Paréntesis 6 vía mail

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pensamiento y cultura revista mensual / gratuita circulación académica y universitaria A g o s t o de 2008 (sexto número)

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pensamiento y cultura revista mensual / gratuita circulación académica y universitaria A g o s t o de 2008 (sexto número) 0800 - 8354 Información y gestión de hotelería Transporte Fluvial de Pasajeros www.coloniaexpress.com

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pensamiento y culturarevista mensual / gratuita

circulación académica y universitariaA g o s t o de 2008 (sexto número)

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Lo mejor, lo más gustoso es lo que se dice entre paréntesis. Allí están las pequeñas confesiones, las afirmacionesno oficiales de literatos y autores, las dudas que corrompen las teorías y permiten superarlas, la poesía dejadacaer en el ensayo árido, el guiño humano de ojos hecho al lector. Fuera y dentro del texto trabajan los paréntesis,ese es su lugar privilegiado.

Constanza Farfalla

Parte medular de lo publicado en PARÉNTESIS fue seleccionado en base a convocatorias sucesivas realizadas en elámbito académico-universitario: ensayos, investigación, crítica, narrativa breve, poesía, pintura. En este sentido, mensualmentese recibe el material de docentes, estudiantes e investigadores que pretenden difundir su obra. (Aunque no es imprescindiblepara publicar la condición de egresado o de universitario, sí lo es la calidad de los trabajos postulantes).

PARÉNTESIS deja constancia que los autores de cada texto son responsables de las opiniones vertidas y que lopublicado no genera obligaciones de ningún concepto (propiedad intelectual, derechos de autor o impedimentos contractualespara su publicación) con el grupo editor.

es una edición de Proyecto RAÍCES(grupo de arte y comunicación federado a IDES y con carta de membresía en ICAE)

Colaboradores para este número

Lisa Block de BeharClaudia VázquezN.NLaura AlonsoAmnesio FunesManuel BarriosRafael Fernández

Elenco y colaboradores estables

Bernardo, HoracioCastro, DiegoCenteno Ayala, CarlosCruz, DanielFurtado, FelipeInfantozzi, CarinaMorena, AlejandroMorena, DanielOlivera, Míguel ÁngelVico, Andrés

índice de avances

De la revista

Ilustraciones de Andrés Vico (menos del artículo “El problema del mal”)

Carlos Real de Azúa en su biblioteca. Por Lisa Block de Behar..................................................................................2El problema del mal. Por Claudia Vázquez Reinaldo..................................................................................................5Manifiesto filosófico. Por N.N.............................................................................................................................8Catálogo de libros desleídos..................................................................................................................................9Ola de calor. Por Laura Alonso..........................................................................................................................10La condenada. Por Amnesio Funes.........................................................................................................................11Página en verso: Manuel Barrios y Rafael Fernández....................................................................................12

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Agosto de 2008

Participaciones involuntarias

Carlos Real de AzúaConstanza FarfallaEmanuel SwedenborgTeophile GautierBertrand RussellSilvina OcampoGoethe

La dirección de Paréntesis no se responsabiliza por defecciones en la imagen de los avisos publicitarios,quedando a criterio de los anunciantes la utilización de archivos informáticos de baja resolución.

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Carlos Real de Azúa

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POR LISA BLOCK DE BEHAR

Si bien no era nada fácil hablar de Real de Azúa en su presencia,tampoco será fácil hablar de él ahora, cuando ya no es posible que éllo impida. Ajeno a cualquier forma de alabanza, la habría rechazadocomo renegaba de la fotografía -si era suya la imagen-, o de la biografía-si propiciaba las veleidades del divismo o si fuera poco más que“una literatura de sobremesa”-.2 Ni hablar de sí mismo ni oír a otroshablar del mismo tema. Entonces, ¿qué registro para evocar en algunaspalabras el conocimiento tan natural como sorprendente, el rigordesenvuelto entre severo y sarcástico que, por la precisión nodescartaba la burla, la erudición sin resquicios y las errancias de unflâneur que recorría en Montevideo la historia de la ciudad y delmundo, un no tan ancho mundo que conocía como pocos sin haberlocasi transitado? ¿Ya habría previsto la incómoda inutilidad de losviajes? En la época en que “el viaje” era el espejismo soñado portodos, Real de Azúa viajaba poco y regresaba pronto, noaventurándose mucho más que a periplos locales, casi domésticos.Por otra parte, la vastedad y variedad temática e idiomática de subiblioteca deparaba similares aventuras, anticipando lasnavegaciones extraterritoriales que las redes satelitales de laactualidad deparan a domicilio, sin alterar el afortunado sedentarismode quienes, asociados hoy a ratones de computadoras, no reniegande los ratones de biblioteca de otros tiempos.

En una de sus novelas autobiográficas recordaba Amos Oz que,cuando era niño, quería ser libro: no quería ser escritor, sino libro.3Real de Azúa habría realizado esa aspiración porque él mismo erasus libros, los que escribía o los libros de su biblioteca. No mepesaría, entonces, utilizar de “comodín metódico” una especie decoartada para acercarme a su asombrosa capacidad de pensar, a lanotable imaginación intelectual que era su “régimen”4 -y haciendolo posible por esquivar el encomio-, aplicar a sus “singularidades”los atributos que Real de Azúa asigna a la obra literaria. Y lo cito:

Porque si la obra literaria es individual, “individuum estineffabile” – lo recordaba Leo Spitzer apoyándose en lasentencia de Espinosa-, la “inefabilidad”5 porta las notas decontingencia de “un complejo humano singular”, esto eslógicamente indefinible y sólo capaz de ser descripto medianteun conjunto de notas originales. Todo aparato conceptual,entonces, todo sistema de normas, toda clasificación que, paraagruparlas con otras, para mostrar afinidades, tome lo quesolo son sus rasgos genéricos, importará así una mutilaciónde ese margen de “inhabilidad” que la individualiza, unaconstrucción artificial, una simplificación errónea e irreverente.6

De manera que, dadas esas notas y con más razón, tratándose deReal de Azúa, habría que suspender clasificaciones, conceptos ycategorías, asumiendo las insuficiencias lógicas propias de laindefinible condición del genio o de la obra que, si vale, valeambivalentemente. Clasificada o clásica, la obra magistral perdurapero, como dice en el mismo ensayo, “todo conjunto en que quierainsumírsela es artificial y, en puridad, falsifica nocivamente suespléndida y original insularidad”.7

De ahí que no sería desmesurado idear una metodología negativanecesaria y secular para que la definición no entre en colisión con laindefinición y desafíe, desde ese equilibrio conceptual bastanteinestable, varias formas de la gravedad; ni gravedad, si es fuerza deatracción, ni gravedad, si es circunspección de circunstancia. Entodo caso, “A grave man”?8 se reía hace treinta años Real de Azúa,aliviando la despedida de quien se entreveía -genio y figura…- ya alborde “de la fuesa”, restándole, a ese regreso arcaico y a unainminencia cierta, cualquier dramatismo.

Un poeta ya había dicho que Les morts son faibles, sí, los muertosson débiles y para no abusar de esa debilidad intentaría evitar “tantoparloteo inefabilista”9, suspender la inercia de clasificar lamultiplicidad de intereses y sustraer las singularidades de su obra yde su enseñanza a los frenos de una comprensión restrictiva. Pero,¿cómo prescindir de las categorías establecidas sin dejar deconocerlas? ¿Cómo dilucidar una taxonomía a contrapelo cuando,aun no conformándose a ellas, se las confirma?

Por eso, tampoco diría de Real de Azúa que es un transgresorsino, y de la mejor manera, un digresor -aunque el Diccionario de laReal Academia no registre esta palabra ni dé entrada a la igualmenteválida acción de digredir-. Al ser la digresión uno de los rasgos másmarcados de una presencia que se aleja, el apartamiento digresivo-progresivo de su conversación, sin abandonar el tema principal, lodispersa en distintas direcciones con el fin de no dejar de ladoadyacencias que, inesperadas, devienen sustanciales. En suma, lasdigresiones interesaban tanto o más que el asunto principal, dandolugar a esparcimientos que ampliaban en esa di-iversión más deuna versión, un planteo divertido que disparaba la gracia en variossentidos sin mengua de una responsabilidad plena. Aunquepermanecería durante horas, desde la llegada estaba justo a puntode irse, que es una forma muy contradictoria de quedarse, casi enfuga. Es cierto, en su entorno se respiraba un risueño aire de fuga,como motivo musical y su contrapunto; una fuga constante la suyaque se prolongaba en un happy unend, un feliz sin final, que lainteligencia anima.

