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RESUMEN A partir de la información contenida en las Relaciones Geográficas elaboradas por orden de Felipe II, se intenta extraer la información de carácter urbanístico contenida en las mismas y referida a lo que fue el territorio de la Audiencia de la Nueva Galicia entre 1575 y 1585, aproximadamente. Su especial situación en la frontera norte del virreinato de la Nueva España hizo que la ocupación con nuevas poblaciones estuviera condicionada por la presencia de indios chichimecas y, a nivel económico, por el descubrimiento de minas. El trabajo se basa en las 12 Relaciones conservadas en la actualidad acompañadas de dos dibujos. Palabras clave: Nueva Galicia, urbanismo virreinal, arquitectura mexicana ABSTRACT Based on the Relaciones Geográficas compiled by order of Philip II, an attempt was made to extract information from the documents relating to settlement planning in the territory of the Audience of New Galicia between 1575 and 1585 approximately. As a result of its strategic location on the northern frontier of the Viceroyalty of New Spain, the occupation of the territory by new settlers was conditioned by the presence of Chichimeca Indi- ans and, in economic terms, by the discovery of mines. The paper is based on the 12 surviving Relaciones, which are accompanied by two drawings. Keywords: New Galicia, the town planning of the viceroyalty, mexican architecture NUEVA GALICIA EN LAS RELACIONES GEOGRÁFICAS DE FELIPE II: ASPECTOS URBANOS Rafael López Guzmán Universidad de Granada La Nueva Galicia en la República de México se situaba en la zona Oeste, limitada por el Océ- ano Pacífico y correspondiendo su territorio, en términos políticos actuales, a los Estados de Aguascalientes, Zacatecas y Nayarit, gran parte de Jalisco y la zona noroccidental de San Luis Potosí. En el siglo XVI, momento de su confor- mación, fue parte de la frontera norte en con- tacto con grupos de indios chichimecas algunos de los cuales practicaban la agricultura de forma muy limitada. Los grupos prehispánicos no inte- graban una cultura única en esta zona y, de hecho, son varias las lenguas indígenas que allí se documentan. No existían poblaciones impor- tantes mayores que las rancherías, respondien- do a un patrón demográfico muy ruralizado. La primera presencia española en este terri- torio se constata en 1524 cuando Francisco Cortés, primo y lugarteniente del conquistador, dirige un ejército con dirección norte desde Colima. Pese a que ya se repartieron algunas encomiendas la ocupación era teórica no pasan- do de ser más que una expedición de reconoci- miento. En 1530 el primer presidente de la Audiencia de México, Nuño de Guzmán, va a encabezar un ejército con un claro objetivo conquistador y colonizador aplicando una injustificada estrate- gia de matanzas y tierra quemada que caracteri- zaría la pésima gestión de Nuño de Guzmán en todos los ámbitos de su jurisdicción. Esta políti- ca hizo que los pequeños grupos chichimecas QUINTANA Nº7 2008. ISSN 1579-7414. pp. 117-135 Data recepción: 2008-04-14 Data aceptación: 2008-07-18

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RESUMENA partir de la información contenida en las Relaciones Geográficas elaboradas por orden de Felipe II, se intentaextraer la información de carácter urbanístico contenida en las mismas y referida a lo que fue el territorio de laAudiencia de la Nueva Galicia entre 1575 y 1585, aproximadamente. Su especial situación en la frontera nortedel virreinato de la Nueva España hizo que la ocupación con nuevas poblaciones estuviera condicionada por lapresencia de indios chichimecas y, a nivel económico, por el descubrimiento de minas. El trabajo se basa en las12 Relaciones conservadas en la actualidad acompañadas de dos dibujos.

Palabras clave: Nueva Galicia, urbanismo virreinal, arquitectura mexicana

ABSTRACTBased on the Relaciones Geográficas compiled by order of Philip II, an attempt was made to extract informationfrom the documents relating to settlement planning in the territory of the Audience of New Galicia between1575 and 1585 approximately. As a result of its strategic location on the northern frontier of the Viceroyalty ofNew Spain, the occupation of the territory by new settlers was conditioned by the presence of Chichimeca Indi-ans and, in economic terms, by the discovery of mines. The paper is based on the 12 surviving Relaciones, whichare accompanied by two drawings.

Keywords: New Galicia, the town planning of the viceroyalty, mexican architecture

NUEVA GALICIA EN LAS RELACIONES GEOGRÁFICAS DEFELIPE II: ASPECTOS URBANOS

Rafael López GuzmánUniversidad de Granada

La Nueva Galicia en la República de Méxicose situaba en la zona Oeste, limitada por el Océ-ano Pacífico y correspondiendo su territorio, entérminos políticos actuales, a los Estados deAguascalientes, Zacatecas y Nayarit, gran partede Jalisco y la zona noroccidental de San LuisPotosí. En el siglo XVI, momento de su confor-mación, fue parte de la frontera norte en con-tacto con grupos de indios chichimecas algunosde los cuales practicaban la agricultura de formamuy limitada. Los grupos prehispánicos no inte-graban una cultura única en esta zona y, dehecho, son varias las lenguas indígenas que allíse documentan. No existían poblaciones impor-tantes mayores que las rancherías, respondien-do a un patrón demográfico muy ruralizado.

La primera presencia española en este terri-torio se constata en 1524 cuando FranciscoCortés, primo y lugarteniente del conquistador,dirige un ejército con dirección norte desdeColima. Pese a que ya se repartieron algunasencomiendas la ocupación era teórica no pasan-do de ser más que una expedición de reconoci-miento.

En 1530 el primer presidente de la Audienciade México, Nuño de Guzmán, va a encabezar unejército con un claro objetivo conquistador ycolonizador aplicando una injustificada estrate-gia de matanzas y tierra quemada que caracteri-zaría la pésima gestión de Nuño de Guzmán entodos los ámbitos de su jurisdicción. Esta políti-ca hizo que los pequeños grupos chichimecas

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conquistados consiguieran cierta unidad en1541 revelándose contra los españoles en loque se conoció como la guerra del Mixtón,necesitando la presencia del virrey don Antoniode Mendoza para poner fin al conflicto. El des-cubrimiento inmediato de minas de plata en elterritorio (Guachinango, Zacatecas, Tereque-Bolaños …) hizo que el gobierno hispano seinteresara más por la zona, pero, a la vez, estoprovocaría nuevas revueltas entre los chichime-cas que con focos puntuales estarían presenteshasta el siglo XVIII.

