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  • 7/25/2019 Revista- Huella Verde

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    ENERO 2015

    PRIMERA EDICIN

    Crnica: Con hilosde esperanza

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    Contenidosditorial: Turismo Inolvidableg.4

    rditosg. 4

    arta al Lectorg. 5

    rnica: Sonrisa de Azcar, Abrigo de Solarolina Montenegrog. 6

    rnica: Con Hilos de Esperanzaarolina Montenegrog. 10

    Reportaje: Mindo, Un Paraso EscondidoErick GuanoPg. 14

    Reportaje Fotogrco: Ecuador, un Paisaje Arcoiris

    Erick GuanoPg. 16

    Reportaje: Un Edn de Arena LapislzuliErick GuanoPg. 18

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    Editorial

    Juan Pablo Delgado Diseo

    Periodismo Spt imo semestre

    Carolina MontenegroEdicin

    PeriodismoSptimo semestre

    Crditos

    Turismo inolvidable

    Huella Verde tiene como objetivo dar a co-ocer e informar acerca de sitios tursticosoco conocidos por los habitantes ecua-

    orianos y por turistas extranjeros, con eln de promover el turismo ecolgico den-ro del Ecuador y concientizar sobre eluidado y valoracin del medio ambiente.

    Nuestra misin es incentivar a la so-iedad a viajar, aprender y apreciar losiversos parajes naturales ecuatoria-os, cuya promocin es escasa en me-ios de comunicacin nacionales.in embargo, forman parte del patri-

    monio cultural e histrico del pas.

    Tambin, se busca promover el consu-mo de nuestros recursos tursticos antesque los extranjeros. Siendo nuestra finali-dad, despertar en la poblacin ecuatoria-na la curiosidad y el amor hacia lo propio.

    En las siguientes pginas encontrarn algu-nos de los lugares que pueden visitar e n cual-quier poca del ao sin necesidad de viajarmuchas horas. As, se presentan historias,personajes, zonas y situaciones nicas quele harn vivir lo contado bajo un formatode crnica y reportaje pensado por y paraustedes. Porque muchas revistas informanen pginas pero nosotros, dejamos huella.

    Erick Guano SantacruzFotografPeriodismoSptimo semestre

    Carta al Lector:

    El arte va ms all de galeras, exposicio-nes o cuadros. El arte surge de los ojos dequien la mira, no solo se trata de piezas ar-tsticas sino de aquellas obras que nos pre-senta la naturaleza. Esto, queridos lecto-res, es Huella Verde en esencia. Nace parainvitarles a descubrir el arte viva de la flo-ra y fauna ecuatoriana que se han con-vertido en atractivos tursticos que cualtesoros yacen escondidos. Es querertransportarlos a los rincones de cada co

    muna, reserva arqueolgica, de aquellosatardeceres que deleitan con color y magiaDe esos rostros y culturas llenas deancdotas, esfuerzo y trabajo, de para-disicos lugares que develan secretos,propiedades de la tierra y del entorno.Queremos llevarlos a descubrir este mundoque recopilamos en pginas, que viajen juntoa nosotros y sean testigos de nuevas expe-riencias bajo nuestro lente y nuestra pluma.Porque Ecuador es cultura, diversida d, vida.Ecuador es Huella Verde.

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    E l a g ua c r i s t a l i n a c a r a c t er s t i c a d e l l u-

    g a r p er m i t e o b s er v a r es p ec i es d e f l o r a

    y fa un a , p ar te de l at r ac ti vo tu r is ti co

    En un constante traqueteo

    el bus de la lnea Baos sa-

    i de Quito, desde la ter-

    minal de Cumbay, para

    adentrarse en el oriente

    ecuatoriano, el destino: El

    Tena. Cada parada daba la

    ensacin de internarse en

    un mundo nuevo donde ros-

    ros de rasgos marcados

    en un fondo de tez canela,

    esaltaban esos ojos matiz

    negro azabache, caracte-

    sticos de aquellos quie-

    nes nacieron cobijados

    bajo el cielo de la selva.

