La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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T.S. Eliot

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Esta edición conmemora el 35 Aniversario de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria y es el homenaje que la UANL

y un grupo de escritores de lengua española hace a Alfonso Reyes en su faceta de traductor y en el centenario

de la escritura de Visión de Anáhuac. A la vez celebramos el centenario de la primera publicación del poema “The Love Song of J. Alfred Prufrock”, de T. S. Eliot.

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La canción de amor de J. Alfred Prufrock

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La canción de amor de J. Alfred Prufrock

T. S. Eliot

Versión y prólogo de Hernán Bravo Varela

“El dilema de Prufrock”, de John Berryman Traducción de Rafael Vargas

“El canto de amor de J. Alfred Prufrock” Traducción de Rodolfo Usigli

Page 7: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

Jesús Ancer RodríguezRector

Rogelio G. Garza RiveraSecretario General

Juan Manuel Alcocer GonzálezSecretario Académico

Minerva Margarita VillarrealDirectora de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria

-[\I�MLQKQ~V�]VQ^MZ[Q\IZQI�\QMVM�KWUW��VQKW�ÅV�NWUMV\IZ�MT�QV\MZu[�XWZ�la literatura entre los estudiantes de nivel medio y superior, por lo que no tiene carácter lucrativo.

Edición:Rodrigo Alvarado, Nancy Cárdenas, Diana Garza Islas, Carlos Lejaim Gómez y Martha RamosDiseño de la colección:Marta Hoyos González LunaPortada:Carlos Palomo, composición a partir de la obra Test de la casa, de Marco Arce

Las portadas de los libros que integran la colección El oro de los tigres V están ilustradas con obra del artista Marco Arce.

Primera edición, 2015

© D.R. Universidad Autónoma de Nuevo León© D.R. Thomas Stearns Eliot© D.R. Hernán Bravo Varela, por la versión y el prólogo© D.R. John Berryman, por “El dilema de Prufrock”© D.R. Rafael Vargas, por la traducción de “El dilema de Prufrock”© D.R. Rodolfo Usigli, por la traducción de “El canto de amor de

J. Alfred Prufrock”© D.R. Marco Arce, por la ilustración de la portada

ISBN-978-607-27-0423-7

1UXZM[W�MV�5u`QKW

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DE LA COBARDÍA CONSIDERADA COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES

En su ensayo “El dilema de Prufrock”, John Berryman

KITQÅKI�MT�QVQKQW�LM�¹4I�KIVKQ~V�LM�IUWZ�LM�2��)TNZML�8Z]-

frock” (1915) como la entrada de T. S. Eliot a la mayoría

de edad de lo moderno. Ya desde la primera estrofa, un

señorito apellidado Prufrock invita a un anónimo acom-

pañante a dar un paseo por la ciudad. Pero una compa-

ración cambia de golpe el tono y el paisaje tardíamente

victorianos del inicio: “Hora de irnos, tú y yo, / pues la

tarde se tiende contra el cielo / como un anestesiado en

una plancha”. La caída de la noche, que en la poesía ro-

mántica anunciaba el arribo del sueño y sus quimeras, es

comparada aquí con la postración de un paciente. Del

sueño a la anestesia, del dormitorio al hospital y, en úl-

tima instancia, del gran teatro del mundo inconsciente al

IVÅ\MI\ZW�IVI\~UQKW"�LMT�¹[]I^M�MUJIT[IUILWZ�LM�TI�IT\I�

VWKPM�MV�KITUIº��[MO�V�TI�LMÅVQKQ~V�LMT�[]M}W�PMKPI�XWZ�

John Keats, al cuerpo inerte del crepúsculo, a punto de

[MZ�LQ[MKKQWVILW�XWZ�M[\ZMTTI[�Y]M�JZQTTIV�KWUW�MT�ÅTW�LM�

los bisturíes.

Las elegías de John Donne, el 1VÅMZVW�dantesco y el

Hamlet shakesperiano, Jules Laforgue y W. B. Yeats… To-

dos los espectros tutelares que acompañan a Eliot se disi-

XIV�NZMV\M�IT�KWVWKQUQMV\W�MUXyZQKW�LM�TI�M`XMZQMVKQI�XWZ�

UWZ�LMT�UWZJW��=V�,IV\M�Y]M�I�V�QOVWZI�TW�Y]M�[QOVQÅKI�

estar “en medio del camino de la vida” —un poeta que,

por inseguridad o modestia juvenil, no se ha propuesto ser

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el comediógrafo de lo divino— invita a su acompañante

(que tal vez no sea otro que su propia conciencia) a reco-

rrer el purgatorio de los bajos fondos:

Hora de irnos por calles más o menos desiertas,

murmurantes refugios

de noches ajetreadas en hoteles de paso

y fondas de aserrín y conchas de ostras;

(…)

8WZ�NI^WZ��VW�XZMO]V\M["�¹§9]u�[]KMLM'º

Hora de ir a nuestro compromiso.

¿Cuál es ese compromiso que Prufrock y su acompa-

}IV\M�LMJMV�I\MVLMZ'�5n[�Y]M�]V�KWUXZWUQ[W��[M�\ZI\I�

de la cita que ambos tienen con el confortable tedio de la

madurez, el fracaso u olvido de las promesas de juventud,

los arrepentimientos y achaques de la edad. El alma aven-

turera de Prufrock cede ante el miedo al ridículo, la duda

metódica y las obligaciones de la vida cotidiana: autocon-

\ZWT��LQXTWUIKQI��XZM^Q[Q~V��KQ^QTQLIL��[MV[I\Mb��4I�M[\u\QKI�

tremendista de las primeras estrofas se resuelve en simple

a�TTIVI�IVM[\u\QKI�

)]VY]M�TTWZu�MV�Ia]VI[��I]VY]M�TTWZu�a�ZMKu�

aunque vi mi cabeza (un poco calva) puesta en una charola,

no soy ningún profeta, y no tiene importancia;

he visto mi momento de gloria disiparse,

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9

al eterno Lacayo que sostenía mi abrigo entre risitas

y, en resumidas cuentas, tuve miedo.

*ITILI�LMT�IXWKIUQMV\W��TI�LM�8Z]NZWKS�M[�\IUJQuV�TI�

confesión de sus limitaciones: “no soy ningún profeta, y

no tiene importancia; / he visto mi momento de gloria

disiparse”. A lo largo del poema la voz descarta, uno a

uno, los arquetipos del amor, la poesía, la tragedia, la fe y

la cultura clásica que no pudo encarnar: Don Juan, Orfeo,

Hamlet, Lázaro, san Juan Bautista, Ulises, Odiseo… Cer-

KI�LMT�ÅVIT��8Z]NZWKS�IJIVLWVI�MT�LM[KIZ\M�KWUW�Uu\WLW�

XIZI�LMÅVQZ[M�a�[M�I[]UM�KWUW�]V�KWZ\M[IVW�W�\M[\QOW�\M-

meroso de su propia vida.

¡No! Yo no soy ni estaba destinado a ser Hamlet;

soy de la comitiva, uno que basta y sobra

para engordar la trama, arrancar una escena o tal vez dos,

aconsejar al príncipe; un títere a la mano,

sin duda, comedido, dichoso de ser útil,

diplomático, cauto, escrupuloso;

lleno de grandes frases, aunque algo testarudo;

a veces, en verdad, casi ridículo

y casi, por momentos, el Bufón.

Así como los padres de este Hamlet hiperracional se

LQ[QXIV�[QV�LMRIZ�P]MTTI��\IUJQuV�[M�M[N]UIV�MT�amour fou,

TI[� OZIVLM[� M`XMK\I\Q^I[�� TW[� XZWaMK\W[� LM� I\MV\ILW� I� TI�

razón, a la ley y al sentido común. Habiendo admitido su

Page 11: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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cobardía, orfandad y falta de talento, Prufrock da rienda

suelta a su castigada imaginación para participar de un

UQ\W�Y]M�TW�PI�M`KT]QLW"�MT�KIV\W�LM�TI[�[QZMVI[��8WZ��T\Q-

UI�^Mb��IJIVLWVI�TW[�ZMXIZW[��MT�ÆIOMTW�a�TI�I]\W^QOQTIV-

cia. Presa de un lirismo impetuoso, Prufrock recurre a la

mitomanía, es decir, a la creación y propagación de una

leyenda delirante:

Mar adentro las vi cabalgando las olas,

peinar el pelo blanco de olas encrespadas

cuando el viento que sopla sobre el agua la torna blanca

y negra.

En los cuartos del mar permanecemos

KWV�U]KPIKPI[�LMT�UIZ�KM}QLI[�LM�ITOI[�ZWRI[�a�KINu[�

hasta que nos despiertan unas voces humanas y, entonces,

nos ahogamos.

