Masiello Best Sellers

16
Revista Iberoamericana. Vol. LXVI, Núm. 193, Octubre-Diciembre 2000, 799-814 LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA: LOS RELATOS BEST SELLERS DE NUESTRO TIEMPO POR FRANCINE MASIELLO University of California at Berkeley El mercado de fines del siglo XX es tan “democrático” como la muerte. David Viñas En Santa Evita (1995), la novela best seller del escritor argentino Tomás Eloy Martínez, diferentes personajes —desde militares necrófilos hasta apasionados líderes políticos— compiten por el cuerpo de Eva Perón. El cadáver femenino corporiza el propio flujo narrativo en sus obsesiones múltiples con la historia y el destino nacional. Además, como consecuencia de los constantes propósitos siniestros de estos personajes que simulan, al mismo tiempo, proteger al cadáver, el cuerpo de Evita comienza a reproducirse indiscriminadamente, de tal modo que sólo algunos pocos pueden distinguir el original de sus distintos simulacros. Y Eloy Martínez, al tiempo que sigue un alucinado relato posmoderno en donde se producen constantes desplazamientos y fluctuaciones de sentidos, sitúa su posicionalidad narrativa como periodista y cuentista en un espacio indeterminado de las afueras de Nueva Jersey. El modo en que el escritor ha organizado su material novelístico me resulta verdaderamente fascinante. No solamente por su estilo tan atractivo —es necesario recordar que fue best seller por más de un año— sino, especialmente, por los diferentes tratamientos que los cuerpos femeninos reciben en esta narrativa seudohistórica. Es que justamente Santa Evita registra un acontecimiento particularmente paradójico de la historia argentina: el momento en que la pasión nacional por el cuerpo de Eva, lo cual era un hecho constatable, aparece como un fenómeno aun más extraño que la propia ficción. De modo contradictorio, la imagen ambigua de una Eva ambiciosa que no ceja en su arribismo social, es tanto aborrecida como celebrada; una figura que es endiosada por las masas o considerada como el paradigma de lo “mersa” por los sectores conservadores de la sociedad. Evita, entonces, se convierte en el símbolo de una ansiedad nacional que comprende —de modo conflictivo— a los diversos sectores sociales. El cadáver, a la vez convencional y subversivo, funciona desde la “frase hecha”, un cliché de la vida social que define tanto a la protagonista, cuya inmovilidad se expresa en la imagen gélida de Eva, como al discurso político, también congelado en el alma de la nación. Pero, mientras tanto, el cadáver va trazando su definición en el devenir constante del fluir narrativo. Así, el espectáculo y la copia generan una reproducción infinita de textos que profanan todo sentido de la historia nacional. La novela,

Transcript of Masiello Best Sellers

  • Revista Iberoamericana. Vol. LXVI, Nm. 193, Octubre-Diciembre 2000, 799-814

    LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA:LOS RELATOS BEST SELLERS DE NUESTRO TIEMPO

    POR

    FRANCINE MASIELLOUniversity of California at Berkeley

    El mercado de fines del siglo XX es tan democrticocomo la muerte. David Vias

    En Santa Evita (1995), la novela best seller del escritor argentino Toms EloyMartnez, diferentes personajes desde militares necrfilos hasta apasionados lderespolticos compiten por el cuerpo de Eva Pern. El cadver femenino corporiza el propioflujo narrativo en sus obsesiones mltiples con la historia y el destino nacional. Adems,como consecuencia de los constantes propsitos siniestros de estos personajes que simulan,al mismo tiempo, proteger al cadver, el cuerpo de Evita comienza a reproducirseindiscriminadamente, de tal modo que slo algunos pocos pueden distinguir el original desus distintos simulacros. Y Eloy Martnez, al tiempo que sigue un alucinado relatoposmoderno en donde se producen constantes desplazamientos y fluctuaciones de sentidos,sita su posicionalidad narrativa como periodista y cuentista en un espacio indeterminadode las afueras de Nueva Jersey.

    El modo en que el escritor ha organizado su material novelstico me resultaverdaderamente fascinante. No solamente por su estilo tan atractivo es necesario recordarque fue best seller por ms de un ao sino, especialmente, por los diferentes tratamientosque los cuerpos femeninos reciben en esta narrativa seudohistrica. Es que justamente SantaEvita registra un acontecimiento particularmente paradjico de la historia argentina: elmomento en que la pasin nacional por el cuerpo de Eva, lo cual era un hecho constatable,aparece como un fenmeno aun ms extrao que la propia ficcin. De modo contradictorio,la imagen ambigua de una Eva ambiciosa que no ceja en su arribismo social, es tantoaborrecida como celebrada; una figura que es endiosada por las masas o considerada comoel paradigma de lo mersa por los sectores conservadores de la sociedad. Evita, entonces,se convierte en el smbolo de una ansiedad nacional que comprende de modo conflictivoa los diversos sectores sociales. El cadver, a la vez convencional y subversivo, funcionadesde la frase hecha, un clich de la vida social que define tanto a la protagonista, cuyainmovilidad se expresa en la imagen glida de Eva, como al discurso poltico, tambincongelado en el alma de la nacin. Pero, mientras tanto, el cadver va trazando su definicinen el devenir constante del fluir narrativo. As, el espectculo y la copia generan unareproduccin infinita de textos que profanan todo sentido de la historia nacional. La novela,

  • 800 FRANCINE MASIELLO

    al igual que las postales tursticas y las remeras adornadas con las imgenes de hroespopulares, subraya el peso de un cono cuya celebridad, paradjicamente, perdura andespus de que su ciclo de vida ha terminado. Incluso, ms importante todava, dicha imagende Eva ingresa en el circuito del intercambio comercial del mismo modo que una mercanca.De este modo, el mercado, en tanto instancia en donde se producen tales transacciones, seconvierte en uno de los temas de la novela de Eloy Martnez, quien enfatiza la reproduccinmaterial de los signos (la reproduccin del cadver y los textos que ste, a su vez, genera)destinados al consumo masmeditico. Irnicamente, Evita, quien fuera la gran consumidoradel mercado de sus das, es reducida en este texto a un talismn, a un smbolo cultural quees entregado al intercambio econmico. En este proceso, el escritor se designa a s mismocomo el principal beneficiario de este sistema dual de representacin, identificando sulibertad de movimiento en contraposicin a la parlisis de Evita en tanto cadver.1 En mitrabajo, entonces, me propongo analizar las relaciones entre el gnero y el mercado, loscuerpos femeninos y la ficcin, las identidades nacionales y la globalizacin.

