Ficciones nº 12

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Revista del módulo Taller de Escritura - GES IOC

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Esta pùblicación está escrita y editada por alumnos y alumnas del Taller de escritura creativa (Otoño 2012) - GESInstitut Obert de Catalunya

La fuente de la ilustración es: https://www.facebook.com/improbableslibrairiesimprobablesbibliotheques

Autores seleccionados:Mar Vázquez Antolín (BA)

Jaume Moreso Monclús (REB)Sonia Moreno Barrionuevo (VI)

Erik Rosco Benítez (EV)Emma Muro Martínez (BE)

Sonia Moreno Barrionuevo (VI)Abdoulaye Keita (CB)

Simón Alejandro Álvarez López (MAV)JAIME JUIZ MOLINA (LC)

Eduardo Antonio Martínez (BCN)

EQUIPO DE REDACCIÓN DE LA REVISTAJordi Juan Reverter (IOC)Susana Espeja Pedrero (BCN)Elisabet Gutierrez Salas (BCN)Jonatan Mateo Melchor (CN)Sonia Moreno Barrionuevo (VI)Yasmina Morales Sánchez (SA)Cristian Bordas Casaprima (MF)Massarata Sawaneh Jabbie (VV)Abduleu Keita (CB)Emma Muro (BE)Carles Montesinos (BCN)Josep Maria Miró (BCN)Juan Caballero Campos(LS)Pablo Morales Alvarez(PR)Erik Rosco Benitez(EV)Jaime Juiz Molina(LC)Rosa María Marco (LC)Xavier Rodríguez (BG)Eduardo Antonio Martínez (BCN)Miriam Moreno Román (PIN)Josefa Boquera Sugrañes (IOC)Esther Serrano López (PR)Sergio Benito Velilla (BCN)Mohamed Abghi (LN)Salvador Villaró Alba (RI)Rosa Mª Peñaranda Jiménez (IG)Chahira Louadi Douiri (VV)Yolanda Mateu Vidal(AA)Melania Leal Guzmán (MF)Silvia Rodríguez Granda (SJ)Raquel Marí Arocas (BCN)Alejandra Fábrega Maestre (VV)Estibaliz Martinez ManchaJonathan Gómez CarballoNadia García GallardoVanessa Navarro MacíasLaura Martinez Pérez (RL)Laura de Miguel (EV)Jordi Tarrat (SJ)Daniel Jiménez (BA)

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Prólogo

La revista ficciones revela todo el esfuerzo de todos los alumnos del módulo de escritura creativa. Es un trabajo en equipo, para todos y con una finalidad en común. En esta revista podréis leer cuentos, relatos, narraciones y textos descriptivos, donde se podrá ver la creatividad de todos los participantes. También se podrá ver como poco a poco van adquiriendo más conocimientos y sus escritos mejoran.Las actividades que se han realizado en este módulo dan a conocer todo lo que cada uno de nosotros llevamos dentro. Actividades como "Escribir para describir personas" nos han enseñado a ver los rasgos más característicos de cada persona y a no solo fijarnos en el físico si no también en lo que los gestos transmiten.Por otra parte escribir a partir de las características de un personaje ha sido interesante ya que nos ha obligado a pensar para incluirlo todo de manera coherente. Puede ser que lo más difícil haya sido contar una historia que cuando la lean les transmita lo que tú sientes, como: tristeza, soledad, rabia, temor... Todo este trabajo nos ha enseñado a saber superar los retos y a superarnos a nosotros mismos.Todas nosotras estamos contentas por el trabajo realizado, pero el que salgan publicados nuestros escritos es todavía una mayor satisfacción.