    Un Babel ecuatoriano se

    viva en el vehculo donde

    personas de varias etnias

    y culturas tomaban asien-

    to o conversaban entre s

    para hacer el viaje menos

    pesado. El cielo se torn

    en un lienzo turquesa con

    pinceladas naranjas, all

    no haba noche ni tiempo,

    solo magia y vida.

    Las montaas desaaban

    el camino que con estre-

    chas y curvadas carrete-

    ras ponan a prueba la des-

    treza del conductor. Un

    zigzag que al cerrar los

    ojos brindaba la impresin

    de rotar en crculos. El bus

    tom la va Cuyuja y Bae-

    za rodeadas por el bosque

    nublado, en el cual reinaba

    el aliso y los rboles de no-

    gal.

    Despus de una hora de

    viaje hubo silencio, la ma-

    yora de los pasajeros se

    entregaron al sueo mien-

    tras unos cuantos seguan

    atentos a la pelcula Agen-

    te 007, que se proyectaba

    en las tres pantallas ubica-

    das a lo largo del pasillo.

    Gasolineras, tiendas y ca-

    sitas rsticas construidas

    en medio de la montaa

    servan de paradas obliga-

    torias. Un caf, un cigarri-

    llo, un snack, una carrera

    a los servicios higinicos y

    hasta degustar de una contundente cena; all

    lo tenan todo, todo en medio de la nada, esa

    nada llena de selva y encanto.

    Transcurrieron cinco horas a la par que un

    calor hmedo envolva el cuerpo, los grillos

    y aves entonaban su msica escondidos en-

    tre los frondosos rboles, y aquel espacio de

    paredes metlicas y asientos aterciopelados

    se detuvo en la terminal del Tena; donde lo

    que fue una casa, una unin, se volvi vaco.

    Mientras aquellos que la ocuparon se dirigie-

    ron rumbo a sus destinos.

    Dicha terminal era inusual, pareca un mer-

    cado con puestos ambulantes de comida, ha-

    ba una cancha de tierra y cemento adems

    de unos cuantos locales de diferentes servi-

    cios o productos, incrustados en las paredes

    del lugar. Jvenes, nios y adultos jugaban

    futbol a las siete de la noche, su pblico eran

    los comensales que cenaban parados y uno

    que otro ojo curioso de los que son ajenos a

    esta tierra, que los miraban con asombro.

    A t a rd e ce r e n l a rut a C uy uja Y Ba e za d on d e l a s e l v a se con -

    ju ga co n la mo nt a a y la na tu ra le za se im po ne en el pa is aj e.

    La noche se apoder

    del rmamento y el

    sueo del cuerpo, por

    la ventana del Hostal

    Ro Tena se podan di-

    visar los astros acom-

    paados de una luna

    llena.

    En esa tranquilidad de

    la maana el sonido de

    los autos y el murmu-

    llo de la gente anun-

    ciaba el nuevo da, el

    sol se hizo presente

    para acompaarnos

    en la jornada. Y en-

    tre tantos destinos en

    este pequeo paraso,

    el escogido fueron las

    cabaas Ro Sol ubi-

    cadas en la parroquia

    de Muyuna ,a tres kil-

    metros del Tena.

    Mapa de los principales atractivos

    tursticos del Tena.

    Sonrisa deAzcar

    Abrigo de Sol

    or:

    Carolina Montenegro

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    Al salir del hostal un taxi

    e detuvo de un frenazo

    brupto cuando llamamos

    u atencin, al ingresar

    aus la sensacin de es-

    ar dentro de un pequeo

    ectngulo, pues era pe-

    ueo y algo incmodo.

    l conductor era un hom-re de piel morena, cabe-

    o negro y rizado, de cuyo

    erl resaltaba un bigote

    e corte irregular; el mis-

    mo que se asemejaba al

    echo de una pequea cho-

    a de paja. Casi no haba

    rco por lo que tardamos

    lrededor de diez minutos

    n llegar, un rtulo de me-

    al algo desgastado anun-

    iaba el inicio de nuestra

    uta.

