Revista de Salud Militar Uruguaya 8_La Guerra de LaTriple Alianza (Soiza)_12.11.14

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La guerra de la triple alianza y el destino del soldado “Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad” HISTORIA DE LA MEDICINA Dr. Augusto Soiza Larrosa a a) Médico. Especialista en Medicina Legal. Exprofesor Agregado de la Cátedra, Facultad de Medicina de Montevideo, Uruguay. Perito Médico del Poder Judicial, Uruguay; Miembro de Honor y expresidente de la Sociedad Uruguaya de Historia de la Medicina. Miembro de Número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Mayor Médico (Eq) (R) Ex Jefe del Departamento Médico Legal del Hospital Militar. Resumen Este artículo trata de un antecedente poco conocido en la historia de la sanidad militar oriental. En el juego de intereses hegemónicos de la región sudamericana, cuatro naciones se enfrentaron en la “Guerra del Paraguay” o “de la Triple Alianza” (1865 – 1869). Hubo un prólogo: la invasión del territorio oriental, el sitio, bombardeo y toma de Paysandú, no un enfrentamiento de partidos políticos orientales sino la consecuencia obligada de intereses imperialistas regionales. Y con la caída de Paysandú se decidió el destino del estado paraguayo. La orfandad de un servicio auxiliar del ejército para el socorro médico en Paysandú fue elocuente demostración de la penuria por un lado y la negligencia por otro. Se repitió con las fuerzas orientales operando en el Paraguay. UN PRELUDIO: EL SITIO DE LA CIUDAD DE PAYSANDÚ Recién en el primer tercio del siglo XX, finalizada ya la etapa de las guerras civiles, el cuerpo militar oriental organizó definitivamente su Servicio de Sanidad y su hospital. Había sufrido la carencia de servicios médicos, un pesado tributo que hubo de pagar tropa y oficiales durante todo el siglo XIX por la improvisación y la omisión. ¿Era necesario tener médicos con rango militar? Decía el médico compatriota Elías Regules a sus alumnos del aula de Medicina Legal de la Facultad de Derecho (curso que dictó entre 1884 y 1924): “…la cirugía militar es un ramo especial. Habiendo tanto médico oriental no hay razón para eximirlos del servicio, reglamentándose eso sí el modo de efectuarse ese servicio. En tiempos de [del general Máximo] Santos se crearon los cirujanos del ejército, dándose más tarde el caso de que en la [revolución del] Quebracho [1886] se tuviera que recurrir a los médicos prisioneros para la asistencia de los heridos”(1). Conocía Regules por experiencia adquirida de primera mano, esa necesidad ya que integró la Junta Central de Auxilios médicos que recorrió los campos de batalla en la guerra civil de 1904 y fue el jefe médico nada menos que en la expedición enviada a la batalla de Masoller. Entre 1905 a 1918 la República Oriental organizó un Servicio Auxiliar para sus Fuerzas Armadas, la Sanidad Militar cuya consolidación se logró en 1918 con la ley de creación del Servicio de Sanidad Militar. Como complemento se edificó a fines del siglo XIX y comienzos del XX, un hospital, que el 18 de julio de 2008 celebró su primer centenario, culminación de un largo proceso iniciado en 1888 con la primera Comisión Directiva para el Hospital Militar y Asilo de Inválidos (2). Pero en la época de la Guerra del Paraguay, nada había. La guarnición acantonada en Paysandú (como otras del interior del país) no tuvo servicios médicos auxiliares. Ni Cuerpo de Sanidad; ni ambulancias (tan sólo algunas carretas): ni Cuerpo de Enfermeros o Recibido: Agosto 2014 Aceptado: Octubre 2014 E-mail de contacto: asoiza@adinet.com.uy Palabras clave: MEDICINA MILITAR AYUDA A LISIADOS DE GUERRA HERIDO DE GUERRA GANGRENA Salud Militar 2014;33(1):53-64 53

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Revista de Salud en Uruguay. Dedicada a los crímenes de la guerra del paraguay

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  • La guerra de la triple alianza y el destino del soldadoMueres en la guerra o mueres por la enfermedad

    HISTORIA DE LA MEDICINA

    Dr. Augusto Soiza Larrosa a a) Mdico. Especialista en Medicina Legal. Exprofesor Agregado de la Ctedra, Facultad de Medicina de Montevideo, Uruguay. Perito Mdico del Poder Judicial,

    Uruguay; Miembro de Honor y expresidente de la Sociedad Uruguaya de Historia de la Medicina.

    Miembro de Nmero del Instituto Histrico y Geogrfico del Uruguay.

    Mayor Mdico (Eq) (R) Ex Jefe del Departamento Mdico Legal del Hospital Militar.

    Resumen

    Este artculo trata de un antecedente poco conocido en la historia de la sanidad militar oriental.

    En el juego de intereses hegemnicos de la regin sudamericana, cuatro naciones se enfrentaron en la Guerra del Paraguay o de la Triple Alianza (1865 1869). Hubo un prlogo: la invasin del territorio oriental, el sitio, bombardeo y toma de Paysand, no un enfrentamiento de partidos polticos orientales sino la consecuencia obligada de intereses imperialistas regionales. Y con la cada de Paysand se decidi el destino del estado paraguayo. La orfandad de un servicio auxiliar del ejrcito para el socorro mdico en Paysand fue elocuente demostracin de la penuria por un lado y la negligencia por otro. Se repiti con las fuerzas orientales operando en el Paraguay.

    UN PRELUDIO: EL SITIO DE LA CIUDAD DE PAYSAND

    Recin en el primer tercio del siglo XX, finalizada ya la

    etapa de las guerras civiles, el cuerpo militar oriental organiz definitivamente su Servicio de Sanidad y

    su hospital. Haba sufrido la carencia de servicios mdicos, un pesado tributo que hubo de pagar tropa y oficiales durante todo el siglo XIX por la improvisacin

    y la omisin. Era necesario tener mdicos con rango militar?

    Deca el mdico compatriota Elas Regules a sus alumnos del aula de Medicina Legal de la Facultad de Derecho (curso que dict entre 1884 y 1924):

    la ciruga militar es un ramo especial. Habiendo tanto mdico oriental no hay razn para eximirlos del servicio, reglamentndose eso s el modo de efectuarse ese servicio. En tiempos de [del general Mximo] Santos se crearon los cirujanos del ejrcito, dndose ms tarde el caso de que en la [revolucin del] Quebracho [1886] se tuviera que recurrir a los mdicos prisioneros para la asistencia de los heridos(1).

    Conoca Regules por experiencia adquirida de primera mano, esa necesidad ya que integr la Junta Central de Auxilios mdicos que recorri los campos de batalla en la guerra civil de 1904 y fue el jefe mdico nada menos que en la expedicin enviada a la batalla de Masoller.

    Entre 1905 a 1918 la Repblica Oriental organiz un Servicio Auxiliar para sus Fuerzas Armadas, la Sanidad Militar cuya consolidacin se logr en 1918 con la ley de creacin del Servicio de Sanidad Militar. Como complemento se edific a fines del siglo XIX y

    comienzos del XX, un hospital, que el 18 de julio de 2008 celebr su primer centenario, culminacin de un largo proceso iniciado en 1888 con la primera Comisin Directiva para el Hospital Militar y Asilo de Invlidos (2). Pero en la poca de la Guerra del Paraguay, nada haba.

