Paisaje y Discurso

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CUADERNOS DE GEOGRAFÍA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFÍA | n.º 19, 2010 | ISSN: 0121-215X | BOGOTÁ, COLOMBIA | PP. 77-86 Entre la materialidad y la representación: reflexiones sobre el concepto de paisaje en geografía histórica Entre a materialidade e a representação: reflexões sobre o conceito de paisagem na geografia histórica Between materiality and representation: reflections on the concept of landscape in historical geography Juan David Delgado Rozo * Universidad Nacional de Colombia, Bogotá Recibido: 10 de julio del 2010. Aceptado: 2 de agosto del 2010. Artículo de reflexión crítica sobre el concepto de paisaje en geografía histórica. * Dirección postal: Universidad Nacional de Colombia. Cra. 30 # 45-03, Ciudad Universitaria, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Geografía, edificio 212. Correo electrónico: [email protected] Resumen Este artículo se propone brindar un panorama general en torno al concepto de paisaje desde la perspectiva de la geografía histórica, con base en algunos trabajos de geógrafos históricos y culturales angloamericanos de los últimos treinta años. Se muestran las trasformaciones de este concepto dentro de una geografía histórica que, a su vez, ha pasado de ser una rama marginal de la geografía humana a ser un campo diverso y de gran dinamismo. Si bien no se aborda el estudio de la geografía histórica en Latinoamérica, se considera que del ámbito académico angloamericano se pueden extraer elementos importantes para la construcción de geografías históricas apropiadas para estas latitudes. Palabras clave: Escuela de Berkeley, geografía histórica, ideología, paisaje, revolución cuantitativa. Resumo Este artigo apresenta um panorama geral do conceito de paisagem desde a perspectiva da geografia histórica, com base em alguns trabalhos de geógrafos históricos e culturais anglo- americanos dos últimos trinta anos. No artigo também são mostradas as transformações deste conceito dentro da geografia histórica que, por sua vez passou de ser uma rama marginal da geografia humana, a ser um campo diverso e dinâmico. Apesar de que não se aborda o estudo da geografica histórica na América Latina, se considera que a partir do âmbito acadêmico anglo-americano podem ser extraídos elementos importantes para a construção de geografias históricas apropriadas para estas latitudes. Palavras chave: Escola de Berkeley, geografia histórica, ideologia, paisagem, revolução quantitativa. Abstract is article aims to provide an overview on the concept of landscape from the perspective of historical geography, based on some works of Anglo-American historical and cultural geographers over the last 30 years. It shows the transformations of this concept within historical geography, which in turn is no longer a marginal branch of human geography and has become a diverse and dynamic field of study. Although the study of historical geography in Latin America is not addressed, it asserts that important elements from the Anglo- American academic environment can be drawn in order to build proper historical geographies for these latitudes. Key words: Berkeley School, historical geography, ideology, landscape, quantitative revolution.

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Paisaje y discurso

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CUADERNOS DE GEOGRAFA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFA | n. 19, 2010 |ISSN: 0121-215X |BOGOT, COLOMBIA|PP. 77-86Entre la materialidad y la representacin:refexiones sobre el concepto de paisaje en geografa histricaEntre a materialidade e a representao: refexes sobre o conceito de paisagem na geografa histricaBetween materiality and representation: refections on the concept of landscape in historical geographyJuan David Delgado Rozo*Universidad Nacional de Colombia, BogotRecibido: 10 de julio del 2010. Aceptado: 2 de agosto del 2010.Artculo de refexin crtica sobre el concepto de paisaje en geografa histrica.*Direccin postal: Universidad Nacional de Colombia. Cra. 30 # 45-03, Ciudad Universitaria, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Geografa, edifcio 212.Correo electrnico: [email protected] artculo se propone brindar un panorama general en torno al concepto de paisaje desde la perspectiva de la geografa histrica, con base en algunos trabajos de gegrafos histricos y culturales angloamericanos de los ltimos treinta aos. Se muestran las trasformaciones de este concepto dentro de una geografa histrica que, a su vez, ha pasado de ser una rama marginal de la geografa humana a ser un campo diverso y de gran dinamismo. Si bien no se aborda el estudio de la geografa histrica en Latinoamrica, se considera que del mbito acadmico angloamericano se pueden extraer elementos importantes para la construccin de geografas histricas apropiadas para estas latitudes.Palabras clave: Escuela de Berkeley, geografa histrica, ideologa, paisaje, revolucin cuantitativa.ResumoEste artigo apresenta um panorama geral do conceito de paisagem desde a perspectiva da geografa histrica, com base em alguns trabalhos de gegrafos histricos e culturais anglo-americanos dos ltimos trinta anos. No artigo tambm so mostradas as transformaes deste