LUNN Marxismo y Modernismo

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  • Marxismo y Modernismo, Eugene Lunn Introduccin Este libro es una investigacin de las Fuentes histricos y los mltiples contornos del encuentro poltico-esttico del marxismo y el modernismo. Nos concentraremos en las obras de sus articulistas principales: Luckacs, Brecht, Benjamn, Adorno. El marxismo contiene crticas penetrantes, indispensables, histricamente definidas de la economa, la sociedad y la cultura capitalistas, y un mtodo poderoso de anlisis dialctico. Esto se una a una fe dogmtica en la inevitabilidad histrica, una concentracin exclusiva en las fuentes capitalistas de la opresin moderna y una tendencia hacia una teora de copia de la conciencia como un reflejo de procesos sociales llamados objetivos. La cultura modernista contiene algunos ingredientes que pueden ayudar a la superacin de estos problemas tales como una preocupacin intensa por la mediatizacin del contenido por la forma, la exploracin de la experiencia fragmentada y alienada de los individuos en las modernas sociedades urbanas. El arte modernista tiene sus propias deficiencias, deficiencias que un marxismo culturalmente sensitivo podra aclarar en sus trminos histricos y criticar con fruto; como el culto aristocrtico del arte hermtico, una condicin humana ahistrica e intemporal, y una forma de revuelta estrechamente cultural que facilita la absorcin del arte como moda. Cada una de las cuatros figuras aqu estudiadas elaboraron diferentes marcos histricos amplios para el anlisis del arte y la cultura moderna, entre una serie de debates entre ellos mismos. A travs de estas confrontaciones empez a surgir una esttica marxista seria y flexible para el siglo XX. Los cuatro autores llegaron al marxismo slo despus de haber sido refinados crticos o practicantes de las artes modernas. Se centrara en el perodo de 1920-1950 y 1928-1940 para analizar cada debate a travs del contraste de biografas y experiencias histricas y en los diversos enfoques del marxismo y el modernismo articulados en cada autor. Primera Parte: Las tradiciones

    I. El arte y la sociedad en el Pensamiento de Kart Marx Marx consideraba la realidad como un campo de relacin que abarcaba la

    totalidad de la experiencia humana; sin embargo no desarroll nunca una esttica sistemtica; toda descripcin de sus opiniones sobre arte y cultura es una reconstruccin de pasajes fragmentarios y dispersos.

    El ate como una parte del trabajo humano, no es una mera copia o un reflejo de la llamada realidad externa, segn Marx, sino su impregnacin con propsitos humanos. En el proceso de trabajo, los seres humanos desarrollan el mundo de la naturaleza y sus propias capacidades. Dentro de un ambiente natural y social dado, los humanos producen ideas, conciencia, lenguaje y arte,

    Daniela Savalli

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  • al igual que los bienes instrumentalmente necesarios; ideas que actan sobre la naturaleza y a la vez cambian su propia naturaleza.

    El arte no pierde jams su conexin con el refinamiento tcnico, las habilidades tiles en que descansa la cultura humana. Para Marx el arte sirve a fines que no son meramente mimticos ni utilitarios. Hay siempre en el arte un elemento de deliberacin en que la creacin de la atraccin formal es un ejercicio de una capacidad humana para la actividad material juguetona.

    El arte tena un uso humano fundamental para Marx. Si el capitalismo moderno est privado del disfrute de este trabajo como un juego de sus propias facultades mentales y fsicas, el arte tambin tiene dentro de sus propsitos su capacidad para resistirse a las nociones burdas de la utilidad. Tampoco descart el valor de agitacin del arte dentro de sus luchas polticas.

    Hizo hincapi en el valor humanizante, transhistrico y fundamental del arte, comentando sobre la importancia de l antigua cultura griega como un modelo para todas las pocas posteriores en algunos sentidos. El componente clsico de su pensamiento tom forma dentro de un marco histrico y dialctico donde el deterioro cultural entra en tensin con las mismas fuerzas productivas que pueden generar el avance humano. Al ubicar sus observaciones estticas dentro de un contrapunto de deterioro y avance; Marx evit toda induccin al reposo clsica o adoracin de las verdades eternas: las motivaciones humanistas y clsicas de su pensamiento se convirtieron en un nuevo aguijn para la accin.

    Bajo las condiciones capitalistas para Marx el arte se convierte en una forma de trabajo alienado a travs de su reduccin a la calidad de una mercanca en el lugar del mercado. Su creacin ha dejado de ser un proceso en que el artista desarrolla el yo y humaniza la naturaleza para convertirse en un medio de mera existencia fsica. En el siglo XIX hubo cierta democratizacin de la clientela, pero a esto se uni un grado creciente de comercializacin homogeneizada en la produccin misma del arte y la literatura. Como ocurra con toda obra enajenada, el trabajador haba sido alienado del producto de su trabajo.

    El fetichismo de las mercancas reemplaza a una de las formas de mitificacin espiritualizante (las artes evocadas por encima de la realidad material). En una mercanca el carcter social del trabajo de los hombres se les aparece como un carcter objetivo estampado en el producto de ese trabajo. Marx sugiri vagamente las implicaciones plenas para las artes en la teora del fetichismo de las mercancas.

    Marx no conceba el arte como algo enteramente reducido a valores de cambio que slo reflejara la alienacin generalizada. EL arte poda diagnosticar las condiciones sociales y econmicas alienante y apuntar ms all. Todo arte tiene capacidad para crear una necesidad de disfrute y educacin esttico que la sociedad capitalista no puede satisfacer. Por ms que caiga bajo la influencia del mercado, el arte se produce y consume en relativa autonoma y no es idntico al trabajo fabril ni a una mercanca pura. En las novelas de Balzac vio Marx el retrato ms fiel e histricamente rico de la sociedad francesa de 1815.1848.

    Hay un valor utpico en el arte en alas obras de de Marx para el estado ms all de la sociedad clasista siendo preparado por los desarrollos histricos en el presente. Marx esperaba tambin un mejoramiento esttico del propio proceso de trabajo, un aspecto vital de la superacin de la alienacin, para que el trabajo

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    Daniela SavalliSe produce arte de la misma manera que se producen instrumentos.

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    Daniela SavalliPero s reconoce en el arte un valor ldico y una resistencia a las nociones de utilidad. Tambin reconoce que puede tener un uso poltico.

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    Daniela SavalliArte como mercanca

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    Daniela SavalliSin embargo, el arte puede ser algo ms que mercanca y diagnosticar las condiciones soc - econmicas de la sociedad. Tambin puede generar un disfrute que la sociedad capitalista no puede satisfacer.

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  • incluya un juego libre de las facultades fsicas y psquicas. Con el control democratizado de los medios de produccin podra surgir el componente utpico del arte como un enriquecimiento de todas las actividades humanas.

    Tanto Marx como Engels tenan en alta estima la independencia mental del poeta, las innovaciones del lenguaje y la liberacin de un didactismo simplista. Tambin mostraron un inters intenso por el surgimiento de una vida cultural genuina de la clase trabajadora. Aunque despreciaban todo arte que en su esteticismo refinado se destinara a un crculo muy restringido, centraban su atencin en el valor que tiene para toda la humanidad el mejor arte surgido de las clases altas, pasadas y presentes.

    No consideraban la mayor parte del arte y la literatura simplemente como una cuestin de perspectiva o ideologa clasista: gran parte del arte ms interesante agudiza nuestra percepcin de las ironas, complejidades y contradicciones de la presin histrica sobre la actividad cultural. En la dialctica del arte y la historia no hay simplemente una relacin sincrnica de la actividad cultural con una sociedad contempornea, sino una deuda diacrnica con los desarrollos histricos anteriores, incluidos los que hayan ocurrido dentro de la disciplina, gnero o la rama del arte de una obra particular.

    As pues, si el arte no puede reducirse a la ideologa clasista, cmo se relacionar con el desarrollo histrico? La teora cultural marxista se ha simplificado a menudo en una cruda extensin de la llamada nocin de base-superestrucutra. Esta no es una distincin entre materia y espritu, sino entre la actividad humana consciente, orientada hacia la creacin y la conciencia humana que aporta razones, racionalizaciones y modos de legitimacin. El arte puede formar parte no slo de la base o la superestructura, sino de ambas.

    Tanto Marx como Engels usan como modelo del realismo a Balzac y a Shakespeare. En su alabanza de un realismo autntico, Marx y Engeles desarrollaron temas bastante comunes en la esttica europea de mediados del siglo XIX, sobre todo en lo tocante a las novelas inglesas, francesas y rusas. Marcaban cuatro criterios esenciales del realismo: tipicidad, individualidad, construccin orgnica de la trama, la presentacin de los humanos como sujetos y objetos de la historia.

    Es importante el hecho de que las diversas necesidades del arte distaban mucho de agotarse siguiendo los criterios del realismo literario: el realismo es slo una de las clases de literatura y el arte favorecidas por ambos autores.

    Se puede situar la perspectiva social de Marx dentro de algunas corrientes principales del pensamiento alemn y francs en el siglo 1750-1850. Sus opiniones sobre el arte y la sociedad reformularon e interconectaron una gran diversidad de tradiciones a veces opuestas. Estaba en deuda con la esttica y filosofa social alemanas del perodo de 1770-1815: Herder, Kant, Goethe, Schiller, Fichte, Hegel. En vez de afrontar el mundo exterior como un campo objetivado para el clculo cientfico y el uso tecnolgico instrumental, estos pensadores concibieron el mundo exterior como el plano en el que los humanos expresan y realizan sus potencialidades morales, estticas y espirituales internas. Dentro de esta gran corriente expresivista hubo divisiones: los romnticos, los filsofos idealistas; ambos subrayaron la necesidad del desarrollo temporal orgnico, autoexpresin y la autonoma moral en sus revueltas contra la Ilustracin francesa.

