¿QUÉ PASA CON LAS MALDICIONES GENERACIONALES

7/24/2019 QU PASA CON LAS MALDICIONES GENERACIONALES

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QU PASA CON LAS MALDICIONES GENERACIONALES?

Introduccin

Existe hoy una corriente teolgica que afirma que muchos creyentes cristianos deben preocuparse por

romper las maldiciones generacionales (aquabreviado con MG) que acarrean. La idea central de esta

enseanza es que mucha gente, aunque sea creyente en Cristo, lleva maldiciones como consecuencia de los

pecados de sus padres, abuelos, bisabuelos, etctera.

Supuestamente, tales maldiciones a uno lo predisponen e impulsan a cometer los mismos pecados de sus

padres. No importa si la persona haya aceptado a Cristo como Seor y Salvador o no, las maldiciones siguen

vigentes y activas hasta que tal persona haya pasado por un rito de rompimiento de maldiciones especial.

Algunos hasta practican una suerte de exorcismo de demonios al dedicar un bebal Seor.

El problema con todo esto es que confunde la a veces nefasta influencia de padres y medioambiente con

maldicin y malinterpreta las escrituras bblicas sobre los temas del pecado, las maldiciones, la salvacin en

Cristo y la santificacin.[1]

La enseanza actual MG es una tergiversacin del evangelio, pues en verdad es una enseanza tipo Jess

y. . O sea, para ser verdaderamente salvo, uno necesita recibir a Cristo como su Salvador y tambin hacer

algo ms, en este caso pasar por un proceso de liberacin de demonios y maldiciones que supuestamente

lleva aun despus de haber confesado a Cristo como Seor. En ese sentido esta creencia tiene ms en comn

con las sectas falsas como el mormonismo (Cristo + los ritos y reglas mormonas = salvacin), que con elcristianismo ortodoxo.

1 Pedro 2:9 nos ensea que somos linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido por

Dios, para que anunciis las virtudes de aquel que os llamde las tinieblas a su luz admirable. Sin

embargo la confusa y distorsionada doctrina MG nos pide pensar que uno puede estar en esa luz admirable, y

a la vez estar posedo por demonios y atado por maldiciones satnicas. En la prctica es una doctrina que

estima al rito de rompimiento de maldiciones realizado por un pastor de la actualidad como cosa ms

poderosa que la confesin de Cristo como Seor y Salvador.
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El Dr. W. E. Nunnally de Evangel University en Springfield, Missouri, resume las deficiencias de la

enseanza MG de la siguiente manera:

1. Niega la suficiencia de las Escrituras y requiere que se aadan a la Palabra de Dios pruebas, rituales,

y frmulas generadas por el hombre (compare 2 Timoteo 3:1517; 2 Pedro 1:38).

2. Niega la perfecta obra de Cristo en la Cruz.

3. Tergiversa el evangelio de Cristo (vase Glatas 1:69).

4. Niega la enseanza bblica de la responsabilidad personal.

5. Nos acerca un paso ms al paganismo del que fuimos llamados.

6. Pone exagerado nfasis en la obra del hombre, y da vueltas a la idea de una relacin con Dios basada

en las obras.[2]

El problema de fondo es una confusin sobre el tema de santificacin. La motivacin de la enseanza MG

yace en el hecho de que muchas personas, aun despus de aceptar a Cristo como Seor y Salvador, encuentranque luchan con tentacin y pecado en sus vidas. Cmo llega un cristiano a vivir en victoria? La Biblia tiene

mucho que decir sobre eso, pero en ningn lugar prescribe las cosas que ensean los maestros de la enseanza

MG.

Seguramente muchos de los que ensean la doctrina MG tienen muy buenas intenciones y sinceramente

desean ayudar a las personas a vivir en victoria sobre el pecado. El problema es que en este caso, el remedio

ofrecido es peor que la enfermedad, pues se hace un diagnstico fallado y se ofrece una solucin errnea, que

a la vez distorsiona y empobrece la apreciacin de Cristo.

Veamos cuales son los errores principales de la enseanza maldiciones generacionales y cul es la respuesta

bblica al problema del pecado en la vida del creyente.

Las ideas centrales de la enseanza sobre maldiciones generacionales

La expresin maldicin generacional no aparece en la Biblia. Es un trmino acuado en tiempos recientes.

La doctrina nace de una mala interpretacin que se hace de xodo 20:3-6, en la declaracin de los Diez

Mandamientos.

No tendrs dioses ajenos delante de m.

No te hars imagen, ni ninguna semejanza de lo que estarriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las

aguas debajo de la tierra.

No te inclinars a ellas, ni las honrars; porque yo soy Jehovtu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad

de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los que me aborrecen, y hago

misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Marilyn Hickey afirma que si un pecado es cometido reiteradas veces, se convierte en una iniquidad que

puede ser traspasada por la sangre. Cuando una persona transgrede la ley continuamente, se crea en l una

iniquidad que es pasada a los hijos. Los hijos tendrn la debilidad que los inclinarhacia el mismo tipo de

pecado.[3]
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La idea es que un pecado (hebreo HATTAT) que se comete con frecuencia regular se llega a convertir en una

iniquidad (AVON). Segn la enseanza MG, donde uno se encuentre con la palabra iniquidad en la Biblia,

debe entender que se trata de un pecado que trae una maldicin generacional. Es un pecado hereditario que se

traspasa en la herencia gentica y con presencia demonaca adjunta.

Larry Huch lo explica as:

Creo que Dios desea que sepamos que aparte de Jess y la comprensin que su sangre nos ha liberado, las

iniquidades son traspasadas desde los padres y las madres a los hijos y a los hijos de los hijos. La iniquidad

heredada por los hijos es traspasada por medio de una maldicin que no es el resultado de algo que hayan

hecho los hijos, sino es el resultado de algo que sucedien la vida de sus antepasados y que les cayencima. .

. Por medio de la concepcin, se nos ha traspasado debilidades y heredamos una fuerza espiritual maligna en

nuestro interior que nos doblega bajo su naturaleza destructiva.[4]

Espritus Familiares

Otra enseanza de la corriente MG es que lo que se transmite no es solamente la culpa del pecado del

progenitor sino demonios tambin. Se ensea que existen espritus familiares es decir, demonios

pertenecientes o vinculados a determinadas familias. Estos demonios supuestamente quedan ligados a unafamilia durante decenios y hasta siglos, pasando de una generacin a otra por medio de la reproduccin

natural, en la sangre.