conceito dentro da geografa histrica que, por sua vez passou de ser uma rama marginal da geografa humana, a ser um campo diverso e dinmico. Apesar de que no se aborda o estudo da geografca histrica na Amrica Latina, se considera que a partir do mbito acadmico anglo-americano podem ser extrados elementos importantes para a construo de geografas histricas apropriadas para estas latitudes.Palavras chave: Escola de Berkeley, geografa histrica, ideologia, paisagem, revoluo quantitativa.AbstractTis article aims to provide an overview on the concept of landscape from the perspective of historical geography, based on some works of Anglo-American historical and cultural geographers over the last 30 years. It shows the transformations of this concept within historical geography, which in turn is no longer a marginal branch of human geography and has become a diverse and dynamic feld of study. Although the study of historical geography in Latin America is not addressed, it asserts that important elements from the Anglo-American academic environment can be drawn in order to build proper historical geographies for these latitudes.Key words: Berkeley School, historical geography, ideology, landscape, quantitative revolution.UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA |FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS |DEPARTAMENTO DE GEOGRAFA78 Juan David Delgado RozoIntroduccinEn el VI Ciclo de Conferencias en Geografa, realizado en la Universidad Nacional de Colombia en el ao 2008, unodelosasistentespreguntenlasesinfnaldel eventositalvezelconceptodepaisajenosehabade algunamaneraindependizadodelageografa,pues este era abordado por distintas disciplinas, y ms an, sehabancreadocamposdelconocimientoenfocados exclusivamente en su estudio (ecologa del paisaje). As mismocomentquelageografahacemuchotiempo haba dejado de considerar el paisaje como uno de sus objetos de estudio privilegiados, orientando su trabajo analtico en mltiples direcciones. A este comentario respondi serenamente el profe-sor Camilo Domnguez que si bien varias disciplinas se han interesado en el concepto de paisaje disciplinas que lo han enriquecido en gran medida, este era y es un patrimonio de la ciencia geogrfca, lo cual implica que ha estado en buena medida ligado al desarrollo his-tricodeestaltimayquelosgegrafosygegrafas no podan ceder completamente tan preciado concep-to,sinantestrabajarlodesdeelmbitoylosdebates delageografacontempornea.Larevisinyanlisis dealgunostrabajosrelativamenterecientesdelageo-grafahistricayculturalangloamericanamuestrala construccin de un concepto renovado y complejo, que es abordado crticamente desde distintas perspectivas geogrfcas,demostrando,amimododever,queen gran medida el profesor Domnguez tiene razn.Este artculo se propone dar cuenta de las mltiples formas en que la geografa histrica ha abordado la no-cindepaisaje,refexionandoentornoalamaneraen quesusignifcadoymododeempleohaestadosujeto alastransformacionesquehanvenidoocurriendoen senodelamismageografahumana(Johnston2000, 271). De ser considerado como una serie de morfologas fsicasyculturales,cuyaconjugacinconformalafsio-noma de un rea geogrfca o regin (perspectiva propia de la primera mitad del siglo XX), el concepto de paisaje ha recorrido un camino de altibajos para llegar, a fnales dedichacenturia,aserconsideradocomounaimagen culturalounarepresentacindiscursivaenelcontexto de los debates sobre la posmodernidad en geografa. Elartculoseconstruyeconbaseenlarevisinde textos escritos por gegrafos que pertenecen al mbito acadmiconorteamericanoybritnico.Metodolgi-camente su estructura se fundamenta en las lneas de anlisis que propone Alan Baker (1988), la cuales mues-tran,desdeunaperspectivahistrica,lasdistintas tendencias en el estudio del paisaje que se han desarro-llado durante el siglo XX. Este autor distingue especf-camente tres formas en las cuales la geografa histrica yculturalsehaapropiadodelconcepto:latradicional, lamodernaylaposmoderna(Baker1988).Elpresente artculo se someter a los tres estadios propuestos por Baker, los cuales permiten construir un panorama ge-neral del origen y evolucin del paisaje dentro de la geo-grafa angloamericana (Baker 1988). Pesealasambigedadesyrechazosqueelconcep-to pueda suscitar, la idea de paisaje contina vigente y ha mostrado ser un terreno frtil desde el cual se han desarrolladoimportantesavancesenelpensamiento geogrfco. Se hace entonces necesario conocer de ma-nera crtica lo escrito por la geografa angloamericana al respecto, con el propsito de juzgar su pertinencia en losdebatesynecesidadesdelageografalatinoameri-cana contempornea. En tal medida este artculo trata avanzar en dicha direccin.La geografa y el paisajeen la primera mitad del siglo XXParaBakerlageografahistricatradicionalespro-pia de la primera mitad del siglo XX y recoge gran parte de la herencia de la geografa decimonnica, principal-mente, alemana, caracterizndose por trabajar a partir deinformacinhistricaextradadearchivos,lacual es conjugada con un acucioso trabajo de campo (1988). Paralageografadeesteperiodo,elpaisajeestaenel centro del anlisis geogrfco, pues busca dar cuenta de los cambios materiales acaecidos principalmente en la vegetacin,loscualessonderivadosdelusohumano del medio fsico (Baker 1988; Cosgrove 