L´OSSERVATORE ROMANO. 12 Febrero 2012

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    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 7 (2.250) Ciudad del Vaticano 12 de febrero d

    Se publica el Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma

    Escuchemos el gritode los pobres

    PGINAS

    Simposio internacional en Roma

    El Papa pidetutela eficaz y apoyopara las vctimas

    de los abusosObispos y superiores religiosos de todo elmundo han participado en Roma, en laPontificia Universidad Gregoriana, enel simposio internacional Hacia la cu-racin y la renovacin que, del 6 al 9de febrero, se ha celebrado para relanzarel compromiso de la Iglesia en la protec-cin de menores y de las personas vulne-rables ante los abusos sexuales. Abrilos trabajos el prefecto de la Congrega-cin para la doctrina de la fe, el carde-nal William Joseph Levada. En laocasin se dio lectura al mensaje que, ennombre de Benedicto XVI , envi el car-denal Tarcisio Bertone, secretario de Es-tado, al rector de la Gregoriana, el je-

    suita Franois-Xavier Dumortier. Publi-camos nuestra traduccin del mensaje.

    Estimado padre Dumortier:

    El Santo Padre enva su cordial sa-ludo a todos los participantes en elsimposio Hacia la curacin y la re-novacin que tiene lugar del 6 al 9de febrero de 2012 bajo el auspiciode la Pontificia Universidad Grego-riana, y asegura sus oraciones por es-ta importante iniciativa. Pide al Se-or que, a travs de vuestras delibe-raciones, numerosos obispos y supe-riores religiosos en todo el mundopuedan recibir una ayuda para res-ponder de modo realmente conforme

    a Cristo a la tragedia del abuso dem e n o re s.Como Su Santidad ha observado

    frecuentemente, la curacin de lasvctimas debe constituir una solicitudimportante en la comunidad cristianay debe proceder a la vez que unaprofunda renovacin de la Iglesia entodos los niveles. Nuestro Seor nosrecuerda que cada acto de caridadhacia el ms pequeo de nuestroshermanos es un acto de caridad hacial (cf. Mt 25, 40). Por lo tanto, elSanto Padre sostiene y alienta todoesfuerzo para responder con caridadevanglica al desafo de ofrecer a losnios y a los adultos indefensos unambiente que conduzca a su creci-miento humano y espiritual. Exhortaa los participantes en el simposio acontinuar haciendo uso de una vasta

    gama de competencias a fin de pro-mover en toda la Iglesia una fuertecultura de tutela eficaz y de apoyo alas vctimas.

    Encomendando el trabajo del sim-posio a la intercesin de Mara, Ma-dre de la Iglesia, imparte de buengrado su bendicin apostlica a to-dos los participantes, como prendade fortaleza y de paz en el Seor.

    Cordialmente en Cristo,CARDENAL TARCISIO BERTONE, S.D.B.

    Secretario de Estado

    En el ngelus, el Pontfice y la Jornada mundial del enf

    Del buen uso de la enfermedad

    El Santo Padre a los religiosos y religiosas en la fiesta de la Presentacin de Jess en el templo

    Fidelidad y renovacinComprometerse con entusiasmo en

    la nueva evangelizacin. Es la in-vitacin que hizo Benedicto XVI,con vistas al prximo Ao de lafe, a los numerosos religiosos y re-ligiosas que participaron en lasvsperas de la fiesta de la Presen-tacin de Jess en el templo, quepresidi en la baslica de San Pe-dro la tarde del jueves 2 de febre-ro, Jornada mundial de la vidaconsagrada. El Papa reafirm quela profunda cercana de los religio-sos al Seor debe ser el elementocaracterstico de su vida, que losllevar a ejercer un influjo positivoen su apostolado mediante laaportacin de sus carismas, con fi-delidad al Magisterio, siendo testi-gos crebles para la Iglesia y parael mundo de hoy.

    PGINA 3

    El embajador de Mxico ante laSanta Sede, Ling Altamirano,

    y el cercano viaje de Benedicto XVI

    Un vnculo consolidadoDe Wojtya a Ratzinger, Mxicoest en el corazn del Papa yel Papa en el corazn de Mxico.

    MARIO PONZI EN PGINA 5

    La enfermedad puede ser un mo-mento saludable en el que se pue-de experimentar la atencin de losdems y prestar atencin a los de-ms, pero tambin puede ser elmomento de redescubrir la fuerza

    salvfica de la fe. Lo record dicto XVI el domingo 5 de feen el ngelus, al referirse a lnada mundial del enfermo.

    PPGINA 4

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    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

    http://www.osservatoreromano.vaTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANd i re c tor

    Carlo Di Ciccosub director

    Arturo Gutirrez L.C.encargado de la edicin

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticanotelfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412

    Servicio fotogrficop h o t o @o s s rom.v a

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 12 de febrero de 2012, n

    En el ngelus el Papa recuerda la celebracin de la Jornada mundial del enfermo

    La juventud se realizaen acoger y servir a la vida

    Con ocasin del consistorio

    Jornada de reflexiny oracin

    del Colegioc a rd e n a l i c i o

    Inaugurado en la Librera Internacional Benedicto XVI

    El bajorrelieve del escudo papalCon ocasin del prximo Consis-torio, Benedicto XVI ha convocadoa los miembros del Colegio carde-

    nalicio y a los nuevos cardenaleselectos a una jornada de reflexiny de oracin. Tendr lugar el 17 defebrero en el Aula nueva del Sno-do, en el Vaticano.

    La jornada se abrir a las 10 conel rezo de la Hora media y prose-guir por la tarde, a las 17, con elrezo de vsperas.

    El tema principal El anunciodel Evangelio hoy, entre missio ad

    gentes y nueva evangelizacin lointroducir el cardenal electo Ti-mothy Dolan, arzobispo de NuevaYork. Se prev adems, sobre el Ao de la fe, una comunicacinque presentar el arzobispo Salva-tore Fisichella, presidente delConsejo pontificio para la promo-cin de la nueva evangelizacin.

    Entretanto se ha dado a conocer

    que el jesuita Karl Josef Becker,por razones de salud, no podrser creado cardenal en la ceremonia pblica del 18 de febrero,sino de forma privada en otro mo-mento.

    Las celebraciones de la Jornada mundial del enfermo, del prximo 11 de febrero, yde la Jornada nacional de la vida, el domingo 5 en Italia, estuvieron en elrecuerdo de Benedicto XVI en el acostumbrado encuentro dominical en la plaza de

    San Pedro para el rezo del ngelus precisamente del 5 de febrero con los fieles.

    Queridos hermanos y hermanas:

    El Evangelio de este domingo nospresenta a Jess que cura a los en-fermos: primero a la suegra de Si-mn Pedro, que estaba en cama confiebre, y l, tomndola de la mano,la san y la levant; y luego a todoslos enfermos en Cafarnan, proba-dos en el cuerpo, en la mente y en elespritu; y cur a muchos... y ex-puls muchos demonios (Mc1, 34).Los cuatro evangelistas coinciden entestimoniar que la liberacin de en-fermedades y padecimientos de cual-quier tipo constitua, junto con lapredicacin, la principal actividad de Jess en su vida pblica. De hecho,las enfermedades son un signo de laaccin del Mal en el mundo y en el

    hombre, mientras que las curacionesdemuestran que el reino de Dios,Dios mismo, est cerca. Jesucristovino para vencer el mal desde la

    raz, y las curaciones son un anticipode su victoria, obtenida con sumuerte y resurreccin.

    Un da Jess dijo: No necesitanmdico los sanos, sino los enfermos(Mc2, 17). En aquella ocasin se re-fera a los pecadores, que l habavenido a llamar y a salvar, pero si-gue siendo cierto que la enfermedades una condicin tpicamente huma-na, en la que experimentamos fuer-temente que no somos autosuficien-tes, sino que necesitamos de los de-ms. En este sentido podramos de-cir, de modo paradjico, que la en-fermedad puede ser un momento sa-ludable, en el que se puede experi-mentar la atencin de los dems yprestar atencin a los dems. Sin

    embargo, la enfermedad es siempreuna prueba, que puede llegar a serlarga y difcil. Cuando la curacinno llega y el sufrimiento se prolon-ga, podemos quedar como abruma-dos, aislados, y entonces nuestra vi-da se deprime y se deshumaniza.Cmo debemos reaccionar ante esteataque del Mal? Ciertamente con eltratamiento apropiado la medicinaen las ltimas dcadas ha dadograndes pasos, y por ello estamosagradecidos, pero la Palabra deDios nos ensea que hay una actitud

    determinante y de fondo para hacerfrente a la enfermedad, y es la fe enDios, en su bondad. Lo repite siem-pre Jess a las personas a quienessana: Tu fe te ha salvado (cf. Mc 5,34.36). Incluso frente a la muerte, lafe puede hacer posible lo que huma-namente es imposible. Pero fe enqu? En el amor de Dios. He aqula respuesta verdadera que derrotaradicalmente al Mal. As como Jessse enfrent al Maligno con la fuerzadel amor que le vena del Padre, astambin nosotros podemos afrontary vencer la prueba de la enfermedad,teniendo nuestro corazn inmerso enel amor de Dios. Todos conocemospersonas que han soportado sufri-mientos terribles, porque Dios les

    daba una profunda serenidad.so en el reciente ejemplo de laChiara Badano, segada en la fla juventud por un mal sin remcuantos iban a visitarla recibella luz y confianza. Pero en fermedad todos necesitamos humano: para consolar a una na enferma, ms que las palcuenta la cercana serena y sinc

    Queridos amigos, el prximbado, 11 de febrero, memor

    Nuestra Seora de Lourdes, sbra la Jornada mundial del enHagamos tambin como la getiempos de Jess: presentmopiritualmente a todos los enfeconfiando en que l quiere y curarlos. E invoquemos la insin de Nuestra Seora, en espor las situaciones de mayor miento y abandono. Mara, Sallos enfermos, ruega por nosotro

    Despus de la plegaria mariana,Santo Padre pronunci estas pala

    Hoy en Italia se celebra la Jda por la vida, iniciada parader la vida naciente y luego exda a todas las fases y condicionla existencia humana. Este amensaje de los obispos propotema: Jvenes abiertos a la

    Me uno a los pastores de la Ique est en Italia al afirmar verdadera juventud se realiza acogida, en el amor y en el sea la vida. Me alegra el encuenganizado ayer en Roma por lcuelas de obstetricia y ginecde las Universidades romanasreflexionar sobre La promoctutela de la vida humana naciy saludo de corazn a monserenzo Leuzzi, a los profesores y jvenes presentes hoy en la plSan Pedro.

    Para la ocasin se prepar tambin una vitrina,cada enteramente al Papa. Se expusieron todas lasde Benedicto XVI publicadas por la Libreria Editriticana en las diversas ediciones en idiomas, inclulos dos volmenes (primera y segunda parte) dede Nazaret, la entrevista concedida a Peter SeLa luz del mundo. El Papa, la Iglesia y los signlos tiempos y las Enseanzas encuadernadas deao de pontificado.

    Un bajorrelieve de especial valor artstico fue inaugura-do el lunes 6 de febrero dentro de la Librera Interna-cional Benedicto XVI, situada enfrente de la plaza deSan Pedro, en la planta baja del edificio donde tienensu sede varias Congregaciones del Vaticano. La obra re-presenta el escudo pontificio sobre un fondo de tercio-pelo rojo. La ceremonia cont con la presencia del sale-siano don Giuseppe Costa, director de la Libreria Edi-trice Vaticana.