Melania Leal Guzmán (MF)Silvia Rodríguez Granda (SJ)

Raquel Marí Arocas (BCN)Alejandra Fábrega Maestre (VV)

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Personas, como un cuadro

LA PROFESORA JOAQUINA

Mi profesora de literatura, la señorita Joaquina, gran apasionada de la poesía, de los niños, de la educación y de la puntualidad. De unos cuarenta años, alta, delgada, con porte enérgico y autoritario.es, sin duda, una de las mujeres que más he admirado. Aún la recuerdo subiéndose las gafas, con el pelo oscuro y ondulado... y siempre suelto, alborotado y libre, vivo reflejo de su alma. Cada vez que entraba en clase, elegante, erguida y seria, cualquiera hubiese pensado que era una persona arisca e intratable y se hubiese equivocado. Su trato era dulce, igual que su voz. Siempre animando a sus alumnos, apoyándoles e infundiéndoles sus propios valores, como el respeto por los libros, por la historia de los mismos y por el arte en general. Tantas veces la recuerdo y la tengo presente. Fue una gran maestra.

Mar Vázquez Antolín (BA)

Seleccionado porJordi Juan Reverter (IOC)Susana Espeja Pedrero (BCN)Elisabet Gutierrez Salas (BCN)Jonatan Mateo Melchor (CN)

CECILIA

Mi prima se llama Cecilia, tiene 7 años y es una niña muy risueña. Tiene el cabello largo, liso, rubio, y siempre lleva una pequeña trenza en la parte derecha. Sus ojos son negros y saltones, como los de nuestra querida abuela. Es de estatura baja por su edad y de complexión delgada. Ya le empiezan a caer los primeros dientes, tiene la mala costumbre de tocarlos, cuando nota que se mueven y así, agilizar su caída para que el ratoncito Pérez le deje su bolsita de caramelos debajo la almohada. Lleva unos pendientes de plata, que le regaló nuestra abuela Amalia, por su quinto aniversario.Al ser la benjamina de la familia, es la consentida de todos, lo cual ha hecho que sean un tanto caprichosa, pero a la vez adorable. Le encanta leer cuentos populares infantiles, las historietas de juventud de la abuela, mirar las fotografías antiguas y saltar a la comba. Cuando llega el verano, se desespera para que montemos en la terraza una pequeña piscina y así, pasarse horas jugando dentro de ella con sus juguetes. Al atardecer antes de cenar, siempre la llevamos a dar una vuelta y nos sentamos en la terraza que hay al final de la calle para tomar un helado. Es la pequeña de la familia, a la que todos adoramos.

Jaume Moreso Monclús (REB)

Seleccionado por:Juan Caballero Campos(LS)Pablo Morales Alvarez(PR)Erik Rosco Benitez(EV)Jaime Juiz Molina(LC)

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Lugares, escenarios

LA TERCERA IMAGEN

Bordeado por un profundo y sombrío bosque se oye el rumor de la corriente del río, calmada ahora después del latigazo de la salvaje tormenta que la desbordó, maltratando la tierra de la orilla.Arriba, un acceso entre la maleza, un puente colgante de madera se mantiene tembloroso, viejo y quebradizo por las décadas de pasos y pasos que pisaron sus tablones antaño robustos y firmes. Largas cuerdas de acero aguantan el peso de la madera carcomida que se balancea con la caricia del viento, a veces suave y en ocasiones violento. El viento deja caer las hojas, las piñas secas y las pequeñas ramas débiles de los pinos más cercanos que cubren la superficie de madera y la llenan de pequeños habitantes como hormigas o arañas que tejen sus grises y finas telarañas entre las cuerdas que sostienen el puente.El puente permanece en el mismo lugar un día tras otro mientras las ardillas que roen las piñas entre las ramas más altas de los pinos lo observan con ojos desconfiados y los pájaros se posan en sus cuerdas y entonan una melodía que lo envuelve todo.

Sonia Moreno Barrionuevo (VI)

Seleccionado por:Abduleu Keita (CB)Emma Muro (BE)Carles Montesinos (BCN)Josep Maria Miró (BCN)

Era una tarde de verano, el cielo empezaba a oscurecerse, una suave y fría brisa recorría cada centímetro de mi cuerpo penetrando en los poros, saboreando el dulce aroma del salitre del mar y contemplando esa imagen tan especial que me tenia inmóvil. Las olas se acercaban a la orilla acariciando la suave arena blanca, mientras que las rocas paralizadas sentían a las olas como rompían con ellas. El Sol cada vez esta mas escondido, sentado a un lado de la playa, disfruto de la dulce melodía que regala el mar, una imagen para no olvidar. Una imagen que tendré que esperar 24 horas para volver a disfrutar de ella, para volver a enamorarme.

