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Presentación
LOTTE DAM Y STEEN FRYBA CHRISTENSEN
Universidad de Aalborg
Sociedad y Discurso
Número 22: 1-2/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
En este número de Sociedad y Discurso presentamos una serie de artículos con temáticas
diferentes. Algunos se ocupan del discurso dentro de la vertiente de la teoría del discurso,
mientras que otros simplemente problematizan temas relacionados con el discurso. Todos, de
una forma u otra, enfocan temas relacionados con la sociedad.
En Deixis, interpelación y comunidad – indagación en el mecanismo discursivo de la
primera persona plural, Jan Gustafsson analiza la función del mecanismo lingüístico deixis
como elemento que participa en la construcción discursiva de identidad y comunidad. Se trata
de la situación en que el pronombre (y formas verbales) de la primera persona en plural se
convierte en signo de una comunidad sin necesidad de especificarla. El artículo presenta la
hipótesis de que este mecanismo discursivo se basa en una suerte de deixis inauténtica o
parasitaria que se produce cuando la primera persona en plural –el nosotros– se manifiesta
como si fuera hecho ontológico y “natural”, y no ideológico.
El artículo Representaciones y discursos sobre la cultura y la identidad en una diáspora
laboral hispánica en una capital europea por Pablo Cristoffanini y Lotte Dam presenta un
análisis de las representaciones y discursos sobre la cultura e identidad que se manifiestan en
unas entrevistas realizadas con personas de origen hispánico que viven y trabajan en la capital
de Dinamarca, Copenhague. Se trata de personas que se enfrentan con retos culturales, tanto
en su vida cotidiana en la sociedad danesa como en su lugar de trabajo, una empresa
transnacional británica-danesa. El análisis se efectúa en base a una discusión de teorías sobre
la cultura e identidad en la modernidad tardía y sobre el fenómeno de las diásporas y
experiencias diaspóricas.
En 'EL CRIMEN NO PAGA': análisis sociodiscursivo de 32 encuestas de opinión en
prensa digital venezolana por Roberto Limongi y Angélica María Silva se exploran formas de
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significar del discurso escrito desde la interpretación de 32 opiniones obtenidas en tiempo real
de la encuesta digital organizada por el diario venezolano Tal Cual. El artículo describe la
construcción de significados discursivos del suceso informativo representado por la muerte de
Osama Bin Laden en el sector sociopolítico de oposición en Venezuela e interpreta propósitos
comunicativos encubiertos de los participantes.
La sociología de Émile Durkheim en ‘El lenguaje como semiótica’ de Max Haliday por
Julio Juan Ruiz presenta una reflexión crítica de la relectura que Halliday hace en su obra de
la concepción sociológica de Durkheim. Enfoca los presupuestos epistemológicos y
metodológicos de Durkheim en las ciencias sociales y su relevancia para los presupuestos
epistemológicos de la concepción lingüística de Max Halliday. Se concluye que Halliday
asienta su trabajo en esta área en la sociología durkheimiana pero que se aparta de la rigidez
de las Reglas del Método Sociológico de Durkheim. Según Ruiz, la oposición clave individuo-
sociedad de la sociología clásica se supera en la Lingüística Sistémico-Funcional de Halliday
por el papel que desempeña el lenguaje en la integración crítica del ser humano en la
comunidad, posición defendida también por Aristóteles.
En Igreja e pedofilia: implicaciones no contexto social e lingüístico brasileiro da
publicação de nota da Santa Sé, Alex Luis Dos Santos trata el tema de cómo el Director de la
Sala de Prensa de la Santa Sede, el Vaticano, trata los delitos más graves como por ejemplo la
pedofilia en los textos oficiales sobre la posición del Vaticano. En este contexto discute las
implicaciones en el contexto social y lingüístico brasileño de una nota reciente de la Santa
Sede sobre el delito de pedofilia. El artículo usa el método de Análisis Crítico del Discurso
para explicar la reacción de la Santa Sede al tratamiento que se ha dado recientemente en los
medios sobre instancias de pedofilia que involucran la Iglesia Católica.
Este número de Sociedad y Discurso termina con una reseña por Francisco José
Rodríguez Muñoz del libro Mejor comunicación, mayores ventas. Habilidades comunicativas
en ventas directas por Ridao, Susana Ridao (2011).
Deixis, interpelación y comunidad –
indagación en el mecanismo discursivo de la
primera persona plural
JAN GUSTAFSSON
Universidad de Copehague
Sociedad y Discurso
Número 22: 3-14/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Resumen en español
El objetivo principal de este artículo es indagar en la función del mecanismo lingüístico llamado deixis como
elemento que participa en la construcción discursiva de identidad y comunidad. Ello ocurre cuando el pronombre
(y formas verbales) de la primera persona en plural se convierte en signo de una comunidad sin necesidad de
especificarla. La hipótesis principal es que este mecanismo discursivo se basa en una suerte de deixis inauténtica
o parasitaria, la cual se produce cuando la primera persona en plural –el nosotros– se manifiesta como si fuera
hecho ontológico y “natural”, y no ideológico. Insisto, sin embargo, en su carácter ideológico, ya que este
“nosotros” no es situacional sino, que se produce como elemento de construcción de comunidad, por ejemplo de
comunidad nacional, mediante la interpelación discursiva que da por sentada la existencia de este “nosotros” que
sin embargo es efecto y no causa de tal interpelación. Teóricamente este artículo se basa en estudios de
Benveniste sobre deixis y de Althusser sobre ideología e interpelación, incluyendo también elementos de la
teoría del discurso de Laclau y de ideología de Žižek. Asimismo hará uso de nociones generales de semiótica.
Palabras clave: comunidad, subjetividad, deixis, interpelación, discurso.
Abstract in English
The main objective of this article is to explore the linguistic mechanism called deixis as an important element of
community and identity construction. This mechanism becomes manifest when the plural of the first person (as a
pronoun or verbal form) refers to a whole community. A major hypothesis is that this mechanism is based on a
sort of unauthentic or parasitic deixis, which is produced when the plural of the first person (the “we”) becomes
naturalized as an ontological and not ideological fact. It is, however, an ideological fact (I believe), as the
mechanism is not based on a situational “we”, but on a discursive interpellation that takes this “we” for granted,
although it is actually produced as a result of the interpellation, not being, thus, its precondition. Theoretically, I
will take point of departure in Benveniste’s ideas of deixis and Althusser’s of interpellation and ideology,
including also elements of studies on discourse theory by Laclau and on ideology by Žižek.
Key words: Community, subjectivity, deixis, interpellation, discourse.
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Introducción: avatares del “nosotros” comunitario
“Vaya tarde que pasé ayer. Vi el partido completo en directo, y estuvimos fatales. ¡Pero qué
mal jugamos! Con razón perdimos.”
Este tipo de comentarios, aunque (re)producido para la ocasión, es bastante común, y al
escucharlo no tardaría un interlocutor común en comprender que quien lo enuncia ha
presenciado un partido de fútbol (u otro deporte) y que el equipo con el que se identifica –que
podría ser (y de hecho es en este caso) la selección nacional– ha perdido el partido. Dos
hechos llaman particularmente la atención en relación con el problema que aquí se trata: uno
es la facilidad con que el sujeto enunciador pasa del singular al plural en primera persona. El
sujeto “yo” indica haber visto un partido (de fútbol) por televisión, mientras que el sujeto
“nosotros” al parecer ha jugado (mal) el mismo partido. Como se supone que la primera
persona gramatical incluye al sujeto que enuncia la frase, está claro que la lógica que rige la
relación entre las frases y los sujetos no sería la que regiría en el caso siguiente: “Llegué
puntual a la cena y a los diez minutos nos sentamos a comer.” En este caso la lógica es la del
pronombre en primera persona y su función deíctica, o sea, que la forma verbal “nos
sentamos” incluye al mismo sujeto “yo” implicado en “llegué”. En otras palabras, el que
enuncia la frase es sujeto lógico de la acción de ambos verbos. En el caso del sujeto que ha
visto el partido y se queja de “nuestro” mal juego, la situación es distinta. Aquí, “yo” es sujeto
gramatical y lógico del verbo en singular, pero obviamente no del verbo en plural, ya que
quienes juegan son los once (o unos pocos más) de la selección. Pero es (parte del) sujeto
gramatical. Y el sujeto (en todo sentido de la palabra) en cuestión no tiene dificultad alguna
para pasar de un uso de la primera persona a otro. Parece haber una especie de mecanismo
sinecdóquico-simbólico que permite un movimiento entre comunidad e individuo, o así lo
percibe el discurso general.
El segundo hecho llamativo es que cualquier oyente e interlocutor interpretará sin
dificultad alguna estas palabras de acuerdo a la intención con que han sido emitidas. Cualquier
persona que oiga las frases citadas arriba en boca de un amigo, un compañero de trabajo o de
un perfecto desconocido, comprenderá sin mayor dificultad lo que dice la persona.
Comprender solamente requiere de un mínimo grado de conocimiento colateral o contextual.
Si el oyente sabe que ha habido la tarde anterior un partido de la selección nacional,
comprenderá con mayor facilidad, pero aun si no lo supiera y no le interesase el deporte,
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probablemente entendería bien. En otras palabras, los mecanismos semánticos del “nosotros”
comunitario, como prefiero llamar esta función discursiva, son tan banales que no llaman en
absoluto la atención de quien los usa. Esta banalidad es, en mi opinión, un elemento esencial
del mecanismo mismo, el cual depende de que el sujeto que lo utiliza activa o pasivamente
por un lado conozca las premisas de su peculiar (i)lógica semántica y por otro no las
cuestionaría. En este sentido el mecanismo puede considerarse de carácter ideológico: el
sujeto lo usa sin cuestionarlo, aun en el caso de que efectivamente se dé cuenta de su
funcionamiento (Žižek, 1989). Además, como mecanismo ideológico depende también de un
mecanismo de interpelación (Althusser, 1971, Žižek, 1989.). El sujeto sabe que cuando usa el
nosotros comunitario (o inauténtico, cf. abajo) se trata de una identificación simbólica con un
sujeto colectivo, pero da por sentado de que tal uso, aunque no corresponda a los mecanismos
lingüístico-semánticos básicos, refleja su propia realidad como sujeto individual miembro de
una comunidad. Pero para que ello ocurra tiene que haber una constante interpelación
discursiva que señale al sujeto con este “nosotros”, haciéndole comprender que es parte de tal
comunidad.
A continuación, discutiré más en detalle los problemas de deixis, partiendo de las ideas de
Benveniste y añadiendo luego la idea de deixis comunitaria o inauténtica. Después se
introducirá el concepto de interpelación como mecanismo discursivo y de poder, agregando
algunos ejemplos. En la conclusión se discutirá brevemente la posible dimensión crítica de las
hipótesis del artículo .
Yo-tú – palabra constituyente de subjetividad
Según Benveniste (1971: 179 ff.) el concepto o la palabra “ego” en el lenguaje es una
condición básica para la subjetividad. La persona se hace sujeto al entrar en el sistema del
lenguaje mediante ese mecanismo de “apertura” que es la palabra “yo”, o mejor “yo-tú”, pues
un yo simple implica un tú (Benveniste, 1971; Buber, 1993). Como pronombre deíctico por
excelencia esta pareja (yo-tú) no puede designar ninguna entidad, cosa o fenómeno general ni
puede actuar anafóricamente. Es una instancia espacio-temporal que indica persona-aquí-
ahora, y cada vez que se usa el yo o el tú (que siempre se implican mutuamente) significa algo
distinto. En este sentido la subjetividad es doblemente intersubjetiva: por un lado implica la
relación con el Otro como condición de la subjetividad –y en modo alguno como simple
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suplemento (cf. Buber, 1993)– y por otro implica que el sujeto, para serlo, ha de ser parte del
mundo del lenguaje, de lo social, según insiste Benveniste (1971:180): “Es en y por el
lenguaje que el hombre se constituye como sujeto”. Para el lingüista Benveniste, así como
para el filósofo Buber, “yo” y “tú”, son palabras, signos, que constituyen una unidad
intersubjetiva que es a la vez parte del mundo social general. En este sentido hay evidentes
semejanzas con las ideas de diálogo y dialogismo de inspiración bajtiniana (Bajtín, 1997;
Holquist, 1990).
Esta condición básica implica además una cierta “libertad” o, si se prefiere, un “vacío”,
desde el punto de vista semiótico. Con ello quiero decir que “yo” o “yo-tú” son signos
carentes de carga semántica prestablecida, más allá de su función fundamental. Sirven para
integrar “aquí y ahora” a las personas físicas en el mundo social o del lenguaje, el mundo de
los significados. Pero no implican un contenido semántico específico, no dicen nada de quién
es ese “yo” o ese “tú”. Así lo condiciona la función deíctica, que establece un sujeto “vacío” y
“libre” (Gustafsson, 2005). Vacío, porque el signo con que se designa el sujeto (“yo”) solo
implica función y no significado, y libertad, porque este vacío en principio se abre a cualquier
posibilidad semántica, tal como se da en la literatura y en la actuación, donde un actor o un yo
narrativo puede ser cualquier persona. Decir “vacío y libertad” no implica un juicio de valor,
sino un intento de calificar esa dimensión y mecanismo básicos de subjetividad, que se
establece como conexión primaria entre el individuo-cuerpo y el mundo social del lenguaje.
Por lo mismo, esta condición primaria no es portadora de “señas de identidad” en el
sentido de género, nacionalidad, clase social, etnicidad y cuantas más identidades pueda portar
una persona. Ninguna de ellas está implicada en el yo. “Yo” permite identificación con toda
identidad porque no trae consigo ninguna. “Yo” puede/o ser negro, blanco, mujer, hombre,
transexual, argentino, indígena, costarricense, sueca, asiático, vieja o joven (aunque
probablemente no todo a la vez), pero para serlo necesita un complemento que siga al “yo
soy”. Aunque en su autopercepción el sujeto tienda a unir su “yo” con el complemento –a
identificar el yo con su identificación, por así decirlo– no procede la identificación del yo,
sino de del mundo social. El portar cualquiera de las señas de identificación mencionadas –o
cualquier otra– no reside en la función de decir o pensar “yo”, sino en los significados sociales
–contingentes e históricos– con que el discurso, la ideología, lo social en su conjunto,
interpela e identifica al sujeto.
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Subjetivación por interpelación
Insistiré en la conclusión propuesta en el apartado anterior: la persona-sujeto se experimenta a
sí misma como cuerpo-mente pleno de significados tales como el género, la edad, la lengua
que habla, la cultura que habita y performa, los nombres, números y dinero que maneja. Pero
estos significados son todos sociales, y ninguno está incluido en “yo/tú”. El significado que le
damos al género/sexo, a la edad, así como todos los demás aspectos de la cultura y las
instituciones vienen como parte del proceso de socialización (cf. Jenkins, 1994), que nos
acompaña a cada uno desde antes de nacer y desde antes de saber utilizar o comprender la
función del “yo” (cf. Lacan, 1972). El sinfín de significados que se va acumulando (y
perdiendo) a lo largo de una vida individual, pertenece a lo social, al mundo del lenguaje, la
cultura, las instituciones y se impone a la persona mediante el lenguaje y otros sistemas de
signos. Los significados sociales han de comunicarse al individuo que así los va asimilando y
acumulando. Esta comunicación se da de múltiples formas, con los padres y otros “significant
others” (Mead 1981), en las instituciones, a través de todo medio de comunicación. Pero para
que la persona asimile y acepte estos significados como suyos y vaya identificándose con
ellos, creando así el cúmulo de significados que conocemos por “identidad”, esta persona
tiene que saber es “con ella”, o sea saber que algo que escucha, ve o lee se relaciona con ella
de forma específica, aunque sea como individuo anónimo y parte de la masa. Esto se da
mediante la interpelación: este mecanismo, que es como decir “oye tú, esto es contigo”,
identifica a la persona con significados del discurso social, haciéndola sujeto, en el doble
sentido de agente y de subordinado (Althusser, 1971). El sujeto es sujeto al discurso que lo
interpela y define, pero esta definición, que lo limita, también le permite al sujeto actuar como
ser concreto en el mundo social. La libertad basada en el vacío del “yo” se va restringiendo
para dar lugar a los sentidos concretos que llenarán el espacio semiótico del sujeto específico.
Parte de estos significados pueden calificarse de ideológicas, manifestadas en los aparatos
ideológicos del estado discutidos por Althusser, (1971). En alguna medida creo posible
parangonar la idea de ideología y aparato ideológicos de estado con el concepto más amplio
de discurso, según lo entienden Laclau y Mouffe (1985, Laclau, 2005). Siguiendo esta
argumentación, propongo el concepto de interpelación discursiva para indicar la situación en
que el discurso interpela al individuo dándole significados y limitaciones y haciéndolo sujeto.
La interpelación viene a ser, pues, un mecanismo a la vez opuesto y complementario de la
deixis. Opuesto, porque donde la deixis, el “yo”, abre y apunta hacia lo ilimitado, la
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interpelación cierra y limita. Complementario, porque el “yo puro” es una posibilidad más
bien hipotética y teórica, y en todo caso aterrador, y en la práctica el sujeto real no puede
realizarse ni manifestarse sin la compañía de significados específicos que lo limiten. Deixis e
interpelación son dos mecanismos fundamentales, opuestos y complementarios para el
proceso de subjetivación por el que pasa el ser humano. Uno, sin el otro implicaría la locura.
Quien fuera un yo puro, se hallaría en una situación de demencia sin nada concreto a qué
aferrarse, como en algunos sueños o como algunos sujetos narrativos literarios. Y si el sujeto
se definiera exclusivamente por significados sociales implicaría una peligrosa reducción de
humanidad, tentación inherente de discursos totalitarios.
Del yo al nosotros – de sujeto a comunidad o donde deixis se vuelve
interpelación
Arriba, se ha comentado la deixis como fenómeno en el singular. Tanto Benveniste como
Buber, cada uno desde su perspectiva, insisten en la dimensión del singular. Para Buber, la
condición del sujeto radica en el diálogo inherente al “yo-tú” y en Benveniste el “yo” es esa
“instancia de discurso ” que no permite traducción alguna. Claramente, el plural “nosotros”,
no puede funcionar de la misma manera. Como “instancia de discurso” semejante al “yo”
(según Benveniste), “nosotros” es un hecho casi poco frecuente, ya que implicaría que un
grupo de personas hablasen a coro y que cada uno se identificara completamente con lo dicho
y con cualquier otra persona del grupo. “Nosotros” no es “radicalmente” deíctico como lo es
“yo”. Puede implicar un “aquí-ahora” limitado en el sentido de “este grupo de gente
representado en esta instancia por las palabras que pronuncio yo”, pero tiende a referirse más
inespecíficamente a un grupo de personas ya más o menos definido , como los niños o adultos
de una familia o a los empleados de una empresa, para dar tan solo dos ejemplos. Cuanto más
este es el caso, menor es la función deíctica real del pronombre nosotros y sus usos verbales y
derivados. A la vez, este uso implica una tendencia hacia la interpelación (discursiva). A
medida que el pronombre “nosotros” en algún contexto tienda a referirse a un grupo concreto
de personas, estas personas serán ya interpeladas por el discurso como miembros de este
grupo. Cuando la palabra “nosotros” es signo de una comunidad –de cualquier tipo, por
ejemplo nacional, como se ha propuesto en la introducción– implica ya una interpelación del
discurso, que le dice al individuo “tú… perteneces a esta comunidad”.
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Al mismo tiempo, empero, este uso “nosotros” mantiene cierta noción deíctica, aunque de
hecho se trata de una pseudo-deixis: al decir “nosotros” en vez de (por ejemplo) “los
argentinos”, pero refiriéndose a la misma (id)entidad, o sea todo sujeto (considerado)
argentino así como la nación entera, el signo implica una fuerza de identificación mucho
mayor. Cuando “yo” oigo y digo “nosotros”, es como una extensión de mi persona hacia este
nosotros, a la vez que “nosotros” me incluye haciéndome parte de algo mayor. La experiencia
de este nosotros comunitario se manifiesta como una relación sinecdóquica entre parte y todo.
Pero en este uso del nosotros comunitario se invierte la relación entre interpelación y deixis, y
en cierta forma entre causa y efecto. Para el sujeto “nosotros” se experimenta, según dicho,
como una extensión del yo, y la lógica que se impone es que digo y puedo decir “nosotros”
porque yo soy y me siento miembro de una comunidad. Pero la lógica (ontológica) es la
inversa: la comunidad ya existe como hecho institucional, discursivo e ideológico, y como es
una comunidad ha de manifestarse e interpelar como tal, por ejemplo mediante el uso de
“nosotros”. En otras palabras, el mecanismo de interpelación –el uso de “nosotros” para
indicar una entidad nacional u otra– antecede la identificación del sujeto con el discurso y
(con él) la comunidad, siendo un instrumento de construcción de comunidades, pero se
experimenta al revés, como si la comunidad fuera la continuación lógica del yo. Mediante esta
función deíctica inauténtica, el nosotros comunitario logra un mecanismo de interpelación que
parece salir del sujeto mismo y no del discurso. El “nosotros” presupone lo que produce, y es
por ello uno de los mecanismos principales para la producción de las “comunidades
imaginadas” (Anderson, 1983) y no solamente nacionales, ya que en cierta forma toda
comunidad para existir como hecho simbólico ha de imaginarse.
Este análisis y el uso de términos como “deixis inauténtica” o “pseudo-deixis” no
implican, tampoco, un juicio de valor, pues se trata de mecanismos fundamentales sin los
cuales apenas podrían existir comunidades de tipo alguno. Por otro lado se trata,
evidentemente, de un mecanismo ideológico y de poder, que da al sujeto lugar e identidad,
pero que también implica el peligro de limitación y uniformidad. Además, como todo
mecanismo comunitario, tiene dos lados: la inclusión y la exclusión (cf. Jenkins, 1994)
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El poder y la doble frontera
El nosotros comunitario es, pues, un mecanismo de dos caras: es un instrumento de
construcción comunitaria, pero también lo es de exclusión. El nosotros define, mediante
fronteras más o menos concisas, a los que “estamos” dentro y, con ello, a los que no caben, al
Otro (Lotman, 1990: 131 ff; Jenkins, 1994). Ello es, probablemente, una condición básica de
casi toda construcción comunitaria , basada siempre en la frontera (Lotman, 1990). La
frontera es la instancia, el espacio y momento, del encuentro y del desencuentro, del diálogo y
de la exclusión (Gustafsson, 2011). El pronombre “nosotros” como función comunitaria es
ejemplo de mecanismo de frontera. El conocimiento de tal mecanismo abstracto sirve para
“desnaturalizarlo” y empezar a cuestionar, por ejemplo, esa “camaradería horizontal” que
describe Anderson (1983), y que permite a cualquier persona sentirse parte de la selección
nacional aunque sea viendo la televisión o que tal vez permita u obligue a una persona a
comprometerse en una guerra para ir a matar o dejarse matar.
El poder de los mecanismos comunitarios no es solamente poder en el sentido de poder
que excluye y discrimina –o hasta aniquila– al Otro, es también el poder que obliga al que está
dentro, a quien se incluye en el nosotros comunitario. El poder discursivo y simbólico es
ambiguo como la frontera que implica. Si ser parte del “nosotros” puede ser factor de
empoderamiento, también lo es de limitación o represión del sujeto. Al Otro se le excluye, y
hasta se le elimina, mientras que al “mismo”, al que es parte de la comunidad, se le obliga (en
alguna medida) a comportarse según pautas más o menos establecidas, a ser lo que se supone
que ha de ser un miembro de la comunidad.
Pequeña indagación empírica
En otros textos he estudiado algunos aspectos de los mecanismos de interpelación, inclusión y
exclusión del discurso nacional-revolucionario cubano (Gustafsson, 2005, 2012). Discursos y
textos políticos, discurso mediático, conversaciones, entrevistas formalizadas, lecturas de
obras literarias, cine etc. han sido elementos que han contribuido a conformar una amalgama
algo dispar de material empírico que ha ayudado a comprender unos mecanismos complejos y
sutiles, y desde luego cambiantes, de inclusión y exclusión de la categoría de lo “cubano”. En
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lo que sigue se hará una brevísima “indagación empírica” a fin de ejemplificar las ideas
teóricas expuestas.
Un problema principal del “nosotros” nacional y revolucionario cubano ha girado en
torno al deseo utópico de crear al “hombre nuevo”, y en general a los problemas de represión
simbólica generada hacia el interior y el exterior del “nosotros” nacional-revolucionario
cubano. El cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928-96), considerado revolucionario y
comprometido con la Revolución, ha hecho sutiles críticas a algunas consecuencias del
discurso del poder (revolucionario) y sus intentos por concebir y crear un “hombre (sic)
nuevo” y auténticamente revolucionario. En Memorias del subdesarrollo (1968), el sujeto
Sergio, semi-intelectual y semi-burgués “sobreviviente” en medio del fervor revolucionario de
principios de los años 1960, es el hombre solo, una especie de “extranjero” , frente a la
vorágine política y discursiva que representan los cambios revolucionarios. Muchas veces
considerada un epitafio del hombre burgués e individualista destinado a morir, la película (y
novela) puede leerse asimismo como un primer grito de alarma ante la aplastante fuerza de un
discurso identitario y una configuración comunitaria que no dejan lugar a un yo auténtico
(Gustafsson, 2005). En Fresa y chocolate (1993) se aprecia esta crítica de forma más concreta
y plasmada. En este filme, Diego, intelectual, religioso, homosexual y crítico ante ciertas
prácticas del régimen, se ve forzado a abandonar el país, pese a sentirse tan auténticamente
cubano como cualquier joven revolucionario identificable con el “hombre nuevo”, en el que
no caben estas “debilidades”. Por ser lo que es, Diego no cabe en el espacio discursivo y
geográfico de la isla. Se va, pero no porque no se identifique con un “nosotros” cubano o
porque busque otras oportunidades, sino solamente porque no halla la manera de seguir en
Cuba siendo lo que es. La versión del “nosotros” que se le presenta y que domina no le da
espacio para vivir como el “yo” que desea y cree ser.
Este uso de un “nosotros” fuertemente nacionalista que impone limitaciones al sujeto y su
comportamiento no es, en absoluto, exclusivo de un solo tipo de régimen y la elección del
caso de Cuba, aunque elocuente, se debe a que forma parte de otros trabajos míos.
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Conclusión
Para ejemplificar la discusión teórica de este artículo recurrí inicialmente a la identificación
con la nación mediante el deporte. En toda su banalidad –y de hecho es una manifestación de
nacionalismo banal, y por tanto, eficiente (Billig, 1995)– el uso del nosotros comunitario en
frases como “por fin les ganamos [el equipo nacional a otro equipo nacional]” muestra esa
combinación de dos mecanismos de subjetivación disímiles, y en cierta forma opuestos: por
un lado una experiencia primordial de auto-identificación inherente al uso de la primera
persona y a la deixis y, por otro, la interpelación del discurso (en este caso nacional) con su
mandato de inclusión (y exclusión). Para el sujeto individual la identificación con la selección
nacional se da como una experiencia inmediata y personal, como un movimiento que sale del
sujeto mismo hacia la comunidad. Pero como se ha demostrado arriba, a esta lógica se opone
otra lógica, la de un análisis de este “nosotros” como la “llamada” (interpelación) de la
ideología inherente al discurso, esa llamada que le dice al sujeto quién es y cómo ha de actuar.