    En una pared del interior de la librerafue inaugurada el 18 de noviembre de 200el cardenal Tarcisio Bertone, secretario dedo se ha colocado el bajorrelieve en blanca de Malta, de 55 por 74 centmetrosdel artista Charles Azzopardi, que la donLibrera por invitacin del arzobispo TomCaputo, nuncio apostlico en Malta.

    En la pared situada frente a la nueva oencuentran colgadas las fotos de los viajPapa Ratzinger. Y junto a esta pequea e

    cin fotogrfica, que trae a la memorprincipales etapas del itinerario apostliclizado durante estos siete aos por el Paptn expuestos todos los libros editadoocasin de los respectivos viajes del Sand re .

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    nmero 7, domingo 12 de febrero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Benedicto XVI a religiosos y religiosas en las vsperas de la fiesta de la Presentacin de Jess en el templo

    Fidelidad y renovacin

    La Jornada de la vida consagrada

    Comprometerse con entusiasmo en lanueva evangelizacin. Es la invitacinque hizo Benedicto XVI , con vistas al

    prximo Ao de la fe, a los numerososreligiosos y religiosas que participaron

    en las vsperas de la fiesta de laPresentacin de Jess en el templo, quepresidi en la baslica de San Pedro latarde del jueves 2 de febrero, Jornadamundial de la vida consagrada.

    Queridos hermanos y hermanas:

    La fiesta de la Presentacin delSeor, cuarenta das despus del na-cimiento de Jess, nos muestra aMara y Jos que, obedeciendo a laley de Moiss, acuden al templo de Jerusaln para ofrecer al Nio, encuanto primognito, al Seor y res-catarlo mediante un sacrificio (cf. Lc2, 22-24). Es uno de los casos enque el tiempo litrgico ref leja eltiempo histrico, porque hoy secumplen precisamente cuarenta dasdesde la solemnidad del Nacimientodel Seor; el tema de Cristo Luz,

    que caracteriz el ciclo de las fiestasnavideas y culmin en la solemni-

    este estado de vida, que pertenece ala santidad de la Iglesia. Por cadapersona consagrada se eleva hoy laoracin de toda la comunidad, queda gracias a Dios Padre, dador de

    todo bien, por el don de esta voca-cin, y con fe lo invoca de nuevo. Adems, en esta ocasin se quierevalorar cada vez ms el testimoniode quienes han elegido seguir aCristo mediante la prctica de losconsejos evanglicos promoviendo elconocimiento y la estima de la vidaconsagrada en el seno del pueblo deDios. Por ltimo, la Jornada de lavida consagrada quiere ser, sobre to-do para vosotros, queridos hermanosy hermanas que habis abrazado estacondicin en la Iglesia, una valiosaocasin para renovar vuestros prop-sitos y reavivar los sentimientos quehan inspirado e inspiran la entregade vosotros mismos al Seor. Esto eslo que queremos hacer hoy; este esel compromiso que estis llamados arealizar cada da de vuestra vida.

    Con ocasin del quincuagsimoaniversario de la apertura del conci-

    y forma de apostolado en el seno delpueblo de Dios, mediante la aporta-cin de vuestros carismas, con fideli-dad al Magisterio, a fin de ser testi-gos de la fe y de la gracia, testigos

    crebles para la Iglesia y para elmundo de hoy.La Congregacin para los institu-

    tos de vida consagrada y las socieda-des de vida apostlica, con los me-dios que considere oportunos, suge-rir directrices y se esforzar por fa-vorecer que este Ao de la fe consti-tuya para todos vosotros un ao derenovacin y de fidelidad, a fin deque todos los consagrados y las con-sagradas se comprometan con entu-siasmo en la nueva evangelizacin. A la vez que dirijo mi cordial saludoal prefecto del dicasterio, monseor Joo Braz de Aviz a quien he in-cluido entre los que voy a crear car-denales en el prximo consistorio,aprovecho de buen grado esta alegrecircunstancia para darle gracias a ly a sus colaboradores por el valioso

    servicio que prestan a la Santa Sedey a toda la Iglesia.dad de la Epifana, se re-toma y prolonga en lafiesta de hoy.

    El gesto ritual que rea-lizan los padres de Jess,con el estilo de humildeocultamiento que caracte-riza la encarnacin delHijo de Dios, encuentrauna acogida singular porparte del anciano Simeny de la profetisa Ana. Porinspiracin divina, ambosreconocen en aquel Nioal Mesas anunciado porlos profetas. En el en-cuentro entre el ancianoSimen y Mara, jovenmadre, el Antiguo y elNuevo Testamento seunen de modo admirableen accin de gracias porel don de la Luz, que habrillado en las tinieblas yles ha impedido que do-minen: Cristo Seor, luzpara alumbrar a las nacio-

    tambin gracias a vupresencia, se distipor un clima especiadevocin y recogimiDeseo todo bien pacamino de vuestras lias religiosas, as cpara vuestra formacivuestro apostolado.la Virgen Mara, disla, servidora y madreSeor, obtenga del S Jess que cuantorecibido el don de selo en la vida consagsepan testimoniarlouna existencia transfigda, caminando go

    mente, junto con tlos otros hermanos ymanas, hacia la patrilestial y la luz que none ocaso (Juan PabExhort. ap. postsin.c o n s e c ra t a, 112). Amn

    nes y gloria de su pueblo Israel (cf.Lc2, 32).

    El da en que la Iglesia conmemo-ra la presentacin de Jess en eltemplo, se celebra la Jornada de lavida consagrada. De hecho, el episo-dio evanglico al que nos referimosconstituye un significativo icono dela entrega de su propia vida que rea-lizan cuantos han sido llamados arepresentar en la Iglesia y en elmundo, mediante los consejos evan-

    glicos, los rasgos caractersticos deJess, virgen, pobre y obediente, elConsagrado del Padre. En la fiestade hoy, por lo tanto, celebramos elmisterio de la consagracin: consa-gracin de Cristo, consagracin deMara, consagracin de todos losque siguen a Jess por amor al reinode Dios.

    Segn la intuicin del beato JuanPablo II, que la celebr por primeravez en 1997, la Jornada dedicada a lavida consagrada tiene varias finalida-des particulares. Ante todo, quiereresponder a la exigencia de alabar ydar gracias al Seor por el don de

    lio ecumnico Vaticano II, convoqucomo bien sabis el Ao de la fe,que se abrir el prximo mes de oc-tubre. Todos los fieles, pero de mo-do especial los miembros de los ins-titutos de vida consagrada, han aco-gido como un don esta iniciativa, yespero que vivan el Ao de la fe co-mo tiempo favorable para la renova-cin interior, cuya necesidad se per-cibe siempre, profundizando en losvalores esenciales y en las exigencias

    de su propia consagracin. En el Ao de la fe vosotros, que habisacogido la llamada a seguir a Cristoms de cerca mediante la profesinde los consejos evanglicos, estis in-vitados a profundizar cada vez msvuestra relacin con Dios. Los con-sejos evanglicos, aceptados comoautntica regla de vida, refuerzan lafe, la esperanza y la caridad, queunen a Dios. Esta profunda cercanaal Seor, que debe ser el elementoprioritario y caracterstico de vuestraexistencia, os llevar a una renovadaadhesin a l y tendr un influjo po-sitivo en vuestra particular presencia

    Renovacin interior yprofundizacin de los valoresesenciales de la consagracin. Unaindicacin del Papa a los religiososy a las religiosas siempre con elhorizonte del Ao de la fe quereson durante la celebracin dela XVIJornada mundial de la vidaconsagrada en la baslica de SanPedro al caer la tarde del jueves 2de febrero. Como es tradicin, laJornada, que coincide con la fiestade la Presentacin del Seor, secelebr con la adoracineucarstica, el rezo de vsperas y labendicin con el SantsimoSacramento, presididos por elPapa. Al inicio se rez el rosario.Terminada la plegaria mariana,Benedicto XVI hizo su ingreso en labaslica, acogido con el canto Tues Petrus. A continuacin, undicono acompaado por trescarmelitas descalzos del Te re s i a n u m

    y por tres Hijas de Santa Mardel Corazn de Jess expusoSantsimo Sacramento en lacustodia colocada sobre el altala Confesin. Sigui el rezo devsperas y, despus del canto dSalmos en latn, el Santo Padrepronunci la homila. Lacelebracin concluy con labendicin eucarstica impartidael Papa y con el canto del AlmRedemptoris Mater. Entre lospresentes, los cardenales OuellCoppa, Martino, Law y Karlicarzobispos Braz de Aviz y Tobrespectivamente prefecto ysecretario de la Congregacin plos institutos de vida consagradlas sociedades de vida apostlicon numerosos oficiales deldicasterio; obispos y prelados dCuria romana; superiores ysuperioras generales de variascongregaciones, y fieles laicos.

    Queridos hermanos y hermasimismo os expreso mi agra

    miento a cada uno por haber qdo participar en esta liturgia

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    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 12 de febrero de 2012, nm

    Simposio internacional de obispos y superiores generales sobre los abusos sexuales

    La tutela de los menoresprioridad para toda la Iglesia

    Indicacin del Papa para la Iglesia universal

    El Centro para la proteccin de la infancia

    la consecuente obligacin de la Iglesia de or a lasvctimas y entender a fondo la gravedad de su su-frimiento. Prosigui con la cuestin de la protec-

    cin de menores en los diversos mbitos de laIglesia, as como la formacin de los candidatosal sacerdocio, recalcando la importancia de some-

    y el impactante testimonio de la irlandesa Collins, vctima de abusos. Siento que lo de mi vida empez hace quince aos dijolins cuando mi agresor se vio ante la juDurante estos aos he trabajado con mi dicms en general con la Iglesia catlica irlapara mejorar sus polticas de proteccin de Mi vida ya no es terreno estril. Siento quesignificado y valor. De la necesidad de der de nuestros errores para activar un mglobal de intervencin que sea de verdaderoyo a la obra de los obispos habl mon

    Stephen J. Rossetti, sacerdote y psiclogodounidense. Si la Iglesia catlica es capaz tivar y hacer respetar con firmeza un pro

    SIGUEEN LAP

    ter a los seminaristas aun mayor escrutinio.Y ello para que jamsvuelvan a repetirse en elfuturo casos de abuso.

    Una parte ntegra dela relacin se ocup dela cooperacin de laIglesia con las autorida-des civiles. Al respecto elcardenal Levada subrayque el abuso sexual demenores no slo consti-tuye un delito de dere-cho cannico, sino quetambin es un crimenque viola las leyes pena-les en la mayor parte de

    las jurisdicciones civi-les. Al final el purpura-do quiso observar: Valela pena repetirlo. Quie-

    mundial para la seguridad dnios, se convertir en lo quefectivamente llamada a serautoridad internacional en lamocin de la seguridad y denestar de los nios.

    Justicia es sinnimo de vLa comprobacin de los hechreconocimiento de las respondades y la peticin de perdlas claves de un recorrido de ciliacin que la Iglesia deseacon determinacin. Tras la penitencial que presidi el 7 brero el cardenal prefecto Congregacin para los obMarc Ouellet, la maanda 8 tuvo como momento c

    en el simposio internacional, tervencin de monseor ChaScicluna, promotor de justiciaCongregacin para la doctri

    Colaborar con las autoridades civiles y mejorar laformacin de los sacerdotes. Con la conciencia deque la tutela de los menores es una prioridad para

    la Iglesia. Son las principales indicaciones odasal comienzo del simposio internacional sobre losabusos sexuales. Un encuentro que se abri el 6de febrero en la Pontificia Universidad Gregoria-na con la lectura del mensaje que publicamos enprimera pgina enviado por el cardenal secreta-rio de Estado en nombre del Papa. Hacia la cu-racin y la renovacin es el tema que ha reunidoa delegaciones de ciento diez conferencias episco-pales y a superiores mayores de ms de treintacongregaciones y rdenes religiosas. El objetivo:identificar una respuesta consistente y global ca-paz de relanzar y traducir coherentemente el com-promiso por la tutela de los vulnerables y la reno-vacin pastoral repetidamente invocada por Bene-dicto XVI.