    Hasta luego, que disfru-

    ten, se despidi el hom-

    bre dejndonos ante un ca-

    mino de tierra casi blanca,

    acompaada de rboles al-

    tos y frondosos.

    Seguimos esa ruta hasta

    que un ro cristalino cauti-

    v nuestra mirada con hilos

    de plata y sinfona oceni-ca. All, las personas nada-

    ban en sus aguas, jugaban

    en familia o preparaban pa-

    rrilladas, en azadores dis-

    puestos a lo largo del sitio.

    Conforme avanzamos a la

    cabaa principal, la msi-

    ca de reggaetn se volvi

    ms fuerte, un envolvente

    aroma agridulce invadi

    nuestros sentidos. Curio-

    sos por saber qu era nos

    acercamos al pequeo res-

    taurante denominado Ro

    Sol, donde sobre un plato

    resaltaba una hoja verde

    por la cual sala un vapor

    blanco. En su interior se

    encontraba el maito que

    es un pescado cocinado en

    hojas de achira o pltano,

    acompaado por yuca, pa-

    tacones, encurtido de ce-bolla, tomate y arroz. Su

    textura es suave pues se

    derrite al contacto con el

    paladar, de sabor sutil sa-

    lado que combinado con

    el resto de ingredientes

    result ser un verdadero

    manjar y deleite visual.

    Luego de una deliciosa co-

    mida dimos un paseo por

    las orillas del ro y para

    aminorar el calor, el agua

    nos sedujo a meter los

    pies hasta la altura del ta-

    ln en su fro caudal. Con

    los ojos cerrados, el terso

    lquido acariciaba la piel

    masajeando en ondulantes

    cosquillas nuestros dedos.

    Entre charlas y risas se fue

    la tarde y la gente se reti-

    r de a poco despus de la

    hora de almuerzo. La poli-

    ca resguardaba el rea y

    cada media hora se poda

    observar a un uniformado

    vigilar desde su moto la

    actividad en la zona.

    La noche se volvi msi-

    ca, las aves, insectos y el

    agua chocando contra las

    rocas crearon una sinfona

    nica y relajante. Un soplo

    de fro en medio de un am-

    biente clido reconfort

    nuestros cuerpos, que con

    paso lento se renegaban a

    salir del lugar.

    La brisa del bosque acom-

    pa nuestro camino, ya a

    las ocho el bus de regreso

    a casa nos esperaba en el

    terminal.

    Tristes al tener que despe-

    dirnos, fue ese motor ron-

    co el que anunci nuestra

    partida y poco a poco nos

    despedimos de una tierra

    de ojos marrones, aroma a

    lima , sonrisa de azcar y

    abrigo de sol.

    Flor de la familia de

    orqudeas que se

    da cerca del ro.

    Las personas se baan y disfrutan al filo del ro

    de sus aguas relajantes y con poderes curativos.

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    or: Carolina Montenegro

    a comunidad Shiripuno, ubica-a en el puerto de Misahuall, seedica al turismo comunitario.as mujeres fabrican artesanas,enden alimentos y realizan visi-as guidas. Los fondos son paral sustento de la comunidad y de

    os nios hurfanos.l sol se ltra por el techo deaja acariciando el rostro de So-

    edad Chimbo. La mujer de 30os hila una pulsera sobre unaase de madera con clavos, que

    e sirven de gua en su diseo.us manos hacen dibujos enl aire mientras teje. Duea dena mirada marrn profunda,ue desva al ver aun grupo de

    uristas, se levanta con pronti-ud dejando el material sobre lamesa. Habla en quichua a otrasmujeres, quienes apresuradasan la bienvenida a los turistas.

    Camina descalza, se acerca len-

    tamente y saluda, invitndoles apasar a una cabaa amplia. Ahles habla acerca de sus mujeresy vestimenta. La mujer soltera-explica con soltura y sin son-rer- lleva vestido azul con encajeamarillo, que representa al sol.Tambin utiliza vestidos de pielcon adornos en la cintura.

