Enrique Tamay - De infidelidad y demás yerbas.

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    l)e infidelidadesy dems )'elbas

    Iinriquc -Iamay

    5esquinas editores

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    Coleccin de bolsillo

    De infidelitladesy tlcms yerbasChirrrbotc. Pcrit. agosto dc 2010Primera cclicin. Arrcidca 200Segunda edicicin. agosto 20 1 0@ Enriquc'l'amalenriquetunaT,;Qltot tnai l. com@ 5esquinas cditorcs dc Cs:rr Quispc RanrrezE-mail: 5csqu inascd itorcsiZr)hotrnail.com /cesarpcrez3 0rr).h otnr a i l. conr

    Illog: http://5csqu inascciitores.blogspot.conlRamn Castilla X l2 - l,a Esperanza llaia.Chinlhotc - PerCcl:01-945303861Diserlo Grfico: Wihncr Reves CastilloL. Prado 553 OL l llI-lecho cl dcpsito lcgal cnla Biblioteca Nacional del Pct'N'2010 - 10544

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    ndiccPalabras brcaeReloi no marques las horas /Las mujeres pclean como hombres /Enpelotas /Ni cmo lo niegue /Compadre para ac, compadtepanal /Cul fue cl crror /'lbrmento de cuernos /Cuestin de marido y'mujer /Sentido del oifato /Amistad seccionadz/Los hombres son perros /Catgamontn /Tiro porla culata/Guerra avisada no matagente /Clasificados /Ms vale pensado dos veces/Final fortuito/Mudanza sbita/Dilogo finall

    Palabras brevcsCon lenguaje drictil,inclinado n h oralidadnarrati'r'a, lo mejor deellos es su insole1ciame:ditada. thnay lograhaccrnos rer ygratitlcarnos en nuestrspropias faltas, sobretodo si solrr()s infieles v

    ns atrapa la vozctcad

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    Reloi no marques las horasAbr los ojos cuando ca intempestiva-mente de la cama. No era mi habitacin yestaba desnudo. La mujer que haba co-nocido esa noche en el karaoke, al mintel reloj del velador, entr en pnico y conel pie me dio un empujn. Etan las ochode la maana. Mi marido va no demora!,grit. Con los nervios de punta, trastor-nada, arud a yestirme; por el bien de losdos, sal volando de su casa. Lo que es lavida, una semana despus de ese inciden-te, la reconoc embarcndose en un taxi,vestida de negro. La segu hasta el cemen-terio. Etan las ocho de la maana. Elencargado del camposanto, ur hombreviejo, abna el portn a esa hora. Meaproxim lo ms que pude y le preguntsi conoca a la dama de negro que aca-baba de entrar. Sond, quiso decir algopero se contul'o. Gener una atmsferade misterio. Y por mi bien, gracias a susilenciq prefer desaparecer.

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    Las mujeres pelcan comohombrcsDespus de estar en el hostal toda la tardecon Cristina, fui a embarcarla v nos topa-mos con Marianela, su prima hermana.Ah| al estilo de las telenovelas, se odiaronms de lo acostumbrado 1', sin consultar alos transentes, y menos a m, se agarr^-ron a los golpes, empezaron a insultarse,se agaffaron a goipes v ventilaron sinconsideracin sus trapos sucios. No melo esperaba. Los curiosos armaron un ru-edo, obviamente rean, se budaban, alen-taban a una, animaban aIa otra, y aposta-ban: 'Yo vol'a la flaca, veinte a la flaca; yo\roy a la pelirroja; pago". Estaban con-vencidsimos de que esas mujeres pele-aban por un hombre. Lo que no saban, ymenos se les cruz por la cabeza, es queese fulano estaba presente, y era vo. Des-de un pdncipio hice bien en no inter-venir', en mantener una distancia en esadisputa, porque de repente, detrs de m,escuch la voz de mi mujer. LuisEnrique, Luis Endque! Qued atnito, se

    me detuvo elcorazn. No lo poda creer.,\s que ruve que inger-rirmelas. Empeca dar brincos, hice gestos boxsticos y fuia su encuentro. Le cont que se trataba dedos mujeres peleando por un hombre,nada menos que por un hombre. Ellasonro, menela cabeza,y dijo: Si algunasserri esrupidas, pelearse por un hombre;y seguro que ese est casado con otra,pobre de la otra.