    La guarnicin acantonada en Paysand (como otras del interior del pas) no tuvo servicios mdicos auxiliares. Ni Cuerpo de Sanidad; ni ambulancias (tan slo algunas carretas): ni Cuerpo de Enfermeros o

    Recibido: Agosto 2014Aceptado: Octubre 2014E-mail de contacto: [email protected]

    Palabras clave: MEDICINA MILITAR AYUDA A LISIADOS DE GUERRA HERIDO DE GUERRA GANGRENA

    Salud Militar 2014;33(1):53-64 53

  • Camilleros. Esta omisin, casi diramos un desprecio por la vida de los combatientes, fue endmica en Uruguay desde la poca artiguista, y puede decirse que, salvo en la capital y con muchas deficiencias, los

    ejrcitos estuvieron desprovistos de toda asistencia mdico-quirrgica. Es verdad que no fue una omisin exclusiva de nuestro pas. En Europa, durante la Guerra de Crimea (Inglaterra y Francia vs. Rusia y Turqua, 1853 1856), por falta de asistencia mdica y abandono de heridos, muri el 60 % de la tropa. Recin en 1863 se organiz la Cruz Roja; y en 1864 el Convenio de Ginebra.

    EL CUERPO MDICO MILITAR DE 1865. UN PROYECTO INCUMPLIDO

    A las apuradas, un Servicio Sanitario se organiz por lo inminente del sitio de Montevideo por el General Venancio Flores luego de la cada de Paysand en los primeros das de 1865. El gobierno, con fecha 20 de enero de 1865 dict un decreto organizando un Cuerpo Mdico Militar, a todas luces irrealizable, cuyo texto a continuacin reproducimos por su importancia para esta historia:

    Se establece un Cuerpo Mdico Militar.

    Artculo 1: Se establecer un Cuerpo Mdico Militar compuesto de 6 cirujanos del ejrcito y 1 farmacutico; 10 practicantes (4 mayores y 6 menores) y 30 asistentes.

    Artculo 2: Se establecern 3 ambulancias; la primera en el costado izquierdo de la lnea con la dotacin siguiente de cirujanos: doctores don Gualberto Mndez, Jefe de la ambulancia y don Francisco Bond; un practicante mayor, 2 menores y 8 asistentes nombrados por el cirujano mayor a propuesta del Jefe; esta ambulancia contendr 10 camillas y 5 camas fijas. La segunda en el costado derecho, dotada de

    2 cirujanos, Doctores Juan Francisco Correa Jefe de la ambulancia y Ramn Sebasti, y en lo dems con el mismo material y personal precedente. Ambas ambulancias sern provistas del instrumental, medicamentos y vendajes necesarios para las primeras curaciones y operaciones de urgencia. La tercera ambulancia se establecer en la fortaleza del Cerro dotada de 1 cirujano, profesor don Pedro Capdehourat, 1 practicante mayor y 4 asistentes

    nombrados en la forma establecida para la primera.

    Artculo 3: Se establecer un Hospital Central de Sangre con la siguiente dotacin: 1 cirujano mayor Doctor don Emilio Garca Wich, presidente del Consejo de Higiene con el grado de Coronel, 1 practicante mayor, 2 menores y 10 asistentes nombrados todos por el cirujano mayor. Este hospital contendr 20 camillas y 10 camas fijas, un botiqun completo para

    las principales operaciones de alta ciruga de guerra, todos los apsitos y dems objetos necesarios.

    Artculo 4: El Cuerpo Mdico Militar en cuanto tenga relacin al servicio a su cargo estar bajo las rdenes del General en Jefe del Ejrcito y de los Jefes de los respectivos costados de la lnea o sus inmediatos, y respecto de su organizacin interna estar bajo las rdenes del cirujano mayor.

    Artculo 5: El personal del cuerpo mdico usar el uniforme correspondiente a los respectivos grados.

    Artculo 6: Queda a cargo de la Comisin Auxiliar de Guerra promover las suscripciones y colectas necesarias para el mejor cumplimiento de este decreto(3).

    Dudo que esta organizacin se haya efectivizado. Los mdicos fueron renuentes. Montevideo por cierto fue bloqueada entre el 2 y el 20 de febrero, pero se logr la paz por el Pacto de La Unin el 20 de febrero de 1865. Ni el Cuerpo Mdico Militar ni la organizacin hospitalaria decretada subsistieron ms all del pacto.

    LA DIVISIN ORIENTAL EN LA GUERRA DEL PARAGUAY. LA SEGUNDA CRIMEA (1864 1869)

    Ejrcito sin ambulancias, hospital sin mdico y enfermero, pierde menos hombres en la batalla que fuera de ella (5).

    I.El Servicio Mdico en la Divisin

    Oriental enviada al Paraguay

    Qu visin la del Coronel Len de Palleja! La Guerra de la Triple Alianza fue una contienda internacional que involucr malamente a la Repblica Oriental del Uruguay, que de esta forma pag las deudas contradas por la ayuda extranjera recibida en la Guerra Grande (1843-1851) y en la toma de la ciudad de Paysand (1864-65). Cuatro aos dur esa guerra que llevaron

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  • contra el Paraguay la alianza de la Confederacin Argentina con el Imperio del Brasil, arrastrando a la Repblica Oriental. Cul era la realidad mdica en esa poca?

    A la fecha del conflicto, haban surgido en el mundo

    importantes avances en el campo de la medicina y la ciruga que tendran su impacto en las guerras rioplatenses, aunque con gran retraso. En 1865, el ingls Joseph Lister enunci el concepto de antisepsia (combate de la infeccin antes de iniciada) que amplia aplicacin tuvo en la ciruga de guerra y fue el antecedente de la asepsia actual.

    En cuanto a los derechos humanitarios de la guerra, se haba fundado el Comit de la Cruz Roja en 1863 y se firm la Convencin para mejorar la condicin de

    los militares heridos en los ejrcitos en campaa, en Ginebra, 1864 (su primera aplicacin por beligerantes fue en 1885, en la guerra serbio-blgara). La Repblica Oriental, invocando el artculo 9 de aquella Convencin adhiri a la misma recin el 3 de mayo de 1900 luego de su aprobacin legislativa por ley del mismo ao (4).

    En contrapartida hubo un incremento en el poder lesivo de las armas de fuego. En 1842 se ensayaron armas porttiles de retrocarga de nima rayada y proyectil cnico de menor calibre. En 1845 apareci la plvora sin humo (algodn plvora) que lleg incluso a fabricarse en Montevideo durante la Guerra Grande. Y en plena Guerra de Secesin norteamericana la casa Remington fabric el fusil (y carabina) del mismo nombre, modelo 1863/64, con proyectil de plomo desnudo, velocidad inicial de 480 m/s y alcance de 1000 metros con un sistema de cierre giratorio (rolling block). La lesin por este proyectil era muy cruenta, todava similar al de las armas de nima lisa y bala esfrica, pero se aproximaba al mal-llamado proyectil humanitario de alta velocidad.