    En las pginas que siguen, quiero sealar las distintas formas en que los textos deficcin best seller producidos en Amrica Latina circulan por el escenario Norte/Sur yfuncionan ideolgicamente entre los consumidores locales. Si por un lado es convenientecondenar la cultura de lectura superficial que tales productos best sellers a menudoproducen, por el otro es necesario tambin considerar que estos mismos textos ofrecen a unpblico amplio la posibilidad de habilitarse como lectores. En este sentido, me interesaobservar, en particular, cmo las cuestiones del gnero ingresan al circuito de lecturaproveyendo una suerte de articulacin dentro de las redes globales de entendimiento,construyendo una ilusin de permanencia, un nuevo ready made de sentimientos en nuestraaproximacin global a la experiencia humana, al mismo tiempo que se les hace creer a loslectores en su poder de eleccin. En lo que sigue reformular el problema a analizar. Por unlado, entonces, permanece la circulacin del discurso best seller y su efecto aplanador sobrenuestra crtica de la historia; pero, por el otro, surgen las preguntas: Por qu el texto bestseller nos arrastra tan seductoramente por el circuito Norte/ Sur, empujndonos a reconfigurarla cultura local a travs del marco internacional? Cmo dicho discurso logra suplir lasnecesidades y deseos del mercado a travs de la representacin del gnero? Por ltimo,como una estrategia transnacional, cmo l crea la ilusin de que todos somos participantesen el sistema de intercambio de bienes culturales (el libro, en este caso) y del mercado? Yqu significa esto para nosotros en tanto profesionales de la crtica?

    En primer lugar, plantear nuevamente algunas cuestiones. No se trata de afirmar queel best seller es un hecho especialmente novedoso, aunque actualmente pueda ser consideradocomo un fenmeno cultural primario perteneciente a la globalizacin. Por el contrario,pensemos en ejemplos ms tempranos, como el del xito de Martnez Zuvira, conocidocomo Hugo Wast, un antisemita famoso y director de la Biblioteca Nacional en Argentina.Dicho personaje public novelas que fueron best sellers en los aos 20, una poca en quela interpelacin nacionalista encontraba eco en la poblacin de todo el mundo; su obracircul en cientos de miles de ejemplares a travs de Amrica Latina y Espaa, e incluso en

    1 Graciela Michelotti-Cristbal seala este mismo aspecto al analizar Santa Evita: el nico personajeque se mantiene activo y lcido es el narrador (1998: 141).

  • 801LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    traducciones a lenguas extranjeras. En sus textos se dramatiza el melodrama interamericanoque suscit el recrudecimiento del nacionalismo jingosta; novelas de aventuras en las quese expresa la promesa del progreso futuro de la sociedad a travs de la supresin de lasfuerzas disonantes y el control de las acciones femeninas. ste, tal vez, es el modelotemprano del best seller en tanto expresin de tendencias conservadoras.

    Ms recientemente, los mercados editoriales internacionales organizaron la circulacinde los textos ficcionales identificados con el boom literario de la izquierda liberal de los aos60. Empresas tales como Seix Barral y Joaqun Mortiz crearon una economa decelebridades literarias a la cual Jean Franco alguna vez se refiri como el fenmeno delas super estrellas y, de ese modo, se permiti la circulacin internacional de imgenesligadas a una Amrica Latina remota y exuberante; como tambin la repeticin del modelode civilizacin y barbarie, revividos a menudo a travs de los efectos del realismo mgico,de las intuiciones de las matriarcas, y de las fantasas libidinales de las jvenes inocentes.

    Sin embargo, lo que entonces existi, y en contradiccin con nuestros tiemposneoliberales, fue una fe (masculina?) en la difusin de la realidad latinoamericana y en undespertar poltico de la identidad regional. Julio Cortzar, en respuesta a aquellos crticosque slo sealaron el aspecto mercantil del boom, afirm con vehemencia: Qu es el boomsino la ms extraordinaria toma de conciencia por parte del pueblo latinoamericano de unaparte de su propia identidad? Qu es esa toma de conciencia sino una importantsima partede la desalienacin? (Rama 61). David Vias, a su vez, menos idealista que su compatriota,insisti, no obstante, en la urgencia de una misin histrica asociada con el boom literarioque pondra en evidencia las fallas y defectos de la historia latinoamericana (21). De estemodo, la literatura fue concebida como una forma de lograr la unidad del pueblolatinoamericano y de forzar una crisis de conciencia, cuestin que marcar la dcada de los60. Pero, ms all de la divulgacin de una especificidad de lo extico latinoamericano odel negocio de lo novedoso (todos recordamos la nueva novela latinoamericana seguida,por supuesto, por el subsecuente ascenso de los novsimos o la reivindicacin de JosDonoso de que una docena de novelas eran capaz de llenar un espacio antes desierto (21)),el boom tambin dirigi una crtica al capital de consumos y a las fallas, an vivas, de lahistoria colonial y neocolonial. En sus estructuras, encontramos un campo representacionalque resiste la narracin lineal y provee un marco utpico desde donde celebrar lasrevoluciones americanas. Al mismo tiempo, el boom permiti a los escritores una ciertaautonoma (o al menos as pareca); una libertad respecto de los sistemas locales depatrocinio exiguo que los haba mantenido cautivos hasta entonces (Rama 92). El boom lespermite convertirse en emblemas de exitosos nacionalistas; individuos que podran representaruna Amrica Latina al corriente de la modernizacin y entrar, as, a travs de la produccinde obras novedosas, a un sistema de remuneracin.

    No pretendo retornar a la literatura del boom en ninguna forma celebratoria, pero srecordar que el escenario mercantil actual para la literatura no es nuevo. Incluso, as comoel producto Andy Warhol inaugur un nuevo tejido comercial en el rea de las artesvisuales, el boom latinoamericano, ocurrido en la misma dcada, impuls a los escritoresinnovadores a una fase multinacional de traduccin y distribucin de textos, que los condujoa nuevos modos de competencia en los mercados a travs de las Amricas y el extranjero.A pesar de la riqueza de los textos literarios de aquellos aos, este modelo de mercado