;IT^W�XWZ�MT�̂ MZ[W�ÅVIT��TW[�LW[��T\QUW[�\MZKM\W[�LMT�XWM-

ma parecen anunciar la vita nuova de Prufrock, el triunfo

de la fantasía sobre los sentidos cruelmente enajenados

XWZ�TI�T~OQKI��,M[X]u[�LM�PIJMZ�L]LILW�[Q�MZI�KIXIb�¹LM�

perturbar al universo entero”; tras preguntarse “¿cómo

podría comenzar, entonces, / a arrojar las colillas de mis

PWZI[�a�VWZUI['º#�PIJQMVLW�IÅZUILW�Y]M�¹PM�UMLQLW�UQ�

vida a cucharadas”; al cuestionarse si “¿Debo prestarme

XMTW'���§;MZu�KIXIb��ZMITUMV\M��LM�UWZLMZ�]V�L]ZIbVW'º��

Page 12: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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Prufrock asegura haber visto a las sirenas cabalgar las olas

mientras peinaban su pelo canoso, y haber permanecido

“En los cuartos del mar” donde se encontró a una suerte

LM�VQVNI[�¹KM}QLI[�LM�ITOI[�ZWRI[�a�KINu[º��;QV�MUJIZOW��

Prufrock sucumbe ante el verdadero canto de las sirenas:

la voz del hombre. Se hunde en las profundidades, toca

NWVLW#�M[�LMKQZ��̂ ]MT^M�[IVW�a�[IT^W�I�TI�[]XMZÅKQM��¹-T�XWM-

\I�PIJTI��MV�M[\M�XWMUI��LM�]VI�[WKQMLIL�M[\uZQT�a�[]QKQ-

da”, concluye Berryman en su ensayo sobre “La canción

de amor de J. Alfred Prufrock”, pero la vida y la obra de

Eliot harán de esa denuncia una forma de colaboración;

se volverá el alter ego de Prufrock, uno que pensó redimirse

[Q� KZMyI� ÅMTUMV\M� �M[\uZQT�� []QKQLIUMV\M�� MV� M[I� [WKQMLIL�

cuyos miembros se hunden entre sí, cantándose himnos

de guerra al oído.

Ezra Pound, mecenas y promotor del joven Eliot, pron-

to advirtió los riesgos de su progresiva religiosidad y le

aconsejó seguir en la línea de Prufrock y otras observaciones

(1917). No se equivocaba. Tierra baldía (1922), segundo li-

bro de Eliot, concluye dando tres veces la paz en sánscrito:

Shantih shantih shantih. Durante la Segunda Guerra Mun-

dial, un Eliot anglicano conjetura en Cuatro cuartetos (1943):

“Y todo saldrá bien y / toda clase de cosas saldrá bien /

cuando se trencen las lenguas de la llama / en el nudo

de fuego coronado / y el fuego se haga uno con la rosa”.

Page 13: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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Para su propia dicha, “La canción de amor de J. Alfred

Prufrock” nunca aspiró a tanto.

Hernán Bravo Varela

+Q]LIL�LM�5u`QKW��

23 de febrero de 2011-20 de junio de 2013

Page 14: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El traductor agradece a Luis Miguel Aguilar, Tedi López

Mills, Mauricio López Noriega, Pablo Duarte, Antonio

Saborit, Álvaro Uribe, Minerva Margarita Villarreal

y Ezequiel Zaidenwerg sus observaciones al cuerpo de

esta versión.

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Page 16: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

La canción de amor

de J. Alfred Prufrock

The Love Song

of J. Alfred Prufrock

Page 17: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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S’io credesse che mia risposta fosse A persona che mai tornasse al mondo, 9]M[\I�ÅIUUI�[\IZQI�[MVbI�XQ��[KW[[M� Ma perciocchè giammai di questo fondo Non tornò vivo alcun, s’i’odo il vero, ;MVbI�\MUI�L¼QVNIUQI�\Q�ZQ[XWVLW�

Let us go then, you and I,

When the evening is spread out against the sky

Like a patient etherised upon a table;

Let us go, through certain half-deserted streets,

The muttering retreats

Of restless nights in one-night cheap hotels

And sawdust restaurants with oyster-shells:

Streets that follow like a tedious argument

Of insidious intent

To lead you to an overwhelming question...

7P��LW�VW\�I[S��¹?PI\�Q[�Q\'º

Let us go and make our visit.

In the room the women come and go

Talking of Michelangelo.

The yellow fog that rubs its back upon the

window-panes,

The yellow smoke that rubs its muzzle on

the window-panes,

Licked its tongue into the corners of the evening,

Page 18: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

17

S’io credesse che mia risposta fosse A persona che mai tornasse al mondo, 9]M[\I�ÅIUUI�[\IZQI�[MVbI�XQ��[KW[[M� Ma perciocchè giammai di questo fondo Non tornò vivo alcun, s’i’odo il vero, ;MVbI�\MUI�L¼QVNIUQI�\Q�ZQ[XWVLW�

Hora de irnos, tú y yo,

pues la tarde se tiende contra el cielo

como un anestesiado en una plancha.

Hora de irnos por calles más o menos desiertas,

murmurantes refugios

de noches ajetreadas en hoteles de paso

y fondas de aserrín y conchas de ostras;

calles que se prolongan como un árido

debate con perversas intenciones

para llevarte a algún dilema abrumador…

8WZ�NI^WZ��VW�XZMO]V\M["�¹§9]u�[]KMLM'º

Hora de ir a nuestro compromiso.

Las mujeres deambulan por el cuarto

mientras conversan sobre Miguel Ángel.

La neblina amarilla que se rasca la espalda en

las ventanas,

la humareda amarilla que restriega el hocico en

las ventanas,

metió su lengua húmeda en las esquinas del atardecer,

Page 19: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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Lingered upon the pools that stand in drains,

Let fall upon its back the soot that falls

from chimneys,

Slipped by the terrace, made a sudden leap,

And seeing that it was a soft October night,

Curled once about the house, and fell asleep.

And indeed there will be time

For the yellow smoke that slides along the street,

Rubbing its back upon the window-panes;

There will be time, there will be time

To prepare a face to meet the faces that you meet;

There will be time to murder and create,

And time for all the works and days of hands

That lift and drop a question on your plate;

Time for you and time for me,

And time yet for a hundred indecisions,

And for a hundred visions and revisions,

Before the taking of a toast and tea.

In the room the women come and go

Talking of Michelangelo.

Page 20: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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se entretuvo en los charcos de las alcantarillas,

dejó que le cayese en la espalda el hollín

de chimeneas,

cruzó por la terraza, dio un salto inesperado

y al ver que era una noche apacible de octubre,

rondó la casa y se quedó dormida.

Y claro que habrá tiempo

para aquella humareda que se va deslizando por

la calle,

rascándose la espalda en las ventanas.

Habrá tiempo, habrá tiempo

de preparar un rostro para afrontar los rostros que

uno afronta.

Tiempo de asesinar y de crear,

y tiempo para todos los días y tareas de las manos

que levantan y dejan caer sobre tu plato una pregunta.

Un tiempo para ti y un tiempo para mí,

y tiempo para cien indecisiones,

visiones, revisiones,

IV\M[�LMT�XIV�\W[\ILW�a�LM�\WUIZ�MT�\u�

Las mujeres deambulan por el cuarto

mientras conversan sobre Miguel Ángel.

Page 21: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

20

And indeed there will be time

<W�_WVLMZ��¹,W�1�LIZM'º�IVL��¹,W�1�LIZM'º

Time to turn back and descend the stair,

With a bald spot in the middle of my hair—

(They will say: “How his hair is growing thin!”)

5a�UWZVQVO�KWI\��Ua�KWTTIZ�UW]V\QVO�ÅZUTa�\W�

the chin,

My necktie rich and modest, but asserted by a

simple pin—

(They will say: “But how his arms and legs are thin!”)

Do I dare

,Q[\]ZJ�\PM�]VQ^MZ[M'

In a minute there is time

For decisions and revisions which a minute will

reverse.

For I have known them all already, known them all:—

Have known the evenings, mornings, afternoons,

I have measured out my life with coffee spoons;

I know the voices dying with a dying fall

Beneath the music from a farther room.

� ;W�PW_�[PW]TL�1�XZM[]UM'

Page 22: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

21

Y claro que habrá tiempo

XIZI�XMV[IZ�¹§;MZu�KIXIb'º��¹§;MZu�KIXIb'º

Tiempo de arrepentirse y bajar la escalera

con una calva en plena coronilla.

(Y dirán: “¡Cómo está perdiendo pelo!”)

5Q�TM^Q\I��UQ�K]MTTW�Y]M�[]JM�KWV�ÅZUMbI�PI[\I�

el mentón;

UQ�KWZJI\I��^Q[\W[I�I]VY]M�UWLM[\I��IÅZUILI�KWV�

[~TW�]V�ITÅTMZ�

�A�LQZnV"�¹-[W[�JZIbW[�a�XQMZVI[��¨Y]u�LMTOILW[º�

§;MZu�KIXIb

LM�XMZ\]ZJIZ�IT�]VQ^MZ[W�MV\MZW'

En un minuto hay tiempo

de tomar decisiones y de hacer revisiones que un

minuto habrá de revertir.

Pues las conozco todas, las conozco:

ya conozco las noches, las mañanas, las tardes;

he medido mi vida a cucharadas.

Yo conozco las voces que fallecen de una

mortal caída,

debajo de la música del cuarto más distante.