    Finalizada la Guerra Grande, hacia 1863, el ejrcito oriental dispuso de fusiles de pistn y nima lisa tipo Saint-Etienne modelos 1854 de calibre 18mm y modelo 1857, de 19mm. Tambin fusiles y carabinas de pistn, nima lisa o rayada de origen ingls Enfield

    modelo 1853. Estas armas no pudieron equiparse para la Divisin Oriental en su marcha al Paraguay.

    En cambio, fusiles con estras, de avancarga (proyectil introducido por la boca del can) y bala cnica (tipo Mini) los tuvo efectivamente la Divisin Oriental. El fusil de percusin sistema Mini calzaba un proyectil cilindro-cnico de plomo de calibre 14-en libra (dimetro 17,20 a 17,60 mm) que tomaba las estras helicoidales, logrando un giro ms o menos estabilizado y aumentaba el alcance y precisin del disparo. Los hubo de dos modelos, denominados N1 y N2. Fusiles de retrocarga y cartucho metlico no se usaron, por lo menos al inicio de la guerra (5).

    Hay importante bibliografa poltica y militar sobre la guerra del Paraguay pero muy escasa sobre la sanidad militar oriental.

    La Divisin Oriental, que as se llam el contingente que envi a la guerra el Estado uruguayo, se form con los Batallones de Infantera Florida (Jefe: Coronel Len de Palleja) y 24 de Abril (Jefe: Coronel Regules); el Batalln Voluntarios Garibaldinos (Jefe: Coronel Fidelis); Escuadrn Escolta (Jefe: Mayor Montero) y el Escuadrn de Artillera (Jefe: Mayor Yance). Se embarc con destino al puerto argentino de Concordia al comps de la fanfarria y vistiendo vistoso uniforme el 22 de junio de 1865. No lo acompa un Cuerpo de Sanidad organizado, sino meramente improvisado. De ah el ttulo de esta comunicacin: el destino del soldado oriental fue o mueres en la batalla, o morir por la enfermedad.

    El mdico compatriota, Fermn Ferreira retorn a Montevideo con el general Venancio Flores desde Paysand en 1865 y fue repuesto en su cargo de cirujano mayor (que le haba sido anulado). Sin llegar a pisar el Paraguay muri el 10 de octubre de 1867. Fue sustituido por mdicos que tampoco abandonaron el suelo oriental. Fueron ellos, Francisco Antonino Vidal en 1867, Emilio Garca Wich entre 1867 y 1868, y Luis Arturo Fleury, en 1869.

    Francisco Antonino Vidal, mdico oriental (1827-1889) ocup interinamente, por muerte del doctor Fermn Fe-rreira, el cargo de cirujano mayor desde el 4 de noviem-bre al 12 de diciembre de 1867. Hombre de confianza

    del General Venancio Flores, como mdico, justo es consignarlo, se preocup de la suerte y condiciones de los heridos repatriados de la Divisin Oriental en el Paraguay, en su sala del Hospital de Caridad (6).

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    La guerra de la triple alianza y el destino del soldado. "Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad"

  • Emilio Garca Wich, oriental (1832-1868), graduado en Buenos Aires y en Pars, retorn al pas en 1864, ocupando el cargo de Secretario de la Junta de Higiene Pblica. Capitn (honorario) de Guardias Nacionales (1864), integr la frustrada expedicin al sitio de Paysand (1864) y fue mdico del hospital de sangre que se organiz en Montevideo ante la inminente invasin a la capital del General Venancio Flores (1865). Nombrado cirujano mayor del Ejrcito el 12 de diciembre de 1867, en plena Guerra del Paraguay, ocup el cargo del fallecido Doctor Fermn Ferreira, que haba sido interinamente suplido por el Doctor Francisco Antonino Vidal. Garca Wich fue pues cirujano mayor cuando comenzaba la tragedia de la Guerra de la Triple Alianza. Cedi su propia casa en 1866 para alojar heridos trados del Paraguay. Como los otros cirujanos mayores, no estuvo presente en el teatro de operaciones. En su caso, fue su salud ya muy quebrantada que le oblig a renunciar en febrero de 1868, sin llegar a pisar territorio paraguayo. Muri en plena epidemia de clera (trada seguramente por los soldados que regresaban del Paraguay), probablemente por descompensacin de una tuberculosis, el 28 de febrero del mismo ao (7).

    Luis Arturo Fleury, irlands, nacido en Dublin en 1843. En 1866 se present ante la Junta de Higiene de Montevideo cuando tena 23 aos, exhibiendo diploma de esa Facultad. Revalid, expidindole ttulo de mdico y cirujano. En 1869 ocup interinamente y por brevsimo lapso, por la muerte de Emilio Garca Wich, el cargo de cirujano mayor del Ejrcito (7 a 20 de marzo). Fleury fue quien embalsam el cadver de Venancio Flores (8).

    El ltimo fue Germn Segura, mdico designado como cirujano mayor en 1869, ya casi al final de

    la guerra. Fue el nico mdico que pis el campo de batalla del Paraguay. Germn Segura, oriental (1839-1901), estudiante de medicina en Buenos Aires se enrol en el ejrcito argentino junto con su compatriota Juan ngel Golfarini para participar de la Guerra de la Triple Alianza en calidad de cirujano (tal vez como ayudante cirujano) del Cuerpo Mdico del pas vecino. Una vez graduado en Buenos Aires con su tesis doctoral Clera-morbus epidmico (1868) volvi a Montevideo. Tena entonces 29 aos. En reconocimiento a los servicios prestados a la Divisin

    Oriental en el Paraguay, nuestro gobierno le nombr Teniente Coronel Cirujano del Ejrcito por Decreto del 28 de enero de 1869 y en el mismo ao fue ascendido a Cirujano Mayor (20 de marzo). Germn Segura particip como tal en la Revolucin de las lanzas (1870-1872), guerra civil oriental durante el gobierno del General Lorenzo Batlle, acompandolo en sus expediciones. Como protesta por el motn del Coronel Lorenzo Latorre en 1875, renunci a su cargo de Cirujano Mayor (27 de enero). Morir en Montevideo en 1901. Su tesis doctoral sobre el clera epidmico (Buenos Aires, 1868), fue el fruto de la experiencia vivida, modelo de investigacin en su poca.