2002). Estaformadehacergeografahistricaseinteresa porestudiarprocesosespacio-temporales,comolade-secacin de pantanos, la incorporacin de tierras para la agricultura, la formacin de sistemas agrarios, los cam-bios en la cobertura vegetal derivados de la actividad hu-mana la difusin de prcticas culturales principalmente decarctermaterial,temasquesonabordadosdeuna maneraprimordialmenteemprica.Asuvez,esuna geografa histrica que se apoya fuertemente en la geo-grafa fsica (climatologa, geomorfologa, biogeografa, entre otras), haciendo nfasis en paisajes de tipo rural, propios de sociedades no industriales o precapitalistas, ydejandodeladolostemasurbanosydedesigualdad espacialderivadosdelaemergenciadelcapitalismo, 79 CUADERNOS DE GEOGRAFA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFA | n. 19, 2010 |ISSN: 0121-215X |BOGOT, COLOMBIAEntre la materialidad y la representacin: refexiones sobre el concepto de paisaje en geografa histrica aspectosquevendranasercentralesparalallamada geografa radical de los aos setenta (Van Ausdal 2006).Entrelosrepresentantesdedichaformatradi-cionaldeabordarelpaisajeseencuentranfguras conspicuasdelageografacomoVidaldelaBlacheen elmbitoeuropeoyCarlSauerenelcontextonorte-americano.SegnBaker(1988),aunquelosenfoques de estos dos grandes gegrafos son distintos, coinciden enuncategricorechazoaldeterminismogeogrfco, paradigmaenelsigloXIX,yenlasaproximacionesal paisaje desde un punto de vista morfolgico, centrado en lo visible y en la cultura material, y que d cuenta de latransformacin,porprcticasculturales,delosele-mentos naturales de la superfcie terrestre. Desdeestaperspectivasebuscansistemticamen-te formas espaciales, reas o patrones de distribucin, siendomuyproclivealadiferenciacinarealoregio-nalizacin del espacio. Para el caso de Amrica Latina, Carl Sauer (1889-1975) es el exponente ms cercano de este tipo de geografa debido a su permanente inters enestapartedelplaneta,loqueserepresentensus trabajos en geografa histrica y cultural. En 1925 Sauer publica un artculo que con el tiempo se ha constituido en un clsico, La morfologa del pai-saje. En dicho trabajo, propone que el concepto paisaje seaelobjetodeestudioprimordialdelageografa.Si bien Sauer comprende que el paisaje puede ser aborda-do desde un mbito subjetivo (que depende del punto de vista del observador), considera, haciendo eco de la geografaculturalnorteamericanadelmomento,que el concepto debe ser manejado como una categora de estudio fenomenolgico y cientfco llamada a ser el ob-jeto de estudio propio de la ciencia geogrfca. ParaSauer,elpaisajesintetizaralarelacinso-ciedad/naturalezarepresentadaenunreaculturalo regin(enfoquecorolgico),loquelollevaraacon-siderarlatareadelgegrafocomoaquelladedicadaal establecimientodeunsistemacrticoqueabarquela fenomenologadelpaisaje,conelpropsitodeapre-hender en todos sus signifcados y color la variedad de la escena terrestre (Sauer 1925, 5).Aqu, el paisaje no solo debe ser descrito y descom-puestoensuselementosculturalesynaturalesporel ojo soberano del gegrafo, sino que debe ser analizado en cuanto a su formacin y origen, por lo cual la histo-ria, vista desde una perspectiva evolutiva y cronolgi-ca, sera una importante herramienta para explicar una determinadaformacinespacial.Sauer,adiferencia deRichardHartshore(1939),noconcebaunageogra-faahistricanetamentedescriptiva,deahqueensu discursocomopresidentedelaAsociacinNorteame-ricana de Gegrafos en 1941 abogara por la formacin de una geografa explicativa e histrica como vertiente fundamental de la geografa humana (Sauer 1941). En este contexto, para Sauer (1925, 6) paisaje se de-fnecomounreacompuestaporunaasociacindis-tintiva de formas, tanto fsicas como culturales, la cual debe ser estudiada y reconstruida en trminos genticos o evolutivos. El paisaje es por tanto una realidad objeti-vadignadeseranalizadaporunasuertedegegrafo/historiador, el cual se dedica a rastrear la impresin de los trabajos del hombre sobre el rea (Sauer 1925, 9). Se evidencia entonces un orden dicotmico que di-vaga entre una realidad natural y una realidad cultural que se encuentran en una dinmica e ntima relacin, siendo su manifestacin ms importante la formacin de un paisaje cultural. En este orden de ideas, cada cul-tura producira su propio paisaje cultural, dependiendo delarespuestaparticularquepresenteantelascons-tricciones de un medio natural especfco (fgura 1).Msalldeesteenfoquemeramentemorfolgico, anlogo a una ecuacin matemtica (en donde la cultura FACTORCultura TiempoPaisajeNaturalMEDIOFORMASPoblacinAlojamientoProduccin comunicacin XX- Densidad- Movilidad- Plan- EstructuraPaisajeCulturalFigura . El enfoque morfolgico y el paisaje cultural. Fuente: Tomado de Sauer (1925, 8).UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA |FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS |DEPARTAMENTO DE GEOGRAFA80 Juan David Delgado Rozoes el agente, el paisaje natural es el medio y el paisaje cul-tural el resultado), la fgura 1 permite ilustrar la manera simple y clara en que Sauer y sus discpulos de la llamada Escuela de Berkeley conceban la diversidad de las regio-nes o reas culturales que conforman la superfcie terres-tre (Van Ausdal 2006; Mathewson y Seeman 2008).La importancia de este planteamiento clsico radica en ser un esfuerzo sistemtico por hacer