Geometría Estáurica · 2018. 10. 4. · Página Web con los Apuntes de GE: Correo electrónico:...

Universidad Central del Ecuador

Seminario Internacional

HACIA UNA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS, LAS ARTES Y

CULTURA, DESDE EL PENSAMIENTO ANDINO

Quito; julio de 2018

Título de la Ponencia:

Aspectos generales de

Geometría Estáurica

Acerca de su origen ancestral.

Su efecto fundante en la génesis de las culturas antiguas en general, y…

Su nuevo rol en la actualidad.

Diseños clásicos del Noroeste Argentino (NOA), de clara etiología Calendárica.

Aspectos generales de Geometría Estáurica

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Autor: Osvaldo Rodolfo Weilenmann Sola; Argentino; investigador independiente. Ex

docente del Curso de Lingüística Regional Quichua-Castellano, dependiente de la UNSE

(Universidad Nacional de Santiago del Estero; Argentina), desde 1989 a 1996.

Redescubridor y desarrollador (durante los últimos 15 años) de la Geometría Estáurica, y

eventual docente de esta temática en ámbitos no académicos.

Áreas de interés: La investigación de todas las culturas antiguas en general, con

predilección especial por las más primitivas y de estas sus idiomas, sus lenguajes y

sistemas de escritura, entre otros detalles.

Página Web oficial y original: www.geometriaestaurica.es.tl

Página Web con los Apuntes de GE: www.estaurica.es.tl

Correo electrónico: [email protected]

Resumen: La Geometría Estáurica –la Geometría Calendárica o Geometría de la

Cruz–, además de ser causa y origen de toda Geometría ancestral (pre-euclidiana y pre-

agrimensura), es madre indudable de todas las ciencias y matriz fecunda de todo desarrollo

cultural humano a lo largo de milenios. Porque antes de ser agricultores y necesitar «medir

las tierras» de laboreo, los humanos necesitamos conocer y medir el tiempo, en primer

lugar, para saber cómo prepararnos ante los cambios climáticos y cuándo estos sucederían

(por ciclicidad); además del poder conocer y medir nuestra ubicación en el espacio, climático

y geográfico.

Sin esta información calendárica vital, no sólo la agricultura hubiera sido imposible, la

sobrevivencia misma de nuestros ancestros y la posibilidad de moverse a sus anchas por el

planeta −minimizando los riesgos de extraviarse y quedar atrapados en climas extremos−,

también.

Paralelamente, y como efecto secundario de la práctica procedimentaria, aparece el

Esquema Estáurico (EE): La Matriz Geométrica que facilitó, durante milenios, la

abstracción de aquellos diseños geométricos clásicos que, de manera unánime,

reconocemos y apreciamos como herencia común de la cultura humana planetaria.

Abstract: The Stauric Geometry −the Calendrical Geometry or Geometry of the

Cross−, besides being the cause and origin of all ancestral Geometry (pre-Euclidean and

pre-surveying), is undoubted mother of all sciences and fertile matrix of all cultural

development human over millennia. Because before becoming farmers and need to

«measure the land» of tillage, humans need to know and measure time, first, to know how

http://www.geometriaestaurica.es.tl/

http://www.estaurica.es.tl/

mailto:[email protected]


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to prepare for climate changes and when these would happen (by cyclicity); besides being

able to know and measure our location in space, climate and geography.

Without this vital calendric information, not only agriculture would have been

impossible, the very survival of our ancestors and the possibility of moving freely around the

planet −minimizing the risks of getting lost and being trapped in extreme climates−, too.

In parallel, and as a side effect of the procedural practice, appears the Stauric

Scheme (EE): The Geometric Matrix that facilitated, for millennia, the abstraction of those

classic geometric designs that, unanimously, we recognize and appreciate as a common

heritage of planetary human culture. [ Tank you, Google Translator! ].

Palabras Claves: Geometría Estáurica; Geometría de la Cruz; Geometría

Calendárica; Geometría y Astronomía; Geometría primitiva; Geometría Neolítica; Geometría

y Arquitectura; Geometría y Sistemas de Escritura; Geometría y Lenguaje; Matriz de

Diseños; …

Verano (alegoría)… Otoño… Invierno (Año Nuevo).

Reabstracción geométrica de algunas figuras clásicas de culturas sudamericanas,

específicamente relacionadas con la temática Calendárica.


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0 – Proemio

De frente a la temática Estáurica, y antes de adentrarnos en cualquier tipo de

consideración al respecto de ella, hay tres aspectos importantes que debemos tener en

cuenta:

1º) Qué cosa era o qué significaba Estáurica para los antiguos en general;…

2º) Qué gama de aplicaciones prácticas tenía Estáurica en el seno de las grandes

civilizaciones de la antigüedad; y…

3º) Qué cosa es, qué significa y/o que puede aportar Estáurica hoy, para nosotros, en

pleno siglo XXI...

… porque es una obviedad que después de los varios milenios transcurridos desde

su origen, los contextos socioculturales son absolutamente diferentes. A punto tal que hoy,

en la era del GPS, de almanaques y relojes digitales en los móviles, nuestra necesidad vital

de ubicación en el espacio y el tiempo –función medular de la Estáurica ancestral−, es

radicalmente diferente a las perentorias necesidades por las que bogaban nuestros

antepasados remotos. Ya que hoy, habiendo sabido superar exageradamente aquellas

necesidades elementales, el imprescindible “auxilio instrumental” con el que otrora Estáurica

las satisfacía, simplemente cayó en desuso y, paulatinamente, casi sin percatarnos de ello,

la fuimos relegando de nuestras culturas y tradiciones.

Fue así que, por no ser algo material y sustantivo –como las reliquias que tras ser

rescatadas de los yacimientos arqueológicos son luego exhibidas en algún museo−, pasó

casi directamente y en pocas etapas al basurero de la historia, al olvido colectivo. Quedando

y sobreviviendo, eso sí, las huellas claras de su ancestral existencia plasmada en las

mismísimas formas −en los diseños−, que claramente nos muestran muchas de esas viejas

reliquias que tenemos en suerte poder preservar en nuestros museos.

A consecuencia de su pérdida, y a poco que miremos este asunto detenidamente, es

fácil comprender que al mismo tiempo en que distraídamente perdíamos la antigua solución,

de modo simultáneo reaparecía en nuestras sociedades el mismo antiguo problema, al que

tontamente sí supimos reciclar y conservar…

Porque todavía hoy persiste, en nuestra sociedad moderna, una situación de

confusión generalizada que, aunque obviamente no es igual, es en todo análoga a aquel


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«confuso status previo» ancestral que a su tiempo motivó la búsqueda de perentorias

soluciones vitales, concluyendo por entonces con la aparición −y/o creación− de esa

herramienta geométrica a la que hoy denominamos Estáurica y que, en tiempos antiguos,

claramente sirvió para “sintonizar” el ser humano al ritmo del cosmos.

¡Y por aquí sí es bastante posible que la más antigua de todas las ciencias tenga,

todavía hoy, mucho para decir y aportarnos!…

¿Quién Soy? ¿Dónde estoy? ¿Cuándo estoy?...

Ancestralmente Estáurica llegó para comenzar a responder de manera eficaz a esta secuencia de

preguntas esenciales, comenzando por el cuándo estoy (tiempo) y el dónde estoy (espacio)…

Descubrir Quién Soy todavía se tardaría un poco, porque implicaba invertir la aspectiva del

observador, indagando hacia adentro.

1.0 – Acerca de su origen ancestral

Antes de adentrarnos a considerar lo concerniente al origen ancestral de Estáurica y

comprender cuál era el rol que esta cumplía en el seno de las sociedades antiguas (sobre

todo en las de estadios más primitivos, en las que tenía asignado un valor utilitario de primer

orden), debemos comenzar por entender, primero y correctamente, de qué se trata esta

temática.

Veamos entonces…


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1.1- Estáurica: ¿De qué se trata?

Quizás la manera más sencilla de presentarla sea diciendo que Estáurica es, en

cualquier nivel de complejidad que la abordemos, la acción de plasmar físicamente sobre

Kay Pacha la correlación interactiva que la Pacha Mama mantiene con el Hanaj Pacha en

general, y con las actividades de astros y luminarias en particular...

De modo tal que, desde su origen y sin importar sobre qué cultura ancestral nos

enfoquemos, se trata de un Procedimiento Geométrico simple pero preciso que,

diagramado sobre el Suelo (o /ge/ -gr. la tierra-), está destinado a ser el instrumento que

nos permite saber y reconocer, por simple observación y aguda aspectación, dos primeros

datos fundamentales: En qué tiempo calendárico estamos viviendo, y sobre qué

espacio geográfico uno está plantado.

De modo tal que nos fuera dable saber, con la mejor exactitud posible, qué esperar

en adelante –si frío extremo, si calor extremo o un clima temperado, por ejemplo−, para

planear y ejecutar las acciones necesarias tendientes a minimizar las consecuencias más

desfavorables. Ya sea porque uno –y su grupo comunitario– debiera quedarse a residir en

ese lugar (sedentarismo), o bien para saber con seguridad hacia dónde dirigir nuestros

pasos, si el caso fuera que eventualmente requiriéramos movernos hacia otros lugares

(nomadismo).

Un Calendario Solar en su primera manifestación posible, simplificada e idealizada.

Para cumplimentar con estos objetivos, los geómetras primitivos comenzaron por

trazar un gran círculo cuyo perímetro, su “horizonte” cercano y palpable (concreto pero

virtual), imitaba al intocable horizonte lejano (aparente pero real).


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Esto les facilitaba el poder copiar y registrar, sobre el arco de una determinada

sección angular de su círculo –al que en Estáurica denominamos Ángulo Alfa (AA o )−,

con palos, piedras, árboles u otros objetos, y de manera análoga, los datos fenoménicos

dados sobre el horizonte lejano. Fenómenos que no dejan huellas per se, pero a los que el

geómetra calendárico sí puede convertir en datos tangibles, en memoria, en huellas

permanentes y disponibles ad hoc.

A continuación, y mediante el simple cotejo de los datos acumulados, se les facilitaba

el poder leer y comprender (siempre de manera análoga, obviamente), a cuanto fenómeno

acontecía “allá”, sobre el intangible horizonte lejano. Fenómenos que invariablemente

mantienen una relación de correspondencia armónica con todo lo que acontece “aquí”, in

situ.

Luego, y en sus fases más avanzadas, este Procedimiento Geométrico conduce a

una gran acumulación de trazos, tanto de aquellos a los que en Estáurica denominamos

«catálogo perimetral de datos», como los de la propia estructura geométrica de base que

los sustenta y hace posible tanto su registro como su entendimiento.

Esta acumulación de trazos (o datos) registrados se convirtieron, prontamente, en la

más remota modalidad de lo que varios milenios después vendríamos a denominar

Sistemas de Escritura. Ya que, dado que «el Orden copiado al Cielo y plasmado sobre

el Suelo» producía, sobre este último, un profuso −y casi confuso− entramado de líneas,

para facilitar tanto la ubicación como la identificación y la relación existente entre los

puntos más importantes, estos trazos principales acabaron siendo asociados, al igual que

las estrellas del cielo lo hacen por constelaciones, con formas o figuras familiares y

fácilmente reconocibles del entorno cotidiano de aquellas personas. Es decir, con cosas

(formas y funciones), que pareidólicamente se parecieran a objetos, animales, personas y


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demás, bien conocidas por todos. Por ejemplo: el Toro, el Escarabajo, el Suri, el Ampatu,

la Iguana, etc… Incluyendo, obviamente, a Orión:

La constelación de Orión en el Cielo astronómico (izq.) y en el “Suelo” estáurico (der.), lugar donde sí

encontraremos algunas líneas más de las que nos faltan en el cielo nocturno para completar la figura

−el diseño clásico− que originó la imagen conceptual por todos conocida.

Finalmente, y ya fuera de la estricta funcionalidad Calendárica, con el andar de los

siglos el entramado geométrico se convirtió en una fecunda y permanente Matriz de

Diseños, al mismo tiempo que en una poderosa usina de ideas, en aquella lejana

prehistoria en la que la disponibilidad ad hoc de buenas ideas −de esas genialidades que

primero se plagian y luego se reforman para ser readaptadas−, eran francamente escasas.

Quiero decir, de alguna manera había que dar el primer gran paso cultural y parece

ser que, a juzgar por los resabios –rastros y huellas arqueológicas− que todavía

conservamos dispersos por todo el planeta, ¡ese primer paso fue obviamente

GEOMÉTRICO, y esa Geometría es indudablemente ESTÁURICA!...

