OPUS DEI Como Prelatura, · do la paciencia. Pero en esos mo-mentos, recuerdo que Dios me est ......

2
Por GERMÁN BESSA E l 28 de noviembre de 1982, Juan Pablo II erigía la prelatura perso- nal del Opus Dei. Al comenzar es- te 25º año, el arzobispo Mons. Fran- cesco Monterisi -Secretario de la Con- gregación para los Obispos, dicasterio romano del que dependen las prelatu- ras- subrayaba, refiriéndose al Opus Dei, que esa figura de “la prelatura personal contribuye a enriquecer la comunión de la Iglesia”. Mons. Monterisi evocaba cómo el Siervo de Dios Juan Pablo II recordó que “la pertenencia de los fieles lai- cos tanto a su propia diócesis como al Opus Dei hace que la misión peculiar de la prelatura confluya en el compro- miso evangelizador de toda Iglesia particular”. El Secretario de la Congregación para los Obispos considera que, al ca- bo de cinco lustros “ya se puede co- menzar a hacer balance del trabajo que los miembros de la prelatura han llevado a cabo en este periodo”. Sin pretensión de hacer ese balance cabe señalar que, en estos 25 años des- de su erección como prelatura, el Opus Dei –antes ya trabajaba en 35 países- ha comenzado su labor apostólica es- table en Singapur, Trinidad-Tobago, Suecia, Taiwán, Finlandia, Camerún, República Dominicana, Macao, Nue- va Zelanda, Polonia, Hungría, Repú- blica Checa, Nicaragua, India, Israel, Lituania, Estonia, Eslovaquia, Líbano, Panamá, Uganda, Kazajstán, Sudáfri- ca, Eslovenia, Croacia, Letonia y Ru- sia. Trabajo profesional. Los inicios de esa presencia han ido vinculados al trabajo profesional de fieles laicos –son la inmensa mayoría- de la Prela- tura. Así por ejemplo, el Dr. Carlos Barrios, actualmente profesor titular de Cirugía Ortopédica y Traumatolo- gía en la Universidad de Valencia, re- cuerda cómo “en 1985 terminada la especialidad en la Clínica Universita- ria de Pamplona, me fui al Instituto Karolinska de Estocolmo para traba- jar en cirugía ortopédica oncológica”. Se daba la circunstancia de que en el Karolinska había entonces otros tres médicos investigadores, fieles del Opus Dei: un brasileño, un argentino y otro español. El Prelado Mons. Alvaro del Portillo les advertía que “en un ambiente competitivo como el nuestro, había que servir a los demás, ayudar- les sin que se notara y estar siempre sonrientes”. En otros países y profesiones tam- bién hay competitividad. Antoni Idko- wiak, de los Ferrocarriles Polacos, evoca la sorpresa que produjo conocer la figura del argentino Isidoro Zorzano (uno de los primeros fieles del Opus Dei, ingeniero de ferrocarriles, cuya causa de beatificación está muy avan- zada): “Ambos somos ingenieros fe- rroviarios, y él me ha enseñado una verdad fantástica: que es posible ser- vir a la Iglesia sin llevar hábito o so- tana. Isidoro no hizo nada ‘especial’: dicen que tenía el carisma de la ‘nor- malidad’. Pero en su trabajo –el mis- mo al que yo me dedico desde hace 30 años-, supo servir a los demás y les anunció con alegría a Cristo. Precisa- mente esta es una de las cosas que más me atrae de su vida: que compar- tía sus conocimientos con sus compa- ñeros, y lo veía como un servicio. Y, puede creerme, eso no es nada fre- cuente entre trabajadores de este sec- tor”. Palabra 528, XI-07 (605) 17 Durante una clase en el Institut Supérieur en Sciences Infirmières, anejo al Centro Médico Monkole (R. D. Congo) OPUS DEI Como Prelatura, cumple 25 años Mons. Monterisi: “La prelatura personal, una figura que enriquece la comunión de la Iglesia” Acto solemne de ejecución de la Bula pontificia “Ut sit”, firmada el 28 de noviembre de 1992

Transcript of OPUS DEI Como Prelatura, · do la paciencia. Pero en esos mo-mentos, recuerdo que Dios me est ......

Por GERMÁN BESSA

EEl 28 de noviembre de 1982, JuanPablo II erigía la prelatura perso-nal del Opus Dei. Al comenzar es-

te 25º año, el arzobispo Mons. Fran-cesco Monterisi -Secretario de la Con-gregación para los Obispos, dicasterioromano del que dependen las prelatu-ras- subrayaba, refiriéndose al OpusDei, que esa figura de “la prelaturapersonal contribuye a enriquecer lacomunión de la Iglesia”.