La enseanza es entonces, estar bajo una maldicin generacional involucra a estos espritus familiares

quienes tientan o esclavizan a miembros de una misma familia con el fin que de sigan cometiendo los mismos

pecados durante generaciones, sea alcoholismo, violencia domstica, incesto, adulterio, o cualquier otra cosa.

Liberacin de la Maldicin Generacional

Los maestros de la enseanza MG dicen que para ser liberado de una maldicin generacional uno tiene que

indagar e investigar su genealoga para descubrir cules fueron los pecados graves cometidos por sus

ancestros, ya que uno deberpedir perd

n por esos pecados como si fueran suyos.

Neil Anderson ensea que para librarse de una maldicin generacional, uno debe declarar tres cosas.

1. Como hijo de Dios, aquy ahora rechazo y me deshago de todos los pecados de mis antepasados.

2. Cancelo toda actividad demonaca que me sido pasada por mis ancestros.

3. Mando que todo espritu familiar que estdentro de mi o alrededor mo que se vaya al abismo y que se

quede ahhasta el da del juicio.

Anderson asegura que el hacer tal o similar oracin entonces, romperla maldicin y libraral afectado de

sus efectos.

Refutacin de la enseanza Maldiciones Generacionales

La enseanza MG tiene muchos seguidores en este tiempo, los inicios del siglo xxi. Sin embargo, es una

enseanza falsa que se puede refutar bblicamente y sin mayor dificultad. Los que afirman la enseanza MG

suelen apuntar a xodo 20:5 como una prueba de su doctrina, pues en el pasaje Dios dice visito la maldad

de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin. Entonces, Dios supuestamente castiga a las
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personas por los pecados de sus padres, abuelos, y bisabuelos. Pero, se estarcomprendiendo el pasaje

correctamente?

Hay que ver mejor el pasaje de xodo 20:5, en su contexto.

No te hars imagen, ni ninguna semejanza de lo que estarriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las

aguas debajo de la tierra.

No te inclinars a ellas, ni las honrars; porque yo soy Jehovtu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad

de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los que me aborrecen, y hago

misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Exo. 20:4-6

Algunas observaciones sobre el pasaje:

1. Esta expresin se encuentra en el contexto mayor de la declaracin de los Diez Mandamientos. El

texto citado comenta el segundo mandamiento, contra la idolatra.

2. En todo el pasaje no aparece nunca la palabra maldicin. La palabra hebrea QALAL, que es

traducida como maldicin en Deut.28:15, 45; 30:19 y muchos otros lugares del AntiguoTestamento, no aparece ni una sola vez en todo el libro de xodo!

3. Dios aquadvierte contra el pecado de la idolatra, la cual fomenta muchas otras clases de pecado.

4. Dios quera hacerles entender que el introducir una cultura idoltrica tendra un impacto terrible en

una familia, hasta varias generaciones. Este mandamiento en contra de la idolatra, es donde aparece

esto de los efectos nefastos del pecado sobre los hijos, los nietos, y los bisnietos. Es decir, todos los

que puedan ser directamente influenciados por el padre de familia idlatra.

La misma advertencia no se da en ningn otro de los Diez Mandamientos. Por qu? Por quno hay una

similar advertencia en el mandamiento contra el adulterio? Los maestros MG insisten que si uno comete

adulterio, ascomo tambin lo hizo su padre, que eso es indicio de una maldicin generacional pero porqusolo encontramos esta exhortacin en el mandamiento contra la idolatra?

Dios les estdiciendo que si permiten que se fomente una cultura idoltrica en Israel, serun problema

terrible, y muy difcil de erradicar, pues los hijos, nietos y bisnietos seguramente seguirn el ejemplo del

padre, abuelo y bisabuelo.

Dios NO estaba diciendo, Si ustedes pecan, pase lo que pase, les juro que me voy a desquitar con sus hijos,

nietos y bisnietos. Dios no es as.

Los de la tercera y cuarta generacin no son el punto donde se agotan los castigos por el pecado del

antepasado, y donde por fin a Dios se le acaba la rabia. Lo que dice este texto es que Dios advierte que cada

generaci

n repetirel ciclo, practicando la idolatr

a. El juicio de Dios solamente cae sobre los culpables, los

que me aborrecen. Dios no castiga a los inocentes.

Los maestros de la corriente MG no toman nota de que en el mismo versculo Dios ofrece su misericordia

hasta a mil generaciones de quienes aman al Seor. Vase Rom. 5:20b ms cuando el pecado abund,

sobreabundla gracia.

La interpretacin correcta de xodo 20:5 sencillamente es que no hay que caer en la idolatra, pues ese

pecado, adems a afectar a los adultos, es fcilmente observado, aprendido y repetido por los hijos y los


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nietos; y todos los que cometen el pecado tambin sufrirn su merecido castigo. No hay nada en el pasaje

sobre castigo o culpa sobre hijos inocentes sino sobre los que me aborrecen.

En el caso de la idolatra, ms ser que un pecado individual y secreto, era un pecado colectivo y abierto que

impactaba fuertemente en la familia y la sociedad pues los padres motivaban a sus hijos, nietos y hasta

bisnietos a seguir su ejemplo. Dios advierte de las consecuencias nefastas de la idolatra, y que castigara a

quienes repiten la iniquidad de sus antepasados, pues no han cambiado sino que perseveran en el pecado.

Al ver la historia de Israel, nos damos cuenta de la importancia y seriedad de esta situacin con este pecado

en particular. La idolatra fue la causa primordial de la destruccin de Israel y del cautiverio de Jud no el

robo ni el falso testimonio, ni siquiera el adulterio. Todos aquellos pecados indudablemente se cometieron en

Israel, pero el pecado que ms los alejde Dios, el que condujo a las otras formas de pecar, el que impacta

muchas generaciones y que fue repetido de generacin en generacin hasta que por fin cayel castigo de Dios

sobre la nacin, fue la idolatra, el abandono de la adoracin de Jehoven pos de otro dios. El profeta Oseas

hizo la denuncia de esta verdad:

Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendimi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar

purificacin.

Porque de Israel es tambin ste, y artfice lo hizo; no es Dios; por lo que serdeshecho en pedazos el

becerro de Samaria. Oseas 8:5-6.

Hay que observar otra cosa sobre xodo 20:5. Ahno se dice nada sobre el diablo o Satans. La sentencia del

castigo que caersobre los que pecan viene de Dios y no del diablo. Cmo se puede usar este versculo para

ensear sobre supuestas maldiciones satnicas?