Si se decía que no es ni era nada fácil hablar de él, habría queaclarar, en cambio, que no era nada difícil hablar con él, siempre quese quisiera entablar una juiciosa “escucha” en un diálogoescasamente dialogado en el que prevalecía la perplejidad silenciosade un oyente todo oídos y de un hablante más que entendido, debuen talante, que sabía de todo, menos de la presunción y alarde detodo lo que sabía y decía. Un oyente tan atento y lacónico como ellector silencioso que la lectura requiere entabla hoy un diálogoinfinito, en vaivén entre el presente y el pasado, a partir de suspropios escritos o de los libros que leyó, subrayó, citó, e incluyó ensu biblioteca, de la que no hablaba, la colección que, bajo sospechade desaparición, y también por eso mismo, más apasiona a WalterBenjamin. Entre librerías, remates y anticuarios Benjamin le da formaa su colección, la conforma a su albedrío aunque reconoce –y no esel único- que “entre todos los medios de procurarse los libros, elmás glorioso es el de escribirlos uno mismo”.10 En cambio, como enun cuento en que la palabra clave no se menciona, Real de Azúa, nohace nunca referencia a la suya y, raramente a otras, aunque aludemás de una vez a las deficiencias que las afectan:

La inconexión cultural entre nuestros países, la falta debibliotecas especializadas, nuestra misma posición uruguaya,tangencial a los grandes centros de edición hispanoamericana,así lo determinan.11

Desaforada, su conversación, sin ceder a las facilidades de laelocuencia, competía con escritos en los que no omitiría antecedentes,circunstancias, contextos, indagando sobre las contingencias de lasituación que, como tal, no se agota. Más que conciliar el antagonismoentre coherencia y digresión, se debatía entre las insuficiencias dela definición contrarrestándola por la enumeración pero, sindesplazar la perspectiva teórica, daba cuenta de una disposicióncognoscitiva distinta de quien conoce y no se resigna a que

El discurso espacio-temporal de la escritura [dé] mal lasimultaneidad de los fenómenos. 12

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en su bibliotecaEn esa confrontación entre la simultaneidad del todo y el

desarrollo de una escritura que simula conservar en la consecutividadel tiempo, resume tanto su cuerda histórica, crítica, teórica, estética,en la que comprometía una visión global del mundo y susacontecimientos, que desgrana punto por punto en la abreviadacifra de una discursividad en conflicto, la fatalidad de la presenciaque un narrador, preocupado por el inasible tiempo de la escritura,había advertido en otras palabras de significación semejante: “Loque vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré, sucesivo,porque el lenguaje lo es”.

Antes de que el término “global” y sus derivados se impusieranen el campo de mercados o empresas, Real de Azúa reivindicaba lavisión de un todo pero articulado según la exhaustiva y espontáneaabundancia analítica de su método que, sin comprometer una teoríaparticular o las obligaciones de un pensamiento de moda, consistíaen “agotar” todas las hipótesis posibles de una cuestión, marcandosus aristas, agrietándola en vetas, iluminando los estratos y fallasde una materia estremecida porel clivaje de un todo al que serefiere más de una vez, auncuando el Diccionario de la RealAcademia sigue empecinado enno registrar el término, auncuando no solo el pensamientorefractivo de Real de Azúa lorequiera sino las cienciasnaturales, incluso las más duras,necesiten desde hace siglosreferirse a planos, niveles,láminas, en los que se fragmentaun objeto geológico o no.

“Todo está en todo, es cierto,pero ¿y el resto?” Más allá de laironía, es cierto, nunca se logradecir todo; ni pensarlo. Es así queReal de Azúa cuestiona todoporque, en realidad, “la totalidad”y la necesidad de hacerlainteligible es el dilema.

Atento a las alarmantesconfusiones que amenazaban atoda Europa hacia fines de losaños 30, no sorprende que elprimer libro de Real de Azúa,España de cerca y de lejos,publicado en 1943, se proponga, además de una urgente y fundadaretractación, un examen riguroso del totalitarismo. A lo largo de uncentenar de páginas, si no en todo el libro, describe en plenaexpansión totalitaria del nacional-socialismo, el fascismo, elcomunismo, el franquismo -régimen al que adhirió pero del que supodesdecirse con la más rotunda convicción, revocando errores ydescréditos al regresar de España-.

Esa obstinación en “todo”, en asirlo, disgregarlo y restituirlo, esuna de las cuestiones que la estética ha discutido desde los orígenes.Las series-fuera-de-series que enhebran sus reflexiones, tensan lasalternativas entre sucesión y simultaneidad, que es, entre otros, unode los temas a los que la lucidez extrema de sus textos, de sus ideas,que no serían claras ni distintas -si la claridad implica simplificar o si,por distintas, no se universalizarían-.

La argumentación sólida, las referencias remotas y eruditas,rivalizaban con la información más actual convergiendo hacia un

todo no clausurado que exhibe los huecos que, descriptivamente,filtran la “entidad unitaria”13 de un pensamiento incontenible,“convicto y confeso”.14 No sé si me atrevería a calificarlo con eltérmino holosófico (“Quizá quiso decir filosófico” me corrige GOOGLEcon razón), pero además de un estudioso de teorías y corrientesestéticas, era un pensador sabio que no desechaba por parcial o porajena ninguna doctrina, sin que lo asistiera un ánimo ecuménico niecléctico sino el mero trámite del noignorar, “Saltando sobre tantoecumen”.15

Los ejemplos no faltan. Uno, entre otros, la definición de “Elconcepto de literatura” (Primera parte. “Programa de Introducción ala estética literaria”. Curso de 1971), que podría dar muestra de esamonumental irradiación, en todas direcciones, “no solo de suexcelente y actualizada nutrición filo-sófica sino también de unaexperiencia estética de calidad más que inusual”16, como decía apropósito de Juan Luis Segundo. Más que el programa de un cursoes un modelo de un programa crítico, teórico, interdisciplinario,porque no se trata de denostar una actitud recopiladora, que objeta

en Zum Felde y en sushabituales síntesis: “exhor-taciones a adaptar louniversal a la experienciaamericana y a lograr unasíntesis de lo telúrico y delo cosmopolita”. Su pro-grama no propone conciliarla diversidad de posiciones-oposiciones sino yuxta-ponerlas, habilitando ladiscusión sobre las com-pulsiones de la selección,más pantológica queantológica. Una entidadelectiva, selectiva, colec-tiva, donde manifiesta suprofesión de fe bi-bliográfica tan inconteniblecomo la generosidad deprodigarla en la abnegadaacumulación de textosescritos al dorso de páginasya usadas, como si su papelreciclado e informal legi-timara la consabida opera-ción palimpsestuosa deescribir sobre lo escrito.

Su decisión de decirlotodo aun sabiendo la vanidad del propósito, la voluntad de verdaddisidente, de fidelidad literal y fehaciente traman cada uno de sustextos. Si toda doctrina filosófica concluye reducida, con el tiempo,a poco más de una palabra, Real de Azúa ya sabía cuál era y en elprograma figura entre comillas. Cuando no había herramientasinformáticas para aliviar el ímprobo esfuerzo de copias minuciosas,transcribe largas tiradas, a máquina, intercalándose entre sus líneas,dando cuenta de lecturas, citas en distintos idiomas, interminables,vuelve a escribir lo que escribió otro y, contra corriente, impugnándolo

Pues no solo es una casi seguridad ser mal entendido, sino,incluso, un álea ser entendido y aun poder ser oído de algunamanera.17

Al celebrar la rareza de una revista dedicada a informacionesbibliográficas, reclama la urgencia de atender una carencia que sigueplanteada y flagrante:

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CARLOS REAL DE AZÚA EN SU BIBLIOTECA

Pero el fárrago, la escoria, la inaudita ausencia de jerarquía, lainfinita multiplicación pueden no matar. Pueden evitarse cuandose tiene un exorcismo. Y el único exorcismo es la bibliografía. Sila bibliografía no es su cura es, por lo menos, su paliativo. Si nonos da la seguridad de tener bajo nuestros ojos todo lo quenos interesa, nos da la relativa certeza de tener una referenciade ello. Nos da pistas seguras para nuestras búsquedas. Nospermite un expurgo previo que es sustancial ganancia de trabajoy de esfuerzo. Con cuatro o cinco revistas solventes poco eslo que de realmente importante escapa (realmente escapa) encada círculo de cultura.18

Paradojal, su búsqueda de un conocimiento crítico abunda tantoen sus legendarias notas, que radican al pie de la página esa coherenciadigresiva, como en las bibliografías que despliegan la dilecta erudiciónque la fórmula del título “Conocimiento y goce” consignaraemblemáticamente. Consigna o emblema, como en el Génesis, ya nose distinguen.

