Oprita traducción de Marian Raméntol

Marian Raméntol (Barcelona, 1966). Poeta, traductora y directora de la revista cultural LaNausea. Ha traducido a poetas contemporáneos italianos al catalán y al castellano. Ha publi-cado seis poemarios y ha sido incluida en seis antologías. Ha sido premiada en diversosconcursos nacionales e internacionales, y su obra ha sido ampliamente difundida en revistasespecializadas donde ha publicado poesía, ensayo y artículos de opinión. Ha sido traducidaal inglés, italiano, rumano y estonio, y ha prologado varios libros de poesía.

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VELIERI DI CARTVELIERI DI CARTVELIERI DI CARTVELIERI DI CARTVELIERI DI CARTAAAAASiamo dei nani rampicati sulle spalle dei vecchi giganti,si diceva nel Rinascimento,e le grandi ombre di Leonardo, di moltissimi altri,appena si vedevanofra le innumerevoli ombre della Storia.

Allora, come sempre, il giorno correntevendeva a ogni intersezionele sue finte leggende per qualii fatti comuni diventano cibo continuoe le genuine meraviglie rimangono a distinguersisolo a occhi chiusi.

Scendono ogni mattino sul Teverevelieri di cartatappezzati di articoli giornalistici, di fotografie.Comiche figure sorridono allineate ai bordi,ci sorprendono per un attimo con i loro gestidi gloria, con la loro spumosa spiritosaggine,poi scivolano nella nebbia di un giorno velatoanche prima di poter formulareun coerente messaggio.

Passa il tempo sempre più presto per loro, per tutti,immagini scintillano a frammenti, sillabe succedonoin una cacofonia chimerica –possiamo pensare che siamo al nostro turnoquei nani eterniarrampicati sulle ombre di altri.

Basta però che ti chiuda gli occhiper comprendere che Leonardo si nascondeanche nei vertigini di un mondo virtuale, in una cittàdisegnata solo nella nostra debole mente,ma la quale domanisprofonderà fra le stellecon tutte le sue vele alzate.

VELEROS DE PVELEROS DE PVELEROS DE PVELEROS DE PVELEROS DE PAPELAPELAPELAPELAPELSomos enanos encaramados sobre los hombros [de los viejos gigantes,se decía en el Renacimientoy las grandes sombras de Leonardo, de tantos [otros,apenas se veíanentre las innumerables sombras de la Historia.

Entonces, como siempre, el día corrientevendía a cada intersecciónsus falsas leyendas por las cualeslos hechos comunes se convierten en alimento [continuo]y las auténticas maravillas permanecen sólo para [el discernimientode ojos cerrados.

Bajan cada mañana sobre el Tíberveleros de papeltapizados de artículos periodísticos, de fotografías.

Cómicas figuras sonríen alineadas en los bordes,nos sorprenden por un instante con sus gestosde gloria, con su espumosa agudeza,después resbalan en la niebla de un día veladoantes incluso de poder formularun mensaje coherente.

El tiempo pasa cada vez más rápido para ellos, [para todos,imágenes centellean en fragmentos, sílabas se [sucedenen una quimérica cacofonía-podemos pensar que es nuestro turnoaquellos enanos eternosencaramados sobre las sombras de otros.

Basta con que te cierre los ojospara comprender que Leonardo se escondeincluso en los vértigos de un mundo virtual, en [una ciudaddiseñada sólo en nuestra débil mente,pero que mañanase hundirá entre las estrellascon todas sus velas desplegadas.

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Esteban Esteban Esteban Esteban Esteban VVVVValdés Araldés Araldés Araldés Araldés Arzatezatezatezatezate

Homenaje a Miguel HernándezHomenaje a Miguel HernándezHomenaje a Miguel HernándezHomenaje a Miguel HernándezHomenaje a Miguel Hernández

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ClaroscuroClaroscuroClaroscuroClaroscuroClaroscuro

Un rayo de luz confundido,

Un toque, un rebote,

Una caricia de la luna,

Dardos estelares

Que dibujan sombras vagas

De la realidad,

Rostros de todo

Distorsionados,

Incompletos…

Claroscuro

Retrato de realidad propia

En mente ajena.

WWWWWALALALALALTERTERTERTERTER GONZÁLEZGONZÁLEZGONZÁLEZGONZÁLEZGONZÁLEZ

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EL ENCUENTRO

Este es el crucero sin rumboEl alabastro benjamín de tus miedosLa piedra carnívora del desiertoLa serpiente anular en tu pechoEl alimento fétido de los recién nacidosEl calvario de sangre,La luz nuclear,La hiedra pérfida,La culebra emancipada en tus carnesLa molécula virulentaLa adyacenteLa enterradaEste es el crucero perdidoLa mano harapienta que teje el tiempoEl cincel que talla deliriosTus entrañas infecundasBienvenidos al círculo esféricoBienvenidos a la tierra Nada

XURAI, RIVERA

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Estas lluvias continuas en Madrásy el difícil regreso de las islasen mitad del otoño,entre cortes de luz y la certezade una ciudad con lodo que divulgael aislamiento como el desarraigode un viejo sanatorio sin ventanase hileras de camastros. El diluviosobre Madrás y aquella luz plomizade una ciudad ajena, sin memoria,en donde no hay ninguna escribanía,como imagina Borges,en la que un estudiante fugitivomira una sucesión de amaneceres.En donde no hay un cuarto de pensiónque da a la algarabíadel barrio musulmán o a una callejadonde sastres insomnesapuestan a los dados. Sólo lluviasfrente a las cristaleras de aeropuerto,y el dolor inconsciente de existir:una espiral de cobras desdobladas.

