Experiencia y Tiempo_Enrique Serrano Gomez

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  • EXPERIENCIA Y TIEMPOIENR1QUE SERRANO G.

    * Mxico

    El tiempo es pensamiento omedida y no sustancia.

    Antifonte

    The transcendental idealism, which denes Kant 's philosophy,presupposes that the perceived order in the experience is notsomething that is given. It is a question ofa product that arises ojan understanding activity. which creates the raw material of theperceptible zfmpressions. This conception of the experience, thatrepresents the synthesis between empircsm and rationalism, letKant overcome the traditional antinomies that appeared in theanalysis ofthe time. According to his point ofview, the time led usto a consciousness that perceives many movements and put them inorder according the dljferentiation before to - subsequent to (time= to become that is intuited). The idea of th.e time as link betweenthe objective (the movement) and the subjective (the consciousnessthat enurnerates according both before an.d after), can already findin Aristotle 's philosophy; nevertheless, the rhfchotomy subject-object,as soon as the substantialz'st metaph_vsi'cs obstructed its coherentdevelopment.

    E n la Esttica Trascendental se caracteriza al tiempo, al igual que alespacio, como forma de la intuicin o bien como intuicin pura.

    Ello no es suficiente para comprender la concepcin kantiana del tiempo,porque dicha caracterizacin requiere enmarcarse en una nueva nocin deexperiencia que se desarrolla a lo largo de la Crtica dela Razn Pura. Sinembargo, gran parte de los intrpretes de la obra kantiana asumen como

    ' ste trabajo es un fragmento de una investigacin ms amplia sobre el concepto deexperiencia implcito en la Crtica de la Razn Pura.

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    EXPERIENCIA Y TIEMPOIENR1QUE SERRANO G.

    * Mxico

    El tiempo es pensamiento omedida y no sustancia.

    Antifonte

    The transcendental idealism, which denes Kant 's philosophy,presupposes that the perceived order in the experience is notsomething that is given. It is a question ofa product that arises ojan understanding activity. which creates the raw material of theperceptible zfmpressions. This conception of the experience, thatrepresents the synthesis between empircsm and rationalism, letKant overcome the traditional antinomies that appeared in theanalysis ofthe time. According to his point ofview, the time led usto a consciousness that perceives many movements and put them inorder according the dljferentiation before to - subsequent to (time= to become that is intuited). The idea of th.e time as link betweenthe objective (the movement) and the subjective (the consciousnessthat enurnerates according both before an.d after), can already findin Aristotle 's philosophy; nevertheless, the rhfchotomy subject-object,as soon as the substantialz'st metaph_vsi'cs obstructed its coherentdevelopment.

    E n la Esttica Trascendental se caracteriza al tiempo, al igual que alespacio, como forma de la intuicin o bien como intuicin pura.

    Ello no es suficiente para comprender la concepcin kantiana del tiempo,porque dicha caracterizacin requiere enmarcarse en una nueva nocin deexperiencia que se desarrolla a lo largo de la Crtica dela Razn Pura. Sinembargo, gran parte de los intrpretes de la obra kantiana asumen como

    ' ste trabajo es un fragmento de una investigacin ms amplia sobre el concepto deexperiencia implcito en la Crtica de la Razn Pura.

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    trasfondo la nocin tradicional de experiencia, en la cual se establece unadualidad entre sujeto y objeto. Por eso, consideran que negar que el tiemposea un elemento de la realidad en s misma, implica reducirlo a ser un meroatributo de la subjetividad, el cual se aplica en un segundo momento a loshechos de la experiencia para ordenarlosz. El error de sta interpretacintan extendida consistc en no tomar en cuenta que para Kant la experienciase encuentra constituida por la unidad indisoluble de lo objetivo y lo sub-jetivo. Estas dimensiones de la experiencia son diferenciadas slo por unproceso de abstraccin.

    Asi como no es posible pensar el tiempo sin una conciencia que percibael mundo, tampoco puede pensarse sin una realidad en movimiento. Eltiempo entendido como relacin indisoluble delo objetivo y lo subjetivo,es la forma esencial de la experiencia o, quiz, sea ms apropiado decir, esla experiencia. Creo que la gran dicultad para entender la nocin kantianadel tiempo y en general toda su propuesta terica se debe a que el lla-mado sentido comn se encuentra dominado por lo que hemos llamadola idea dualista de la experiencia, que tambin ha sido hegemnica en lalosoa hasta nuestros das. La estrategia argumentativa de este trabajono ser iniciar con una reconstruccin de la posicin kantiana, con la espe-ranza de demostrar su correccin. Por el contrario, se tomar como puntode partida las aporas que tradicionalmente aparecen en la reflexin fi-losfica en tomo al tiempo para tratar de hacer patente que ellas sonresultado de una serie de presupuestos ligados a esa nocin dualista dela experiencia, como son, por ejemplo, una ontologia sustancialista y unideal fuerte de objetividad, segn el cual se trata de acceder a una des-cripcin de las cosas en s mismas, lo que implica creer, a su vez, en laposibilidad de acceder a una perspectiva del mundo sub specie aeternitatis.

    2 Un ejemplo de esta modalidad de interpretaciones se encuentra en Strawson (1975):Llamarlas adems formas a priori es simplemente acentuar la subjetividad: el espacioy el tiempo estn en nosotros con anterioridad a la experiencia; es un rasgo de nuestraconstitucin cognosctva, y por esta razn son una condicin de posibilidad de laexperiencia tal como la tenemos, en la cual los objetos nos afectan de tal forma queproducen el conocimiento de items ordenados espacial y temporalmente", p. 48.

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    Slo cuando se perciben las aporas que generan la nocin dualista de laexperiencia, la propuesta kantiana resulta plausible.

    1. Tiempo y movimiento

    Aristteles, en la Fsica, inicia su anlisis con la afirmacin de que eltiempo o bien no existe, o bien existe de una manera oscura y dicil decaptar, ya que, por una parte, el tiempo ha sido y ya no es y, por otraparte, va a ser y todava no es. El no ser del pasado y del futuro induce apensar el tiempo a partir del instante o ahora (vv), pero esto nos conduceigualmente a problemas aparentemente indisolubles. Si pensamos el tiempocomo una continua sucesin de instantes, asumimos que ninguno de ellospuede coexistir con los otros, es decir, que cada instante debe desaparecerantes de que aparezca el otro; pero, cundo se da dicha desaparicin? Nopuede desaparecer en si mismo; sin embargo, tampoco puede desapareceren el siguiente instante pues ello seria asumir la coexistencia de los instan-tes que se ha negado. Tambin resulta imposible pensar el ahora como algopermanente, porque ste es un lmite entre el pasado y el futuro, como taltiene un inicio as como un final. Adems hablar de un ahora permanenteconduce a pensar cosas absurdas como el considerar que un acontecimientode hace diez mil aos es simultneo con uno actual o, para decirlo de otramanera, que nada seria anterior o posterior a nada.

    Al no poder pensar el tiempo como una simple sucesin de ahoras oinstantes, ni como un ahora o instante permanente, aparentemente, se ten-dria que admitir que este elemento no es parte del tiempo. En el caso decualquier cosa divisible es necesario que mientras exista, existan todas oalgunas de sus partes, pero el tiempo no parece cumplir con este requisito;ya que el pasado y el futuro no son y el ahora no es una parte de l. Sinembargo, armar que el tiempo no existe resulta tambin un absurdo,porque dicha conclusin contradice el aspecto fundamental de la expe-riencia. En la bsqueda de una solucin a este enigma Aristteles examina,en primer lugar, la difundida idea de considerar al tiempo como un tipopeculiar de movimiento. En contra de la identificacin entre tiempo ymovimiento aduce dos argumentos: A) El cambio y el movimiento sloestn en aquello que se mueve o cambia; pero, el tiempo est en todas par-

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    tes. B) Todo movimiento o cambio puede ser ms rpido o ms lento, peroel tiempo no. Porque rpido o lento se definen por el tiempo (rpido es loque se mueve o cambia mucho en poco tiempo y lento lo que se mueveo cambia poco en mucho tiempo), pero el tiempo no puede denirse porel mismo tiempo, porque nada es medida de si mismo.

    Cabe observar que en el habla cotidiana se dice que el tiempo pasarpida o lentamente. De acuerdo con el anlisis aristotlico, que estamosreconsttuyendo, ello no es correcto. Cuando decirnos que el tiempo trans-curre rpidamente en realidad queremos decir que en ese lapso de tiempopercibimos mucho cambio o movimiento y cuando se dice que el tiempo pa-sa lentainente es que en ese periodo percibimos poco cambio o movi-miento. Sin duda la disonancia entre el habla cotidiana y la argumentacinaristotlicada mucho que pensar; sin embargo, lo importante ahora esdestacar que Aristteles reconoce en este punto la existencia de un vnculonecesario entre el tiempo y la percepcin del movimiento, lo que le llevaa sostener que el tiempo no es movimiento, pero no hay tiempo sinmovimiento (219 a).

