Estacionalidad en la producción de forrajesbiblioteca.inia.cl/medios/biblioteca/ta/NR34021.pdf ·...

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solar. Con 5ºC el crecimiento de las pra- deras es mínimo, y con menos el creci- miento se detiene. Las temperaturas indi- cadas se prolongan desde mediados de invierno hasta temprano en primavera, período en que la pradera se caracteriza por su baja disponibilidad, alto contenido de agua (10 a 14%), bajo contenido de fibra y alto tenor proteico. Esta fase crítica puede prolongarse de 100 a 120 días. Al inicio de la primavera hay disponi- bilidad de forraje suficiente y de buena calidad, pero existen algunas dificultades nutricionales, como el elevado contenido de proteína degradable y la falta de ener- gía fermentable a nivel del rumen, que afectan la eficiencia del sistema al produ- cir una pérdida de nitrógeno. En algunos casos el bajo contenido de fibra estructural al inicio de primavera genera algunos problemas en la rumia. Como resultado es posible ver menores contenidos de 36 noviembre-diciembre 2006 TierraAdentro a variación en la producción de forrajes y su calidad a través del año representa uno de los ma- yores desafíos tecnológicos de los sis- temas ganaderos basados en praderas. Cualquier solución dirigida a aumentar la producción de carne o leche en período de déficit está fuertemente influenciada por clima, fertilidad, aspectos económicos y capacidad de gestión. Por ejemplo, en cuanto a costos de producción, la estacio- nalidad se traduce en necesidades adicio- nales de alimentación (concentrado, heno, otros), galpones y mano de obra. Muchas veces los gastos en ciertos períodos del año superan a los ingresos de acuerdo al precio de la leche o carne. En la zona sur existe una marcada estacionalidad en la producción de prade- ras. Durante el invierno las tasas de cre- cimiento están limitadas principalmente por bajas temperaturas y escasa radiación L materia grasa en la leche y abundantes bostas blandas sobre la pradera. En verano, las altas temperaturas junto con el déficit de agua reducen las tasas de crecimiento, la disponibilidad y la calidad de la pradera. Este cambio en la calidad produce un aumento en el con- tenido de fibra, menores contenidos de proteína y digestibilidad, lo cual afecta el consumo, especialmente en vacas leche- ras. La distribución y cantidad de lluvias define la magnitud del déficit de forraje. En sectores de secano llega a durar de 90 a 120 días. A continuación se describen diversas alternativas para superar la estacionalidad en un sistema de producción de leche sin riego, con el fin de satisfacer los requeri- mientos de forraje de los animales, opti- mizar la combinación de las fuentes ali- menticias en los períodos críticos y reducir los costos. Frecuencia e intensidad de pastoreo La frecuencia de pastoreo (intervalo de días) tiene un gran efecto en la tasa de crecimiento y está asociada a la inten- sidad de uso o cantidad de residuo, kg de materia seca (ms) o altura del remanente dejado después del pastoreo. Ambos as- pectos son esenciales e inciden en el manejo, determinando cómo la planta crece. Se relacionan con la época del año en términos de temperatura, radiación y pluviometría (lluvias), aspectos que influ- Oriella Romero Y. Ingeniera Agrónoma, M.Agr.Sci. [email protected] INIA Carillanca Estacionalidad en la producción de forrajes 0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 Junio kg materia seca Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Pastoreo Rezago invernal Figura 1. Efecto residual del rezago invernal versus pastoreo invernal de una pradera de ballica perenne con trébol blanco sobre la producción de primavera. INIA Carillanca, Región de la Araucanía. Conservación de los excedentes de forraje como heno para los períodos críticos. anadería y praderas g

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solar. Con 5ºC el crecimiento de las pra-deras es mínimo, y con menos el creci-miento se detiene. Las temperaturas indi-cadas se prolongan desde mediados deinvierno hasta temprano en primavera,período en que la pradera se caracterizapor su baja disponibilidad, alto contenidode agua (10 a 14%), bajo contenido defibra y alto tenor proteico. Esta fase críticapuede prolongarse de 100 a 120 días.

Al inicio de la primavera hay disponi-bilidad de forraje suficiente y de buenacalidad, pero existen algunas dificultadesnutricionales, como el elevado contenidode proteína degradable y la falta de ener-gía fermentable a nivel del rumen, queafectan la eficiencia del sistema al produ-cir una pérdida de nitrógeno. En algunoscasos el bajo contenido de fibra estructuralal inicio de primavera genera algunosproblemas en la rumia. Como resultadoes posible ver menores contenidos de

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a variación en la producción deforrajes y su calidad a través delaño representa uno de los ma-

yores desafíos tecnológicos de los sis-temas ganaderos basados en praderas.Cualquier solución dirigida a aumentar laproducción de carne o leche en períodode déficit está fuertemente influenciadapor clima, fertilidad, aspectos económicosy capacidad de gestión. Por ejemplo, encuanto a costos de producción, la estacio-nalidad se traduce en necesidades adicio-nales de alimentación (concentrado, heno,otros), galpones y mano de obra. Muchasveces los gastos en ciertos períodos delaño superan a los ingresos de acuerdo alprecio de la leche o carne.