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    Daniela SavalliRel. Luckcs

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    Daniela SavalliEl arte puede ser estructura (conciente) y superestructura (falsa conciencia)

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  • Las nociones e una alienacin del yo frente a la propia actividad social y poltica y de la cosificacin del mundo moderno artificial en un mecanismo congelado, rgido y distante, se encontraban bien desarrolladas ya dentro del pensamiento humanista, idealista y romntico alemn de esos decenios. Dentro de este contexto de la teora social y la historia social es donde se contempla la divergencia filosfica entre el materialismo objetivista francs y el nfasis idealista alemn sobre el papel del sujeto reflexivo. En 1840, Marx buscaba en Francia e Inglaterra una gua para la reconstruccin emprica del mundo poltico y en sus esperanzas de un progreso potencial a travs de la ciencia y la industria, pero como filsofo alemn rechazaba lo que consideraba las implicaciones pasivas de un materialismo mecnico e insista en una dialctica hegeliana de la mente activa y la realidad objetiva.

    La lgica dialctica de Hegel ayudaba a articular la experiencia contradictoria de esperanza y desaliento que Marx experimentaba frente al capitalismo modernizante. Su respuesta doble frente a la modernizacin capitalista se desarroll a travs de una sntesis germano-francesa. Entrelaz ambas corrientes en sus observaciones sobre el arte y la sociedad.

    II. El modernismo en una perspectiva comparada

    El modernismo en las artes no representa una visin unificada ni una prctica esttica uniforme. Tiene sin embargo algunos aspectos unificadores comunes a todas sus corrientes (aqu consideradas el simbolismo, cubismo, expresionismo, naturalismo, constructivismo y surrealismo.)

    1 Autoconciencia o autorreflexin esttica. 2 Simultaneidad, yuxtaposicin o montaje 3 Paradoja, ambigedad e incertidumbre 4 Deshumanizacin y desvanecimiento del sujeto o la personalidad

    individual integrada Como aspectos generales de la vida cultural y poltica de Europa en la que

    surge el modernismo cabe considerar la declinacin de la fe religiosa, la revuelta contra el positivismo en la ciencia natural y el pensamiento social; importancia creciente de la fotografa como reproduccin del mundo natural, y la investigacin social emprica; la crisis poltica e intelectual del liberalismo done se atacaban las nociones de la racionalidad humana y el progreso secular (haba concluido la lucha heroica y confiada contra el absolutismo aristocrtico, el radicalismo de clase mediados 1789 a 1870 se haba desvanecido; las elites perpetuaban su poder en las banderas del nacionalismo e imperialismo, surgan nuevos movimientos de masas, etc.)

    Todos los criterios principales del modernismo se vieron influidos en sus orgenes por esta crisis del pensamiento liberal. La concepcin de la naturaleza como un contrapeso efectivo para la sociedad urbana e industrial moderno era una creencia que ya no se poda mantener; se empezaba a considerar al arte y la ciencia como objetos por derecho propio, como construcciones autoreflexivas en lugar de expresiones de representaciones de la realidad exterior o interior.

    Los modernistas pertencian a menudo a grupos, crculos o autoproclamadas avant-gardes, defensivas y beligerantes. El siglo XIX marca a su vez la declinacin del sistema de patronazgo y las condiciones de venta de un

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    Daniela SavalliSntesis Franco-Germana.

    F: Progreso, Razn, IlustracinG: Humanismo, Dialctica

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    Daniela Savalli1. Los artistas se ocupan de los medios con los que trabajan, de los procesos mismos de la creacin.2. Desaparece la estructura narrativa en beneficio de la sincronicidad.3. Nihilismo, prdida de significado. Exp urbana fragmentada.4. Personajes colectivos, personalidades fragmentadas.

    Daniela SavalliDesarrollados arriba

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  • mercado de las artes, activo, competitivo, que da impulso a la originalidad e innovacin.

    El modernismo literario y artstico se desarroll primero en Pars durante el Segundo Imperio y los primeros decenios de la Tercera Repblica bajo la forma de la pintura impresionista y la poesa simbolista.

    El impresionismo fue un movimiento transitorio, que apunt hacia una superacin de la teora mimtica, naciendo de una actitud positivista y naturalista. La explicitud y claridad del rompimiento con la tradicin es mayor en el simbolismo. Para los simbolistas el lenguaje potico debe desligarse en la mayor medida posible de sus funciones discursivas de referencia o representacin. Insistieron en la funcin metafrica, no mimtica de las palabras. La naturaleza no se experimenta ya como una realidad sino un depsito inmenso de analogas, correspondencias y signos, un estimulante para el uso psicolgico y musicalmente resonante del lenguaje. El arte se basa en el pensamiento, no en la naturaleza; por lo tanto, es un artificio. Construyeron puentes metafricos entre los mitos antiguos y los modernos para encontrar algn ancla como artistas; situndose en la ciudad moderna: trataban de experimentar el exceso urbano de estmulos, confusiones y transitoriedad y las profundidades de sus propias conciencias. Cultivaron un placer perverso por verse a s mismos como una raza en melanclica declinacin, transmisores del mito generalizado de la decadencia a fines del siglo XIX; cultivando una esttica de muerte, usando su tcnica formal de un modo que reforzaba un sentimiento de impotencia social. La labor simbolista tambin fue un ataque inspirado y socialmente necesario al rancio y devaluado lenguaje de la poltica y el comercio y a su consiguiente limitacin de la experiencia: buscaban definir el significado de la llamada realidad para transformar poticamente con su arte la forma en que pensamos e imaginamos el mundo que nos rodea, pero que ellos mismo perciban con fatalismo. Se oponan a la visin del arte como una auto expresin romntica. Es una poesa impersonal, que considera la propia personalidad como un objeto, concentrada en los misterios del lenguaje que funcionan como una liberacin de los dolores personales mientras el proceso creativo esta en marcha.

    El cubismo culmin la esttica impresionista y simbolista pero lo hizo con un sentido activo de la construccin humana de la naturaleza y la sociedad. Usaban los colores para fines arquitectnicos, no poticos o emotivos. Aproxima el arte moderno a a la ciencia moderna: la yuxtaposicin y la colisin dinmica de diferentes ngulos y momentos en el espacio y el tiempo sugieren el abandono relativo de la nocin de verdades fijas y absolutas. Un objeto no tiene una forma absoluta, sino muchas, tantas como planos haya en la regin de percepcin. Los cubistas atacaron la nocin del arte como algo que lleva una hermtica existencia independiente, aislada del mundo exterior visible. El arte no es una ventana hacia el mundo exterior sino un aspecto de la realidad misma. Mostraron una actitud ms esperanzada hacia el significado social de la sociedad industrial; eran ms racionales, analticos y constructivos en su trabajo artstico y en sus actitudes sociales. Tras 1911 los temas cubistas se tomaron a menudo de las construcciones artificiales de la ciudad moderna: encabezaron la aceptacin artstica de objetos baratos. Fue la que registr con mayor claridad las innovaciones tcnicas del montaje cinematogrfico. Buscaban el abandono del

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  • artista como un genio aislado apartado e la sociedad industrial moderna para cultivar su propia personalidad. Los inicios cubistas (1907-1914) coincidieron con una nueva militancia socialista en Europa. Sus seguidores de 1917 incluidos los constructivistas, dadastas y surrealistas desarrollaron radicales implicaciones polticas con procedimientos cubistas. En estos movimientos, la esttica modernista surgi de una crisis de la poltica liberal y los supuestos intelectuales.

    El modernismo marxista de los aos veinte en la Unin Sovitica produjo toda una serie de modelos para el arte izquierdista moderno que derivan en ltima instancia del cubismo. Muchos artista visuales se unieron a los victoriosos comunistas con esperanza de una cultura y sociedad nuevas , liberadas, basadas en el industrialismo que haba adquirido un poder lrico. El futurismo italiano y el cubismo francs se haban dejado sentir en la pintura y la poesa rusas antes de la primera Guerra Mundial. En el teatro experimental, cinematografa, tipografa y arquitectura de esos aos, llamados constructivistas, la mquina se convirti en el modelo de la propia creacin artstica. En el teatro y en el cine el constructivismo encontr su realizacin ms plena: la obra no era un producto terminado sino una creacin inconclusa de actores y auditorio por igual. Meyerhold; Eisenstein. El marxismo modernista era tambin evidente en Alemania en los aos veinte: montaje dadasta. Menos marxista pero comprometida con el desarrollo de un arte igualitario era la obra de la famosa escuela arquitectnica Bauhaus en 1919.

    El principal movimiento post-cubista francs del perodo fue el surrealismo. Representaba una opcin alternativa a la esttica cubista, trataban de liberar su propia vida de fantasa, aunque mostraban ciertos usos cubistas de la imaginacin. Trataban de someter la lgica a los sueos en su escritura automtica y su asociacin libre, pero en su arte y su literatura este material se presentaba como yuxtaposiciones pictricas de imgenes radicalmente disociadas. Representaban las experiencias internas y externas, simultneamente y mutuamente contradictorias, con un detalle naturalista y extremo. El montaje trataba a menudo de ayudar a rehacer el mundo social segn el modelo de la vida de los sueos. Trataban con grandes dificultades de balancea y conectar el rendimiento ante el inconsciente y el automatismo psquico con la revolucin social. Se vean frustrados por el materialismo mecnico y comportamiento dictatorial del comunismo oficial. Lo que compartan surrealistas y constructivistas era la continuacin y el desarrollo de la esttica modernista francesa: un rechazo no slo de la mimesis realista sino tambin de la autoexpresin romntica, una concentracin en las funciones de objetivacin y despersonalizacin del lenguaje, la imagen y el sonido.