Erik Rosco Benítez (EV)

Seleccionado por:Estibaliz Martinez ManchaJonathan Gómez CarballoNadia García GallardoVanessa Navarro Macías

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Personas, personajes

LA CAÍDA DEL FARAÓN

Leonardo, de padre italiano y madre egipcia, nació y se crió en Alejandría, uno de los más bonitos y tranquilos pueblos de la costa de Egipto.Desde pequeño, se enamoró de la cultura de ese país, y se sentía parte del mismo; no era para menos, Egipto es único, y es conocido como “la madre del mundo”.Leonardo siempre destacó entre sus amigos, no solo por sus rasgos físicos que le delataban, sino porque era un niño de una inteligencia destacada.A diferencia de los egipcios puros, Leonardo tenía la piel blanca, era rubio y de rasgos bastantes occidentales.Fanático de la lectura desde que tenía uso de razón, pronto se convirtió en escritor, ya que según él, era la única vía de escape, para trasladarse de un mundo a otro y transmitir sensaciones y emociones.Solía leer muchos libros de Edgar Allan Poe, siendo su favorito “Los crímenes de la calle Morgue”.Decidido entonces, ingresó en la Universidad Superior de periodismo del Cairo para estudiar esto mismo; esta es una de las más prestigiosas universidades de todo el norte de África, de donde habían salido los más importante pensadores y políticos de toda la región.A los 25 años, se cumple su sueño y comienza a trabajar para el periódico ''Al Ahram'' (Las pirámides), uno de los más destacados en todo el país, y famoso por estar siempre en contra del régimen del presidente, dirigido entonces por Mubarak.Impulsado por su gran espíritu revolucionario, siempre fue un defensor de los derechos del pueblo egipcio, aunque poco podía hacer. No obstante, pronto todo iba a cambiar.El 25 de enero del 2011, justo en la Gran plaza de la libertad, situada en el corazón del Cairo, una gran concentración de ciudadanos del pueblo egipcio, decidió levantarse contra el régimen del dictador, el ex presidente Hosni Mubarak, tras 30 años de mandato.Cansado e indignado, el pueblo decidió seguir adelante con las protestas.Leonardo estaba confuso, no sabía qué hacer, que aportar a su gente para lograr un sueño de locura, que jamás nunca nadie se hubiese imaginado, al fin y al cabo, formaba parte de la historia de ese maravilloso país.Impulsado por su gran amor hacia su pueblo, Leonardo comenzó a movilizarse pensando en que el mundo entero tenía que saber lo que estaba sucediendo dentro de su país.A pesar de los intentos del gobierno de limitar todos los contactos con el extranjero, Leonardo comenzó a grabar y colgar vídeos con su teléfono móvil en las redes sociales, junto a conmovedores artículos.Eso, le dio mucha fuerza y apoyo al pueblo e hizo que las autoridades de los principales países del extranjero, principalmente los EEUU, le metieran presión al presidente para que dejara el cargo en busca de un nuevo gobierno, guiado principalmente por la democracia.Ya no había nada que ocultar, pues el mundo entero, veía cada día lo que estaba sucediendo dentro del país, gracias a Leonardo y otras personas como él, que lo hacían posible.Tres semanas más tarde, el ex dictador Hosni Mubarak, se vio obligado a abandonar el poder.Gracias a ello, comenzó una serie de revoluciones en los países vecinos.Leonardo finalmente, es galardonado por su gran valentía y coraje, con el IV premio internacional de periodismo.Gracias a millones de personas como Leonardo, los países árabes disfrutan hoy en día de gobiernos menos corruptos, guiados por la democracia y en busca de un mejor futuro.