    Juan ngel Golfarini oriental (1838-1925), graduado en Buenos Aires con su tesis La vida y la muerte. Disertacin Psicolgico-Phisiolgico-Mdica (1868) recibi luego de la guerra por su patria adoptiva, la Argentina donde vivi y muri, los despachos de Coronel de Sanidad; y en nuestro pas los de General de Brigada (asimilado) como Cirujano Mayor honorario del ejrcito (1920). Sus recuerdos de guerra los dej plasmados en un folleto de 1898 (rarsimo hoy) La cartera de un mdico cirujano. Contribucin a la historia de la guerra del Paraguay (10). Fue Golfarini el que refiri la falta de un cuerpo sanitario

    oriental en la Guerra del Paraguay. En ocasin de ser homenajeado en el Hospital Militar en 1920, con presencia del Presidente de la Repblica doctor Baltasar Brum, del Director General de la Sanidad Militar doctor Alberto Anselmi, del Director del Hospital Militar doctor Eduardo Blanco Acevedo y miembros de la Asociacin de Guerreros del Paraguay con una delegacin militar de la Repblica Argentina, se le entreg en ese acto el despacho de Cirujano Mayor del Ejrcito asimilado a General por el Presidente Brum. Al responder a ese honor, dijo Golfarini: Yo me encontraba adscripto, por razones circunstanciales al ejrcito argentino, escuela de pundonor y abnegacin formando parte de su Cuerpo de Sanidad. El ejrcito oriental careca, tcnicamente considerado, de un cuerpo mdico y de elementos curativos, y esto es tan grave como no poseer armas para pelear. Pronto se hizo evidente esta deficiencia. Fue en el curso de

    una de las batallas ms sangrientas que me enter de esta triste verdad. El General Flores cuya paternal solicitud he de recordar siempre con conmovida

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  • gratitud, pidi auxilio a nuestros hermanos argentinos, y yo solicit se me concediera el honor de asistir a mis compatriotas. Hice lo que pude con mi escasa ciencia an no diplomada; recog una abundante cosecha de satisfacciones patriticas y pasado el momento crtico volv a ocupar mi puesto originario.

    He aqu todo mi deber. Y yo pregunto ahora seores, concebs que cualquier otro oriental, en mi caso habra procedido de distinto modo? Afirmo que no

    (11).

    Ante la afirmacin de Golfarini sobre el ejrcito

    oriental careca de cuerpo mdico y de elementos curativos apareci un suelto en el peridico El Da de Montevideo, negando tal cosa. Ese artculo se titulaba Los mdicos y medicamentos en el ejrcito oriental que fue al Paraguay. Y deca:

    El Doctor Golfarini est trascordado. El Ejrcito oriental estaba provisto del material de curacin necesario y del personal mdico que requeran las circunstancias dentro de la relatividad de los medios de la poca. El Cirujano Mayor era el Doctor Toms Lacueva, profesional de altos mritos.

    Y para demostrarlo, transcriba algunos documentos del General Venancio Flores a dicho Cirujano Mayor con el siguiente tenor:

    Seor Cirujano Mayor doctor Toms Lacueva. Mi amigo:

    Ayer recib los medicamentos que usted me mand con su asistente. Mucho le recomiendo el cuidado y asistencia de nuestros heridos y enfermos, a quienes es necesario prestarles toda la asistencia posible en su estado de enfermedad. Averige si tenemos algn enfermo en los hospitales brasileros y argentinos para recogerlos al nuestro, para evitar ese recargo a nuestros amigos y aliados.

    De usted su afectsimo y S.S.S.- VENANCIO FLORES.

    No se me ha dicho nada si se han desembarcado los ltimos tres cajones de medicinas venidas por el vapor Galgo de Montevideo. Vale.- Julio 23 (12).

    Pero tampoco en Argentina al comenzara la guerra tenan mdicos, ambulancias, instrumental ni experiencia en tratamiento de heridas y tcnicas quirrgicas de guerra. Un mdico tan ilustrado como

    Guillermo Rawson le escriba al general Bartolom Mitre, jefe mximo de la alianza argentino-brasilera-oriental, no tengo entre mis libros ni encuentro un tratado de hospitales militares; le mando uno de ciruga naval (13).

    La reunin de los ejrcitos rioplatenses tuvo lugar en Concordia (Entre Ros) donde se instal el primer hospital argentino. La Divisin Oriental utiliz luego la cadena de evacuacin fluvial-terrestre (ros

    Paraguay, Paran, Uruguay) hacia los hospitales argentinos escalonados en Corrientes (que fue el ms importante), Bella Vista, Goya, Esquina, Paran hasta el Hospital Militar de Buenos Aires ubicado en el Retiro o hasta el Hospital de Caridad de Montevideo (hoy Hospital Maciel, an en pie). Al da siguiente de la batalla de Yatay (17 de agosto de 1865) los argentinos instalaron all el llamado Hospital de Paso de los Libres (Corrientes), donde fue asistida la Divisin Oriental y los heridos argentinos y paraguayos. El mdico de ese hospital fue el argentino Manuel Biedma, cirujano, secundado por los practicantes de medicina Lucilo del Castillo, argentino y Juan A. Golfarini, oriental, hasta que lleg el grueso del equipamiento del 1er. Cuerpo de Ejrcito con su Cirujano principal Caupolicn Molina.

    La penuria de la Divisin Oriental por la falta de un cuerpo de sanidad apto para desempearse en operaciones se advierte en las quejas expresadas por Len de Palleja:

    25 de setiembre [de 1865]. He conseguido organizar un hospital en el Florida con 3 carretas, 7 carpas nuevas que me dio el General en Jefe [Venancio Flores] y 16 tomadas a las compaas. Tengo en l, 74 enfermos de consideracin. . . un doctor brasileo me los asiste y me da los medicamentos y el mdico Toms Lacueva tambin viene a asistirlos en compaa del mdico brasileo (14).

    Invadida tierra paraguaya la Divisin Oriental se sirvi del llamado Hospital Central (argentino tambin) y de los hospitales montados por los dos agrupamientos sanitarios argentinos de los respectivos Cuerpos de Ejrcito de los Cirujanos Principales Caupolicn Molina y Jos Daz de Bedoya.

    Luego de la rendicin de Uruguayana (18 de setiembre), se desat una gran epidemia de disenteria

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    La guerra de la triple alianza y el destino del soldado. "Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad"

  • en la tropa argentina, probablemente contagiada por los 6 a 7 mil prisioneros paraguayos de la ciudad sitiada que estaban en psimas condiciones y marcharon conjuntamente hacia el ro Paraguay. En la lista de revista de la Divisin Oriental fechada en Uruguayana el 25 de agosto de 1865 figura en el

    Cuartel General junto con el cirujano Toms Lacueva y Chucarro el Cirujano Capitn Federico Asnoldi [sic], y en el batalln de Cazadores 24 de Abril el Cirujano Ayudante Cayetano Borda.

    En la Orden General de la Divisin Oriental del 16 de enero de 1866, se reglament la inspeccin mdica: Art. 2 - A las 6 de la maana, el cirujano mayor Toms Lacueva y dos mdicos ms de los que estn a sus rdenes, harn la visita de los enfermos del hospital, recetar y har hacerles los medicamentos que cada paciente necesite; enseguida har temprano hacerles el almuerzo con los encargados de la cocina. El cirujano del Florida har otro tanto con los del Cuerpo que est a su cargo, y a la tarde a las 5 harn la otra visita y curacin. Un ayudante del Cuartel General se nombrar diariamente para que acompae a la visita de los hospitales y de cuenta al que firma de las faltas

    que ocurran y estado de los enfermos (15).