1.2 - En otras palabras…

En rigor de verdad sabemos de qué se trata Estáurica porque es un fenómeno

bastante simple de intuir, y porque se dio de hecho en el seno de las comunidades antiguas

más desarrolladas (las denominadas «Grandes Civilizaciones»), de todo el planeta y de


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todos los tiempos históricos y aún prehistóricos. Así como también sabemos cuáles son las

necesidades que impulsan y justifican su anhistórica1 aparición –el por qué y el para qué–,

porque son igual de obvias.

Pero, ¿quiénes fueron los primeros humanos que la generaron?... Difícil saberlo, por

no decir imposible. Aunque las huellas de estáurica –de diseño estáurico– ya están

presentes en muchas pictos y glifos grafías ancestrales, dadas desde tiempos tan lejanos

como lejanos son los tiempos de las primeras expresiones artísticas del ser humano,

basadas en una clara abstracción geométrica. Con lo cual nos están diciendo cuándo

aparece Estáurica, o por lo menos desde cuándo su uso primario como Sistema Calendárico

dio lugar a la Matriz Geométrica que pasa a ser utilizada como base universal para todos

los diseños, al mismo tiempo que la ubicación geográfica de esas huellas nos dice por

dónde hace sus primeras apariciones y, por lo mismo, dónde y cuándo se produjeron las

últimas antes de desaparecer2.

Al margen de todo esto, lo más interesante de ver y tratar de entender es el cómo lo

hicieron, porque ello nos habla del desarrollo de un Procedimiento Geométrico que, con

inicios absolutamente tan simples y sencillos como los que acabamos de ver, acabó luego

en realizaciones geométricas bastante complejas, a la par que sumamente prácticas y útiles.

Un Procedimiento sobre el que hoy sólo podemos teorizar libremente para atinarle a

conceptos perdidos en el tiempo, y a los que luego podemos contrastar, de manera efectiva

e inmediata, con los millones de rastros –huellas gráficas de diferentes objetos

arqueológicos– existentes y dispersos por todo el planeta; cuyos diseños geométricos

(dados como abstracciones geométricas), vienen a coincidir perfecta y matemáticamente

con nuestros desarrollos de Esquemas Geométrico-Calendáricos teóricos.

Misma metodología que, mediante una retroalimentación por ingeniería inversa, nos

colabora en mejorar y/o especificar a estos Esquemas Matriciales, a partir de los “errores”

iniciales producidos por el exceso o defecto en la carga inopinada de los objetos

geométricos que ingreden –o que potencialmente pueden ingredir3– en el Esquema

1 - Recordemos que anhistórico significa no-histórico; absolutamente sin historia; relativo a lo que no

tiene historia. Se trata de algo existente, real y concreto (no hipotético), cuya causa de existencia no ha dejado

huellas claras, y las pocas que hay son más conjeturales que residuales (hipotéticas), no muy obvias per se y

apenas evidentes a través del auxilio de medios, elementos y/o instrumentos secundarios, que pueden ser ajenos

al hecho o a la cosa en sí, o bien derivados indirectos de esta.

2 - Personalmente, y hasta donde hoy me consta, las grandes Culturas Nativas Americanas fueron las

últimas en abandonar la temática estáurica (hace no más de 3 siglos), impelidas por las hordas “civilizatorias”.

3 - Ingredir: “entrar en” (in-gressus): venir a formar parte de algo, de un todo, de manera esencial.

Utilizo esta palabra, que no figura en el dicc. de la RAE, en razón de su significado; ya que algo que está


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Estáurico, hasta finalmente arribar a los resultados definitivos que hoy ya podemos mostrar

en esta temática.

1.3 – Su rol en la antigüedad

Creo, sinceramente, que pocas herramientas pudieron llegar a ser tan útiles e

imprescindibles como esta para los humanos en estadio primitivo. Su instrucción era tan o

más importante que cualquier otra habilidad de supervivencia (como la de hacer el fuego,

fabricar las vestimentas, las hachas, lanzas y flechas, las canoas, los refugios y demás). De

ahí que, debido a su complejidad, lo regular era que sólo unos pocos “expertos” de cada

comunidad se dedicaran a su estudio, investigación exhaustiva y seguimiento cotidiano. Los

restantes miembros, la gran mayoría, sólo llegaban a poseer conocimientos elementales.

Rudimentarios, sí, pero muy útiles para quienes eventualmente pudieran extraviarse durante

los largos peregrinajes, con el consiguiente riesgo de no entender hacia dónde redirigir sus

pasos, y la obvia consecuencia de nunca volver a reencontrarse con sus clanes familiares.

1.4 - El statu quo del humano primitivo

En Estáurica siempre decimos (o especulamos) que su anhistórico origen ancestral

fue el día en que alguien se hartó de perseguir horizontes huidizos, en el contexto de la

más infructuosa de las búsquedas: Encontrar las míticas “puertas” –de salida y entrada− del

Sol (de astros y luminarias en general).

Suponemos, en efecto, que alguien se hartó de perseguir a esos dos horizontes

extremos −el oriental y el occidental−, que constantemente se alejan de nuestros pasos a

medida que pretendemos acercarnos, al mismo tiempo en que siempre continúan

mostrándose burlonamente allí, “al alcance de la mano”.

Se hartó de andar, y simplemente se detuvo…

Y suponemos, también, que ese hartazgo sobrevino a cuenta de que, tras haber

caminado larguísimas distancias y por muchísimo tiempo (por incontables generaciones),

siempre e invariablemente la situación tornaba a ser la misma: «Yo» –el que observa–,

compuesto por varios elementos ingredientes, se desnaturaliza –pierde o bien deteriora su forma y función−,

cuando alguno de ellos falta o egresa (ex-gressus).


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continúo siendo el centro de un enorme espacio circular abierto que, dividido en dos grandes

áreas: el arriba y el abajo (Hanaj Pacha y Kay Pacha), “se tocan” –se juntan– en una

visible pero intangible línea perimetral: El extenso horizonte que persistentemente nos

rodea como a su centro…

El horizonte lejano e intangible (izq.), y el radio del gran Círculo de la Tierra (der.), esa línea yacente

que “une” dos puntos extremos: De este lado “Yo”, el que observa desde “el centro”, y en el otro “la

puerta del Sol” sobre la línea perimetral del horizonte lejano.

Decimos, entonces, que cuando alguna vez alguien se hartó de perseguir horizontes

fugitivos, se detuvo, se plantó en un lugar cualquiera, y trazando un gran círculo que

también lo rodeara (que lo contuviera como a su centro), logró imitar al gran círculo del

horizonte, haciéndolo “disponible” tras colocarlo, ahora sí y literalmente, «al alcance de su

mano».

El primer círculo −el primer “horizonte” cercano y tangible−, sobre el cual se registra análogamente el

primer dato y, en adelante, a todo lo que cada día acontece en el horizonte lejano e intangible.

A partir de aquí fue cuando, sobre ese horizonte cercano y tocable (el perímetro de

su círculo), comenzó a registrar los fenómenos que acontecían sobre la línea del intocable

horizonte lejano, hasta llegar a formar un «catálogo perimetral de datos» perfectamente

cotejables –o legibles– desde el centro absoluto de observación: Yo… Lo cual le permitió

comenzar a entender que, a pesar de ser “yo” siempre el centro de los centros, las

diferencias climáticas que me rodean se condicen con las diferencias de los datos pasibles

de ser registrados en lugares muy distantes. Por ejemplo: Una mayor amplitud en el Ángulo


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Alfa Local (AAL) es siempre proporcional a la predominancia de climas extremos con

temperaturas cada vez más inferiores…

Definitivamente, la ciencia aparece cuando las meras casualidades se convierten

primero en coincidencias curiosas, para luego dar lugar a las coincidencias previsibles.

¡Y he aquí sus primeros pasos!

1.5 - Del nomadismo al sedentarismo

Es un acuerdo generalizado que el nomadismo –el hábito de ir de unos pastizales a

otros siguiendo la migración de determinados animales–, forma parte de las fases más

primitivas del ser humano, evidenciando así un grado de “desprogramación” biológica que

poco o nada colabora en avalar la noción de evolución y adaptación normal al medio

natural… Pero, a como sea que fuere, lo cierto es que todos los seres vivos que no supieron

adaptarse a las fluctuaciones trópicas de los diferentes climas acabaron sucumbiendo a sus

inclemencias. Y es un hecho probado que hoy nosotros todavía estamos aquí, “vivitos y

coleando” como decimos en Argentina, aunque bastante olvidados de cómo fue que

superamos una de las etapas más problemáticas en el devenir de nuestra supervivencia

como especie.

El mismo acuerdo generalizado nos dice que luego pasamos al sedentarismo: El

hábito de residir en una misma región de manera permanente, tras formar poblados y haber

domesticado a nuestros antiguos “maestros y guías” –los animales que antes perseguíamos

de unos pastizales a otros–, y haber logrado cultivar la misma variedad de vegetales que

antes caminábamos muchos días para poder encontrar.

Pero convengamos que esto está muy lejos de haber sucedido de la noche a la

mañana y por generación espontánea. Antes bien “algo” descubrió aquel errante homínido,

en algún momento de la prehistoria, que le funcionó como paradigma matricial de nuevas

ideas y generador de soluciones más adecuadas y eficaces, al punto de llegar a revertir

total y absolutamente nuestra condición anterior... Y ese “algo” tiene, hasta hoy, entidad y

nombre propio: Lo denominamos Calendario4. Aunque su actual utilidad solo conserva en

4 - Del latín calendas –el primer día del mes–, y calendarium –el libro que lleva el registro del

tiempo–. Etiológica y fonéticamente está relacionado con el sánscrito kalah -el tiempo (originalmente era el

nombre del gnomon o piedra central del calendario). Curiosamente, la misma palabra reaparece en el aimara

de Tiawanaku: Taipi Kala –la piedra del medio (el gnomon solar)–, y en toponimias prehispánicas de


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nuestros días unas pocas de las múltiples, variadas y “extrañas” funciones que ostentaba en

tiempos antiguos.

2.0 – Un Calendario polifuncional

2.1- El Sematerion

Resabios de un Sematerion cerca de Basora (antigua Lagash); Irak (izq.). (Google Maps).

Y una pictografía clásica del mismo tipo, en Cerro Colorado; Córdoba, Argentina (der.).

Cuando en Estáurica hablamos de Calendario no pensamos en lo que esta palabra

significa para nosotros en los tiempos modernos, porque si bien este instrumento de

observación es una pieza fundamental dentro del gran puzle estáurico, es sólo eso, una

parte –o aspecto– más dentro de los varios posibles que ancestralmente se daban de

hecho. De allí que, para diferenciarlo de un calendario común (convencional), a este

fundamentalísimo elemento estáurico lo denominamos Sematerion.

El Sematerion es, en efecto, el instrumento estáurico por antonomasia y el ámbito

de observación/aspectación por excelencia. Literalmente es el lugar donde (

/térion/5) se registran y se leen las huellas –los datos, los signos y señales ( /sema/)–

que, producidos en lo alto del Cielo, en la línea del horizonte lejano o entre ambos

(meteoros), son copiados –registrados– en el Suelo. Más concretamente, sobre el

Córdoba, Argentina, como Kalahualumba y Kalahuala, dos lugares que contaban con sendos menhires

originales (derribados y destruidos adrede por los primeros colonizadores europeos).

5 - Terion (-torio) significa: «el lugar donde se produce la acción» que indica la raíz de la palabra.


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perímetro de nuestro «horizonte cercano» y, eventualmente, sobre diferentes puntos

dispersos por sobre toda la superficie de ese pequeño ámbito mandálico que, trazado sobre

la Madre Tierra (Gea-Meter o Pacha-Mama), me contiene a «Yo», el

observador/aspectador, como a su centro…

En sus fases más antiguas, estos Semateriones eran perfectamente circulares

como los «henges» ingleses, por ejemplo, o como aquellos que todavía se muestran en la

superficie geográfica de la antigua Sumeria, en las zonas deforestadas de Acre, en

Amazonia, y en los planos de muchas ciudades antiguas todavía existentes.

El famoso Old Sarum de Salisbury (Wiltshire, U.K.), y restos de otro en Amazonas (Acre).

Resabios de Semateriones en Shetland, UK.

Antiguo plano de Shanghái (China), y foto satelital de la ciudad de Rebil (Kurdistán iraquí).


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Pero luego adquirieron formas cuadradas, rectangulares e, incluso, ovaladas (con

doble centro), al convertirse en los foros, las ágoras, las plazas y canchas de diferentes

poblaciones alrededor del mundo. Al mismo tiempo en que la diversidad de las formas

geométricas pasaron a mostrar (a determinar conceptualmente, en realidad), las diferentes

funciones específicas… Porque, lo repito, un Sematerion nunca fue sólo un mero

Calendario según el concepto que sobrevive en la actualidad.

