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Edición No.541 Agosto/08/2016 Revista Insurreción

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EDITORIAL 4Por la Paz, La Resistencia ContinúaDeclaración de la Dirección Nacional y el Comando Central del ELN

CARICATURASantos, Juegue Limpio 9Autor: nuCHE

El Hambre Acosa, la Rebeldía Crece 10Autor: Luciano Vidales

Dieciocho Años con Electricaribe Encima 14Autor: Shaka Zulú

Combates en el Chocó 17Autor: Dirección Frente de Guerra Occidental

La Esperanza de los Pueblos Europeos 20Autor: Colectivo Giordano Bruno

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El gobierno de Juan Manuel Santos llega a la mitad de su segundo mandato y los resultados son desastrosos. La locomotora minero-energética que debía jalonar la econo-mía, se descarriló por la baja de los precios y la caída de las exportaciones de materias primas. Mientras el sector

financiero reporta jugosas ganancias, se mantiene el estrangula-miento de la industria y la agricultura. El peso se devalúa, la infla-ción se dispara, aumenta la deuda externa y la balanza comercial es deficitaria. Ante el profundo hueco fiscal, es inminente otra re-forma tributaria contra la clase media y los sectores populares.

El desempleo, la carestía, la miseria, arrasan con los pobres y la hambruna mata sin clemencia la infancia, principalmente de las comunidades afrodescendientes e indígenas. Ante esta caótica si-tuación, diversos sectores sociales no tienen más alternativa que movilizarse para reclamar los derechos básicos, que el Estado debe garantizar; siendo brutalmente reprimidos por la fuerza pú-blica, amparados en las últimas leyes antisociales, que han venido

imponiendo las bancadas par-lamentarias santistas y uribis-tas. Además, se aumentan las amenazas y los asesinatos del paramilitarismo contra las orga-nizaciones y los dirigentes que se atreven a disentir de las polí-ticas estatales.

Un logro importante de la ges-tión de Santos, se dio el 23 de junio de 2016, con el acuerdo sobre Cese al fuego y de hos-tilidades bilateral y definitivo y Dejación de Armas de las FARC.

Para favorecer el proceso de paz, mantenemos respeto por

la mesa de La Habana. Siempre confiamos que cualquier dife-rencia, el país la podría conocer en el curso de nuestro proceso, que está abierto a la participa-ción de la sociedad. Pero ante el congelamiento impuesto por el gobierno a la mesa con el Ejérci-to de Liberación Nacional, y ante próxima la firma de un acuerdo definitivo de dejación de armas de las FARC, nos vemos en la obligación de expresar que no compartimos la esencia de es-tos acuerdos.

Se evidencia que el objetivo principal de la comandancia

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Por la Paz, La Resistencia Continúa

Declaración de la Dirección Nacional y El Comando Central, del ELN

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de FARC, es convertirse en una organización legal, aceptando unos acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra su-cia y el Terrorismo de Estado, a la vez que deforman los funda-mentos esenciales del Derecho a la Rebelión. Así, el gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen oprobioso de violencia, exclusión, desigual-dad, injusticia y depredación.

Compartimos las inquietudes de diversos sectores de la so-ciedad, del movimiento social y político, frente a varias de las temáticas acordadas, ya que no interpretan sus expectativas, como la limitada participación de la sociedad; la negociación de asuntos sociales sin tener en cuenta a los sectores afectados; la justicia transicional que evita el enjuiciamiento al Estado por su culpabilidad en el genocidio; y la poca incidencia de lo acor-dado para modificar la realidad del país.

El Estado colombiano, el Presi-dente y las Fuerzas Armadas han expresado con claridad que ?la paz es la victoria?, y que a ella se llegó como resultado de la aplicación de la fuerza militar. Para ellos, la paz no es una con-vicción política, sino sólo un cál-culo económico; pues les resulta

más barato llevar la insurgencia a la legalidad sin comprometer-se con las transformaciones que la sociedad necesita, y evitar la prolongación de una lucha de resistencia, que los viene des-gastando y no podrán controlar.

El ELN ha reiterado que la paz sólo será posible si se dan trans-formaciones estructurales de la sociedad y del Estado, donde el pueblo sea el protagonista de las nuevas construcciones, que permitan la justicia social, la equidad, la dignidad y la so-beranía. Mientras esta nueva Colombia no esté garantizada y se mantenga un régimen oli-gárquico basado en la violen-cia, sigue siendo un imperativo político mantenernos como re-beldes alzados en armas, para acompañar todas las luchas de resistencia social.

Si durante estos más de 60 años de lucha guerrillera, la oligarquía no ha cedido par-te de sus privilegios al pueblo, mucho menos lo hará después que la guerrilla se desarme. Por el contrario, se envalentonará con mayor represión contra los reclamos sociales y será más grande la entrega de la patria a los intereses imperialistas. Las clases que manejan el poder, sólo entienden que la paz es el desarme de las guerrillas, para maximizar sus ganancias.

