Los Manglares Del Mundo Maestria
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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE CHETUMAL
MAESTRÍA EN MANEJO DE ZONAS COSTERAS
ASIGNATURA
OCEANOGRAFÍA
ENSAYO
“LOS MANGLARES DE MÉXICO Y EL MUNDO, ESTADO ACTUAL Y
TENDENCIAS PARA SU CONSERVACIÓN”
DOCENTE
DR. ALBERTO DE JESÚS NAVARRETE
PRESENTA
BIÓL. DIEGO ARMANDO BAEZA MANZANERO
Febrero 2013
LOS MANGLARES DE MÉXICO Y EL MUNDO, ESTADO ACTUAL Y
TENDENCIAS PARA SU CONSERVACIÓN.
El manglar es un tipo de ecosistema considerado a menudo un bioma, formado
un conjunto de árboles, arbusto y epifitas muy tolerantes a la salinidad de las
aguas que ocupan la zona intermareal cercana a las desembocaduras de
cursos de agua dulce de las costas de latitudes tropicales de la tierra donde las
especies dominantes son propiamente las cuatro especies de manglar para la
península de Yucatán como Rhizophora mangle (mangle rojo), Laguncularia
racemosa (mangle blanco), Conocarpus erectus (mangle botoncillo), Avicennia
germinans (mangle negro) (CONABIO 2008a. Las cuatro primeras son las más
ampliamente distribuidas y abundantes en ambas costas.. Así, entre las áreas
con manglares se incluyen estuarios y zonas costeras.
Etimológicamente el nombre de este ecosistema proviene de los árboles que
los forman y que son los mangles, ya que el vocablo mangle de donde se
deriva mangrove en alemán, francés e inglés como vocablo adaptado y del cual
es originalmente guaraní y significa árbol retorcido.
Normalmente son considerados como barrera para el desarrollo de la
humanidad en todo el planeta, por ende la costa ha sufrido una rápida erosión.
También sirven de hábitat para numerosas especies y proporcionan una
protección natural contra catástrofes naturales los tipos eólicos y de oleaje, (no
solo siendo huracanes que son los más comunes entre las zonas de los
trópicos, los cuales producen olas e incluso por maremotos). En zonas
costeras de Vietnam, Tailandia, las Filipinas y la India se realizan plantaciones
de mangles con fines de protección a los pobladores de las costas.
Los manglares son biotopos (conjuntos de hábitat) tropicales y subtropicales
anfibios (con características acuáticas y terrestres), localizados en la zona
intermareal (entre pleamar y bajamar), de costas protegidas o poco expuestas
como golfos y ensenadas, marismas y estuarios o desembocaduras de ríos con
fondos blandos (de arenas, limos o arcillas, y escasamente en lugares rocosos)
y que reciben periódicamente agua dulce por escorrentía. En el mundo se
conocen 54 especies de mangle, distribuidas en 20 géneros y pertenecientes a
16 familias (Tomlinson, 1986). En América, los géneros más representativos
son Rhizophora, con raíces arqueadas que sirven de soporte, Avicennia y
Laguncularia, ambas con raíces respiratorias (neumatóforos) que brotan del
suelo.
A los manglares se les reconoce como uno de los ecosistemas más ricos del
planeta por su productividad; tienen una gran importancia económica y
ambiental por el uso que las comunidades rurales les han dado y por los
servicios ambientales que brindan.
Estos desempeñan una función clave en la protección de las costas y poseen
una alta productividad, alojan gran cantidad de organismos acuáticos, anfibios
y terrestres; son hábitat de los estadios juveniles de cientos de especies de
moluscos y crustáceos y por ende desempeñan un papel fundamental en las
pesquerías litorales y de la plataforma continental, son hábitat de muchas
especies migratorias septentrionales y meridionales, así mismo son pilares en
la estabilidad de los macroclimas, producción de oxígeno, purificador de
sustancias tóxicas entre los más notables.
Los manglares del mundo
Lo anterior en relación al importante pilar de desarrollo de las zonas costeras
para las actividades económicas del mundo a conllevado a un fuerte coche
entre la conservación, el desarrollo y la legislación de los manglares del mundo,
puesto que es conocido de la mitad de la población mundial habita en poco
más de 100 km de costa la cual es prevista se incremente a un 75% para el
2025. Aunado a que a la par de la globalización los comercios trasnacionales
son el “boom” del siglo XXI, actualmente los manglares presentan servicios
ambientales no solo ante los agentes erosivos o como nichos ecológicos,
dentro de los igualmente conocidos están los servicios de filtración y
degradación de materia orgánica, y en el caso de las costas cercanas a las
zonas de arrecifes de coral como nicho de los primeros estadios. Los cuales se
han ido perdiendo en primer punto por la deforestación ya sea para edificación
de vivienda, apertura de nuevos puertos marítimos para el comercio o el
desarrollo de complejos turísticos donde en controversia al valor escénico que
propicia estas actividades se destruye el principal atractivo o a lo que es más
importante el ecosistema que mantiene regular los atractivos naturales de las
zonas tropicales.
En la actualidad los manglares han sido clasificados para priorizar su
protección de acuerdo a ciertas características morfológicas, geográficas y
funcionales dentro de los cuales podemos destacar una clasificación general de
los tipos de manglares.