    El expresionismo 1905-1920 provey por primera vez al mundo de habla alemana de su propia arte modernista. Loes escritores expresionistas trataban a menudo de superar mediante su trabajo los sentimiento s de autodesprecio, culpa y carencia de valor. Se sentan incapaces para funcionar en el mundo social; sus creaciones muestran una determinacin comn de subordinar la forma y la naturaleza a la experiencia emocional y visionaria. Construyeron oraciones cortadas, contradas, invertidas: sus propsitos eran ticos, espirituales o polticos, la comunicacin de dolores intensos para ayudar a construir una comunidad de los dolientes. En el expresionismo coexisten a menudo las denuncias violentas y las

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    Daniela SavalliMarxismo modernista: Bauhaus, montaje dadasta, constructivismo (teatro, cine, tipografa, arquitectura)

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  • plegarias de amor y hermandad. En la mejor obra expresionista el vigor reside en la negacin de la resolucin, la armona o la comodidad fcil. El sueo expresionista es una pesadilla como el mundo exterior, no esta presente el inters simbolista o surrealista por los sueos reales. SI la contemplacin del yo no provee ningn consuelo porque ya no estamos seguros de lo que sea o dnde se encuentre el yo, el culto del lenguaje ya no ofrece ningn placer ni poder para combatir la desolacin del espritu humano. Visin de la ciudad tecnolgica diablica. Representacin de la masa colectiva como protesta hacia la supuesta prdida de la identidad individual en la sociedad moderna, mostrando la subordinacin de la persona al papel social en un espritu de profundo desencanto pesimista. En muchas obras expresionistas se contrasta a los intelectuales, capaces de eleccin autnoma y la voluntad afirmativa, con las masas robotizadas. Buscaban una comunidad espiritualmente transformada de una clase u otra. A principios de los aos 20 la corriente muere dentro de la situacin histrica de la Repblica de Weimar y la frustracin de las esperanzas socialistas radicales; y se absorbi y tom direcciones conservadoras dentro de la industria flmica alemana.

    La respuesta marxista al modernismo. Una concentracin exclusiva en ciertas direcciones del pensamiento de Marx genera con frecuencia entre los marxistas una esttica errneamente prescriptita, utilitarista y realista. Marx percibi una gran diversidad de usos posibles del arte y lo consideraba como parte de la mediacin productiva humana del mundo objetivo, no como su mero reflejo o su representacin mimtica. Pero las teoras de la alienacin y cosificacin de Marx proveen sugerencias poderosas para la interpretacin histrica favorable al fin de la subjetividad en las artes modernistas. Una cuestin crucial podra ser la necesidad de que una obra de arte est terminada y completa con un autor que pueda responder a los problemas sociales que la obra sugiere (perspectiva de Luckacs) o si (Benjamn y Adorno) el crtico podra encontrar una verdad histrica no intencional y fragmentaria en el arte de avant garde y solicitar al artista la creacin de obras inconclusas que planteen interrogantes vigorosos para la consideracin del auditorio (Brecht). Ciertos aspectos importantes de la cultura modernista podran contener nuevas estrategias formales para la resistencia a la parlisis social y la conciencia cosificada, y para la superacin de tales males mediante tcnicas de distanciamiento, ataques metafricos al tiempo lineal, el combate al lenguaje rutinario, etc. Con tal concepcin podra desarrollarse el enfoque dialctico de Marx en un contexto de siglo XX, hasta convertirse en el mejor arte de su tiempo como un producto de la mercantilizacin y como una promesa de desalienacin.

    Modernistas y marxistas estaban profundamente separados en los tres decenios anteriores a la primera Guerra Mundial. Es importante tener `presente la influencia bohemia aristocrtica de la avant garde cultural de esos aos que impeda un inters general en una alianza con un movimiento proletario masivo. El Partido Social Demcrata Alemn en vista de su intensa desconfianza del mundo pensante de los intelectuales independientes, anticipndose al realismo socialista, dese una literatura claramente positiva, no negativa. Plejanov mantena que el arte representaba la clase o el estrato cuyos gustos expresa; considerando la historia cultural como el reflejo de la historia de sus clases y su

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  • lucha. Mehring atacaba la perspectiva pesimista de la reciente literatura naturalista; prefiriendo a los clsicos de los decadentes modernistas.

    Los marxistas de la Segunda Internacional no pudieron afrontar las corrientes modernistas que surgan a su alrededor. Recin e n los aos 20 habra de surgir una cultura marxista basada en los procedimientos modernistas. Fueron los modernistas quienes se orientaron hacia el marxismo y no a la inversa. Pero los diversos esfuerzos marxistas por usar la esttica modernista resultaron efmeros: los nazis despus de 1933 terminaron con todas las variedades del experimento cultural; y el realismo socialista con Stalin hizo lo mismo en la Unin Sovitica.

    Todos los mtodos formales asociados al modernismo de Occidente se atacaron por decadentes o formalistas y se mantuvo a autores como Shakespeare, Balzac y Stendhal como modelos del realismo del pasado; manteniendo mientras que estos tenan que ser negativos y crticos de su poca burguesa, al revs tena que ocurrir con los escritos soviticos. Teniendo la ventaja de vivir en una sociedad sin clases estos deberan ser afirmativos y positivos. El realismo socialista y otros aspectos conservadores de la poltica cultural y social oficial sovitica despus de 1930 representa el deterioro final de un mtodo crtico de anlisis social como el marxismo para convertirse en una ideologa fcil, mecanicista que apoyaba un establecimiento burocrtico poderoso, despiadado con toda desviacin. Segunda Parte. Luckacs y Brecht

    III. Un debate sobre el realismo y el modernismo Durante los aos treinta el dramaturgo Bertold Brecht y el crtico literario y

    poltico Georg Luckacs desarrollaron perspectivas marxistas independientes sobre el arte y la vida cultural modernos que diferan en sentidos fundamentales. Ambos eran exiliados intelectuales del fascismo y aliados al movimiento comunista.

    En la base de la obra de Luckacs se encontraba un humanismo tico y esttico tradicional producido a golpes patricios e idealistas, y profundamente comprometido con la continuidad de la cultura europea clsica. Brecht trataba de aplicar las nociones de la experimentacin cientfica y la produccin econmica a la bsqueda de una esttica modernista a tono con el siglo XX tcnico y colectivista. Aunque ambos hombres se basaban en la obra de Marx, usaban componentes caractersticamente diferentes de la gran sntesis del maestro.

    Ver las dos posiciones como antitticas y mutuamente excluyentes es un error. Aunque sus contrastes iluminan la rica variedad de una posible esttica marxista del siglo XX, tanto Luckacs como Brecht se encontraban dentro de la rbita leninista y estaban errados en sus crticas del estalinsimo como un sistema poltico y social, lo que obviamente afectaba sus concepciones del arte. A pesar de todo su alejamiento de las crudezas estalinistas, su disputa permaneci dentro de los parmetros de la discusin cultural y la militancia poltica comunista. Por otra parte es significativo el hecho de que aunque Brecht defenda los usos socialistas de ciertas tcnicas estticas modernistas comparta la antipata de Luckacs por gran parte de la obra modernista.

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  • Luckacs en 1930 desarrollo una teora polmica de la literatura europea moderna, basada en una distincin entre realismo y naturalismo. Defini el realismo como un modo literario en el que se trazaban las vidas de personajes individuales como parte de una narracin que las situaba dentro de la dinmica histrica completa de su sociedad, revelando lo esencial y significativo en la transformacin histricamente condicionada del carcter individual. Subray la descripcin de la individualidad plena y la tipicidad histrica. Las mejores novelas realistas presentaban la realidad histrica general como un proceso revelado en la experiencia concreta, individual, mediada por grupos, instituciones y clases particulares. Luckacs pona el nfasis en la especialidad como la categora central del arte, que en su opinin era una particularidad mediada en el sentido clsico de un smbolo lo que se significa generalmente, as como la persona o el objeto viviente y nico que es el significador. Presentar a los humanos como objetos y sujetos creativos de la historia: en la voz narradora resida la capacidad cognoscitiva para revelar la construccin de la vida econmica y social a travs de la interaccin humana. El realismo depende de la posibilidad del acceso a las fuerzas de cambio en un momento dado de la historia. Era eso lo que para Lukacs haba faltado en lo movimientos literarios desde las novelas naturalistas. El escritor en el naturalismo se convierte en mero observador de escenas; presenta la realidad emprica inmediata como un dato objetivado, abstrado del cambio individual e histrico. Los eventos se presentan como un contexto o marco. El mundo aparece como ajeno porque no se percibe cambiante a travs de la accin humana deliberada, mientras que el lector se ve reducido a la condicin de observador.

    Para Lukacs el naturalismo se haba convertido en el prototipo de toda la literatura modernista. En todo los movimientos modernistas se percibe la realidad en su inmediatez fctica, divorciada de las mediaciones que conectan la experiencia con la realidad objetiva de la sociedad; desplegando una inmediatez de fetiches. Los modernistas pierden el contacto con la experiencia social de las grandes masas. Lucaks insisti en una necesaria popularidad de todo arte vlido, requiriendo no la ruptura con las tradiciones como hace el modernismo sino la evolucin a partir del continuo cultural humanista del pasado. El modernismo refleja la situacin en la sociedad capitalista avanzada pero no indica sus fuentes ms profundas y las fuerzas histricas que tienden a superarlas. El realismo burgus lograba esto en el momento en que la burguesa era todava una fuerza progresista de perspectiva racionalista y confiada en el futuro. Habra que partir de ese momento y construir a partir de ah en vez de a partir del resultado de la difundida desconfianza burguesa de la historia.

    El ataque principal de Lucaks se centr en el expresionismo en la literatura; acusndolos de desarrollar una especie de anticapitalismo romntico que slo falseaba el mundo proclamando un conocimiento basado en la experiencia interior. El impulso bsico de su obra solo ayudaba a las fuerzas reaccionarias que hacan una mstica de la voluntad y el caos mientras oscurecan las cuestiones clasistas y el dominio racional del cambio histrico. De algn manera, Lucaks redujo las obras de arte a meros reflejos de la ideologa clasista e hizo poco por aclarar el ambiente social existente en Alemania.