En la zona sur existe una marcadaestacionalidad en la producción de prade-ras. Durante el invierno las tasas de cre-cimiento están limitadas principalmentepor bajas temperaturas y escasa radiación

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materia grasa en la leche y abundantesbostas blandas sobre la pradera.

En verano, las altas temperaturasjunto con el déficit de agua reducen lastasas de crecimiento, la disponibilidad yla calidad de la pradera. Este cambio enla calidad produce un aumento en el con-tenido de fibra, menores contenidos deproteína y digestibilidad, lo cual afecta elconsumo, especialmente en vacas leche-ras. La distribución y cantidad de lluviasdefine la magnitud del déficit de forraje.En sectores de secano llega a durar de90 a 120 días.

A continuación se describen diversasalternativas para superar la estacionalidaden un sistema de producción de leche sinriego, con el fin de satisfacer los requeri-mientos de forraje de los animales, opti-mizar la combinación de las fuentes ali-menticias en los períodos críticos y reducirlos costos.

Frecuencia e intensidad depastoreo

La frecuencia de pastoreo (intervalode días) tiene un gran efecto en la tasade crecimiento y está asociada a la inten-sidad de uso o cantidad de residuo, kg demateria seca (ms) o altura del remanentedejado después del pastoreo. Ambos as-pectos son esenciales e inciden en elmanejo, determinando cómo la plantacrece. Se relacionan con la época del añoen términos de temperatura, radiación ypluviometría (lluvias), aspectos que influ-

Oriella Romero Y.Ingeniera Agrónoma, M.Agr.Sci.

[email protected]

INIA Carillanca

Estacionalidad en laproducción de forrajes

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PastoreoRezago invernal

Figura 1. Efecto residual del rezago invernal versus pastoreo invernal de una praderade ballica perenne con trébol blanco sobre la producción de primavera. INIA Carillanca,Región de la Araucanía.

Conservación de los excedentes de forraje como heno para los períodos críticos.

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Cuadro 1Precocidad de las variedades de ballica perennes presentes

en el mercado nacional

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ducción de macollas. El manejo de oto-ño–invierno afecta el crecimiento de pri-mavera. En la figura 1, se presenta elefecto del rezago invernal versus pastoreosobre el crecimiento de primavera.

Fertilización de praderasLa fertilización aumenta la produc-

ción, mejora la tasa de crecimiento, incre-menta la calidad del forraje y marca ladiferencia en su rendimiento y distribución.Una vez superados los niveles de correc-ción de nutrientes, especialmente fósforoy potasio, y habiendo aumentado su dis-ponibilidad en el suelo, es posible utilizarel nitrógeno (N) como herramienta estra-tégica para estimular el crecimiento delas especies forrajeras. El efecto econó-

mico más importante se logra cuando seutiliza en la dosis adecuada y en la épocaoportuna, relacionada con humedad, ra-diación solar y temperatura. Aplicacionesde N temprano en primavera mejoran elcrecimiento. En cambio, aplicaciones muytempranas producen una baja respuesta.Lo mismo ocurre con aplicaciones tardías,que sólo son convenientes si existe hu-medad disponible en el suelo para permitirsu aprovechamiento por la pradera.

Durante la temporada 2004 en INIACarillanca se evaluó el efecto de la apli-cación de 120 kg de N en ballica bianual(Lolium multiflorum) variedad Dominosembrada en otoño en un suelo de transi-ción de la Región de la Araucanía bajocondiciones de secano. Se estudiaron dosformas de parcialización de la fertilización:

• Aplicación de 40 kg de N a la siem-bra, y el resto en agosto al inicio del rezago.

• Aplicación del N en tres parciali-dades de 40 kg de N, a la siembra y des-pués de cada dos pastoreos hasta finesde octubre e inicios de noviembre.

La aplicación en tres parcialidadesdurante el período de crecimiento bajopastoreo permitió incrementar la produc-ción de forraje en un 30%, comparadocon la aplicación a la siembra y al iniciodel rezago de primavera.

Conservación de forrajesEn la zona sur el pastoreo y la con-

servación de forrajes en períodos de máxi-

yen en la captura de la luz solar y en losprocesos de acumulación de carbohidratoso reservas para iniciar un nuevo ciclo decrecimiento. En las épocas críticas deescasez de forraje en invierno y verano,la intensidad de pastoreo medida en tér-minos del residuo de pradera que se deja,es relevante, ya que incide en la recupe-ración de la pradera.