El hecho de que ciertos aspectos del mecanismo sean perfectamente transparentes para el
sujeto, no reduce de por sí su eficacia: no solamente sabe cualquier sujeto que la
identificación con la nación mediante el equipo de fútbol es simbólica, también sabe que la
idea de la “camaradería horizontal” no resiste apenas el examen más superficial. Las
diferencias y las injusticias que operan dentro de la nación son demasiado obvias. Pero la
lógica ideológica no corresponde a argumentos inductivos o deductivos, ya que es tautológica
(Žižek, 1992: 138 ff). El hecho de que el nosotros comunitario sea tan obviamente un
sinsentido le da más bien credibilidad: “si a pesar de las diferencias, injusticias y desacuerdos
entre nosotros decimos, sin embargo, así, nosotros, debe ser por algo”, parece ser la razón
tautológica. El uso persistente y banal del nosotros comunitario es prueba suficiente, no solo
de su eficiencia, sino de su veracidad.
Por otro lado, el conocimiento del mecanismo es, como también se ha discutido,
condición para un examen crítico de sus manifestaciones empíricas. No basta, desde luego,
constatar la existencia y el uso de este nosotros, sino analizar su frecuencia, sus mecanismos
de inclusión y exclusión, sus cadenas de equivalencia, tipos de discurso en que es más
frecuente etc. Se partiría así de una posición en que la función pseudodeíctica del nosotros
comunitario no se da por sentada ni por desenmascarada, sino que como uno de los puntos de
partida metodológicos para investigar mecanismos de identificación, inclusión y exclusión.
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Bibliografía
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Other Essays. Londres: New Left Books, 1971.
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Benveniste, E. (1971). Problemas de lingüística general. Madrid: Siglo XXI.
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Lotman, Y. (1990). Universe of Mind – a Semiotic Theory of Culture, Londres: Taurus.
Žižek, S. (1989). The Sublime Object of Ideology. Londres: Verso.
14
Nota sobre el autor
Jan Gustafsson es professor asociado de la Universidad de Copenhague en el dpto. de
Engerom (Idiomas Inglés, Germánicas y Romances) desde septiembre de 2012. Antes ha sido
profesor de la Copenhagen Business School (2001-12) y director del Centro para el Estudio de
las Américas (2010-12) de esta universidad.
Representaciones y discursos sobre la cultura
y la identidad en una diáspora laboral
hispánica en una capital europea
PABLO CRISTOFFANINI Y LOTTE DAM
Universidad de Aalborg
Sociedad y Discurso
Número 22: 15-30/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Resumen
El presente artículo tiene como objeto de observación y análisis las representaciones y discursos sobre la cultura
e identidad de una diáspora laboral hispánica en Copenhague. El marco teórico e ideológico está conformado por
una presentación y discusión de teorías sobre la cultura e identidad en la modernidad tardía o supermodernidad y
sobre el fenómeno de las diásporas y experiencias diaspóricas. A partir de este marco, analizamos e
interpretamos ocho entrevistas realizadas con funcionarios de una empresa transnacional británica-danesa situada
en la capital de Dinamarca. El denominador común de estos funcionarios lo constituye el hecho de que proceden
de un país de habla hispánica.
El análisis de las entrevistas sugiere un alto grado de reflexividad de los entrevistados en lo que se refiere a las
diferencias entre la cultura de origen y la danesa evaluando diferentes aspectos de las culturas implicadas tanto
positiva como negativamente; ya sea la autoridad en contraposición a la igualdad, la libertad frente a la
planificación o lo cerrado frente a lo abierto. En lo que concierne a la identidad de los propios entrevistados,
podemos constatar una complejidad y flexibilidad en su relación con la cultura de origen y la receptora.
Palabras clave: cultura, identidad, representaciones, discursos, diáspora
Abstract
The object of study of this article is the representations and discourses of culture and identity of a Spanish
speaking labor diaspora in Copenhagen. The theoretical and methodological framework consists of theories
about culture and identity in late modernity or supermodernity and about the phenomenon of diasporas and
diasporic experiences. Within this framework, we analyze and interpret eight interviews conducted with
employees who work for a British-Danish transnational company located in the capital of Denmark. The
common denominator for the employees is that they are from Spanish speaking countries.
The analysis suggests that the interviewees have a high level of reflexivity regarding differences between their
culture of origin and the Danish one. They evaluate different aspects of the cultures involved, both positively and
negatively, for example authority opposed to equality, freedom opposed to planning, or closeness opposed to
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openness. With regard to the interviewees’ identity, we have found complexity and flexibility in their relation to
culture of origin and the receiving culture.
Keywords: culture, identity, representations, discourses, diaspora
Introducción
Los enfoques clásicos de las ciencias sociales y las humanidades tendían a concebir la cultura y, en
parte, la identidad como fenómenos circunscritos al ámbito de la nación. Así, en estos enfoques, la
cultura era asociada con las significaciones de diferencia, perdurabilidad y anclaje popular y el sentido
de pertenencia a una sola nación era el paradigma. En las aguas de la globalización han surgido
significaciones alternativas de la cultura y la identidad que las perciben como universos significativos
que cuestionan y transcienden la nación. Son varias las razones de estos cambios de perspectiva. Uno
de ellas es la evidente variedad de culturas dentro de la nación. Una segunda razón tiene que ver con la
movilidad que la globalización ha generado y los diferentes tipos de viajeros que ha engendrado:
inmigrantes, expatriados, trabajadores golondrina, etc. La figura del viajero, del que vive entre varias
culturas e idiomas, en lugar de ser una anomalía, se convierte entonces en algo cada vez más frecuente.
Fuera de ello, la globalización ha creado circuitos comunicativos que permiten que los grupos
mencionados mantengan un contacto fluido con sus culturas de origen.
Nuestro artículo tiene dos objetivos: El primero, que se desarrolla en la primera parte, es presentar
una discusión de temas y conceptos claves para el estudio de la cultura y la identidad en el mundo
globalizado. Fuera de funcionar como una sección independiente, esta primera parte servirá como el
marco teórico-metodológico de la segunda, que consiste en un análisis de una diáspora laboral
hispánica que vive y trabaja en Copenhague para una empresa transnacional británica-danesa. Se trata
de personas que se enfrentan con retos culturales, tanto en su vida cotidiana en la sociedad danesa
como en su lugar de trabajo. Además, la cuestión de su identidad es un asunto que, entre ellos, da
lugar a la reflexión. El segundo objetivo del artículo es presentar el análisis en cuestión, que se
sustenta en las ideas y conceptos elaborados en la primera sección del artículo.
Nos ha parecido pertinente no sólo presentar conceptos centrales para el análisis como cultura,
identidad y diáspora, sino también incorporar la crítica que se ha hecho desde la antropología, la
sociología y las humanidades a la concepción posmoderna y socialconstructivista de estos conceptos,
visión que ha sido paradigmática en la comunidad académica. Ello ha implicado, como ocurre
frecuentemente, que los presupuestos ontológicos e epistemológicos de esta visión sean aceptados sin
cuestionamiento.
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El aparato teórico metodológico que hemos trabajado, arranca de las ideas y perspectivas de Popper
(1983) Gadamer (1996) y Føllesdal (1995) de que no existe y no puede existir una observación y
análisis de un material empírico libre de teorías o horizontes comprensivos si se quiere. El material
empírico en sí mismo no genera nuevos aportes o ideas, tampoco su examen a partir de un método
aislado. Más aún, es lógicamente insostenible que un método nos garantice la verdad en el
conocimiento material o social. En ocasiones puede convertirse en un impedimento como Gadamer
sostiene en su voluminosa obra Verdad y Método o en sus polémicas con hermeneutas como Betti y
Hirsh que buscan la verdad a través del método. Aún sin suscribirnos totalmente a la perspectiva de
Gadamer, pensamos que es evidente que la fijación en el método como garantía de aportes
innovadores puede llevar a (y lo hace frecuentemente) la situación a la que describe Eagleton (2005)
refiriéndose a métodos de análisis del discurso que han estado en boga: “Han abundado trabajosamente
en lo obvio, disparando cañonazos de análisis lingüístico para matar la insignificante mosca de un
chiste verde”. A partir de estas ideas y perspectivas hemos elaborado el apartado teórico-metodológico
que a su vez nos proporciona las herramientas para nuestro análisis del material empírico del artículo.
Este lo conforman ocho entrevistas que hemos hecho a funcionarios de la mencionada empresa
transnacional británica-danesa con sede en Copenhague. Siete provienen de diferentes países
latinoamericanos y una de España. El hilo conductor de las entrevistas es la representación y
construcción de la cultura y la identidad cultural que elaboran los entrevistados en estas entrevistas. El
análisis de las entrevistas se ha hecho utilizando las ideas y conceptos sobre la cultura e identidad
trabajados por antropólogos, sociólogos y teóricos de los estudios culturales, además de una
metodología cualitativa: semiótico-discursiva.
Marco teórico-metodológico
Cultura e identidad en tiempos de la globalización
Una de las fuentes tras los enfoques que equiparan la cultura con la nación son las representaciones
que se han hecho de la relación orgánica entre cultura y comunidad en las sociedades premodernas. En
ellas se inspiraron la antropología y la sociología clásica cuando pensaron la relación entre sociedad y
cultura. De acuerdo a estas representaciones, los miembros de una comunidad estaban empapados por
la cultura de ella que generaba a su vez una relación más o menos armónica entre ellos. En las
comunidades premodernas y la de la modernidad temprana, las relaciones entre los miembros tendían
a ser “naturales”, las lealtades estrechas y existía entre sus miembros un sentimiento de inclusión
basado en el origen, el parentesco y el lugar. Las relaciones eran de “cara a cara”, las comunidades
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estaban delimitadas localmente y tendían a perdurar por las relaciones incluyentes con fuerte
sentimiento de arraigo.
De esta representación acerca del funcionamiento de las comunidades, antropólogos y sociólogos
extrajeron ideas en el intento de explicar la coherencia de las naciones modernas o de desarrollarla (cf.
Featherstone, 1995; Kennedy & Roudometof, 2002). En la comprensión de la cultura que hemos
venido bosquejando, ésta se articula con sentimientos de inclusión, anclaje local y duración. Es una
representación que puede ensamblarse sin grandes obstáculos con el discurso que surge en la corriente
de la Contra Ilustración, expresada en las ideas de filósofos como Johann Gottfried Herder. Herder,
que ha sido el inspirador de muchos movimientos nacionalistas y etnonacionalistas, y también de la
antropología como ciencia (Isaiah Berlin, 1983), sostenía que entender una cultura era entenderla en
su individualidad y que para ello era necesario el einfühlung. Si uno quiere entender un “carácter
nacional”, debe entrar en las condiciones geográficas únicas que han contribuido a su creación. Cada
cultura tiene su propio centro de gravedad y es necesario compenetrarse en él para entenderla. El arte,
la moralidad, las costumbres, la religión, la vida nacional tienen raíces inmemorables y son creadas por
sociedades enteras que viven una vida comunal integrada. La cultura es siempre la cultura de un
pueblo, lo que tiene por efecto que cada actuación y objeto sean la expresión inconfundible de ella.
En estos enfoques, la cultura va asociada con una cadena significativa constituida por
significaciones como unificadora, perdurable, con anclaje popular y diferenciadora (Wolfang Welsch,
1999).
En la sociología, la comunidad, die gemeinschaft¸ la sociedad de la intimidad y la confidencia,
donde la gente se conoce personalmente, las comunidades estables fueron las referencias de los
sociólogos, cuando utilizaron la expresión ‘social’ en sus estudios del parentesco, la personalidad, la
economía y la política (cf. Mike Featherstone, 1995). Émile Durkheim se centró en los factores que
creaban coherencia en una sociedad y, como es sabido, elaboró el concepto de consciencia colectiva
para enfatizar las convicciones y sentimientos comunes, los lazos sagrados que llevaban a la
integración (cf. Salzman, 2001).
En la antropología clásica, también podemos identificar, sin dificultad, enfoques que articulan la
cultura con la coherencia, diferenciación y separación. Así, Ruth Benedict, en Patterns of Culture,
sostiene que cada cultura se basa en principios diferentes, en diferentes énfasis. Cada cultura no es una
simple colección de valores, costumbres, instituciones; las culturas (al igual que los individuos) están
estructuradas por pautas coherentes de pensamiento y acción y conforman una totalidad que tiende a la
duración. La cultura es algo fijo, armónico y unido. La conducta de los individuos se acomoda a las
pautas y normas de la cultura. No es la biología, la raza lo que une a los grupos, sino que son las ideas
y normas que comparten a través de su cultura lo que los ata (Ruth Benedict, 1934).
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Como es bien conocido, la antropología y la sociología postmoderna y postestructuralista han criticado
y rechazado los discursos sobre la cultura, en los cuales este concepto va asociado a la idea de
coherencia, homogeneidad, unidad, permanencia, etc. Entre otras cosas, porque no se presta atención
a la problemática del poder y los antagonismos sociales, de género y étnicos. Dentro del amplio marco
que constituye el postestructuralismo y el postmodernismo se han elaborado discursos diferentes a los
del configuracionismo y funcionalismo (ver por ejemplo Tim Ingold, 1993; Lila Abu-Lughod, 1991;
Unni Wikan, 1992). En los discursos postmodernos sobre la cultura e identidad, estas van asociadas al
sincretismo, la hibridez, el desorden, la contingencia, la heterogeneidad, etc (cf. Terry Eagleton, 1996).
Stuart Hall, por ejemplo, describe cómo la cultura y la identidad, tanto la personal como colectiva, han
experimentado transformaciones notables en la sociedad de la modernidad tardía, debido a la
globalización, el debilitamiento de los estados nacionales y cambios permanentes y rápidos (Hall,
1992 y 1997). Sostiene que las identidades que nos entregaban un arraigo, como la nacional, la étnica
y la de clase, se encuentran hoy fragmentadas y dislocadas y nuestra vivencia como sujetos centrados
ha sido minada. En la descripción de Hall, el sujeto postmoderno no tiene una identidad fija y esencial.
La identidad es más bien construida, movible y se forma y reforma en relación a cómo los sistemas
culturales que nos rodean y nos representan, nos interpelan.
Para Featherstone (1995), los enfoques acerca de la sociedad y la cultura, que las asocian con la
coherencia, armonía, integración y separación, subestiman los conflictos y el movimiento que han
existido en las sociedades premodernas, modernas y naturalmente bajo el capitalismo tardío. Símbolos
de estos procesos son la figura del caminante, trabajadores migrantes, expatriados, refugiados, etc.
Aún más, los procesos transnacionales son subvalorados: las influencias recíprocas entre las naciones
cuando hablamos de religión, política, economía y cultura. En la época en que vivimos, las culturas
están aún más interconectadas como efecto de las corrientes de informaciones e imágenes.
Gupta y Fergson (1992) problematizan cómo el espacio ha sido representado en las ciencias
sociales. En las representaciones que critican, las diferencias entre sociedades, naciones y culturas se
fundamentan en una división no problematizada del espacio. Se presupone que las naciones ocupan un
espacio interrumpido naturalmente. La cultura y la sociedad se convierten en apéndices del nombre de
la nación: si queremos comprender la cultura india, viajamos a la India, y si queremos comprender la
cultura norteamericana, a los Estados Unidos. El supuesto isomorfismo entre nación, cultura y espacio
crea problemas a la hora de comprender a la gente que vive cruzando fronteras: trabajadores
migrantes, nómadas, hombres de negocios y otros profesionales.
La existencia de una esfera transnacional ha creado lazos de solidaridad e identidad que no se
basan en una adaptación a un espacio común o a contactos cara a cara. En su descripción, la esfera
transnacional ha hecho obsoleta la idea de comunidades claramente delimitadas. Las identidades, nos
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recuerdan, nunca han sido tan fijas e inamovibles como se han representado en la antropología clásica.
En la actualidad, la cultura y la identidad o están desterritorializadas o territorializadas de otra forma.
Vivimos en un mundo de diásporas con una circulación transnacional de culturas y movimientos
masivos de gentes. Por las razones mencionadas, los antropólogos y sociólogos de la cultura
postmodernos han puesto de relieve el fenómeno de la diáspora, porque en su discurso, la diáspora
puede ser vista como un microcosmo que nos permite comprender lo que sucede con las identidades y
la cultura en el mundo contemporáneo.
Pensamos que el pensamiento posmoderno y posestructuralista contiene muchos aportes valiosos
a la hora de comprender algunas de las transformaciones que la cultura y la identidad han
experimentado en la época de la globalización y la modernidad tardía. Sin embargo, adherimos a la
crítica que han venido desarrollando, desde diferentes disciplinas, teóricos y estudiosos como Terry
Eagleton (1996), Claudia Strauss (1997) y Jorge Larraín (1996). Así, pensamos que en la época en que
nuestros entrevistados y los autores de este artículo nos encontramos, diferentes identidades son
posibles para un sujeto con fundamento en su biología y trasfondo cultural y lingüístico, pero no
cualquier identidad. En este sentido, el poder de los discursos con respecto a la creación de identidades
no es ilimitado y arbitrario. Además, el pensamiento posmoderno y posestructuralista podría llevar a
considerar al esquizofrénico como lo normal en las sociedades contemporáneas, al erigir a la persona
totalmente escindida entre diferentes identidades, conjunto de valores y normas como lo típico. La
persona, como lo sostienen los teóricos y estudiosos que acabamos de mencionar (y lo muestran
nuestros entrevistados), busca una cierta coherencia que le permita actuar, desenvolverse y buscar el
cambio en el contexto en que se sitúa.
Como hemos mencionado, los entrevistados se inscriben dentro de las tendencias acentuadas por
la globalización, al viaje y la movilidad de las personas. En lugar de ser una anomalía, la figura del
que vive entre dos o más culturas e idiomas es cada vez más común. Esta situación genera una serie de
desafíos y problemáticas que han llevado a una reelaboración y ampliación del concepto de diáspora.
Nos ha parecido pertinente tener en cuenta este desarrollo para comprender mejor las representaciones
y discursos de los entrevistados.
Diásporas y discursos diaspóricos
El concepto de diáspora es multifacético. De origen griego, el signo iba, primariamente, asociado a las
ideas de migración y colonización. Más tarde, fue asociado con las experiencias de los judíos,
ármenos, africanos y palestinos. De estas últimas provienen las connotaciones de trauma, exilio
forzado y añoranza del país natal, anhelos de retorno explotación y represión por parte de una etnia
21
extranjera. En la actualidad, diferentes grupos se han definido a sí mismos como diáspora sin haber
sido víctimas en el sentido que lo han sido los grupos que venimos señalando o sin haber participado
activamente en procesos colonizatorios.
La diáspora judía ha constituido un tipo ideal en el sentido weberiano del concepto y su
experiencia ha enfatizado los aspectos negativos del exilio. Así, los judíos fueron vistos como un
grupo expuesto a los vaivenes de fuerzas externas e individualmente como el prototipo del individuo
patológicamente escindido. Personas que nunca podrían llegar a ser seres humanos completos y
alcanzar la tranquilidad y felicidad mientras viviesen en el exilio. Como señala Cohen (1997), una de
las razones por la cual se debe revisar la diáspora judía como prototipo es el hecho de que esta visión
que enfatiza sólo los aspectos negativos, es una visión unilateral. De hecho, afirma, los judíos se
beneficiaron del contacto con ricas y complejas culturas foráneas (babilonia, persa) y adoptaron
nombres, costumbres, artefactos y conocimientos de ellas. En la perspectiva de comprender mejor las
experiencias diaspóricas en la modernidad tardía, es importante tener en cuenta el carácter dialéctico
de la diáspora judía: pérdidas, pero también adquisiciones, desenvolvimiento, desarrollo de nuevos
potenciales. De acuerdo a Cohen, el concepto de diáspora puede en la actualidad ser entendido como
una “designación metafórica” para describir diferentes categorías de gente: expatriados, expulsados,
refugiados políticos, inmigrantes y minorías étnicas y raciales. En la misma línea, Clifford (1999)
sostiene ampliar la utilización del concepto de diáspora e ir más allá del prototipo judío de ella. En la
época de la globalización, afirma, existen múltiples fenómenos que hacen posible e estimulan los
apegos multilocales y los viajes entre naciones. Todos ellos relacionados con la mayor
interconectividad que la globalización hace posible. Son el fundamento actual de la centralidad de las
experiencias cuasi diaspóricas.
Consideramos al grupo al que hemos entrevistado, un grupo que comparte experiencias
diaspóricas. En las páginas que siguen, queremos examinar cómo los entrevistados van entregando
significación a los signos claves /cultura/ e /identidad/ y construyendo un discurso en torno a ellos. Las
significaciones y discursos se manifiestan en las representaciones que los entrevistados construyen.
Representaciones
Podemos definir sucintamente la representación como la producción de sentido a través del lenguaje.
Como explica Hall (1997: 1), el lenguaje es uno de los ‘medios’ a través de los cuales pensamientos,
ideas y emociones son representados en una cultura. El lenguaje funciona como un sistema de
representación en que el ser humano utiliza signos para representar conceptos, ideas, etc. Cada texto
produce sentido; en nuestro caso las entrevistas que constituyen nuestro material empírico. Siguiendo
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la línea de pensamiento desarrollada por Hall, utilizaremos un enfoque construccionista entendiendo
que el sentido es construido en y por el lenguaje.
El hecho de que se construya sentido mediante sistemas de representación no implica que no
exista un mundo material y real independiente del ser humano, solamente que este mundo puede
adquirir diferentes significaciones de acuerdo a los juegos de lenguaje o discursos en que los signos
que lo representan, se insertan: una montaña tiene un significado para un geólogo, otro para un físico y
un tercero para un sacerdote indígena, etc. Tampoco existe plena libertad en cuanto a la significación
del signo, ya que esta haría imposible la comunicación. Como explica Hall (1997: 18), los signos sólo
pueden vehicular sentido si poseemos códigos que nos permiten traducir nuestros conceptos a un
lenguaje. Los códigos no existen naturalmente, sino que son el resultado de convenciones sociales.
Según este orden de ideas, el sentido nunca puede ser fijado definitivamente, ya que los actores
sociales siempre tienen la oportunidad de conferirle nuevos sentidos a las palabras, o sea ponerse de
acuerdo creando nuevas convenciones y códigos (Hall: 23).
Los códigos existen sobre todo con respecto a la denotación de las palabras. Con respecto a las
asociaciones y connotaciones que una palabra vehicula, el sentido es más subjetivo. En el área de la
cultura, la denotación de por ejemplo la cultura latinoamericana viene a ser algo así como “la cultura
perteneciente a los países de América Latina”, mientras que las asociaciones que se generan a partir de
estos signos pueden diferir dependiendo del trasfondo de diferentes sujetos. Las diferentes teorías en
que se basan los análisis de discurso, surgidos en las aguas de la posmodernidad, tal como el elaborado
por otros Laclau og Mouffe (1985), desarrollan la idea de que los signos del lenguaje no tienen un
significado fijo y constante, sino que se negocia su significado mediante el uso de él.
Según Hall (op.cit: 18), las personas pueden comunicarse porque tienen un mapa conceptual
similar cuando pertenecen a una misma cultura. Pensamos que esta idea se puede ampliar. Personas
que hablan varios idiomas y han vivido en diferentes culturas, pueden utilizar diversos mapas
conceptuales, porque han llegado a comprender no sólo la denotación de los signos, sino también las
connotaciones que los nativos asocian con ellos. Con esto no queremos decir que la cultura esté
necesariamente anclada a un área geográfica o nacional, ya que también se puede hablar de cultura
juvenil, cultura universitaria, etc., como culturas transnacionales.
Las representaciones que se hacen de otras culturas, tienen como fundamento los esquemas
culturales de los emisores, esquemas que constituyen el sentido común en la cultura o las culturas a las
que pertenecen. Para nuestro análisis hemos seleccionado personas que suponemos comparten ciertos
códigos culturales, porque nos interesa investigar en qué medida hacen representaciones similares.
23
Algunos conceptos clave de la teoría del discurso
En nuestro análisis vamos a partir de la teoría del discurso anteriormente mencionada. Esta teoría
utiliza entre otros conceptos el de significante flotante (ver Laclau (1990: 28) y (1993: 287)),
refiriéndose a aquellos signos cuyo significado está abierto y diferentes discursos luchan por
conferirle un significado determinado. Afirmamos que /cultura/ es un significante flotante. Así, según
algunos discursos, la cultura está estrechamente ligada la nación, mientras que en otros discursos (los
posmodernos y posestructuralistas) la cultura es algo más dinámico y plural. Fuera del concepto de
significante flotante, examinamos las asociaciones que estos significantes generan y cómo: a través de
las construcciones discursivas y de las diferencias que se establecen. De esta manera entendemos la
significación como algo relacional.
En la teoría del discurso, la identidad tampoco es un conjunto fijo de características, sino algo
más flexible y relacional. Los sujetos son interpelados por los discursos que intentan situarlos en
determinadas posiciones. Según este orden de ideas, el sujeto está fragmentado, en el sentido de que
no es posicionado de una manera fija y permanente por un discurso, sino que lo es por diferentes
discursos en diferentes posiciones. Por ejemplo, un sujeto puede ser posicionado según su sexo por un
discurso, según su religión por un segundo y según su profesión por un tercero. Sin embargo, como
hemos explicado anteriormente en este artículo, sostenemos que se debe hablar de identidades
posibles, ya que si bien existen varias identidades posibles no cualquier identidad es posible. Antes
hemos comentado que el discurso interpela a los sujetos. Sin embargo, también los sujetos mismos
pueden posicionarse, o sea asumir una determinada identidad en un contexto. En otras palabras,
pueden invocarse diferentes identidades, según la situación.
El diseño de investigación
El diseño de la investigación se basa en la realización de entrevistas semiestructuradas, las que se
realizaron entre noviembre de 2008 y marzo de 2009. Seleccionamos a los entrevistados atendiendo a
dos criterios: ser empleados de una misma empresa de carácter internacional con sede en Dinamarca y
ser de origen hispánico. La razón de esto es que queremos ver si hay similitudes entre las
representaciones, lo que podría indicar la existencia de un mapa conceptual común. El total de
entrevistas fue ocho, pero para este artículo hemos seleccionado cuatro. Los países de origen de los
entrevistados son: E1: España, E2: Argentina, E3: Perú y E4: Colombia(/EEUU).
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Análisis
Hemos agrupado las representaciones y prácticas discursivas bajo dos temas, la cultura danesa y la
identidad cultural.
La cultura danesa
La dialéctica cultural cerrado-abierto
En la semiosis de la cultura danesa elaborada por los entrevistados, hemos encontrado una práctica
discursiva que denominamos la dialéctica cerrado-abierto. Varios de los entrevistados asocian la
cultura danesa con la significación /cerrado/:
E1: No me gusta lo cerrada que es la gente en invierno, pero me fascina cómo la gente cambia de repente en
verano. Cerrado que no dices hola (...) que no es así en toda Dinamarca porque en mi barrio no son así.
E4: El danés es una persona muy difícil de entrar. Amigas danesas que yo tenga, tengo una. Sé que es una
persona completamente – Eso es lo bonito de los daneses, cuando te entregan una amistad, sabes que es una
amistad que es ahí.
El discurso de lo cerrado es matizado por los entrevistados. Así, E1, en el primer ejemplo, explica la
característica /cerrado/ por razones climáticas. Es bien sabido que en general, en la cultura danesa se
prioriza el hogar como un centro de actividad social importante, especialmente en la temporada de
otoño e invierno. Así, en la cultura danesa, existe un significante clave, “hygge”. No se encuentra una
traducción exacta en español de esta palabra danesa, pero podemos decir que se asocia con las ideas de
pasar momentos agradables con los amigos y/o la familia, comiendo o bebiendo y conversando,
normalmente en un lugar estéticamente agradable, protegido y cálido. Además, el entrevistado hace
otra reserva al decir que no todos los daneses son así.
