Gasoducto Morelos-Puebla-Tlaxcala Juez Primero de Distrito ... · 5 Francisco González Hermosillo,...

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1 Juicio de Amparo núm. 402/2015 Gasoducto Morelos-Puebla-Tlaxcala Lic. Roberto Antonio Domínguez Muñoz Juez Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal, Edo. de Puebla P r e s e n t e : Mediante este conducto, Yuri Alex Escalante Betancourt, Lic. en Etnohistoria y Mtro. en Antropología Social, presento a usted en tiempo y forma, dictamen pericial correspondiente a la causa del rubro citado, en catorce páginas impresas de frente y un CD anexo conteniendo las entrevistas y fotografías obtenidas, a fin de responder los cuestionarios presentados por las partes, a saber: A).- Por la Comisión Federal de Electricidad A.1.- “Que diga el perito ¿Si las comunidades que se refieren en la demanda de amparo están inscritas en el catálogo de comunidades indígenas? A.2.- Que diga el perito ¿Qué elementos se requieren para ser considerado como comunidad indígena? A.3.- Que diga el perito ¿Si las comunidades aludidas en la demanda de amparo son consideradas indígenas?” B).- Por la parte actora “Si los habitantes de las localidades de Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Caleras, San Isidro Huilotepec y San José El Recreo, pertenecientes al municipio de Atlixco, Puebla, conservan elementos, organizaciones e instituciones prehispánicas en cuanto a: B.1.- Arqueología B.2.- Lengua B.3.- Toponimia B.4.- Usos y costumbres B.5.- La cosmovisión a cerca del Volcán Popocatépetl El perito dará razón de su dicho.”

Transcript of Gasoducto Morelos-Puebla-Tlaxcala Juez Primero de Distrito ... · 5 Francisco González Hermosillo,...

1

Juicio de Amparo núm. 402/2015

Gasoducto Morelos-Puebla-Tlaxcala

Lic. Roberto Antonio Domínguez Muñoz

Juez Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal, Edo. de Puebla

P r e s e n t e :

Mediante este conducto, Yuri Alex Escalante Betancourt, Lic. en Etnohistoria y Mtro. en

Antropología Social, presento a usted en tiempo y forma, dictamen pericial correspondiente

a la causa del rubro citado, en catorce páginas impresas de frente y un CD anexo

conteniendo las entrevistas y fotografías obtenidas, a fin de responder los cuestionarios

presentados por las partes, a saber:

A).- Por la Comisión Federal de Electricidad

A.1.- “Que diga el perito ¿Si las comunidades que se refieren en la demanda de amparo

están inscritas en el catálogo de comunidades indígenas?

A.2.- Que diga el perito ¿Qué elementos se requieren para ser considerado como

comunidad indígena?

A.3.- Que diga el perito ¿Si las comunidades aludidas en la demanda de amparo son

consideradas indígenas?”

B).- Por la parte actora

“Si los habitantes de las localidades de Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Caleras,

San Isidro Huilotepec y San José El Recreo, pertenecientes al municipio de Atlixco, Puebla,

conservan elementos, organizaciones e instituciones prehispánicas en cuanto a:

B.1.- Arqueología

B.2.- Lengua

B.3.- Toponimia

B.4.- Usos y costumbres

B.5.- La cosmovisión a cerca del Volcán Popocatépetl

El perito dará razón de su dicho.”

2

Pregunta A.1. ¿Si las comunidades que se refieren en la demanda de amparo están inscritas

en el catálogo de comunidades indígenas?

Las cuatro comunidades mencionadas en la demanda sí están inscritas en el “Catálogo de

localidades indígenas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas,”

(CDI) la cual puede consultarse en la página de internet de dicha institución federal, en la

siguiente liga http://www.cdi.gob.mx/localidades2010-gobmx/index.html

En dicha catálogo, la tabla exel registra a San Isidro Huilotepec con el número 43249, San

Jerónimo Caleras con el número 43259, Santa Lucía Cosamaloapan con el número 43268 y

San José el Recreo con el número 43293, indicando el número de población total y el

número de población indígena, tal como aparece en la siguiente gráfica.

Número Localidad Municipio % Categoría Pob.Total Pob.Ind.

