John MacArthur 3. Introducción

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- a' - - , ".,.. ,. -- 15 r Introducción, Cuando la edición original de este librol fue publicada por primera vez en 1978, yo no estaba preparado para I~.amplitud y variedad de respuestas que generaría. Por supuesto, yo esperaba. alguna reacción, porque prácticamente cada libro que ha sido publicado sobre el tema ha producido desacuerdo. Los asuntos que trata parecen despertar las más profundas! emociones de la gente. Tal vez no es posible hablar o escribir sobre el movimiento carismático sin inquietar a alguien. Curiosamente, sin embargo, las expresiones de aceptación que recibí fueron las que me pillaron más desprevenido. Literalmente millares de personas me han escrito para agradecerme el haber aportado un tratamiento bíblico y doctrinal de la cuestión carismática. Entre ellos se contaban muchos pastore~ y otros líderes cristianos que estaban agradecidos por el abordamiento bíblico de un asunto que ellos temían tocar. Me asombró descubrir cuántos cristianos piensan que al movimiento carismático le falta apoyo bíblico, pero son renuentes a decirlo en voz alta. En los años desde la publicación inicial del libro he obtenido una nueva comprensión de la razón de tanta confusión en cUémto a los dones carismáticos en la iglesia. Un poderoso factor de intimidación obra contra los que quieren tratar bíblicamente con el asunto. Evaluar la doctrina o la práctica carismáticas es visto comúnmente como inherentemente divisivb o desconsiderado. Los extremistas carismáticos pueden promover casi cualquier idea que se les ocurra en la televisión y la radio cristianas, pero los que intentan examinar criticamente tales enseñanzas a la luz de la Escritura, son silenciados . .... yo hablo por conocimiento de priméra:mano. Nuestro progra- lJla de radio: "Grace to You" (GraCia para ti), se escucha diariamente i'" en una cadena de radio de más de doscientas estaciones. Casi todas :r: ellas comparten nuestra perspectiva doctrinal y compromiso con la '.~~ficiencia. absQ.lllt9. dgJaJ:,scriwra.Sin embargo, la i11ayoriade"~lIas. _ .~ resiste ¡ÚransiTiltli:senes-que-traten con 1 Córintios fZ---I4;"Hechos-----: ,..-- .~: .;; p r

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Cuando la edición original de este librol fue publicada porprimera vez en 1978, yo no estaba preparado para I~.amplitud yvariedad de respuestas que generaría. Por supuesto, yo esperaba.alguna reacción, porque prácticamente cada libro que ha sidopublicado sobre el tema ha producido desacuerdo. Los asuntos quetrata parecen despertar las más profundas! emociones de la gente. Talvez no es posible hablar o escribir sobre el movimiento carismático sininquietar a alguien.

Curiosamente, sin embargo, las expresiones de aceptación querecibí fueron las que me pillaron más desprevenido. Literalmentemillares de personas me han escrito para agradecerme el haberaportado un tratamiento bíblico y doctrinal de la cuestión carismática.Entre ellos se contaban muchos pastore~ y otros líderes cristianos queestaban agradecidos por el abordamiento bíblico de un asunto queellos temían tocar. Me asombró descubrir cuántos cristianos piensanque al movimiento carismático le falta apoyo bíblico, pero sonrenuentes a decirlo en voz alta.

En los años desde la publicación inicial del libro he obtenido unanueva comprensión de la razón de tanta confusión en cUémto a losdones carismáticos en la iglesia. Un poderoso factor de intimidaciónobra contra los que quieren tratar bíblicamente con el asunto. Evaluarla doctrina o la práctica carismáticas es visto comúnmente comoinherentemente divisivb o desconsiderado. Los extremistascarismáticos pueden promover casi cualquier idea que se les ocurra enla televisión y la radio cristianas, pero los que intentan examinarcriticamente tales enseñanzas a la luz de la Escritura, son silenciados .

.... yo hablo por conocimiento de priméra:mano. Nuestro progra-lJla de radio: "Grace to You" (GraCia para ti), se escucha diariamente

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2, Romanos 12, u otros pasajes que enfrenten la falta de equilibriocarismático. Muchas de ellas están comprometidas con filosofías queexplicitamente prohiben cualquier enseñanza que pueda desafiar lascreencias de sus participantes carismáticos.