    EnpelotasDespus de mucho tiempo, encontr aJorge en la discoteca v me ofreci una al-ternativa para salir de la crisis. Dependade mi fsicq estatura, edad y ritmo. Soncincuenta dlares por noche, no seassonso, animate. No lo pens dos veces,acept a ojo cerado. Tena que empezaral otro

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    y los tres tenamos que bailar y hacerstripte^t"; menos Jorge, l era el eiecu-tiv, nuestro rePresentante. En la sala sehaba adaptado una pista de baile y todala escenogratia apropiada. Cuando metoc bailar sali disfrazado de El Zor'ro y,Iento, gradual, sexY Y Provocadog alcompi de la msica, empec a quitarmela ropa, me qued en calzoncillos' Alre-dedor de la pista haba un promedio dediez cincuentonas, iumando, bebiendo,riendo, enrusiasmadas, cmpces, simu-lando gemidos, bramando' )'una que otracolocndome un billete en la nicaprenda. Como era mi primera vez en-eltFrcio, no tLrve que esiorzarrne de-masiado. Supuestamente no conoca anadie y seguro que a m t^mPoco, Perocomo el mr.ndo es chico' o ms chico delo que uno cree, una de esas seoras, en lomejot de rni actuacin, hizo que se mepatalizarn el corazn: era mi suegra, mibendita suegra -la que siempre se opusoa que me casara con su nica hiia-porrittdo-. un biliete baio mis bolsas

    escrotales. Quise salir corriendo o l-racer-

    mc humo, pcro clla, c()tl grnll catlt(ila' mehabl al odo: Por ru llicn sir',rtc bailandcrnoms, pcndcfo, () \:as a prirut:ra Y(:z a (rstaciudacl mt: tiosp.:d c1l Ll11() dt: sus ltotclcsy ah conoci a Fbiola' Nfc cruc con clla"a ,rn., dc los cttrecltres v crx'tlenrbtlcsado: aPartc t1c su ftgura' cr Iacucra quc cmatralla' R

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    pasat un()s scgutldos, mc e\adi y siguisu camino. Ilra nti n. Por 1o que no tne qucdr!otra altcrnativa que

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    muier no lo pudo creer, y menos yo' Sabaoue mi compadte tena una reunlon deJ"r"rr.iu de cho a diez de la noche' Y noioda haberse quitado la vida a las nueveir, ,r, propi^ .^.^, salvo que Por algnmotivo es reunin se hubiese PosPues-to. Nadie, y menos 1, saba de las relacio-nes que su muier y yo mantenamos a es-.orrd".. Si l se quit la vida a las nueve'*. q,-t" haber esiuchado ntidamente eldisparo. De ocho a nueve esluve en su ca-a",'aon su mujer, burlando su honor Y,nfr n ^-No tengo Perdn' Y l no te-na por qu haberse suicidado' Cierta-*.rr'a., la reunin en la empresa se habapospuesto a ltimo momento y l regre-t " ." casa. Es seguro qr're lleg, encon-tr a sus hifos durmiendo en sus dotmi-torios y a su muier conmigo en su ProPracama, con su compadre del alma; busc

    el revlver, se encerr en el baq espera que me tuera Y ial del go4o'Y:11t"qo" ,to tengo Perdn de nadie' Y l nonrvo por qu haber hecho eso'

    Cul fue el errorAmo a otro hombre, a ti te dei de querer',-*"qtf"t chicos se quedan contigo' Co-nociendo bien a mt muier s que no estbromeando. Tiene empacadas sus .cosas'rros abandona' Nfe qucdo P^r llzad.ofrente a ella, impotente, traicionado' sm.rf.t^"r"t y, lo^que es qeor'.m.1*: ?:,rrldi" vuelta v se marcha' I a rdea oesuicidarme empieza a rondar por mlcabeza,,Tormento de cuetnosLe coment a Jorge el rumor que 9irlu-t"t" ,our. Ia mufr de nuestro lrefe' !-afrufri*"it,o.o" "' chofer ala luzdela'i.t pt.t " ." rretetu,fornicando en la par-i. o"r.r" de su automvil'Jorge recin seenteraba v un poco que lo dud; peto detodos modos, impasible al respecto' re-pci>: Nadie est bte de los cuernos' ntk, rriyo, t "die' Fue contundente' severo

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    e, inevitablemente, me hizo pensar. en mimujery a poner en tela de juicio su hono_rabdad.Jorge continu con sus laboresy yo corr a llamar por telfono a casa.Haba empez.ado a dudag mi hiia no sa_ba en donde estaba su mam. Sali