    Lucaks objet en 1932 los intentos de una creacin de una literatura

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    Daniela SavalliLit. Moderna:Realismo.

    Daniela SavalliLit Modernista: Naturalismo.

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    Daniela SavalliMomento positivo de la burguesa: fuerza progresista confiada en el futuro.

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  • proletaria modernista durante la Republica de Wiemar y cit las obras de Brecht y la teora dramtica como la ms desarrollada de estas tendencias. Vea en Brecht un ejemplo extremo del rechazo de la cultura popular, sus figuras slo simbolizaban funciones abstractas de la lucha de clases cuando hablaban en un montaje de argumentacin suelta y con dilogos puramente agitadores. Era una sustitucin del realismo por la tendenciosidad.

    En sus respuestas inditas en 1938-39 Brecht subrayaba la necesidad del experimento artstico en todos los movimientos socialistas y deploraba los intentos de Lucaks y otros de atar de mano a artistas y escritores. Arga que se reprima as los actos de liberacin ponindoles reglas restrictivas. El ataque contra el modernismo revelaba un temor ante la falta de piedad hacia alta tradicin y la autoridad, as como sus actitudes abiertas, contingentes y sus procedimientos experimentales. Brecht se opona la estrechez prohibitiva de la concepcin de realismo que posea Lucaks, ya que exclua las potencialidades realistas del arte moderno. Para Brecht el realismo no es una cuestin de forma, ya que hay muchas maneras de reprimir la verdad y muchas maneras de enunciarla. Se poda experimentar con nuevos medios para revelar una realidad social cambiante constantemente. Las tcnicas a utilizar es un asunto prctico a resolver en casos individuales. Las formas literarias tienen funciones sociales variables a travs del tiempo, y lo que antes fue revelador puede no serlo ahora. Subrayaba las disparidades existentes entre el contenido social de la obra de Balzac y las realidades colectivistas del siglo XX. Mostrando como se crea un montaje de imgenes se tambin se revelar el proceso de la reconstruccin artificial de la totalidad social. Puesto que se comparte el mundo histrico con los modernistas, hay que aprovechar con mayor facilidad las tcnicas literarias modernistas para los propios fines. Las formas literarias como otras fuerzas productivas, separables de sus usos de modo que puedan transformarse para servir a propsitos ms progresistas. Sostena que los auditorios de clase obrera pueden apoyar y entender las innovaciones mientras ayuden a revelar los mecanismos reales de la sociedad. La popularidad no debe limitarse a la accesibilidad y la comunicacin inmediata. El desarrollo de las posibilidades expresivas de la cultura de la clase obrera requiere un proceso educativo en ambos sentido, un intercambio mutuo. No existe slo el hecho de ser popular, sino tambin el proceso de volverse popular.

    Segn Lucaks, todo arte grande presenta una totalidad social donde se supera la contradiccin meramente aparente entre la experiencia inmediata y el desarrollo histrico. A travs de la recepcin de esta totalidad el lector experimenta vicariamente la reintegracin de un mundo fragmentado, deshumanizado. Lucaks arga que tal experiencia de la totalidad reintegrada ayudara a preparar moralmente a sus receptores para la participacin progresista activa en el mundo. Brecht insista en que una respuesta a la deshumanizacin contempornea que trata a hombres y mujeres como personalidades redondeadas solo sera una solucin en el papel. Una conciliacin armoniosamente estructurada de las contradicciones facilitaba una sensacin de realizacin catrtica dentro del auditorio y haca aparecer innecesaria la accin poltica. Lucacks enfocaba la forma novelstica contemplativa, leda en privado, Brecht diriga su atencin hacia el drama pblico y activador.

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    Daniela SavalliVe en Brecht un rechazo a la cultura popular. Sus figuras simplemente simbolizan funciones abstractas.

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    Daniela SavalliBrecht estaba a favor de todo experimento artstico y deploraba las limitaciones de Lukcs.

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    Daniela SavalliReintegracin del mundo fragmentado a partir de un arte como totalidad.

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  • IV Las vas de una esttica marxista Lucaksc creci en Budapest, en el seno de una rica familia juda con lazos

    en la aristocracia hngara. Sus races estaban en la ala patricia de la haute bourgeoise. Rechaza el futuro bancario deseado por su padre

    Antes de 1914 Lucaks esperaba que los campos interiores del arte y la filosofa proveyeran un escape de la deshumanizacin social que observaba en la civilizacin burguesa avanzada. Comparti con muchos intelectuales de su poca la tendencia del anticapitalismo romntico, cuya perspectiva era trgica.

    En 1905 se hundi en el estudio de la filosofa idealista alemana a travs de cuyas fuentes absorbi la imagen idealizada de la antigua polis griega como un paradigma de la totalidad tica y poltica.

    En muchas de sus primeras obras utiliz una versin pesimista de la teora de la alienacin: una crtica no socialista de las tendencias estirilizantes y deshumanizante del moderno mundo industrial burgus. En su estudio del drama moderno, sostuvo que la personalidad se vuelve hacia adentro a medida que se experimenta el ambiente exterior como un ajeno punto de interseccin de grandes fuerzas objetivas fuera de control. En un mundo dolorosamente dividido entre el sujeto y el objeto, el carcter individual parece reducido a los sntomas de la patologa personal. Subrayaba el desarraigo trascendental en la forma novelstica, la prdida de un sentimiento de conexin armoniosa, integrada e ntima de los seres humanos con su mundo, que haba ocupado un lugar central en la literatura pica clsica.

    Sin embargo, Lucaks no estaba en modo algn contento con una perspectiva eternamente pesimista o trgica. Adems de sus aspectos utpicos, haba algunos elementos de un enfoque sociolgico marxista y algunos puentes potenciales hacia una poltica marxista revolucionaria en su pensamiento inicial. Recurri a Simmel cuando ste se aproximaba ms a Marx en sus primeros libros. Aunque no abraz una opcin socialista haba en sus primeros escritos ciertos componentes democrticos vagamente colectivistas y revolucionarios, los que formaban un contrapunto a sus perspectivas patricias. La posicin de Lucaks en cuanto a las cuestiones polticas y culturales representaba inicialmente una negacin totalista a la conciliacin con las realidades existentes.

    Dentro del contexto de su conviccin comunista despus de 1917, encontrara varios medios para conciliar los aspectos patricios y democrticos revolucionarios de su perspectiva.

    Pas los primeros aos de la Guerra Mundial desesperado por el estado del mundo; aunque experiment la guerra a distancia ya que fue declarado incapacitado para el servicio militar. La revolucin Rusa en 1917, sin embargo dio finalmente a Lucaks una esperanza real: ah se tenda un puente hacia el futuro que rescatara a Europa de su propia decadencia. Al abrazar el marxismo, Lucaks habra de interpretarlo y vitalizarlo, con perspectivas tomadas del humanismo y el idealismo de su juventud; recobrando algunas de las direcciones esenciales del pensamiento de Marx. Inici la extensa reevaluacin del marxismo requerida en Occidente. Mantena que lo que se necesitaba era una reafirmacin de la

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  • creacin activa, por parte del sujeto (el proletariado) del mundo histrico como parte de una verdadera dialctica del objeto y el sujeto. Lucaks reinterpretaba al marxismo como un mtodo de anlisis basado en la dialctica del sujeto y objeto y en el punto de vista de la totalidad concreta, la conciencia de la calidad histricamente mediada de todos los particulares por el todo; que por ende puede proveer la correccin necesaria para todos los mtodos concentrados en las inmediateces burdas y las leyes cosificadas abstradas de ellas, la segunda naturaleza de una sociedad capitalista avanzada y congelada.

    Brecht provena de un sector diferente de la burguesa y desarroll una perspectiva social que contrastaba con la de Lucaks. El padre era un rico burgus en ascendencia; a lo cual el hijo se revelo tomando ejemplos de sus propios antepasados campesinos. Su insistencia posterior en las necesidades materiales prcticas y humildes de la superviviencia y su desconfianza de los sentimientos y la Kultur elevados tiene ciertas races en esta alternativa plebeya a la posicin social ascendente de la familia. La suya no era la revuelta de un esteta patricio, sino la de un autoproclamado hombre de las masas.

    Reclutado al frente a los diecisis aos como asistente mdico, entro en contacto directo con los resultados de la guerra. Fue la guerra y no el periodo estable y prspero anterior lo que introdujo a Brecht en el mundo. ste se le apareca como algo barrido por la destruccin, y el rompimiento con la tradicin era un hecho consumado. Sus primeros poemas y dramas premarxistas reflejan su adaptacin a las intensas dislocaciones sociales de la posguerra; ofreciendo un retrato nihilista de una naturaleza que ha perdido su carcter sagrado, viendo el mundo natural como un ambiente hostil, indiferente al sufrimiento humano y destructivo. Tambin tiene un rechazo abierto hacia los sueos ingenuos de grandeza y de lacrimosa autocompasin de muchos expresionistas. A principio de los aos 20 absorbi influencias cubistas y constructivistas que habran de fructificar en su propio drama pico y su posterior esttica de la produccin marxista; respondiendo con entusiasmo tambin a las tcnicas cinematogrficas de Einsestein.

    Para la dcada el 30 el teatro de Brecht se haba convertido en un taller experimental de autorreflexin donde aparecan los seres humanos y la realidad social como construcciones capaces de ser rearmadas. Desarrollaba mtodos cubistas y constructivistas para activar polticamente a su auditorio, para que experimentara lo extrao del curso normal y familiar de las cosas, y del mismo arte teatral. Comenz a desarrollar una concepcin de la esttica de la produccin que forma con un marxismo filtrado a travs de lentes constructivistas.