    Establecer que el tiempo es algo relacionado con el movimiento abreun sendero para continuar la argumentacin. Todo lo que se encuentraen movimiento se mueve desde un punto a otro, esto es, el movimientoimplica una magnitud o, utilizando los trminos aristotlicos, el movi-miento sigue a la magnitud, con lo cual quiere decir que hay una corres-pondencia. estructural entre movimiento y magnitud. Si toda magnitud escontinua3 y, como tal, puede ser dividida en un antes y un despus, tam-bin se puede armar que en el movimiento tiene que haber un antes y undespus. Pero tambin en el tiempo hay un antes y un despus, pues eltiempo siguen siempre al movimiento (219 a). El objetivo de Aristtelesal recurrir a esta forma analgica de argumentar es establecer una media-cin entre el movimiento y el tiempo a partir de la nocin de magnitud.

    Movimiento - Magnitud

  • EXPERIENCIA Y TIEMPO lll

    Movimiento y tiempo son magnitudes continuas en las que es posibledistinguir un antes y un despus. Sin embargo, la analoga entre movi-miento y espacio, a travs de la magnitud encierra una grave diticultad.Cuando pensamos la diferenciacin anrerr'or-posterior en trminos demagnitud, esto es, como dos lugares, o como un orden espacial, los dospuntos que se distinguen son simultneos, es decir, aqu no tenemos elmovimiento y, por tanto, tampoco el tiempo. Pensemos en una lnea. enla que distinguimos dos puntos:

    A-_-_--BEn este caso, A y B son simultneos; en cambio cuando pensamos en

    la distincin anterior-posterior en el movimiento A y B no pueden sersimultneos, sino que representan puntos o momentos sucesivos (utilizan-do la terminologa aristotlica A y B denotan acto y potencia respectiva-mente)4. Para superar esta dicultad es preciso advertir que al utilizar ladiferenciacin anterior-posterior para determinar el movimiento, implci-tamente hacemos referencia a un tercer elemento, que es, precisamente, eltiempo. Esto lo podemos expresar grficamente de la siguiente manera:

    A-_-_--Btl t2

    En este caso t* y tz representan dos ahoras o instantes diferentes (el es-pacio entre ambos denota el ujo temporal)5. Cuando deterrninamos elmovimiento mediante la diferenciacin anterior-posterior, decimos queel tiempo ha trascurrido, es decir, percibimos el tiempo. Conocemos el

    4 El antes y el despus en el movimiento, cuando el movimiento es lo que es 1'ho' pote n),es movimiento, pero su ser es distinto 'del movimiento y no es movimiento (219 a20).5 Esta dicultad ha dado pie a que algunos crticos (por ejemplo: Kierkcgaard y Bergson)armen que Aristteles comete un grave error al espacializar el tiempo. Yo pienso, porel contrario, que al destacar esta dificultad Aristteles llama la atencin sobre la diferenciaentre espacio y tiempo y, con ello, de los limites de las analogas que establece, asi' comode esa espacializacin del tiempo. Ms adelante discutiremos el tema.

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    movimiento y el tiempo simultneamente, lo cual refuerza la tesis de queexiste una correspondencia estructural entre ambos (la estructura consti-tuida por la diferenciacin anterior-posterior).

    Porque cuando inteligimos los extremos como diferentes del medio, y elalma dice que los ahor-as son dos, uno antes y otro despues, es entonces cuandodecimos que hay tiempo, ya que sc piensa que el tiempo es lo determinado porel ahora; y aceptamos esto ( As pues, cuando percibimos el ahora comouna unidad, y no como anterior y posterior en el movimiento, o como el mismocon respecto a lo anterior y lo posterior, entonces no parece que haya trans-currido algn tiempo, ya que no ha habido ningn movimiento. Pero cuandopercibimos un antes y un despus, entonces hablamos de tiempo. Porque eltiempo es justamente esto: nmero del movimrfento segn el antes y el despus(218 b 25-219 b).

    En este texto, que contiene la multicitada denicin aristotlica deltiempo, se establece una tesis muy importante: si bien se ha dicho conanterioridad que el ahora no es una parte del tiempo, en l se afirma quees el ahora lo que hace posible determinar el tiempo, tanto en su unidad,esto es, la continuidad del tlujo temporal, como en su cambio constante(el tiempo es, pues, continuo por el ahora y se divide en el ahora).Esto es posible porque el ahora, en un sentido, siempre es el mismo y, enotro sentido, siempre cambia. El ahora entendido corno tercer elementoal que se hace referencia para determinar el tiempo mediante la sucesinantes y despus, permanece idntico. Lo que se transforma constantementees lo que podemos llamar el contenido de ese ahora: Ahora a, ahora b,ahora c, etc. El ahora, al establecer un limite entre el pasado y el futuro,perrrrite determinar el continuo flujo del futuro al pasado, esto es, numerarel movimiento (ahora a [t'], ahora b [t*], etc.) Adems, en el texto citado,se apunta tambin que la sintesis de unidad y diversidad, implcita en elahora, remite al alma o conciencia que percibe al movimiento.

    6 Sobre la relacin entre la forma del ahora y sus contenidos o, dicho de otro modo, entreel concepto universal de ahora y los ahoras particulares ver la dialctica que desarrollaHegel en el captulo La certeza sensible de su Fenomenologa del Espritu.

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    La caracterizacin del tiempo como devenir ntudo7 no es algo queaparezca dc manera ostensible en el captulo ll del libro Iv de la Fsica.En ese captulo Aristteles se avoca a destacar que la identidad de mvil(aquello que se mueve) hace posible conocer el movimiento y, a partirde esta tesis, se plantea una analoga con el ahora que, como hemos des-tacado, tambin permanece y cambia. Es decir se insiste en la semejanzaestructural entre el movimiento y el tiempo. Para encontrar un desarrollosobre la caracterizacin del tiempo como devenir intuido, que se insinaen el capitulo ll, se tiene que dar un salto al captulo 14, en donde,adems, se plantea de una manera breve y a partir de una interrogacinque no se responde claramente.

    Existiria o no el tiempo si no existiese el alma? Porque si no pudiese haberalguien que numere tampoco podra haber algo que fuese numerado, y enconsecuencia no podra existir ningn nmero, pues un nmero es o lo nume-rado o lo numerable. Pero si nada que no sea el alma. 0 la inteligencia del alma,puede numerar por naturaleza, resulta imposible la existencia del tiempo sinla existencia del alma, a menos que sea aquello que cuando existe el tiempoexiste (h pote n), como seria el caso si existiera el movimiento sin que existael alma; habria entonces un antes y un despus en el movimiento, y el tiemposera stos en tanto que numerables (223 a).

    En primer lugar, se esboza un argumento que parece connnar la exis-tencia de un vnculo entre el alma y el movimiento, en la determinacindel tiempo. Si se define el tiempo como nmero del movimiento segn elantes y el despus, al no existir una conciencia que utilice el nmero paranumerar lo numerable, no existira, por tanto, el tiempo. Cabe aclarar queen el texto aristotlico se habia establecido ya que el tiempo no es el n-mero en s mismo (el medio o instrumento de numerar), ni lo numerable,esto es, el movimiento en s mismo, sino lo numerado, es decir, la aplica-cin del nmero al movimiento. Con ello arribamos a la idea de que eltiempo no es una sustancia (cosa, objeto, ente), sino una relacin entre

    7 Devenir intuido no es una nocin aristotlica; se trata de la definicin que da Hegel deltiempo en la Enciclopedia, 258.

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    el movimiento objetivo y una conciencia que numerag. Quiz el descon-cierto de Aristteles y la falta de claridad en su respuesta son el efectodel presupuesto implcito en su metasica respecto a que la verdaderanaturaleza del ser, el ser por excelencia, slo se maniesta en aquello quees, a la vez, substaneial e invariable. Al no cumplir con estos requisitos seconcluye que el tiempo posee una existencia imperfecta, lo cual implicamantener un importante enigma en tomo al tiempo, pues: qu significaesa existencia imperfecta?