Emma Muro Martínez (BE)

Seleccionado por:Rosa María Marco (LC)Xavier Rodríguez (BG)Eduardo Antonio Martínez (BCN)

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Invenciones

LA CAJA DE MÚSICA

Nina vivía con su abuela en una gran casa blanca rodeada de un pequeño jardín repleto de hermosas flores. Quería mucho a su abuela y todos los días después de la escuela esperaba impaciente a que viniera a buscarla recibiéndola siempre con su mejor sonrisa. Cuidaba de Nina en ausencia de sus padres que siempre estaban trabajando y no tenían tiempo para ocuparse de ella. En ocasiones eso la entristecía pero lograba superarlo con la compañía de su abuela.Nina era una niña adorable, de seis años. Era muy buena y obediente y siempre iba tras los pasos de su querida abuela. Le encantaba cuando le peinaba con dulzura la larga cabellera castaña y luego le decía al oído que iban a hacer una tarta de fresa; o cuando se sentaba a su lado mientras estaba tejiendo dentro de la casa o fuera, en el jardín, y le contaba divertidas historias, cada día de un tema distinto.Un día, curioseando por la casa, entró en el cuarto de su abuela y como tantas veces, se tumbó en la cama, apoyando la espalda en el cabecero para observar el viejo armario de madera que tenía delante. Le divertía descubrir diferentes formas en los extraños diseños de la madera; a veces veía caras sonrientes y otras tristes, mariposas, una casa… Pasado un rato, se cansó de ello y se incorporó. Cuando se propuso salir de la habitación, algo le llamó la atención. Del lado derecho del armario colgaba un bastón también de madera del techo, estaba enganchado a una anilla hierro que permanecía allí clavada. Curiosa, Nina arrastró una silla que había al lado de la cama debajo del bastón, se encaramó a ella y tiró de él. Se abrió un trozo de techo que descendió pegado a una escalerilla de madera. Atónita, subió por ella y cuando llego arriba donde se encontró con una pequeña habitación secreta llena de cachivaches cubiertos de polvo.Nina, miró asombrada a su alrededor; cajas, algunos muebles rotos y antiguos, una máquina negra con muchos botones y un misterioso cofre debajo de una mesa. Se preguntó que encerraría, así que no pudo aguantar la tentación y gateó debajo de aquella mesa, ensuciándose las manos y el bonito vestido azul de polvo. Cuando alcanzó el cofre, lo abrió y en su interior descubrió una extraña caja envuelta en un pañuelo amarillo. La caja tenía unos diseños extraños y más raro aun era que no podía abrirse de ningún modo, pero de un lado le salía una manivela. Empezó a mover la manivela pero, se encasquilló después de la cuarta vuelta sin que ocurriera nada. Decepcionada, Nina dejó la caja sobre la mesa y fue a ver qué estaba haciendo su abuela.Los siguientes días transcurrieron normalmente hasta que una noche, dormida en su cama, Nina se despertó al oír toser violentamente a su abuela. Preocupada, salió disparada hacia el cuarto de su abuela. Lo que vio allí la dejó paralizada. Su abuela estaba tosiendo y convulsionándose salvajemente sobre su cama. Pasados unos segundos paró súbitamente, perdiendo el sentido mientras un hilillo de sangre salía de su nariz. Nina se acercó dudosa a la cama y trató de despertarla pero por más que la llamó, su abuelita no abrió los ojos.Desesperada y sin saber que hacer, Nina se abrazó sollozando al cuerpo de su abuela pidiéndole sin cesar que despertara. Se quedó largo tiempo así, aturdida, hasta que oyó algo. El eco de una extraña melodía hizo que alzara la cabeza. Era extraño… ¿De dónde venía? ¿De arriba? No podía ser, en la casa no había ninguna planta más… De pronto, se acordó de aquella misteriosa habitación cubierta de polvo, y miró hacia el techo. La escalerilla estaba bajada. Sin pensarlo dos veces subió por ella. El sonido de la melodía se hizo más alto, provenía de la mesa polvorienta. La manivela de la extraña caja estaba moviéndose lentamente haciendo que la música saliera de su interior. Esta vez la caja estaba abierta y de dentro emanaba una brillante luz blanca.Nina se acercó a la caja de música y miró a su interior. Dentro, algo se movió. Un larguirucho y minúsculo ser la miró con ojos curiosos y le sonrió enseñándole sus diminutos dientes afilados. Nina no daba crédito a lo que estaba viendo.– Vos me liberasteis y os lo agradezco - Le dijo aquél pequeño ser.- Pequeña niña.– ¿Yo? – Preguntó miedosa Nina – No hice nada.–Me hicisteis despertar con vuestro llanto. ¿Qué os aflige?–Mi… Mi abuela está enferma y no se despierta. –Y Nina rompió a llorar.-