Manglares de borde; que están situados a lo largo de litorales ligeramente
inclinados de tierra forme e islas grandes, se desarrollas mejor en ínsulas que
impiden el lavado excesivo de las costas producto de las mareas altas.
manglares de cuenca lo cuales surgen de depresiones topográficas con poco
flujo y reflujo de agua, frecuentemente tierra dentro y expuestos a aguas menos
salinas por periodos más largos del año en comparación con los bosques
costeros.
Los manglares ribereños se ubican en llanos de inundación de agua dulce
proveniente de ríos que durante los periodos de lluvia abundante son
inundados, este tipo de manglares están sujetos a mareas y son sometidos a
lavados mareales regulares.
Manglares de inundación que son de tipo de llanos de mareas e islas
completamente cubiertos por el agua, en estos bosques se caracterizan por no
tener alturas promedio mayores a los 5 metros.
Manglares enanos caracterizados por crecen en terrenos pobres en nutrientes
para su crecimiento y desarrollo y rara vez sobrepasan el metro y medio de
altura.
Estatus actual de los Manglares del mundo
Los manglares del mundo son un grupo de árboles o arbustos que poseen
adaptaciones que les permiten colonizar terrenos inundados y que están
sujetos a intrusiones de agua saladas permanentes, temporales y escasas,
entre su estructura y composición arbórea de adaptan a la vida diversas formas
de vida desde aves, mamíferos, reptiles y anfibios hasta fauna invertebrada,
hongos, líquenes por ende son hábitats ricos y productivos.
En la actualidad más del 50 por ciento de los manglares del mundo han
desaparecido, a causa principalmente de la deforestación acelerada por el
reclamo antropogénico de espacios ocupados por el ecosistema por la
expansión de ciudades y desarrollo de complejos turísticos, asi mismo por la
crianza en algunas partes del mundo de especies introducidas por causa de la
demanda alimenticia mundial pudiendo ser este la crianza de langostinos y
tilapias. Los ecosistemas de manglar también han sido afectados por
contaminantes petroleros, donde estos hidrocarburos son un agente principal
en la producción de metales pesados, residuos industriales y urbanos como
son los desechos del drenaje donde son vertidos y así es como se afecta
directamente a la vegetación alterando la capacidad de oxigenación de los
suelos en los ecosistemas de manglar pudiendo en los casos más graves
propiciar el ecosidio propiciando así como consecuencia la disminución en
calidad del agua, productividad, biodiversidad, valores paisajísticos y estéticos
del ecosistema tanto costero como marino.
En las últimas décadas el tema sobre la protección, reforestación, restauración
y conservación de los manglares a marcado pautas y estatutos dentro del
marco legal a fin de evitar lo mayor posible la reducción exponencial y la pronta
recuperación de esos irremplazables sistemas ecológicos.
En la actualidad la medida inmediata para la recuperación de estos biomas ha
sido la reforestación la cual es determinada mediante estudios sobre el
seguimiento de la reducción de la cobertura de los bosques costeros con el fin
de conocer las hectáreas reducidas e implementar la reforestación como
medida consecuente de recuperación, así mismo para contribuir con zonas en
donde no existe regeneración de manera natural por falta de características
tanto en el suelo como por la carencia de algún componente que favorezca el
crecimiento de plántulas. Lo anterior ocurre por la falta de planeación y
planificación del desarrollo de los asentamientos humanos, recordando que en
las últimas tres décadas apenas y se conocían los temas como “cambio
climático”, “calentamiento global” y “efecto invernadero” por lo cual la ecología
no poseía ninguna prioridad dentro de los planes de desarrollo en las políticas
públicas de las nacional del mundo, es bien hoy en día que el tema de la
protección de los ecosistemas de manglar se vuelta tanto una moda como una
necesidad a causa de las ya conocidas catástrofes mundiales por la carencia
de la barrera de manglar, el caso mundialmente conocido del huracán Wilma
en el 2005 en las costas del mar Caribe afectando a los municipios de Cozumel
y Cancún, en el estado de Quintana Roo donde hubo pérdidas materiales
valuadas en millones de dólares, dentro de las causas de esta catástrofe bien
tuvo efecto el cambio climático y ante el embate del sistema ciclónico la perdida
de playas sobre todo en Cancún, Quintana Roo se debió principalmente a la
carencia total de manglar en la franja de costa.
Pero como es que afecta el desarrollo, por ejemplo de un complejo turístico al
crecimiento de manglar, principalmente por la deforestación, así mismo es el
caso de la implementación de drenajes, cambio del curso de las aguas
antropológicamente, rellenos y edificación, y a nivel mundial la amenaza es
constante e igual.
El papel de la educación ambiental en la conservación de los manglares
En la actualidad la educación ambiental se inserta como una articulación de la
biología y la ecología en función de vincular a las sociedades en la
concientización del cuidado del medio ambiente y en estos se incluye la
protección de la comunidad del manglar, asi mismo la implementación de la
prevención para minimizar el daño, es permisible que a pesar de haberse
iniciado en el año de 1992 en la cumbre de Río de Janeiro, Brasil; dándose la
pauta de la educación ambiental, poco ha sido el impacto real positivo sobre
todo el mundo y aun mas sobre el ecosistema de manglar. En la actualidad tal
es el caso de países como Costa Rica, potencia mundial en el desarrollo
sustentable donde se llevan a cabo talleres y buenas prácticas de
concientización para la conservación del manglar, así como parte de estas
actividades se implementan programas de reforestación con seguimientos a
largo plazo y análisis de los resultados y no como un programa superficial y
somero, a la par en países como Colombia se lleva a cambo como una práctica
cotidiana la creación de cada vez mas viveros de producción de especies como
Rhizophora mangle o Avisennia germinans, donde la plantación es con
propósito de preservación, restauración e incluso comercialización para el
sector privado; a diferencia de en países como México donde son pocos los
programas donde ha habido casos exitosos de reforestación como en los
estados de Chiapas dentro de lo más representativo y es en México donde la
ley prohíbe de manera determinante a través de la NOM- 022-SEMARNAT-
2003 y la NOM-059-SEMARNAT-2010 el comercio de las especies de esta
comunidad.