Mons. Monterisi evocaba cómo elSiervo de Dios Juan Pablo II recordóque “la pertenencia de los fieles lai-cos tanto a su propia diócesis como alOpus Dei hace que la misión peculiarde la prelatura confluya en el compro-miso evangelizador de toda Iglesiaparticular”.

El Secretario de la Congregaciónpara los Obispos considera que, al ca-

bo de cinco lustros “ya se puede co-menzar a hacer balance del trabajoque los miembros de la prelatura hanllevado a cabo en este periodo”.

Sin pretensión de hacer ese balancecabe señalar que, en estos 25 años des-de su erección como prelatura, el OpusDei –antes ya trabajaba en 35 países-ha comenzado su labor apostólica es-table en Singapur, Trinidad-Tobago,Suecia, Taiwán, Finlandia, Camerún,República Dominicana, Macao, Nue-va Zelanda, Polonia, Hungría, Repú-blica Checa, Nicaragua, India, Israel,Lituania, Estonia, Eslovaquia, Líbano,Panamá, Uganda, Kazajstán, Sudáfri-ca, Eslovenia, Croacia, Letonia y Ru-sia.

Trabajo profesional. Los inicios deesa presencia han ido vinculados altrabajo profesional de fieles laicos–son la inmensa mayoría- de la Prela-

tura. Así por ejemplo, el Dr. CarlosBarrios, actualmente profesor titularde Cirugía Ortopédica y Traumatolo-gía en la Universidad de Valencia, re-cuerda cómo “en 1985 terminada laespecialidad en la Clínica Universita-ria de Pamplona, me fui al InstitutoKarolinska de Estocolmo para traba-jar en cirugía ortopédica oncológica”.Se daba la circunstancia de que en elKarolinska había entonces otros tresmédicos investigadores, fieles delOpus Dei: un brasileño, un argentino yotro español. El Prelado Mons. Alvarodel Portillo les advertía que “en unambiente competitivo como el nuestro,había que servir a los demás, ayudar-les sin que se notara y estar siempresonrientes”.

En otros países y profesiones tam-bién hay competitividad. Antoni Idko-wiak, de los Ferrocarriles Polacos,evoca la sorpresa que produjo conocerla figura del argentino Isidoro Zorzano(uno de los primeros fieles del OpusDei, ingeniero de ferrocarriles, cuyacausa de beatificación está muy avan-zada): “Ambos somos ingenieros fe-rroviarios, y él me ha enseñado unaverdad fantástica: que es posible ser-vir a la Iglesia sin llevar hábito o so-tana. Isidoro no hizo nada ‘especial’:dicen que tenía el carisma de la ‘nor-malidad’. Pero en su trabajo –el mis-mo al que yo me dedico desde hace 30años-, supo servir a los demás y lesanunció con alegría a Cristo. Precisa-mente esta es una de las cosas quemás me atrae de su vida: que compar-tía sus conocimientos con sus compa-ñeros, y lo veía como un servicio. Y,puede creerme, eso no es nada fre-cuente entre trabajadores de este sec-tor”.

Palabra 528, XI-07 (605) 17

Durante una clase en el Institut Supérieur en SciencesInfirmières, anejo al Centro Médico Monkole (R. D. Congo)

OPUS DEI

Como Prelatura,cumple 25 añosMons. Monterisi: “La prelatura personal, una figuraque enriquece la comunión de la Iglesia”

Acto solemne de ejecución de laBula pontificia “Ut sit”, firmada el28 de noviembre de 1992

roma 26/10/07 11:47 Página 17

Algo que vale la pena. Precisamentea raíz de su amistad con una compa-ñera de trabajo, es como Mrs. Tutua-Nathan, neozelandesa maorí (de latribu Tuwharertoa) que vive en We-llington, entró en relación con la Pre-latura. Actualmente es madre de fa-milia y supernumeraria del OpusDei.

Su vida no ha cambiado. Su modode afrontarla, sí. “Tengo cinco niñosy sigo la rutina de cualquier otra ma-dre de familia”, explica. “Tengo mu-chas luchas al día en las que quieromejorar: riño enfadada a mis hijos,gruño cuando me canso y discutocon mi marido. Hay muchas ocasio-nes a lo largo del día en las que pier-do la paciencia. Pero en esos mo-mentos, recuerdo que Dios me estámirando y me sonríe –eso es lo quehe aprendido en el Opus Dei- y pro-curo cambiar de actitud. Cuando hayuna montaña de platos esperando aque los lave, digo al Señor que leofrezco ese trabajo que no me apete-ce y le pido que Él ayude a mis hi-jos”.

