El Sistema de Encomiendas en Santo Domingo

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El sistema de encomiendas en Santo Domingo durante el siglo XVI José Chez Checo * La encomienda definida por los tratadistas como el derecho concedido por merced real a los beneméritos de Indias para recibir y cobrar para sí los tributos de los indios que se les encomendasen por su vida y la de un heredero, con rango de cuidar de los indios en lo espiritual y temporal y defender las provincias donde fueren encomendados”, 1 jugó un destacado papel en el proceso de colonización del Nuevo Mundo constituyéndose, de hecho, en el medio de esclavización de sus primitivos pobladores. Ahí radica su importancia histórica y la conveniencia de que se preste atención para entender el proceso de la colonización americana. En este breve trabajo se enfocará la implantación del sistema de encomiendas en Santo Domingo, a principios del siglo XVI, y su desarrollo hasta el 1512, año en el que se dictaron las famosas Leyes de Burgos mediante las cuales se intentó poner remedio al proceso de caída vertiginosa de la población indígena que aquella institución provocó. El estudio de la encomienda, como bien lo ha planteado Esteban Mira Caballos, ha oscilado entre aquellos autores que consideran que la misma nació en las Antillas, como Silvio 59 * Miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia. 1 Emilio Rodríguez Demorizi. Los Dominicos y las encomiendas de Indios de la Isla Española. Santo Domingo, Academia Dominicana de la Historia, 1971, pp. 25-26.

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  • El sistema de encomiendas enSanto Domingo durante el siglo XVI

    Jos Chez Checo *

    La encomienda definida por los tratadistas como elderecho concedido por merced real a los benemritos deIndias para recibir y cobrar para s los tributos de los indiosque se les encomendasen por su vida y la de un heredero, conrango de cuidar de los indios en lo espiritual y temporal ydefender las provincias donde fueren encomendados,1 jugun destacado papel en el proceso de colonizacin del NuevoMundo constituyndose, de hecho, en el medio deesclavizacin de sus primitivos pobladores. Ah radica suimportancia histrica y la conveniencia de que se presteatencin para entender el proceso de la colonizacinamericana.

    En este breve trabajo se enfocar la implantacin delsistema de encomiendas en Santo Domingo, a principios delsiglo XVI, y su desarrollo hasta el 1512, ao en el que sedictaron las famosas Leyes de Burgos mediante las cuales seintent poner remedio al proceso de cada vertiginosa de lapoblacin indgena que aquella institucin provoc.

    El estudio de la encomienda, como bien lo ha planteadoEsteban Mira Caballos, ha oscilado entre aquellos autores queconsideran que la misma naci en las Antillas, como Silvio

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    * Miembro de nmero de la Academia Dominicana de la Historia.1 Emilio Rodrguez Demorizi. Los Dominicos y las encomiendas

    de Indios de la Isla Espaola. Santo Domingo, AcademiaDominicana de la Historia, 1971, pp. 25-26.

  • Zavala y Jos Mara Ots Capdequ, y otros que consideran,como Ruggiero Romano, que esa institucin era netamentefeudal. .2

    De ah que haciendo acopio de la bibliografa disponiblese tratar del origen de la encomienda; su implantacin enSanto Domingo, posterior a los repartimientos de indios; lascaractersticas que tuvo en el gobierno de Nicols de Ovando(1502-1509), el significado y trascendencia que tuvo elllamado Sermn de Adviento, pronunciado por el frailedominico fray Antonio Montesino en contra de la explotacindel indio y que ha sido llamado el primer clamor por lajusticia en Amrica , y sus efectos inmediatos como fueron lasLeyes de Burgos.

    El Individuo y el Estado en el descubrimiento y

    conquista de Amrica

    Para la poca del Descubrimiento de Amrica, Espaa yPortugal constituan dos Estados con regmenes centralistas ycon un desarrollo econmico atrasado con relacin a losdems pases europeos. Esa situacin era tal que Espaa yPortugal se podan considerar naciones dependientes de otrospases europeos a pesar del surgimiento de sus imperiosultramarinos en el siglo XVI y del control que ejercieron sobreesas regiones hasta alrededor de 1824." 3

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    2 Los orgenes de los repartimientos y las encomiendasindianas: algunas reflexiones. En Las Antillas Mayores1492-1550. Madrid, Iberoamericana, 2000, pp. 13-17. SobreSilvio Zavala, ver el capitulo I de su clsica obra LaEncomienda Indiana. Madrid, Centro de EstudiosHistricos1935, y Estudios Indianos. Mxico, ColegioNacional, 1948, pp. 205-234.

    3 Stanley J. y Brbara H. Stein. La herencia colonial de AmricaLatina. Mxico, Siglo XXI Editores, 1972, p. 7.

  • Slo as se explica que en el proceso del desarrollocolonial los puertos de Espaa y Portugal no pasaran asustituir en importancia comercial a los de Gnova y Veneciaque eran los que hasta entonces tenan la primaca comercial.Henry Pinenne, haciendo referencia a esta situacin, consideraque la hegemona comercial que gozaron hasta entoncescay en suerte en Amberes. 4

    En cierto sentido, eso fue una condicionante de la vidaeconmica, social y poltica de las colonias americanas. Desdelos propios viajes de descubrimientos y conquistas se reflej lasituacin particular de esos dos pases, sobre todo de Espaa.Todo era propio de una condicin interna. Para el Estadoespaol, los descubrimientos no sustituan, por las razonesantes dichas, una meta, sino que stos fueron hijos delaventurerismo particular y propio del momento. SilvioZavala, al referirse a este hecho, anota que la conquista deAmrica no fue hecha, por lo comn, a base de ejrcitos deEstado, sino por medio de capitulaciones concertadas conparticulares, en las cuales se estableca que los propiosexpedicionarios pondran los costos de la empresa. 5

    De esa manera, Amrica se convirti en el nido de todoslos aventureros que deseaban echar suerte en viajes dedescubrimiento y colonizacin.

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    4 Henry Pirenne. Historia de Europa, desde las invasiones alsiglo XVI, 8a reimpresin. Mxico, Fondo de CulturaEconmica, 1996, p. 386.