E4 también problematiza la característica afirmando que una vez que un danés te entrega su
amistad, esta es más profunda. Es bien sabido, tanto en el mundo académico como el público, que las
culturas protestantes enfatizan los valores de la individualidad como la intimidad (Foulkes 2002: 3).
Muchas personas provenientes de las culturas latinas y católicas, como es el caso de nuestros
entrevistados, ven esto como un obstáculo para entablar relaciones.
E4 se refiere al rasgo de abierto no en el sentido que lo hemos visto en los ejemplos anteriores, es
decir cuando la persona abierta representa a alguien que hace amigos con facilidad y que expresa con
espontaneidad lo que piensa y lo que siente. En la nueva acepción, /abierto/ es pensado como libre, sin
restricciones:
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E4: El lleva la niña al baño, muchas veces la lleva al baño de los hombres, aquí eso se hace así, en la
piscina el señor lleva su hija al baño y eso es a veces muy...mal visto en mi familia. Mi mamá ya lo, ya lo
adquirió, porque ya aprendió, mi hermano y su esposa muchas veces no lo computan, ¿no? Para ellos
nosotros somos muy liberales, muy demasiado abiertos.
En este ejemplo, podemos apreciar que E4 establece una diferencia entre las reglas existentes en su
cultura de origen y la liberalidad válida en la cultura danesa. Pero al mismo tiempo ve el conflicto
como algo relacionado con algunos miembros de su familia. Al parecer, ya ha asimilado esta libertad
existente en la cultura danesa, y a través de ella, su madre, mientras que para su hermano y su esposa,
esta costumbre sigue siendo vista como exceso de libertad. Aún más, vale la pena notar que E4 al
utilizar el pronombre en primera persona plural, expresa una pertenencia a la cultura e identidad
danesa.
Como hemos visto en el apartado teórico, en la modernidad tardía, la figura del viajero, de la
persona que se mueve entre diferentes culturas e idiomas, es cada vez más normal. Esta situación crea
en las personas que viven esta experiencia una capacidad reflexiva al poder distanciarse tanto de su
cultura original como de la cultura receptora.
La dialéctica horizontal-vertical
Otra práctica discursiva que hemos localizado en lo referente a la cultura danesa, es la que
denominamos la dialéctica horizontal-vertical. En varios de los ejemplos se relaciona con el lugar de
trabajo. Parece ser una representación generalizada que en Dinamarca hay menos jerarquía en el lugar
de trabajo. Para algunos de los entrevistados este rasgo tiene connotaciones positivas:
E3: El Perú me parece que era más una estructura muy jerárquica, casi imposible llegar al jefe supremo,
mientras que la cultura danesa es más plana en el trabajo.
E4: A mí se me hace como que empleado uno siente que tiene un poco más de impacto en cuanto a, tal vez
no las decisiones, pero en cuanto a que uno puede abiertamente decir un poco más su opinión a su jefe, (...)
se me hace que la jerarquía es mucho más plana, (...) mientras que las jerarquías tal vez muchísimo más en
Latinoamérica no (...) eso me gusta muchísimo de Dinamarca.
En el caso de otro entrevistado, E1, esta característica de la cultura danesa puede tener una
significación negativa:
E1: “Lo llevo mal con el “Jantelov”, ...está bastante generalizada, ‘no te creas que eres algo sólo porque’....
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E1 se refiere aquí a un fenómeno cultural que en danés se le ha dado el nombre de ”Jantelov”. Esta
“ley” (“lov”) de jante consiste en una norma consuetudinaria cuyo contenido es “no debes creerte algo
especial”, porque tengas un alto cargo, título, seas bello, tengas un poco de talento, etc. En este
discurso ni siquiera los jefes deben ostentar su autoridad.
En el último ejemplo que presentamos sobre las asociaciones con el significante flotante /cultura
danesa/, la práctica discursiva dialéctica horizontal-vertical es enfocada por E2 desde una perspectiva
bastante diferente:
E2: Yo siempre hago la comparación entre la libertad y la igualdad. Nosotros venimos de una región donde
mucha libertad -vamos a decirlo de alguna manera- pero obviamente pero obviamente a consecuencia de
una gran desigualdad, entonces, acá donde las cosas son mucho más igualadas, donde todo es mucho más
parejo obviamente la libertad se reduce muchísimo ¿no? y eso que se puede traducir en la planificación, esa
falta de libertad es lo que a uno lo hace sentir a veces como que uno se ahoga, como que no hay espacio y
eso puede ser una- es una desventaja o un…- yo solía decir perdón, cuando vine en éste país, le decía a mi
vieja cuando hablaba por teléfono, apenas llegado acá, ‘vieja parece que en este país todo lo que no está
prohibido es obligatorio” es decir, no hay nada en el medio ¿no?
E2 establece una relación entre por un lado la marcada libertad que en algunos sentidos existe en
América Latina y por otro lado la igualdad de la sociedad danesa. En el primer caso, la libertad (falta
de regulación en sectores vitales) conlleva desigualdad y sociedades verticales. En Dinamarca, por otro
lado, como un derivado de la mayor igualdad, existe más planificación y regularización (necesarias
para alcanzar esta igualdad) que sofoca en cierta medida la libertad.
El análisis de las últimas citas y de las anteriores nos revela una práctica discursiva generalizada:
los entrevistados en sus representaciones, reflexiones y prácticas discursivas sobre la cultura danesa
hacen comparaciones explícitas o implícitas entre esta última y la cultura de sus países de origen
confirmando así uno de los supuestos de la semiótica clásica de que los objetos, personas y sentidos
adquieren significado relacionalmente. Además, vemos corroborado el supuesto acerca de la mayor
capacidad de distanciamiento tanto con respecto a la cultura de origen como de acogida en las
personas con experiencias diaspóricas.
La identidad cultural
Sostenemos que la identidad es un conjunto de algunos rasgos fijos y de otros variables. Diferentes
identidades pueden activarse según el contexto y los discursos en juego, aunque dentro de los marcos
de identidades posibles. Los ejemplos muestran que los discursos pueden activar una identidad, pero
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también los sujetos mismos lo hacen. En el primer ejemplo que presentamos, el entrevistado
experimenta que, a pesar de haber vivido muchos años en Dinamarca, siguen interpelándole como
español. Al preguntársele que si ha experimentado dificultades en Dinamarca, responde:
E1: Todos los días. Desde que en el aeropuerto te preguntan cómo se dice feliz navidad y te dejan cantar
una canción de navidad hasta tener que justificar en hacienda cuando llegué que no quería pagar impuestos
a la iglesia. (...) Y luego el hecho de que la gente todavía tenga la tendencia a tratarte de una manera
diferente porque eres español.
Es un ejemplo de que los discursos sobre el “otro” existentes en Dinamarca encasillan al individuo y le
imponen restricciones. Es difícil autoidentifarse como danés si la sociedad que lo circunda a uno sigue
categorizándolo como /español/. En otros casos se trata de un posicionamiento de los mismos sujetos
con respecto a su pertenencia identitaria:
E1: A los otros [los españoles] los meto en el grupo [latino], en España no lo haría. En España la cultura
latina es muy definida. La cultura de barrio latina eso es...pero aquí nos metemos en el mismo grupo.
En este ejemplo, en la óptica del entrevistado, los españoles en España se posicionan simplemente
como españoles –frente a los latinoamericanos– mientras que en Dinamarca pueden posicionarse
como latinos. La posición como latino en Dinamarca no está anclada geográficamente, sino que es un
sentimiento de comunidad lingüística y seguramente cultural.
En el siguiente ejemplo, lo que E2 explica mediante la metáfora de una pirámide es que la
referencia identitaria puede ir estrechándose según el lugar de referencia:
E2: Mi amigo el del restaurante (...) Se fue a Barcelona, era un catalán que se volvió a Barcelona, pero el
tipo decía “en el mundo, Europa, en Europa, España, en España, Cataluña, en Cataluña, Barcelona, en
Barcelona, mi barrio y en mi barrio, mi calle, es decir, eso de la identidad es una cosa que si bien él lo decía
con mucha simpleza, es una pirámide bastante clara. Si yo estoy en Argentina, no tengo por qué ponerme a
pensar en mi condición de latinoamericano. Yo pienso en mi condición rosarina y de hincha de Rosario
Central por ejemplo. Pero cuando yo me salgo de ese ámbito y me vengo a Dinamarca obviamente que para
mí todo toma otra dimensión y entonces Latinoamérica empieza a ser una referencia concreta de mi
identidad. Todo depende de la posición en la que uno esté.
En un contexto, cuando la referencia es muy amplia (el mundo), el amigo de E2 se considera europeo;
si la referencia se restringe geográficamente (Europa), prevalece la identidad española, y así
sucesivamente. Según el contexto o la situación, se activa una u otra identidad, que puede ser más o
menos amplia.
Aunque los ejemplos de este apartado indican que pueden activarse diferentes identidades, cabe
recordar que las identidades no son arbitrarias. Aún en el ejemplo de E1, que pudiera parecer una
28
contradicción, ya que una identidad, que en algunos contextos puede ser oposicional
(españoles/latinoamericanos), mientras que en otros forma parte de una identidad más amplia (latinos),
no indica que las identidades sean arbitrarias, ya que se trata de ciertos rasgos compartidos (la lengua,
aspectos culturales) que se ponen en juego en nuevos y diferentes contextos, como el danés.
Conclusión
Las personas que hemos entrevistado conforman un grupo diaspórico en el sentido amplio del
concepto que los teóricos modernos de la diáspora le confieren, caracterizado por la movilidad y la
radicación en un entorno nacional y cultura diferente. Son una ilustración de que la o las culturas
hispánicas se recrean en un nuevo contorno, en este caso el danés. Una muestra de ello son las asiduas
comparaciones entre sus culturas de origen y la danesa cuando se trata de caracterizar esta última y
reflexionar sobre ella. En varias ocasiones, en su representación de la cultura danesa resaltan los
mismos rasgos como importantes, indicación que sus filtros culturales son comunes. Por ejemplo, en
su representación de la cultura danesa como cerrada y horizontal.
No obstante, los miembros de este grupo con rasgos diaspóricos se caracterizan también por estar
conformado por personas que viven in between culturas, capaces de hacer matizaciones en virtud de su
conocimiento de los mundos significativos de las culturas implicadas.
El vivir entre culturas también afecta la identidad cultural. En entorno diferente al de las culturas
originarias de los entrevistados como el danés, surgen otras posibles identidades que se activan según
los contextos y los discursos que interpelan a los sujetos. En algunos de los casos, una pan-identidad es
activada por los sujetos mismos: argentinos, peruanos, colombianos comienzan a verse a sí mismos
como latinoamericanos. En otro, un español que en su contexto originario siempre se había visto
claramente diferenciado de los latinoamericanos, comienza a percibirse como “latino” en virtud de un
discurso sobre la latinidad que se va creando con la experiencia compartida de desarraigo y
extrañamiento compartido. Se activa una u otra identidad según el contexto.
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Notas de los autores
Pablo Cristoffanini es Doctor en Historia por la Universidad de Aarhus, Dinamarca. Desde 1996 se ha
desempeñado como profesor titular del Instituto de Cultura y Estudios Globales en la Universidad de
Aalborg. Sus principales áreas de investigación son la cultura en la modernidad tardía o
supermodernidad, el transnacionalismo y los encuentros/desencuentros culturales, enfocando
especialmente las experiencias de América Latina con los procesos mencionados. Otra problemática
importante en su labor de investigador es el estudio de los efectos de las consecuencias de la
globalización a través del cine. En el periodo de 2008-2011 formó parte del proyecto Talking Culture,
en el que se investó el encuentro intercultural en el lugar de trabajo. Este proyecto que fue sustentado
financialmente por El Consejo de Investigación Estratégico de Dinamarca.
Lotte Dam es Doctora en Lengua Española. Trabaja como profesora titular en la Universidad de
Aalborg e imparte asignaturas lingüísticas. Su investigación se ubica dentro de la lingüística (con
énfasis especial en la semántica gramatical, la semántica léxica y la creación de significado lingüístico)
y el área de cultura e identidad. En el periodo de 2008-2011 formó parte del proyecto Talking Culture,
en el que se investó el encuentro intercultural en el lugar de trabajo. Este proyecto que fue sustentado
financialmente por El Consejo de Investigación Estratégico de Dinamarca.
'EL CRIMEN NO PAGA': análisis
sociodiscursivo de 32 encuestas de opinión en
prensa digital venezolana1
ANGELICA MARIA SILVA
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, IVILLAB,
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
ROBERTO LIMONGI
Instituto Venezolano de Investigaciones Lingüísticas y Literarias
“Andrés Bello” (IVILLAB)
Sociedad y Discurso
Número 22: 31-73/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Resumen. En este estudio se exploran formas de significar del discurso escrito desde la interpretación de 32
opiniones obtenidas en tiempo real de la encuesta digital organizada por el diario venezolano Tal Cual. Se
plantearon como objetivos: (1) Describir la construcción de significados discursivos del suceso informativo
representado por la muerte de Osama Bin Laden en el sector sociopolítico de oposición en Venezuela y (2)
Interpretar, desde la noción de unidad fraseológica, propósitos comunicativos encubiertos de los participantes.
Metodológicamente, se reestructura el modelo sociodiscursivo de Serrano (2005) con base en aspectos del
discurso escrito y relaciones semántico-pragmáticas en un análisis post-hoc del corpus. Se finaliza el estudio
valorando: (a) aproximaciones mixtas del significado, para conducir interpretaciones plurales entre texto,
contexto, registro y tipos de significados; (b) mecanismos de retextualización permitieron interpretar mensajes en
dos sentidos: localización y agencialidad (lo que se es) y tematización y modalización (lo que se hace),
atendiendo a expresiones referenciales, conceptos sociales-ideológicos-culturales aludidos en el discurso, y el
léxico; (c) estrategias de atenuación o énfasis se observan al tratar ciertos temas sociales (política, muerte,
terrorismo, magnicidio) que se sitúan en el dominio experiencial de discursos políticos opositores con el mismo
significado temático en Venezuela (i.e., rechazo al referente Hugo Chávez Frías y por extensión a su política de
gobierno). El paso siguiente del estudio es conducir una investigación experimental para establecer correlaciones
explicativo-predictivas entre estilo-cognición-aprendizaje que sometan a prueba la hipótesis del efecto de los
medios comunicacionales de masa sobre la variación estilística y el aprendizaje político de los usuarios a través
de encuestas de opinión.
Palabras clave: análisis sociodiscursivo, construcción de significados, significado discursivo, encuestas
digitales, lengua del chat, unidad fraseológica.
'CRIME NEVER PAYS': social-discoursive analysis of 32 opinion surveys in a Venezuelan digital newspaper
1 Este estudio forma parte del proyecto MECESUP UCV/0606 y ha sido auspiciado por la Escuela Lingüística de
Valparaíso a través del Doctorado de Lingüística y el Instituto Venezolano de Investigaciones Lingüísticas y
Literarias “Andrés Bello”
32
Abstract. In this work, we explore the written discourse of 32 real-time opinions collected from a digital survey
conducted by the Venezuelan newspaper Tal Cual. We pursued: (1) to describe, within the Venezuelan social
and political context, meanings constructions related to Osama Bin Laden’s death. (2) To unfold, from a
phraseological unit notion, the participants’ covert communicative internationalities. Methodologically, we
reinterpreted, in a post-hoc analysis, Serrano’s interpretive sociodiscoursive model (Serrano, 2005) based on
written discourse elements, semantics, and pragmatics relations. The study remarks: (a) mixed approaches of
meaning to orient diverse interpretations between text, context, and types of meanings; (b) text reconstruction
mechanisms allowed us to interpret messages in two ways: localization and agency (what it is) and thematization
and modality (what it is done), focusing on referential expressions, socio-ideological and cultural concepts
implied in the discourse, and the lexicon; (c) attenuation strategies were observed in subjects such as politics,
death, terrorism, and presidential assassination. These strategies reside within the experiential domain of the
opposition’s political discourse with similar thematic meaning in Venezuela (i.e., the opposition to Hugo Chavez
and his public policies). From an experimental perspective forthcoming studies will address explanatory-
predictive correlations between variation, cognition, and learning. Such studies will test the hypothesis of the
effect of mass media over the stylistic variability and political learning of digital survey’s users.
Keywords: social-discoursive analysis, meanings construction, discourse meaning, digital surveys, digital chat
language, phraseological unit.
Introducción
Es bien sabido que radio, prensa, televisión, redes sociales y servicios digitales se constituyen
hoy día en los espacios sociales donde no solo se construyen sino también conducen matrices
de opinión sobre algún suceso informativo. Por consiguiente, es una referencia común y
advertida en estos espacios observar el esquema maniqueo en el cual usuarios, conductores y
dueños de medios vuelven las discusiones durante la circulación de la noticia. El desenlace de
todo aquello—con valoraciones del tipo “bueno o malo” “preciso e impreciso”, entre otras—
es la toma de posición frente al debatido tema del rol social de los medios de comunicación
conforme a indicadores del tipo fuente de procedencia, legitimidad de los protagonistas
ligados al suceso informativo, y manejo y aceptación de argumentos de los actores sociales
involucrados.
En ese sentido, el presente estudio surge para analizar las opiniones de lectores que
respondieron a un llamado de participación de la encuesta digital sobre la muerte de Osama
Bin Laden, líder de Al-Qaeda. Dicha encuesta fue organizada por el diario de circulación
capitalina en Venezuela Tal Cual (http://www.talcualdigital.com/index.htlm) en respuesta a la
33
cobertura de la noticia ocurrida, el 02 de mayo de 2011, justo después de la rueda de prensa
ofrecida por Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica desde la Casa
Blanca.
Así, pues, el tratamiento de esta noticia se manifestó en la web y sus diversos servicios
como un verdadero “tsunami noticioso” siguiendo, por ejemplo, alguna de estas temáticas: (a)
la supuesta manipulación de la información en torno a una fecha anterior del fallecimiento de
Bin Laden, (b) la veracidad de la toma de ADN frente a la justificación de la no entrega del
cadáver por razones religiosas y culturales de ciertos grupos árabes, (c) la acusación de
desproporción en las operaciones de inteligencia y tácticas de guerra desplegadas por militares
estadounidenses, (d) la conjetura de complicidad y encubrimiento proferidas al gobierno
pakistaní dada la noticia de los nueve años de ocupación de Bin Laden en instalaciones
militares de Pakistán, (e) el presunto crimen cibernético que desplegaba un potente virus a
quienes descargasen fotografías en ciertos sitos electrónicos sobre el fallecimiento de Bin
Laden, y (f) la supuesta intromisión de los Estados Unidos en la vida política de otros países
(CSO_Magazine_USA, 2011).
Basado en estos hechos, este estudio exploró formas de significar en el discurso escrito de
encuestas en línea que indagan la opinión de los usuarios sobre temas del acontecer mundial
como fuera indicado. Ahora bien, en discrepancia con las posiciones teóricas que analizan el
significado lingüístico de los textos desprovistos del contexto social, tres fenómenos
resultaron de interés en este estudio para guiar la interpretación de opiniones de los usuarios
tomadas de la sección La encuesta del día del diario venezolano Tal Cual. Como sabemos,
detrás de la lengua que usamos va impresa nuestra ideología (Van Dijk, 1983), los valores
relativos a las actitudes lingüísticas (Hernández, 1993; Moreno, 1998; Romaine, 1996) y las
redes sociales a las cuales pertenecemos (Almeida, 2003; Silva-Corvalán, 2001). Analizar, por
consiguiente, el suceso de la muerte de Osama Bin Laden nos permitió aproximar una
caracterización inicial de la incidencia de estos tres fenómenos con el propósito de interpretar
las opiniones en dicha encuesta que parecieran no estar ajustadas a la forma y contenido de la
pregunta “¿qué opina usted de la muerte de Osama Bin Laden?”.
Es importante destacar que la única opción de discusión propuesta por los participantes
de la encuesta en línea—antes que la consideración de cualquiera de los aspectos de la amplia
red temática para la opinión internacional—se refirió a la situación de enfrentamiento de ideas
34
políticas—con sus posibles sesgos y a escasos meses de una posible reelección del Presidente
Hugo Chávez Frías en octubre de 2012—de quienes contrarían el advenimiento de la
propuesta política del socialismo del siglo XXI en Venezuela (Molero, Rincón, & Romero,
2010). Así, treinta y dos opiniones—en formato de texto escrito—fueron inventariadas en
tiempo real durante el único día de vigencia de la encuesta en línea, a saber: 2 de mayo de
2011. Y los siguientes dos objetivos guiaron este análisis: (1) Describir la construcción de
significados discursivos recreada por un sector sociopolítico de oposición en Venezuela desde
el conocimiento del suceso noticioso representado por la muerte de Osama Bin Laden y (2)
interpretar, desde la noción de unidad fraseológica, los propósitos comunicativos encubiertos
de los participantes que opinaron en la encuesta digital del diario capitalino Tal Cual.
En cuanto a la organización de este reporte señalamos, en primer lugar, que se presentan
algunas consideraciones teóricas entre semántica, sociolingüística y análisis del discurso para
comprender la correspondencia entre forma y contenido de la opinión del participante dada la
selección de una determinada unidad fraseológica. En segundo lugar, y con miras a valorar la
pertinencia de enfoques mixtos en la evaluación del significado discursivo, se exponen ideas
relativas a los constructos de contexto, registro y situación para aproximar la definición de
significado discursivo empleada en este estudio. Por último, se precisan aspectos de la opción
metodológica adoptada, reformulando, en parte, el modelo de Serrano (2005) y se discute
sobre los datos del corpus escrito con base en subcategorías diseñadas a posteriori. Los
hallazgos del estudio y su discusión nos sitúan en el próximo paso de la investigación.
Consideraciones Teóricas
La necesidad de una interfaz que sistematice formas de significar en el discurso
escrito
En la investigación que propusiera Serrano (2005) acerca de las formas de hablar y formas de
significar, se presenta la importancia de la interacción entre los fundamentos de la semántica y
el análisis del discurso para develar el significado discursivo que permite la observación de
los aspectos sociales de la lengua por cuanto ésta trasciende lo puramente lingüístico. Como
se entiende, el significado discursivo de un texto está enclavado en una red de sentidos. Por
tanto, una adecuada recomendación para realizar el análisis de encuestas de opinión consistió
35
en concebir una interfaz que atendiera tanto al valor semántico como a los valores
sociolingüísticos y discursivos. Al respecto, Serrano señala:
Pocos investigadores se han dispuesto verdaderamente a analizar la faceta del lenguaje
desde esa perspectiva. Calsamiglia y Tusón (1999:3-6) señalan con gran acierto que lo que el
análisis del discurso devela es que más allá de lo estrictamente verbal es importante saber
quién habla y la posición que toma frente al interlocutor, la intención con la que se dicen las
cosas y a quién se dirigen los mensajes. Esto puede parecer complicado si no nos hacemos
con un planteamiento teórico válido y si desconocemos el medio social donde se realizan las
emisiones (Serrano, 2005:83).
Con Serrano (2005), reflexionamos acerca de la necesidad de creación de un marco que
analice tanto la forma de expresar como la forma de significar en el ámbito de las sociedades.
Con las restricciones y probabilidades de producción de discursos, es evidente la importancia
de considerar la carga de información contextual, personal y social que los usuarios imprimen
en sus textos. Atender, entonces, a la recomendación de Rastier (1993) acerca del estudio de
los grados de sistematicidad del texto resultó de mucha utilidad en este estudio, pues con ello
se garantizó la comprensión tanto de los elementos lingüísticos y discursivos como de los
elementos sociales involucrados en una actividad de comunicación de participación pública
como lo es la encuesta digital.
En todo texto encontramos tres grados de sistematicidad: (i) El más riguroso es el del
sistema funcional de la lengua, que impone—al menos así creemos—sus reglas a todo uso de
dicha lengua, (ii) Encontramos también en el interior de todo texto determinadas normas
sociales, y podemos denominar sociolectos a los tipos de discursos instaurados por esas
normas. Un sociolecto corresponde a un tipo de práctica social (judicial, política, religiosa,
etc.). Cada uno tiene su propio léxico, estructurado en un dominio semántico y articulado en
diversos géneros textuales (por ejemplo, el alegato, la homilía) (Rastier, 1993:28).
En este trabajo, por consiguiente, nos basaremos en la concepción de sistematicidad de
Rastier (1993) a los efectos de observar el testimonio de la reflexión personal del usuario-
emisor de la encuesta, sus normas individuales de comunicación, y la construcción de un
mensaje que buscaba la evaluación de un hecho noticioso que aparentemente resultó de interés
público (i.e., la muerte de Osama Bin Laden).
36
En un cambio de tópico y para acercarnos a la idea del significado discursivo es perentorio
recordar la naturaleza semántica y analítica de la señal lingüística. Estudiosos del sistema de
significación como Bajtin (1982), Eco (1976), y Páez (1991) confirman que el significado de
un mensaje se enriquece y afecta para el receptor desde múltiples factores. De hecho, este acto
de significación puede valerse de la transmisión de mensajes vagos y aparentemente
incoherentes si son analizados—volvemos a enfatizar—desprovistos de la información
semántica contextual y de los factores sociales relativos al nivel sociocultural, la edad, el
género, el sexo, y las redes sociales, entre otros.
En la tradición de la semántica léxica, autores como Leech (1985) y Palmer (1988)
revalorizan que el contexto prefigura el tipo de texto. En otras palabras, el contexto “(…) es
un factor restrictivo y probabilístico en relación con los significados que están a disposición
de los usuarios” (Leech, 1985:101). Lo señalado nos recuerda que el contexto tiene
consecuencias en el enunciado y, desde luego, en su interpretación.
Por lo antes señalado, el próximo apartado atenderá a la conexión entre contexto, registro,
y situación de comunicación para proponer dos ideas. Por un lado, proponemos la necesidad
de un análisis lo suficientemente integral—tanto en forma como en contenido discursivo—de
las encuestas digitales. Por otro lado, advertimos que las encuestas digitales ofrecen las
características de la llamada ciberlingua (Fraca de Barrera, 2006). En este sentido, los
aspectos físicos de la variedad compleja de la lengua del internet—como la prefiere llamar su
autora—figurarán en esta interpretación del significado sociodiscursivo.
Apuntes para la noción de significado discursivo
Las concepciones que se tienen del significado como una relación o una asociación entre una
expresión lingüística y algo más (e.g., conceptos, referentes, y otras expresiones lingüísticas
en uso) son muy diversas. La relación constituida entre una expresión lingüística y ese “algo
más” depende del marco de referencia expresado por el estudioso que propone explicar qué es
el significado (Leech, 1985; Lyons, 1983; Ullmann, 1965). De allí que la preocupación por el
estudio del significado ofrece múltiples miradas que van desde la semántica léxica, la
semántica promocional hasta la semántica pragmática.
37
Cada enfoque de estudio del significado muestra, por tanto, una amplitud de criterios e
intereses que sobre un concepto tan polisémico como el significado ha preocupado a
investigadores de diversas disciplinas. Por ejemplo, en la filosofía del lenguaje encontramos
los planteamientos semantista, intencionalista, y de la pragmática del significado (Corredor,
1999). Por su parte, la posición de la semántica estructural heredera de las discusiones del
círculo lingüístico de Praga, con Louis Hjelmslev, en el Congreso de Oslo de 1957, ofrece la
mirada de la construcción del significado desde los puntos de vistas referencialistas y
denotacionalistas, representacionalistas y mentalistas, convencionalistas, y pragmático-
sociales (Escandell, 2004).
No obstante lo anterior, el propósito de esta sección es establecer cómo habría de ser
guiado el análisis en la construcción del significado discursivo de las encuestas digitales que
indagaron la opinión de usuarios sobre la muerte de Osama Bin Laden. Ello, dado que en la
sintaxis ha quedado expresada una relación entre uno y muchos sentidos (Leech, 1985).