    Del cardenal prefecto de la Congregacin parala doctrina de la fe, William Joseph Levada, la re-lacin introductiva en la que analiz la respues-ta articulada de la Iglesia a un desafo tan dolo-roso. De hecho, en los ltimos aos, el citado di-

    casterio ha verificado un dramtico aumentodel nmero de casos de delitos de abusos sexualescontra menores por parte de clrigos. El incre-mento de las denuncias fue alentado tambin por-que el grave fenmeno sali por fin a la luz, reci-biendo la atencin de los medios de comunica-cin. En el curso de la ltima dcada han llegadoa la consideracin de la Congregacin vaticanams de 4.000 casos de abusos de menores, casosque han revelado por un lado la inadecuacinde una respuesta exclusivamente cannica (o dederecho cannico) a esta tragedia, y por otro ladola necesidad de una respuesta ms completa. Talrespuesta requiere una toma de conciencia y unconstante compromiso de los que se estn encar-gando el Papa, los organismos de las Santa Sedey las Conferencias episcopales, con la intencinde hallar los modos mejores para ayudar a lasvctimas, proteger a los menores y formar a los sa-cerdotes de hoy y de maana para que sean cons-cientes de esta herida y se elimine del sacerdo-

    cio. En este sentido existe una obligacin parala Iglesia de escuchar y comprender la gravedadde cuanto las vctimas han sufrido, aadi elpurpurado, exhortando a los obispos a prevenirla crisis en lugar de esperar que sean los medioslos que saquen a la luz los escndalos. Y les pro-puso seguir el ejemplo del Papa, quien hasta ensus viajes internacionales frecuentemente ha man-tenido encuentros y ha escuchado a las vctimasde abusos por parte del clero.

    En particular el cardenal Levada record y sub-

    nes han abusado constituyen una pequea mino-ra respecto a los sacerdotes que s son fieles ycomprometidos. Pero esta pequea minora haprovocado un gran dao a las vctimas y a la mi-sin de la Iglesia.

    En programa el segundo da de simposio la in-tervencin de la psiquiatra inglesa Sheila Hollins

    la fe. Que ya partiendo de su ttulo evidencila bsqueda de la verdad es un deber mlegal. Y es que la Iglesia necesita de la vque es justicia, y de esa justicia que es verdaello, adems, dado que una honesta bs

    cinco continentes a finde relanzar el compro-miso relativo a la pro-teccin de menores yde las personas heridaspor hombres de Igle-sia. Y ello se concretaen la bsqueda de unaestrategia global frentea tales actos y, precisa-

    mente, con el lanza-miento del Centro pa-

    ray cuanto ha hechodirectamente el Papa.Empezando por cuan-do el cardenal Ratzin-ger era prefecto de laCongregacin para ladoctrina de la fe y tuvoque empearse enafrontar el escndalode los abusos sexuales

    que estall en EstadosUnidos entre finales delos aos noventa y primeros aos del nuevo siglo.Deseo expresar mi gratitud personal al Papa Be-nedicto, quien, entonces como prefecto, fue deter-minante en la implementacin de nuevas nor-mas por el bien de la Iglesia. Sin embargo ob-serv con pesar el cardenal Levada el Papa hatenido que sufrir ataques por parte de los mediosestos ltimos aos en diversas partes del mundo,cuando en cambio debera haber recibido el agra-decimiento de todos nosotros, en la Iglesia y fue-ra de ella.

    En su intervencin, el cardenal prefecto fueafrontando diversos aspectos. Comenzando por lanecesidad de las vctimas de ser escuchadas y por

    La Papal Foundation ser uno de los principalesfinanciadores del Centro para la proteccin de

    la infancia que nacer en Munich, Alemania,como signo tangible de la solicitud pastoral conla que el Papa busca sanar la herida de los abu-sos sexuales perpetrados por el clero. Un anun-cio, el pasado da 3, del jesuita Hans Zollner, di-rector del Instituto de psicologa de la PontificiaUniversiad Gregoriana y presidente del comitorganizador del simposio internacional Haciala curacin y la renovacin sobre el tema delos abusos. Cita que ha reunido, del 6 al 9 defebrero, a obispos y superiores religiosos de los

    razgo del Papa en la lucha contra los abusclero es una indicacin para la Iglesia un

    a fin de dar una respuesta adecuada que nta del silencio y que tenga como objetivo prio la atencin y la curacin de las vctimas

    Otras contribuciones para la realizacin estructura proceden de la archidicesis denich y Freising, de la dicesis de Augsbude Osnabrck, as como de la congregacilas Hermanas de la Misericordia de MuEste centro desarrollar, en un perodo daos, un programa de e-learning, o sea, untaforma de aprendizaje basada en internetobjetivo de proporcionar un instrumento mno y fcilmente utilizable en todo lugar es el padre Zollner. Los contenidos se rea informacin de los mbitos de la psicopedagoga, teologa y derecho cannico pavorecer una mayor conciencia respecto a ladad de los abusos en la Iglesia y en la socla ayuda apropiada a las vctimas, el comiento de las medidas cannicas prevista

    creacin de un clima de escucha y de sendad hacia los menores y los ms dbiles.El centro, que depender del Instituto d

    cologa de la Gregoriana, contar con la coracin de la Clnica psiquitrica para mde la universidad de Ulm, en Alemania, se est elaborando un programa similar pacentes y personal mdico. Adems la estrutrabajar con ocho project partners, entre diy congregaciones religiosas, en cuatro idialemn, espaol, ingls e italiano. Dos de

    project partners se hallan en frica (Ghananya), dos en Amrica Latina (Argentina y dor), dos en Asia (India e Indonesia) y dEuropa (Alemania e Italia).

    ra la proteccin de la infancia. Se configura co-mo un lugar multi-institucional de aprendizaje adistancia; tiene asegurada la financiacin duran-te tres aos y lo dirigir Hubert Liebhardt, pro-fesor visitante de la Gregoriana y docente de launiversidad de Ulm. La nueva entidad, inmedia-tamente operativa, surge gracias al esfuerzo fi-nanciero de la Papal Foundation, organismo cari-tativo que preside el cardenal arzobispo de Was-hington Donald William Wuerl y del cual elPapa mismo aprueba cada donacin, como re-cord el padre Zollner. Promotor de justicia dela Congregacin para la doctrina de la fe, mon-seor Charles J. Scicluna apunt que el lide-

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    nmero 7, domingo 12 de febrero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    El embajador de Mxico ante la Santa Sede y el viaje del Papa

    Un vnculo consolidado

    Pster de la visita del Papa a Mxico.El viaje apostlico proseguir en Cuba hasta el 28 de marzo.

    SIGUE ENLA P

    MARIO PONZI

    De Wojtya a Ratzinger, Mxico esten el corazn del Papa y el Papa enel corazn de Mxico. Es la impre-

    sin que se saca de las palabras deHctor Federico Ling Altamirano,embajador ante la Santa Sede de esepas, que Benedicto XVI visitar del23 al 26 del prximo mes de marzoen su vigsimo tercer viaje interna-cional, que del 26 al 28 tocar tam-bin Cuba. En la entrevista concedi-da a nuestro peridico el represen-tante diplomtico repasa los momen-tos ms destacados de las cinco visi-tas realizadas por Juan Pablo II, des-cribe los sentimientos suscitados porlos encuentros con la poblacin me-xicana y habla del espritu de cola-boracin entre autoridades civiles,religiosas y simples ciudadanos queest caracterizando el perodo de es-pera de la llegada del Papa, en elmomento en que tiene lugar en elpas un amplio debate sobre el papelde la religin, y de la Iglesia en par-ticular, para el futuro de la sociedadmexicana.

    Mxico fue uno de los pases visitados por Juan Pablo II durante su primerviaje internacional, en ener0 de 1979. Despus el Papa regres cuatro veces:en mayo de 1990, agosto de 1993, ene-ro de 1999 y ag osto de 2002. Cmovivi el pueblo mexicano este evidentetestimonio de amor del Papa Wojtya?

    El pueblo mexicano, a lo largo delas cinco visitas de Juan Pablo II,desarroll un afecto muy grande porel Papa y un gusto muy sealadopor los viajes papales, que, por sufrecuencia e intensidad afectiva,crearon una bella costumbre. La sin-gularidad de Juan Pablo II, por suorigen polaco y superviviente de los

    horrores tanto del nazismo como delcomunismo, su figura patriarcal,condescendiente con un pueblo quesabe gritar y demostrar su entu-siasmo, pueden ser parte de la expli-cacin sociolgica y religiosa. Nomenor importancia le dara al hechode la fuerte devocin del Papa Woj-tya por la Virgen de Guadalupe yno olvidemos el estremecimiento quecausaron algunas de sus afectuosasexpresiones hacia el pueblo mexica-no: permanecer con vosotros hastael fin de los tiempos y me sientomexicano.

    32 millones de personas en fila hasta 50 horas para venerar las reliquias delbeato Juan Pablo II expuestas el ao pasado en la catedral de Ciudad deMxico. Es el signo de cuanto el Papa polaco ha permanecido en el corazn delos mexicanos. En su opinin, qu hasuscitado tanto amor?

    El fenmeno que se produjo enMxico durante el viaje de la reli-quia del beato Juan Pablo II por to-do el territorio de la Repblica me-recera una serie de valoracionesmultidisciplinarias, ya sea en materiade lugares visitados como en el n-mero de fieles que visitaron la reli-quia y en la actitud de devocin au-tntica del pueblo catlico mexicanoen todas partes: desde las selvashuastecas, a las grandes ciudades delaltiplano, o bien en el rido y bien

    organizado norte, hasta los ms re-cnditos parajes mayas de Yucatn yel sureste y, como menciona su pre-gunta, en ese enorme centro demo-grfico que es la Ciudad de Mxico.

    Pienso tambin que las autoridadesciviles y polticas coadyuvaron conlos episcopados en forma sencilla yeficiente. He escuchado relatos denumerosas ciudades en que las inter-minables filas de devotos seguanhasta altas horas de la noche y ande la madrugada. Lo que ha suscita-do esa manifestacin extraordinariatiene que ver con el agradecimientoy verdadera admiracin por la figurade un Papa que hizo tantos viajes alos cinco continentes para intentardejarnos un mundo mejor cuandollegara la hora de volver a la casa

    ceden otros fenmenos que amena-zan al catolicismo. Y me parece que,si bien esa apreciacin pudiera sercorrecta para el viejo continente (ymuy notable en algunas naciones de

    profunda raigambre cultural catli-ca), en el caso de Mxico la seculari-zacin y el relativismo comienzan atener crecimiento principalmente enreas urbanas. En Amrica la causaprincipal de la prdida de religiosi-dad es la migracin o cambio ha-cia otras comunidades o confesionesreligiosas. En todo caso, la presenciadel Papa en medio de los mexicanos(83 por ciento de catlicos, segn elltimo censo) puede constituir unestmulo para mantenerse en formaalegre y llena de sentido para mu-chos catlicos preocupados por estas

    tacados de la visita para escuchmensaje.