    Estaba en guerra con cualquier rasgo gentil o suave que encontrar en si mismo. Su fascinacin por los EEUU en los aos veinte inclua un disfrute considerable del caos, la brutalidad y vitalidad comercial sin escrpulos que sus obras satirizaban. Brecht subrayaba la necesidad de empezar de nuevo, el imperativo de transformar radicalmente la cultura tradicional. Al volverse marxista insistido en que un mundo colectivista y proletario naciente tendra que alejarse de la herencia burguesa del siglo XIX: una perspectiva agudamente izquierdista centrada en la lucha de clases. Hacia esta misma poca (aos 30) Lucaks haba comenzado a minimizar la lucha de clases a favor de una cultura proletaria con un humanismo clsico burgus, la base intelectual de su postura antifascista del

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    Daniela SavalliBrecht: es necesario alejarse de la herencia burguesa del siglo XIX

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  • frente popular. Lucaks con su Historia y conciencia de clase subrayaba el papel central de

    un partido comunista altamente disciplinado que ayudara a formar la verdadera conciencia de clase proletaria, por oposicin a la conciencia meramente emprica de un movimiento instintivo espontneo de la clase proletaria. La obra sin embargo fue condenada en Mosc y Lucaks tuvo que retraerse para evitar su expulsin del partido. Con el tiempo Lucaks abandono la poltica activa y volvi a la teora, manteniendo como postura poltica general implcita la idea de que dentro de una sociedad predominantemente campesina las clases trabajadoras dependan socialmente de los agricultores pobres y polticamente de la burguesa y de los socialdemcratas. Se requera entonces una democracia donde la burguesa ceda una parte de su poder a las grandes masas de los trabajadores: un frente popular de la burguesa liberal y de los trabajadores.

    La diferencia principal entre la poltica de Brecht y la de Lucaks se centraba en la cuestin de la lucha de clases que Lucaks haba llegado a minimizar. Brecht no aceptaba la disciplina bolchevique oficial ni consideraba favoralmente la democracia burguesa como un expediente necesario. Crea firmemente que todos los trabajadores deban unirse frente al nazismo, slo esto implantara una poltica de conflicto de clases, no el frente popular de Lucaks con la burguesa liberal. Objetaba la mera continuacin de la herencia del humanismo burgus y el realismo clsico, la que consideraba ligada a las condiciones culturales socialmente individualistas y anteriores a la revolucin tecnolgica, que el arte burgus trataba de perpetuar. Propona una cultura moderna y combativa y activista, derivada de muchas tradiciones diferentes pero que manifestara las vastas diferencias existentes entre las clases. Slo esto servira a la produccin cultural desarrollada por y para un proletariado del siglo XX.

    Lucaks en 1931 examin los recin descubiertos manuscritos econmicos y filosficos de 1844 que le ayudaban a interpretar las obras de Marx desde la perspectiva de su deuda juvenil con el humanismo de Goethe y el idealismo de Hegel. La insistencia de Lucaks en la literatura realista debe mucho al humanismo esttico del joven Marx y al clasicismo de Weimar. En la tradicin del idealismo alemn, Lucaks divida lo cientfico de lo artstico como modos de percepcin. El Arte era para l antropomorfico, pues siempre contiene imgenes de la personalidad humana; en cambio la ciencia trata conscientemente de eliminar el elemento subjetivo de los resultados.

    Brecht en cambio buscando las funciones contemporneas de los modelos culturales, consideraba la cultura clsica e idealista alemana como un sostn ideolgico de las clases gobernantes en la Alemania de ppos del silgo XX. En vez de conectar al marxismo con Hegel y Goethe, Brecht subrayaba la deuda del racionalismo crtico marxista con los materialistas radicales de la Ilustracin francesa como Deridot. Basandose en el, peda al actor que sus lagrimas fluyan del cerebro y que el arte combinara el entretenimiento y la educacin acerca de la naturaleza de una realidad social cambiante. Se centraba en la funcin intelectualmente cognoscitiva y polticamente til del arte. Concibi al marxismo como un mtodo materialista y cientfico capaz de minar la cultura y la tica idealistas que mantena en su lugar a la gente comn. Crea que slo un enfoque crtico y cientfico de las cuestiones sociales podran servir a la causa de

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    Daniela SavalliBrecht haca hincapie en la lucha de clases que Lukcs haba llegado a minimizar

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  • los pobres y oprimidos plebeyos. Mientras que la obra de Lucaks se asocia al ataque contra el marxismo positivista y meramente econmico, Brecht criticaba a los humanistas sentimentales que sospechaban del conocimiento cientfico y econmico til. Al igual que Marx, entenda la ciencia como un proceso de investigacin en las estructuras histricas no siempre revelado en los hechos inmediatos. La concepcin brechtiana de la ciencia se desarroll en trminos de la prctica , por parte de Marx, de un mtodo crtico, dialctico e histrico, muy diferente de su posterior interpretacin positivista. Existe aqu una semejanza con el joven Lucaks de Historia y conciencia de clase.

    El ensayo central de es e libro haba sido al discusin de cosificacin , el trmino empleado por Lucaks para denotar el fenmeno del fetichismo d e las mercancas en la sociedad capitalista que Marx haba descrito. Lucaks utiliz la teora de la cosificacin de sus estudios literarios, al criticar la literatura naturalista y modernista por no superar la aparente divisin existente entre la accin personal y la historia objetiva en la moderna sociedad capitalista. Tambin Brecht trat de atacar la cosificacin contempornea, aunque los instrumentos del alejamiento utilizados para tal propsito requeran que el espectador completara el proceso de desmitificacin mediante la accin poltica.

    Lucaks y Brecht no vean la alienacin en la misma forma. Para Lucaks, la alienacin derivaba de la divisin capitalista del trabajo, donde se destruye la experiencia que tiene el trabajador individual de un proceso unificado y autnomo. En consecuencia, su concepto del realismo exiga una totalidad social no abstrada de la experiencia personal, individual, sino revelada a travs del desarrollo del carcter interior y de la interaccin humana externa e individualizada. Segn Brecht, en cambio, tales actitudes humanistas tradicionales oscurecan las realidades colectivas de la produccin social moderna y no captaban la extensin de la conciencia cosificada contempornea. Brecht sostena que ya no podemos esperar que la vida diaria privada provea acceso a la dinmica histrica general. La comprensin de la totalidad social plena requiere un montaje constructivista de mltiples puntos de vista cambiantes. Se requiere que un arte muestra su propia realidad como un imaginativo artificio o una construccin racional, a fin de penetraren las ilusorias pretensiones cognoscitivas de la experiencia privada. En vez de buscar individualidades armoniosas tpicas como fuerzas histricas concretadas o proveer catarsis individualizadas; Brecht trataba de revelar la dinmica contempornea de las estructuras sociales colectivas que se ocultan a las experiencias personales normales. Evitaba el retrato psicolgico individual concentrndose en el comportamiento social activo de su personaje. Evitando la identificacin del auditorio con personajes individuales.

    Lucaks a principios de los aos 30 separo la dialctica literaria de la praxis poltica y utilizo una teora de copia de la representacin artstica que esencialmente negaba el poder productivo de la conciencia. Toda captacin del mundo externo no es mas que el reflejo de la conciencia del mundo que existe independientemente de la conciencia. Segn Lucaks, la obra de arte, un reflejo de la realidad, era en efecto una ilusin de una totalidad histrica autnoma. Las obras de Brecht trataban de erradicar la nocin del arte como una ilusin autnoma y privilegiada de la integracin de la vida mediante la exposicin

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    Daniela SavalliSegn Lukcs la literatura modernista no supera la divisin entre accin personal e historia objetiva en la moderna soc capitalista.

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  • reiterada de sus propias creaciones como construcciones mudables. En sus escritos de 1928 1940, critic el enfoque que consideraba el arte como una forma especial del reflejo cognoscitivo de la realidad. Rechazaba el uso reduccionista y cosificado de la superestructura implcita en las concepciones del arte y la conciencia como meros reflejos pasivos de una base socioeconmica, y consideraba la actividad literaria como parte de una praxis transformadora similar a otras formas de conciencia productiva. El arte era un elemento prctico de construccin de esta realidad, una parte constitutiva de la actividad productiva del individuo social. La capacidad del arte para ayudar a cambiar las relaciones sociales dadas derivaba dela posicin del arte como parte de la fuerzas productivas de la sociedad. Brecht ofreca una alternativa a la concentracin exclusiva en el contenido social ideolgico del arte, la forma estrecha en que se haban desarrollado generalmente las concepciones estticas de Marx desde su muerte.

    Gran parte de la teora y practica de Brecht no es simplemente modernista sin o que muestra una adaptacin imaginativa de corrientes especficamente cubistas y constructivistas por oposicin a las corrientes derivadas del simbolismo o el expresionismo. No poda sujetarse a ninguna transformacin meramente metafrica y potica de la realidad fsica y social. Sospechaba profundamente de todo arte que slo liberara y refrescara los sentidos. Criticaba a los escritores que se concentraban en los anlisis psicolgicos personales sin plantearse problemas e la causalidad histrica. La tcnica de Brecht, donde una representacin que aleja permite el reconocimiento del objeto, pero al mismo tiempo lo hace parecer extrao, trataba en efecto de impartir una direccin socialista a la esttica de Braque; junto a su otra gran influencia el futurismo y constructivismo rusos.