    Pero adems, la nocin del tiempo como devenir intuido todava en-cierra una importante dificultad. De qu movimiento el tiempo es n-mero? Consideremos dos cuerpos que se mueven simultneamente, perocon velocidades distintas. Si el tiempo fuera nmero de cualquier mo-vimiento, se seguiran que existen dos tiempos distintos. Una variantede este ejemplo puede plantearse de la siguiente manera: pensemos endos individuos que acuden a ver una pelcula de vaqueros. Uno de elloses fantico de este gnero cinematogrco y el otro lo detesta. Al terminarla funcin es muy probable que el primero afirrne que dur poco tiempoy que el segundo sostenga lo contrario. Sin embargo, decimos que lapelicula dur dos horas. Cul es el movimiento que sirve para estableceresta medida comn del tiempo? Al respecto lo primero que arrna Aris-tteles es:

    (...) no slo medimos el movimiento por el tiempo, sino tainbin el tiempopor el movimiento, pues ambos se delimitan entre si: El tiempo delimita un

    8 El comentario de Toms de Aquino coincide en la interpretacin que hemos esbozadoz"(...) si el movimiento tuviera un ser jo en las cosas, as como la piedra o el caballo, podradecirse absolu tamente que as como no existiendo el alma hay un nmero de piedras, astambin no existiendo el alma habra numero de movimiento. que es el tiempo. Mas elmovimiento no tiene ser fijo en las cosas, ni se da en ellas un acto del movimiento sino suindivisible, que es divisin del movimiento. Pero la totalidad del movimiento se tomapor la consideracin al alma que compara la disposicin anterior del mvil con la poste-rior. Por consiguiente el tiempo no tiene zm serfuera del alma sino segn su iiidivisibie,pues la totalidad del tempo se roma por la ordenacin del alm.a que numera lo anteriory lo posterior en ef movimiento como se ha dicho" (2001) pp. 340-341. (El subrayadoes mo).

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    movimiento al ser el nmero de ese movimiento, y un movimiento delimitael tiempo (220b 15).

    De acuerdo con esto, la solucin para superar la relatividad implcitaen la nocin del tiempo como devenir intuido (la multiplicidad de tiem-pos) es localizar un movimiento que posea ciertas caractersticas, comosu regularidad y el ser accesible atodos, ya que ste servira como criteriopara medir el tiempo. Aristteles distingue varios tipos de movimiento: lagenera.cin o destruccin, el crecimiento, el cambio cualitativo y el movi-miento local. Segn l, este ltimo es el nico tipo de movimiento regular.Por otra parte, en la fisica aristotelica, la forma primordial de movi-miento local es el circular. A partir de estas premisas se explica el hechode que los seres humanos hallan utilizado el movimiento de las estrellaspara medir el tiempo. En contraste con una amplia tradicin de interpre-tacin de los textos aristotlieos, es menester subrayar que Aristteles noidentifica el tiempo con el movimiento de la esfera celeste (recordemos latesis de que si bien el tiempo no sera sin el movimiento, no es el movi-miento en si mismo). Para l, ligar el tiempo al movimiento de los astroses una convencin social, propiciada por el hecho de que el mencionadomovimiento cumple con los requisitos para establecer un criterio comnpara medir el tiempo. Convencin surgida de la necesidad prctica decoordinar las acciones, que hace posibie la fundacin de la institucindel reloj.

    El desarrollo de la astronomia y de la fsica modernas cuestionaronradicalmente la cosmologa aristotlica. Simplemente para ver la magnitudde esta critica se puede destacar lo que implica la primera ley de Newtonen la que se afirma: Todo cuerpo permanece en reposo 0 en movimientouniorme rectilneo a menos que unaierza que acte sobre e'I le obliguea cambiar de estado. A) A1 sostener todo cuerpo, se desecha de maneraimplcita la distincin cualitativa entre cuerpos terrestres y celestes. B)Desaparece la preeminencia del movimiento circular. C) Se desecha lanocin cualitativa de lugar. Lugar no es ms el sitio que corresponde alcuerpo segn su naturaleza, sino nicamente la posicin relativa que seestablece en relacin con otros cuerpos. D) Una fuerza es ahora aquello

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    cuya accin tiene como consecuencia una desviacin del movimientotmiformemente rectilineo. E) La detenninacin del movimiento se convierteen una determinacin de distancias, esto es, de tramos me-nsurables. F)Desaparece la diferencia entre movimientos naturales y movimientosviolentos. G) El propio concepto de naturaleza se transforma. La naturalezaya no es el principio intemo causante del movimiento de los cuerpos, sinola relacin espacio temporal entre ellos.

    Ha sido una creencia muy extendida el considerar que Esta catstrofeque sufre en el mundo moderno la cosmologa aristotlica, implica tambinel derrumbe de su concepcin del tiempo. Pero veamos con ms cuidadoesto. Un punto que puede considerarse una crtica de la ciencia modernaa la nocin aristotlica del tiempo, es que en la experiencia no es posibleencontrar un movimiento perfectamente regular que pueda tomarse comomedida del tiempo. Newton, cn oposicin al relativismo de Galileo y otrosastrnomos que destacan la irregularidad en el movimiento de los cuer-pos celestes, arma que, a pesar de dicha irregularidad existe la posibilidadde corregirla matemticamenteg. A partir de esa prctica, Newton establecela famosa distincin entre tiempo absoluto y tiempo relativo.

    El tiempo absoluto, verdadero y matemtico en si y por su naturaleza y sinrelacin a algo externo, fluye unifomiemente, y por otro nombre se llama du-racin; el relativo, apArente y vulgar, es una medida sensible externa de cual-quier duracin, mediante cl movimiento (sea la medida igual o desigual) y dela que el vulgo usa en lugar del verdadero tiempo; as la hora, el da, el mes elao (...). El tiempo absoluto se distingue del relativo en Astronoma por laecuacin del tiempo vulgar. Pues desiguales son los das naturales, que son

    9 Newwn est consciente de que el tiempo, en la prctica, se mide por medio de instru-mentos ms o menos precisos, pero tiene que utilizar un tiempo nico que no es ms queun parmetro en las ecuaciones de los cuerpos. El problema de definir el tiempo objetivocon precisin era bien conocido por los astrnomos de su poca. Los dias terrestres sondesiguales debido, principalmente, a la forma elptica de la rbita terrestre y la inclinacinde su eje de rotacin; para corregir todas las variaciones, los astrnomos inventaron untiempo idealizado que corresponde al movimiento uniforme de un sol imaginario a lolargo del ecuador celeste, y relacionaron ese tiempo ideal con el terrestre por medio deuna llamada ecuacin del tiempo. Hacyan, S. (2004), p. 48.

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    tenidos por iguales por el vulgo al medir el tiempo. Los astrnomos corrigenesta desigualdad al medir con tiempos ms exactos los movimientos celestes.Es posible que no haya ningn movimiento igual con el que medir exacta-mente el tiempo. Todos los movimientos pueden acelerarse y retardarse, perocl flujo del tiempo absoluto no puede alterarscm.

    Cul es el estatuto ontolgico de ese tiempo absoluto? El propioNewton advierte que el tiempo absoluto es una construccin matemtica,la cual pemtite establecer un parmetro para medir los movimientos. Esdecir, el tiempo absoluto remite a una conciencia que numera el movi-miento; para ser ms precisos es necesario destacar que no se trata de laconciencia de un individuo, sino de una institucin social, a saber, el reloj.De esta manera, tendriamos que reconocer que no hay dos tiempos, elabsoluto y el relativo, sino un tiempo, que uye uniformemente, el cualha sido construido o definido socialmente, y una multiplicidad de movi-mientos que son medidos por ese tiempo. El tiempo del llamado vulgo esel mismo que el utilizado por los cientficos; slo que la actividad destos, permite corregir la irregularidad del movimiento terrestre que seutiliza cotidianamente como parmetro del tiempo. Sobre esto Hans Rei-chenbaeh sostiene:

    Cmo sabe el astrnomo que sus ecuaciones determinan un tiempo es-trictamente uniforme? El astrnomo puede contestar que sus ecuaciones expre-san leyes mecnicas y que son vlidas porque se derivan de la observacin dela naturaleza. Pero para poder probar estas leyes de la observacin debemosposeer un tiempo de referencia es decir, un tiempo uniforme por medio delcual podemos saber si un cierto movimiento es uniforme o no, ya que no hayotro modo de saber si las leyes de la mecnica son verdaderas. De este modocaemos en un razonamiento en crculo. Para conocer el tiempo uniforme tene-mos que conocer las leyes de la mecanica, y para conocer estas leyes te-nemos que conocer el tiempo unifomie (...) Hay solamente un medio de librar-se de este crculo: considerar el problema del tiempo uniforme no como unacosa de conocimiento, sino de denicin' 1.

    ' Newton (1931), pp. 121-129. Reieuenbach, H. (1973), p. 155.