    El arzobispo de Len, ciudad medonde estar Benedicto XVI , ha

    do un llamamiento a las organizacriminales por una tregua en lode la visita. Hasta qu punto esel clima de violencia desencadenalos crteles del narcotrfico?

    El llamamiento formulado pseor arzobispo de Len meredo mi respeto y consideracinembargo, tcnicamente slohaber tregua cuando se interrulas hostilidades. Y en Mxico ltenemos es una fuerte persecde los delitos y de diversos crmentre ellos los del narcotrfico.

    del Padre.

    Y ahora llega BenedictoXVI. Con qu sentimientos se prepara la nacin mexi-cana para vivir este nuevoencuentro con el Papa?

    Considero que en estosmomentos resulta difcilresumir en pocas pala-bras los sentimientos conlos que el pueblo mexica-no se prepara para recibira Benedicto XVI. Pero al-gunos de ellos ya empie-zan a manifestarse. Setrata de una efervescenciacreciente que solamentese puede comparar enforma parcial con las quesuscitaba Juan Pablo II.El lugar seleccionado pa-ra los eventos que seefectuarn en el territorionacional es el correcto yalienta la expresin deestos sentimientos porvarias razones, entre ellasque Guanajuato es unode los Estados centralesde Mxico en cuanto ageografa y demografa;es escenario de un catoli-cismo intenso; y eso sinmencionar que esos luga-res fueron de los que, noobstante los cinco viajes,le quedaron pendientesde visitar a Juan Pablo II. A las muestras de afecto

    bin el nuncio aposChristophe Pierre ptodos, especialmenlos criminales, un cde mentalidad antesita del Pontfice:que pedimos a todpersonas de buenluntad es escucharde la razn y escucvoz de Dios. Por ms, es verdad que ma de violenciavuelto una preocupcotidiana para mucuna amenaza latendeterminados luNo se puede dejmencionar el tremesfuerzo hecho pomexicanos en recupersonas invertidosluchar contra el co rga ni z a d o .

    El presidente Felipern, refirindose pmente al clima violen

    se respira en el pamuy explcito en la icin dirigida alTenemos necesidad ted en nuestro pas se espera de la visPontfice en este senti

    Seguramente quesperan muchas cosversas en los ms dtes mbitos de lanacional. Por ejemp

    el entorno de las prcticas relide los catlicos mexicanos, qdeje sentir la solidaridad con e jimo; o un reforzamiento de ladicas evanglicas; o una mejocacin, o una mayor concienciatica en el desempeo de funpblicas, etc. Pero, en cuantoexpresado por el seor pres

    Caldern, lo que puede esperaesta breve pero muy significatisita de Su Santidad a mi pasun alimento ulterior a las almlos corazones de un pueblo qnatural y profundamente reliuna esperanza y una confianque es posible construir entre una patria mejor, que slo puegrarse si crecen los nimos y luntad de hacer las cosas por ecomn.

    Existe un clima de gran colab

    correspondido entre Juan Pablo II yel pueblo cristiano en Mxico, estoyseguro que se le agregarn las quecorresponden a Benedicto XVI p ortratarse de un magnfico portadordel mensaje evanglico y capaz deensearlo en las difciles circuns-tancias en las que tienen que lucharlos latinoamericanos para mantenery acrecentar su fe... segn lo expre-s el Santo Padre el pasado 12 de di-ciembre en la baslica de San Pedro.

    Mxico, a pesar de su alma tradicio-nalmente y profundamente catlica, hoy parece invadido de una amenazadoracorriente secularista. Cunto puedeayudar la innata religiosidad popular para afrontar este desafo?

    Permtame matizar esta delicadacuestin, pues parece en ocasionesque el secularismo es un fenmenodominante en todas partes del mun-do, un trasfondo sobre el que se su-

    cuestiones. Tambin puede reforzar-se la unidad familiar, social y polti-ca. En todo caso hay que esperaratentamente la evolucin de estosdatos y de estas apreciaciones.

    Nadie recibe al Papa como Mxicoes el eslogan que acompaa este perodode espera de la llegada del Papa. Setrata de un modo inequvoco de reafir-mar la propia fe?

    De acuerdo con lo que he dicho,no creo que los diseos logsticos opublicitarios de los eventos y cere-monias protocolarias estn pensadoscomo respuesta al llamado secula-rismo. Pienso que la frase Nadierecibe al Papa como Mxico es laexpresin de una conviccin popularmuy difundida en el pueblo catlicode Mxico; es, en todo caso, unaconvocatoria para participar en el re-cibimiento al Santo Padre y estarpresentes en los momentos ms des-

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    nmero 7, domingo 12 de febrero de 2012

    Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma

    Escuchemos el grito de losNunca debemos ser incapaces de tenerm i s e r i c o rd i a para con quien sufre;nuestras cosas y nuestros problemas nuncadeben absorber nuestro corazn hasta el

    punto de hacernos sordos al grito del pobre. Lo escribe el Papa en el mensajepara la Cuaresma de 2012, publicado enla maana del martes 7 de febrero.

    Fijmonos los unos en los otrospara estmulo de la caridad

    y las buenas obras (Hb 10, 24)

    Queridos hermanos y hermanas:

    La Cuaresma nos ofrece una vez msla oportunidad de reflexionar sobre elcorazn de la vida cristiana: la caridad.En efecto, este es un tiempo propiciopara que, con la ayuda de la Palabra deDios y de los sacramentos, renovemosnuestro camino de fe, tanto personalcomo comunitario. Se trata de un itine-rario marcado por la oracin y el com-partir, por el silencio y el ayuno, en es-pera de vivir la alegra pascual.

    Este ao deseo proponer algunas re-flexiones a la luz de un breve texto b-blico tomado de la Carta a los Hebreos:Fijmonos los unos en los otros paraestmulo de la caridad y las buenasobras (10, 24). Esta frase forma partede una percopa en la que el escritorsagrado exhorta a confiar en Jesucristo

    como Sumo Sacerdote, que nos obtuvoel perdn y el acceso a Dios. El frutode acoger a Cristo es una vida que sedespliega segn las tres virtudes teolo-gales: se trata de acercarse al Seorcon corazn sincero y llenos defe ( v.22), de mantenernos firmes en la espe-ranza que profesamos (v. 23), con unaatencin constante para realizar juntocon los hermanos la caridad y las bue-nas obras (v. 24). Asimismo, se afirmaque para sostener esta conducta evan-glica es importante participar en losencuentros litrgicos y de oracin de lacomunidad, mirando a la meta escato-lgica: la comunin plena en Dios (cf.v. 25). Me detengo en el versculo 24que, en pocas palabras, ofrece una en-seanza preciosa y siempre actual sobretres aspectos de la vida crist iana: laatencin al otro, la reciprocidad y lasantidad personal.

    1. Fijmonos: la responsabilidadpara con el hermano.

    El primer elemento es la invitacin afijarse: el verbo griego usado es kata-noein, que significa observar bien, estaratentos, mirar conscientemente, darsecuenta de una realidad. Lo encontra-mos en el Evangelio, cuando Jess invi-ta a los discpulos a fijarse en los p- jaros del cielo, que no se afanan y sonobjeto de la solcita y atenta providen-cia divina (cf. Lc 12, 24), y a repararen la viga que hay en nuestro propioojo antes de mirar la brizna en el ojodel hermano (cf. Lc 6, 41). Lo encon-

    tramos tambin en otro pasaje de lamisma Carta a los Hebreos, como invi-tacin a fijarse en Jess (cf. 3, 1), el Apstol y Sumo Sacerdote de nuestra

    fe. Por tanto, el verbo que abre nuestraexhortacin invita a fijar la mirada enel otro, ante todo en Jess, y a estaratentos los unos a los otros, a no mos-trarse extraos, indiferentes a la suertede los hermanos. Sin embargo, con fre-cuencia prevalece la actitud contraria:la indiferencia o el desinters, que na-cen del egosmo, encubierto bajo laapariencia del respeto por la esferaprivada. Tambin hoy resuena confuerza la voz del Seor que nos llama acada uno de nosotros a hacernos cargodel otro. Hoy Dios nos sigue pidiendoque seamos guardianes de nuestroshermanos (cf. Gn 4, 9), que entablemosrelaciones caracterizadas por el cuidadorecproco, por la atencin al bien delotro y a todo su bien. El gran manda-miento del amor al prjimo exige y ur-ge a tomar conciencia de que tenemosuna responsabilidad respecto a quien,como yo, es criatura e hijo de Dios: elhecho de ser hermanos en humanidady, en muchos casos, tambin en la fe,debe llevarnos a ver en el otro a unverdadero alter ego, a quien el Seorama infinitamente. Si cultivamos estamirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, as como la misericordia y lacompasin, brotarn naturalmente denuestro corazn. El siervo de Dios Pa-blo VI afirmaba que el mundo actualsufre especialmente de una falta de fra-ternidad: El mundo est enfermo. Sumal est menos en la dilapidacin delos recursos y en el acaparamiento porparte de algunos que en la falta de fra-ternidad entre los hombres y entre los

    El cardenal Sarah en la presentacin del Mensaje en la Oficina de informacin de la S

    Que la fraternidad no sea una utopa

    pueblos (Carta. enc. Populorum pro-gressio, 26 de marzo de 1967, n. 66).

    La atencin al otro conlleva desear elbien para l o para ella en todos los as-

    pectos: fsico, moral y espiritual. Lacultura contempornea parece haberperdido el sentido del bien y del mal,por lo que es necesario reafirmar confuerza que el bien existe y vence, por-que Dios es bueno y hace el bien

    (Sal 119, 68). El bien esprotege y promueve la vdad y la comunin. Lapara con el prjimo sig

    to, querer y hacer el bseando que tambin l sca del bien; interesarsesignifica abrir los ojosdes. La Sagrada Escrituguardia ante el peligro dzn endurecido por uanestesia espiritual qugos ante los sufrimientoEl evangelista san Lucaparbolas de Jess, en dican dos ejemplos deque puede crearse en hombre. En la parbolaritano, el sacerdote y elun rodeo, con indifedel hombre al cual los ban despojado y dado

    Dios existe, aunque el mundo tiende aexcluirlo o a alejarse de l. La misinproftica de la Iglesia consiste en co-rregir esta visin miope y en iluminarlas races del mal, que no deja de fas-cinar al hombre moderno. Por eso, lacorreccin fraterna es el elementonuevo del mensaje de Benedicto XVIpara la Cuaresma de 2012, segn la in-terpretacin que dio de l a los perio-distas el cardenal Robert Sarah, presi-dente del Consejo pontificio Corunum, presentndolo junto al sub-secretario del dicasterio, monseor Se-gundo Tejado Muoz el martes 7 de

    febrero por la maana en la Oficinade informacin de la Santa Sede.El purpurado destac ante todo la

    dimensin espiritual del mensaje mis-mo, cuyo objetivo principal es reafir-mar que la caridad cristiana no sloimplica la atencin al bien material delprjimo, sino sobre todo la responsa-bilidad moral de la correccin frater-na con vistas a la salvacin. Un as-pecto de la vida cristiana que parecehaber cado en el olvido.

    El cardenal denunci los daos de-vastadores causados por el individua-lismo que lleva a la anestesia espiri-tual, la cual nos vuelve indiferentes

    respecto a los dems. Cuando el indi-vidualismo nos cierra a la comunin,las consecuencias afectan a la huma-nidad misma, engaada por el espejis-mo de una felicidad imposible de ob-tener por nosotros solos.

