IIICCCCC
-
Upload
luis-alfonso -
Category
Documents
-
view
222 -
download
3
description
Transcript of IIICCCCC
Homenaje a mi Escuelita de Primaria.
Al rendir homenaje a nuestra Institución Educativa José Olaya Balandra del Puerto de Chala, por sus 52
aniversario, podemos afirmar que es la primer Institución Educativa de la provincia, muy Tradicional en el
Puerto, que ha forjado por décadas en su aulas a miles de niños Chalinos, y que a la fecha son ciudadanos que
aportan al desarrollo de la localidad y la nación, reconocer también a sus anegados y leales profesores que por
años aportaron con su conocimiento y paciencia a forjar ciudadanos, les damos las gracias a Ustedes señores
profesores; lo cual nos compromete a todos a continuar apoyando con el fin supremo de forjar ciudadanos en
bien del país, porque la educación es un derecho constitucional y principal pilar para lograr el desarrollo
equilibrado en este país de inequidad e indiferencia. Además debemos reconocer hidalgamente que esta
prolífica institución educativa José Olaya Balandra tiene sus bases en la otrora escuelita Pre Vocacional de
Varones de Chala 1403, y fue en el año de 1963 que se revaloró su importancia en la provincia de Caraveli,
construyendo un moderno y amplio local, en donde hoy está ubicada el plantel homenajeado, y afirmo con
orgullo y melancolía que las RAÍCES de esta prolífica institución, a la cual rendimos un justo homenaje, tiene sus
inicios mucho antes de 1963, y relatare con orgullo y satisfacción aquellos gratos momentos y lugares donde
se impartía nuestra formación educativa, a todos, los que frisamos más de cincuenta años, entre ellos a don
Secundino Montoya Vera, el longevo vecino del Puerto.
En el Puerto de Chala, nuestra Alma Mater la Escuelita 1403, funciono inicialmente por décadas en un
acogedor local, ubicado donde hoy está el Mirador de la playa Chica, (lamentablemente destruido) era un amplio
local 300 metros cuadrados aproximadamente, con paredes de gruesa madera, material importado posiblemente
de Chile o Europa, con techo de calamina a dos aguas y piso de madera de cedro, una casona de estilo
republicano con un hermoso mirador hacia la playa, muy típica en la costa. En esta noble aula se educaron por
décadas los jóvenes del Puerto, por aquellos años la educación era hasta el Tercero de Primaria, como lo
testimonia don Secundino Montoya Vera quien frisa los 100 años, un Chalino neto y vecino notable del Distrito, al
igual que lo afirmaron muchos vecinos que descansan en la paz de Dios, en nuestro cementerio local. Pero en la
década del 50 la población estudiantil aumento notablemente con niños y jóvenes que provenían de las
localidades vecinas de Chaparra, Achanizo, Tocota, Atiquipa, Yauca, Atico, Caraveli, Quicacha, Lomas, Acari,
hasta de departamento de Ayacucho venían; por lo que los vecinos y las autoridades de turno, buscaron un
local donde cobijarlos y así cumplir con esta ineludible demanda educativa, y ubican unos depósitos o
bodegas junto a la Puntilla o desembarcadero de botes del Puerto, estas amplias bodegas o almacenes tiempo
atrás, fueron utilizadas como depósito de mercadería en tránsito, por compañías navieras extranjeras y la
Empresa Nacional de Vapores del Perú, estas bodegas se encontraban abandonadas a consecuencias de la
paralización de las labores de cabotaje en el Puerto, porque a fines de 1947, ocurrió la peor tragedia en nuestro
Puerto, ya que por acción de un fuerte maretazo o braveza marina, el muelle que años antes había sido
reconstruido y ampliado sus instalaciones, sucumbió ante una fuerte braveza marina, una triste tragedia
portuaria que afectó profundamente a la economía de los vecinos, historia que nos ocuparemos en otro
momento.
Estos locales educativos o bodegas se mantienen aún en pie, a pesar de la indiferencia de todos y las
inclemencias del tiempo, relatare que el aula de Transición o tranca la olla, se mantiene aún en pie, su antigua
estructura de madera está muy deteriorada por la humedad y el corroer de las polillas, este ennegrecido y
vetusto local está ubicado al costado donde hoy queda la capilla de San Pedro, recuerdo que era un amplio
local de madera con techo de calamina a dos agua y piso de tierra, allí iniciamos los estudios primarios entre
grandes y chicos, luego el Primer, Segundo, Tercero y grado se continuaba en las bodegas que se ubican,
frente a Alameda de la playa chica, donde hoy funcionan unos bares o restaurantes en contraste con la ironías
de la vida; mientras los grados de Cuarto y Quinto de primaria funcionaban en el tradicional local educativo
ubicado en altos del Mirador de la playa chica, junto a la oficina del Director de la Escuela, este emblemático e
histórico local educativo fue destruido por la desidia de la autoridad de turno y la indiferencia de la población que
no valoraron un monumento de valiosa tradición e identidad portuaria.