� §+~UW�XWLZyI�LIZ�VILI�XWZ�[MV\ILW'

Page 23: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

22

And I have known the eyes already, known

them all—

<PM�MaM[�\PI\�Å`�aW]�QV�I�NWZU]TI\ML�XPZI[M�

And when I am formulated, sprawling on a pin,

When I am pinned and wriggling on the wall,

Then how should I begin

<W�[XQ\�W]\�ITT�\PM�J]\\�MVL[�WN �Ua�LIa[�IVL�_Ia['

� )VL�PW_�[PW]TL�1�XZM[]UM'

And I have known the arms already, known

them all—

Arms that are braceleted and white and bare

(But in the lamplight, downed with light brown hair!)

Is it perfume from a dress

<PI\�UISM[�UM�[W�LQOZM[['

Arms that lie along a table, or wrap about a shawl.

� )VL�[PW]TL�1�\PMV�XZM[]UM'

� )VL�PW_�[PW]TL�1�JMOQV'�

* * *

Shall I say, I have gone at dusk through

narrow streets

And watched the smoke that rises from the pipes

Page 24: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

23

Y conozco los ojos, los conozco,

los ojos que te clavan en una frase hecha,

a�aI�PMKPW��XZMVLQLW�LM�ITÅTMZM[�

clavado y retorcido en la pared,

¿cómo podría comenzar, entonces,

I�IZZWRIZ�TI[�KWTQTTI[�LM�UQ[�PWZI[�a�VWZUI['

� §+~UW��MV\WVKM[��LIZ�VILI�XWZ�[MV\ILW'

Y conozco los brazos, los conozco,

brazos con brazaletes, blancos y descubiertos

�XMZW�JIRW�TI�TnUXIZI��KWV�^MTTW�KINu�KTIZW��

¿Podría ser el perfume de un vestido

TW�Y]M�UM�PIKM�LQ^IOIZ�I[y'

Brazos en una mesa o envueltos en un chal.

� §,MJW��MV\WVKM[��LIZ�VILI�XWZ�[MV\ILW'

� §+~UW�PIKMZTW��LM�MV\ZILI'

* * *

¿Debo decir que he andado por entre callejuelas

cuando la noche cae,

y contemplado el humo que sube de las pipas

Page 25: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

24

Of lonely men in shirt-sleeves, leaning out

WN �_QVLW_['���

I should have been a pair of ragged claws

;K]\\TQVO�IKZW[[�\PM�ÆWWZ[�WN �[QTMV\�[MI[��

* * *

And the afternoon, the evening, sleeps so peacefully!

;UWW\PML�Ja�TWVO�ÅVOMZ[�

Asleep... tired... or it malingers,

;\ZM\KPML�WV�\PM�ÆWWZ��PMZM�JM[QLM�aW]�IVL�UM�

Should I, after tea and cakes and ices,

0I^M�\PM�[\ZMVO\P�\W�NWZKM�\PM�UWUMV\�\W�Q\[�KZQ[Q['

But though I have wept and fasted, wept

and prayed,

Though I have seen my head (grown slightly bald)

brought in upon a platter,

I am no prophet—and here’s no great matter;

1�PI^M�[MMV�\PM�UWUMV\�WN �Ua�OZMI\VM[[�ÆQKSMZ�

And I have seen the eternal Footman hold my coat,

and snicker,

And in short, I was afraid.

Page 26: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

25

de hombres solitarios en mangas de camisa que

I[WUIV�I�\ZI^u[�LM�TI[�^MV\IVI['

AW�LMJy�[MZ�LW[�OIZZI[�Y]M��KWV�ÅTW�UMTTILW�

barrenaran el fondo de mares silenciosos.

* * *

Y la tarde, el crepúsculo, ¡duerme tan apacible!

Acariciada por esbeltos dedos,

LWZUQLI°�NI\QOILI°�ÅVOQMVLW�M[\IZ�MVNMZUI�

estirada en el piso, junto a ti y junto a mí.

§8WLZyI�¸\ZI[�MT�\u��TW[�XI[\MTM[�a�PMTILW[¸

tener la fortaleza de orillar el momento hasta

[]�KZQ[Q['

)]VY]M�TTWZu�MV�Ia]VI[��I]VY]M�TTWZu�a�ZMKu�

aunque vi mi cabeza (un poco calva) puesta en

una charola,

no soy ningún profeta, y no tiene importancia;

he visto mi momento de gloria disiparse,

al eterno Lacayo que sostenía mi abrigo entre risitas

y, en resumidas cuentas, tuve miedo.

Page 27: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

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And would it have been worth it, after all,

After the cups, the marmalade, the tea,

Among the porcelain, among some talk of

you and me,

Would it have been worth while,

To have bitten off the matter with a smile,

To have squeezed the universe into a ball

To roll it toward some overwhelming question,

To say: “I am Lazarus, come from the dead,

Come back to tell you all, I shall tell you all”—

If one, settling a pillow by her head,

Should say: “That is not what I meant at all.

That is not it, at all.”

And would it have been worth it, after all,

Would it have been worth while,

After the sunsets and the dooryards and

the sprinkled streets,

After the novels, after the teacups, after the skirts

\PI\�\ZIQT�ITWVO�\PM�ÆWWZ¸

)VL�\PQ[��IVL�[W�U]KP�UWZM'¸

It is impossible to say just what I mean!

But as if a magic lantern threw the nerves

in patterns on a screen:

Page 28: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

27

,M[X]u[�LM�\WLW��§PIJZyI�^ITQLW�I[y�TI�XMVI�

aI�LM[X]u[�LM�TI[�\IbI[��LMT�\u�a�TI�UMZUMTILI�

MV\ZM�TI�TWbI�ÅVI��MV\ZM�]VI�KPIZTI�[WJZM�\��a�aW#

habría valido, pues, así la pena

zanjar de tajo la cuestión, sonriendo,

meter el universo en una bola

y arrojársela a algún dilema abrumador,

y decir: “Yo soy Lázaro, vengo de entre los muertos,

vengo a contarles todo, les voy a contar todo…”,

si alguna, acomodándose

la almohada en la cabeza, dijera: “No, no es eso

TW�Y]M�Y]Q[M�LMKQZ#�VW�M[�M[W��MV�IJ[WT]\Wº'

,M[X]u[�LM�\WLW��§PIJZyI�^ITQLW�I[y�TI�XMVI'

¿Acaso habría valido así la pena,

LM[X]u[�LM�TW[�KZMX�[K]TW[��TW[�XI\QW[�LMTIV\MZW[�a�

las calles mojadas,

LM[X]u[�LM�TI[�VW^MTI[��LM�TI[�\IbI[�LM�\u��LM�TI[�

faldas que arrastran por el suelo…

LM�M[\W��a�U]KPW�Un['

¨1UXW[QJTM�LMKQZ�M`IK\IUMV\M�TW�Y]M�Y]QMZW�LMKQZ

Como si una linterna mágica proyectase los nervios

en dibujos sobre una pantalla,

Page 29: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

28

Would it have been worth while

If one, settling a pillow or throwing off a shawl,

And turning toward the window, should say:

“That is not it at all,

That is not what I meant, at all.”

* * *

No! I am not Prince Hamlet, nor was meant to be;

Am an attendant lord, one that will do

To swell a progress, start a scene or two,

Advise the prince; no doubt, an easy tool,

Deferential, glad to be of use,

Politic, cautious, and meticulous;

Full of high sentence, but a bit obtuse;

At times, indeed, almost ridiculous—

Almost, at times, the Fool.

I grow old... I grow old...

I shall wear the bottoms of my trousers rolled.

Page 30: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

29

¿acaso habría valido así la pena

si alguna, acomodándose una almohada o tirando

su chal,

mirando a la ventana, hubiese dicho:

“No es eso, en absoluto; no, no es eso

TW�Y]M�Y]Q[M�LMKQZº'

* * *

¡No! Yo no soy ni estaba destinado a ser Hamlet;

soy de la comitiva, uno que basta y sobra

para engordar la trama, arrancar una escena o

tal vez dos,

aconsejar al príncipe; un títere a la mano,

sin duda, comedido, dichoso de ser útil,

diplomático, cauto, escrupuloso;

lleno de grandes frases, aunque algo testarudo;

a veces, en verdad, casi ridículo

y casi, por momentos, el Bufón.

Envejezco… Envejezco…

4TM^IZu�MT�XIV\IT~V�IZZMUIVOILW�

Page 31: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

30

;PITT�1�XIZ\�Ua�PIQZ�JMPQVL'�,W�1�LIZM�\W�MI\�

I�XMIKP'

1�[PITT�_MIZ�_PQ\M�ÆIVVMT�\ZW][MZ[��IVL�_ITS�]XWV�

the beach.

I have heard the mermaids singing, each to each.

I do not think that they will sing to me.

I have seen them riding seaward on the waves

Combing the white hair of the waves blown back

When the wind blows the water white and black.

We have lingered in the chambers of the sea

By sea-girls wreathed with seaweed red and brown

Till human voices wake us, and we drown.