MaMaMaMaMadrásdrásdrásdrásdrásVerónica Aranda

Y así recuerdo Madrás (...) CARLOS CLEMENTSON

Del poemario Cortes de luz (Rialp, Madrid, 2010)

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Luna menos cuarto

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Clara Arias

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La catarsis instantánea.El suspiro que viene viajando desde las entrañas hasta el plexo se lleva la herrumbre delmundo que se devasta.Gota a gota;Como un iceberg a pleno sol naciente.Es en el cuerpo pero también en el alma en donde reflejo la metamorfosis inminente;Parezco un mutante ensayando la consecuencia final de la desintegración.El vacío que me abraza parece un eclipse.El final de una era.La muerte.Un ciclo que termina y no más.Podría tal vez pretender una última gran palabra antes de comenzar a pulir mis zapatos ennuevos caminos,Pero no he encontrado aún el momento exacto para dejarme crucificar por semejanteconstrucción sintáctica;Requiere de calma real escudriñar en la garganta para parir un adiós acorde a lascircunstancias.Mientras tanto me iré abandonando como un vagabundo al vaivén de las emociones queamenazan explotarme en la respiración;luchar para evitarlo no sería oportuno;pretendo inmolar hasta los huesos en este salto cuántico en donde estoy dejando nadamás ni nada menos que a un amor importante.Mañana tal vez a la luz de nuevos vientos,me regale un segundo frente a mis escombros y pueda capturar en la retina mi vieja imagenpariendo sueños frescos...

Valeria Wozniak

La catarsis

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Reflexión

Más allá del horizonte, donde la esperanza no existe y la memorianos acosa , existe un ser capaz de explicarnos el porqué giran los planetasy las experiencias se repiten a lo largo de los siglos.

Es el mismo que baraja los naipes y nos entrega siete a cada uno denosotros. Siete son los caminos a seguir, con ellos forjamos nuestro destinoy cincelamos nuestra vida.

Somos los unidos alfareros de nuestros triunfos y fracasos. Nadienos empuja al precipicio ni nos regala la felicidad.

Caminantes de lo incierto, el sufrimiento nos purifica o nos separade la realidad. Somos capaces de amar hasta el delirio u odiar hasta lalocura para caer sin quererlo en el oscuro hueco de la indiferencia.

En ese brevísimo instante, cuando ese fondo nos alcanza, tenemosla energía para mirar hacia la tenue luz que asoma desde un exilio de oscu-ridades.

Entonces comprendemos la importancia de regalar una caricia aesa lágrima que escapa desde el vórtice del misterio y se acerca a nosotrosmendigando una sonrisa.

LYDIA RAQUEL PISTAGNESI

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Sobre un poema de Moisés Galindo

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RAFAEL CARCELÉN

VIENDO esta casa en ruinascubierta de tiempo y expuestaante su vasta soledad,he recordado a Friedrich,sus gélidos paisajes, sus cuerpos detenidosen una luz casi imposible:esa melancólica sustanciaque acierta siempre a conservar,entre tanta decadencia, algún destello.

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LA VIEJA EN EL BALCÓNIan Welden

La soledad te sorprendea las tres de la tardesentada en tu balcón.El leve sol de Copenhaguese posa sobre tu cabecitay te quedas dormidasoñandoañorandodeseando que regrese el pasado.Te observo desde la ventana de mi cocinadía tras díadormida cual caracola silenciosasumida en tus nobles milenios.Yo también me siento desoladoy desato mis recuerdosen mis noches tan infértiles.Algún día te visitaré, supongo,con alguna flor entre mis manos.Para navidad, tal vez,antes de que te muerastotalmente solaen tu balcón.

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Àngels J. Sagués

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Àngels J. Sagués

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COSEGACorporación Semiótica Galega

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A media tarde, una joven sube al autobús con un bebéFrancisco Gonzalo Prinetti

Ya sé adónde vas. Tanjoven, tan recién casada. Algomás de un año nada más. Ledejas la niña a tu madre. A ellano la engañas, saben mucholas madres. No se molestará enllamar para comprobar que porla tarde no tenéis abierta lasecretaría. Tan pronto. Es posi-ble que él también esté apro-vechando la tarde a seiscien-tos kilómetros. Toda la tarde li-bre y toda tu casa. ¿Lo necesi-tas? ¿Es el hastío de la materni-dad? ¿Es el agotamiento de lonuevo? ¿Es el vacío de unapareja alrededor de lasmonadas de un bebé?

