HISTORIA DE LA CORFO

CORFO(1939 – 1973)

IntroducciónLa Corporación de Fomento de la Producción, creada en 1939, Bajo el gobierno radical de Pedro Aguirre Cerda, el 29 de abril de 1939 se fundaron la Corfo junto a la Corporación de Reconstrucción y Auxilio para buscar la industrialización del país y coordinar la reconstrucción tras el terremoto de Chillán de 1939, respectivamente. Es un organismo del Estado encargado de impulsar la actividad productiva nacional. Creada con el fin explícito de elevar la calidad de vida de la población y mejorar la situación de la balanza de pagos. En sus inicios mediante acciones que permitieran impulsar la industrialización del país, o “Desarrollo Hacia Adentro” utilizando una activa política de créditos o intervenciones directas, la CORFO fue la responsable de darle un fuerte impulso a actividades como la minería, la electrificación del país, la agricultura, el comercio, el transporte y la industria.Bajo su alero fueron creadas las grandes empresas, indispensables para el desarrollo de Chile, como la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), la Compañía de Acero del Pacífico (Cap) y la Industria Azucarera Nacional (Iansa), entre muchas otras. Sin embargo hacia mediados de la década de los 50 este modelo económico mostró claros síntomas de agotamiento, dando como resultado 3 nuevos modelos entre 1956 y 1973. Desde 1956 a 1964 se implementó un sistema liberalizan té tomando como eje el sector privado; de 1964 a 1970 se utilizó un sistema mixto, aunque con liderazgo estatal y de 1970 a 1973 se experimentó el “camino socialista”. Todos estos sistemas con el único fin de ir en pos del desarrollo.

Gracias a todos estos antecedentes, podemos decir, que la CORFO jugó un papel estelar en el periodo de tiempo analizado, convirtiéndose en un ente clave del quehacer económico.

Desarrollo

Sin duda, la primera mitad del siglo XX tuvo un importante proceso de cambios, políticos, económicos, sociales y culturales que moldearon el devenir del mundo en su posterior acontecer, y que también alcanzaron a la sociedad chilena en todos sus ámbitos.Cambios como la Constitución de 1925, que puso término al régimen parlamentario, la irrupción de nuevos grupos sociales que habían sido dejadas de lado por el parlamentarismo y que ahora tratan de hacer oír su voz en la lucha política.La elite tradicional inició un proceso de simplificación y austeridad en cuanto a sus costumbres. El modelo a seguir ya no provenía de la vieja Europa, si no de los Estados Unidos, y al terminar la década de 1930, este grupo, que principalmente militaba en los partidos Liberal y Conservador, se vio desplazado de las estructuras de poder.Esta época vio también el surgimiento de una clase media numerosa, formada por algunas familias tradicionales, desplazadas por fracasos económicos, como una gran cantidad de personas de grupos bajos, que ascendió en la escala social a través de la educación y del acceso a empleos calificados. Además se destaca la existencia de un proletariado urbano, que iba en franco aumento gracias a la migración desde el campo a la ciudad, que buscaba en ésta un surgimiento mediante el crecimiento del sector industrial.

En los últimos años de la década del 20, la economía chilena se encontraba en un periodo de auge, atribuida a la fuerte expansión económica internacional experimentada en esos tiempos, pero a partir de la Primera Guerra Mundial un conjunto de condiciones externas la hacían sumamente inestable.Al ser la economía chilena de un escaso desarrollo y estar vinculada solamente al mercado exterior, puesto que se exportaba cerca del cuarenta por ciento de la producción total, y de ésta el setenta y cinco por ciento lo constituía solamente salitre y cobre, la inestabilidad de los mercados y la presencia de, por ejemplo, fertilizantes sintéticos la tornaban extremadamente frágil. 

Por esto, la crisis mundial de 1929 dejó graves consecuencias para la economía nacional, donde según la Liga de las Naciones, de los 39 países protagonistas del comercio mundial, el nuestro país fue el más afectado en términos de la declinación del valor de las exportaciones e importaciones. Esta debacle trajo la necesidad de pensar en el futuro como un Chile más industrial y productor, que un exportador de materias primas. Dentro de este contexto, en 1932 asume por segunda vez la presidencia de la República Arturo Alessandri, con la difícil tarea de restablecer el orden institucional y político a la luz de la nueva Constitución, y hacer frente a los problemas económicos del país, que a la fecha habían alcanzado un gran nivel de daño en la población. Sin embargo fue bajo la presidencia de Carlos Ibáñez (1927 – 1931) cuando se implementaron una serie de medidas destinadas modernizar la economía, como lo fue la creación de una serie de organismos crediticios y técnicos que apoyaban a diversos sectores de la producción nacional. Así nació el Servicio de Minas del Estado (1925), la Caja de Crédito Agrario (1926), la Caja de Crédito Minero (1927), la Caja de Crédito Carbonífero y el Instituto de Crédito Industrial (1928). 

