Propuesta Valparaíso 2030
-
Upload
metropolitica -
Category
Documents
-
view
230 -
download
3
description
Transcript of Propuesta Valparaíso 2030
1
VALPARAÍSO 2030
REFLEXIÓN ESTRATÉGICA Y PROPUESTAS
Imagen 1. Plano esquemático de reflexión estratégica y propuestas Elaboración Metropolítica.
CORPORACIÓN METROPOLÍTICA
DOCUMENTO DE TRABAJO, DICIEMBRE 2014
2
1. Presentación
Metropolítica es una Corporación sin fines de lucro que nació tanto para relevar la
importancia de la ciudad como espacio social de excelencia, como para favorecer que
las temáticas que se involucran en torno a ella, sean incorporadas con prioridad a la
decisión de los asuntos públicos.
El desarrollo urbano es una fuerza que tensiona la realidad en el mundo actual y muchos
de los problemas, quejas y demandas cotidianas de las comunidades, están radicados en
aspectos propios del quehacer de las metrópolis. Aquella vida potenciada en territorios
ampliados - fruto de los problemas comunes de las conurbaciones -, han modificado las
exigencias de la convivencia y sus problemas principales no han sido incorporados de
manera sistémica al análisis público, ni están considerados dentro del universo principal de
prioridades por quienes resuelven.
Creemos en la anticipación, la excelencia y la innovación en la planificación urbana. La
incidencia en la calidad de vida, la productividad y la equidad social que genera un
territorio ordenado, planificado y con administración efectiva de las externalidades,
puede cambiar sustantivamente la vocación de un determinado espacio físico en
conjunto con la calidad de vida de las familias y personas.
Es por ello que, manteniendo nuestra mirada de país, queremos en este documento,
reflexionar sobre el desarrollo urbano del Gran Valparaíso, lugar de fundación de
Metropolítica y expresar una primera aproximación sobre los desafíos sobresalientes que
tiene la metrópolis más importante que existe en Chile después de la región Metropolitana
y, en particular, referirnos al caso de la ciudad de Valparaíso en su condición de capital
regional y ciudad patrimonial con resguardo y protección internacional.
Metropolítica busca fundir la metrópolis y los asuntos públicos en un deseo de imbricar
destinos comunes. Lo hacemos con vocación de centro de pensamiento que ofrece
diagnósticos y propuestas y buscamos sensibilizar a los tomadores de decisiones y a la
sociedad general, sobre asuntos que son muy próximos en la vida cotidiana de las
personas.
3
2. Visión
El ordenamiento del territorio a nivel general responde a visiones multidisciplinares y
complejas que creemos necesarias de incorporar en el debate. Nos interesa que Chile
concentre miradas convocantes y creativas para abordar la ciudad como el espacio
central de las demandas sociales del siglo que nace.
En la actualidad, el crecimiento demográfico del país se desarrolla de manera
“metropolizada”, concentrándose la población en un conjunto limitado de ciudades, lo
cual refleja el rol de las aglomeraciones urbanas respecto a la masificación de las
oportunidades. En este escenario, la predominancia de Santiago como centro nacional, si
bien ha impactado la economía territorial del resto del país, no ha logrado influir al punto
de anular que nuevas realidades urbanas se configuren y emerjan a nivel regional.
En efecto, el fenómeno de la metropolización de las ciudades es un proceso irreversible
en curso y tiene expresiones variadas en el norte, centro y sur de Chile, avanzando a la
par que el dinamismo concentrador de la región Metropolitana sigue siendo cuestionado
desde dentro y fuera de sus fronteras.
Tarde o temprano, vislumbramos el diseño de políticas públicas que manifiesten una
decisión comprometida con descongestionar Santiago de la concentración de poder
que acumula y que apueste por una vida de metrópolis regional que asegure calidad de
vida urbana, buen diseño, integración social y planificación racional para la buena
convivencia de las comunidades.
Lo que se espera hoy de los territorios que asoman como Metrópolis urbanas, es que sean
capaces de construir su propia visión y favorecer un tipo de desarrollo endógeno que
garantice que el propósito buscado sea pensado y proyectado desde una mirada propia
y como expresión de deseo y no desde una condición de oportunidades eventuales que
entrega un presupuesto limitado o una capacidad de gestión cercenada.
Si la ciudad y las metrópolis se fundan desde la restricción, no es posible cambiar las
tendencias de la conversación y uno de nuestros propósitos es esencialmente mover los
4
cercos y crear nuevas fronteras de discusión y que, en este caso, hoy hace referencia al
Gran Valparaíso como Metrópolis y a Valparaíso ciudad.
3.- El Gran Valparaíso, Sus Problemas y Desafíos
Imagen 2. Vista aérea de la bahia y puerto de Valparaíso. Foto: Armada de Chile.
Tal como se ha señalado anteriormente, el Gran Valparaíso es el área Metropolitana de
mayor tamaño demográfico en Chile, después del Gran Santiago. En conjunto con el
Gran Santiago y la conurbación Rancagua-Machalí conforman lo que se denomina la
“Macrozona Central”, donde se concentra más del 50% de la población de Chile. Esta
condición ha alterado de manera ostensible la dirección del crecimiento del Gran
Valparaíso, el cual se enfrenta a una serie problemas que evidenciaremos y requieren de
un enfoque globalizado para ser resuelto.
5
Imagen 3. Imagen satelital del Gran Valparaíso y su contexto geográfico. Foto: Nasa
3.1.- Las Tendencias del Crecimiento del Gran Valparaíso
El Área Metropolitana de Valparaíso, es la conurbación que de acuerdo al último
Precenso de Vivienda (2011) crece con mayor aceleración en Chile, por sobre el Gran
Santiago y el Gran Concepción.
El Gran Valparaíso supera hoy las 340.000 viviendas, aventajando en más de 70.000
unidades al Gran Concepción. Influye en éste fenómeno la cercanía con el Gran
Santiago, generado por la materialización del mejoramiento de la ruta 68, como también,
por el crecimiento irregular que ha encontrado un espacio de desarrollo en torno a Viña
del Mar y Valparaíso.