    Otras rdenes de la Divisin Oriental hacen referencia a las enfermedades que comenzaron a ralear las filas

    del ejrcito:

    Da 13 [de marzo de 1866] Se hace saber a los S.S. Jefes Comandantes de los Cuerpos del Ejrcito que, habiendo consultado el Sr. General en Jefe algunos facultativos sobre las causas que originan las fiebres y dems enfermedades que, con el carcter de

    epidmicas comienzan a aparecer en el Ejrcito, se le ha manifestado la conveniencia de evitar los baos en las lagunas despus de las 8 de la maana, por lo que se recomienda a los Jefes de Cuerpos y dems dependientes del Ejrcito de vanguardia, que quedan prohibidos los baos despus del toque de asamblea (16).

    Una de las frecuentes enfermedades del campamento, era la disenteria aguda, colitis grave con riesgo de perforarse que demoraba mucho tiempo en ceder, inclusive un mes. La enfermedad era nombrada como tenesmo, por el pertinaz deseo defecatorio en la regin recto-anal con expulsin de escasas materias fecales mezcladas con sangre y pus.

    Sobre algunos vicios tambin hubo reglamentacin:

    Da 24 [de marzo de 1866] Art. 3 - Conocida la tolerancia que se ha tenido de permitir la venta de bebidas en el Ejrcito a los vivanderos, trae graves consecuencias en la moral y disciplina del Ejrcito, queda desde la fecha prohibido la venta de bebidas de todas clases sin distincin de licores, lo que se har saber a los vivanderos, que todo el que infrinja esta disposicin y se le encuentren bebidas en las carretas, ser despedido del campo y derramadas las bebidas(17).

    Alcanzado el corazn del territorio paraguayo (abril de 1866), se instal un nuevo hospital de avanzada en el semiderruido templo cristiano del pueblo de Itapir. All qued el hospital oriental u Hospital General con el cirujano mayor, Toms Lacueva y Chucarro. Este nos dej una concisa pero sustanciosa memoria. Dice sobre las enfermedades:

    El cirujano mayor de el Ejrcito Oriental en operaciones.

    Al Exmo. Sr. General en Jefe de el Ejrcito Oriental en operaciones, y de Vanguardia de los Ejrcitos Aliados, Brigadier Grl. Dn. Venancio Flores.

    Exmo. Sr.

    El que firma, cirujano mayor del ejrcito, en

    cumplimiento de su deber, tiene el honor de dirigirse a S.E. para manifestarle el estado actual del hospital a cargo del infrascripto, en el inters de que de algn modo se supla de algunos empleados que son necesarios para la mejor asistencia de los enfermos.

    El estado actual de este hospital Exmo. Sr. no es nada halageo, atentas las enfermedades que existen en l, y que se estn desarrollando en los Ejrcitos Aliados; pues en ellos como en este hospital reinan hoy en grande escala la viruela, fiebre intermitente,

    disenteria, diarrea, tenesmo (o pujos de sangre) y alguno que otro caso de perineumonia y fiebre tifoidea,

    todas estas enfermedades Exmo.Sr., como S.E. lo comprender, necesitan una atencin muy particular por parte del facultativo, y una esmerada asistencia por parte de los enfermeros, mucho mas desde que cuando los enfermos vienen al hospital, la mayor parte de las enfermedades tienen ya un carcter grave; pues que cuando los pacientes son conducidos a este local,

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  • es cuando hace ya veinte o mas das que se hayan padeciendo, as que el que firma sin embargo de su

    contraccin, poco podr hacer si los enfermeros no cumplen con lo que se les prescribe.

    Los enfermos por otra parte son bastante descuidados, y es intil que se le prive el alimento; pues ellos en el mas mnimo descuido comen cuanto encuentran, de aqu se agravan las enfermedades, y vienen las recadas en los que estn mejor, como ha sucedido estos das con varios enfermos, de los cuales han muerto dos, y otros se hayan graves, por lo que si hasta hoy no hemos tenido que lamentar casi prdidas por enfermedades en nuestro Ejrcito, hoy tendremos que lamentarlas porque las enfermedades que hoy reinan en el Ejrcito son de bastante gravedad, y necesitan una prolija y esmerada asistencia.

    Y en cuanto al rudimentario hospital:

    El local que tenemos no es nada aparente para los virulentos, por estar estos casi a la intemperie, pero el que firma se ocupa hoy de buscar otro local para los

    enfermos referidos, y al efecto se ha fijado [en] dos

    ranchos que hay sobre la costa del Paran, si estos estn desocupados podrn servir arreglndolos con algunos cueros.

    Despus de lo expuesto, el infrascripto cree que S.E. deba de hacer proveer a este hospital de un cirujano mas, pues el nmero de enfermos que hoy se asisten por el que firma ascienden a ciento y tantos, y entre

    ellos muchos de gravedad; as que me es imposible atenderlos como corresponde; a mas debiera ser provisto de dos personas capaces, la una para hacerse cargo de la reparticin de las dietas, y la otra para atender a la administracin de los medicamentos.

    Una guardia Exmo. Sr. como antes la haba, es muy necesaria en este hospital, pues los enfermos se van continuamente a las carpas de negocio y hace toda clase de desarreglos, sin que el que firma los pueda

    evitar.

    Dios guarde a S.E. ms. a.s.

    Hospital Gnl. En Ytapir, junio 20/866.

    Tomas Lacueva y Chucarro Cirujano Mayor (18).

    Poco despus de este informe al general Flores, el cirujano Lacueva y Chucarro envi una carta a

    su primo Urbano Chucarro en Montevideo desde el Hospital General Oriental en Itapir, disculpndose por no haber escrito antes; donde le deca:

    ... estaba medio loco por el nmero de enfermos que tena y que ascenda a 300 y tantos, as que no tena tiempo ni para rascarme; por fin ahora estoy mas

    descansado porque slo tengo 40 habiendo mandado para esa por el vapor General Flores 200 y tantos entre heridos, enfermos y convalecientes, y algunos sanos de la caballera que es lo mas desarreglado que he visto (19).

    Los hospitales, o lo que hacan de tales, se fueron instalando acorde al desplazamiento de los cuerpos de ejrcito hasta llegar a Asuncin, adonde fue trasladado definitivamente el principal hospital argentino de la

    ciudad de Corrientes.

    En tanto, en Montevideo, el edificio conocido como

    Primer Hospital Italiano (que nunca lo fue) en la esquina de las calles Soriano y Paraguay (ex Instituto Militar de Estudios Superiores, hoy Museo Militar) fue arrendado por la Comisin de Edificacin del Hospital

    al Imperio del Brasil (1865) para el servicio sanitario de su ejrcito, mantenindolo hasta el fin de la guerra.

    El edificio se haba comenzado en 1853, bajo

    asesoramiento mdico del italiano Bartolom Odiccini. Tiene reminiscencias formales de un palacio renacentista, con gran patio central rodeado por galera abierta para acceder a las salas de internacin (20). El Hospital Brasilero se mantuvo arrendado al Imperio por cuatro aos. La Junta Directiva lo enajen luego a la Masonera (1883), que lo transfiri al Estado

    para Universidad Femenina, y finalmente Inspeccin

    General del Ejrcito (21). El Imperio del Brasil tuvo tambin un hospital naval en Buenos Aires en el edificio del hospital italiano de la calle Bolvar a una

    legua del centro de la ciudad, desde el 26 de junio de 1865 (22).