Física y concretamente, sus resabios todavía nos muestran realizaciones (artificiales,

naturales o mixtas), de tipo plano (colineal al terreno circundante), tumulares (convexas y

sobre-elevadas), o cáveas (cóncavas o semi-cóncavas).

Estilo tumular: Ciudadela de Alepo, Siria; y semi-cávea: Teatro de Epidauro, Grecia.

Ahora bien, así como pueden aparecer y ser mostrados como conceptos unitarios e

independientes, estas apariencias –o formas primordiales− también lo hacen como

conceptos asociados, básicamente, de dos maneras:

Autoincluídas: Una forma cóncava muestra una convexa en su centro, o

viceversa.

Coaxiales: Ambas formas (de carácter antimétrico), separadas y ubicadas

simétricamente a ambos lados del eje decumanus (E/O), aparecen

perfectamente alineadas sobre el eje cardinal (N/S).

La primera manera es al estilo en cómo se muestran en las antiguas „pateras‟ latinas

o „fiales‟ griegas: Un espacio o recipiente cóncavo (destinado a receptar agua, vino o la

sangre de los sacrificios), con un ómfalos central que sobresale visualmente del líquido

circundante. Replicando así, a escala pequeña, la idea de: La «montaña primordial» que

emerge de las «aguas primordiales»…


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La segunda manera, regularmente de tamaño bastante mayor (algunas veces a

escalas imperiales), nos muestra a las dos opciones –la convexa y la cóncava− dadas en

dos ámbitos o espacios diferentes: Rigurosamente separados por la línea equinoccial (E/O),

y exactamente alineados sobre la cardinal (N-S). (6).

Patera íbera con su “ómfalos” central (S. IV-III aC), y “El Panecillo” de Quito (pintura S. XIX).

Ejemplo geométrico ideal, respetando los principios básicos que enunciamos.

Ahora, nunca debemos olvidar que, según de qué Hemisferio se trate, las posiciones

de los elementos que intervienen en este juego se invierten:

La colina o pirámide (aspecto convexo) se ubica hacia el lado más cercano al

paralelo ecuatorial (hacia el Sur en el HN, y hacia el Norte en el HS), y el pozo o fuente de

6 - En ciertas ocasiones, las ubicaciones de “fuego” y “agua” se salen de la alineación cardinal

colocándose uno al Este y otro al Oeste de ese mismo eje. Tal es, p. ej., el caso de algunos pares de obeliscos

egipcios y las desaparecidas Torres Gemelas de NY.


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agua (aspecto cóncavo) siempre se ubica hacia el polo más cercano (hacia el Sur en el HS,

y hacia el Norte en el HN).

Ahora, si el caso fuera que la línea equinoccial coincide con ser el paralelo 0º (el

centro del mundo), creo que lo más lógico sería colocar un montículo central (como “El

Panecillo”), o una pirámide, un obelisco, tun o tumi, siempre en la posición central (en el

centro de un círculo, Ki o Qui…), para luego ser flanqueado por dos fuentes de agua, una

al norte y otra al sur… Tal es el caso de la Plaza de San Pedro, a la que obviamente

siempre se consideró ser “el centro del mundo”. Al menos del mundo cristiano.

Dos cuasi pirámides circulares (una cóncava, otra convexa), en Perú e Irlanda.

En cuanto a la funcionalidad de un Sematerion, esta abarcaba desde el ser un circo

romano (cavea), hasta una fortaleza o un túmulo funerario (aspecto convexo); desde el ser

el pozo de agua comunitario o los almacenes (depósitos) de diferentes enceres, hasta el

templo dedicado a los dioses y a los ancestros en general; desde el ser un observatorio

astronómico hasta, incluso, una clínica maternal…; entre otros varios ejemplos posibles.

Era así que, estos Calendarios multifuncionales capaces de decirnos en qué clima

geográfico y en qué momento del ciclo anual nos encontrábamos, realmente eran el

centro de la vida comunitaria antigua y absolutamente todo, desde el nacimiento hasta la

muerte, acontecía en este ámbito y/o estaba relacionado con él de un modo u otro.


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Dos ámbitos Semateriónicos fácilmente identificables: Stonhenge y la Plaza de San Pedro (vista

hacia el oriente solar). El primero es hoy apenas reconocible y el segundo, bien trazado y bien

conservado, quedó bastante alejado de la que fuera su funcionalidad primigenia: Tiene columnas por

todos lados menos donde sí las debería tener. De hecho, la multitud de columnas están colocadas al

Norte y Sur de la Plaza, en tanto que el Ángulo Alfa oriental se quedó sin ellas –es un Ángulo Alfa

vacío de datos−, que, aunque sí estaban dibujadas en el diseño original, las quitaron del proyecto

para despejar el paso... Luego, y en teoría, la sombra del Gnomon Solar Central (“La Guglia”, un

obelisco egipcio flanqueado por dos Fuentes de Agua laterales y simétricas, ubicadas al Norte y al

Sur), debería apuntar, eventualmente y en los amaneceres de diferentes momentos del ciclo anual,

hacia alguna de las estatuas de los Apóstoles colocadas al oeste, sobre el frontis del Templo… Pero

no tengo claro si esta “indicación” (aportación de datos funcionales con los ritos anuales), sigue

siendo funcional en la actualidad.

2.2 – Características básicas de los Semateriones primitivos

Entre las principales podemos mencionar:

1) El lugar: El emplazamiento de un Sematerion le responde a las necesidades del

geómetra como diseñador, como observador y aspectador del cosmos circundante. Así la

elección recae sobre emplazamientos que van desde ser perfectamente planos, hasta

monticulares, naturales (como los pingos), o artificiales (tipo pirámides), y cáveas, también

naturales (pingos colapsados), o de factura artificial (como la kiva Hopi).

2) El tiempo: ¡Importantísimo dato a tener en cuenta! Así como cualquier lugar

elegido al azar no es necesariamente el más adecuado para emplazar un Sematerion, pues

tampoco cualquier tiempo elegido al azar es necesariamente el más adecuado para hacer la

primera punzada con la cual se inicia el procedimiento geométrico. Tener en cuenta el

momento del año indicado por la posición solar; el momento del mes indicado por la fase

lunar, y otro cúmulo de datos aportados por el resto de los astros celestes, conforman el

combo perfecto de factores necesarios para determinar fehacientemente “el tiempo

adecuado” (7).

7 - Mal que les pese a quienes consideran que astrología es una seudo ciencia, para quienes sí nos

hemos tomado el trabajo de estudiarla por nuestra propia cuenta (y así evitar repetir como loros afirmaciones

ajenas), sabemos que la fundación de algo −la colocación de una “piedra angular” por caso−, es, al igual que las

semillas en las huertas, algo que no se tira al azar, en cualquier lugar y en cualquier tiempo… Porque de hacerlo

así estaremos apostando, irresponsablemente, al fracaso eventual.


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3) El tamaño: Lo normal es que los Semateriones primitivos suelan mostrar radios

que alcanzan desde varias decenas de metros hasta, incluso, centenares de metros (porque

el mayor tamaño garantiza la mejor ubicación angular precisa de cada dato registrado, y

asegura la exactitud de la información que de él se deriva). Los túmulos −o tumbas− podían

abarcar la totalidad del Sematerion o, sí son relativamente más pequeños, ubicarse en el

centro o bien ocupar algún lugar determinado dentro de alguno de sus cuadrantes,

dependiendo de la importancia y/o relación jerárquica del difunto dentro de su comunidad.

Castle an Dinas, UK (Google maps), y Muyuq-Marca, Saksaywaman, Perú (Wikipedia).

4) El perímetro principal (el exterior): Este consiste regularmente en una fosa

inundada y adjunta a un borde sobre elevado, lo que en su conjunto servía para asegurar el

resguardo de lo contenido por el perímetro. Al mismo tiempo, el nivel del agua circundante

se utilizaba como un medio práctico para nivelar8, perfectamente, todo el suelo interior del

Sematerion (el podium). Un pódium perfectamente plano y circular (Ki o Qui) con el vertical

gnomon central (el tun o tumi) suele ser todavía la imagen clásica de un calendario/reloj

solar.

Qui –Tumi.

8 - Allanar, aplanar perfectamente, nivelar, colocar al ras… El verbo latino rado (rasi, rasum) –

afeitar, rasurar,…, pulir, limpiar−, conserva este sentido, mismo sentido que comparte con la palabra/concepto

mundo, del lat. mundus, -i: limpio, ordenado, elegante… Es decir, con aquello a lo que los griegos

denominaron /kósmos/.


20

5) Los perímetros secundarios: Lo regular es que cada Sematerion consista no en

un sólo anillo perimetral, sino en varios anillos concéntricos (multianulares), asignados

cada uno a una función específica en cuanto al registro de diferentes tipos y jerarquía de

datos, tanto de procedencia externa como interna al observador/aspectador.

Resabios de Rujm al-hiri, (Altos del Golán), y la ciudad de Arkaim (Rusia).

Ambos emplazamientos tienen más de 60 siglos.

6) Y, como decíamos antes, además de los sencillamente planos (qch. kuska –

plano, parejo, nivelado), los hay con formatos completamente cóncavos (qch. p’uku; ukhu),

a modo de valles, y los hay convexos (qch. muqu; ch’utu; p’umpu), con forma de

montículos. Es decir que físicamente van desde el pódium plano −la cancha o «escenario

de juegos y servicios»−, y el pozo de agua (hua-ku), fuente o manantial (qch. pukyu),

cascada (qch. phaqcha), o lago (qch. qucha) (cóncavos), hasta los menhires, tun, tum,

tumi, tuj o tuc, obeliscos y pirámides (convexos), por sólo citar algunos de estos extremos

mejor reconocibles y todavía visibles.

[Cada una de estas realizaciones expresa una cosmovisión con funciones muy

concretas, tal y como intentamos explicarlos in extenso en el libro Stauricos I: Qué es la

Geometría Estáurica, en proceso de realización.]

3.0 – La Geometría del Sematerion


21

3.1- Los objetos geométricos del Sematerion primitivo

Sin adentrarnos ahora en demasiados detalles debido a lo acotado de la exposición,

sí podemos decir que, en su expresión más sencilla y elemental posible, el Sematerion

primitivo está compuesto por una primera secuela procedimentaria de Objetos Geométricos

ingredientes, de los cuales no todos se conservan luego visibles (evidentes) sobre el

terreno, aunque nos queda claro que necesariamente todos debieron formar parte de su

estructura al momento de la ejecución.

Posdevenidos luego a Símbolos primordiales9 −símbolos fundamentales tanto para

la creación de modos de vida más adecuados (cultura), como para facilitar su correcta

comunicación (tradición)−, algunos de estos primeros elementos/símbolos geométricos

ingredientes son:

El Punto, …

El Doble Punto, …

La Línea, …

La Doble Línea, …

El Círculo, …

El Doble Círculo, …

La Vesica Piscis, …

La Cruz (Staurós, Taw o Tawa), en sus dos variantes: y ; …

Los Ángulos Alfa (origen de la letra alfa), …

El Ángulo Alfa Solar; …

El Ángulo Alfa Lunar; …

El Ángulus Templi (el Ángulo del Templo; indicativo del Área Templada); …

La Ojiva (el Ojo), …

La Perla o Huevo dorado, …

La Almendra (o Mandorla), …

El Rombo Alfa, …

El Cuadrado Estáurico, …

El Rombo cúbico, …

La Estrella Octogónica, …

9 - La secuencia signográfica del primer alefato −el “alfabeto” fenicio arcaico− nos muestra, desde la a

/alef/ hasta la t /taw/, una colección de estos símbolos, genialmente esquematizados y sistematizados en 22

elementos, seleccionados para crear un Sistema de Escritura que al mismo tiempo es simbólico, fonético y

numérico.


22

La Chakana Estáurica, …

Diferentes tipos de reticulaciones10, …

Etc.

En todos los casos hablamos de objetos geométricos −simples o complejos− que

claramente son diferenciables entre sí, pero de ninguna manera separables ni mucho menos

entendibles fuera de este ámbito, su propio contexto geométrico (fuera del entramado

geométrico y conceptual del que forman parte).

Mi intención primera fue la de decir algo acerca de por lo menos los primeros diez

puntos enunciados... Pero es claro que la amplitud de esta temática merece un libro propio

para ser tratado adecuadamente, cosa que no me permite esta ocasión. Vamos, no

obstante, con el primero y el noveno, el Punto y el Ángulo Alfa (con preferencia del Solar),

escuetamente y por partes, con el fin de atisbar mejor los alcances de lo que aquí pretendo

mostrar:

3.2 - El Punto

Supuestamente nos encontramos aquí ante lo más simple de todo lo simple: Ante la

más simple de las figuras, la más simple de las acciones y el más simple de los conceptos.