Todos los pasajes del Antiguo Testamento que contienen la palabra maldicin que los maestros MG usan

para apoyar su enseanza, son pasajes donde es Dios quien advierte sobre el castigo que vendrsobre el

pecador. Uno se debe preguntar, si hay una maldicin sobre algo, puesta ahpor Dios, quin se cree tan

poderoso que es capaz de deshacer una obra de Dios? Cuntas veces aparece en la Biblia la expresin

maldicin satnica o maldicin diablica? Cero. Ninguna.

El significado y uso del vocablo maldicin en la Biblia

En la Biblia hay dos tipos de maldiciones, las que un hombre puede injuriar sobre otro hombre (ej. Job 31:30),

y las que pronuncia Dios (ej. Deut.29:19,20; Num.5:22; Isa.24:6; etc.).

En ningn lugar declara la Biblia que es Satans quien pronuncia las maldiciones. Por ejemplo, en la

narracin sobre la cada de Adn y Eva, es Dios y no Satans quien declara el estado de maldicin que habra

sobre la tierra como fruto de su pecado (Gen. 3:17). Indudablemente, Satans fue quien tenta la mujer, y el

iniciador de todo el problema, pero la maldicin sobre la tierra la pronunciDios, y no Satans. Por ende, ser

Dios y no Satans quien levante esa maldicin, con la Segunda Venida de Cristo.

Las maldiciones pronunciadas por los hombres efectivamente eran estimadas como algo ms que un simple

deseo de mala suerte para un enemigo. En verdad eran una suerte de oracin a dioses y espritus para que

stos trajesen mal contra el objeto de la maldicin, tal como Goliat maldijo a David, invocando a sus dioses (1

Sam.17:43). Sin embargo, ascomo las palabras de Goliat no intimidaron a David, la Biblia desconoce el

poder de las maldiciones humanas. En ningn lugar advierte Dios del peligro de caer bajo una maldicin

pronunciada por voluntad humana.


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Las nicas maldiciones que Dios exhorta a tomar en serio son las que l mismo ha pronunciado. En el bien

conocido pasaje que concluye la seccin sobre las bendiciones y maldiciones de Deuteronomio 28 y 29, no

hay que olvidar que es Dios, y no el diablo, quien dice,

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la

muerte, la bendicin y la maldicin; escoge, pues, la vida, para que vivas ty tu descendencia. Deut.

30:19.

El principal sustantivo en el hebreo que se traduce como maldicin o juramento es la palabra ALAH. Se

refiere principalmente a la ejecucin del juramento requerido para validar un pacto o acuerdo (Vine). Es la

palabra que usel criado de Abraham al hablar con la familia de Rebeca, cuando describiel juramento que

haba hecho de buscar esposa para Isaac entre su parentela (Gen. 24:41). En el Salmo 10:7, David describe al

hombre malo de la siguiente manera: Llena estsu boca de maldicin, y de engaos y fraude; debajo de su

lengua hay vejacin y maldad. La palabra maldicin que aparece ahes ALAH. En otras palabras David

afirma que el hombre malo hace juramentos buscando mal para las personas. La versin Biblia de las

Amricas traduce este pasaje como Llena estsu boca de blasfemia, engao y opresin; bajo su lengua hay

malicia e iniquidad.En ningn momento expresa David que siente temor de tales maldiciones; simplemente

estdescribiendo al hombre inicuo en su ira y desesperacin para hacer el mal.

Hay dos verbos en el texto bblico hebreo que se traducen como maldecir, estos son QALAL y ARAR.

QALAL literalmente tiene que con decir que algo es liviano o insignificante. Fue la palabra usada para

describir como Goliat maldeca a David. ARAR es una expresin de juicio por violacin del pacto de Dios, y

es la que aparece en Deuteronomio 27 y 28. Ahaparece dieciocho veces, y en todo el A.T. un total de sesenta

y tres. Solo Dios puede verdaderamente maldecir con ARAR.

En cuanto a los espritus familiares

El problema con este aspecto de la enseanza MG, esten el uso de la palabra familiar. Lo toman como

propio de la familia. Pero un estudio del texto bblico y el hebreo revelan que significa un espritu inmundo

bien conocido, el otro sentido de la palabra familiar. Es decir, se describe a un hombre que ha entrado

voluntariamente en relacin estrecha con el espritu, practica necromancia, y no algo que le estpasando a

una familia. El origen de la expresin espritu familiar es la traduccin al espaol de la expresin en ingls

familiar spirit que saparece en la versin inglesa antigua de la Biblia. En la versin King James del ao

1611, Levtico 20:27 reza as:

A man also or woman that hath a familiar spirit, or that is a wizard, shall surely be put to death: they shall

stone them with stones: their blood shall be upon them.

Una traduccin bien literal al castellano de este texto sera:

Un hombre tambin o una mujer que tenga un espritu familiar, o que sea un brujo, a tal persona

seguramente se le darmuerte: se les apedrearcon piedras; su sangre estarsobre ellos mismos.

Sin embargo, en las versiones de la Biblia publicadas en el espaol, el texto de Lev.20:27 dice as:

Y el hombre o la mujer que evocare espritus de muertos o se entregare a la adivinacin, ha de morir; sern

apedreados; su sangre sersobre ellos.(Versin Reina Valera 1960)


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Si hay mdium o espiritista entre ellos, hombre o mujer, ciertamente han de morir; sern apedreados; su

culpa de sangre sea sobre ellos. (La Biblia de las Amricas)

Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se da la adivinacin sermuerto, lapidado; caiga sobre

ellos su sangre. (Versin Nacar Colunga)

Cualquiera de ustedes, hombre o mujer, que sea nigromante o espiritista, sercondenado a muerte. Morirapedreado, y serresponsable de su propia muerte.(Nueva Versin Internacional)

Obsrvese que la expresin espritu familiar no aparece en ninguna versin de la Biblia en espaol.

Tampoco la idea que se trata de un hombre con un espritu pegado a su familia o cosa por el estilo. En cada

caso, los traductores de las versiones castellanas (astambin como en las versiones ms modernas en el

ingls) no usan la expresin hombre que tenga un espritu familiar sino simplemente espiritista o

hombre que evocare espritus u otra expresin similar. Eso es porque el texto hebreo original no describe a

una persona poseda por un demonio que lleva generaciones de presencia en su familia, sino a un hombre

espiritista, un mdium que invoca a los muertos, un hombre bien familiarizado con los demonios. La

enseanza sobre espritus familiares no es ms que una triste y falsa doctrina fundamentada en una mala

comprensin y una psima interpretacin de un pasaje de la versin King James de la Biblia en ingls

antiguo, del ao 1611.