Los Manglares de México
México tiene una extensión territorial de 1 964 375 km, de los cuales 1 959 248
km2 corresponden a superficie continental y 5 127 km2 son islas. Sobresale el
hecho de que nuestro país cuenta con 231 813 km2 de mar territorial y cerca
de 3 149 920 km2 de zona económica exclusiva (de la Lanza-Espino 2004)
entre ambas vertientes oceánicas, es decir, 50% más que su territorio
continental. Administrativamente se reconocen dos grandes regiones marinas:
el mar territorial y la zona económica exclusiva.
La zona costera terrestre cubre una extensión de alrededor de 430 000 km2.
De las 32 entidades federativas del país, 17 tienen frente litoral; existen 263
municipios costeros, de los cuales
150 cuentan con frente de mar y 113 municipios con influencia costera. La
longitud de la línea de costa de dichos estados es de 11 122 km sin contar el
territorio insular, de los cuales 7 828 km corresponden a estados que tienen
acceso al Océano Pacífico y Golfo de California, mientras que los estados del
Golfo de México y Mar Caribe comparten 3 294 km de línea de costa (INEGI
2000). La zona costera es habitada por aproximadamente 15% de la población
del país; sin embargo, algunas de sus localidades presentan las mayores tasas
de crecimiento poblacional (2.8% en promedio). México posee una gran riqueza
natural en sus regiones oceánica y costera, por la extensión territorial y su
diversidad biológica, producto asimismo de su singular fisiografía y posición
geográfica intertropical.
En México existen cinco especies de mangle: Rhizophora mangle (mangle
rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Conocarpus erectus (mangle
botoncillo), Avicennia germinans (mangle negro) (CONABIO 2008a) y
Rhizophora harrisonnii. Las cuatro primeras son las más ampliamente
distribuidas y abundantes en ambas costas. A diferencia de la tendencia de
crecimiento costero mundial, en México se estima que una cuarta parte de la
población habita en las planicies costeras en una franja de 100 km. Sin
embargo, el desarrollo acelerado de las actividades económicas ha propiciado
un crecimiento desordenado en la zona costera y zonas urbanas de la costa, lo
que a su vez ha dado lugar a conflictos ambientales derivados de la
competencia por el espacio, el uso de los recursos y la generación de residuos
y contaminantes, conflictos que influyen en el deterioro de la calidad de vida y
en la disminución de la competitividad de los mismos sectores y en sus
actividades económicas.
Existe una amplia discrepancia en la literatura de los años pasados entre las
distintas estimaciones de la superficie que ocupan los manglares en México, y
esto se debe principalmente a cálculos hechos con diferentes métodos que no
permiten comparar las distintas cifras. Los valores oscilan entre 440 000
hectáreas, estimación de FAO para el año 2000, y cerca de un millón y medio
de hectáreas estimadas por Snedaker para el año 1991 (Ruizuna et al. 2008).
En un esfuerzo interinstitucional, la CONABIO, el INE, la CONAFOR, la
CONANP, el INEGI, la SEMAR y diversos expertos en manglares de México de
distintas instituciones académicas, determinaron, con base en imágenes de
satélite a escala 1:50 000 y con verificación de terreno, que la superficie de
manglar para México es de 770 057 ha, lo que representa 0.39% del territorio
del país.
La superficie de manglares en áreas protegidas (AP) es de 413 483 ha, esto es
el 53.7% del total (CONABIO-CONANP 2007; CONABIO2008B; CONANP
2008). Los manglares se distribuyen en las zonas de transición entre el mar y la
tierra, caracterizándose por ser muy dinámicos y con procesos ecológicos
acelerados; sin embargo, son muy sensibles a cualquier perturbación. Los
recursos ecológicos así como los de valor económico son diversificados, ya
que se encuentran especies del ambiente terrestre y del marino, además de
contar con otras especies que solo se desarrollan en ese hábitat (Pannier y
Pannier 1980), y gran cantidad de especies comerciales.
La interacción de las relaciones abióticas y ecológicas de los manglares y los
ecosistemas adyacentes se ha demostrado debido a las interacciones de las
especies.
En el Pacífico mexicano los manglares se encuentran distribuidos a lo largo de
casi toda la costa. Las áreas más extensas se localizan en el sistema de
Chantuto TeculapaPanzacola en Chiapas y en Teacapán-Agua Brava-
Marismas Nacionales en Sinaloa y Nayarit; estos dos sistemas abarcan 22%
del total de áreas de manglares de México (Flores-Verdugo et al. 1992),
aunque el estado de la República con mayor extensión es Campeche. Su
distribución extrema en el Pacífico llega hasta las costas de las zonas áridas de
la latitud 29°19' N en el Golfo de California, donde los manglares alcanzan
alturas menores a los tres metros y se presentan por lo común en pequeños
parches de escasas hectáreas. Este límite es importante porque está
compartido por tres zonas: Punta Abreojos, obre el Pacífico bajacaliforniano,
donde se localiza C. erectus con pequeños árboles de un metro; el extremo
este del Golfo de California, donde se observa R. mangle, y Bahía de los
Ángeles y el estero El Sargento, al norte de Bahía de Kino, donde se pueden
encontrar las cuatro especies.
