MAL DE POTT - Medicina Infantil€¦ · - espondilodiscitis (Mal de Pott). - coxalgia. -...

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390 Medicina Infantil Vol. XVII N° 4 Diciembre 2010 COLUMNA DE RESIDENTES MAL DE POTT INTRODUCCION El Mal de Pott es una entidad descripta por Percival Pott en 1779 al encontrar la presencia de giba dorsal, absceso osifluente y trastornos neu- rológicos como parte de un mismo origen etioló- gico. Cuarenta años después Neltaon y Nichet la rubricaron como una forma de tuberculosis y la etiología fue confirmada luego del descubrimien- to del bacilo por Koch en 1882 1 . La tuberculosis es una entidad clínica produ- cida por el Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, un bacilo acido alcohol resistente de crecimiento lento que se inactiva por rayos ultra violetas o temperatura superior a los 60ºC 2 . Se trata de una patología prevenible y cura- ble, aunque en los últimos años se evidenciaron formas graves de la misma. La enfermedad suele presentarse en un con- texto social y de higiene particular. Se transmite por vía aérea manteniendo un contacto sosteni- do con el paciente bacilífero 2 . El mayor riesgo de infección se encuentra entre los contactos próximos al paciente bacilífero, especialmente aquellos que comparten la vivien- da, lo que se agrava en condiciones de hacina- miento 2 . Una vez infectado, el riesgo de enfermar depen- de de su situación inmunológica. En pacientes inmunocompetentes, el riesgo de enfermar es del 10% durante el transcurso de su vida. La pro- gresión hacia la enfermedad es mayor cuanto más cercana es la primoinfección y disminuye con los años 2 . La tuberculosis se expresa en forma pulmo- nar, la más frecuente, y en formas extrapulmona- res dentro de las cuales se encuentra la ganglio- nar, la de SNC, osteoarticular y miliar. Dentro de las formas osteoarticulares se distinguen: - espondilodiscitis (Mal de Pott). - coxalgia. - gonartritis 3 . La espondilitis tuberculosa o Mal de Pott es la más común de las afectaciones esqueléticas en la tuberculosis. Es una forma extrapulmonar, resul- tado de una siembra hematógena a nivel de cuer- pos vertebrales durante la fase de bacteriemia en la primoinfección o por contigüidad. La tríada semiológica incluye: - Gibosidad. - Absceso frío. - Paraplejía 1 . Sus manifestaciones clínicas son muy insi- diosas, por lo que el diagnóstico es habitualmente tardío, con la consiguiente giba o deformidad cifó- tica de la columna y las secuelas neurológicas en un número no despreciable de pacientes. Se presenta un caso clínico de paraplejía suba- guda con diagnóstico final de Mal de Pott. CASO CLINICO Concurre a la consulta por consultorios exter- nos de neurología, un paciente de 11 años, sin antecedentes patológicos de importancia, con Dras. María Noelia Nieves*, María Belén Folgar**, María Florencia Verdi*** *Residente de 3º año de Clínica Pediátrica. Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan. **Residente de 2º año de Clínica Pediátrica Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno (CEMIC). ***Residente de 1º año de Clínica Pediátrica. Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan. http://www.revistainfantil.org.ar

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390 Medicina Infantil Vol. XVII N° 4 Diciembre 2010

COLUMNA DE RESIDENTES

MAL DE POTT

INTRODUCCIONEl Mal de Pott es una entidad descripta por

Percival Pott en 1779 al encontrar la presencia degiba dorsal, absceso osifluente y trastornos neu-rológicos como parte de un mismo origen etioló-gico. Cuarenta años después Neltaon y Nichet larubricaron como una forma de tuberculosis y laetiología fue confirmada luego del descubrimien-to del bacilo por Koch en 18821.

La tuberculosis es una entidad clínica produ-cida por el Mycobacterium tuberculosis o bacilode Koch, un bacilo acido alcohol resistente decrecimiento lento que se inactiva por rayos ultravioletas o temperatura superior a los 60ºC2.

Se trata de una patología prevenible y cura-ble, aunque en los últimos años se evidenciaronformas graves de la misma.

La enfermedad suele presentarse en un con-texto social y de higiene particular. Se transmitepor vía aérea manteniendo un contacto sosteni-do con el paciente bacilífero2.

El mayor riesgo de infección se encuentra entrelos contactos próximos al paciente bacilífero,especialmente aquellos que comparten la vivien-da, lo que se agrava en condiciones de hacina-miento2.