La gobernación de la Nueva Galicia estuvobajo Nuño de Guzmán y sus sucesores desde1532 hasta 1544 en que el virrey instauró unaalcaldía mayor durante cuatro años. En 1549 seinstituyó una Real Audiencia radicada en Com-postela con cuatro Oidores. Once años después,en 1560 la sede de la Audiencia cambió a Gua-dalajara. En el aspecto eclesiástico el territoriode Nueva Galicia dependió originalmente de ladiócesis de Compostela que fue fundada porbula papal en 1549. El 10 de mayo de 1560, laAudiencia y Obispado pasaron a la ciudad deGuadalajara, tercera (tras Tepic y Compostela) ydefinitiva capital de Nueva Galicia. La estructu-ración episcopal permitió el nombramiento decuras diocesanos que, en 1571, controlaban 31beneficios. Las órdenes religiosas también hicie-ron su presencia en el siglo XVI. Los francisca-nos crearon dos centros de expansión desdeGuadalajara y desde Zacatecas. Los agustinostambién se establecieron en diversos puntospero dependiendo siempre de la sede de Valla-dolid (Michoacán). Los dominicos solo estuvie-ron puntualmente presentes en algún enclave aligual que los jesuitas. En general, el clero secularse encargó de los asentamientos no indígenas,dejando para las órdenes mendicantes la evan-gelización de los naturales1.

Lógicamente esta introducción histórica esposible desde nuestros conocimientos actualespero desde del primer contacto con América loque se abría era un cúmulo de interrogantessobre el territorio, sus habitantes y condicionesnaturales. Así, en paralelo a las conquistas y pro-cesos de ocupación, la monarquía española através del Consejo de Indias se interesó por sis-tematizar los conocimientos que existían sobre elnuevo continente. De esta forma se solicitaron

continuamente relaciones y descripciones anavegantes, conquistadores y burócratas pero,no será hasta las denominadas Relaciones deFelipe II (1577) cuando se obtengan un númeroelevado de respuestas que permitan el estudiosincrónico de las mismas (Fig. 1). Además, elcuestionario de 50 preguntas, perfectamentesistematizado con temáticas concretas (geogra-fía, historia, población, recursos económicos,lenguas habladas, etc.), nos aproxima a la nece-sidad de conocimiento de la realidad americanaen los conceptos que comprendía el hombre delsiglo XVI2.

El sistema de ejecución propuesto por elConsejo de Indias, común para toda Américapero centrándonos en el Virreinato de la NuevaEspaña al que pertenecía el espacio que estudia-mos, facilitaba que las respuestas fueran parita-rias ya que, una vez que llegaba el impreso a lacapital virreinal, se distribuía entre los alcaldesmayores y corregidores principalmente, aunquea veces se delegó en otros funcionarios, frailes ocuras. Pero, en general, fueron los primeros losque condujeron estas Relaciones, contando, casisiempre, con los gobernadores indígenas y los“más viejos del lugar”, mejorando, de estaforma la información histórica; así como con tra-ductores de las distintas lenguas autóctonas. Noolvidemos que el relato comunitario era la formade mantener la memoria colectiva en las socie-dades prehispánicas, a veces utilizando códicescomo repositorios de esa memoria, algunos delos cuales fueron consultados en la redacción deestas Relaciones. Lo que implica, en definitiva,un sistema altamente científico en el horizontecultural del dieciséis. Una vez concluidas las res-puestas, redactadas y dando fe del texto el escri-bano público se enviaban de nuevo a México,desde donde se remitían al Consejo de Indias. Envarias preguntas se pedía una “pintura” querepresentara la traza de la población o el perfilde las costas. Los resultados, cuando se hicieron,son desiguales, variando en calidad y en com-prensión del territorio, pero el conjunto de imá-genes que acompañaron a las Relaciones devuelta son, actualmente, el grupo más significa-tivo de dibujos sobre la geografía urbana deMéxico en el siglo XVI3.

Para nosotros constituye un material de granrelevancia si tenemos en cuenta la amplitud del

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Fig. 1. Instrucciones de Felipe II.

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mismo y la realización en un arco cronológicomínimo (1578-1585), en el momento en que laNueva España está casi plenamente estructura-da con el organigrama virreinal. Este caráctercomparativo se aumenta al evaluar que losredactores de las mismas fueron fundamental-mente gentes de América, bien naturales odescendientes en primera generación de losespañoles llegados con la conquista. Luego esuna visión americana de su propio mundo acor-de, claro está, con las condiciones culturales delmomento.

Desgraciadamente muchas de estas relacio-nes se han perdido o se han fragmentado, des-conociéndose la ubicación actual de los textos ode las pinturas. Además, los avatares de su con-servación han hecho que el conjunto documen-tal se haya fragmentado en tres archivos básicos(Real Academia de la Historia de Madrid, Gene-ral de Indias de Sevilla, Biblioteca de la Universi-dad de Texas), a los que hay que añadir laRelación de Tlaxcala que pasó del archivo per-sonal de Felipe II a la Biblioteca de la Universi-dad de Glasgow.

De las Relaciones Geográficas realizadas enel territorio de Nueva Galicia se conservanactualmente doce, algunas de las cuales inclu-ye varias poblaciones. De los supuestos dibujosque acompañarían los textos están localizadosdos: Ameca y Compostela. Su información esmuy dispar. El que acompaña la relación deAmeca presenta la traza urbana de la poblacióncon una retícula ortogonal centrada por laplaza donde se especifica la cárcel y la iglesiacon su atrio (Fig. 2). En el entorno aparecenpoblaciones sujetas, así como haciendas yminas, sin olvidar la traza de caminos y acci-dentes geográficos (montañas y ríos). Lo másimportante, sin duda, es la traza urbana quenos brinda.

En cambio, el dibujo incluido en la Relaciónde Compostela responde más a un mapa debuena parte del territorio de Nueva Galicia cen-trado por la ciudad de Santiago de Composte-la, representada mediante una iglesia de mayortamaño, pero con numerosos enclaves pobla-cionales acompañados de leyendas e, incluso,el perfil del océano Pacífico en estas latitudes(Fig. 3). La pintura aúna la panorámica genéri-ca del territorio con esquemáticas representa-

ciones de las sierras y los caminos, así como delas pequeñas poblaciones y minas dependien-tes de Compostela. A estos dibujos se añadenleyendas de carácter geográfico que se acumu-lan en la descripción de la costa del Mar del Sur(océano Pacífico), advirtiendo las caletas, bahí-as, islas, esteros, precisiones de distancia y sali-das.

