Lo que hay que saber sobre el autismo infantil.docx

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Lo que hay que saber sobre el autismo infantil La psicóloga y psicoanalista Silvia Morici, especialista en niñez y adolescencia, aclara un panorama cada vez más confuso, en el que se mezclan las nuevas problemáticas de la infancia con un exceso de medicalización que, muchas veces, etiqueta y patologiza a niños que están en pleno proceso de maduración y desarrollo. El rol de los padres y la importancia de escuchar y atender lo que el chico quiere "contar" o advertir sobre sí mismo. FOTOS (1) < > [2013-12-04] En la década del 40, aparece por primera vez en la bibliografía psiquiátrica, el término Autismo infantil precoz. Desde esa época hasta nuestros días, mucho se ha avanzado en el conocimiento de este cuadro que afecta a un grupo de niños no específico. Existen controversias entre distintas ópticas psiquiátricas y psicológicas sobre la incidencia del autismo en la población

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Lo que hay que saber sobre el autismo infantilLa psicloga y psicoanalista Silvia Morici, especialista en niez y adolescencia, aclara un panorama cada vez ms confuso, en el que se mezclan las nuevas problemticas de la infancia con un exceso de medicalizacin que, muchas veces, etiqueta y patologiza a nios que estn en pleno proceso de maduracin y desarrollo. El rol de los padres y la importancia de escuchar y atender lo que el chico quiere "contar" o advertir sobre s mismo.FOTOS (1)

[2013-12-04] En la dcada del 40, aparece por primera vez en la bibliografa psiquitrica, el trmino Autismo infantil precoz.

Desde esa poca hasta nuestros das, mucho se ha avanzado en el conocimiento de este cuadro que afecta a un grupo de nios no especfico.

Existen controversias entre distintas pticas psiquitricas y psicolgicas sobre la incidencia del autismo en la poblacin infantil. Es decir, no todos los profesionales que se ocupan de la salud infantil, piensan lo mismo en cuanto a la frecuencia con la que se encuentran estos casos en los hospitales o en los consultorios.

Algunos le atribuyen un aumento en los tiempos contemporneos, y otros consideran que hay otros problemas de mayor relevancia que sufre la infancia, como la violencia familiar, el maltrato infantil, dificultades escolares y trastornos de conducta.

Sin embargo, no hay duda que hay un nmero de nios que lo padecen, y que es importante conocer cmo se expresa para poder reconocerlo. Pero siempre teniendo en cuenta que no podemos hacer generalizaciones, sobre todo cuando las expresiones sintomticas surgen durante la infancia.

Esto es porque el nio est en pleno desarrollo de sus capacidades madurativas y posee una enorme flexibilidad en sus mecanismos psquicos, ya que est en los momentos donde su mundo emocional se est armando.

La infancia se caracteriza por ser un proceso en movimiento permanente donde el nio va a ir adquiriendo da a da nuevos logros y desarrollando nuevas capacidades. Es el momento del hacer, del realizar, de crear.

Al contrario de lo que nos ocurre a los adultos, que somos sujetos que hemos alcanzado "la madurez" de nuestros recursos, y nuestra personalidad ha sido desarrollada.

Este concepto, de entender que un nio no es un sujeto ya completado, sino que est en pleno proceso madurativo, es bsico para comprender todas las expresiones de la infancia.

Y esto hace que el nio tenga una enorme capacidad de cambio, algo que el adulto fue perdiendo por el anquilosamiento propio del crecer y madurar.

Es por ello que cuando un nio comienza a demostrar expresiones sintomticas es que hay que entender que simplemente nos est alertando que algo no est andando bien en su interior. Que algo le est pasando, o algo lo est perturbando y, en primer lugar, lo que tenemos que hacer es escucharlo. No prejuzgarlo, ni acudir rpidamente a que lo etiqueten con algn "trastorno conductual". Slo tenemos que escucharlo con atencin. Y si an no adquiri el lenguaje, aguzar nuestra observacin y entender que el nio no parlante nos va avisar que algo no anda bien a travs de alguna expresin somtica, o estados de angustia o de llanto inmotivado, o de repliegue en s mismo, etc.

Cualquiera sea la forma que adquiera aquello que est perturbando al nio, habr que comprenderlo como un signo de llamada al adulto para que lo asista en su padecer. Y habr que evaluar si es una expresin momentnea o permanente para que esta llamada se convierta en un signo de alarma.

Pero en ningn caso olvidar que en la infancia todo est por hacerse, y que no existen estados estancos, ya que el nio se est armando como sujeto. No es un sujeto acabado.

Que aquello que le est pasando estar relacionado con su historia, con el vnculo singular que se establece entre un nio y sus padres, quienes adems estn insertos en sus propias historias, y todos atravesados por acontecimientos azarosos imprevisibles, que pueden haber coincidido con momentos claves en el desarrollo de ese nio.