La mejora económica se ve reflejada en la siguiente tabla:

Fuente: Marfán, Manuel. "Políticas Reactivadoras y Recesión Externa: 1929 - 1938". 

Así vemos cómo se fue creando conciencia a nivel general de la necesidad de un cambio en la forma de incentivar el desarrollo del país. Este cambio de mentalidad fue fundamental y construyó la atmósfera donde más tarde surgió la idea de una corporación que fomentara el desarrollo interno.Durante todo el gobierno de Arturo Alessandri se debatió el tema del desarrollo económico del país, y como resultado de esto en 1934 se recreó en Consejo de Economía Nacional. Que se hizo cargo del problema del progreso y del desarrollo, transformando el asunto en un tema propio de Estado.Lógicamente, la campaña presidencial tuvo como eje central del debate los problemas económicos y de progreso, y con la llegada de Pedro Aguirre Cerda al Gobierno en 1938, sumado al terremoto de 7.8 grados de 1939 y con el

objeto de recuperar los sectores productivos afectados con la catástrofe se aceleró la creación de la CORFO.

Casi como medida de emergencia, el Gobierno presenta ante el Congreso

Nacional, un proyecto de ley con el fin de crear un organismo que le permita

enfrentar el daño provocado por el siniestro, proporcionar la ayuda necesaria a

los damnificados y recuperar la infraestructura económica de la zona

devastada, potenciando el desarrollo agrícola e industrial de la zona afectada y

del país en general.

En el Congreso Nacional las partes se dividían en un sector crítico, que no se

referían tan sólo a lo técnico, sino también a lo político, argumentaban que en

la formación de la Corporación primaban los intereses del gobierno sobre los

intereses económicos, además la necesidad de ayudar a los damnificados no

tenía relación con la iniciativa de crear una entidad destinada a apoyar el

fomento de la producción. Otros replicaban que sí era preciso apoyar a los

agricultores y a los empresarios de las zonas devastadas y que ese era el

principal motivo de esta iniciativa. La discusión se resolvió con la creación de

dos organismos a partir de un mismo proyecto.

De esta forma, el Congreso aprueba en febrero una iniciativa que sería

publicada como ley Nº 6.434 el 29 de abril de 1939 que crea la Corporación

de Ayuda, Reconstrucción y Auxilio, entidad destinada a la recuperación de

las zonas afectadas por el terremoto, y también con el objetivo señalado en la

ley de "Formular un Plan General de Fomento de la Producción, destinado a

elevar el nivel de vida de la población mediante el aprovechamiento de las

condiciones naturales del país y la disminución de los costos de la producción,

y en mejorar la balanza de pagos internacionales guardando al establecer el

Plan, la debida proporción en el desarrollo de las actividades de la minería, la

agricultura, la industria y el comercio, y procurando la satisfacción de las

necesidades de las diferentes regiones del país", nace la Corporación de

Fomento de la Producción, CORFO.

El 24 de mayo de 1939 se reunió el primer Consejo de la Corporación, esta

sesión constitutiva presidida por el ministro de Hacienda, Roberto Wachholtz

contó con la presencia de los ministros de Fomento, Arturo Bianchi, y de

Agricultura, Arturo Olavarría, más los siguientes consejeros.

- Emiliano Bustos y Gustavo Loyola, diputados

- Marcial Mora, presidente del Banco Central 

- Valentín Magallanes, presidente de la Caja Autónoma de Amortización 

- Santiago Labarca, presidente Comisión de Cambios Internacionales 

- Desiderio García, presidente Comisión de Licencias de Importación 

- Juan Antonio Ríos, presidente de la Caja de Crédito Hipotecario 

- Ramón Olave, presidente de la Caja de Crédito Agrario 

- César Fuenzalida, presidente de la Caja de Crédito Minero 

- Alberto Gómez Fierro, presidente del Instituto de Crédito Minero 

- Enrique Mozó, presidente de la Caja de Amortización Agrícola 

- Cardenio González, presidente de la Caja de Habitación Popular 

- Jaime Larraín, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura 

- Hernán Videla, presidente de la Sociedad Nacional de Minería 

- Walter Müller, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril 

- Raúl Simón, presidente del Instituto de Ingenieros de Chile 

- Gastón Goyeneche, presidente de la Cámara de Comercio de Chile 

- Salvador Ocampo, representante de la Confederación de Trabajadores de

Chile 

El gobierno designó un equipo directivo encabezado provisionalmente por

Ricardo Letelier Ruiz, quien en la tercera sesión entregó el cargo de

vicepresidente ejecutivo al ingeniero civil Guillermo del Pedregal Herrera. La

Gerencia General fue encargada al ingeniero y Subsecretario de Comercio

Desiderio García, y la Gerencia Administrativa a Emiliano Bustos de larga

trayectoria administrativa, congresal y ministro de Estado durante el gobierno

de Ibáñez.