La información de este plano se puede com-pletar con otro conservado en el Archivo Gene-ral de Indias de Sevilla, fechado en 15504, quetrasmite también la imagen genérica de NuevaGalicia (Fig. 4). Aquí, aparte de los datos geo-gráficos, encontramos figuraciones de los indioschichimecas. También presenta ya la preemi-nencia de Guadalajara sobre la ciudad de Com-postela. La primera responde a una trazaurbana con cuatro manzanas, mientras que enCompostela solo podemos apreciar su cualidadpor el mayor tamaño de la supuesta edificaciónde su iglesia.

Comenzaremos el análisis de las distintaspoblaciones referidas en las Relaciones de FelipeII para la Nueva Galicia por la ciudad de Com-postela5. El texto de la misma fue elaborado porel teniente de Alcalde Mayor don Lázaro Blancoy la asistencia del escribano Antonio Muñoz,quienes firmaban el documento el 26 denoviembre de 15846. Inicialmente esta ciudad sedenominó Villa del Espíritu Santo, cambiándo-sele el nombre por Cédula Real de 1532. Suasentamiento original fue junto a la cabeceraindígena de Tepic7, trasladándose el 25 de juliode 1540, día del apóstol Santiago, a su localiza-ción definitiva8. Así, en el texto de la RelaciónGeográfica de 1584, se dice:

Fue primero, esta ciudad cabeza de todoeste nuevo reino y obispado de la NuevaGalicia y Xalisco, por haber residido en ellalas dos sillas de la Gobernación y realAudiencia, y silla obispal 9.

La fundación se debió a la existencia de unaserie de minas de oro y plata en las inmediacio-nes, las cuales dejaron de producir y, conse-cuentemente, disminuyó la importancia de laciudad. Por esta razón Compostela estaba endecadencia en la fecha de la Relación:

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Fig. 2. Ameca (1579). Relaciones Geográficas de Felipe II.

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Fig. 3. Provincia de Compostela (1584). Relaciones Geográficas de Felipe II.

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En este no hay, al presente, que decirmás que pobló esta ciudad Nuño de Guz-mán, gobernador que fue deste reino, concien hombres conquistadores, poco más omenos, el año de treinta y dos. Tiéneseentendido la pobló por mandado de suMajestad; al presente tendrá veinte vecinos.Ha ido en disminución, después que se fuedella el Audiencia real a la ciudad de Gua-dalaxara10.

A nivel urbano la pintura que acompaña laRelación no nos dice nada sobre la traza. Comohemos señalado, Compostela sólo se identificamediante una iglesia de mayor tamaño que lasrestantes y una glosa en la que se lee

Está la ciudad de Compostela en uncollado entre sierras altas, 8 leguas de lamar, por camino áspero y llano a ratos11.

La realidad urbana de la traza de 1540 res-pondía a una cuadricula que configuró el centroy determinó la expansión posterior.

Uno de los grupos de poblaciones más sig-nificativos de la Nueva Galicia era el que seenglobaba en la denominada Alcaldía deAmula12. Esta jurisdicción comprendía las cabe-ceras de Zapotitlán, Tuscacuesco (Tuxcacues-co)13, Cusalapan (Cuzalapa) y Amula. Estaúltima, aunque daba nombre al conjunto, des-apareció en 1575 ya que una peste acabó conla mayoría de los habitantes que se trasladarona Zapotitlán. La redacción del texto fue coordi-nada por el Alcalde Mayor don Francisco deAgüero pero con la participación de dos escri-banos, Bonifacio Martínez y Juan Bautista deOrozco.

La geografía de esta jurisdicción entre mon-tañas volcánicas hacía difícil la traza de laspoblaciones. Así, Zapotitlán:

Fig. 4. Nueva Galicia, c. 1550. Archivo General de Indias. MP. México, 560.

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… está asentado en la falda de un vol-cán, donde tiene, en cada calle, una barran-ca que nace del dicho volcán14.

Es más, algunos pueblos dependientes,como el de San Jerónimo ni siquiera teníancamino de acceso, lo que impedía la evangeli-zación:

Esta una senda muy pequeña y peligrosde subir en este dicho remate, que sube aun pueblo llamado San Jerónimo, sujeto aeste, que tendrá como hasta ocho o diezindios, los cuales no tienen camino pordonde pueda subir justicia ni fraile, ni sesabe si tienen iglesia ni orden, porque no sepuede allá subir15.

La guerra del Mixtón (1541), a nivel urbano,concluyó con el asentamiento de grupos chichi-

mecas. Un ejemplo paradigmático sería el pue-blo de Teucaltiche (Teocaltiche) situado en elnorte del actual Estado de Jalisco. Su poblaciónera resultado del éxodo de indígenas de Nuchiz-tlán (Nochistlán -Zacatecas-) que habían huidodel proceso de conquista de don Nuño de Guz-mán. Tras alcanzar la paz se mantuvieron lasjerarquías indígenas aunque también vivíanalgunos españoles. Más adelante, en 1558, sefundó la villa de Lagos (Lago de Moreno) paraespañoles y, curiosamente, dependiente deTeucaltiche. Es más, mientras que la villa deSanta María de los Lagos respondía a un trazourbano irregular, Teucaltiche tenía “… sus casasen orden”16. Idea cotejable en la comparaciónde los planos actuales de las dos poblaciones(Figs. 5 y 6).

Es interesante el sistema de encargo que seutilizó para la realización de la pintura quedebía acompañar la Relación Geográfica y queha desaparecido. Sería del tipo de visión genéri-

Fig. 5. Lago de Moreno. Plano.

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della; aunque, lo que en ella se escribió, eslo que dello se pudo saber con toda diligen-cia18.

Entre los enclaves de españoles situados enesta Audiencia, más concretamente en la zonaoeste del Estado de Jalisco, se encuentra la Villade la Purificación19. Ésta controlaba una extensazona agrícola con numerosos asentamientosindígenas en las sierras adyacentes, llegandohasta la costa del Pacífico. Debió fundarse enfebrero de 1533, trasladándose a su asentamien-to definitivo en 1543. Pudieron ser yacimientosmineros los que atrajeran a los primeros españo-les20. De hecho, en la zona también estuvieron lasminas de Xocotlán pobladas en 155021.

ca de la geografía de la zona con las siguientesmatizaciones:

Y, con los dichos naturales, hice quehiciesen una pintura de toda esta provincia,y de los pueblos y estancias, ríos y sierras yotras cosas della, que es el orden que ellostienen para darlo a entender. La cual hicie-ron a su modo, que es esta que con estarelación va; y, en ella, se escribió lo que con-vino para su declaración. Y, si su merced deldicho señor Licenciado Maldonado17 fuereservido de informarse más particularmentede lo contenido en la dicha pintura median-te intérpretes, irán a la ciudad de Guadala-xara indios antiguos que hagan declaración

Fig. 6. Teocaltiche. Plano.