Un ejecutivo de una cadena me escribió: "Reconsidere por favorsu propósito de tratar el tema del movimiento carismático y otrostemas controversiales en su emisión de radio. Aunque compartimossus convicciones sobre esos asuntos, muchos de nuestro oyentes no.Esas personas son hermanos queridos en Cristo y creemos que no esútil a la causa del Señor atacar lo que ellos creen. Estamos obligadosa mantener la pai entre los hermanos y la unidad en -el-cuerpo deCristo. Gracias por ser sensible a estas inquietudes."

Esa clase de pensamiento sacrifica la verdad en favor de una pazsuperficial. Tal actitud se está extendiendo a la iglesia contem­poránea. En realidad les ha dado a los extremistas carismáticos lalibertad de proponer puntos de vista fantásticos mientras imponen uncódigo de silencio sobre los que objetan. Los que sí hablan, inevi­tablemente son tildados de divisrvos, de estrident~s o de faltos deamor.2 El legado de una posíción así no es la unidad y la paz, sino laconfusión y el desorden. Podemos ver las pruebas en los centenaresde iglesias, juntas misioneras, escuelas y otras organizacionescristianas que han permitido que la influencia carismática se infiltre yquede sin respuesta. Al final sacrifican completamente su posición nocarismática O sufren el efecto devastadoi'M una división,

y así la confusión se extiende porque las voces que promulgan lasenseñanzas excéntricas-ahogan los débiles' murmullos de los quedesafían a los cristianos a examinar las Escrituras para ver si esascosas son así (comp. Hech. 17: 11).

No es desconsiderado analizar las diferencias doctrinales a la luzde la Escritura. No es necesariamente negativo expresar desacuerdocon la enseñanza de otro. De hecho tenemos la obligación moral deexaminar lo que se proclama en el nombre de Jesús, y exponer ycondenar la enseñanza falsa y la conducta antibíblica. El apóstolPablo creía que a veces era necesario refutar a la gente por nombreen sus epístolas que debían ser leídas públicamente (Fil. 4:2, 3; 1 Tim.1:20; 2 Tim. 2: 17). Juan, el apóstol del amor, escribió una candentecondena de Diótrefes, un líder de la iglesia que estaba ignorando laenseñanza del apóstol (3 Jn. 9, 10). Como muestra su segunda epís-

. tola, el'Criterio' de Juan sobre~el verdadero amor estaba' completa­mente ligado a la verdad. De hecho, el amor separado de la verdadno es más que sentimentalismo hipócrita. Ese sentimentalismo se estáextendiendo entre los evangélicos hoy en día.

El desafío bíblico no es evitar la verdad que es controversial, sino

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Recientemente vi en la televisión a una dama que contaba cómo suneumático reventado era sanado. No hace mucho recibí una cartade alguien del estado de Florida que había escuchado un testimoniomaravilloso de una mujer que le había enseñado a su perro a alabaral Señor en un ladrido desconocido.

Reconozco que los dos ejemplos son extravagantes. Tal vez esinjusto caracterizar al movimíento carismático con ilustracionescomo esas. Yo desearía que eso fuera verdad. Desearía que esosejemplos fueran raros, P~!Ono lo son. Y la razón por la que' no 16 --..sQO.eS que en las filas carismáticas ninguna experiencia tiene que­pasar la prueba de la Escritura.3

hablar la verdad en amor (El. 4: 14), y yo m~e esforzado por cum­plirlo. Tengo muchos amigos carismáticos que aman sinceramente alSeñor y aunque disentimos en algunos asuntos fundamentales, losconsidero hermanos preciosos. Me duele que al<gunosde ellos creanque mi"crítica del movimiento carismático es hirien'te, pero la Escrituraes la regla con la que debe medirse toda enseñanza~ !J. mi único deseoes encender la luz de la Palabra de Dios en un movimiento que hatomado a la iglesia contemporánea por sorpresa.

Aunque algunos lectores se imaginaron que había r)dículización osarcasmo en algunos de mis comentarías en la primera edición de estelibro, les-aseguró que mi propÓsito entonces, y ahora, no es ej,'de .burlarme. Un número de carismáticos consideró que yo tergiversabasu movimiento escogiendo las ilustracioqes más grotescas y exóticas.La primera edición, por ejemplo, incluía esta:

Creo que la década pasada ha confirmado esa evaluación. Losejemplos absurdos de la temeridad carismática se hacen más y másnumerosos conforme los límites del movimiento se mueven sincontrol. Con todo, los carismáticos radicales han crecido sin parar eninfluencia y visibilidad..