Una vez infectado, el riesgo de enfermar depen-de de su situación inmunológica. En pacientesinmunocompetentes, el riesgo de enfermar es del

10% durante el transcurso de su vida. La pro-gresión hacia la enfermedad es mayor cuanto máscercana es la primoinfección y disminuye con losaños2.

La tuberculosis se expresa en forma pulmo-nar, la más frecuente, y en formas extrapulmona-res dentro de las cuales se encuentra la ganglio-nar, la de SNC, osteoarticular y miliar. Dentro delas formas osteoarticulares se distinguen: - espondilodiscitis (Mal de Pott).- coxalgia.- gonartritis3.

La espondilitis tuberculosa o Mal de Pott es lamás común de las afectaciones esqueléticas enla tuberculosis. Es una forma extrapulmonar, resul-tado de una siembra hematógena a nivel de cuer-pos vertebrales durante la fase de bacteriemia enla primoinfección o por contigüidad.

La tríada semiológica incluye:- Gibosidad.- Absceso frío.- Paraplejía1.

Sus manifestaciones clínicas son muy insi-diosas, por lo que el diagnóstico es habitualmentetardío, con la consiguiente giba o deformidad cifó-tica de la columna y las secuelas neurológicas enun número no despreciable de pacientes.

Se presenta un caso clínico de paraplejía suba-guda con diagnóstico final de Mal de Pott.

CASO CLINICOConcurre a la consulta por consultorios exter-

nos de neurología, un paciente de 11 años, sinantecedentes patológicos de importancia, con

Dras. María Noelia Nieves*, María Belén Folgar**, María Florencia Verdi***

*Residente de 3º año de Clínica Pediátrica. Hospital de Pediatría JuanP. Garrahan. **Residente de 2º año de Clínica Pediátrica Centro deEducación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno(CEMIC). ***Residente de 1º año de Clínica Pediátrica. Hospital dePediatría Juan P. Garrahan.

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disminución de la sensibilidad y hormigueo enMID, acompañado de disminución de la fuerzamuscular en ambos MMII de 3 meses de evolución,con progresión del cuadro a la paraplejía, sin com-promiso esfinteriano. No concurre a la escuelahace 1 mes como consecuencia de esta sinto-matología.

Refiere un traumatismo banal en el colegio conuna silla que lo golpeó en la espalda, el cual rela-ciona como hecho desencadenante.

Recuerda haber presentado fiebre hace unosseis meses.

Al examen físico: Aspecto general con regularestado general, adelgazado. Piel s/p. TCS dismi-nuido. Aspecto respiratorio: cursando CVAS, aus-cultación pulmonar normal. Aspecto cardiovascu-lar s/p. Abdomen s/p. Examen neurológico: inca-pacidad para mantenerse sentado sin apoyo deMMSS y a la bipedestación. MMII parapléjicos.Aumento del tono, simétrico, con retracciones encara posterior de las rodillas. Leve disminucióndel tono a nivel de las pantorrillas, extremidadesfrías. ROT conservados. Control de esfínteres con-servado. Reflejo cremasteriano ausente. Hipoes -tesia al dolor y tacto desde T7 – L1, cara anteriory posterior de muslo. Dolor lumbar espontáneo.Giba dorsal. Clonus y Babinski positivo.

Impresión diagnósticaParaplejía subaguda de causa tumoral vs. des-

mielinizante vs. infecciosa.

Estudios complementariosLaboratorio

GB 6560/mm3 (69%N) Hb 13.2 gr/dl. Plaquetas354000/mm3. Creatinina 0,5 mg/dl Uremia 23mg/dl. Calcio 9 mg/dl Fósforo 4,7 mg/dl Magnesio1.6mg/dl. EAB 7,45/34/23.4/0.5. Ionograma135/3.9/100 mEq/l. Hepatograma GOT 28 U/l GPT14 U/l FAL 535 U/l.

Rx tóraxAnatomía alterada por cifosis del paciente, sin

aparente compromiso parenquimatoso. (Figura 1)

RMN columnaEn un corte sagital se observa aplastamiento

vertebral D7, D8, D9, D10 y D11 con edema óseoy abscesos osifluentes peri vertebrales con epi-duritis y compresión raqui-medular. (Figura 2)

RMN cerebroEn la unión córtico – subcortical de los hemis-

ferios cerebrales se observan imágenes puntifor-mes con señal hiperintensa en T2 y FLAIR querefuerza con contraste. Probables granulomas.(Figura 3)

Se reinterroga al padre, a fin de obtener infor-

mación que permita arribar al diagnóstico. Seobtienen como datos positivos: son oriundos deBolivia, el paciente vive en Buenos Aires desdelos 3 años de edad. Los padres trabajan en cen-tros de costura, bajo condiciones de hacinamiento,viven con otras 3 familias en un asentamiento deemergencia. No recuerdan tosedores.