    La evacuacin terrestre de heridos y enfermos utiliz ambulancias que el ejrcito argentino hizo construir en Buenos Aires segn modelo de las empleadas con xito en la Guerra de Secesin norteamericana; pero estas fracasaron en las accidentadas y pantanosas rutas de Corrientes y Paraguay, obligando a reutilizar la lenta e incmoda carreta tirada por bueyes, como en la poca de Artigas.

    Salud Militar 2014;33(1):53-64 59

    La guerra de la triple alianza y el destino del soldado. "Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad"

  • II. Los cirujanos de la Divisin Oriental

    No obstante la carencia de un cuerpo de sanidad organizado, en la Divisin Oriental varios cirujanos y boticarios estuvieron presentes en las marchas y en el terreno de la contienda:

    Toms Lacueva y Chucarro, cirujano de 2 clase, desempendose como Cirujano Mayor en el Cuartel General, fue el nico disponible en las marchas hasta octubre de 1865. Como tal recibi rdenes de traslado de enfermos:

    Seor Cirujano Mayor del Ejrcito Oriental doctor don Toms Lacueva. Pueblo de Itapir, julio 26/866. Amigo: Habiendo recibido 2 orden de S. E. [Venancio Flores] para mandar todos los enfermos, le remito la lista de los que mando. El mayor Plaza es quien va encargado para que con diez hombres de los que estn mejor asistan a los dems; para el efecto usted le dar el mtodo para curarlos. Tambin ordena el Seor General que usted los acompae hasta Corrientes debiendo regresar de all. Haga una lista, la firma y

    la incluye con las otras. Su amigo y S.S. [General] Enrique Castro (12).

    Guillermo Suhr, mdico alemn autorizado a ejercer en Montevideo en mayo de 1864, adjunto al Estado Mayor en junio de 1865. Su compatriota y colega, el mdico alemn Carl Brendel se refiri a l en sus

    Memorias:

    Siendo mdico joven se present como mdico militar para el ejrcito uruguayo en Paraguay, pero dadas las circunstancias all no pudo soportar ms y se escap a Montevideo en un barco que se diriga ro abajo(23). Segn el Diario de Len de Palleja, Shur haba sido enviado por el gobierno en noviembre de 1865.

    Pedro Olazbal, cirujano de 2 clase, sin diploma pero aprobado por examen ante la Junta de Higiene de Montevideo en marzo de 1865 a la edad de 30 aos, registrado y autorizado a ejercer en Montevideo en mayo, segn el Libro Mayor de Registro de Ttulos 1839-1895, N 391, pag. 79, archivado en el Ministerio de Salud Pblica. Muri en la batalla del arroyo Yatay el 17 de agosto de 1865. Segn el Diario del Coronel Len de Palleja haca de cirujano en jefe y pereci en la batalla.

    Cayetano Borda, practicante, que recin se registrara

    en Montevideo como cirujano de 2 clase en 1877, natural de Cerro Largo y con medalla Vencedores de Yatay (decreto del 30 de setiembre de 1865). Fue nombrado en 1889 como sargento cirujano mayor del ejrcito por sus mritos y servicios (24).

    Tanto de Olazbal como de Borda dijo Golfarini: ambos incorporados con la mejor buena voluntad a la vez que con patriotismo (25).

    Federico Arnold o Arnoldi, curandero. Su esposa, curandera, le ense las artes de su prctica. Carl Brendel dijo que Arnold: . . . siempre se diriga a m como colega y como no quise ponerme grosero me haca el sordo... Arnold confirmaba en aquel momento

    que haba sido jefe del colega Suhr durante la guerra del Paraguay (23).

    Ramn Ortiz, cirujano: Hallndose el hospital de esta Divisin [Oriental] con necesidad de un farmacutico por estar enfermo el cirujano [de la Divisin] [D.n Ramn Ortiz] que serva la botica de este hospital. . . (26).

    Luis Rausel, farmacutico: He dado empleo en esta Divisin [Oriental] a un farmacutico Oriental, Dn. Luis Rausel, a [quien] he asignado una mensualidad de cien pesos m/n. La botica del hospital estaba servida por el cirujano [Ramn Ortiz] en persona, que hoy se halla un poco enfermo, y esto causaba a veces trastornos en el servicio. Creo haber hecho una buena adquisicin en la persona del Sr. Rausel tanto por las recomendaciones que tengo de l, como por la utilidad de su ciencia en este hospital (27).

    Luis Banore, boticario: El boticario Don Luis Banore va a cargo de los heridos y enfermos [a bordo del vapor Oriental con destino a Montevideo]; es conductor de la lista Nominal de stos -el cual habiendo concluido su Misin en sta lo pongo a disposicin del superior Gobierno (28). El embarque constaba de 44 enfermos y heridos, y se esperaba recoger los que quedaran en Humait y en Asuncin, pues las operaciones de guerra estaban momentneamente paralizadas.

    III. La ciruga y las medicinas

    Las heridas por metralla y fragmentacin, o balas de baja velocidad eran muy contusas, con mucha destruccin local y mutilacin, graves y frecuentemente mortales. Hubo habitualmente heridos por lanza y otras

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    Publicacin de la DNSFFAA

  • armas blancas. Fueron objeto de una tesis mdica por el estudiante de medicina Eleodoro Damianovich, que luego referiremos.

    Las heridas se lavaban y se cubran con vendas o emplastos. Tambin podan suturarse. Fatalmente se infectaban y supuraban con intenso hedor (podredumbre de hospital). Si curaban dejaban grandes cicatrices con deformidades, si es que no se amputaban o mataban.

    La tcnica de amputacin era una operacin habitual en los miembros y junto con las curaciones, la casi nica labor de los cirujanos. Operacin heroica, en cuyas diferentes tcnicas (un solo corte o en guillotina; o en dos o en tres cortes; con o sin colgajo), la amputacin no siempre era posible con anestesia. La anestesia general ya exista, tanto por ter como cloroformo y se haba utilizado en la Guerra Grande (en 1847 y 1848 respectivamente con uno y otro anestsico) y se preparaba en las boticas. Es por tanto posible que se haya utilizado en la Guerra del Paraguay. Amputar requera un material cortante extraordinariamente filoso. Una caja de amputacin tena cuchillos de

    varias medidas: de 4 a 5 cm para dedos de mano; 15 cm para mano y pie; 15 a 20 cm para parte superior de antebrazo, brazo, pierna e inferior de muslo; 25 a 35 cm para el muslo alto. Adems una rugina (similar a un formn curvo) para desprender la membrana del hueso (periostio); torniquete para detener momentneamente el sangrado; hilos para ligadura de arterias; sierra para el hueso. El procedimiento se iniciaba con limpieza del miembro con agua y jabn (de haberlo); se dejaba exange mediante el torniquete; un ayudante tomaba la extremidad por su parte superior, y otro por la inferior, en tanto el cirujano empuaba con su mano hbil el cuchillo con el que tena experiencia o preferencia. Una vez seccionados limpiamente los planos de la piel, tejido subcutneo y msculo-aponeurtico, remangados con la mano opuesta, raspaba la membrana del hueso con la rugina y lo cortaba con la sierra. Los bordes del hueso eran mordidos con pinza para redondearlos; las arterias sangrantes retorcidas o ligadas y se controlaba su obliteracin al descomprimir el torniquete. El mun se dejaba entreabierto para drenar. Segn el cirujano Teodoro Bilrroth en manos experimentadas, una amputacin no poda exceder los cinco minutos.