    5 Silvio Zavala. Ensayos sobre la colonizacin espaola enAmrica. Buenos Aires, Emec Editores, S.A., 1944, p. 123. Elmecanismo de las contrataciones lo explica muy bien Franciscode Solano al decir: La Corona conceda la exclusiva de unaempresa a un particular, o particulares, por medio de unacapitulacin, que se la haban pedido. La gran mayora deestas expediciones fueron mixtas, con participacin conjuntadel Estado y de la empresa privada: de ah que estascaractersticas hagan que las expediciones (de

  • Toda la poltica de descubrimientos llevada a cabo por elEstado espaol estuvo formulada en los trminos de contratosrealizados con particulares. Esto obedeci a la realidad internaque viva Espaa, producto de la Guerra de la Reconquista y,sobre todo, por la vigencia de un centralismo estatalcimentado en los ms rancios criterios religiosos. Est claroque esta simple situacin explica el curso que siguieron loshechos en las colonias.

    Ese modo de descubrir y conquistar trajo para Espaamuchas complicaciones, entre ellas la lentitud en lasconquistas. Stanley J. y B. Stein afirman que los espaoles setomaran entre setenta y ochenta aos para ocupar lo quehabra de ser su imperio en Amrica. Se pasaron alrededor dedoscientos aos de ensayos y error para establecer loselementos esenciales de una economa colonial. 6

    Todo eso sucedi porque gobernaba en Espaa unanobleza guerrera y latifundista con todos los privilegios queello implicaba, lo que, en definitiva, castr el surgimiento deuna burguesa, como asegura Bosch cuando afirma queEspaa sali de la Baja Edad Media y entr en la Edad

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    descubrimiento, de conquista, de poblamiento) comiencen siemprecon el compromiso jurdico de la composicin de la empresa, depronunciado carcter contractual obligando a ambas partes(Estado y particulares) y que se reparten cargas y beneficios. En lacapitulacin se establecan la exclusiva de la empresa alpeticionario, los lmites del territorio que se pretenda ocupar eincorporar a la Corona de Espaa, imponindose igualmentealgunas condiciones -fijacin de una ruta, presencia de algunosfuncionarios (de hacienda, escribanos)- y la obligatoriedad defundacin de ncleos urbanos, ya que supondra el germen defuturas entidades polticas. Ese concesionario quedaba como jefede la expedicin, encargndose de su organizacin, procurando sufinanciamiento y recluta de personal. En Proceso histrico alconquistado. Edicin coordinada por Francisco de Solano. Madrid,Alianza Editorial, 1988. p. 17.

    6. Stanley, J. y Brbara H. Stein. Ob. cit., p.30

  • Moderna regida en el orden econmico y social, por unanobleza guerrera, latifundista y ganadera, no por unaburguesa. 7

    De esa manera, el ilusionismo de la obtencin fcil de lasriquezas prim en la conquista y colonizacin de Amrica.Los hombres y los personajes que iniciaron los viajes aAmrica no vinieron dispuestos al trabajo arduo yemprendedor para producir una industria y un comercioprsperos de capitales. Sus objetivos estaban ceidos a lapronta adquisicin de riquezas por medio del pillaje fcil yobtener, de ese modo, un ascenso social del que carecan en lametrpoli. Por eso, no ha de extraar que la propia monarquaespaola fomentara los ttulos y designaciones propios de laEdad Media. Tal como afirma una autora fue as como lavieja Edad Media Castellana, ya superada o en trance desuperacin en la Metrpoli, se proyect y continu en estosterritorios de Amrica. 8

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    7 Juan Bosch. Composicin Social Dominicana, Historia eInterpretacin, 1a ed. Santo Domingo, Impresora Arte y Cine,1970, p. 6. (Coleccin Cultura, Volumen II).

    8 Evalina Acosta. APerspectiva Histrica de la Gnesis yEvolucin del Derecho Espaol en Indias , Revista Dominicanade Antropologa e Historia, ao II, vol. II, No.4, UASD, SantoDomingo, 1972, p. 7. Sobre el espritu que animaba a muchosde esos conquistadores son muy reveladoras las reflexiones deSergio Villalobos R. en su obra Para una meditacin de laConquista. Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1989, p.25; tambin las de Eugenio Fernndez Mndez, LaEncomienda y Esclavitud de los Indios de Puerto Rico,1508-1550". En Anuario de Estudios Americanos, XXIII.Sevilla, 1966, p. 377. Vanse, tambin a Angel Rosenblat.Base del espaol de Amrica. Nivel Social y Cultural de losconquistadores y pobladores, Revista de Indias, Ao XXXI,julio-diciembre 1971, Nos. 125-126, pp. 13-75 y Jos MaraOts Capdequ. Manual de Historia del Derecho Espaol en lasIndias y del Derecho propiamente indiano, 2a ed., 2 tomos.Buenos Aires, Editorial Losada, 1945, pp. 153 y ss.

  • As se vio el Nuevo Mundo plagado de aquellasinstituciones que daban vida a la nobleza espaola. Setrasplantaron instituciones, modos de vida y costumbres deuna forma mecnica. As fue trada, como parte de estemovimiento, esa institucin denominada encomienda. Pero,qu era la encomienda, cul fue su origen y cmo se desarrollen Amrica, sobre todo en Santo Domingo? Los captulos quesiguen tratarn de dar respuestas a estas preguntas.

    Orgenes de las encomiendas

    Cuando se haca hincapi, de una manera general, en lasmaniobras que se realizaron para el descubrimiento de lastierras americanas se ha sealado que casi todas ellas fueronllevadas a cabo con un criterio individualista y, por supuesto,privado. Se deca, adems, que estas acciones las hacan, enbsqueda de un ascenso social, aquellos que ocupaban losestratos sociales ms bajos en la metrpoli. Pero, cmolograba ese aventurero su posicin anhelada?

    No debe olvidarse que al descubrirse un territorio stepasaba a formar parte del Estado que permita tales acciones.En este sentido, Espaa era duea de los territorios que susnavegantes y aventureros descubran con los cuales realizabaciertos convenios llamados capitulaciones. Estas capitu-laciones conferan al descubridor prerrogativas y, al mismotiempo, le exigan ciertas obligaciones. Esas prerrogativas deldescubridor y colonizador donde tuvieron su expresin msacabada fue en la institucin que se ha llamado encomienda.