  • 802 FRANCINE MASIELLO

    produjo, tambin, para los propsitos de la sociedad de consumo, una unificacin paradjicay superficial de textos literarios muy diversos. De este modo, una curiosa homogeneidad dela produccin cultural se us para globalizar la escritura latinoamericana.2 A pesar de ello,las diferentes perspectivas en relacin al mismo fenmeno literario pueden ser de utilidadpara anticipar y observar los xitos de la lgica best seller en los tiempos actuales. En estesentido, podemos decir que si en los aos 60 la literatura recibe su reconocimiento a travsdel premio otorgado por Casa de las Amricas, hoy en da son las editoriales como Planetay Alfaguara las que promueven una difusin internacional. El paradigma neoliberal se alejade una poltica ostensible y, en su lugar, muestra la importancia de la experiencia globalsobre las manifestaciones de la cultura local. Se observa, entonces, en dicho proceso, queen los lugares ms diversos del planeta existe una fuerte inquietud por alcanzar elreconocimiento del mercado. El impacto de dichos fenmenos ha sido sealado por lossuplementos culturales de los ltimos aos. En una nota editorial del diario Clarn, porejemplo, Marcelo Pichn Riviere advierte sobre la adquisicin de Sudamericana por partede Bertelsmann, una empresa alemana. En dicha nota se dice que las novelas argentinas apublicarse bajo esta firma multinacional deben garantizar, segn estipulan sus nuevosdueos, un venta mnima de 5.000 ejemplares para poder ingresar a sus listas (Buenos Aires,17 de mayo de 1998: 2). En el mismo nmero, otros colaboradores reflexionan sobre lacontraccin de los espacios pblicos destinados a la expresin artstica, lamentando laausencia de una infraestructura tal como la del Centro Di Tella, que tanto estimulara en sumomento las fuerzas creadoras de los aos 60. Adems, aparecen tambin en el mismonmero de Clarn un artculo de Pierre Bourdieu sobre las polticas del mercado y susefectos sobre la produccin artstica y un ensayo sobre el lanzamiento de una novela (LosSoria de Alberto Laiseca), sostenida exclusivamente en el respaldo de sus espnsores. Enlos meses siguientes, Clarn contina expresando las mismas inquietudes en relacin a lasventas, la circulacin y el prestigio. Es as que anuncia la inauguracin de un premio literariode $ 50.000, publicita la lista de ganadores del premio Planeta, da a conocer la lista de losfavorecidos por las becas Guggengheim en el rea latinoamericana, y anuncia las estrategiasde marketing de la editorial italiana, Mondadori, que presenta las formas en que se puedeatraer a los adolescentes al mundo libresco (Buenos Aires, 21 de junio de 1998). Y, en agostode ese mismo ao, en una nota de tapa se seala la declinacin de las ventas de los librosconsagrados a revelar los hechos acaecidos durante la poca de la ltima dictadura militar.Estas ltimas obras, que fueron ampliamente ledas durante los inicios del gobiernomenemista , al final de la era del presidente peronista apenas atraen a un grupo de lectores(Buenos Aires, 23 de agosto de 1998: 4-7). Tambin en ese mismo nmero, Clarn revelala nueva estrategia de publicidad inaugurada en los Estados Unidos, que consiste enreinsertar los libros agotados dentro del circuito comercial afuera de impresin a travs delos mtodos novedosos y veloces de la impresin digital. Mientras tanto, Daniel Divinsky,colaborador del diario, atento al mercado estadounidense y a sus relaciones con la prensalatinoamericana, reflexiona acerca de la compra de Simon y Schuster realizada por Pearson;

    2 Al respecto ngel Rama resalt: [s]u afn de globalizar a Hispanoamrica reconociendo materialesde distintas procedencias, los que a veces carecan de circulacin interna en el continente,proporcionndoles as una difusin que ms que para Espaa misma funcionaba para Hispanoamricaque reciba reunidas, desde el exterior, las que eran producciones separadas e incomunicadas (52).

  • 803LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    sobre las operaciones hechas con Macmillan por Murdoch; y, finalmente, en cmo dichasacciones repercuten sobre las polticas editoriales en la Argentina. De modo similar, en elperidico chileno Cultura (octubre, 1996: 3), los editores subrayan la circulacin de textosnacionales en el extranjero y las formas posibles de delimitar espacios para las nuevasgeneraciones de escritores. Junto con ello, encontramos los talk shows como el programade Skrmeta en la televisin chilena, en el que se promete lanzar nuevos ttulos comotambin se le propone a la audiencia participar en la conformacin de las listas de los librosms vendidos (best sellers). Como sabemos en los Estados Unidos por la evidencia de laslistas publicitadas por Random House, los rankings nos invitan en tanto que lectores a serobservadores y participantes al mismo tiempo; el sistema nos permite votar por nuestro libropreferido y recibir una validacin por nuestras elecciones. Como un crtico observ, tal vez,la lista de best sellers nos permite encontrar alianzas entre consumidores, mentalidadessimilares: soy acaso aceptado en la medida de que mi eleccin de lectura se ajusta al mejorlibro en una lista popular? stas son, en fin, formas de lectura pblica que nos permiten,como lectores, ser, simultneamente jueces y participantes; lo que lleva a establecer unacomunidad de lectores imaginarios de libros que tiene resonancias en los propios mecanismosdel mercado.

    Han pasado ya dos aos desde las notas mencionadas del Clarn pero la atencinbrindada por parte de los suplementos culturales a los hechos antes mencionados no havariado. El diario La Nacin, por ejemplo, ha publicado un nmero especial sobre literaturay mercado (Buenos Aires, 14 de junio de 2000), en el cual se interroga a intelectualesprominentes de la escena nacional acerca de por qu la literatura ha fracasado en conquistarlectores. Beatriz Sarlo, una de las crticas entrevistadas, se lamenta: Ms all del crculode mil lectores iniciados, el pblico no ve la literatura como un espacio de experimentacinideolgica o esttica [...] Al parecer, no se lee la ficcin que se aparta de los grandes temas(14 de junio de 2000). A continuacin, Sarlo observa que si existen responsabilidades quedeben ser asignadas, es en el impulso homogeneizador de la prensa cultural que deberapensarse, puesto que, con el fin de promocionar las ventas, se allana toda particularidad entrelos libros. Otros crticos, a su vez, se preguntan si el fenmeno best seller no es, de hecho,un mito; despus de todo, incluso con la existencia de premios considerables tales como losotorgados por Clarn y La Nacin, los escritores locales excepcionalmente forman parte delpanten de los best sellers. Como Isidoro Blaisten plantea, quizs el lector no ha muerto,est enfermo de marketing (Buenos Aires, 14 de junio de 2000). Es por ello que, con razny ste parece ser el tema de la dcada, algunos escritores estn obsesionados con laconsolidacin de un canon global en la medida en que ste promete nuevas formas deaceptacin pblica y expectativas de ventas.

    DEL BOOM AL CRASH

    El intercambio de textos al servicio de la ganancia genera una clara inquietud entreescritores y agentes. Al mismo tiempo, la esttica posmoderna altera los paradigmas del arteliterario. De all que los textos autorreferenciales que en los 60 formulaban una escrituraalegrica sean reemplazados en la actualidad por historias en las que se despliegan infinitos