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án La Relación de 1585 no dice nada de la traza

urbana del pueblo, aunque sí especifica queentre los pueblos de indios del entorno:

… no hay pueblo formado, que estánmetidos entre los herbazales, que no separecen las casas…22.

Es más, en las vecinas minas de Xocotlán23

se especifica:

… que las calles y casas destas minas yprovincia están fundadas no con orden niconcierto, porque, como la tierra es áspera,hace cada uno casa adonde le parece asien-to más cómodo; y los pueblos, por estamisma razón, están, unos, en quebradas y,otros, en lomas24.

No obstante, la cotejación con el planoactual de la ciudad revela un origen en retícula.

Por el contrario, eran pueblos de indios loscomprendidos en las jurisdicciones de Ameca25 yTenamaztlán26 (Tenamaxtlan). De Ameca, situa-do al Este de la ciudad de Guadalajara, nos inte-resa su perfecta traza que podemos extraer delcomentario del texto de la Relación de 1579, elcual había sido coordinado por el Alcalde Mayordon Antonio de Leyva, ayudado del escribanodon Pedro de Moras. Se dice:

Están poblados en pueblo formado, ypermanentes, y lo han estado de cincuentaaños a esta parte, con casas de adobe, quees un género de tapia de tierra y paja, másfuerte que tapia, que se hacen en unos mol-des cuadrados, a manera de ladrillos, devara de medir en largo, y media de ancho,con cimientos de piedra; la cubierta es devaras de encina y roble, hechas unas tijeras,y con cañas y paja atada, con dos corrientes,y caballete de estado y medio de alto, y deveinte pies, y treinta, de largo, de estaforma; con calles largas de cien pies deancho y, de casa a casa, por el mismo largode la calle, setenta pasos, que es el solar quese les midió a cada uno. Pocos dellos tienencercadas sus casas con adobe, ni tienenpatio, sino solas las casas; exentas las calles,

con sus encrucijadas como las de las ciuda-des de españoles27.

Más adelante, incluso nos refiere algunas desus principales arquitecturas:

Al décimo capítulo, se responde que, yaestá dicho, está poblado y fundado en tierrallana baja, con traza de calles, casas del rey,iglesia y mesón; hay dos calles en cuadra,con dos encrucijadas, a todas partes deoriente, poniente, norte y sur; mira estedicho pueblo al poniente28.

Estas notas urbanas se pueden cotejar per-fectamente en la pintura que acompaña la Rela-ción y que ya hemos comentado. En ellaencontramos una retícula con manzanas rectan-gulares de distinto tamaño, pero bien ordena-das y modificadas por la traza de la iglesia en laparte central que se antecede de un atrio quelimita con la plaza mayor. En esta plaza se elevael edificio de la cárcel, el mesón y, junto a laiglesia, la casa real. Además se representa elterritorio circundante con los pueblos sujetos,algunos caminos (de la Purificación, del Palma-rejo, para México y provincia de Ávalos, de Iça-tlán, de la ciudad de Guadalajara, de las minasde Guachinango), estancias de ganado y labran-zas de cereales con sus correspondientes pro-pietarios, las montañas y ríos perimetrales. Todoello con tratamiento cromático y ciertas repre-sentaciones de árboles y animales. Esta visióngenérica del paisaje la podemos constatar en eltexto de la Relación:

… este dicho pueblo esta asentado entierra llana, en un valle, rasa por la parte deoriente y poniente, y muy montuosa y áspe-ra por las partes del norte y sur, por cerrosaltos y quebradas que tienen. Es abundantede aguas, por pasar cerca deste pueblo unrío y algunas fuentes, aunque de pocacorriente…29.

Pocos datos aporta, en cambio, la RelaciónGeográfica de Tenamaztlán, realizada en 1579por el Corregidor don Pedro de Ávila, que anivel religioso dependía de las cabeceras de

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Cocula y Autlán. Solo se nos indica que losindios de la zona:

… que al presente habitan esta provin-cia, están poblados en pueblos formados ypermanentes30.

El resto de datos que nos interesan se refie-ren a la construcción de las iglesias y viviendas,las cuales se hacían aprovechando la masaforestal del entorno, habiendo adquirido ciertamaestría en su tratamiento:

Fuera destas maderas, tienen fertilísimosmontes de pinos y de abetos muy crecidos,que les aprovechan sus maderas para vigasen las iglesias y casas de sus viviendas… dela madera de la palma, se aprovechan parahacer jacales, y armar sobre ellos la paja conque cubren sus casas. Y tiene una propiedadnotable: que, si aciertan a ponerla verde,está año y día primero que se seque; y, si hade doblar, antes dobla contra el peso,haciendo resistencia, y corva hacia arriba,que no doblándose hacia abajo31.

Interesantes son algunos datos correspon-dientes a la jurisdicción de Poncitlán y Cuiseo32.Este territorio situado al norte del lago de Cha-pala, comienza su etapa hispánica cuando en1530 fueron arrasados por don Nuño de Guz-mán, el cual mantuvo ciertos derechos sobre losmismos hasta 1545 en que pasaron a dependerde la Corona33.

Los franciscanos se hicieron cargo de laevangelización de esta zona. En 1540 Fray Juande Armellas fundaba el convento de San Pedroy San Pablo de Poncitlán34, mientras que en Cui-seo fueron los agustinos los que fundaban en elaño 156035.

En Cuiseo y en sus pueblos dependientesexistían hospitales que aparecen como fundadosentre 1560 y 1565 por Fray Baltasar y Fray Gon-zalo, suponemos que de la orden agustina36.También en Poncitlán y sus sujetos aparecen edi-ficios asistenciales, en este caso fundados porfrailes franciscanos “pocos años a esta parte”37.Recordemos que la Relación Geográfica estáfechada el 9 de marzo de 1586, habiendo sido

redactada por el escribano don Juan Martínezbajo la dirección del Alcalde Mayor y Corregidordon Antonio de Medina.

Los datos de interés a los que me refería noshablan de los materiales y técnicas de construc-ción de las viviendas domésticas:

La forma y edificio de las casas, y mate-riales dellas, es de piedra y lodo y, algunos,de adobe. Cortan de los árboles ya nombra-dos, y los atan punta con punta, de quehacen tijeras, y los arman sobre las paredes,y atan otros palos que atraviesan de unaparte a otra, unos con otros, con hojas delas pencas de maguey; y, encima destaarmazón, atan cañas de Castilla, o maciza ovaras de poco trecho, unas con otras, yluego, la paja que llaman Zacatl, van atandocon un mecates y otras cañas, hasta cubrirtodo el armazón susodicho, y, desta mane-ra, queda hecha la casa. Y después de pocoacá usan, algunos azotea38.