Page 32: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

31

§,MJW�XZM[\IZUM�XMTW'�§;MZu�KIXIb��ZMITUMV\M��LM�

UWZLMZ�]V�L]ZIbVW'

4TM^IZu�XIV\ITWVM[�LM�NZIVMTI�a�IVLIZu�XWZ�TI�XTIaI�

He oído a las sirenas cantándose entre sí.

Yo no creo que vayan a cantarme.

Mar adentro las vi cabalgando las olas,

peinar el pelo blanco de olas encrespadas

cuando el viento que sopla sobre el agua la torna

blanca y negra.

En los cuartos del mar permanecemos

con muchachas del mar ceñidas de algas rojas

a�KINu[�

hasta que nos despiertan unas voces humanas

y, entonces, nos ahogamos.

Page 33: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock
Page 34: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El dilema de PrufrockJohn Berryman

Traducción de Rafael Vargas

Page 35: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock
Page 36: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

35

EL DILEMA DE PRUFROCK1

Para comenzar, observemos el título elegido por Eliot:

“El canto de amor de J. Alfred Prufrock.” ¿Correspon-

de su segunda parte a lo que la primera nos conduce a

M[XMZIZ'�,QNyKQTUMV\M�X]MLM�M[XMZIZ[M�Y]M�]V�PWUJZM�TTI-

mado J. Alfred Prufrock cante un canto de amor; como

que suena a demasiado bien vestido. Su nombre roba algo

a la idea de un canto de amor. Así, la forma del título se

IV\WRI�ZML]K\Q^I��§+~UW�KWUQMVbI�MT�KIV\W�LM�8Z]NZWKS'

Let us go then, you and I,

When the evening is spread out against the sky2

0Ia�JMTTMbI�¸TyZQKI¸�MV�M[I[�TyVMI[��,M[X]u[�LM�\WLW��

parecería, a pesar de su nombre, invitar a la mujer a pa-

[IZ�R]V\W[�TI�VWKPM#�PIa�\IUJQuV�]VI�J]MVI�ZQUI#�[]MVI�

como tantos otros versos románticos. Viene entonces la

tercera línea:

Like a patient etherised upon a table…3

Con esta línea hace su entrada la poesía moderna.

En primer lugar, la tercera línea demuestra que el autor

de las dos primeras no las pronuncia convencido. Son sólo

1 Las citas en español de “El canto de amor de J. Alfred Prufrock” pro-vienen de la traducción de Rodolfo Usigli.2 Vayamos pues, tú y yo, / cuando la tarde se haya tendido contra el cielo3 como un paciente eterizado sobre una mesa;

Page 37: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

36

una llamada, cuya intención es atrapar al lector con la

guardia baja, de manera que sea posible noquearlo. Una

vez más, la forma es reductiva; se ha creado una atmós-

NMZI�LM�M`XMK\IKQ~V�[~TW�XIZI�MUXMY]M}MKMZTI�W�LM[\Z]QZ-

la. (Por otra parte, esto nos hará ver que el “Tú” al que

se habla no es en absoluto una mujer, puesto que el Tú es

invitado por el Yo a hacerle una visita a Ella; difícil mente

XWLMUW[�LMKQZ�Y]QuV�M[�M[M�¹<�º#�V]M[\ZI�XZQUMZI�I[]V-

ción ha sido destruida.) Y la palabra “pues” es en realidad

muy poco prometedora; si hubiese dicho solamen te “va-

yamos”, hubiera sonado más a que tenía la decisión de ir;

“Vayamos pues” suena en cambio como si antes lo hubie-

ra pensado; y aquí el haberlo pensado sugiere vaci lación.

Desde luego, nunca llega a ir: la visita, que implica la

“cuestión abrumadora” —la propuesta de matrimonio—,

nunca se realiza. Una vez más llegamos a una re ducción.

Asimismo, el símil no es visual: solamente pretende ser-

lo. Es imposible que un lector vea la tarde tendida contra

MT�KQMTW�PIKQMVLW�Y]M�[]�I\MVKQ~V�[M�ÅRM�^QWTMV\I�a�ZMXMV-

tinamente en un paciente tendido sobre una mesa de ope-

raciones. Aquí el recurso del símil se somete a un nuevo

uso, que viola la lógica ordinaria del verso, al igual que la

abrupta visión de un hospital violenta la noción lírica de

un paseo nocturno.

§9]u�[QOVQÅKI�M[I�TyVMI'�-[\IUW[�WJTQOILW[�I�ZMK]ZZQZ�

a la sugerencia, no a la lógica. La situación de un paciente

Page 38: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

37

eterizado no es envidiable, es riesgosa: está a punto de ser

intervenido y es posible que muera pronto. La referencia

a este miedo es clave en el poema. De hecho, Prufrock

KWV�ÅM[I�PIJMZ�[MV\QLW�UQMLW��8WZ�W\ZI�XIZ\M��TI�[Q\]IKQ~V�

del paciente puede considerarse deseable en tanto que

ha to mado una decisión y ahora el resultado está fuera

de sus manos, no tiene ya responsabilidades ulteriores;

correspon de al cirujano salvarlo o no. Este deseo —ha-

ber hecho la proposición, y dejar su destino en manos de

TI�U]RMZ¸�\IUJQuV�M[�N]VLIUMV\IT�XIZI�MT�XWMUI��>Q[\W�

esto, pode mos considerar cuánto trabajo habrá costado

esa línea y, por supuesto, la sugerencia de que Prufrock

se ve a sí mis mo como un enfermo�\IUJQuV�M[�QUXWZ\IV\M��

Más tarde volveremos sobre esto.

Entre el título, ligeramente ambiguo o engañoso, y esas

líneas iniciales, que conllevan una doble intención muy cla-

ra, el poeta ha inscrito un epígrafe de seis líneas en ita liano.

En nuestro caso, el sólo saber italiano no es de mucha ayu-

da. Todo lo que esas seis líneas dicen es: “Si yo cre yese

que lo que voy a decirte habría de volver al mundo, nunca

M[K]KPIZyI[�VILI�LM�Uy��8MZW�KWUW�[WV�TI[�KW[I[°º��M\Ku-

tera. Lo que uno tiene que saber es quién es el que habla

en la Divina comedia de Dante. Se trata de un alma per dida

MV�MT�QVÅMZVW��KWVLMVILI�M[XMKyÅKIUMV\M�XWZY]M�\ZI\~�LM�

comprar la absolución antes de cometer un crimen. Esto

nos lleva a considerar si el dilema de Prufrock —proponer

Page 39: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

38

o no matrimonio— y la razón fundamental por la cual no

lo hace —es decir, su pecado— tiene que ver con su recha-

zo a aceptar los riesgos humanos comunes e ine vitables:

Prufrock quiere saber de antemano si será acep tado o no:

de hecho, cree [IJMZ�aI�TW�Y]M�PI�LM�WK]ZZQZ��XMZW�\IUJQuV�

sobre esto volveremos más adelante.