    AMUQUISHMI es la Asocia-cin de Mujeres Quichuas enShiripuno, lugar ubicado a 20minutos en lancha del PuertoMisahuall, y en carretera son10 minutos. La vegetacin esllena de colorido, plantas, r-boles y palmeras bordean lacarretera en matices rojizos,amarillos y naranjas sobre unlienzo verde.

    El viento acaricia las ores lle-vndose el aroma consigo, elcalor de la zona resalta una fra-gancia dulce, acompaando el

    cantar de las aves que alzan suvuelo. Tras su paso, un vaivnde hojas simula un remolinoque se desvanece en un cieloturquesa vibrante.

    Los colores de la naturalezainspiran las artesanas de estasmujeres. Hay shigras, lanzas,

    pulseras, jabones, repelentes,aceites, perfumes oralesque tratan de capturar un pocode esa esencia.

    Soledad es la presidenta de laasociacin y es la encargada dedar instrucciones a los visitan-tes, para luego volver a su cho-za, donde funciona el comedory la cocina de la comuna.

    Los turistas pueden degustarla chicha de yuca y el pescadofrito, pero tambin pueden re-gresar a Misahuall a probar losgusanos de Samantha Duarte.

    Con hilos de esperanza

    Sole- dad

    Maito de pescado acompaado con yuca, patacones

    y ensalada propia del lugar.

    Misahuall ofrece una gama de restau-

    rantes con gastronoma tpica del oriente

    ecuatoriano. Como platos principales se

    destacan el maito y los chontacuros.

    Detrs del humo que emana la parrilla

    est Samanta Duarte, duea del restau-

    rante Bijao. Un aroma envolvente des-

    pierta el apetito de los comensales que

    presurosos se dirigen a las mesas y em-

    piezan a ojear el men. La especialidad

    del restaurante son los maitos de tilapia,

    pollo y los chontacuros.

    Se escuchan rechinidos en la parrilla.

    Los chontacuros, gusanos originarios del

    oriente, cuelgan de un pincho. Su piel va

    tomando un matiz dorado y en el trans-

    curso de cinco minutos estn listos para

    ser degustados.

    El mesero del local toma las ordenes

    mientras Duarte, de 31 aos, abanica el

    fuego para mantenerlo encendido. Con

    una mano ella se cubre la cara del sol,

    mientras que con sus dedos da vuelta ve-

    lozmente a los pinchos y maitos. Uno de

    los tres ingredientes usados para prepa-

    rar el maito es la hoja de Bijao, que es si-

    milar a la hoja de pltano, de ah el nom-

    bre del restaurante. Los otros son: sal,

    pescado o pollo.

    Despus de 15 minutos, el maito est

    listo junto a la ensalada de tomate y ce-

    bolla con dos pedazos grandes de yuca.

    Mara Rodrguez, turista quitea, toma la

    cuchara y corta suavemente la yuca para

    luego llevrsela a la boca. Del pincho un

    poco desgastado, por el contacto directo

    con el fuego, desliza uno de los chonta-curos reducidos y ms dorados, comin-

    doselo de un golpe. Sabe a choclo dice

    mientras termina de probarlo.

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    Entre los mullos y elhilo, retoma su trabajopara elaborar nuevoscollares.Todas las semillaslas obtenemos den-tro de nuestro medioHay guairuro que seobtiene adentrndosede 2 a 3 horas en laselva- que es de co-lor rojo, y sirve parala buena suerte; laachira, que tiene apa-riencia de piedra y lade San Pedro que sele conoce como l-

    grimas de San Pedro, que son difciles deperforar. Sus manosse mueven como sidirigiese una sinfonaque slo ella escuchapero se la puede sentircual caricia a la vista.El juego y correteo delas nias, los murmu-llos de los turistas y elcanto de un loro no ladistraen. Su jornada ylas de las dems mu-

    jer es emp iez a a las 3am, con el tejido y la

    confeccin de artesa-nas.