Las diversas poblaciones que se incluyen enel Estado de Zacatecas actual, y que formaronparte de la Nueva Galicia, se refieren en sumayoría a enclaves mineros; o bien, a pueblosque dependían económicamente de la explota-ción de filones. Es el caso de Nuchiztlán (Nochis-tlán), pueblo de indios con traza en cuadrícula,que habría que entenderlo en relación con lasminas de Tepeque y Xuchipila39.

La protección de los Reales de Minas obliga-ba a la fundación de ciertas poblaciones, amodo de presidios, que aseguraban las comuni-caciones. Es el caso de Jerez de la Frontera fun-dada por orden de la audiencia de Guadalajaraen 156940. Una vez finalizada la guerra contralos indios chichimecas sus funciones derivaronhacia los abastecimientos agrícolas, ganaderos yforestales necesarios para el buen funciona-miento de Zacatecas.

Origen minero tuvo la villa y minas de SanMartín, fundada en 1556, dándosele el título devilla en 157141. Su existencia fue efímera ya quepocos años después se despobló y su cabildodejó de existir42. Desde estas minas se hicierondiversas incursiones en el territorio buscandonuevos filones, el principal hallazgo fueron las

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minas de Sombrerete que recibieron, en 1570,el título de villa de Llerena. Su urbanismo res-ponde a las típicas ciudades mineras evolucio-nado en relación con los filones y vaiveneseconómicos, alcanzando su esplendor en lasegunda mitad del siglo XVII, momento en quese comenzaron a renovar sus edificios principa-les. La intricada geografía urbana de esta villa esvisible en la descripción que de ella hace ClaraBargellini:

Sólo estudios urbanísticos detalladospodrán dejar en claro como se relacionabaoriginalmente la parroquia con el resto de lavilla y cómo se desarrolló el poblado. En laactualidad, la plaza mayor está a dos cua-dras de la parroquia. La iglesia franciscanade San Mateo y la del Tercer Orden están alotro lado del arroyo en cuyos bordes fueformándose la villa. También el templo deSanto Domingo está allende el arroyo. Aponiente, la Soledad y la Santa Vera Cruz seelevan en un cerro. San Pedro está en elllano, al otro extremo de la villa, mientrasque el Santuario de Guadalupe está en alto,entre la parroquia y San Pedro43.

La importancia de estas dos poblaciones,San Martín y Llerena, es cotejable en las des-cripciones que la Relación Geográfica de 158544

hace de sus respectivas iglesias. En ellas se hablano solamente de su arquitectura sino de losornamentos e imágenes contenidas, así comode las cofradías y actividades de las mismas ensus festividades45.

Respecto a las minas del Fresnillo, sabemosque se descubrieron en 1566 por Pedro deMedina, que es el autor de la Relación Geográ-fica fechada en 158546. Sobre su asentamientourbano el texto es muy simple:

…está en llano, en un bajo a manera deciénaga; es un poco prolongado47.

En el entorno del pueblo se situaban los rea-les de minas (de San Demetrio, del Peñol, delFresnillo I, II y III). El centro urbano era ocupadopor la parroquia de la Purificación, orientadaOeste-Este, que se antecede con un pequeñoatrio; al Sur se encuentra la plaza y al Norte elpresidio (posteriormente convertido en CabildoMunicipal y Cárcel). Un poco más hacia el nortese hallan el convento agustino y el hospital de la

Fig. 7. Compostela (Nayarit). Vista aérea. Fig. 8. Compostela (Nayarit). Iglesia Parroquial (antigua cate-dral). Interior.

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Fig. 9. Compostela (Nayarit). Iglesia Parroquial (antigua catedral). Exterior.

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Concepción. En cuanto a la traza diremos que lazona oriental de la iglesia revela irregularidadesposiblemente originadas por los manantialesque allí había y que condicionaron el primerasentamiento, mientras que la parte occidentalse regulariza mediante la aproximación aldamero48.

El problema de todas estas poblaciones erasu enfrentamiento continuado con grupos chi-chimecas que hacían difícil la explotación mine-ra y, a su vez, la presencia de la poblaciónindígena necesaria. De hecho, en el momentode las Relaciones Geográficas había algunos sol-dados en diversos puntos de esta geografía(ejemplo minas del Fresnillo II49 o San Andrés enla zona de Llerena50). Incluso, en 1560, el virreydon Luis de Velasco había enviado un ejército almando de don Pedro de Ahumada Samano quehabía conseguido cierta pacificación51. La situa-ción de despoblación y enfrentamientos con loschichimecas llevaría a que el redactor de la Rela-ción de San Martín y Llerena, propusiera el tras-lado de varios miles de indios de otras zonaspobladas de México para que vinieran a vivir ala Nueva Galicia con un doble objetivo:

que resistirán a los indios salteadores,con ayuda de los españoles, de suerte ymanera que no hagan los daños referidos, y,lo otro, labraránse las minas que, por faltade gente, hay muy gran cantidad por labrary ahondar52.

Pese al número reducido de textos conserva-dos de las Relaciones Geográficas de la NuevaGalicia y, aún más, el restringido número dedibujos, pienso que son suficientemente descrip-tivas de la situación de este territorio en el últimotercio del siglo XVI. El carácter fronterizo y deenfrentamientos con los chichimecas que obligana un lento proceso de urbanización, el descubri-miento de minas que condiciona el sistema urba-no de los enclaves y, a la vez, acelera en esospuntos concretos asentamientos, incluso condesplazamientos de naturales de otros lugares.

Mención especial tiene la ciudad de Com-postela, hoy reducida a un enclave secundariodentro del Estado de Nayarit, pero que con superfecta traza en damero (Fig. 7) y la cualidadde la arquitectura de su parroquial, en origen

catedral (Figs. 8 y 9), muestra ciertos elementosque nos hablan de la importancia fundacionalen que, de forma efímera, fue la cabecera de laAudiencia y silla episcopal de la Nueva Galicia.

APÉNDICE DOCUMENTALCédula, instrucción y memoria para la

formación de las relaciones y descripcionesde los pueblos de Indias. 1577, Mayo, 25.San Lorenzo de El Escorial.