    La utilizacin de esa institucin para tales fines no fue elproducto de las necesidades de la poca sino que ya era unaprctica que exista en la propia metrpoli. Originalmente nose le llam as, sino repartimiento. Ots Capdequ, una de lasautoridades en el estudio de este tema, llega a decir que lo que

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  • en Amrica se conoci originariamente como repartimiento yluego como encomienda, en la Pennsula se inici con elnombre de aprisio, que era una autorizacin que el monarcaconceda a algunos de los nobles que le haban acompaadoen las luchas militares de la Reconquista para que, a suamparo, pudiera ocupar una extensin mayor o menor detierra. 9

    De esa manera, esa institucin naci como expresin delreconocimiento que el antiguo jefe militar de la Pennsulahaca a su colaborador. Era un donativo en tierra y slocuando la ocupacin se produca y cuando la tierra sepoblaba, se consolidaba la relacin jurdica de dominio, deseoro, con respecto a la tierra as ocupada, como prosigueafirmando el referido autor. Evidentemente, estas erancostumbres que haban echado races en la Pennsula y que lapropia Corona quera estructurar en los nuevos territorios conel fin de realizar una poltica ms unificada y a tono con susexperiencias previas.

    Por otra parte, el repartimiento tuvo o surgi con otramodalidad en la Pennsula. Cuando los pequeos propietariosno podan satisfacer sus necesidades y el propio Estadoespaol no encontraba como solucionarles sus problemas,stos buscaban auxilio de algn seor poderoso por va deencomendacin, que cuando se hizo colectivamente por todoslos habitantes libres de un lugar a un seor o a una familia deseores, dio origen a los territorios de benefactora obehetras; y por ltimo, grandes extensiones de tierras que sedesignaban con el nombre de tierras realengas o de realengo,

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    9 Jos M. Ots Capdequ. El rgimen de la tierra en la Amricaespaola durante el perodo colonial. Ciudad Trujillo,Universidad de Santo Domingo, 1946. p. 43.

  • tierras que pertenecan al rey, pero el rey como un seor ms,no como jefe del Estado.10

    Como se nota, las encomiendas existan ya en Espaa. Secaracterizaban, en la mayora de los casos, por el vasallaje aque era reducido el dueo del terreno. Mas, existan ciertosprerrequisitos que un sistema de encomiendas deba llenar, loscuales eran encauzados por la Corona, lo que determinaba enltima instancia su realizacin.

    Obedeciendo a esas costumbres, con un marcado matizfeudal se pusieron en prctica las encomiendas en Amrica.Por medio de ellas la Corona Aencomendaba o ceda alcolonizador pueblos indgenas para que ste los administrara.As, se despert en la propia metrpoli el deseo de venir a lasnuevas tierras con el propsito de obtener riquezas de unamanera fcil, constituyndose las encomiendas en la baseeconmica fundamental de las nuevas colonias. Al respecto,afirma el anterior autor que la base econmica msimportante y general sobre la cual descans toda la nacientearistocracia de los nuevos territorios, desde sus rasgos mshumildes a los ms elevados, fue la encomienda de indios. 11

    De esa forma se obtenan privilegios y riquezas que no sepodan obtener en la metrpoli a costa del trabajo. El Estadoespaol garantizaba, de esa manera, el poblamiento y eldesarrollo de las nuevas tierras. La accin individual se veapremiada con la cesin de territorios donde podran obtenerseciertos bienes y riquezas.

    Lewis Hanke define las encomiendas afirmando que lacorona espaola entregaba o Aencomendaba indios a los

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    10 Ibdem, p. 20.

    11 Jos M. Ots Capdequ. Instituciones sociales de AmricaEspaola en el perodo colonial. Argentina, Universidad dela Plata, 1934, p. 35.

  • espaoles, que se convertan en encomenderos, y estaconcesin daba a los espaoles el derecho de exigir trabajo otributo de los indios. En compensacin, los encomenderosestaban obligados a proporcionar instruccin religiosa a susindios y protegerlos. A medida que el sistema se desarroll,los encomenderos contrajeron tambin una obligacin con elrey: la de defender la tierra.12

    Como puede notarse, el sistema de encomiendas poseamatices feudales en el que los indgenas estaban sometidos acierto vasallaje. Est clara la similitud que exista entre estainstitucin y la implantada en la metrpoli, sobre la cual sehizo referencia anteriormente.

    Repartimientos y encomiendas de indios en Santo

    Domingo

    El proceso de colonizacin se enrumb desde susorgenes con los repartimientos de indios, siendo el primeroque se registra en la historia de nuestra colonizacin (...) elinstituido por el propio descubridor de Amrica en 1498, delque formaron parte trescientos indgenas (...). 13 Aunque esaprimera accin de Coln de repartir indios fue condenada porla Corona espaola, eso no detuvo su posterior legalizacin.

    Los indios, desde sus inicios, que eran posedos en virtudde la encomienda eran utilizados tanto en laboreo de las minascomo en la produccin agrcola. De esa manera se

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    12 Lewis Hanke. La Lucha por la Justicia en la conquista deAmrica. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, p. 43.

    13 Jos M. Ots Capdequ. Instituciones Sociales...., p. 71. Vase,tambin a Antonio del Monte y Tejada. Historia de SantoDomingo. Tomo I, 3a ed. Ciudad Trujillo, ImpresoraDominicana, 1952, Cap. XIII, pp. 354-366 (BibliotecaDominicana, Seire I, Vol. VI).

  • repartieron indios para el cultivo de las tierras, para laguarda de los ganados, para el laboreo de las minas, para laejecucin de las obras pblicas, y en general para toda clasede actividades econmicas,14 definindose en las coloniasdos grupos sociales bien diferenciados: el de los indiosencomendados y el de los encomenderos.

    El sistema de las encomiendas fue implantado en todoslos territorios conquistados y colonizados por Espaa. Alrespecto, dice Ots Capdequ que en efecto, a poco decomenzada la conquista del Per, ya se hubo de conceder aPizarro en un captulo de carta de 1529, autorizacinbastante para que pudiera repartir los indgenassometidos.15 A Hernn Corts, en Mxico, tambin le fuerondadas prebendas en este sentido.

    Una vez encomendados los indios, stos se veanobligados a pagar impuestos como vasallos del rey, ya que laencomienda tiene su fundamento legal en la obligacin depagar impuestos que recaen sobre los indios tan pronto sonvasallos libres del rey de Castilla.16

    Ahora bien, los indgenas no pagaban ese tributo al reysino que el encomendero era el beneficiario directo del mismo,

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    14 Jos M. Ots Capdequ. El Estado espaol en las Indias.Mxico Fondo de Cultura Econmica, 1957, p. 28. Sobre elencomendero antillano, puede verse a Alfonso Garca-Gallo.Estudios de Historia del Derecho Indiano. Madrid, InstitutoNacional de Estudios Jurdicos, 1972, pp. 516-522.