Valor escénico
Los humedales constituyen uno de los ecosistemas existentes dentro del
territorio nacional y entre ellos los manglares, que son humedales costeros,
ocupan un lugar privilegiado por la riqueza natural que encierran y los servicios
ambientales que prestan; su importante papel ecológico ha sido reconocido
internacionalmente.
Los manglares son formaciones vegetales en las que predominan distintas
especies conocidas como mangle, un árbol o arbusto con ramas descendentes
que llegan al suelo y arraigan en él, y tienen la particularidad de ser plantas
resistentes a la salinidad del agua. (FAOa, FAOb, 2007).
Los manglares se desarrollan en las planicies costeras de los trópicos húmedos
cerca de las desembocaduras de ríos y arroyos o alrededor de esteros y
lagunas costeras. Estos ecosistemas sirven de transición entre los ecosistemas
terrestres y los ecosistemas marinos. Existe una marcada conectividad entre
los manglares, los pastos marinos y los arrecifes de coral.
En América, los géneros más representativos son Rhizophora, con raíces
arqueadas que sirven de soporte, Avicennia y Laguncularia, ambas con raíces
respiratorias (neumatóforos) que brotan del suelo. A los manglares se les
reconoce como uno de los ecosistemas más ricos del planeta por su
productividad; tienen una gran importancia económica y ambiental por el uso
que las comunidades rurales les han dado y por los servicios ambientales que
brindan.
En México predominan cuatro especies de mangle: Rhizophora mangle
(mangle rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco), Avicennia germinans
(mangle negro, madre de sal) y Conocarpus erectus (mangle botoncillo). Es
común encontrarlas asociadas, en un proceso sucesorio dependiendo del nivel
de las mareas que las inundan o los bañan, pero estableciendo dominancia de
una especie o de una asociación predominante de dos o tres especies
dependiendo del lugar en donde se hayan asentado. Las actividades humanas,
que difieren de país a país, constituyen la principal amenaza para los
manglares. Entre ellas están las relacionadas con el desarrollo urbano,
industrial y turístico, así como el desarrollo agrícola, ganadero y acuícola, que
compiten por el suelo en donde se asientan los manglares. Así mismo, los
manglares han recibido presiones por efecto de la contaminación: desechos
sólidos urbanos, contaminantes industriales, pesticidas y fertilizantes agrícolas,
derrames de petróleo, etc., así como modificaciones a las condiciones
hidrológicas. Distintos estudios a nivel internacional señalan que recuperar un
manglar que ha sido severamente dañado puede tomar muchos años cuando
ello es posible; en muchas ocasiones la pérdida es total e irreversible.
(SEMARNAT 2010).
Los manglares han sido materia de estudio por especialistas en ecosistemas
costeros dentro del país. Biólogos, ecólogos, oceanólogos, ingenieros
pesqueros y ambientales han estudiado los manglares de México por más de
30 años, a los que se han sumado antropólogos, sociólogos y economistas,
entre otros, que han estudiado desde distintos enfoques la relación de las
comunidades rurales, incluidas las indígenas, con los manglares, identificando
usos tradicionales y tareas de conservación.
La mayoría de estos especialistas pertenecen a instituciones de investigación
en México y en ellas realizan proyectos de largo plazo que le han dado
continuidad al estudio y conocimiento de los ecosistemas costeros que
albergan manglares en los litorales del Océano Pacífico, Golfo de México y Mar
Caribe; se han llevado a cabo numerosos estudios de caso y documentado
experiencias específicas de conservación y restauración para distintos tipos de
manglares. Además, distintos grupos académicos han interactuado con las
comunidades rurales asentadas alrededor de los ecosistemas de manglar
aprendiendo junto con ellas a proteger y conservar a los manglares y a
potenciar el uso sustentable para su bienestar. (CONABIO 2009).
Un manglar es un grupo de especies de árboles y arbustos que poseen
adaptaciones que les permiten colonizar terrenos anegados que están sujetos
a intrusiones de agua salada.
El término manglar incluye varias especies que poseen adaptaciones similares
(como la tolerancia a altos niveles de salinidad, sus raíces aéreas que
estabilizan el árbol en terrenos blandos, las semillas flotantes, estructuras
especializadas que permiten la entrada de oxígeno y la salida de bióxido de
carbono), pero que pertenecen a familias diferentes.
Desde hace un siglo, la opinión pública se dio cuenta de la destrucción
progresiva y rápida de los manglares, sin embargo, a pesar de brindar servicios
ambientales, gran parte de los bienes y servicios que proveen los manglares no
son comercializados en los mercados; por otro lado los beneficiarios de los
servicios de estos ecosistemas no son quienes tienen el poder de decisión
sobre el uso de suelo.