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Figura 1: Radiografía de tórax frente. Anatomía alteradapor cifosis, sin compromiso parenquitematoso aparente.

Figura 2: RMN columna dorsal, corte sagital. Abscesos osi-fluentes perivertebrales, compresión raqui-medular.

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No ha regresado a su país natal. Niega contactocon personas con TBC.

CONDUCTASe decide la internación del niño bajo aisla-

miento respiratorio.Se amplían estudios complementarios, se

toman esputos para BAAR por tres. Se programapunción biopsia por servicio de intervencionismoy artrodesis anterior y posterior de columna dor-sal para estabilización de la misma por servicio depatología espinal.

El paciente inicia tratamiento empírico conRifampicina, Isoniacida, Pirazinamida y Etambutol.

Los esputos resultaron negativos en directo ycultivo.

Se llega a la confirmación diagnóstica median-te el cultivo del material de punción que resultapositivo para M. tuberculosis.

Se realiza catastro familiar el cual resulta nega-tivo.

EVOLUCIONEl paciente recuperó la marcha con apoyo a

los 3 meses de iniciado el tratamiento. Actual -mente, se encuentra realizando kinesioterapia, enseguimiento por clínica pediátrica, infectología yservicio de patología espinal.

DISCUCIONLa OMS publicó 9,4 millones de nuevos casos

y 2 millones de muertes en 2009 por TBC. El 95%de los nuevos casos y el 98% de las muertes son

en países en vías de desarrollo. Es la segunda causa de muerte de causa infec-

ciosa en el mundo4.En la Argentina se reportan alrededor de 13.000

casos por año. El 84% corresponden a formaspulmonares. En los niños la mayor parte de losinfectados son contactos de adultos con TBC pul-monar5.

En el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahanfueron tratados 66 pacientes en el año 2009. Laforma pulmonar alcanzó el 79%; dentro de lascausas extrapulmonares se destacan la ganglio-nar, SNC, osteoarticular y miliar, siendo la espon-dilitis tuberculosa o Mal de Pott la más común delas afectaciones esqueléticas con 12 casos diag-nosticados en los últimos 5 años6.

CONCLUSIONFrente a un paciente con cuadro clínico compa-

tible con paraplejía subaguda, deben buscarse en elinterrogatorio antecedentes epidemiológicos.

La radiografía es un exámen complementariosencillo y fundamental en el diagnóstico, ya quepermite detectar rarefacción de cuerpos verte-brales, destrucción ósea, estrechamiento del disco,calcificación de tejidos blandos, etc. Otros estu-dios como la TAC y la RMN pueden ser útiles paraidentificar lesiones óseas tempranas, así mismo laRMN permite evidenciar lesiones intramedulares,sobre todo en pacientes con síntomas neurológi-cos, como el caso presentado.

En países en vías de desarrollo, como el nues-tro, la sospecha de TBC debe estar presente.

Aun en el 2010, la TBC continúa siendo unimportante problema de salud pública.

Es fundamental que las políticas de salud atien-dan este problema, ya que se trata de una enfer-medad que afecta sobre todo a los estratos socia-les más bajos.

AgradecimientoA la Dra. Sandra Gómez, Médica Infectóloga

Pediatra por su colaboración.

REFERENCIAS1. Negro R. Tuberculosis en la infancia. Montevideo. Editorial Delta.

(1980). 357 – 374.2. Broglia B, Bonifachich E, Cerqueiro M et al. Criterios de diag-

nóstico y tratamiento de la tuberculosis infantil. SociedadArgentina de Pediatría. Comité Nacional de Neumonología.Comité Nacional de Infectología. Arch argent pediatr 2002;100(2).

3. Kliegman R. Nelson Tratado de pediatría. 18º Edición. Barcelona,España. Elsevier. 2009. 1249.

4. OMS. 10 datos sobre tuberculosis. Noviembre 2010.http://www.who.int/features/factfiles/tuberculosis/es/index.html.

5. Dirección de Estadísticas e información en Salud. Ministerio deSalud. Presidencia de la Nación. Indicadores básicos 2009http://www.deis.gov.ar/indicadores.htm.

6. Hospital de Pediatría SAMIC Juan P. Garrahan. Base de datosde estadística. 2005 2009.

Figura 3: RMN cerebro. Imágenes puntiformes córtico-sub-corticales compatibles con granulomas.

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