    Teodoro Billrroth fue famoso profesor de ciruga en Viena (29). El control postoperatorio era toda una odisea, amenazado por las hemorragias secundarias, la inflamacin, el dolor y sobre todo la infeccin local

    secundariamente generalizada (sepsis).

    No se abran cavidades. Crneo, trax y abdomen estaban vedados, y estos heridos estaban fatalmente condenados a morir, salvo casos excepcionales. La infeccin haca el resto, luego de atroz agona.

    IV. Las tesis mdicas para obtencin del

    doctorado

    No es comn el hallazgo de documentacin mdica o quirrgica referida a la Guerra del Paraguay. En 1987 ubicamos en la torre de la biblioteca de la Facultad de Medicina de Montevideo, entre un cuantioso fondo de tesis mdicas, dos de ellas referidas a esta contienda, que publicamos en la revista de la Sociedad Uruguaya de Historia de la Medicina (30).

    En 1870, Lucilo Del Castillo, que fue practicante del 1er. Cuerpo de Ejrcito de la Confederacin Argentina bajo rdenes del Cirujano Principal Caupolicn Molina estuvo por tres aos en la campaa del Paraguay, y escribi su tesis mdica de graduacin Enfermedades reinantes en la Campaa del Paraguay (31). A su vez, Eleodoro Damianovich, practicante del 2 Cuerpo de Ejrcito, y que hizo toda la campaa, public la suya como Estudio sobre algunos accidentes de las heridas observadas en la Campaa del Paraguay (32). El valor de ambas tesis es innegable, pues son testimonios de primera mano, y a la vez complementarias, pues tratan una de enfermedades, y otra de heridas. Ambos estudiantes argentinos debieron conocer, tratar y confraternizar con el pobre contingente sanitario oriental.

    Lucilo Del Castillo dedic cada captulo de su tesis a una enfermedad epidmica. El ambiente donde se movieron las tropas en el Paraguay era terrible, pisando un terreno que verta humedad, con un clima de alta temperatura ambiental. Y con hacinamiento de hombres, al punto que 50 mil se vieron obligados a vivaquear en una superficie de 2 leguas cuadradas

    durante dos aos. Se vivi rodeado de los cadveres de animales faenados y de humanos insepultos (la cifra de 30 mil cadveres impresiona como desmesurada). Abona la fetidez de aquel improvisado camposanto,

    Salud Militar 2014;33(1):53-64 61

    La guerra de la triple alianza y el destino del soldado. "Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad"

  • la tesis del oriental Germn Segura segn la cual los cadveres eran arrojados por uno de los beligerantes al ro Paran y quedaban detenidos en las innumerables islas sufriendo una rpida putrefaccin (33).

    La disenteria y las fiebres paldicas tambin ocupan

    un buen lugar en la tesis de Del Castillo. Los atacados por el mal intestinal epidmico beban el agua de los charcos, afiebrados por la intensa sed

    de la deshidratacin (20 a 50 deyecciones diarias) y finalmente moran en shock. Cmo trataban la

    enfermedad? Poco ms que una dieta, las mas de las veces no cumplida pues slo se dispona de charque (carne magra conservada por salazn); medicacin a base de ludano en gotas, muclagos, lavativas con almidn laudanizado para los pujos rectales, y cataplasmas al vientre para el dolor clico. En casos graves, sangras y aplicacin de sanguijuelas. Lamentablemente la tesis de Del Castillo omite cifras de mortalidad. Sin duda alguna razn tenan los mdicos de la Divisin Oriental cuando recomendaron no baarse en las lagunas de los esteros paraguayos, pues inevitablemente se beba del agua contaminada por las materias fecales.

    Respecto a los accesos de fiebre, peridicos o

    intermitentes, con hipertrofia del bazo e hgado,

    verosmilmente un paludismo, mejoraban con quinina. Al final del acceso, se orinaba con abundante sedimento

    rojo (miogloburia). Es la descripcin tpica de lo que hoy llamaramos crisis paldica hemoglobinrica.

    La enfermedad mas grave que soport el ejrcito fue el clera. Esta enfermedad infecciosa haba llegado al puerto de Corrientes con un barco brasileo (en Brasil, la enfermedad era endmica); desde all por las tropas y comerciantes que se desplazaban al Paraguay (al puerto de Itapir) el clera se propag rpidamente y pas al campamento de Tuyut. Dos epidemias se sucedieron: la primera mat 375 hombres (79,4 % de los afectados), y la segunda 190 (63,3 % de los atacados). Los opiceos, el bismuto, el agua de arroz y almidn y los sinapismos con mostaza, fueron los tratamientos habituales.

    Las heridas fueron el objeto de estudio de la tesis de Eleodoro Damianovich. Si ocasionalmente se comprob ttanos, fue en cambio habitual la gangrena de hospital (la llamada podredumbre de los

    hospitales). Era una desintegracin de la herida que, an de carcter leve, se profundizaba en las partes blandas, se reblandeca en un magma purulento, maloliente y mataba al enfermo si no se proceda a una amputacin precoz. Los afortunados lograban una remisin del proceso inflamatorio mediante bisulfato

    de quinina por boca, extracto de acnito, dejando la herida con aproximacin simple de sus bordes, extirpando las reas desvitalizadas de piel, miembro al aire hasta que disminua la exudacin, se secaba y comenzaba a granular. La curacin poda insumir semanas. Lo llamativo de estas heridas era que hasta en su tercera parte eran por accidentes del vivac y no por bala o metralla. La autopsia de estos muertos por gangrena de hospital mostraba los caracteres de lo que hoy llamaramos sepsis con focos metastticos (abscesos en pulmones y bazo).

    TESIS DE ELEODORO DAMIANOVICH

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    Publicacin de la DNSFFAA

  • Tesis de Lucilo del Castillo

    SUMMARY

    BIBLIOGRAFA

    (1) Regules E. Apuntes de Medicina Legal [Aula de la Facultad de Derecho]. Montevideo, 1891? 1 volumen mecanografiado de 152 hojas oficio, encuadernado, p.

    102-103.

    (2) Soiza Larrosa A (coed). Centenario del Hospital Central de las Fuerzas Armadas 1908 -18 de Julio- 2008. Montevideo : Hospital Militar de las FF AA, 2008.

    (3) Decreto de Cuerpo Mdico Militar. Bol Hist Ejrcito Montevideo 1970; 127:76-77.

    (4) Gros Espiell H. La situacin de los tratados de Derecho Humanitario en el Derecho uruguayo. Simposio de Implementacin del Derecho Internacional Humanitario, Montevideo, 1989, p. 45.