    15 Jos M. Ots Capdequ. Instituciones Sociales... p. 82. Vase,tambin, Mario Gngora. El Estado en el Derecho Indiano.Santiago de Chile, 1951, p. 108. Para el caso de SantoDomingo, vase a Frank Moya Pons, La Espaola en el sigloXVI. Santiago, R.D. Universidad Catlica Madre y Maestra,1971; y Wenceslao Vega Boyrie, Historia del DerechoDominicano, 2a ed. Santo Domingo, INTEC, 1989, pp. 37-41.

    16 J. Vicens Vives. Historia Social y Econmica de Espaa yAmrica. Tomo III. Barcelona, Ediciones Teide, 1957, p. 808.

  • como seala Vicens Vives: el beneficiario (encomendero)cobra y disfruta el tributo de sus indios; en dinero, en especie(alimentos, tejidos, etc.) o en trabajo (construccin de casas,cultivo de tierras o cualquier otro servicio.17

    Por lo general, la encomienda facilitaba la fuerza detrabajo junto con la propiedad. De tal manera exista estaligazn de la propiedad de tierra con la posesin de indios que,en muchos casos, lo preciado no era poseer tierra, queabundaba por doquier, sino poseer indios para trabajarlas.

    El sistema de encomienda estaba ligado, por lo visto, atodas las actividades econmicas de las colonias. De seguroque el tributo estaba vinculado a la posible adquisicin denuevas tierras por el encomendero. Stanley J. y Brbara Steinafirman que lo que fue esencial para la creacin de lahegemona espaola (....) sobre todo, para el desarrollo de lahacienda fue el tributo amerindio a la sociedad bajo la formade pagos en especie o en trabajo. Por otro lado, los indiosaraban, cultivaban y cosechaban la tierra de los nuevos amosespaoles. 18

    La encomienda era la que facilitaba los recursos paraobtener la tierra, ya que, como se anot anteriormente, la tierranada vala pues el valor inicial de estas tierras fue muy bajo,y nulo si no se dispona de mano de obra .19

    Otro aspecto que hay que destacar para la cabalcomprensin del problema que se plantea es el referente a latemporalidad de la encomienda. En un principio, la

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    17 Ibdem, p. 408. Ver, adems, Silvio Zavala,: Los trabajadoresantillanos en el siglo XVI. Revista de Historia de Amrica,No.3. Mxico, Instituto Panamericano de Geografa e Historia,1938, p. 72.

    18 Stanley J. y Brbara H. Stein. Ob. cit., p. 39.19 J. Vicens Vives. Ob cit., p. 414.

  • encomienda poda ser heredada, pero durante un limitadoperodo de tiempo. Luego, se fue extendiendo hasta adquirirperodos considerables al ir el derecho de transmisinhereditaria (...) extendindose hasta tres, cuatro y hasta cincogeneraciones en Nueva Espaa, en tanto que su indefinidaprolongacin de ipso facto (...) parece haberse aceptado enotras partes.20

    Ots Capdequ lo confirma cuando asevera que sellegaron a poseer en Nueva Espaa las encomiendas por unaquinta vida. 21 En otros trminos, eso quiere decir que laposesin se haca indefinidamente. De ah que creer que lastierras que los encomenderos obtenan por encomiendas nollegaban a poseerlas es suponer una cosa que los hechos noconfirman. Por medio de la encomienda el encomenderollegaba a poseer la tierra aunque no como cuando la adquirapor merced o donacin de la Corona. La nica diferencia entrelas dos posesiones era que una tena el visto bueno legalinmediatamente, mientras que en la otra el tiempodeterminaba la posesin. En definitiva, esto revela la ntimarelacin que haba entre encomienda y posesin de la tierra.

    El poder econmico del encomendero y de aquellos quedesempeaban funciones burocrticas, los facultaba paraadquirir la tierra y constituirse en los poseedores originariosde los grandes terrenos, ya que era lgico, por tanto, queencomenderos y funcionarios fuesen los primerospropietarios rurales, e (iniciaran) un lento proceso deacumulacin de tierras que alcanzar su apogeo en el sigloXVIII. 22

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    20 Silvio Zavala. Los Trabajadores antillanos en el siglo XVI..., p.35.

    21 Jos M. Ots Capdequ. Las Instituciones Sociales..., pp. 87-88.

    22 J. Vicens Vives. Ob. cit., p. 414.

  • Esa adquisicin de la tierra, como se ha hecho notaranteriormente, era determinada por el propio repartimiento envirtud de la posesin o el dominio del terreno.

    Hay que resaltar, adems, que la posesin exagerada deterrenos no se adquira por medio de la merced o donacinreal, sino por la compra. Esto as porque la propia Coronalleg a dictar medidas para limitar el latifundio. Ots Capdeques claro en este sentido cuando afirma que Ase quiso as(poniendo lmite a la posesin de la tierra) atajar el vicio dellatifundio que, al amparo del desorden que forzosamentehubo de prevalecer en la etapa inicial del descubrimiento, sehaba ya manifestado.23

    Puede apreciarse que las grandes cantidades de tierra noeran cedidas sino compradas. As naci el latifundio unido a loque se contrapone hoy, la pequea propiedad, en ese entonces,en manos de los indgenas. El encomendero era el nico que,pasado el tiempo, posea capacidad econmica para adquirirlos terrenos cuyo apoderamiento estuvo vinculado tambin ala gran compra por medio de la subasta.24

    Esta situacin, unida al desconocimiento que desde losorgenes de la colonia mantuvo el colonizador por los asuntoslegales, sobre todo los referentes a la tierra, cre una situacinmuy particular, ya que los descubridores, los colonizadorescon frecuencia haban actuado al margen de esa poltica yhaban creado un estado de hecho frente al problema de latierra que no se acomodaba en todas sus manifestaciones alestado de derecho que haba querido crear el gobierno deEspaa.25

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    23 Jos M. Ots Capdequ. El Rgimen de la tenencia..., p. 51.(Parntesis nuestro).