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    Pero Newton atribuye al tiempo absoluto un estatuto ontolgico ajenoala conciencia, es decir, pens que al medir el tiempo se apela a una en-tidad que se encuentra ms all de acto de numerar los movimientos, delo cual el denominado tiempo relativo es una imagen imperfecta. En sucritica a Aristteles, Newton se aproxima a Platn, para quien el tiempoes una imagen de la eternidad. Se ha considerado que esta postura new-toniana es un efecto de la inuencia de su maestro Bairow, para quien elespacio absoluto manifiesta la omnipreseneia de Dios (el sensorium Dei).El propio Newton parece pensar el tiempo absoluto como un atributodivino, violando las reglas metodolgicas de la ciencia que l contribuy,esencialmente, a fundamentar. Pero, sin negar la importancia de Barrowen la formacin del pensamiento de Newton, creo que existe algo msimportante detrs de su posicin terica. Me reero a dos presupuestosque han tenido una enonnc persistencia a lo largo del pensamiento filos-co y cientifico, los cuales hemos localizado ya en la teoria Aristotclica:A) Considerar que el ser por excelencia, el ser verdadero, remite a una sus-tancia inmutable; por lo que, al considerar al tiempo como una relacinentre una conciencia que numera y los movimientos, se cree reducir altiempo a una existencia imperfecta. B) El otro presupuesto es una deriva-cin del primero y consiste en pensar a la conciencia como una sustanciapensante, no solamente diferenciada de las sustancias extensas, sino tam-bin con una consistencia independiente de la interaccin social.

    Precisamente, el segundo presupuesto conduce a creer que cuando seniega al tiempo el carcter de una objetividad ajena a la conciencia, lanica alternativa que se tiene es denirlo en trininos subjetivos. Conindependencia de las creencias esotricas o metasicas de Newton, esesta ltima alternativa la que l rechaza, para otorgar al tiempo una su-puesta solidez ontolgica que permita responder a los requerimientos dela actividad cientfica. Sin embargo, ser la propia actividad eientca laencargada de cuestionar radicalmente la nocin de un tiempo que fluyeuniformemente, sin relacin a un parmetro o mareo de referencia extemoa l, establecido por una conciencia que observa el movimiento. Recorde-mos el conocido experimento mental que nos propone Albert Einstein:

  • EXPERIENCIA Y TIEMPO l l9

    supongamos un tren que viaja a una elevada y constante velocidad (v), elcual pasa por un andn, en cuyos extremos se encuentran dos fuentes lumi-nosas (A y B) que se prenden simultneamente al paso del tren por lamitad de ese anden; adems de dos individuos (V1 y A2), uno situado enel tren y otro en la mitad del andn.

    -ii- P Tren (_v)B Andn

    Mientras el individuo que se encuentra en el andn percibe que lasluces situadas en A y B se prenden de manera simultnea, el individuomontado en el tren percibir primero B, debido a la direccin y alta ve-locidad a la que viaja el tren. Lo que indica este experimento simple esque el tiempo no es una variable independiente, ya que se define en re-lacin a la velocidad del sistema que se toma como referencia (por tan-to, tambin lo que se considera simultneo depende de dicho sistema dereferencia). En la teoria de la relatividad no se cuestiona lo que Newtonllam tiempo absoluto, sino el considerar que ese denominado tiempoabsoluto fluye con independencia de un marco de referencia, establecidopor el sujeto que percibe el movimiento. Quiz esta tesis se pueda com-prender ms fcilmente si utilizamos el sistema conceptual que se trata. dedesarrollar en este trabajo, en donde se busca eliminar los dualismos odicotomas tradicionales. Es decir, en vez de hablar de un tiempo abso-luto diferenciado de un tiempo relativo, se establece que en la determi-nacin del tiempo siempre se requiere de un elemento que se encuentreen reposo (la duracin en sentido newtoniano) en relacin al movimientoque se percibe, ya que ese elemento permite establecer una medida re-gular tanto del movimiento como del tiempo. De esta manera, la men-cionada tesis se puede expresar del siguiente modo: lo que se consideraen reposo, para medir el movimiento, depende del marco de referenciaque se tome.

    No existe la experiencia de algo que se encuentre en reposo absoluto.Aquello que dura, esto es, lo que se considera en reposo y, en ciertamanera, ms all del tiempo, no es una sustancia, ni una realidad ajena a

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    la conciencia, sino un elemento constitutivo de un marco de referencia,que es necesario para poder realizar el acto de numerar el movimiento. Esdecir, volvemos a la definicin aristotlica del tiempo como nmero delmovimiento. En el caso del experimento mental que nos propone Einstein,el individuo en el andn, se encuentra en reposo en relacin con el individuomontado en el tren. Pero, si cambiamos el marco de referencia, podemosdecir que tambin el individuo en el andn se encuentra en movimiento,en tanto se encuentra en un planeta sometido a los movimientos de rota-cin y traslacin. Cabe destacar que al afirmar esto ltimo, es decir, alcambiar el marco de referencia, nos situamos en un nivel de segundo ordeno metanivel, desde donde observamos a los dos individuos. En este caso,asumimos que somos nosotros los que nos consideramos en reposo. Ladeterminacin del movimiento requiere siempre de la diferenciacinreposo-movimiento. El tiempo como devenir intuido implica tambin estadiferenciacin, recordemos ei ahora que permanece y cambia: ahora a,ahora b, ahora c, etc.

    2. El tiempo como distentio animi

    Newton quiso superar la supuesta fragilidad ontolgiea que percibiAristteles en el tiempo, al atribuirle una realidad independiente de laconciencia que percibe el movimiento. Pero tambin existe una tradicinque ha querido superar la supuesta deficiencia del ser del tiempo convir-tindolo en un atributo de la conciencia, el cual tendra una independenciade los movimientos de la llamada realidad extema. El punto de partida ymodelo de dicha tradicin se encuentra en la filosofia de San Agustn. Aligual que Aristteles, San Agustn comienza con las aporas que aparecencuando se reflexiona sobre el tiempo. El pretrito ha dejado de existir yel futuro no existe an; por su parte el presente o es siempre, pero entoncesno habra tiempo, sino etemidad, o no permanece y, por tanto, est dejandocontinuamente de existir. En tomo al presente entendido como un ahorao instante, se destaca que si tuviera alguna extensin, sta se podra di-vidir, a su vez, en pasado y futuro que, como hemos dicho, no son. Elpresente como ahora o instante carece de extensin y, por tanto, no es.

  • EXPERIENCIA Y TLEMPO l2l

    San Agustn advierte que a pesar de este supuesto no ser del tiempo, enla vida cotidiana lo medimos y hablamos. por ejemplo, de un tiempo largoo de un tiempo breve. Cmo se puede medir lo que no es? Pero si eltiempo pasado fue largo ahora ya no es y no sabemos como medir lo queno es. Lo mismo el futuro, porque si sera largo o breve no puede estable-cerse pues todava no es. Por su parte, el presente al no ser dado en sutotalidad, tampoco se puede medir (aqui aparece el argumento de la faltade extensin del presente). Mientras pasa el tiempo, es susceptible depercibirse y de medirse. Pero una vez que ha pasado, ya no resulta posi-ble, porque ya no existe (Xi, 16-21)- Como advierte Paul Ricoeur en sureconstruccin del libro X1 de las Confesiones, San Agustn encuentra eneste punto la salida de las mencionadas aporas mediante un ingenioso giro.Hablamos del pasado, del presente y del futuro porque hay cosas que sonrecordadas, percibidas o esperadas. De esta manera, ya no se preguntapor el ser del pasado, del futuro y del presente, sino por las cosas que laconciencia considera como partes de las dimensiones temporales.

    En la narracin de los hechos vcrdicos del pasado, lo que se extrae de lamemoria no son los hechos reales que acontecieron, sino las palabras engen-dradas por sus imgenes, las cuales, al pasar por nuestros sentidos, han dejadoen nuestro espritu una especie de huellas. As, mi niez, que ya no existe,existe en el tiempo pasado, que tampoco existe ya. Mas cuando la evoeo yhablo de ella, la estoy viviendo en presente, porque su imagen est an enla memoria. En cuanto a si es anlogo el caso dc las cosas futuras objeto deprediccin, de modo que se perciban las imgenes ya existentes de lascosas que an no existen, confieso, Dios mio, que no lo s. Lo que si s esque nosotros premeditamos de ordinario nuestras acciones futuras, y que estapremeditacin est presente, aunque la accin que premeditamos no existean porque es futura (XI, l8, 23).