La oligarquía colombiana no quiere la paz, porque no per-mite cambiar su estructura de dominación, esto quedó demos-trado en las negociaciones con las FARC, al colocar las ?líneas rojas? de no tocar su modelo de explotación económica, de exclusión política o de barbarie militar. La poca voluntad de paz del gobierno, también se mues-tra al mantener congeladas las negociaciones con el ELN.

Desde agosto de 2012, con el acompañamiento de la comu-nidad internacional, adelanta-mos reuniones formales con el gobierno de Santos en pos del objetivo de lograr una paz, que interprete el sentir de los colom-bianos. Múltiples incumplimien-tos, exigencias unilaterales e in-tentos de manipulación tuvimos que afrontar, pero logramos fir-mar el 30 de marzo del presen-te año, el acuerdo de Agenda para desarrollar la fase pública de las conversaciones, en un proceso abierto a la participa-ción de la sociedad.

Pasados 4 meses, las conver-saciones están congeladas por decisión unilateral del gobier-no, quien pretende imponer condiciones por fuera de la for-malidad de la mesa, haciendo exigencias que jamás fueron acordadas, aunque son asuntos que están contemplados para

ser discutidos. Al parecer el go-bierno le tiene miedo a la parti-cipación de la sociedad.

La fase pública de conversacio-nes con el ELN, implica darle la palabra a todos los colombia-nos y colombianas, a los secto-res organizados, pero también a la pobrería, a quienes secu-larmente han estado excluidos, silenciados e invisibilizados.

Debe abrirse un nuevo momen-to de participación democrática, donde la sociedad no puede seguir siendo una ?invitada de piedra?, sino que debe ganar el protagonismo para diseñar los cambios. Las propuestas que produzca este proceso partici-pativo de la sociedad, no puede quedarse en simples recomen-daciones o insumos, sino que por el contrario deben ser pro-puestas a instrumentalizar, para poder hacerlas realidad.

La paz no es el desarme de la guerrilla, sino una construcción multicolor, donde la participa-ción popular cobra vida y se concreta en las transformacio-nes de la nueva nación. Si la so-ciedad plantea la democratiza-ción del poder, es la oligarquía la que debe definir si permite los cambios o continúa mante-niendo la guerra y haciendo po-lítica mediante la violencia.

En la actualidad, lo que está en

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el orden del día no es un Ple-biscito para desarmar a una organización guerrillera, sino la necesidad de construir una paz verdadera, pues de poco ser-virán unos acuerdos parciales si continúa el conflicto social y armado.

El ELN convoca a todos los sec-tores populares y clases medias de la ciudad y del campo; a los industriales, agricultores y co-merciantes atropellados por la competencia desleal de las em-presas transnacionales; a los movimientos y partidos políticos de izquierda, democráticos y de centro que buscan alternativas al régimen; a las mujeres, LGT-BI y demás sectores generistas que no sólo buscan la igualdad ante la ley, sino la equidad fren-te a la vida; a los estudiantes y la juventud que piden ser los arquitectos del futuro; a todos

los patriotas que quieren una república soberana; a todas y todos, les ofrecemos esta fase pública como un gran Diálogo Nacional, para que construya-mos la Nueva Colombia en paz.

El ELN sigue manteniendo en alto la bandera de la paz, siem-pre junto al pueblo, en sus lu-chas de resistencia frente a la oligarquía y el imperialismo.

La rebelión, a la que hemos acu-dido como legítimo derecho del pueblo ante un régimen ilegíti-mo, es la renuncia a obedecer a los poderosos, para colocarnos del lado de los humildes y des-poseídos. Pero esta lucha de re-sistencia no es sólo militar, sino que abarca todas las dimensio-nes de los sueños y las aspira-ciones de las mayorías, donde quienes perseveran siempre lo-gran la victoria.

¡Colombia para los trabajadores!

¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!

Montañas y ciudades de Colombia.

Agosto 5 de 2016.

CARICATURA / nuCHE

Santos,

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Al tiempo que Santos y su gabinete “mojan tinta” y ponen titulares con rimbombantes anuncios de progreso y paz, en los hogares de las clases populares, en campos y ciu-dades, sienten en las costillas y el estómago los efectos de la política social y económica. La crisis está presente

y se agrava a diario y ni siquiera las cortinas de humo mediáticas, que van desde los Juegos olímpicos hasta los diálogos de La Haba-na son capaces de ocultarla.

Agresivas medidas neoliberales y absurdas prioridades en el pre-supuesto, han dado como resultado que la pobreza se torne incon-trolable y el acceso a la canasta básica familiar sea imposible para cerca de 15 millones de colombianos y colombianas, que están bajo la línea de pobreza.