En ese manuscrito, fragmentario, disperso, inédito, que deriva desus expansiones programáticas, coinciden, en conocimiento gozoso,su pensamiento, sensibilidad, sentimiento, con las valiosas lecturasque sustentan su ponderación estética.

Ahora Real de Azúa es su biblioteca, una reliquia, conservadaen sus obras y repertorios bibliográficos que apuntaban hacia unabiblioteca total, similar al cuento que imagina en la biblioteca “unavatar tipográfico de la doctrina del Eterno Retorno”19, circular comouna interminable enciclopedia, que empieza por ciclos o círculos,haciendo circular el conocimiento, que vuelve sobre sí mismo y sedifunde, tal vez para no terminar. Es en una biblioteca donde el autorde Noche y Niebla, Alain Resnais, radicó Toda la memoria delmundo, dos films significativamente inmediatos, con la probableintención de emplazar un lugar que contrarreste la barbarie, aunqueconserve sus lastres.

Por razones válidas, la biblioteca, que siempre ocupó un lugarmayor en el espacio literario, sigue siendo el tópico -un lugar comúnde lugar y tema-, y remedio de diversos y grandes males. ¿Por quévale recordar a Alain Resnais y otras bibliotecas sombrías20, vacías,incineradas, o a punto de desaparecer para volver, con suerte, alespacio esperanzado de multiplicadas redes? Las enormes bibliotecasde plomo quemado, libros y papeles ahumados en negro retorcidosde Anselm Kiefer, replican y recuerdan los libros arrojados a lasllamas en la Bebelplatz de Berlín por los estudiantes nazis y, allímismo, donde incendiaron esas hogueras, se hunde la bibliotecavacía de Misha Ullmann en un sótano, apenas visible a través de unvidrio. Melancólicas y distantes se asocian las palabras de GustavoGallinal, citadas por Real de Azúa,

libros que son urnas de cenizas, cobran valor como signos deuna modalidad o tendencia que cavó hondo en laintelectualidad de una generación; ignorarlos es dejar rotosalgunos eslabones de la historia literaria.21

Las bibliotecas inquietan, un vago presentimiento de quese encuentran a riesgo, guardan sombrías, solemnes y amenazadas -o preservadas- por los rápidos y asiduos accesos a bibliotecasvirtuales que ya son, más que una venturosa expectativa, unapráctica feliz, cotidiana, complaciente, solícita. ¿Será por este éter deeternidad que, desde los tiempos ancestrales, se imagina el Paraíso

bajo especie de biblioteca? una eternidad para el escritor y lectorque es Real de Azúa cuando él es sus libros, una naturaleza que suslibros prolongan en su “sustancia más honda”.22 Aun escritas, laspalabras hablan: sus libros son los que escribió y los que subiblioteca, suyos o ajenos, igualmente propios, comprende.

Notas y bibliografía

1 Versión escrita de la presentación realizada en el homenaje organizado por laDirección de Cultura del (Ministerio de Educación y Cultura), BibliotecaNacional, setiembre de 2007, cuando aún no existía la “Sala Real de Azúa”,Cátedra Alicia Goyena, (Consejo de Educación Secundaria), donde se encuentraradicada su biblioteca en la actualidad.2 Las biografías. CAPITULO ORIENTAL, nº 40, Centro Editor de AméricaLatina, Montevideo, 1969.3 Amos Oz. Una historia de amor y oscuridad. “Cuando era pequeño queríacrecer y ser libro. No escritor, sino libro: a las personas se las puede matarcomo a las hormigas. Tampoco es difícil matar a los escritores. Pero un libro,aunque se lo elimine sistemáticamente, tiene la posibilidad de que un ejemplarse salve y siga viviendo eterna y silenciosamente en una estantería olvidada decualquier biblioteca perdida de Reykiavik, Valladolid o Vancouver”. Siruela,2005: 37.4 Me refiero a la noción que Jacques Rancière formula en L’Inconscientesthétique. Galilée, Paris, 2001.5 En Carlos Real de Azúa: “vid. Arturo E. Sampay: Introducción a la Teoríadel Estado. Buenos Aires, 1951, pág. 357)”. La cita se transcribe del texto deReal de Azúa.6 Real de Azúa: “El individuo y la serie”. Manuscrito inédito.7 Ibídem. Del Capítulo II de “El Individuo y la serie”.8 Shakespeare. Romeo & Juliet: “-Ask for me to-morrow, and you shall findme a grave man.”9 Real de Azúa. “Problemas de la enseñanza literaria: la elección de autores”.Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, nº 3, Montevideo, año 1958: 33-58.10 Walter Benjamin. “Je déballe ma bibliothèque. Discours sur la bibliomanie”.ESPRIT, Paris, janvier 1982: 3-10.11 Real de Azúa. “El último libro de Zum Felde: La Historia del Ensayo: ElJuicio y el Lenguaje”. MARCHA, n° 791, Montevideo, 25 de noviembre de1955: 20-22. www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/lahistoriadelensayo.pdf12 Real de Azúa. La Universidad. CELADU, Montevideo, 1992, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/launiversidad.pdf13 Real de Azúa. Anales. Instituto de Profesores “Artigas”. Op. cit.14 Real de Azúa. “Método y Significado de una Literatura Hispanoamericana”.MARCHA, n° 787, Montevideo, 28 de octubre de 1955: 20-23, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/lahistoriadelensayo.pdf15 Real de Azúa. “El último libro de Zum Felde. La Historia Literaria deAmérica como compromiso”. MARCHA, n° 789, Montevideo, 11 denoviembre, 1955: 20-22, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/lahistoriadelensayo.pdf16 Real de Azúa. “Juan Luis Segundo”. En Antología del ensayo uruguayocontemporáneo. Tomo II. Dpto. de Public. de la Universidad de la República.Montevideo, 1964: 11-59, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/juanluissegundo.pdf17 Real de Azúa. La Universidad. Op. cit.: 718 En Real de Azúa. Aníbal R. Abadie-Santos. Jurisconsulto y humanista(1893-1960) * Documentos – escritos (Homenaje de “Jurisprudencia” a sufundador, 1926-1960). Adolfo Amit Editor, Montevideo, 1961: 104-109, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/abadie.pdf19 J. L. Borges. “La biblioteca total”. SUR. Buenos Aires, AÑO IX, NO.59,agosto de 1939.20 A. Resnais. Toute la mémoire du monde. Paris, 1956.21 Real de Azúa. “Prólogo” a Gustavo Gallinal. Letras uruguayas. BibliotecaArtigas. Colección de Clásicos Uruguayos, Vol. 125, Montevideo, 1967, http://www.archivodeprensa.edu.uy/carlos_real_de_azua/textos/bibliografia/prologogallinal.pdf22 Real de Azúa. “El individuo y la serie”. Inédito. Op. cit.

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El problema del malPUGNA ENTRE CRISTIANOS Y GNÓSTICOS

POR CLAUDIA VAZQUEZ REINALDOProfesora de filosofía en Secundaria

Supongamos por un momento que el mundo es una creación.Agreguemos a esto que la misma es resultado de un poder superior.Sumemos a esta idea, otra: ese ser superior es perfecto, y entendamospor perfección todas aquellas cualidades que hacen a la excelenciade un ente, o mejor, igualemos perfección con el bien. Entonces, laprimer duda sobreviene de manera sorprendentemente “natural”:¿Cómo es posible que la maldad se manifieste en una creación deun ser absolutamente bueno?