    No existe el pasado y el futuro, sino imgenes del pasado en nuestramemoria e imgenes futuras en nuestras expectativas. De acuerdo a SanAgustn es inexacto afirmar que los tiempos son tres, ya que se trata detres actividades del alma frente a las imgenes presentes en ella. Lo queexiste es un triple presente: el presente del pasado es la memoria, el pre-

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    sente del presente es la visin y el presente del futuro es la expectacin. Elproblema ahora consiste en conciliar la tesis que afirma que las dimen-siones del tiempo remiten a tres actividades dei alma, con el hecho deque se mide el tiempo. Cmo medir aquello que siempre es presente enel alma? San Agustin comienza el abordaje de este problema atacando lacreencia de que el tiempo se identifica con el movimiento de los cuerposcelestes, posicin terica que atribuye, errneamente, a Aristteles. Enprimer lugar esgrime el argumento de qne no es necesario privilegiar elmovimiento de los cuerpos celestes para medir el tiempo. Es posible pensarque ese movimiento es irregular y, a pesar de ello, el fluir del tiempo siguesu marcha regular.

    Que nadie me venga diciendo entonces que el tiempo es el movimiento delos cuerpos celestes. Cuando se detuvo el sol a requerimiento de un hombre,para dar remate a un combate victorioso, el sol estaba detenido, pero el tiempocorra. Aquella batalla se libr con xito en el espacio de tiempo suficiente(xr, 23, 29).

    Evidentemente el ejemplo que utiliza San Agustin no tiene la solidezemprica necesaria para sustentar una argumentacin racional (la omni-potencia divina implica la capacidad de acelerar o retardar el movimientode los astros). Sin embargo, eso no es importante, lo esencial es que pode-mos imaginamos la irregularidad del movimiento de los cuerpos celestesy, a pesar de ello, el flujo del tiempo se mantiene regular. Podemos in-terpretarlo como una especie de experimento mental que hace patente laindependencia del tiempo respecto a lo que se ha considerado conven-cionalmente como el parmetro para medirlo. En esta misma lnea de ar-gumentacin, San Agustn nos pide considerar una hipottica situacin enla que se detuvieran la marcha de los astros del cielo y siguiera movindoseel torno de un alfarero en el mundo. Con independencia de lo que sucedieseen el cielo, se podra afirmar que unas veces las vueltas del torno son msrpidas y otras ms lentas, es decir, el tiempo sigue, en dicha situacin, sumarcha. Adems agrega una observacin que anuncia lo que ser su pro-puesta:

  • EXPERLENCIA Y TIEMPO 123

    Y mientras nosotros decimos esto, no hablamos tambin en el tiempo? Po-dra haber en nuestras palabras unas slabas largas y otras slabas breves, porla nica razn de que las primeras resuenan durante un tiempo ms largo y lasotras durante uno ms corto? (XI, 23, 29).

    Creo que la argumentacin de San Agustn puede condensarse de lasiguiente manera: A) El tiempo no slo se encuentra relacionado con elmovimiento de los cuerpos celestes, sino con todas las modalidades de mo-vimiento, incluso el de la conciencia. B) Con independencia de la regu-laridad o irregularidad de los movimientos empricos el tiempo mantienesu uir constante y regular. Esta premisa, es decir, la tesis de que el tiempotranscurre con independencia de los diversos movimientos parece adelantarla nocin newtoniana del tiempo absoluto; sin embargo, la argumentacinde este pensador cristiano toma otro rumbo. En vez de proclamar la exis-tencia de un tiempo absoluto, que corre de manera autnoma, esto es, sinrelacin a algo cxtemo a l, se pregunta por el origen de esa unifomiidado regularidad del movimiento. A partir de esa pregunta se advierte que elobjetivo de cuestionar el privilegio que se ha otorgado al movimiento delos cuerpos celestes es otorgrselo a otro tipo de movimiento, a saber: elde la conciencia. Si no se puede establecer con certeza la regularidad delos cuerpos extemos, el nico lugar de donde proviene la uniformidaddel tiempo tiene que ser la conciencia. La uniformidad o regularidad deltiempo es una construccin o artificio de la conciencia. Sin duda se tratade una salida genial que adelanta las propuestas filosficas y cientcas delsiglo XX. Pero, San Agustin va ms all y, en contra de la advertenciaaristotelica (el tiempo no es sin el movimiento, pero no es el movimiento)identifica el tiempo con el movimiento o actividad de la conciencia, esdecir, dene el tiempo como una distensin del alma (di'sten.zz'o animi).Para sustentar esta denicin acude a varios ejemplos vincuiados en unarelacin de inclusin que culminan en la actividad de cantar, la cual pre-supone tanto el sonido de una voz durante un periodo dctemiinado, comoslabas largas y breves, de cuya comparacin es posible extraer una medida:

    Cuando mc dispongo a cantar una cancin que conozco, antes de comenzarla,mi expectacin sc extiende hacia la cancin en su totalidad. Pero una vez

  • 124 ENRIQUE SERRANO G.

    comenzada, todo lo que de la cancin voy consignando al pasado a medidaque la voy cantando, otro tanto se va extendiendo mi memoria, y la vitalidadde esa accin mia va distendindose: hacia la memoria, por lo que he cantado,y hacia la expectacin, por lo que voy a cantar. Pcro mi atencin sigue estandopresente, y por ella el futuro pasa a convertirse en pasado (...). Y lo queacontece en la cancin cn su totalidad, acontece en cada una de sus partes yen cada una de sus slabas. Esto ocurre, asimismo, en una accin ms larga,de la cual tal vez es una pequea parte aquella cancin. Asi acontece en toda lavida del hombre, de la cual forman parte todas las acciones humanas. Asocurre, finalmente, en toda la historia de los hijos de los hombres, de la cualforman parte todas las vida humanas (XI, 28, 38).

    Desde el punto de vista del presupuesto respecto a que el ser por exce-lencia, el ser verdadero, es una sustancia inmutable, la denicin de SanAgustn ofrece una solucin al enigma del tiempo, al explicar la idea plat-nica del tiempo como simple imagen de la eternidad (recordemos que susreexiones sobre el tiempo son una divagaein dentro de su anlisis de laetemidad). El tiempo, segn esto, sera nicamente una imagen o ilusinproducida por el movimiento de una conciencia nita o limitada ante unarealidad que la trasciende. Desde la perspectiva divina, capaz de abarcarla realidad en su totalidad. el tiempo no existen. Dicho de otra manera: larealidad en si misma no se encuentra sometida al devenir, sino que el tiem-po es un efecto de la manera peculiar que tiene el alma de percibir esarealidad.

    Cabe destacar que la formula agustiniana respecto a que el tiempo esuna fonna peculiar que tiene el alma de percibir la realidad guarda una sc-mejanza con la tesis kantiana de que el tiempo es una forma pura de lasensibilidad. Dicha semejanza ha conducido a muchos intrpretes a consi-dcrar que ambos autores pertenecen a una misma tradicin respecto a la de-nicin del tiempo. Sin embargo, si examinamos con ms cuidado las cosasencontramos que detrs de esa semejanza existe una enorme distancia

    '2 En el que canta o escucha una cancin conocida, la expectativa de las notas futuras yel recuerdo de las notas pasadas le modica cl sentimiento y le mantiene viva la atencin.Nada de esto ocurre en ti, que cres inmutable etemo, o sea creador verdaderamente etemodc las mentes" (xl, 31, 41).

  • ExPERiENC1A Y Tramo 125

    entre San Agustn y Kant. Para empezar, en la Crtica de la Razn Pura,Kant se propone demostrar que no es posible asumir los presupuestos on-tolgicos que subyacen a la argumentacin de San Agustn, por ejemplo,el considerar que el concepto de sustancia denota una entidad inmutablee independiente de la conciencia que percibe el mundo o que es posible ha-cer afirmaciones con pretensin de verdad en torno a la realidad en smisma (_la cosa en s). Mientras la objetividad en San Agustn se denepor el ideal de la perspectiva. divina. para Kant la objetividad es un atribu-to de la experiencia, en la cual el vnculo entre los objetos del mundo yla conciencia que los percibe es indisoluble.

    Para San Agustn el tiempo se identica con ese peculiar movimientoque es la distensin del alma (distentio anim), el cual es independiente,segn l, del movimiento de los otros objetos que conforman la llamadarealidad externa. En cambio, para Kant la actividad de la conciencia esinseparable de la percepcin de un mundo de objetos. Para decirlo de unamanera breve: mientras San Agustn piensa el tiempo como un atributode la conciencia en s misma, Kant lo considera como un elemento de larelacin entre el mundo y la conciencia que lo percibe, esto es, comodevenir intuido. En oposicin a San Agustin, Kant considera que es impo-sible medir el movimiento dc la actividad de la conciencia sin apoyarseen la percepcin de un mvil que recorre un espacio determinado. Sibien el tiempo no es el espacio que recorre el mvil, no existira sin l. Adiferencia de San Agustin, Kant asume el presupuesto aristotlico de que sibien el tiempo no sera sin el movimiento, tampoco es el movimiento ens mismo (cualquiera que sea el movimiento que elijamos: el delos astroso el de la conciencia). El tiempo como nmero del movimiento implicasiempre la presencia de un movimiento y el acto de la conciencia denllfneff.