No podría esperarse otros resultados. La destrucción de la econo-mía campesina y la profundización del modelo del agronegocio, agravada a través de la ley de las Zidres (Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social), son factores que le suman al abandono y discriminación del campo y explican los elevados precios de los alimentos. Según el columnista Eduardo Bolaños los precios de los alimentos se han incrementado en lo que va corrido del año en un 14,28 por ciento, duplicando el mísero incremento del salario mínimo que el gobierno había decretado en un 7 por ciento.

En abril de este año el gobierno expidió el Decreto 583 de ter-cerización laboral a sabiendas que los ingresos de la clase tra-bajadora y su condición social van en franco deterioro. En las ciudades se multiplican las zo-nas de miseria y la indigencia se cuenta por miles, situación a la cual se le da un tratamiento militar y represivo. Igual trata-miento se le da a la legítima protesta social; mientras muere el pueblo de hambre, la policía militarizada del Escuadrón Mó-vil Anti Disturbios (ESMAD) se gasta anualmente 372 mil mi-llones de pesos. Santos y sus ministros, conscientes de las afectaciones que causan sus políticas sociales, se aprestan a la contención de la protesta: el Esmad cuenta ya con 3 mil efec-

tivos, según señala el investiga-dor Edwin Cruz en el periódico Desde Abajo.

Los medios de comunicación monopólicos se rasgan las ves-tiduras y montan telenovelas con la situación venezolana, donde el deterioro de la con-dición social va de cuenta de la guerra económica. La televisión colombiana muestra las largas filas de personas para acceder a los alimentos en la hermana República. Mientras en Colom-bia no hay filas, a pesar que los estantes están llenos de pro-ductos, porque no hay con qué comprar. La carestía es de tal magnitud que los pobladores en los barrios inventan estrate-gias de sobreviencia: compran al fiado, eliminan el almuerzo

Luciano Vidales

El Hambre Acosa,

La Rebeldía Crece

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de la dieta, compran el aceite por cucharadas, pero todo ello tiene un límite. El hambre acosa y la rebeldía crece.

Ya en el año 1977 el pueblo colombiano dio una demostra-ción de dignidad, precisamen-te contra el “mandato caro” de Alfonso López, cuajando un

Paro nacional en regiones y ciu-dades capitales. La coyuntura colombiana empieza a parecer-se a ese momento. La elevación de los impuestos por la vía de una regresiva reforma tributa-ria, del transporte, la profunda crisis del agro, los bajos sala-rios, los caros y ma- l o s servicios públicos, la carestía gene-

ralizada, van c o n f i -

gurando un nuevo momento de lucha, donde el talante de resistencia y rebelión del pueblo colombiano echarán por tierra el diseño de miseria y hambre, que quieren perpe-tuar las clases dominantes.

Este año arrancó con jorna-das de protesta y paro y las convergencias sociales, in-cluido el sindicalismo, hacen llamados a la unidad y la lu-cha callejera. El Ejército de Liberación Nacional como patrimonio del pueblo co-lombiano apoya estas iniciativas y pondrá su grano de arena en la pelea por el bienestar y la democracia.

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Hace 18 años fueron privatizadas las empresas de energía eléctrica de la costa Caribe, gran parte del sistema de ge-neración, transporte y fundamentalmente el sistema de distribución de la energía fue entregado a la administra-ción de corporaciones internacionales, entre ellas la actual

Gas Natural Fenosa. Culminaba de esta manera toda una operación que consistió en llenar de corrupción y desidia administrativa a to-das las electrificadoras estatales, en una palabra someterlas a crisis, para con ella llevar el mensaje de ineficiencia, con lo cual ganaron la opinión pública para vender a menosprecio estos bienes públicos al capital extranjero.

El desastre llegó

Lo que fue planteado y presentado a la ciudadanía, como la gran solución, pronto se fue viendo lo que era, un fracaso más. Los que era un servicio colectivo con tarifas subsidiadas, que colocaron la energía al alcance de muchos pobladores, se convirtió en un gran negocio y de esta manera el costo de las tarifas fueron aumenta-das hasta convertirse hoy día. en el 13,7 por ciento del gasto de la canasta familiar, lo cual quiere decir que una familia gasta más en pagar energía que en transporte, educación, salud y arrendamiento.

Las anomalías en la prestación del servicio fueron apareciendo y volviéndose pan de cada día. Los cortes en el fluido eléctrico pro-

ducen daños masivos en los aparatos electrodomésticos; los racionamientos se volvieron algo de nunca acabar y se bus-caban diferentes explicaciones, culpando a las sequías, cuando la fuente de energía mayoritaria en la costa se hace mediante la generación térmica y otro tanto proviene del sistema de inter-conexión nacional. La cantidad de electrocutados ha ido en au-mento y el ciclo infernal de más cortes del servicio y mayor pre-cio de las tarifas lo sufre la po-blación; el mantenimiento de las redes de distribución fue nulo, lo que ocasionó su rápido deterio-ro y el crecimiento de la deman-da no era atendido por la Unión Fenosa, empresa española que engordaba sus ingresos a costa del sufrimiento del pueblo cos-teño, logrado con una absurda política tarifaria estratificada.