El presente trabajo abordará sintéticamente tres puntos:

· La noción del mal en el cristianismo· La noción del mal en el gnosticismo· La polémica entre ambas

El Gnosticismo puede definirse como una corriente de sesgoreligioso que posee antecedentes orientales, que se conjuga con elcristianismo y persigue la gnosis: “una experiencia unificante ydivinizadora que permite llegar a ÉL en un contacto personal y unirserealmente a ÉL.” (Etienne Gilson)1

Como señala Burton Russell, la gnosis deriva de variadas fuentes:el mazdeísmo, el pensamiento iraní, griego, hebreo, esenio. A esteeclecticismo originario, debe sumarse el hecho de que existieronmuchos gnósticos y gnosticismos; la abstracción de algunascaracterísticas comunes es lo que permite comprenderlos bajo unamisma denominación.

Gnosis –término que proviene del pitagorismo– es una forma deconocimiento diferente a la fe, a la que no se llega por el estudio o lameditación, sino por revelación, gracias a la cual se logra una uniónentre fe religiosa y conocimiento intelectual (pistis sophia).

Gilson nombra a tres gnósticos como las figuras principales delgnosticismo: Marción, Basílides y Valentino; mientras que Abbagnanoagrega tres más: Carpócrates, Bardesanes y Mani.

El punto nodal alrededor del cual gira la polémica es el problemadel origen del mal. Si Dios es creador todopoderoso, omnipresente,omnisciente y omnipotente, ¿cómo es posible justificar la presenciadel mal en el mundo por ÉL creado? ¿Si el hombre es un ser creado aimagen y semejanza de Dios, cómo es capaz de cometer pecado? Ensíntesis: si el mundo es creado por un ser enteramente bueno, ¿cómono resulta contradictorio que el mal tenga cabida en él? Señala BurtonRussell: este es el problema fundamental de toda religión monoteísta.

Para los gnósticos Dios no es responsable del mal, existe ademásde Dios un principio malévolo independiente, creador del mundomaterial (las teodiceas varían pero con este denominador común).Brevemente: para el excomulgado Marción el Dios del AntiguoTestamento es diferente al del Nuevo Testamento. El primero, al queadhieren los judíos, es el creador del mundo, para lo cual utilizómateria que es en sí misma principio del mal. El Dios del NuevoTestamento, esencialmente bondadoso, es el que ejerce providencia

en este mundo obra del primero. Para el sirio Basílides, Dios crea el“gran Arkhón” que a su vez será el creador del universo, pero Arkhónestá separado por el steroma (una esfera sólida) del mundo superioren donde reside Dios y las creaciones superiores. Podría decirse quepor ignorancia Arkhón peca de orgullo considerándose el único diosy es a éste al que adoran los judíos. El eón divino (Jesús) es elenviado a rescatar la tierra para redimir al universo.

Abbagnano señala que Basílides admite dos principios: la luz ylas tinieblas. El intento de unión de ambas (las tinieblas buscan la luzpero ésta permanece alejada) crea al mundo, que es una apariencia.Este dualismo, luz-tinieblas, se aprecia también en el persa Mani –padre del maniqueísmo–, dos principios originarios que representanel bien y el mal y que están en perpetua lucha.

Valentín, en la cima de su teodicea coloca al Abismo (principiomasculino) y al Silencio (principio femenino) como los progenitoresde una larga cadena de filiación, uno de cuyos últimos eslabones,Concupiscencia (transformada en materia para concebir), hijabastarda de la Sabiduría, es considerada un demiurgo creador delmundo. Este demiurgo sería el Dios del Antiguo Testamento que seproclama Dios. El eón Jesús es el redentor, aquel que rescata a loshombres que tienen la posibilidad de ser rescatados: los llamadospsíquicos (los otros dos “tipos” materiales y espirituales estánsalvados o condenados de antemano).

A pesar de las diferencias en las respectivas teodiceas ycosmogonías (y a la pérdida de las fuentes también) se aprecia uncomún denominador: la preponderancia del Nuevo Testamento, delcristianismo y la aversión al Antiguo Testamento, pero –como señalaGilson– la figura de Jesús queda limitada al papel de Salvador: aquelque trasmite el verdadero conocimiento –gnosis– liberando a loshombres del primitivo error (Antiguo Testamento).

De esta manera los gnósticos justifican la presencia del mal en elmundo ya que no proviene de Dios, sino de un creador o demiurgode segundo orden.

Estas mitologías representan para Gilson un intento deapropiación de la Iglesia que ya formaban los fieles de la enseñanzade Jesucristo. A estas tentativas se opusieron los apologistasgriegos2, considerándolas una herejía. Éstos intentarían “restituir asu pureza primitiva ciertas nociones de importancia para el filósofocristiano”3.

Analicemos someramente la situación del cristianismo en estaépoca -S.II-: el credo no había sido formulado, el canon de la escrituracristiana no habíasido establecido de-finitivamente, se re-chazaban evange-lios, se aceptabanotros apócrifos con-siderándolos de ins-piración divina. Co-mo señala Dodds, elcristianismo susci-taba sentimientos dehostilidad en las ma-sas paganas, agre-gando que eranconsiderados “gen-te impía”, al igual quelos judíos, por novenerar imagenes ytemplos; súmase aesto que los cris-

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El problema del mal

tianos se negaban a formar parte del ejército del emperador. Engeneral podemos decir que eran rechazados, perseguidos ymartirizados. En este contexto es que surgen los apologetas, esdecir, defensores del cristianismo, una de cuyas misiones se convirtióen delinear los contornos del dogma.

A pesar de lo “fantásticas” que puedan parecernos las mitologíasgnósticas representan un intento de dar cuenta de la existencia delmal y obligan a pensadores cristianos más ortodoxos a tomar unaposición frente a este problema (póthen tà kaká, ¿De donde vieneel mal?, enfatiza Ricoeur. Fueron los gnósticos quienes especularona partir de ésta pregunta procurando una respuesta).

Esta pugna constituye el “telón de fondo” de la Patrística de losdos primeros siglos. Los Padres apologetas se dividen generalmenteen los apologistas orientales: Irineo e Hipólito Justino y losapologistas latinos: Tertuliano, Minucio Félix, Tacio, Arnobio,Lactancio.

Estos apologistas son los que inician la elaboración doctrinaldel cristianismo para preservar la comunidad defendiéndola deherejes y perseguidores.

Irineo, tal vez martirizado (según la tradición, sí), luego santo,escribe una gran obra contra el Gnosticismo: “Exposición yrefutación del falso conocimiento (gnosis)”, conocido comunmentepor “Adversus haereses”.

A continuación puntearé los conceptos básicos de esta obra:

§ Dios no puede ser pensado

§ Sólo los Apósteles de la Iglesia trasmiten la verdadera “gnosis”

§ Dios se revela a través del mundo que es su creación

§ Cuerpo y alma son creaciones divinas, por lo que no contienenmal

§ El mal proviene de la libertad del hombre, por tanto solo él esresponsable al elegir no obedecer a Dios

Como señala Gilson, es sobre este terreno en el que va asostenerse la filosofía medieval: una creación ex nihilo, el “gobierno”de Dios a través de la Providencia, el hombre en estado de caídapero perfectible. Al decir de Ricoeur, queda claro que el hombreconstituye el punto de emergencia del mal en el mundo. El mismoautor sostiene que el concepto de pecado original no es bíblico “esun falso saber”, elaborado por la teología cristiana en su pugna conlos gnósticos.

La idea de “pecado original” se consolida con San Agustín, loque postula al hombre, al primer hombre, Adán, culpable del mal.Peca porque tiene voluntad de pecar; su acto malo es producto deuna elección. La cuestión es que ese pecado original se trasmite atodo el género humano, tal parece que todos somos culpables de laosadía del primer hombre: cometer un acto de libertad (aclaremosque para Ricoeur la idea de pecado cumple una función simbólica alrepresentar un arquetipo de hombre: aquel que experimenta elcreyente y plantea que jamás se insistirá lo suficiente sobre el malque ha hecho al cristianismo la interpretación literal del mismo).