– ¿Dónde habíamosdicho?

–Sí, veinte minutos,dejo la niña y cojo otra vez elautobús.

Estará inquieto, ner-vioso. No creo que sea un eje-cutivo agresivo. Te has puestoseria mientras pegabas el mó-

vil a tu oreja. Has levantado lavista al cielo, como si vuestroencuentro dependiera de lalluvia.

Ahora, con el móvilen la mano, te veo triste, tefalta rodaje. Te observo, mirasal exterior, te falta aire. Se tequeda pequeño el autobús yeso que va vacío, como para ira cochera. La niña todavía noentiende de mentiras. Me hasdirigido una mirada, miradabreve como si tus ojos se que-maran frente a los míos. Comosi yo supiera tanto como tumadre.

Yo te habría dicho:Vuelve, vuélvete a casa con tuhija y su cochecito, que cuan-do se inauguran determinadasrutas, hay un itinerario de vuel-ta muy amargo, muchas vecessorpresivo, siempre de derro-ta.

Te observo de vuel-ta, tensa, ya sin el cochecitode la niña, ya ves qué coinci-dencia, los dos de nuevo en elautobús medio vacío. Después

de dejar la niña con tu madreaún te veo más tensa porquees la primera vez que mientespara ser infiel. Es como si tefaltara un estímulo para pecar,las últimas lecciones no apren-didas. Es un buen amigo, él vedetrás del café que le vas a pre-parar, lo que tú veas. Si tú se lopropones… pero no es de losque coleccionan trofeos.

Míralo, ahí está, conla cabeza baja, como avergon-zado, mientras te espera en laacera. ¿Sabes una cosa? Tumadre tiene un cólico nefríti-co de no te menees. Nada máscerrar la puerta, cuando ha co-gido en brazos a tu niña, hasentido el dolor en la espalda.¿Lo oyes? Está sonando tumóvil. ¡Qué chasco! Me estoyriendo, no mires el retrovisordel conductor, no me odies poralegrarme del cólico de tumadre.

–No puedo. Lo sien-to. Vuelvo a por la niña. Te lla-maré.

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Fran

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RAQUEL BULLÓNTRO ///// PEZÓN

Qué es el amoramoramoramoramorsino tropezar siempre en la misma piedra.Bendita, hermosa y puta piedra.

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¿Y si de verdad el deseo negarael despoblado? ¿Y si tras tanta derrota siguierangestándose revueltas en el subsuelo –y yano aceptáramos cultivar la caída?

¿Qué detendrá la agitación del agua–la riada que viene llegando?

Arturo Borra

editorial

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Rotación convulsa de los días.

Áspera mueca en la espiralde un vinilo cansado de dar vueltas.

Círculo ensimismadoque vicia el movimiento.

¡Hay que romper el círculo!

Dinamitar su doblegada columnapara que otras voces, otros sueñosvigilantes, den paso a un serque, no siendo tú, se te parece.

XXVI

(Del poemario que aparecerá en breve DEFINITIVAMENTE POLVO)

Ángela Serna

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Hay algo de la poesía,hay algo,que me sube, que me trasciende.

Hay algo, que me evitala penosa confusiónde sentirme artefacto,

de sentirme en tierra,

rodeado (alrededor),de naves industriales, de edificios,viviendas, centros, ocios,de demás artificios.

No se trata solamente deconstrucciones, es algo más,no son solamente estructuras,como las del metal,no son solo sensaciones, no.

La espiral de mi urbe,de mi polis,la espiral repleta de agujerosen la memoria, de domiciliosordenados en nuestro propio mapa de la ciudad,

la espiral me confunde, sí,pero debe ser justamente eso,deben ser esas otras estructuraslas lagunas frías, la ciudad en ruinas,la estepa, lo que me aleja del suelo.

Circular. Artificios.

ALEX REIG BIOSCA

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IMPERCEPTIBLEANTONIO GUERRERO

U N ACONVERSACIÓN PUEDEllegar a ser imperceptible: sinparecer demasiado ruidosacomienza con palabras deter-minantes: provocan un silen-cio que desmiembra las sie-nes. Tras ese momento asép-tico aparece un vacío orgáni-co, profundo, que se compo-ne de gritos sordos y mudos.Entonces llega la noche de in-somnio. Los pelos se consti-tuyen enervados eingrávidos. Los rostros, des-pojados ya de humanidad, sedan la espalda entre las sába-nas. Las miradas ocultan cier-tos pensamientos por los quela cara contigua mataría sifuera necesario. En este bos-quejo caótico las ideas se re-piten constantemente. Espe-ran que un mínimo gesto delotro proponga un cambioante la rutina. La esperanza amodo de resoplido expulsa lascalamidades y las miseriaspropias porque no hay nadamás importante que sobrevi-vir a los temperamentos. Hacaído la pasividad de ningu-na palabra, de ninguna voz,de ninguna escarcha. La in-certidumbre llega y cae irre-mediablemente como lluviaplomiza en una habitación en

blanco y negro.