La protesta costeña no ha cesado

En estos 18 años de actividad de la empresa española Feno-sa, el pueblo costeño cansado de tanta arbitrariedad, se ha movilizado con diferentes mani-festaciones. Toma de oficinas de la empresa en los siete departa-mentos de la costa Caribe; mar-cha de ventiladores dañados por los sobrevoltajes, bloqueos de vías con electrodomésticos y, alzamientos ciudadanos. Todas

estas expresiones han encon-trado una administración em-presarial sorda e irresponsable a los reclamos ciudadanos; unas autoridades sumergidas en un mar de complicidades e impu-nidades, que militarizan la pro-testa legítima de los poblado-res. La historia de estas casi dos décadas de lucha por un mejor y eficiente servicio, por el bajo costo de las tarifas, la repara-ción de los daños causados, lle-nan las páginas de los diarios y las noticias radiales, sin que los extranjeros hayan modificado la conducta abusiva y mercantil.

A toda esta crisis en la prestación del servicio eléctrico en la costa, el gobierno responde con una fórmula desgastada, otorgarle créditos a la empresa española Fenosa, porque ésta argumenta que “no tiene dinero suficiente” para producir una normalización del servicio a 63 mil familias de la costa Caribe. Vaya contradic-ción absurda. Cuando se anunció hace 18 años, la crisis de las em-presas electrificadoras estata-les, corrió a venderlas al capital privado y más tarde cuando Fe-nosa, declara que no tiene dine-ro suficiente para mejorar el ser-vicio, el gobierno mete la mano al bolsillo de los contribuyentes para otorgarle créditos. Sociali-zar las pérdidas y privatizar las ganancias es la operación arit-mética capitalista neoliberal.

Shaka Zulú

Dieciocho Años con

Electricaribe Encima

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La gran estafa

Según la Contraloría de la Repú-blica a la Unión Fenosa, el Esta-do la ha financiado durante 12 años, con numerosos auxilios para vitalizar las operaciones de la empresa. Es sumamente es-candaloso que el mismo Contra-lor explique a manera de denun-cia, que en “este último año en el marco del Plan Cinco Caribe, se adjudicaron 30 proyectos por un valor cercano a los 3 billones de pesos” (*). También se ha conocido que la ejecución de es-tos proyectos ha sido muy bajo, porque ninguno fue ejecutado de manera satisfactoria.

La Contraloría ha encontrado que un contrato por valor de 86.072 millones de pesos, des-tinados a normalizar el servicio de suministro de energía a los siete departamentos de la costa Caribe, que costaba de 134 pro-yectos, sólo se han ejecutados 75 de ellos; también un segun-do contrato por valor de 46.026 millones de pesos, con el cual la empresa Unión Fenosa iba a normalizar el servicio a 21 mil fa-milias para diciembre del 2015, pero sólo ejecutó 17 de los 27 proyectos. Un tercer proyecto por valor de 21.489 millones de pesos para normalizar el sumi-nistro a 7 mil familias, tampoco ha sido ejecutado totalmente, solo 23 proyectos de 38.

Todas estas inyecciones eco-nómicas fueron hechas por el Ministerio de minas y energía, las cuales no fueron adecuada-mente seguidas y monitoreadas por esta dependencia, esto es una costumbre política, que es interpretada por la ciudadanía, como parte del planeamiento de la corrupción, que corroe a todo el Estado colombiano.

Los grandes gremios económicos plantean que ante tan grave cri-sis del suministro eléctrico, está próximo un apagón general, que causaría muchos perjuicios a la economía de la región. Por esto proponen que las gobernacio-nes de los siete departamentos inyecten más recursos económi-cos, y que decreten un nuevo aumento de las tarifas para sal-var a la Unión Fenosa, solución tradicional de salvamento neoli-beral.

La ciudadanía y el sufrido pueblo costeño que ha padecido duran-te 18 años esta problemática, no han sido escuchados, mucho menos tenidos en cuenta sus in-tereses y demandas de justicia. La paz es con luz para la gente, no es con un apagón.

_____

(*) Caracol radio, 03-08-2016.

En la disputa por las riquezas del Chocó, que encabezan las elites dominantes del departamento, las fuerzas po-pulares que nos oponemos al saqueo y la depredación, mantenemos los ideales de libertad, dignidad y vida para las comunidades que habitan este territorio.

Las unidades guerrilleras del Frente de Guerra Occidental, en res-puesta a los operativos contrainsurgentes, hemos sostenido estos combates con las Fuerzas Armadas gubernamentales, entre los meses de abril y julio de este año.

; En el municipio del Río Quito, el 5 de abril, a las 6:45 pm, embos-camos al grupo de policía militarizada, que venía extorsionando a los mineros, a quienes amenazaban con quemarles sus ma-quinarias de trabajo. En el combate murió un policía y quedaron tres heridos. De nuestra parte tuvimos un compañero herido.