En el análisis de las encuestas, hemos establecido la importancia de concebir la relación
entre la expresión lingüística y ese otro elemento, para acceder a la interpretación del
significado como un mecanismo conceptual, relacional, y lingüístico. En este trabajo, por lo
tanto, deseamos establecer que la opción teórica preferida en materia de clasificación de los
tipos de significados es la de Leech (1985). Este autor distingue siete tipos de significados:
conceptual, connotativo, estilístico, afectivo o emocional, reflejo, y conlocativo. Asumimos
esta clasificación por tratarse de una pauta de reinterpretación de significados desde los
elementos que proporcionan la expresión lingüística, el contexto de circulación, y la situación
de comunicación (e.g., un espacio público como la encuesta de opinión).
Una interpretación de los componentes del significado discursivo
Para comenzar esta sección, un planteamiento de Palmer (1988) encabeza la interpretación de
los componentes del significado discursivo de las 32 opiniones inventariadas a pocas horas de
conocerse el suceso de la muerte de Osama Bin Laden: “La moraleja es clara: si debemos
buscar contextos para establecer el significado, tenemos que considerar tanto el contexto
lingüístico como el no lingüístico” (Palmer, 1988:165).
38
El contexto. En la cita anterior, ha sido nuevamente expresada la relevancia del contexto en el
tema del significado discursivo. Recurrir, entonces, a criterios extralingüísticos puede ayudar
a sistematizar las interpretaciones acerca de cómo los hablantes no solo aprenden sino también
valoran que ciertas expresiones de la lengua son usadas con mayor frecuencia en una
específica situación de comunicación y desde las estrategias comunicacionales que les son
reforzadas en las redes sociales. Coloquialismos, expresiones idiomáticas, barbarismos o
cualquier otra forma de llamado deben evaluarse desde la posibilidad de una red de sentidos
construida entre los propios participantes del evento comunicativo, atendiendo a los
propósitos de comunicación y, fundamentalmente, conociendo el marco social donde está
circulando el discurso.
Los significados otorgados a determinado grupo de expresiones dependen, en gran parte,
del conocimiento de la lengua que tengan sus usuarios. Pero también, hemos de decir que el
uso contextualizado, cristalizado y/o fosilizado de ciertas expresiones pasa a ser del
conocimiento universal de los usuarios (Lyons, 1983). Luego, estas expresiones son usadas
conforme la restricciones que establecen el contexto, el registro, y la situación de
comunicación.
El conocimiento sobre hechos, valores, y acciones que opera a nivel mental y
experiencial (Lakoff & Johnson, 1981) es otro factor útil para comprender de qué manera los
usuarios de la encuesta en línea, que opinaron sobre la muerte del líder de Al-Qaeda, Osama
Bin Laden, recurrieron a una forma de significar y de construir discursos. Esto último apuntó
a una distinción entre significado descriptivo o proposicional (cognitivo-universal) y
significado no descriptivo o no proposicional (referencial-heterogéneo) que incluyó
componentes de naturaleza expresiva, connotativa, y social desmontados en cada opinión de
la encuesta. El propósito de ello fue señalar la presencia de sentidos y significados
encubiertos.
El registro y la situación de comunicación. De acuerdo con Moreno (1998), y en un
marco más definido del registro, encontraremos que la mayoría de los estudios—por no decir
todos—apunta a que la lengua varía de acuerdo con la situación y el contexto comunicativo.
Sin embargo, para quienes asumen posturas como la hallydiana, la entrada de nuevas etiquetas
(campo, tenor, y modo) resultan indispensables para comprender, por una parte, las
39
consecuencias del registro sobre el significado y, por otra, el estudio del registro en términos
de elaboración de significados (Halliday, 1982).
Traemos a colación la concepción del registro en este estudio porque no se trata tan solo
de pensar que el hablante-encuestado hizo una adecuada selección de palabras, sino que
tratamos de saber qué estuvo diciendo ese hablante, cómo se expresó, a quién, dónde, y con
qué propósitos elaboró esa opinión. En otras palabras, entendimos que cada usuario de la
encuesta acopló las dimensiones funcional, temática, y contextual en un conjunto de
presupuestos mentales (mindsets), para expresarse en el momento específico y con la variante
estilística que consideró pertinente por sobre otra (Eckert, 2011). También Ruiz (2001)
propone entender que:
…la categoría de registro no es un simple rótulo que se le coloca al uso (formal, informal,
cuidado, descuidado, neutro, semiculto...). Desde una perspectiva sociolingüística el registro
expresa la pluralidad de aspectos sociales y acciones que se representan verbalmente de
acuerdo con una situación comunicativa específica (…) evoca la naturaleza de la actividad
social que el hablante realiza (Ruiz, 2001:29).
Sin embargo, el punto neurálgico de la comprensión entre los conceptos de registro y
situación de comunicación no está en la definición sino en su interrelación. Benítez y
Fernández (2001) señalan que:
Por mucho que nos esforcemos en especificaciones del tipo “macro-micro contexto”,
“contexto”, etc., nada termina siendo lo justo. Parece interesante, sin embargo, la separación
entre lo que es puntual, situacional (…) y lo que es relativamente permanente, estable y fijo,
pues al intercambiar con otro se nos presenta, por un lado, una gama de opciones que nos
permiten ajustar el significado lingüístico al “contexto de situación” —según lo que se está
haciendo— y al “contexto de cultura” —según lo que se es (Benítez & Fernández, 2001:106).
Benítez y Fernández (2001) también expresan que en el análisis de los conceptos registro,
contexto, y situación de comunicación existe una forma práctica de enseñar la lengua en uso.
Y aunque el presente estudio no ha sido establecido en el ámbito de la pedagogía, sí resultó
pertinente reinterpretar las opiniones de los usuarios en términos de ejercicios de
retextualización. En tal sentido, son dos las dimensiones en el análisis del mensaje que
catapultan el significado discursivo para el receptor. De un lado, localización y agencialidad
(el ajuste del significado lingüístico al contexto de situación/lo que es) y del otro tematización
40
y modalización (el ajuste del significado a los posibles sentidos que tomaría el mensaje con el
marco social/lo que se hace). Con este planteamiento, concebimos los ejercicios de
retextualización como mecanismos hermenéuticos que permiten comprender que los mensajes
adoptan realizaciones diversas:
…un mismo tema, “la muerte” se podrá expresar en forma solemne (el señor ha fallecido
esta tarde) o prosaica (el viejo estiró la pata), según se intente una noticia fúnebre un chiste de
humor negro. A través de la solemnidad o la informalidad se oponen realizaciones diferentes
de registro; sin embargo, al nivel del contexto cultural lo que está potenciado es la capacidad
de actuar verbalmente de uno u otro modo (Benítez & Fernández, 2001:106).
Metodología
El propósito del estudio consistió en describir formas de significar en el discurso escrito de
opinión en prensa digital. Por lo tanto, resultó pertinente buscar en la opinión de los
encuestados la presencia de: (a) conceptos culturales, políticos, e ideológicos; (b) el rol de las
expresiones referenciales aludidas en el discurso; (c) el léxico; (d) los tipos de significados; y
(e) el sentido entregado en la opinión, sentido entendido como el valor que obtiene una
proposición en el sistema de la lengua.
El siguiente modelo de análisis describe cómo realizamos esa búsqueda de formas de
significar en el discurso escrito considerando, además, a la fraseología como la unidad
temática en la interpretación de las opiniones.
Modelo de análisis
En la introducción de este artículo fue señalada nuestra adhesión al modelo de análisis de
Serrano (2005). No obstante, es perentorio destacar que dicha propuesta reinterpreta los
estudios de Wodak (2000) desde que fuese priorizada la diatriba de si la sociolingüística
necesita una teoría social. Un análisis sociolingüístico de corpus, de acuerdo con Wodak
precisa niveles de análisis. Es así como la autora propone los siguientes:
41
El primero de ellos es el co-texto inmediato de lenguaje o de texto interactivo, esto es, el
entorno propiamente lingüístico. El segundo es la relación intertextual o interdiscursiva entre
emisiones, textos, géneros y discursos. Es aquí donde entra el valor propiamente semántico: lo
que quiere decir o lo que significa cada enunciado o emisión según dicha relación intertextual
o interdiscursiva y el valor de la interpretación—hasta donde pueda ser sistematizable y
regular—que comprobaremos después. El tercer nivel de teorización, siguiendo a esta autora,
es el de las variables extralingüísticas y los marcos institucionales de un contexto de situación.
Es inexcusable tener en cuenta este tipo de factores si adoptamos la idea de que no hay
práctica lingüística que no sea social. El cuarto nivel de teorización consiste en el amplio
contexto socio-político e histórico en el cual se incluyen y relacionan las prácticas discursivas.
Este último parece incluir factores más propios de una macrosociolingüística que dependiendo
de la emisión o del enunciado que se pretenda estudiar podrán ser utilizados o no (Serrano,
2005: 91).
Por su parte, la reinterpretación que hiciera Serrano (2005) retoma el uso de niveles. No
obstante, su particular interés de investigación es el discurso oral. Observemos en la Figura 1
que su propuesta sigue un curso muy amplio para interpretar posibilidades de creación de
discursos orales sin advertir la influencia del entorno (e.g., oralidad culta como la compartida
en una sala de clases vs. oralidad informal en el intercambio familiar) que, particularmente en
este estudio sí resultó muy importante. También es valiosa la idea que introduce Serrano de
asumir una interfaz semántica-sociolingüística como una prueba de la relación entre niveles:
tercero y cuarto de los niveles en Wodak (2000).
Figura 1. Modelo sociodiscursivo para el análisis de discursos orales (Serrano, 2005:91)
Aclaramos que en la presente investigación prevaleció la perspectiva de Serrano (2005), por
cuanto el formato de encuestas digitales comparte las características de la oralidad informal.
Sin embargo, el corpus de opiniones se ofrece en el formato de discurso escrito. En tal
sentido, nuestra propuesta es la integración de algunos elementos en los niveles originales del
A. DISCURSO ORAL----------------� uso (representación, modo de actuar, generalización,
forma de hablar). Elementos. discursivos: contexto y co-texto
B. SEMÁNTICA--------------------------� restricción de la representación (forma de significar)
Elementos Discursivos: coherencia, cohesión, relaciones intertextuales e interdiscursivas
C. SOCIOLINGÜÍSTICA-------------------� marco social donde se utiliza. Elementos:
variables extralingüísticas Contexto socio-político
42
modelo Serrano (2005). Se mantienen los bloques B y C de la propuesta aunque en el bloque
B se agregan elementos de análisis pragmático a los elementos semánticos. Sin embargo,
nuestra verdadera reformulación opera en el bloque A: aspectos del discurso escrito.
Por último, en la interpretación de significados discursivos del corpus se identificaron
subcategorías (elementos de análisis, en adelante) surgidos de la observación a posteriori de
los textos (opiniones).
Aspectos del discurso escrito (bloque A). En la investigación, este aspecto colindó con el
estudio de la unidad fraseológica y las construcciones sintácticas propias del chateo
(recuérdese que los textos se obtienen de encuestas en formato online). Así, pues, los
elementos de análisis fueron referidos al contexto y co-texto de la escritura en espacios
digitales.
Aspectos semántico-pragmáticos (bloque B). Aspectos entendidos como formas de
significar en el contexto de la opinión pública de estilo informal. Dichos elementos
correspondieron a: palabras tematizadas, frases sustantivas y la mayúscula en el chat,
expresiones idiomáticas, coloquialismos/yuxtaposición, colocación de los atributos
adjetivales, analogías, elipsis, manifestación de subjetividades del hablante/protagonista yo y
apelaciones al otro (oyente-lector-usuario), expresiones en grado de exageración, sufijos
apreciativos, sintaxis concatenada, colocación de la ironía y el sarcasmo en lugares
estratégicos del mensaje (inicio-final), el léxico, y expresiones referenciales.
Aspectos sociolingüísticos (bloque C). Estos aspectos se relacionaron con variables
extralingüísticas como el estilo, indicadores de discurso político y las actitudes lingüísticas
(eufemismos, autocorrección).
Fraseología: unidad temática en la interpretación del significado discursivo
En este punto de desarrollo del estudio procedemos a explicar la adopción de la opción
temática de la fraseología. La RAE (2001) contempla cinco acepciones generales:
Fraseología. (De frase y—logía) 1. f. Conjunto de modos de expresión peculiares de una
lengua, de un grupo, de una época, actividad o individuo. 2. f. Conjunto de expresiones
intrincadas (…) 3. f. palabrería. 4. f. Conjunto de frases hechas, locuciones figuradas,
43
metáforas y comparaciones fijadas, modismos y refranes, existentes en una lengua, en el uso
individual o en el de algún grupo. 5. f. Parte de la lingüística que estudia las frases, los
refranes, los modismos, los proverbios y otras unidades de sintaxis total o parcialmente fijas
(http://lema.rae.es/drae/).
De la atención a la noción de fraseología y su clasificación como explica Corpas (1996)
en el Manual de fraseología española, en este estudio llegamos a comprender que las
opiniones de los usuarios, en su mayoría, resultaron ser unidades fraseológicas porque
representan: (1) expresiones formadas por varias palabras, (2) expresiones institucionalizadas
conocidas, (3) expresiones con posibilidad de variar algunos de los elementos estructurales sin
que ello altere la comprensión que hace el usuario del mensaje, y (4) expresiones de
construcción sintáctica-semántica particular que requiere de la consideración de elementos
contextuales.
Aunque relevante, no nos interesa del debate interdisciplinario gestado en relación con la
fraseología y su adscripción a un campo determinado (e. g., lexicología, sintaxis, historia,
sociolingüística). La idea de una unidad fraseológica (Cascón, 2000; Corpas, 1996; Novotná,
2009; Ruíz, 1998) constituyó el marco general que favoreció la opción de creación de diez
categorías que describen e interpretan (recuérdense los objetivos 1 y 2 de este estudio), la
construcción de significados en las opiniones emitidas por usuarios a escasas horas de
corroborase la noticia de la muerte de Osama Bin Laden.
Corpus y ámbito jurídico en el análisis de los textos
Originalmente, el corpus estuvo conformado por 35 intenciones de participación en la
encuesta organizada por el diario capitalino venezolano Tal Cual. Se establece la aclaratoria
de intenciones de participación frente a la opción de publicación de la opinión propiamente
dicha, para así comprender la existencia de 3 entradas en la base de datos sin registro de texto
escrito.
Considerando lo anterior, vale expresar dos cuestionamientos. Por un lado, no pudimos
conocer si los últimos tres casos de la encuesta -que no registraron texto escrito- responden a
un cambio de decisión del usuario. También nos asalta la duda de que se haya tratado de una
44
censura del propio medio de comunicación a consecuencia de las sanciones aplicadas a
medios privados por la popularmente llamada Ley Resorte (ANRBV, 2007).
La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley Resorte) fue promulgada y
sancionada por la Asamblea Nacional de Venezuela el 9 de diciembre de 2004. El espíritu
explícito de la Ley es garantizar los derechos establecidos por la Constitución y demás leyes
en cuanto a la formación de los individuos en un contexto democrático, con derecho a acceder
una información veraz y oportuna, con derecho a la cultura pero también con deberes guiados
bajo el principio de la responsabilidad social de los medios. En sus 35 artículos, disposiciones
transitorias y finales se regula el funcionamiento de los medios (públicos, privados y
comunitarios) y se caracterizan las violaciones a las disposiciones, para servir de base a la
nueva política del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
En el contexto de nuestro estudio, la consideración de la Ley Resorte (ANRBV, 2007)
está ligada, básicamente, a la interpretación del discurso legal expuesto en un conjunto
taxativo de artículos que deja a discreción tanto la interpretación como la aplicación misma de
la ley, siempre que exista la denuncia de un miembro de la sociedad venezolana.
Fuente del corpus
Entre las características generales del diario venezolano Tal Cual destacamos las siguientes:
(a) su tiraje en versión impresa y digital es diaria; (b) la subscripción al diario en la modalidad
de versión digital es gratuita; (c) está dirigido a todo público, pero es un diario especialmente
reconocido para lectores de la oposición política venezolana, y (d) el editor en jefe del diario,
Teodoro Petkoff, es un periodista, economista, y dirigente político que conduce una de las
vocerías en materia de oposición al actual gobierno de la República Bolivariana de Venezuela
presidido por Hugo Chávez Frías.
La elección ad-hoc de este periódico en particular se debió a que este diario realizó una
encuesta digital sobre la muerte de Bin Laden como muchos otros medios digitales, pero las
respuestas que los usuarios estaban dando no referían ni siquiera a una de las temáticas
tratadas en la web (véase la Introducción, p. 2).
45
Procedimiento de recolección del corpus
La
Figura 2 muestra la entrada mediante la cual se capturaron 32 opiniones de la encuesta
digital. Ello permitió obtener los datos del género encuesta periodística en formato
electrónico: fecha y hora de participación, datos del informante (nombre de pila o nickname
(apodo-identidad virtual), y texto escrito.
http://www.talcualdigital.com/index.html
Figura 2. Visualización de la pantalla con apertura de la encuesta
Resultados e Interpretación
En esta sección, ubicaremos las opiniones de los usuarios en Casos (Caso 1, Caso 2, …Caso
10) lo mismo que una subcategoría (e.g., palabras tematizadas, entre otras), para sistematizar
el análisis de los significados discursivos. Aclaramos que la finalidad de la elaboración de este
etiquetado metodológico es evitar repeticiones innecesarias en la sección de resultados.
El análisis mostrará, por una parte, la variación estilística desde la informalidad de la
lengua coloquial en entornos del chateo y, por otra parte, la mecánica de retextualización
permitirá visualizar la ubicación de las subcategorías creadas para este estudio.
Caso 1. Localización y agencialidad: uso de palabras tematizadas
Usuario Fecha Hora Opinón
mary
sanchez 02/05/2011 11:39:14 a.m.
Significa la tranquilidad para el mundo ya q ese señor no sentia
sino odio con el poder del dinero por fin le lllego la hora por
tantas muertes
Nota. En esta y en todas las tablas siguientes, se conserva el formato del texto escrito en
leguaje del chat
Encuesta del día
¿Qué significa para usted la muerte de Osama Bin Laden?
46
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. Estudiosos como Rodríguez (2001) y Fraca de Barrera (2006)
ofrecen algunas características de la llamada lengua de los chats:
…el texto del chat es un texto escrito, pero oral en cuanto a su formalización y desarrollo
(…) De entre todas las palabras de la lengua, el léxico de los textos del chat se caracteriza
generalmente por pertenecer al nivel coloquial de la lengua, en consonancia con la
consideración textual que los usuarios tienen del chat, es decir, un espacio para el diálogo
informal. Lo característico del léxico de los textos del chat es no tener repertorio léxico muy
específico ni muy especializado (Rodríguez, 2001:212).
En relación con lo anterior, se observarán—de aquí en adelante—las siguientes
características: (a) ausencia de signos de puntuación y ortografía irregular; (b) uso de
abreviaturas no convencionales pertenecientes a la norma estándar (como la ortografía q de la
mensajería de textos o el uso de x para expresar por) recreadas bajo el principio de economía y
relación tiempo-costo; (c) la sintaxis concatenada es el resultado de la acumulación de
enunciados. Esto último no es más que un rasgo sobresaliente de la construcción coloquial,
por cuanto, la ampliación del sintagma o del período oracional sigue la organización del tipo
coordinación, subordinación y hasta yuxtaposición con nexos explícitos o implícitamente
expresados.
Aspectos semántico-pragmáticos. El valor semántico que proporcionan palabras
tematizadas (en este caso es la palabra significa) ofrece una conexión en términos de su
coherencia y fórmula de estructuración como parte del enunciado. Por esa razón, la relevancia
del elemento tematizado nos hizo recurrir a la estrategia de interpretación de develar la
palabra tematizada, o la palabra que apuntala el tema de las opiniones.
El diario Tal Cual empleó la fórmula lingüística de la pregunta directa y para ello
formuló: ¿Qué significa para usted la muerte de Osama Bin Laden? La respuesta ofrecida, en
el caso de la usuaria mary sanchez, se sostiene en términos de la estrategia de la palabra
tematizada porque el proceso de significación de la pregunta reimpulsó—cognitivamente
hablando—el uso de la palabra significa para elaborar la respuesta. En otras palabras, un
proceso de rematización se construyó dado que con la palabra tematizada ha sido anunciado la
47
existencia del conocimiento nuevo, el conocimiento desconocido de quien se espera participe
opinando en la encuesta.
Serrano (2005:94) explica que “la palabra tematizada es una forma muy frecuente del
discurso oral, permitido por el co-texto interactividad”. Se refuerza el valor comunicativo de
un elemento en particular que aparecerá como respuesta del diálogo. En la opinión expuesta
de mary sanchez debemos decir que el elemento tematizado es imaginado, sostenido,
reimpulsado por la palabra tematizada desde el momento que la participante lee la pregunta y
finalmente digita la respuesta como una entrada de participación en la encuesta digital.
Aspectos sociolingüísticos. En este caso no se observa una variable sociolingüística
apegada al uso de la estrategia de la palabra tematizada. En ese sentido, Serrano (2005:94) ha
planteado desconocer “la existencia de patrones sociales asociados al uso de la tematización
en el ámbito hispánico (…) no parece tener una distribución social relevante. No parece estar
adscrito a ninguna variedad lingüística en concreto”
Caso 2. Localización y agencialidad: uso de frases sustantivas tematizadas e interpretación de
la mayúscula en el chat
Usuario Fecha Hora Opinón
HILDA 02/05/2011 08:54:52 a.m. QUE EL CRIMEN NUNCA VENCE
Franklin inteligente 02/05/2011 09:37:11 a.m.
Que queda demostrado que si la CIA quisiera llevar un
magnicidio aca Estevan ni se entera, q no siga con esa
estupidez que lo quieren acabar
Yadira Azuaje 02/05/2011 08:54:30 a.m. que el mundo amaneció hoy más limpio
ululu 02/05/2011 08:54:11 a.m que chacumbele pierde otro socio
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. En estas expresiones observamos los mismos elementos de
análisis relativos a las características de la lengua del chat que precisamos en el caso 1. No
obstante, enfatizamos el sentido/ valor que adquiere el uso de mayúscula en la lengua del chat.
La mayúscula es la expresión gráfica—fuera de un emoticón—de subjetividades tales como
sentimientos encontrados que nos hacen imaginar el uso de un tono de voz elevado (gritos) de
la persona, desde luego, en un virtual estado emocional de molestia o ánimo exacerbado,
definitivamente poco cortés. Véase la opinión de la usuaria HILDA.
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Aspectos semántico-pragmáticos. La opinión del usuario Franklin inteligente connota el
único sentido posible que los adversarios del sistema político-ideológico vigente en
Venezuela adjudican al desenlace de la muerte de de Osama Bin Laden. No resulta en vano el
uso de la lexía demostración incorporada en esta opinión. Así mismo, se destaca el valor del
complemento de la referencia constante empleada: Central Intelligence Agency (CIA).
Expresiones mordaces como 'esa estupidez', reflejan inconformidad y descontento que
suman elementos de significación en la reinterpretación del significado tipo afectivo-
emocional construido por usuarios que adversan el sistema político actual en Venezuela. El
propósito de esto no es otro que comunicar un segundo mensaje bajo el contenido de la
muerte de Osama Bin Laden. Nótese, en el caso particular de la usuaria HILDA que el uso de
la mayúscula sostenida en el chat es expresión de un tipo de emotividad: emotividad negativa.
En otros casos, el significado del tipo afectivo-emocional es logrado solo con el léxico
empleado. Resulta interesante, en este sentido, el uso que el usuario Franklin inteligente
hace de la lexía 'acabar' por asesinar, finalizar o terminar con la vida de una persona. Nos
queda la duda al vislumbrar la posible comprensión del uso acabar en vez de asesinar, matar
o simplemente emplear la lexía magnicidio. ¿Estaremos en presencia de un tema considerado
tabú –al no usar el término magnicidio—término, el cual podría implicar una toma de
posición con consecuencias negativas desde la interpretación de la Ley Resorte (ANRBV,
2007)?
En otra dirección, el tipo de enunciado que se construye en respuesta del pronombre
interrogativo ¿qué? influye en las respuestas de los usuarios como una especie de punteo
mental para la subcategoría de palabras tematizadas como fue expresado en el caso anterior.
No obstante, es a parir del pronombre que se construye la cláusula nominal o enunciado
tematizado y aparece una nueva forma elidiendo la palabra tematizada. Véase el ejemplo en la
Figura 3.
49
Figura 3. Construcción de frase sustantiva con elisión de la palabra tematizada
En las opiniones de estos usuarios se evidencia, nuevamente, el apego a la estrategia de
progresión temática. De acuerdo con Cifuentes (2006) tematización y rematización son
“procesos que tienen como consecuencia la anteposición de un constituyente oracional en
función de su papel informativo (Cifuentes, 2006:107). Por tanto, el pronombre—ya no
interrogativo—encabeza la información desconocida (el rema) en su nuevo papel de
conjunción y comprende la elisión de la palabra tematizada que observamos en el caso 1
conjuntamente con la no aparición en el esquema sintáctico del primer constituyente oracional
(dado en la pregunta).
Ahora bien, un aparte en el análisis de estas opiniones debe prestar especial atención a la
respuesta del usuario identificado como ululu. Su opinión pudiera ser entendida como una
forma inteligente de razonamiento inductivo (la analogía). Desde una perspectiva psicológica
del procesamiento de la información textual, Sternberg (1982) expresa que la analogía es:
…un problema que presenta la forma A es a B como C es D (A : B : : C : D), en al
cual la mayoría de los casos se omite el último término que debe ser rellenado por el sujeto,
quien debe seleccionarlo entre varias opciones de respuestas o confirmarlo en una situación de
verdadero o falso (Sternberg, 1982:379).
En la opinión de uulu 'que chacumbele pierde otro socio' resolveríamos que:
A= Bin Laden (es considerado un terrorista)
B= el referente animado de 'chacumbele' (es Hugo Chávez, tema del discurso)
C= pierde otro socio (tercera información)
D= la solución de este problema analógico es que 'chacumbele' también es un terrorista.
Significa
(Palabra tematizada elidida)
¿Qué significa para usted la muerte de Osama Bin Laden?
'Que el mundo hoy amaneció mas limpio'
Conjunción
Cláusula sustantiva
50
Y con relación al léxico, vale decir que se observan referencias deícticas propias de los
registros informales y coloquiales del tipo conversacional. El ejemplo de 'aca' funcionó como
una deixis (expresión cuyo referente solo puede determinarse en relación a los interlocutores).
En este caso, 'aca' es una señal referencial que representó a Venezuela como la localidad
geográfica de los encuestados.
Aspectos sociolingüísticos. El tema de los idiolectos “conjunto de regularidades
personales o «normas individuales» en el uso de la lengua” (Rastier, 1993:28) así como los
aspectos característicos del habla coloquial que vemos repetirse una y otra vez en la mayoría
de las expresiones de los usuarios (Briz, 1998, 2001; Novotná, 2009) informa sobre aspectos
de la espacialidad, temporalidad y modo en que los interlocutores consideran pertinente
enriquecer el contenido informado. En tal sentido, podemos comprender que las creaciones de
'Estevan' y 'chacumbele' o el 'ILUMINADO DE SABANETA' (esta última expresión
inventariada en el caso 3) corresponden tanto a registros del habla coloquial como idiolectos
de la oposición política venezolana empleados para encubrir el foco o tema del discurso. De
acuerdo con Simón Bocanegra —pseudónimo empleado por Teodoro Petkoff, quien además
es el editor del diario Tal Cual—la forma 'Chacumbele' está en el conocimiento de miembros
de la oposición venezolana con mayor o menor detalle informativo de la leyenda urbana de la
Habana Cuba que resumimos a continuación.