Voy a imaginar unejemplo para este caso:

Andrea se dirigió aIgnacio anoche. En mi men-te, se acercó tímidamente. Sesentía molesta. Supongo quele dijo en voz baja: “¿La co-noces de algo? ¿la has vistoantes?”. Desde hacía unosminutos la chica del escena-rio arrojaba a Ignacio pala-bras parecidas al sexo. MaríaMigliónico lo miraba de for-ma zurda, respiraba con pro-fundidad. Las butacas delteatro no les aislaban deotros ojos críticos alrededor.Ignacio, ante la pregunta, res-pondió incomodo: “No”. Apartir de ahí no quiso esta-blecer ningún tipo de comu-nicación. Sin embargo dejóde mover repetitivamente lapierna que martilleaba el sue-lo, casi al límite de lo zafio.

Antes de terminarese tintineo, Andrea habíacontemplado sus movimien-tos. Observó condetenimiento cómo trataba deocultar la respiración bochor-nosa de su pecho. Detectó,al mismo tiempo, que miraba

hacia la chica de una forma fa-miliar. Por eso tuvo que ade-lantar los movimientos de lanariz tratando de encontrar unolor, tal vez un perfume, unaesencia corporal que hubierapercibido antes. Como animalde la tundra regresaba a los ins-tintos. “Mío, sólo mío” -pen-saba en esos momentos. Caíatibia y aguada ante la intuiciónsobrenatural: le guiaba entresus intrigas y sospechas. “Esahija de puta lo está mirando yel cabrón de mierda tiemblacomo un adolescente. Habránfollado, lo sé”-ocultaba en si-lencio. El paradigma de Maríaen el escenario resultó un es-fuerzo terrible porque mirabaentre palabra y palabra exóti-ca, entre consonante próximaa una equis y puntosuspensivo.

El público próximo in-tentaba no recabar de ellos másde lo necesario, ni aun cuandoAndrea lo miraba con despre-cio. La representación deDiógenes Obsesivo resultabatodavía interesante. Los acto-res sobre el escenario, envuel-tos en el regocijo de su primeraactuación, deambulaban rápi-damente de un lado al otro. Unenorme zurrón en el centro re-

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presentaba la escena: los jó-venes pensadores hacíanpreguntas sin parar.Diógenes se levantaba y semarchaba dejándolos con lapalabra en la boca. El pros-cenio se llenaba entonces deespectadores que afinaban lamirada. No obstante el sabiodesaparecía y apenas queda-ba una prueba de conversa-ción. Salvo por MaríaMigliónico nadie diría queaquella obra constaba de algomás que rabia, introspección.Salía valiente y enervadacada vez que el actor princi-pal penetraba en sí mismo.Ante la multitud en duda pro-nunciaba unos poemas clási-cos llenos de intenciones.

Al borde de lo inso-portable, Ignacio se levantórápidamente de la butaca ycogió del brazo a Andrea. Lasmiradas punzantes que ella learrojaba formaban un rifirrafecon sus rostros. Apropiada-mente ella aceptó ir al cocheen silencio, como recurso.Aún esperaba, tal víaexpiatoria, que él le pidieradisculpas por algo que de-seaba que no hubiera ocurri-do. En ese estado de pánicoy turba estuvieron sin hablar-se todo el trayecto a casa. Ellallegaba a la obsesión interior:“está enamorado de ella, seven a escondidas”. Ignacio

movía la cabeza esperandoalgo parecido a la dignidad.Mantenía su semblante cabiz-bajo a modo de protesta.

Ante tanta inconsis-tencia se fueron a la cama sincenar. Cambiaron las ropasmientras se veían desnudosy apenas con un vaso deagua. Se apostaron cerca yenemistados, como un zapa-to roído junto a la lejía. “Loodio, lo odio, ¿por qué ha te-nido que engañarme?” – pen-saba -. Era un hecho cualita-tivo que Andrea estaba en-trando en estado de shock yelegía cualquier quejido oquebranto para transmitir al-gún mensaje. De la mismamanera, entre gestos, utiliza-ba también la insinuación yla ironía como medios de ata-que. Quería provocar una re-acción: un arranque de ver-dad propia de una estrategiapsicológica. Trataba de ex-traer algún tipo de confesiónzurda o tal vez una compro-bación: la alegría de estarequivocada. Realizaba ciertossuspiros sutiles, centraliza-dos, fundamentados,litúrgicos. Con todo esto, almenos, se habían ahorradounos insultos. El silencio ledaría la virtud clásica del co-nocimiento.