En esa versin de la Biblia (King James), la expresin familiar spirit aparece en siete lugares: Lev. 20:27; 1

Sam. 28:7; 1 Sam 28:8; 1 Cron.10:13; 2 Cron. 33:6; Isa.19:3 e Isa 29:4. La palabra hebrea usada en todas

estas instancias es OBE, que tiene de raz el sonido de una vasija vaca. Aquella palabra se usaba para

describir a un ventrlocuo, uno que hacia hablar a los muertos, un mdium o espiritista. El mismo vocablo

OBE aparece en Isaas 29:4:

Isa 29:4 Entonces sers humillada, hablars desde la tierra, y tu habla saldrdel polvo; y sertu voz de la

tierra como la de un fantasma (OBE), y tu habla susurrardesde el polvo.

El problema es que los norteamericanos maestros de la enseanza MG han traducido la expresin inglesa

arcaica y mal comprendida al castellano y solo Dios sabe a cuantos idiomas ms. Hasta hay libros sobre

Espritus Familiareseditados en castellano, pero ni el concepto, como tampoco la expresin de la idea

existe en toda la Biblia.

En conclusin, la falsa enseanza actual sobre maldiciones generacionales estfundada sobre el

fundamento de la falsa enseanza sobre espritus familiares.

En cuanto a la frmula para liberacin de Anderson.

Las palabras de Anderson, citadas al inicio de este escrito, son muy impresionantes, pero se equivoca en

muchas cosas.

1. Tno eres el dueo, ni tampoco el responsable por los pecados de tus padres y ancestros.

2. Ningn demonio habita dentro de un hijo de Dios. (1 Juan 4:4)


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3. Tno tienes la autoridad para enviar demonios al abismo. Eso lo harDios cuando El decida. Jess

en la tierra envidemonios a los cerdos y no al abismo. (Mar.5:13).

Las Uvas Agrias de Ezequiel

Hay un pasaje en la profeca de Ezequiel que establece de manera muy clara e imposible de malentender, lo

que Dios piensa sobre el pecado y como esto se relaciona con padres e hijos.

Ezequiel 18:1-4 (NVI)

El Seor me dirigila palabra:

A quviene tanta repeticin de este proverbio tan conocido en Israel: Los padres comieron uvas agrias, y

a los hijos se les destemplaron los dientes?

Yo, el Seor omnipotente, juro por mmismo que jams se volvera repetir este proverbio en Israel. La

persona que peque morir. Sepan que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo.

Los judos en Babilonia, en cautiverio, citaban un refrn que reflejaba su creencia en las maldiciones

generacionales. Decan que los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les destemplaron los dientes.

Con eso decan, Nuestros padres pecaron, pero nosotros estamos sufriendo el cautiverio en Babilonia. No es

justo. Dios no es justo al castigarnos por algo que no hicimos. Estamos bajo una maldicin que no

merecemos.

Dios confronta a tal prepotencia de parte de los judos exiliados con este poderoso mensaje, dado por el

profeta Ezequiel. Les afirma que estn en el exilio de manera muy justa y merecida, pues Dios no castiga al

inocente.

El profeta les ensea que Dios juzga a cada uno por separado. l es el amo y el juez de cada vida. Veamos elresto del pasaje en Ezequiel captulo 18:

El caso del hombre justo v- 5-9

Quien es justo practica el derecho y la justicia; no participa de los banquetes idoltricos en los cerros, ni

eleva plegarias a los dolos malolientes de Israel. No deshonra a la mujer de su prjimo, ni se une a la mujer

en los das de su menstruacin. No oprime a nadie, ni roba, sino que devuelve la prenda al deudor, da de

comer al hambriento y viste al desnudo.

No presta dinero con usura ni exige intereses. Se abstiene de hacer el mal y juzga imparcialmente entre losrivales. Obedece mis decretos y cumple fielmente mis leyes. Tal persona es justa, y ciertamente vivir. Lo

afirma el Seor omnipotente.

El caso del hijo pecador v.10-13


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Pero bien puede suceder que esa persona tenga un hijo violento y homicida, que no siga su ejemplo y

participe de los banquetes idoltricos en los cerros; que deshonre a la mujer de su prjimo, oprima al pobre

y al indigente, robe y no devuelva la prenda al deudor, y eleve plegarias a los dolos e incurra en actos

repugnantes; que, adems, preste dinero con usura y exija intereses. Tal hijo merece vivir? Claro que no!

Por haber incurrido en estos actos asquerosos, sercondenado a muerte, y de su muerte slo l ser

responsable.

El caso del hijo/nieto justo v. 14-17

Ahora bien, ese hijo podra a su vez tener un hijo que observa todos los pecados de su padre, pero no los

imita, pues no participa de los banquetes idoltricos en los cerros, ni eleva plegarias a los dolos malolientes

de Israel, ni deshonra a la mujer de su prjimo;

no oprime a nadie, no roba, devuelve la prenda al deudor, da de comer al hambriento y viste al desnudo; se

abstiene de hacer el mal, no presta dinero con usura ni exige intereses; cumple mis leyes y obedece mis

decretos. Un hijo asno merece morir por la maldad de su padre; merece vivir!

En cuanto a su padre, que fue un opresor, que roba su prjimo y que hizo lo malo en medio de su pueblo,

morirpor su propio pecado!

Pero ustedes preguntan: Por quno carga el hijo con las culpas de su padre? Porque el hijo era justo y

recto, pues obedecimis decretos y los puso en prctica! Tal hijo merece vivir!

Aquaparece la idea central del mensaje:

Eze. 18:20 Todo el que peque, merece la muerte, pero ningn hijo cargarcon la culpa de su padre, ni

ningn padre con la del hijo: al justo se le pagarcon justicia y al malvado se le pagarcon maldad.

Eze. 18:21-30

Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica

el derecho y la justicia, no morir; vivirpor practicar la justicia, y Dios se olvidarde todos los pecados

que ese malvado haya cometido. Acaso creen que me complace la muerte del malvado? No quiero ms

bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Seor, lo afirmo.

Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y practica los mismos actos repugnantes del malvado,

merece vivir? No, sino que morirpor causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se recordarningunade sus obras justas.

Ustedes dicen: El Seor es injusto. Pero escucha, pueblo de Israel: En qusoy injusto? No son ms bien

ustedes los injustos? Cuando el justo se aparta de la justicia, cae en la maldad y muere, pero muere por su

maldad!

Por otra parte, si el malvado se aleja de su maldad y practica el derecho y la justicia, salvarsu vida. Si

recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirsino que vivir.


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Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: El Seor es injusto. Pueblo de Israel, en qusoy injusto?