Todo lo que hemos dicho nos presenta un cuadro com-

pletamente distinto de aquel de un escritor que se sienta a

escribir para entretener, cautivar, encantar o arrullar a un

lector o lectores. En el acervo de este poeta abundan obs-

táculos y sorpresas muy poco complacientes. Lo prime ro

Y]M�[M�I\IKI�M[�TI�XI[Q^I�M`XMK\I\Q^I�LMT�TMK\WZ�LM�Y]M�PI-

brá de ocurrir una cosa. Muchas cosas han de ocurrir si-

multáneamente. Uno siente, incluso, una cierta hostilidad

de parte del poeta. Una de las características del poeta

moderno es que ha XMZLQLW� TI� KWVÅIVbI en sus lectores (lo

cual no es del todo sorprendente, si se considera la calidad

de la mayor parte de la educación contemporánea); pero

TMRW[�LM�PIKMZ�Y]M�M[\W�ZML]bKI�[][�M`QOMVKQI[��\IT�XuZLQLI�

LM�KWVÅIVbI�TW�PI�KWVL]KQLW�I�I]UMV\IZTI[� Nunca ha sido

fácil leer la buena poesía ni anticiparse a comprenderla,

pero en raras ocasiones había sido escrita con tan delibe-

ZILW�OZILW�LM�LQÅK]T\IL�

§0MUW[�LM�TQOIZ�M[\I�LMTQJMZILI�LQÅK]T\IL�KWV�TW[�ZM�

cursos reductivos analizados antes y suponer que la impa-

ciencia del poeta se basa en el hecho de que la mente del

Page 40: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

39

lector está llena de vagas y pomposas asunciones que el

XWM\I�MVK]MV\ZI�LM[LM}IJTM['�-T�XWM\I�[M�̂ M�I�[y�UQ[UW�KW�

mo una voz de advertencia, como un profeta hebreo que

llama al pueblo a arrepentirse y a comprender el mundo y

a sí mismo. En este caso se trata, desde luego, de un mundo

ZML]KQLW��,M�IK]MZLW�KWV�]VI�KuTMJZM�̂ Q[Q~V��PMUW[�[]NZQ-

LW�\ZM[�KZ]KQITM[�ZM^WT]KQWVM[�KQMV\yÅKI[��4I�XZQUMZI�N]M�TI�

astronómica, en el siglo XVI, que enseñó al hombre cuán

lejos estaba de ocupar una posición central en el corazón

del universo; le mostró que más bien vivía en un barrio

de poca importancia. Digirió esta desagradable informa-

KQ~V�U]a�TMV\IUMV\M��4]MOW�[M�TM�VW\QÅK~��PIKM�KQMV�I}W[��

por boca de Darwin y de algunos otros, que no era una

KZQI�\]ZI�[QVO]TIZ�[QVW�XZ~`QUI�I�TW[�IVQUITM[�Y]M�[QMUXZM�

había subyugado. Y los periodos de tiempo entre este tipo

de noticias se acortan cada vez más: apenas habían trans-

currido cincuenta años durante los cuales había aprendi-

do a aceptar este insulto biológico, cuando la revolución

psi cológica asociada con el nombre de Freud le informó

que ni siquiera era el rey de sí mismo, sino que se hallaba

a merced de gigantescas fuerzas inconscientes provenien-

tes de su interior. Todo esto debe haberlo colocado en una

si tuación particularmente incómoda y, en efecto, así lo ha

hecho, dependiendo del grado de autoconciencia, que es

un grado todavía difícilmente aceptable en relación a la

M`KMXKQWVIT�I]\WKWVKQMVKQI�LMT�XWM\I��;QV�L]LI��-TQW\�VW�

Page 41: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

40

había leído a Freud cuando escribió este poema. No obs-

tante, en cierto sentido su pensamiento es paralelo, pues

MT�¹<�º�IT�Y]M�8Z]NZWKS�QV^Q\I�I�QZ�KWV�uT�I�M[I�^Q[Q\I�LMJM�

ser otra parte de su propia personalidad, a la que en vano

invita a unírsele para enfrentar la enorme tarea que tiene

ante sí. Es la parte instintiva del hombre (contrapuesta a la

fachada que de sí misma conoce: el Yo, el ego), y a la cual

.ZM]L�LMVWUQV~�KWV�]V�\uZUQVW�\WUILW�LM�/ZWLLMKS"�QL�

8MZW�IKI[W�MT�¹<�º�\IUJQuV�X]MLI�[MZ�MT�TMK\WZ��I[y�IT]�

dido, para nuestra sorpresa, en este monólogo dramático;

M[\M�ZMK]Z[W�M[�NZIVKu[��XIZ\M�LMT�IQZM�LM�MTIJWZILI�ZMÅVI�

ción adoptado por Eliot en el poema. Este tono no es ori-

OQVIT#�PI� [QLW� \WUILW�LMT�XWM\I� [QUJWTQ[\I� NZIVKu[� 2]TM[�

Laforgue (1860-1887���JIRW�K]aI�QVÆ]MVKQI�-TQW\�MVKWV\Z~�

su voz por primera vez.

Algunas de las propiedades características en “Pru-

frock” derivan de Laforgue, como las alusiones a Hamlet

a�I�TI[�[QZMVI[��8MZW�\IUJQuV�PIa�]VI�QVÆ]MVKQI�LMT�LZIUI�

isabelino, que se observa en el ritmo de su discurso (el poe-

ma está escrito en el así llamado verso libre, que sólo signi-

ÅKI�Y]M�TI[�TMaM[�I�TI[�Y]M�WJMLMKM�[WV�LQ[\QV\I[�LM�IY]M�

TTI[�LM�TI�M[\ZWNI�\ZILQKQWVIT�W�LMT�^MZ[W�JTIVKW���a�\IUJQuV�

M`Q[\M�]VI�QVÆ]MVKQI�LM�WJZI[�MV�XZW[I��M[XMKQITUMV\M�TI�

del novelista Henry James. De cualquier manera, las in-

Æ]MVKQI[�[WV�[~TW�QVÆ]MVKQI["�4INWZO]M�V]VKI�XWLZyI�PI�

ber escrito este poema. Solamente proveyó la manera, y su

Page 42: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

41

música —muy hermosa algunas veces— difícilmente se

parece a la de Eliot.

-T�M[\QTW�LM�-TQW\�M[�U]a�ZMÅVILW��XMZW�Y]Qbn�VW�LMJM�

UW[�KITQÅKIZ�I[y�MT�XWMUI��4TIUuUW[TM�XZQUQ\Q^W��-T�XWM�

ma intenta ser un canto de amor. Es algo mucho más

prác tico. Es un estudio —un debate de Prufrock consigo

mismo sobre el negocio de proponer matrimonio y de acep-

tar po ner el propio destino en las manos de alguien más,

empe ñarse en pasar la vida con esa persona, tener hijos, et-

Ku\MZI��8Z]NZWKS�V]VKI�TW�PIKM��4I�XZQUMZI�UQ\IL�LMT�XWM-

ma apunta hacia la proposición; la segunda mira en retros-

pectiva lo que hubiera ocurrido si la proposición hubiese

sido hecha. El poema es intensamente antirromántico, y su

I[]V\W�M`\ZMUILIUMV\M�[MZQW#�M[\M�I]\WVWUJZILW�¹+IV\W�

de amor…” es una reprimenda al lector, probablemen te

romántico. Las sociedades primitivas adoptan una visión

reprobatoria de aquellos que no se casan. La mitología

hawaiana, por ejemplo, habla de un llamado Nanganaag,

cuya tarea consiste en situarse en el camino al Paraíso, con

un inmenso garrote, y aplastar a todo aquel hombre que,

sin haberse casado, intenta pasar. Esta manera de pensar

M[� M`IK\IUMV\M� TI� LM�-TQW\��5n[� ILMTIV\M�� MV� MT� XWMUI��

Prufrock mira con desaliento (y un cierto pathos ostentoso)

su interminable soltería, la monotonía y trivia lidad que

conforman la suerte de aquel que nunca logró adoptar sus

responsabilidades humanas. Es obvio que el poeta simpa-

Page 43: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

42

\QbI� KWV�8Z]NZWKS��XMZW� \IUJQuV�M[� KTIZW�Y]M� KWVLMVI�I�

Prufrock.

)TO]VI[�LM�TI[�MUWKQWVM[�Jn[QKI[�LMT�XWMUI�\IUJQuV�

son primitivas —miedo, malicia—, pero la lujuria está

I][MV\M�� a� MT� \WVW�Y]M�XZM^ITMKM�MV� TI� []XMZÅKQM� M[�]VW�

de civilizada, ultracivilizada angustia. Los sentimientos de

Prufrock son más bien abstractos; nunca asume a la mujer

KWUW�ITOW�ZMIT��M`KMX\W�MV�]V�I[XMK\W� \MZZQJTM�� [WJZM�MT�

que guardaremos silencio durante un rato. Sólo se preo-

cupa por sí mismo. Está mentalmente enfermo, es neuró-

tico, in capaz de amar. Pero el problema que enfrenta es

un pro blema primitivo.

Para enmarcar el dilema de Prufrock, Eliot utiliza a

cuatro personajes de la historia espiritual del hombre: Mi-

guel Ángel, san Juan Bautista, Lázaro y Hamlet. En su

QUIOQVIKQ~V��8Z]NZWKS�[M�QLMV\QÅKI�I�[y�UQ[UW�KWV�4nbI-

ro; dice que no es Hamlet o el Bautista. Acerca del primero

todo lo que dice es:

In the room the women come and go

Talking of Michelangelo…4

§9]u�XWLMUW[�LM[XZMVLMZ�LM�M[\W'�0Ia�]V�U]ZU]TTW�

LM�^WKM[�NMUMVQVI[��§;]�\MUI'�=V�\QXW�LM�MVMZOyI�UI[K]�

lina volcánica —escultor, pintor, arquitecto, en la cúspide

4 En la pieza las mujeres vienen y van / hablando de Miguel Ángel.

Page 44: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

43

de uno de los periodos supremos de energía humana: el

Renacimiento italiano. Cháchara. Reducción, podríamos

LMKQZ��5QO]MT�ÎVOMT��a�\WLW�TW�Y]M�QUXWZ\IJI�IKMZKI�LM�uT��

olvidado o no comprendido, se ha convertido en el tó pico

de voces femeninas, destructivas, aun sin darse cuenta de

ello. Luego Prufrock dice:

Though I have seen my head (grown slightly bald) brought

in upon a platter,

I am no prophet…5

La circunstancia es una visita, o la imaginación de una

visita, a una mujer; fueron mujeres las que decapitaron al

*I]\Q[\I�� 8WLMUW[� XIZINZI[MIZ� MT� [QOVQÅKILW� LM� M[\I[� Ty-

VMI[�KWUW�[QO]M"�IV]VKQW�Y]M�VQVO�V�\QMUXW�[QOVQÅKI\Q^W�

ha de venir, soy el predicador, no de hijos ni de un Salva-

dor; de nada. Luego Prufrock especula cómo habrían sido

las cosas si uT�P]JQMZI

…squeezed the universe into a ball

To roll it toward some overwhelming question,

To say: “I am Lazarus, come from the dead,

Come back to tell you all, I shall tell you all”—…6

5 aunque he visto mi cabeza (ya levemente calva) traída en una charola, / no soy profeta6 …comprimido el universo en una bola / para rodarlo hacia alguna cuestión abrumadora, / para decir: “Soy Lázaro vuelto de entre los U]MZ\W[����^]MT\W�XIZI�LMKyZW[TW�\WLW��W[�TW�LQZu�\WLWº¸

Page 45: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

44

Hemos visto que Prufrock se ha imaginado muerto ya

a sí mismo; tenemos además la sugerencia del epígrafe, y

IT�ÅVIT�LMT�XWMUI�[M�IPWOI��-V�M[\M�XI[IRM�[M�XQMV[I�I�[y�

mismo como ^]MT\W� Quizá Lázaro sea la persona a quien

más nos gustaría entrevistar; ese personaje de la historia

sagrada, no el profeta sino el sujeto del milagro supremo

(narrado solamente, por desgracia, en el Cuarto Evange-

lio); el hombre que podría decirnos… cómo es. Prufrock

tiene un mensaje para la mujer que es, o debería ser, de

una importancia similar: heme aquí, surgido de mi sole-

LIL��I�\][�XTIV\I[#�[Wa�M[\M�PWUJZM�TTMVW�LM�IUWZ��KWVÅIV�

za, esperanza; decide mi destino.