43249 SAN ISIDRO HUILOTEPEC

Mpio. con presencia indígena

Loc. con menos de 40% Alto 1,408 48

43259 SAN JERÓNIMO CALERAS

Mpio. con presencia indígena

Loc. con menos de 40% Muy alto 617 7

43268 SANTA LUCÍA COSAMALOAPAN

Mpio. con presencia indígena

Loc. con menos de 40% Alto 1,617 48

43293

SAN JOSÉ

Mpio. con presencia indígena

Loc. con menos de 40% Alto 46 5

Cabe advertir que no obstante que dichas localidades estén inscritas en el catálogo de la CDI,

la identidad o adscripción indígena de sus integrantes es una facultad que corresponde a los

sujetos interesados, tal como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos en su Artículo 2°, que a la letra dice: “La conciencia de su identidad indígena

deberá ser criterio fundamental para determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre

pueblos indígenas.”

A mayor precisión, el Protocolo de Actuación para quienes imparten Justicia de la Suprema

Corte de Justicia señala: “Que no corresponde al Estado ni a los especialistas decidir a quién

se aplican los derechos indígenas, sino que es facultad de la persona definirse como tal.”1

En este sentido, el dictamen pericial se orientará a responder las preguntas relativas a las

características de las instituciones presentes en las comunidades de referencia y no a la

identidad o características de las personas.

1 Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren derechos de personas,

comunidades y pueblos indígenas, Suprema Corte de Justicia, México, 2013, página 11.

3

Pregunta A.2. ¿Qué elementos se requieren para ser considerado como comunidad

indígena?

De acuerdo con el citado artículo 2° de la Constitución: “Son comunidades integrantes de un

pueblo indígena, aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en

un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres.”

En términos antropológicos, lo anterior significa que además del aspecto formal, una

comunidad indígena no solamente es aquella que mantiene una unidad sociocultural en un

espacio concreto, sino que también se caracteriza por procesos continuos de renovación y

designación de autoridades con procedimientos propios. Es decir, se manifiestan prácticas y

conductas de participación activa de sus miembros en el mantenimiento de la identidad e

integridad comunitaria.

A este proceso continuo de participación en los cargos públicos, gasto ceremonial, cuidado

del territorio y sentimiento de pertenencia, algunos teóricos indígenas lo han llamado

“comunalidad”. En concepto de comunalidad considera que en la vida comunitaria no sólo

existe solidaridad, sino también obligatoriedad, es decir, derechos y obligaciones articulados

en un sistema normativo. No sólo existe individualidad sino también colectividad, es decir

libertad personal pero también sujeción a principios autodeterminados a través de usos

inveterados y renovados. Existe propiedad privada pero también propiedad social y ambas

conforman un territorio compartido que utilizan de una otra manera.2

Pregunta A.3. ¿Si las comunidades aludidas en la demanda de amparo son consideradas

indígenas?

Producto de la investigación hecha en campo así como de las entrevistas realizadas con

miembros de las comunidades, encontramos que todas ellas reconocen autoridades propias

que eligen mediante un sistema rotativo o “tandeo”; que están asentadas en un territorio que

poseen bajo el régimen de propiedad colectiva; y que forman una unidad social, económica y

cultural a través de sus instancias municipales, núcleos agrarios y mayordomías. Por lo

anterior, no existe objeción para afirmar que Santa Lucía Cosamalopan, San Jerónimo

Caleras, San Isidro Huilotepec y San José El Recreo son comunidades indígenas de acuerdo

con el criterio determinado por la Constitución.

En efecto, aunque la Ley Agraria, en su artículo 37, y la ley Orgánica Municipal del Estado

de Puebla, en su artículo 225, señalan que los miembros del comisariado y los pueblos,

respectivamente, serán electos por voto secreto, en los ejidos y juntas auxiliares a los que

pertenecen las cuatro comunidades aludidas, los representantes agrarios y autoridades

municipales son elegidas de acuerdo a usos y costumbres.

2 Jaime Martínez Luna. Eso que llaman comunalidad, Fundación Comunalidad, Oaxaca, 2008.

4

En entrevista colectiva sostenida con habitantes del pueblo de San José Caleras y San Isidro

Huilotepec, pertenecientes al ejido del mismo nombre, y de San Jerónimo Caleras

pertenecientes al ejido de San Felipe Xonacayucan, sus integrantes manifestaron que eligen a

autoridades agrarias y municipales de manera rotativa o salteada:

-Pregunta: ¿Cómo eligen a sus autoridades?

-Respuesta: Hoy elegimos por tandeo, por manzana. Le toca a fulano hoy y después que yo

le toca a la otra cuadra. Se va por tanda.