1. Real Cédula ordenando la formaciónde descripciones geográficas.

El Rey.Sabed que habiéndose platicado diver-

sas veces por los de nuestro Consejo de lasIndias sobre la orden que se podría dar paraque en él se pudiese tener cierta y particularrelación y noticia de las cosas de las dichasIndias, para mejor poder acudir a su buengobierno, ha parecido ser cosa muy conve-niente ordenar se hiciese descripción gene-ral de todo el estado de las dichas nuestrasIndias, Islas y provincias de ellas, la más pre-cisa y acierta que fuere posible. Y que paraque mejor se pudiere acertar a hacer ladicha descripción, se guardase la orden con-tenida en las instrucciones que para ello sehan hecho, impresas de molde que con éstase os envían.

Y porque nuestra voluntad es que dichadescripción se haga particularmente en cadaprovincia, os mandamos que luego que reci-báis esta nuestra cédula, proveáis cómo sehaga descripción de esa ciudad donde vosresidías y de todos los lugares de su términoy jurisdicción; y a los gobernadores, corregi-dores y alcaldes mayores del distrito de esagobernación, enviaréis a cada uno el núme-ro de las dichas instrucciones que os pare-ciere ser necesario para poder distribuir enlos pueblos de españoles e indios del térmi-no de su gobernación, corregimiento oalcaldía mayor, enviándolos a mandar quecon toda brevedad se haga y cumpla lo quepor las dichas instrucciones se les ordena. Ycobradas las relaciones que en cada pueblose hicieren, os las envíen, las cuales y las que

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vos hubiereis hecho, enviaréis con toda bre-vedad al dicho nuestro Consejo de lasIndias, para que en él se vea, avisándonos sien él hubiere faltado alguna y por qué causay por qué se provea lo que convenga.

2. Instrucción y memoria de las Relacio-nes que se han de hacer para la descripciónde las Indias, que su majestad manda hacer,para el buen gobierno y ennoblecimientodellas.

Primeramente, los gobernadores, corre-gidores o alcaldes mayores, a quien los virre-yes o audiencias y otras personas delgobierno enviaren estas instrucciones ymemorias impresas, ante todas cosas, haránlista y memoria de los pueblos de españolesy de los indios, que hubiere en su jurisdic-ción, en que solamente se pongan los nom-bres de ellos escritos de letra legible y clara,y luego la enviarán a las dichas personas delgobierno, para que, juntamente con las rela-ciones que en los dichos pueblos se hicieren,la envíen a Su Majestad y al Consejo de lasIndias.

Y distribuirán las dichas instrucciones ymemorias impresas por los pueblos de losespañoles y de indios, de su jurisdicción,donde hubiere españoles, enviándolas a losconcejos; y donde no, a los curas si loshubiere, y si no, a los religiosos a cuyo cargofuere la doctrina, mandando a los concejos,y encargando de parte de Su Majestad a loscuras y religiosos, que dentro de un brevetérmino las respondan y satisfagan como enellas se declara, y les envíen las relacionesque hicieren, juntamente con estas memo-rias, para que ellos, como fueren recibiendolas relaciones, vayan enviándolas a las per-sonas de gobierno que se las hubierenenviado, y las instrucciones y memorias lasvuelvan a distribuir, si fuere menester, porlos otros pueblos a donde no las hubierenenviado.

Y, en los pueblos y ciudades donde losgobernadores o corregidores y personas degobierno residieren, harán las relaciones deellos, o encargarlas a personas inteligentesde las cosas de la tierra, que las hagansegún el tenor de las dichas memorias.

Las personas a quien se diere cargo enlos pueblos de hacer la relación particular decada uno dellos, responderán a los capítulosde la memoria que se sigue, por la orden yforma siguiente:

Primeramente, en un papel aparte, pon-drán, por cabeza de la relación que hicieren,el día, mes y año de la fecha de ella, con elnombre de la persona o personas que sehallaren a hacerla, y el del gobernador uotra persona que les hubiere enviado ladicha instrucción.

Y, leyendo atentamente cada capítulode la memoria, escribirán lo que hubiereque decir a él en otro capítulo por sí, res-pondiendo a cada uno por sus números,como van en la memoria, uno tras otro. Y,en los que no hubiere qué decir, los dejaránsin hacer mención de ellos, y pasarán a lossiguientes, hasta acabarlos de leer todos yresponder los que tuvieren qué decir, comoqueda dicho, breve y claramente, en todoafirmando por cierto lo que fuere y, lo queno, poniéndolo por dudoso; de manera quelas relaciones vengan ciertas, conforme a locontenido en los capítulos siguientes:

Memoria de las cosas que se ha de res-ponder, y de que se han de hacer las rela-ciones

1. Primeramente, en los pueblos de losespañoles, se diga el nombre de la comarcao provincia en que están, y qué quiere decirel dicho nombre en lengua de los indios ypor qué se llama así.

2. Quién fue el descubridor y conquista-dor de la dicha provincia, y por cuya orden ymandado se descubrió, y el año de su des-cubrimiento y conquista, lo que de todobuenamente se pudiere saber.

3. Y, generalmente, el temperamento ycalidad de la dicha provincia o comarca, si esmuy fría o caliente, o húmeda o seca, demuchas aguas o pocas, y cuándo son, más omenos, y los vientos que corren en ella quétan violentos y de qué parte son, y en quétiempos del año.

4. Si es tierra llana o áspera, rasa o mon-tuosa, de muchos o pocos ríos o fuentes, y

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abundosa o falta de aguas, fértil o falta depastos, abundosa o estéril de frutos y demantenimientos.

5. De muchos o pocos indios, y si hatenido más o menos en otro tiempo queahora, y las causas que dello se supieren; ysi los que hay, están o no están poblados enpueblos formados y permanentes; y el talley suerte de sus entendimientos, inclinacio-nes y manera de vivir; y si hay diferentes len-guas en toda la provincia, o tienen algunageneralmente en que hablen todos.

6. El altura o elevación del polo en queestán los dichos pueblos de españoles, siestuviere tomada y si se supiere, o hubierequien la sepa tomar, o en qué días del añoel sol no echa sombra ninguna al punto delmedio día.

7. Las leguas que cada ciudad o pueblode españoles estuviere de la ciudad donderesidiere la audiencia en cuyo distrito caye-re, o del pueblo donde residiere el goberna-dor a quien estuviere sujeta; y a qué partede las dichas ciudades o pueblos estuviere.

8. Asimismo, las leguas que distare cadaciudad o pueblo de españoles de los otroscon quien partiese términos, declarando aqué parte cae dellos, y si las leguas songrandes o pequeñas, y por tierra llana odoblada, y si por caminos derechos o torci-dos, buenos o malos de caminar.

9. El nombre y sobrenombre que tiene ohubiere tenido cada ciudad o pueblo, y porqué se hubiere llamado así (si se supiere), yquién le puso el nombre y fue el fundadordella, y por cuya orden y mandado la pobló,y el año de su fundación, y con cuántos veci-nos se comenzó a poblar y los que al pre-sente tiene.

