Resume n

9
1 ENCUENTRO CON RAFAEL HITLODEO Se nos muestra Tomás Moro como narrador de la historia. Habla de una reunión que tuvo él mismo junto con Cuthbert Tunstal -los dos representantes de una embajada de Inglaterra- y con los legados del príncipe Carlos (futuro Carlos I) esto es, el prefecto de brujas y Jorge de Themsecke. Resulta que en la reunión no llegan a un acuerdo y los embajadores del príncipe Carlos vuelven a donde está el y Moro se va a Amberes. Durante su estancia allí recibe la visita de Pedro Gilles oriundo de la propia Amberes. Estando los dos juntos, después de haber oído misa en la iglesia de Santa María, se encuentran con un hombre. Se trata de Rafael Hitlodeo. El nombre de Rafael proviene del arcángel que acompaña, guía y cura a Tobías y de Hitlodeo neologismo que viene de ὕθλος (charla insustancial) y δαιος (experto): experto en charlas insustanciales. Rafael ha acompañado a Américo Vespucci en tres de sus famosos cuatro grandes viajes. En el tercer viaje se despide de Américo y consigue ser uno de los veinticuatro que se quedan en una remota fortificación. Desde aquí emprende otros viajes con cinco de sus compañeros. De viaje en viaje llega hasta Trapobana (Ceilán) donde se encuentra con unos barcos portugueses que lo llevan de retorno a su patria. Tomás acoge en su casa a Rafael Hitlodeo y le cuenta a él y Pedro Gilles sus peripecias. Les cuenta que en su estancia se hizo amigo de los nativos, incluso de un rey que le permitió viajar libremente y le dio provisiones. Rafael les explica que debajo del Ecuador hay tierras áridas y secas, donde todo es hostil: animales, culebras y hombres. Más allá de estos terrenos las cosas eran distintas: personas amables que los llevaban a donde los necesitaban. Rafael enseña a los nativos el uso de la brújula. En este apartado, Tomás habla de una serie de animales mitológicos peligrosos, entre ellos habla de los lestrigones "populivoros": palabra inventada por el propio Tomás. RAFAEL ANTE LA POSIBILIDAD DE SER CONSEJERO REAL

description

Estructura y Estilo de La Obra

Transcript of Resume n

Page 1: Resume n

1

ENCUENTRO CON RAFAEL HITLODEO

Se nos muestra Tomás Moro como narrador de la historia. Habla de una reunión que tuvo él mismo junto con Cuthbert Tunstal -los dos representantes de una embajada de Inglaterra- y con los legados del príncipe Carlos (futuro Carlos I) esto es, el prefecto de brujas y Jorge de Themsecke. Resulta que en la reunión no llegan a un acuerdo y los embajadores del príncipe Carlos vuelven a donde está el y Moro se va a Amberes. Durante su estancia allí recibe la visita de Pedro Gilles oriundo de la propia Amberes. Estando los dos juntos, después de haber oído misa en la iglesia de Santa María, se encuentran con un hombre. Se trata de Rafael Hitlodeo. El nombre de Rafael proviene del arcángel que acompaña, guía y cura a Tobías y de Hitlodeo neologismo que viene de ὕθλος (charla insustancial) y δαιος (experto): experto en charlas insustanciales.

Rafael ha acompañado a Américo Vespucci en tres de sus famosos cuatro grandes viajes. En el tercer viaje se despide de Américo y consigue ser uno de los veinticuatro que se quedan en una remota fortificación. Desde aquí emprende otros viajes con cinco de sus compañeros. De viaje en viaje llega hasta Trapobana (Ceilán) donde se encuentra con unos barcos portugueses que lo llevan de retorno a su patria.