Ahora bien —dejemos a Hamlet a un lado por un mo-

mento—, lo que Prufrock imagina que la mujer diría en

respuesta a este mensaje tan importante como el de Láza-

ZW�M`XTQKI�[]�LM[M[XMZIKQ~V"

If one, settling a pillow by her head,

Should say: “That is not what I meant at all.

That is not it, at all.”7

Aquí la razón de su incapacidad para declararse se

vuelve clara. Está convencido de que ella responderá (o

respondería) con la más insultante y brutal de todas las

actitudes posibles: seamos amigos#�V]VKI�XMV[u�MV�\Q�KWUW�

7 si una, arreglando una almohada junto a su cabeza, / dijera: “No es eso lo que quise decir, de ningún modo, / no es eso, de ningún modo”.

Page 46: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

45

amante o marido, sólo amigo. Aquí, Prufrock imagina que

la voz de esa mujer le hace lo que las voces de esas otras

mujeres hicieron a Miguel Ángel: castrarlo. Las voces de

TI[�[QZMVI[�Y]M�IXIZMKMV�IT�ÅVIT�LMT�XWMUI�\WLI^yI�M[\nV�

lejos. Ésta es la imagen central del temor de Prufrock: lo

que no puede enfrentar. Ahora entendemos mejor por

Y]u�TI�QUIOMV�LM�]VI�operación aparece tan temprano en

el poema, y los pasajes de paranoia se dejan percibir con

claridad:

…when I am formulated, sprawling on a pin,

When I am pinned and wriggling on the wall8

(…)

But as if a magic lantern threw the nerves in patterns on

a screen…9

=V�M[\]LQW�ZIbWVIJTM�LM�M[\W[�UQMLW[�I�M`XWVMZ[M�VW[�

llevaría no sólo a nuestro bien conocido temor al ridículo

[QVW�\IUJQuV�IT�NWTKTWZ�a�IT�X[QKWIVnTQ[Q[�

-V�K]IV\W�I�0IUTM\��8Z]NZWKS�LQKM�Y]M�uT�VW�M[�MT�XZyV�

KQXM�0IUTM\��-[�LMKQZ��VW�M[�[QY]QMZI�MT�PuZWM�LM�[]�XZWXQI�

tragedia. Una vez más, tengamos en mente las revolucio nes

KQMV\yÅKI[�I[y�KWUW�I�IY]MT�PuZWM�LM�]VI�LM� TI[�VW^M�TI[�

8�a�K]IVLW�M[\u�aW�NWZU]TILW��PMKPW�X�MV�]V�ITÅTMZ����K]IVLW�M[\u�aW�KTI^ILW�a�ZM\WZKQuVLWUM�MV�TI�XIZML�9 Pero como si una linterna mágica proyectara los nervios en pautas sobre una pantalla;

Page 47: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

46

de Franz Kafka: El proceso, quien repentinamente dice:

“Oh, he olvidado a la persona más importante de to-

das: a mí mismo”. Prufrock es apenas, en su propio decir,

un cortesano, un consejero (un muy mal consejero para

sí mismo —por cierto, el nombre Alfredo� [QOVQÅKI�� QZ~VQ�

camente, buen consejero, y el personaje de la Divina co-

media que aporta el epígrafe fue un mal consejero). Pero,

desde luego, Prufrock es Hamlet, por lo menos de acuerdo

con un aspecto del personaje de Shakespeare: un hombre

Un[�JQMV�ZMÆM`Q^W�Y]M�IK\Q^W��[WJZM�MT�K]IT�[M�PI�X]M[\W�

una carga intolerable (de venganza, cabría acentuar), que

XILMKM�]VI� []MZ\M� LM�Vn][MI� [M`]IT� �LMJQLI� I� []� QVKM[�

tuosa madre) y abandona a la mujer que ama.

-T�ZMK]ZZQZ�I�M[\I[�K]I\ZW�ÅO]ZI[�IVnTWOI[�LM�TI�PQ[\WZQI�

[IOZILI�a�LMT�IZ\M�[]OQMZM�MT�XMZÅT�LM�]V�PWUJZM�¸LM[M[�

perado, en su prueba de fuego— que escudriña el pasa-

do en busca de ayuda para el presente y no la encuentra;

en cuentra tan sólo paralelos irónicos, o ejemplos reales,

de su predicamento. La tradición asequible, parece decir

el poeta, no nos sirve. Solamente nos brinda metáforas y

ana logías de nuestro dolor. Casi sobra decir que el autor

de este poema no era cristiano en el momento de compo-

VMZTW#�[M�KWV^QZ\Q~�]VW[�I}W[�LM[X]u[�

8Z]NZWKS�VW�X]MLM�IK\]IZ��8]MLM��VW�WJ[\IV\M��ZMÆM`QW�

nar y sentir e imaginar. Aquí cabría recordar aquellas

Page 48: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

47

Ty�VMI[� LMT� KuTMJZM� XWMUI� LM�?�� *�� AMI\[�� ¹<PM� ;MKWVL�

Coming”:

The best lack all conviction, while the worst

Are full of passionate intensity.10

Es cierto que Prufrock se contaría entre aquellos a los

que Yeats llama los “mejores”, pero sólo por su sensibili-

dad e inteligencia; de otro modo su fracaso humano sería

\W�\IT�� ;QV� MUJIZOW� M`XTWZMUW[� ]V� XWKW� [][� Z]\I[� positi-

vas de imaginación; la “carga intolerable” de Hamlet y su

aban dono de Ofelia nos señalan el camino.

-T�Y]M�8Z]NZWKS�VW� [M�LMKTIZM�I� TI�LIUI� �a�VW�M`Q[\M�

indicio alguno de que alguien más lo haga) puede consi-

derarse como algo agresivo: aunque el precio sea muy

grande para sí mismo; la priva de una pareja, una vida

matrimonial normal. Ante el temor y la humillación que

Prufrock padece, cabe esperar que se tome algún tipo de

^MVOIVbI��8MZW�uT�[]NZM�I�KI][I�LM�TI[�QVPQJQKQWVM[�Y]M��[M-

gún podemos imaginar, acompañan a un hombre tan te-

ZZQJTMUMV\M�QVLMKQ[W��8WZ�MRMUXTW��\QMVM�LQÅK]T\ILM[�XIZI�

M`XZM[IZ[M��a�\IT�LQÅK]T\IL�[M�LM[\IKI�LM�UIVMZI�VW\IJTM�

en el poema. Notemos particularmente las líneas.

10 Los mejores carecen de convicción / mientras los peores rebosan apasionada intensidad.

Page 49: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

48

)VL�PW_�[PW]TL�1�JMOQV'

(…)

It is impossible to say just what I mean!11

Su incoherencia es una prenda de su lucha, y apenas

puede sorprender que su resentimiento contra la mujer

[]Z�RI� MV� MT� XWMUI� [~TW� I� \ZI^u[� LM� LM\ITTM[� UITQKQW[W[�

(renco rosos, diríamos), como al referirse a sus brazos:

…in the lampligth, downed with light brown hair!12

Lo que sigue es, abiertamente, una manera de imagi-

nar una escapatoria a su dilema.

La carga de Prufrock consiste en proponer matrimonio

sin saber de antemano si será o no ridiculizado.

Su deseo de terminar con el asunto, no importa cómo,

PI�Y]MLILW� M`XZM[ILW� aI� MV� TI� TyVMI�Y]M�PIJTI�LM�]V�

¹XI�KQMV\M� M\MZQbILW� [WJZM� ]VI�UM[Iº��+I[Q� IT� ÅVIT� LMT�

poema, en un pasaje tan brillante como emocionante

Y]M�XWLZyI�UW[�KITQÅKIZ�KWUW�exaltación negativa, imagina

—como Hamlet— su muerte: una escapatoria, a cual-

quier precio, de la angustia ante las temidas ordalías.