10. El sitio y asiento donde los dichospueblos estuvieren, si es en alto o en bajo, ollano; con la traza y designio, en pintura, delas calles y plazas y otros lugares señaladosde monasterios, como quiera que se puedaraguñar fácilmente en un papel, en que sedeclare qué parte del pueblo mira al medio-día o al norte.

11. En los pueblos de los indios, sola-mente se diga lo que distan del pueblo en

cuyo corregimiento o jurisdicción estuvie-ren, y del que fuere su cabecera de doctrina.

12. Y asimismo, lo que distan de losotros pueblos de indios o de españoles queen torno de sí tuvieren, declarando, en losunos y en los otros, a qué parte dellos caen,y si las leguas son grandes o pequeñas y, loscaminos, por tierra llana o doblada, dere-chos o torcidos.

13. Item, lo que quiere decir en lenguade indios el nombre del dicho pueblo deindios y por qué se llama así, si hubiere quésaber en ello, y cómo se llama la lengua quelos indios del dicho pueblo hablan.

14. Cuyos eran en tiempo de su gentili-dad, y el señorío que sobre ellos tenían susseñores y lo que tributaban, y las adoracio-nes, ritos y costumbres, buenas o malas,que tenían.

15. Cómo se gobernaban y con quiéntraían guerra, y cómo peleaban, y el hábitoy traje que traían y el que ahora traen, y losmantenimientos de que antes usaban yahora usan, y si han vivido más o menossanos antiguamente que ahora, y la causade que dello se entendiere.

16. En todos los pueblos, de españoles yde indios, se diga el asiento donde estánpoblados, si es sierra o valle, o tierra descu-bierta y llana, y el nombre de la tierra, o valley comarca donde estuvieren, y lo que quie-re decir en su lengua el nombre de cadacosa.

17. Y si es tierra o puesto sano o enfer-mo, y, si enfermo, por qué causa (si seentendiere), y las enfermedades quecomúnmente suceden, y los remedios quese suelen hacer para ellas.

18. Qué tan lejos o cerca está de algunasierra o cordillera señalada que esté cercadél, y a qué parte le cae y cómo se llama.

19. El río o ríos principales que pasarenpor cerca, y qué tanto apartados dél y, a quéparte y qué tan caudalosos son; y si hubierequé saber alguna cosa notable de sus naci-mientos, aguas, huertas y aprovechamien-tos de sus riberas, y si hay en ellas, o podríanhaber, algunos regadíos que fuesen deimportancia.

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20. Los lagos, lagunas o fuentes señala-das que hubiere en los términos de los pue-blos, con las cosas notables que hubiere enellos.

21. Los volcanes, grutas, y todas lasotras cosas notables y admirables en natura-leza que hubiere en la comarca dignas deser sabidas.

22. Los árboles silvestres que hubiere enla dicha comarca comúnmente, y los frutosy provechos que dellos y de sus maderas sesaca, y para lo que son o serían buenas.

23. Los árboles de cultura y frutales quehay en la dicha tierra, y los que de España yotras partes se han llevado, y si se dan o nose dan bien en ella.

24. Los granos y semillas, y otras horta-lizas y verduras, que sirven o han servido desustento a los naturales.

25. Las que de España se han llevado, ysi se da en la tierra el trigo, cebada, vino yaceite, en qué cantidad se coge, y si hayseda o grana en la tierra y en qué cantidad.

26. Las yerbas o plantas aromáticas conque se curan los indios, y las virtudes medi-cinales o venenosas de ellas.

27. Los animales y aves, bravos y domés-ticos, de la tierra, y los que de España se hanllevado, y cómo se crían y multiplican enella.

28. Las minas de oro y plata, y otrosmineros de metales o atramentos, y coloresque hubiere en la comarca y términos deldicho pueblo.

29. Las canteras de piedras preciosas,jaspes, mármoles y otras cosas señaladas yde estima que asimismo hubiere.

30. Si hay salinas en el dicho pueblo ocerca dél, o de dónde se proveen de sal, yde todas las otras cosas de que tuvierenfalta para el mantenimiento o el vestido.

31. La forma y edificio de las casas, y losmateriales que hay para edificarlas en losdichos pueblos o en otras partes, de dondelos trajeren.

32. Las fortalezas de los dichos pueblos,y los puestos y lugares fuertes e inexpugna-bles que hay en sus términos y comarca.

33. Los tratos y contrataciones, y granje-rías de que viven y se sustentan así los espa-ñoles como los indios naturales, y de quécosas, y en qué pagan sus tributos.

34. La diócesis, de arzobispado u obis-pado, o abadía en que cada pueblo estuvie-re, y el partido en que cayere; y cuántasleguas hay, y a qué parte del pueblo dóndereside la catedral y la cabecera del partido, ysi las leguas son grandes o pequeñas, porcaminos derechos o torcidos, y por tierrallana o doblada.

35. La iglesia catedral y la parroquial oparroquiales, que hubiere en cada pueblocon el número de los beneficios y prebendasque en ellas hubiere, y, si hubiere en ellasalguna capilla o dotación señalada, cuya esy quién la fundó.

36. Los monasterios de frailes o monjasde cada orden que en cada pueblo hubiere,y por quién y cuándo se fundaron y elnúmero de religiosos y cosas señaladas queen ellos hubiere.

37. Asimismo los hospitales, colegios yobras pías que hubiere en los dichos pue-blos y por quién y cuándo fueron instituidos.

38. Y si los pueblos fueren marítimos,demás de lo suso dicho se diga en la rela-ción de la suerte de la mar que alcanza, si esmar blanda o tormentosa, y de qué tormen-tas, y peligros, y en qué tiempos común-mente suceden más o menos.

39. Si la costa es playa o costa brava, losarrecifes señalados, y peligros para la nave-gación que hay en ella.

40. Las mareas y crecimientos de la marqué tan grandes son, y a qué tiempos mayo-res o menores y en qué días y horas del día.

41. Los cabos, puntas, ensenadas ybayas señaladas que en la dicha comarcahubiere, con los nombres y grandeza dellos,cuanto buenamente se pudiere declarar.

42. Los puertos y desembarcaderos quehubiere en la dicha costa, y la figura y trazade ellos, en pintura como quiera que sea enun papel, por donde se pueda ver la formay talle que tienen.

43. La grandeza y capacidad dellos, conlos pasos y leguas que tendrán de ancho y

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NOTAS

1 Sobre la geografía histórica deNueva Galicia, Cfr. GERHARD, Peter.La frontera norte de la Nueva España.México, UNAM, 1996.