Chacumbele es una vieja guaracha cubana, exactamente de 1941, debida al compositor
Armando Mustelier, cuyo estribillo reza: “Pobrecito Chacumbele / El mismito se mató”.
Según la leyenda, Chacumbele era un policía parrandero y mujeriego, emparejado con una
dama muy celosa, que en cierta oportunidad, sabiéndolo con otra, lo buscó y lo mató a
puñaladas. De ahí el estribillo: Pobrecito Chacumbele, él mismito se mató. Pero, por cierto, la
letra de la canción no alude al hecho y más bien sugiere que el tal Chacumbele “que ya estaba
aburrido de sufrir, él mismito se mató”. Es decir, Chacumbele se habría suicidado. Pero, en
fin, da lo mismo, porque la metáfora evoca al tipo que se daña a sí mismo, con sus propios
actos. Exactamente el caso de Yo-ElSupremo, quien, cual el policía habanero, no pocas veces
procede de tal modo que se daña a sí mismo. Lo cual no sería tan grave si no fuera porque
cada vez que “él mismito se mata” le hace traquetear los huesos al país y sus gentes
(Boccanegra, 2007).
51
El conocimiento de esta historia del folklore caribeño, internacionalizada a través de la
música, ha sido usado por los seguidores del diario capitalino sujeto de análisis para encubrir,
bajo el referente del personaje 'Chacumbele', la persona pública del Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Así pues, se invoca la figura presidencial
venezolana como tema y foco del discurso. En otras ocasiones, se ha empleado la expresión
‘Yo-El-Supremo’ cuyo origen literario —véase la novela de Augusto Roa Basto (Roa, 1997
)—conserva el mismo foco y tema del discurso.
Caso 3. Localización y agencialidad: uso de expresiones idiomáticas
Usuario Fecha Hora Opinón
Rafael Diaz 02/05/2011 11:21:45 a.m. El crimen no paga
Charlie 02/05/2011 11:13:05 a.m. A todo Cochino le llega su sabado...
Mr. Danger 02/05/2011 11:03:46 a.m.
Un mensaje para el ILUMINADO DE SABANETA y su
COMBO:LA JUSTICIA TARDA, PERO LLEGA!!!!!
el turco 02/05/2011 11:21:40 a.m.
el que mata con hierro , no puede morir a sombreraso , esto
es el comienso de una batalla que todo el mundo tiene que
combatir , luchemos
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. El análisis relativo a las características de la lengua del chat se
mantiene en estas nuevas opiniones. No obstante ello, agregamos el uso explícito de algunos
signos de puntuación como marcas personales del usuario identificado como Mr. Danger. El
uso de signos de exclamación (!!!!!) en forma enfática y reiterativa, empleo de mayúsculas,
dos puntos y coma pudieran estar reproduciendo rasgos suprasegmentales de la oralidad
(entonación) con las cuales acentuamos la intencionalidad comunicativa. Ello coincide con lo
que señalara Rodríguez (2001) acerca de que en la lengua del chat se personalizan las
expresiones.
Aspectos semántico-pragmáticos. Según la RAE (2001), una construcción relativa
compuesta refiere el uso de pronombres relativos (e.g., el que, la que, los que, las que, lo que)
a diferencia de la sola forma (que). Por tanto, la forma compuesta, que puede ser libre y
semilibre, al construirse en concordancia con el antecedente y seguido de sustantivo, ofreció
52
las construcciones libres seleccionadas por los usuarios de esta encuesta, ejemplo: 'el que mata
con hierro, no puede morir a sombreraso'.
Igualmente, es importante destacar que el significado de las lexías 'COMBO' e 'hierro'
entran en el catálogo de usos coloquiales de venezolanismos con sus respectivos significados.
En Núñez y Pérez (2005) el lema 'COMBO' se usa para expresar "un grupo de personas
unidas por intereses comunes como el lugar de trabajo" (Núñez & Pérez, 2005:132). Pero es
de hacer notar que el usuario Mr. Danger, se refiere a un lazo de unidad en planteamientos
ideológicos. Y de nuevo, se abre espacio para acomodar el foco y tema del discurso con una
nueva referencia: 'el ILUMINADO DE SABANETA'.
Por último, también se observa un tipo neologismo del tipo calco 'Mr. Danger' (señor-
hombre peligroso en lengua inglesa) que pudiera darse tanto en su forma abreviada 'Mr' como
en la construcción completa 'Mr. Danger'. Esta interpretación de calco pudiera entenderse
como una estrategia de asignación y recuperación del significado al traducirse a la variedad
del español. Así mismo, es importante mencionar que no resulta casual que un usuario asuma
la identidad virtual de Mr. Danger, pues el actual Presidente venezolano, Hugo Chávez Frías,
en cadenas de radio y televisión, se refería al presidente George Bush hijo como Mr. Danger.
Hoy en día, esta misma expresión se profiere, en su traducción 'Señor Peligroso', al homólogo
estadounidense Barack Obama. Hablamos, pues, del uso de una referencia singular cambiante
en virtud de las posibles personas que ocupan el cargo presidencial.
Aspectos sociolingüísticos. Para este aspecto puede leerse el análisis del caso 3, pero con
respecto a las expresiones 'el ILUMINADO DE SABANETA' y 'Estevan' destacamos algunos
nuevos comentarios en la variante social. Es de conocimiento público en Venezuela, el lugar
de nacimiento del actual Presidente de la República, Sabaneta, una zona agropecuaria ubicada
en el Estado Barinas. En la respuesta formulada por el usuario, Sabaneta no solo cumple la
función de topónimo sino que está acompañando al atributo calificativo del referente. Por
consiguiente, pudiera interpretarse que toda esta locución es un insulto, pues la lexía
'ILUMINADO' está siendo utilizada con ironía para aludir la baja capacidad intelectual de la
persona designada. Las palabras de Novotná (2009) nos resultan esclarecedoras al comprender
que atributos antepuestos o pospuestos adquieren valores distintos, es decir, positivos o
negativos, respectivamente.
53
Otro aspecto que llama la atención en el análisis de estas opiniones es la locución creada bajo
el nombre propio 'Estevan' usada en demostrativo. En el caso 2, mencionamos que 'Estevan'
refiere a la figura presidencial, el foco del discurso mantenido a lo largo de la mayoría de las
opiniones. La locución 'Estevan' es, además, una estrategia empleada en conversaciones
informales para hacer nombramientos de personas que no deben saber que están siendo
aludidas. Se trata, desde luego, de una descortesía. Los usuarios natos del diario Tal Cual
(pertenecientes a la oposición política venezolana) conocen de esta fórmula 'Estevan', pues el
periodista-humorista de oposición venezolana, Laureno Márquez, participante del diario, ha
recreado conversaciones dirigidas al Señor Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela tratándolo de Esteban.
Por último, las expresiones 'a todo Cochino le llega su sábado', 'el crimen no paga' y 'el
que mata con hierro, no puede morir a sombreraso', son unidades idiomáticas en el sentido de
su composición y representación idiosincrática. De acuerdo con García (1997), las unidades
idiomáticas resultan en cierto eufemismo porque:
…hace más aceptable socialmente el manifestar la valoración personal (...) la crítica
resulta atenuada al expresarse de un modo convencional (…) El hablante no siempre
comunica explícitamente lo que piensa, o lo que pretende, basándose en que el oyente es
cooperativo y hará las inferencias adecuadas (…) las unidades idiomáticas dan cuenta de
elementos socio-culturales, reflejan aspectos de la idiosincrasia (García, 1997:364).
Y como apuntaran (Rádis, Fernandes, Vieira, Rinaldi, & Eres, 2001), las expresiones
idiomáticas “Presentan un contenido mediante una imagen concreta de orden visual. Tienen,
pues, un sentido literal –la imagen—y un sentido metafórico—idiomático o semidiomático”
que establecen relaciones causa-efecto (Rádis, et al. 2001:209).
Caso 4. Localización y agencialidad: uso y colocación de atributos
Usuario Fecha Hora Opinón
Jenny Campero 02/05/2011 10:38:47 a.mUna buena noticia para la gente de paz, mala para los
violentos
mariana 02/05/2011 09:26:25 a.m.un respirito, gracias a Dios uno menos que hacia tanto
daño
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Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. No repetiremos, de aquí en adelante, lo señalado en los
anteriores análisis sobre este aspecto a menos que surja algún nuevo elemento que motive su
comentario. En ese sentido, en los próximos casos puede que el aspecto no sea considerado.
Aspectos semántico-pragmáticos. La posición de adjetivos en el discurso no es neutra.
Serrano (2005:94) expresa que “Al igual que en los casos de tematización, la posición
antepuesta o pospuesta con respecto del sustantivo al que acompaña le proporciona un valor
concreto.” El valor al que se refiere esta autora es un valor semántico. En ese sentido, la
autora ha señalado que son dos razones las que condicionan el valor semántico de los
atributos: “la posición sintáctica y el co-texto, por lo que el adjetivo proporciona la cohesión
necesaria para que dicha significación pueda producirse” (Serrano, 2005:94).
Los pares significativos que se reúnen en torno a un modificador-sustantivo o sustantivo
compuesto-frase representan, en el caso de Jenny Campero, ejemplos de la antonimia
(oposición contradictoria) para comunicar una intención específica. Entiéndase, entonces, que
la significación lograda en el enunciado ha sido razonado y expresada colocando atributos
antepuestos con los cuales se logra una orientación positiva: 'bueno/a' noticia frente a 'mala'.
Asimismo, hallamos las colocaciones opuestas 'gente de paz' (debería ser gente pacífica o
pacifista en concordancia con la construcción gramatical seleccionada) frente a 'violentos'
para señalar que atributos pospuestos pueden valorarse negativamente. Pero no perdamos de
vista el registro y contexto de comunicación establecida en el chateo.
Aspectos sociolingüísticos. Específicamente, la forma ‘gente’, en la opinión de Jenny
Campero, se ha perdido en la segunda cláusula; por lo tanto, al reconstruir quiénes
representan a ese grupo denominado ‘para los violentos’ el usuario no atiende a detalles
importantes de construcción gramatical (gente violenta). Así podemos comprender que existe,
en primer lugar, el conocimiento generalizado de que en el chat la forma estándar no es la
usual y, en segundo lugar, que el lenguaje coloquial atiende a su propia estructura gramatical.
Serrano (2005) refiriéndose al uso y colocación de atributos expone:
Este fenómeno discursivo es muy frecuente en todas las comunidades de habla hispana y
puede decirse que es una regularidad que hasta el momento no ha sido objeto de estudio, por
lo que desconozco si existen probables correlaciones con variables extralingüísticas. Con
55
todo, es necesario matizar que en algunas comunidades de habla, como el País Vasco, la
anteposición del adjetivo no conlleva connotación negativa alguna (Serrano, 2005:94).
Por su parte, obsérvese en la opinión de la usuaria mariana el uso de un sufijo
apreciativo. Este uso añade a la interpretación rasgos de subjetividad de la persona que
informa, esto es, una valoración ante el hecho o la acción informada. Y en términos
morfológicos, pudiéramos expresar que el morfema derivativo [ito] añade no solo un nuevo
sentido al lexema respirar sino a toda la construcción donde pareciera disminuirse la carga
social de vanagloriarse ante la noticia de la muerte de un ser humano como ejemplo
representativo del significado del tipo estilístico. Así, la construcción de la usuaria proyecta
asociaciones de sentido entre respirar como acción necesaria para vivir y tranquilidad como
característica de una vida feliz; ambos aspectos son valorados socialmente.
Caso 5. Localización y agencialidad: uso de coloquialismos y sintaxis concatenada
Usuario Fecha Hora Opinón
jose mesa 5/2/2011 11:33:25 AMse puede joder a mucha gente muchas veces, pero no se puede
joder a toda la gente todas las veces...te llego tu hora Osama
ex chavista 5/2/2011 10:24:47 AMChavez y sus jalamecates no van a tener donde esconderse..mas
le vale empezar a chuparle media al imperio…
Edwin Perales 5/2/2011 11:12:54 AM
Por favor, ese cuento no se lo cree nadie, y menos que echaron el
cuerpo al mar. Seguramente lo mataron hace años, no en este
año.
cruz mejias 5/2/2011 9:55:35 AMse hizo justicia por el mismo pueblo que sufrió en grado mayor su
terrorismo.
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. Agregamos en estas nuevas opiniones, el uso de una sintaxis
concatenada —en menor o mayor o medida—producto de la acumulación de enunciados
propios del chat. Briz (2001), estudioso de la conversación, explica que una característica de
este registro es el rodeo explicativo. Ello, principalmente es la causa de un avance lento y, en
consecuencia, una sintaxis compleja representada por escrito.
No obstante lo anterior, el problema interpretativo que conlleva una sintaxis concatenada
no ocurre a nivel oral, pues cada tema en una conversación coloquial se recupera
repreguntando y volviendo esta. Como se analiza en este estudio, el problema se nos presenta
56
al tratar de reestructurar la oralidad en el medio escrito del chateo. El reconocimiento de ideas
yuxtapuestas es la estrategia de reinterpretación aplicada a estas expresiones. Con ello, se
distinguen proposiciones informativas involucradas con fuertes elipses, nexos omitidos,
barbarismos, frases cortas y largas, sin la presencia de signos o muy escasos conectores, pero
ideas fuertemente cohesionadas (Parés, 2001). Véanse las opiniones de Edwin Perales y jose
mesa.
Aspectos semántico-pragmáticos. En el caso del usuario Edwin Perales, la fórmula de
cortesía 'por favor', no es empleada con fuerza de atenuación; por el contrario, funciona como
un sobrerrealizante que acentúa el valor expresivo de la frase si comparamos que el resto de
las opiniones en este grupo no hacen uso de esta fórmula pero son igualmente mordaces. En
nuestra opinión, el uso de sobrerrealizantes en las expresiones son empleadas con el propósito
personal de alardear o ufanarse ante la constatación de un suceso que causa satisfacción a
quien ha opinado, por ejemplo: 'te llego tu hora', 'más le vale que…' Obsérvese, asimismo, la
respuesta de cruz mejía 'se hizo justicia…' Estas opiniones son expresión del tipo de
significado afectivo emocional construido por los usuarios de la encuesta.
En cuanto a la subcategoría del uso de coloquialismos, entendemos que las opiniones
también contienen lexías y grupo de lexías con valor social. Por ejemplo, 'chuparle media' es
una expresión de insulto que exalta un comportamiento descrito como ganar indulgencia. En
el caso de 'jalamecate', encontramos el mecanismo de composición léxica—jalar por halar y
mecate como cuerda resistente de fibra gruesa cuya interpretación social exalta ganar
indulgencias.
Por su parte, el uso de 'joder' del usuario jose mesa, aunque coloquial, sería visto en este
contexto de un medio público como vulgar e impropio, pues según Núñez y Pérez (2005)
'joder' en la primera y segunda acepción 'joder' es una locución de uso restringido. Su uso
expresa disgusto, contrariedad y negación enfática. También es interesante en la respuesta de
este usuario el juego que hace de los cuantificadores muchos frente a todos, así como también
el uso del lexema gente (en reiterativo) para ser entendido en la opinión como una expresión
referencial que también intensifica el significado afectivo emocional construido.
La posibilidad de encubrir una identidad real por otra virtual no declarada podría ser
razón suficiente para no autocorregir significados afectivos o emocionales entregados a otros
usuarios. La no expresión de un segundo intento de intervención en el medio digital de la
57
encuesta daría esta señal. Podría pensarse en el temor a censura que podrían sentir los
encuestados, pero el medio de comunicación empleado para opinar se declara abiertamente
opositor de la política del gobierno actual. El uso deliberado de conceptos ideológicos y
políticos dan cuenta de ese significado afectivo lo mismo que significados del tipo
conlocativo de lexías fijas en el discurso político: 'imperio' y 'justicia' colocados con 'pueblo'
y 'terrorismo'.
Caso 6. Localización y agencialidad: uso de la elipsis
Usuario Fecha Hora Opinón
Orlando Matarini 02/05/2011 11:27:34 a.m.
Celebrar la muerte de Binladen (X) una pobre y miserable
excusa de un ser humano, que nunca le importo matar gente
inocente en su guerra Jihad.
Carmen 02/05/2011 10:10:19 a.m.Que voy a opinar (X), que esta bien muerto como Tirofijo,
Raul Reyes y todos esos sicópatas
sonia 02/05/2011 09:17:28 a.m.
Lo que pienso (X) no importa, en este momento quisiera
saber lo que piensa Chacu, para su bien, supongo, que
mejor (X) no abra la bocota
Joaquin 02/05/2011 11:07:42 a.m.
Preocupación para el Teniente Coronel Golpista (X).
Pudiera pasarle a el. Ya está en la lista entre los terrrorista,
dicen las computadoras.
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos del discurso escrito. Novotná (2009) describe un tipo de creación léxica del español
coloquial a través del acortamiento léxico. Según la autora, “cada hablante tiende a decir
mucho en poco tiempo lo cual llamamos la economía lingüística: bici (bicicleta), depre
(depresión), por fa (por favor)…)” (Novotná, 2009: 33). En la opinión de la usuaria sonia y
de nuevo tras el valor que agrega el uso de mayúscula en el chat (considerando la norma
ortográfica para referirse a un nombre propio) la estrategia del acortamiento prevalece sobre la
forma acortada de 'Chacumbele' en 'Chacu'.
Aspectos semántico-pragmáticos. En relación con el tema de las elipsis (Vigara, 1992)
debemos decir que su uso no satura la interpretación de mensajes en registros orales. Pero al
tratarse de una expresión tomada del chat, el mecanismo de la elipsis no solo es empleado sino
que éste compite con el mecanismo de economía lingüística en general para encadenar
enunciados. Ejemplo: Orlando Matarini expresó: 'Celebrar la muerte de Binladen (X elisión
del verbo) una pobre…'. En la opinión de Joaquin, el uso de la elipsis se aplica al foco del
discurso y también se reasignada a un nuevo referente 'Teniente Coronel Golpista'. Ya hacia
58
el final de la opinión del usuario Joaquin, observamos correferencia para seguir nombrando
al foco del discurso desde la pronominalización: “Pudiera pasarle a el” (Hugo Chávez Frías).
La fuerza ilocutiva que existe en la expresión de sonia 'Lo que pienso no importa', 'en
este momento quisiera (subjuntivo) saber lo que piensa Chacu, para su bien, supongo, que
mejor….' podrían ser el resultado de procedimientos de atenuación aparentemente no bien
logrados, porque cada uno ellos marcaría un estilo comunicacional no apropiado—por demás
insubordinado—dirigido hacia la figura presidencial de un país que ha sido convertido en esta
encuesta tema y foco del discurso de los opositores políticos venezolanos. Por esa razón,
consideramos que una estrategia comunicacional importante es el uso de la elisión en
cualquiera de sus formas: '…para su bien, supongo, que mejor (elisión del tipo anafórica, él)
no abra la bocota'.
Por otra parte, si nuestro objetivo hubiese sido estudiar formas verbales alternantes, el
análisis del segmento de opinión de la usuaria sonia 'en este momento quisiera saber lo que
piensa Chacu…', —variante /ra/ del subjuntivo—podría coincidir con la conclusión a la que
arriba Serrano (1992) acerca de que su uso como estrategia comunicacional está determinado
contextualmente. La usuaria apeló al subjuntivo y no al condicional, para presentar lo irreal
que sería saber lo que piensa 'Chacu', y llevarlo al plano de lo potencial con el apoyo de
expresiones referenciales que aluden a ciertas realidades aludidas en la situación de
comunicación compartida entre opositores políticos venezolanos (i.e. Chávez es causa de
desastres en Venezuela y el mundo entero).
Aspectos sociolingüísticos. La usuaria sonia se presenta como una persona común cuya
opinión carecería de importancia ante la posición social que ocupa el tema y foco del discurso.
Observemos, entonces, que sonia en su discurso se cuida de reafirmarse como sujeto 'Lo que
(X) pienso (X) no importa'. También pudiera entenderse que toda la construcción donde nunca
aparece explícitamente el sujeto discursivo conlleva un propósito de comunicación ofensivo—
completamente expresivo del tipo de significado emocional—siempre y cuando sumemos
todos los componentes de la opinión. No obstante, el significado intrínseco del lexema
'bocota' como “atributo de la persona que habla mucho, no sabe cuándo debe callarse,
imprudente” (véase bocón. adj. col. en Núñez & Pérez, 2005:68), contribuye a la comprensión
del insulto apoyado en “rasgos físicos y conductuales de una persona que no controla su
59
verbo” (Núñez & Pérez, 2005:68). Todo ello ha sido conocido como parte de la crítica
proferida al jefe de gobierno venezolano.
En la opinión de la usuaria Carmen reconocemos, además, un uso alternativo y
eufemístico de la lexía 'terrorista' que la usuaria intercambia por 'sicópatas'. En esta opinión, la
usuaria decide emplear el tecnicismo 'sicópatas' para enfatizar una locución que, desde luego,
tampoco atenúa la valoración social negativa de ser definido como terrorista. Quizás pueda
entenderse en este caso que la temática del terrorismo haya sido algún tema tabú para la
usuaria. También podría interpretarse el uso de este tecnicismo como el desconocimiento de la
noción terrorismo por lo que la usuaria asumió otro descriptor que ocupó un lugar preferencial
en la construcción.
Por último, resulta interesante apreciar en este mismo caso cómo la usuaria también apela
al conocimiento compartido por todos los venezolanos de la problemática de la guerrilla
colombiana y las figuras asociadas al contexto del narcotráfico en Latinoamérica refiriéndose
específicamente a 'Tirofijo y Raul Reyes…' por nuestra cercanía geográfica con Colombia.
Como sabemos, ambos líderes fundadores, inclusive, sabiéndose fallecidos, continúan siendo
referentes de las agrupaciones armadas revolucionarias de Colombia. Pero la materia de
interés sobre el tema enfatizado en la opinión del usuario Joaquin, ofrece la idea de relación
de los terroristas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en una
denuncia de complicidad de estos grupos armados con el ejército venezolano.
Caso 7. Localización y agencialidad: marcas de subjetividades en registros coloquiales y valor
de las expresiones referenciales
Usuario Fecha Hora Opinón
Prof. Rangel 02/05/2011 10:09:04 a.m.
Yo lo que quiero es ver al Presidente Chávez
tratando de hacer maromas para defender a ese
terrorista
Franklin (PSUV) 02/05/2011 10:39:55 a.mYo me pregunto quien detiene el terrorismo de la
Casa Blanca
Franklin (PSUV) 02/05/2011 10:28:53 a.m.
Yo lo que me pregunto es quién persiga a los
terroristas del Pentágono y de la Casa Blanca
Toño 02/05/2011 11:13:33a.m.Que bobo eres Franklin PSUV. Repitiendo como un
loro lo que MicoMandante
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Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos semántico-pragmáticos. Briz (2001) subraya la importancia de la atenuación como
recurso que sirve para moderar y suavizar discursos. Sin embargo, en estas opiniones
encontramos construcciones con verbos performativos (me pregunto, lo que quiero) que en
vez de atenuar enfatizan significados. Revísese, también, el empleo del “yo” como marca de
subjetividad en el discurso (Benveniste, 1971). ¿Por qué? Porque el intercambio de
significados los comienza el “yo”. Yo inicia un diálogo con “tú” y perfila el tema. Ejemplo:
Toño es el “yo” que insulta a Franklin PSUV el “tú” desde la lectura de la segunda
intervención.
Durante el intercambio comunicativo de estas opiniones, se consagran ofensas, desde un
efecto en cadena, si se considera la diferencia de horas en la entrega de opiniones. Pero,
ciertamente llegamos a establecer que es gracia al valor de los referentes de esas ofensas que
logramos advertir la presencia y rol de expresiones referenciales del tipo constante, a saber:
Pentágono, la Casa Blanca, y Guantánamo que forman parte del tipo de construcción de
discursos de las personas afectas al gobierno actual en Venezuela.
Por su parte, 'MicoMandante' se trata de una expresión foco del discurso con énfasis en la
burla, por parte de los opositores políticos, de la persona del Señor Presidente de la Republica
Bolivariana de Venezuela. El significado del uso 'maromas', en la opinión del Prof. Rangel,
pudiera entenderse como aquel significado que no apunta a la persona catalogada con gran
agilidad. Por el contrario, el uso aludido por este usuario tiene su acepción en el discurso
regional zuliano como expresaran Núñez y Pérez (2005:326): “Zul coloq. Político que no
mantiene con firmeza sus principios, ideas u ofrecimientos.”
Aspectos sociolingüísticos. Con los ejemplos anteriores, se logra inferir la polarización de
actores sociopolíticos en la sociedad venezolana que aceptan o no las fórmulas de gobierno y
se expresan en consecuencia a ello con la declaración de opiniones. De este modo, la
obtención de indicadores léxicos y nominalizaciones recurrentes de discursos políticos
polarizados, se muestran mayormente en posibilidades a favor o en contra y, en menor
medida, en expresiones que no llaman a la confrontación y que no es el caso analizado.
Precisamente, éste es un escenario recreado al interior del chat, entre dos usuarios masculinos.
Resulta importante destacar la autocorrección a la que se somete el usuario Franklin PSUV
en su segunda intervención. Intervención que conserva el énfasis del discurso de un adepto del
61
sistema de gobierno actual en Venezuela, sin embargo, el foco de su mensaje cambia de
referentes conceptuales: personas por objeto-concepto:
Primera intervención: 'Yo lo que me pregunto es quién persiga a los terroristas del
Pentágono y de la Casa Blanca'.
Segunda intervención: 'Yo me pregunto quien detiene el terrorismo de la Casa Blanca'.
Obsérvese, además, que el uso de perseguir y detener resultan obvias alusiones de un
nuevo tema del discurso propiciado por un partidario del sistema político en Venezuela. Esta
vez no se trata de Hugo Chávez Frías, sino su hómologo Barack Obama. En las opiniones de
los usuarios Toño y Prof. Rangel, observamos un ataque personal a Franklin PSUV con las
populares expresiones 'Repitiendo como un loro' y 'hacer maromas', respectivamente. En la
red social opositora al sistema de gobierno actual en Venezuela, ambos usos representan una
burla tanto hacia la persona que encarna el tema del discurso (el Presidente venezolano) y sus
seguidores.
Finalmente, y en relación a la expresión 'MicoMandante', decimos que no se trata de una
estrategia de composición a través de mayúsculas intercaladas. Esta expresión se dio a
conocer en el medio periodístico de la oposición política por la periodista venezolana
Marianela Salazar, para llamar al Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
animal (primate).
Caso 8. Localización y agencialidad: uso de enunciados que exhortan modificación de
opiniones
Usuario Fecha Hora Opinón
Teodora 02/05/2011 11:21:32 a.m.
Mientras el gobierno EEUU siga en su politica de
apoderarse de las riquezas de los otros paises
existiran muchos Bin Laden…
Angeles Parra 02/05/2011 09:39:42 a.m.
Lástima que el mundo celebre la muerte, pero hay
que recordar que en 2001 él celebró la muerte de
miles de personas. Cambiemos el mundo.
