RESGUARDO DE UNA HISTORIA SILENTE - Mercer Hoteles
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186 diciembre 2016 — admexico.mx
Mercer Barcelona representa un desafío a la conservación y a la puesta en relieve del patrimonio y la cultura del edificio que lo alberga.
RESGUARDO DE UNA HISTORIA
SILENTE A R Q U I T E C T U R A Y R E S T A U R A C I Ó N R A FA E L M O N E O
P O R M A R Í A A L C O C E R M M
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Página anterior La Grand Suite cuenta con 150 metros cuadrados que presumen una cuidada selección de mobiliario de gran diseño. Arriba Tras el hall se encuentra el Patio de los Naranjos, rodeado de columnas del siglo XVII y con un muro acristalado por el que se filtra la luz natural e ilumina las estancias comunes de la planta baja. Abajo Mercer Restaurant se sitúa en la parte más noble del edificio, entre sus históricos muros romanos, y
destaca la majestuosidad de la torre de defensa de la antigua muralla de Barcino, donde yace un comedor idóneo para eventos privados.
188 diciembre 2016 — admexico.mx
Esta foto Una terraza con piscina en la azotea, con vista a los tejados de la parte más antigua del barrio gótico barcelonés, fue concebida para tomar el sol y relajarse. Durante la noche se puede disfrutar de un rico cocktail a la luz de las estrellas. Página opuesta Las habitaciones conservan la altura de los techos y las vigas de madera originales.
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Asentado en el número 7 de la calle Lledó, en un
antiguo palacete del siglo XII sobre una parte
de la muralla de la ciudad romana Barcino, en
el Barrio Gótic, Mercer Barcelona es una joya patri-
monial donde memoria y presente comulgan para
ofrecer una hospitalidad de fastuosa naturalidad.
Rehabilitado por el arquitecto Rafael Moneo —Pre-
mio Pritzker 1996 y premio Príncipe de Asturias de
las Artes 2012—, el inmueble combina historia con
modernidad. Su fachada medieval, con bellos bal-
cones, da la bienvenida a través de un gran portón
de madera, desde donde se observa la recepción con
una impresionante viga del siglo XVI. Para recuperar
estas piezas y devolverles su esencia original, se rea-
lizó un minucioso estudio histórico y arquitectónico
con la colaboración del Patrimonio de la Generalitat
de Cataluña y de la Universidad de Barcelona.
Además de la restauración y la conservación de
los elementos legítimos del edificio, Mercer Hoteles
buscaba conseguir una armonía silente entre éstos y
los nuevos, por lo que, en las 28 habitaciones puso de
relieve las características auténticas de la estructura
con mobilario estilizado bajo un concepto de diseño
contemporáneo y con el toque genial de las obras de
arte del expresionista Agustí Puig.
La apuesta de calidad también se degusta en la
propuesta gastronómica del Mercer Restaurant, diri-
gido por el chef Harald Wieding y el sous chef Marc
Ramos, quienes dan vida al alma de la cocina catala-
na a través de exquisitos platillos gourmet. Al mismo
tiempo, Le Bouchon—con acceso directo desde la
calle y bajo el formato de una taberna— ofrece una
carta rica en aperitivos y tapas.
Por su parte, las dos torres de vigilancia de la mura-
lla de Barcino coronan la terraza con alberca y ofrecen
panorámicas a la cúpula de Santa María del Mar, la
basílica de San Just i Pastor y la Catedral de Barcelona.
El hotel, enclavado en los vestigios romanos de
la Ciudad Condal, mantiene un ambiente de calma y
sosiego en pleno bullicio del Barri Gòtic de Barcelona.
Un proyecto complejo que Mercer Hoteles confió al arquitecto Rafael Moneo, con el objetivo de revalorizar el patrimonio histórico
revistiéndolo de diseño contemporáneo.
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