    La perspectiva correcta, por tanto,es la del servicio. Y es la que gua laaccin de la Iglesia hacia el mundocontemporneo. La Iglesia rea f ir m el purpurado trabaja por el bien delhombre concreto y de este mundo. Suaccin no se inspira en la condena oen la recriminacin, sino en la justiciay la misericordia, que debe tener tam-

    bin la valenta de llamar a las cosaspor su nombre.Es evidente que la promocin de

    una mayor justicia social forma partede la misin de la Iglesia. Sin embar-go subray el presidente de Corunum sera demasiado poco si ladimensin proftica de nuestras pala-bras y de nuestras acciones se limitaraa estos aspectos externos, sin ir a lasraces morales de las injusticias. La co-rrupcin, la acumulacin de dinero, laviolencia, el vivir indebidamente a es-paldas de la colectividad sin dar lapropia contribucin, constituyen unverdadero cncer que mina a una so-

    ciedad desde dentro. Cdicto XVI, tampoco pque en la raz de la actciera est la avaricia, lsenfrenada de dinero, ssin tener presentes a lorecidos y a los que dconsecuencias de las ocadas de otros. Este apun pecado. La Iglescuando denuncia este p judica a la persona yTambin este es un aspsin proftica de la Igle

    Pero el Papa, en su m

    all e indica una dimeprofunda: La Iglesiamente en el mundo acdo en particular la faltaeso, nuestra tarea princmundo que Dios existefuturo depende de recrana de Dios, al que responder. As pues cpurado, la primerade la Iglesia consiste edas las generaciones qsin espiritual es fundque la fraternidad nouna utopa vaca.

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    ROMANO pg

    res10, 30-32), y en la del rico epuln,

    e hombre saturado de bienes no sercata de la condicin del pobre Lza-, que muere de hambre delante de su

    uerta (cf. Lc 16, 19). En ambos casostrata de lo contrario de fijarse, de

    irar con amor y compasin. Qu esque impide esta mirada humana y

    morosa hacia el hermano? Con fre-encia son la riqueza material y la sa-

    edad, pero tambin el anteponer losopios intereses y las propias preocu-

    aciones a todo lo dems. Nunca debe-os ser incapaces de tener misericor-a para con quien sufre; nuestras co-s y nuestros problemas nunca debensorber nuestro corazn hasta el pun-de hacernos sordos al grito del po-

    e. En cambio, precisamente la humil-d de corazn y la experiencia perso-

    al del sufrimiento pueden ser la fuen-de un despertar interior a la compa-

    n y a la empata: El justo reconoces derechos del pobre; el malvado escapaz de conocerlos (Pr 29, 7). Semprende as la bienaventuranza de

    os que lloran (Mt

    5, 5), es decir, deuienes son capaces de salir de s mis-os para conmoverse por el dolor des dems. El encuentro con el otro y elecho de abrir el corazn a su necesi-ad son ocasin de salvacin y de bie-venturanza.El fijarse en el hermano compren-adems la solicitud por su bien espi-

    ual. Y aqu deseo recordar un aspec-de la vida cristiana que a mi parecer

    a cado en el olvido: la correccin fra-rna con vistas a la salvacin eterna.oy somos generalmente muy sensiblesaspecto del cuidado y la caridad enacin al bien fsico y material de losms, pero callamos casi por completospecto a la responsabilidad espiritualra con los hermanos. No era as en lalesia de los primeros tiempos y en lasmunidades verdaderamente madurasla fe, en las que las personas no slo

    interesaban por la salud corporal delrmano, sino tambin por la de su al-a, por su destino ltimo. En la Sagra-a Escritura leemos: Reprende al sa-o y te amar. Da consejos al sabio y

    har ms sabio todava; ensea alsto y crecer su doctrina (Pr 9, 8).

    Cristo mismo nos manda reprender alhermano que est cometiendo un peca-do (cf. Mt 18, 15). El verbo usado paradefinir la correccin fraterna elen-chein es el mismo que indica la misinproftica, propia de los cristianos, quedenuncian a una generacin que se en-trega al mal (cf. Ef5, 11). La tradicinde la Iglesia enumera entre las obras demisericordia espiritual la de corregir alque se equivoca. Es importante recu-perar esta dimensin de la caridad cris-tiana. Frente al mal no hay que callar.Pienso aqu en la actitud de aquelloscristianos que, por respeto humano opor simple comodidad, se adecan a lamentalidad comn, en lugar de poneren guardia a sus hermanos acerca delos modos de pensar y de actuar quecontradicen la verdad y no siguen elcamino del bien. Sin embargo, lo queanima la reprensin cristiana nunca esun espritu de condena o recriminacin;lo que la mueve es siempre el amor y lamisericordia, y brota de la verdaderasolicitud por el bien del hermano. El

    apstol san Pablo afirma: Si alguno essorprendido en alguna falta, vosotros,los espirituales, corregidle con espritude mansedumbre, y cudate de ti mis-mo, pues tambin t puedes ser tenta-do (Ga 6, 1). En nuestro mundo im-pregnado de individualismo, es necesa-rio que se redescubra la importancia dela correccin fraterna, para caminar juntos hacia la santidad. Incluso el justo cae siete veces (Pr 24, 16), dicela Escritura, y todos somos dbiles ycaemos (cf. 1 Jn 1, 8). Por lo tanto, esun gran servicio ayudar y dejarse ayu-dar a leer con verdad dentro de unomismo, para mejorar nuestra vida y ca-minar cada vez ms rectamente por loscaminos del Seor. Siempre es necesa-ria una mirada que ame y corrija, queconozca y reconozca, que discierna yperdone (cf. Lc 22, 61), como ha hechoy hace Dios con cada uno de nosotros.

    2. Los unos en los otros: el don dela reciprocidad.

    Este ser guardianes de los demscontrasta con una mentalidad que, alreducir la vida slo a la dimensin te-rrena, no la considera en perspectivaescatolgica y acepta cualquier decisinmoral en nombre de la libertad indivi-dual. Una sociedad como la actualpuede llegar a ser sorda, tanto ante lossufrimientos fsicos, como ante las exi-gencias espirituales y morales de la vi-da. En la comunidad cristiana no debeser as . El apstol san Pablo invita abuscar lo que fomente la paz y la mu-tua edificacin (Rm 14, 19), tratandode agradar a su prjimo para el bien,buscando su edificacin (ib. 15, 2), sinbuscar el propio beneficio sino el dela mayora, para que se salven (1 Co10, 33). Esta correccin y exhortacinmutua, con espritu de humildad y decaridad, debe formar parte de la vidade la comunidad cristiana.

    Los discpulos del Seor, unidos aCristo mediante la Eucarista, viven enuna comunin que los vincula los unosa los otros como miembros de un solocuerpo. Esto significa que el otro mepertenece; su vida, su salvacin, tienenque ver con mi vida y mi salvacin. Aqu tocamos un elemento muy pro-fundo de la comunin: nuestra existen-cia est relacionada con la de los de-ms, tanto en el bien como en el mal;tanto el pecado como las obras de cari-

    dad tienen tambin una dimensin so-cial. En la Iglesia, cuerpo mstico deCristo, se verifica esta reciprocidad: lacomunidad no cesa de hacer penitenciay de invocar perdn por los pecados desus hijos, pero al mismo tiempo se ale-gra, y continuamente se llena de jbilopor los testimonios de virtud y de cari-dad, que se multiplican en ella. Quetodos los miembros se preocupen losunos de los otros (1 Co 12, 25), afirmasan Pablo, porque formamos un solocuerpo. La caridad para con los herma-nos, una de cuyas expresiones es la li-

    mosna una tpica prctica cuaresmal junto con la oracin y el ayuno, radi-ca en esta pertenencia comn. Todocristiano puede expresar en la preocu-pacin concreta por los ms pobres suparticipacin en el nico cuerpo que esla Iglesia. La atencin a los dems enla reciprocidad es tambin reconocer elbien que el Seor realiza en ellos yagradecer con ellos los prodigios degracia que el Dios bueno y todopode-roso sigue realizando en sus hijos.Cuando un cristiano se percata de laaccin del Espritu Santo en el otro, nopuede por menos de alegrarse y glorifi-car al Padre que est en los cielos (cf.Mt 5, 16).

    3. Para estmulo de la caridad y lasbuenas obras: caminar juntos en la san-tidad.

    Esta expresin de la Carta a los He-

    b re o s (10, 24) nos lleva a considerar lallamada universal a la santidad, el ca-mino constante en la vida espiritual, aaspirar a los carismas superiores y auna caridad cada vez ms alta y fecun-da (cf. 1 Co 12, 31-13, 13). La atencinrecproca tiene como finalidad animarsemutuamente a un amor efectivo cadavez mayor, como la luz del alba, queva en aumento hasta llegar a plenoda (Pr 4, 18), en espera de vivir elda sin ocaso en Dios. El tiempo que senos ha dado en nuestra vida es precio-so para descubrir y realizar buenasobras en el amor de Dios. As la Iglesiamisma crece y se desarrolla para llegar

    a la madurez de la plenitud de(cf. Ef4, 13). En esta perspectivmica de crecimiento se sita nuehortacin a animarnos recprocpara alcanzar la plenitud del amlas buenas obras.

    Lamentablemente, siempre essente la tentacin de la tibieza, dcar el Espritu, de negarse a cocon los talentos que se nos hpara nuestro bien y el de los demMt 25, 25 ss). Todos hemos reciquezas espirituales o materialepara la realizacin del plan divinel bien de la Iglesia y la salvacisonal (cf. Lc 12, 21 b; 1 Tm 6, 1maestros de espiritualidad recque, en la vida de fe, quien noretrocede. Queridos hermanos y nas, aceptemos la invitacin,actual, de aspirar a un alto grla vida cristiana (Juan Pablo Iap. Novo millennio ineunte,6 dde 2001, n. 31). Al reconocer ymar beatos y santos a algunos nos ejemplares, la sabidura desia tiene tambin por objeto sudeseo de imitar sus virtudes. Sanexhorta: Que cada cual estimotros ms que a s mismo (Rm

    Ante un mundo que exigecristianos un testimonio renovamor y fidelidad al Seor, todos sentir la urgencia de ponerse a

    tir en la caridad, en el servicio ybuenas obras (cf. Hb 6, 10). Estada es especialmente intensa enpo santo de preparacin a laCon mis mejores deseos de una fecunda Cuaresma, os encomienintercesin de la santsima Virgra y de corazn imparto a tobendicin apostlica.

    Vaticano, 3 de noviembre de 2

    Escenas de la parbola del buen samaritano. Evangelios de Rossano (Calabria), siglo VI

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    pgina 8 LOSSERVATORE ROMANO domingo 12 de febrero de 2012, nm

    El cardenal Amato beatifica en Viena a Hildegard Burjan, esposa, madre y estudiosa

    Caridad y justicia social

    Ha muerto el cardenal Bevilacqua

    Santidad y caridad son dos caras de una realidadnica, la sequela Christi, que justamente se adjudi-can a Hildegard Burjan. Lo dijo el cardenal An-gelo Amato, prefecto de la Congregacin para lascausas de los santos, al presidir en representa-

    cin de Benedicto XVI el rito de beatificacin dela laica, madre de familia y fundadora de la socie-

    social, continuado en la historia por las consagra-das de la Caritas socialis. Los santos imitan a Je-ss que pas por esta tierra haciendo el bien. Ylos santos no hablan slo a sus contemporneos,sino tambin a nosotros. Tambin nosotros esta-

    mos llamados a vivir en la santidad para poderhacer el bien.

    proletarizadas y religiosamente desenraizadaniendo a disposicin organizaciones de acogde asistencia. El partido social cristiano, gui el purpurado, tuvo que combatir tantotra la masonera como contra los grupos que controlaban la economa y las altas finLa beata Hildegard inici su actividad sociotativa haciendo visitas a las empleadas dominvitndolas a ir a las reuniones. As se conen presidenta de la Asociacin de empleadamsticas cristianas, que protega a las trabajade la explotacin de los patronos. Hildegar

    so en marcha otras iniciativas en el campoy el 16 de enero de 1919 fue elegida para el dad de las Hermanas de la Caritas

    socialis, que tuvo lugar en la tarde deldomingo 29 de enero en la catedralde San Esteban en Viena. En la con-celebracin, presidida por el cardenalChristoph Schnborn, arzobispo deViena, participaron obispos de Aus-tria y numerosos sacerdotes que lle-garon de todo el pas. En el ngelusdel domingo por la maana, el Paparecord tambin a la nueva beata,subrayando que toda su actividad fueiluminada y sostenida por el amor deD ios.