del paisaje un objetodeestudio(unapartedelarealidad)propiode lageografa.Noobstante,lascrticashansidonume-rosas, sobre todo, en lo relacionado con su concepcin simplista y orgnica de la cultura, el excesivo nfasis en el ojo soberano del gegrafo que pretende desmarcar-se de todo halo de subjetividad, su metodologa empi-rista que implica una total ausencia de teora social y su exclusivo inters en la cultura material donde se pri-vilegiaelestudiodeartefactosylugares,desdeando aindividuos,colectividades,representacionesy,sobre todo,noteniendoencuentalosconfictosyprocesos sociales (Luna 1999; Van Ausdal 2006). Lahistoriografacolombianaposeeimportantes ejemplosdeestamaneradehacergeografahistrica ycultural,quesemanifestanenlostrabajosclsicos de los gegrafos de la Escuela de Berkeley, los cuales paradjicamente son ms consultados por los historia-dores que por los propios gegrafos colombianos. En su libro Te early Spanish main (1966), Sauer ana-liza los cambios paisajsticos derivados de la introduc-cindeformasdeproduccinybiotaeuropeasenel NuevoMundo,principalmenteenelreaqueparael siglo XVI se conoca como la Tierra Firme. Da cuenta del aceleradodeclivedemogrfcopropiodelaConquista ymuestracmomuchasreashabitadasporsocieda-des prehispnicas fueron abandonadas tras la invasin europea y nuevamente fueron cubiertas por vegetacin secundaria.Asuvez,aunqueestudiaydefendelas bondades ecolgicas de la agricultura indgena en Cen-troamricayelCaribe,lacualsebasabaenelconuco, Sauer (1966) no considera a las sociedades prehispni-cascomongelesecolgicos,sinolasveenalgunos casoscomograndestransformadoresycreadoresde paisajes culturales, principalmente, a travs del uso del fuego (Sauer 1956, 1966).Por su parte, James Parsons, uno de los ms impor-tantesdiscpulosdeSauer,hizosutrabajodecampo enelnoroccidentedeColombia,endondeestudi,por sugerenciadesumaestro,lareginantioqueayel paisaje que, a travs de una epopeya colonizadora de pe-queospropietarios,laculturapaisahabaproducido en los Andes tropicales desde fnales de la Colonia has-ta la primera mitad del siglo XX (Parsons 1961; Molano 1992). Si bien toca temas como el periodo prehispnico y colonial, Parsons estudia fundamentalmente los orge-nes del paisaje cafetero que se produjo a travs del proce-so de apertura y humanizacin de las tierras templadas y montaosas de los actuales departamentos de Caldas, Risaralda, Quindo, Tolima y Valle (Parsons 1961). Deigualforma,eltrabajodeRobertWesthasido mucho menos conspicuo que el de Parsons, lo que no lo excluye de ser un digno representante de la manera en que la Escuela de Berkeley haca geografa ni tampoco del hecho de ser otro gegrafo de esta corriente que rea-liz trabajos clsicos para la historiografa colombiana. La importancia de West (1972) radica en que se interes enlaactividadmineracolonialeneloccidentedeCo-lombia y en que fue el pionero en el estudio del Pacf-co colombiano como un rea cultural desde el punto de vista de la geografa humana del momento (West 1957). Estostrabajoscoincidenendarlemsrelevanciaa la forma que al proceso, interesndose en el paisaje por smismoynoenlosprocesossocialesyenlosindivi-duos que histricamente lo han producido. En este tipo degeografashistricasyculturales,muyrigurosasen cuanto a trabajo de campo y de archivo, no se tienen en cuenta los signifcados que tiene el paisaje para la vida de laspersonas,centrndoseencmolaculturahatrans-formando el paisaje fsico y no en cmo el paisaje cultural es representado, simbolizado y utilizado para legitimar y naturalizar un cierto orden socioespacial que en muchos casos es tremendamente desigual y confictivo.La revolucin cuantitativa y el destierro del paisajeEl segundo estadio propuesto por Baker se enmarca en los aos cincuenta y sesenta del siglo XX. Para este pe-riodolageografaengeneraltomaotrosrumbosque impactantantoelquehacerdelageografahistrica, como la propia idea de paisaje. Segn Baker (1988), este giroencuantoalaconcepcindelobjetodeestudio geogrfco debe ser entendido en el contexto de la lla-madarevolucincuantitativa,doctrinaquetuvogran ecoeimpactoenlageografaangloamericanademe-diados del siglo XX (Gregori 2000, 495). Conlarevolucincuantitativaseinstauraunafor-ma moderna y positivista de ver la geografa, perspec-tiva que pretende trabajar desde un enfoque cientfco ehipottico-deductivo,basndoseenleyesgenerales 81 CUADERNOS DE GEOGRAFA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFA | n. 19, 2010 |ISSN: 0121-215X |BOGOT, COLOMBIAEntre la materialidad y la representacin: refexiones sobre el concepto de paisaje en geografa histrica que regiran una geografa estandarizada (Baker 1988). Esta ciencia espacial tendera a la elaboracin y comple-mentacin de modelos espaciales como el de renta-dis-tancia,loscualessonmatemticaytecnolgicamente sustentados, y fueron inspirados en los trabajos de ge-grafosyeconomistasdefnalesdelsigloXIXeinicios del XX, como Von Tnen (1826), Alfred Weber (1909) y Walter Christaller (1933). Comounnuevoparadigmaquepretendanegary criticar la geografa regional y su fuertes sesgos empi-ristas e historicistas, la geografa de la revolucin cuan-titativasepropusoconocerymedirlaevolucinde aspectoscomolasformasdeocupacindelterritorio, representndolas cartogrfcamente y basndose prin-cipalmenteendatoseconmicosofuentesdocumen-talessusceptiblesdesercuantifcadas(Bunge1966; Schaefer 