Pero, si tomamos distancia del purismo conceptual, la práctica geométrica nos entrega

varias maneras de ver y entender a este concepto elemental.

Al decir de Euclides, en su unicidad el

punto es aquello que no tiene un par (no

tiene otro igual). Y se supone, por lo mismo,

que en su homogeneidad tampoco tiene

partes −divisiones taxonómicas a lo interno

de sí mismo− (). Aunque en verdad,

conceptualmente y desde sus orígenes,

tenemos dos tipos de puntos:

10 - Como el caso de las retículas «pa» y «ma» (pa-chan y ma-chan), de amplio uso en toda la

América antigua.


23

El único, generado por la punzada del „kentron‟ o por el cruce de dos líneas,

como veremos inmediatamente; y…

El dual, considerado ser un auténtico par funcional, como veremos luego.

En su unicidad, el concepto de punto único tiene dos variantes: La marca unitaria

que se hace o aparece sobre un espacio determinado con el que contrasta de manera

evidente (una estrella en el cielo, un punto negro sobre superficie blanca, un hueco sobre la

tierra, etc.). Y la marca taw (,), un punto secundario que resulta tras el cruce de dos o

más trayectorias lineales (curvas, rectas o mixtas).

Físicamente, la marca unitaria podía estar asociada desde un simple y sencillo

pozo (qch. p’unku), un hueco vacío (gr. kenós) de distintos tamaños, hasta un árbol (como

aspecto convexo). Desde un pequeño hueco o cavidad (qch. p’uku) producido por un

/kentron/11, hasta un gran pozo de agua, el gran centro integrador de las

comunidades humanas, sobre todo en aquellos lugares donde los ríos y otras fuentes de

agua eran escasas.

Por lo que es bastante posible que la asociación punto / pozo de agua llegue al

extremo de ser el sumerio /pu/12 −pozo de agua− el origen fonético del punctus

−punto− latino. Raíz que, más adelante en el tiempo, ya fonetizada como phu- o pho- y

sufijada con el participio activo latino (-ens, -entis), resulta en curiosas coincidencias, dando

forma a pho-ens y pho-entis (lat. fons y fontis), o phu-ens y phu-entis (fuente o qch.

pukyu), por ejemplo. Y que tras su duplicación, tanto física como fonética, da origen al latín

populum −pueblo–, agrupaciones humanas con doble centro de integración, a diferencia

del pho-lk (volk) germánico, constituido alrededor de un único centro integrativo.

Luego, y ya dentro de la ejecución geométrica Calendárica propiamente dicha, el

punctus unitario y central viene a ser la primera punzada que el geómetra realiza con su

vara o bastón (lat. radius -13-, y gr. /rábdos/ -14-), sobre el terreno elegido para

trazar su Sematerion. Se trata de la creación del /kháos/, la primera apertura, primer

punto o primera punzada hecha sobre la tierra “desordenada” con la vara “mono-diente”

11 - En griego kéntron es: aguijón, pincho; punta de lanza; pica, aguijada; espino; el centro de la

circunferencia (de allí el lat. centrum, i),…

12 - Pictografía sumeria original, anterior a 70 siglos atrás.

13 - En latín radius, -ii, es: vara, regla (del geómetra); relámpago, rayo (proyectado por un objeto

luminoso), haz de luz (rayo solar); espina, espolón,…

14 - El griego rabdos es: vara, palo; varita mágica o de adivinación (la vara del rabdomante); báculo;

caduceo (de Hermes); bastón de mando, cetro; caña de pescar; línea, raya, lista,…


24

del rabdomante, un instrumento similar en todo al Simihuinqui utilizado para iniciar la

estauración −el procedimiento de ordenamiento geométrico−.

El Simihuinqui: el “bastón de mando” Comechingón, según don Guillermo A. Terrera.

Originalmente utilizado específicamente para la función que describimos, creo que lo más adecuado

sería referirnos a él como el “bastón de orden” (de estauración u ordenamiento).

Por ser este un elemento que le responde al eje vertical del cosmos (antiguamente se consideraba

ser la materialización de un rayo solar15

), su punta aguzada debe apuntar hacia abajo (gr. katá),

cuando lo utilizamos en su función integrativa y/o contractiva (la energía yin taoísta). Al manipularlo

con la punta aguzada hacia arriba (gr. aná), automáticamente lo convertimos en una “espada”,

desintegrativa y/o expansiva (la energía yang taoísta)…

Decíamos que a este primer punto, o primera punzada, en estáurica lo

denominamos Punto Khaos porque es, en efecto, la primera apertura (eso significa khaos

originalmente), al mismo tiempo que es la causa primaria de cualquier tipo de ordenamiento.

Del mismo origen del griego khaos, el latín causa es motivo y/o razón de algo; y vaya uno a

saber por qué extraña coincidencia, causa es homófona de la raíz quichua que da origen al

verbo kausay −vivir−…

Procedimentalmente, esta primera “apertura” cumple con la función de ser el punto

de anclaje para trazar un círculo en su derredor. Tanto es el anclaje de una de las patas de

la horqueta de palo (si es de tamaño pequeño), como del compás de cordel (si es de gran

tamaño). Ancestral origen del procedimiento que el geómetra antiguo utiliza para reproducir,

alrededor suyo y a escala humana, al gran Círculo de la Tierra que lo circunda como a su

centro, dando así origen a su Sematerion.

Es bastante posible que esta haya sido la primera experiencia geométrica de alto

impacto vivida por ser humano alguno: Yo soy el punto central que concentra a todos los

fenómenos fugaces que me rodean; los registro y los puedo conservar como datos útiles en

mi «ámbito de memoria», el Sematerion. Aun cuando esos fenómenos no dejen –o no

produzcan físicamente− sus propias huellas.

15 - Recordar la vara de oro, o “rayo solar”, con la que Manco Capac funda el Cusco o Qosqo.


25

En consecuencia, es de vital importancia, para lograr reinterpretar el mismísimo

origen de la Geometría más allá de lo mera y exclusivamente matemático, el entender

cabalmente esta primera identificación de «Yo soy» con el primer punto (el Punto Fijo) en

torno del cual algún ser humano trazó, alguna vez, su primer Gran Círculo Semateriónico;

entender la identificación personal, interior y subjetiva del geómetra con el Centro (o

Punto Fijo) que le permite al exterior y objetivo Punto Móvil marcar un perfecto perímetro a

mi alrededor… Y así llegar a comprender por qué este primer punto, el punto fijo desde

donde el propio geómetra hace su observación/aspectación del cosmos, es siempre la

«sede» por antonomasia, y la razón por la que se generó un concepto axial y omnipresente

en todas las culturas antiguas: «el Ombligo del Mundo».

[Anteriormente me refería al entender la geometría en el sentido matemático

moderno. Porque si bien la matemática siempre será el arte de encontrar patrones para

poner orden dentro de lo azaroso y confuso, hay toda una gama de constantes, ciclicidades,

coincidencias, causalidades, etc., dependientes de la aspectiva personal, que la matemática

y la ciencia moderna en general no consideran ser factores importantes a tener en cuenta,

en pos de una “objetividad” más virtual que real. A punto tal de llegar a definir abiertamente

como seudociencias a aquellas ciencias tradicionales (mal llamadas “alternativas”), que sí

incluyen lo “subjetivo” como factor.]

En el andar del tiempo, y por razones eminentemente prácticas, el “desarraigado” e

itinerante “yo” humano buscó un árbol que lo reemplazara como centro de observación.

Porque un árbol bien ubicado, bien plantado y con raíz (qch. saphi o sapi) firme –inmóvil en

el espacio−, es un punto fijo de observación más que adecuado para reemplazar a quien

tiene pies ligeros en lugar de quietísimas raíces.

De este modo, „el que tiene pies‟ podía recurrir siempre al lugar invariable de „aquel

que tiene raíces‟ para, desde ese inmutable punto de vista y tras sintonizar su propia e

itinerante “subjetividad” con la “objetividad” del anclaje enraizado, tomar nota de los cambios

temporales y de las mutaciones climáticas (posiciones e inclinaciones solares). Porque sólo

así se nos hacen más evidentes las modificaciones ocurridas en el entorno que nos rodea,

ya que la observación del entorno desde un punto móvil –con pies ligeros y sin raíces− es

francamente imposible; sólo nos lleva a confusiones y errores (a datos inentendibles e

irreconciliables).

[Es muy curioso, pero la raíz latina sapi- (de sapi-ens –el que sabe; el sabio–), que

etimológicamente tiene el mismo origen del griego /soph-/ y del hebreo /soph/,


26

hasta llegar al acadio Soph –luz– (sinónimo de orden), fonéticamente es idéntica al

quichua saphi o sapi –raíz–. En verdad, y parafraseando el lema: Omnium potentior est

Sapientia, también podemos afirmar: Omnium potentior est „Saphecka‟: Lo más poderoso de

todo es la raíz (Saphi-cka)… Ciertamente, no hay mayor poder que el de aquel que tiene

raíces (Saphi-kuna-yoc), porque sin raíces (sin fundamento o histemis) no es posible

ordenamiento alguno, no es posible la “luz”, no es posible el «saber hacer» correctamente,

que es en definitiva lo que significa Sapientia.]

Ya dentro de la Práctica Geométrica Pura

(PGP –Procedimiento Geométrico Puro), tendiente a

confeccionar un Esquema Estáurico (EE), al Pto.

Khaos lo denominamos Punto Cero y es, al igual que

aquel anterior, no sólo “el primer punto”, es, sobre

todo, el primer objeto geométrico del Procedimiento

Estáurico. Porque toda construcción ordenada

comienza con un punto y, al igual que ocurre con

cualquier figura, todo orden, todo ordenamiento, consta de un centro integrador y un

marco contenedor de las diferentes formas creadas (factor mandálico). Esto nos lleva

directamente a una de las definiciones estructurales de nuestra temática, donde decimos

que: Estáurica comienza con un punto, sigue por el círculo, y acaba en todo lo que

vemos… Acaba en todas las formas que podemos ver y entender.

Por esto siempre me oirán repetir que: Si no hay un Punto Central y Fijo (un anclaje

absoluto), no hay Creación, no hay Orden, no hay Formas ni Formulaciones y, por ende,

tampoco hay Ciencia.

Antiguamente, y como decía, estos Centros absolutistas podían estar indicados −o

remarcados− con árboles, de origen natural o plantados adrede. Mismos árboles que luego

fueron reemplazados por nuevos postes de madera e incluso de piedra –menhires−,

cuando aquellos primeros árboles ya habían desaparecido (a veces después de muchas

generaciones humanas); o bien si el caso era que no existían naturalmente árboles en

determinadas alturas, latitudes o climas. Este reemplazo del “árbol” Semateriónico adquirió

denominaciones tales como: gnomon, asser, staurós, obelisco, kala, kalah, tun (ton),

thun, tum, tumi, tuk, tuj, etc., a lo largo del planeta y de los tiempos, llegando a adquirir

formas y caracteres propios.


27

Un menhir europeo y el obelisco de Washington DC.

Dos ejemplos de puntos convexos indicativos de centro único y “eje del mundo” (axis mundi).

3.3 - El Ángulo Alfa

Bien, henos aquí ante el sino de Estáurica, ante el propósito primero y absoluto de

todo este procedimiento geométrico:

Una vez que la Cruz (o Tawa) ya quedó perfectamente plasmada en el suelo (una

vez que los puntos cardinales ya han quedado perfectamente establecidos), los próximos

pasos del Procedimiento Estáurico (PE) nos conducen a la búsqueda –a la definición

exacta− del Ángulo Alfa (AA), en sus variantes Solar y Lunar.

El AA es el instrumento geométrico que nos ayuda a poner en evidencia los límites

exactos de ambos extremos “sticiales”, el solsticio y el lunasticio, en sus dos variantes

fundamentales: El fijo y el variable. El fijo o constante es Ángulo Alfa Ecuatorial (AAE), y

el variable es el Ángulo Alfa Local (AAL); dable, este último, a medida que nos alejamos

de la Línea Ecuatorial viajando hacia los Trópicos y aún más allá, hacia los Polos.

Indicador del Trópico de Capricornio en Argentina: Latitud 23º 26’ 51,9368…’’, Sur.

(Foto: H. G. Keim)


28

El AAE era de 48º en la Era de Tauro y es de poco menos de 46,9º en la actualidad

(al final de la Era de Piscis y en el inicio de la Era de Acuario); estimando la actual

inclinación del eje terrestre en 23,44777º (23º 26’ 52’’), comparado con los 24º que tenía

hace unos 60 siglos atrás.