No son ms bien ustedes los injustos? Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgarsegn su

conducta. Lo afirma el Seor omnipotente. Arrepintanse y aprtense de todas sus maldades, para que el

pecado no les acarree la ruina.

Esta misma idea ya se haba declarado en Deut. 24:16.

Deu 24:16 No se darmuerte a los padres por la culpa de sus hijos, ni se darmuerte a los hijos por la

culpa de sus padres. Cada uno morirpor su propio pecado.

Vase tambin Jer. 31:29-32

En aquellos das no volvera decirse: Los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les destemplaron

los dientes. Al contrario, al que coma uvas agrias se le destemplarn los dientes, es decir, que cada uno

morirpor su propia iniquidad.

Vienen das afirma el Seor en que harun nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Jud No

serun pacto como el que hice con sus antepasados el da en que los tomde la mano y los saqude Egipto,

ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo afirma el Seor.

ste es el pacto que despus de aquel tiempo harcon el pueblo de Israel afirma el Seor: Pondrmi ley

en su mente, y la escribiren su corazn. Yo sersu Dios, y ellos sern mi pueblo. Ya no tendrnadie que

ensear a su prjimo, ni dirnadie a su hermano: Conoce al Seor!, porque todos, desde el ms pequeo

hasta el ms grande, me conocern afirma el Seor. Yo les perdonarsu iniquidad, y nunca ms me acordar

de sus pecados.

El profeta Jeremas, citando el mismo refrn mencionado por Ezequiel, sobre las uvas agrias, declara lo

mismo, que Dios no quiere que se vuelva a decir tal cosa. Y luego, reflejando la exasperacin de Dios con el

pueblo judo que mal interpretaba su ley para justificarse, les anuncia que vendrun cambio. Habrun nuevo

pacto, un pacto en el cual la ley estarescrita en sus corazones y mentes. El nuevo pacto en Cristo serla

solucin para el problema de los abusadores que enseaban maldiciones generacionales en el tiempo del

exilio.

Vanlo bien, JEREMAS DICE QUE PRECISAMENTE POR SOSTENER UNA DOCTRINA DE

MALDICIONES GENERACIONALES, ISRAEL PERDISU CONDICIN DE PRIVILEGIO Y DIOS

ANUNCIQUE HARA OTRO PACTO.

Segn Jeremas, la creencia de los judos ya en cautiverio de que Dios les castigaba por los pecados de sus

padres y no por sus propios pecados fue la gota que derramel vaso. Se sellaba la suerte de Israel, que haba

recibido una comisin de ser una nacin sacerdotal, una luz para las naciones gentiles, que modelaran las

bendiciones de la vida bajo el pacto con Dios, pero que haba fallado miserablemente en cumplir esa misin.

En vez de cumplir su misin divina, los israelitas desobedecieron el mandamiento, y en vez de influenciar a

las naciones vecinas, se dejaron influenciar por ellas, tomando y practicando sus formas de idolatra. Adems

de eso, menospreciaban a Jehov, estimndolo como injusto y cruel. Por eso, Dios les anuncipor Jeremas

que hara un nuevo pacto, y un nuevo pueblo. Anuncia la aparicin de la Iglesia de Cristo.


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Esta verdad es de gran importancia, pues los maestros de la enseanza MG, siempre se limitan a citar pasajes

sobre maldiciones declaradas en el Antiguo Testamento. Son cosas tocantes al viejo pacto. Debemos

apreciar lo que Jeremas anunci, y entender que NO ESTAMOS VIVIENDO BAJO EL VIEJO PACTO.

Estamos en el nuevo pacto, el pacto que Cristo sellcon su sangre. Todo eso que se aprecia en Deuteronomio

28 y otros pasajes afines en el A.T. son expresiones sobre las condiciones que Dios estableca para Israel para

su vida bajo el pacto.

Lo que nos toca a nosotros hacer hoy, es saber cules son las condiciones, las demandas, las bendiciones y los

castigos que se expresan en el Nuevo Pacto, el pacto por medio del cual hemos entrado al Reino, y bajo cuyas

leyes hemos de vivir.

Veamos que dice el NT sobre esto

Increblemente, y a pesar de todo lo dicho por los profetas Ezequiel y Jeremas, en los tiempos de Jess an se

crea en esto de las maldiciones generacionales. Vase Juan 9:1-3.

Al pasar Jess, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discpulos, diciendo: Rab,quin pec, ste o sus padres, para que haya nacido ciego? RespondiJess: No es que pecste, ni sus

padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en l.

Todava exista la creencia de una u otra forma en las maldiciones generacionales en aquel tiempo. Si una

persona naca con algn impedimento fsico tal como este hombre ciego desde su nacimiento se

consideraba que era un castigo divino ca do sobre los padres por sus pecados. Tal como lo expresan las

palabras de los discpulos, algunos rabinos enseaban que el impedimento era castigo por pecado del mismo

nio. Alegaban que era posible que el nio, antes de nacer y estando aun en el tero de su madre, habra

tenido pensamientos pecaminosos, y por eso naca con problemas. (Vase el comentario por William

Barclay.)

Cristo no avaltales ideas en absoluto. Ni aqu, ni en ninguna ocasin, declara personas con problemascomo vctimas de maldiciones acarreadas desde sus antepasados.

A cada persona que confrontaba, lo confrontaba con su propio pecado, y le llamaba al arrepentimiento.

Los apstoles tampoco ensearon la doctrina de maldiciones generacionales, a pesar de vivir y ministrar en

un contexto lleno de creencias acerca de maldiciones y brujeras. Durante el primer siglo an exista mucha

creencia en las maldiciones entre los gentiles paganos. La ciudad de feso era un centro de actividades de

brujos que vendan supuestas maldiciones escritas sobre pequeas planchas de plomo o cobre, que uno poda

comprar y usar para maldecir a un enemigo o rival.[5]Los arquelogos han encontrado miles de estos

pequeos katadesmos o Efesia grammata por todo el antiguo imperio romano. No cabe duda que echar

y romper maldiciones era una actividad muy comn en el pueblo pagano. Sin embargo, el Nuevo

Testamento no toma en serio para nada a tales cosas. Ni siquiera los menciona. Al escribir a los efesios, Pablo

hace hincapien que los que estn en Cristo reinan con l en las regiones celestes (Vase Efesios 1:3,20-22;

2:6; 6:12). En ningn lugar prescribe cmo romper una maldicin generacional o de cualquier otro tipo.

Simplemente no toma el tema en serio. Igual que en el Antiguo Testamento, las nicas maldiciones que se

toman en serio, son las divinas, las decretadas por Dios mismo.