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–“Shhh…” –La acalló la extraña criatura- No lloréis, Niña. Yo puedo ayudaros.– ¿De verdad?– Preguntó Nina con una chispa de esperanza en los ojos.-–Nunca miento, Niña. Pero antes, debéis prometerme que haréis sonar mi música todos los días.Por toda respuesta, Nina asintió con fuerza. Entonces, aquel extraño ser, con una enorme sonrisa que mostraba toda su dentadura puntiaguda, dijo:– Id a dormir, pues, dulce niñita. Y cuando rompa el alba, vuestra abuela despertará con vos.

Un momento después, la criatura desapareció, aunque la melodía de la caja seguía sonando. Nina se volvió hacia atrás y bajó rápidamente la escalerilla. Subió a la cama junto a su abuela y se dejó arrullar por el eco de la música hasta que se durmió.Se despertó entre zarandeos. Nina abrió los ojos legañosos y allí estaba su abuela mirándola extrañada como si no le ocurriese nada. ¿Habría sido todo un sueño? Cuando empezaba a creer que así había sido, se percató de que bajo de la nariz de su abuela había un hilillo de sangre seca. Entonces, Nina rompió a llorar y abrazó a su abuela con todas sus fuerzas. Su abuela, sorprendida, le devolvió el abrazo cariñosamente.Tras aquel suceso, aunque Nina subía todas las tardes al desván y accionaba la manivela haciendo sonar la melodía de la caja de música, nunca volvió a ver a aquel extraño y diminuto ser.

Sonia Moreno Barrionuevo. (VI)

Seleccionado por:Miriam Moreno Román (PIN)Josefa Boquera Sugrañes (IOC)Esther Serrano López (PR)

LA CAJA DE MÚSICA

Sara siempre se había preguntado por qué aquella habitación estaba cerrada. ¿Qué debía haber allí para que su madre siempre le prohibiera la entrada?Era un día de lluvia y la pequeña Sara se encontraba sola en casa. Su madre había salido a comprar y aunque no lo hacía muchas veces, la había dejado sin nadie más que su gato. Era una niña delgada como una hoja, que paseaba sus rizos negros con una energía y una gracia que la hacían única. Pero si algo destacaba en ella era su curiosidad por todo aquello que le estaba prohibido. Ya hacía mucho tiempo que no podía quitarse de la cabeza aquella puerta pero nunca encontraba el momento para iniciar su aventura ya que su madre siempre aparecía en el peor momento.Observadora, había descubierto un cajón lleno de llaves. Estaba segura que allí estaba la clave de su éxito y su carácter desafiante la empujaba a dar los pasos necesarios. Era entonces o nunca. Su madre no estaba allí para interrumpirla y debía darse prisa si quería llegar a tiempo. Cogió todas las llaves y corrió. Subió las escaleras y allí delante estaba la puerta, el misterio.Nerviosa empezó a probar llaves pero ninguna abría. Sus esperanzas se estaban perdiendo cuando una de las llaves dio la vuelta. El corazón le iba más rápido que nunca. Por fin podría saber que había. Empujó la puerta y con los ojos muy abiertos se preparó para el gran momento pero aquello no era lo que esperaba, cajas y más cajas amontonadas, muebles viejos, ropa. Su aventura había sido un fracaso. Tanto tiempo esperando y este era el gran secreto. Pero de repente sus ojos se centraron en una cajita pequeña de color rosa. Se veía vieja pero había algo en ella que le llamaba la atención así que decidió abrirla. Era una pequeña caja de música.Dentro había una inscripción que decía “para mi pequeña Sara con todo mi amor. Felicidades en tu 6º cumpleaños. Tu padre”. Los ojos se le llenaron de lágrimas. Por fin entendió por qué su madre le había prohibido la entrada. Era el último regalo que le había comprado su padre justo antes de morir. Se hundió como un barco.