En áreas de secano, en invierno laspraderas deben ser pastoreadas hasta los5 cm, con cargas bajas, y en verano hastalos 7 cm.

En primavera en sistemas pastorilessin conservación de forraje o praderaspermanentes de ballicas perennes y trébolblanco, un pastoreo intenso o frecuentepermite realizar un control del desarrolloreproductivo, reduciendo la variación es-tacional y disminuyendo el peak de prima-vera. Este manejo permite controlar lacalidad del forraje al aumentar la produc-ción de hojas en el próximo pastoreo, in-crementando su consumo por los animales.

Para acumular forraje o construir re-servas a utilizar en otoño–invierno, con-viene que el rezago no exceda los 60 días.Si se prolonga por más tiempo, la produc-ción y calidad del forraje se reducen debidoa que aumenta la tasa de senescencia yno el crecimiento activo.

Una excesiva acumulación de forrajede ballica perenne (Lolium perenne) eninvierno, de sobre 2.000 kg de ms, afectala calidad del forraje y el crecimiento enprimavera, porque reduce la tasa de pro-

Nabo,forraje suplementariode verano.

Período crítico de producción deforraje en cantidad y calidad.

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carbohidratos solubles permiten aumentarla productividad animal y mejorar la efi-ciencia en el uso del N. Además posibilitanretener una alta proporción de nutrientescomo proteína y carbohidratos solubles.La duración del rezago es uno de los fac-tores claves en el control de la calidad ypersistencia de la pradera. Estudios reali-zados en INIA Remehue determinaron quedesde el estado de bota hasta el inicio deespiga se obtiene la mejor relación entrecontenido de proteína y energía, compren-diendo un rezago de 53 a 60 días.

Análisis realizados en la Región dela Araucanía durante la temporada 2004indican que los factores que más afectanla calidad del forraje ensilado son lascondiciones climáticas y la falta de maqui-naria para efectuar una cosecha oportuna.

Producción de forrajes ycalidad

Mantener el valor nutritivo al finalde la estación de crecimiento es impor-tante. En leguminosas la tasa en quedisminuye la calidad del forraje con lamadurez es baja comparada con la de lasgramíneas. Las leguminosas son capacesde sostener una mejor respuesta animalque las gramíneas en ese período. Laalfalfa o el trébol rosado, como soiling o

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mo crecimiento están integrados. El exce-dente de forraje se conserva para su usoen la etapa crítica, reduciendo la estacio-nalidad y contribuyendo eficazmente alpresupuesto forrajero, sin descuidar lacalidad. La conservación permite un ma-nejo efectivo de las praderas, ya que losanimales no son capaces de realizar unbuen pastoreo en la fase de mayor abun-dancia. Por otro lado, contribuye al controlde algunas malezas, manteniendo unamejor proporción de las especies nobles.

La combinación de fecha de siembra,fertilizantes y elección de época de cose-cha puede ser optimizada para especiesy cultivares de acuerdo a su precocidady estado fenológico (nivel de desarrollo).Existe una variación genética de la diges-tibilidad de la ms dentro de ballicas pe-rennes, que es el resultado de la variaciónen la concentración de carbohidratos so-lubles (Wilkins and Humpreys, 2003).

Forrajes con un elevado contenido de

pastoreo, son alternativas importantespara suplir el déficit estival.

El uso de leguminosas es otra formade mejorar la calidad del forraje ensilado.Al comparar trébol blanco (Trifolium re-pens) con trébol rosado (Trifolium pratense)y alfalfa (Medicago sativa), se encontróque el primero presenta el mayor conte-nido de proteína cruda, digestibilidad dela materia orgánica y contenido de energíametabolizable, pero un menor contenidode fibra cruda que las otras dos especies.El consumo de forraje y la producción deleche son superiores en vacas alimentadascon ensilaje de leguminosas solas (pre-marchitadas) o en mezclas con gramíneas,en comparación al uso de ensilaje de sólogramíneas.

En estudios de INIA Carillanca condiferentes especies y mezclas forrajeraspara producción de leche en pastoreodurante el verano, el trébol blanco fuecapaz de producir hasta 23 litros/vaca sinconcentrado. Sin embargo, es necesariotener cuidado con el pastoreo para evitarproblemas de meteorismo.

Especies, variedades ymezclas

El mayor crecimiento al inicio o altérmino de la estación es uno de lo crite-

Figura 2. Tasa de crecimiento en tres ballicas perennes de distinta precocidad(kg ms/día).

kg m

s/ha

/día

Junio

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Napoleon

Jumbo

Figura 3. Variaciones del contenido de proteína cruda (%) en distintas variedadesde alfalfa. INIA Carillanca 2005, Región de la Araucanía*.