    (5) Pons y Ojeda J. [Len de Palleja]. Diario de la campaa de las fuerzas aliadas contra el Paraguay. 2a. ed., Montevideo: Biblioteca Artigas, 1960, 2 vols. Foro Uruguay Militaria; Armamento ligero del ejrcito. Las armas de la Guerra del Paraguay. Disponible en: http://www.uruguaymilitaria.com/Foro/ [consulta 20/10/2013].

    (6) Pou Ferrari R, Ma Garzn F. El Doctor Julepe. Vida y obra del Dr. Francisco Antonino Vidal (1827-1889). Montevideo : Plus Ultra, 2012.

    (7) Soiza Larrosa A. Emilio Gil Garca Wich (1832-1868) En: Mdicos uruguayos graduados en Argentina en el siglo XIX y sus tesis de doctorado. Ses Soc Urug Hist Med Montevideo 1982; IX-X: 65-69.

    (8) Ma Garzn F, Ayestarn A. El gringo de confianza. Memorias de un mdico alemn en Montevideo [Carl Brendel 1835-1922]. Montevideo : Edicin de los autores, 1992, p.13.

    (9) Soiza Larrosa A. Germn A Segura (1839-1901). En: Mdicos uruguayos graduados en Argentina en el siglo XIX y sus tesis de doctorado. Ses Soc Urug Hist Med Montevideo 1982; IX-X: 65-69.

    (10) Soiza Larrosa A. Juan Angel Golfarini (1838-1925). En: Mdicos uruguayos graduados en Argentina en el

    Salud Militar 2014;33(1):53-64 63

    KEY WORDS: MILITARY MEDICINE; VETERANS DISABILITY CLAIMS; WAR WOUNDED; GANGRENE

    In the game of supremacy interests in the South American region, four nations were brought face to face in the Paraguay War or the Triple Alianza War (1865 1869). There was a prologue: the invasion of the Uruguayan territory, the siege, bombing and capture of Paysand, not a clash of Uruguayan political parties, but the inevitable consequence of regional imperialist interests. With the fall of Paysand, the destiny of the Paraguayan state was decided. The orphanage of an auxiliary army service for the medical assistance in Paysand was a clear demonstration of poverty on one side, and negligence on the other. It was repeated with Uruguayan forces deployed in Paraguay.

    This article deals with a less known antecedent in the history of the Uruguayan military health.

    siglo XIX y sus tesis de doctorado. Ses Soc Urug Hist Med Montevideo 1982; IX-X: 92-95.

    La guerra de la triple alianza y el destino del soldado. "Mueres en la guerra o mueres por la enfermedad"

  • (11) Homenaje al Dr. Golfarini en el Hospital Militar. Recepcin en el Centro Militar y Naval. Rev Militar y Naval Montevideo 1920; I:305-312.

    (12) Los mdicos y medicamentos en el ejrcito oriental que fue al Paraguay. Rev Militar y Naval Montevideo 1920; I:317-319.

    (13) De Marco M. La guerra del Paraguay. Buenos Aires : Establecimiento tipogrfico de La Agricultura,

    1995. p.160.

    (14) Pons y Ojeda J. [Len de Palleja, Sevilla 1817- Boquern, Paraguay 1866]. Diario de la campaa de las fuerzas aliadas contra el Paraguay. 2 ed. Montevideo : Biblioteca Artigas, 1960, tomo I, p. 230 (Coleccin de Clsicos Uruguayos, 29-30).

    (15) Libro copiador de rdenes de la Divisin Oriental, Guerra del Paraguay 1865 1868. Bol Hist Ejrcito Montevideo 1975; 145-148:193.

    (16) Libro copiador de rdenes de la Divisin Oriental, Guerra del Paraguay 1865 1868. Bol Hist Ejrcito Montevideo 1975; 145-148:200.

    (17) Libro copiador de rdenes de la Divisin Oriental, Guerra del Paraguay 1865 1868. Bol Hist Ejrcito Montevideo 1975; 145-148:201.

    (18) Correspondencia militar de la Divisin Oriental en la Guerra del Paraguay 1866-1869. Toms Lacueva, cirujano mayor al Brigadier General Venancio Flores, Hospital General en Itapir, 20 de junio de 1866. Bol Hist Ejrcito Montevideo 1975; 145-148:1.

    (19) Toms Lacueva cirujano mayor a Urbano Chucarro, Hospital Oriental en Itapir, 19 de agosto de 1866, correspondencia indita (archivo particular del Dr. Luis Calvo, comunicacin personal).

    (20) Pons N. Apuntes de ayer. Hospitales y hospitalidad. Resea de la arquitectura hospitalaria en el Uruguay desde 1787 a 1928. Sesiones Soc Urug Hist Med Montevideo 1999; XVIII: 62.

    (22) Barroso G. Aspectos da medicina naval na guerra do Paraguai. Rev Bras Medicina Naval 1967; p. 109.

    (23) Mae Garzn F, Ayestarn A. El gringo de confianza. Memorias de un mdico alemn en Montevideo [Carl Brendel 1835-1922]. Montevideo : Edicin de los autores, 1992, p.21-30.

    (24) Daz de Guerra M, Chabot C. Historia de la atencin mdica en Maldonado 1755-1991. Maldonado, 1992, p. 77.

    (26) Correspondencia militar de la Divisin Oriental en la Guerra del Paraguay 1866-1869. General Enrique Castro al Ministro de Guerra y Marina general Juan G. Surez, 8 de diciembre de 1868. p.67.

    (27) Correspondencia militar de la Divisin Oriental en la Guerra del Paraguay 1866-1869. General Enrique Castro al Ministro de Guerra y Marina general Juan G. Surez, 8 de diciembre de 1868. p. 66.

    (28) Correspondencia militar de la Divisin Oriental en la Guerra del Paraguay 1866-1869. Angostura, 17 de enero de 1869. p. 97.

    (29) Billroth T. Amputaciones, desarticulaciones y resecciones. En: Patologa quirrgica general y su teraputica. 3a ed. Barcelona : Imprenta de la Renaixensa, 1877. p.756.

    (30) Soiza Larrosa A. Dos tesis mdicas argentinas de la guerra del Paraguay. Ses Soc Urug Hist Med Montevideo 1992; IX-X: 139-149.

    (31) Del Castillo L. Enfermedades reinantes en la Campaa del Paraguay. Buenos Aires : Imprenta Mercurio, 1870. 74 p.

    (32) Damianoviche E. Estudio sobre algunos accidentes de las heridas observadas en la Campaa del Paraguay. Buenos Aires : Imprenta Americana, 1872, 38 p.

    (33) Segura G. Clera morbus epidmico. Tesis de Facultad de Medicina. Buenos Aires : Imprenta del Plata, 1868.

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    (21) Giuria J. La Arquitectura en el Uruguay. Montevideo: Imprenta Universal, 1958. Tomo II, p. 43.

    Publicacin de la DNSFFAA

    (25) Golfarini JA. La cartera de un mdico cirujano. Contribucin a la historia de la guerra del Paraguay. Buenos Aires : Establecimiento Tipogrfico La Agricul- tura, 1898. p.13.