6
Sin embargo, éste acelerado crecimiento se ve contrastado por la enorme dificultad para
materializar infraestructura de carácter urbano en su territorio. Esta dificultad radica en la
topografía, que encarece los nuevos proyectos, haciéndolos inviables.
Dicha condición reduce la oferta de suelo urbano, encarece el costo de las viviendas,
aumenta la congestión y profundiza los problemas de segregación. A lo anterior, hay que
sumar la histórica tendencia al crecimiento irregular que tienen comunas como Viña del
Mar y Valparaíso (producto de su antigua economía industrial) fenómeno que se ha
profundizado y que refleja las dificultades existentes para materializar barrios de calidad.
Los problemas de acceso al suelo urbanizado, se traducen en el alza generalizada del
costo de éste, lo cual se verifica finalmente, en la tendencia a la estratificación y
segregación social que es posible apreciar hoy en el crecimiento que adquiere el área
metropolitana en análisis. Los atributos urbanos y ambientales se concentran en sectores
antiguos, mientras que los barrios que concentran población vulnerable, acumulan déficit
de vialidad, espacio público y equipamientos.
La dificultad para consolidar nuevos procesos de urbanización en los sectores donde se
alojaron los asentamientos obreros, se encuentra hoy caracterizado por la existencia de
una población de bajos ingresos y altamente expuesta a riesgos ambientales, lo cual
quedo de manifiesto en el incendio de Abril de 2014 en Valparaíso. La exposición de parte
de la población del Gran Valparaíso a fenómenos naturales que implican riesgos, es una
evidencia de la vulnerabilidad espacial que demuestra una brecha social que es urgente
aminorar.
Por otro lado, la cercanía del Gran Santiago ha impactado la base laboral del Valparaíso
Metropolitano, generando una economía tercerizada. Esta nueva condición económico-
territorial produce el cambio en las tendencias de movilidad, desatando por un lado una
competencia por capturar las localizaciones de mejor conectividad y por otro, el
desplazamiento de los centros de equipamiento y empleo hacia las áreas donde se
radican los segmentos con mayor capacidad de consumo. Ambos fenómenos inciden en
la profundización de la segregación residencial.
7
Imagen 4. Centralidades de comercio y servicios Gran Valparaíso. Fuente: Atisba
3.2.- El Gran Valparaíso y Sus Desafíos
El escenario anteriormente descrito, requiere de una visión global, para ser enfrentado. El
proceso de planificación necesariamente debe estar vinculado a visiones que sean
integrales, multisectoriales y que busquen dar efectividad con sus respuestas. En este
sentido, deben abandonarse los proyectos individuales que no se encuentren
acompañados de miradas complejas que asuman que la proyección de habitar un
territorio tiene dimensiones múltiples.
La escala metropolitana, significa también, mirar en contexto. La Planificación Urbana se
trata hoy, en consecuencia, no de un listado de proyectos, sino de la construcción de una
visión acerca del modo de vivir y cómo eso se proyecta y materializa en la ciudad.
Importantes conurbaciones a nivel mundial demuestran que la solución
descontextualizada de problemas comunes en áreas metropolitanas, en vez de resolver
los problemas identificados, perjudican una respuesta efectiva y tienden a hacer más
rígidas e inamovibles las externalidades provocadas.
8
En el plano de las tendencias que dan forma a éstos problemas, el caso del Gran
Valparaíso configura un escenario en el cual vemos al menos ocho desafíos que cruzan la
vida metropolitana y que nos van a dar luces de las nuevas tendencias urbanas.
3.2.1.- El Rezago Socio Espacial y la Segregación Urbana
El Crecimiento del Gran Valparaíso, se caracteriza en la actualidad, por la propagación
de asentamientos humanos en condiciones de irregularidad, con altos déficits en materia
de urbanización, conectividad y equipamiento. Estos barrios, se producen en gran parte,
por las políticas de Estado, orientadas a solucionar problemas habitacionales mediante la
asignación de propiedad privada, eludiendo la responsabilidad de urbanizar.
Imagen 5. Basura en quebradas de Valparaíso. Fuente: Pablo Tomasello
Por este motivo, las quebradas y laderas, se transformaron en piezas residuales que se
convierten en microbasurales y rellenos informales, exponiendo a sus habitantes a
9
continuos riesgos ambientales. Estos sectores quedan rezagados respectos del desarrollo
del resto del Área Metropolitana y constituyen bolsones de pobreza, caracterizados por la
homogeneidad social y la falta de oportunidades. Cualquiera política urbana del Gran
Valparaíso, debe apuntar a revertir esta tendencia.
3.2.2.- La Movilidad Urbana del Gran Valparaíso y el Transporte Público
El segundo desafío es la Movilidad Urbana y el Transporte Publico, cuya dinámica es
completamente interdependiente entre sí y por tanto cada solución que se pretenda
sobre este desafío, debe analizar la composición general de los flujos metropolitanos para
asegurar un conjunto de respuestas diversas y coordinadas.
Un transporte público de calidad, es clave para revertir las tendencias de segregación
observadas, ya que la congestión influye de manera profunda en el incremento del costo
de suelo, al valorizarse los barrios que concentran atributos urbanos. Por esta razón, la
adecuada política de movilidad urbana puede influir en la descompresión de la
demanda de localización residencial.
La solución de la intermodalidad, si bien tiene un correlato en los anuncios vinculados a la
ciudad de Valparaíso, debe asegurar una relación sinérgica que incorpore Tren, Bus,
Ascensor, Tranvía y Teleférico como constante para todo el Gran Valparaíso,
favoreciendo la existencia efectiva y la percepción de un transporte público de calidad
que desincentiva el uso del automóvil y hace más grata y fluida la vida en cada una de
las ciudades y su interconexión.
El acceso a los centros cívicos, de comercio o educativos, debe resolverse con sistemas
de transporte combinados que fortalezcan una inclusión de toda la población en su
desplazamiento, dotando de una sensación de seguridad a los residentes. Se debe
proveer, también, transporte hacia todos los sectores, eliminar cualquier discriminación de
no acceso por problemas de mercado (transporte nocturno) y establecer seguridades en
la población que tanto en los ejes horizontales de movilidad, como en los verticales de
desplazamiento (en el caso de Valparaíso y Viña del Mar), se contará con una respuesta
para una demanda (“o a estas alturas un derecho”) que empieza a ser esencial en el
desenvolvimiento de las personas hacia sus trabajos, lugares de formación y desarrollo del
10
ocio, entendiendo éste último de relevancia para una economía de servicios que focaliza
una importante actividad en torno al turismo y a la diversión diurna y nocturna,
particularmente en el borde costero.