1971). Los modelos regresivos aplicados a de-terminados espacios y las explicaciones contrafactuales delaevolucindelosterritoriosacercanlageografa de este periodo a la criometra como forma de estudio histrico (North 1997). Noobstante,desdelaperspectivadelageografa histricay,particularmente,delpaisaje,puededecir-se que fue un momento de crisis, pues se privilegi el usodemodelosestadsticosporsobrelaexplicacin histrica al momento de entender y analizar las conf-guraciones espaciales del presente y del pasado. En este sentido,...alrechazarelenfoqueideogrfcoehisto-ricista de la geografa regional, rechaza tambin el uso del trmino paisaje. El concepto de paisaje no encaja en los sistemas analticos de la nueva geografa. A partir de ahora, el espacio y otros conceptos mucho ms acor-des con los abstractos modelos teorticos irn ganando terrenoyvaciandodecontenidoeltrminopaisaje (Nogu i Font 1985, 95).Este enfoque coarta la historicidad de los procesos geogrfcos, pues es el tiempo y no la historia el elemen-to utilizado en el funcionamiento del modelo, visto, por dems,comounavariabledentrodeunaecuacines-pacial. Asimismo, segn Baker, en relacin con el tema delpaisaje,estageografapositivistanotuvomuyen cuenta el concepto, pues se consideraba que careca de cientifcidad y resultaba difcil cuantifcar variables re-lacionadas con l (Baker 1988).Nuevas tendencias y perspectivasEltercerestadiopropuestoporBakersereferealas ltimasdcadasdelsigloXX,periodoenelqueseob-serva un nuevo cambio en la forma de hacer geografa yporendeenlamaneradeutilizarlanocindepai-saje. A partir de los aos setenta, el concepto vuelve a cobrar protagonismo alimentado por la emergencia de una nueva geografa histrica y cultural, as como por el acercamiento de la geografa al marxismo y luego al posestructuralismo, lo cual incorporara el paisaje nue-vamentecomoobjetodeanlisisgeogrfco.Elacer-camientoaotrascienciassocialesbrindelementos terico-metodolgicosconloscualesabordardeuna manera ms crtica y social el espacio, el lugar y, sobre todo,lassociedadesquelosproducen.Noobstante, antelarelativaorfandadenlaquequedelconcepto desde mediados del siglo XX, otras disciplinas como la historia y la antropologa le dieron acogida, a tal pun-to que, para Muir (1998, 148), este tipo de estudios del paisaje han llegado a constituirse en una disciplina in-terdisciplinaria, en donde junto a la geografa histri-ca surgen perspectivas interesadas en el concepto, por ejemplo, la ecologa de paisaje, la historia ambiental, la ecologapolticaylahistoriadelarte(Cosgrove1985; Sabio e Iriairte 2003). Elpaisajedejaentoncesdeservistocomounrea transformadaporactividadeshumanasyempiezaa asumirse como un producto cultural. Surgen preguntas referentes a la relacin del paisaje y el poder, del paisaje y la identidad, la clase, el gnero y la etnicidad, reivindi-cando los signifcados, smbolos, ideologas y represen-taciones que vinculan a un grupo social con un espacio particular (Baker 2003).Este cambio de acento en el anlisis del paisaje, en donde ya no se indaga sobre morfologas culturales en el espacio, sino sobre las relaciones sociales que lo pro-ducen, lleva a un distanciamiento de aquella causalidad lineal propuesta por Sauer y a un desligue de la lgica estrechadelosmodelospropuestadelarevolucin cuantitativa,paraasumirelconceptodesdepers-pectivastericasconstruidasapartirdeelementos propios del marxismo cultural, del posestructuralismo y del humanismo, confgurando lo que Baker (1988) lla-ma la tendencia posmoderna del paisaje en geografa (ver tambin Dennis 1991, 267).Aqu,elpaisajevamsalldeunaasociacinde morfologas fsicas y culturales, para constituirse en un complejo producto sociocultural, en un trmino poli-smico que se refere al aspecto de un rea, al conjun-to de los objetos que crean esa apariencia y a la propia zona(Duncan2000,425).Surgen,portanto,nuevos trabajos que se hacen preguntas distintas o novedosas UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA |FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS |DEPARTAMENTO DE GEOGRAFA82 Juan David Delgado Rozoque tienen como propsito indagar acerca de los conte-nidossimblicosylossignifcadosculturalesinsertos en el paisaje, es decir, acerca de las formas como indi-viduos y grupos sociales perciben los diversos espacios geogrfcos y las formas en que se los imaginan, apro-pian y representan (Cosgrove 1998). Bajo esta perspectiva, el paisaje deja de ser una reali-dad netamente material o una serie de formas areales y comienza a ser visto como una representacin de esas formasenmediosvariadoscomosonloscuadros,los textos,lasfotografasolasrepresentacionesteatrales hasta llegar a convertirse en los espacios deseados, re-cordados y somticos de la imaginacin y los sentidos (Cosgrove 2002, 63). Se trata, por tanto, de representa-ciones del paisaje cuya informacin, en el contexto de la geografa histrica, puede ser vista como un testimo-nio de ordenamiento social del pasado y sobre todo de las formas de pensar y ver las cosas en tiempos pretri-tos (Burke 2005, 236). Sibienelpaisajepuedeofrecerindiciossobrelas condicionesecolgicasdeunreadeterminada,este yanoeselobjetivofundamentaldesuanlisis,pues considerado como una imagen cultural, una forma pic-trica de representar, estructurar