Tomás acoge en su casa a Rafael Hitlodeo y le cuenta a él y Pedro Gilles sus peripecias. Les cuenta que en su estancia se hizo amigo de los nativos, incluso de un rey que le permitió viajar libremente y le dio provisiones. Rafael les explica que debajo del Ecuador hay tierras áridas y secas, donde todo es hostil: animales, culebras y hombres. Más allá de estos terrenos las cosas eran distintas: personas amables que los llevaban a donde los necesitaban. Rafael enseña a los nativos el uso de la brújula. En este apartado, Tomás habla de una serie de animales mitológicos peligrosos, entre ellos habla de los lestrigones "populivoros": palabra inventada por el propio Tomás.

RAFAEL ANTE LA POSIBILIDAD DE SER CONSEJERO REAL

Habla Moro: “Mi intento ahora es narrar únicamente y referir cuanto nos dijo (Rafael Hitlodeo) sobre las costumbres y régimen de los utopianos.” Con este propósito y, a mitad de su narración, Pedro Gilles le dice que podía haberse quedado al servicio de uno de los reyes de los nativos que conoció. Rafael Hitlodeo responde: “Ahora mismo vivo como quiero, cosa que dudo les suceda a muchos que visten de púrpura. Por lo demás, abundan y sobran los que apetecen la amistad de los poderosos.” Moro le insiste en que sería un buen consejero. Rafael le contesta que: la mayoría de los príncipes piensan y se ocupan más de los asuntos militares, de los que nada sé ni quiero saber, que del buen gobierno de la paz. Lo que les importa es saber cómo adquirir -con buenas o malas artes- nuevos dominios, sin preocuparse en para nada de gobernar bien lo que ya tienen. Por otra parte, hay consejeros de príncipes tan doctos que no necesitan -o al menos creen no necesitar- los consejos de otra persona. Parásitos como son, aceptan a los que les dan la razón o les halagan para granjearse la voluntad de los favoritos del príncipe. Así lo ha dispuesto la naturaleza: cada uno se pirra por sus propios descubrimientos. ¡Al cuervo le ríe su cría y a la mona le gusta su hija!

En reuniones de gente envidiosa o vanidosa ¿no es, acaso, inútil explicar algo que sucedió en otros tiempos o que ahora mismo pasa en otros lugares? Al oírte, temen pasar por ignorantes y perder su reputación de sabios, a menos que descubran error y mentira en los hallazgos de otros. A falta de razones con que rebatir los argumentos, se refugian invariablemente, en este tópico: “Esto es lo que siempre hicieron nuestros mayores. Ya podíamos nosotros igualar su sabiduría” Al decir

Page 2: Resume n

2

esto, zanjan toda discusión y se sienten felices. Les parece mal que alguien sea más sabio que los antepasados. Cierto que todos estamos dispuestos a aceptar todo lo bueno que nos han legado en herencia. Pero con el mismo rigor sostenemos que hay que aceptar y mantener lo que vemos debe mudarse. Con frecuencia me he encontrado en otras partes este tipo de mentes, soberbias y retrógradas.

Después de esta disertación, les cuenta que estuvo en Inglaterra y les contó una charla que tuvo con el cardenal Morton y otro más sobre el robo. Allí objeta lo siguiente a un tercero que ponderaba el castigo con pena de muerte a los ladrones diciendo: “imitáis a los malos pedagogos: prefieren azotar a educar”. “¿No sería mejor que nadie se viera en la necesidad de robar para no tener que sufrir por ello la pena capital?”

En su diálogo Rafael habla de dos tipos de ladrones: 1º “Los nobles cuyo número exorbitado vive como zánganos a cuenta de los demás”. 2º Metáfora de las ovejas que devoran a los hombres:

LAS OVEJAS ANTROPÓFAGAS

-Las ovejas -contesté- vuestras ovejas. Tan mansas y tan acostumbradas a alimentarse con sobriedad, son ahora, según dicen, tan voraces y asilvestradas que devoran hasta a los mismos hombres, devastando campos y asolando casas y aldeas. Vemos, en efecto, a los nobles, los ricos y hasta a los mismos abades, santos varones, en todos los lugares del reino donde se cria la lana más fina y más cara. No contentos con los beneficios y rentas anuales de sus posesiones, y no bastándoles lo que tenían para vivir con lujo y ociosidad, a cuenta del bien común -cuando no en su perjuicio- ahora no dejan nada para cultivos. Lo cercan todo, y para ello, si es necesario derribar casas, destruyen las aldeas no dejando en pie más que las iglesias que dedican a establo de las ovejas. No satisfechos con los espacios reservados a caza y viveros, estos piadosos varones convierten en pastizales desiertos todos los cultivos y granjas.

Para que uno de estos garduños -inexplicable y atroz peste del pueblo- pueda cercar una serie de tierras unificadas con varios miles de yugadas, ha tenido que forzar a sus colonos a que le vendan sus tierras. Para ello, unas veces se ha adelantado a cercarías con engaño, otras les ha cargado de injurias, y otras los ha acorralado con pleitos y vejaciones. Y así tienen que marcharse como pueden hombres, mujeres, maridos, esposas, huérfanos, viudas, padres con hijos pequeños, familias más numerosas que ricas, pues la tierra necesita muchos brazos y se ven obligados a marchar. Dejan sus casas y sus hijos y no saben dónde refugiarse. Sus ajuares por los que no podrían obtener mucho, suponiendo que encuentren quien se los compre, se ven obligados a venderlos por un precio vil que no les vale para sostenerse mucho tiempo. Entonces no les queda otro recurso que hurtar, por donde llegarán a la cárcel, o se resignarán a vivir de limosnas.

PENA DE MUERTE

"Según afirmáis, el hurto no debe de ser castigado con el máximo suplicio, y qué otra pena más conveniente al interés público debería imponerse a tal falta.- Pregunta el cardenal Morton.

- "Es desproporcionada la pena de privar la vida por haber robado dinero. Opino que todas las riquezas de este mundo no se pueden igualar con la vida de un hombre.- Responde Rafael Hitlodeo.

Continua diciendo “Summum illud ius, summa uocetur iniuria” (A ese supremo derecho, se llama suprema injusticia. (Dice siguiendo a Cicerón en De officiis, I, 10, 33 "Summum ius, summa

Page 3: Resume n

3

iniuria"). Puesto que nada apoya a la justicia la dureza de los derechos legislados por el dictador romano Manlio que desenvaina la espada por cualquier cosa sin importancia (alusión al episodio de Manlio Torcuato en Ab urbe condita VII, 4 en que castiga a su propio hijo con la muerte por trabar singular combate habiéndolo prohibido él).

AL LADRÓN SE LE DA LA OPCIÓN DE MATAR PARA ELIMINAR TESTIGOS.

Cuando el ladrón sabe que el peligro a que está expuesto es el mismo tanto si sólo hurta como si hurta y asesina, le estimula a matar a aquel que , en otro caso, tan sólo sería robado.

¿Por qué dudar de la eficiencia del sistema de castigo de las infracciones de la ley seguido durante mucho tiempo por los romanos? A los mayores criminales se les condena a trabajar en las canteras y en las minas durante toda la vida.

Los que se niegan a trabajar, o bien lo hacen con haraganería, son obligados a ello no solamente encadenándolos, sino incluso pegándoles.

¿QUÉ HACER CON LOS QUE ROBAN?

