El valor de las intenciones

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Estaba pensando entre

mí: “Quisiera girar

siempre en su Querer

Divino, quisiera ser como

rueda de reloj que gira

siempre sin detenerse

jamás”. Pero mientras

esto pensaba, mi dulce

Jesús se ha movido en mi

interior y me ha dicho:

“Hija mía, ¿quieres girar siempre

en mi Querer? ¡Oh! con qué

ganas y con qué amor quiero

que gires siempre en mi

Querer, tu alma será la

rueda, mi Voluntad te dará la

cuerda para hacerte girar

velozmente sin detenerte jamás

tu intención será el punto de partida

de adonde quieres ir, qué camino

quieres tomar, si al pasado o bien en el

presente, o quieres deleitarte en los

caminos futuros, a tu libre elección,

siempre me serás amada y me dará

sumo deleite cualquier punto de

partida que tu tomes”.

Después ha

agregado: “Hija

amadísima de mi

Voluntad, todo lo que

se ha hecho en mi

Voluntad contiene la

potencia creadora.

Mira, todo lo que hizo

mi Humanidad

estando en la tierra,

como todo fue

hecho en la Voluntad

Suprema, todo

contiene esta

potencia creadora

tanto, que así como está un sol

siempre en acto, siempre pleno de

luz y de calor, sin disminuir jamás, ni

crecer en su pleno esplendor, tal

como fue creado por Dios, así todo

lo que hice, todo está en acto, y

como el sol es de todos y de cada

uno, así mi obrar, mientras es uno es

de todos y de cada uno,

así mi obrar, mientras es uno es de todos y

de cada uno, es más, mis pensamientos

forman la corona a cada inteligencia

creada, mis miradas, mis palabras, mis

obras, mis pasos, mis latidos, mis

penas, forman la corona de las miradas, de

las palabras, de las obras, de las

penas, etc., etc., de las criaturas,

Ahora, si la criatura piensa en mi

Voluntad, la corona de mis

pensamientos se abre y encierra en los

míos los pensamientos de ella, y

tomando parte en la potencia

creadora, hacen hacia Dios y hacia

las criaturas el oficio de mi inteligencia

así si miras, si

hablas, mis

miradas, mis palabras

forman el puesto

para recibir las tuyas

y formando una sola

corona hacen el

oficio de mis miradas

y de mis palabras, y

así de todo lo demás.

Las almas que viven en mi Voluntad

son mis verdaderas repetidoras, mis

inseparables imágenes reproducidas

en ellas y absorbidas de nuevo en

Mí, para hacer que todo lo que hacen

quede con el sello de que son obras

mías y continúen mi mismo oficio”.

Vol. 17 Agosto 14, 1924

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