Pero resulta difícil dar otra interpretación más allá de la literal apalabras como las de San Agustín –a las que el mismo Ricoeurapela– “El pecado original de los niños es sin que ello sea absurdo,voluntario, pues fue contraído por efecto de la voluntad perversadel primer hombre y es hereditario” (tal vez podrían correspondera imágenes demasiado infantiles, como hace notar J.L. Segundorespecto a la idea de infierno, juicio final, etc.).

Siguiendo el derrotero que empezamos, si bien el hombre es librepara pecar, no lo es para redimirse, ya que la salvación se obtiene

por obra de la gracia. Gracia, del latín (gratia), que viene a su vez delgriego charis, significa benevolencia, también regalo. Especifica JuanLuis Segundo que para el cristianismo ese vocablo implica encanto ygratuidad, y es introducido por San Pablo.

“La Iglesia Católica profesa que la gracia que se nos da porlos méritos de Cristo Redentor es tal que no sólo nos libra de laservidumbre del Demonio, sino que renovados en el espíritu denuestra mente nos hace recuperar la justicia y la santidad queAdán, pecando, perdió para sí y para nosotros…” (ConcilioVaticano I).

Ya que en este pasaje hace su aparición la figura del Demonio, medetendré un instante en él, ya que también existe para los cristianosmás ortodoxos, si bien no es el responsable del mal de y en loshombres. Paradójicamente Satanás, Lucifer, el Diablo, encarnan laesencia del mal pero no son absolutos responsables de que el hombreincurra en actos malos. Representan la tentación, la “posibilidad de”pero no la “necesariedad”. Si así fuera, el hombre sería víctima inocentede un poder también superior y los actos malos (de desobediencia)no implicarían una elección deliberada. Para Justino, el Diablo es laserpiente del Antiguo Testamento, y es el príncipe de los ángelescaídos. Hay puntos oscuros en la interpretación de Justino, lo que síes claro es que el Diablo no es un principio independiente de Dios,sino una creación inferior a Él.

Tertuliano (apologista latino) termina radicalizándose, abrazandoel montanismo (movimiento considerado herético); hace hincapié enla bondad de la creación atribuyendo la miseria del mundo al pecadoen el que caen los hombres por abuso de su libertad. Si bien suTeodicea es monista, la postura frente al problema del mal es dualista:“El mundo viene de Dios, lo mundano del Diablo”, pero el Diablotambién es creatura no creador. Rechaza a la filosofía y a los filósofos(“patriarca de los herejes”), desecha la investigación e insta a la feciega.

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El problema del mal

Calzado

La posición ortodoxa, si bien pone a salvo una concepciónmonista, proponiendo una imagen de Dios omnipotente yesencialmente “bueno”, presenta una visión antropológicadegradada: un hombre en estado de falta perpetua, pecador porvoluntad propia, factible por esto de ser castigado y necesitado desalvación. Una condición apriorísticamente culpabilizadora quejustifica el dominio por los ya “iluminados” o imbuídos por la “gracia”.

De todas formas la tendencia al dualismo impregna la religióncristiana; el propio San Agustín –tal vez gracias a su pasadomaniqueo– no deja de contraponer pares antitéticos: ciudad de Dios,ciudad del hombre, Hombre interior, exterior, etc. Si bien los padresapologéticos señalan que la materia –lo que incluye al cuerpo– escreación divina, no deja de llamar la atención el martirio de la carne alque se someten incluso voluntariamente durante la Edad Media. Laauto-manipulación del cuerpo con fines religiosos, el sometimientoal control, a la disciplina y la tortura son considerados medios parala elevación del alma. La lucha entre la carne y el espíritu alcanzagran popularidad. Parecería que la idea gnóstica acerca de la materiacomo principio del mal tiene más fuerza en el imaginario popular quela idea de cuerpo como creación divina.

Podríamos tender a pensar que en ese momento, a pesar de lapugna entre gnósticos y padres cristianos y la victoria de estosúltimos, la idea que predomina es la de los primeros. Sin embargoseñala Senneth en “Carne y Piedra” que “con el advenimiento delcristianismo, el sufrimiento corporal adquirió un nuevo valorespiritual” que no se encontraba en el mundo pagano (tampocodebemos olvidar que los gnósticos se consideraban tambiéncristianos). Parafraseando a Dussel podemos afirmar que “todas lasmorales de dominación son ascéticas, de liberación del cuerpo, elcuerpo no vale nada”.

Aunque la polémica entre ambas facciones se caracterizó poruna gran dureza, la diferencia entre ellas no es abismal, por elcontrario, a pesar de la intención anti-gnóstica de los padresapologéticos, conceptos como el del pecado original terminan siendocuasi gnósticos.

Notas

1- El siglo II D.C parece ser clave para la historia del cristianismodado que es el momento en que esta religión se ve en la exigencia dedelinearse más concretamente para diferenciarse de otros movimientosque se autoproclamaban igualmente cristianos. Existían enemigosexternos (paganos, hebreos) pero principalmente es la comunidadcristiana la que está dividida desde dentro y la pugna más importantees entre los padres llamados apologéticos y el gnosticismo.

2- Podríamos contraponer a esto la cita de Burton Russell: “Laherejía nunca prospera. ¿Por qué? Me atrevo a decir que siprosperase nadie osaría llamarla así”; lo que reduciría a estapolémica –y a todas– a una cuestión de poder, a una dialéctica devencido-vencedor.

3- Etienne Gilson, “La Filosofía en la Edad Media”, Vol. II.

Bibliografía consultada

-ABBAGNANO, Nicola, “Historia de la Filosofía”, Vol. II, Montanery Simon, Barcelona, 1985.-BURTON RUSSELL, Jeffrey, “Satanás”, FCE, México, 2000.-DODDS, Eric, “Paganos y cristianos en una época de angustia”,Paidós, Bs. As, 1975.-DUSSEL, Enrique, “Etica comunitaria”, Paulinas, Madrid, 1985.-GILSON, Etienne, “La filosofía en la Edad Media” Vol. I y II, Payot,París, 1922.-RICOEUR, Paul, “Introducción a la simbólica del mal”, Megapolis,Bs. As, 1973.-SEGUNDO, Juan Luis, “Teología abierta para el laico adulto”, CarlosLohlé, Bs. As, 1971.-SENNETH, Richard, “Carne y Piedra”, Alianza, Madrid, 1997.-SENNETH, Richard, “Fragmentos para una historia del cuerpo”,Taurus, Madrid, 1990.

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1. No existe la filosofía en el Uruguay actual.2. Prueba de ello es que nadie criticará el punto número 1.3. Pero existen en Uruguay personas que se dedican a la filosofía o, dicho

de otro modo; filósofos.4. Por ende, existen en Uruguay filósofos sin filosofía.5. Prueba de lo anterior es que el filósofo preguntará por el concepto de

filosofía de este documento pues, dado que carece de la misma, nosabrá si, por su actividad, está comprendido en la categoría defilósofo.

6. Todo manifiesto es un llamado a determinado colectivo a seguir ciertalínea o dirección. Este manifiesto está dirigido a los filósofosuruguayos.

7. Pero dado que la pirotecnia verbal de los puntos primero al quintoimpide que cualquier filósofo uruguayo que se precie de tal adhieraa esta declaración, este manifiesto es incapaz de persuadir a ningúnmiembro de la comunidad a la que se dirige y, no pudiendo establecerel diálogo que pretende con su destinatario, adolece de un bloqueototal en el vínculo comunicativo.

8. Por ende, éste es un manifiesto filosófico.9. Por ser éste un manifiesto filosófico, el presente documento admite la

crítica filosófica.10. Pero criticar filosóficamente este documento sólo dará sólida prueba

de todo lo dicho anteriormente pues, hasta el momento, no se haexpresado aquí ningún llamamiento ni ninguna idea filosófica.

11. Por lo tanto, la existencia de este manifiesto prueba que es posiblecuestionar un texto que no plantea cosa filosófica alguna, y que esposible estar en desacuerdo con una manifestación filosófica que nomanifiesta nada. Prueba la posibilidad de redactar un documentofilosófico sin filosofía y de que se genere, eventualmente, un debateu otro acto filosófico cualquiera sin, en definitiva, ningún planteofilosófico.