y simbolizar el entor-no (traduccin propia) (Cosgrove y Daniels 1988, 1), el enfoqueseencaminaaanalizarelpaisajecomoparte activa en el establecimiento o contestacin de un orden socialenuncontextohistrico-geogrfcodetermina-do. Desde esta perspectiva, el trabajo de James Duncan (1990)esilustrativoencuantoalmanejodelpaisaje como representacin discursiva en distintos niveles. Duncan se propone deconstruir paisajes coloniales, mostrando cmo sus representaciones hacan parte de un sistema ms amplio de smbolos polticos y cultura-les.ParaDuncan,elpaisaje,enestecaso,delaciudad es un texto en donde a travs de una lectura analtica y entrelneas puede verse la impronta del poder poltico, econmico y religioso (Duncan 1990). Paraelloacogeladefnicindeculturapropuesta por Raymond Williams, quien la asume como un siste-ma de signifcacin a travs del cual necesariamente un orden social, es comunicado, reproducido, experimen-tado y explorado (traduccin propia) (Williams citado por Duncan 1990, 15). Es precisamente en este sentido que Duncan concibe el paisaje, como sistema de signif-cados que tiene la pretensin de comunicar y reprodu-cir un determinado orden social. Considera necesario, por tanto, develar la manera en que el paisaje, codifca informacin,graciasalocualesposibleestablecersu rol en la constitucin de la prctica social y poltica. En la raz de esto, dice Duncan (1990), est el concepto de intertextualidad, que implica que el contexto de un tex-to es otro texto.De ah que la manera en que Duncan considera que se debe interpretar el paisaje es a partir de las metodolo-gas propias del anlisis discursivo, las cuales provienen delasemiticaylalingstica(VanDijk2005).Desde estaperspectiva,elobjetivodeDuncan(1990)esilus-trar la manera en que el paisaje puede ser utilizado por individuos o grupos sociales para reproducir, legitimar o subvertir un poder poltico hegemnico, lo cual se da en un periodo y lugar especfco, en este caso, las tierras altas del centro de Sri Lanka a comienzos del siglo XIX. Esta acepcin del trmino le permite hacer inferencias encaminadas a develar, tras la silueta muchas veces na-turalizada y eterna de un bello paisaje, los signifcados e ideologas subyacentes y funcionales a las relaciones de poder vigentes en un periodo y lugar particular.Por su parte, Cosgrove (1998) coincide con Duncan (1990)enquelospaisajessonproductosculturalesy representacionesqueexpresanideasacercadelaper-cepcin e imaginarios del territorio, en tanto que cier-tosgrupossocialesestablecenlazosdeidentidadcon este. Sin embargo, defne el trmino como un proceso en el que las relaciones sociales y el mundo natural se constituyenmutuamenteenlaformacindeescenas visibles, espacios vividos y territorios regulados (Cos-grove 2002, 78). A diferencia de Duncan, para aquel au-tor, ms cercano al marxismo, el nfasis debe recaer en el anlisis del proceso de produccin social de la idea de paisaje,porloqueelestudiodesusrepresentaciones, entextoseiconografas,debeiracompaadodeun profundo conocimiento de las caractersticas polticas, econmicas y culturales de la sociedad y los individuos que las han producido (Cosgrove 1998).En este sentido, profundizar en la formacin histri-ca de un determinado paisaje implica auscultar en la his-toria misma de la sociedad que lo ha construido, en sus sistemas productivos, en sus tcnicas de uso de la tierra, en las artes, as como en sus imaginarios y en los signif-cados con los que se relaciona con el entorno. Tomando como punto de partida la Europa del Renacimiento, Cos-grove (1998) asocia la formacin de la nocin de paisaje enOccidenteconelascensomismodelcapitalismo,si-tuandoelorigendelaideaenelperiododetransicin feudalismo-capitalismo,momentoenelcualsegenera 83 CUADERNOS DE GEOGRAFA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFA | n. 19, 2010 |ISSN: 0121-215X |BOGOT, COLOMBIAEntre la materialidad y la representacin: refexiones sobre el concepto de paisaje en geografa histrica unaseriedecambiostcnicosyculturalesqueprocla-man una nueva forma de ver el mundo y sobre todo de escrutar, explorar, apropiar y utilizar la tierra.Cosgrove (1998) sita las primeras manifestaciones en torno a la idea de paisaje en el norte y centro de Ita-lia, as como en la regin de Flandes, entre los siglos XV y XVI. Segn este autor no es casualidad que la idea de paisaje haya nacido en estas regiones de Europa, dado queparaesemomentoelnortedeItaliayelvalledel Rhin eran el epicentro econmico del continente, ade-ms de ser reas densamente pobladas y urbanizadas, lugar de asiento de poderosas burguesas mercantiles. Para Cosgrove (1998) el paisaje es un producto cul-tural propio de una burguesa urbana en ascenso, pues es una manifestacin de las condiciones materiales de la poca (modo de produccin) y de los imaginarios so-ciales con los cuales dicho grupo pretenda controlar e incorporarnuevastierrasalasreasdeinfuenciade ciudades como Venecia y Florencia. Esto lo hace a partir del estudio de la pintura paisajstica del Renacimiento en la que se representan escenas de la campia europea con cierto carcter simtrico, el cual responde a un or-denamientogeomtricodelespacio.Aqu,laperspec-tiva,comorecursodelartistaparaincorporardeuna maneracasimatemticalaprofundidaddecampoen el paisaje, era la tcnica utilizada en la creacin de este