; En municipio de Pizarro, en el Río Virudó, desde el 8 hasta el 13 de Abril; patrullas de infantería de marina de la Fuerza naval del Pacífico, fueron emboscadas en 11 campos minados, en donde quedaron muertos 8 infantes, dos quedan gravemente heridos y otros muchos quedan con heridas leves.

; En el municipio del Sipí, en el afluente del río San Juan, el 5 de mayo, emboscamos una patrulla de las acantonadas en la Base militar, que cayó en un minado al avance; en donde quedó gra-

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vemente herido un soldado profesional.

; En el municipio de Andagoya, cabeceras del río Durundó, el 10 de mayo, a las 11:30 am; atacamos una patrulla de policía militarizada; donde quedaron un policía muerto y 3 heridos. A quienes les recuperamos material de in-tendencia e información de inteligencia.

; En el municipio de Tadó, ve-reda Los Farallones, el 4 de junio, a las 6:30 pm, ata-camos un helicóptero de la Aviación militar, cuando se disponía a transportar una patrulla de la Fuerza de Ta-rea Titán. La nave salió ave-riada, murieron tres militares entre ellos el piloto y dos más quedaron heridos.

; En el municipio de Río Sucio, sobre el río Truandó, el 5 de junio, a las 6:45 pm, ataca-mos a un numeroso grupo de paramilitares de los Ura-beños, quienes intentaron penetrar en esta estratégica zona del Pacífico. Al ser repe-lidos, tuvieron que devolver-se hacia el río Atrato, llevan-do consigo a tres muertos. Les recuperamos un fusil M 16 con sus proveedores, más tres pistolas calibre 9 milíme-tros.

Este era el grupo de protección de alias Gavilancito, quien ha-bía llegado en avioneta desde el norte del Departamento a Bahía Solano, resguardado por las Fuerzas Armadas del gobier-no de Santos; quienes ahora lo

esconden en el corregimiento de El Valle, Chocó.

; En el municipio de Pizarro, sobre el río Docampadó, sitio Mochadó; el 8 junio a las 6 pm, emboscamos a una pa-trulla de la infantería de Ma-rina, en un minado al avance; donde quedaron 3 infantes muertos, dos heridos graves y otro herido leve.

; En el municipio de Nuquí, so-bre el río Panguí, el 29 de ju-nio, a las 8 pm, atacamos a otro grupo de paramiltares de los Urabeños, integrantes de las avanzadas de alias Gavilancito, quienes llega-ron con la misión de controlar esta parte del Pacífico. Des-pués del combate quedaron muertos 2 paramilitares, a quienes les recuperamos una pistola calibre 9 milíme-tros y una lancha con motor 100 fuera de borda.

; En el municipio de Tadó, en la vía Pereira-Quibdó, en la Comunidad El Tabor. el 4 de julio a las 7:30 pm, atacamos durante media hora a unida-des militares de la Fuerza de

Tarea Titán; en donde que-daron muertos tres soldados profesionales.

; En el municipio de Andago-ya, sobre el río Minguimaló afluente del río San Juan, el 5 julio, a las 6:45 pm, ataca-mos a una patrulla de policía militarizada; en donde mu-rieron 4 patrulleros y otros 5 salieron heridos, a quienes les recuperamos material de intendencia e información de inteligencia.

; En el municipio de San José del Palmar, comunidad La Guayacana, el 17 de julio; atacamos con un minado al avance a una patrulla de la Fuerza de Tarea Titán; en donde murieron 2 soldados profesionales y otros 5 que-daron heridos.

; En el municipio de Andago-ya, sobre el río San Juan y sus afluentes, entre los me-ses de junio y julio; realiza-mos 6 ataques contra naves de la Aviación militar, en la que usamos artillería antiaé-rea popular.

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Montañas y selvas del Pacífico

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El proyecto de naciones europeas unificadas, está actual-mente en una crisis desde el 2008 que le viene costando el poder levantarse, pero aun tampoco está en un decli-ve total de hegemonía. Mientras tanto, tampoco hay una correlación de fuerzas favorable para el bloque popular

quien sufre la crisis y la represión.

Producto de la crisis estructural del capitalismo que estamos vivien-do en todo el mundo, en la Unión Europea se empieza a sentir muy fuerte esta crisis en los países de la periferia, los que llaman común y despectivamente los “PIIGS”, como Portugal, Irlanda, Italia, Gre-cia y España, en donde los niveles de precariedad y pobreza en la población se empiezan a sentir más fuertes que en los demás, ya que a ellos, es a quienes se vienen endureciendo las medidas eco-nómicas dictaminadas como “soluciones” desde la Comisión Euro-pea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a quienes se les llama la “Troika”.