Abdoulaye Keita (CB)

Seleccionado por:Sergio Benito Velilla (BCN)Mohamed Abghi (LN)

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ENTRE DOS MUNDOS.

Alberto es el nombre de nuestro protagonista. Un personaje un tanto peculiar. Es alto, con rasgos albinos, pelo dorado como el sol, ojos azules y dentadura perfecta. Su personalidad es más difícil de describir, pues es perseverante, un poco taciturna, agradable, sin llegar a ser divertida… en fin, no es alguien simple. Trabaja en una empresa de depuradoras. Una mañana al levantarse, tuvo la sensación de que ése día sería diferente, que se produciría un cambio en su vida; pero apartó su pensamiento cuando su mujer lo rodeó con el brazo y los alaridos de su hijita resonaron por la habitación. En lo que tardó en vestirse, descender al piso inferior, tomarse un café y ponerse las botas, su compañero de trabajo ya le aguardaba en la esquina de la calle con la furgoneta de empresa. Hoy les habían asignado un pequeño cometido en un minúsculo depósito de coches, situado en las afueras de la ciudad. Al descender de la furgoneta y no visualizando a nadie que los recibiera, se acercaron a la puerta. Ésta se hallaba entre abierta y al empujarla para abrirla del todo, el chirrido de las manivelas oxidada, resonó en toda la zona. De la penumbra, apareció un hombre, de cuerpo flaco y débil, casi centenario, que lo único que dijo fue:

- ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis? Asustado y con voz temblorosa, respondió:- Somos los técnicos del depósito de agua…

El hombre se tranquilizó y les condujo a la sala donde se hallaba el depósito. Al acceder a la misma, a Alberto le invadió un “flash”, pues recordó un pequeño pozo situado en el camino hacia la sala. Al terminar el arreglo de la avería, regresaron a su casa, pero ese pozo permanecía aún en la cabeza de Alberto. Sobre las tres de la mañana, se levantó, tomó su Ford Cugan y puso rumbo al depósito. Aparcó casi en la entrada y bajó del coche. Percibió luz en una ventana del segundo piso y casi sin alterarse, saltó la cerca y entró en la casa. Cuando prácticamente se hallaba en la habitación donde habían estado trabajando, se fijó de nuevo en el pozo. Estaba allí, a un costado de la pared, tapado por una fina rejilla de alambre de espino. Se acercó, retiró aquel alambre para ver mejor y se inclinó peligrosamente sobre el borde, cuando de repente, una fuerte corriente de aire le empujó haciéndole caer dentro del pozo. Mientras se precipitaba al vacío, cerró fuertemente los ojos y cuando los abrió se encontró sentado a los pies del mismo, intacto, sin rasguño alguno y completamente seco. Se levantó, corrió hasta su vehículo, subió y tomó rumbo a su casa. Durante el trayecto, miraba a uno y otro lado, como si careciera de algo. Al llegar a casa, corrió a la casa buscando a su mujer e hija. No las encontró. Salió a la calle gritando sus nombres. Nadie apareció. Nadie respondió. De pronto, al darse media vuelta ¡Ahí estaba su mujer! Se dirigía hacia él, pero sin verlo, como si mirase a través de un cristal… y allí fue cuando sucedió, en aquel lugar, cuando el cuerpo de su mujer le atravesó como si de una niebla espesa se tratara…cuando descubrió, conmocionado, que estaba en su casa…pero no en su mundo.

Simón Alejandro Álvarez López (MAV)

Seleccionado por:Mónica Muñoz. (BE)Mª del mar esteban. (BCN)Lucía Barreira.(EH)Mar Vázquez. (BA)

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Continuación de la historia

TERCIOPELO VERDE

Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer, primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas, nadie en la primera habitación, nadie en la segunda, la puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. La luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela, y la silueta difuminada de una pequeña sombra que se posaba detrás de las cortinas.