Así concluía el primer gran esfuerzo, finalmente se disponía de una institución

encargada del fomento y del desarrollo. Faltaba ahora hacer lo material; los

miedos de las discusiones preliminares se empezaron a disipar y pronto se

logró entender las verdaderas dimensiones de la institución creada. 

Una vez instalado, el Consejo de la CORFO se abocó a organizar la

institución, esta labor se vio facilitada por la gran autonomía y flexibilidad que

la ley le otorgó a la Corporación, lo que permitió que el propio Consejo

iniciara una rápida y amplia gestión. Después de elegir a los ejecutivos de más

alto rango, se logró al dictar el reglamento general para la corporación,

reglamento aprobado el 7 de julio por el Presidente de la República vía

Decreto Supremo N° 2610, del Ministerio de Hacienda.

Una vez ordenada la corporación en cuanto a su organización, se establecieron

las comisiones para cumplir con la segunda, y más importante, parte de su

tarea, la elaboración de estudios y planes. 

Las comisiones creadas fueron: 

-Agricultura 

-Comercio y Transporte 

-Energía y Combustibles 

-Industria y Minería 

Durante la primera década, hasta 1952 se ampliaron las comisiones hasta

quedar con diez departamentos. Estos eran Agricultura, Minería y

Combustible, Industria y Energía, Fomento Minero e Industrial de Tarapacá, y

Fomento Minero e Industrial para Antofagasta. Además estaban los

departamentos de Contabilidad, Finanzas, Control, Planificación y Estudios. 

El 27 de noviembre de 1940, en la sesión N° 91 del Consejo de CORFO, se

acuerda crear la oficina de Nueva York, cuyos objetivos eran tres, el

comercial, el financiero y el técnico. Dentro de sus más destacadas acciones se

encontraban las operaciones bancarias y comerciales con bancos privados

estadounidenses. Además de firmar contratos de crédito, abrir cuentas

corrientes y llegar a acuerdos con fabricantes a quienes se les habían asignado

órdenes de compra, además de supervisar y efectuar las pruebas necesarias de

los equipos y maquinarias que se adquirieron en ese país.

En conclusión en este primer periodo, todo se resume en "Planes de Acción

Inmediata", donde destacan:

- Plan de Acción Inmediata para la Minería

- El Plan de Fomento de la Producción de la Energía Eléctrica 

- El Plan de Acción Inmediata para la Agricultura y Explotaciones afines 

- El Plan de Fomento Industrial 

- El Plan de Acción Inmediata de Comercio y Transporte 

Estos planes tenían como objeto lograr un aumento de la producción en sus

distintas ramas y que en un breve plazo satisficieran las necesidades de

consumo interno y enviaran al exterior su excedente, hasta reemplazar en

donde fuese posible la importación de materias primas, especies o productos

elaborados, que podían obtenerse con los elementos disponibles en el país. 

Estos planes marcaron la primera década de CORFO, donde la principal

actividad realizada fue "el fomento a la industrialización y una política de

incentivo a las exportaciones, especialmente agrícolas".

Durante la década del 50, el país sufrió vaivenes económicos post-guerra que

afectaban también al mundo entero y al ser la CORFO un ente estatal, no

estuvo al margen. Esta década marco el agotamiento del modelo económico y

político que se venía gestando desde la crisis del 29 y que había reforzado la

Segunda Guerra Mundial, en lo económico el signo de deterioro más

perceptible fue la inflación, con una variación anual del 36%. Lo que

vaticinaba un brusco cambio en la manera de hacer economía, puesto que todo

lo logrado en la década anterior será, en parte, desplazado y ahora los

esfuerzos se centraron en la consolidación y desarrollo de la infraestructura ya

establecida. Así, durante la década del cincuenta, las industrias levantadas por

CORFO continuaron creciendo y modernizándose hasta dominar el sector de

la industria nacional en que actuaban. 

Esto evidenció que este éxito sólo podría ser llevado adelante por el Estado.

Aunque, a medida que pasaron los años las opiniones no eran tan claras y

comenzó una redefinición de la política económica de la cual CORFO no

estuvo ajena.

