La española-inglesa

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La Española Inglesa Cuento electrónico basado en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra

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La Española Inglesa Cuento electrónico basado en la novela de Miguel

de Cervantes Saavedra

Clotaldo se lleva

a una niña de España hacia

Inglaterra.

De la ciudad de Cádiz, Un

Caballero Ingles llamado Clotaldo

llevó consigo una niña de 7 años,

encantado por la incomparable

hermosura que poseía esa

pequeña de nombre Isabela. Llegó

a Londres y entregó aquel tesoro a

su esposa Catalina.

En aquella casa todos eran

católicos en secreto y los señores tenían ya un hijo de 12 años llamado

Ricaredo. Criaron a la pequeña como hija propia y le enseñaron su lengua,

a leer, escribir, así como todas las cosas de labor que debe saber una

doncella y la instruyeron en la música. Su voz encantaba cuando ella

entonaba una canción.

Ricaredo desde adolescente

cae enamorado y fascinado

por toda la belleza y las

virtudes de Isabela.

Con los años, todas las cualidades

de la joven Isabela consiguieron

llamar la atención de Ricaredo. Al

principio su cariño se limitaba a

complacerse de ver la belleza y las

gracias de la niña, pero, al pasar el

tiempo, dejó de amarla como a una

hermana y ahora deseaba gozarla

y poseerla mediante el matrimonio.

Ricaredo enferma y declara su amor a Isabela.

Los padres de Ricaredo querían casarlo con una dama escocesa, así que

él perdió las ganas de vivir, pues, aun siendo querido y valorado por todos,

no aceptaba vivir sin Isabela a su lado. Cayó enfermo y lo médicos no

acertaban a curarlo. Pero Ricaredo pensó que dejarse morir sin declararle

su amor a Isabela era cobarde,

así que le dijo a ella lo que sentía.

Un día, Isabela entró a servirle y

él le habló:

-Hermosa Isabela, tu virtud y

grande hermosura me tienen

como me ves, si no quieres que

deje la vida y si así lo deseas,

cumple mi deseo de convertirte en

mi esposa, con la bendición de la

Iglesia y será bastante para

darme salud y mantenerme

alegre.

Isabela al escucharlo, le comunicó

que ella estaba de acuerdo en lo

que dijo, que agradecía todo y

que deseaba lo mismo que él.

Presentan a Isabela con la

reina para pedir el permiso

y los gastos para casarse.

Fue así como los padres de Ricaredo aceptaron organizar su boda, pero

antes debía autorizarlo la reina de Inglaterra, así que llevaron a Isabela a

presentarla a la reina para obtener el permiso. Peinaron el rubio cabello de

la joven y lo adornaron con diamantes y perlas, fue ataviada con un

hermoso vestido verde bordado con diamantes y perlas escrutadas, le

pusieron un bello collar. Fue vestida como lo

que iba a ser, la esposa de Ricaredo.

Se presentó ante la reina, ocultando su

enseñanza católica, pues la reina pertenecía

a la Iglesia Anglicana. Se comportó como

una dama que fue criada para ser la esposa

de Ricaredo, pero debido a toda su belleza,

sus virtudes, talentos y cualidades, la reina

quedó tan encantada con ella, que

condicionó a su amado a probar ser digno de

la bella niña, pues en ese momento no

merecía el honor de desposarse con Isabela.

La reina dio una condición para aceptar la boda: Ricaredo iría

de corsario, una tarea muy peligrosa.

Ricaredo aceptó la condición solo porque así tendría a Isabela. Mientras

ella vivía con la reina, el enamorado partiría al mar y debía volver exitoso

para ganar a su esposa.

Ya en el mar, el viento llevó su barco a España, donde encontraron unos

navíos turcos, a los cuales vencieron sin problema y, para su fortuna, en

ella encontraron un tesoro con tantas riquezas que serían suficientes para

volver como un héroe. Ricaredo liberaró a los españoles cautivos en la

nave, a excepción de una pareja que le pidió que la llevara con él a

Inglaterra para buscar a su

hija que fue secuestrada

hacía años. Ricaredo volvió

victorioso, como un héroe,

ganándose el respeto de la

realeza y le concedieron el

matrimonio con su amada

como fue prometido.