    Aquellos autores que si continan la tradicin terica de San Agustn,como sera el caso de Bergson, podrian aducir que el error de Aristte-les, como el de Kant, es espacializar el tiempo, lo cual significa que eltiempo no se identifica con el acto de numerar el movimiento de un mvilextemo a la conciencia (o bien del pensamiento de la conciencia cuandosta se asume como objeto de si misma) y con ello creen posible reducir

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    el tiempo a la dimensin subjetiva de la experiencia. Para entender estcrtica volvamos al ejemplo propuesto en la primera parte de este trabajosobre dos individuos que acuden a ver una pelcula de vaqueros; uno deellos es fanatico de este gnero cinematogrfico y el otro lo detesta. Comohemos dicho es muy probable que el primero arme que dur pocotiempo y que el segundo sostenga lo contrario (aqu duracin no en elsentido de Newton de tiempo absoluto o de aquello que perdura, sinola sensacin subjetiva del paso del tiempo). Segn esta critica el tiempo esesa sensacin subjetiva (variable en cada individuo) y no las dos horasque se utilizan convenciona.lmente para medirla.

    Frente a este tipo de criticas resulta indispensable subrayar que ni Aris-tteles, ni Kant, reducen el tiempo al espacio, pues no lo identifican conel movimiento. El tiempo remite, como hemos establecido ya, a un tercerelemento, esto es, una conciencia que numera el movimiento. Por otra par-te, enla denicin aristotlica no se identifica el tiempo con una medidaconvencional particular (recordemos que Aristteles distingue entre elnmero, lo numerado y el acto de numerar), sino simplemente con la dife-renciacin antes y despus que existe en cualquier percepcin del movi-miento, incluso en la que no se recurre a la institucin social del reloj. Enla percepcin de los individuos de que la pelcula duro mucho o poco,tambin se encuentra presente la diferenciacin antes y despus. Precisa-mente, esta diferenciacin hace posible que, a pesar de las distintas mane-ras de percibir el tiempo (la duracin bergsoniana), sea posible construiruna medida social comn. Es decir, independientemente de la escala que

    '3 Sobre la supuesta espacalzacin del tiempo Kant advierte: Pues el tiempo no puedeser una detemiinacin de fenmenos cxtemos. No se reere ni a una gura, ni a una posi-cin, etc., sino que determina la relacin entre las representaciones existentes en nuestroestado interior. Debido precisamente al hecho de que esta intuicin interna no nos ofrecefigura alguna, buscamos superar tal dcit mediante analogas (diesen Mangel durchAnalogien zu ersetzen) y nos representamos la secuencia temporal acudiendo a una lineaque progresa hasta el infinito; una linea en la que la multiplicidad forma una serieunidimensional. De ella deducinws todas las propiedades del tiempo, excepto ima. asaber, que las partes de la lnea son smadtneas, mientras que las del tiempo sonsiempre sucesivas. (B S0. El subrayado es mo). Posicin muy prxima a la argumen-tacin aristotlica.

  • EXPERIENCIA Y TIEMPO 127

    se utilice, el tiempo implica necesariamente el acto de numerar el mo-vimiento.

    Ahora bien, hay que reconocer que si bien el tiempo es el acto denumerar el movimiento, la percepcin del movimiento no se agota o re-duce a ese acto, sino que la percepcin numeradora del movimiento, comoactividad de la conciencia, siempre est ligada a un significado. Es decir,se puede pensar el tiempo como un eterno retorno, como progreso, etc. Elmrito de la teora de San Agustin es haber destacado que el significadoentrelazado con la percepcin numeradora del movimiento, que consti-tuye el tiempo, remite a las diversas actividades sociales, como el acto decantar un himno, trabajar, oficiar una misa, etc. y que, en todas las activi~dades sociales se encuentra en juego un proceso narrativo, el cual implicala formacin del sentido o significado que preside esas acciones.

    Se podria afirmar que el significado ligado a la percepcin del movi-miento resulta tan importante en las actividades humanas, pues en todasellas se encuentra presente, en diferentes maneras, el peculiar movimientode la degeneracin biolgica que conduce a la muerte (si se quiere el serpara la muerte del que habla Heidegger). La mortalidad genera la sensa-cin de que el tiempo es una realidad que trasciende el arbitrio humano;pero no es el tiempo el que se nos impone, sino el hecho mismo de lamortalidad que establece un limite al tiempo de los individuos. Como sesostiene en aquel juego irnico de la sabiduria popular: Los seres humanosdicen: -El tiempo pasa. El tiempo, por su parte, dice: -Son los sereshumanos los que pasan. A este respecto Kant sostiene: En efecto, elcambio no afecta al tiempo mismo, sino simplemente a. los fenmenosen el tiempo (KrV A 183).

    El significado ligado a la percepcin del movimiento es tambin unfenmeno en el tiempo y, como tal, es variable. Variacin que depende delas transformaciones histricas de las actividades sociales. Por ejemplo,se podran plantear que en las sociedades agrcolas, predomina una ideacircular del tiempo, en la medida que ellas dependen de los ciclos natu-rales; en cambio, el predominio de una idea lineal del tiempo denota laconsolidacin de una sociedad industrial. Asimismo, se podra hacer unahistoria en la que se estableeiera una relacin entre las transformaciones

  • 128 ENRIQUE SERRANO G.

    de la institucin social del reloj y los cambios en las actividades sociales.Pero las variaciones en el significado ligado al tiempo no quieren decirque este ltimo, entendido como devenir intuido, cambie. La diferenciacinentre el tiempo, como elemento universal y necesario de la experiencia,y los diferentes significados ligados a el, representa una condicin paracomprender la posicin terica de Kant.

    3. El concepto trascendental de tiempo

    En la Crtica de la Razn Pura Kant se pregunta: Qu son, pues, elespacio y cl tiempo? Son seres reales? Son slo determinaciones de lascosas o tambin relaciones de stas?, (2, A23). En su disertacin Demundi .seizsibilis atque i'ntellgibl1`s forma et priici`pi`is (1770) ya habiadado una respuesta contundente a esta pregunta. El tiempo, como el espa-cio, no es una substancia, ni un accidente, ni una relacin de las cosas ensi mismas. El tiempo es una intuicin pura (reina Anschauung), esto es,una condicin necesaria de la sensibilidad humana que hace posible esta-blecer iin orden en la multiplicidad de los fenmenos. La denicinkantiana del tiempo, como la aristotlica remite a una relacin entre elmovimiento y una conciencia que lo percibe; sin embargo, existe una dife-rencia indamental entre ambos autores. Mientras Aristteles consideraque determinar el tiempo como una relacin implica atribuirle un mododeficiente y obscuro de ser, para Kant la relacin entre la conciencia ylos objetos del mundo representa la unidad de la experiencia, en donde sefundamenta. la objetividad del conocimiento. Por tanto, caracterizar altiempo como una forma necesaria de esa relacin (conciencia-mundo)es atribuirle una realidad emprica. Kant considera que la creencia en la

    14 Die Zeit ist nichts Gegcnstndliches und Wirlcliches, weder eine Subsranz, noch einAccidenz, noch ein Verhltnil, sondem die durch die menschliehe Natur nothwendigepersriliche Bedingung, wonach gewisses Sinnliche nach einem fcsten Gcsetze geordrietwird. Sie ist eine rene Anschauung (1770, 15, 5). En el libro Enrww der norwendigenVernunfiwahrheiren (1745), de Christian August Crusius se sostena en relacin alespacio: Raum ist kein vcllstndiges Ding, keinc anklebende Eigenschaft, auch keinblolcs Verhltnis t 49).

  • EXPERIENCIA Y riEMPo 129

    posibilidad de acceder a un conocimiento de la realidad en si misma, estoes, con independencia dc la conciencia que lo percibe, es una ccin. Alsuprimir esa ficcin, la determinacin del tiempo como una relacindeja de implicar un modo deciente del ser.