12. Pero si es posible que haya filósofos y actos filosóficos sin que hayafilosofía, para no caer en sinsentidos, tanto los filósofos como losactos filosóficos han tenido que hacer de cuenta “como si” hubierafilosofía.

13. La filosofía en el Uruguay, por tanto, se ha convertido en el arte de lasimulación de la filosofía y los actos filosóficos, en la prueba tangiblede tal simulación.

14. Dado que este manifiesto es un acto filosófico, constituye, por ende,una simulación.

15. Pero como toda simulación, para ser tal, debe omitir revelar sunaturaleza de simulacro, el acto filosófico que es este manifiesto, alhaberla revelado (punto 14), no es una simulación corriente; sinouna destinada a mostrar y cuestionar, no a la filosofía en el Uruguayactual (que no existe), sino a la versión paródica en la que nuestrosfilósofos y nuestros actos filosóficos actuales (incluido éste) la hanconvertido.

16. Si la filosofía ha sido en el pasado un cuestionamiento sin cuartel,hoy se ha convertido en un cuartel sin cuestionamiento.

17. Si la filosofía ha sido una cita con las redes complejas del saber, hoyse ha convertido en un saber redes complejas de citas.

18. Si la filosofía ha reflexionado sobre polémicas que importan, hoyreflexiona sobre polémicas que importa.

19. Ni haber sido ni ser. La filosofía uruguaya actual es un juego depalabras.

20. Dirán (si hay alguien que diga) que este manifiesto es vacío, que esuna parodia y, por ese motivo, la finalidad de este documento es caeren el olvido total apenas sea publicado.

21. Pero, justamente, por ser vacío (puntos 4, 5 y 11), una parodia (punto15) y por estar destinado al más veloz de los olvidos (punto 20) estees el manifiesto más filosófico que puede ser escrito en el Uruguayactual; la presencia de una ausencia, legado para el futuro.

N.N.

Manifiesto filosófico

Requena casi Rivera

Una metáforadidáctica

Antes de ejercer como profesor de letras en Humanidades,Washington Benavídez ya era poeta. Quizá por ello supo estimular alos estudiantes a desarrollar la creación literaria en forma paralela alos estudios. Respecto a estos el énfasis caía en el abordaje directode las fuentes en cuestión, en la lectura de las obras antes que lascríticas o los comentadores.

Una tarde planteó en el taller de escritura el “Ulises” de Joyce.Una mujer entrada en años interrumpió:

–No lo leo porque no lo entiendo.–¿Ningún pasaje le llega? –preguntó Benavídez extrañado.–No, es muy complicado –respondió–. Y no consigo avanzar.Aquel replicó que salteara las dificultades y siguiera adelante.

Ésta dijo que no podía pasar de las ocho o nueve primeras páginas. Ya lo largo de su vida lo había iniciado ya tres veces, con idénticoresultado.

–Siga adelante, a ver qué pasa. Aunque sea para captarlo porpartes.

Pasaron minutos así, en retruques. El taller se había convertido enun diálogo en el cual Benavídez procuró de mil maneras interesar a laobstinada señora en la lectura de Joyce.

–En una primera lectura omite las dificultades y lo capta por partes.Verá que la segunda le resulta más llano.

–Ni loca lo leo dos veces –advirtió horrorizada.Para entonces, los demás estudiantes nos mirábamos con

desconcierto y resignación, alguno que otro fastidiado. De prontolos ojos del maestro se extraviaron. Y desde algún sitio, mágico ylógico, espontáneo como el payador, bajó el ángel del poeta a coronara la incrédula:

–Somos aquel oso, a orillas del agua donde pasa el salmón dorado,que sabemos inaprensible –dijo, con un brazo alzado. (Y, tras dejarlocaer, y admirar sus manos afectado) –Falló el zarpazo y el hermosopez sigue su rumbo, pero sus escamas doradas relucen en nuestrasmanos.

Daniel Morena

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Catálogo de libros desleídos

Autor: BERTRAND RUSSELLTítulo: HISTORIA DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL (ensayo,1947)

Del prólogo

El anarquismo en la política va de la mano con el subjetivismo en lafilosofía. Ya en vida de Lutero, discípulos inoportunos y noreconocidos habían desarrollado la doctrina del anabaptismo quedurante cierto tiempo dominó la ciudad de Munster. Los anabaptistasrepudiaban toda ley, porque afirmaban que el hombre bueno se hallaguiado en todo momento por el Espíritu Santo, y éste no puede seratado a fórmulas. Partiendo de estas premisas llegan al comunismo ya la promiscuidad sexual. Por eso, después de una heroica resistencia,fueron exterminados. Pero su doctrina, en forma atenuada, se extendiópor Holanda, Inglaterra y América. Es, históricamente, el origen delcuakerismo. Una forma más intensa de anarquismo, ya desconectadade la religión, surgió en el siglo XIX. En Rusia, España y con menosfuerza en Italia, tuvo un éxito considerable., y hasta el momento actuales una pesadilla para las autoridades americanas de inmigración. Estaversión moderna, aunque antirreligiosa, conserva aún mucho delprotestantismo primitivo; difiere principalmente de él en que dirigecontra el gobierno secular la hostilidad que Lutero dirigió contra lospapas.

Autor: TEOPHILE GAUTIERTítulo: EL CABALLERO DOBLE (cuento, 1838)

Oluf, el hijo moreno y rubio de Edwige la desconsolada, tiene ahoraveinte años. Es muy hábil en todos los ejercicios, nadie tira mejor conel arco que él; parte por la mitad con otra la flecha que acaba declavarse temblando en el corazón de la diana; sin freno ni espuelasdoma los caballos más salvajes.

Jamás ha mirado impunemente a una mujer o a una muchacha;pero ninguna de las que le han amado ha sido dichosa. La fatídicadesigualdad de su carácter se opone a toda posibilidad de dicha entreuna mujer y él. Sólo una de sus mitades siente pasión, la otraexperimenta odio; unas veces la estrella verde le guía, otras la estrellaroja. Un día dice:

–¡Oh, blancas vírgenes del norte, resplandecientes y purascomo los hielos del polo; pupilas de claro de luna; mejillas suavizadaspor el frescor de la aurora boreal!

Y otro día exclama:–¿Oh, hijas de Italia, doradas por el sol y rubias como la

naranja! ¡Corazones de fuego en pechos de bronce!Lo más triste es que es sincero en ambas exclamaciones.¡Ay! Pobres desconsoladas, tristes sombras quejumbrosas,

no le acuséis, porque sabéis perfectamente que es más desdichadoque vosotras; su corazón es un terreno pisoteado sin cesar porluchadores desconocidos, en el que cada uno, como en el combate deJacob y el Angel, intenta golpear el muslo de su adversario.

Autor: EMANUEL SWEDENBORGTítulo: DEL CIELO Y DEL INFIERNO (exégesis teológica,1758)

Cuando un hombre penetra en la otra vida es recibido por ángeles,que lo atienden, lo favorecen y le hablan del Señor y de las venturascelestiales. Pero si el hombre, ahora un espíritu, es de aquellos quefueron enemigos de Dios, no tarda en fastidiarse y en despreciarlos,y procura rehuirlos. Cuando los ángeles advierten esto, lo dejan y el

espíritu busca el trato de sus congéneres. Así se aparta del Señor yvuelve su cara al Infierno, al que ha estado vinculado en la tierra ydonde están aquellos que adolecen de su misma depravación; porsu propia voluntad, no por la del Señor, desciende al Infierno.

Autor: GOETHETítulo: EPIGRAMAS VENECIANOS (epigramas, 1790)

XXIX

He ensayado hacer muchas cosas: dibujar, grabar en cobre, pintar alóleo; he impreso en arcilla diferentes motivos: inconstante sinembargo, nada he aprendido y nada he realizado. Tan sólo hay untalento que llevo casi a la perfección: escribir el alemán. De estemodo ¡desdichado poeta! comprometo desgraciadamente mi vida yel arte con los peores materiales.

XXXIII

El alemán aprende y practica todas las artes; manifiesta un magníficotalento en cada una de las que abraza seriamente. Tan sólo un arte, lapoesía, la ejerce sin querer aprenderla; claro que por ello la estropea.Algo, ¡Oh amigo! sabemos de esto.