Ésta es represen tada por las sirenas, y así las mujeres del

poema se revelan abiertamente como asesinas:

11�§A�K~UW�XWLZyI�MUXMbIZ'����°����¨1UXW[QJTM�LMKQZ�M`IK\IUMV\M�TW�que quiero decir!12 …bajo la lámpara cubiertos de claros vellos castaños!

Page 50: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

49

I have seen them riding seaward on the waves

Combing the white hair of the waves blown back

When the wind blows the water white and black.

We have lingered in the chambers of the sea

By sea-girls wreathed with seaweed red and brown

Till human voices wake us, and we drown.13

Esta muerte es tan deseada como temida, al igual que el

internamiento en un hospital. Pero la imagen fundamen-

tal de la escapatoria se da a la mitad del poema, en un

dístico que aparentemente no guarda relación con nada,

pero sin el cual el poema no sería tan impresionante:

I should have been a pair of ragged claws

;K]\\TQVO�IKZW[[�\PM�ÆWWZ[�WN �[QTMV\�[MI[�14

De entrada, uno advierte que no se trata de un dísti-

co particularmente importante, aunque es un dístico he-

roico; la rima interna deja ver cierta incongruencia. En

seguida vemos que hemos sido llevados, así como de una

velada romántica a un hospital, lejos de la moderna vida

13 Las he visto cabalgar hacia el mar sobre las olas, / peinando los blan-cos cabellos de las olas revueltas / cuando el soplo del viento vuelve el agua blanca y negra. // Nos hemos quedado en las cámaras del mar / IT�TILW�LM�U]KPIKPI[�UIZQVI[�KWZWVILI[�LM�ITOI[�UIZQVI[�ZWRI[�a�KINu[�/ hasta que nos despiertan voces humanas y nos ahogamos.14 Yo debí ser un par de melladas tenazas / que rasaran los suelos de mares silenciosos.

Page 51: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

50

[WKQIT��¹PM�UMLQLW�UQ�^QLI�KWV�K]KPIZQTTI[�LM�KINuº��PIKQI�

¸§PIKQI�Y]u'�0IKQI�MT�XI[ILW�JQWT~OQKW�LMT�PWUJZM��TQ�

OILW�I�uT��XMZW�QVKWVKMJQJTMUMV\M�LQ[\IV\M��U]KPW�IV\M[�

de que emergiera de entre las mareas; en su deseo, Pru-

frock se ve a sí mismo como su propio ancestro, antes de que

tu viera que enfrentarse a la prueba, cuando se bastaba con sigo

mismo, “un par”, sin necesidad de una pareja. Pero aquí

la imaginación no evoca al crustáceo entero, sólo a la par-

te guerrera, que es tomada por el todo: las tenazas, si bien

u[\I[�VW�XIZMKMV�PITTIZ[M�MV�U]a�J]MVI�KWVLQKQ~V��M[\nV�

¹UMTTILI[º���a�\IUJQuV�VW[�PIKMV�XMV[IZ�MV�]VI�[Q\]IKQ~V�

de miedo (“rasaran”), semejante a aquella en la que Pru-

frock se encuentra. Pero los mares son silenciosos: ninguna

mujer habla. Por lo tanto, la situación es agra dable, aco-

gedora. En realidad, necesitamos acudir a al gunos de los

últimos planteamientos de Freud para com prender esto.

Freud pensaba que cuando un ser humano se encuentra

ante un problema que rebasa su capacidad de enfrentarlo,

tiene lugar una regresión: toda la organización emocional

e instintiva de la persona huye de la realidad intolerable

ZM^QZ\QuVLW[M�I�]V�M[\ILW�IV\MZQWZ��W�ZMUW\W��LM�[]�LM[I-

rrollo personal, pagando el precio de ello con sínto mas

de patología pero asegurando su olvido parcial. En este

dístico de Eliot el antagonismo hacia la civilización es in-

confundible. De hecho, es una especie de catálogo de las

penas que la civilización ha impuesto a la vida instintiva

Page 52: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

51

LMT�[MZ�P]UIVW�Y]M�TM�PIV�KW[\ILW�TI�TQJZM�M`XZM[Q~V�LMT�

miedo, del disgusto, del remordimiento, y de una serie de

responsabilidades intolerables.

“No soy profeta”, dice Prufrock. No obstante, debe

ZM�[]T\IZVW[� WJ^QW� Y]M� M[\M� XWMUI� M`\ZIWZLQVIZQIUMV\M�

am bicioso, que incluye punzantes esbozos no sólo de la

PQ[\W�ZQI�M[XQZQ\]IT�LMT�PWUJZM��[QVW�\IUJQuV�LM�[]�PQ[\WZQI�

bio lógica, no fue planeado para entretener, diga lo que

LQOI�MT�I]\WZ��-TQW\�PI�LMÅVQLW�TI�XWM[yI�KWUW�¹]VI�NWZUI�

su perior de entretenimiento”), y sea cual sea la máscara

Y]M�MUXTMM�MV�MT�XWMUI"�TI�LMT�ZMÅVILW��TI�LMT�LM[QT][QW-

nado, la del dandy con sus particulares problemas bos-

tonianos, así como le ocurrió a Baudelaire en París y en

*uTOQKI��a�I�4INWZO]M�MV�[]�*MZTyV��-T�XWM\I�PI�I[]UQLW�

la guisa del verso ligero, pero escribe como un profeta, sin

el menor indicio de que desee conciliarse con un posible

lector. No escribe de manera LQZMK\I� Utiliza la máscara de

Prufrock —cuyo destino es como el de aquellos a quie-

nes Dante lla maba Vigliacchi. Estos pecadores no hicieron

ni bien ni mal, de manera que no pueden ser admitidos

VQ� [QY]QMZI� MV� MT� QVÅMZVW�¸TW[� KWVLMVILW[� [QMV\MV�]VI�

cierta superio ridad sobre ellos— y sufren eternamente en

TW�Y]M�[M�TTIUI�MT�^M[\yJ]TW�LMT�QVÅMZVW��-[�UMRWZ��KWUW�

dice Eliot en uno de sus ensayos críticos, hacer el mal que

VW�PIKMZ�VILI��8WZ�TW�UMVW[�]VW�M`Q[\M�MV�ZMTIKQ~V�KWV�

el mundo moral. Bajo esta máscara Eliot endereza un

Page 53: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

52

letal ataque contra la esperanza victoriana, y en particu-

lar contra lo que debe haberle parecido el vacuo optimis-

mo del más reciente maes tro del monólogo dramático en

TMVO]I�QVOTM[I�IV\MZQWZ�I�uT"�*ZW_VQVO��4I�KQ^QTQbIKQ~V�VW�

está condenada. Los resulta dos de la civilización se dra-

matizan, eso es todo, particular mente la destrucción de

la capacidad de amar y —en el hombre bien intenciona-

do— de decidir. El poeta habla, en este poema, de una

[WKQMLIL�M[\uZQT�a�[]QKQLI�

1960

Page 54: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El canto de amor de J. Alfred Prufrock

Traducción de Rodolfo Usigli

Page 55: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock
Page 56: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

55

S’io credesse che mia risposta fosse A persona che mai tornasse al mondo, 9]M[\I�ÅIUUI�[\IZQI�[MVbI�XQ��[KW[[M� Ma perciocche giammai di questo fondo Non torno vivo alcun, S’i’odo il vero: ;MVbI�\MUI�W¼QVNIUQI�\Q�ZQ[XWVLW�

Vayamos pues, tú y yo,

cuando la tarde se haya tendido contra el cielo

como un paciente eterizado sobre una mesa;

^IanUWVW[�I�\ZI^u[�LM�KQMZ\I[�KITTM[�[MUQLM[QMZ\I[��

murmurantes asilos

de inquietas noches en hoteles baratos de una noche

y restoranes con serrín y ostras;

calles que se siguen como una discusión tediosa

de intención insidiosa

para llevarte a una cuestión abrumadora…

7P��VW�XZMO]V\M[�¹§9]u�M['º

Vayámonos a hacer nuestra visita.

En la pieza las mujeres vienen y van

hablando de Miguel Ángel.

La niebla amarilla que frota su lomo sobre las

vidrieras,

el humo amarillo que frota su hocico sobre las

vidrieras

lamió los rincones del atardecer,

Page 57: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

56

se demoró sobre los canales en desagüe,

dejó caer sobre su lomo el hollín que cae de las

chimeneas,

se deslizó por la terraza, dio un súbito salto,

y viendo que era una suave noche de octubre,

se enroscó una vez a la casa y cayó dormido.

Y a la verdad habrá tiempo

para el humo amarillo que resbala al largo de

la calle

frotando su lomo sobre las vidrieras;

habrá tiempo, habrá tiempo

de preparar un rostro para el encuentro de los

rostros que encuentres;

habrá tiempo para asesinar y para crear,

y tiempo para todas las labores y días de manos

que levanten y dejen caer una pregunta en tu plato;

tiempo para ti y tiempo para mí;

y tiempo aún para ciento indecisiones

y para cien visiones y revisiones

IV\M[�LM�Y]M�\WUMUW[�]VI�\W[\ILI�a�\u�

En la pieza las mujeres vienen y van

hablando de Miguel Ángel.