  • 804 FRANCINE MASIELLO

    simulacros. Dicha cuestin, entonces, nos conduce a reflexionar sobre los problemas de laautoridad narrativa y el poder del escritor, al mismo tiempo que las propias ficcionesindagan en su interior sobre la autenticidad de los objetos que nos rodean. En general, estasprcticas narrativas son generadas a partir de los cuerpos femeninos. El cadver congeladode Evita reproducido en mltiples copias pone en evidencia dicho fenmeno, pero tambinlo hacen el cuerpo agonizante de la hija de Isabel Allende en su best seller Paula y la historiasobre el cltoris escrita por Fernando de Andahazi en El anatomista. Pululan, as, imgenesde mujeres fracasadas, planos de partes de cuerpos fragmentados, estudios detallados sobreel deseo sexual femenino captado por la mirada de un antroplogo. En estas obras, eltratamiento que reciben las mujeres consiste en convertirlas literalmente en objetos, enaislarlas parcelndolas; sin vida y ms all de todo compromiso. Si bien en la escritura delos 60 las mujeres fueron inicialmente representativas de la permanencia de una culturamatriarcal ligada a las races de la nacin, actualmente ellas aparecen plasmadas comoobjetos petrificados, a menudo necesitadas de asistencia. De este modo, rsula y La Magason reemplazadas por figuras de cartn: indefensas, dbiles y dependientes. Estos nuevospersonajes deben contar con una brigada de lectores internacionales para ser revividos,insuflndoles vida dentro de sus cuerpos enfermizos. Al mismo tiempo, escritores talescomo David Vias, Hugo Achugar, Charlie Feiling y Sergio Chefjec asumen seudnimosfemeninos como una manera de burlarse de los conceptos rgidos de las identidades delgnero sexual. De alguna forma, entonces, la crisis del feminismo es articulada a travs dela ficcin; el asesinato de mujeres o la apropiacin e intercambio de sus voces y cuerposdomina la forma literaria. Ellas ingresan a la ficcin como piezas claves, vacas designificantes pero con la habilidad de unir lo particular y lo universal en un universo designificados.

    El cadver, plantea Nicols Rosa (2), es notable porque expresa una instancia detransicin: el flujo entre la vida y el espritu, entre la dimensin mundana y el ms all. Esla pura materia inerte pero, tambin, la corporizacin del movimiento. Esta doble accincimentada sobre la representacin del xtasis puede ser rastreada en la descripcin de lasmujeres en los textos de la literatura latinoamericana. Movindose entre los escenariosinternacionales de publicidad y las estrategias de marketing, la representacin globalizadade lo femenino convoca tanto a rescatar lo esencialmente autntico como, tambin, elencanto femenino universal que produce una identificacin ampliamente extendida. Estasimgenes, que condensan un espacio global, vulnerando nuestros sentimientos comolectores, al mismo tiempo marcan una distancia antropolgica que separa al sujeto lector desu objeto. No enfrentamos aqu el equivalente a una repeticin del paradigma civilizaciny barbarie, en el cual Europa y Estados Unidos se mantienen como el espritu de la luz,mientras Amrica Latina es considerada un cuerpo enfermo (vase Hernn Vidal, Literaturahispanoamericana). Se trata, ms bien, de observar cmo la representacin de las mujereslatinoamericanas en los textos de ficcin permiten una transnacionalizacin de un sujetoparticular a travs del cual los lectores, conducidos internacionalmente de Norte a Sur,pueden participar como iguales en la determinacin de cuestiones de valor, sean excluidoso aliados incondicionales de la prosperidad de los avances cosmopolitas. De este modo, elgnero en la literatura en Amrica Latina se convierte en una pieza de cambio para entraral juego del consenso global.

  • 805LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    EL MERCADO NEOLIBERAL

    Podemos afirmar, entonces, que bajo el neoliberalismo las identidades se mercantilizan,acompaadas por una fuerza global que coloca los nombres y los deseos bajo el escrutiniodel mercado. Este fenmeno coincide tambin con el intento, iniciado durante el retorno alas tradiciones democrticas, de crear un umbral mnimo de consenso en el cual las basesideolgicas y materiales de anlisis individuales han sido reducidas considerablemente.

    No se intenta aqu plantear un retorno, iniciado por muchos, a lo que se considera comola era del desvanecimiento de la historia o, como postulara Francis Fukuyama, del fin dela historia. Por el contrario, me interesa observar los modos en que la lgica del best seller,distiende y comprime, a la vez, el tiempo y el espacio, permitindonos una curiosapercepcin de la diferencia. Es decir, de las formas alternativas en que uno se percibe ypercibe a los otros, creando finalmente en contra de los postulados posmodernos, lailusin reconfortante de retornar como sujetos de la historia. En otras palabras, mi foco deinters reside en ver de qu manera somos capaces de mantener nexos identificatorios y derebasar, a travs del circuito de los best sellers, nuestros propios juicios sobre la culturapoltica que impera actualmente. Podemos decir, en este sentido, que el best seller de los 90crea nuevas versiones de las relaciones cruzadas entre la lgica local y la global; en l secontrae y distiende el realismo espacial mientras se comprime el orden lineal (Jameson 22).Esto se representa en torno a la identificacin de la diferencia y de nuestra sensacin de quedeberamos controlarla. Sin embargo, la vanguardia, paradjicamente, reclama para s lamisma configuracin alrededor de los mrgenes, cuestin que, como vimos, es de la que sealimenta el mercado del best seller. El problema de la diferencia, entonces, emerge desdembitos extremadamente diferentes. Debemos tener en cuenta que, en el campo de la teora,crticos recientes, vidos por escapar de los relatos macrohistricos, han convertido alfragmento en el receptculo de una fuerza redentora. De este modo, han privilegiado elmicroespacio (Foucault, Deleuze, Perlongher), el entrelugar (Bhabha, Silviano Santiago),o lo residual y fragmentario (Hugo Achugar, Nelly Richard). stos han celebrado el espaciointersticial o la disyuncin (Appadurai, Hopenhayn), o han vuelto su mirada a los poderesde los sujetos ingobernables (el grupo de los estudios subalternos en India y Amrica Latinatrabajando bajo la misma denominacin en los Estados Unidos). A travs de estas imgenes,los crticos buscan hurgar en el potencial contra-hegemnico de las fuerzas de oposicin,absorbiendo desde abajo la expectativa de la revuelta para alterar los discursos monolticosque dominan en este fin de siglo. La apora o lo micro, lo residual o el margen, expresanuna subversin de los discursos rgidamente codificados, una especie de agujero negroque exhorta a los espectadores y lectores. Y que, al mismo tiempo, avala nuestro poder pararecomponer los fragmentos a travs de la prctica de la sutura y nos impulsa a ejercer nuestracapacidad de intrpretes. Es decir, en la medida en que reconozcamos el poder que devienede los mrgenes, tambin aceptaremos nuestro propio poder como lectores.

    Hasta ahora, como intelectuales progresistas hemos reconocido a ste el margencomo el espacio para la batalla y el compromiso, pero la lgica del best seller pone enevidencia otro terreno en el cual estos mismos instrumentos de trabajo pueden ser usados.En efecto, el best seller tambin explota el modo espacial, pero en lugar de convertir a las

  • 806 FRANCINE MASIELLO

    identidades en un recurso de resistencia, se ubica en el espacio indeterminado entre unexceso innombrable y los lmites enmarcados de la diferencia. Su textualidad reclama unms all de lo particular; uniendo las tensiones producidas por el devenir del movimientoy su inversin en el xtasis, se produce, no obstante, una lgica totalizadora. Es decir, elbest seller enlaza las visiones locales y globales; l toca nuestros rasgos humanos en la aldeaglobal y golpea sobre nuestras necesidades de un enlace comunitario. Al igual que lademocracia en tanto mercanca, el best seller ofrece la ilusin de la eleccin. Nosotros, comoconsumidores, estamos invitados a degustar su oferta de sabores y estilos, y a crearnos unaapreciacin completa. Al final, la singularidad es un tejido hecho de filamentos de ladiferencia que enlaza sujetos populares con lectores metropolitanos.