Arnesto enamorado de Isabela,

desafía a Ricaredo a un duelo por

su amor.

Sin embargo, en el tiempo que Ricaredo

estuvo fuera, un conde de nombre

Arnesto se enamoró de la belleza de

Isabela y aprovechando su título social,

pidió, a través de su madre, que la joven

le fuera concedida como esposa, pero la

reina no lo aceptó, debido a que ya

estaba prometida a Ricaredo. En un

arranque de furia, Arnesto retó al

enamorado a un duelo por el derecho de

Isabela, sin embargo Ricaredo dijo que

no se ganaba el amor de Isabela por

pelear, aunque aceptó el duelo por su

honor, pero Arnesto fue encarcelado por

su comportamiento.

Envenenan a Isabela y la salvan con medicamentos, pero

hubo consecuencias; perdió su belleza y quedó muy “fea”.

La afligida madre de Arnesto decide que la

mejor opción para acabar con la pena de

su hijo era acabar con la vida de Isabela.

Le da a beber un té envenenado. La reina

manda a sus médicos y le dan tal cantidad

de antídotos conocidos que trae horribles

consecuencias; como la caída de cabello,

rostro hinchado y ojos sin vida. Ricaredo,

sin embargo, la aceptó como estaba,

diciendo que ella no había perdido sus

virtudes y cualidades, y le jura su amor

eterno.

Isabela es llevada a España, mientras Ricaredo iba a ser

casado con una princesa escocesa.

Los padres de Ricaredo piensan que una fea Isabela no es apropiada como

esposa, así que la mandan a España con sus padres mientras traen a una

bellísima princesa escocesa para casarla con su hijo. Ricaredo le pide a

Isabela que le de dos años,

que lo espere para que

estén juntos y que él

arreglaría todo.

Isabela vuelve a Cádiz con

regalos de la reina, pero

con su desagradable

apariencia, solo con el

cariño incondicional de sus

padres y la esperanza de

volver con Ricaredo.

Llega una carta para Isabela donde

le mencionan la noticia de que

Ricaredo había muerto.

Con el paso de los meses la natural belleza

de Isabela renació, así como su salud se

recuperó y su cabello creció, por lo cual

volvió a ser la maravilla que era antes.

Esperaba por su amado mientras llegaba el

plazo que establecio Ricaredo, pero le llegó

una carta de los padres de éste, donde le

decían que él había muerto. Isabela, aún sin

poder creerlo, decide que será mejor dedicar

su vida a Dios y prepara todo para ser monja

por el resto de sus días.

Ricaredo llega con Isabela como lo había prometido, antes de

que ella se hiciera monja y estuvo con ella mucho tiempo

más.

En el mismo momento en que Isabela se convertiría en monja,

oportunamente llega un cansado y desaliñado Ricaredo a reclamar el

derecho que tiene sobre Isabela, donde ella lo reconoce y se alegra como

nunca antes en su vida. Ricaredo explica en ese momento todas las

desventuras que vivió para llegar con su amada. Refiere que viajó a través

del viejo continente tratando de reunirse con ella y que se reencontró con

su viejo adversario Arnesto en mitad del camino, quien le disparó y lo dejó

por muerto. Dice cómo logró sanar sus heridas, y cuenta cómo fue

capturado por los turcos y rescatado con ayuda de los hombres que él

dejara libres y también de viejos amigos españoles. Así logró llegar hasta la

ciudad donde lo esperaba Isabela y pudo al fin estar con la mujer que

amaba por el resto de su vida. FIN

Grupo 419 Equipo 4 Acosta Alonso Diana Valeria Arizmendi Chávez Uriel Fonseca Sánchez Diana Gabriela Hernández Almanza Diego Jiménez García Luisa Fernanda. Murguía González Jéssica Noemí Ramos Aguilar Daneyra Roldán Juárez Samanta Vargas Manuel de Jesús Vilchis Macías Erick Hazel Profesora: Guadalupe Oralia Meléndez Rodríguez