Page 58: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

57

Y a la verdad habrá tiempo

XIZI�XZMO]V\IZ[M��¹§5M�I\ZM^W'º�a�¹§5M�I\ZM^W'º

Tiempo para volverse atrás y bajar la escalera

con un paraje calvo en mitad de mi pelo.

�,QZnV"�¹¨9]u�ZITW�[M�TM�M[\n�XWVQMVLW�MT�XMTWº�

5Q�[IKW�UI\QVIT��UQ�K]MTTW�Y]M�[]JM�ÅZUMUMV\M�I�

la barbilla,

mi corbata rica y modesta, pero asegurada por un

[QUXTM�ITÅTMZ¸

�,QZnV"�¹¨8MZW�Y]u�LMTOILW[�[WV�[][�JZIbW[�a�

sus piernas!”)

¿Me atrevo

I�XMZ\]ZJIZ�MT�=VQ^MZ[W'

En un minuto hay tiempo

para decisiones y revisiones que un minuto

trastocará.

Porque ya las he conocido a todas ellas, a todas ellas:

he conocido las noches, las mañanas, las tardes,

PM�UMLQLW�UQ�^QLI�KWV�K]KPIZQTTI[�LM�KINu#

conozco las voces que mueren en un diminuendo

al fondo de la música en un cuarto alejado.

)[y��§K~UW�XWLZyI�aW�I\ZM^MZUM'

Page 59: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

58

Y he conocido ya los ojos, todos ellos—

los ojos que nos clavan en una frase formulada,

a�K]IVLW�M[\u�aW�NWZU]TILW��PMKPW�X�MV�]V�ITÅTMZ��

K]IVLW�M[\u�aW�KTI^ILW�a�ZM\WZKQuVLWUM�MV�TI�XIZML��

¿cómo podría entonces empezar

I�M[K]XQZ�\WLI[�TI[�KWTQTTI[�LM�UQ[�LyI[�a�LM�UQ[�^yI['

§A�K~UW�XWLZyI�aW�I\ZM^MZUM'

Y he conocido ya los brazos, todos ellos—

brazos con brazaletes y blancos y desnudos

(¡pero bajo la lámpara cubiertos de claros

vellos castaños!)

¿Es el perfume de un vestido

TW�Y]M�I[y�UM�PIKM�LQ^IOIZ'

Brazos que yacen sobre una mesa o sujetan un chal.

� §A�XWLZyI�aW�MV\WVKM[�I\ZM^MZUM'

� §A�K~UW�XWLZyI�MUXMbIZ'

* * *

§,QZu"�N]Q�XWZ�KITTM[�M[\ZMKPI[�IT�KZMX�[K]TW

a�KWV\MUXTu�MT�P]UW�Y]M�[ITM�LM�TI[�XQXI[

de hombres solitarios en mangas de camisa

I[WUILW[�I�[][�^MV\IVI['

Page 60: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

59

Yo debí ser un par de melladas tenazas

que rasaran los suelos de mares silenciosos.

* * *

¡Y la tarde, la noche, duerme tan apacible!

Alisada por largos dedos,

dormida… fatigada… o bien, se hace la enferma

M`\MVLQLI�MV�MT�[]MTW��IY]y�R]V\W�I�\Q�a�I�Uy�

§<MVLZyI�aW��LM[X]u[�LMT�\u�a�TW[�XI[\MTM[�a�PMTILW[��

TI�N]MZbI�LM�NWZbIZ�MT�UWUMV\W�I�[]�KZQ[Q['

Pero aunque he llorado y ayunado, llorado y orado,

aunque he visto mi cabeza (ya levemente calva)

traída en una charola,

no soy profeta— y esto no importa mucho;

he visto parpadear el momento de mi grandeza

y he visto al eterno lacayo recibir mi abrigo y

sonreír estúpidamente,

y en suma, tuve miedo.

A�P]JQMZI�^ITQLW�TI�XMVI��LM[X]u[�LM�\WLW��

LM[X]u[�LM�TI[�\IbI[��TI�UMZUMTILI��MT�\u��

entre la porcelana, entre una plática de ti y de mí,

hubiera valido la pena

Page 61: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

60

haber hincado el diente en el asunto con

una sonrisa,

haber comprimido el universo en una bola

para rodarlo hacia alguna cuestión abrumadora,

para decir: “Soy Lázaro vuelto de entre los muertos,

^]MT\W�XIZI�LMKyZW[TW�\WLW��W[�TW�LQZu�\WLWº¸

si una, arreglando una almohada junto a su cabeza,

dijera: “No es eso lo que quise decir, de ningún modo,

no es eso, de ningún modo”.

A�P]JQMZI�^ITQLW�TI�XMVI��LM[X]u[�LM�\WLW�

hubiera valido la pena,

LM[X]u[�LM�TI[�X]M[\I[�LMT�[WT�a�LM�TW[�XI\QW[�a�

las calles regadas,

LM[X]u[�LM�TI[�VW^MTI[��LM[X]u[�LM�TI[�\IbI[�LM�\u��

LM[X]u[�LM�TI[�NITLI[�Y]M�IZZI[\ZIV�XWZ�MT�XQ[W¸

y esto, y tanto más—

¨1UXW[QJTM�LMKQZ�M`IK\IUMV\M�TW�Y]M�Y]QMZW�LMKQZ

Pero como si una linterna mágica proyectara los

nervios en pautas sobre una pantalla;

hubiera valido la pena

si una, arreglando una almohada o quitándose

un chal

a�^WT^QuVLW[M�PIKQI�TI�^MV\IVI�LQRMZI"

Page 62: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

61

“No es eso, de ningún modo,

no es eso lo que quise decir, de ningún modo”.

* * *

¡No! No soy el príncipe Hamlet ni nací para serlo;

soy un señor cortesano, uno que servirá

para llenar una pausa, iniciar una escena o dos,

aconsejar al príncipe; sin duda un instrumento fácil,

deferente, contento de servir,

político, cauteloso y meticuloso;

lleno de altos conceptos pero un poquito obtuso;

a veces, a la verdad, casi ridículo—

Casi, a veces, el Bufón.

Envejezco… Envejezco…

=[IZu�MVZWTTILW[�TW[�M`\ZMUW[�LM�UQ�XIV\IT~V�

§8IZ\QZu�UQ[�KIJMTTW[�XWZ�I\Zn['�§5M�I\ZM^W�I�KWUMZ�

]V�L]ZIbVW'

>M[\QZu�XIV\ITWVM[�LM�NZIVMTI�JTIVKI�a�KIUQVIZu�XWZ�

la playa.

He oído a las sirenas cantándose una a otra.

Page 63: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

62

No creo que canten para mí.

Las he visto cabalgar hacia el mar sobre las olas,

peinando los blancos cabellos de las olas revueltas

cuando el soplo del viento vuelve el agua blanca

y negra.

Nos hemos quedado en las cámaras del mar

al lado de muchachas marinas coronadas de algas

UIZQVI[�ZWRI[�a�KINu[

hasta que nos despiertan voces humanas y

nos ahogamos.

Page 64: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

Índice

7 De la cobardía considerada

como una de las bellas artes

Hernán Bravo Varela

The Love Song of 16/17 La canción de amor de

J. Alfred Prufrock J. Alfred Prufrock

T. S. Eliot Traducción de Hernán Bravo Varela

35 El dilema de Prufrock

John Berryman

Traducción de Rafael Vargas

55 El canto de amor de

J. Alfred Prufrock

Traducción de Rodolfo Usigli

Page 65: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock
Page 66: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

Esta obra se terminó de imprimir en abril de 2015.

En la composición se utilizaron tipos Baskerville de 8, 9, 10, 11 y 18 puntos. La edición consta de 2000 ejemplares

impresos en papel cultural de 90 gramos.

Page 67: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock
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El oro de los tigres I

G. K. CHESTERTON

Lepanto

ANNE HÉBERT

La alcoba cerrada

PHILIPPE JACCOTTET

Cantos de abajo

;)1< ë7�5731+01

Muere mi madre

ADONIS

Rey de los vientos

WALLACE STEVENS

Cuatro poemas

CZESLAW MILOSZ

Un libro de cosas luminosas

Page 69: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El oro de los tigres II

CATULO

Poemas a Lesbia

GOTTFRIED BENN

Morgue y otros poemas expresionistas

EUGÈNE GUILLEVIC

Ella

GEO BOGZA

Orión

FERREIRA GULLAR

Poema sucio

BERNARD NOE ĆL

El rumor del aire

NUNO JÚDICE

-T�UQ[\MZQW�LM�TI�JMTTMbI

Page 70: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El oro de los tigres III

JOHN DONNE

8WM[yI�MZ~\QKI��+IVKQWVM[�a�[WVM\W[

CONSTANTINO CAVAFIS

Una noche

MARINA TSVIETÁIEVA

Poemas sueltos

LêDO IVO

Una antología de una antología personal

SYLVIA PLATH

Tulipanes

FRANC DUCROS

Aquí compartido

Page 71: La Cancion de Amor de j Alfred Prufrock

El oro de los tigres IV

VICTOR HUGO

Dios

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