Tirso Silva Núñez 02/05/2011 10:39:21 a.m.Sería bueno ahora que EEUU corrija sus desafueros
en Guantánamo
62
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos semántico-pragmáticos. Obsérvese en la opinión de Tirso Silva Núñez, el uso
coloquial de la forma 'desafueros'. El diccionario de la RAE (2001), describe el lema en
cuestión como: 1. Acto violento contra la ley., 2. Acción contraria a las buenas costumbres o
los consejos de la sana razón. Por tanto, cualquiera de los sentidos resulta atinado en la
opinión. Además, vuelve a observarse el rol en su valor informativo otorgado por expresiones
referenciales. Véase el uso del referente 'Guantánamo' como complemento de la expresión
referencial con el verbo corregir en modo subjuntivo. Esta construcción ha sido opuesta al
significado temático (en foco y énfasis) compartido por la mayoría de los usuarios. Por
consiguiente, las responsabilidades de desenlace del suceso de la muerte de Bin Laden no
tienen que ver con el gobierno venezolano sino con el gobierno norteamericano, pues quien
opina no es un opositor sino adepto al gobierno venezolano.
El uso de la deixis 'ahora' marca la intencionalidad del productor de este menaje al
mostrar su postura ante un fenómeno que se iguala en condiciones de semejanza a la
interpretación de Teodora.
Bin Laden ha cometido atrocidades, en nombre de la fe, durante el intento de apoderarse
de EE.UU.
Estados Unidos quiere apoderarse de las riquezas de otros países (entonces, podríamos
pensar que Estados Unidos es tan malo como Bin Laden).
Bin Laden ha cometido atrocidades, pero los militares estadounidenses también han
desarrollado actos de extrema brutalidad en la base de Guantánamo.
Nótese en la opinión de la usuaria Teodora, el uso de referentes no relacionados con la
persona (i., e. el presidente de los estadounidenses) sino con las instituciones. De nuevo las
expresiones referenciales (estado de gobierno, gabinete, o política norteamericana) esclarecen
el significado afectivo y emocional que construye y comunica el participante de la encuesta.
Con este tipo de construcciones, se presupone que el agente responsable o causa de la
problemática mundial de la existencia de Osama Bin Laden no es la propia persona; la
problemática está endilgada a las instituciones norteamericanas.
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Aspectos sociolingüísticos. El comentario de Angeles Parra podría interpretarse como
ambiguo en el sentido de hallar dos mensajes socialmente opuestos, a saber: la no celebración
de la muerte pero sí la aceptación del desenlace de un suceso que trae a la consciencia social
la autoría de otro evento que conmovió la opinión mundial (el 11 de septiembre de 2001 en
Estados Unidos de Norteamérica) evento perpetuado por el propio Bin Laden. Prevalece en la
opinión de Angeles Parra, el argumento idiosincrático 'ojo por ojo, diente por diente' para
comprender por qué una crueldad tiene aceptación con el pago de otra.
Finalmente, observamos una invitación al restablecimiento del orden social con la
construcción de cierre de la usuaria 'Cambiemos el mundo'. Para algunos, estas expresiones
resultarían un tanto exageradas al compararlas con los siguientes comentarios.
Caso 9. Localización y agencialidad: uso de expresiones en grado de exageración
Usuario Fecha Hora Opinón
Homero 02/05/2011 10:27:30 a.m.
Estan cayendo todos los terroristas, tiranos y gobernantes
despotas que han humillado a su pueblo, viva la libertad, muerte
a los tiranos.
Homero Aguilar 02/05/2011 10:17:44 a.m
¡¡¡Es un gran acontecimiento, porque pago con la muerte de
muchos Estadounidenses y eso no se perdona, llego el dia de
hacer justicia!!!
Teresa Gómez 02/05/2011 09:27:13 a.m.Nadie se alegra por la muerte de otro, pero estos seres dañinos
deben desaparecer
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos semántico-pragmáticos. Según expresa Briz (2001:114): “la intensificación a su vez
supone habitualmente un énfasis cuantitativo, es decir, un relieve de la cuantificación”. Se
utiliza la intensificación para aumentar la carga semántica de lo que decimos y queremos en el
fondo dar significar al receptor. Por consiguiente, es válido destacar que los medios para
lograr intensificaciones se obtienen desde diversos planos y recursos (e.g., sintácticos,
morfológicos, léxicos y fonéticos). Obsérvese, pues, que la intensificación de significados en
el caso 9 ha sido lograda con recursos léxicos (e.g., muerte, déspotas, tirano, terroristas,
gobernantes, justicia, libertad) y el uso de exclamaciones, aunque sin atención a la norma.
Vale destacar también que la elaboración del significado lograda con la colocación
déspotas después del lexema neutral—gobernante—es esencial para intensificar lo que el
64
usuario quiere hacer prevalecer asignando un sentido único al tipo de gobernante que causa su
aversión (e.g., gobernantes déspotas, tiranos o dictadores). Véase Colmenares (1991) para la
descripción del lema dictador: “gobernante que ejerce el poder sin apego a las leyes”
(Colmenares, 1991:60).
Aspectos sociolingüísticos. En la opinión de la usuaria Teresa Gómez encontramos la
construcción eufemística de ‘seres dañinos’ por terroristas. En esta misma opinión,
igualmente pareciera advertirse el tratamiento tabú en relación a los conceptos asociados:
muerte, moral y creencia religiosa de quien emite el mensaje. Además, el yo sujeto
enunciador se diluye en la forma 'Nadie'.
Caso 10. Localización y agencialidad: uso y colocación de la ironía y el
sarcasmo
Usuario Fecha Hora Opinón
alexander d cojedes 02/05/2011 09:46:03 a.m
ahora falta el minuto de silencio en honor al caido x
parte de chavez. y su estatua justicia divina rumbo
al 2012 mi venezuela sin esteban
olegario 02/05/2011 10:08:01 a.m. tardaron demasiado para salir de ese asesino
OMAR 02/05/2011 09:24:08 a.m.
Justicia Divina, Dios existe, el que a hierro mata a
hierro muere. Falta que nuestro Comandante
Presidente haga el minuto de silencio.
Tematización y modalización en tres aspectos
Aspectos semántico-pragmáticos. Zamudio y Atorresi (2000) nos recuerdan que la ironía
forma parte de los ejemplos de paráfrasis discursiva. Ello, porque la ironía coloca al intérprete
en una encrucijada interpretativa debido a la ambigüedad del mensaje que ha de resolver
contextualmente. El significado de un mensaje puede adquirir diversos sentidos mediante el
empleo de recursos como la ironía y otro tanto del uso del sarcasmo (diferenciado de la
funcionalidad de la ironía, al conllevar la intencionalidad comunicativa de hacer daño al otro).
Advertir, sin embargo, los efectos de la colocación de la ironía y el sarcasmo en la
transmisión del mensaje no resulta posible desde la descripción de quien envía el mensaje.
Hace falta saber si ese mensaje fue recibido en forma irónica o sarcástica por el receptor en
una segunda entrada de opinión de la encuesta digital que no se observó. También quedaría
65
comprobar en qué medida su colocación (al principio o al final del mensaje) afecta al
interlocutor al punto de continuar una conversación, discusión o explicación. Véase la opinión
de olegario.
Otro aspecto que merece especial mención en estas opiniones tiene relación con el
acompañamiento de locuciones en los mensajes. En ese sentido, nos referimos al uso de de
locuciones nominales del tipo unión de sustantivo + adjetivo= 'Justicia divina’. En las
opiniones de OMAR y alexander d Cojedes, se observa el uso reiterativo de locuciones
nominales cuyo significado conlocativo (Leech, 1985) se entiende por la asociación de ciertas
palabras que suelen aparecer juntas en determinados contextos (véase, por ejemplo, la
colocación minuto de + silencio). También vale destacar el uso de la lexía 'nuestro' en la
opinión del usuario OMAR. Su interpretación en el mensaje—como una forma irónica—
alude negatividad hacia el tema del discurso. En este caso, el uso de la forma 'nuestro' expresa
un falso nosotros que enfatiza burla hacia una de las expresiones de afecto 'Nuestro
Comandante Presidente' proferidas por los simpatizantes y seguidores del actual Señor
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Comentarios Finales
Como en todo fenómeno cultural, la práctica social de participación en encuestas de opinión
es una actividad de compleja interpretación donde se entrecruzan la realidad social y los tipos
de discursos. Es por ello que en esta práctica encontramos una difusa división entre lo privado
y lo público, lo racional y emocional, así como lo normativo (e.g., ámbito jurídico) y lo
socialmente aceptado frente a la necesidad de expresar nuestro autoconocimiento de lo
exterior en virtud de nuestra individualidad.
Tras la confirmación del suceso de la muerte de Bin Laden y el análisis de las encuestas
de opinión mostramos una aproximación, una radiografía del ambiente sociopolítico
venezolano (polarizado) vivido a escasos cuatro meses de las elecciones presidenciales en
octubre del año 2012. Véanse, por ejemplo, los resultados totalizados por el Poder Electoral
en Venezuela (Consejo Nacional Electoral) que dan ganador al Presidente Hugo Chávez con
un 55.07% (8.191.132 votos) frente al 44.31% (6.591.304 votos) para Capriles Radonsky,
candidato opositor (http://www.cne.gob.ve/resultado_presidencial_2012/r/1/reg_000000.html)
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El suceso noticioso dejó al descubierto ideologías encontradas—en mayor grado de
participación—del grupo opositor al actual sistema de gobierno socialista en Venezuela. En la
mayoría de estas opiniones, y como expresarían los personajes en la obra de (Lecumberri,
2012), se lee o una absoluta devoción o la más intensa aversión por la figura de un hombre—
Hugo Chávez Frías—al que los usuarios de la encuesta hicieron tema y foco del discurso.
La relevancia adquirida por ciertos sucesos del quehacer internacional en los medios de
comunicación de masa—como la prensa digital—resultó un ejercicio interesante, pues
pudimos observar cómo un hecho noticioso fue empleado por una determinada red social para
comunicar propósitos encubiertos. Esta red social identificada a su vez como lectores del
diario capitalino Tal cual, asumieron la responsabilidad civil de participación en un medio de
comunicación reconocidamente opositor al gobierno venezolano, so pena de represión por la
expresión ideológica contraria al sistema de gobierno, después de entrar en vigencia la Ley
Resorte (ANRBV, 2007).
Destacamos, asimismo, que este estudio se vio limitado en cuanto a la obtención de
información de factores más concluyentes como la red geográfica de estos participantes, la
edad, y el nivel educativo, para complementar resultados con un análisis sociolingüístico
variacionista. No obstante, pensamos que este primer trabajo abre las puertas para la
continuidad del estudio de la variación estilística desde entornos del chat y para el uso del
formato encuesta de opinión.
En cuanto al análisis del significado sociodiscursivo, considerando la fiel transcripción de
32 opiniones, subrayamos la necesidad de poner en marcha un mecanismo hermenéutico. Tal
mecanismo condujo la realización de ejercicios de retextualización del mensaje en dos
sentidos: localización y agencialidad (lo que es) y tematización y modalización (lo que se
hace). Así, pues, la atención de estos grados de sistematicidad del texto permitió realizar un
acucioso examen de los actos de significación en curso con el manejo de lexías y grupos de
lexías propias de la red socio-política venezolana de oposición. En concreto, se puntualizan
los siguientes cuatro comentarios:
1) Las investigaciones que recurren a aproximaciones sociodiscursivas coadyuvan a la
interpretación del significado discursivo-social y no solo textual en virtud de: la variación
estilística, el contexto, el registro y la situación de comunicación, las actitudes lingüísticas de
67
los usuarios, las redes sociales, la ideología, y cuatro tipos de significados. Estos significados
son, por su parte, estilístico, afectivo o emocional, temático, y conlocativo (Leech, 1985).
2) Temáticas “sensibles” de los entornos sociales como la política, la religión, la muerte,
el asesinato, la justicia, y el terrorismo se matizan (con eufemismos) o enfatizan (con la ironía,
el sarcasmo y expresiones en grado de exageración) para decir algo que la forma textual no
expresa.
3) El participante de la encuesta recurrió a una determinada unidad fraseológica para
expresar su opinión seleccionando expresiones referenciales, conceptos sociales-ideológicos-
culturales y formaciones léxicas que dejaron al descubierto estados de vulnerabilidad del
emisor.
4) Ejemplos del corpus, 'justicia social', 'libertad', 'vamos a lucha', se constituyen en
dominio experiencial y posible indicador del discurso político opositor venezolano con el
mismo significado temático en términos de orden, foco y énfasis comunicacional (i.e., rechazo
al referente Hugo Chávez Frías y por extensión a su política de gobierno). No obstante, en
este estudio se optó por describir su uso como una estrategia comunicacional, y como una
satisfacción ante la constatación de un hecho: el ufanarse porque se trata de la descripción de
opiniones en un único medio de comunicación sin comparación con otros diarios nacionales.
Hallazgos para la continuidad del estudio
Valorar la relación de codependencia entre lenguaje-cognición pudiera acercarnos a predecir
modelos de aprendizaje social y aprendizaje político. La opinión de sucesos del acontecer
nacional o internacional constituye un interesante objeto de investigación ante la posibilidad
de análisis de la variación estilística y el relevamiento y/o encubrimiento de propósitos
comunicativos. Nuestro análisis sociodiscursivo tendió un puente para interpretar el espacio
sociolingüístico representado en la variabilidad de la lengua de los encuestados (Cascón,
2000).
Se piensa, sin embargo, que la investigación experimental pudiera alcanzar un valor más
explicativo-predictivo al rebasar la interpretación de discursos desde mecanismos
hermenéuticos que no responden cuánto de la influencia de los medios comunicacionales se
68
observa en el aprendizaje político, social y estilístico del usuario. Con lo anterior, nos mueve
la iniciativa emprendida de Aijón y Serrano (2010) al proponer un camino teórico-
experimental para abordar las bases cognitivas del estilo lingüístico. Cada elección lingüística
realizada por este usuario sería un estilo discursivo-cognitivo con valor social en la
construcción de significados.
Actuales estudios en variación proponen describir “los diversos planos a los que afecta
simultáneamente la variación (formal, semántico-pragmático, discursivo, socioestilístico)”
(Aijón & Serrano, 2010:122). Construir significados discursivos desde la realidad que conoce
la persona como actor social podría dejar al descubierto relaciones del tipo identidad
lingüística del grupo con el estilo enfatizado por ciertos circuitos de comunicación. La
pregunta que nos mueve a incorporar el plano cognitivo entre los elementos de análisis de la
variación para un próximo estudio es ¿puede el estilo lingüístico estar siendo dirigido por los
medios de comunicación de masa al ofrecer a sus usuarios tanto la cobertura informativa de la
noticia como su interpretación? Conciliar tales datos en una plataforma explicativa podría
resultar en derivaciones predictivas de aprendizajes ideológico-político-social construidos con
ayuda de los medios comunicacionales.
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Notas de los autores
Angélica María Silva es tesista en el Doctorado de Lingüística de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso. Su experiencia laboral, siendo egresada de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador-Núcleo Pedagógico de Caracas, comprende las áreas de la Educación
Especial y la Enseñanza de la Lectura y Escritura. Como personal docente a tiempo completo
en el Departamento de Castellano, Literatura y Latín dicta cursos en Pregrado y Postgrado.
Coordina el Laboratorio de Lenguaje y Cognición (desde 2012) y la línea de investigación
“Ciencias del Lenguaje y Educación” (desde 2004) en el Instituto Venezolano de
Investigaciones Lingüísticas y Literarias “Andrés Bello” (IVILLAB). Su productividad
académica se expresa en los títulos: 1) “La recontextualización de los conceptos de
bioquímica en la formación del médico de la Universidad Central de Venezuela: Un enfoque
interdisciplinario” para la Revista Lingua Americana, VI (10), 70-91 en coautoría con el Dr.
Roberto Limongi (2002); 2) Junto a la Dra. Lucía Fraca de Barrera y la Prof. Sandra Maurera
(2002), publicó “Estrategias metalingüísticas. Hacia una reflexión de la lengua materna en el
73
aula, Vols. I y II, en Cuadernos Pedagógicos del CILLAB Nros. 6 y 7; 3) En 2010 compiló
con la Prof. Norma González de Zambrano “La enseñanza de la lengua materna en educación
superior: una aproximación desde la aplicación de estrategias metadiscursivas para la
comprensión y la producción de textos académicos, Cuadernos Pedagógicos del IVILLAB Nº
9. También es desarrolladora de contenidos en portafolios electrónicos
(http://leeryescribirenelcurriculo.blogspot); 4) Publica en Cuadernos Pedagógicos del
IVILLAB Nº 9 “La creación de portafolios electrónicos basados en weblogs: una propuesta
para la alfabetización académico-informacional” (pp. 61-95); 5) en la Revista Legenda 15, Nº
13, año 2011, divulga “Escribir en el contexto académico y disciplinario: escenario para la
creación de portafolios electrónicos tipo weblogs
(http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/legenda/article/view/3654).
Roberto Limongi es Ph. D en psicología experimental de la Universidad del Sur de Illinois
(https://sites.google.com/a/fulbrightmail.org/roberto-limongi/).Actualmente se dedica a
estudiar las bases neurales de la conducta predictiva y cómo el lenguaje media el
comportamiento predictivo de los humanos. Sus métodos de investigación incluyen la
resonancia magnética nuclear funcional (fMRI) y el modelaje computacional. Roberto ha
dictado cursos en varias universidades latinoamericanas: Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, Universidad de Valparaíso, Universidad Santo Tomas, Universidad de
Concepción, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, y el Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas. Actualmente es investigador invitado del Laboratorio de Lenguaje
y Cognición en el Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Andrés Bello.
Recientemente, ha publicado sus últimos hallazgos en la prestigiosa revista NeuroImage
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23333417).
La sociología de Émile Durkheim en El
lenguaje como semiótica social de Max
Halliday
JULIO JUAN RUIZ
Universidad Nacional de Mar del Plata
Sociedad y Discurso
Número 22: 74-84/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Resumen: en Las Reglas del Método Sociológico Émile Durkheim se propuso tratar los hechos sociales como
cosas. De este modo, indicó que el objeto de la sociología no era el individuo, sino la realidad social.
Por esta razón, se debía partir del exterior del ser humano, pues las instituciones sociales como el lenguaje, el
Estado o la religión ya estaban formadas antes de su nacimiento. En este sentido, Max Halliday retomó estos
lineamientos al señalar en El lenguaje como Semiótica Social que, para el estudio del lenguaje, hay que partir de
una perspectiva durkheimiana. En el presente artículo, nos proponemos analizar los alcances de la metodología
propuesta por el sociólogo francés en el ensayo del lingüista británico.
Palabras claves: Durkheim-Halliday-Lingüística-Sociología
Abstract: the Rules Of Sociological Method Émile Durkheim treat social facts as things. Thus, said the object of
sociology was not the individual but the social reality.
For this reason, we must start from the outside of the human being as social institutions such as language,
religion and the state were already formed before birth. In this sense, Max Halliday retook these guidelines
stating in Language as Social Semiotics that, for this study, the starting of a Durkheimian perspective. In this
paper, we analyze the scope of the methodology proposed by the French sociologist in the trial of British
linguist.
Keywords: Durkheim-Halliday-Linguistics-Sociology
Introducción
Hace más de dos mil años, Aristóteles, en su Política, mostró el vínculo entre el lenguaje y la
sociedad al expresar que el lenguaje es un atributo esencial del ser humano y, por esta razón,
el hombre puede “poseer, él solo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de
los demás valores, y la participación comunitaria de estas cosas constituye la casa y la
ciudad” (1999, Política I, 51).
A mediados del Siglo XX, el filósofo alemán Ernst Cassirer, retomará los lineamientos
antropológicos esbozados por el Estagirita, pero con una diferencia sustancial: en su
75
antropología el hombre ya no es más un animal racional, sino un animal simbólico. De este
modo, aludió a las formas culturales, porque: “la razón es un término verdaderamente
inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural humana en toda su riqueza y
diversidad, pero todas estas formas son formas simbólicas” (2009: 49). El hombre vive en
universo opuesto al del animal, porque el ser humano no vive solo en universo físico, sino que
también en otro: el cultural. Por esta razón, él es un animal simbólico. En este universo, el
lenguaje conjuntamente con la religión, el mito, etc., forman “los diversos hilos que tejen la
red simbólica”: la cultura.
Décadas después, el lingüista británico Max Halliday sostuvo que lo simbólico es una
realidad social. Según él, esta realidad en sí es: “un edificio de significados, una construcción
semiótica. Desde esa perspectiva, el lenguaje es uno de los sistemas semióticos que
constituyen la cultura” (1984:10). En este sentido, interpretar el lenguaje como semiótica
social significa interpretarlo dentro de un contexto sociocultural, en el que la propia cultura se
interpreta en términos semióticos. Para interpretar al lenguaje desde una perspectiva social, el
lingüista británico partió de lo que él denominó la “perspectiva durkheimiana”; es decir, de
los presupuestos metodológicos esbozados, fundamentalmente, en Las Reglas del Método
sociológico de Émile Durkheim. Por esta razón, en el presente artículo nos proponemos
analizar la impronta metodológica del sociólogo francés en El lenguaje como semiótica social.
En pos de este objetivo, abordaremos esta temática en dos partes. En la primera,
intentaremos analizar los presupuestos epistemológicos básicos de la concepción sociológica
de Durkheim, mientras que, en la segunda, nos proponemos dilucidar los alcances de esta
propuesta, tanto en la sociología como en la Lingüística Sistémico- Funcional de Max
Halliday.
Presupuestos epistemológicos
No cabe duda sobre la íntima relación entre el lenguaje y la sociedad. Mediante éste, el ser
humano logra integrarse a la comunidad. Su integración, a diferencia de otras especies
biológicas, se realiza en forma crítica, pues como lo sostuvo Aristóteles: sólo él posee el
sentido del bien y del mal. Esta conciencia surgió como consecuencia de un atributo
esencialmente humano: el lenguaje.
76
Si bien en la antigüedad se conoce la relación entre el lenguaje y la sociedad, las disciplinas
que los contemplan como objeto de investigación, la sociología y la lingüística, emergieron y
se consolidaron como ciencia en el Siglo XIX y en la primera década del Siglo XX. A su vez,
para comprender las circunstancias en que nacen las disciplinas, Michel Foucault, en su
ensayo Las palabras y las cosas, esbozó la noción de episteme de una época. Esta noción
surgió a partir de la indagación arqueológica que realizó el filósofo francés en el ensayo
citado, donde profundizó sobre las condiciones históricas y epistemológicas que posibilitaron
el surgimiento de los distintos saberes. Así, por ejemplo, en el arco temporal antes
mencionado, la reflexión sobre el lenguaje condujo al advenimiento de las ciencias del
hombre, como la lingüística y la antropología. Esto fue posible por la crisis de la episteme
anterior, la de la representación. En este espacio, el hombre estuvo ausente o escasamente
visible en los intersticios de otras disciplinas; es decir, en un espacio marginal, tal como
aparece el rey, Felipe IV en Las Meninas, en el reflejo del espejo. Para esbozar las sucesivas
epistemes, reflexionó sobre las circunstancias que posibilitaron el nacimiento de las distintas
disciplinas:“a partir de qué a priori histórico y en qué elemento de positividad han podido
aparecer las ideas, constituirse las ciencias […] formarse las racionalidades para anularse y
desvanecerse quizá pronto” (Foucault, 2010:15). En este sentido, según Nisbet (1976), la
sociología emergió como ciencia para dar respuesta a los cambios acaecidos en la sociedad
como consecuencia de la Revolución Francesa. Desde una perspectiva epistemológica,
Durkheim (2007), fue quien, en sus Reglas del Método Sociológico, sentó las premisas
fundamentales para la novel disciplina, que alcanzará posteriormente un refinamiento
metodológico y conceptual en Economía y Sociedad de Max Weber (1944). Asimismo, a
principios del siglo XX, después de escribir Memoria sobre el sistema primitivo de las
vocales indoeuropeas publicada en París, en el año 1878, el lingüista suizo Ferdinand de
Saussure (1986) se dedicó a buscar los fundamentos de la disciplina que enseñaba e
investigaba. Los resultados de su indagación serán presentados en los cursos impartidos en
Ginebra entre 1906 y 1911, que serán publicados tres años después de su muerte por sus
discípulos con el título de Curso de Lingüística General en París, 1916.
Según las enseñanzas expuestas en el Curso, la lengua es una estructura que permite asir
la forma del lenguaje, hecho “heteróclito”. Por esta razón, el objeto de la lingüística es la
lengua. En este sentido, Saussure nos señala: “hay que colocarse desde el primer momento en
el terreno de la lengua y tomarla como norma de todas las otras manifestaciones del
77
lenguaje” (1986:37). Con este recorte epistemológico nació la lingüística como ciencia. Si
bien el estructuralismo saussureano fue superado por otros enfoques, no podemos negar que
tanto el generativismo chomskiano como la Lingüística Sistémico-Funcional de Max
Halliday, las dos corrientes predominantes en la lingüística contemporánea, no podrían ser
pensadas sin los lineamientos esbozados por la Lingüística Estructural.
Las dos corrientes mencionadas parten de dos enfoques diferentes, porque “[…]
interpretar los procesos lingüísticos desde el punto de vista del orden social; eso contrasta un
poco con la moda impuesta recientemente de que el ángulo de razonamiento vaya del
lenguaje al exterior” (Halliday, 1982:12). Para cumplir este cometido, el lingüista británico
marcó el derrotero: “ en vez de empezar desde el interior del organismo y de mirar hacia el
exterior, podemos adoptar una perspectiva durkheimiana y empezar desde el exterior del
organismo para mirar hacia su interior” (Halliday, 1982: 24). Para comprender lo que el
lingüista denominó como la “perspectiva durkheimiana”, debemos analizar críticamente los
presupuestos epistemológicos formulados en Las Reglas del Método Sociológico, texto
fundacional de la sociología, publicado en 1894.
Este texto tuvo como objetivo primordial superar el individualismo psicológico
imperante en las ciencias sociales a mediados del siglo XIX. En efecto, esta propuesta
epistemológica se propuso fundar la sociología partiendo del paradigma metodológico
imperante, construido sobre la base de la tradición kantiana, caracterizado por una
delimitación rigurosa, tanto del objeto como del método. En este sentido, Durkheim se esmeró
en la delimitación del objeto y en encontrar una metodología adecuada para abordarlo. Así,
pues, consideró que el objeto de la sociología lo constituían los hechos sociales. Para
abordarlos, enunció su presupuesto metodológico fundamental: considerarlos como cosas.
Debemos señalar que, históricamente, los hombres no esperaron a la sociología para
expresar sus nociones. A estas realidades Francis Bacon las denominó “prenociones”, que
encontraron en la costumbre y en la tradición un fundamento que las dotó de cierta autoridad
sobre los individuos. La versión erudita de estas prenociones es, para Durkheim, la ideología.
Por esta razón aspiró a depurar a la sociología de toda mácula ideológica y de nociones pre-
científicas. Asimismo, debemos resaltar que el sociólogo francés consideró imprescindible
que el científico se desprendiese de estas ideas confusas. Por eso consideró necesario observar
directamente la realidad de un modo similar al que siguen las ciencias naturales, es decir,
78
observar los fenómenos sociales como si fuesen cosas. Así, pues, considera que cosa es “todo
lo que el espíritu no puede llegar a comprender más que a condición de salir de sí mismo a
través de observaciones y experimentaciones, pasando progresivamente de los caracteres
más exteriores y más inmediatamente accesibles a los menos visibles y más
profundos”(Durkheim, 2007:16). De este modo, la sociología descartó la introspección
psicológica predominante en las ciencias sociales. Y así se aseguraba una explicación
estrictamente sociológica para fenómenos tan complejos como la religión o el suicidio. Por
otra parte, esta objetividad se justificó en que el hecho social provenía del exterior y,
fundamentalmente, porque el individuo no tiene participación en su formación, sino que es
producto de varias generaciones, como sucede con el lenguaje, el Estado o la religión. A estas
realidades exteriores se la englobó bajo la denominación de institución. Por esta razón,
Durkheim las define como “todas las creencias y modos de conductas instituidas por la
colectividad” (Durkheim, 2007: 31). En este sentido, considera que la sociología no sería más
que la ciencia de las instituciones; es decir, una ciencia que aborde los orígenes y
funcionamiento de éstas.