    Sostenemos, pues, la realidad emprica del tiempo, es decir, su validezobjetiva en relacin con todos los objetos que puedan ofrecerse a nuestrossentidos. Al ser siempre sensible nuestra intuicin, no puede darse en nuestraexperiencia ningn objeto que no est sometido a la condicin del tiempo.Negarrios, en cambio, a este toda pretensin dc realidad absoluta, es decir, quepertenezca a las cosas como condicin o propiedad de las mismas, indepen-dienternente de su referencia a la forma de nuestra intuicin sensible. Laspropiedades pertenecientes a las cosas en s nunca pueden sernos dadas atravs de los sentidos. En ello consiste, pues, la dealdad trascendental deltiempo. Segn esta idealidad, el tiempo no es nada prescindiendo de lascondiciones subjetivas de la intuicin sensible y no puede ser atribuido a losobjetos en si mismos (independientemente de su relacin con nuestra intui-cin). ni en calidad de subsistente, rii en la de inherente (B52/ A36).

    Afirmar que el tiempo tiene realidad emprica e idealidad trascendentalpresupone que para pensar el tiempo resulta necesario siempre mantenerunidos el sujeto que numera y los movimientos que son numerados. Elabstraer o separar estos elementos es lo que conduce a las aporas tradicio-nales. Para evitar la confusin que se ha dado en gran parte de las inter-pretaciones de la teoria dc Kant es necesario introducir, en este punto, laimportante distincin entre gnesis y validez, la cual recorre toda la filo-sofia kantiana. Al igual que la tradicin empirsta, Kant afirma que la gne-sis de todo nuestro conocimiento se encuentra en la experiencia, pero, adiferencia de dicha tradicin, para l, la nocin de experiencia implica unsujeto que nunca es pasivo o mero receptor de datos. De acuerdo con ello,

    15 Mientras la nocin cmpii-sta de experiencia implica la dualidad sujeto-objeto, la nocinkantiana de experiencia presupone la unidad de estos elementos, en donde el sujetotiene siempre un papel activo. Esta nocin de experiencia es comn a toda la filosofiaclsica alemana. La importancia de sta peculiar nocin kautiana de experiencia ha sidoresaltada, sobre todo, por Heidegger. Cuando Kant usa la palabra experiencia la en-

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    podemos decir que la gnesis de la nocin del tiempo es la experiencia, enel sentido de que la percepcin de los movimientos representa una condi-cin necesaria para acceder a ella; pero el tiempo no es una dato que seextraiga de esos movimientos, sino que implica la actividad ordenadoradel sujeto (en el caso del tiempo es el sujeto el que introduce, como vio yaAristteles, la distincin antes-despus). Por lo tanto, la validez de la no-cin del tiempo (su explicacin y justicacin) reqiiiere tomar en cuentaesa actividad del sujeto que percibe el mundo.

    Tanto las formas puras de la intuicin (espacio y tiempo), como lascategoras no denotan objetos o entes, sino la actividad unicadora yordenadora que ejerce el sujeto sobre la multiplicidad de datos de la expe-riencia. Segn esto, el tiempo no es un objeto que se trata de conocer, sinouna funcin por medio de la cual conocemos. De ahi', que el tiempo no seaalgo que se perciba en si mismo, sino siempre como forma de los fen-menos; especficamente del fenmeno del movimiento en todas sus moda-lidades (el movimiento de los llamados objetos externos, como el movi-miento de la propia conciencia). Los argumentos que se exponen en laEsttica Trascendental buscan probar que el tiempo es un a priori (imelemento que si bien tiene su gnesis en la experiencia, no es abstraido otomado de esa experiencia, sino de la actividad del sujeto inotivada porlas sensaeiones)17 y una intuicin. Veamos estos argumentos:

    tiende siempre esencialmente en un doble sentido: l. El experimentar como aconteci-miento y accin del sujeto (yo) 2. Lo experimentado como tal en tal experimentar"(1975), p. 113.'6 Sobre esto Heidegger comentan: "Es decir, el espacio y el tiempo, aunque no sonobjetos, pese a todo son algo representado, es decir, el `a qu' de una atencin" (2004), p.237. Lo representado de manera indirecta (a travs de la representacin de los fenme-nos) es la conciencia que percibe, la cual implica una intencin, un a qu" de unaatencin.'T En una reexin que data del periodo 1768-70 Kant sostiene: Es cierto que son siemprelas sensaciones sensibles las que nos dan pie para poner en movimiento estas actividadesdel entendimiento (_...) pero, aunque las nociones racionales surjan por medio de las sensa-ciones y slo pueden concebirse en aplicacin zi las ideas abstraidas de ella, no residen, sinembargo, en ellas, ni se abstraen de ellas, as, por ejemplo, la idea de espacio, enla geo-metria, no es tomada de la sensacin de lo extenso, aunque slo podamos esclarecer yexplicar aquel concepto con ocasin de las sensaciones de las cosas corpreas (Re. 513,

  • EXPERIENCIA Y TIEMPO 13 l

    A) Si consideramos que el tiempo es un concepto extrado de la ex-periencia, se tendra que asumir que los fenmenos de la. coexistencia(reposo) y la sucesin (movimiento) representan el punto de partida deese proceso de abstraccin. Sin embargo, coexistencia y sucesin presu-ponen ya la nocin de tiempo (tanto la coexistencia como la sucesin noserian siquiera percibidas si la representacin del tiempo no les sirvierade base a priori). En efecto, coexistencia implica el mismo tiempo y suce-sin tiempos diferentes. Por tanto: El tiempo no es un concepto extradode alguna experiencia.

    B) En el segundo argumento se afirma que no es posible pensar losfenmenos sin el tiempo y si es posible pensar un tiempo sin fenmenos.El afn arquitectnico de Kant, en este caso el paralelismo entre los ar-gumentos del espacio y los del tiempo, lo lleva a cometer un error. Estaafirmacin, quiz, puede funcionar con el espacio, pero no con el tiempo.Si bien el tiempo es independiente de cualquier movimiento particular, noes separable del movimiento (cualquiera que este sea), es decir, no pode-mos pensar el tiempo sin fenmenos en movimiento. En ltima instanciatendramos que mantener, como vio San Agustin, el movimiento de la con-ciencia. Por ello, me parece que slo debemos quedarnos con la primeraparte de la tesis mencionada, a saber: No es posible pensar los fenmenossin el tiempo. Esto es suficiente para poder afirmar que el tiempo es unarepresentacin necesaria que sirve de base a todas las intuiciones.

    C) El tercer argumento es, en cierta manera, parte del segundo. Una vezque se acepta la universalidad y necesidad del tiempo se tiene que recono-cer, como lo destac la tradicin empirista, que estos atributos no puedenser considerados un producto de la induccin. En esta misma direccin, seaade que los principios apodicticos sobre las relaciones temporales oaxiomas del tiempo en general (el tiempo no posee ms que una dimensiny tiempos diferentes no son simultneos, sino sucesivos) slo puedensustentarse si se presupone el carcter a priori del tiempo.

    citada por Cassircr, 1974, p. S78). En esta reflexin precrtica todavia no se introducela distincin entre entendimiento y sensibilidad. Mantener la unidad de estos elementosseria, segn Schopenhauer, el verdadero camino para elucidar la experiencia.

  • 132 ENRIQUE SERRANO G.

    D) En el cuarto argumento se cambia de nivel, porque en el ya no setrata de mostrar el carcter a priori del tiempo, sino el que este ltimo esuna forma pura de la intuicin sensible. Para sustentar esta tesis se des-taca, de manera implcita el contraste entre los conceptos discursivos ouniversales y la nocin de tiempo. Mientras los primeros son siemprela unidad de una pluralidad de determinaciones. que se han agregado me-diante la experiencia; la nocin de tiempo remite a una unidad, es decir, altiempo en su totalidad. Precisamente el axioma de que el tiempo slo tieneuna direccin implica, como se ha mencionado en el tercer argumento,que tiempos diferentes son sucesivos, es decir, limites de un slo tiem-po. En este punto, es importante destacar que cuando se habla del tiempocomo una magnitud, debe distinguirse entre la nocin de magnitud comoquantum y la nocin de magnitud como quantiras. La magnitud enten-dida como quantum es lo cuanticable como totalidad, en este caso eltiempo como cantidad innita. Mientras que la magnitud como quantitases una cantidad determinada, por ejemplo, la pelcula dur dos horas. Apartir de esta distincin, podemos decir que la tesis kantiana consiste enafirmar que todo tiempo como magnitud determinada (quarztiras) es siem-pre una paite del tiempo entendido como magnitud indeterminada (quan-tum). La forma pura de la intuicin scnsible es el tiempo como quantum ycomo tal no esta constituido por partes (la partes determinadas de tiempose agregan en la experiencia) y, como tal, se distingue de los conceptosgenerales que si se encuentran constituidos por una suma de partes (de-terminaciones).