    UN PROCESO QUE EMERGE POR ETAPAS

    Si la novela del boom enfatizaba la exuberancia extica de Amrica Latina, y mantenaa raya al lector curioso extranjero de los dramas amorosos a distancia, en la actualidad lostextos que activamente circulan por el espacio internacional permiten que reconozcamos enla diferencia respecto de los otros nuestra propia dispersin epistemolgica. Insertados enla arena global, la obra extranjera invita todava a una fetichizacin sobre la diferencia; ellapuede producir lo que Balibar alguna vez denomin un neo-racismo transnacional (20)que ve como insuperable toda diferencia. Pero, tambin, sta puede crear la ilusin de unaconexin con el sentido reprimido de la accin popular.3 En fin, la misma puede permitirnosresituar la diferencia en el terreno del destino y desplazarnos hacia un campo nico de laimaginacin.4

    Al mismo tiempo, esta especie de promocin de la diferencia sigue siendo unaestrategia de venta de libros comercializados masivamente que sustentan, simultneamente,categoras de semejanza y particularidad. Pero tambin nos plantea un rol dentro de nuestrainsercin general en el dilogo entre las Amricas y nos potencia como actores a travs dela doble fantasa de la identificacin y el desplazamiento. Si bien puede ocurrir, comomuchos han planteado, que como consumidores en el contexto global nos convirtamos enfetiches, al mismo tiempo estamos siendo afectados por la ilusin de que podemos actuarsobre situaciones localizadas en cualquier punto del planeta. El compromiso nos permiteuna ubicacin fija en el espacio, as como una entrada a las esferas de experienciascompartidas, reintegrndonos como partcipes de una cierta comunidad que puede resistiren un espacio de diferencia. En relacin al xito del mercado, Milagros Mata Gil plantea:

    3 Carlos Rincn adopta otra perspectiva sobre este tema analizando el traspaso de relatos desde laperiferia hacia la periferia para explicar la competencia cultural. Fenmeno que tambin ampla lagama de ilusiones que entrelazan a miembros de comunidades perifricas en accin.4 Cuando Appadurai plantea resituar la diferencia (Disjuncture and Difference) seala los modosen los que las divisiones de lo global y lo local se muestran en un nico ncleo territorial. En mi caso,utilizo el mismo trmino para alegar que los textos culturales de masas, mientras sealan diferenciasforneas en otros lugares, tambin invitan a los lectores a reflexionar sobre las diferencias internasdomsticas.

  • 807LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    Asumiendo que Amrica Latina es una regin, de manera tal que, aunque en el conjuntoexisten sub-regiones, stas poseen nexos y relaciones que permiten asumir la existenciade un conjunto mayor [...] afronta [...] la eventualidad de darle ms vigor al mercado yainstaurado o a la constitucin de uno. Para que se cumpla su esencia, que es el intercambio,es indispensable que entren en juego mercancas que sean valores de uso. Estos, remitena necesidades y maneras de satisfacerlas. Cuando los valores de uso constituyen unsistema, ste es, como en literatura, de diferencias y equivalencias, pues el mercado serealiza en el juego dialctico de esos factores [...] el mercado tiende a alterar el ordenestablecido y encaminar a los participantes hacia la complementacin de los interesescomunes. (104)

    De esta manera, la literatura adquiere un atributo social; necesidad y unidad cruzan albest seller a travs de una gama de intereses mercantiles. Sin embargo, surge una segundaadvertencia: lo que constituye meramente un best seller no debe ser meramente desestimado.De hecho, la imaginacin simblica en estos textos juega el rol de regularizar un nuevoorden de sentido comn.5

    En la medida en que una nueva conexin global se establece por medio de la unidadentre sectores perifricos y metropolitanos, la cuestin del gnero juega un papel significativo.En general, las mujeres representan un campo delimitado: las mujeres escritoras, quecomienzan a ser una mercanca altamente vendible circulando como un signo del pluralismo,enlazando la esfera ntima a travs del globo y suministrando imgenes reflejas a lectoresdistantes. As, cuando las novelas de Cristina Garca alcanzan las listas de best seller en elCono Sur, ello permite que los lectores puedan echar una mirada sobre la vida latina localen la metrpolis yanki. Las mujeres y las minoras llevan la carta de triunfo en esta clase decirculacin ficcional, una legitimacin de un discurso contestatario y un punto de entradaa la resistencia, aun dentro del consenso global.

    Dentro de este contexto, entonces, no es sorprendente que la forma que domina sea lade la memoria. As, dndole un cierto toque a la narrativa llana del realismo que presuponeel control de todo exceso o fantasa, esta prctica de la escritura memorstica pretende,ingenuamente, hacer coincidir el fluir de la historia con las propias elecciones subjetivas.Esta forma del gnero literario presupone que para abordar las tensiones de las zonas decontacto entre memoria y representacin no se necesita ninguna informacin adicional. Deeste modo, se sita un sujeto psicolgico dentro del campo de la historia tornndosedisponible a todos los lectores. As, cuerpos y sentimientos organizan la historia y aportanuna teleologa que enlaza a los individuos y a las familias con las polticas ms amplias dela esfera nacional e internacional. Estas prcticas representacionales ejemplifican unatendencia contempornea de la intervencin individual en los fracasos de la historiareciente, un camino de revertir el curso del tiempo, de comprimir los desvos a travs de lapluma, ms all de alertar a los lectores sobre los aspectos de la historia con la cual han estadoprofundamente familiarizados. Como sealramos anteriormente, esta lectura productivapor medio de la cual los lectores modifican el curso de los acontecimientos histricos creala ilusin de ser partcipes activos de la poltica contempornea a travs del buceo de ciertainformacin clandestina en donde se pone en evidencia la vulnerabilidad de la ley y las

    5 En este punto amplo la discusin de Judith Butler en su ensayo Merely Cultural (1997).

  • 808 FRANCINE MASIELLO

    constantes violaciones de la justicia.6 De este modo, somos convocados en tanto lectoresa una intervencin en la que estamos en condiciones de expresar nuestras elecciones ydenuncias a travs de los datos descubiertos y puestos en circulacin. En una poca en laque, cada vez ms, se determina la participacin ciudadana en la vida poltica y civil, el bestseller ofrece la posibilidad de la intervencin; as, nuestra accin es, en consecuencia,afirmada.