Con la salida de Gran Bretaña de la Unión (ahora serán 27 sus miembros) también cambiarán las posiciones por Producto Interno Bruto de las potencias: la Unión Europea dejará de ser la segun-da economía (19,2 billones de dólares) y bajará al tercer puesto (16,5 billones) después de China (19,39 billones) y Estados Unidos (17,95 billones). Se dice que la salida de Gran Bretaña de la Unión

Europea favorecerá el acerca-miento hacia China y/o Estados Unidos.

Por qué se desune la Unión

Al nacer la Unión Europea, con el fin de unificarse varias nacio-nes alrededor de un mercado internacional común, nació tam-bién todo un sistema jurídico y político entre los estados fun-dantes desde 1993, luego de la caída del muro, y desde an-tes, sentando las bases futuras terminada la segunda guerra mundial donde occidente se im-ponía, ratificándose ya la Unión en el tratado de Lisboa en el 2009, iniciándose con el boom del nuevo desarrollo para los países de la Unión. Pero como su base fundante son los nego-cios capitalistas, algunos tiene que ganar más y otros perder siempre.

Algunos analistas plantean que el Euro no es la causa de la crisis del capitalismo europeo, pero ha agravado enormemente los problemas de los países más débiles. En el pasado, sus bur-guesías podían resolver parcial-mente el problema devaluando sus monedas. Ahora la única alternativa es ganar competiti-vidad disminuyendo los salarios y con austeridad permanente, y si el Euro se desploma, será una catástrofe económica que hun-

dirá a toda Europa en una crisis aún más profunda. Es intere-sante el hecho de que las tesis neoliberales han sido aplicadas con fuerza en la Unión Europea para enfrentar la crisis, al más claro estilo latinoamericano de los años noventa del siglo pa-sado.

Este dilema provoca divisiones y tensiones entre los gobiernos oligarcas en Francia (Hollande), que exigen más dinero y creci-miento para estimular la eco-nomía, y en Alemania (Merkel) que exige recortes, para que los demás países hagan pagar la crisis a los trabajadores. Es-tas supuestas políticas de con-tención van diseñadas a acabar con la inversión de los progra-mas sociales, a causar desem-pleo y menor poder adquisitivo de la población.

El éxodo de millones de perso-nas, causado por las guerras imperialistas en el medio orien-te, provocando la tragedia hu-manitaria de los refugiados, en donde se ha llegado a niveles máximos de xenofobia, racis-mo y discriminación social, no permitiéndoles la libre movili-dad por los países europeos a donde quieren llegar huyendo de la guerra, provocada ésta por quienes hoy los condenan a morirse en el mar. También se les devuelve el bumerán de la

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violencia, con los ataques que se vienen dando atribuidos al Estado Islámico, y que los esta-dos usan muy bien para, a nivel mediático y represivo, generar más fobias y acrecentar las me-didas políticas contra la migra-ción.

Los acuerdos infames que van en contra de la movilidad de seres humanos que huyen de la guerra, como el firmado en-tre la Unión Europea y el Estado Turco, seguirán imponiéndose. El Estado Turco es un aliado del imperio, importante como gen-darme también hacia el medio oriente. Parece ser que sal-drá más fortalecido el gobierno del presidente Erdogan, luego del fallido golpe de Estado por parte de una disidencia militar, para continuar reprimiendo los movimientos sociales turcos y prokurdos, así como las accio-nes militares contra las fuerzas de liberación Kurdas en Turquía, Siria, Irak e Iran. Frente a todo esto, se está desarrollando un estado de ánimo crítico, cues-tionador y movilizador en las masas.

Dos clases de europeos

Analicemos un poco más quie-nes son los fuertes y débiles en esta coyuntura europea. La burguesía alemana es la que manda, con una poderosa eco-

nomía basada en una industria fuerte y moderna. Internamente presionó a sus obreros a traba-jar más duro y más horas. Es-tos no lo sintieron debido a las horas extras, el “pleno” empleo de toda la familia, la baja de precios consecuencia de impor-taciones chinas baratas y, so-bre todo, a la desenfrenada ex-pansión del crédito. Los salarios reales alemanes disminuyeron, se elevó la productividad y las exportaciones crecieron.

Ya no hay ningún mercado na-cional en Europa, se ha forma-do un mercado único con un alto grado de integración eco-nómica. El destino de un país tendrá efectos graves sobre el destino de todos. A la bur-guesía le preocupaba el triunfo de la izquierda griega, que se oponía al ajuste. Pero tras las fuertes amenazas de la Troika, se exigen nuevos ajustes que han empujado a Grecia a una profunda recesión y la han re-ducido a la mendicidad. Este es el escarmiento que hace la Troi-ka a quien la cuestiona. Tsipras no tiene base para lanzar una nueva ofensiva contra la Troika. Ahora hay una tregua tempo-ral producto del cansancio de las masas después de años de luchas, pero nuevas movilizacio-nes son inevitables. La ultrade-recha en el partido Amanecer

Dorado continúa, pero crecen los movimientos sociales, crecen los militantes jóvenes, especial-mente desempleados y estu-diantes que comienzan a orga-nizarse.