Ejemplo: Jan Crouch, que con su esposo Paul dirige la CadenaEmisora Trinity (TBN), le dijo a una audiencia en Costa Rica: "¡Dioscontestó las oraciones de dos niñas de doce años al resucitara supollito de entre los muertos!"4 La señora Crouch ha relatado de nuevoesa historia en emisiones de TBN de costa a costa y alrededor delmundo.

Ejemplo: La revista Carisma, la revista estandarte del movi­miento, presenta' anuncios desplegados de una y dos p'áginaspara-elRancho Rapha, un centro de sanidad carismático que trata a pacientes .del cáncer con "cintas biblicas subliminales". El título de unavideocinta que uno·puede comprar de Rapha por 29,95 dólares es d

"Usted no tiene que morir". El rancho es descrito como un lugar

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donde l,ós pacientes de cáncer "vienen y son sanados". El avisoproclama los poderes sanadores de las cintas subliminales de Rapha"Terapia de la Palabra":

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más audibles para clamar contra los abusos. Desafortunadamentepocos lo hacen. Los que sí han denunciado el error han rendido un .servicio invaluable,7 pero han sido atacados Pbr otros carismáticos.En .efecto, han sido callados por gente que cita 1 Crónicas 16:22("¡No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis wofetas!")~ como siese versículo silenciara toda discusión doctrinal. y como si se supusieraque debemos asumir que todo el que pretende que es ungido de Diosestá diciendo la verdad. Como resultado. los carisma:ticos como untodo han dejado de exponer y rechazar las influencias más obvias nobíblicas y hasta anticristianas en el movimiento.

En vez de eso, la mayoría de los carismáticos récurren a ladefensa facilona de que virtualmente toda crítica contra su movimientoes injusta y falta de bondad. Los no carismáticos, intimidados por laacusación, son eficazmente silenciados. ¿~ de sorprender que tantagente esté confundida? I

Mientras que los no carismáticos se vuelven más temerosos decuestionar los reclamos carismáticos, la influencia carismática seextíende virtualmente sin examen. Mediante los medios modernos decomunicación, especialmente de la televisión, el movimientocarismático ha cubierto el globo y se ha extendido a paso veloz. Laenseñanza carismática ha ido más allá de Estados Unidos y Europa alas partes más remotas de América del Sur, de Oriente, de Africa, deIndia, del Pacífico Sur, de Europa Oriental y de la Unión Soviética,casi a todas partes donde el nombre de Cristo es conocido. Literal­mente millones en todo el mundo creen que Dios está dando a lagente señales, prodigios y milagros en una escala sin precedentesdesde los tiempos bíblicos. Esas pretensiones siguen multiplicándosea un ritmo tan prolífico que difícilmente pueden ser catalogadas, ymucho menos verificadas.

Son comunes los informes de encuentros fantásticos con Jesu­cristo y con el Espíritu Santo. Supuestamente son rutina los mensajesde Dios. Se alegan sanidades de todas clases. No es raro escuchartestimonios sorprendentes acerca de cómo Dios, en respuesta a la fe,ha corregido lesiones de la columna, alargado piernas y quitado tejidoscancerosos. Los' animadores· de programas de entrevistas,aparentemente omniscientes, disciernen qué milagros y sanidades dediversos tipos están ocurriendo durante su trasmisión. Alientan a lostelevidentes a llamar y "reclamar" sanidad. '

Algunos de los milagros parecen casi ridículos: billetes de un dólar.' que .se vuelvendeCveihte dóla.res, máquinas lavarropas y otros

aparatos son "sanados", tanques de gasolina vacíos son llenadossobrenaturalmente ..y.los.demonios son echados delas máquinasvendedoras auto·Ínáticas. Gente es "m.3tada" én.eLEspíritu; otros.