El AAL, en tanto, es siempre mayor al AAE, dado que su amplitud aumenta a

medida en que nos alejamos del Ecuador y el volumen esférico del planeta se estrecha

paulatinamente hacia los polos. Esta característica nos sirve para establecer sobre qué

paralelo estamos plantados, al poder determinar, por la simple comparación de ambos

valores, la diferencia angular dada entre el AAL (legible en el lugar del anclaje geométrico),

y el AAE pregraficado en el Sematerion. La comparación de ambos valores angulares se

lleva a cabo, siempre, sobre el decumanus de un Sematerion.

Es decir que un buen geómetra podía llegar a determinar, con una aceptable

exactitud, a qué distancia angular estaba plantado respecto tanto del Ecuador como de los

Polos. Podía llegar a comprender como varía el clima en las diferentes latitudes, y hacia

dónde debería dirigir sus pasos (si hacia el Norte o hacia el Sur) cuando lo que se buscaba

era instalarse, temporaria o permanentemente, en climas más benignos.

Este, como digo, siempre fue el objetivo primordial de cualquier geómetra estáurico

de cualquier lugar y cultura, en los tiempos antiguos, cuando iniciaba el Procedimiento

Geométrico (cuando iniciaba «eso −ese procedimiento− que es lo propio de hacer sobre

la Madre Tierra»). Luego, más adelante en el tiempo, con este mismo procedimiento se

desarrollarían las plantas de los Templos, los planos de las Ciudades, las estructuras

geográficas de los Imperios y, hacia el otro extremo de la realidad, el diseño de las

cerámicas y los sistemas de escritura, por sólo mencionar algunos de los tópicos más

importantes y evidentes.

La planta rectangular del Partenón griego (S. IV aC) con su ratio 9:4, mostrando la plena

concordancia no con su AAL sino con un AAE de casi 48º (47,92°) que, imperante como referencia


29

de base en los Calendarios de la Era de Tauro, culturalmente todavía sobrevive aquí como un

verdadero arcaísmo arquitectónico, al ser aplicado en construcciones de las postrimerías de la Era de

Aries, fechas donde correspondía una referencia básica de casi 1° menos (un AAE cercano a 47°).

Como ya lo dijera antes, en la zona euroasiática, estos primeros pasos geométricos

estaban pareidólicamente relacionados con la «cabeza del toro» −o kephalé gonías: liter.

«lo que es propio (-nía), de la cabeza (kefalé), del toro (goo)»), en griego−. Así, este

ángulo, cuya grafía con forma de cabeza de toro (∀) fuera denominado a /alef/ -este Toro-

en las lenguas semíticas, pasó a ser luego nuestra letra A, en la mayoría de los sistemas

alfabéticos derivados del fenicio arcaico. Al mismo tiempo que fue el primer signo indicativo

del numeral 1, por la simple lógica de ser lo primero −el primer paso procedimental− en la

ejecución de un Sematerion que comienza con un rotundo “cero” –el círculo con su punto

central: −, al que en Estáurica denominamos técnicamente CC –Círculo Cero−.

Resoluciones estáuricas de dos versiones arcaicas de la pictografía sumeria Gud –Toro; Buey−, y su

posterior paso evolutivo al Sistema Cuneiforme.

Resolución estáurica del ideograma Gud en versión cuneiforme: La original (izq.), y con su posterior

volteo de 90º (der.), donde ya se evidencia una clara relación geométrica con el chino 牛 /niú; nió/ -

vaca; buey-, tras alongar los cuños paralelos, hacer desaparecer el cuño inferior y ser girado, todo el

ideograma, 180º sobre su eje vertical.


30

[Muestro aquí el ideograma cuneiforme Gud adrede, en función de la “Fuente Magna”

hallada en Bolivia. Los caracteres grabados en ella, de claro estilo cuneiforme, han tentado

a muchos investigadores a conjeturar acerca de una posible conexión cultural con la antigua

Mesopotamia asiática. Aunque esa posibilidad no me consta, hay algo de lo que sí estoy

absolutamente seguro: Aquí en América existió, desde tiempos muy remotos, la geometría

necesaria para hacer caracteres de estilo cuneiformes y otros similares. Por lo que creo que

lo más lógico e inmediato sería pensar en que sí pudo existir alguien, original de por aquí,

que casualmente logró “verlos” y abstraerlos desde ese mismo entramado geométrico que,

tanto aquí como en la Mesopotamia asiática, todos utilizaban a diario.]

Bien, continuamos con las coincidencias. Sabemos que la constelación (astronómica)

de Tauro es, visual y literalmente, un ángulo celeste de 46º. (Es ese claro y perfecto

“triángulillo” visible entre Orión y las Pléyades.)

Fotografía astronómica de la constelación de Tauro.


31

La concordancia geométrica de esta peculiar forma angular

que rememora, en sentido traslaticio, la telúrica forma geométrica

angulada de la que venimos hablando, causó que en Sumeria se la

denominara Gud Anna: el Toro (Gud) del Cielo (Anna).

Pero al margen de esto, lo que personalmente me llama

mucho la atención y quiero hacer notar aquí, es la posibilidad de que ambas raíces

monosilábicas, Gu y An, pudieran haberse asociado para

formar el bisílabo An-Gu… Raíz que, unos tres milenios más

tarde, el latín ya utilizaba, clara y distintamente, para decir

AnGu-lus -ángulo- (angu-li, angu-la, angu-lum, angu-lorum,

etc.). Del mismo modo en que la palabra Gud, fonetizada

como Goo, pasó a formar parte del bisílabo griego /gō-nía/: ángulo; articulación,

rodilla, etc. Liter.: Lo que es propio (-nía) del Toro (Gō).

Entonces, henos aquí ante una feliz coincidencia geométrica más, dada por una

circunstancia absolutamente fortuita, gracias a la cual se creó una de las expresiones

cosmológicas más circunspectas y tradicionales del mundo antiguo (sobre todo en el ámbito

del oriente medio): Aleph, Taurus, Apis, Gud, etc… El Toro o Buey, en sus dos versiones

complementarias en la Era de Tauro: El del Cielo y el de la Tierra; ¡el “dibujado” por la

divinidad en las estrellas, y el dibujado por el geómetra en el suelo!

4.0 – De la Geometría a la Agrimensura

4.1 - Etimológicamente hablando…

Estoy absolutamente convencido de que nuestro viejo Sematerion está involucrado

con la Geometría desde el mismísimo origen de esta, cualquiera sea el momento en que

ese origen se haya producido, y bajo la condición, aclaro, que consideremos a la Geometría

como «un instrumento matemático destinado a entender y medir el tiempo», y no uno

destinado a «entender y medir las formas en el espacio» (morfometría), que es claramente

una muy útil función ulterior.


32

Es decir, si el caso es que la podamos ver como Ge-on-Meter-nía: Aquello que es lo

propio (-nía) de (-on-) la Madre (-Meter-) Tierra (Ge-), y no sólo como geo-métresis –la

medida y/o medición de la tierra−.

En más palabras, si el caso es que entendemos a la Geometría como: «Lo que es

propio de hacer en, con o sobre, la Madre Tierra», al mejor estilo de lo que en quichua se

entendería como Pacha-Mama-yoq –«Lo que la Madre Pacha (Tierra/Tiempo) tiene

de/como propio»–...; y no como simple Agrimensura –la medición de las tierras (de laboreo

agrícola)−.

4.2 - La geometría como agrimensura

En efecto, muchos milenios después de haber inventado los Calendarios

Semateriónicos, y gracias a que logramos adquirir un conocimiento acabado de los tiempos

y los climas que cíclicamente se dan sobre las diferentes geografías habitables,

desarrollamos la agricultura. Fue entonces cuando nos vimos en la necesidad de crear la

agrimensura –la medición de las tierras de laboreo–, para administrar la distribución

equitativa de las tierras entre los súbditos del rey de turno (el único “dueño” y/o

administrador de todas las tierras), generando lo que los griegos denominarían geo-

métresis «la medición de la tierra». Conceptualización que pasó directamente a ser

entendida como nuestra actual y generalizada, aunque inadecuada e impropia, definición

etimológica de geometría.

(Ver mayores datos en: http://estaurica.es.tl/Que-es-la-Geometria-Estaurica.htm).

5.0 − El desafío moderno de abordar una ciencia

modesterna16.

16 - Así como moderno (ad modum hodiernus) significa «al modo de hoy», modesterno (ad modum

hesternus), es «al modo de ayer» (a la manera antigua).

http://estaurica.es.tl/Que-es-la-Geometria-Estaurica.htm


33

5.1 - Simple y sencilla; pero…

Aunque considerada en sí misma Estáurica es una temática muy simple, sin

aspectos “ocultos” o procedimientos “secretos” a tener en cuenta, debo reconocer que esta

temática sí conlleva alguna cierta dificultad en razón de la gran cantidad de operadores

geométricos que, ad libitum, hicieron uso y abuso de ella a lo largo de milenios.

Por lo que la simpleza y sencillez que resuma la totalidad de Estáurica per se (en

estado puro), contrasta seriamente con la complejidad que nos plantea la multiplicidad de

aspectivas posibles y simultáneas a las que regularmente no estamos habituados o

intelectualmente preparados para abordar, y cuya imperancia nos demanda modificar

algunos hábitos académico-mentales modernos…

Quiero decir, sucede que al momento de abordar este tema, una primera dificultad −o

desafío natural− para nuestra mentalidad actual (17) es la de compaginar armónicamente la

doble percepción simultánea: la geométrica y la artística, la matemática y la

pareidólica… Porque esta asociación intelectual/emocional (a veces falsamente entendida

como “objetivo” vs. “subjetivo”), es una clave absoluta en la primera hora de Estáurica y no

suele figurar en los programas académicos; antes bien se muestran y se enseñan como

temáticas separadas, independientes, siendo una la científica y la otra la “inservible”.

Pero una vez superado este “divorcio” temático podemos comenzar a “dialogar” con

los antiguos –a “leer” y entender sus huellas– de una manera bastante directa, natural y

sencilla. Como así también, pero hacia el otro extremo de la realidad, curiosamente

podremos comenzar a entendernos mejor con algunas de las paradojas más importantes

que hoy nos plantea la física cuántica; donde Yo, el sujeto –observador/aspectador–, al igual

que en Estáurica, de ningún modo puede ser dejado de lado.

Otra dificultad radica en que se trata de una temática imposible de simplificar a priori,

por las mismas razones que decíamos antes. Sabemos que cuando le pedimos a alguien

que nos enseñe algo de manera “simple”, lo que le estamos diciendo es: ¡Explícamelo en

mi idioma; utiliza mis propios códigos! Algo que a veces es posible (sobre todo si se

comparte el idioma de base), y otras imposible. En la actualidad, por ejemplo, tenemos

algunos problemas al momento de compaginar temáticas naturalmente diversas y/o

metodológicamente diversificadas, tales como la astronomía y la lingüística, la matemática y

17 - Mentalidad que, en algunos ámbitos académicos (como sucede en Japón, por ejemplo), tiende hoy a

eliminar la filosofía de la currícula académica, por tratarse de una “escoria” que “ensucia” la “pureza” de las

ciencias “duras”... En otras palabras: Enseñar a hacer cálculos pero no a pensar; desarrollar cerebros que trabajen

como calculadoras baratas, pero que no se atrevan a pensar como personas independientes...


34

la psicología, la medicina y los sistemas de escritura,… Por sólo citar al azar algunas de

esas ciencias a las que hoy de poco o nada les sirve la inclusión o participación de unas en

otras.

Pero en Estáurica, madre de todas las ciencias, las cosas son diferentes. Aquí

estamos ante un “paquete” traditivo donde todas las ciencias ya están contenidas en estadio

seminal. Ajenas a los hiperdesarrollos actuales, obviamente, pero funcionando

interactivamente, como que se trata de una sola y única Entidad carente, todavía, de

taxonomía, de particiones y diferenciaciones internas, cosa que sí le acontece luego en el

andar del tiempo. Por ello le es muy útil al geómetra estáurico tener un amplio conocimiento

general de todas las ciencias, aunque sólo sea en sus aspectos elementales (nivel

secundario), para poder sacar el mayor provecho posible a la transversalidad de Estáurica.

Porque Estáurica es, o se nos presenta hoy, como un gran “puzle” cuyas piezas

aparentan estar totalmente dispersas e inconexas según nuestra aspectiva actual; aunque

ninguna de ellas sea prescindible ni mucho menos pueda funcionar correctamente por

separado (fuera de su propio contexto). Fragmentos –o elementos ingredientes– a los que sí

podemos ver, tratar y/o aprender por separado o por etapas, pero que al final, sí o sí y

necesariamente, habremos de reunir para comprender la simplicidad orgánica de toda ella

en una sola imagen.