    A las 7am se ins tal anen la comuna para or-ganizar el da y reci-bir a los turistas. Enun da normal recibenentre 30 a 40 y en fe-riados hasta 200. Losingresos son mnimos,pues al mes obtienen$100 por la venta desus productos, que sedestinan a la comuna.Si el visitante deja pro-pinas, ya sea por fo-

    tos, servicios de guao comida, llevan unoscuantos dlares a suscasas. Soledad conti-na hilando, la pulseratoma forma y la dise-a de manera que elhilo abraza la semilla,creando un aura alre-dedor de ella. Ya vainsertando la cuentanmero seis, suspira yrecuerda cmo empezeste proyecto que juntoa la agricultura cambisu panorama.

    Desde pequeas las nias de la comunidad aprenden a realizar artesanas y recibir a los turistas.

    El proyecto AMUQUISHMI surgi 10 aos

    con la ayuda de Iyalema, voluntaria de la

    Fundacin Planeta Corazn de Francia,

    quien lleg a Shiripuno y reuni a las pri-

    meras 15 mujeres que con el tiempo lle-

    garon a 32. Ellas son parte de las 50 fa-

    milias cuyos miembros alcanzan las 200

    personas. Aprendieron a leer, escribir,

    realizar cuentas, artesanas, conocer sus

    derechos y combatir prejuicios machis-

    tas desde sus hogares. Ahora, los hom-

    bres ayudan en la fabricacin de cerbata-

    nas, arcos, productos en balsa y trabajan

    en la agricultura. Esta ltima se basa en

    productos como: la yuca, el pltano, el

    cacao, el maz, entre otros. Adems, en

    la comunidad desarrollaron un mtodo

    donde cada persona elabora un produc-

    to, lo etiqueta con su nombre, precio y

    descripcin para as determinar el arte-

    sano y nmero de ejemplares que se ven-

    den. Los ingresos se establecen en base

    al trabajo, material y tiempo empeado,

    existen collares que van de los $2 hasta

    los $25; los perfumes orales desde $5

    hasta $10 y los jabones $5 por unidad. En

    su mayora, el dinero se emplea en la ali-

    mentacin, educacin, salud y vestimen-

    ta de nios hurfanos que son acogidos

    en la comuna.

    Semilla siete, es insertadacon agilidad, aqu no hayrelojes ms que el sol queentre el relato de Soledady su arte ya han trascurri-do 15 minutos, ella sueleelaborar un promedio de10 pulseras por hora, peroesta es especial porque encada cuenta se desarrollasu historia y reviven susrecuerdos.Semilla ocho, ya casi fina-liza su creacin y a sus es-paldas 3 turistas se sientanen una mesa para degus-tar del maito y la chicha deyuca. Soledad levanta sumirada hacia el horizonte

    esperando reunirse consu familia ms tarde. A las6pm, las mujeres salen deShiripuno a sus hogares yse dedican a los queha-ceres del hogar hasta las10 u 11 de la noche. Astranscurren los das, mien-tras Soledad suea conbrindarles un mejor futu-ro a sus hijas. Con esteproyecto cambi de men-talidad y ahora pienso quemis hijas s van a ir a laescuela, s van a ir a uncolegio y si Dios quiere,me ayuda, pues irn a unauniversidad. Cuenta nue-ve, realiza el ltimo nudo

    y con la ayuda de tijerascorta el hilo entregndo lapulsera.En ese momento se com-prende que ms all de unbien, una persona se llevauna resea, un pedacitode vida. Arte que esperaun dueo. As, Soledad selevanta y recoge los mate-riales, retoma su trabajo ysupervisa la actividad delresto. Se despide sonrien-do mientras mira su pulse-ra en la mueca de otro,consciente que tras cadafibra se va la esperanza decrecer en un paraso conmuchas carencias.