Por ejemplo, un chico puede haber sido deseado y esperado con amor, pero, por ejemplo, fallece el padre de la madre durante la gestacin. Es probable que una madre que debe atravesar un duelo mientras gesta un beb va a estar impactada por la prdida dolorosa y le costar conectarse con el mismo.

Este ejemplo muestra hasta qu punto el devenir del desarrollo de un chico depende de una multiplicidad de factores contextuales (acontecimientos azarosos), el medio ambiente (el estado madurativo y afectivo de la pareja parental), la salud emocional de los adultos cuidadores y el grado de sostn ambiental de toda la familia (carencias, enfermedades, etc).

Una vez que comprendemos que el nio depende de su ambiente y de su historia para desarrollarse hacia la salud y la madurez, es que podemos comprender que las expresiones sintomticas de la infancia son modos que tiene el nio de avisarnos que alguno de estos factores, o todos, no estn funcionando satisfactoriamente.

Desde esta ptica, cuando decimos que un nio padece autismo, en realidad slo estamos describiendo un modo particular de sufrir, el cual debemos descifrar.

El Autismo, as denominado por el psiquiatra infantil Kanner, es una descripcin de un conjunto de expresiones sintomticas en el nio. Describe bsicamente cuando un nio no se conecta con los dems, elige la soledad antes que la compaa, y se comienza a aislar del mundo. Esta actitud puede comenzar tempranamente, inclusive siendo un beb.

Cuando esto ocurre, si un nio comienza a replegarse sobre s mismo, y se muestra desinteresado del mundo circundante, algn motivo posee, aunque nos resulte enigmtico .

En todos los casos habr que consultar a un profesional especializado en psicopatologa infantil para ahondar en el mundo interno del nio y entender, como dijimos antes, los mltiples factores que puede haber tenido lugar en este nio en singular.

Es importante que los padres entendamos que cuando un hijo nos muestra una forma de padecer, no nos est diciendo que somos los culpables de ello. Nos est diciendo que no tiene otra forma de hablarnos de su sufrimiento y que sin nuestra ayuda, lo dejaremos solos en su padecer.

Si logramos no sentirnos culpabilizados porque nuestro hijo no sali perfecto, como inconcientemente esperbamos, sino que tambin tiene derecho a sentirse mal o sufrir, vamos a poder acudir en su ayuda y escucharlo o consultar con un especialista.

Vivir realmente es un arte que, en general, nos sale bastante mal. No somos perfectos y nuestros hijos no tienen porqu serlo tampoco.

Admitir que un hijo sufre muchas veces es lo nico que podemos hacer, pero esto ya es una gran cosa. Porque si no lo admitimos, dejamos a un nio sumergido en su sufrimiento.

Autismo, no

En los ltimos aos , a travs de los medios de comunicacin y de investigaciones pseudos cientficas se han propagado siglas para denominar el padecer en los nios. Esto comenz cuando un manual de clasificacin de los trastornos mentales (DSMIV), proveniente de USA, difundi una serie de trastornos con siglas como: TGD, ADD, ADHD; TOC; TOD; Bipolaridad y nuevamente el Autismo.

Desde esta ptica, todos estos supuestos trastornos no son ms que una serie de conductas clasificadas con sintomatologa coincidente. Por ejemplo, aparecen los Trastornos de espectro autista, donde cualquier chico levemente o muy aislado, o que habla ms tarde de lo esperado, puede entrar rpidamente en este espectro y ser etiquetado como autista.

Lo ms grave de esta ptica no slo radica en el etiquetamiento precoz de un nio, sin conocer los motivos por los cuales se expresa de esta manera, sino que lo que el DSMIV plantea es que estos trastornos son de raz bilogica. De esta manera la teraputica bsica es la psicofarmacolgica.

Entonces, desde esta lnea se lo deja de escuchar al nio, porque se le presupone un trastorno biolgico, NO demostrado, que requiere de indicacin de psicofrmaco.

Actualmente, estudios que provienen de USA informan que cada vez se est medicando a nios cada vez ms tempranamente, desde los dos aos de edad .

Esto es grave, ya que son psicofrmacos de los cuales no se sabe cul puede ser el efecto de administracin a largo plazo y desde tan temprano. As como todos tienen efectos secundarios, que podran traer afecciones secundarias tanto somticas, como cardiolgicas , metablicas, como psquicas imprevisibles.

Es importante estar alertados sobre este empuje a medicar a los nios que se ha instalado en la cultura, de la mano de pediatras, neurlogos , psiquiatras y psiclogos, que han cedido a la presin del pseudocientificismo que proviene del pas del norte, la cuna de la la industria farmacutica.

Como conclusin recordemos que los nios dependen de los adultos para crecer, desarrollarse y ser escuchados. Si nosotros les negamos nuestra escucha y sentido comn, los dejamos expuestos a recursos que promueven el facilismo y la ilusin que una pastilla puede aliviar todo sufrimiento, cuando en realidad slo se "adormece" o reprimen sus formas de hacernos saber que estn sufriendo.

Y, privados de nuestro sostn, los dejamos librados al pseudosostn de las drogas, livianamente llamadas legales.