Entonces sí es cuando nos es posible mostrar a Estáurica de manera simplificada o,

para decirlo más correctamente, de manera “simplemente transversal”.

5.2 - ¡El esfuerzo vale la pena!

En definitiva, Estáurica es tan fácil, sencilla y divertida como tocar el piano…

¡Después de haber aprendido a fabricar el piano, primero, y luego de haber practicado sobre

él durante algunos años, claro!...

Pero por favor, que esto no los amilane.

Aplicarnos a estudiarla es un esfuerzo que realmente vale la pena, porque una vez

que recuperamos Estáurica, cuando tomamos consciencia de ella y la incorporamos como la

herramienta intelectual que es, de seguro ya no volvemos a ver el mundo antiguo como lo

hacíamos antes. Porque una vez munidos de este viejo “software” mental, cada cacharro

antiguo se convierte en una grafía entendible y pasamos a reírnos de la cantidad de mitos

modernos que hemos creado al respecto del mundo antiguo, al producir las conjeturas con

las que pretendemos explicar su inocente belleza. Privándonos muchas veces de ver y


35

entender cuánto de ciencia resuman todavía los viejos mitos, al mismo tiempo que no vemos

cuánto de mito se nos ha inmiscuido hasta en las más “duras” de las ciencias modernas.

6.0 − Índice general de Materias que, al día de

hoy, abarca la temática Estáurica

Tal como personalmente la veo y la planteo actualmente en los cursos (con el

objetivo de darle un orden programático al desarrollo pedagógico), considero que lo

adecuado es presentar a Estáurica por partes separadas, luego de una extensa Introducción

General, basándonos en este bosquejo general de nueve puntos:

6.1 - La Geometría Calendárica

Comenzamos por aquí en la Introducción General, porque eso es lo que es desde su

mismo origen: Un Calendario. Y porque un calendario es lo que más cerca tenemos de

sernos inmediatamente familiar y reconocible.

Personalmente considero que esta es la mejor base para abordar su anhistoria,

porque estimo que, en teoría y como ya lo decía antes, así fue como todo comenzó: Siendo

una solución al problema planteado de dónde estoy, geográficamente hablando; en qué

tiempo –o momento del ciclo climático– me encuentro; que debo esperar a futuro

(climatológicamente hablando) si permanezco en este mismo lugar, o bien hacia dónde

debería dirigir mis pasos (destino), si lo que necesito es alejarme para que mi comunidad

pase un invierno o verano más benignos…

Este aspecto Calendárico, aunque no sea más que una de las varias aspectivas

posibles de Estáurica, como decíamos, es claramente un aspecto fundamental y fundante

tanto de su Geometría particular como de la Geometría en general. Por ello pienso que es el

aspecto que mejor la compendia, y de allí que sea nuestra preferida al momento de

emprender el desarrollo explicativo de la temática.


36

6.2 - La Geometría de la Cruz

Este punto no es independiente del anterior, porque también esto es lo que es desde

su anhistórico origen, ya que la Cruz, trazada sobre el suelo y direccionada hacia lo que

hasta hoy denominamos “puntos cardinales”, es el primer paso para poder realizar lo

funcional de un Sematerion y así ubicarnos en el espacio y el tiempo.

De la palabra griega /staurós/ -cruz, poste, empalizada,…-, es de donde

Estáurica toma su nombre, que como decíamos literalmente significa «relacionada con la

Cruz». Y también, por supuesto, relacionada con el Toro (Ta-Urus), entre cuyos cuernos,

dibujados sobre el suelo, sale cada día el Sol mientras viaja de manera trópica de solsticio a

solsticio…

Un Calendario Taurino mostrando sus dos Puntos Fijos de Referencia (la punta de los cuernos) y una

Escala Graduada en “diez manos” (decumanus), desde donde es posible observar el fenómeno del

aumento del ángulo solsticial en cada latitud (a medida en que uno se aleja de la línea ecuatorial), y

tras ubicar correctamente los vértices del AA Local sobre “el hocico del Toro” (decumanus).

Como se puede ver, hay muy poco de casual en la cuasi homofonía dada entre las

palabras Staurós y Taurus, que ostentan la ubicua raíz lingüística Tau o Taw /t/ -marca o

señal con forma de cruz-, que invariablemente divide el espacio geométrico y geográfico en

cuatro (tawa) partes (suyu)…


37

6.3 - El Sematerion

Así, esta Geometría relacionada con la Cruz (que, en el hemisferio norte

euroasiático, también está relacionada con el Toro durante la Era de Tauro), es la que nos

permitió crear los primeros Semateriones. Un tema arqueoastronómico claramente axial del

que ya hemos hablado.

Esta es la causa por la que la primera parte de un curso regular de Estáurica siempre

e indefectiblemente comienza por aquí, considerando, p. ej.:

1) Qué sea un Sematerion;…

2) Cuáles eran sus múltiples funciones;…

3) De qué maneras se los construía (diferentes Metodologías Procedimentarias), y…

4) Cómo identificar los diferentes resabios conservados en la actualidad, para

intentar la reabstracción geométrica de sus posibles diseños originales.

Así abordamos, por ejemplo, a dos de los métodos que desde nuestra aspectiva

temática estimamos ser los más antiguos: El Método del Círculo Perdido (MCP), y el

Método del Círculo Incluido (MCI), para finalmente arribar al Procedimiento Geométrico

Puro (PGP), que da origen al Esquema Estáurico en todas sus variantes.

6.4 - El Esquema Estáurico (EE)

Denominamos Esquema Estáurico (EE) a esa matriz geométrica o ábaco

geométrico destinada/do a ser la base desde donde nos es posible abstraer todo tipo de

Diseños. El EE no sólo es «un Sematerion miniaturizado», es la sumatoria de todos los

pasos procedimentales tendientes a lograr todos los modelos de Semateriones

posibles, utilizados por una misma civilización −o grupo humano homogéneo− a lo

largo de milenios…

En sus fases Avanzadas, el EE es una acabada síntesis de todas las tipologías de

Semateriones dados en múltiples culturas a lo largo de los tiempos, en la persistente

búsqueda de los Ángulos Alfa ecuatoriales (AAsE) que van desde los 48º en la Era de

Tauro, hasta los 46,9º actuales, pasando por varias fases intermedias de 47º y diferentes

fracciones… Debido a esto nos es posible hallar −y/o evidenciar− verdaderos arcaísmos

geométricos en muchos diseños no tan viejos, como en el caso de las grafías mayas, por


38

ejemplo, cuyos glifos, realizados alrededor del último milenio, son perfectamente

compatibles con trazos geométricos que le responden a procedimientos necesarios para

fabricar un Sematerion corriente más de 3 milenios antes de esas fechas…

Es decir, aunque ya no se utilizaran esos procedimientos para generar Semateriones

útiles, porque sus Ángulos Alfa ecuatoriales son claramente vetustos –como los de 48º

durante la Era de Tauro (del 4.460 al 2.300 aC, aprox.18)–, claramente los conservaron en el

desarrollo de las matrices estáuricas utilizadas para lograr los diseños de sus diferentes

grafías hace apenas mil años atrás, y en cuyas formas finales se evidencia la imprescindible

existencia de aquellos trazos arcaicos.

Mi Esquema Estáurico favorito.

Sobre él hice el 90% de las abstracciones que se muestran en las diferentes páginas del sitio web.

Es pequeño (A4), está hecho a mano y tiene algunos errores visibles, tanto por fallas técnicas como

por errores conceptuales (ya corregidos en el procedimiento general actual). Pero a pesar de haber

hecho miles diferentes, sobre todo con GeoGebra que nos permite trabajar con una precisión

absoluta, este “pequeño e impreciso” sigue siendo mi referente principal. Supongo que es porque me

resulta muy sencillo encontrar lo que busco sobre él, porque mi mente ya se acostumbró a su diseño.

Nació entre 2005 y 2006 y fue creciendo de a poco, en el andar del tiempo, toda vez que

oportunamente le incorporaba aquellos elementos geométricos que descubría, en otros esquemas,

eran indispensables para lograr abstracciones exactas de grafías concretas de diferentes culturas.

Para quienes lo quieran descargar con alta resolución, buscarlo en:

http://www.mediafire.com/file/a9a3t8mmo3p5aa8/Esquema+Est%C3%A1urico+01.jpg

18 - Era es el nombre que se le da a cada una de las doce divisiones del ciclo completo de precesión de

los equinoccios, que dura unos 25.920 años en total. (Cada Era dura alrededor de 2.160 años). Así se estima que

la Era de Aries va desde el 2.300 al 150 a.C., y la de Piscis desde el 150 a.C. hasta el 2.010 d.C. (o 2.012, por

caso). De ser esto correcto ya nos encontraríamos, entonces, en la Era de Acuario (la Era del hombre que porta

el cántaro).

http://www.mediafire.com/file/a9a3t8mmo3p5aa8/Esquema+Est%C3%A1urico+01.jpg


39

En el EE reconocemos tres niveles de complejidad dados, principalmente, por el

grado de acumulación de objetos geométricos ingredientes. Así tenemos al:

Esquema Estáurico Elemental (EEE), que en muy poco difiere de un

Sematerion corriente, si los vemos como formas absolutas y no tenemos en

cuenta sus tamaños. Porque un Sematerion puede llegar a diámetros que van

desde varias centenas de metros a varios kilómetros, y un EE desde unos

pocos metros a apenas centímetros. Porque el primero se traza con

larguísimas cuerdas (o tripas) tensadas y el segundo con una simple horqueta

de palo. Por lo demás, ambos son absolutamente proporcionales (análogos).

Esquema Estáurico Básico (EEB), un poco más complejo que el anterior,

era el que regularmente se utilizaba para diseños poco complejos, tales como

objetos cerámicos, objetos de culto, armas, barcos, grafías sencillas, etc.

Esquema Estáurico Avanzado (EEA), se requiere al momento de diseñar

(abstraer o reabstraer) objetos o grafías complejas, tales como los Sistemas

de Escrituras (pictográficas, logográficas, cuneiformes, etc.).

6.5 - El Mandala Estáurico (ME)

El Mandala Estáurico (ME) pone en juego una geometría más avanzada que

aquella del EE, porque evidencia una mayor y mejor comprensión –por sistematización y

simplificación− del fenómeno que se tiene entre manos.

La primera diferencia que salta a la vista es el grado de simetría que ostentan

ambos desarrollos matriciales: En un ME la simetría es absoluta a ambos lados de cada

uno de los cuatro ejes principales (). Cada cuadrante de un ME es idéntico a los restantes,

en tanto que en un EE la simetría sólo se expresa a ambos lados de dos ejes (+): el cardo y

el decumanus (los dos brazos de la cruz: el norte/sur y el este/oeste).

Por otra parte, también en el ME reconocemos tres niveles de complejidad, dados

por las mismas razones que en el EE.

El Mandala Estáurico Elemental (MEE) en parte se parece a lo que se

conoce como la Chakana de Palpa, y su límite extremo, en cuanto a


40

complejidad, es lo que denominamos Mandala Estáurico de 33 Círculos

Estándar (ME33CEs), suficiente para generar una buena cantidad de

Ángulos Alfa ecuatoriales (AAsE), de entre 48º a 46,9º.

El Mandala Estáurico Básico (MEB) es el ideal para comenzar a reabstraer

Sistemas de Escrituras complejos, con grafías medianamente elaboradas.

El Mandala Estáurico Avanzado (MEA) es la tipología de matriz geométrica

más compleja y completa, por la cantidad de objetos geométricos que

ingreden aquí, y que al mismo tiempo la convierte en la más difícil de utilizar.

Porque a la vez que es muy útil para reabstraer grafías con diseños

sumamente complejos y exquisitamente elaborados, trabajar sobre esta

tipología de Esquema Mandálico sobresaturado puede convertirse en una

tarea realmente engorrosa, ya que en ocasiones poco o nada se diferencian

de una enorme y confusa mancha de tinta…

Base geométrica de la Chakana de Palpa (izq.), y base Mandálica Elemental de 33 CEs con

Círculo Cero (der.).

Mandalas Estáuricos Avanzados con y sin Ángulos Alfa, realizados con GeoGebra.