Con frecuencia os declaráis, vosotros los dioses, amigos del poeta;concededle pues aquello que le es necesario. Moderado es en susdeseos, pero estos son numerosos: en primer lugar un alojamientoriente, en seguida un alimento que no esté mal y una bebida fina;como vosotros, el alemán es perito en néctar. Luego vestidosconvenientes y amigos con los que conversar familiarmente; al puntouna bienamada, durante la noche, que le deseé con todo su corazón.Reclamo ante todo estas cinco cosas naturales. Dadme, además, elconocimiento de las lenguas antiguas y modernas, con objeto deque aprenda también las industrias de los pueblos y su historia;dadme un sentimiento puro de lo que han realizado como arte.Concededme la estimación del pueblo.

Autora: SILVINA OCAMPOTítulo: ESPERA (1972)

Cruel es la noche y dura cuando aguardo tu vueltaal acecho de un paso, del ruido de la puertaque se abre, de la llave que agitas en la manocuando espero que llegues y que tardas tanto.Crueles son en las calles los rumores de cochesque me dan sueño cuando estoy junto a tus ojos.Cruel es la lluvia suave, furiosa que fascinalas enormes tormentas, las nubes con sus islascuando espero que llegues y que el reloj enclavasus manecillas de oro en el corazón ávido.Cruel es que todo sea precioso hasta el retornode la espera, y el lento padecer del amor.Cruel es rezar sin tregua la promesa olvidadade volver a ser buena, de sentir que redimeestar bien preparada sólo para la dicha.Cruel es la luz, perfecta, de la luna y del albael alma de las horas sobre el campo y el mary crueles son los libros, la voluptuosa música,hasta la anomalía de las caras etruscas.Y es cruel aún después tener que ser humana,no convertirme, al verte, en perro, de alegría.

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Ola de calorPOR LAURA ALONSO

El maldito hace lo que se le da la gana. Se sienta a la mesa cuandole indico que abra la heladera porque hace calor y la heladera abierta,a pesar de los cadáveres, aporta algo de frescura. El aroma de lahabitación se enrarece un poco pero las temperaturas están siendosofocantes, así que por ahora no me preocupan los hedores.Lo que realmente me preocupa es su comportamiento. Dos por tresse guillotina los dedos y tengo que salir corriendo por unos derepuesto. No es fácil. Dedos frescos escasean estos días. La ola decalor ha hecho que la demanda por partes del cuerpo, particularmenteextremidades, haya crecido enormemente. No tengo idea de la relaciónentre ambos fenómenos, calor y demanda de piernas o manos. Escomo la bolsa de Tokio y el dólar en Brasil. Algo así.Precisamente ahora, está de espaldas a mí, mirando la pared, como sien el color del muro hubiera una verdad inescrutable. Le he mandadotres veces a buscar cosas a nuestro sótano, construido especialmentecontra tornados. Sólo una vez logré que descendiera a buscar elhacha y los cuchillos especiales.

Me acerco lentamente. Le doy la vuelta y lo miro de frente. ¡Parecementira!, está llorando. Nunca me hace caso. Ya le expliqué que nollorara cuando observa la pared pero es casi imposible detenerle.Siempre termina del mismo modo. No hay nada peor que alguien llorecon este clima casi tropical. No aplica. No es coherente.- ¡No llores! ¿Quién te dijo que lloraras?-. Mi grito desvía su miradahacia donde estoy. Me observa con los ojos que le cambié hace unassemanas. Ojos de pescado bucólico, de aguas frías. Se le resbalanlas lágrimas por su tez de fina porcelana. Está blanco. Casi nieve. Nolo dejo estar al sol por las moscas.

- ¡No se puede llorar con calor!-, y le doy un golpe en la nuca. Lamaniobra le arranca la mandíbula de lugar y ¡me gusta!... se parecemás a lo que siempre imaginé. Sí, este cambio provocadoaccidentalmente no le queda nada mal.

Trata de decirme algo con su boca, ahora torcida hacia el ladoizquierdo.

- Vos sos mi muñeco. Yo soy tu demiurgo, ¡calláte!-. Y es así. Siyo digo que no puede hablar, no puede y punto. Pero siempre medesobedece.

Su voz se vuelve abultada, como si la boca estuviera repleta debolitas de espuma plast. No llego a entender que dice. Se para con elmovimiento de un jorobado de circo. Camina inclinándose hacia mí,con la mandíbula en corrimiento, balbuceando algo ininteligible.- ¿Qué decís?, ¡te dije que no hablaras! ¡Sentáte! Parecés unamarioneta con la mitad de los hilos rotos-. Una vez más, no hacecaso. Está ahí, frente a mí, con esa mirada tan particular de salmón omerluza en góndola de supermercado entre cubitos de hielo. Tomaaire. Emite unas palabras. Creo que me amenaza de muerte. -No. Sime matás, vos también morís-. Y río a carcajadas. Sabe que estáatrapado. Su cara se transfigura en espanto y sale corriendo a unrincón de la habitación. Se queda agachado, meciéndose y babeandopor el ángulo de su actual boca, impecablemente torcida.No es la primera vez. Se empecina con la idea de destruirme pero yole recuerdo que nuestros destinos están unidos. Eso lo debilita yvuelve a ser el monigote que yo espero.

Voy al bar y me sirvo un whisky con bastante hielo. Cierro antesla heladera porque, ahora sí, el hedor superó la sensación térmica.Todo es una cuestión de balance.

Me siento en el sillón negro y espero tranquilamente a que duerma.Cada vez que ocurren episodios así entra en un inevitable letargo. Escomo un niño. Hay que educarlo. Ponerle cariño, empeño y al mismotiempo, dureza. Todo en su justa medida.

Miro por la ventana. Media la tarde. Todo está tranquilo salvo surespiración pesada. Le ordeno que lo haga sosegadamente. No hacorrido una carrera. No corresponde.

Seré yo quien tenga que bajar al sótano. Más con este panorama,esta “escenita”.

¡Tengo tantas cosas que hacer! Hay que cambiar las bombitas dela sala de taxidermia por unas más potentes. Es la presbicia. Necesitomás luz.

Ahora que ya está bien dormido aprovecho para revisar micolección de sellos. He adquirido dos nuevos, provenientes deTailandia. Me gusta saborear el whisky mientras, lupa en mano, apreciolos detalles de las estampas. Particularmente si son de tierrasorientales, como éstas. ¡Hermosos pavos reales y pájaros rojos!Eso y las acciones del frigorífico. Mis dos pasiones. Si suben obajan. Si vender o comprar.

¡Rayos!. Recuerdo intempestivamente que debí mandarle almatadero a buscar gallinas y palomas. Tengo que armar una serie deaves torpes y dormidas. Cuando despierte lo despacho.El calor es insoportable. El año que viene compro un acondicionadorde aire porque así no puede conservarse nada, ni él. Ese golpe que letorció la mandíbula es producto de un aflojamiento por las altastemperaturas. Y eso de llorar…tengo que revisar unas páginas másatrás. ¿Cuándo le enseñé a llorar? Algo no cierra. Su llanto…Creo que voy entendiendo como ocurren estas fallas. De a poco micabeza deshilvana una posibilidad. Remota, pero posibilidad al fin. Yme asusta. ¡Sí!, estoy casi seguro. Es terrible que haya ocurrido loque pienso.

Corro al estudio. Empiezo a revisar los folios. Hay en ellos unaletra torpe, como de niño recién iniciado en la escritura. Está lleno defaltas ortográficas. Leo: “eztoi solo. no puedo salir. kiero yorar”. Seme erizan los cabellos. A medida que voy pasando páginas encuentrocada vez mejor caligrafía. Incluso, al margen, algunas palabrasrepetidas más de diez veces. Comienzo a romper todas las carpetas. Apesar del calor enciendo la estufa a leña. Echo los papeles al fuego. -¡Maldito!, ¡maldito sea!-.