Un claro ejemplo de esto fue la ENAP, donde en esos años, la expansión y la

variedad de sus operaciones hicieron posible hablar con propiedad de un

proceso de maduración. Por ejemplo entre 1952 y 1960 la cantidad de pozos

perforados había aumentado de 29 a 571. Asimismo la producción de crudo en

1960 decuplicó los índices de 1950 y cuatro años después llegaba a 20 veces

lo producido en 1950.

La labor en Estudios Económicos llegó a que se lograra conocer el Ingreso

Nacional y el Producto Nacional Bruto, y que ambos integraran un sistema de

Cuentas Nacionales publicadas por primera vez en 1957, estas Cuentas

Nacionales revelaron los datos fundamentales sobre la conducta económica de

los consumidores y de las instituciones gubernativas. Por otra parte en esta

década CORFO dio un giro a su política y esto se puede observar mediante el

siguiente cuadro:

DISTRIBUCION PORCENTUAL DEL ACTIVO DE CORFO POR RUBRO

DE FOMENTO 

A partir de esto podemos concluir que la CORFO privilegiaba principalmente

el desarrollo de Energía y Combustibles, siguiendo en importancia el

desarrollo de Vivienda e Industria. Por otro lado lo agrícola, aunque con una

baja porcentual en la relación a los primeros años, sigue teniendo una

preocupación importante.

La llegada de la década del sesenta llevó a Chile a la idea de superar el

subdesarrollo. Para lograrlo se necesitaban acciones coordinadas del Estado

con los diferentes sectores productivos. La planificación en esta etapa estuvo

en manos del equipo técnico que llegaría al gobierno a partir de 1964 dirigido

por el Presidente Eduardo Frei Montalva. El programa de Eduardo Frei

comprendía cinco tareas fundamentales: el desarrollo económico, la educación

y enseñanza técnica, la solidaridad y justicia social, la participación política y

la soberanía nacional. 

El plan en su aspecto económico otorgaría apoyo a todas las iniciativas que

posibilitaran la expansión industrial. Para ello los créditos externos e internos

favorecerían la inversión, sobre todo en aquellas actividades aseguraran poder

producir más y mejores insumos para la agricultura, mayor cantidad y

diversidad de productos de exportación y bienes de consumo durables que

pudieran estar al alcance de la población. Dentro de esto destacaban las

industrias cupríferas y sus derivados, el programa siderúrgico, el plan de la

industria eléctrica, el programa de la industria química, el desarrollo

petrolífero y la industria petroquímica. 

La Corporación volvió a tener un rol protagónico, recobrando su espíritu

inicial. Así, luego del gobierno de Alessandri, cuando se vio privilegiado al

sector privado y el Estado se limitó a proveer el estímulo necesario para el

crecimiento, se retorna a la filosofía del Frente Popular.

Para la planificación nacional se la Oficina de Planificación Nacional

(ODEPLAN), pasando ésta a tener el control de las planificaciones y la

organización de las cuentas nacionales, antiguamente en manos de CORFO,

que ahora solo se limitaba al sector industrial.

Posteriormente en la década del setenta hubo muchas transformaciones que

significaron oscilaciones en la política y en lo económico, que llevaron a

cambios drásticos en la sociedad chilena, como lo fue el modelo económico

del país, puesto que los tres años de gobierno del Presidente Salvador Allende

pretendieron ejecutar un programa económico y social que abriera la senda a

la transformación de Chile en un estado socialista. Ello implicaba llevar a

cabo cambios revolucionarios en la estructura económica, política y social,

que posibilitaran superar la explotación y la miseria impuesta sobre el país por

el capitalismo monopolista, la explotación imperialista y los privilegios de

clases.

Este nuevo proyecto socialista de la UP fue sacado “de golpe” el 11 de

septiembre de 1973, imponiéndose desde ese momento el gobierno militar, a

través de una Junta de Gobierno comandada por Augusto Pinochet, que

adentrándose en la década fue incorporando plan ideales de sus asesores

egresados de la escuela económica de Chicago, los “Chicago Boys”. Esto trajo

que todos los avances y logros de la CORFO sufrieran un proceso de

privatización que hizo desvirtuar el rol para la cual había sido fundada.

Conclusiones

la CORFO fue fundamental en el desarrollo industrial del país para el

desarrollo de la economía del siglo XX, modelando la forma de hacer

economía, trajo modernización y una abertura al comercio exterior dando paso

a la industrialización permitiendo crear variada empresas quizá permitiendo

un día en el futuro convertir a chile en un país desarrollado.