Horas después, Ig-

nacio, agotado, la miraba pormomentos. Ya no podía serpeor. Los sudores les untabanlos cuerpos. Quería hacer algocon aquella situación extrema.No soportaba ver a aquellamujer que sollozaba y seguiríasollozando en noches similaresa esa. Sentía un terrible abati-miento que ya no salvaba consu ego. Tenía que correspon-der a las lágrimas que le sabíanterriblemente a pregunta.

Entonces giró haciaella en un movimiento rápido yla observó: sintió en su interioralgo parecido a la compasión.Encontró también cierta nostal-gia por los años que habíancompartido juntos. La mirabalentamente, con detenimiento.Andrea estaba cerca de la ven-tana, apenas se escuchabanlos ruidos de la mañana: algu-nos niños entre risas, un vehí-culo con prisas. La ciudaddemoníaca comenzaba a resur-gir del silencio. Muy a lo lejos,como testigo fiel de la naturale-za, un perro aullaba, dejaba unestruendo maravilloso.

Tras una noche de si-lencios, largas horas de pensa-mientos bañados en un sudorcomo palabras imperceptibles,la cogió del hombro y le dijo:

- He decidido volvercon mi mujer.

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Hay días en que no quiero vivir por ti, ni ser para ti, ni respirar, ni sentir para ti.

Hay días que son grises para mí,que son tristes,que son solos,

que son,y siendo,

me atormentan.

Hay días que leo, que no escribo, sólo leo, me refugio en otras realidades, en otras soledades, en otras bondades del ser.

Hay días que no es otoño, y que yo no soy mujer, días que no vuelo,que no siento, que padezco, días que me abruman,

que me torturan, me destruyen, me duelen, me llagan, me devastan.

Hay días...Soy afortunada, porque hay días

hay días para que los vivapara que sienta

para que me sientabien

o malpara que llore

o sonría.

HAHAHAHAHAYYYYY DÍAS DÍAS DÍAS DÍAS DÍASPaz Hernández Páramo

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(de su último poemario CuanCuanCuanCuanCuando Dios se equivdo Dios se equivdo Dios se equivdo Dios se equivdo Dios se equivooooocacacacaca)

Carmen Moreno

voy despojándome de la luzvoy despojándome de la luzvoy despojándome de la luzvoy despojándome de la luzvoy despojándome de la luzbajo la superficie del mundo

única me diferenciode esos otros que respiran del miedo

te propongoun viaje a todo cuanto se escondeo arrastrarte por los pieshasta extinguir por siempre los cuerpos

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Iván Humanes Bespín(del poemario eyaculatorio Happy ending)

la esperala esperala esperala esperala esperaprimero un párpado y después otroprimero un párpado y después otroprimero un párpado y después otroprimero un párpado y después otroprimero un párpado y después otroventilador que es hélice de barco navegando río arribaventilador que es hélice de barco navegando río arribaventilador que es hélice de barco navegando río arribaventilador que es hélice de barco navegando río arribaventilador que es hélice de barco navegando río arribael capitán Kurtz / ángulo rectoel capitán Kurtz / ángulo rectoel capitán Kurtz / ángulo rectoel capitán Kurtz / ángulo rectoel capitán Kurtz / ángulo rectoun ojo en la luz.un ojo en la luz.un ojo en la luz.un ojo en la luz.un ojo en la luz.

la esperala esperala esperala esperala esperaabundancia de algas en un espejoabundancia de algas en un espejoabundancia de algas en un espejoabundancia de algas en un espejoabundancia de algas en un espejoyo muevo océanos, ganado, hemisferios, brote y sojayo muevo océanos, ganado, hemisferios, brote y sojayo muevo océanos, ganado, hemisferios, brote y sojayo muevo océanos, ganado, hemisferios, brote y sojayo muevo océanos, ganado, hemisferios, brote y sojalos dedos Schoenberg inquietoslos dedos Schoenberg inquietoslos dedos Schoenberg inquietoslos dedos Schoenberg inquietoslos dedos Schoenberg inquietosraros miran vocalesraros miran vocalesraros miran vocalesraros miran vocalesraros miran vocalesque salen de bocas chinas.que salen de bocas chinas.que salen de bocas chinas.que salen de bocas chinas.que salen de bocas chinas.

la esperala esperala esperala esperala esperadel poema hunde en la lengua una hoja / grano de arroz.del poema hunde en la lengua una hoja / grano de arroz.del poema hunde en la lengua una hoja / grano de arroz.del poema hunde en la lengua una hoja / grano de arroz.del poema hunde en la lengua una hoja / grano de arroz.

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Texto de Juan Serrano

No me digas quién eres. La solución del enigma no es siempre la mejor respuesta; que a vecesuna incógnita vale más que mil asertos. O como dijo aquel ciego detective del lenguaje: lasolución del misterio es siempre inferior al misterio.