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    Mindo: u nparasoescondido

    or: Erick Guano Santacruz

    n medio de bosques, mon-aas y majestuosos ros sencuentra la Reserva Eco-

    gica Mindo-Nambillo. Laiversidad del ecosistemael clido clima convergen

    ara formar un lugar extre-mo. A 96 km de Quito, losuristas nacionales y ex-ranjeros pueden disfrutare los principales atracti-os naturales de esta zona.a aventura comienza enl Parque Central de Min-o, donde las operadoras

    ursticas ofrecen activida-es para la relajacin y los

    deportes extremos. El pa-seo ms solicitado por losvisitantes es la ruta a lascascadas. Un camino llenode riesgo y adrenalina.

    Durante la caminata por elbosque nublado se puedeobservar la colorida vege-tacin y escuchar el ruido

    de los animales, que se en-conden ante la presenciade humanos.Esta reserva es conocidapor ser el hbitad de 32 es-pecies de aves endmicas,nicas en Sudamrica.

    Este sendero conduce ala zona donde los turistasms arriesgados practicancanopy. Tambin, se ob-serva el Santuario de lasCascadas y se escuchanlos gritos de las personasque cruzan la quebradapor la tarabita. Despus de10 minutos de recorrido, elsonido de la corriente au-

    menta, una seal de que elro Mindo est cerca. Lasrocas volcnicas expulsa-das por el Guagua Pichin-cha hacen que este caudalsea perfecto para realizartubing.

    El reloj mar c las 11:00 amy cuatro guas tursticos co-locaron en la orilla del roun pequeo bote, forma-do por ocho boyas unidaspor cuerdas. Un grupo de

    Sabas quMindo tiene

    19.250Hectareas de bosque

    nublado lluvioso

    argentinos ingres al aguapor 12 minutos para adap-tarse a la baja temperatura(esto es indispensable parapracticar esta actividad).Mientras tanto, los demstripulantes esperaban laseal del supervisor querevisaba cautelosamentelos chalecos salvavidas.

    La fuerza del torrente co-

    menz a arrastrar el impro-

    visado bote, las personas

    se sujetaban con fuerza de

    las cuerdas y los guas da-

    ban las ltimas indicacio-

    nes, antes de llegar al pri-mer obstculo que termin

    volteando la embarcacin.

    De inmediato el gua que

    iba en la cabecera, ayud

    a subir al bote a los pasaje-ros que cayeron y sac ungancho de cuerda para su-

    jet ar la emb arc aci n a unaroca y as evitar que la co-

    rriente invernal se la lleve.

    Luego de asegurar la em-

    barcacin, la calma regres

    al bote y el recorrido conti-

    nu con leves sacudones

    hasta pasar el puente del

    Ro Mindo. En esta parte

    del trayecto las cadas fue-

    ron ms profundas y pro-

    vocaron ms de un grito a

    los tripulantes. Entre ellos,

    Gabriela Erazo, turista ar-

    gentina manifest que el

    tubing te saca gritos pero

    tambin te saca el estrs.

    A lo lar go de los cin co kil -

    metros que recorre el nivel

    uno de tubing en Mindo,

    los paisajes hacen del via-

    je una mej or exp eri enc ia,

    donde la adrenalina y la

    naturaleza se juntan para

    hacer de esta vivencia algo

    inolvidable.

    .

    Toma panormica de la

    parroquia de Mindo.

    Uno de los deportes extremos ms solicitados por turistas es el tubing

    gracias a la diversin y adrelanina que produce.

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    Mompiche se caracteriza por tener en su geografa peas las cuales son adornadas por floresendmicas de la zona.

    n gran parte del perfil costanero ecuatoriano, el sol se

    culta entre las 5:45 y 6:30 de la tarde.

    En Mindo, el atardecer indica a sus moradores que las acti-

    vidades diarias estn por culminar.

    Ecuador: Un PaisajeArcoiris

    El bosque de Palmeras de Mompiche es una de las rutas

    ms promovidas para el turismo ecolgico y natural

    La ruta de las 7 cascadas en Mindo, es una de las rutas

    preferidas por turistas nacionales y extranjeros por la

    belleza de sus s enderos ecolgicos.