3.2.3.- Disposición de Residuos
Una tercera variable que aparece en esta tendencia metropolitana es la disposición de
los residuos. Sin entrar al detalle en los modelos de concesión y administración de la
gestión de éste servicio, es totalmente relevante vincular la imagen objetivo del desarrollo
metropolitano con ciudades limpias, no sólo en sus centros relevantes, sino en sus barrios,
de manera de romper cualquier atisbo de segregación espacial relacionada con el
poder adquisitivo o los sectores sociales que componen tal o cual zona de la ciudad.
Fórmulas a escala, que agrupen lo metropolitano y la intercomuna en la solución de ésta
necesidad cotidiana, favorecerá ciudades limpias y educadas y constituirá una
oportunidad para enfrentar la localización urbana, la recuperación de barrios y la
renovación de zonas con equipamiento que asegure que no existan sitios, terrenos,
quebradas o lugares que concentren residuos y produzcan estigmas indebidos por
ausencia de eficacia de las políticas públicas o por falta de visión.
3.2.4.- El Acceso a Espacios Públicos y Equipamiento Social
Seguidamente, en cuarto lugar, vislumbramos el acceso masificado a espacios públicos
de calidad y equipamientos urbanos como una variable de alta importancia para contar
con ciudades amables, queridas por la comunidad y de ese modo, apreciadas, utilizadas
y potenciadas. El equipamiento urbano tiene su correlato estético y funcional en el diseño
y en la aplicación de cierta estandarización de soluciones con el sesgo de la identidad
barrial en lógicas de procesos participativos.
Vemos con muy buenas perspectivas la creación de modelos de gestión como el que se
lleva a cabo en zonas de la reconstrucción de Valparaíso (Cerro Las Cañas), como una
oportunidad no sólo para Valparaíso, sino que para toda el área metropolitana, fijando un
piso básico de equipamiento necesario para constituir centros cívicos que dignifiquen la
vida de barrio y conecten – con aprecio al entorno – el capital social y cultural de las
11
comunidades en su relación con la intercomuna y se hagan cargo de la asimetría
existente.
Al mismo tiempo, vislumbramos en una escala mayor, el desarrollo de proyectos
específicos por ciudad, no disociados con el entorno metropolitano y que provoquen un
efectivo cambio de tendencia en la realidad individual de cada comuna y en la
globalidad de la visión intercomunal. Hablamos de infraestructura de relevancia en torno
al borde, vinculada en relación a la naturaleza y a los recursos naturales, asociada a
circuitos de movilidad y acceso y con funcionalidad estética que nos haga sentirnos
orgullosos del lugar que habitamos, entregándole una categoría de espacio social
integrado al territorio.
3.2.5.- El Potenciamiento de los Activos Ambientales
En quinto lugar, desde el punto de vista ambiental, el relacionamiento de áreas verdes y
acceso a la naturaleza constituyen factores esenciales para que la vida social tenga un
desenvolvimiento óptimo. Cada vez se trabaja menos y esperamos que el crecimiento de
los centros cívicos en ciudades que se densifican, acerquen las oportunidades de
esparcimiento natural para potenciar la creación de espacios comunitarios cercanos a las
zonas de residencia de los habitantes del área metropolitana.
Una planificación efectiva de los recursos ambientales, sugiere integrarlos a las ciudades
como factores estratégicos que constituyen la paz social de un territorio. Los espacios
públicos deben ser abordados en lógicas complejas que aseguren ecuaciones de uso a
niveles próximos de las principales zonas de residencias y a la habilitación de zonas de
extensión de relevancia metropolitana en torno a los grandes parques y áreas verdes,
manteniendo equilibrios ambientales tanto a nivel de quebradas, plazas y espacios
públicos, como en zonas de preservación intercomunal, los cuales deben constituirse
como parques de alto nivel y potencial turístico, de resguardo de la biodiversidad,
educativos y de encuentro social.
12
3.2.6.- Borde Costero
Un capítulo especial merece el borde costero, pues es un recurso de alta importancia
urbana, configurando uno de los principales motores de desarrollo para el Gran
Valparaíso. Este elemento, juega a favor de la subjetividad interna y externa en la
percepción que de éste tienen los habitantes y visitantes. Administrar el borde costero del
área metropolitana con un enfoque global, con vocaciones diversas, es un activo de
primer orden para configurar el espacio público frente a un capital metropolitano como
es el mar.
No puede suceder que una o dos ciudades de la metrópolis (Viña del Mar y Concón)
tengan un acceso integrado al mar y otra, no sólo no tenga acceso, sino que corra el
peligro de perder la posibilidad de interactuar visualmente con él, como acontece con el
borde de Valparaíso por la actual contingencia histórica acerca del desarrollo portuario.
3.2.7.- Masificación del Acceso a Zonas de Servicio
El desarrollo de zonas de servicio en toda la metrópolis debe tener un trato igualitario y
radicarse en torno a los ejes de movilidad de las personas, respetando la escala mayor
metropolitana y la escala menor comunal. Conectar aquellas como puntos que dialogan
entre sí, habla de la generación de un entramado que respeta a la ciudad y la
intercomuna como un cuerpo que posee distintos órganos, que son interdependientes y
que resuelven por la vía de la planificación urbana, cualquier intento de concentración
espacial que, en los hechos, termina por destruir el normal desarrollo de la vida social,
generando externalidades respecto de las cuales no resulta fácil desprenderse con
posterioridad.
3.2.8.- Valparaíso económicamente inteligente
Por último, queremos hacer una mención a una de las potencialidades del Gran
Valparaíso. Año a año, decenas de miles de estudiantes nacionales y extranjeros buscan y
prefieren realizar sus estudios de pre y post grado en Valparaíso, dada la existencia de
destacadas Universidades con prestigio nacional e internacional, que realizan
13
investigaciones en áreas que se destacan en Chile y que contribuyen con un aporte al
país.