2 El cuestionario se transcribecompleto en el apéndice de este artí-culo.

3 Sobre el conjunto de RelacionesGeográficas de México y su interpreta-ción urbanística, Cfr. LOPEZ GUZMÁN,Rafael. Territorio, Poblamiento yArquitectura. México en las RelacionesGeográficas de Felipe II. Granada, Uni-versidad, 2007.

4 Archivo General de Indias. MP.México, 560.

5 Actualmente esta población seencuentra en el Estado de Nayarit.

6 Esta Relación se conserva en laBiblioteca de la Real Academia de laHistoria de Madrid (signatura 9-25-4/4662-III. Ha sido transcrita enACUÑA, René. Relaciones Geográficasdel siglo XVI: Nueva Galicia. México,

UNAM, 1988. Págs. 87-98.7 Los cambios económicos afecta-

ron al sentido original de la fundación.

De los primeros sesenta vecinos espa-

ñoles que acudieron, en 1531, a la

conformación de la villa del Espíritu

Santo muchos marcharon al Perú y a

otras partes de América, convirtiéndo-

se el asentamiento en un lugar casi

abandonado. Cuando se trasladó la

ciudad en 1540 se mantuvo como un

centro administrativo casi despoblado.

De hecho, apenas había indígenas

suficientes para las plantaciones de

cacao del valle de Banderas y los rea-

les de minas, lo que permitió la llega-

da de esclavos negros y el cambio de

la producción agrícola por ganadera.

Cfr. GERHARD, P. Op. cit. Pág. 180.8 GERHARD, P. Op. cit. Págs. 177-

178.9 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 87.10 Ibídem, Pág. 90.11 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 97.12 Actualmente forma parte del

Estado de Jalisco.

13 Los nombres entre paréntesisindican la nominación actual de estaspoblaciones.

14 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 64.15 Ibídem, Pág. 65.16 Ibídem, Pág. 302; y GERHARD,

P. Op. cit. Págs. 136-139.17 Se trata de don Antonio Mal-

donado, Oidor de la Audiencia deGuadalajara, que había sido el encar-gado de distribuir y, más tarde, reco-ger los resultados del cuestionario.Quien se dirige a él es don Luis Gómezde Alvarado, cura y beneficiado de laVilla de la Purificación a quien se lehabía encargado la redacción de laencuesta.

18 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 308.19 El documento de esta Relación

se conserva en la Biblioteca de la RealAcademia de la Historia de Madrid(signatura 9.25-4 / 4662-VI). La trans-cripción que seguimos: ACUÑA, R.Op. cit. Págs. 209-235.

20 GERHARD, P. Op. cit. Pág. 152.21 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 319.

largo, poco más o menos (como se pudieresaber), y para qué tantos navíos serán capa-ces.

44. Las brazas del fondo dellos, la lim-pieza del suelo, y los bajos y topaderos quehay en ellos, y a qué parte están, si son lim-pios de broma y de otros inconvenientes.

45. Las entradas y salidas de ellos, a quéparte miran, y los vientos con que se ha deentrar y salir dellos.

46. Las comodidades y descomodidadesque tienen de leña, agua y refrescos y otrascosas buenas y malas para entrar y estar enellos.

47. Los nombres de las islas pertene-cientes a la costa, y por qué se llaman así, laforma y figura dellas, en pintura (si pudiera

ser), y el largo y ancho, y lo que bojan, elsuelo, pastos, árboles y aprovechamientosque tuvieren, las aves y animales que hay enellas y los ríos y fuentes señaladas.

48. Y generalmente los sitios de pueblosde españoles despoblados y cuándo sepoblaron y despoblaron, y lo que se pudierede las causas de haberse despoblado.

49. Con todas las demás cosas notables,en naturaleza y efectos, del suelo, aire, ycielo, que en cualquier parte hubiere y fue-ren dignas de ser sabidas.

50. Y, hecha la dicha relación, la firma-rán de sus nombres las personas que sehubieren hallado a hacerla, y sin dilación laenviarán, con esta instrucción, a la personaque se la hubiere enviado.

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22 Ibídem, Pág. 211.23 Esta población se redujo,

uniéndose a Purificación, en el siglo

XVIII. Cfr. GERHARD, P. Op. cit. Pág.

155.24 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 319.25 El manuscrito de esta Relación

se conserva en la Benson Latin Ameri-

can Collection de la Universidad de

Texas (signatura JGI, XXIII-10). La

transcripción: ACUÑA, R. Op. cit.

Págs. 27-50.26 El texto original se conserva en

la Benson Latin American Collection

de la Universidad de Texas (signatura

JGI, XXV-1). La trascripción: ACUÑA,

R. Op. cit. Págs. 277-292.27 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 31.28 Ibídem, Pág. 33.29 Ibídem, Pág. 30.30 Ibídem, Pág. 279.

31 Ibídem, Págs. 285-286.32 El texto se conserva en la

Biblioteca de la Real Academia de laHistoria de Madrid (signatura 9.25-4 /4662-IX). La transcripción completa:ACUÑA, R. Op. cit. 181-201.

33 GERHARD, P. Op. cit. Págs. 89-90.

34 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 201.35 Ibídem, Pág. 195.36 Ibídem, Pág. 195.37 Ibídem, Pág. 201.38 Ibídem, Pág. 193.39 Ibídem, Págs. 161-163.40 Ibídem, Pág. 140.41 Ibídem, Pág. 246.42 GERHARD, P. Op. cit. Pág. 167.43 BARGELLINI, Clara. La arquitec-

tura de la Plata. México, UNAM, 1991.Pág. 247.

44 El texto se conserva en la

Biblioteca de la Real Academia de laHistoria de Madrid (signatura 9.25-4 /4662-VII). La transcripción: ACUÑA, R.Op. cit. Págs. 243-269. La coordina-ción de la redacción del manuscritoestará a cargo del Alcalde Mayor donRodrigo de Balcázar acompañado delescribano Gutierre de Segura.

45 ACUÑA, R. Op. cit. Págs. 255-259.

46 El texto se conserva en laBiblioteca de la Real Academia de laHistoria de Madrid (signatura 9-25.4 /4662-X). La trascripción: ACUÑA, R.Op. cit. Págs. 103-131.

47 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 113.48 Cfr. BARGELLINI, C. Op. cit.

Págs. 194-203.49 ACUÑA, R. Op. cit. Pág. 120.50 Ibídem, Pág. 252.51 Ibídem, Págs. 248-249.52 Ibídem, Pág. 267.