-Pregunta: ¿Y cómo votan?

-Respuesta: Como va por tanda, pues ya todos tenemos que estar de acuerdo. Tenemos que

decir que sí. Estamos de acuerdo así.

-Pregunta: ¿Y si alguien no están de acuerdo?

-Respuesta: Pues si ya se eligió por mayoría. La misma manzana elige quien es el indicado.

-Pregunta: ¿Pero cómo votan?

-Respuesta: Alzando la mano3

Como resulta patente, la elección de autoridades no se realiza por voto directo y secreto, sino

de manera consensuada y a mano alzada, alternando el gobierno local entre las manzanas o

barrios que conforman el pueblo. Este sistema rotativo de representatividad tiene

antecedentes muy antiguos. Fray Bartolomé de las Casas refiere que en Cholula, cabecera

política de esta región en la época prehispánica, existían cuatro gobernantes: “Estos cuatro

señores se debían de concertar en uno para gobernar tan gran ciudad como era Cholula, para

que saliese de todos cuatro un gobierno y una manera de regimiento”.4

Un estudio sobre los cabildos indígenas durante la colonia en la región de Cholula,

corrobora que esta institución rotativa se mantuvo bajo el nombre de sistema de elección por

“tanda y rueda”.5

Dicha práctica sigue vigente hasta nuestros días en otras comunidades de

esta zona, incluyendo los pueblos nahuas del estado de Tlaxcala, como puede comprobarse

en un estudio publicado por la CDI.6

3 Entrevista Ago. 22-002 reproducida en CD anexo, realizada con los señores Erasmo Ruiz Mata y Agustín de

Jesús Pérez vecinos de San Isidro Huilotepec. 4 Fray Bartolomé de las Casas, Los indios de México y Nueva España, Editorial Porrúa, México, 1966, página 235. 5 Francisco González Hermosillo, “De tecpan a cabecera. Cholula o la metamorfosis de un reino

soberano naua en ayuntamiento indio del rey de España durante el siglo XVI”, en Dimensión

Antropológica, INAH, Año 12, Volumen 33, Enero/Abril de 2005. 6 Juan Luna Ruiz, Nahuas de Tlaxcala, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 2007.

5

Respecto al requisito Constitucional de estar asentadas en un territorio propio, ya se

mencionó que las cuatro comunidades investigadas en el presente dictamen forman parte de

núcleos ejidales: San José del Recreo forma parte de San Isidro Huiloptepec ejido y colonia;

San José Caleras de San Felipe Xonacayucan y Santa Lucía Cosamaloapan es también ejido y

junta auxiliar.

La propiedad colectiva de la tierra y de los recursos naturales es una las formas típicas de

usufructo que mantienen los pueblos originarios, sin perjuicio del régimen jurídico que hayan

ostentado anteriormente, ya que como sabemos, la dotación de ejidos y el reconocimiento de

comunidades se realizó de manera reciente durante el reparto agrario del siglo XX, pero las

formas de comunalidad se mantuvieron históricamente por la vía de hecho, de derecho en

un régimen de propiedad individual o sin derechos dentro de latifundios y tierras eclesiales.

La constatación de que los pueblos y comunidades indígenas mantienen y se asientan en un

territorio propio, se deduce por el hecho de que la apropiación del espacio no se agota en la

división administrativa por parcelas, fundo legal y tierras de uso común que contempla la

normatividad de los núcleos agrarios. Además de esta distribución legal del espacio, existe

una división y relación espiritual con el mismo, marcada por lugares sagrados o sitios

encantados a los cuales guardan respeto y veneración, ya sea llevando ofrendas o

manteniéndose cauteloso con ellos y sobre todo con un conjunto de prácticas y concepciones

religiosas que explicaremos con más detalle en la respuesta B.4. y B.5.

Por último, la elección de autoridades por usos y costumbres y estar asentados en un

territorio, no serían suficientes para mantener la unidad social, económica y cultural sin el

sistema de fiestas patronales. Cada comunidad celebra a un santo patrón y a la virgen

mediante festividades que son organizadas y patrocinadas por mayordomos que sufragan los

gastos del ceremonial, consistentes en desayunos, comidas, música, arreglos florales, fuegos

pirotécnicos, jaripeo, tejuin y parafernalia. A través de la inversión que este ceremonial

implica, los vecinos de cada uno de los pueblos producen comunalidad, identidad y

cohesión.