Observamos una relación estrictamente proporcional entre el desarrollo de un polo
universitario de innovación, ciencia y tecnología de prestigio, con la existencia de
ciudades y de una macro ciudad con orden, destino y sustentabilidad. Un factor crítico
de las buenas ciudades, es la retención del talento propio y el fortalecimiento de
ecosistemas que favorezcan una economía creativa y disruptiva. La infraestructura de las
propias casas de estudio, del equipamiento existente en el entorno y de las condiciones
de las ciudades como lugares de acogida al numeroso contingente estudiantil, hace de
esto una condición crítica del desarrollo económico y un activo a aprovechar y
considerar en cualquier proyecto de ciudad que quiera favorecer competitividad,
diferenciación y crecimiento estratégico.
3.3.- Inversiones detonantes del Área Metropolitana
En ésta descripción que exponemos, también existen oportunidades latentes que hay que
considerar y es el momento de hacer la diferencia invirtiendo en infraestructura, pues el
déficit es tan evidente que está comprometiendo el modelo de desarrollo. De hecho, las
grandes obras viales construidas a partir de 1994, fueron proyectadas por el antiguo Plan
Intercomunal de Valparaíso, en 1965.
Para que el Gran Valparaíso pueda generar oportunidades sociales, hay que iniciar un
nuevo ciclo de inversión urbana y debe ser focalizado en la ciudad existente, rescatando
“pasivos” urbanos y considerando todas las dimensiones del territorio como las que hemos
expuesto y que vinculan el transporte, la disposición de residuos y una cultura de limpieza,
el equipamiento urbano, el vínculo con el medio ambiente (áreas verdes y borde
costero), el fortalecimiento de zonas de servicio y el desarrollo de una economía de la
creatividad y del conocimiento.
Identificamos a lo menos diez inversiones necesarias de alta relevancia para un
“aggiornamiento” de la Metrópolis:
14
1. Inversión en Borde Costero del Gran Valparaíso como una unidad pública que
asegure frentes costeros vinculados a las ciudades, de acceso ciudadano y que
eliminen los asomos de monofuncionalidad;
2. Inversión en equipamiento urbano de los Barrios Almendral y Puerto para
densificarlos y permitir su multidimensión de desarrollo en torno a la educación,
patrimonio y turismo, innovación, creatividad y servicios;
3. Favorecer el área siniestrada del Incendio y sectores similares para rehabitar desde
una visión sustentable y con modelos de gestión de barrios;
4. Aumentar esfuerzos para dar solución definitiva de Tomas, Campamentos y Loteos
Irregulares en Viña del Mar;
5. Remodelar los Esteros de Viña del Mar y Reñaca, transformándolos en Parque
Fluviales de naturaleza pública;
6. Recuperar el eje dónde se ubica el Zoológico y Estero de Quilpué, favoreciendo
cordones ambientales y gestando parques públicos en torno a la denominada
zona de Reserva de la Biosfera;
7. Recuperar los sectores sur de Quilpué y Villa Alemana con potencia urbana en el
diseño e innovación en la disposición de infraestructura;
8. Realización de inversiones en infraestructura pública sustentable en torno a la
desembocadura del Aconcagua que vinculen y amortigüen el eje Concón –
Mantagua, dado el explosivo crecimiento hacia el norte;
9. Generar una solución vial de envergadura en torno al eje norte sur del Gran
Valparaíso que incluya la Av. España y que permita abordar los fenómenos de
congestión actuales, modernizando una vía esencial para la conurbación;
10. Integrar los programas gubernamentales tipo “Valparaíso Creativo”, a la visión de
inversión urbana para recuperación de territorios que busquen ser dinámicos en
15
retención de talentos y desarrollo de industrias innovadoras, de modo de asegurar
ocupación efectiva de las inversiones públicas.
Imagen 6. Focos detonantes de inversión del Gran Valparaíso. Elaboración Metropolítica.
4. El Caso de Valparaíso. Diagnóstico y propuestas
La Comuna de Valparaíso enfrenta un proceso de repoblamiento que es contradictorio.
Frente al fenómeno de verticalización residencial de los cerros con acceso a ejes de
conectividad, aparecen barrios céntricos que, pese a sus atributos de localización y
urbanización, se encuentran semi-abandonados y deteriorados, en parte porque el mismo
aumento de ingreso de las nuevas clases medias hace aparecer lo desactualizado de su
oferta habitacional. El crecimiento irregular ha continuado su asentamiento en la comuna
ocupando quebradas, a la vez que avanza a la periferia, aumentando la exposición de
los más pobres a los riesgos ambientales.
16
Cabe señalar que Valparaíso enfrenta un proceso de obsolescencia urbana,
caracterizada por dos hechos. El primero, es la tecnificación portuaria, que significo el
divorcio entre el borde costero y los barrios que servían de soporte comercial a este. El
segundo hecho, lo constituye desplazamiento de la centralidad Metropolitana a Viña del
Mar. La pérdida del “sentido económico territorial” de Valparaíso, ha incidido en que esta
ciudad pierda a sus elites y a sus segmentos medios, mientras que se especializa en recibir
a segmentos vulnerables, que primero ocupan sectores despoblados como el Almendral y
el Barrio Puerto, y luego van ocupando de manera informal, las laderas y quebradas
disponibles
Hoy existen varios proyectos que podrían cambiar y reorientar el desarrollo de Valparaíso
de forma positiva, en la medida que se diseñen adecuadamente y logren implementarse
en plazos breves. Es el caso del Plan de Reconstrucción de los siete cerros afectados por el
gran incendio del 14 de Abril, cuya gestión tiene una proyección de inversión
comprometido por la autoridad y que alcanza los U$ 450 millones.
Otro tanto ocurre con el compromiso de implementar un sistema de transporte público
coordinado, lo que implica recuperar los ascensores, potenciar los trolebuses, impulsar la
intermodalidad con el metro regional e implementar nuevos proyectos como el anuncio
del teleférico.