No sabía que pensar, si el hombre del sillón estaba vivo, o no, si la silueta de la cortina era simplemente fruto de mi imaginación o simplemente un trastorno por el duro golpe que acababa de recibir en la cabeza, pero todas esas dudas se disiparon al acercarme al sillón y observar que lo que había no era un hombre si no una mujer, mi mujer. Mis gritos de desesperación al parecer alertaron a la silueta escondida en frente, y en pocos segundo se abalanzó sobre mí, dejando al descubierto su rostro, era el del hombre que minutos antes había intentado matarme con un bate de béisbol, agarrándome del cuello e intentado estrangularme, inmovilizado y sin apenas poder respirar cogí lo primero que toque al lado de una pata del sillón que parecía ser un libro, lo estampé contra su cara, lo conseguí separar de mí, me levante corrí, corrí y corrí, bajando las escaleras como si mi vida dependiera de ello (y así parecía). Llegando a la cocina abrí el tercer cajón del lado del frigorífico, cogiendo así un cuchillo y escondiéndome detrás de la puerta de servicio.

Silencio, era lo único que oía, aparte de unos leves chirridos del antiguo parqué que cubría el suelo de la casa, oía como se acercaba, oía su respiración, los latidos de su corazón, hay estaba yo escondido detrás de la puerta, esperando a que pasara él, los segundos se me hacían minutos, los minutos, horas, era una angustia que no podía soportar, a la que me di cuenta ya no oía los chirridos del parqué, me asome muy despacio para ver si seguía hay, pero no estaba, no estaba, se había esfumado, salí del cuarto de servicio sin bajar la guardia ni un segundo, en cuanto me descuide, algo golpeo con fuerza mi cabeza, dejándome inconsciente y vulnerable.

Abrí los ojos, lo único que veía era luz diurna, cuatro focos me deslumbraban y un grupo de personas con caretas o que se yo, vestidos de azul se me acercaban intermitentemente, y lo único que pude oír fue un leve pitido y una frase que salía de la boca de uno de esos hombres -Hora de la defunción 4:06 AM- Pero no podía ser yo... seguía vivo ¡NO ESTABA MUERTO! quería gritar, abrir los ojos, moverme, pero no podía era como si algo me lo impidiera, no entendía nada sentía como mis pulmones se iban vaciando poco a poco y mi corazón cada vez latía con menos intensidad, sentí como me tapaban la cara y desalojaban la sala dejándome hay solo a merced de la muerte, y lo único en lo que podía pensar era en ella, y en el sillón de Terciopelo Verde.

Simón Alejandro Alvarez López (MAV)

Seleccionado por:Salvador Villaró Alba (RI)Rosa Mª Peñaranda Jiménez (IG)Chahira Louadi Douiri (VV)Yolanda Mateu Vidal(AA)

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ASESINO A SUELDO

Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.Se acercó sigilosamente por detrás. Ya estaba cerca del sillón, cuando de repente, el hombre se da la vuelta. Con la pistola en la mano, le dijo:- Buenas noches Frank ¡Te esperaba!-¿Cómo lo sabías Michael?- Dijo Frank.A lo que Michael contestó:-Llevaba mucho tiempo con la mosca detrás de la oreja. Tú y mi mujer, ¡que repugnancia!-No es lo que piensas. Nunca estaría con tu mujer. Sólo son negocios. Ella me encargó que viniera hasta aquí y te matara. Sólo tenía que parecer un suicidio.-¡Un suicidio!!! La que se va a tener que suicidar es ella. ¡No! Mejor hacemos un negocio tú y yo.-Tú dirás - dijo Frank:Michael, pensativo, nervioso y con mirada fría, le contestó:-¿Si tú no eres el amante de mi mujer, quién es? Descubre quién es y te los cargas a los dos.- Michael, eso tiene un precio.-Te pago el doble de lo que te pagaba esa infiel. Lo justo ¿No?- De acuerdo.Frank que era una persona sin escrúpulos, regresó al punto de encuentro. Le dijo a la mujer que no había encontrado al marido, que le llevaría un poco de tiempo volver a prepararlo todo, pero que no se preocupara, que tarde o temprano, él cumpliría lo acordado. La investigó hasta que descubrió al amante. Cumplió lo pactado y los asesinó.Se dirigió a casa de Michael y picó a la puerta. Abrió la puerta y al verlo, con cara de alegría, le preguntó: -¿Qué? ¿Ya está? ¿Quién era el amante?-Era tu vecino, el metrosexual del quinto y como buen profesional he cumplido con lo pactado.Seguidamente, sacó el puñal y apuñaló a Michael.-¿Por qué? ¿No te he pagado suficiente?Frank con rostro serio le contestó:- Como buen profesional siempre cobro por adelantado y cumplo con mi trabajo.