Otras personas han conocido elOpus Dei por vías distintas. La pola-ca Irene Kalpas sólo al cabo de cin-cuenta años se atrevió a visitar el nú-mero 27 de la calle Filtrova, de Var-sovia, donde vivía hasta 1944 ydesde donde toda la familia fue lle-vada al campo de concentración nazide Ravensbrück. En lo que fuera sucasa encontró un centro de la Prela-

tura, en la que poco después, con 90años de edad, pediría ser admitida.Comentaba: “Nunca se sabe cuándonos puede tocar la gracia de Dios.Agradezco a Dios de todo corazónque al final de mi vida me haya per-mitido empezar algo nuevo que valela pena”.

Iniciativas apostólicas. Celine Ten-dobi, de la R.D. del Congo, en cambio,contactó con el Opus Dei siendo muyjoven, cuando esperaba las notas deingreso a la universidad. La cola eralarga: “Comencé a charlar con unachica que estaba a mi lado. Y en undeterminado momento le comenté queestaba buscando un sacerdote con elque pudiese charlar”. Así conoció elcentro Tangwa (“eco” en lengua linga-la) de la Prelatura, próximo a la uni-versidad de Kinshasa.

Celine hizo su carrera de medici-na, que ahora ejerce profesionalmen-te en el Centro Hospitalario Monko-le, iniciativa promovida (1991) pormiembros del Opus Dei en la perife-ria de Kinshasa, con varias extensio-nes en otros suburbios y, desde 1997,un Instituto Superior de Ciencias dela Enfermería. El Director adjunto deMonkole –Dr. Lumu Kambala, padrede seis hijos– explica cómo “los quetrabajamos allí intentamos ofrecer,en la medida de nuestras posibilida-des, una medicina de calidad a laspersonas de nulos o muy escasos re-cursos. Porque la medicina de cali-

dad, ése es nuestro objetivo, no pue-de reservarse a los estratos socialesmás beneficiados”.

De hecho, en estos 25 años, ademásde su apostolado personal, muchos fie-les y cooperadores de la Prelatura delOpus Dei, junto con amigos y colegas,han promovido nuevas iniciativas so-ciales y asistenciales, en países de loscinco continentes.

“Siguen de este modo –señalaba re-cientemente el Prelado Mons. JavierEchevarría– las huellas de la magna-nimidad con la que San Josemaría im-pulsó tantas obras de evangelización yde promoción humana en favor de losmás pobres”. Y citaba, como ejemplo,el inicio en 2002 “del centro de cuida-dos paliativos Laguna (en Madrid) odel proyecto de promoción educativaHarambee, destinado a poner en mar-cha tareas de interés social en paísesdel África subsahariana”. ■

ROMA

Palabra 528, XI-07 (606)18

Antoni Idkowiak, con otros ferroviarios polacos, duranteuna conferencia sobre Isidoro Zorzano en mayo de 2007

■ BENEDICTO XVI EN VELLETRI

“Lógica de compartir”El 23 de septiembre, el Papa realizóuna visita pastoral a Velletri, al surde Roma. Allí presidió unacelebración eucarística en laexplanada de la Catedral. BenedictoXVI fue titular de la iglesiasuburbicaria de Velletri-Segni desde1993 hasta su elección alpontificado en abril de 2005. Susucesor en esta sede es el cardenalFrancis Arinze, prefecto de laCongregación para el Culto Divino yla Disciplina de los Sacramentos.En su homilía comentó la parábolaevangélica del administrador infiel.El Papa reflexionó sobre el peligrode un “excesivo apego” a los bienesmateriales. En este contexto, afirmóque es necesaria una“reconversión” de los bieneseconómicos, para usarlos no sóloen beneficio propio, sino tambiénpensando en las necesidades de lospobres.Benedicto XVI dijo que, aunque elprovecho sea legítimo, hay queabandonar la lógica del beneficiocomo criterio último de la vida, yasumir la lógica de compartir y de lasolidaridad. Si prevalece esta última,“es posible corregir la ruta yorientarla hacia un desarrolloecuánime, para el bien común detodos”.

roma 26/10/07 11:48 Página 18