No es el objeto del peritaje describir la complejidad de estas festividades, pero sin duda

contribuyen a la unidad sociocultural en al menos tres formas: 1. A la fiesta patronal de cada

comunidad, acuden invitados los mayordomos y las imágenes de los santos patronos y

vírgenes de los diez pueblos que pertenecen a la parroquia de San Félix Almazán, Mpio de

Atlixco, con lo cual se generan vínculos intercomunitarios. 2. La cooperación y participación

de familiares y otras comunidades durante las fiestas así como la instalación de tianguis y

mercados locales fomenta la redistribución de los recursos, y 3. Durante estas celebraciones

los presentes comparten y reafirman información, intereses, principios y anhelos comunes.

6

Portada elaborada con semillas y desayuno por la misa de difunto en la Iglesia de San Isidro Huilotepec,

forman parte del gasto ceremonial, redistribución económica y lazos de solidaridad e identidad comunitarios.

En resumen, al elegir autoridades por usos y costumbres; al estar asentadas en un territorio

bajo propiedad colectiva y al mantener la unidad sociocultural mediante un ciclo festivo,

existen suficientes razones, fundadas y motivadas, para afirmar que las cuatro localidades

demandantes son comunidades indígenas.

B). Si los habitantes de las localidades de Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Caleras,

San Isidro Huilotepec y San José El Recreo, pertenecientes al municipio de Atlixco, Puebla,

conservan elementos, organizaciones e instituciones prehispánicas en cuanto a:

B.1.- Arqueología

De conformidad con el dictamen sobre Impacto al Patrimonio Arqueológico emitido por el

Instituto Nacional de Antropología e Historia, oficio 401-43/D-413 del 23 de marzo de 2011

que obra en autos, el trazo del gasoducto del Proyecto Integral Morelos, al cruzar por el

municipio de Atlixco se localizaron dos sitios de interés clasificados como AT-17 y G-2.

Sin embargo, el trazo del acueducto cambió su ubicación del Valle de Atlixco, a las laderas

orientales del mismo donde se encuentran ubicadas las cuatro comunidades demandantes.

De acuerdo con las entrevistas realizadas entre sus habitantes, ninguno de ellos tiene noticia

de sitios, ni han encontrado, ni conservan piezas arqueológicas.

Lo anterior se explica porque no sólo porque la Ley Federal sobre Sitios y Monumentos

Arqueológicos prohíbe a particulares la exploración y excavación de piezas prehispánicas,

sino porque los habitantes de estas cuatro comunidades mantienen una serie de creencias

que les restringen la manera de acceder o de realizar actividades fuera de las zonas urbanas o

de trabajo agrícola, ya que existen seres que causan daños, espanto o incluso la muerte si se

realiza alguna profanación o excavación indebida. En la respuesta B.4 y B.5 veremos con

más detalle la relación y cosmovisión que mantienen los habitantes de las mencionadas

comunidades de Atlixco con su entorno natural y sobrenatural, especialmente con los

encantos y los cerros, así como las consecuencias benéficas y maléficas de dicha relación.

7

B.2. Lengua

El catálogo de localidades indígenas de la CDI reproducido en la respuesta A.1., muestra

que existen muy pocos hablantes de lenguas indígenas. En relación con la suma total de

habitantes de las cuatro comunidades, correspondiente a 3,688 personas, únicamente 108 se

adscribieron como tales, es decir, apenas un 3%.

Sin embargo, aunque muy pocos lo hablan debido a que ya no existen espacios públicos en

donde pueda reproducirse el idioma, muchos de ellos lo entienden. Así pudo constatarse

que al deciles algunas frases en lengua náhuatl, lo identifican inmediatamente con la lengua

mexicana, nombre que recibe este idioma en la zona de estudio.

La comprensión del náhuatl se refleja por el hecho de que explican con soltura los nombres

de lugares y parajes (toponimia), nombres de platas, de objetos e incluso de personajes

mitológicos, ya que los relatos y pláticas están vinculados a una cosmovisión y simbología

proveniente de los pueblos nahuas, como veremos más adelante.

B.3. Toponimia

La toponimia de las localidades del municipio de Atlixco, como es muy frecuente en la gran

mayoría de las ciudades y pueblos del país, son nombres compuestos en lengua castellana y

lengua nativa. No son la excepción las cuatro localidades estudiadas en el presente dictamen.