Embaucadora es la existencia; y la vida: entre dos opciones, elegir la menos fraudulenta. Vivires andar por los jardines inciertos de la duda. El Quod nihil scitur del escéptico aquel de Fran-cisco Sánchez, el precursor de Descartes.

No me digas quién eres, que no quiero traspasar, ni escapar, ni salir de esta ignorancia cómoday bella. Pero tampoco me mientas con otro nombre. Mejor, dime como Bruno Jordán que tunombre es Nadie. Detrás de un nombre: un deseo; detrás de una cara, otra esperanza truncada.Por favor, no me engañes con otro nombre. Prefiero seguir llámandote Nadie para construirsobre la nada no razonada de tu hermoso cuerpo no preconcebido, ni moldeado, la mujer que amí mejor me plazca.

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EL VACÍO NO HABLAAllan Martínez

Se acaban las viejas palabras.

Es hora de descubrir la verdad;Quitarle de encima el mantoDe ilusiones, y tragarnos la espuma;Dejar sólo la acidez de lo ciertoY las náuseas del placer robado.

Mira mi sangre mezclarseCon tu saliva secreta;Siente sobre tu pelo,Derramado, cada tragoDe celebraciones inventadasQue improviso en mi nuevo lenguajeDe gestos torpes.-Timidez de culebraInofensiva.-

Pero aún no me arrastro,Aunque todo parezca perdido,Podrido, débil y mudo.

Tu boca se deleitaCon la felicidad compradaA precio de fábrica.

Amor, lujuria, carne,Sudor, uñas, mordiscos,Labios, heridas, orgasmos.Toda otra vez frente a frenteCon la risa que nunca sale a buscarte,Entre tanta oferta de luz fríaY comida regurgitada.

Yo silbo, desafinando.

Recuerdo mi último pensamiento:Un mundo que gira y explotaCuando nadie puede despertar;Un universo sin verbos ni perífrasis;Un yo sin ti,Ni nada que merezca ser pronunciado;Un silencio solemne autoimpuesto,Por todos los que queríamos poderGritar amor, sin necesidad de llorar.

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¿Quién?¿Quién es el erranteque en la noche busca un dorado,un arpa de sirenas, un vals, la danza sobre jade?¿Quién la suavidad de unos dedos?¿Quién busca en la luna los ritos más ancestrales?¿Quién desea beber aquí, en un museo de cera,vino dulce, sacro, en la más sofisticada copa?-Bohemundo, soy yo, el silencio espurio;el niño corazón en los sueños cautivo,el que en las noches te habla de amor,de un amor hilado en aspas de nieve dura,¡soy el de los cristales en guerra,el de las fiestas nardos en la pira!Soy a quien los perfumes le viven en retablo,en alma opiácea de ruinas cirenaicas.Soy quien desea carmín, vino dulce, beber,en el génesis de la copa.

Antonia Bocero

¿Quién es el errante?

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...somos casi siempre los mismos errantesdispuestos al viaje de oro.

Pablo Neruda

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POLYPHÓNIKAS - Traducción poética

Traducciones de

Jesú

s Bel

otto

Actualmente existen más de 20 conflictos armados acti-vos en todo el mundo. En el de la antigua Yugoslavia estuvopresente Erri de Luca (Nápoles, 1950) como conductorde convoyes humanitarios. Poeta comprometido con su tiem-po, traductor y uno de los mejores narradores italianos con-temporáneos -faceta que mejor se conoce en español-, peroantes camionero, albañil u obrero de la FIAT, de Luca haráreferencia a esta guerra en «Clasificación del fuego», de su ter-cer y hasta ahora último poemario L'ospite incallito (Einaudi,2008). Si la poesía no es un arma, sea un lugar donde resistir elhorror, siquiera un post-it que nos impida mirar hacia otro ladoante la barbarie.

GUERRADi guerra giusta ce n’è stata una, e nessun’altra,quella di Troia: due popoli alle armiper chi dei due doveva tenersi la bellezza.

GUERRAGuerra justa ha habido una, y sólo una,

la de Troya: dos pueblos a las armaspor ver cuál de los dos merecía quedarse la belleza.

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CLASSIFICA DEL FUOCO

Per primi partirono i filosofi, Marx, Hobbes, Cartesio, Schopenauer, infine anche Montaigne: autunno/inverno uno, Sarajevo.

Poi toccò ai romanzieri, Dumas, Dickens, Gogol’, ultimo fu Shalamov a disfarsi nella stufa

coi suoi racconti della Kolimà, autunno/inverno due. Quell’anno fino a maggio le parole patirono l’inferno per dare calorie.

Nel terzo dell’assedio bruciò lo scaffale del teatro, prima Brecht, poi alla rinfusa Strindberg, Shakespeare, Racine,

infine con le lacrime anche Cechov. Il quart’anno toccava alle poesie, ma la guerra finì e le risparmiò.

Classifica del fuoco: ultima destinata la poesia, in guerra la più urgente.