Sin embargo, también existen amenazas. Una relevante es el desarrollo de grandes
infraestructuras que, en su afán de consolidar la capacidad portuaria de Valparaíso y
desarrollar actividades comerciales que generen ingresos fiscales, podrían poner en riesgo
territorios de enorme valor económico y patrimonial para el futuro de la ciudad y la
región.
Hoy se discute apasionadamente la pertinencia de construir un centro comercial en el
borde costero del sector Barón, de ampliar el terminal portuario hacia el norte del muelle
Prat (T2) o de destinar la zona costera de Yolanda para construir un Puerto de Gran Escala
(PGE), que contemplaría un nuevo acceso por la quebrada de Cabritería.
17
Otro riesgo acontece con el repoblamiento de los cerros siniestrados y que aquellos sean
ocupados con los mismos niveles de precariedad, segregación y pobreza que existían
antes del incendio.
Estas amenazas y oportunidades han generado intensos debates y posiciones
encontradas, sin que exista una visión que englobe estas iniciativas y lidere su
materialización bajo un proyecto coherente de ciudad, con instancias amplias y
representativas de participación de la comunidad.
Análisis y oportunidades
En el caso de Valparaíso, hemos querido profundizar nuestro análisis conceptual expuesto
en los puntos anteriores y avanzar favoreciendo una visión de proyectos que dialoguen
entre sí, formen parte de un entramado urbano que conecte el plan de manera
horizontal, se vincule al borde y lo ocupe, se haga cargo de la verticalidad de la ciudad
en la relación de flujo y centro del habitar en cada uno de los cerros y se entrame entre sí
desde una economía urbana que busca una respuesta no sólo estética al desarrollo
urbano de Valparaíso, sino que también funcional, acogiendo la sustentabilidad como
eje, la multisectorialidad como desafío y el desarrollo de las comunidades y las personas
como centro y escala final de análisis.
Valparaíso genera pasiones en sectores múltiples y lo que estamos haciendo, también, es
recoger y proponer ideas. Muchas ya han sido planteadas con anterioridad y sabemos
que su magnitud puede provocar un cambio de tendencia positivo en el destino de la
ciudad.
Creemos en Valparaíso y sostenemos que llegó la hora de buscar acuerdos y concretar
los viejos proyectos en la escala señalada y para ello hacemos en la necesidad de hacer
inversión urbana y generar un relato que contribuya a mejorar las condiciones
estructurales de la ciudad.
Nuestra visión incorpora una mirada de desarrollo múltiple de Valparaíso y reconoce
vocaciones diversas entre ciudad puerto, ciudad patrimonial, ciudad turística, ciudad
universitaria y ciudad cultural. Todas estas vocaciones tienen mayor o menor presencia, y
18
cada una de ellas debe contar con una cancha donde exponer sus talentos y tanto el
diseño, la infraestructura como la planificación territorial, dan cuenta de un modo de
entender la ciudad compleja y Valparaíso requiere, sin dudarlo, visiones de ciudad que
garanticen la existencia de un plan para el futuro y que la visión descanse en proyectos
urbanos que faciliten que la economía de la ciudad ofrezca pujanza, riqueza, empleo y
espacio para todos en un contexto de orgullo por una ciudad que es emblemática en
Chile.
Para materializar lo anterior, proponemos cuatro puntos de análisis en materia de
proyectos que focalicen el quehacer y la discusión urbana.
a. El Almendral y la Av. Argentina
Esta zona experimenta un preocupante nivel de deterioro y obsolescencia en sus edificios
y funciones urbanas, tal como lo concluyen varios estudios realizados por profesionales de
la zona. Esto es inexplicable considerando que en este barrio se emplaza el Congreso
Nacional y que se trata de un asentamiento que por localización y transporte, debiera
tener una relevancia estratégica para la ciudad.
Imagen 7. La arborización de la Avenida Libertad de Viña del Mar.Fuente: Imagen web casonatelchi.com
19
Las ideas para recuperarlo pasan por densificar su trama urbana con edificaciones que
permitan acercar hogares de clase media, evitando que sigan migrando hacia comunas
del interior de la región.
Como Metropolítica apoyamos la idea de renovar y repoblar El Almendral, pero
consideramos que ello no puede ser solamente mediante subsidios y torres, ya que esta
modalidad generó serios impactos viales y patrimoniales en Santiago Centro y no es
deseable que ocurra lo mismo.
Para evitarlo, es fundamental que el Estado haga inversiones de mejoramiento,
reemplazando infraestructura deteriorada a fin de incentivar procesos de uso que
permitan resistir los altos precios de la tierra sin alturas demasiado elevadas, que generen
un impacto urbano negativo por línea, paisaje y vialidad y comprometan un eje de
legitimidad en el proceso de recuperación urbano, esto es, que no predomine una
“sensación de negocio inmobiliario”, sin atención al desarrollo de ciudad.
Una solución para lograr este objetivo es definir guías de diseño y un seccional de vialidad
y espacio público que complemente la Ordenanza del Plan Regulador Comunal de
Valparaíso.
Una obra clave para ello, es mejorar la Avenida Argentina. Por años este acceso a la
ciudad ha sido ocupado como una feria de abastos que ha ampliado su área de
influencia a calles laterales con escasa regulación y una deficiente infraestructura. El
estado de calles, aceras y la misma mediana de la avenida no se condice con su
carácter de acceso a la ciudad y con la proximidad del Congreso de la Nación que
hasta hoy, no ha desencadenado ningún efecto relevante en su entorno.
Nuestra propuesta es simple y de larga data: la Av. Argentina debe recobrar su carácter y
presencia y para ello es fundamental que tenga un proyecto ejemplar de arborización y
diseño urbano con mobiliarios, luminarias y pavimentos que aporten calidad en su
entorno, como ocurre con Libertad en Viña del Mar o Pedro de Valdivia y Macul, en
Santiago o con la avenida Commonwealth en Boston (EEUU), cuyo Bandejón central es
ocupado por un parque que agrega valor a su entorno.