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¡Centenares de informes de sanidad, salvación y liberación' Ennuestra serie de Cintas de Terapia de la Palabra, la Palabra de Dioses leidaen vozalta, de modoque no solamentees escuchada por suoido consciente, sino que penetra a su mente subconscientecanfor'me decenas de millaresde pasajes de la Escriturason escuchadosen apenas una hora. La lectura de la Palabra es acompañada demúsicabellamenteungidaque crea una atmósfera de fe con la que(sic) usted puede recibir de Dios. Cada día llegan a nuestroministerio asombrosos' informes que reconocen sanidad, vidascambiadas, salvación y milagros conforme las mentes sonrenovadas por la Palabrade Dios,5

Ejemplo: El evangelista Robert Tilton enviaba por correo una"moneda milagrosa" (en realidad una ficha metálica sin valor), prome'tiendo un "milagro financiero" a los que siguieran sus instrucciones yle enviaran "¡un cheque por el mejor donativo posible que pudierandar!" Al pie del volante había un ominoso recordatorio escrito amano: "Solo usted y Dios saben lo que es su mejor donativo posible,"Un periódico secular llama al programa de televisión de Tilton: "Exitoen la vida", "El imperio de más rápido crecimiento en la televisióncristiana" ,6

Ejemplo: Un asociado cercano mío asistió a una reunión dehombres de negocios carismáticos en Chicago, donde un sacerdotecatólico testificó que Maria le había dado el don de lenguas mientras élrezaba el rosario. Después, el pastor carismático que dirigía lareunión se puso de pie y dijo: "¡Qué asombroso testimonio! ¿Noestán contentos de que Dios no está limitado por nuestras ideas de loque es doctrinalmente aceptable? Alguna gente tratará de desechar eltestimonio de este hermano simplemente porque no encaja en susistema doctrinal. ¡Pero no importa cómo uno es llenado por elEspíritu Santo, con tal que uno sepa que ha recibido el bautismo!" Laaudiencia, formada de centenares, rompió· en un aplausoentusiasmado y sostenido. Nadie pareció cuestionar si el testimoniode ese hombre, tan obviamente en conflicto con la verdad bíblica,pudiera ser espúreo.

Ese incidente ejemplifica la tendencia carismática a probar la. doctrina por la experiencia envez·dechacerlo"alrevés;Las celebri­dades carismáticas más visibles e ínfluyentes apenas dan lugar alaautoridad bíblica. Los líderescarismáticos preocupados por la verdadbíblica, y estoy convencido de que hay muchos, debieran ser las voces

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Frederick Dale Bruner lo ha declarado claramente: "La prueba decualquier cosa que se llame cristiana no e'S"'susignificación, su éxito osu poder; sino que éstos hacen más imperativa la prueba. La pueba esla verdad." 11

Se ha vuelto prácticamente imp'osibler definir el movimientocarismático en términos doctrinales. En los añ~s desde que aparecióla primera edición de este libro. el movimiei'l'to se ha ampliadodramáticamente. En efecto. ha logrado lo que el movimientoecuménico ha sido incapaz de hacer: una unidad externa que entérminos generales es indiferente a cualquier intérés doctrinal. Elmovimiento carismático na-abierto sus puertas a prácticamentecualquier denominación y secta que abrace alguna forma de los donescarismáticos.

También conocido como "neodentecostalismo", el movimientocarismático es heredero del pentecostalismo, que empezó alrededorde 1900. Hasta 1959 el pentecostalismo estaba contenido endenominaciones como Asambleas de Dios, Iglesias del EvangelioCuadrangular y la Iglesia Pentecostal Unida. Pero en 1959 elpentecostalismo rebasó las líneas denominacionales cuando DennisBennett, rector de la Iglesia Episcopal San Marcos, en Van Nuys,California, experimentó lo que él cree era el bautismo del EspírituSanto y el don de lenguas. 12 Después de eso, como lo expresó JohnSherrill, las murallas se fueron derrumbando.13 E[ movimientocarismático se extendió a los episcopales, a las denominacionesmetodistas, presbiterianas, bautistas y luteranas. De allí ha crecidohasta alcanzar a católicos, liberales teológicos y hasta gruposmarginales seudocristianos.

Por eso es difícil, si no imposible, definir el movimientocarismático por alguna doctrina o enseñanza de la que participentodos los miembros del movimiento. Más bien, [o que los carismáticostienen en común es una experiencia, que ellos creen es el bautismodel Espíritu Santo. Muchos carismáticos definen el bautismo delEspíritu Santo como una postsalvación, una experiencia de segundabendición que añade algo vital a lo que los cristianos reciben en lasalvación. Creen que el bautismo del Espíritu va acompañadocomúnmente por la evidencia de hablar en lenguas, o tal vez de otrosdones carismáticos. Tal experiencia es considerada esencial pormuchos cristianos que quieren conocer en su vida la plenitud de lodivino y el poder de lo milagroso-. ,... , .... ::.:

Si usted es un cristiano que no ha experimentado algún fenó­meno carismático sobrenatural tal vez se siente excl\lido. Puedeestarse preguntando si Dios lo considera como un cristiano desegunda categoría. Si él sinceramente se preocupa por usted, ¿por

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El intento de interpretar las manifestaciones carismáticas delEspírituSanto sin una experienciacarismáticaes tan fatuo como laaplicaciónde la "ética cristiana" aparte de una dinámica regenera­dora ... La comprensión de una verdad espiritual presupone unaexperiencia espiritual. El Espíritu Santo no revela secretosespirituales a los no comprometidos. y, con toda 'franqueza, laexperienciapentecostal es de compromiso total.9

J. Rodman WiJliams refleja el mismo punto de vista:

Contra el trasfondo de participar del Espíritu Santo y los donesconsecuentes del EspírituSanto, la información,la instruccióny laenseñapza respecto a ellos se vuelve relevante. Aquí puedeestablecerseuna tesis fundamental:Cualquier información respec­to a los dones del Espíritu, la carismata espiritual, presupone laparticipación en ellos. Sin tal participación,cualquiercosa que sediga d~Josdone~ puede resultarsolamente en c,(;mfusióny error.10

ale'gan que han ido al cielo y vuelto. ¡Varios hasta alegan que han idoy vuelto del infierno!

Las experiencias asombrosas parecen estar al orden del día.conforme Dios, con gran hiperactividad, realiza una actuaciónsobrenatural igualada solamente por los seis dias de la creación y porlas plagas de Egipto.

Algunos llegan hasta el punto de negar la eficacia del evangelismosin tales milagros. Argumentan que el mensaje del evangelio esdebilitado o nulificado si no es acompañado por grandes señales yprodigios. Creen que algunas personas necesitan ver señales yprodigios antes de creer. Esa inclinación ha generado todo un nuevomovimiento, pomposamente llamado "la Tercera Ola del Espiritu San­to", también conocido como el movimiento de Señales y Prodigios(ver el capítulo 6). Esta variación reciente del antiguo tema caris­mático está atrayendo a muchos evangélicos y a otros de lasdenominaciones principales que antes desconfiaban de las influenciaspentecostales y carismáticas.

Tanto carismáticos como..los no carismáticos m~cesitan desespe­radamente echar una mirada clara a los asuntos bíblicos en cuestión.

Algunos argumentan que los que están fuera del movimientocarismático no tienen derecho a evaluado. El bautista carismático,Howard Ervin escribió:

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Sin embargo, la experiencia no es la prueba de la verdad bíblica;más bien, la verdad bíblica, en último análisis, juzga la experiencia. Deesto más que de cualquier otro asunto, trata este libro. También es el

. punto clave para contestar los reclamos del movimiento carismático.L__

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cación posible de verdadera espiritualidad. Para probar la auten'ticidad de sus reclamos algunos lideres c&rismáticos recurren el

"milagros" fraudulentos o fabricados. La espiritualidad es consideradacomo un asunto externo: el carácter piadoso no es esencial a los quecreen que los fenómenos sobrenaturales dan validez a sus recldll10sdehablar por Dios. Tal sistema alimenta la doblez. el engal1o. lacharlataneria y el fraude. ' "

Entiéndanme por favor, no estoy diciendo que todos los liderescarismáticos son corruptos. Yo sé que no es asi. Muchos de misamigos carismáticos están genuinamente comprometid0s con Cristo y

son ejemplos de verdadera piedad. Tampoco estoy d'iCiendo que sumovimiento es el único que produce hipócritas. Pero si estoyconvencido de que la enseñanza fundamental del movimientocarismático crea un énfasis extremo soqre evidencias externas y poreso alienta reclamos falsos, falsos profetas y otras formas de fraudeespiritual. 14 Donde tales cosas abundan hay lugar para el escándalo, yel movimiento carismático en la pasada década ciertamente se hadistinguido por una porción más que promedio de escándalo.

Doy gracias a Dios por los muchos carismáticos quesinceramente aman a nuestro Señor y que quieren obedecerlo. Pabloescribió: "De todas maneras Cristo es anunciado, sea por pretexto osea de verdad, y en esto me alegro" (FiL 1: 18). Me regocijo de que enmuchos ministerios carismáticos Cristo es predicado y gente esganªda para él. ...~~ro eso no exime al movimiento o a las enseña(l;:':.ascarismáticas de un escrutinio bíblico cuidadoso. La Escritura nosambriesta:"Examíriadló tOdo, retened lohueno" (1 Tes. 5:21).