Todos van vestidos de un color especial y no se les corta el pelo, exceptuando en la parte de la cabeza que está sobre las orejas, una de las cuales ha sido ligeramente recortada. Se les permite recibir regalos de sus amigos, como alimentos, bebidas, vestidos de color fijado; pero obsequiar dinero conduce a la muerte tanto al que da como al que recibe. No menos delictivo es que el hombre que goza de libertad por cualquier circunstancia tome dinero de cualquier esclavo (que así denominan a los penados) y al esclavo que toque con sus manos armas. Cada región señala a los condenados con un signo diferente, y si uno se la borra es condenado a muerte, y la misma pena si sale fuera de los límites del distrito o si conversa con otro penado de distrito distinto. El propósito de fugarse no es menos arriesgado que la misma fuga, pues quien se hace cómplice de tal intención pierde la vida si es esclavo, y la libertad si goza de ella. Está determinado que las acusaciones se premien: al hombre libre con dinero, al esclavo concediéndole la libertad, y a los dos se otorga amnistía y perdón para que nadie tenga ocasión de pensar que posee más garantía perseverando en el delito que arrepintiéndose.

HABLA EL BUFÓN QUE HABÍA ALREDEDOR DE LA CONVERSACIÓN

Ordeno que todos los mendigos sean repartidos en los conventos de benedictinos, para transformarlos en lo que los frailes llaman legos, y decreto que las mujeres sean todas monjas." El cardenal se rió y lo consideró como una broma, pero los demás lo tomaron en serio. Un religioso teólogo a quien lo que se dijo sobre los frailes y los curas le había gustado, comenzó igualmente a bromear sobre el tema, a pesar de que era un hombre serio hasta la acritud. -No os liberaréis de mendigos -manifestó- si no pensáis primeramente en nuestro bienestar, el de los frailes. -¡Si el problema -contestó el parásito- está ya solucionado! El cardenal se refirió a vosotros aconsejando el encierro y las ocupaciones duras para los haraganes. Y vosotros sois los más vagos del universo. "Al acabar de decir el bufón estas palabras, todos dirigieron la mirada al cardenal, viendo que nada

Page 4: Resume n

4

decía en defesa propia y la de los religiosos, y se echaron a reír de buena gana"

Después que Rafael recuerda el parlamento con el cardenal, Rafael le dice: Casi creí volver no solamente a mi país, sino también a la infancia por virtud del feliz recuerdo de aquel cardenal. AQUÍ SE PUEDE HABLAR DE SU FORMACIÓN CON EL CARDENAL, INCLUSO TAMBIÉN DE SUS EXPERIENCIAS EN MONASTERIOS.

FORMA DE GOBERNAR SEGÚN RAFAEL

Tomás anima a Rafael para que aconseje a los gobernantes, pero el replica:

"Si intercediese para que apreciase a sus súbditos y se hiciese querer por éstos, que habitase entre ellos y les gobernase juiciosamente y no molestase a los otros cuando se tiene suficiente con el que se posee y todavía sobra, con un discurso parecido, ¿con qué oídos suponéis que sería escuchado, amigo Moro?

EXPRIMIR AL PUEBLO CON MULTAS

Un tercero aconseja que vuelvan a ponerse en vigor ciertas leyes ya anticuadas por el prolongado desuso, y como nadie las recuerda y todos las transgreden, se impondrán multas y más multas. Ese es un negocio muy honrado, porque se encubre con la máscara de la justicia y aporta mucho dinero. Seguidamente otro cree que sería conveniente obstaculizar mediante una serie de prohibiciones, castigadas con elevadas multas, una serie de cosas, principalmente las que no son provechosas para el pueblo. Aquellos cuyo intereses fueran lesionados por dichas prohibiciones, serían dispensados de ellas mediante el abono de una cantidad de dinero; con ello el rey sería apreciado por su pueblo y lograría doble ganancia; por una parte, el dinero de los codiciosos que hubieran transgredido, y por otra el de las dispensas.