    24 Ibdem, p. 54.25 Ibdem, p. 68.

  • Incluso la desobediencia legal no slo se manifest en lorelativo a la propiedad de la tierra sino tambin en el trato quese dispens a los indios. Para nadie es un secreto el hecho deque el indio americano, sobre todo el antillano, se vio sometidocon el sistema de la encomienda a la esclavitud msdespiadada, tanto en el trabajo minero como en el agrcola.26

    Las encomiendas en el gobierno de Nicols Ovando

    El estado de semianarqua existente, la falta de autoridadimperante y la explotacin impuesta por los colonos fueron losresultados de la gestin de Francisco de Bobadilla, sucesor deCristbal Coln en el gobierno de la Isla de Santo Domingo.Como eso en nada beneficiaba econmicamente a Espaa, stadecidi sustituirlo en 1502. 27

    Lleg entonces a la Isla de Santo Domingo frey Nicols deOvando, como nuevo gobernador, quien se present conrdenes precisas de terminar el desorden existente. Estasrecomendaciones dadas por los Reyes Catlicos tenan porobjeto la centralizacin administrativa de la colonia.28

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    26 Efrn Crdoba. La Encomienda y la desaparicin de losindios en las Antillas Mayores. Caribbean Studies, Vol. 8,No.3, octubre de 1968, Universidad de Puerto Rico, pp. 30 y ss.

    27 Sobre las instrucciones dadas a Bobadilla, vase la Real Cdulaen Navarrete I, doc. No.CXXXII, p. 447 y CODOIN. AM. OC.I 38, pp. 430-431.

    28 Una buena sntesis de la organizacin de las Indias durante elgobierno de Ovando (1502- 1509) puede consultarse en CarlOrtwin Sauer. Descubrimiento y dominacin espaola delCaribe. 1a ed. en espaol. Mxico, Fondo de CulturaEconmica, 1984, pp. 223-242. Hace pocos aos fue publicadala obra de Esteban Mira Caballos. Nicols de Ovando y losorgenes del sistema espaol, 1502-1509. Santo Domingo,Centro de Altos Estudios Humansticos y del Idioma Espaol,2000, con originales y valiosos aportes sobre el tema.

  • Uno de los primeros pasos dados por el Gobernador fueterminar con la introduccin de los negros que entraban aservir de esclavos al igual que los indgenas.Fundamentalmente, Ovando quera evitar, como se deca, queAlos negros pudieran ensear malas costumbres a losindios. La Corona, preocupada aparentemente por laAcristianizacin de ellos y las buenas costumbres, acepttales disposiciones del Gobernador.29

    Ovando comenz a dar sus primeros pasos organizando alos indgenas para la explotacin de las minas de oro. Con elpretexto de evangelizarlos y educarlos se las ingenidicindoles que deban ser trasladados a distintos sitios que enrealidad vinieron a ser puntos mineros. Los indgenasestuvieron bajo el control de una mayora de colonos, venidosa la isla junto con el Gobernador, los cuales inmediatamente seentregaron a la bsqueda y lavado de oro.30

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    29 Podra decirse que esa fue siempre preocupacin de la Coronaespaola. En anterior instruccin dada por los Reyes Catlicosal almirante Cristbal Coln se deca: Primeramente: I. Quecomo seays en las dichas yslas, Dios queriendo, procureys contoda diligencia de animar e atraer a los naturales de las dichasYndias a toda paz e quietud, e que nos ayan de seruir e estar sonuestro seorio e subjecion beninamente, e principalmenteque se conuiertan a nuestra santa fee catolica y que a ellos y alos que an de yr a estar en las dichas yndias seanadministrados los santos sacramentos por los religiosos eclrigos que all estan e fueren; por manera que Dios nuestroSeor sea seruido y sus conciencias se aseguren. Publicadaen Navarrete I, doc. No.CIV, pp. 409-412 y en CODOIN. AM.OC. I 38, pp. 358-364.

    30 A ese respecto afirma Magnus Mrner: Esta Sociedad tena,de manera natural, un carcter dualista, tratndose de doscategoras: cristianos e indios. Para la buena polica deambos grupos tenan que vivir concentrados. Ya en 1501, losReyes Catlicos advirtieron que los cristianos en Hispaniolano deban vivir derramados... Efectivamente, en 1503 laCorona, al enviar nuevas rdenes a Ovando sent el principiode que tambin los indios se repartan en pueblos en que vivanjuntamente, y que los unos no estn ni anden apartados de losotros por los montes. En estos pueblos, cada familia india

  • Ovando tuvo muchos problemas no slo con ladisposicin de impedir la entrada de negros a la colonia, sinocon los propios colonos que se encontraban en la isla, loscuales vivan a sus anchas y prcticamente la dominaban.Cuando stos se dieron cuenta de cules eran las verdaderasinstrucciones del Gobernador que deban cumplir, entre ellaslas de pagar impuestos, respondieron de una forma violentacontra el alto dignatario. Ante esa situacin el Gobernador noejecut inmediatamente las rdenes recibidas de la Coronaespaola sino que fue aplicndolas en forma gradual de modoque en el ao de 1505 ya tena el control absoluto de lacolonia.31

    La situacin de los indgenas bajo el sistema esclavistaimplantado por el gobernador Ovando se tornaba cada da msdesastrosa, ya que muchos de ellos moran al no serles posiblesoportar tan ignominiosa situacin, mientras otros sesuicidaban32 y las madres utilizaban brebajes para no tener

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    deba tener su casa propia para que vivan y estn segn y de lamanera que tienen los vecinos de estos nuestros Reinos.Cada uno de los pueblos deba ponerse bajo la tutela yjurisdiccin de un vecino espaol. Los indios seran puestos enpolica al hacrseles adoptar las costumbres de los espaoles.Sus dirigentes deban esforzarse para que los naturales sevistan y anden como hombres razonables y hasta debanprocurar que algunos cristianos se casen con algunasmujeres indias, y las mujeres cristianas con algunos indios,porque los unos y los otros se comuniquen y enseen, para serdoctrinados en las cosas de nuestra Santa Fe Catlica, yasimismo como labren sus heredades y entiendan en lashaciendas y se hagan los dichos indios e indias hombres ymujeres de razn. En Estado, razas y cambio social en laHispanoamrica Colonial. Mxico, Secretara de EducacinPblica, 1974, pp. 9-10. Vase, tambin, a Roberto Cass. LosIndios de las Antillas. Madrid, Editorial Mapfre, 1992, Cap. IX,pp. 197-215.

    31 Esa situacin est bien descrita en la obra de rsula Lamb. FreyNicols de Ovando, Gobernador de las Indias. Santo Domingo,Sociedad Dominicana de Biblifilos, Inc. 1977, pp. 95 y ss.