Sigue España

España ahora se encuentra en el ojo de la crisis. Entre 1994 y 2008 tuvo una de las mayores tasas de crecimiento y creó más empleo que cualquier otro país de la UE. Parecía que el boom duraría para siempre, pero fue impulsado por una burbuja es-peculativa, alimentada por el crédito fácil y barato de los ban-cos. El fin del boom ha puesto todas las contradicciones sobre la mesa. El precio de la vivien-da se desplomó y muchas fa-milias han perdido sus hogares, mientras miles de propiedades permanecen vacías. Las cifras oficiales de desempleo son las más altas de la UE: 25 por cien-to y más de 50 por ciento en la juventud. Ya vimos una ola tras otra de huelgas y movilizacio-nes: estudiantes, docentes, estatales, indignados, mineros. España está siguiendo la misma ruta que Grecia, y los resulta-dos serán similares, pero a una escala mucho mayor.

El Gobierno de Rajoy es un go-bierno de crisis. Su base electo-ral parecía reducirse pero en las

pasadas elecciones generales volvió a repuntar. El bipartidis-mo se ha sentido en las dos pa-sadas elecciones, pisado el ta-lón por la unidad de la izquierda en Unidos-Podemos, que viene dando procesos interesantes y se posiciona como tercera fuer-za política en el Estado, pero aún no con la fuerza total para poder desplazar del poder al Partido Popular.

Se dan también discusiones y movilizaciones que critican el Estado Español como un Estado fallido que nació de la dictadura franquista, crecen las moviliza-ciones en la región de Cataluña que pide la independencia de España, en donde se ha ges-tado interesantes movimien-tos sociales que luchan contra el modelo español y pugnan por la independencia hacia la construcción del socialismo. Así mismo en Euskal Herria (País Vasco) donde aún no se ha rea-lizado un proceso real de paz con el movimiento de liberación nacional de ETA, quien hizo cese al fuego unilateral en el 2011, y que el Estado Español ha igno-rado al no querer tratar el tema del desarme, justicia, verdad y reparación y la amnistía de los más de 500 presos políticos en las cárceles españolas y france-sas.

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Italia al borde

Italia, es uno de los países cen-trales de la UE. Y su situación es peor, con mayor endeuda-miento. Su colapso económico tendría las más graves conse-cuencias para toda Europa. En el pasado podía devaluar la Lira para obtener una ventaja com-petitiva para sus exportacio-nes, y mantenía un alto nivel de deuda. El advenimiento del Euro bloqueó esa salida. Italia perdió competitividad frente a Alemania y China.

El estancamiento de su eco-nomía ha llevado a la descon-fianza de los mercados, incre-mentando los intereses de una deuda que se hace insostenible. Sin financiación ni devaluación, su única alternativa es lanzar más ataques contra los niveles de vida.

Millones de despidos y recortes salariales son el verdadero pro-grama de la burguesía italiana. El problema es que carecen de un partido fuerte para imple-mentarlo. Los gobiernos desde Berlusconi, han fracasado ante la resistencia de la clase obrera italiana, que hace grandes es-fuerzos para movilizarse. Ahora se da un programa político con el actual alcalde electo en la ciu-dad de Nápoles, Luigi de Ma-gistris, quien sube con el apoyo

de los movimientos sociales. El camino está abierto para una explosión de la lucha de clases que ofrecerá grandes escena-rios en Italia.

Francia sin derechos huma-nos

En Francia, a pesar del actual Estado de Emergencia, en que se encuentra el país desde la pasada Eurocopa, las moviliza-ciones van en aumento, es aho-ra el país de la Unión en donde se está agudizando más la lu-cha de clases y la movilización está en ascenso. Cerca de tres millones de personas están sin trabajo, el 10,2 por ciento de la población activa, 1 de cada 4 personas es un desempleado juvenil. Se mantiene en el 57 por ciento la participación del sector público en total de la economía.

La gota que reboza el vaso, ha sido la tan nombrada reforma al código de trabajo o Ley del trabajo, que desde febrero de este año fue anunciada por la ministra de Trabajo Myriam El Khomri. Ley que beneficia a las patronales, aumentando la jor-nada laboral legal, reducción de la indemnizaciones por despi-do improcedente, reducción de los salarios y del pago a las horas extras, la posibilidad de trabajar hasta 12 horas al día o el aumento de jornada a los

aprendices menores de edad, hasta las 40 horas semanales.

Frente a esto, fue de inmediato la movilización del pueblo fran-cés que se hizo sentir en diver-sas acciones de protestas que empezaron a convocarse desde el mes de marzo por las redes sociales, recolecta de firmas, mítines, plantones, la toma de plazas, conciertos y debates para que se vuelva a discutir los problemas del país en la ca-lle a cargo del movimiento Nui Debout (la Noche en Pie) que se ha extendido a las demás ciudades como Nantes, Ren-nes, Lyon y Toulouse, junto a numerosas marchas que se han convocado desde los estudian-tes y las principales centrales obreras como la CGT, Solidaires, FO, entre otras, al igual que los trabajadores ferroviarios, tra-bajadores del metro, de la re-colección de basuras, aeropor-tuarios y marítimos, también se han pronunciado en las huelgas y asambleas con el llamado a Huelga General, exigiendo el retiro del proyecto de ley.