20
Imagen 8. La arborización del Bandejón central de avenida Commonwealth, Boston.Fuente: TrechEarth
Este proyecto debe contar con un eje que incluya zonas feriales que garanticen un
aporte a la fuente laboral y sostenibilidad económica de las familias involucradas,
mediante estructuras diseñadas para sostener actividades comerciales en forma
compatible con la Avenida, regulando acceso y estacionamientos.
Al mismo tiempo, la Av. Argentina debe cerrar su vínculo con las Avenidas España y
Errázuriz a partir de una solución que contemple la demolición del tramo de la Vía
Elevada y abrir la Casa Central de la PUCV a la nueva avenida arbolada. La reconversión
del Nudo Barón, habilitando un nudo a nivel que mejore la conexión visual y peatonal con
el borde costero, marca un cambio de destino simbólico de la más alta importancia para
el cambio de contexto de Valparaíso.
Junto a lo anterior, postulamos reemplazar el edificio del terminal Rodoviario por una
infraestructura de calidad que aloje la Feria de Abastos ubicada dos días a la semana en
el Av. Argentina, por otra de carácter permanente, que asegure sustentabilidad
21
comercial para los comerciantes y belleza estética y funcional asociada al mejoramiento
vial de las Avenidas.
Entendemos este cambio como parte de un eje que conecta y se relaciona con El
Cardonal y el eje que constituye Brasil y la PUCV por el lado norte y desde luego una
reconversión del vínculo que tiene ese emplazamiento con Av. Pedro Montt, el Congreso
Nacional y la Plaza O´Higgins. Estamos pensando como imagen objetivo en lo que
constituye el Mercado de la Boquería en Barcelona, lugar de encuentro para habitantes y
visitantes y punto neurálgico de la recuperación catalana.
También creemos importante evaluar la eliminación de la calle Rawson al costado del
Congreso, con la finalidad de integrar la Plaza O´Higgins a los patios del edificio abriendo
una relación actual de distancia entre poder y ciudad y constituir una plaza de relevancia
y categoría de acuerdo a lo que significa la existencia de un poder del Estado radicado
en una ciudad resguardada patrimonialmente, como ocurre en el Barrio Cívico de
Santiago entre La Moneda y la Plaza de la Ciudadanía.
La recuperación de la Av. Pedro Montt, desde Av. Argentina y hasta la Plaza de la
Victoria, es una condición de necesidad que no debe estar entregada a la solución que
pueda proveer el mercado únicamente. El Estado debe contar con una visión que
asegure inversión en el espacio público, recuperando veredas, plazas, áreas verdes e
incorporando arborización que se destaquen en toda la Avenida y en los ejes
transversales, a lo menos. Cabe señalar que el estado de deterioro y subutilización de El
Almendral no se condice con su valor de suelo, dada su adecuada conectividad y
cercanía visual con el borde costero.
Un aspecto central que irradia valor a la renovación de El Almendral, es su relación con el
borde. La densificación de ésta zona mucho se relaciona con el acceso al mar y al borde.
Las condiciones actuales no permiten asegurar aquello y eso significa un llamado de
atención que singulariza la gravedad de ésta circunstancia en el contexto que estamos
planteando.
22
Imagen 9. Proyecto La Moneda, Plaza de la Ciudadanía, Alameda y Eje Bulnes. Fuente: Chilevisión
Imagen 10. Vista general del puerto reconvertido de Barcelona. Fuente: web wikipedia Barcel
23
El Almendral tiene un enorme potencial de desarrollo y plusvalía dado los impactos
positivos de proyectos que diversifiquen actividades urbanas e inyecten flujos
metropolitanos en el sentido longitudinal de la bahía y locales en el sentido transversal de
los ejes.
Imagen 11. Vista aérea del borde costero de Viña del Mar. Fuente: web foros.monografias.com.
a. El Barrio Puerto
El corazón fundacional de Valparaíso es el Barrio Puerto. Celebramos que hoy numerosas
iniciativas e instituciones intenten sacarlo del estado de postración que ha debido sufrir
por décadas de indiferencia.
Subsisten en él realidades sociales complejas y una condición urbana de deterioro, pero
recuperable desde el punto de vista de su infraestructura y equipamiento.
24
Actualmente se encuentra encajonado entre dos plazas y una Avenida crucial para el
transporte metropolitano, como es Av. Errázuriz. Su flujo interior es débil, su poder de
compra está mermado, existe un estigma de inseguridad que tiene años de consolidación
y sus viviendas y edificios cuentan con disímiles condiciones.
Afortunadamente, posee dos ejes relevantes que operan como circuito y anillo central
para programar una recuperación urbana sostenida. Tanto la Plaza Echaurren, como la
Parroquia La Matriz, constituyen hitos urbanos de relevancia arquitectónica y simbólica
que dan una certeza para habilitar el entorno.
Nos parece adecuado y correcto el impulso de numerosas instituciones públicas, privadas
y académicas por recuperar edificios y creemos que el repoblamiento de una zona muy
poco habitada en las manzanas de su plan y hasta pie de cerro, debe recibir una fuerte
inyección de recursos públicos en equipamiento urbano, recuperación de calles,
eliminación de sitios eriazos, mejoramiento de la seguridad, iluminación y, principalmente,
promoción de acciones que involucren que nuevos flujos puedan integrarse al barrio para
mayor uso.
Un espacio público con intensidad ciudadana, lo dota de sentido vital y creemos que
tanto la vida cultural y creativa que pueda promoverse ahí por medio de programas y
habilitación de infraestructura para las artes, como un programa especial de radicación
de oficinas públicas en una suerte de Barrio Cívico que favorece ingreso de nuevas
personas al territorio que conforma el Barrio Puerto, son iniciativas que conjugan
perfectamente con el ánimo desarrollado hasta ahora y que promete nuevos aires al
barrio histórico de Valparaíso.
Poner fin - por una convicción de Estado - a la condición de isla en medio de la ciudad
que tiene el barrio, permite ir por iniciativas innovadoras que hay que potenciar en
limpieza y particularmente en transporte, dado su especial trazado que permite
experimentar en formas novedosas y sustentables el desplazamiento interno.
25
b. La Reconstrucción y los Centros Cívicos
Valparaíso suma tragedias. El incendio de Abril cobró víctimas fatales y destruyó siete
cerros ocupados por campamentos, viviendas precarias y barrios de clase media.