Un repaso a la literatura del Nuevo Testamento nos muestra adems lo siguiente:
http://conozca.org/?p=2673#_edn5http://conozca.org/?p=2673#_edn5http://conozca.org/?p=2673#_edn5


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1. Cristo jams invita alguna persona a investigar sobre los pecados de sus ancestros para confesarlos y

asganar libertad de sus propias tentaciones.

2. Cristo jams afirmque haban demonios que moraban en determinadas familias y que estos eran

pasados en generacin en generacin.

3. Ninguno de los apstoles jams predicque para ser verdaderamente salvo haba que pasar por algnrito de rompimiento de maldiciones generacionales. El mensaje apostlico sobre la salvacin siempre fue el

mismo:

Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdn de los

pecados. Hechos 2:38

Cree en el Seor Jesucristo, y sers salvo, ty tu casa. Hechos 16:31

si confesares con tu boca que Jess es el Seor, y creyeres en tu corazn que Dios le levantde

los muertos, sers salvo. Romanos 10:9

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no

por obras, para que nadie se glore. Efesios 2:8,9

Todo aquel que confiese que Jess es el Hijo de Dios, Dios permanece en l, y l en Dios.1 Juan

4:15

Todo aquel que cree que Jess es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que

engendr, ama tambin al que ha sido engendrado por l. -1 Juan 5:1

Obsrve por favor que los apstoles jams exigieron que alguien indagara sobre los pecados de sus padres o

que procurara romper alguna maldicin generacional. Si ellos no lo hicieron, por quse estimponiendo esta

carga a los creyentes de hoy en da?

La enseanza MG esencialmente dice que lo que uno necesita para ser verdaderamente salvo es Cristo, MS

otra cosa. Los judaizantes afirmaban que lo necesario era Cristo MS la circuncisin. Hoy en da, la

enseanza es que hay que tener Cristo MS una liberacin de demonios y maldiciones generacionales por

mano de algn chamn carismtico.

La enseanza MG es una afrenta a la verdad de la absoluta suficiencia de Cristo y su sacrificio en la cruz.

Observe lo que el Nuevo Testamento nos ensea sobre los efectos de la obra de Cristo en la cruz y las

bendiciones que reciben los que confan en El.

Rom. 8:1-2

Ahora, pues,ninguna condenacinhay para los que estn en Cristo Jess, los que no andan conforme a la

carne, sino conforme al Espritu. Porque la ley del Espritu de vida en Cristo Jess me ha librado de la ley

del pecado y de la muerte.


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Glatas 3:24-29

De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fusemos justificados por la

fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jess; porque

todos los que habis sido bautizados en Cristo,de Cristo estis revestidos. Ya no hay judo ni griego; no hay

esclavo ni libre; no hay varn ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jess. Y si vosotros sois de

Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos segn la promesa.

Col.1:12-14

con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el

cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos

redencin por su sangre, el perdn de pecados.

Col.2:8-10

Mirad que nadie os engae por medio de filosofas y huecas sutilezas, segn las tradiciones de los hombres,

conforme a los rudimentos del mundo, y no segn Cristo.

Porque en l habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, yvosotros estis completos en l, que es

la cabeza de todo principado y potestad.

Glatas 3:10-13

Porque todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin, pues escrito est: Maldito todo

aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley

ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivir; y la ley no es de fe, sino que

dice: El que hiciere estas cosas vivirpor ellas. Cristo nos redimide la maldicin de la ley, hecho por

nosotros maldicin (porque estescrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

Juan 8:36

Asque, si el Hijo os libertare,seris verdaderamente libres.

2 Corintios 5:17

De modo que si alguno esten Cristo,nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqutodas son hechas

nuevas.

Que conste que todos estos textos fueron escritos a grupos de personas que vivan en un medioambiente lleno

de creencia en brujeras y maldiciones. Que conste tambin que todos estos pasajes describen a la persona que

ha confesado a Cristo Jess como su Seor y Salvador (Romanos 10:9). En ningn lugar del Nuevo

Testamento se sugiere que estos textos describen a la persona que ha aceptado a Cristo y adems ha pasado

por un rito de rompimiento de maldiciones generacionales. Tal concepto simplemente no existe en ningn

lugar de la Biblia.

En Cristo esttoda nuestra salvacin. No es necesario creer en Cristo, y adems de eso, buscar algn

exorcista moderno para romper supuestas maldiciones generacionales que aun rigen la vida. Eso sera poner al

moderno exorcista al mismo nivel o quizs aun a un nivel mayor que el de Cristo.


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Que el Seor nos ayude a proclamar siempre la verdad de Cristo, nuestro nico y suficiente Salvador.

En cuanto a la santificacin

En la introduccin de este escrito se dijo que el problema de fondo es una confusin sobre el tema de

santificacin y que la motivacin de la enseanza MG yace en el hecho de que muchas personas, aun despus

de aceptar a Cristo como Seor y Salvador, encuentran que todava luchan con tentacin y pecado en sus

vidas.

Este es un tema que ha provocado mucha discusin y una variedad de opiniones a travs de la historia

eclesistica. Para el catlico romano, la santificacin viene por recibir los sacramentos, por otro lado, para los

wesleyanos, la llenura del Espritu Santo es un evento purificador que elimina todas las tendencias hacia el

pecado que existan en el creyente.

En este escrito breve quizs no se podrresponder a todas las preguntas que emanan del tema, pero creo que

las Escrituras safirman varias cosas que nos ayudan a comprender mejor el asunto. Creo que las escrituras

afirman que nuestra santificacin, nuestra vida en Cristo, libre del pecado involucra a cuatro cosas: la sangre

de Cristo, el Espritu Santo, la Palabra de Dios y nuestra propia voluntad.

1. La sangre de Cristo.

Vase las palabras de 1 Juan 1:6-10

Si afirmamos que tenemos comunin con l, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en

prctica la verdad. Pero si vivimos en la luz, ascomo l esten la luz, tenemos comunin unos con otros, y

la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.

Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engaamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si

confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonary nos limpiarde toda maldad. Siafirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros

Observaciones:

A. Aun despus de recibir a Cristo como Seor, el creyente puede caer en pecado.

B. La solucin al pecado es la confesin de la misma, confiando en la fidelidad del Seor para

perdonarnos.