CLASIFICACIÓN DEL FUEGO

Primero cayeron los filósofos, Marx, Hobbes, Cartesio, Schopenhauer,al final también Montaigne: otoño/invierno uno, Sarajevo.Luego tocó a los novelistas, Dumas, Dickens, Gogol,el último en deshacerse en la estufa fue Shalamovcon sus relatos de Kolymá, otoño/invierno dos.Aquel año hasta mayo las palabras sufrieron un infierno para dar calorías.El tercero del asedio ardió el estante del teatro,primero Brecht, luego indistintamente Strindberg, Shakespeare, Racine,al final entre lágrimas también Chejov.El cuarto año le tocaba a las poesías,pero acabó la guerra y se salvaron.Clasificación del fuego: última destinada la poesía,en guerra la más urgente.

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Nos observaron impotentes,no pudieron reprendernos.

Tus muertos, que me ven y lo sabentodome odian y se jactan de mi agonía.

Los demás, cuando se aburrense largan. Apagan el televisor,el reality de nuestras vidas,y pasean sin rumbo.Ni siquiera se hablan.

Nuestros muertos,no se encontraráncon nosotros,ni nos echarán de menos,

ni siquiera volverán para decirnosqué hemos hecho mal. Sólonos mirarán el día que lleguemosy, sin cambiar su gesto distante,

nos tirarán con el mandoen las narices,para buscaren el mundo de los vivos

las lágrimas de nuestros amantes.

Nuestros muertos

Adria

na B

añar

es

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Javier Flores Letelier

EL FINAL DEL HÉROE

No me arrepiento del odio a este mundoni de desear replicar su desgraciacamuflado en alguna casualidad.

Sólo me abstengo de creer en la justiciacuando es tu imagenla que comienzo a perder.

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del silencio:Entrar al silenciodespojados de vértices.

Hallar un templodonde apaciguar al lenguaje,grito sin treguadespoblando el aire.En las manos mansasplegarias se sostienen,un inguinal caminoy el torso encendido.

Entrar al silencio,y desde él, vaciarse del lenguaje,arrancar de los párpadosla angustiosa necesidadde nombrar la hierba.

Entrar y domarlo:ser silencio para el silencio.

(contin(contin(contin(contin(continúan en página siguienteúan en página siguienteúan en página siguienteúan en página siguienteúan en página siguiente)))))

de la palabra:

Hay palabras bicéfalas:

No se puede nombrar el podersin que llore el hambre.

Afilo mis dedos y lo intento,pero nunca es suficiente.

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de la muerte:¿Tememos los gusanos,rosados como el vino,o al sonido huecoque dejan sus túneles?

Horadando la carnecon bocas imperturbables,y el acantilado del nichofestejando el encuentro.

¿Qué otro universo cifradode mandíbulas y mármoladecenta la podredumbredejándola inmaculada?¿Cabrá tanto,nuestro miedo y la caja?

La muerte es una jaula:se ha de existir en el temorcomo se existe en un espejo.

¿No ves el tiempo huir, con la luz entre las manos? ¿No encierra el látido unmundo de alambradas? ¿No saltas, acaso, sobre escombros? ¡Cuán perdidoandas, cachorro sin dientes! ¿Buscas acaso dónde esconderte de tu sombra?Mientras los tiovivos escupen sus colores, tú acurrucas nieve en tu pecho yle hablas de signos helados en un alfabeto que no entiende, ¿parirá tu espal-da alguna vez? o ¿te dejarás morir sin haberte conocido?

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CUENTO INVISIBLE

Primeros fríos.

La lectora se abriga

entre las páginas.

La lectora en un haikuLa lectora en un haikuLa lectora en un haikuLa lectora en un haikuLa lectora en un haikuIlustración de Vanix y texto de Anahí Flores

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Nunca me han gustado las imposturas,ni las carreras de larga distancia,tampoco las trabas sociales,ni el hierro a fuego,mucho menos las cicatrices del alma.

Detesto el fariseísmo,la inepciayel borreguismo.

Debo de estar asilvestrado,así que si tenéis cojones,ensillad a este potro.

Desbocado

Daniel García Ramírez (Castorín)

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La derrota

José Naveiras García

Rodillas como reflejo de llantoQue las bandas de rock’n’rollqueden mudasQue los violinessufran de afonía.

Mantos como mares de lágrimasQue no pueda acercarmea ser túQue me impidanestar muerto y a la vez estar.

Remolinos de mares grises de espantoQue el espíritu no tenga máshierba que pacerQue las manos se ahoguen sinporos que acariciar.

Caen despacio los cielos hasta la tierralas pérdidas atrapan los haces de lucesy ahora tú vas y me dices que perdimos.