El Gobierno anunció un ambicioso plan para reconstruir el área afectada y resolver otros
problemas que arrastran los cerros de Valparaíso hace años, como la falta de
conectividad, la existencia de asentamientos en zonas de riesgo o la ausencia de
equipamientos y espacios públicos de calidad.
Compartiendo el diagnóstico del plan, lo fundamental es precisar su fondo en materia de
propuestas, de modo de asegurar inversiones con impacto y focalización efectiva.
Imagen 12. La devastación de cerros y quebradas de Valparaíso luego del Incendio de abril 2014 Fuente: website
La Tercera
Para nadie es un misterio y ha sido materia de debate público, la manera en que las
quebradas están ocupadas y cómo ellas no están incorporadas desde una visión de
26
sustentabilidad de la ciudad, agrupándolas como parques en altura que nutren el
ecosistema ambiental y social del territorio.
Las ejecuciones presupuestarias vinculadas al amplio presupuesto aprobado para la
reconstrucción, están estrechamente vinculadas a los Ministerios sectoriales respectivos.
Ello indica, entonces, que tendremos a la vista, pensamos, proyectos en detalle que se
hagan cargo de la demanda de reconstruir con atención a las externalidades que han
surgido tras el incendio y que podemos pensar que siete cerros son la partida indiscutida
para una reconversión comunitaria que conviva con la naturaleza, las inclemencias, las
emergencias y con la propia topografía de la ciudad.
Imagen 13. La Quebrada y Población Marquez. Fuente: website estadodechile.info.
Gran parte de la inversión conocida se destina a proyectos viales, siendo uno de ellos, una
circunvalación denominada “Camino del Agua” que consumirá enormes recursos en la
nueva zona de expansión determinada por el PREMVAL, pero no es claro que produzca
beneficios en las zonas afectadas. Primero, porque las toca tangencialmente y en
segundo lugar, porque es discutible que se necesite una obra pública que conecte todos
los cerros entre sí, siendo que el principal destino de los viajes es hacia el centro. Lo que
27
podría variar esa opción, sería el diseño de una conexión horizontal más compleja, lo cual
se consigue con una política sostenida de descentralización de Valparaíso hacia arriba,
mediante centros de servicios muy completos.
No obstante lo anterior, nos parece coherente la idea del Plan de intervenir las quebradas
por donde ingresó el fuego y que históricamente acogieron asentamientos precarios con
altos niveles de segregación. También habilitar equipamientos de buena arquitectura y
calidad constructiva, recuperar ascensores y construir otros para todos los cerros, que
permitan acceder a zonas que han presentado históricamente barreras de movilidad en
materia de transporte público.
El principal desafío de la reconstrucción consiste, en nuestra opinión, en relocalizar a las
familias que hoy siguen en las quebradas, respetando el arraigo barrial e implica generar
modelos de gestión que incorporen a la comunidad y que ella sea capaz de reconocer la
recuperación ambiental y urbana de las quebradas como parte de su contexto. La
superación de esta problemática, exige de proyectos con foco en el espacio público y
con fuerte acento en el trabajo comunitario.
En dicho contexto, como Metropolitica hemos apoyado las iniciativas que impulsa el
colectivo de profesionales Plan Cerro, para habilitar algunos de estos equipamientos
comunitarios y organizar un concurso para reconstruir y ampliar el ascensor Las Cañas.
Hemos visto una experiencia de desarrollo de Centro Cívico que bien puede convertirse
en un modelo de gestión replicable para el resto de Valparaíso y para otras zonas de la
Metrópolis.
También nos parece positiva la idea de construir un teleférico que conecte el borde
costero y el centro con la parte alta de los cerros y Placilla, ya sea por la Avenida Francia
o Argentina, según determine la factibilidad técnica. Esta obra debiera complementarse
con muros de contención y parques que reduzcan el riesgo y la marginalidad que existe
en las quebradas de la zona, evitando que estas zonas de expansión vuelvan a ser
plantaciones forestales sin control ni mantenimiento.
Lo mismo debiera ocurrir con otros ejes transversales como Uruguay, Santa Elena, Las
Heras o Edwards, siempre dentro del área de influencia de la zona afectada por el
28
incendio, que cubre una superficie aproximada de 180 hectáreas. Todo esto,
comprendiendo una relación integral del plan con el borde cerro, cuya influencia
espacial y ambiental se inicia en la parte alta hasta terminar en el borde marítimo de la
ciudad. Toda visión desde el punto de vista de la sustentabilidad, debe estar sostenida en
la recuperación ambiental integral que comienza en el borde cima.
Por lo mismo, resulta muy importante implementar un plan de restitución del bosque
nativo, el cual, además de reducir el riesgo de incendio, permitiría recuperar corredores
ambientales, que mejorarían la calidad de vida de los habitantes de los cerros
siniestrados. Adicionalmente, estos corredores permitirían sostener la arborización de los
ejes del Plan de la Ciudad
Como indicamos previamente, proponemos revisar la necesidad de concentrar un alto
porcentaje de la inversión del plan en el llamado Camino del Agua. Nos resulta más
lógico pensar que estas conexiones se realicen entre cerros mediante tramos más cortos
que acerquen los nuevos equipamientos, vía el fortalecimiento de la red de ascensores en
doble cota como un programa de inversiones permanente y a partir de estaciones del
teleférico.
c. El Borde Costero
Como toda ciudad costera, el frente de Valparaíso concentra gran parte de sus
oportunidades y amenazas. Hasta hoy, su desarrollo se ha planificado sectorialmente y
bajo un criterio de desarrollo productivo y optimización de rentabilidad por parte de la
Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), con muy poca participación del municipio y el
Gobierno Regional, salvo por entregar permisos de edificación y apoyar iniciativas.
Bajo un discutible principio, se ha traspasado a una empresa de centros comerciales la
responsabilidad que la cabe al Estado de abrir y recuperar este frente de costa como
espacio público para la ciudad. Debido a ello, la discusión se ha polarizado entre quienes
defienden la existencia de un polo comercial que evite viajes y genere empleos, con
aquellos que consideran incomprensible que un territorio tan importante termine siendo un
Mall.