    El prefecto de la Congregacin pa-ra las causas de los santos explicque as como el sacrificio de CarlosLampert asesinado por odio a la fedurante la persecucin nazi y beatifi-cado el pasado mes de noviembretrajo un rayo de sol sobre las tinie-blas del mal, invitando a todos a unaactitud constante de perdn inclusohacia los enemigos y perseguidores,as tambin la v ida ejemplar de labeata Burjan ha confortado con suinmensa caridad a las personas ms

    mento. Mientras tanto, en elde 1918, haba fundado la asocCaritas socialis. No pocos prdijo el prefecto pensaban easociacin como una unin pde mujeres unidas solamente pobjetivo de asistencia social a lcesitados. Para Hildegard en case trataba de una verdadera cogacin religiosa, en la que las hnas deban formar una comucon vida comn, un hbito y ugla religiosa, correspondientecondiciones en las que debanrrollar su actividad exterior. Lciativas caritativas y sociales se plicaron: un centro para mujerecarriadas, un sanatorio para jafectadas por enfermedades venun refugio para madres yguarderas y sanatorios parapsicpatas. Las religiosas agrpurpurado se dedicaban aaquello que pudiera aliviar las cciones materiales y espiritualesmujeres y de las familias pConstruy tambin iglesias y ca

    dbiles y necesitadas, invitando a todos a ser ge-nerosos en la caridad a imitacin de Dios, dives inm i s e r i c o rd i a. Por ello, las vidas de los dos beatosaustracos son testimonios heroicos de la fidelidada Cristo en las diversas situaciones y escenarioshistricos. Conquistada por Cristo y por suEvangelio de vida y de verdad aadi el purpu-rado Hildegard se convirti en la mujer sabia yfuerte, que vivi plenamente la bienaventuranzade aquellos que buscan y promueven la justiciatambin en esta tierra. Los testimonios concuer-dan en considerar a Burjan como una gran bene-factora y una gran santa. Estas son las dos carasde la beata subray el cardenal: santa y bene-

    factora. La santidad es la fuente de su dinamismo

    El prefecto recorri luego las etapas principalesde la vida de la nueva beata, recordando su naci-miento en 1883 en la entonces ciudad prusiana deGrlitz, de una familia de origen judo. Despusde varios traslados, frecuent la facultad de filoso-fa en la universidad de Zurich. Se cas en Berlnen 1907 con Alejandro Burjan, un judo hngaro.Ms tarde, tras una enfermedad, descubri la fecristiana y el 11 de agosto de 1909 recibi el bau-tismo. Se mud a Berln, donde en 1910 tuvo unahija. Como coment el cardenal Amato, aquel pe-rodo en Viena qued marcado por la subleva-cin catlica contra el avance de los socialistas. Elaustro-socialismo era particularmente radical y

    ejerca una influencia muy fuerte sobre las masas

    Una iniciativa muy benfica en Viena fue lpresa del Comedor de santa Isabel en el qayudaba a personas de clase media que hacabado en la miseria y que se avergonzabsu pobreza. Tres mil de estas pobres recibanda una comida digna en un ambiente acogeLa beata fund tambin las Salas de lectusanta Isabel, donde cada da miles de asidisfrutaban de la posibilidad de leer buenastas, y de recibir caf y pastas. Estas obras dsericordia fueron eliminadas por el nacionallismo. El cardenal concluy diciendo que lta consider como sus patronos a san Fran

    y a santa Catalina.

    El cardenal Anthony Joseph Bevilac-qua, arzobispo emrito de Filadelfia(Estados Unidos), falleci el martes 31de enero en Wynnewood, a los 83 aosde edad. El funeral, presidido pormonseor Charles Chaput, arzobispo de

    Filadelfia, se celebr el 6 de febrero enla catedral de esa ciudad, donde fue

    sepultado.

    Anthony Joseph Bevilacqua naci enBrooklyn el 17 de junio de 1923, hijode inmigrantes italianos. Curs losestudios eclesisticos en el seminario

    Inmaculada Concepcin de Hun-

    inici sus estudios de derecho civil yen 1975 se licenci en la facultad dederecho de la Universidad Saint Jo-hn de Queens, en Estados Unidos. Al ser abogado, tuvo la posibilidadde trabajar en los tribunales del Es-tado de Nueva York, as como enPensilvania y en la Corte Suprema. Adems, fund la Oficina catlicade Brooklyn para los emigrantes yrefugiados. Juan Pablo II lo nombrobispo titular de Acque Albe di Bi-zacena y auxiliar de Brooklyn el 4de octubre de 1980; recibi la orde-

    nacin episcopal el 24 de noviembre

    cia al gobierno pastoral de la archi-dicesis de Filadelfia el 15 de juliode 2003.

    En 1997 particip en la Asambleaespecial para Amrica del Snodo delos obispos.

    Adems de las numerosas activi-dades que desempe en su ministe-rio, trabaj incansablemente en favorde la vida era clara su posicincontra el aborto, los emigrantes,los indefensos y los ancianos; y secomprometi seriamente en la lucha

    contra el racismo. En la Curia roma-na fue miembro de las Congregacio-nes para las causas de los santos, pa-ra los institutos de vida consagraday las sociedades de vida apostlica,y para el clero; de los Consejos pon-tificios Cor unum y para la pasto-ral de los emigrantes e itinerantes; yde la Comisin cardenalicia de vigi-lancia del Instituto para las obras dereli g in.

    Benedicto XVI , en cuanto tuvo noticiade la muerte del cardenal Anthony Jo-

    seph Bevilacqua, se recogi en oracin. Luego envi a monseor Charles Cha-

    put, arzobispo de Filadelfia, el sitelegrama de psame:

    Al recibir con tristeza la notla muerte del cardenal Anthonseph Bevilacqua, arzobispo emde Filadelfia, deseo expresar msentido psame a usted y a todfieles de la archidicesis. Me vosotros al confiar a Dios, Padmisericordia, el alma del cardenfunto, con gratitud por los asu ministerio episcopal al sedel rebao de Cristo en Fila

    su largo compromiso a favor justicia social y la atencin pa los inmigrantes, y su contribexperta a la revisin del derecla Iglesia en los aos sucesivconcilio Vaticano II. A usted ydo el clero, as como a los reliy laicos de la Iglesia en Filadea los miembros de su familia, ito de corazn mi bendicin apca, como prenda de consolacde paz en nuestro Seor Jesucr

    Anlogo telegrama de psame ecardenal Tarcisio Bertone, secreta

    Estado.

    tington, en NuevaYork. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 11de junio de 1949. Estu-di derecho cannicoen la Pontificia Univer-sidad Gregoriana deRoma, donde obtuvo eldoctorado. De regreso asu patria, mientras tra-bajaba en el tribunaldiocesano de Brooklynobtuvo un mster enciencias polticas en1962. Diez aos despus

    de dicho ao. El SantoPadre lo nombr obis-po residencial de Pitts-burgh el 10 de octubrede 1983; y lo promovia arzobispo metropoli-tano de Filadelfia el 11de febrero de 1988. Elmismo Papa lo cre car-denal, del ttulo delSantsimo Redentor yde San Alfonso en vaMerulana, en el consis-torio del 28 de junio de1991; y acept su renun-

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    nmero 7, domingo 12 de febrero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    El cardenal Monterisi y la exposicin organizada en la baslica de San Pablo E x t r a m u ro s

    Redescubriendoel concilio Vaticano II

    En la exposicin, el pasaporte de servicio de Karol Wojtya

    SIGUE ENLA P

    GI A M PA O L O MAT T E I

    Los textos autgrafos de los discursos ms impor-

    tantes de Juan XXIII en el concilio Vaticano II y elpasaporte con el que la Secretara de Estado dotal entonces obispo Karol Wojtya para participaren los trabajos. Son las piezas principales de laexposicin que inaugur el mircoles 25 de eneroel cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado,en la baslica de San Pablo Extramuros. En estaentrevista a nuestro peridico, el cardenal arci-preste Francesco Monterisi presenta las motivacio-nes y los objetivos de la exposicin Sanctus Pau-lus extra moenia et Concilium Oecumenicum Vatica-num II, organizada en colaboracin con el abadde San Pablo, el benedictino Edmund Power, enla sala de la Pinacoteca que da al magnfico claus-tro del Vassalletto. La exposicin explica p er-manecer abierta durante toda la duracin delAo de la fe, hasta el 24 de noviembre de 2013.

    Es, por tanto, una exposicin para hacer revivir laesencia del concilio Vaticano II.

    Cuando Benedicto XVI anunci el Ao de la fe

    para celebrar el quincuagsimo aniversario de laapertura del Concilio, juntamente con el abad deSan Pablo enseguida pensamos que la baslica yla abada posean una herencia nica que conve-na redescubrir, valorar y relanzar precisamentepara dar una contribucin especfica, en esa pers-pectiva, a la nueva evangelizacin. El motivo esclaro: el beato Juan XXIII anunci el concilio Vati-cano II el 25 de enero de 1959, justamente aqu enSan Pablo.

    La idea de fondo es redescubrir e l alcance y la sor- presa de las palabras con las que hace cincuenta ytres aos, en San Pablo, el Papa Roncalli dio a co-nocer su intencin de convocar el Concilio.

    Hemos recogido una serie de documentos ori-ginales que conciernen al 25 de enero de 1959 y alConcilio. Nos pareci el modo oportuno para res-ponder a la invitacin de Benedicto XVI, siguien-do sus indicaciones pastorales y la carta apostli-ca Porta fidei. Es una iniciativa que anticipa lasmanifestaciones y celebraciones que se promove-rn para el Ao de la fe. Pero, por lo dems, noera una anticipacin incluso el anuncio de JuanXXIII? Es ms: el mircoles 25 de enero BenedictoXVI vino a la baslica para la celebracin anual delas segundas vsperas de la solemnidad de la Con-versin de san Pablo, como conclusin de la Se-mana de oracin para la unidad de los cristianos.Fue una ocasin propicia para presentarle la ini-ciativa. No olvidamos que el joven telogo JosephRatzinger particip en los trabajos conciliaresdesde la primera sesin.

    En resumen, se apunta hacia la evangelizacin tam-

    Qu se siente teniendo entre manos los textos aut- grafos de los discursos histricos del Papa Roncalli?

    Vuelven enseguida a la mente los acontecimien-tos de la Iglesia de aquellos aos. Juan XXIII eraconsciente de la necesidad de trabajar por unadoctrina tuenda ac promovenda, presentndola demodo que respondiera a las nuevas exigencias, alos nuevos tiempos. Una idea retomada, dirigidasabiamente y llevada a cabo por Pablo VI.