En el caso de Santa Lucía Cosamaloapan, su nombre proviene del náhuatl, cozatli:

comadreja; mállot: cautiverio y apan: río. Significa río de comadrejas en cautiverio, debido a

que en el río que circunda el poblado se podían encontrar muchas comadrejas.

San Isidro Huilotepec también tiene una etimología náhuatl, compuesta por huilotl: paloma;

tépetl: cerro y el locativo “c”, es decir, significa lugar del cerro de palomas.

San José del Recreo se conoce así porque los habitantes del lugar comentan que al lugar

bajaban algunos venados a recrearse en los ameyales o manantiales existentes. Sin embargo,

los lugareños afirman que el pueblo también se le conoce como Morastlale. El nombre se

compone de la fruta mora y el término en náhuatl “tlale”, que significa tierra de hojarasca.

Ello debido a que existían unas moreras que arrojaban bastante hoja.

Por último, San Jerónimo Caleras es una localidad que estaba asentada en las tierras de una

hacienda donde existían hornos de cal, por eso se le quedó ese nombre. No se tiene

antecedente de que hubiera tenido un nombre en lengua originaria.

8

B.4. Usos y costumbres

Las comunidades indígenas de Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Caleras, San Isidro

Huilotepec y San José El Recreo mantienen usos y costumbres de origen prehispánico no

obstante que se aplicaron políticas de evangelización y asimilación inducidas por del Estado

colonial y nacional. Estos elementos e instituciones, o parte de ellas, son producto de la

apropiación y adaptación al presente realizada por los propios actores sociales. Es decir,

están sujetas al control social y cultural de sus miembros.7

Además de las formas rotativas de

elección que se practican en las instancias municipales, ejidales y eclesiales descritas en el

punto A.3., otras dos formas de reproducir los usos y costumbres son: la organización de

rituales de fertilidad y las creencias sobre la personificación y aparición de divinidades en el

mundo de los seres humanos.

Los rituales de fertilidad están estrechamente vinculados al ciclo de producción agrícola. En

el caso de las cuatro comunidades estudiadas en este dictamen, al poseer tierras ejidales, su

principal actividad económica es la siembra de granos (maíz y sorgo), hortalizas y plantas

aromáticas (cebolla, cilantro, orégano, tomillo) y plantas de usos ritual, es especial para el día

de muertos (cempaxochitl y terciopelo). En menor escala, también se dedican a la cría de

ganado menor (borregos y chivas) y animales de corral (gallinas y marranos).

Preparando la milpa de maíz con yunta en San Isidro Huilotepec y llevando hortalizas en una carreta jalada por

caballos en un campo de sorgo de San José El Recreo.

Para alcanzar una armonía con el medio natural y los seres sagrados que predisponen la

fertilidad, los lugareños de las comunidades de referencia realizan varias ceremonias de

propiciación y de agradecimiento en sitios y objetos de especial significación. Los rituales de

propiciación de lluvias consisten principalmente en llevar una ofrenda y adornar cruces,

pozos y ameyales (manantiales, en lengua náhuatl), los cuales mediante baile y rezo se

entregan solemnemente.

7 Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos” en Estudios sobre

las Culturas Contemporáneas, vol. IV, núm. 12, 1991, Universidad de Colima.

9

Estas ofrendas y bendiciones del lugar se llevan a cabo el 3 de Mayo, día de la Santa Cruz,

como fecha indicada para pedir y alentar las lluvias, acudiendo a los promontorios de los

cerros, donde se acumulan las nubes, y a los depósitos de agua. La ofrenda consiste en la

entrega de alimentos y la diseminación de caramelos (que simbolizan el granizo), algodón

(que representan las nubes), confeti (que rememora el arcoíris) y como aromatizantes y

embellecedores, flores y festones de plástico azul y blanco, que evocan el preciado líquido.

Cruz de lluvia sobre un montículo y pozo de agua adornados con festones de plástico en San Jerónimo Caleras.

Meses después tienen lugar los rituales de agradecimiento de la cosecha, los cuales consisten

en la colocación de cruces elaboradas a base de ramos de pericón o hierbanís en las milpas y

puertas de las casas. El pericón, como planta aromática, se define como un protector que

ahuyenta los malos espíritus de la cosecha de maíz y de los hogares. Los habitantes de la

región tienen la creencia de que si no se coloca una cruz en la puerta de la casa, El Diablo se

introduce para hacer sus fechorías. No es casual que las cruces de pericón se coloquen el día

29 de Septiembre, día del Arcángel San Miguel, personaje que como sabemos, derrotó al

Diablo en figura de dragón alado.