Las especies de mangle, que son los árboles o arbustos leñosos más comunes
que encontramos en este ecosistema son, para el territorio nacional
Rhizophora mangle (mangle rojo), la cual es la especie con más amplia
distribución y dominancia dentro de la comunidad, inclusive hasta 1918 se
consideraba como la única especie de mangle propiamente dicha para el
continente americano descartando las que a continuación se describen, mangle
rojo incluso es una especie que aun que no exclusivamente es la que
predomina en el borde exterior en las franjas d manglar y bordes de los
canales. Y su distintivo más característico es su complejo sistema radicular
aéreo.
El mangle blanco (Languncularia racemosa) es una especie que puede llegar a
alcanzar hasta los 20 metros de altura aun que su presencia se da en altura
media con promedio de 4 a 6 metros, posee un sistema radicular poco
profundo con raíces dispuestas en forma radial, por otro lado el Conocarpus
erectus (mangle botón) se encuentra más en partes elevadas con sustrato
arenoso y menos salados en comparación a las dos especies anteriores, es
considerado una especie de manglar de tipo arbustivo que puede alcanzar de 5
a 7 metros de altura, y el menos conocido y algunas veces confundido es el
mangle negro (Avicennia germinans) la cual es la especie más tolerante a
condiciones climáticas y edáficas rigurosas, por esta razón esta especie en
ciertas zonas costeras resulta ser una especies dominante exclusiva situación
en ambientes marginales y suelos con alta concentración salina.
Estatus actual de los manglares de México
Presiones y amenazas
Las actividades humanas constituyen la principal amenaza para los manglares.
Entre las principales actividades humanas están la destrucción del hábitat, la
contaminación y la sobreexplotación de los recursos.
La falta de planificación del desarrollo urbano, industrial y turístico, así como
del desarrollo agrícola, ganadero y acuícola, han desplazado y reducido
extensiones considerables de manglares. Los desechos sólidos urbanos,
contaminantes industriales, pesticidas y fertilizantes agrícolas, derrames de
petróleo, etc., así como las modificaciones a las condiciones hidrológicas han
tenido un gran impacto sobre los manglares. La sobreexplotación de algunas
especies altera substancialmente la composición, estructura y función de este
ecosistema.
Distintos estudios a nivel internacional señalan que la recuperación de un
manglar que ha sido severamente dañado puede tomar muchos años (como
cuantos años serian) cuando es esto posible; en muchas ocasiones la pérdida
es total e irreversible (Loyche y Fortuna, 2003, FAO 2007b, Duke, et al. 2007).
Externalidades positivas y negativas de la deforestación de manglar
En el ámbito favorable solo se benefician los prestadores de servicios
principalmente hoteleros que desean cubrir la demanda de cuartos por el
atractivo turístico que representa Mahahual, así mismo poseedores de predios
particulares tiene la práctica común de deforestar el manglar a beneficio
positivo particular de creación de muelles o con la finalidad de dragar para
rellenar sus predios particulares.
En las externalidades negativas podemos externar como punto principal la
pérdida del nicho ecológico de una gran diversidad de fauna de la región,
endémica y migratoria en el caso de las aves, la perdida de hábitat para los
primeros estadios de peces arréciales, la perdida de la estructura de las dunas
costeras características de las costas del Caribe Mexicano la cuales se azolvan
por falta de las raíces adventicias principalmente de Rhiziphora mangle que
dan cuerpo a las zona costera continental, así mismo otro aspecto dañino es
que se pierde el servicio ambiental de filtración y descomposición de la materia
orgánica la cual aporta nutrientes a la zona marina necesaria para el flujo de
materia y energía al sistema completo y ecosistemas aledaños.
Externalidades del turismo
De manera negativa aun con los esfuerzos del ecoturismo para minimizar las
huellas que deja el turismo en el medio ambiente en Mahahual, es necesario
para los centros turísticos la demanda del agua, la cual a solo poseer agua
salada y estar lejos las zonas de agua dulce que puede ser escasa. Por otro
lado el tráfico vehicular y a pie puede impactar en la vida silvestre y en el
ecosistema. Con el tiempo, el deterioro del medio ambiente puede disminuir la
atracción de turistas a una zona.
Por otro lado positivamente muchas veces se pasan por alto los beneficios del
turismo al medio ambiente. Los países pueden usar el turismo como un motivo
para conservar el ambiente y, por ejemplo, crear parques nacionales.
Los precios de entrada de los parques ayudan a hacer cumplir las normas de
conservación de los mismos. Los sitios declarados como patrimonios
culturales, como los de la UNESCO, son atracciones turísticas internacionales
y tienen reglas estrictas de conservación. El turismo también
ofrece oportunidades educativas para aprender sobre el medio ambiente.
Normatividad y legislación para la protección de los manglares en México
NORMA Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Es una protección ambiental-especies con algún estatus de protección o
característica especial como amenazadas, en peligro de extinción y/o nativas
de México de flora y fauna silvestres. Categorías de riesgo y especificaciones
para su inclusión, exclusión o cambio lista de especies en riesgo cada
determinado tiempo. Tales componentes para bióticos la región de la península
incluyen por el ejemplo al venado rojo o temazate, tapir, tepezcuintle, nauyaca,
boa, olpoch, faisán Lagarto, tortuga, manatí (en peligro de extinción) por parte
de las especies animales y el chit, el guano, las cuatro especies de mangle de
la región botoncillo, rojo, blanco y negro estas mencionadas dentro de las más
representativas del ecosistema asociado.
NORMA Oficial Mexicana NOM-022-SEMARNAT-2003.