    El pasaporte de servicio para el extranjero conce-dido por la Secretara de Estado al entonces monse-or Wojtya es de por s un documento que ya revela su perfil, a partir de los visados para los viajes querealiz a pases de Oriente Medio.

    Al abrir el pasaporte, se nota enseguida el visa-do para Italia, que hace recordar las restriccionesimpuestas por el rgimen polaco a los viajes delos obispos al extranjero, especialmente a Roma.Despus se ven varios visados y sellos de aero-puertos de pases de Oriente Medio. De este mo-do, el documento es tambin un testimonio de laidea del futuro Papa de aprovechar su participa-cin en el Concilio para visitar Tierra Santa, paraprofundizar su fe y su conocimiento de los luga-res en los que Cristo vivi y la Iglesia primitiva sedesarroll. El pasaporte, fechado en 1963, lleva lafirma del entonces sustituto de la Secretara deEstado Angelo DellAcqua.

    Cules son los otros documentos expuestos?

    El abad de San Pablo ha puesto a disposicinuna custodia y el cliz con patena y cacillo, todoen plata dorada, donados por Juan XXIII el 25 de junio de 1959. Adems, ha encontrado una seriede fotografas tomadas justamente aquel da. Porello ha hecho colocar en una vitrina cuatro cua-dros de la primera mitad del siglo XVII que repre-sentan a los evangelistas. Se podrn ver tambinuna copia de la famosa Biblia carolingia la origi-nal, propiedad de la abada, es del siglo IX y elCodex Pauli, una reciente coleccin de escritos ydocumentos paulinos.

    Los organismos vaticanos han dado una contribucinimportante.

    S, nos han echado una mano generosamLOsservatore Romano, Radio VaticanoCentro televisivo vaticano, la Biblioteca apostvaticana, el Archivo secreto vaticano, la Offilatlica y numismtica, Correos y la TipogVa t i c a n a .

    Qu se podr ver?

    Ver y or. Un monitor, de hecho, transmininterrumpidamente un documental, de aldor de trece minutos, realizado por el Centro

    visivo vaticano con imgenes de la poca y late sonora proporcionada por Radio VatiLOsservatore Romano nos ha dado la cde tres pginas de la edicin del 26-27 de ede 1959 con todas las noticias de la visitJuan XXIII a San Pablo y numerosas fotogrEl Archivo secreto vaticano ha prestado unpia, completamente parecida al original, de lala Humanae salutis para la convocacin del cilio. Por su parte, la Oficina filatlica y numtica nos provey de todo el material estado y acuado en la poca: medallas, monedsellos. El valor histrico y artstico es muy edo: hay tambin una medalla diseada por Gmo Maz. Despus est el muy reciente mallos postal que lleva la representacin delRoncalli y de la baslica de San Pablo. Todotos documentos van acompaados por pietexto exhaustivos en italiano e ingls.

    Con qu criterio se han elegido?

    Con el deseo de poner de relieve los objedel Concilio: revitalizar la fe de los cristiancontribuir al dilogo ecumnico. La unin crealidad viva de nuestra baslica es evidentePapas, adems, han elegido a menudo San Ppara anuncios e iniciativas importantes de lasia universal. Recuerdo que aqu, el 28 de jde 2010, Benedicto XVI revel su intencicrear el Consejo pontificio para la promocila nueva evangelizacin.

    Han reservado un espacio para conferencias y entros de estudio en la sala de la exposicin. Hun hilo conductor, un tema de fondo?

    bin a travs de la memoria y dela cultura.

    S, el objetivo final de todainiciativa eclesial es siempresuscitar una fe ms viva, msvivida, ms practicada. En ple-

    na sintona con el Papa.Y respecto a las caractersticas es- pecficas de la exposicin, cules son las piezas principales y cmolas han obtenido?

    Las piezas principales soncuatro y vienen directamente dela Secretara de Estado. Tene-mos dos pginas autgrafas deldiscurso de Juan XXIII en SanPablo el 25 de enero de 1959 ydos pginas, tambin escritas amano por el Papa Roncalli, conlas notas de preparacin del

    Estamos estudiando iniciativaportantes para la conmemoraciConcilio. Habr conferencias tambin celebraciones en la baslen otras salas del complejo pauPor sugerencia del abad, propomos reflexiones centradas en el Egelio y en los cuatro evangelistaslizando textos de la constitucin mtica conciliar Dei Verbum. Comrecordar, durante los trabajos cliares en la baslica vaticana, ecentro de la nave y delante dConfesin de Pedro, se colocabEvangelio ricamente decorado, un atril. Cada maana, la sesinciaba precisamente con la entrocin del Evangelio, para indicfuente de la que deba surgir delib eracin.

    discurso de apertura, el 11 deoctubre de 1962. Tambin po-demos mostrar el original del

    motu proprio para la constitu-cin de la comisin preparato-ria. Y adems un documentoque suscitar un inters parti-cular: el pasaporte de servi-cio para el extranjero conce-dido por la Santa Sede al en-tonces obispo Karol Wojtyapara participar en el Concilio.

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    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 12 de febrero de 2012, nm

    Colegio episcopal

    Lutos en el episcopado Audiencias pontificias

    Curia roman

    EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A:

    Jueves 3 de febrero

    Al cardenal Giovanni Lajolo,presidente emrito de la Comisinpontificia para el Estado de la Ciu-dad del Vaticano y presidente em-rito de la Gobernacin del mismoEstado.

    Al cardenal Stanisaw Ryko,presidente del Consejo pontificiopara los laicos.

    A los obispos de Estados Unidos envisita ad limina Apostolorum.

    Monseor Dennis MarionSchnurr, arzobispo de Cincinnati,con el auxiliar, monseor Joseph R.Binzer, obispo titular de Subbar.

    Monseor Richard Gerard Len-non, obispo de Cleveland.

    Monseor Frederick FrancisCampbell, obispo de Columbus.

    Monseor Leonard Paul Blair,obispo de Toledo en Amrica.

    Monseor George Vance Murr y,S.J., obispo de Youngstown.

    Viernes, da 3

    Al cardenal William Joseph Le-vada, prefecto de la Congregacinpara la doctrina de la fe.

    A los obispos de Estados Unidos envisita ad limina Apostolorum:

    Monseor Allen Henry Vigne-ron, arzobispo de Detroit, con losauxiliares: monseor Francis R.Reiss, obispo titular de Remesiana;monseor Donald F. Hanchon,obispo titular de Orreomargo; mon-seor Michael J. Byrnes, obispo ti-

    tular de Eguga; y monseor Arturo Cepeda, obispo tituTa g a s e .

    Monseor Bernard AnHebda, obispo de Gaylord.

    Monseor Walter Allisonley, obispo de Grand Rapids.

    Monseor Paul Joseph Brobispo de Kalamazoo.

    Monseor Earl Alfred Bobispo de Lansing.

    Monseor AlexanderSample, obispo de Marquette.

    Monseor Joseph Robert ne, obispo de Saginaw.

    Lunes, da 6

    A la nueva jefa de la delegde la Unin Europea, Laurengimon Pistre, con ocasin de lsentacin de las cartas credenc

    Al cardenal Marc Ouellet,prefecto de la Congregacinlos obispos.

    El Santo Padre ha nomconsultores de la Congregpara la doctrina de la fe a guientes personas: padre PMARTINELLI, O.F.M.CAP., didel Instituto Franciscano deritualidad de la Pontificiaversidad Antonianum dma; y al presbtero MAUGRONCHI, del clero de la dicesis de Pisa, profesor orio de la facultad de teologla Pontificia Universidad niana de Roma.

    Representaciones pontificiasEl Papa ha nombrado arzobispo ti-tular de Orange y nuncio apostli-co en Zambia a monseor JULIOMU R AT.

    Julio Murat naci en Karsiyaka,dicesis de (Turqua), el 18 de agos-to de 1961. Recibi la ordenacinsacerdotal el 25 de mayo de 1986,incardinado en Esmirna. Es doctoren derecho cannico. Entr en elservicio diplomtico de la Santa Se-

    de el 1 de enero de 1994 y ha traba-jado en las representaciones pontifi-cias en Indonesia, Pakistn, Bielo-rrusia y Austria, y en el ltimo pe-riodo era consejero de nunciaturaen la seccin para las Relacionescon los Estados de la Secretara deEstado.

    El Papa ha nombrado arzobispo ti-tular de Umbriatico y nuncio apos-tlico en las Islas Salomn a mon-seor SANTO GANGEMI.

    Santo Gangemi naci en Messina(Italia) el 16 de agosto de 1961. Re-

    cibi la ordenacin sacerdotal el 28de junio de 1986. Entr en el servi-cio diplomtico de la Santa Sede el1 de julio de 1991 y ha trabajado enlas representaciones pontificias enMarruecos, Italia, Rumana, Cuba,Chile, Francia, Espaa y Repblicarabe de Egipto.

    El Papa ha nombrado arzobispo ti-tular de Monteverde a monseorLUCIANO RU S S O, consejero de nun-ciatura, encomendndole al mismotiempo el cargo de nuncio apostli-co.

    Luciano Russo naci en Luscia-no, dicesis de Caserta (Italia), el 1de octubre de 1988. Recibi la or-denacin sacerdotal el 1 de octubrede 1988, incardinado en la dicesisde Aversa. Entr en el servicio di-plomtico de la Santa Sede el 1 de julio de 1993 y ha trabajado en lasrepresentaciones pontificias en Pa-pa Nueva Guinea, Honduras, Si-ria, Brasil, Pases Bajos, EstadosUnidos, Honduras y Bulgaria.

    RENUNCIAS:

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidicesisde Karachi (Pakistn) que monseorEVA R I S T PINTO le haba presentadoen conformidad con el canon 401 1

    del Cdigo de derecho cannico.Evarist Pinto naci en Goa (In-

    dia) el 31 de diciembre de 1933. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 6 deenero de 1968, incardinado en la ar-chidicesis de Karachi. Juan Pablo IIlo nombr obispo titular de CastraSeveriana y auxiliar de Karachi el 17de febrero de 2000; recibi la orde-nacin episcopal el 25 de abril delmismo ao. El mismo Pontfice lopromovi a arzobispo de Karachi el19 de diciembre de 2003.

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deNeiva (Colombia) que monseorRAMN DARO MOLINA JA R A M I L L O ,O.F.M., le haba presentado en con-formidad con el canon 401 1 delCdigo de derecho cannico.

    Ramn Daro Molina Jaramillo,O.F.M., naci en Envigado, arquidi-

    cesis de Medelln, el 31 de agosto de1935. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 26 de octubre de 1961. PabloVI lo nombr obispo titular de Timi-ci y auxiliar de Bogot el 6 de mayode 1977; recibi la ordenacin episco-pal el 29 de julio del mismo ao.

    Juan Pablo II lo nombr obispo resi-dencial de Montera el 23 de marzode 1984; y lo traslad a la sede deNeiva el 19 de enero de 2001.

    El Papa ha aceptado la renuncia a lafuncin de auxiliar y vicario para Jordania del patriarca de Jerusalnde los latinos que monseor SALIMSAY E G H , obispo titular de Acque diProconsolare, le haba presentado enconformidad con el canon 411 delCdigo de derecho cannico.

    Salim Sayegh naci en Rumaimin,patriarcado de Jerusaln de los lati-nos, el 15 de marzo de 1935. Recibila ordenacin sacerdotal el 28 de ju-nio de 1959. El Papa Juan Pablo IIlo nombr obispo titular de Acquedi Proconsolare y auxiliar del pa-triarcado de Jerusaln de los latinos

    el 26 de noviembre de 1981; recibila ordenacin episcopal el 6 de ene-ro de 1982.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Arzobispo de Karachi (Pakistn) amonseor JOSEPH COUTTS, hastaahora obispo de Faisalabad.