Desde el rincón de la habitación donde hace su siesta irrumpe ungemido. Lentamente se transforma en gritos doloridos ydesgarradores. Me aprieto las sienes. Ahora soy yo quien llora derabia. De odio. Lo siento rechinar, ahogarse, pedir auxilio. Las llamasse duplican. Esto es un infierno. ¡La ola de calor y esta estufa!, ¡seechará a perder más de una pieza! El tiempo, propio de la canícula,pasa demasiado lento. Las hojas se van achicharrando. Naranja yluego, negro.

Sus gritos, finalmente, van disminuyendo. Se han transformadoen intermitentes quejidos. Una especie de flash muerto.Salgo del estudio a observarlo con disgusto. Tan sólo es un despojo.Me doy vuelta para servirme otro whisky que me calme. Las manosme sudan. El vaso se cae y estalla en el piso. Son esas distraccionesque uno tiene por estar tan atareado.

¡Maldito Personaje!, nunca debí enseñarle a escribir.

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La condenadaPOR AMNESIO FUNES

El día de la ejecución amaneció con la impresión de haber engañadoa alguien. Y como todas las mañanas, experimentando una esperanzainsomne, mirando fijo la cruz colgada. Sin poder concretar un bostezo,con la pereza fútil de los condenados a muerte, repasó distante losoñado. Tendida en la yacija, recordó un túnel de árboles –entrecuyas copas se extendía una franja de cielo amarillenta– y dossirvientas caminando a su lado. Al fondo del sendero se levantabauna casa de contornos nítidos, cuadrada, rectilínea. Hasta acercarse,no pudo determinar con certeza el color. Las criadas no avanzaron;se detuvieron en un jardín descuidado, entre dos fuentes secasdispuestas en espejo. El color de la casa era del mismo gris que laceniza.

La entusiasmó seguir recordando. La única posibilidad deatravesar otro día en el ergástulo –al igual que todos los de la últimasemana, desde que la Santa Hermandad falló en su contra– consistíaen pensamientos recurrentes y esfuerzos de la memoria: invocar algúnverso de San Juan de la Cruz y analizar las reglas de jugar que tienenlos niños la ayudaron a soportar esas vigilias. Encomendándose alas oraciones, los otros días casi había resultado:

Dentro de la casa onduló la sombra de un fuego. Desde la ventanaregistró el movimiento –lo oyó– de unas sillas; luego unaconversación. Una sirvienta le aconsejó que mejor no entre, queaceptar las cábalas de la dueña es un pecado. Que no eraconveniente... Una mujer de canas lacias abrió la puerta.

–La estábamos esperando. Adelante –dijo con dulzura.Había solamente una habitación, vacía de cosas, sin gente. La

cuadratura exterior de la casa coincidía limpiamente con la geometríainterna de la pieza, sin tabiques o paredes que la fragmenten. Notóen la ventana de enfrente la silueta de una de las criadas, haciéndoleseñas que interpretó de disuasión. Preguntó quiénes la esperaban.La mujer contestó que “todos”.

–Estaremos contentos de recibirte luego.–¿Estoy muerta?–Nadie está muerto. Después de la hoguera soñarás sin pausa,

una dilatación infinita de la agonía cotidiana del dormir. Habernosencontrado te permitirá librarte del peor tormento: vivir tu último díasabiendo que lo es. Informar a un condenado su ajusticiamiento esuna crueldad innecesaria; peor el fijar fecha de ejecución. Apilar a lagente en campos y dispararles al azar es menos inhumano, pero paraeso falta mucho. Deje acá su huella. Y llévese el papiro, es suyo.¡Pronto! Amanece.

Postuló un momento que la vaga sensación de engaño al despertarse debió a la confidencia que no negó a sus acompañantes al salir dela casa. Pero el remordimiento tampoco así se justificaba. La caseradel sueño no había prescrito discreción o hermetismo respecto alencuentro. Apostadas sobre las fuentes vacías, las mujeresaguardaron con ansiedad que la condenada desenrolle el folio. Alleerlo ambas, una prorrumpió en quejidos, la otra desapareció:

–La rueda de la vida me espera –declaró marcialmente la implicada,sujetando la cofia contra el vientre–. Estoy escrita.

La condenada no descifró la escritura.Recordando, olvidando, fue quedándose dormida nuevamente.

Por la tarde, la gente en La Plaza se relamía ansiosa. Decamino, los más fanáticos bordearon la callejuela por donde lacondenada era conducida. Infamaron y escupieron la jaula con lamujer dormida, sin poderla despertar. El cochero a veces detuvo elcarro, para que el público se hiciera oír de cerca.

–Vieja súcubo.–¿Cómo puede dormir? Madre de perros.Etcétera.“El fuego te purifique”, resonó como un elogio.Dos hombres la colocaron, sosteniéndola, sobre una tarima. Los

gritos se acallaron al verla el pueblo contra el resplandor de la pira;sólo persistió un fondo sordo, rumoroso. Cierto horror sagradopareció apoderarse de los espectadores a la hora de darle fin. Elhecho de lanzar al fuego una mujer dormida transformó unosinstantes la fiesta de la muerte en un rito conciente, desapasionado.Una cruz al aire del clérigo oficiante y un cabeceo bastaron para quelos verdugos la soltaran. Antes de caer, tosió, parpadeó y entre lamultitud distinguió el rostro –nostálgico– de la sirvienta desterradadel sueño.

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Página en versoPOR JOSÉ MANUEL BARRIOSTextos correspondientes al libro Democracia (Linardi y Risso,2007)

EL ZOOLÓGICO LITERARIOVariación para tres poetas en torno a EL ZOOLÓGICOIMAGINARIO de Juan Luis Martinez.

I

Luis Bravo

Virginia Lucas

Leandro Costas Plá

.ya no son escritttores de este mundo.y Tú para leer sus poemastendrías que cambiar de Nommbre:

Llamarte por ejemplo: _____________II

Desde la página en blancolos Escritores que no existen te piden que los Nommbres:

Ya has Nombrado Poeta al Poeta(No reconoce su Nombre: no cree en Poetas)¿Nombrarás así mismo Performer al Performatoggador?

IIILas diferencia en estas instersecciones:

usurpan ahora elLugar de los pintores.Palabras demoníacas decapitan losdominios del sonido/ no son capacesde atravesar ésta página

Insignificantes puntos blancossimulan una imagen que se iguala a la Naturalleza.

Imposibilitados de cualquier noción de geometríalos Visitantes están muy lejos de ser Visitantesde un delgado contorno que innombbraremos provisoriamente:

“LA MISTERIOSA POESÍA URUGUAYA”

IV

ahora los peces pulmonares gobiernan la tierra

POR RAFAEL FERNÁNDEZ

Iescribir para borrarbuscar para perder perverso juego

mover las cosas de izquierdaa derechalevantar la alfombravolar hasta un libro una tardehasta aquel silencio en las manosla lluvia-ábrete sésamo- cae como fondodestacandolavando la costumbre adheridaa la piel de todos los díasdescubriendo lo inevitableeso que corre como una línea de palabras que dibujan un contornodos puntos mujerescuchar su credo dos puntoscausalidad de las casualidadescaer siempre en el trecela bronca el significado de la palabra luchael silencio la risa el vinoel desgano la derrota el espejola miseria de nuestra humanidadescapándose por los poroscaergotearen islas opuestasborrar la memoria de la palabra olvido

p.d:esa resaca que arrastran los sonidos(inoportuna nochedeslenguadacomo siempre puntual)seguir escribiendo sin ver el puntola carga se aliviamentirasigo cargandoun vacío amarrado a cada letra

IIdetrás de la palabra-pronunciarla es asumir un riesgo-otras palabras resbalanlos engranajes de la nochegiran en sentido antihorariocantos de ranas presagio de lluviacuando comience a caer el aguase me escapará sonará a campana de iglesiaa bala penetrando la carnesaldrá a cabalgar las sombras a desenterrar raíces a juntar vidrios y reconstruir espejossaldráy no será de noche no estaré solono tendré gusto a mí mismono planificaré el odioni consagraré la rutinanodebo evitar que llueva

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Investigadores, docentes, estudiantes y lectores engeneral, convoca a la presentación de

material para el próximo número:Ensayo, poesía, cuento, crítica, investigación,

pintura, fotografía, grabados.Máxima extensión de los textos: quince mil caracteres

Fecha de cierre: 15 de setiembre.

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