    A menudo, el best seller escrito por mujeres brinda la ilusin de explorar profundamenteen los orgenes, enlazando la domesticidad individual con la agenda transnacional. ste esprecisamente el caso de la novela de Isabel Allende Afrodita un recetario de cocina unidoa la memoria familiar, en el cual se exhiben no slo las recetas de la madre de la autorachilena, sino tambin las de Carmen Balcells, su representante literaria en Espaa. Este libroes una variante de los manuales de auto-ayuda, a travs del cual se auxilia a las mujeres dela casa en sus planes para las aventuras amorosas (no importa que estn en Barcelona,Santiago de Chile o en San Francisco de California). Al mismo tiempo, es un texto que secimienta en el reconocimiento de la vida ordinaria, una homogeneidad de sentimientos ydeseos que prometen una cierta afinidad entre mujeres dentro de la aldea global. Porsupuesto, estos nexos se establecen a travs del alimento y el cuidado del cuerpo. Aunqueen esta novela no es un cadver el que se yergue ante nosotros despertar la eroticidaddormida del cuerpo, podra decirse, no es para nada eso, sin embargo, desde la perspectivade Allende, la nutricin y el fortalecimiento constituyen una forma inerte de demanda. Elcuerpo, entonces, se convierte en un recipiente que debe moldearse de acuerdo a lossignificados vertidos por la escritora; depende del sustento provisto para asumir una nuevavida dentro del texto. As, el manual de auto-ayuda es una forma de inocular vida al cadver;semejante al relato de Blancanieves, Afrodita anima al cuerpo agonizante que yacepasivamente esperando ser asistido. Si como lectores y autores despertamos a la accin, esla especie humana la que est representada sobre el cuerpo enfermizo de ese otro elegido alazar.

    El libro de Allende tiene como foco de inters el nuevo orden econmico cultural endonde la dimensin ntima es su punto de partida. Claro que aqu dicha intimidad esdisciplinada, encasillada a partir de los parmetros y hbitos de la familia, de los modosdomsticos de estructurar el tiempo y la periodicidad global. Aun el hedonismo, parecedecirnos la autora, necesita ser disciplinado; el consumo, por lo tanto, es una actividadcivilizada que no puede tomarse como algo dado. De este modo, y lo que es ms importante,esta nueva forma de historizacin coloca al cuerpo como agente principal. Es precisamenteesta interioridad de la obra que se proyecta hacia lo global lo que me resulta sumamenteinteresante. A travs de este procedimiento, el best seller enlaza distintas esferas sociales,provocando pactos de reconocimiento. Y, generalmente, al mismo tiempo que echa las

    6 Sobre el apetito pblico por los escndalos de la poltica actual, ver Marcos Meyer, La crisis dellibro periodstico (Clarn 23 de agosto de 1998), donde varios comentaristas llaman la atencin sobrela atraccin de los best sellers dedicados a revelaciones polticas. Meyer menciona, por ejemplo,Nunca Ms, el best seller de la poca de Alfonsn, de los cuales se vendieron 206.038 ejemplares enla Argentina, o el libro de Kirschenbaum, Malvinas, la trama secreta, que fue un texto fundacionalen su gnero.

  • 809LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    bases para que emerja una nostalgia compartida, provee la ilusin de accin y dominio.7Pero, tambin necesita del reconocimiento de una ley, ya sea la que deviene del estado o laque se hereda de la familia o del clan.

    Respecto a este doble sentido de la historia, Appadurai plantea algunas cuestiones quepueden iluminar nuestro anlisis:

    La historia lo lleva a uno hacia afuera, a unir patrones de cambio en universos deinteraccin cada vez ms vastos; la genealoga nos conduce hacia adentro, haciainclinaciones y modas culturales que deberan ser fijadas con tenacidad en las institucioneslocales y en la historia del habitus local. (32)

    El best seller juega con ambos; su xito es atribuible tanto a una fuerza interior que llevaa conectar a las personas globalmente, como a un falso impulso de influencia sobre lahistoria a la que los individuos creen controlar. Una historia de los sentidos (el goce, entrminos de Epicuro) es, en la visin de Isabel Allende, suficiente para corregir nuestrasequivocaciones. Allende describe su proyecto como un viaje sin rumbo fijo a travs de lasregiones de la memoria sensual, en la que los lmites entre el amor y el apetito son tan difusosque por momentos suelen evaporarse completamente (11). Ella ofrece un suministro derecetas pero, simultneamente, plantea ir ms all del manual, de apelar a los instintos quea todos nos unen y de sobrepasar los caprichos de leyes distantes. Una manera de concebiruna comunidad alternativa basada en los sentimientos y en un saber compartido.

    Al respecto, se podra postular que el best seller estratifica diferencias, pero borratambin contradicciones. As, el deseo de consumo provoca un traspaso de las fronterascomunitarias haciendo que establezcamos vnculos entre los mismos sujetos deseantes; noshace despertar como lectores dentro de una red global. Debido a ello, estamos unidos enun espectculo de diferencias y, por medio de la nostalgia y el melodrama, permanecemoscontiguos. En este punto, asistimos a una versin aceptable de la historia. Escritoras comoLaura Esquivel, ngeles Mastretta, Isabel Allende y Mara Esther de Miguel son un ejemplode este tipo de prctica, ordenando acontecimientos histricos a travs de los cuerpos de lasmujeres a fin de vincular la perspectiva poltica al universo ntimo. De este modo, lafemineidad ocupa un rol central en establecer puentes entre las disyunciones locales yglobales, reconfigurando mensajes en una promesa novedosa de unificacin.

    Este es precisamente el caso de la primera novela de Marcela Serrano, Nosotras quenos queremos tanto (1991), donde las mujeres de diferentes posiciones sociales reflexionansobre su memoria compartida respecto a la militancia poltica de los 70.8 El mismo temaes tratado, pero con un tono ms sobrio, por una obra de Ariel Dorfman de esa misma poca,en donde el consenso se produce, nuevamente, alrededor del tema del deterioro. El amplioxito internacional de Dorfman gracias a su obra de teatro La muerte y la doncella, enlazalas elecciones ticas a travs del conflicto y la representacin corporal de las mujeres. En

    7 Susan Frenk insiste sobre esta idea de dominio o recuperacin de fuerzas, aunque por causasdiferentes a las que planteo en mi trabajo (The Wandering Text).8 Otra novela ms reciente de Serrano, El albergue de las mujeres tristes (1997), toma la frmula delbest seller en una direccin distinta, para ayudar al lector a identifican un tejido comn y un fcilsentido de permanencia en los saberes femeninos.

  • 810 FRANCINE MASIELLO

    este texto dramtico (aqu me centro en el anlisis de la escritura de Dorfman pero el mismopodra ser perfectamente aplicado a la pelcula), se sita a la mujer en el realismo de loirracional, identificndola con las fuerzas de la naturaleza. Los abusos fsicos sufridospreviamente despiertan nuestra compasin al mismo tiempo que sus revelaciones incitannuestra sospecha. Aunque Paulina no es un cadver como sucede con Evita, su presenciaen el relato, sugiere, de todos modos, preguntas similares: puede el cuerpo femeninoconducir a una verdad objetiva particular o, por el contrario, llevar a la multiplicidad delecturas sobre lo real? Cmo se puede acceder a historias que se encuentran encubiertaspor el trastocamiento e ininteligibilidad de las voces y las legalidades? Si bien su tonoconfesional nos arrastra, tambin afecta nuestra base comn de entendimiento sobre lahistoria. De este modo, nuestras ansiedades se vinculan en la fe sobre una revelacingeneral. Dorfman nos conduce, pues, a travs del cuerpo femenino, a considerar lainconsistencia de la representacin y el difcil reino del consenso.