    Joseph Coutts naci en Amritsar,dicesis de Jullundur (India), el 21de julio de 1945. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 9 de enero de 1971,incardinado en la archidicesis deLahore. Juan Pablo II lo nombrobispo coadjutor de Hyderabad (Pa-kistn) el 5 de mayo de 1988; recibila ordenacin episcopal el 16 de sep-tiembre del mismo ao. Pas a serobispo residencial de dicha sede el 1de septiembre de 1990. El mismo Pa-pa lo nombr obispo de Faisalabadel 27 de junio de 1998.

    Obispo de Neiva (Colombia) amonseor FROILN TIBERIO CASASORTIZ.

    Froiln Tiberio Casas Ortiz nacien Chiquinquir (Colombia) el 21 demayo de 1948. Recibi la ordenacinsacerdotal el 9 de diciembre de 1972,

    incardinado en la archidicesis deTunja. Se licenci en teologa dog-mtica en la Pontificia Universidad

    Gregoriana de Roma, y en fily ciencias religiosas en la Undad Santo Toms de Bogot. Hsempeado su ministerio pacomo profesor del seminario mdonde luego fue formador; cadel Servicio nacional de aprend

    prroco; vicario diocesano pareligiosos; y, desde 2011, rectoseminario mayor de Tunja.

    Auxiliar y vicario para Jordanpatriarca de Jerusaln de los la monseor MAROUN ELIASHAM, trasladndolo de la sedebispal de Tnez a la sede episcopal de Medaba, conservel ttulo de arzobispo ad nam.

    Maroun Elias Lahham nacIrbed, patriarcado de Jerusallos latinos, el 20 de julio deRecibi la ordenacin sacerdo24 de junio de 1972. Benedictlo nombr obispo de Tnez eseptiembre de 2005; recibi lanacin episcopal el 2 de octubcesivo. El Santo Padre, tras

    dicha sede a la categora de dicesis, lo promovi a la digarzobispal el 22 de mayo de 20

    Monseor JOSEPH WA LT E R ES TA-BRO OK, obispo titular de Flenucletay auxiliar del Ordinariato militarpara Estados Unidos, falleci el 4de febrero. Tena 67 aos. Habanacido en Kingston, archidicesisde Nueva York, el 19 de mayo de1944. Era sacerdote desde el 30 demayo de 1969. Juan Pablo II lonombr obispo titular de Flenucletay auxiliar del Ordinariato militar

    para Estados Unidos el 7 de mayode 2004; recibi la ordenacin epis-copal el 3 de julio del mismo ao.

    Monseor EVERARDUS ANTONIUSM. BA A I J , S.C.I., obispo emrito dela dicesis de Aliwal (Sudfrica), fa-lleci el 31 de enero. Tena 90 aos.Haba nacido en Rotterdam (Ho-landa) el 24 de marzo de 1921. Erasacerdote desde el 20 de julio de1947. El Papa Pablo VI lo nombrobispo de Aliwal el 17 de diciembrede 1973; recibi la ordenacin epis-copal el 23 de mayo de 1974. Juan

    Pablo II acept la renuncia al go-bierno pastoral de la dicesis el 30de octubre de 1981.

    Monseor Froiln Tiberio Casas Ortiz, obispo de Neiva (Colombia)

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    nmero 7, domingo 12 de febrero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    En la audiencia general del 8 de febrero el Papa habla de la oracin de Jess ante la muerte

    Cuando parece que Dios no oyRedescubriendo

    el Vaticano II

    La sala de la Pinacoteca, ya rees-tructurada para el Ao paulino,ha sido revolucionada precisamen-te en funcin del mensaje de laexposicin.

    Una pared entera est cubier-ta por una ampliacin fotogr-fica de la baslica de San Pedrodurante los trabajos conciliares, junto a las reproducciones de labula de convocatoria y de la l-pida colocada en la sala abacialdonde se anunci la convoca-cin. Adems, en el suelo de lasala hay una placa de aceroperforada mediante lser conlos contornos de la bas licapaulina y de la abada, en don-de se indica el lugar exacto delanuncio.

    Saliendo de la exposicin, qu se propone a los visitantes para quelleven consigo?

    El estmulo para entrar ya

    desde ahora en el espritu del Ao de la fe y de la conmemo-racin del quincuagsimo ani-versario del Vaticano II. Propo-niendo de nuevo algunos pun-tos fundamentales, la exposi-cin, a travs de documentos eimgenes, invita a reflexionarsobre la importancia de profun-dizar en la fe en la situacin ac-tual de la Iglesia y del mundo.

    Para terminar, una pregunta mspersonal: Cules son sus recuer-dos del Concilio?

    Yo entonces era vicerrectordel seminario de Trani - Barlet-ta - Bisceglie. Recuerdo conemocin el anuncio en San Pa-blo: todos sentamos el benefi-

    cio que producira a la Iglesia.Cuando se abri el Concilio yoestaba en Roma como alumnode la Academia eclesisticapontificia. Durante la primerasesin form parte del grupo de jvenes sacerdotes que ayuda-ban a los padres conciliares enlas tareas prcticas: asignacinde puestos, distribucin de laspapeletas para las votaciones.As tuve la oportunidad de asis-tir en persona a algunos deba-tes. Conservo un vivo recuerdode ellos, especialmente de la ce-remonia de apertura. Recuerdoadems las primeras interven-ciones de los padres conciliaressobre los textos base redactadospor las comisiones preparato-rias; se entenda que verdadera-mente haba exigencias nuevas.El mundo estaba cambiando yhaca falta un concilio para vol-ver a presentar a los hombres laverdad de la doctrina catlica.Tampoco hoy debemos perderde vista el punto central, comohan dicho muchas veces los Pa-pas, desde Juan XXIII hasta Be-nedicto XVI: tenemos que darmayor vitalidad a nuestra fe pa-ra un continuo redescubrimien-to de la belleza del encuentropersonal con Cristo, salvadordel mundo.

    VIENEDE LAPGINA 9

    Simposio internacional sobre los abusosVIENEDE LAPGINA 4

    de la verdad y de la justicia constitu-ye la mejor respuesta que podemosofrecer al triste fenmeno del abusosexual de menores por parte de clri-gos.

    Siendo la justicia sinnimo de ver-dad, es errnea por su parte lapreocupacin segn la cual se debegarantizar al buen nombre de la ins-titucin la mxima prioridad en de-trimento de la legtima denuncia deun crimen. Monseor Schicluna loaclar retomando un discurso que elPapa Wojtya dirigi a la Sacra RotaRomana el 28 de enero de 1994exponiendo algunos principios fun-damentales hoy fcilmente aplicables

    tambin a estos casos de abusos se-xuales. La enseanza del beato JuanPablo II, segn la cual la verdad es labase de la justicia, explica por qu

    razn una cultura mortal del silencioes por s misma equivocada e injus-ta.

    Desde esta ptica, el promotor de justicia ofreci un excursus de lasprincipales intervenciones del magis-terio y de los organismos de la SantaSede en materia de abusos sexuales,partiendo del motu proprio Sacramen-torum sanctitatis tutela de 2001 segnel cual el abuso sexual de un menorde 18 aos cometido por un clrigose inclua en el elenco de los delicta

    g ra v i o ra reservados a la Congregacinpara la doctrina de la fe. Normativaque ulteriormente se reforz p orejemplo duplicando los trminos deprescripcin y, en caso de condenacivil del clrigo, reducindole ex offi-cio al estado laical por BenedictoXVI en mayo de 2010. Una lecturaatenta y profunda del reciente magis-terio de la Iglesia en materia de abu-

    so sexual de menores por parte ligiosos demuestra que la segude los nios constituye una prpacin de primera relevancia pIglesia y parte integrante de sucepto de bien comn, amonseor Scicluna. Con todo,mucho que la ley sea clara, ellosuficiente para la paz y para el de la comunidad constat. tro pueblo necesita saber que se aplica. En este contexto sevo en el deber de colaboralas autoridades estatales. Elsexual de menores no constituyun delito cannico o una viode un cdigo de conducta interuna institucin, religiosa o de opo; sino que representa un cperseguible por el derecho civil.que las relaciones con las autoriciviles puedan variar de un potro, es sin embargo importanteborar con ellas en el mbitorespectivas competencias.

    En cualquier caso ninguna tegia para la prevencin del abumenores concluy podr llevar a resultados sin compromresponsabilidad. Que es lo quba subrayado Benedicto XVIcarta a los catlicos de Irlanmarzo de 2010. Y que es tambconviccin con la que el 7 de fepor la tarde, los part icipantesimposio obispos y superioresrales, adems de vctimas de abestuvieron presentes en la vigilnitencial en la iglesia de San IgPadre, mira ahora con b

    nuestra msera condicin fue vocacin del cardenal Ouelletnos ha confiado la tarea de ser mento de salvacin, de anunctiempo de tu gracia. En tu prhemos caminado para combamal del mundo: el egosmo, la ticia, la explotacin del dbil, smer el veneno; pero con estuvergenza percibimos que estepersiste siempre en nuestro inteofusca gravemente nuestro testimeclesial. Nosotros, que debamvar la salvacin a los p equeveces hemos sido instrumentmal contra ellos.

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    Queridos hermanos y hermanas:

    Hoy quiero reflexionar con voso-tros sobre la oracin de Jess en lainminencia de la muerte, detenindo-me en lo que refieren san Marcos ysan Mateo. Los dos evangelistas nospresentan la oracin de Jess mori-bundo no slo en lengua griega, enla que est escrito su relato, sino tam-bin, por la importancia de aquellaspalabras, en una mezcla de hebreo yarameo. De este modo, transmitieronno slo el contenido, sino hasta elsonido que esa oracin tuvo en loslabios de Jess: escuchamos realmen-te las palabras de Jess como eran.Al mismo tiempo, nos describieron laactitud de los presentes en el mo-mento de la crucifixin, que no com-prendieron o no quisieron compren-der esta oracin.

    Como hemos escuchado, escribesan Marcos: Llegado el mediodatoda la regin qued en tinieblashasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jess clam con voz potente: Elo,

    Elo, lem sabactan?, que significa:Dios mo, Dios mo, por qu mehas abandonado? (15, 33-34). En laestructura del relato, la oracin, elgrito de Jess se eleva en el culmende las tres horas de tinieblas que,desde el medioda hasta las tres de latarde, cubrieron toda la tierra. Estastres horas de oscuridad son, a su vez,la continuacin de un lapso de tiem-po anterior, tambin de tres horas,que comenz con la crucifixin de Jess. El evangelista san Marcos, enefecto, nos informa que: Eran lasnueve de la maana cuando lo cruci-ficaron (cf. 15, 25). Del conjunto delas indicaciones horarias del relato,

    las seis horas de Jess en la crtn articuladas en dos partes crogicamente equivalentes.

    En las tres primeras horas, las nueve hasta el medioda,

    lugar las burlas por parte de digrupos de personas, que muestrescepticismo, afirman que noEscribe san Marcos: Los queban lo injuriaban (15, 29); demodo, tambin los sumos sacercon los escribas, entre ellos seban de l (15, 31); tambiotros crucificados lo insultaban32). En las tres horas siguientesde medioda hasta las tres dede, el evangelista habla slo tinieblas que cubran toda la tieoscuridad ocupa ella sola toda cena, sin ninguna referencia a

    Un vnculo consolidadoVIENE