Es una norma que establece las especificaciones para la preservación,
conservación, aprovechamiento sustentable y restauración de los humedales
costeros en zonas de manglar en función de su aplicación de carácter federal
para el desarrollo de zonas habitacionales, turísticas en donde predomine este
importante ecosistema. En él se engloban como especies acordes a la
comunidad de los manglares particularmente a las cuatro especies de manglar,
Avicennia germinans, Conocerpus erectus, Rhizophora mangle y Laguncularia
recemosa las cuales conforman a la estructura principal del ecosistema de
manglar.
SANCIONES DEL CODIGO PENAL FEDERALPROFEPA
Artículo 420 Bis.- Se impondrá pena de dos a diez años de prisión y por el
equivalente de trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente: como
primer punto dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros
o pantanos; como segundo punto dañe arrecifes; en tercer lugar Introduzca o
libere en el medio natural, algún ejemplar de flora o fauna exótica que
perjudique a un ecosistema, o que dificulte, altere o afecte las especies nativas
o migratorias en los ciclos naturales de su reproducción o migración, o como
cuarto punto provoque un incendio en un bosque, selva, vegetación natural o
terrenos forestales, que dañe elementos naturales, flora, fauna, los
ecosistemas o al ambiente.
Se aplicará una pena adicional hasta de dos años de prisión y hasta mil días
multa adicionales, cuando las conductas descritas en el presente artículo se
realicen en o afecten un área natural protegida, o el autor o partícipe del delito
previsto en la fracción IV, realice la conducta para obtener un lucro o beneficio
económico.
Estudio de caso manglares y nuevas zonas turísticas caso “Costa Maya”
en el estado de Quintana Roo
Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Costa Maya.
El programa de ordenamiento territorial Costa Maya entró en vigor en el año
2000 y se actualizó en el año 2006 con la autorización de la tercera parte de los
actuales comercios hoteleros y restauranteros, se contempla la protección de
manglares y en la normativa de da carácter de apego y compatibilidad con el
manejo adecuado para flora y fauna y ninguna otra actividad ajena a esta. Pero
en la actualidad con el paso del huracán “Deen” en el 2007 devastó la zona
turística rustica en aquel entonces de Mahahual, Quintana Roo, y una vez
estimado el costo de los daños se tendía a aprovechar la destrucción de la
vegetación para la creación de un complejo turístico como el de Cancún en el
norte del estado, por otro lado la población desconocía que la función y el ¿por
qué? Que el manglar quedara destruido, fue por cumplir con la función de
barrera protectora ante el embate de los vientos, misma vegetación que al paso
de los dos años siguientes ya se había restaurada, pero con la recuperación de
caminos y el desarrollo del nuevo ordenamiento de Mahahual se obstruyeron
pasos de flujo de corriente lo que ya no permitía una escorrentía adecuada
para el mantenimiento de la vegetación la cual en la actualidad sobrevive con la
ayuda de los periodos de lluvia y sus características flexibles de adaptación de
temporadas secas e inundadas.
Valor de los manglares en función a pesquerías
Asignar valores monetarios a recursos naturales, en particular para obtener
valores de no uso, es complicado y además riesgoso ya que por lo común no
se cuenta con todos los elementos para la valoración, y se tiende a subvaluar
todo el ecosistema. No obstante, asignar valores para usos directos e
indirectos de los recursos y servicios del ecosistema es de suma importancia
para medir parcialmente los beneficios económicos derivados de éstos.
Los manglares son pilares del ciclo de vida de una gran diversidad biológica:
proveen hábitat, lugares para apareamiento y reclutamiento, así como
nutrientes. Una gran variedad de peces y moluscos comerciales o no
comerciales depende de los bosques costeros, sobre todo para sobrevivir su
estadio juvenil. Invariablemente, cuando un bosque de mangle es talado hay
una disminución de la pesca local.
Diversos estudios han tratado de calcular el aporte monetario de los
ecosistemas costeros a las economías mundiales, con el propósito de evaluar
las consecuencias económicas del cambio de uso de suelo. De acuerdo con
Costanza y colaboradores (1997), los manglares generan alrededor de us$466
por hectárea al año. Sin embargo, conforme se ha contado con mayor acceso a
información, las estimaciones del valor de estos servicios han aumentado; por
ejemplo, Acharya y colaboradores (2002) calcularon que la producción
pesquera de los manglares asciende a más de us$1 500 por hectárea al año.
Estos cálculos, hechos hace más de un lustro, demuestran valores superiores a
aquellos contemplados por muchos gobiernos a manera de restitución de
daños causados a ecosistemas de manglares, ya sea por desarrollos
inmobiliarios o por granjas acuícolas.
Valor económico de los manglares en México
En México el valor fijado como costo de restauración de manglares por la
Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en 2006 fue sólo de us$1 020 por
hectárea. Valores tan bajos permiten a inversionistas hacer uso de amplias
extensiones de tierra y modificar todo el ecosistema.