C. La sangre de Cristo hace una operacin continua de limpieza en nuestras vidas. En la expresin la

sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado, el verbo nos limpia (Gr. KATHARIZE) esten

un modo presente continuo. Es decir, limpia y sigue limpiando continuamente. No hay que pensar que uno

recibe perdn de los pecados nicamente en el momento de recibir a Cristo y que si peca despus de eso, est

irremisiblemente perdido o endemoniado o bajo una maldicin. La gracia de Cristo cubre nuestra vida diaria,

perdonndonos nuestras faltas y conducindonos hacia la santidad, en medida que le buscamos en

arrepentimiento por nuestros pecados. En resumidas cuentas, la sangre de Cristo no ha perdido su poder.


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D. No hay nada en el pasaje que habla sobre la confesin de pecados de antepasados, el rompimiento de

maldiciones generacionales o cosa por el estilo.

2. El Espritu Santo

El Espritu Santo estpresente en nuestra santificacin antes, durante y despus de nuestra conversin. Esta es

su misin en el mundo, santificar al pueblo de Dios.

Antes que uno se entregue a Cristo, es el Espritu Santo quien le convence de su pecado, le motiva al

arrepentimiento y lo atrae a Cristo. Sin esta accin del Espritu, que penetra la dureza del corazn, convence a

la persona de su pecaminosidad, alumbra la mente con la verdad del evangelio, e impulsa el pecador hacia el

arrepentimiento, nadie se salvara.

En el momento mismo de su conversin, cada creyente es bautizado por el Espritu en el Cuerpo de Cristo,

que es la Iglesia. (1Cor.12:13), y es santificado por el mismo Espritu (2 Tes. 2:13).

2 Tes. 2:13,14 RVR

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Seor, de

que Dios os haya escogido desde el principio para salvacin, mediante la santificacin por el Espritu y la fe

en la verdad, a lo cual os llammediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Seor

Jesucristo.

El Espritu Santo es quien aplica los beneficios del sacrificio de Cristo a nuestras vidas. Es como un

ro que nos lava y limpia. (Juan 7:37). El Espritu Santo tambin testifica a nuestro espritu que somos hijos

de Dios (Rom. 8:15,16).

Pablo hace hincapique para no satisfacer los deseos de la carne, hay que aprender a andar en el Espritu

(Gal.5:16). En ese captulo tan importante sobre este asunto, Glatas 5, en ningn lugar se mencionan lasmaldiciones generacionales, culpas heredadas de nuestros padres o cosas por el estilo. El nfasis esten

que cada uno tiene su lucha con los deseos de la carne, pero el Espritu Santo estaqupara ayudarnos a

vencer. Si aprendemos a andar en el Espritu, a ser guiados por el Espritu, podremos manifestar el fruto del

Espritu en vez de las obras de la carne.

Gal 5:16,17

Digo, pues: Andad en el Espritu, y no satisfagis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es

contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; y stos se oponen entre s, para que no hagis lo que

quisiereis.

En 1 Tesalonicenses 4:1-8 Pablo escribe sobre la aplicaci

n prctica de esta realidad en el matrimonio y otrasrelaciones interpersonales. Asreza el texto en la versin NVI:

Por lo dems, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Seor Jess que sigan progresando

en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo estn

practicando.

Ustedes saben cules son las instrucciones que les dimos de parte del Seor Jess.


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La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno

aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos

deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios; y que nadie perjudique a su hermano ni se

aproveche de l en este asunto.

El Seor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido. Dios no nos llama la impureza sino a la

santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da austedes su Espritu Santo.

Adems de todo eso, cada creyente puede y necesita ser bautizado por Cristo en el Espritu Santo

(Marcos 1:8, Hechos 2:4) para recibir poder para ser un testigo de Cristo. El Espritu Santo trae dones a

nuestras vidas para que sirvamos al pueblo de Dios y demos testimonio poderoso de Cristo.

3. La Palabra de Dios

Las Escrituras dejan ver con claridad que la Palabra de Dios tambin es un agente de santificacin.

Juan 17:17 Santifcalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Efesios 5:26, 27 Maridos, amad a vuestras mujeres, ascomo Cristo ama la iglesia, y se entrega s

mismo por ella, para santificarla, habindola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.

Col 3:16 - La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, ensendoos y exhortndoos unos a

otros en toda sabidura, cantando con gracia en vuestros corazones al Seor con salmos e himnos y cnticos

espirituales.

1 Tim. 4:5 Porque todo lo que Dios crees bueno, y nada es de desecharse, si se toma con accin de

gracias; porque por la palabra de Dios y por la oracin es santificado.

Esta idea no se limita al Nuevo Testamento. Ya en el Antiguo Testamento hay amplio testimonio sobre

la importancia de aprender y conocer la Palabra de Dios para que el creyente goce de su efecto purificador

tanto en sus pensamientos como en sus acciones.

Vase el Salmo 119 y algunos ejemplos de cmo este salmo ensea la relacin entre el amor hacia la Palabra

de Dios y la vida de santidad.

Con qulimpiarel joven su camino?

Con guardar tu palabra. vs. 9

En mi corazn he guardado tus dichos,

Para no pecar contra ti. v. 11

Aparta de mel camino de la mentira,

Y en tu misericordia concdeme tu ley. v. 29

Inclina mi corazn a tus testimonios,


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Y no a la avaricia. v. 36

Guardartu ley siempre,

Para siempre y eternamente.

Y andaren libertad,

Porque busqutus mandamientos. vs. 44,45

Lmpara es a mis pies tu palabra,

Y lumbrera a mi camino. v. 105

Las epstolas universales tambin afirman la verdad sobre el poder de la Palabra.

1 Pedro 2:2 Desead, como nios recin nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella

crezcis para salvacin,

1 Juan 2:14- Os he escrito a vosotros, padres, porque habis conocido al que es desde el principio. Os he

escrito a vosotros, jvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habis vencido

al maligno.

Ntese que Juan declara a los jvenes que haban vencido al maligno por causa de la permanencia de

la Palabra en ellos. Ms que investigar sobre los pecados de sus ancestros, quienes hoy luchan con tentaciones

y pecado debieran dedicarse al estudio de la Palabra de Dios, pues ahencontrarn fuerzas para vencer.

4. Nuestra propia voluntad

Al hablar de la voluntad humana no digo que somos capaces de vivir libres de pecado solamente por acto de

nuestra voluntad. Sin la sangre de Cristo, la presencia del Espritu Santo y la Palabra de Dios en nuestras

vidas estaramos irremisiblemente esclavizados al pecado.

Lo que squiero decir es que no debemos pensar que vivir en santidad no involucra a nuestra voluntad. Dios

no nos ha hecho robots. No nos va a obligar a asumir una conducta y estilo de vida que no deseamos tener. Lo

que tenemos que hacer es, en obediencia a la Palabra de Dios y al impulso del Espritu Santo, doblegar

nuestra voluntad para que se alinee con la voluntad de Dios.