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    Cuestin de maridoy muierDesde que Cados se fue a la capital, secas y tuvo un hijq empez a veni consu famia ala csa de uuestros padres apasar sus vacaciones. La ltima vez llegpot la fiesta del pueblo, para cl gran bailesocial en los ampos salones del Club deLeones. Ese da desarn cor nosotros,se prepar para salir 1 ie record a sumujer que iba a visita a Pedro, Pancho ySnchez, sus viejos amigos, y que notardaa en regresar p ara almorzatjuntos.Tambin se lo prometi a mi madre. Ir{icuada acept de mala g n^ y no luvoms remedio que a1'udat a su suegra en lacocina. Al rato, unos amigos pasaron porm y con rni pequeo sobrino salimos apasear hasta el medioda. Cuandoretofnamos, mi padre hojeaba el diadoen la sala, mam le pona el toque desabor a la comida, )r mi cuada-preguntndome por su marido- ponala mesa. Mi hetmano mayor no apareca.\{i cuada le dijo algo a mi madre y entre

    las dos me coffencieron de que saliera abuscado. Obviamente, no lo encontr.Volv y les dije que no estaba por ningnlado. Mi cuada lo dud, carg

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    de caerse muerta". Mi hermano le pedaque se calTata v ella gritaba ms, que nr>rompiera las cosas v ella las rompa ms,hasta qu. se agarraron a golpes. No pudecon mi gcnio y mc met. I\ cuada alverme se fue encima de su marido, lotom de los cabellos e intent raado'Fue entonces cuando mi hetmano reac-cion ,r, vo intervine, para mi desgracia,porque el puriete que era para mi cutiada,me 1o propin6 a m, se estrell exacto enmi of o derecho' Por entrometido, mi oiose puso verde v en scgundos se hinchtapTndome Ia visin' Lo peor de todo esque esa noche no pude ir al baile' en cam-bio el sinvergenza de mi hermano con lacornuda de su muier, se fueron contentosv de la manito.

    Sentido del olfatoLe diie a la viuda que el color negro nomatizaba con su piel lozana, y fue su-ficiente.

    Amistad scccionadaIl primera reaccin iue mandarlo a laputa quc lo pari. Sov cr>rts uortrral-rnente, respcruoso, pcro Io que Jrrofedfue prodtrcto dc mi rabia, n irnpotcnciay quin sabc si tambin de rni cobarda.Por qu 1'o?Jams pens que alguien ibaa decirrnc algo tan delicado l dcvastadotal mismo tiempo, qr-re rni muier, la madrcde mis hijos, me cta inltel, )'que )o erapara todos rnis arnigos y conocidos ttncachudo de prirneta. Conoca de sobra auri rnujer y tena que ser r:na calunrnia, omejor an, para mi tratrquilidad, tln error.Por cierto a mi intcrlocLltor lo mand arodar bicn lcjos. Con qu detecho scatleva a faltarrnc, a faltar mi honor v aldc toda mi farnilia. \bstrado por laclera, lc increp quc se disculrara, quepor ningn rnotivo volviera a hablar delaslnto y llenos que lo divulgara a tet-ccras personas, l tarnbin tena thmilia.A partil dc ah nLrestr^ amistad quedscccionada. Obviamente, dc Io aconteci-do, no le he contado nada a mi muier. La

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    adoto, tambin a mis hijos.

    Los hornbrcs son pctrosUn da antes dc mi cutnplcarios, I\Iadsolme hizo saber que pata esa fccha tancspecial me tcna como regalo utrasorpresa. Por el tono incitantc imagincosas v despert en m una ansiedddigra de mis mejores fantsas. \'o era sujefe r ella mi secretaria. El da dc mionomstico fue la primera en felicitarmeco11 un beso )' un susufro,proponinclome cele brarlo en sLrdepartamento al medioda. Era unaproposicin v naturalmentc mis deseos alfin se iban a hacer realidad. Qucdamos enque vo la recoera a dos cuadras cle laoficina, cn una csquina, para no lc'r'antarsospechas dr: nadic. Cuando pas con miau tomcivil Ia encon tr risuetia,cntusiasmada, voluptuosa. Viva cn unIujoso condominio v en el camino medijo que el aperitivo sera un'r'ino tinto decosccha limitada. La sorprcsa me la tcna