Mi primer profesor fue el señor Domingo Quiroga Luna y el director era el Profesor Rojas. Recuerdo aquellos
años de estudios con mucha nostalgia y felicidad, porque al iniciar las clases a la 8 am, el profesor Quiroga hacia
muchos malabares para que nos concentremos en sus explicaciones y dictados, todos estábamos muy sustraídos
por el constante vaivén de las olas y el canto de las aves marinas, que al tocar el silbato desde la dirección
anunciando el recreo, todos salíamos a la carrera a divertirnos en los diferentes lugares: como la playa chica, la
puntilla, al muelle chico, al muelle grande, o subirse a la grúa, todos nos divertíamos de lo lindo, como
bañándose, pescando borrachuelos, jugaban pelota, cazando lagartijas, jugando con botecitos y redes, a las
bolas, trompos o cazando cangrejos cacaneros, la playa chica quedaba chica por la diversidad de juegos. Y
cuando tocaban el silbato para volver a clases, la mayoría teníamos los pantalones remangados a la rodilla y
sucios de arena de playa, algunos con pescaditos, otros con cangrejos o lagartijas amarrados en una larga pita,
esta secuencia se repetía por la tarde, porque al medio día volvíamos a casa a almorzar y luego continuar con las
clases hasta las 5pm, y al salir al recreo todos nos bañábamos en la Puntilla para aplacar la calor de verano, día a
día se repetía los divertidos recreos hasta acabar los estudios, las anécdotas son diversas por todos aquellos que
tuvimos la suerte de estudiar en esa época, así fueron nuestros inolvidables recreos por aquellos años. Fue en el
año de 1962 que se comenzó a construir el nuevo local escolar junto a la posta Médica, exactamente donde hoy
queda el centro educativo José Olaya, por iniciativa y gestión de un grupo de vecinos Chalinos y el Vice-almirante
de Marina del Perú Franklin Pease Olivera, un Chalino de nacimiento, aprovechando el alto cargo que ostentaba
en el Ministerio de educación y la Marina del Perú, fueron ellos quienes apoyaron a solucionar la necesidad
de infraestructura educativa, y para la inauguración del moderno local educativo de la época, se invitó al ilustre
Chalino, como a funcionarios del Ministerio de Educación y la Marina del Perú, recuerdo que la actividad
inaugural se concretó, después de varios días de espera, porque la comitiva de honor llego por vía aérea, todo
el alumnado salía presuroso al patio de plantel, ante la alerta de su llegada, hasta que llego la comitiva, la
aeronave aterrizo en campo de aterrerizaje que quedaba en la Aguadita, ( lugar invadido sin respeto a la
normatividad y las necesidades de emergencia, a pesar de la oposición de los vecinos notables del puerto);
recuerdo que el Vice-almirante Franklin Pease Olivera ingreso al patio escolar con su Comitiva, entre aplausos y
hurras del público presente, su impecable uniforme blanco de la Marina lo hacía muy distinguido, el muy
sonriente agitaba la mano y saludaba a todos, nosotros estábamos formados en el patio de honor y agitábamos
emocionados nuestras banderitas rojas y blancas, fue una significativa ceremonia de inauguración lo sucedido
aquel día de mayo de 1963, el alcalde Ulises Calle o Abelardo Alemán, el Director Rojas, el Profesor Domingo
Quiroga, la señorita profesora Rosario Geldres Brusset, y la colectividad Chalina agradecieron el apoyo a la
educación de la niñez.
El moderno plantel educativo pre vocacional contaba con aulas para los seis grados escolares, un amplio
patio de recreo encementado, baños higiénicos con tanque de agua elevado, lo mejor era dos aula–taller de
formaciones artesanal implementadas con máquinas de carpintería y mecánica, para los grados de cuarto y
quinto, también instalaron un grupo electrógeno para usar en horas de clases; y llegaron desde Arequipa nuevos
profesores. Podríamos recordar al Profesor Froilán Neyra, Ricardo Bornaz, José Begazo, Gladis Ojeda, Orlando
Torrico y otros. En merito a la inauguración del moderno local educativo se coloco una placa de bronce al ingreso
del local, y que aún permanece gracias a Dios, como mudo testigo de aquel memorable acto inaugural y la visita
de ilustres personajes, la institución funciono por muchos años con el nombre de Escuela de Varones Pre -
Vocacional 1043 y solo albergo a varones, años después por disposición de la autoridad de Educación se integro
la escuelita de Mujeres de la localidad, porque su antiguo local estaba muy deteriorado, existiendo el riesgo hacia
el alumnado femenino.
Fue así que nuestros agradables recreos en la playa chica quedaron en el recuerdo, como nuestros locales o
bodegas escolares. Una anécdota de aquel memorable día inaugural, y que me relato Félix Díaz Jiménez, un
Chalino neto, fue que después de la ceremonia de inauguración del plantel escolar, el Vice-almirante Franklin
Pease Olivera solicito permiso a los presentes para retirarse, y dirigirse al cementerio del distrito, y llevar una
ofrenda floral, la razón de su visita al camposanto, era que allí estaban depositados los restos mortales de su
hermano quien había fallecido varias décadas atrás, Fue reencuentro bastante solemne y emotivo, prometiendo
llevar sus restos a la ciudad de Lima al mausoleo familiar, acción que cumplió tiempo después. La diversión
nuestra de bañarnos la realizábamos al medio día, aprovechando el tiempo de almuerzo.
Mi sincero agradecimiento a nuestros Directores, Profesores, Personal Administrativo y Padres de Familia, que a
través del tiempo laboraron en esta institución, recordando la memoria de los Preceptores que descansan en
la paz de nuestro Creador como: la profesora Susana de Botto, el Director Rojas, Manuel Cortavitarte Roas,
profesores Domingo Quiroga, Froilán Neyra, Orlando Torrico, al profesor José Sivincha, y a los señores Ricardo
Bornaz, el profesor Ángel Alvares, José Begazo Mostajo que nos acompañan, también es justo nombrar a la
Ilustre Directora Doña Avelina Dongo de Otero, a doña Nelly Bedoya de Espinoza, la Señorita Rosario Geldres
profesoras la escuela de Mujeres 14010 del Puerto de Chala y muchos más Preceptores que nos dejaron y que la
memoria no me ayuda en mencionarlos, Nuestro eterno agradecimiento.