En la misma conversin, la voluntad humana es de vital importancia. Es posible que una persona sienta la

conviccin del Espritu Santo y su atraccin hacia Cristo, y de todas formas le resista (Hechos 7:51). Toda

persona que ha aceptado a Cristo ha experimentado esa crisis y lucha fundamental, de rendir su voluntad al

proyecto de Dios.

Nuestro auto-control, nuestro domino propio, es un factor clave en nuestra santificacin. El Seor espera de

nosotros que aprendamos a vivir en obediencia a sus preceptos, aunque cueste, y aunque sea difcil.


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El discipulado tiene un costo. El Seor Jesucristo mismo lo definicomo negarse uno a si mismo, tomar su

cruz, y seguirle (Mat. 16:24). Eso implica decisin, voluntad, compromiso y accin.

Hay que entenderlo bien. La vida como discpulo de Cristo no es una vida donde todo viene servido en

bandeja, donde los creyentes somos meros espectadores y consumidores, y Dios es el gran Mayordomo que

corre para buscarnos las cosas que le pedimos. Es una vida de entrega a Cristo, de sometimiento a su voluntad

para participar en la extensin de su reino y de descubrir cmo vencer las tentaciones y artimaas del diablomediante el poder de la Palabra de Dios, la sangre de Cristo y el Espritu Santo, que nos han sido dados por

Dios para nuestro bien.

Santiago describe muy bien la importancia del ejercicio de la propia voluntad en conjunto con el poder de la

Palabra de Dios para efectuar cambios en nuestras vidas.

Santiago 1:22-25

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engandoos a vosotros mismos. Porque si

alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ste es semejante al hombre que considera en un

espejo su rostro natural.

Porque l se considera a smismo, y se va, y luego olvida cmo era. Mas el que mira atentamente en la

perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,ste

serbienaventurado en lo que hace.

Aquse describe a dos tipos de personas, una que oye la Palabra y no hace nada, y otra que oye la Palabra y

hace algo en respuesta al mensaje que ha recibido. Cul es la diferencia entre las dos personas? QuDios

solo quiso que uno de ellos reaccionara bien? No. Quuno de ellos no haba recibido liberacin de sus

maldiciones generacionales y el otro s? Para nada. Nada hay ni en este, ni NINGUN pasaje de la Biblia que

diga semejante cosa.

La diferencia esten que uno tomla decisin con su propia voluntad de responder a la Palabra de Dios, en

fe, actuando, haciendo lo que deba hacer, y el otro, que simplemente no quiso hacer nada. Nuestro libre

albedro, el ejercicio de nuestra propia voluntad, tambin juega un papel importante en nuestra lucha contra el

pecado. Desconocer esto es hacer que Dios sea el autor de nuestro pecado y no nosotros mismos.

Conclusin

Recapitulemos los problemas principales que hay con la corriente de las maldiciones generacionales:

1. La enseanza MG estbasada en una interpretacin sumamente equivocada de xodo 20:5 y otros

pasajes Tal interpretacin inventa ideas que no estaban en el mensaje original e ignora las declaraciones

bblicas que con claridad dicen lo contrario.

2. Tiene una visin pobre de la obra de Cristo y del acto de confesarle como Seor y Salvador. Algunos

llegan a considerar que su liberacin de las maldiciones generacionales fue su verdadera conversin, y no el

momento previo en su vida cuando lo confesaron con Seor y Salvador.


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3. Esta enseanza es abusiva con las personas, al obligarlas a someterse a un lder actual quien

subjetivamente hace su diagnstico de lo que agobia a la persona e identifica a demonios y maldiciones

supuestamente presentes, segn su propio criterio.

4. Esta enseanza desconoce la importancia de los factores ambientales en el desarrollo de la

personalidad y la conducta. Evidentemente, si un nio es formado en un hogar donde hay violencia,

alcoholismo, y toda forma de abuso, es muy posible que cuando grande caiga en conductas similares. Paraque eso suceda no es necesario estar bajo una maldicin generacional o poseer un espritu familiar. Es

algo fcilmente previsible, pues las cosas que dominan el medio ambiente de un nio en sus primeros aos de

vida le marcarn para toda la vida.

5. Esta enseanza anima a las personas a excusarse de sus propios pecados, proyectndolos y su culpa a

sus antepasados. Eso no les ayuda en lo ms mnimo a tratar con su propia realidad. Vimos en la profeca de

Ezequiel como Dios trata los judos que alegaban semejante mecanismo de defensa de proyeccin.

El tema de las Maldiciones Generacionales estpresente entre muchas iglesias y con mucha fuerza. A pesar

de las buenas intenciones de muchos de sus seguidores, no es ms que una tergiversacin del evangelio de

Cristo que en vez de ayudar a las personas solamente las frustra, al darse ellos cuenta despus de su

ceremonia de rompimiento de maldiciones que las cosas siguen igual. El que escribe este artculo conoce a

una persona que por el desencanto sufrido en manos de estos maestros intentsuicidarse despus que se le

dijo que estaba endemoniado y que transmitira demonios a sus hijos, a pesar de ser creyente bastante tiempo.

Es hora que prediquemos el mensaje puro del evangelio de Cristo y su poder para cambiar y transformar

vidas, y que se ponga fin a una corriente de enseanza que tristemente se estusando para manipular y abusar

a personas que con sinceridad buscan respuestas a sus problemas.

[1]Otro factor a considerar es que cuando un cristiano cree en las maldiciones generacionales bien puede serque sostiene una cosmovisin hbrida en lugar de una enteramente bblica. Para ms estudio sobre este

importante asunto, vea Cosmovisiones y el mundo invisible en

http://ag.org/enrichmentjournal_sp/201303/201303_098_worldviews.cfm.

[2]W. E. Nunnally. Los pecados de la maldicin generacional,Enrichment Journal, otoo del 2007, en

Internet enhttp://ag.org/enrichmentjournal_sp/200704/200704_114_GenCurse.cfm.

[3]Hickey, Marilyn.Breaking Generational Curses [Rompiendo las maldiciones generacionales],(Tulsa:Harrison House, 2000), 21.

[4]Larry Huch, Free at Last: Removing the Past from your Future[Libre por fin: como quitar el pasado de

tu futuro], (New Kengsington, PA: Whitaker House, 2000), 46.
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¿QUÉ PASA CON LAS MALDICIONES GENERACIONALES

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