0

5

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20

25

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1 2 3 4 Rebound WL 326

23 Nov10 Ene

Lineas y variedades

Coles forrajeras, alternativasuplementaria para el invierno.

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* 1, 2 y 3 corresponen a líneas comerciales aún no publicables.

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siembras de praderas, estableciendo unaparte en otoño y dejando otra en prima-vera. Las praderas sembradas desde finesde agosto hasta el 15 de septiembre, yasea solas o asociadas con cereales, pue-den ser pastoreadas en octubre o noviem-bre en estado vegetativo, mientras lasotras praderas se encuentran rezagadas.Con especies bianuales o perennes latasa de floración será mínima —ya queno han sido expuestas a las bajas tempe-

raturas del invierno—, lo cual permitirácontrolar uno de los factores que afectala calidad del forraje en esa época.

En primavera la aparición de espigasdisminuye la calidad del forraje. La elimi-nación, mediante un corte alto de espigas,denominado “topping”, permite ofrecerforraje de calidad especialmente a vacaslecheras. Por otro lado, la aplicación deproductos químicos retardadores de espigaen ballicas anuales o bianuales al momen-to de iniciada la emergencia de la espigapuede reducir pérdidas en la digestibilidaddurante la primavera. Estudios realizadosen Australia con estos productos comproba-ron que disminuían las pérdidas en la diges-tibilidad de las hojas y tallos en 5 semanas,pero el rendimiento bajaba en un 45%,siendo relevante en esta época del año lacalidad y no la cantidad del forraje.

La alfalfa y la estacionalidadLa alfalfa es un recurso forrajero que

ayuda a manejar la estacionalidad porqueconcentra su producción de forraje en elverano y se prolonga hasta el otoño. Esterecurso puede utilizarse como soiling opastoreo, heno y ensilaje.

En el cuadro 2, se presenta la distri-bución mensual y calidad de algunas nue-vas variedades de alfalfa en condicionesde riego y secano durante la temporada2005-2006.

Las variaciones del contenido de pro-teína cruda (%) durante el período estivalse presentan en la figura 3.

Las brásicas y laestacionalidad

Las brásicas ofrecen varias alternati-vas utilizables como forrajes suplementa-rios para reducir los problemas de esta-cionalidad a fines de verano e inicios deinvierno. Los nabos (Brassica rapa), coli-nabos (B. napus) y coles (B. cenocephala)son las especies más conocidas. Su prin-cipal característica es que su alto conte-nido de energía y digestibilidad no cambiatan drásticamente con la madurez enrelación a la pradera (cuadro 3).

rios a considerar en la selección de espe-cies y variedades que constituyen la mez-cla forrajera, pues, como se indicó, se velimitado por las bajas temperaturas deinvierno y temprano en primavera. Dentrode las gramíneas las ballicas anuales(Tama, Winter Start) presentan un creci-miento temprano en condiciones de bajastemperaturas y humedad durante el in-vierno. Las tetraploides son más precocesque las diploides. Las primeras presentanuna alta tasa de crecimiento; sin embargo,son altamente demandantes en nitrógenoy potasio para expresar su potencial. Enla cadena forrajera es posible utilizarespecies y variedades con distinta preco-cidad o madurez para aminorar los proble-mas de calidad y producción resultantesde la estacionalidad.

La calidad del forraje es mayor enespecies perennes, es decir las que per-manecen verdes a fines de primavera einicios de verano. Al elegir una variedades importante considerar su sistema radi-cular junto con su precocidad, ya que laprimera está relacionada con la capacidadde absorber nutrientes y persistencia, yla segunda está asociada a la velocidadde crecimiento y calidad. Las variedadesmás tardías tendrán una mejor calidad,puesto que las tasas de crecimiento soninferiores que las variedades precoces.

Existen en el mercado mezclas co-merciales de ballicas perennes con dis-tintas precocidades, o mezclas con balli-cas bianuales basadas en las diferentestasas de crecimiento de los componen-tes, con el fin de prolongar la estaciónde crecimiento (cuadro 1, en página 37)y mejorar la calidad. En la figura 2 sepresenta la tasa de crecimiento de lamezcla de dos ballicas perennes condistintas precocidades. La variedad Nuipresenta una mayor precocidad que Jum-bo, una variedad tardía.

Cambio en la época desiembra

Otra forma de manejo de la estacio-nalidad es parcializar las superficies de

Cuadro 2Distribución mensual de la producción de alfalfa en

relación al total (%)

1; 2 y 3 corresponden a líneas comerciales aún no publicables.

Cuadro 3Variaciones en la composición química del nabo y col forrajera

como recurso forrajero de verano. Temuco, Región de la Araucanía

anadería y praderasg

Déficit de forraje, baja dispo-nibilidad afecta el consumo.