Después de delimitar el objeto de la sociología en el hecho social, consideró que su
especificidad está dada en la coacción que ejerce el medio sobre el individuo. En un principio,
no la percibimos, porque sólo se manifiesta a través de la sanción; es decir, nos percatamos de
su existencia cuando transgredimos una regla social. Esto nos demuestra que existe un
proceso de aprendizaje por el que interiorizamos las reglas sociales. Este proceso es la
educación. La lengua, desde la perspectiva funcional de Halliday “es condición necesaria
para ese elemento final en el proceso de desarrollo del individuo, desde un ser humano hasta
una persona a la que podemos llamar “personalidad”, considerando a esa personalidad
como un papel complejo” (1984: 25). A su vez, la personalidad es la suma de los papeles o
roles que el individuo desempeña en la sociedad.
Los presupuestos metodológicos de Durkheim en las ciencias sociales
Para comprobar el alcance de la metodología propuesta por Durkheim seguiremos tres
caminos: en el primero nos proponemos indagar la aplicación del método propuesto en Las
Reglas en la obra del sociólogo francés; en el segundo, en sus discípulos, los durkheimianos y
79
en la sociología de Pierre Bourdieu; por último, nos ocuparemos del alcance de estos
presupuestos en la Lingüística Sistémico-Funcional.
Si comenzamos por el primero, observamos que el sociólogo del siglo XIX relativizó esta
cuestión cuando señaló: “en cuestión de método, por otra parte, nunca se puede hacer más
que lo provisorio, porque los métodos cambian a medida que la ciencia avanza” (Durkheim,
2007: 14). Por otra parte, resulta paradójico que al investigar sobre el suicido compruebe que
sólo es posible distinguir sus distintos tipos a partir de los suicidios individuales. De este
modo, borró los límites entre la psicología y la sociología.
Después de la Primera Guerra Mundial, los durkheimianos se apartaron del método todas
las veces que lo consideraron necesario. Así, por ejemplo, Marcel Mauss, sociólogo y sobrino
de Durkheim observó: “sin duda, no puede tratarse de formular completa y definitivamente
las reglas del método sociológico. Pues un método sólo se distingue abstractamente de la
ciencia propiamente dicha” (Steiner, 2003: 48). No obstante, posteriormente la influencia del
sociólogo decimonónico se pudo constatar en la obra de Talcott Parson y, fundamentalmente,
en los cursos que Raymond Aron (1985) impartió en la Sorbona, que serían más tarde
divulgados con el título de Las etapas del pensamiento sociológico.
En esencia, Pierre Bourdieu (2007) nos brinda un estado de la cuestión en relación con el
alcance de la metodología durkheimiana en la actualidad. En efecto, según él, en general, en la
ciencia social, en antropología como en sociología o en historia, se oscila entre dos puntos de
vista aparentemente incompatibles: el objetivismo y el subjetivismo; o, en otros términos,
entre el fisicalismo y el psicologismo. Mientras que, por un lado, se propone tratar los hechos
sociales como cosas, según la máxima durkheimiana, y dejar de lado toda relación con las
nociones e ideología del sujeto, por otro, el mundo de la ciencia social quedaría reducido a las
representaciones que posee el sujeto y, en este sentido, la tarea del científico social sería la de
producir “informes de informes” (accounts of the accounts) producidos por los sujetos
sociales. De este modo, estaríamos ante un conocimiento de segundo grado. Así, pues, en las
ciencias sociales se oscilaba entre estas dos posturas contrapuestas, la de Durkheim y la de
Schutz. La oposición entre ambas construcciones es total. Por esta razón, él aspiró a superar
esta dicotomía:
[…] Por un lado, las estructuras objetivas que construye el sociólogo en el
momento objetivista, al apartar las representaciones subjetivas de los agentes,
80
son el fundamento de las representaciones subjetivas y constituyen las
coacciones estructurales que pesan sobre las interacciones; pero, por el otro,
esas representaciones también deben ser consideradas si se quiere dar cuenta
especialmente de las luchas cotidianas, individuales o colectivas, que tienden
a transformar o a conservar esas estructuras (Bourdieu, 2007: 129).
Esta realidad, lo llevó a plantear que los dos momentos, el objetivista y el subjetivista, estén
en una relación dialéctica. Para llegar a esta conclusión, rompió con el modelo de
pensamiento que Cassirer llamó sustancialista y que lleva a no reconocer ninguna otra
realidad que aquella que se ofrece en la experiencia ordinaria. Por esta razón, Bourdieu se
decidió a aplicar al mundo social un modo de pensamiento relacional, propio de la matemática
y de la física moderna. Este modo de pensamiento identifica lo real no con sustancias, sino
con relaciones. Así, pues, la “realidad social” de la que habla Durkheim es un conjunto de
relaciones invisibles; éstas constituyen un espacio de posiciones exteriores, donde las
relaciones se definen las unas en vinculación con las otras.
Un planteamiento similar al de Bourdieu lo podemos encontrar en Halliday. En efecto, si
bien la propuesta metodológica del lingüista británico parte de la concepción esbozada por el
sociólogo francés del Siglo XIX, “podemos adoptar una perspectiva durkheimiana y empezar
desde el exterior del organismo para mirar hacia su interior” (Halliday, 1982: 24), se aleja de
toda rigidez, porque para éste “existe una perspectiva intra-organismo de la lengua, lo mismo
que existe una inter-organismo. Los dos puntos de vista son complementarios” (Halliday,
1982: 19). De este modo, en su concepción teórica, la sociolingüística como la
psicolingüística se complementan, aunque en las últimas décadas los lingüistas han optado por
una u otra como objeto de especialización. Como podemos observar, la perspectiva
metodológica que nos propone Halliday es sumamente flexible, aunque las dos posiciones no
están en relación dialéctica, tal como lo están en la sociología de Pierre Bourdieu.
Asimismo, los presupuestos de la lingüística Sistémico-Funcional logran una concreción
plena en el ámbito educativo, pues considera que éste desempeña un papel esencial en la
formación del ser humano y porque, sobre todo, se opone a la manipulación que aspiró a
realizar la ingeniería social, porque “ si los ingenieros y los planificadores pueden conformar
el entorno físico, son los maestros los que ejercen la mayor influencia sobre el entorno
social” (Halliday, 1982: 18).
81
A su vez, podemos apreciar más claramente la relectura que hizo Halliday del texto de
Durkheim, si contraponemos los lineamientos de la Lingüística Sistémico- Funcional con los
de la Gramática Transformacional de Noam Chomsky. En efecto, como ya lo mencionáramos,
ambas poseen diferentes enfoques metodológicos. Así, mientras que el del lingüista británico
hizo hincapié en la interpretación de los procesos lingüísticos desde un punto de vista social,
la del norteamericano partió de una análisis de las estructuras lingüísticas. Por esta razón, su
preocupación principal fue la mente del individuo. Según Halliday, el mayor mérito de este
enfoque fue el de demostrar que el lenguaje natural puede reducirse a un sistema formal. En
este sentido, tanto el modelo esbozado en Estructuras Sintácticas (1955) como el de
Principios y Parámetros (1979), presentan gramáticas libres de contexto social; es decir,
estructuras formales donde el lenguaje es considerado como un conjunto de reglas o como un
conjunto de principios invariables. Ambos modelos resultan insuficientes “cuando entra en
escena el hombre social”(Halliday, 1982: 13). A partir de este momento, se evidencia sus
debilidades, porque, para comunicarnos, no utilizamos un discurso formado por oraciones
producidas por primera vez, por una mera combinación de reglas. Por el contrario, gran parte
de nuestro lenguaje es rudimentario y está compuesto por palabras gastadas. Esta realidad nos
lleva a comprender que “la lengua es como es a causa de las funciones que ha desarrollado
para servir en la vida de la gente”(Halliday, 1982: 13). Por esta razón, las estructuras
lingüísticas deben ser comprendidas en términos funcionales; es decir, como instrumento de
comunicación. Para alcanzar esta comprensión se debe proceder desde el exterior hasta el
interior; se debe, pues, partir de una perspectiva durkheimiana. Esta metodología es, para
nosotros, el resultado más plausible de la relectura que hizo el lingüista británico de Las
Reglas del Método sociológico. De este modo, ante formalismo chomskiano imperante desde
mediados de los años cincuenta, en el siglo pasado, Halliday opuso un modelo que parte de
una concepción donde se considera al individuo desde una perspectiva social; es decir, desde
el exterior, en una dirección inversa a la propuesta chomskiana.
Asimismo, debemos tener presente que los presupuestos de la Lingüística Sistémico-
Funcional no se limitan a ser un mero corpus teórico, sino que tienen alcance práctico. En
efecto, donde mejor podemos apreciarlo es en la enseñanza de lenguas extranjeras. En este
campo, algunas propuestas pedagógicas contemplan como estrategia didáctica la posibilidad
que los estudiantes viajen a países extranjeros, donde la lengua que se desea incorporar sea el
dialecto predominante. Así se contempla el acceso a contextos sociales genuinos, en los que
82
los alumnos pueden comprobar las variaciones dialectales como también las de registro. En
estos programas, generalmente, se les encargan la realización diversas tareas, cuyo objetivo
principal es que interactúen con hablantes nativos, posibilitándoles el acceso a la cultura del
país visitado. En esta estrategia didáctica se evidencia uno de los presupuestos fundamentales
de esta teoría lingüística: “interpretar el lenguaje dentro de un contexto sociocultural, en que
la propia cultura se interpreta en términos semióticos, como un sistema de información ”
(Halliday, 1982:10). De este modo, este trabajo pedagógico contrasta con la metodología que
tradicionalmente se aplicó a la enseñanza de lenguas extranjeras, la que hacía hincapié en el
formalismo gramatical, pues concebía al lenguaje como un conjunto de reglas, descuidando la
dimensión comunicativa del lenguaje, presupuesto esencial en el corpus teórico del lingüista
británico.
Como podemos comprobar, de un modo flexible, las premisas fundamentales esbozadas
por Durkheim tienen aún vigencia en las ciencias sociales, y, de un modo especial, en la
propuesta teórica de Max Halliday, cuyos lineamientos metodológicos parten de las
enseñanzas del sociólogo francés.
Conclusión
Los presupuestos epistemológicos de la concepción lingüística de Max Halliday se asientan en
la sociología durkheimiana, pero se aparta de la rigidez de las Reglas del Método Sociológico
al admitir que el enfoque sociolingüístico puede complementarse con el psicolingüístico o
inter-orgánico.
La oposición individuo-sociedad, que constituía el eje de la sociología clásica para
distinguir el objeto de la sociología de aquel de la psicología, se supera en la Lingüística
Sistémico-Funcional, pues se considera el papel que desempeña el lenguaje en la integración
crítica del ser humano en la comunidad, tal como ya lo señaló Aristóteles en su Política. Esta
realidad distingue al hombre de las demás especies vivientes.
La Lingüística Sistémico-Funcional, tal como se expone en El lenguaje como semiótica
social, no aspiró a construir un paradigma metodológico rígido, sino que sólo pretendió
esbozar una perspectiva de investigación lingüística.
83
Bibliografía
Aristóteles (1999). Política. Trad. de Manuel García Valdés. Madrid: Editorial Gredos.
Aron, Raymond 1985. Las etapas del pensamiento sociológico. Buenos Aires.: Siglo XXI.
Bourdieu, Pierre (2007). Cosas Dichas. Bs. As.: Gedisa.
Cassirer, Ernst (2009). Antropología filosófica. México: Fondo de Cultura Económica.
De Saussure, Ferdinand (1986). Curso de Lingüística General. Buenos Aires : Losada.
Durkheim, Émile (2007). Las reglas del método sociológico. Buenos Aires.: Losada.
Foucault, Michel ( 2008). Las palabras y las cosas. Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
Halliday, Max (1984). El lenguaje como semiótica social. México: Fondo de Cultura
Económica.
Nisbet, Robert (1976). La formación del pensamiento sociológico. Buenos Aires: Amorrortu.
Steiner George (2003). La sociología de Durkheim. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
Weber, Max (1944). Economía y Sociedad. México: Fondo de Cultura Económica.
Nota del Autor
Julio Juan Ruiz es Doctor en Ciencias Jurídicas por la Universidad Católica de La Plata y
Profesor en Letras por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Es candidato al Doctorado
en Letras por la Universidad de Buenos Aires.
Se desempeña como docente e investigador en la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Es Docente Regular por concurso público de antecedentes y oposición en el Área Jurídca de la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, en las Cátedras de Derecho Constitucional y
Derecho Administrativo. Asimismo, en esta Facultad se desempeñó como secretario del Área
Jurídica desde el año 1996 hasta el 2003. Fue profesor Adjunto de Instituciones de Derecho
Público en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Átlántida Argentina.
84
También es becario de investigación en la categoría de perfeccionamiento en la
Universidad Nacional de Mar del Plata. Beca que obtuvo por concurso público. Desarrolla sus
tareas de investigació con fundiones docentes como becario en la Cátedra de Literatura y
Culura Española I en la Facultad de Humanidades.
Integra el grupo de investigación GLISO (Grupo de investigación en Liteatrura Española
del Siglo de Oro) radicado en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar
del Plata.
IGREJA E PEDOFILIA: IMPLICAÇÕES
NO CONTEXTO SOCIAL E LINGUÍSTICO
BRASILEIRO DA PUBLICAÇÃO DE NOTA
DA SANTA SÉ
ALEX LUIS DOS SANTOS
Universidade Federal de São João del-Rei
Sociedad y Discurso
Número 22: 85-103/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
Abstract: The evaluation by the Director of the Press Office of the Santa Sé about the new applicative and
procedural rules to treat and judge in the canonical order the most serious offenses is the object of analysis in this
work. Search is based on the Appraisal system, identification of the instances that point affective positioning,
ethical and aesthetic, in order to discuss how these instances are able to construct the attitudinal and discursive
positioning’s producer. For this, the Critical Discourse Analysis is important, because it is a field that is
concerned , among other things, with studying and analyzing written and spoken texts to reveal the discursive
sources of power, This positioning indicates, among others issues, the importance of rules’s review and, and
manages the character of offenders, including pedophilia.
Keywords: Catholic Church, appraisal, pedophilia.
Resumo: A avaliação do Diretor da Sala de Imprensa da Santa Sé sobre as novas regras aplicativas e processuais
para tratar e julgar no âmbito do ordenamento canônico os delitos mais graves constitui o objeto de análise deste
trabalho. Busca-se, com base no sistema de avaliatividade, a identificação das instâncias avaliativas que apontam
o posicionamento afetivo, ético e estético, a fim de se discutir como essas instâncias são capazes de construir o
posicionamento atitudinal e discursivo do produtor textual. Para isso, a Análise Crítica do Discurso é importante,
já que se constitui como um campo preocupado com o estudo e análise de textos escritos e falados a fim de
demonstrar, entre outras coisas, as fontes discursivas do poder. Esse posicionamento destaca, entre outras
questões, a importância da revisão das normas, e logra o caráter dos infratores, inclusive os de pedofilia.
Palavras-chave: Igreja Católica, avaliatividade, pedofilia.
Introdução
Os recentes trabalhos que se prestam à investigação das práticas discursivo-religiosas, em
especial no Brasil, chamam a atenção, sobremaneira, para a diversidade de perspectivas e
arranjos teóricos, e para o quanto a tríade linguagem-discurso-religião ainda causa o interesse
86
de pesquisadores. Assim, perfilha-se, por exemplo, as contribuições de Gonçalves (2011),
Moreira (2010) e Aquino (2009).
Uma grande parte desses estudos se preocupa em demonstrar o modo pelo qual
estratégias de persuasão e identidades socioculturais são construídas em contextos que
facilitam compreender mormente os discursos neopentecostais, cuja base ideológica e
religiosa está, segundo Ferrari (2007: 89), na fruição dos bens materiais e nos prazeres de
viver no mundo a espiritualidade.
A despeito de uma visibilidade que acarrete a promoção dos preceitos e práticas
religiosos, o que hodiernamente acontece no contexto social religioso católico é a divulgação
por diferentes canais de imprensa do envolvimento de clérigos em casos de abusos sexuais
contra menores. Essas recentes divulgações desenvolveram um intenso debate sobre os
procedimentos aplicados pela instituição para o julgamento dos envolvidos.
Nesse contexto, as sanções canônicas, consubstanciadas principalmente nas normas
aplicativas e processuais conhecidas como Normae de gravioribus delictis foram questionadas
quanto à eficácia dos éditos deliberados e a clareza para a definição de competência que ajuíze
sobre os delitos admitidos.
A Normae de gravioribus delictis (ou Normas sobre os delitos mais graves) foi então, em
2010, atualizada para que se pudesse simplificar os procedimentos previstos e considerar as
novas problemáticas, entre as quais se destacava a possibilidade de abusos sexuais cometidos
por um clérigo contra crianças e adolescentes.
A importância da publicação das novas normas foi avaliada pelo Diretor da sala de
Imprensa da Santa Sé, o padre Federico Lombardi, em nota que faz ainda no ano da
atualização das leis. É essa nota, disponível em sete línguas, inclusive o português, que
constitue o objeto assente de análise deste trabalho.
Com base nisso, ou seja, a disponibilidade do texto em diferentes contextos sociais e
linguísticos, é preciso dizer que a interpretação sobre a nota em diferentes países que se
orientam e comunicam pelos outros seis sistemas linguísticos utilizados pode facilmente não
corresponder às conclusões a que se chega com este trabalho. A temática da pedofilia na
Igreja católica apresenta nuances muito distintas nos diferentes países onde o tema foi
polemizado e é tratado. Sendo assim, a nota do Pe. Lombardi está sujeita à leituras muito
87
diversas, dependendo inclusive da área de conhecimento segundo a qual se orienta o olhar
científico.
Atualmente, a língua portuguesa é falada em quatro continentes, e é a língua oficial de
oito países: Brasil, Portugal, Moçambique, Angola, Guiné-Bissau, Timor-Leste, Cabo Verde,
e São Tomé e Príncipe. Com aproximadamente 280 milhões de falantes, o português é a
quinta língua mais falada no mundo, a terceira mais falada no hemisfério ocidental e a mais
falada no hemisfério sul.
Nas palavras de Eunice Durham (2004: 231) “a cultura constitui um processo pelo qual os
homens orientam e dão significado às suas ações através de uma manipulação simbólica que é
atributo fundamental de toda prática humana”. Esse significado é construído discursivamente,
entre outras maneiras, pelo modo como se articulam as opiniões e avaliações sobre os
sentimentos, comportamentos, pessoas, objetos e processos, ou seja, pela expressão atitudinal
(MARTIN; WHITE, 2005: 35).
Destarte, o que este trabalho objetiva, tendo em vista a relação discurso e sociedade, é
uma investigação das implicações discursivas no contexto sociocultural em que O significado
da publicação das novas “Normas sobre os delitos mais graves” foi publicado, partindo de
uma orientação linguística funcional – assim como propõe Fairclough (2001) - em que a
atitude, enquanto um domínio interacional da avaliatividade, esta inserida.
A análise desse material é justificada do ponto de vista da avaliação na linguagem por
dois importantes argumentos. O primeiro diz respeito à contribuição científica prestada às
aplicações ainda incipientes do sistema de avaliatividade no América latina. Trata-se de uma
proposta teórica que, com amplo escopo de aplicação, ainda carece de trabalhos que
divulguem seu potencial em descrever relações entre os recursos linguísticos utilizados por
agentes sociais e aspectos da rede de práticas em que a interação discursiva se insere
(ALMEIDA, 2010: 13).
O segundo, contíguo ao primeiro, reside no fato de que a investigação está interessada nas
funções sociodiscursivas dos recursos de atitude, não simplesmente como formas através das
quais o produtor expressa seus sentimentos e postura, mas como meios que permitem que o
mesmo adote posições de valor determinadas socialmente, e assim se filie, ou se distancie das
comunidades de interesse associadas ao contexto comunicacional em questão, o que parece
uma abordagem profícua.
88
Dentro dos níveis metodológicos nos quais a trabalho pode se basear, sugeridos por Ikeda e
Vian Júnior (2006: 37-43), o estudo se enquadra na análise léxico-gramatical, visto que são
destacados os elementos linguístico-discursivos para realizar a atitude. Portanto, para o exame
da expressão atitudinal adota-se a proposta de Eggins e Slade (1997: 138) que consiste em
identificar as instâncias avaliativas, classifica-las e resumi-las, e, finalmente, interpretá-las
com vista nas condições de produção sob as quais foram arquitetadas.
A disposição do trabalho para que se favoreça a compreensão e harmonia entre as seções
que o integram está organizado pela ordem seguinte: exposição do arcabouço teórico, em que
se focaliza o significado atitudinal dentro de uma abordagem de análise crítica do discurso, a
discussão dos dados, consoante à metodologia supracitada, as considerações finais e as
referências bibliográficas.
Compreendendo o domínio da atitude: o eixo das opiniões positivas e negativas
O sistema de avaliatividade (appraisal system) considera um potencial de significados
avaliativos disponíveis no sistema linguístico e que envolvem, por conseguinte, questões
relacionadas à filogênese e à ontogênese para que o nível logogenético se desenvolva em
termos de funcionamento linguístico (VIAN JUNIOR, 2007: 103).
Em termos mais acessíveis, isso significa, consoante Martin e White (2005), que uma
cultura, referindo-se ao ambiente político-social que dá o propósito e o significado ao texto1,
em estado de evolução (filogênese) prevê um contexto social para o desenvolvimento
linguístico do indivíduo (ontogênese). Ao ponto que o indivíduo que se encontra no seu
desenvolvimento prevê recursos para a instanciação2 de desdobramentos de textos
(logogênese). As mudanças na língua são vistas, nessa perspectiva, como expansões de um
significado potencial, uma característica-chave dos sistemas semióticos e, portanto, dos
mecanismos avaliativos que se adaptam aos novos ambientes e ao material discursivo.
1 Essa perspectiva sobre cultura está ancorada, inicialmente, nos trabalhos desenvolvidos pelo antropólogo
Bronislaw Malinowski (1923). No entanto, para servir aos estudos linguísticos, especificamente ao arcabouço
teórico da Linguística Sistêmico-Funcional- Halliday (1994) especialmente - a compreensão de Malinowski foi
complementada e adaptada por Firth (1957).
2 A noção de instanciação é de extrema importância para que se compreenda a relação entre avaliatividade (no
nível do sistema) e avaliação (no nível do texto), isto é: o sistema lingüístico é instanciado em forma de texto.
Independentemente do tipo de texto que se produza, do mais corriqueiro bom-dia a uma tese científica, ou dos
valores inerentes a tais textos, qualquer um deles será uma instanciação de um sistema mais amplo.
89
No sistema de avaliatividade, esses mecanismos avaliativos obedecem a três domínios
interacionais: a atitude, o engajamento e a gradação. Em linhas gerais, a noção de atitude
compreende a forma como os textos ativam pontos de vista positivos e negativos. A maneira
como o produtor de um texto oral ou escrito se posiciona em relação ao seu leitor ou a seu
interlocutor e a forma como julga o mundo concebido no texto que produz evidencia, em
termos léxico-gramaticais, os tipos de atitudes que agem na interação verbal.
O domínio da atitude ocupa um lugar central no processo avaliativo, já que revela os
tipos e níveis em que a avaliatividade é desenvolvida e expressa no discurso. Conforme
Martin e Rose (2003: 22), a atitude tem a ver com a avaliação das coisas, com o caráter das
pessoas e com seus sentimentos. Isso significa que esse domínio abrange três regiões
semânticas: a emoção, a ética e a estética.
Cada região semântica envolve sentimentos3 e corresponde respectivamente às
denominações afeto, julgamento e apreciação. Todavia, o julgamento e a apreciação são,
conforme avisam Martin e White (2005), disposições desses mesmos sentimentos que são
institucionalizados para que os falantes ou escritores, enquanto sujeitos historicamente
situados, possam entrar nas comunidades uns dos outros. Subsume-se, consequentemente,
que, ao avaliar o comportamento das pessoas ou os objetos e entidades concretos com as quais
se depara, o sujeito ativa necessariamente uma série de valores culturais e específicos de
comunidades sociais que com eles se identificam. Essa relação entre as regiões semânticas
está representada na forma diagramática abaixo que apresenta a centralidade do afeto no
domínio atitudinal.
3 Cabe nesse ponto esclarecer o que se entende por essa entrada. O uso que Martin e White (2005) faz desse
termo é propínqua à concepção de Damasio (1994), quando este elabora a distinção entre ‘emoção’ e
‘sentimento’. Damasio define a emoção como mudanças no estado sensorial, o que significa alteração no
comportamento, em resposta às situações positivas e negativas. A percepção desse comportamento que se
manifesta é, logo, tratado como um sentimento.
90
Figura 1: Julgamento e apreciação como afeto institucionalizado [adaptado de Martin e White (2005: 45) 4]
Enquanto um recurso semântico utilizado para realizar as emoções, o afeto diz respeito às
avaliações pautadas nos sentimentos dos sujeitos indicando como se comportam
emocionalmente em relação às pessoas, às coisas, aos objetos e aos acontecimentos
(MARTIN, 2003: 148). Trata-se do registro desses sentimentos que podem ser positivos ou
negativos: sente-se feliz ou triste; confiante ou ansioso, interessado ou entediado. As
características do afeto indicam que as pessoas possuem bons e maus sentimentos que são
manifestados de forma explícita ou implícita5.
A variação da tipologia de afeto agrupa as emoções em três tipos de conjuntos:
(in)felicidade, (in)segurança e (in)satisfação. O conjunto da In/felicidade diz respeito aos
sentimentos relacionados ao coração, tais como tristeza, ódio, raiva e amor. Assim, em “Não
me sinto bem com sua partida” aduz linguisticamente a ocorrência desse tipo de atitude
caracterizado, no específico exemplo, por sentimento mapeado do estado de infelicidade.
O conjunto da In/segurança, por sua vez, cobre os sentimentos relacionados ao bem-estar
social: ansiedade, temor, confiança. Segundo Martin e White (2005), nas comunidades cuja
4 Ao propor, dentro da forma diagramática, o julgamento como sentimentos institucionalizados como propostas e
a apreciação como sentimentos institucionalizados como proposições, os autores tomam a ideia de “proposta”
enquanto normas que indicam o modo pelos quais as pessoas devem ou não se comportar e “proposições”
enquanto pontos de vistas que devem ser tomados como aceitáveis, melhores sobre aquilo que se avalia.
5 Quando as avaliações são realizadas diretamente no texto, ou seja, quando é codificado um valor positivo ou
negativo que pode ser intensificado para mais ou para menos, são consideradas explícitas. Já quando as
avaliações são consideradas indiretas, implicadas ou sugerem uma interpretação do ouvinte/leitor, elas são
implícitas.
91
configuração simbólica possui a figura materna como insígnia de abrigo e amparo, a essa
figura estariam associados os sentimentos desse conjunto.
Por fim, a In/satisfação abrange os sentimentos pautados na consecução ou não dos
objetivos pessoais: tédio, desprazer/desagrado, atenção, alegria. Esses sentimentos associam
às atividades cotidianas em que se está engajado, inclusive, na condição de espectadores de
alguma ação.