    Al respecto, Paulina plantea: Compromiso, acuerdo, negociacin. Todo en este pases hecho por consenso (Dorfman 39). El texto seala la tensin entre la ley y los derechosindividuales, entre los significados universales y los locales, entre la culpa y la absolucin;en este proceso nuestro juicio se interrumpe. As, al suspender las disputas capturamos uninstante fugaz de angustia colectiva, retrayndonos hacia un espacio de acuerdos tcitos endonde se desaprueba toda incriminacin al otro. En el best seller, este momento se salva atravs de la presencia de una femineidad global. Los cuerpos de mujeres nos permiten verlas relaciones que amplan gamas de diferencias; ellos hacen posible que los periodoscontrapuestos de la historia se reconcilien a travs de la dramatizacin de lo desconocido.Esa formulacin de lo corpreo femenino nos muestra que la diferencia puede mantenerseaunque como un dilema irresuelto, sin prolongar la contienda, subrayando, adems, elcarcter inadecuado del dilogo y el debate actual. De este modo, el consenso entre lectoresse lleva adelante no slo a travs de un trabajo interno del texto, sino por medio de lasimgenes femeninas que al principio nos dejan en un estado crtico de desasosiego, y luegoliquidan la disputa por medio de la resignacin.

    La escritura del best seller se sostiene sobre una paradoja: por una lado, provee unaexitosa insercin en el mercado global; por el otro, sus estrategias a menudo desafan lastcticas que aseguran el triunfo neoliberal. Adems, apunta a la totalidad de las demandas,seala la necesidad de la presencia de los cuerpos femeninos en estos espacios de inquietud,y, finalmente, utiliza, como un trompe loeil, las herramientas de anlisis que pertenecen ala lgica neoliberal a fin de producir estrategias de resistencia individual. En otras palabras,cronmetros, pesas y varas los dispositivos de medicin del xito son trados dentrode gran parte de la ficcin contempornea para mostrar la envergadura de la invencinpersonal e, incluso, la subversin del mercado. As, Laura Esquivel en Como agua parachocolate, otro libro de recetas hbrido esta vez incrustado dentro de la novela, evoca unaserie de metforas construidas en forma hiperblica. La herona, por ejemplo, nace a partirde la cantidad de lgrimas vertidas, cuya sal llena un saco de diez libras. Ms tarde, preparauna torta con diecisiete huevos y teje un cubrecama que puede extenderse a lo largo de unkilmetro. Estas exageraciones son algo ms que un simple intento de realismo mgico;ellas burlan una economa que fomenta el valor cuantitativo y no la calidad de la forma.

  • 811LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    Adems, alertan sobre las fallas de una sociedad que intenta codificar los valores familiareso el amor a travs de parmetros fijos o por medio de la ley.

    UN CONCLUSIN SOSEGADA?

    La novela sobre la marginalidad latinoamericana ofrece al consumidor un espacio paraintereses privados que son una forma de protesta contra el mercado capitalista. Aunque sibien recurre a mitos premodernos para garantizar la permanencia de valores arcaicos,tambin crea la ilusin de una pequea sociedad civil dentro de la esfera trasnacional.9 Deeste modo, ofrece la posibilidad de una autoridad reterritorializada, un modo de traer laexperiencia de sentimientos compartidos a un nuevo conjunto de lectores. Es posible, porsupuesto, que algunos puedan sostener que la cultura de masas pone en duda la propiedadde nuestros propios deseos; pero la otra cara de este modelo, la literatura de masas de laespecie que he descripto, tambin permite articular nuestros deseos en relacin a algn otrodistante. Paradjicamente, el best seller exhibe estas diferentes posiciones dentro de un textoparticular, consolidando la memoria y conteniendo sentimientos disruptivos que deberanapartarse de la ley, subsumiendo un sentido de opresin jerrquica con el objeto de avalarla libertad individual. Pero tambin permite procesar mltiples series de enlaces verbales ycorporales, rearticulando una comunidad virtual de lectores y permitindonos pasar de loindividual a lo subjetivo colectivo, a menudo alrededor del significante gnero. As, aunqueel best seller mantiene la ilusin de que por medio de nuestra fuerza individual es factibleconvertirnos en otro sujeto diferente, tambin nos permite la posibilidad de participar de unaalianza posnacional.

    De este modo, el debate sobre los best sellers nos conduce por un camino que se bifurca:por un lado, podemos subrayar su mensaje formulaico, viendo en su apelacin masiva a lafantasa pluralista un eco de la cultura mercantil que permite a los individuos privilegiadosjustificar su posicin social.10 Dentro de la misma lgica crtica, podemos tambincompartir la objeciones sostenidas por la vanguardia, respecto del mal absoluto del mercadoy sus efectos devastadores sobre el arte. Al respecto, el best seller es considerado por sucarencia de un lenguaje disruptivo y de una escritura experimental que repercuta en suforma, proveyendo, en cambio, una lgica de banalizacin total que ignora las prcticasaudaces de la literatura (sobre este punto ver los recientes trabajos de Beatriz Sarlo y NellyRichard). Sin embargo, si la industria cultural ofrece la posibilidad de la disonancia y elcambio, est claro que, al igual que la vanguardia, nuestras voces y deseos han sido yacooptados. La cultura global del fin de siglo se apropia del lenguaje de estos deseos, dejandoal movimiento contracultural sin ninguna demanda. As, el mundo corporativo absorbe los

    9 Los efectos liberadores de la cultura de masas como un medio de crear una versin en miniatura dela sociedad civil han sido articulados, con nfasis diferente al mo, por George Yudice (1993). Sobrelos peligros de la ilusin, ver la crtica de Yudice (1994) a Jameson.10 En relacin a los privilegios del lector bajo la era del capitalismo tardo, Jameson postula tusprivilegios te separan del resto de la gente, pero por eso mismo constituyen una pared protectora atravs de la cual no puedes ver, y ms all de la cual, por lo tanto, pueden imaginarse toda clase derivalidades en proceso de congregarse, de conspirar y prepararse para dar el asalto (Posmodernism289). Sobre el best seller, vase tambi: From Romance to Refractory Aesthetic de Jean Franco.