    Sostuvo que el cine como entretenimiento masivo no deba verse como una forma inferior del arte, si se reorientaba funcionalmente mediante la obra de trabajadores culturales progresistas podra expandir las funciones perceptivas del arte mediante su enfoque grfico sobre la dinmica externa de la interaccin social, superando la psicologa introspectiva del antiguo arte narrativo no tcnico. El artista tambin aqu presentado como un trabajador intelectual en una posicin anloga a la de los trabajadores fabriles. La industrializacin del arte y los artistas era inevitable y tena considerables potencialidades humanas. Su concepcin de las potencialidades emancipatorias de una tecnologa moderna reorientada se relacionaba con su crtica del arte como la creacin cerrada de un autor omnisciente que distribuye sus productos culturales acabados a un auditorio. Lucaks no consideraba, sin embargo, que la cultura fuese redefinida cualitativamente por la produccin colectivista, autodeterminante, sino la distribucin pasiva, cuantitativa, de las formas literarias tradicionales dadas. Brecht buscaba que se fuera ms all de la mera modificacin de la distribucin para llegar a una concepcin de cultura como una produccin con intervencin de todos.

    V. Estalinismo, nazismo e historia La esttica marxista de Brecht y Lucaks se desarroll en los aos treinta en

    contraposicin con los grandes disturbios polticos de esta poca tumultosa en

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    Daniela SavalliAfinidad de Brecht con cubistas y constructivistas, por oposicin a simbolistas y expresionistas.

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  • Alemania y Rusia., los dos polos de la preocupaciones de tales comunistas antifacistas.

    Tanto Lucaks como Brecht compartan una adhesin pblica y una orientacin primaria hacia el movimiento comunista e hicieron acomodos con el estalinismo. Sin embargo, las dudas privadas de Brecht hacia el estalinismo conocidas en sus obras pstumas eran mucho mayores que las de Lucaks. La leccin de Brecht de Dinamarca como su residencia despus de 1933 contrasta en este sentido con el exilio a Mosc de Lucaks tras 1932.

    Lucaks consideraba que la sociedad sovitica haba realizado el socialismo; sus identificaciones con la Rusia sovitica como enemiga del fascismo lo llevaron a incurrir a retractaciones auto humillantes que le permitieron permanecer dentro de las murallas comunistas. Insista en la disciplina partidista ms estricta, continuando la poltica de Lenin de elevar la vanguardia intelectual. Su rechazo a la decadencia modernista otorg cierta respetabilidad intelectual a la liquidacin literaria del experimento modernista en el llamado realismo socialista. Su propio argumento era consistente con la teora oficial, aunque sus practicantes no pudieran presentar en sus obras la totalidad social deseada por Lucaks.

    Brecht se neg a romper con la Rusia sovitica a pesar de su creciente escepticismo hacia el rgimen de Stalin. ste segua representando la defensa de Europa contra el fascismo. Brecht escogi lo til, sin dejar de ser positivamente crtico. Trat de disciplinar sus respuestas personales como un actor poltico, el lado ms oscuro de la intentada liquidacin del ego y la subjetividad que hemos visto en muchos aspectos de su obra. Su leninismo eran tan ilustrado, democrtico y humano como poda serlo dentro de tal especie de la praxis autoritaria: subrayaba la necesidad de un marxismo crtico, en la que participe activamente todo el partido en contacto con las masas trabajadoras. Trat de defender la burocracia subrayando su necesidad para la expansin econmica veloz, y en la defensa de la Alemania Nazi. Trataba de conservar la esperanza en esa nica alternativa concreta al capitalismo y el fascismo de Occidente. Fue ms profundamente crtico del estalinismo que Lucaks durante los aos 30: la censura artstica, el deterioro del marxismo, no permitan que se formara por s sola la nueva humanidad del proletariado consciente de su clase.

    Mientras que Lucaks evitaba toda clase de anlisis del fascismo, Brecht minimizaba la importancia de las lites militares, burocrticas y aristocrticas tradicionales en la victoria del fascismo de Europa Central. Contemplaba el movimiento y rgimen nazi en el sentido marxista de un conflicto entre la clase capitalista y la clase proletaria. En lugar de percibir la lucha ideolgica entre el irracionalismo romntico y un humanismo clsico modificado para el uso del siglo XX, la concepcin que aline a Lucaks con los antifascistas liberales, Brecht se concentr en la retrica idealista nazi y su capacidad para oscurecer los problemas materiales de las masas, en particular los de las clases medias bajas. Un humanismo idealista elevado era una respuesta improductiva a tal retrica heroica creadora de mitos, ya que slo continuaba la lucha en un mbito de abstraccin cosificada que favoreca a la capacidad nazi para ocultar el mundo real.

    En sus respuestas al estalinismo y el nazismo, Brecht y Lucaks revelaron concepciones diferentes del proceso histrico moderno. Lucaks avanz a fines de

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    Daniela SavalliDistintas posturas frente al estalinismo.

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  • los aos veinte y durante los 30 a un marxismo purificado, donde la historia se conceba como una serie de etapas de progreso inevitable. Su descripcin del nazismo como brbaro y decadente privaba al mundo contemporneo de sus contradicciones y terrores reales, ya que presentaba el progreso sovitico heroico en una luz positiva contrastante. La visin ahora determinista de la historia de Lucaks le permita contemplar el arte occidental moderno como algo objetivamente reaccionario.

    Brecht no comparta tal optimismo pacificado. Tema que el nazismo iniciara una nueva poca oscura; se las arreglaba para vivir y trabajar en la tensin entre la desesperacin y la esperanza, subrayando la naturaleza contradictoria de todo momento histrico. El arte y pensamiento de Brecht se orientaban hacia los problemas de la sociedad industrial contempornea avanzada, que Lucaks trataba de escapar. Nunca abandon Lucaks su repulsin inicial hacia la cultura del siglo XX. Brecht en cambio acepto el mundo urbano y tecnolgico como su medio, sin lamentar la desaparicin de la cultura clsico, sino tratando de crear un arte adecuado para la nueva poca.

    Tercera parte: Benjamn y Adorno VI. La avant garde y la industria de la cultura. Theodor Adorno y Walter Benjamn habran de enfrentarse con

    configuraciones alternativas del marxismo y el modernismo en los aos treinta. Ambos tenan una perspectiva intensamente modernista. La confrontacin de sus perspectivas ser en los significados histricos que debern asignarse al arte de avant-garde y masivo comercializado de la sociedad capitalista.

    El marxismo con el que interpretaban el arte avant-garde y popular era en ambos casos ms heterodoxo e idiosincrsico que el de Brecht y Lucakcs, fecundado por corrientes aparentemente incompatibles como el psicoanlisis para Adorno y la teologa mstico juda y un profundo pesimismo histrico para Benjamn.

    Benjamn (1892-1940) public en 1936 un ensayo ahora famoso titulado La obra de arte en la era de la reproduccin mecnica, fuertemente influido por los temas brechtianos. Subrayando que el significado histrico del arte cambia con el carcter de su produccin tcnica que disipa las huellas del aura adquirida por el arte mediante sus funciones histricas rituales; sugiri Benjamn que la capacidad de reproduccin de la fotografa, impresiones y el cine destruan la sensacin de singularidad, inaccesibilidad y autenticidad del arte del aura en la tradicin cultural, produciendo la desaparicin del aura en el siglo XX. Dos circunstancias producen tambin su declinacin actual: el deseo de las masas contempornea de aproximar las cosas en sentido espacial y humano, y su inclinacin igualmente intensa hacia la superacin de la singularidad de toda realidad mediante la aceptacin de su reproduccin. La base social de la declinacin del aura es el sentido de la igualdad universal de las cosas. Estos cambios anuncian la desaparicin de la distancia en la produccin y la recepcin del arte y su transformacin de un objeto de veneracin nico a un agente de la auto emancipacin colectiva. La vulnerabilidad del ensayo resida en su aparente

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    Daniela SavalliEn este caso los dos son modernistas. El debate pasa por qu significados debern asignarse al arte de vanguardia y masivo en la sociedad capitalista.

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    Daniela SavalliDisipacin del aura: aproximacin de las cosas en un sentido espacial; reproduccin.

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  • insistencia en que todos estos cambios no eran tanto usos potenciales como implicaciones inherentes de los nuevos medios de comunicacin. Lo que impeda su realizacin inmediata era la dialctica de los modos productivos del capitalismo y las contradicciones extremas de la subversin nazi.

    Adorno (1903-1969) respondi al ensayo con un claro disentimiento de muchas de sus tesis principales. Para l, el arte autnomo a travs del desarrollo inmanente de sus propias leyes formales estaba autoliquidando su aura; politizar este arte en un sentido brechtiano, ponerlo al servicio de valores de uso inmediato, equivale a destruir este componente trascendente y verdaderamente progresista. Esto no significaba el fin del arte tradicional a travs de la intervencin extrnseca de la tecnologa de las mquinas o de las masa, que era el argumento de Benjamn, sino ms bien su desarrollo tcnico inmanente donde las caractersticas del aura se erosionan desde adentro. Este proceso mantena viva la funcin primordial del arte como una negacin de un mundo completamente instrumentalizado: slo cuando el arte observa su inmanencia convence a la razn prctica de su absurdidad. Si algo tiene un carcter de aura es el cine, y en grado extremo y sospechoso. En la separacin radical del arte avanzado frente al arte de masas, la cinematografa norteamericana y Schoenberg revelaban los estigmas del capitalismo del siglo XX, porque el arte de avant-garde y el arte popular son mitades separadas de una libertad integral, la que sin embargo no pueden alcanzar. El enfoque de Adorno es un esfuerzo incansable por revelar las caractersticas progresistas en obras seleccionadas del modernismo hermtico mientras expona lo que en su opinin eran las caractersticas verdaderamente represivas ocultas detrs de la fachas democrticas del arte popular.