Recientemente Aburto y colaboradores (2008), utilizando una amplia base de
datos pesqueros y geográficos, han estimado que el valor de los servicios que
proveen los manglares a las pesquerías es de alrededor de us$37500 por
hectárea cada año. Los manglares del golfo de California mantienen a más de
26 pesquerías de alto valor económico, incluyendo pargos, robalos, chanos,
jaibas, lisas, mojarras y bagres, entre muchas otras especies de valor
comercial. Los investigadores llegaron a estos resultados a través de una
combinación de estudios de campo, análisis geográficos y valoraciones
económicas, y encontraron que trece regiones costeras del golfo de California
produjeron un promedio de 11500 toneladas anuales de peces y jaibas
derivadas de los manglares entre los años de 2001 y 2005; generando un
promedio anual de 19 millones de dólares para los pescadores locales. Los
investigadores determinaron que una hectárea de mangle rojo en el golfo de
California el manglar de franja que está directamente en contacto con el mar
mantiene una productividad pesquera anual de unos us$37500.
Como parte del interés que arroja el capital natural calcularon el valor de largo
plazo del ecosistema de manglar rojo que en un periodo de 30 años (tiempo
equivalente a una generación humana) será superior a los us$600000. Los
resultados de Aburto y colaboradores (2008) sugieren valores superiores para
los manglares, comparados con evaluaciones anteriores, lo cual puede ser
relevante en las decisiones futuras para el desarrollo del golfo de California; si
los manglares fueran transformados por algún tipo de desarrollo, los usuarios y
pobladores que dependen de los servicios que prestan estos ecosistemas
deberán ser compensados.
Valor de los ecosistemas en México, sanciones dadas por la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La sanción fijada por la SEMARNAT para quien destruya estos ecosistemas
imposibles de reforestar es de 10 mil pesos por hectárea
De mantenerse la actual tasa de pérdida de manglares, que es de entre 1.1 y
2.5 por ciento al año es entre 11 mil y 22 mil hectáreas anuales, en 2025 habrá
la mitad de las 800 mil hectáreas existentes, cantidad que equivale a 45 por
ciento de la superficie que México tenía originalmente, afirma un estudio del
Instituto Nacional de Ecología (INE).
Aunque la vegetación de los manglares no se puede recuperar ya que
constituye una protección natural ante los huracanes, la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) estableció una sanción de 10 mil
pesos por hectárea a quien la destruya.
Luego de que la dependencia modificó la norma de manglares que entró en
vigor en 2003, tras años de estudio de especialistas para establecer
mecanismos de protección a esa vegetación milenaria que es imposible
reforestar, estableció en 2004 un pago “por compensación” que este año quedó
en sólo 10 mil pesos.
En una evaluación preliminar sobre las tasas de pérdida de superficie de
manglar en México, el INE, organismo desconcentrado de la SEMARNAT,
detalla que los manglares son sistemas que se encuentran en los límites del
continente y las aguas oceánicas, en los cuales habita gran variedad de flora y
fauna. Son fuente de alimentos de peces y mariscos, y generan recursos
forestales.
Se localizan en bahías, lagunas, esteros y en ciertas áreas en la línea de costa,
así como en las desembocaduras de los ríos. El estudio precisa que “son
fundamentales para las actividades productivas, pues aseguran la
sustentabilidad de la pesca regional y constituyen zonas de desove y crianza
de especies de importancia comercial”.
Además tienen un papel importante en la protección y seguridad de las costas,
ante el impacto de huracanes y tsunamis. Sumado a ello, indica que son
determinantes en el control de la erosión costera, ayudan a estabilizar la línea
de costa y contribuyen a la formación de suelo por la acumulación de los
sedimentos que quedan atrapados en las raíces.
Explica que las fuentes de deterioro son variadas y dependen de cada lugar,
aunque en México las perturbaciones principales son la construcción de
infraestructura turística, sustitución por campos de cultivo y potreros,
camaronicultura, asentamientos humanos y actividad petrolera.
De acuerdo con la evaluación de cada entidad sobre el índice de pérdida anual
de manglares, el documento indica que en la zona del océano Atlántico en
primer lugar está Tabasco, con una tasa de 3.21 por ciento al año, seguido de
Quintana Roo, con 2.52 por ciento. Mientras del lado del Pacífico está en
primer sitio Chiapas, con 3.56 por ciento, seguido de Nayarit con 2.46 por
ciento.
Por su parte, Greenpeace precisa que los manglares generan beneficios
ambientales que equivalen a entre 200 mil y 900 mil dólares al año por
hectárea, y parte del dato de que existen 886 mil hectáreas para señalar que
los beneficios que esa vegetación aporta equivalen a 177,352 millones de
dólares al año.
Afirma que en el país 70 por ciento de pesquerías costeras dependen de los
manglares, los cuales son área de desove y crianza de múltiples especies.
Valor del manglar con base a otros servicios ambientales
Muchos son los servicios provistos por los manglares al hombre que podrían
ser cuantificables monetariamente; entre los más importantes o notorios se
encuentran la regulación de perturbaciones, el abastecimiento y regulación de
agua, la formación de suelos, el tratamiento de desechos y la producción
alimenticia, así como servicios recreativos y culturales. De manera
sorprendente, son los valores indirectos los que repercuten y los más
productivos, en términos económicos, para el hombre. Uno de gran
importancia, especialmente para las comunidades costeras, es el manejo de
desechos en el agua. A nivel mundial se estima un valor de us$6700 por
hectárea al año, y para muchas ciudades de nuestro país, el ahorro ocasionado
por los servicios sanitarios prestados por los manglares supera los us$200 000
al año.