A primera vista. este libro puede parecer demasiado académicopor el gran número de notas al calce. Por favor, no lo haga a un ladopor eso. Confío en que no encontrará el libro seco o abstracto. Pero'sí creo que era importante, siempre que fuera posible, presentar lasenseñanzas carismáticás en sus propias palabras y ser preciso aldocumentar todas las citas..

En casi cada caso he citado de material publicado más que deconversaciones personales, cartas y otras fuentes informales. Sola­mente en el capítulo 12, que trata del movimiento Palabra de Fe, herecopilado concienzudamente de cintas de enseñanza ydetrasmisiones por televísión. Al hacerlo así reconozco que algunascintas que he citado puede decirse que no las he citado de la mejor

l manera, pero habiendo investigado el movimiento, les aseguro que lo1.::=.,-c.que_hecitado,sí representa exactarmmte; y justamente a mi mejor

1'.. ~:~~~~~~: 1.0 q..u.e..10..s.i::>re.aiea. d~r~~.~e Palabra de Fe están. ens.eñ..an.do• Mi'oraciÓn.'esqlie:O}9s~use· este libro para recordar:-aTQQQs Jos=:'''::~-trk

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qué n@'ha tenido un milagro especial o manifestación de algún donespectacular? ¿Por qué no ha ascendido a un nivel superior debienaventuranza espiritual? ¿Por qué no ha escuchado a Jesúshablarle en una voz audible? ¿Por qué no se le ha aparecidofisicamente? ¿Tienen de veras nuestros amigos carismáticos un andarmás ·íntimo con Dios, un sentido más profundo del poder del EspírituSanto, una experiencia más plena de alabanza, una motivación másfuerte para testificar y una devoción mayor al Señor Jesucristo?¿Podría ser que nosotros los no carismáticos sencillamente no damosla medida?

Al hablar con cristianos que no han tenido experienciascarismáticas, a menudo percibo sentimientos de recelo, desaliento yhasta de alarma. Parece que el movimiento carismático ha separadola comunidad cristiana en "los que lo tienen" y "los que no lo tienen".

Aunque yo he dedicado mi vida a predicar la doctrina biblica sanaque se centra en la obra del Espíritu Santo en la vida de cada creyente,debo confesar que, según la definición carismática, yo estoy entre "losque no lo tienen". Y tengo que t1dmitir que me he preguntado a mímismo: ¿Es real toda esa gente que supuestamente está teniendotodas esas experiencias asombrosas? ¿Podría ser que me estoyperdiendo lo que Dios es.tá haciendo? ¿Están alcanzando mishermanos carismáticos un nivel superior en su andar con Dios?

Sospecho que uga-ansiedad similar alcanza las mismas filas de los ~carismtfttcos~-n-¿Podría ser que algunos que asisten. ª ?sos ... _ r

-- 'compañerismos están tentados a exagerar, dramatizar y hasta a I. fabricar algunos milagros o experienCias especiales, por su necésWad' ¡ .

de mantenerse al paso de los hermanos que parecen ser más l.espirituales? iEstoy seguro que ese es el caso. Lo veo suceder diariamente en la ttelevisión cristiana, conforme los reclamos carismátieos se Vuelven ~

más y más fantásticos. Ocasionalmente se denuncia algún:fraude. Un ~evangelista de la televisión, conocido nacionalmente, fue descubierto .usando un receptor oculto en su oreja por el cual su esposa letransmitía información que supuestamente le era revelada a él por elEspíritu Santo. Otro sanador por fe menos conocido se desacreditócuando se probó que había introducido gente sana en su audiencia,con muletas y sillas de ruedas para recibir supuestas "sanidades".

Peor aún, escándalos sexuales vergonzosos entre líderes carismá­tieos ostensiblemente "llenos del Espíritu" se volvieron epidémicos en

la pasada.década;. resultando catastrófiG0s para la causa de.CristQ.erL __otodo el mundo, socavando el testimonio de todos los cristianos a losojos del mundo. Tales escándalos son el legado de un movimientoque alega señales y prodigios espectaculares como laÚníca vgl'ifF .~ ~.

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.cristianos, carismáticos y no carismáticos, de nuestra responsabilidadde examinar todo cuidadosamente a la luz de la Escritura, para dejar

que la Palabra de Dios sea la prueba de nuestra experiencia y no alrevés, a fin de que retengamos solamente lo que es bueno.

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