tipo de representaciones (Cosgrove 1985).Adems, Cosgrove (2002) considera que cada socie-dad, en determinado momento de la historia, tiene un particular modo de ver el paisaje, el cual es cultural-menteconstruidoyenbuenamedidarespondealos intereses de un grupo social hegemnico. Esta manera complejadeabordarelpaisajedemocratizaypolitiza loque,deotromodo,seraunaexploracinnatural ydescriptivademorfologasfsicasyculturales.As, pues, se introducen en el estudio del paisaje cuestiones de formacin de la identidad, expresin, actuacin e in-clusoconficto(78).Deahlointeresantequeresulta intentar reconstruir los paisajes del pasado, dado que, al asumirlo como producto sociocultural, nos habla de las gentes que lo vivieron, lo experimentaron y que, en ltimas, lo produjeron. Por su parte, para Baker (1992) el paisaje se encuen-tra profundamente relacionado con la ideologa. Segn este autor, si bien, el paisaje tradicionalmente ha sido abordado por la geografa histrica a partir del anlisis desuestructuramaterialotangible,lacualesexpre-sinvisibledeunmododeproduccin,debetenerse en cuenta que estas caractersticas materiales han sido creadas en un contexto ideolgico.ParaBaker(1992)elconceptodeideologaesfun-damentalparaentenderlasrepresentacionesdelpai-saje.Distingueinicialmentedosdefnicionesconlas que comnmente se ha asociado el trmino: la primera considera la ideologa como la red de las ideas que im-pregnan el orden social y que constituyen la conciencia colectivadecadapoca,lasegundalavecomouna falsa conciencia que de alguna manera impide captar lascondicionesrealesdelaexistenciahumana(tra-duccin propia) (Tompson citado por Baker 1992, 3). Sin embargo, puede decirse que la primera defnicin essumamenteampliayquelasegundaessumamen-teestrecha.Portalrazn,Bakeracudeaotrosautores para complementar el concepto. En este sentido, cita a AnthonyGiddens,quienconsideraqueparaentender laideologaenunespacio-tiempoparticularesnece-sarioexaminarcmolasestructurasdesignifcacin son movilizadas para legitimar los intereses de los gru-poshegemnicos(Baker1992,3).Porotraparte,cita aGeorgeDuby,paraquienlaideologaesunsistema (queposeesupropialgicayestructura)derepresen-taciones (imgenes, mitos, ideas o conceptos) que juega un rol histrico en una sociedad dada (Baker 1992, 4). En este sentido, si la ideologa implica la existencia de un sistema de signifcacin y dominacin, cualquier paisajerepresentado,alserunproductocultural,es tambin un sistema de signifcados y tiene por ende un carcter ideolgico. Sin embargo, son particularmente tres aspectos de la ideologa los que para Baker revis-tenespecialrelevanciaenrelacinconelpaisajeysu interpretacin. El primero tiene que ver con la tenden-cia de la ideologa a la bsqueda o implantacin de un orden, el segundo, con la tendencia a la afrmacin de autoridad y el tercero, con la tendencia a un proyecto de totalizacin (Baker 1992, 4). Delostresaspectosmencionados,labsquedao implantacin de un orden es, a mi juicio, la que reviste mayorimportancia,pueselconceptodeordenesre-presentadoenelpaisaje,tantodeformanointencio-nalcomodeformaintencional(Baker1992,4).Esta pretensindeordenpuedehacerquepormediodela pinturadepaisajesodeldiseodejardinesyparques urbanos o rurales se expresen formas de ordenamiento social o de tenencia y uso de la tierra, haciendo de un grupo social el legtimo propietario de un determinado territoriouocultandoosilenciandoelpapeldeotros UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA |FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS |DEPARTAMENTO DE GEOGRAFA84 Juan David Delgado Rozogrupossocialescomoconstructoresdeespacio(Cos-grove 1998; Van Ausdal 2006).Al tener una pretensin de ordenamiento esttico, que tambin puede ser social y poltico, el paisaje puede naturalizar y ocultar relaciones sociales confictivas. En estadireccinapuntaelsentidodelanlisisqueMit-chell hace del paisaje californiano en su libro Te Lie of Te Land (1996). Este texto se enmarca en la California de comienzos del siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mundial.Mitchellseproponeanalizarloscostoshu-manos que tuvo producir (tanto material como simb-licamente) un paisaje mundialmente reconocido por su belleza, el cual es considerado el gran logro de la epope-ya de colonizacin norteamericana del oeste. Pese a la imagen estereotipada de un paisaje ordena-do y colonizado por las gentes y valores angloamerica-nos,Mitchellconsideraquelosconfictosmaterialese ideolgicosrelacionadosconlascondicionesdeviday detrabajodelosemigrantes,jugaronunpapelimpor-tante en la construccin del paisaje californiano. Fue so-bre las espaldas de los inmigrantes mexicanos, chinos y de otras procedencias que se construy, segn Mitchell, esteemblemticopaisaje,mostrandocmoestosgru-possocialesseintegraroncomofuerzadetrabajoala agricultura y a otros tipos de actividades econmicas. Sinembargo,paradjicamenteestosgrupossocia-lesparecenausentesdelasdistintasrepresentaciones y discursos del paisaje californiano, ocultando a su vez las luchas sociales que lideraron por mejorar sus condi-cionesdevidayserreconocidos.Loanteriormuestra cmo el paisaje es poseedor de aquella capacidad para ocultar, bajo un velo liso y esttico, la mano de obra que lo produce y lo mantiene (Cosgrove 2002).ConclusionesEl concepto de paisaje cada vez