RESPUESTA DE RAFAEL A ESTAS PROPUESTAS DE LOS CONSEJEROS

"Considero desastrosos y despreciables todos los consejos que acabáis de dar al monarca, para quien lo honorífico y austero reside en enriquecer a su pueblo más que a sí mismo. (...) El deber fundamental del rey es procurar más por el bienestar de sus súbditos que por la felicidad personal, como el pastor, que debe cuidar de su rebaño y no de sí mismo, pues para eso es pastor. Los que piensan que la pobreza del pueblo es una seguridad de paz para el Estado, están completamente equivocados, porque ¿dónde abundan más las riñas si no entre los pobres? ¿Quién desea más cambiar el orden social si no aquel que no está conforme con su presente condición? ¿Y no es el más astuto de los rebeldes el que confía ganar algo porque ya no le queda nada que perder?" (El

Page 5: Resume n

5

rey) Viva honestamente con lo que posee, adapte sus lujos a sus ganancias, ataque los crímenes y los frene por medio de leyes prudentes en lugar de dejarlos sueltos para castigarlos después, y no vuelva, sin motivo justificado, a poner en práctica las leyes abandonadas por la costumbre, y en particular aquellas que, arrinconadas desde hace tiempo, no tienen ninguna utilidad.

¿TOMAR PARTIDO O NO TOMAR PARTIDO?

MORO PREFIERE TOMAR PARTIDO

Menciona Moro a Plauto y a Séneca para explicar que es necesario no mezclar una tragedia con una comedia dice: " sea cual fuere la obra representada, encarnad vuestro personaje lo mejor posible, y no alteréis el conjunto cuando recordéis algún trozo más inspirado de otra."

En los asuntos referentes al Estado y en los consejos de los soberanos, ocurre igualmente. Aunque os veáis impotentes para desterrar las perversas opiniones y enmendar las faltas acostumbradas, no por ellos debéis eximiros del Estado y dejar la nave en medio de la tempestad porque os es imposible dominar los vientos. Y tampoco mantener una doctrina extraña ante personas que opinen distintamente y a las que es casi imposible convencer; es preciso que sigáis un camino oblicuo y que procuréis solucionar las cosas con vuestras propias fuerzas, y, si no podéis realizar todo el bien, procurad por lo menos disminuir el mal, pues no es probable que todas las cosas vayan perfectamente, a no ser que los hombres sean todos buenos, lo que no creo que ocurra hasta dentro de mucho tiempo.

RAFAEL PREFIERE NO TOMAR PARTIDO.

Puede suceder que al consagrarme a cuidar la locura de los demás me vuelva loco como ellos. Cuando deseo exponer verdades se me hace imposible retenerlas. No sé si el contar mentiras es propio de un filósofo, pero verdaderamente no lo es de mí.

Además de todas estas cosas, Rafael advierte que no les haría ninguna gracia a los consejeros reales que hablase de abolir la propiedad privada como imaginaba platón o como practican los utópicos.

"Tampoco yo sería útil en los consejos de los príncipes, porque si opinase de distinta forma que la mayoría sería como si no opinase, y si coincidiese, sería favorecedor de su doctrina, como afirma el Mición terenciano. No comprendo la finalidad de vuestro camino oblicuo según el cual hay que procurar, a falta de poder realizar el bien, evitar el mal por todos los medios a nuestro alcance. (...) No es posible llevar a cabo ninguna acción benéfica, ya que es más probable que el mejor de los hombres se corrompa en semejantes asambleas que no que corrija a sus compañeros.

Page 6: Resume n

6

SOBRE LA PROPIEDAD PRIVADA

Rafael:

"Doquiera que exista la propiedad privada, donde todo se mida por el dinero, no se podrá alcanzar que el Estado reinen la justicia y la propiedad."

"Es muy justo repartir equitativamente los bienes y que no se obtiene el bienestar de los hombres de los hombres sin la anulación de la propiedad privada"

Moro:

"Yo -le contesté- pienso, por el contrario, que no podría gozar de felicidad donde todo fuera común, porque ¿cómo aumentarán las riquezas si todos se niegan a trabajar? Si no hay estímulo de la ganancia descansando sobre el trabajo ajeno, y cuando todos se vean angustiados por la pobreza, en la imposibilidad de conservar el bien adquirido, ¿no traerá consigo fatalmente numerosos crímenes y revueltas?"