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PPPPPatratratratratricia icia icia icia icia OOOOO. (P. (P. (P. (P. (Patatatatatokokokokokatatatatata)a)a)a)a)Dos microrrelatos

PLIEGUES CPLIEGUES CPLIEGUES CPLIEGUES CPLIEGUES COINCIDENTESOINCIDENTESOINCIDENTESOINCIDENTESOINCIDENTES

Ambos se encontraron en las arrugas que sus pieles dejaban traslucir en sucompleta desnudez... aún así se sintieron en la gloria cuando hicieron coincidir lospliegues marchitos de su ser…

ESPERANDOESPERANDOESPERANDOESPERANDOESPERANDO……………

A través del cristal las gotas de lluvia, las nubes negras de un día gris.

Las manos apoyadas sobre la fría superficie y los ojos que esperan...

La esperanza en la ansiedad de cada instante que transcurre y que muere en cadaminuto que quedó atrás.

Minutos que vuelven a ser presente al compás del corazón cuyos latidos no seresignan a perder la fe... de verlo aparecer en cualquier momento, corriendo la vidapor la calle aun sabiendo que ésta se le fue de las manos y lo dejó sin piel... y lodejó sin ser...

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También han colaborado en este número 8 de la revista PPPPPoe +oe +oe +oe +oe +Miguel JMiguel JMiguel JMiguel JMiguel Jiméniméniméniméniménez «Tez «Tez «Tez «Tez «Tallallallallaller de Zener de Zener de Zener de Zener de Zenón»ón»ón»ón»ón» Poeta visual sevillanoFrancisco Gonzalo Prinetti Francisco Gonzalo Prinetti Francisco Gonzalo Prinetti Francisco Gonzalo Prinetti Francisco Gonzalo Prinetti Escritor residente en Cataluña

Daniel García Ramírez «Castorín»Daniel García Ramírez «Castorín»Daniel García Ramírez «Castorín»Daniel García Ramírez «Castorín»Daniel García Ramírez «Castorín» Poeta vitorianoCarmen MorenoCarmen MorenoCarmen MorenoCarmen MorenoCarmen Moreno Poeta gaditana afincada en MadridPatricia O. (Patokata) Patricia O. (Patokata) Patricia O. (Patokata) Patricia O. (Patokata) Patricia O. (Patokata) Creadora poética uruguayaArturArturArturArturArturo Borra o Borra o Borra o Borra o Borra Poeta argentino residente en ValenciaSebastián Mondéjar Sebastián Mondéjar Sebastián Mondéjar Sebastián Mondéjar Sebastián Mondéjar Músico y escritor murciano

Antonia Bocero Antonia Bocero Antonia Bocero Antonia Bocero Antonia Bocero Poeta residente en AlmeríaAnahí Flores Anahí Flores Anahí Flores Anahí Flores Anahí Flores Escritora y lectora argentinaPaz Hernández Páramo Paz Hernández Páramo Paz Hernández Páramo Paz Hernández Páramo Paz Hernández Páramo Poeta madrileñaErri de LucaErri de LucaErri de LucaErri de LucaErri de Luca Poeta montañés napolitano

Francisco Pérez BeldaFrancisco Pérez BeldaFrancisco Pérez BeldaFrancisco Pérez BeldaFrancisco Pérez Belda Poeta valencianoIván Humanes Bespín Iván Humanes Bespín Iván Humanes Bespín Iván Humanes Bespín Iván Humanes Bespín Poeta barcelonésÁngela Serna Ángela Serna Ángela Serna Ángela Serna Ángela Serna Poeta residente en VitoriaJJJJJesús Belotto esús Belotto esús Belotto esús Belotto esús Belotto Traductor poético eldenseAntonio Guerrero Antonio Guerrero Antonio Guerrero Antonio Guerrero Antonio Guerrero Escritor almerienseJosé Naveiras GarcíaJosé Naveiras GarcíaJosé Naveiras GarcíaJosé Naveiras GarcíaJosé Naveiras García Poeta madrileñoJavier Flores LetelierJavier Flores LetelierJavier Flores LetelierJavier Flores LetelierJavier Flores Letelier Poeta chilenoAllan Martínez Allan Martínez Allan Martínez Allan Martínez Allan Martínez Poeta guatemaltecoAdriana Bañares Adriana Bañares Adriana Bañares Adriana Bañares Adriana Bañares Poeta logroñesaRafael CarcelénRafael CarcelénRafael CarcelénRafael CarcelénRafael Carcelén Poeta alicantinoJuan SerranoJuan SerranoJuan SerranoJuan SerranoJuan Serrano Escritor murcianoAlex Reig Biosca Alex Reig Biosca Alex Reig Biosca Alex Reig Biosca Alex Reig Biosca Poeta catalánMar Benegas Mar Benegas Mar Benegas Mar Benegas Mar Benegas Poeta valenciana

PPPPPoe +oe +oe +oe +oe + en su formato digitalen su formato digitalen su formato digitalen su formato digitalen su formato digital

se difunde reenviándola se difunde reenviándola se difunde reenviándola se difunde reenviándola se difunde reenviándolaa quienes pueda interesara quienes pueda interesara quienes pueda interesara quienes pueda interesara quienes pueda interesar

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editorial

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