Es oportuno mencionar ahora, como segundo tema sobre usos y costumbres, la riqueza de

narraciones sobre seres sobrenaturales o divinidades que incursionan en la vida de los

mortales como parte de las creencias que se remontan a tiempos inmemoriales. Ciertamente,

como ya se dijo, se han adoptado y adaptado del catolicismo, pero incorporándose a una

cosmovisión más amplia de origen mesoamericano. Por ejemplo, en San Jerónimo Caleras,

el león que acompaña la imagen del Santo Jerónimo, debe de estar en todo momento

amarrado con un cordón. Lo anterior se hace por que existe la convicción de que estando

suelto, se escaparía amenazando y comiéndose los animales del pueblo. En el pensamiento

prehispánico, los felinos mayores son considerados dueños del monte y de acuerdo con el

Libro V del Códice Florentino, se aparecen y retan a las personas que van por los caminos.

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Izquierda: el león amarrado a la imagen de san jerónimo para que no se escape. Derecha: jaguar dueño del

monte confrontando a un tameme o cargador en el Libro V del Códice Florentino.

En la cosmovisión mesoamericana que prevalece hasta nuestros días, no solamente las

imágenes en madera o piedra pueden tener voluntad. Una de las creencias más extendidas

en la región que rodea a los volcanes Popocatépetl e Iztacíhuatl, tiene que ver con que los

mismos cerros y montañas se transforman y personifican en seres humanos. Regularmente

suelen aparecer como humildes ancianos que merodean por los pueblos.8

Para las cuatro comunidades aludidas en esta investigación, los cerros que dominan el

paisaje, incluyendo los volcanes, son percibidos como seres maravillosos que pueden

manifestarse en determinadas circunstancias como personas. De hecho, todos ellos tienen

nombres propios y sexo, siendo algunos de género masculino y otras femenino. Cuando a los

lugareños se les aparece alguno en el monte, suelen pedir ofrenda, fiesta o incluso objetos

valiosos o de lo contrario causan daños, enfermedades o muertes.

El cerro más prominente para las comunidades de Santa Lucía, San Isidro, San José y San

Jerónimo, es La Tzoapila. La Tzoapila es una señora muy respetada y muy pocos se atreven

a subir a su montaña a no ser para depositar ofrendas. En la entrevista realizada a los

mayordomos de San Jerónimo Caleras, se les preguntó si también se les aparecía a las gentes

del lugar y respondieron:

“Al que tiene suerte sí. Al que no, se lo lleva. Mala suerte. A un señor que le hiso una fiesta,

tendrá dos años, ese señor se murió. Le hiso su fiesta, mole, le bailaba. Pero de todos modos

se murió. Se le apareció y le pidió ese requisito. No sé a cambio de qué. No sé que le

pediría. Al Popo no vamos. Si a este le tenemos miedo, le digo. Allá menos”.9

8 Julio Glockner, Los volcanes sagrados. Mitos y rituales en Popocatépetl y la iztaccihuatl. Editorial Grijalbo,

México, 1996. 9 Entrevista Ago. 23-002 reproducida en CD anexo con mayordomos de San Jerónimo Caleras.

11

B.5. La cosmovisión acerca del Popocatépetl.

Como se ha mostrado, el respeto y reverencia a los cerros y sus manifestaciones es tan

importante, que negarse a cumplir sus solicitudes puede acarrear la muerte, ya que así como

proveen de agua y mantenimientos, también exigen reciprocidad y obligatoriedad al punto de

poder quitar la vida. Inclusive la figura bajo la que cual se aparece el cerro Tequicistle,

aledaño a La Tzoapila, es una calavera o esqueleto, según afirman los entrevistados. A este

nivel de intensidad es como se vive y representa la relación colectiva y espiritual con el

territorio sagrado en las comunidades y regiones del Volcán. En dicho contexto y en este

conjunto de concepciones sobre los cerros y montañas, es donde debe ubicarse la

cosmovisión que envuelve al Volcán Popocatépetl.

A mayor abundamiento sobre las consecuencias que acarrea el profanar, dañar u horadar

cerros, transcribimos una narración recopilada durante el trabajo de campo con vecinos de

San José El Recreo. Los habitantes de este pueblo sostienen que un ingeniero y todos sus

trabajadores, desaparecieron cuando intentaron construir una casa arriba del Cerro del

Chiquihuite que está ubicado cerca del pueblo:

“Acá hay un encanto, porque hay dinero ahí. Pero lo da El Rey. ¿Si sabe qué es El Rey?