41

Por ello, lo más conveniente y práctico es llegar a saber cómo construir una perfecta

matriz avanzada (EEA o MEA) promedio, que el utilizarla. Ya que cuando utilizamos

matrices geométricas menos complejas el trabajo se nos facilita bastante; debido a que con

sólo saber cómo crear una matriz avanzada ello implica que ya está “dibujada” en nuestra

mente a causa de la práctica constante. Así, cuando eventualmente nuestro Esquema

carece de algunos trazos necesarios para cualquier tarea de abstracción o reabstracción,

rápidamente los podemos agregar porque sabemos cuáles sean los círculos que nos faltan y

cuáles sean sus puntos de anclaje, p. ej., además de cuál recta, semirrecta o segmento nos

falta, a los que también podemos agregar sin violar los principios geométrico/calendáricos

que regulan su creación.

A primera vista, el EEA y el MEA se diferencian muy bien en las primeras etapas,

pero muy poco en las avanzadas. Realmente es difícil llegar a diferenciarlos cuando la carga

de objetos geométricos ingredientes en ambas matrices llega a ser casi idéntica; porque ello

hace que un EEA comience a ser cada vez más simétrico y parecerse cada vez más a un

MEA.

Estrictamente hablando, la diferencia real y concreta entre un EEA y un MEA está en

el origen de su desarrollo geométrico y no en sus finales. El EE siempre es un mini

Sematerion complejo, y se parece en todo a él; en tanto que el ME es un desarrollo

matricial, destinado a ser una Matriz de Diseños desde el primer momento.

6.6 – Otros tipos de Esquemas Estáuricos

Existen, todavía, algunos desarrollos particulares de EEs que, si bien formaron parte

de nuestra primera hora en el desarrollo de la temática estáurica, entraron luego en un

compás de espera, aguardando el momento en que pueda dedicarles el tiempo suficiente y

necesario para retomar su desarrollo, estudiar la factibilidad (o aplicación) concreta y

comprobar su utilidad práctica.

Por entonces, a tres de estos desarrollos particulares los denominamos:

Esquema Estáurico Simplificado (EES).

Esquema Estáurico de Desarrollo Múltiple (EEDM).

Esquema Estáurico Gnomónico (EEG); o, lo que es lo mismo, EE de

Crecimiento Similar y Semejante (EECSS).


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Sólo al EEDM le comprobamos una utilidad práctica concreta, toda vez que es el

Esquema que necesitamos para poder reproducir (reabstraer fehacientemente), algunas

figurillas de cerámicas clásicas de las culturas originarias de Santiago del Estero

(Argentina), por ejemplo.

Por lo que, hasta tanto estos desarrollos no estén debidamente completados, y

personalmente no me sean adecuadamente comprendidos, no estarán disponibles en los

cursos regulares. (Diferente es el caso si algunos cursantes, ya avanzados en estáurica, nos

lo requirieran con el objetivo de aplicarse al desarrollo de investigaciones específica.)

6.7 – La Abstracción Geométrica y el Diseño Estáurico

A mi entender henos aquí ante dos de las mayores utilidades de Estáurica en

nuestros días: Por un lado podemos reabstraer –reproducir– una amplia gama de grafías y

objetos antiguos sacándolas –re-abstrayéndolas– desde su mismo “molde” original; y por

otro podemos crear diseños vintage: de claro estilo antiguo o, por el contrario, radicalmente

nuevos y modernos, pero manteniendo el neto estilo ancestral.

La utilidad del Esquema Estáurico como matriz de reabstracciones y aplicado

específicamente a los Sistemas de Escritura, nos facilita el comprender las etiologías

gráficas de cada Sistema, como si se tratara de una especie de “piedra Roseta”. Pero,

aunque Estáurica fácilmente nos puede dar las razones geométricas (etiológicas) de las

diferentes grafías componentes de una gran cantidad de Sistemas de Escritura (origen,

evolución, comparatística, variaciones de estilos, etc.), muy poco puede hacer para

emprender eficazmente sus decodificaciones. Porque cuando las grafías son sometidas a

relaciones semánticas arbitrarias (convencionalismos no asociados a lo calendárico

propiamente dicho), la posibilidad de decodificarlas pasa por la confluencia de, o hace

referencia a, factores totalmente ajenos a ella.

De todas maneras Estáurica es un precioso instrumento matemático indispensable al

momento de abordar los diferentes Sistemas de Escritura de las civilizaciones más

desarrolladas. Ya que cuando la cualidad e abstracción estáurica queda clara en un cúmulo

de grafías dadas en el seno de una civilización cualquiera, ello las convierte en Grafías

Sistémicas (el primer paso para discernir si nos encontramos o no ante un auténtico

Sistema de Escritura).


43

Voy al hecho de que aquí también tenemos una muy buena base metodológica para

darle aires a una renovada Ciencia de la Escritura, una ciencia de los Sistemas de

Escrituras en general (más allá de una mero Arqueo-Escritura o Paleo-Escritura), porque por

donde pasó Estáurica invariablemente dejó su evidencia en las etiologías gráficas de los

diferentes sistemas, ya sean estos reconocidos como tales en la actualidad, o todavía no...

De hecho, sólo aquí en Sudamérica, por ejemplo, existen varios Sistemas de

Escritura muy claros y muy bellos, estáuricamente hablando, ¡esperando a que los

reconozcamos como tales y dejemos de afirmar a coro que sólo son “dibujitos casuales” de

culturas ágrafas!

Les puedo asegurar que cuando una grafía cualquiera, hecha varios milenios antes

por algún desconocidísimo ser humano, nos encaja a la perfección en el entramado

geométrico que tenemos entre manos, el sólo hecho de estar viendo “nacer” ese diseño otra

vez, compartiendo la misma experiencia emocional de aquella persona que lo creó varios

milenios antes, la sensación que nos acompaña es bastante extraña: Básicamente el

espacio de tiempo que nos separa tiende literalmente a desaparecer y uno siente,

claramente, una plena sintonía con el corazón y la mente de aquel antiguo creador.

En ese mismo orden de cosas tenemos aquí una segunda utilidad actual de

estáurica, que ya nos ha demostrado ser una herramienta perfecta para psicodiagnósticos y

psicoterapias (sé de algunos profesionales que ya están trabajando en esa línea). Así,

utilizando un EE como “espejo” de la mente (que ve en él sólo lo que ya conoce), un

terapeuta moderno puede analizar tanto a un paciente en vivo y en directo como a otro que

vivió hace milenios, con la misma precisión y facilidad…

Es decir, tenemos una amplia base material y una sólida base metodológica para

hacer Arqueo-Psicología.

Ampliando lo que venimos diciendo, estáurica nos muestra con evidencia inmediata

la etiología de una gran cantidad y variedad de grafías antiguas abstraídas desde el

entramado Estáurico/Calendárico y destinadas a significar, precisamente, esos datos

concretos dentro de la cuestión calendárica, en épocas de cuando la escritura y los números

todavía no existían, o quizás ya estaban presentes, sí, pero en sus pañales… Por eso

decimos que Estáurica nos permite observar, además de los resultados finales, los

vericuetos dados en la evolución de los diferentes sistemas gráficos (con derroteros

bastantes diferentes, si los comparamos con los que regularmente conjeturamos a priori),

además de ayudarnos a definir claramente cuando un cúmulo de “casuales grafías sueltas”

dejan el terreno del azar y se entrelazan geométricamente entre sí pasando a ser «grafías


44

semejantes», mismas que finalmente se convierten en Grafías Sistémicas: La base previa

que soporta y genera a cualquier Sistema de Escritura convencional.

6.8 - La Chakana

Desde el punto de vista Estáurico, la Chakana –y todo el complejo geométrico

chakanesco en general– es, sencillamente, el paso siguiente…

Sucede que el Procedimiento Estáurico arriba muy pronto y muy fácil a un cuadrado

perfecto; una forma geométrica que no existe de manera natural y que, cuando se trata de

un Sematerion, este cuadrado está, además, correctamente direccionado, en cada uno de

sus lados, hacia los puntos cardinales.

De este modo, el proceso de tránsito de la antigua Geometría Estáurica a la

Geometría Chakanesca es un trámite bastante sencillo, aunque para explicarlo

adecuadamente nos requeriría cierta abundancia de datos, figuras y prácticas de

familiarización geométrica…

La Tawa Chakana y su desarrollo geométrico:

Según una tipología de etiología Estáurica (izq.), y otra realizada con un procedimiento geométrico

que parte desde el “Inti” central (der.).

Por otra parte, además de ser una imprescindible «regla de cálculo» que permite

determinar el valor exacto de /fi/ y un valor de /pi/ con una mínima diferencia relativa,

por ejemplo, la Chakana heredó del EE algunas cualidades esenciales como Matriz de

Diseños…


45

Por ejemplo:

La Tawa Chakana Solar en el origen conceptual del Inti punku.

(Un concepto único con varias resoluciones geométricas posibles.)

Tanto este tema de la Chakana como el de las Pirámides están, en la actualidad, en pleno

desarrollo investigativo. Por lo que, si bien ya tenemos muchas conclusiones concretas y

fiables, todavía nos vamos a tomar un tiempo antes de incluirlos como tema regular en los

programas de los cursos.

6.9 - Las Pirámides

Pirámide de luz y una Chakana en el Ramayana Hindú.

Finalmente, y apenas uno entiende todo lo que implica el fenómeno chakanesco, es

a continuación igual de claro el cómo y porqué aparecen las formas geométricas que


46

muestran las diferentes pirámides a todo lo largo de nuestra América antigua. Comenzando

por las formas escalonadas simples –que imitan a una Chakana 3D–, una serie de raíces

cuadradas surgidas desde esa perfecta “regla de cálculo” que es la Chakana suspendida

como un verdadero Inti –Sol–, o Ckoyllur –Estrella–, emitiendo sus rayos como el sol entre

las nubes, visualmente crean esa geometría que explica la mayoría de los modelos clásicos

que todavía tenemos la suerte de ver y conservar.

Tawa Chakana solar proyectando sus rayos difusivos hacia la tierra (izq.), y el perfil de una pirámide

mesoamericana mostrando una angulación de √5 (der.).

Ejemplos esquemáticos de pirámides con escalones inclinados a partir de los rayos proyectivos de

una Tawa Chakana suspendida en lo alto, de donde surgen angulaciones coherentes con la √5 (izq.),

y la √10 (der.).


47

7.0 – El rol de Estáurica en la génesis de las

culturas originarias de América

7. 1 – Hacia donde sea que miremos…

Para quienes están familiarizados con los diseños clásicos de las diferentes culturas

originarias de América, agregar algo a lo ya dicho es casi meramente redundante. Pero para

quienes no, creo que bastaría con decir que caben aquí todas, absolutamente todas, las

generales de la ley que le competen a Estáurica. Por lo que, en cuanto a los resultados

generales de su aplicación, no es posible hallar más diferencias que aquellas que le

responden a las aspectivas particulares y peculiares de cada grupo humano y su cultura.

Porque es así de simple:

Por un lado tenemos que el «Señor Sol», y los demás astros y luminaria,

hacen sus “tareas”, por estos lares, de la misma manera en como lo hacen en

todo el planeta… Y esto es una simple obviedad.

Por otro, la geometría aplicable para ver, registrar y leer los fenómenos

implicados con ellos es sencillamente la misma, por el simple hecho de ser

matemáticamente pura. Porque el procedimiento geométrico a aplicar por

parte del geómetra operante, no tiene muchas variantes posibles. O más bien

podemos decir que sí tiene mil variaciones, pero todas enmarcadas dentro de

un mismo procedimiento de base. Lo cual, me parece, también es una

obviedad inmediata para cualquier persona que se aplica al desarrollo de

estáurica.

Entonces, de frente al mismo Procedimiento Geométrico (equivalente, similar y

semejante), al tiempo en que el entramado geométrico resultante le muestra la

figura/imagen de un potente Toro o Buey cornamentado a personas de culturas

centroasiáticas y protoeuropeas (desde antes de 70 siglos atrás, en plena Era de Tauro), en

la América antigua (de la misma época y de cualquier otra), dado que no existía tal animal,

lo que las personas de por aquí veían sobre el mismo entramado de líneas eran Suris,

Ampatus, Uturungus, etc., a los que sí conocían muy bien… Lo que también es bastante


48

obvio, porque nadie puede “ver” y/o “encontrar” en la matriz geométrica de un EE alguna

cosa diferente a lo que ya está instalado en su propia mente por simple experiencia

cotidiana (origen del efecto pareidólico basado en las aspectivas personales).

Ahora bien, este es el caso si nuestra intención es ver las coincidencias generales y

no las diferencias. Pero si nos embarcamos en el tren de remarcar las diferencias, entonces

la más importante de todas está dada a causa de una característica astronómica que

diferencia radicalmente al Hemisferio Sur, determinando un arranque procedimentario

diferente al más común llevado a cabo en el Hemisferio Norte.