Por otro lado, se calcula que la protección de costas de las tormentas, ciclones
y tsunamis, a nivel mundial es de alrededor de us$3000 por hectárea. Durante
el tsunami que sacudió el sureste asiático en 2004, aquellas poblaciones
ubicadas en zonas con manglares sin perturbaciones importantes sufrieron
pérdidas humanas mucho menores que aquellas en donde los manglares
prácticamente ya no existen. Los manglares sirven como doble protección; la
primera franja de mangles, que casi siempre son los rojos, gracias a su
flexibilidad y raíces enredadas absorbe el impacto de las olas, mientras que la
segunda franja de mangle negro funciona a manera de un muro que resiste
gran parte de los embates del mar agitado.
Valor económico para reforestación de manglares
La reforestación de manglar es complicada, ya que cada especie requiere
condiciones físico-químicas particulares que se encuentran interconectadas
con la presencia de otras especies de plantas en las zonas de inundación. Este
tipo de reforestación es un proceso difícil debido a que este ecosistema
requiere muchos años para alcanzar la madurez estructural (aproximadamente
50 años), y no se tiene el conocimiento suficiente para asegurar un éxito
elevado; normalmente se plantan las especies incorrectas en lugares
incorrectos.
Se ha reportado que los costos para restaurar exitosamente tanto la cobertura
vegetal y las funciones ecológicas de un bosque de mangles varían entre
us$3000 y us$510000 por cada hectárea, dependiendo del plan de
reforestación que se realice. Éstas son obviamente cantidades prohibitivas para
la mayoría de los países que quieren restaurar manglares dañados.
Medidas de protección y conservación para los manglares de México
El crecimiento del turismo y su relación con los manglares es lo que este
estudio de percepción pretender dar a conocer para la zona turística del
Mahahual ya que las zonas de manglar, estuarios, arrecifes y pantanos entre
otros poseen una estrecha relación entre de la cual dependen económicamente
muchos de los pobladores de la llamada hoy Costa Maya. La riqueza natural
costera comparte espacio con distintas actividades económicas del cual
destaca para la zona sur del estado la turística de bienes y servicios. Las
ventajas económicas generadas por el turismo en México no reflejan este
privilegio en lo más mínimo un punto de equilibrio entre lo obtenido
económicamente y lo preservado de quienes se benefician.
De hecho, según un estudio, Francia es el país más visitado en el mundo con
75 millones de visitantes/año (y es cuatro veces más pequeño que México y
con solamente 2,000Km de litoral), el segundo es España (52,5 millones de
visitantes). México se encuentra en séptimo con solamente 18,7 millones de
visitantes, a pesar de tantas costas, historia y cultura. La oportunidad
económica del sector turístico es enorme: España acumula 33 000 millones de
dólares, Francia 30 000 millones de dólares y México, menos de 9 000 millones
de dólares.
A pesar del conocimiento de estos datos, hoy en día las reglas jurídicas
mexicanas en relación al medio ambiente: Manglares, playas, costas, etc. están
desordenadas pues, no existe un esquema técnico y jurídico eficiente. La
explotación de los recursos naturales y el acelerado crecimiento de algunas
actividades económicas no coinciden en un modelo de desarrollo sustentable,
lo que trae consigo problemas de saturación y contaminación del medio
ambiente, así como sobre explotación de los recursos naturales y conflictos
derivados de la competencia por espacio y recursos. Lo cual perjudica al
turismo.
Mahahual fue fundado a principios de 1990 y su población se incrementó en un
89% a partir del año 2000. (INEGI 2000, 2005). Actualmente, la principal
actividad económica promovida por el gobierno en la zona es el turismo, lo cual
está cambiando rápidamente el paisaje local, transformando ecosistemas como
los bosques de manglar y dañando ambientes marinos, con el aumento de la
infraestructura turística (caminos, cuartos de hospedaje y puertos).
CONCLUSIÓN
Podemos concluir que en la actualidad los manglares en el mundo y México
poco han sido recuperados, pese a las acciones de programas de respaldo de
investigación, por otro lado trabajo en el caso del territorio nacional como
“Manglares de México” como el organizado por la CONABIO e intelectuales en
el tema hicieron un estudio con instrumentación satelital y de campo para
conocer en una profunda investigación que en referencias como la de
Snedaker en 1991 México tenía alrededor de 1,420,200 ha de bosque de
manglar y en el 2005 la FAO reporta 914, 610 ha de la cobertura nacional, lo
cual aun habiendo algún margen de error de información es una diferencia de
reducción alarmante aunado a esto el “bang” del turismo en México dio sus
inicios en los años 80´s con Loreto en el norte del país y el corredor Cancún-
Tulúm en el sureste del territorio nacional, por tal en comparación con el valor
del manglar según CONAFOR en el 2006 de 1,020.00 dólares por hectárea, los
programas de subsidio que van desde los 5000.00 pesos mexicanos y los
4,333.33 pesos que perciben por mes anualmente los pobladores entre
temporadas altas y bajas, hay una desigualdad aunada a la falta de información
para implementar la conciencia y protección al manglar.
Se debe establecer un parámetro homólogo en dólares siendo en conclusión el
valor agregado de los manglares en pesos para la población que sean
permisibles a ingresos que la nación posee para acceder a ellos después de
una capacitación de la importancia del ecosistema. Con las propuestas
anteriores presentadas en relación a la logística que requiere mayor
profundidad y a los procesos burocráticos consolidar la parte inicial de la
solución al problema planteado tomaría de muchas décadas y son muy
someras las buenas intenciones para lograr una restauración más real.
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