    que suponer. Cuando llegamos a sudepartamento puso msica suave, sacuna botella de su bar, la descorch ysirvi el vino en dos copas. Brind pormi cumpleaos )', otra vez en la mejilla,mu)' sensual, r'olvi a felicitarme conotro beso. Delante de m se quit loszaPatos y pidi que por favor me pusieracmodo, como si estur-iera en mi casa,porque ella hra lo mismo despus deuna ducha. Primero me deshice del saco yla corbata, luego de la camisa, los zapa-tos, las medias por irimo, del pantaln.Nfe qued en calzoncillos, con mi copa enla mano, esperando mi turno pam i aladucha, aguardndola. Pasaron cinco mi-nutos y no apareca, pasaron diez, quince,y yo,y^ terminaba la botella. Por razonesobvias no poda seguir esperando, as queen puntillas fui y toqu despacio ia puertadel supuesto bao, y no hubo respuesta.Como no responda, insisd, toqu msfuerte, hasta que la puerta se abn como por arte de magia negra, h)eronapareciendo en fila india: mi secretaria,mi mujeq mis suegros v una tropa de ami-232

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    gos cu)'os nombfes no quiero fecofdaEtodos con globos y silbatos, con ceneza,eufdcos, saltando y gtitando "felizcumpleaos!", I )'o, en calzoncillos, in-mr'il, heladq con el corazn que se mesala. Lo ltimo que recuerdo es que alcercioratme que eso no efa un suerio, cade bruces. No pude resistir semejanteimpacto. Ahora soy abuelq mi mujer si-gue conmigo, posiblemente me quiere,pero dice que desde hace veinte aos, enm, no confa ni una pizca.CargamontnA la edad de ochenta aos no pude re-sistirme ms. Fue un cargamotltn. Mu-jer, hijos, nietos 1' bisnietos me llevaronde brazos, como buen angeto, galante, ala casa de Dios; y no nre qued otra querespondede al clrigo: S, acepto.

    Tiro por la culataTiempo atrs mi mar-ido cambi de re-pente. Empez a salir de noche. Primerouna vez a la semana, luego dos, tres y, casiltimamente, todos los das, con nuevospretextos. Me molest su actitud, perosupe guardar silencio. Algo se traa entremanos. Entonces opt por segutio. Laltima vez me dijo que iba a una reuninde negocios. Sali en la esquina, hizopararun taxi. Lo mismo hiceyo. Le rogual chofer que lo siguiera, que no Iopctdiera dc vista. Despus dc un cuartode hora de recorddo, el taxi en el que iban marido se detuvo. El hotel era im-Ponente a la vista, mis sospechas se acre-centaron. Baj del automvil y fui tras 1.Deno del hotel le consult algo albotones y de inmediato abord el irnicoascensor. Al rato hice lo mismo, ascendhasta el tetcer piso. No haba nadie en elpasillo, pero pude escuchar su risainconfundible viniendo de una de lashabitaciones. Entonces dej pasar untiempo, y sigilosa, prob con la manija de

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    la puerta de la habitacin.Pararritsorpre-sa, esta cedi. Obviamente no efa ning,r-na reunin de negocios, aunque no pudecreer lo que vea. La clera,la :a:bia pro-ducto de mis celos, desapareci. euiseque me ^gar?. la tierm. M maddq elpadre de mis hijos, increble pero ciertqestaba desnudo boca abajo con otro en lacama.

    Guerra avisadano matagcnteLa ltima vez que volv ebrio a casa demadrugada, no pude ingresar. I\{i muierhaba cambiado la cerradura de la puerta.De pua vergenza,y deorgullo, ya no hevuelto.

    ClasificadosDov brcna recoulpcnsa a la persona queure d el paradero exacro de mi mujercxtraviada. Dato: sol str vecino,

    Ms valc pcnsarlodos veces.lin lo bien de la ccremonia reL.giosa,cl saccrdote me pregunt: ;aceptaustcd a esta mujer para amarla, res-petada, protegeda, cornprenderla yscrle fiel hasta que la mucrte losscpare? La verdad quc para n eramucho compromiso. irio iba a cum-plir'. i\4edit sobre la cah-a del cura yantcs quc repiticra ia misme prcgunta,salvolando.

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    Final fortuitoFlol amanec al lado de una prostituta, \'\:a estov repasando la decisin dc nr>volver a casa.Mtrdanza sirbitaA casa retorn dcl trabajo como d

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    aaat"?ullmagina. Disea. EjecutaConsultaria en ArterepresentanteAmarildo Oheso SnchezArtista VisualCelular 9.1.1976482ernail :bocetovisual@'hotnrail.com

    ORQUESTA SHOW INTERNACIONALLa granfomifiaLic. Danicl Cortcz BelupDIRECTOR

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