    En su ensayo de 1936, Uber jazz y en sus crticas posteriores sobre la cultura popular, trat Adorno de descifrar la significacin ideolgica del arte a partir de los principios estructurales internos de su construccin y del modo de su recepcin. Por ejemplo, la sincopacin del jazz carece de propsito y se revoca arbitrariamente, es un reflejo y un reforzamiento de las libertades falsas de individuos impotentes en la sociedad capitalista avanzada. Son igualmente espurias las pretensiones de naturalidad primitiva del jazz como una protesta contra la civilizacin mecanizada y decadente. Las percepciones que tena Adorno de la cultura masiva estaban nubladas por un provincialismo etnocntrico de alguien educado en las tradiciones de la alta cultura europea e incapacitado para ver mucho ms all- Exiliado para 1938 en EEUU, Adorno iniciaba una andanada polmica contra el ambiente cultural norteamericano en el que se senta tan extrao. La seal del arte avanzado, (contra la del arte ligero dominado por valores de cambio a servir como un objeto de fcil digestin bajo la ilusin de un gusto individual que niega la evidente dependencia pasiva involucrada en la identificacin de uno mismo con lo que nos han servido); es por tanto la exclusin asctica de todas las delicias culinarias que deben ser consumidas de inmediato por su propio valor.

    Continu gran parte de este anlisis con Horckheimer: censuraban la industria de la cultura por su ayuda a las direcciones presuntamente totalitarias de la sociedad capitalista moderna. Se subrayaba la liquidacin del individuo con la armonizacin pseudos-democrtica preordenada, del conjunto colectivo y las personas particulares: un todo homogeneizado. Estaban desapareciendo lo focos

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    Daniela SavalliLa politizacin destruye el componente trascendente de la obra.

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    Daniela SavalliRelacin entre la estructura interna y sus modos de recepcin.Jazz: falsas libertades.

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    Daniela SavalliLiquidacin del individuo en beneficio de un todo homogeneizado.

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  • de resistencia dentro de los cuales podran crearse las obras de arte dotadas de espritu crtico; cosa que si hacan la alta cultura del siglo XIX y la avant-garde contempornea. Constantemente homologaban ambos autores la industria de la cultura norteamericana en sus resultados con la del fascismo.

    Revelando cierta fascinacin por primera aparicin de las tecnologas nuevas del siglo XIX, Benjamn combate este impulso considerando la novedad como la quintaesencia de la falsa conciencia bajo el capitalismo, cuyo agente incansable es la moda. Pero hay un deseo colectivo de superar las deficiencias del orden social de la produccin, un deseo de dejar atrs un sistema social que frustra la promesa de lo nuevo convirtindolo de inmediato en una mercanca vendible. Este deseo asume la forma de imgenes de la conciencia colectiva donde la memoria del pasado ms antiguo genera esperanzas de un futuro utpico. Las imgenes ambiguas de la prehistoria y el presente transfigurado aparecen tambin en los tonos lricos e Baudelaire, quien conjura los elementos arquitectnicos de la formacin topogrfica de Pars, aunque al igual que todos los estratos bohemios acude al mercado para encontrar un comprador de sus producciones poticas. Benjamn comenz a analizar tales temas construyendo correspondencias y relaciones metafricas entre la poesa de Baudelaire y su ambiente poltico, social y econmico. Uno de sus propsitos era la oposicin a las atracciones alucinantes del esteticismo a fines del siglo XIX, sometiendo la poesa de Baudelaire al anlisis materialista. De esta forma, Benjamn interconectaba recprocamente la esttica modernista francesa y el materialismo marxista en una forma que modificaba el significado de ambos.

    Adorno disenta del aparente supuesto de Benjamn acerca del surgimiento directo de posibilidades utpicas trascendentes dentro del desarrollo de la sociedad capitalista, posibilidades frustradas por las actuales relaciones clasistas. Si hubiese algunos elementos utpicos, deberan percibirse inmanentemente, dentro de las obras de arte y existiran como momentos de negacin crtica del desarrollo capitalista.

    La afirmacin implcita por parte de Benjamn que la clase trabajadora, el sujeto colectivo revolucionario podra trascender la nocin marxista del fetichismo de los bienes de esta clase; Adorno insisti en una negacin crtica en toda la lnea. Al rechazar la nocin de la conciencia colectiva, subrayaba que no estaba invocando ningn individuo burgus presuntamente autnomo, abstrado del proceso social real. Aadi sin embargo que el individuo es un instrumento dialctico de transicin que no debe ser eliminado por un mito, slo puede ser sustituido, sin aclarar cmo.

    Adorno detectaba la resistencia marcada de benjamn a intervenir tericamente en la presentacin de sus materiales. Temiendo que el Instituto de Investigacin Social lo abandonara en sus dificultades financieras, Benjamn tena razones para plegarse ante las crticas de Adorno.

    Benjamn sostuvo opiniones alternativas, hasta contradictorias, acerca del proceso histrico moderno y el lugar el arte y la cultura masiva en su interior. Tras las crticas de Adorno, Benjamn compuso un anlisis muy diferente en un estudio titulado Sobre algunos temas en Baudelaire. Aqu concibe el aura como un complejo de experiencias inmensamente valiosas que se est minando lamentablemente en la sociedad moderna. Adorno recibi este ensayo con gran

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    Daniela SavalliDetecta un espritu crtico en las obras de la alta cultura del XIX y las vanguardias.

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    Daniela SavalliHomologacin entre EEUU y fascismo

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    Daniela SavalliNuevas tecnologas: novedad. Falsa conciencia: moda.

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  • entusiasmo; comentando que la declinacin del aura significaba la alienacin cosificada de tales objetos frente a sus creadores, la prdida de la huella humana en ellos.

    Junto con sta y otras obras estaba a la vez escribiendo la ms brechtiana de sus obras, El autor como productor, donde se materializa ms intensamente el optimismo revolucionario acerca del proletariado y la tecnologa. Benjamn cultivaba radicalmente una ambivalencia que hace de su trabajo una mezcla tan explosiva, eludiendo aun los esfuerzos de sntesis ms refinados.

    El procedimiento de Adorno consista a menudo en la exposicin de las realidades regresivas de desarrollo aparentemente liberadores, y Benjamn podra sostener ocasionalmente lo contrario, pero su obra e los aos treinta contiene en conjunto, paradjica y simultneamente, las dos antinomias de una postura ambivalente. Una de las limitaciones de su debate es el hecho de que esta perspectiva ms amplia no estaba realmente presente, ya que Benjamn no quiso hacerla explcita.

    VI. Benjamn y Adorno: el desarrollo de su pensamiento Benjamn nace en Berln en 1892, de clase media alta y sometido a la

    atmsfera pomposa, hipcrita y pesada de la cultura Guillermina. Su padre tena una empresa de antigedades y alfombras orientales, experiencia temprana para Benjamn al fetichismo de las mercancas artsticas. Se inclin pronto hacia el movimiento juvenil de revuelta generalizada de la juventud de clase media de la poca contra la represin patriarcal de la familia y la escuela.

    Absorbi la herencia de los poetas simbolistas francs y el misticismo judo. En 1913 visit Pars por primera vez, que habra de continuar como un magneto central de su produccin crtica, como hogar del arte modernista francs. En su primer artculo importante Sobre el lenguaje como tal y el lenguaje de los hombres Benjamn desarroll la insistencia simbolista en que el lenguaje se comunica a s mismo y no los significados subjetivos o inter subjetivos o las imgenes mentales de los objetos. La idea de que la densidad material del lenguaje constituye el mundo que ha de aprehenderse era ya una premisa bsica para Benjamn. Renunciando al argumento directo, recurre a las ideas a travs del lenguaje para producir sus propios significados cruzados.

    En 1915 conoce a Gershom Scholem, interprete moderno de las tradiciones del misticismo judo. y en 1917 se casa con Dora Kellner, cuyo padre era uno de los principales precursores sionistas. Formaba parte de un renacimiento de la creatividad intelectual y religiosidad juda en los decenios posteriores a 1900; revelndose contra la desarraigada clase media y respetabilidad de las generaciones anteriores de judos liberales asimilacionistas. Comenz entre otros a cultivar corrientes contrarias, apocalpticas y msticas dentro de la tradicin juda, como la cbala, un conjunto de enseanza msticas medievales que ejerci cierta influencia entre muchos grupos judos tras su expulsin de Espaa alrededor del ao 1500. Encontr Benjamn en estas enseanzas los medios necesarios para reforzar y extender metafsicamente la concepcin del lenguaje, que en el cabala es necesariamente impersonal e instrumento del propio Dios, que estaba aprendiendo de los poetas simbolistas. Reforzando el enfoque espacial de las correspondencias simbolistas y cabalsticas, tales perspectivas habran de dar una

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  • orientacin fuertemente anti evolutiva al marxismo muy desusado de Benjamn. Benjamn permaneca en gran medida dentro de la perspectiva del exilio

    judo: su vida habra de transcurrir en una esperanza sin cesar diferida. Es posible que su pesimismo histrico estuviese condicionada por una conciencia de los peligros para los judos que comparta con Kafka.

    El desplazamiento de Benjamn hacia la izquierda poltica del anarquismo al marxismo estaba frecuentemente afectado por sus reacciones ante la Guerra Mundial. Excusado del servicio militar, pero el imaginario de la guerra fue parte de su visin de la violencia estetizada de la sociedad burguesa avanzada.

    Benjamn no era un pacifista; mostr actitudes nihilistas y anarquistas hacia la sociedad burguesa y hacia sus padres y su clase social. Su afn por liberar el poder potico de los objetos mientras se extingua la subjetividad del liberador tiene que ver con la propia sensacin de indefensin prctica y morbilidad que Benjamn sinti hacia s mismo. Un escape de la carga de la personalidad era su fascinacin por los objetos. Otro era el desprecio de la importancia de la continuidad temporal, el reino de la mera realizacin, para favorecer en cambio la sensibilidad espacial que absorbi a los modernistas franceses. La muerte, la obsesin simbolista persegua siempre a Benjamn y era un tema central de sus meditaciones sobre el arte y la poltica.