29
Como Metropolítica consideramos que la responsabilidad de abrir este territorio le
compete al Estado. ¿Qué significa esto?. Que este espacio debe ser básicamente un
parque costero que aloje actividades de equipamiento para el turismo, la cultura y el
ocio, además de comercio de baja escala que lo activen como espacio público, pero
que en ningún caso sean el protagonista de la operación.
Imagen 14 y 15. Vista aérea del malecón de Guayaquil, Ecuador. Fuente: web skyscrapercity.com y malecon2000.org
30
El borde costero lo vemos como un parque con arborización abundante, plazas y
miradores, paseos y los equipamientos ya comentados y de una envergadura que
alcance a lo menos 2,5 kilómetros en torno al eje Errázuriz y Barón.
Imagen 16. Vista aérea del borde de parque costero Pedro Montt. Fuente: Municipalidad de Viña del Mar
Este parque costero debe integrarse a la ciudad como ha ocurrido en decenas de casos
de reconversión portuaria, donde estos territorios abren nuevas oportunidades de
desarrollo social y económico para sus habitantes. Un caso ejemplar es el parque costero
de la avenida Pedro Montt, que revitalizó la antigua recta de Las Salinas extendiendo el
área de influencia de las playas consolidadas de Viña del Mar.
Para ello proponemos el estudio de soterramiento del tren en el tramo comprendido entre
el término de la zona portuaria (aproximadamente en calle Molina y hasta la Subida San
Luis donde se encuentra el acceso a la Universidad Federico Santa María.
Además, debe reducirse la velocidad de circulación por Av. Errázuriz instalando cruces
semaforizados en los ejes estructurantes más importantes que luego subirán a los cerros.
31
Estos serían, de sur a norte: Molina, Las Heras, Francia, Uruguay y Argentina, donde se
tomaría el diseño elaborado por la PUCV para eliminar el viaducto elevado y extender el
parque de la Avenida como un malecón.
El soterramiento de Merval es más amplio que el sitio destinado al Mall, ya que es
necesario incorporar los terrenos del sector Barón Yolanda, hoy abandonados pese a su
estratégica localización y alto valor urbano. Este territorio podría ampliarse aún más, si la
Avenida España se hace bidireccional en el tramo sur del islote donde se localiza una
estación de servicio y un conjunto de edificios, lo que permitiría extender el borde costero
y situar en dicho lugar una zona combinada de áreas verdes con estación modal de
conexión hacia el sector alto de Esperanza, Placeres y Barón.
El destino de Yolanda lo dimensionamos de manera similar a Barón: un parque portuario
del tipo malecón, con arborización, plazas, miradores, paseos y actividades comerciales
que estarían distribuidas en puntos clave para activar el espacio y darle intensidad de uso.
Este diseño debiera contemplar una eventual ampliación portuaria generando un ingreso
de agua que permita abrir dos frentes: un paseo urbano asociado al parque y una losa de
actividad portuaria, destinada a contenedores, sitios para barcos y grúas.
Imagen 17. Expansión Molo de Abrigo hacia San Mateo, junto a nueva Playa y Caleta El Membrilo. Fuente: Imagen referencial
Plan EPV www.epv.cl.
32
Creemos que las infraestructuras portuarias de gran escala pueden resolverse de modo
más competitivo en otros espacios disponibles de la región, como es el caso de la zona
costera de la Ligua al norte y el puerto vecino de San Antonio, emplazamientos que
permitirían incorporar diseños compatibilizados con la ciudad, acorde a los procesos de
apertura, traslado y reconversión que se han dado en el países desarrollados y en
América Latina.
Imagen 18. Vista aérea del borde costero del Gran Valparaíso .Fuente: skyscrapercity.com
En cuanto a la zona sur de desarrollo portuario, reconocemos la existencia de situaciones
de alta complejidad derivadas de la asignación en licitación de una solución para el
Terminal 2.
Sin embargo, seguimos creyendo que la solución más armónica con la ciudad, es la
propuesta original de crecimiento hacia San Mateo, lo cual da un marco de racionalidad
a la relación ciudad puerto, se hace cargo del desarrollo portuario a una mayor escala y
33
no pone en riesgo el frente continuo, que es un valor y un activo de una ciudad que no
desea vivir a espaldas del mar, ni tampoco sacrificar su industria portuaria.
Imagen 19 y 20. Simulación tridimensional de la presencia de carga Terminal 2 acumulada frente a calle Errazuriz. Fuente:
Imagen referencial Agrupación PlanCerro, Valparaíso.
Creemos en un desarrollo compatible que enfrente a las visiones unidimensionales de la
productividad, otorgándole a Valparaíso una polifuncionalidad económica que
constituye un desafío para complejizar su economía.
34
Para finalizar
Nos mueve la ciudad, aquel territorio más próximo para las personas.
Creemos que el diseño urbano puede cambiar tendencias y creemos que las personas
deben estar al centro en un desarrollo a escala que considere sus formas de interactuar,
su necesidad de habitar un tipo de espacio público que promueva la integración
comunitaria de los grupos y que asegure el capital cultural y social necesario para la
construcción del desarrollo.
Hoy, los problemas tienen escalas que superan lo micro y la realidad de las metrópolis
están anunciando aquello.
Metropolítica busca favorecer ese punto de diálogo y nos empleamos al máximo en
proponer un punto de vista que promueva el debate, la conversación documentada y un
discernimiento democrático que busque resolver y - no postergar - la medida de lo que
deseamos. Podemos tener ciudades más bellas, dispuestas para el encuentro ciudadano
y funcionales con las vocaciones de cada territorio para beneficio de sus residentes y
visitantes.
Alberto Texido Zlatar / Gonzalo Cowley Palacios / Alexandra Garín Franz / Ignacia Imboden Fernández
Gerardo Ureta Campos / Marcelo Ruiz Fernandez / Ivan Poduje Capdeville / Gonzalo Undurraga Gómez
Sebastián Gonzalez Fornazzari
35
Imagen 21. Plano de la Reflexión estratégica y propuestas urbanas para Valparaíso 2030. Elaboración Metropolítica.