Ahora por las vacaciones y el verano está un poco quieta la cosa, pero en septiembre las principales centrales están ha-ciendo el llamado a retomar las huelgas y movilizaciones. Movilizaciones que han sido históricas, ya que hace más de

10 años no se veían más de 1 millón de personas protestando en las calles de París.

Los protestantes indignados han logrado poner en crisis el Estado policiaco francés y su Es-tatus Quo, sumándole a ello, la crisis del Partido Socialista (PS) gobernante, que de socialista no tiene nada, entra en crisis también, perdiendo el terreno frente al fracaso de la reforma constitucional impulsada por el presidente de la república, François Hollande, que le ha to-cado echar para atrás la inten-ción de quitarle la nacionalidad a los condenados por terroris-mo. Se le suma la debilidad del PS frente a una derecha que se reconstruye y una ultraderecha que se fortalece más, el Frente Nacional de ultraderecha, que con su discurso contra la pobla-ción inmigrante y contra Euro-pa pretende imponerse en las próximas elecciones de abril de 2017, donde también el Frente de Izquierda, coalición formada por el Partido Comunista Fran-cés y el Partido de Izquierda junto a otras formaciones al-ternativas, participaran también con su candidato Jean Luc Mé-lenchon.

La ultraderecha se nutre de la débil izquierda

Las elecciones que han pasado

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y se van dando en Europa, no alteran la correlación de fuerzas ni la salida a las crisis. En últi-ma instancia, la disputa por la hegemonía nos señala que no existe una pugna por modos de producción distintos, sino por la administración del capital por los más fuertes a costas de los más débiles. En cambio vemos un aumento de los partidos de ultraderecha europeos que tie-nen como caldo de cultivo para el crecimiento y el desarrollo del movimiento fascista, la destruc-ción de las comunidades obre-ras tradicionales, la individuali-zación, la precariedad y la crisis que se alían con una gran inmi-gración, una política exterior sin soberanía y además con la ex-plosión de una crisis de millones de refugiados, que huyen de las guerras; descontento que a nivel europeo lo está recogien-do la extrema derecha, que ve-mos como amplía su influencia electoral.

Además está retomando un dis-curso de izquierda como es la defensa de los derechos socia-les, la soberanía económica y el proteccionismo. Como la izquier-da socialdemócrata ha renun-ciado a defender la soberanía

nacional y la ha dejado en ma-nos de las entidades suprana-cionales (UE, OTAN, OMC, FMI, TTIP...), es la extrema derecha la que lucha por defender esta soberanía y la hace su bande-ra. Sin duda éste es uno de los problemas más importantes con los que se habrá de enfrentar la izquierda europea, ya que en el momento en que consiga la ultraderecha un gobierno, no tardará mucho para que se con-viertan en opción con posibilida-des en muchos otros países.

La crisis está exponiendo toda la podredumbre del capitalis-mo y de sus instituciones, pese a las ilusiones parlamentarias profundamente arraigadas en Europa. La inestabilidad política se expresará en violentos giros de la burguesía a izquierda y derecha. Se prevee la agudiza-ción de la lucha de clases en el viejo continente, donde la clase obrera ha demostrado que está dispuesta a responder a un lla-mamiento audaz a la acción. Pero sus dirigentes actuales siempre están buscando alguna solución “inteligente”, que les permita evitar un conflicto direc-to con la clase dominante.

La esperanza nace de los excluidos y los empobreci-dos

Sin la confrontación a los dicta-dos burgueses ninguna salida es posible, y sólo provocarán una crisis aún peor. Los viejos dirigentes serán reemplaza-dos por la nueva generación, sobre la que recae el mayor peso de la crisis capitalista. De filas de la juventud vendrán los nuevos combatientes. Se verán atraídos por los nuevos movi-mientos de masas, que vienen construyéndose desde la preca-riedad cotidiana, los sindicatos de base, organizaciones juve-niles, ecologistas y feministas

que tengan como referencia la transformación de la sociedad capitalista.

La salida está en impulsar jun-to a las organizaciones sociales europeas plataformas conti-nentales, ya que acá no existe una especie de Alba de los mo-vimientos ni nada parecido, lo mayor que hubo fueron las articulaciones del Foro Social Mundial, pero por su burocrati-zación y limitantes a solo agen-das de eventos anuales fueron perdiendo sentido. En un es-fuerzo para estar a la altura de construir nuevas articulaciones continentales, que recuperen el dinamismo y agendas concretas para la lucha verdadera.

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