Donde está el Chiquihuite hay un Rey. La otra vez que iban a empezar a construir, no los

dejó. Se llevó a los ingenieros y a los trabajadores. Iban a construir casas, al cerrito lo

comenzaron a recortar y él se enojó y se los lleva. Es que está fuerte”.10

Lo anterior no significa que los habitantes de la zona no puedan subir a los cerros y realizar

actividades, sino que al hacerlo, deben tener un propósito e ir preparados para ello. Al cerro

de La Tzoapila en especial, se sube para dejarle ofrenda en un lugar conocido como El

Tixcal y La Mesa. El Tixcal es un paredón de roca y La Mesa una piedra donde se depositan

las ofrendas que solicita a través de revelaciones presenciales en el monte o en sueños.

Izquierda: Cerro del Chiquihuite, donde desaparecieron los constructores de una obra. Derecha: Cerros del

Tequicistle y La Tzoapila. Algunos comentan que son pareja, como El Popocatépetl y La Iztacihuátl.

10

Entrevista Ago 22-007, reproducida en CD anexo, con Isaac Quintero Ponce, Anastacio Ruiz Martínez y Leonides Alejandro Díaz vecinos de San José del Recreo.

12

Es muy importante decir que El Tixcal y La Mesa del cerro La Tzoapila, son prácticamente

una réplica de los puntos conocidos como El Ombligo y La Mesa en el Popocatépetl,

compuesto asimismo de una gran pared y una roca en donde se colocan la ofrenda de

alimentos y regalos que llevan al Volcán, también conocido como Don Goyo.11

De hecho,

ambos cerros se encuentran uno frente uno del otro, la primera al oriente y el segundo al

poniente de los pueblos visitados.

Esta asociación o relación entre La Tzoapila y El Popocatépetl no es nada fortuita, ya que

para los habitantes de las comunidades visitadas, ambas prominencias están conectadas por

corrientes agua y aire. Estos flujos atmosféricos son guiados y controlados precisamente por

la cruces de agua o cruces azules de Tláloc, como la que se muestra en la foto de la página 9.

La narración que se ofrece enseguida, fue contada por el señor Don Agustín, y muestra con

claridad las concepciones que se tienen sobre el manejo del agua a cargo de especialistas

llamados “tioclasques” (aventadores de granizo, en náhuatl) y la cosmovisión relativa a los

cerros y montañas, en la cual la jerarquía del Popocatépetl, influye en los ciclos vitales y

naturales del agua.

“Era yo un chamaquito y estaba en un ameyal allá. Entonces no sé ni lo que pasó. El ameyal

estaba bien adornado. Dulces regados alrededor y una crucecita que estaba volteando hacia

el Volcán. Y que la agarro y la voltéo para allá mirando a mi pueblo. Y en ese día no había

nubes, pero en ese momento comenzaron a salir. Y que me agarra el aguacero, pero un

aguacero feo. Por las mentadas barranquillas de Juventina, que le decíamos. Atajaron la lluvia

las barranquillas. Me llovió todo aunque llevaba nylon. Los chivos volaron y yo ahí me quedé

del otro lado. Y entonces pensé: ¿pues qué fue lo que hice? Por voltear la crucecita. Es lo

que yo vide eso. ¿Quién la puso? Seguramente los que piden el agua. La pusieron para allá

hacia el Volcán los tioclasques”.12

Como queda asentado en este testimonio, aunque el evento ocurrió cerca de la comunidad

del informante, en este caso un ameyal de San José El Recreo, la centralidad y relevancia del

Popocatépetl queda patente, al aseverar que las cruces del pueblo se colocan orientadas hacia

el Volcán con el fin de regular y controlar los vientos y aguas que provienen del coloso.

También resulta evidente, que si bien es cierto las cuatro comunidades no acuden al Volcán

a visitarlo o venerarlo, pues su compromiso está con los cerros que existen dentro de su

territorio, hay una conciencia de la interconexión y vinculación entre las montañas de todo el

entorno natural, de manera que la afectación o modificación de una parte puede afectar en el

comportamiento de otras.