    Despus de 1925, con el negocio de su padre arruinado por la inflacin, Benjamn se ajust a la nueva situacin financiera ganndose la vida en el periodismo literario. Benjamn experiment el hambre y la necesidad material, lo que le llego a participar en la guerra de clases entre el profesorado alemn arraigado y la intelectualidad libre democrtica y socialista y a hacer crticas a la inflacin y a la reaccin de la clase media; subrayando las necesidades infraestructurales en mayor medida que Adorno.

    En 1924 tiene su acercamiento a la obra marxista de Lucaks, Historia y conciencia de clase. No se uni jams al partido Comunista, aunque durante cierto tiempo consider tal posibilidad como un experimento de compromiso poltico. En 1924 conoci y se enamor de una comunista latviasa Asja Lacis que present a Benjamn con Brecth y fue la causa de la nica visita de Benjamn a Mosc. All se mostr entusiasta de ciertos aspectos como la tecnologa y la vida colectiva, pero habl con una frialdad y desapego notables acerca de la creciente dictadura burocrtica y del partido.

    Lo que atrajo a Benjamn al comunismo era su carcter de oponente de la burguesa occidental; saba bien que no sera capaz de formar un frente unido con alguien. Su cercana al marxismo lo llev a tratar de llegar a un pblico ms amplio de lectores mayormente burgueses educados a travs de su actividad periodstica; nunca jug a ser un proletario, ni orient su obra directamente hacia la clase trabajadora. En 1926 se muda a Pars donde habra de mantenerse hasta su muerte en 1940.

    Las obras de Benjamn de los aos treinta donde se contraponen la utopa y la catstrofe, se escribieron en un marco personal de continua inseguridad econmica y creciente desesperacin por el estado del mundo. Escapando tres meses tras la cada de Francia se suicid en la frontera espaola.

    Adorno en cambio consideraba su propia infancia como un paraso perdido, y esto habra de servirle como una imagen de un futuro utpico liberado. Su padre

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  • era un exitoso comerciante en vinos, provea seguridad econmica sin interferir con los intereses de su hijo en la msica y la filosofa. No participa de la 1ra guerra mundial ya que tena slo once aos.

    Experiment la crisis de la sociedad burguesa a principios de los aos veinte, en trminos de problemas filosficos que estudiaba en la Universidad de Frankfurt donde recibe su doctorado en 1924 y conoce a Horckheimer.

    La preocupacin de Adorno por una subjetividad amenazada contrastaba desde un principio con el gusto de Benjamn por las suspensiones lingsticas de expresin personal de los simbolistas. Viaja a Viena en 1925, los dos aos que pasa en la capital austriaco son fundamentales para su educacin como pensador esttico y social. La obra del msico Schoenberg afecta a Adorno; sosteniendo que se sostena su radicalismo cultural en vista de la preocupacin por la tradicin histrica que solan usar los conservadores para justificar sus ataques a lo moderno. Hacia 1929, Adorno interpretaba tal resistencia al cambio en trminos marxistas, como algo que sirve a los propsitos ideolgicos del privilegio clasista. Sostena Adorno que la revelacin freudiana de Schoenberg acerca del ego en desintegracin y las presiones del inconsciente haba requerido medios musicales objetivos radicalmente nuevos: el fin de las falsas armonas y la emancipacin de la disonancia. Esto proveera una comunicacin formal del urgente material expresivo. Las races de Schoenberg se encontraban en la revuelta expresionista contra el esteticismo viens de fines de siglo. En su obra el arte se convierte en un medio vital para la expresin de las verdades emocionales de la angustia personal.

    A fines de los aos veinte, Adorno pas algn tiempo en Frankfurt con Horkheimer mientras completaba su trabajo posdoctoral, luego pas a Berln en 1930 donde particip en algunos crculos intelectuales con Kracaucer, Brecht, Benjamn, Bloch etc, acercndose a los mtodos del anlisis marciano. Se sinti profundamente influido por la Historia y conciencia de clase de Lukacs.

    La posicin filosfica de Adorno estaba arraigada en el sujeto racional individual, aunque contemplara al individuo histricamente y dentro de un todo social mediador. En su crtica cultural, Adorno subrayaba reiteradamente, desde fines de los aos veinte, que el escritor o el msico individual sirve mejor a los propsitos sociales despejando los problemas internos de su material esttico, en lugar de construir su obra como una contribucin a las colectividades sociales actualmente existentes.

    Fue a partir de tales consideraciones que Adorno encontrara la posicin poltica de Benjamn a mediados de los aos treinta, peligrosamente cercana a la de Brecht y Lukacs. Nunca acepto la nocin de Benjamn de una intervencin lingstica crtica como la construccin de una constelacin radicalmente espacial, arrancada al tiempo histricamente evolutivo; ya en 1925 insista en la Aufhebung temporal, dialctica de la tradicin cultural. Insista en una mediacin del sujeto y el objeto. Mientras que Benjamn procedi durante toda su carrera en el mtodo de la crtica histrica por lneas metafricamente poticas e impersonales, Adorno interpretaba en forma explcita y sistemtica sus detalles microscpicos con el auxilio de categoras sociolgicas y filosficas.

    Los primeros estudios marxistas de Adorno muestran la huella de un gran desarrollo social de la Repblica de Weimar: el proceso de racionalizacin y

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    Daniela SavalliSchoenberg

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    Daniela SavalliAdorno subraya la individualidad

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  • monopolizacin dentro de la industria alemana, que se desenvolvi con gran rapidez tras la inflacin de 1923.

    La percepcin del advenimiento del fascismo como una continuacin del sistema frreo del capitalismo administrado, y por ende la visin de las realidades norteamericanas teniendo frecuentemente en mente la sociedad nazi, tambin se sugerira en sus ensayos de 1932 acerca de la msica. El desarrollo del pensamiento social de Adorno reflejaba las interacciones norteamericano-alemanas desde el capitalismo estabilizado de mediados de los aos 20, pero tambin algo de su propia imaginacin fuertemente dialctica. Armado con la visin sombra de la desintegracin del individuo autnomo burgus, Adorno us la racionalizacin tcnica posliberal de la economa de Weimar para transferir ese lamento al anlisis de las sociedades industriales avanzadas con la Alemania nazi y los EEUU.

    Al igual que en sus anlisis musicales, Adorno trataba de demostrar la autodestruccin dialctica de la tradicin en las filosofas burguesas tardas de los pensadores existencialistas y fenomenolgicos. El anlisis de Adorno trataba de revelar la verdad social nada intencional de los sesgos ideolgicos del idealismo: la falacia filosfica de la contemplacin del mundo como enteramente autogenerado, y la falacia histrica del supuesto de la experiencia integrada real bajo las condiciones administradas de la burguesa avanzada. Adorno habra de continuar esta lnea de argumentacin en una polmica devastadora contra el lenguaje de la autenticidad existencial que estaba de moda. Estos filsofos burgueses reducan el objeto al sujeto en vez de mediar dialcticamente el uno con el otro. Invirtiendo el problema, los marxistas ortodoxos y los positivistas burgueses eliminaron el papel del sujeto activo en el conocimiento y en la historia. Adorno se opona as a todas las teoras de la identidad que armonizaban falsamente las contradicciones existentes entre lo particular y el todo, lo individual y lo colectivo, la historia y la naturaleza, y el objeto y el sujeto, como ocurra cada vez ms en la prctica en las sociedades industriales avanzadas monolticas.

    La escuela de Frankfurt, con caractersticas comunes a la obra de Adorno a partir de los aos treinta, adems de la teora histrica del capitalismo administrado posliberal y el nfasis filosfico en la mediacin dialctica, la escuela de Frankfurt empez a utilizar a principios e los aos treinta los conceptos psicoanalticos en el anlisis social, a resueltas de un pesimismo creciente cerca de la potencialidad revolucionaria de la calase trabajadora. Esperaban estos autores que la teora freudiana ayudara a explicar las fuentes psquicas el conservadurismo instintivo de las masas si se filtraba adecuadamente a travs de una perspectiva marciana revisada e la sociedad industrial. Adorno haba recurrido a Freud en sus esfuerzos por encontrar un concomimiento racional en el funcionamiento del inconsciente, y haba enmarcado las investigaciones de Fred en la diversidad de las filosofas irracionalistas generalizadas en Alemania en los aos veinte. Adorno subrayaba el anlisis freudiano de la dependencia masoquista de la autoridad en sus artculos sobre el jazz y la cultura de masas. La teora psicoanaltica provea un acceso a los problemas e la conformidad de las masas y el autoritarismo en las sociedades avanzadas y perspectivas psicosociales sobre la liquidacin del individuo en un mundo de dominacin tcnica.

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    Daniela SavalliUsan el psicoanlisis para explicar a las masas

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    Daniela SavalliFenmenos que explica con el psicoanlisis:- Dependencia de la autoridad- Jazz- Cultura de masas

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  • A fines de los aos treinta haba llegado Adorno a citar una destruccin de la subjetividad individual como la amenaza ms desastrosa para cualquier esperanza de un futuro diferente; criticando la aparente identificacin de Benjamn con los agresores tecnolgicos y colectivos.

    Lleg en 1933 a los EE.UU. para unirse a la Escuela de Frankfurt, sintindose intensamente alienado de la sociedad y vida intelectual norteamericano. Se haba sentido mucho ms a gusto que Benjamn en la Alemana prenazi. En los EEUU se profundizaron su pesimismo cultural e elitismo izquierdista. Los comentarios de Adorno sobre la sociedad Norteamericana y su semejanza con la fascista sugieren la fuerza de la oposicin a la instrumentalizacin del arte y el pensamiento y a las identidades comercialmente inducidas, en el anticapitalismo de Adorno, formado en la rica cultura esttica de los vestigios feudales de Europa Central. Comparta el elitismo cultural de los acadmicos alemanes, su desconfianza de la razn instrumental y los valores utilitarios, positivista as como su actitud defensiva hacia una sociedad masiva moderna y tecnolgica, pero no compensaba el vulgar materialismo moderno con un idealismo igualmente vulgar qu