    32 Sobre la muerte de los indgenas son esclarecedoras las palabrasde Georg Friederici cuando afirma: Otra manera de causarse

  • hijos. No obstante, Ovando, queriendo mantener el controlsobre la colonia, la emprendi contra el cacique de laprovincia de Higey y ms tarde contra Anacaona.33

    Los resultados de la poltica ovandina se hicieron sentiren la produccin minera ya que decrecieron los beneficios.Ante eso, Ovando escribi a la Corona informando talsituacin, desvirtundola, al decir que los indios se fugaban alos montes y que no queran trabajar.34

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    El sistema de encomiendas en Santo Domingo durante el siglo XVI

    la muerte fundbase, por ltimo, en ese estado de nimo a quese da el nombre de Adepresin moral: el indio que toma laresolucin de morir o que cree morirse sin remedio, expiraefectivamente en brevsimo plazo, sin que nada externo vengaa provocar o acelerar su muerte. Tales eran los medios a querecurran los indios, acosados por los malos tratos y lasviolencias de que les hacan objeto los europeos, para privarsede la vida, que no era ya, para ellos, ms que una carga.Dbanse, en estas condiciones, casos de suicidio en masa detribus enteras, como lo demuestra, no slo el testimonio delPadre las Casas, de quien tanto se recela, sino, incluso, entreotros, el de su rabioso enemigo, el historiador Oviedo y Valds,cuyo nombre jams mienta el obispo de Chiapas sin acusarlode parcialidad en favor de los conquistadores y en contra delos indios Los aruacos de las Grandes Antillas y de lasBahamas se dieron la muerte en masa, llevados de sudesesperacin, ingiriendo zumo de yuca o ahorcndose. EnEl carcter del descubrimiento y de la conquista de Amrica.Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1987, p.252. A esascausas habra que sumarles las mltiples enfermedades quesurgieron del contacto espaol-indgena. Vase: La GuerraMicrobiaria: El Efecto ms devastador del Encuentro de DosMundos, de Manuel Garca Arvalo en su obra SantoDomingo en ocasin del Quinto Centenario. Santo Domingo,Comisin Dominicana del Quinto Centenario, 1992, pp.229-243.

    33 Sobre la horrenda matanza donde Anacaona fue ahorcada,vase rsula Lamb. Ob. cit., captulo VI, pp. 95-110.

    34 Eso lgicamente formaba parte de la mutua visin prejuiciadaque existi entre los espaoles y los indgenas. Interesantetrabajo que enfoca esa realidad es el del erudito profesor deYale University Jos Juan Arrom titulado Las PrimerasImgenes Opuestas y el Debate sobre la Dignidad del Indio.En De Palabra y Obra en el Nuevo Mundo. Tomo I. Imgenes

  • As, la Corona orden a Ovando que obligara a trabajar atodos los indios que tuviera bajo su dominio. Desde luego, estadisposicin trajo como consecuencia las protestas de lospobladores. Pero al fin y al cabo, Ovando resolvi la situacin.

    El plan de repartimientos de la Corona, realizado porOvando, tena por objetivo, como antes se ha afirmado, lacentralizacin econmica de la isla, ya que una administracinde ese tipo permita un enriquecimiento ms rpido, aunqueacarreaba un decrecimiento de las fuerzas de trabajoaborgenes.35 Para remediar dicha situacin se reinici denuevo la entrada de negros esclavos a la isla. As vemos que aldesarrollo del coto minero le fueron necesarias las fuerzas de

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    intertnicas, Madrid. Siglo XXI editores, 1992, pp. 63-85. Sontambin muy ilustrativas las siguientes palabras de PierreVilar: Esto comenz por el drenaje del oro existente en elterritorio de joyas. P. Chaunu estima que en dos o tres aos sedren todo el oro producido por los indios de las Islas en milaos. (Seville et I=Alantique, t. 8, vol. I, Pars 1959, p. 510).Una vez esta colecta terminada empieza la produccin dePlacer. El oro es de aluvin. Hay que lavar la arena y moverlaen bateas. Mano de obra forzada, a menudo femenina, estsometida a este trabajo desde la salida hasta la puesta del sol.Quiz no es agotador, pero destruye el equilibrio del trabajoagrcola anterior y suprime las cosechas de subsistencia; eltrabajo continuo est, tambin, por encima de las fuerzas de lamano de obra, en las condiciones de alimentacin de unaeconoma poco desarrollada. De ah un hundimiento de lapoblacin cuyos resultados son seguros: la poblacin indgenaes reducida a casi cero, sucesivamente, en Santo Domingo,Puerto Rico y Cuba. El ciclo del oro en cada una de estas islases muy corto porque es destructivo, no de materia, sino demano de obra. En Oro y moneda en la Historia (1450-1920).Barcelona, Editorial Ariel, 1982, p. 89.

    35 Como bien afirma Frank Moya Pons hoy conocemos bien losdetalles del terrible tratamiento que reciban los indios en lasminas y en las estancias espaolas, y la altsima mortalidadque produca entre ellos el hambre, los maltratos y lasenfermedades. Hoy sabemos que cualquiera que hubiera sidola poblacin original en 1492 y cualesquiera las causas de sudeclinacin, ya en 1508 los indios haban descendido a unos60.00 individuos. El impacto del choque con los europeos fue

  • trabajo de los negros esclavos, constituyendo la esclavitud delos indios y negros la base social sobre la cual estabaestructurada la economa colonial.36

    Cuando desapareci Ovando del panorama isleo, en1509, el sistema de encomiendas no lleg a su trmino. DiegoColn vino a sucederle en el gobierno de la isla realizndosenuevos repartimientos de indgenas entre los encomenderosquienes, desde luego, gozaban del favor del nuevo virrey deLa Espaola. Esta situacin de intereses creados vino arepercutir grandemente en la vida poltica de la colonia.37

    Eran tantos los desmanes cometidos contra los indgenasque los religiosos dominicos se vieron precisados a cambiar deactitud.38 Como expresin pblica de su protesta avalaron elsermn pronunciado por fray Antonio Montesino en el

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    El sistema de encomiendas en Santo Domingo durante el siglo XVI

    tal que ni siquiera la importacin de unos 40.000 indios de lasislas vecinas entre 1508 y 1513 pudo detener el colapso de lasociedad aborigen. En 1509 un nuevo censo arroj la cifra de40.000 y en 1510 slo se registraron 33,523. EnLegitimacin ideolgica de la conquista: El caso de LaEspaola, que contiene la obra De Palabra y Obra en elNuevo Mundo, tomo II. Encuentros intertnicos. Madrid, SigloXXI editores, 1992, p. 67. Vase, adems, a Pierre Chaunu.Conquista y Explotacin de los Nuevos Mundos (siglo XVI),2da. ed. Barcelona, Editorial Labor, S.A., 1984, p. 5.