  • 812 FRANCINE MASIELLO

    fenmenos contraculturales y se apropia de su lenguaje de solidaridad y de sus proyectospara el cambio. De este modo, nos encontramos carentes de expresin, viviendo en unadimensin en donde se ha aplanado todo debate y perspectiva profunda. Hemos perdido,entonces, el repertorio de imgenes que haba caracterizado las formas alternativas derepresentacin. Si aceptamos el resultado de este segundo aspecto del fenmeno, ylamentamos las voces que nos han sido robadas, tambin renunciamos a los cuerposmaterializados en el texto best seller, evitando, as, las pujas representacionales utilizadaspor la cultura de masas para describirlos. A pesar de esta posicin contracultural, falta andar cuenta, en alguna forma plausible, de aquellos impulsos libidinales que el best sellersuscita. Y, aqu, voy a concluir con una intervencin final y, tal vez, agresiva. Gran partedel debate sobre el fenmeno best seller confunde produccin con distribucin de textos,pero tambin alude a nuestra propia ambivalencia en relacin a nuestra circulacin en tantocrticos. En este sentido, la polmica en torno al best seller deviene en la escena para larepresentacin de nuestra propia exclusin de los privilegios, es decir, nuestra marginalidadacadmica en relacin al mercado. Esto nos recuerda nuestra exclusin de los derechos. Talsituacin, paradjicamente, revela nuestra propia susceptibilidad por la atraccin delmercado y el modo en que volvemos a fetichizar nuestra diferencia intelectual en detrimentode los otros.

    En la Marcha por el orgullo Gay realizada en junio en San Francisco, los participantesdeclararon: Somos una comunidad, no un mercado, objetando la comercializacin deimgenes gays en detrimento de una alianza poltica. Acaso la alternativa es permaneceren casa, retraerse de las calles, apartarse de la convocatoria artstica que satisface los anhelosgenerales? O desechar las figuras de los cuerpos que despiertan los intereses de las masas?La respuesta, parece, puede ser encontrada en una prctica de lectura que va a travs y msall del mercado, que abastece un anlisis que no se detiene meramente ante las puertas delxito comercial y la fanfarria colectiva, que sobrepasa nuestras fantasas mojigatas de unaexistencia esttica fuera del consumo. As como el best seller plantea cuestiones de ticay perdurabilidad, el milagro cultural de este fin de siglo bien puede consistir, en quenosotros, como defensores de la vanguardia permanezcamos cada vez ms alejados ydistantes respecto de las tendencias generales de nuestro tiempo. La solucin puede serencontrada no en un repliegue en el entrelugar o el fragmento, sino en un retorno a laparticipacin directa en espacios ms amplios de accin. A partir de aqu podramos trabajarno simplemente desde las hendiduras y las fisuras del discurso, sino indagar en las relacionesentre las figuras completas y, sin embargo, complementarias que alinean a estos mundosopuestos.

    Traducido por Isabel Quintana

  • 813LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE LA HISTORIA

    BIBLIOGRAFA

    Allende, Isabel. Aphrodite. Margaret Sayers Peden, trad. Nueva York: Harper Collins,1998.

    Appadurai, Arjun. Disjuncture and Difference in the Global Cultural Economy. PublicCulture 2/2 (Spring 1990): 1-11, 15-24.

    _____ Consumption, Duration, History. Streams of Cultural Capital. David Palumbo-Liu y Hans Ulrich Gumbrecht, eds. Stanford: Stanford University Press, 1997. 23-45.

    Balibar, Etienne y Immanuel Wallerstein. Race, Nation, Class: Ambiguous Identities.Londres-Nueva York: Verso, 1991.

    Blaisten, Isidoro. Hablan los que saben. La Nacin (Buenos Aires, 14 de junio de 2000).Butler, Judith. Merely Cultural. Social Text 52-53 (Fall/ Winter 1997): 265-77.Donoso, Jos. Historia personal del boom. Barcelona: Anagrama, 1972.Dorfman, Ariel. Death and the Maiden. Nueva York: Penguin, 1991.Eloy Martnez, Toms. Santa Evita. Buenos Aires: Planeta, 1995.Esquivel, Laura. Como agua para chocolate. Mxico: Planeta, 1990.Franco, Jean. Narrador, Autor, super-estrella: La narrativa latinoamericana en la poca de

    cultura de masas. Revista Iberoamericana 114-115 (1981): 129-48._____ From Romance to Refractory Aesthetic. Latin American Womens Writing:

    Feminist Readings in Theory and Crisis. Anny Brooksbank Jones y Catherine Davis,eds. Londres: Clarendon y Oxford, 1996. 226-37.

    Frenk, Susan. The Wandering Text: Situating the Novels of Isabel Allende. LatinAmerican Womens Writing: Feminist Readings in Theory and Crisis. Anny BrooksbankJones y Catherine Davis, eds. Londres: Clarendon y Oxford, 1996. 66-84.

    Jameson, Fredric. Postmodernism or the Cultural Logic of Late Capitalism. Durham: DukeUniversity Press, 1991.

    _____ Globalization as Philosophical Issue. The Cultures of Globalization. FredricJameson y Masao Miyoshi, eds. Durham: Duke University Press, 1998. 54-77.

    Mata Gil, Milagros. El pregn mercadero. Caracas: Monte vila, 1994.Meyer, Marcos. La crisis del libro periodstico. Clarn (Buenos Aires, 23 de agosto de

    1998).Michelotti-Cristbal, Graciela. Eva Pern: Mujer, personaje, mito. Confluencia 13/2

    (1998): 135-44.Palumbo-Liu, David y Hans Ulrich Gumbrecht (eds.). Streams of Cultural Capital.

    Stanford: Stanford University Press, 1997.Rama, ngel. El boom en perspectiva. Ms all del boom: literatura y mercado. ngel

    Rama, ed. Buenos Aires: Folios, 1984. 51-110.Rincn, Carlos. Streams out of Control: The Latin American Plot. Streams of Cultural

    Capital. David Palumbo-Liu y Hans Ulrich Gumbrecht, eds. Stanford: StanfordUniversity Press, 1997. 179-98.

    Rosa, Nicols. La leccin de anatoma. Gandhi 2 (November 1997): 5.Sarlo, Beatriz.La persuasin del mercado. La Nacin (Buenos Aires, 14 de junio de

    2000).Serrano, Marcela. El albergue de las mujeres tristes. Buenos Aires: Alfaguara, 1997.

  • 814 FRANCINE MASIELLO

    _____ Nosotras que nos queremos tanto. Santiago de Chile: Ed. Los Andes, 1991.Vidal, Hernn. Literatura hispanoamericana e ideologa liberal: surgimiento y crisis.

    Buenos Aires: Hispamrica, 1976.Vias, David. Pareceres y digresiones en torno a la nueva narrativa latinoamericana. Ms

    all del boom: literatura y mercado. ngel Rama, ed. Buenos Aires: Folios, 1984. 13-50.

    Ydice, George. Estudios culturales y sociedad civil. Revista de crtica cultural 8 (1994):44-53.

    _____ Civil Society, Consumption, and Governability in an Age of Global Restructuring.Social Text 45 (1993): 1-25.