    E) El ltimo argumento parte de que el tiempo como quantum es in-finito y que dicho atributo no puede ser extrado de la. experiencia (nuncahemos tenido la experiencia de lo infinito). La representacin del tiempocomo quantum (_1a representacin entera" del tiempo) no puede estar dadamediante conceptos, ya que stos se constituyen por representaciones par-ciales. Por tanto, el tiempo es una intuicin que implica ya la innitud.

    Hay que reconocer que estos cinco argumentos tal y como se presentanen la Esttica Trascendenza! no resultan del todo satisfactorios, inclusocabra cuestionar su validez lgica, esto es, su coherencia. Para que dichosargumentos cobren la fuerza necesaria se requieren varias cosas: A) No

  • EXPERLENCLA Y riisrviro 133

    considerarlos como argumentos aislados, sino como partes de un sloproceso argumentativo. B) Tomar en cuenta la historia de la polmicafilosfica en torno al tiempo, especialmente la reexin aristotlica quehemos reconstruido de manera sinttica en este trabajo y C) Situar estosargumentos en el contexto de la Crtica de la Razn Pura en su totali-dad. El tema del tiempo no slo se aborda en la Esttica, sino que seencuentra presente a lo largo de toda la obra. Como advierte Heidegger(2004 p. 216) el tiempo tiene una posicin de prioridad en la Crtica delaRazn. Pura, porque en todos los plexos de problemas tratados en ella, seretrotraen forzosamente al tema del tiempo.

    En cl ltimo argumento que se ha expuesto aparece la nocin de innitoasociada al tiempo. Pues bien, ese argumento slo cobra la fuerza necesariasi se reexiona sobre el origen de dicha nocin. Locke se habia propuestoexplicar el origen emprico de la nocin de innito y para ello asuma, enun principio, que las ideas de espacio infinito y de tiempo innito eransimplemente el resultado de sumar magiiitiides determinadas o particulares(quantiras) de tiempo o de espacio. Como apoyo a esta tesis agregaba laafirmacin de que el carcter ilimitado de la serie de los nmeros es elelemento que permite explicar cmo podemos llegar a la idea de innito.Si desechar la importancia de esta afirmacin, cabe observar que la su-cesin ilimitada de nmeros presupone una necesidad que no ha sidoexplicada en trminos empricos; por el contrario, la sucesin de nmerosya presupone esa necesidad que hace posible posteriomiente acceder a laideas de espacio y tiempo infinitos. Es decir, la suma de magnitudes de-terminadas (quantitas) de espacio y tiempo implica el tiempo y el espaciocomo unidad o magnitud indeterminada (quanrum).

    Locke nos dice que para pensar el espacio 0 el tiempo innitos elprimer paso que debemos dar es considerar una idea de espacio o detiempo muy grandes, por ejemplo, millones de kilmetros o de aos. Sinembargo, por ms grande que sea la cantidad que consideremos siemprecabe preguntar Qu hay o qu sigue despus de esa magnitud extremada-mente grande? El propio Locke arma: Todas las fronteras corporales, asisean murallas de diamante, no detienen la marcha de la mente en el espacioy la extensin, sino que ms bien la facilitan y amplican (..._), (ESEH Ii,

  • 134 Eniuouia SEiuu\No G.

    Xvii, 4). En un principio, Locke afirma que la capacidad del espritupara combinar las impresiones sensibles es arbitraria, pero como resultadode su reflexin en tomo a la nocin de infinito, de manera implcita., reco-noce que en la formacin de dicha nocin se hace presente una necesidad,que slo puede explicarse como una necesidad lgica, esto es, como unregla que introduce el sujeto en su percepcin del mundo. Esta es, preci-samente, la conclusin que extrae Kant de dicha reflexin.

    La discusin en tomo a la idea de infinito permite aclarar un aspectomuy importante de la nocin kantiana de a priori. Generalmente se haentendido la nocin de ri priori en clave cartesiana, es decir, como unanocin ligada a la tesis del innatismo, la cual presupone, a su vez, la tra-dicional concepcin dualista de la experiencia. Sin embargo, cuandoKant utiliza el trmino a priori no est hablando en trminos genticos,sino en trminos de validez. De acuerdo con esto la afirmacin respectoa que la nocin de tiempo tiene su gnesis en la experiencia del movi-miento, es coinpatible con la tesis kantiana respecto a que validez de laregla de sucesin, inherente a esa nocin, no depende del contenido dela experiencia, sino de la actividad pensante del sujeto que percibe almundo. Se trata de asumir un empiiismo consecuente para el cual elprimer dato que proviene de la experiencia es la unidad de lo objetivo ylo subjetivo; en este caso los movimientos de los objetos del mundo y sudeterminacin por parte del sujeto que los percibe segn la distincinbsica anterior-posterior. Decir que la regla utilizada para numerar losmovimientos no se infiere de stos, sino que es introducida por el sujetoque los percibe, no implica de ninguna manera determinar lo que ese su-

    '3 Heidegger, por ejemplo, asume esta interpretacin cartesiana: Es decir, en esta con-cepcin peculiar de lo a priori como ens en el sentido de la cogitatio, la posicin kantianase remonta a Descartes. Kant jams super la posicin cartesiana, y en el fondo tampocola cuestion", Lgica, p. 233. Heidegger sustenta su posicin apelando a ese curiosofragmento" de la primera Crtica titulado Refutacin del idealismo." Adentrarse en unapolmica en torno a esta posicin es algo que debemos reservar para otra ocasin.19 Lo mismo se puede decir de la nocin de causalidad. Se puede admitir que la causalidadnace de la experiencia de contigidad y sucesin, pero ello no implica, como el propioHume reconoce, que la causalidad entendida como regla de un vinculo necesario dependade la experiencia.

  • EXPERIENCIA Y TIEMPO 13 S

    jeto es fuera de la experiencia, es decir, con independencia de la actividadde percibir y pensar los movimientos. La crtica a la nocin dualista de laexperiencia explica por qu Kant se mantiene al margen de la disputa entomo a las ideas innatas. Hablar de la forma a priori de la experiencia (es-pacio, tiempo y categoras), no tiene que ver con esta polmica de la epis-temologa tradicional, ya que su objetivo es cuestionar la creencia en unapercepcin pasiva, esto es, de una mente que simplemente refleja lo dado.

    Sin embargo, es menester reconocer que las confusiones en torno a laidea kantiana del tiempo no son resultado nicamente de la poca habili-dad de sus interpretes, sino que se deben en gran parte a la ambigedad desus textos, en donde, es posible encontrar numerosos fragmentos quedan pie a una interpretacin tradicional, opuesta a la que hemos esbozadoaqui. Por ejemplo, en la critica al cuarto paralogismo encontramos lasiguiente armacin: Espacio y tiempo son representaciones a priori quese halian en nosotros como formas de nuestra intuicin sensible antes deque, mediante la sensacin, ningn objeto real haya determinado nuestrosentido para representarlo bajo esas relaciones sensibles" (A 373).

    Ante este fragmento se podria argir que proviene de la primera edicinde la Crtica de la Razn Pura. y que precisamente en el texto de la se-gunda edicin se suprime para resaltar que: ( ...`) La intuicin empricaes sensible, y no suministra ms datos que los del fenmeno. Tales datosno pueden proporcionar al objeto de la conciencia pura nada que pemiitaconocer la existencia separada de la conciencia. Al contrario, slo puedenservir para la experiencia. Decir que espacio y tiempo se hallan en noso-tros antes que los objetos afecten nuestros sentidos implica contradecir,precisamente, ste ltimo principio que se establece en la crtica a losparalogismos. Pero, me parece, que para evitar polmicas interminablessobre la interpretacin correcta, se requiere eludir el vano intento de salvara Kant de sus propias ambigcdades. Hay que reconocer que Kant es unpensador entre dos aguas, que si bien es un crtico radical de los presu-puestos de ia metasica tradicional, no se puede decir que se encuentretotalmente libre de ellos. Sin embargo. lo importante no es la polmicaexegtica, sino retomar el concepto de experiencia implcito en la tesis deque el tiempo tiene realidad emprica e idealidad trascentendal, con el

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    objetivo de superar las tradicionales antinomias en las que se ha vistoenvuelta la reflexin filosfica.

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    2 La reconstruccin amplia de la nocin trascendental del tiempo requiere situarla en lanocin de experiencia que se expone a lo largo de toda la Critica de la Razn Pura. Porrazones de espacio, reservo sta tarea a otro trabajo.

  • EXPERIENCIAY TIEMPO 137

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