JAIME JUIZ MOLINA (LC)

Seleccionado por:Laura de Miguel (EV)Jordi Tarrat (SJ)Daniel Jiménez (BA)

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Metamorfosis

¡QUÉ VIDA TAN CORTA!

¿No os ha pasado alguna vez que al despertar, estáis confusos o medio aturdidos y por unos segundos no sabéis donde os encontráis?

Así me sentía yo aquella mañana, pero a diferencia, esta sensación no duraba unos segundos, ya que ya llevaban transcurridas dos horas y aun estaba pegado en la cama preguntándome si era un sueño.

- ¿Pero dónde estoy? -Me decía una y otra vez-.

De repente reaccioné ante un ruido extraño y me froté la cara para ver si me despejaba y fue entonces cuando me di cuenta de quién era, o más bien, en que me había convertido. No sé cómo había llegado hasta ese punto tan extremo, pero para reforzar mi idea de que no era un sueño, me miré en el reflejo del espejo y ahí estaba yo, tan diminuto e insignificante, con esos ojos desorbitados no sólo por mi sorpresa, sino por quien era, con esa cabeza pelada y abultada pegada a un cuerpo amorfo. Hasta ahí, todo bien y seguramente penséis que era una persona no muy agraciada o simplemente tenía un mal día y me había dedicado a destruir mi autoestima, pero no era eso lo que sucedía, lo más destacado de mi cuerpo, aparte de que había pasado de color blanco leche a color carbón, eran mis antenas y mis seis patas.

Allí estaba yo, absorto ante mi rostro, con una sensación estremecedora al ver que me había reencarnado en una maldita hormiga. Ya sé que las pobres no tienen la culpa, pero, ¿una hormiga? No podría haber sido un cisne de alas aterciopeladas o un delfín de piel lisa y suave, yo que sé, aunque fuera un oso de cuerpo robusto... Pero un insecto, es lo que menos esperaba de mí mismo.

Entonces, me puse a pensar que a pesar de no recordar en quien había sido cuando era un humano, tendría que haber sido muy mala persona y haber heredado un mal karma para acabar siendo ese diminuto ser.- Qué remedio, debo seguir, ¡pero ahora tengo hambre, y debo desayunar! -Me dije a mí mismo-.

Así que me froté bien las patitas, para sentir que estaban bien limpias, y empecé a caminar rápidamente por las sábanas de aquella cama que hacía veinte mil veces mi tamaño. Entonces llegué al suelo tras deslizarme por la pata robusta de la cama, y pensé en que no creía que tardara mucho hasta la cocina, porque era rápido moviéndome.Creo que a la larga, le cogería el gusto a esto de vivir en los suelos del mundo y ser un insecto insignificante.

Así que empecé mi marcha y de repente, un zumbido y un dolor mortal. - ¿Y ahora qué pasa? -me preguntaba-.

Y me di cuenta, que mi conciencia me hacía recordar todo lo que había vivido horas atrás, y entonces supe que había muerto pisado por la pata de mi gato, al menos mío cuando era considerado un humano.¿Lo siguiente? Ya fue la oscuridad.

Eduardo Antonio Martínez (BCN)

Seleccionado porSonia Moreno Barrionuevo (VI)Yasmina Morales Sánchez (SA)Cristian Bordas Casaprima (MF)Massarata Sawaneh Jabbie (VV)Laura Martínez Pérez (RL)

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Profesoras del Módulo:Bea Marín Peralta

Núria Córdova Medina

GES - Mòdul CT5 Taller de escritura creativaÀmbit de la Comunicació

Institut Obert de Catalunya