    36 Amplias informaciones sobre el tema en Luis N. Rivera Pagn.Evangelizacin y Violencia: La Conquista de Amrica. SanJuan de Puerto Rico, Editorial Cem, 1990, Captulo VI, pp.189-220; y en Justo L. del Ro Moreno. Los Inicios de laAgricultura Europea en el Nuevo Mundo, 1492-1542. Edicinconjunta ASAJA-Sevilla, Caja Rural de Huelva y Caja Ruralde Sevilla, 1991, pp. 243 y ss.

    37 Sobre Diego Coln y su gobierno, vase la documentada yacuciosa obra de Luis Arranz Mrquez. Don Diego Coln,Almirante, Virrey y Gobernador de las Indias. Tomo I. Madrid,Consejo Superior de Investigaciones Cientficas, InstitutoGonzalo Fernndez de Oviedo, 1982.

    38 Sobre los dominicos y su papel en este perodo de la historia deSanto Domingo, vanse, entre otras obras, las siguientes:Emilio Rodrguez Demorizi. Los Dominicos y las

  • Adviento de 1511, llamado con toda justeza por Lewis Hankeel primer clamor por la justicia en Amrica.39

    El sermn de fray Antonio Montesino

    La famosa homila de fray Antonio Montesino es muyconocida por el ttulo del pasaje bblico Vox clamantis indeserto, es decir, voz del que clama en el desierto. Perotrasladmonos a aquella poca y reconstruyamos elambiente.40

    Podramos decir que para or las palabras de AntonioMontesino se haba congregado en la Iglesia del Convento delos Dominicos de Santo Domingo la crema y nata de lasociedad colonial de aquel entonces.41

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    Encomiendas de Indios de la Isla Espaola. Santo Domingo,Academia Dominicana de la Historia 1971, y Miguel AngelMedina, O.P. Los Dominicos en Amrica (captulo I). Madrid,Editorial MAPFRE, 1992.

    39 Vase su clsica obra La Lucha Espaola por la Justicia en laConquista de Amrica. Madrid, Ediciones Aguilar, 1967.

    40 Toda la ambientacin y repercusiones del sermn pueden verseen la notable obra de fray Juan Manuel Prez, O.P. Estos; noson hombres? (Lectura actual del Proyecto apostlico de laPrimera Comunidad de Dominicos en el Nuevo Mundo). SantoDomingo, Ediciones Fundacin Garca Arvalo, Inc. 1984.Vase, tambin, a Luis Arranz Mrquez. Repartimientos yEncomiendas en la Isla Espaola (El Repartimiento deAlburquerque de 1514), Santo Domingo, Ediciones FundacinGarca Arvalo, 1991, pp. 133-147. Sobre fray AntonioMontesino vase el muy documentado artculo del destacadohistoriador fray Vicente Rubio, O.P. ttulado Fray AntonioMontesino tom mucho inters en construir el temploconventual dominico. En el peridico El Caribe. SantoDomingo, sbado 20 de junio de 1992, pp. 10 y 11.

    41 Ante lo mejorcito de la colonia en palabras de G. Cspedesdel Castillo. Vase Las Indias en Tiempo de los ReyesCatlicos. En Historia Social y Econmica de Espaa y

  • Las palabras de Montesino, valientes para la poca,fueron las siguientes: Para os los dar a cognoscerme hesobido aqu, yo que soy voz de Cristo en el desierto desta isla,y por tanto, conviene que con atencin, no cualquiera, sinocon todo vuestro corazn y con todos vuestros sentidos, laoigis; la cual voz os ser la ms nueva que nunca osteis, lams spera y dura y ms espantable y peligrosa que jams nopensasteis or (...) Esta voz, dijo l, que todos estis en pecadomortal y en l vivs y mors, por la crueldad y tirana que usiscon estas inocentes gentes. Decid, con qu derecho y con qujusticia tenis en tan cruel y horrible survidumbre aquestosindios? Con qu autoridad habis hecho tan detestablesguerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas ypacficas; donde tan infinitas dellas, con muertes y estragosnunca odos, habis consumido? Como los tenis tan opresosy fatigados, sin dalles de comer ni curallos en susenfermedades, que de los excesivos trabajos que les daisincurren y se os mueren, y por mejor decir, los matis, porsacar y adquirir oro cada da? Y qu cuidado tenis de quienlos doctrine y conozcan a su Dios y criador, sean baptizados,oigan misa, guarden las fiestas y domingos? Estos, no sonhombres? No tienen nimas racionales? No sois obligadosa amallos como a vosotros mismos? Esto no entendis?Esto no sents? Cmo estis en tanta profundidad de sueotan letrgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado queestis no os podis ms salvar que los moros o turcos quecarecen y no quieren la fe de Jesucristo. 42

    Cuenta Las Casas que Montesino abandon la iglesiadejando una murmuracin entre los funcionarios. No lleg aconvencerlos. Y Lewis Hanke dice grficamente que estuvo

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    42 Bartolom de Las Casas. Historia de las Indias. Tomo II, Libro3, cap.. IV. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1965, pp.441-442.

  • tan lejos de eso como lo estara en nuestros das unseminarista que pronunciara una filpica en Wall Streetacerca del texto bblico: Si quieres alcanzar el reino de loscielos, vende cuanto tienes y dselo a los pobres. 43

    Los presentes en la iglesia se reunieron ante elgobernador Diego Coln protestando por dicho sermn ypidiendo que el sacerdote se retractara. El superior religioso deMontesino, fray Pedro de Crdoba, no se inmut por lasprotestas, ya que aqul tena todo el aval de la Orden Religiosaque diriga.44 l les prometi, en cambio, a los funcionariosdescontentos que Montesino hablara el prximo domingosobre el mismo tema.

    Cuando lleg ese da, Montesino subi al plpito yanunci el tema escogido: Sfreme un poco y te ensear quevengo a hablar en nombre de Dios. Todos los presentesesperaban que Montesino se retractara de las palabraspronunciadas una semana antes. Pero l, en cambio, lesincrep de nuevo el maltrato que daban a los indgenas.