Já em relação ao julgamento, pode-se dizer que esse recurso constrói linguisticamente as
avaliações do comportamento das pessoas. Ele traduz a maneira pela qual as pessoas realizam
suas opiniões sobre moralidade, legalidade, capacidade, normalidade sempre determinados
pela cultura na qual vivem e pelas experiências, expectativas, pretensões e crenças
individuais.
Para a identificação dos subtipos de julgamento, que são seis, Martin (2003: 156) sugere
algumas perguntas para facilitar a categorização desse recurso semântico:
Normalidade: o comportamento do indivíduo é pouco usual, especial,
comum?
Capacidade: o indivíduo é capaz, competente?
Tenacidade: o indivíduo é dependente, esforçado?
Veracidade: o indivíduo é verdadeiro, honesto, franco?
Propriedade: o indivíduo é ético?
O terceiro e último recurso semântico da atitude é a apreciação. Por meio dela são
construídas as avaliações sobre coisas, objetos e fenômenos. Esse recurso é considerado por
Eggins e Slade (1997: 125) um importante expediente atitudinal disponível, uma vez que se
refere ao modo pelo qual os sujeitos avaliam o texto (oral ou escrito) ou o processo (algum
evento).
O texto, no qual de modo geral a avaliatividade acontece, para que seja significante do
ponto de vista científico-social, tem que se conectar com questões teóricas sobre o discurso, e
ser visto como parte de um evento social (FAIRCLOUGH, 2003, p.3). Isso subsume o ato
92
avaliativo na fala e na escrita enquanto modo pelo qual as pessoas agem e interagem em áreas
particulares da vida social.
Essa concepção de texto está acoplada a uma tradição de Análise Crítica do Discurso,
doravante ACD, para a qual o discurso consiste no uso da linguagem como prática social.
Pode-se dizer, conforme Magalhães (2005), que a ACD confere continuidade aos estudos
convencionalmente referidos como Linguística Crítica, desenvolvidos na década de 1970,
ampliando em escopo e em produtividade os estudos a que se filia.
Compreender o discurso como uso da linguagem como forma de prática social significa
considerá-lo um modo de ação historicamente situado que tanto é constituído socialmente
como também é constitutivo de identidades sociais, relações sociais e sistemas de
conhecimento e crença. Significa ainda, entendê-lo como uma maneira de agir, “uma forma
em que as pessoas podem agir sobre o mundo e especialmente sobre os outros, como também
um modo de representação” (FAIRCLOUGH, 2001, p.91).
Identificação, resumo e interpretação dos recursos atitudinais: um exame
linguístico-discursivo
A investigação discursiva sobre as funções sociais da atitude em nota sobre as alterações da
Normae de gravioribus delictis é realizada tendo em vista as formas linguísticas –
materialidade discursiva - com as quais o padre Federico Lombardi- sujeito produtor-
expressa seus sentimentos e, consequentemente, sua opinião. A tais formas, ou também
chamadas instâncias avaliativas, são relacionados valores, atribuídos diferentemente por
comunidades associadas ou não ao contexto de delações à Igreja, que permitem que o sujeito
produtor se afilie, ou se afaste desses grupos.
A percepção ou o controle dessa filiação ou distanciamento nem sempre ocorre de modo
consciente. Todavia, as escolhas linguísticas que assumem discursivamente o exercício de
avaliar, ainda mais nos termos da atitude, arquitetam um ponto de vista que pode satisfazer ou
desagradar, convencer ou dissuadir.
Segundo Fairclough (1989: 85), se alguém se torna consciente de que um determinado
aspecto do senso comum, na língua instanciado, sustenta desigualdades de poder em
93
detrimento de si próprio, “aquele aspecto deixa de ser senso comum e pode perder a
potencialidade de sustentar desigualdades de poder, isto é, de funcionar ideologicamente”.
Assim, a identificação e resumo dos mecanismos avaliativos recorridos para
operacionalizar a opinião do sujeito produtor são capazes de mostrar, conforme o cômputo de
ocorrência em porcentagem desses mecanismos presente no quadro 2, o predomínio do
recurso semântico apreciação para a atitude.
TIPO DE ATITUDE EXEMPLO
CÔMPUTO
DE
OCORRÊNCIAS
Afeto
“(...) a Igreja ponha em prática permanente
e em consciência contínua os frutos dos
ensinamentos e das reflexões amadurecidos no
decorrer da dolorosa vicissitude da ‘crise’ (...)
4,64%
Julgamento
“(...) mas também aos abusos sexuais
cometidos por um clérigo com um menor de
idade (...)”
2,32%
Apreciação
“ É preciso ter em consideração que as
Normas agora publicadas são parte do
ordenamento penal canônico, em si completo e
totalmente distinto (...)”
92%
Tabela 1: Cômputo dos tipos de atitude
A apreciação responde por 92% das ocorrências das instâncias atitudinais. Isso significa que
o sujeito produtor, ao avaliar, confere significados, sobretudo estéticos, a objetos, coisas e
fenômenos, de maneira a atribuir-lhes características como que inerentes. A conduta de
pessoas (2,32%), assim como a expressão emocional do sujeito produtor (4,64%) não
motivam a produção da nota que visa esclarecer as alterações contidas nas novas normas
sobre os delitos mais graves cometidos pelos clérigos da Igreja Católica.
Esse valor estético não é, para Jan Mukarovský, um estado supra-social ou trans-
histórico, mas um processo decorrente da lógica da evolução social e do sistema de
dominações (MUKAROVSKÝ, 1977, p.83). Nesse sentido, pode-se inferir que o sujeito
94
produtor manifesta seus pareceres tendo em vista a mobilidade e a condição dos arquétipos
estéticos socialmente estabelecidos em seu tempo. Ele centra-se nos valores humanos e
científicos fundamentais, como o bom, o verdadeiro e o oportuno para enunciar os juízos
institucionalizados pela Igreja.
Dessa observação, importa o reconhecimento das qualidades próprias, postas como
inerentes, que recontextualizam as normas para que estas possam contentar os que sobre ela
discutem e, consequentemente estimar as modificações que dela fazem parte.
Gramaticalmente, as instâncias avaliativas que realizam a apreciação tendem a se enquadrar,
segundo Martin (2003: 160) em estruturas com um processo mental de cognição, a exemplo
de: achar, saber, entender e acreditar.
Todavia, as formas que se apresentam para a realização da apreciação na nota, quando se
caracterizam por algum processo, apontam, em sua maioria, para os do tipo material com
sinalização deôntica, ou seja, obrigatoriedade ou necessidade, a exemplo de (A), ou para os do
tipo relacional atributiva, em que se demonstra a relação entre dois participantes separados, a
exemplo de (B).
(A) “Entre as novidades introduzidas em relação às Normas precedentes devem-se
ressaltar sobretudo as que se destinam a tornar mais rápidos os procedimentos (...)”
(B) “(...) o Motu Proprio Sacramentum sanctitatis tutela que atribuía à Congregação para
a Doutrina da Fé a competência para julgar no âmbito do ordenamento canônio uma série de
delitos partiicularmente graves, cuja competência era precendemente atribuída também a
outros Organismos ou não era totalmente clara.
Em (A), o produtor utiliza a locução verbal, ou processo material “devem-se ressaltar”
indicando pelo primeiro elemento desse grupo- devem- a inclinação para o aspecto de
obrigatoriedade da ação proseguinte. Essa ação- ressaltar- exemplifica a natureza dos
processos materiais, uma vez que estes se enquandram no campo do fazer, do agir. Assim, ao
dar relevo, importância às novidades introduzidas nas novas normas, por meio de “ressaltar”,
o produtor identifica seu papel de orientador, capaz de determinar por especialidade ou
legitimidade no discurso articuladas, o valor que se deve tomar cada alteração feita nas
Normas.
95
Entretanto, Luneau e Michel (1995) afirmam que cada vez mais pessoas recusam o discurso
da Igreja Católica como fonte de orientação e verdade inexorável. Para os autores, o número
de pessoas que acreditam que uma sociedade plenamente humana, com valores éticos deve
necessariamente ser regido por uma convicção religiosa, na qual o sacerdote assume o papel
de orientador, vem diminuindo cada vez mais.
Thompson (1996: 78) acredita que ao descrever as formas e implicações de um processo
é profícua uma análise que vai mais além que simplesmente a identificação do tipo, pois
através da escolha dos processos, é possível identificar o papel dos articuladores do discurso.
Em (B) há o uso do processo relacional “era”. Este tipo é caracterizado como processos
do ser, da indicação de estado ou natureza de algum participante. Desse modo, o sujeito
produtor avalia a atribuição ou identificação, previsto na norma anterior, das competências e
propriedades a que se devem ter para o julgamento dos delitos por meio de um atributivo. O
processo relacional é atributivo quando é dado ao participante – um grupo nominal que se
vincula ao processo- uma qualidade ou uma classificação, ou seja, um atributo. O atributo é
identificado como “clara” , porém sinalizando abstruso, uma vez que é negado pela forma
“não”, anteposto. O que se realiza, portanto, é uma comparação entre as duas versões das
Normas, com a superioridade da atual- de que faz nota o sujeito produtor, em relação à
antecedente.
Na condição de qualificador ou classificador, esses recursos atitudinais atendem o
propósito de expressarem a apreciação do produtor. O mapeamento dessa apreciação,
conforme se cumpre na figura 2, é capaz de descrever mais eficazmente a postura atitudinal
que é construída no discurso. Esse mapeamento aduz os tipos de apreciação, com a indicação
em porcentual de suas ocorrências, os subtipos de apreciação, cujo cômputo de realização se
faz em relação à porcentagem identificada para o tipo, e os alvos dessas avaliações, ou seja,
àqueles ou àquilo a quem se refere a atitude avaliativa do sujeito produtor do discurso.
96
Figura 2: Resumo das instâncias avaliativas para a apreciação
A valoração é o tipo de apreciação mais regular para as instâncias reconhecidas (56,4%). As
instâncias avaliativas de valoração representam o que um determinado grupo ou pessoa
considera ou percebe como um valor social. Esse tipo é relatado por Martin e White (2005:
57) como “opiniões consideradas” em relação ao tipo de processo mental identificado como
cognição (entender, refletir) e à metafunção ideacional da linguagem. Para Halliday (1994:
106) a metafunção ideacional ou experiencial trata do uso da língua como representação,
servindo para manifestações sobre o mundo, destacando como ele é percebido, sentido,
experienciado e representado. Fairclough (2001: 92) argumenta que essa metafunção se
desenvolve em torno dos “modos pelos quais os textos significam o mundo e seus processos,
entidades e relações”.
Os subtipos que compõem a valoração são a relevância- que possui 77,27% das
instâncias para a valoração- e a originalidade- 22,72%. As perguntas “levanta questões
importantes?” e “vale a pena?” podem ser feitas (hipoteticamente) para verificar se as
instâncias avaliativas presentes fazem parte do subtipo relevância. Já para a originalidade o
questionamento feito é “traz contribuições novas?”.
97
Assim, por meio de epítetos6 como “significativas”, “grande contribuição” e “eficaz”, as
normas, da versão sobre a qual escreve o produtor, são apresentadas, em 47% das instâncias
avaliativas de relevância, como que éditos que levantam questões importantes. Isso implica,
consequentemente, a estimação da nota que é produzida, um modo de advogar a necessidade
do texto enquanto um produto para esclarecimento, e de propor o produtor – o padre Federico
Lombardi- como quem satisfaz, em nome da instituição que representa, a precisão da nota que
perpetra.
O esclarecimento das normas se constrói, consoante a leitura da figura 2, com base em
avaliações de relevância, assim como de originalidade, em que 80% das instâncias avaliativas
a têm como objeto avaliado. Estas instâncias respondem positivamente às alterações feitas na
Normae de gravioribus delictis uma vez que são utilizados epítetos como “diferentes” e
“atualizado” para ressaltar a autenticidade da publicação que avalia o produtor.
O segundo tipo mais recorrente para as instâncias de apreciação é a composição. A ela
está relacionada a percepção de ordem e harmonia do que se avalia. Destarte, são
concentrados sentimentos que dizem respeito à organização, à elaboração e à forma pela qual
foram construídas as modificações nas normas. Com 77,7% das ocorrências de composição, a
proporção é o subtipo mais notado, à frente da complexidade, cujo alvo das instâncias está
dividido igualmente entre a organização da igreja para deliberar sobre as acusações (33%), os
debates feitos pela imprensa (33%) e a diposição das normas (33%).
As instâncias avaliativas de proporção, ou seja, aquelas que se subsume o equilíbrio do
objeto avaliado, quando caracterizam as normas, são realizadas por meio dos epítetos “modo
orgânico”, “contínuo” “orgânica” e “coerente”. Já a caracterização da organização da igreja
para deliberar sobre as acusações, no subtipo complexidade, é perpetrada pela negação da
forma atributiva “totalmente clara”. Ainda nesse subtipo, os debates feitos pela imprensa é
avaliado negativamente com o epíteto “intenso”, e a disposição das normas é visto
positivamente pelo produtor como “mais ordenada”.
A negação da forma atributiva “totalmente clara” para definir a competência que trata e
julga, no âmbito do ordenamento canônico, delitos supostamente cometidos por clérigos da
6 Os epítetos acrescentam qualidades e podem ser do tipo experiencial ou atitudinal. Em alguns casos, uma
mesma palavra pode funcionar tanto como epíteto quanto um classificador (ou atributo), porém o classificador,
segundo Halliday (1994: 319), não aceita graus de comparação ou intensidade.
98
Igreja Católica reconhece o processo intricado que penaliza aqueles que infrigem os previstos
éditos eclesiásticos. Para Prandi (2008: 164), uma série de atitudes e posturas, a que se
poderia incluir a organização e destreza da igreja para deliberar sobre as acusações de abusos
sexuais, tem motivado a crítica e o distanciamento de diversos segmentos sociais, a exemplo
de veículos de comunicação, avaliados negativamente pelo produtor.
O autor ainda acredita que “com isso, [a igreja] perde o pé da realidade, mostra-se
desatualizada, intransigente, incapaz de acompanhar os tempos atuais e de servir, assim, como
intérprete e farol” (PRANDI, 2008: 163). Isso se dá, segundo Souza (2004), porquanto o
Vaticano, ainda nos dias atuais, tem certa dificuldade em tratar os novos problemas da
subjetividade e da sexualidade humanas, o que justifica a avaliação negativa do sujeito
produtor para a indefinição de competência que ajuize sobre essas questões. Na compreensão
de Souza (2004: 89), as acusações de libido contra menores tornam vísíveis somente uma
parte das pautas mal resolvidas:
A Igreja, até hoje, tem uma certa dificuldade para debater, com liberdade e ousadia, os novos problemas da
subjetividade e da sexualidade, ainda que desde bem atrás muitos teólogos, especialmente no mundo anglo-
saxão, viessem pedindo para levar a sério a ideia do “desenvolvimento da doutrina”, na linha indicada um
século antes pelo Cardeal Newman. Muita coisa ficou reprimida, oculta e empurrada para a
semiclandestinidade dos comportamentos individuais. Os escândalos atuais na Igreja apenas tornam
visíveis a ponta de um iceberg de questões mal digeridas e de difícil discernimento, num clima de medos e
de suspeições.
A divulgação pela imprensa das questões a que se refere Souza concentra-se, conforme este
mesmo autor, no envolvimento possível de clérigos em casos de pedofilia. O sujeito produtor,
ao demonstrar como essa exposição capta sua atenção- a reação que representa 15,38% da
valoração tem essa finalidade- enfatiza a força das instâncias avaliativas que definem o
impacto (40% da reação), por meio do intensificador “muito” na avaliação oracional
destacada em (C) e do epíteto “ampla” cujo grau relativo para tamanho pode ser considerado
alto numa cline de gradação avaliativa.
(C) A ampla ressonância pública dada nos anos recentes a este último tipo de delitos
[pedofilia] chamou muito a atenção e desenvolveu um intenso debate sobre as normas e
procedimentos aplicados pela Igreja para o julgamento e a punição dos mesmos [clérigos
envolvidos].
99
A gradabilidade das instâncias atitudinais, conforme descrita por Martin e White (2005: 136),
mostra que ao se fazer uma avaliação o sujeito define o quanto quer amplificá-la, isto é, se
pretende aumentar ou diminuir o grau de sua atitude. Assim, ao fazê-lo, o sujeito produtor
considera, pelas escolhas das instâncias avaliativas que assume, a propalação dos fatos que
apontavam o envolvimento de clérigos católicos na prática de pedofilia como extensa, vasta,
todavia carente de elucidação, uma vez que é adimitido o processo intricado que avalia os
delitos cometidos.
Essa carência é sustentada, consoante o excerto (D), pela necessidade de esclarecimento e
orientação, sobretudo dos jornalistas – aqueles responsáveis pela ampla ressonância pública, a
que se refere a instância avaliativa “chamou muito a atenção”.
(D) Por conseguinte, é justo que haja plena clareza sobre a normativa hoje em vigor neste
campo e que a mesma normativa se apresente de modo orgânico, para facilitar a orientação de
quem quer que se deva ocupar destas matérias. Uma primeira contribuição de esclarecimento
– sobretudo para uso dos jornalistas – (...).
A contribuição de esclarecimento mencionada pelo produtor subsume a facilitação de um
conhecimento que se pode ser tomado como mal compreendido, ou ainda, mal ponderado e
divulgado.
Considerações finais
As maneiras pelas quais os discursos, numa perspectiva textualmente orientada, constroem os
sujeitos e as posições dos sujeitos em face de uma estrutura complexa de pensamentos,
sentimentos, avaliações explícitas ou implícitas podem ser resgatadas com base numa análise
das instâncias atitudinais inscritas em textos diversos.
Como Fairclough (2001) aponta, a linguística sistêmica, de que faz parte a avaliatividade
e, por conseguinte as instâncias atitudinais, possibilita a apreciação não simplesmente do
material textual, das escolhas efetivamente materializadas, mas também das implicações
sociais, do que se projeta, do que não está tão aparente.
Com evidência, o primeiro aspecto que se depreende da análise das instâncias atitudinais
em O significado da publicação das novas “Normas sobre os delitos mais graves” é a
100
identificação do papel do produtor enquanto aquele que esclarece, orienta e avalia, por
critérios estéticos, as novas normas introduzidas no texto que rege sobre a conduta dos
clérigos católicos.
As instanciações que qualificam o comportamento daqueles que infringiram, ou possam a
vir a fazê-lo, as regras previstas entre as novas normas é quantitativamente desconsiderável,
uma vez que as avaliações desse tipo- os julgamentos- representam a maneira menos
recorrente para a expressão atitudinal (2,32%). O foco, portanto, recai sobre os benefícios
ainda a causar o acréscimo que se fez à Norma de gravioribus delictis. Logra-se, nesse
sentido, o caráter dos infratores, de entre outros delitos, os de pedofilia, para sobressair, e
nisso estimar, o que se tem feito para anteparar novas infrações.
Essa postura é instanciada por meio de apreciações do tipo valoração. As instâncias
avaliativas de valoração assinalam o que um determinado grupo ou pessoa considera ou
percebe como um valor social, o que significa opiniões sobre as novas normas, destacando
como elas são percebidas, sentidas, experienciadas e representadas.
Por meio desse tipo, o produtor advoga a necessidade do texto enquanto um produto para
esclarecimento, inclusive para a imprensa, e se propõe como aquele que satisfaz, em nome da
instituição que representa, a precisão da nota que perpetra. Esse esclarecimento ressalta a
autenticidade da publicação através de epítetos de relevância e originalidade.
O produtor ainda reconhece o processo intricado que penaliza aqueles que infrigem os
previstos éditos eclesiásticos com instanciações de valoração composição. Segundo Prandi
(2008), esse reconhecimento somente reverbera uma postura desatualizada e intransigente das
ações e posições tomadas nos últimos anos, o que é visto por Souza (2004) como uma
dificuldade em tratar os novos problemas da subjetividade e da sexualidade humanas.
Por meio de instanciações do tipo valoração reação, o produtor assume, a propalação da
imprensa sobre os fatos que apontavam o envolvimento de clérigos católicos na prática de
pedofilia como extensa, vasta, todavia carente de elucidação, uma vez que o processo
intricado que avalia os delitos cometidos necessita de explicação.
Enfim, as instâncias atitudinais identificadas, resumidas e interpretadas sinalizam
positivamente a importância da revisão e da forma como encontra-se diposta as novas normas
sobre os delitos mais graves; logra o caráter dos infratores, inclusive os de pedofilia;
101
reconhece as dificuldades antes percebidas para o julgamento dos acusados, e desconhece a
completude e legitimidade das discussões e conclusões realizadas pela imprensa sobre o
envolvimento de clérigos em libidos contra menores.
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Nota do autor
Este trabalho contribui, dentro do contexto acadêmico brasileiro, para a discussão, cada dia
maior, que se tem feito sobre a relação religião e sociedade no Brasil. Do ponto de vista
linguístico-discursivo, segundo o qual tenho atuado, essa discussão parece muito frutífera e
relevante. A perspectiva teórica que já há alguns anos adoto, a saber, a Linguística Sistêmico-
Funcional aborda a linguagem como um sistema aberto, de maneira a atentar para uma visão
dialética que percebe os textos não só como estruturados no sistema linguístico, mas também
potencialmente inovadores desse sistema, quer dizer, toda instância linguístico-discursiva abre
o sistema para novos estímulos de seu meio social. Atualmente sou mestrando na
Universidade Federal de São João del-Rei, atuando dentro da linha Discurso e Representação
Social. O e-mail para contato: [email protected].
Reseña del libro
Ridao, Susana (2011). Mejor comunicación, mayores
ventas. Habilidades comunicativas en ventas directas.
Saarbrücken: Editorial Académica Española. ISBN:
978-3-8465-6293-2. 69 pp.
FRANCISCO JOSÉ RODRÍGUEZ MUÑOZ [email protected]
Universidad de Almería
Sociedad y Discurso
Número 22: 104-106/106
Universidad de Aalborg
www.discurso.aau.dk
ISSN 1601-1686
En los últimos años, los estudios sobre comunicación han experimentado un auge muy
notable. Los investigadores somos conscientes de la relevancia que tienen los procesos
comunicativos en nuestra vida cotidiana; un tema que ha sido un tanto descuidado en tiempos
no muy lejanos cuando los legados de la retórica clásica eran confinados a un segundo plano.
Precisamente, este breve libro, escrito por Susana Ridao, nos aporta información muy útil para
que seamos conscientes de la imagen que transmitimos al interactuar con otras personas, y
todo ello ejemplificado en contextos de ventas, especialmente orientados a entidades
bancarias.
Por lo tanto, estamos ante una investigación bastante novedosa, debido a que ha sido
abordada desde una perspectiva prioritariamente lingüística, sin olvidar matices más propios
de los campos de la psicología y el márquetin. Estas investigaciones de carácter
interdisciplinario están teniendo una buena acogida sobre todo en lo que llevamos de siglo
XXI, puesto que se perfilan como estudios necesarios a los que nos atrevemos a predecirles un
futuro fecundo y –lo que resulta aún más pertinente– ineludible.
Esta obra está dividida en seis capítulos. El primero examina, con carácter diacrónico, los
estudios sobre comunicación, recordando que en la Antigüedad el hombre ya era consciente
de la capacidad de persuasión que tenía el discurso, de ahí que nacieran la Retórica y la
Oratoria. Retomando las palabras literales del conocido periodista Campo Vidal (¿Por qué los
españoles comunicamos tan mal? Barcelona: Plaza Janés, 2008), la autora nos recuerda que
las habilidades comunicativas que presentan los dirigentes políticos españoles de nuestro siglo
son más bien limitadas, situación muy generalizada al resto de profesiones. Además, nos hace
105
reflexionar sobre la importancia de adquirir tales destrezas en prácticamente todas las salidas
profesionales, e incluso el éxito de su dominio en nuestra vida más personal.
Bajo el título “Nuevos tiempos, nuevas habilidades” recoge el segundo capítulo.
Comienza recordando que la situación de crisis mundial que estamos atravesando puede ser
interpretada como una oportunidad para implementar nuestras habilidades comunicativas si
queremos ser vendedores exitosos. Si en un pasado el denominado “don de gentes” era
concebido como una capacidad innata, en la actualidad sabemos que podemos entrenar a
cualquier individuo en dicho terreno para que mejore su competencia comunicativa.
Es en el tercer capítulo donde nos aclara las creencias erróneas sobre la comunicación. En
primer lugar, insiste en el hecho de que constantemente estamos insertos en un proceso de
comunicación, hasta el punto de que “incluso cuando no queremos comunicar,
comunicamos”, como declara Van-der Hofstadt (El libro de las habilidades de comunicación.
Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 2005, p. 2). A continuación, recurre a investigaciones
precedentes que demuestran que, en realidad, las personas casi siempre entendemos un
mensaje ligeramente distinto del que ha querido transmitir el emisor, de tal manera que en
muy pocos casos llegamos a percibir todas las intenciones comunicativas de nuestro
interlocutor. Así pues, basándose en el esquema tradicional de los componentes que
intervienen en el acto comunicativo (emisor, receptor, mensaje, código, canal), repasa los
malentendidos (o ruidos) que interfieren más a menudo en los intercambios.
“Claves para comunicarnos mejor”, el capítulo más extenso, a su vez se subdivide en tres
apartados cuya temática está íntimamente ligada: (1) comunicación verbal y comunicación no
verbal, (2) habilidades sociales, y (3) estrategias de (des)cortesía. Tradicionalmente, se le ha
otorgado más relevancia a la palabra hablada frente a la descuidada comunicación no verbal.
Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX, los estudios sobre comunicación han
invertido dicha tendencia. Esta situación resulta de vital importancia en contextos de compra-
venta, ya que diversos elementos como la temperatura del local, el olor o la disposición de los
objetos pueden ser determinantes para que el comprador opte por adquirir los productos
ofertados.
Continuando con el análisis del capítulo cuarto, hemos de añadir que este panorama de
preferencias de compras es equiparable a las habilidades sociales; en consecuencia, debemos
instruir a los vendedores en escuchar activamente, saber expresarse, disculparse, negociar,
106
defender sus derechos, afrontar críticas o manejar conflictos, entre otras. Como hay que
conseguir que el comprador se sienta cómodo en todo momento, Ridao sugiere el
entrenamiento en estrategias de cortesía; lo que implica el manejo de habilidades como el
tacto, la generosidad, la aprobación, la modestia, el acuerdo o la simpatía.
La intencionalidad didáctica y de claridad pedagógica con la que ha sido concebido este
estudio justifica la inclusión de un decálogo de buenas prácticas; en concreto, se trata del
quinto capítulo. Tras hacer hincapié, una vez más, en la idea del grado de relación que existe
entre las habilidades comunicativas y el éxito o el fracaso en ventas directas, nos resume en
apenas dos folios los principales contenidos del libro. La autora cierra este trabajo recopilando
las cien técnicas de oro en ventas establecidas por Magnum Astron.
En síntesis, con un lenguaje sencillo que puede ser entendido por todo tipo de público, la
doctora Ridao explica los puntos fuertes y los puntos débiles de la comunicación tanto verbal
como no verbal, apoyándose en bibliografía científica e incluso indicando direcciones de
Internet útiles sobre el tema. Además, en determinadas ocasiones la citada profesora recurre al
humor –especialmente a la ironía– para manifestar los contenidos teóricos; como ella misma
indica al comienzo del libro, este tono jocoso del que hace gala en determinadas ocasiones no
está reñido con la rigurosidad científica ni con la claridad al exponer los contenidos. Obras
como esta demuestran que las investigaciones universitarias pueden resultar muy útiles para
aplicarlas y transferir el conocimiento a la sociedad, cuestión que a menudo se olvida en el
ámbito de las humanidades.