    La temperatura promedio en la regin costa del Ecuador, oscila entre los22 y 28 grados centgrados.

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    Un Edn de

    ArenaLapislzulior: Erick Guano

    cuador se caracteriza por

    u amplia riqueza en o-

    a y fauna en cada una de

    us cuatro regiones, lo que

    ace que ofrezca una am-

    lia variedad de lugares y

    ctividades para los aman-

    es del turismo. Uno de los

    arasos que tiene el Ecua-

    or, es la regin Costa don-

    e sus extensas playas, su

    xquisita y variada gastro-

    oma y la calidez de su

    ente hacen de este lugar

    na parada que no se pue-

    e dejar de visitar.

    a costa ecuatoriana

    uenta con una extensin

    e 560 kilmetros, sus pla-

    as estn rodeadas por las

    guas del Ocano Pac-

    o. La zona costera limita

    l norte del pas con el ro

    Mataje que la separa del

    ecino pas de Colombia

    y al sur con el ro Zarumi-

    lla que lo separa de Per.

    El perl costanero lo com-

    prenden seis provincias,

    tales como: Esmeraldas,

    Los Ros, Manab, Guayas,

    Santa Elena y El Oro.

    Una de las actividades

    de turismo ecolgico que

    ofrece el Ecuador es el

    avistamiento de ballenas

    jorobadas, quienes llegan

    a las clidas aguas para

    reproducirse y dar a luz en

    esta regin. Este evento

    natural se da entre los me-

    ses de junio y octubre de

    cada ao.

    Entre los lugares privilegia-

    dos para realizar esta ac-

    tividad, se encuentran las

    playas manabitas como:

    Puerto Lpez, Puerto Cayo,

    La Isla de la Plata, Manta

    y Baha de Carquez. Pero

    existen otros puntos estra-

    tgicos para realizar esta

    experiencia como las pla-

    yas de Santa Elena y Esme-

    raldas.

    Por otro lado, las playas

    ecuatorianas tambin son

    preferidas por los amantes

    del surf y el turismo extre-

    mo, es as que los mochi-

    leros, surstas profesiona-

    les, turistas nacionales y

    extranjeros visitan la loca-

    lidad de Montaita

    Esta pequea poblacin es

    un paraso escondido en la

    provincia de Santa Elena,

    se destaca por sus olas ex-

    tensas que permiten reali-

    zar este deporte acutico.

    Adems, posee una in-

    fraestructura ecolgica

    donde sus calles son de

    tierra y sus techos de paja.

    Y no podamos dejar de

    lado su gastronoma que

    incluye frutos del mar

    como: pescado, calamar,

    ostras, pulpo, camarones,

    entre otros, que se ofrecen

    en platos como ceviches,

    arroz marino, o sopas.

    La variedad de texturas,

    aromas y sabores deleitan

    el paladar de los comensa-

    les que en cabaas o res-

    taurantes piden el men

    para recargar energas.

    Si quieres hacer turismo

    en Ecuador, no puedes de-

    jar de visitar y conocer la

    regin Costa, donde en-

    contrars un paraso eco-

    lgico, gastronmico y cul-

    tural, al cual siempre vas a

    querer regresar.

    Segn la Sociedad Espa-

    ola de Hidrologa, visitar

    las playas constituye una

    excelente terapia para

    combatir enfermedades

    reumatolgicas, traumato-

    lgicas, dermatolgicas,

    del sistema nervioso y del

    sistema linftico venoso.

    Es pues una alternativa

    para elevar las defensas,

    mantenernos sanos y lejos

    del estrs de la ciudad. Si

    piensas en viajar, el Ecua-

    dor tiene reservado para

    t un edn de arena lapis-

    lzuli.

    Foto: Ballena Jorobada, cortesa

    de Surtrek

    Fotografa: Surf en Montaita-

    Cortesa de Hoteles Montaita.

    Foto: Cazuela de Mariscos

    Cortesa de Viaje Jet.

  • 7/25/2019 Revista- Huella Verde

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