11

Alicia Juárez, “Las montañas humanizadas”, en Kin Kaban, Año 1, Número 1, Enero-Junio de 2012. Revista electrónica del Centro de Estudios Interdisciplinarios de las Culturas de Mesoamerica, A.C. 12

Entrevista Ago 22-004 reproducida en el CD anexo, con el señor Agustín de Jesús Pérez originario de de San José El Recreo.

13

El sentido de interdependencia y afectación mutua del sistema montañoso, queda muy bien

expresado en la respuesta ofrecida por el secretario del ejido de San Isidro Huiloptepec

cuando se le preguntó:

-¿Qué pensará el Volcán de que estén haciendo hoyos para el gasoducto?

-“No, pues eso nos lo va a cobrar. Va a cobrar factura a la larga. No vaya a creer que no. Se

va a cobrar. Y nosotros a lo mejor no lo vemos, pero nuestros hijos sí ¿Por qué razón?

Porque el tiempo ya no es como antes. En ese tiempo llovía bastante. Ahora ya casi ni llueve.

Llovía bastante. Hoy en Septiembre ya no llueve. Ya no hay vegetación. Se va calentando. ¿Y

quién capta todo eso? El Volcán. Va a llegar el día que va a explotar como un globo”.13

En resumen, no queda duda de que en el pensamiento y concepciones sagradas de los

miembros de las comunidades de Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Caleras, San

Isidro Huilotepec y San José El Recreo, existe la convicción de que hay una

interdependencia entre los cerros y montañas que circundan el Volcán del Popocatépetl y

que esta interdependencia debe ser mantenida en equilibrio, ya que se trata de seres

sobrenaturales cuyas cualidades proveen de vida, agua y fertilidad al mundo y sus habitantes.

Se trata de una cosmovisión y un sistema de creencias en donde debe ser respetado no sólo

el entorno natural sino las entidades divinas que ahí se manifiestan. Por esta razón, el

Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas indica en su Artículo 14 que: “Los

gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales

de los pueblos reviste su relación con las tierras o territorios, en particular los aspectos

colectivos de esa relación”.

El Popocatépetl y la señalización del gasoducto dominando el paisaje oriental de las comunidades visitadas.

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Entrevista Ago. 23-001 reproducida en el CD anexo, con Florencio Pérez Sánchez, secretario del comisariado ejidal de San Isidro Huilotepec.

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CONCLUSIONES

Las localidades contempladas en este dictamen son comunidades indígenas porque satisfacen

la definición constitucional de mantener una unidad social, económica y cultural por medio

de sus instancias municipales, ejidales y eclesiales; estar asentadas y relacionadas con el

territorio tanto en el sentido de propiedad colectiva de las tierras como de vinculación

sagrada con los cerros, cuevas, manantiales y seres sobrenaturales que habitan el entorno; y

reconocer autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres, ya que son elegidas

por un sistema rotativo de distribución de los cargos, consensado en asamblea a través de

mano alzada y no por voto secreto.

Los usos y costumbres y cosmovisión más importantes están relacionas con las prácticas y

creencias que se desarrollan en torno a las fiestas patronales y los rituales agrícolas. Durante

las fiestas patronales se redistribuyen y comparten los recursos económicos y las formas de

pertenencia mediante visitas mutuas de santos y mayordomos a las comunidades de la

región.

Los rituales agrícolas se organizan para agradecer y venerar a las entidades divinas que

habitan en las fuentes de agua y en los cerros, a los cuales se les ofrendan alimentos, dulces y

flores. Las divinidades que habitan en estos lugares son concebidas como seres que pueden

manifestarse o aparecerse como personas para exigir culto ceremonial y causan daño o

muerte en caso de no obedecerles. Asimismo, la gente que profana, maltrata, daña u horada

los cerros y las cruces que hay en ellos, se exponen a sufrimientos o la muerte, a ello se debe

que los lugareños tengan una gran ansiedad, miedo y preocupación por la construcción del

gasoducto Morelos-Puebla-Tlaxcala

La cosmovisión de estas comunidades que concibe a los cerros y montañas como personas,

los dota no solamente de género y relaciones amorosas, sino que las corrientes de aire y de

agua dependen de la mutua interrelación entre los mismos. Es decir, el Volcán Popocatépetl

está integrado a las concepciones sagradas que los pobladores tienen sobre la graciosidad de

sus beneficios pero también la peligrosidad de sus maleficios cuando no son respetados y

honrados correctamente.

A T E N T A M E N T E

Yuri Alex Escalante Betancourt

Cédula profesional 2546150