En concreto: En el Hemisferio Norte, la ejecución de un Sematerion estándar

comienza con el trazado de una primera línea direccionada Norte/Sur (sobre la que luego se

inserta el Punto Cero). Esto es posible gracias a la existencia de Polaris, la imprescindible

Estrella Polar.

Pero en el Hemisferio Sur no existe tal cosa como una estrella polar visible (o

evidente). De aquí que la Metodología Procedimentaria sea diferente desde su arranque:

Está virada 90º. Sobre el perímetro de un círculo marcamos dos puntos: las posiciones de

hortus y ocaso solar en un mismo día. Luego, al unirlos con una línea recta, obtenemos una

línea direccionada Este/Oeste (coincidente con el decumanus), sobre la cual insertamos el

Pto Cero para iniciar la ejecución del Sematerion.

En el primer caso (HN), la primera figura que aparece pareidólicamente clara es el

Toro, con sus grandes cuernos direccionados hacia los solsticios del oriente solar

(literalmente: «el sol siempre sale entre los cuernos del toro»).


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En el segundo caso (HS), y desde el inicio del procedimiento, la primer figura que

aparece es el rostro del Gato (uturungu), con sus anguladas orejas direccionadas hacia los

solsticios del oriente solar («el sol siempre sale entre las orejas del gato»).

Luego, y coincidentemente en ambos casos, estas dos figuras pasaron a ser los

símbolos (o imágenes simbólicas) de la Tierra, y están asociados a todo lo que tenga que

ver con ella: características, cualidades, propiedades funcionales, etc.

El gato egipcio.

Aunque bueno es aclararlo: Este “gato” americano es el mismo que aparece en

Egipto hacia el 2.200 aC. cuando, concluida la Era de Tauro y ya ingresados en la Era de

Aries, se le da, al Esquema Semateriónico y a todos los sistemas de Escritura que de él se

derivan, un giro neto de 90º. Un “volteo” que se dio con una ubicuidad y una

contemporaneidad demasiado curiosa para ser casual. Tan curiosa que me lleva a pensar

en la posibilidad cierta de haber existido algún tipo de acuerdo para hacerlo; no sé si tácito o

explícito, pero ciertamente generalizado.

Por otra parte y curiosamente, este momento histórico (2.200 / 2.300 aC, aprox.)

marcó el “misterioso” e inexplicable inicio del “culto al gato” en el Egipto antiguo…

7.2 - El Tawantinsuyu

Un caso paradigmático: El Imperio del Inca, o Tawa-ntin-Suyu –Con sus cuatro

regiones−, es un territorio seccionado a partir de una perfecta Cruz Cósmica (que lo muestra

distinguiendo en él a cuatro partes integradas y no separables), es uno de los megageoglifos

estáuricos más importantes de cuantos alguna vez hayan existido.


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Y digo paradigmático por la manera en cómo se efectuó su trazado, no porque fuera

algo original e insólito. Nada de eso. De hecho la denominación -stan19, con la que se sufija

el nombre de muchos países asiáticos y significa estado (stat-), es un recordatorio de su

ancestral estructuración estaurada, con forma de Cruz, Taw o Tawa, que acaba dividiendo

el espacio geográfico en cuatro (tawa) regiones (suyu)…

7.3 - ¿De dónde hacia dónde?...

Cuando uno lee los libros de Vitrubio, por ejemplo −y sólo por citar a alguien que

hacía docencia de arquitectura clásica “antigua”−, se hace obvio, por la descripción que allí

se aprecia, que el procedimiento estáurico ya había desaparecido como tal, dejando apenas

visibles algunos resabios arcaicos que delatan los orígenes ancestrales de dichos

procedimientos, ya estereotipados y muy simplificados. Lo mismo ocurre con la arquitectura

e iconografía tibetana, hindú, china y otras tantas...

Ahora, al último conato de restauración de un procedimiento geométrico propiamente

Estáurico lo vemos reaparecer, en Europa, de la mano de los Templarios, quienes

encararon el inicio de unas 150 catedrales “góticas” en apenas 50 años. Y como todos yo

también me pregunto: ¿de dónde la sacaron, si ya estaba desaparecida desde más de 1.500

años antes?...

Ante esto, y basándome en mi propia experiencia al respecto, tengo dos opciones de

respuesta posible, dos conjeturas de las que una pasa por ser la más “lógica” (la más

aceptable para las mayorías), y otra que claramente coloca de cabeza la historia “conocida”

(la reconocida y aceptada).

La primera obedece al hecho de que la hubieran “encontrado” en Jerusalén, en el

predio del antiguo Templo de Salomón, cuando un grupo de nobles europeos se instaló allí,

a inicios del siglo XII, para dar origen a la Orden. Así, teniendo en cuenta que todos los

alefatos históricos de la zona son de etiología estáurica, y que el diseño de los símbolos y

objetos más reconocidos de las viejas civilizaciones asentadas en esa región también son

de etiología estáurica, nada más bastaba prestar atención a sus formas y hacer Arqueo-

Morfismo: indagar sobre la etiología de las formas antiguas para compararlas y poder

determinar cuál fuera la desaparecida geometría de base (hipostásica), que les sirvió de

Matriz de Diseños. Una vez munidos de esta Matriz Geométrica la aplicaron en

19 - Afganistán, Pakistán, Kazajistán, Uzbequistán, Kurdistán, Indostán, etc.


51

construcciones que todavía están en pie, además de crear el logo clásico de la Orden: La

Cruz Paté.

Básicamente, la “Paté” es una Cruz cuyos cuatro lados se ensanchan a medida en

que se alejan del centro de la figura y, cuando es posible colorearla, su color es rojo sobre

fondo blanco.

La Cruz Paté en sus diferentes reabstracciones geométricas.

La segunda conjetura es la siguiente:

Sabemos que las velas blancas de las carabelas de Cristóbal Colón mostraban una

gran Cruz Paté roja… ¿Acaso esperaba que alguien todavía reconociera todo eso por

aquí?...

Sabemos que Cristóbal Colón (de origen Gallego-Sefardí) recibió la cartografía de

navegación en Calatrava, una de las últimas encomiendas

Templarias de Europa (protegidas por los reyes de España a

causa del apoyo militar templario al plan de expulsión de

Musulmanes).

Sabemos que las naves medievales del Temple tenían

mejores performances de navegación que las propias

carabelas…

Se dice que cuando H. Cortés habló con Moctezuma, el

rey azteca le confesó que era descendiente de un súbdito del “Rey Blanco” del otro lado del

mar, y que no sabían por qué las naves habían dejado de llegar en los últimos casi dos

siglos… (La Orden se disolvió en 1307).


52

Y sabemos, porque es más que obvio, que los Aztecas, al igual que los Mayas y

todas las grandes civilizaciones de Norte y Sud América, de todos los tiempos, fueron

estáuricas.

Ante esto me respondo que los Templarios quizás pudieron haberse encontrado con

ella en la vieja América precolombina, haberla estudiado aquí,

donde todavía y hasta tiempos después de la “conquista”

llevada a cabo a partir del siglo XVI, gozaba de una muy buena

salud cultural. De hecho, los Kakanes o Diaguitas del Noroeste

Argentino (NOA) la utilizaron en sus diseños hasta hace poco

menos de 3 siglos atrás… Luego fueron “civilizados” por

quienes ya habían vuelto a perder esta vieja práctica

geométrica.

[A la evidencia de esta pérdida la gritan los diseños

arquitectónicos europeos de los últimos 700 años: malas copias –o copias novatas− de

diseños estáuricos originales.]

En definitiva: Hay muchísimos pequeños detalles y datos concretos que he obviado

darlos aquí en razón de la extensión del texto, pero personalmente me inclino por esta rara,

muy rara sí, pero nada improbable conjetura, que sólo podría ser descartada por resultar un

tanto difícil de aceptar para el etnocentrismo europeo:

Es altamente probable que las hoy ya milenarias Catedrales líticas de la Cristiandad

medieval le deban a la Vieja América su Geometría Matricial, porque sus diseñadores

europeos la encontraron aquí y la estudiaron aquí, a los pies de los viejos Maestros nativos

de América, quienes sí todavía la conservaban y practicaban cotidianamente.

Cruz Paté original de México.


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8.0 – A modo de Conclusión

8.1 - El ayer y el hoy de Geometría Estáurica

Regresando a lo planteado al inicio de este escrito, quiero remarcar el hecho de que,

así como nuestros ancestros supieron encontrar un modo absolutamente científico de

solucionar sus problemas de ubicación en el espacio y el tiempo geográfico (lugares y

climas), nuestro desafío hoy no es el de repetir aquellas soluciones que de hecho ya no nos

sirven, porque no las necesitamos, pero sí imitarlas análogamente para poder encontrar y

reconocer nuestro lugar, nuestro propio espacio/tiempo, en un statu quo cosmológico que,

en perfecta concordancia analógica con el pasado remoto, hoy nos muestra, y también nos

marea, con dos horizontes extremos diferentes:

Uno en el ámbito macrocósmico (“celeste”), donde el Sol o, en su defecto,

nuestro propio planeta, es el centro de nuestro actual gran “Sematerion” –el

Sistema Solar–, desde donde observamos y aspectamos el universo; y…

Otro a nivel microcósmico (“terrestre”), donde pretendemos alcanzar el otro

confín, la línea del horizonte infinitesimal, más allá de los microscopios y con

la ayuda de colisionadores de alta energía…

… Pero habiendo perdido, otra vez, la noción clara de quién es Yo dentro de este

juego, de cuál sea Mi lugar y función dentro de este enorme Circo Cósmico, en el que

hemos vuelto a vagar sin atinarle a saber dónde estamos plantados ni cuáles sean las

reglas (leyes y normas) que hacen que un juego como este, el de vivir, sea divertido y no un

desastre.

Creo que no estaría de más concluir diciendo que mi definición favorita de Felicidad

es: Estar correctamente ubicados, en tiempo y espacio, haciendo lo que debemos –y

queremos– hacer, y cuando debemos hacerlo (20)… Definición que, curiosamente, también

coincide con la etimológica de libertad y la conceptual de paz.

¡Sumaq kausay!

20 - Lo que en sánscrito se denomina Dharma.


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Apéndice 1:

Interpretación Estáurica (Geométrico-Calendárica) del Mono de Nazca.

Observen como una simple grafía puede convertirse en escenografía (en el sentido de grafía

escénica), al entrar en contacto con el EE que, además de permitirnos hacer la reabstracción

geométrica de la figura, nos facilita hallar aquellos trazos (o datos) no conservados sobre el terreno:

Alguien, quizás el muya kamayuq –el que hace la huerta−, golpea con una vara el trasero del mono

que está robándole los frutos y semillas (muyu) de su muya −huerta−; mientras que el animal, con

actitud desafiante, da claras muestras de no querer cesar en su intento.

Vara que a su vez marca el Solsticio de Invierno (SI); una época en la que los monos, escasos de

alimentos naturales, llegaban a buscarlo a la muya de los humanos.

Y esta es una situación que se repite anualmente, cíclicamente (muyuyay), según se nos indica con

la figura circular (muyu) de su cola en espiral (muyuq).


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Apéndice 2:

El logo de la CESA:

Lo que aquí se muestra no es una reabstracción como tal sobre el EE, sino apenas un estudio de

prefactibilidad de reabstracción. Para lo cual hemos superpuesto la figura original (del objeto a

investigar) sobre el Esquema Estáurico, la estiramos y encogimos cuanto fue necesario, hasta poder

determinar la existencia, o no, de puntos, líneas y áreas de perfecto encaje geométrico.

Una vez hallados estos encajes, y con una indudable coincidencia geométrica en varias áreas, ello

nos permite determinar ya sí, definitivamente y en primer lugar, el punto de enfoque, el punto de

coincidencia de los dos Centros más importantes: el de la Figura y el del EE.

Punto de enfoque que, en este caso particular, está en la boca del personaje.

(Observen que la perfecta simetría lateral de la figura no deja dudas acerca de cuál sea su eje

vertical; pero es sólo cuando logramos determinar su punto de enfoque que podemos saber por

dónde pasa su eje de antimetría (el brazo horizontal de la cruz estáurica.)

En segundo lugar pasamos luego a definir los límites de la figura, el marco mandálico que la

encuadra. De hecho, la primera vez que vi esta figura estimé que su marco contenedor superaba el

cuadrado del Esquema. Intenté reabstraerla bajo esa aspectiva y…, nada. No la encontré.


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Y aunque todavía no me he puesto en la tarea de reiniciar su reabstracción, ¡el estudio de

prefactibilidad que ahora tengo a la vista es más que halagüeño!...

Osvaldo R. Weilenmann

Mendiolaza; Córdoba; Argentina; Julio de 2018.

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