despierta mayor inters dentroyfueradelageografa,cuestinqueenparte se debe a su carcter polismico y dinmico. De ser un trmino que remita exclusivamente al estudio y carac-terizacindelasmorfologasquelaculturamaterial imprime en el espacio, ha transitado un camino de al-tibajosparasituarse,acomienzosdelsigloXXI,enel mbito de la representacin, el discurso y la ideologa, hacindose preguntas sobre las relaciones de poder, el conficto social, la identidad y la diferencia. En este sentido, el aporte de Duncan (1990) radica en ver el paisaje como un texto, cuestin que va a per-mitiranalizarrepresentaciones,seanescritasovisua-les,comodispositivospolismicosquerequierenuna lecturaentrelneasparasucabalcomprensin,dando cuenta de los silencios y reiteraciones que se dan en es-tos documentos. Sin embargo, en este tipo de anlisis debecuidarsedenocaerenelmbitonetamentedis-cursivo, descuidado el contexto econmico y poltico.ElenfoquedeCosgrove(1998)permiteevidenciar quetodoproductoculturalenestecaso,unarepre-sentacin del paisaje o un discurso se constituye en el marco de un modo de produccin y de una formacin histricaparticular.Porestarazn,paraentenderel signifcado de un paisaje en un momento dado, debe a su vez conocerse el contexto socioeconmico y poltico en el cual se produjo el documento. Finalmente, Baker (1992)poneelacentoenelpaisajecomounproducto ideolgicoysobretodoenelproyectodeordenyde totalidad que existe tras un paisaje textual o pictrico, ordenestticoproducidoporungruposocialgeneral-mentehegemnico,quetrasciendehacialabsqueda de un orden social, espacial y hasta ambiental.Esta forma posmoderna de abordar el paisaje tie-necomoobjetivoanalizarlosimaginariosgeogrfcos yestticos,ascomolasmentalidadesentornoala naturalezaenundeterminadoperiododelahistoria. Comoproductoculturalysistemadesignifcados,el paisaje es la conjugacin en el espacio-tiempo de aspec-tosmaterialeseideales,pues,hansidoresultado dedesigualescondicionesnaturales,perotambinde lasdistintasadaptacioneshumanas.Sinirmslejos, est fuertemente ligado a las relaciones de produccin y de poder, es decir, al tipo de propiedad y de usufructo (Sabio e Iriairte 2003, 9).Sinembargo,consideroquenoesposibleafrmar que las formas de abordar el paisaje tradicional y mo-dernahayansidodeltodosuperadas,dandolugara una nica, actual y exclusiva interpretacin posmoder-na.Consideroquelastrestendenciastienentodava bastante tela por cortar, siendo un error despreciar un enfoque sobre el otro. La geografa histrica tradicional hasidolavanguardiaenelestudiodelpaisaje,produ-ciendo trabajos clsicos de gran calidad que son la base de las interpretaciones posteriores. Debe rescatarse de este enfoque la conjugacin del trabajo emprico con el trabajo de campo y el de archivo y la reivindicacin de las transformaciones materiales del paisaje producto de la accin humana. Esta perspectiva obliga al gegrafo a ponerse las botas y comprobar sus elucubraciones teri-cas y archivsticas con la observacin de campo. 85 CUADERNOS DE GEOGRAFA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFA | n. 19, 2010 |ISSN: 0121-215X |BOGOT, COLOMBIAEntre la materialidad y la representacin: refexiones sobre el concepto de paisaje en geografa histrica Asimismo, la geografa histrica moderna o cuanti-tativa, con su inclinacin por los modelos y por la lla-mada ciencia espacial, si bien ha desdeado la idea de paisaje,tambintienemuchoquedecirymuchopor hacer. El aporte de este tipo de modelos, que parte de aplicacin de las nuevas tecnologas de la informacin geogrfca (SIG) y de la percepcin remota, puede con-tribuiradescifrarlaevolucindeciertosespacios,de ciertospaisajesatravsdeltiempo,brindandomate-rias primas importantes susceptibles de ser analizadas desde distintos enfoques. Alageografahistricaposmodernalecorresponde entonces el gran esfuerzo de sntesis y anlisis. Su gran aporteradicaendevolverlealpaisajesuladohistri-co, humanista y social, al considerar las percepciones y construcciones mentales que se ciernen en torno a este y, sobre todo, al considerarlo como un producto social e histricamente construido. En este sentido, los espa-cios y los paisajes son creados por los individuos y por las sociedades en una milenaria y compleja relacin con la naturaleza. No obstante, ms all de las etiquetas (tradicional, moderna,posmoderna),quepuedenresultarmoles-tasyconlasquesepuedeonoestardeacuerdo,la geografa histrica ha rescatado para s la idea de pai-saje,mediantelacualseabreuninteresantecamino paradesentraaraquellasgeografasdelpasado,que obligatoriamente nos hablarn de los problemas y los rumbos que tomarn las geografas del presente y del futuro.Juan David Delgado RozoGegrafo y magster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Docente de Geografa Histrica de la Universidad Nacional de Colombia.UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA |FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS |DEPARTAMENTO DE GEOGRAFA86 Juan David Delgado RozoReferenciasBaker, Alan. 1988. Historical geography and de study of the Europeanrurallandscape.GeografskaAnnaler.SeriesB, Human Geography, 70 (1): 5-16.Baker, Alan. 2003. Geography and history: bridging the divide. Cambridge: Cambridge University Press.Baker, Alan and Gideon Biger (Eds.). 1992. 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