    Despus del sermn se levant en la Isla de SantoDomingo todo un ventarrn de intrigas y luchas intestinas.

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    43 Lewis Hanke. Ob. cit. p. 41.

    44 Al respecto afirma Enrique Otte: Corresponde a losdominicos el honor de haber proclamado primero, en Indias,la igualdad de todos los hombres. La proclama, condensadaen el famoso sermn de Fray Antonio de Montesino, fue obradel jefe dominico, fray Pedro de Crdoba. Vase su artculoLos Jernimos y el trfico humano en el Caribe: UnaRectificacin. Anuario de Estudios Americanos, XXXII,Sevilla, 1975, p. 193. Sobre fray Pedro de Crdoba, pueden serconsultadas las recientes obras Fray Pedro de Crdoba, Padrede los Dominicos de Amrica de fray Vicente Rubio, O.P.Revista Casas Reales 18, Santo Domingo. Museo de las CasasReales, 1988; Fray Pedro de Crdoba, Doctrina Cristiana yCartas. Santo Domingo, Ediciones de la Fundacin Corripio,Inc., 1988, y Jos Luis Sez, S. J. y otros. Fray Pedro deCrdoba, O.P. Tercer seminario Grandes Figuras de la

  • Indiscutiblemente que esos comentarios llegaron a odos delrey Fernando. Entre las instrucciones ordenadas por de lestaba una relativa a tratar por todos los medios de callar la vozde Montesino y puede decirse, tambin, la voz de la Orden delos Predicadores. Una de esas instrucciones fue la referente ala creacin de una comisin formada por un conjunto deletrados, telogos, canonistas, etc. para deliberar sobre lasituacin de los indgenas.45

    De esa forma, el primer clamor por la justicia enAmrica sirvi de asidero a una prolongada serie de debatessobre el status del indgena, discusin que dur todo el sigloXVI. 46 Por otro lado, puede considerarse el sermn deMontesino como una crtica directa a los repartimientos yencomiendas, 47 donde se colocaba a los colonizadores no sloante un problema de conciencia sino tambin ante un dilemalegal.

    Las Leyes de Burgos

    Uno de los primeros frutos del sermn de Montesinofueron las llamadas Leyes de Burgos, que fueron aprobadas el27 de diciembre de 1512 y contemplaban una serie dereivindicaciones para los indgenas. Entre otras, se estipulabala reduccin del trabajo a 2 perodos de 5 meses por ao,separados cada uno por un lapso de 40 das, para permitir a losencomendados ocuparse de sus propios asuntos. Secontemplaban, adems, la construccin de bohos en el lugar

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    Evangelizacin de Amrica. Santo Domingo, ComisinDominicana del Quinto Centenario, 1989.

    45 Fray Juan Manuel Prez, O.P., Ob. cit.

    46 Ibdem.

    47 Luis Arranz Mrquez. Repartimientos y Encomiendas..., Ob.cit, p. 133.

  • de los trabajos y zonas aledaas a los mismos para quecultivasen la tierra en provecho propio, la edificacin deiglesias, que la tercera parte de los encomendados trabajara enlas tierras mineras y que las mujeres embarazadas realizaranfaenas como de nio.

    Aunque en teora las Leyes de Burgos conllevaban ciertasrecomendaciones para los indgenas, en la prctica ellas nofueron ms que letra muerta, ya que no modificaron en lofundamental la situacin del indgena. Lo nico que se hizocon las Leyes de Burgos fue introducir dos o tres pequeasreformas parciales.

    En ese sentido, hablando de las Leyes de Burgos, Hankeafirma que las mismas en 1512 y su aclaracin, en 1513,fueron los primeros frutos de los sermones de Montesino en1511. Pero eran slo un comienzo. Otros pensadores, una vezplanteado el problema, empezaron a preguntarse si despusde todo Espaa tena en justo ttulo a las Indias. Estospensadores escribieron tratados en los que iban ms lejos quela polmica de Burgos sobre las leyes ms adecuadas quehaba que redactar en beneficio de los indios. Concernan alas cuestiones polticas bsicas originales como consecuenciadel descubrimiento de Amrica, ayudando con ello a elaborarleyes fundamentales regulando las relaciones entre lasnaciones (...). 48

    Advirtamos que frente al derecho propiamenteindiano, el derecho de Castilla slo tuvo en estos territoriosun carcter supletorio; nicamente a falta de preceptoaplicable en la llamada legislacin de Indias, poda acudirsea las viejas fuentes del derecho castellano peninsular.49. Las

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    48 Lewis, Hanke. Ob. cit., p, 53. Una valoracin sobre Las Leyesde Burgos, puede verse en Roberto Cass. Ob. cit., pp. 217-221.

    49 Jos Mara Ots Capdequ. El Estado Espaol en las Indias. ElColegio de Mxico, 1941, p. 14.

  • caractersticas del Derecho Indiano fueron, a juicio de esteautor las siguientes: Un hondo sentido religioso y espiritual,una tendencia asimiladora y uniformista, una granminuciosidad reglamentaria y el casuismo.

    A propsito de esa temtica recorramos ahora, aunquesea sucintamente, las distintas opiniones sobre las relacionesde Espaa con las Indias. En este punto se tomar muy encuenta la opinin autorizada de Silvio Zavala en su famosaobra Las Instituciones Jurdicas en la Conquista de Amrica.

    Muchos autores eran partidarios de la llamada guerrajusta. Ellos se basaban, principalmente, en la antiguaopinin del Ostiense, escrita en su captulo De Voto, segn lacual los pueblos gentiles tuvieron jurisdicciones y derechosantes de la venida de Cristo al mundo; pero desde sta, todaslas potestades espirituales y temporales quedaron vinculadasen su persona y luego, por delegacin, en el Papado. Desuerte que los infieles podan ser privados de sus reinos ybienes por autoridad apostlica, a la cual estaban obligados aobedecer.50

    El Ostiense era Enrique de Suza, cardenal arzobispo deOstia, canonista del siglo XII, quien escribiera una SummaAurea.

    Otro autor partidario de la tesis arriba expuesta fue el Dr.Palacios Rubios, consejero de los Reyes Catlicos. Estesostena que Jesucristo, incluso como hombre, recibi de sueterno Padre toda potestad, lo mismo en lo espiritual que en lotemporal y dej vinculada esta nica y espiritual soberana enel Sumo Pontfice; desde entonces las soberanas de la tierraquedaron destruidas y se concentr la suma del poder en las

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    50 Silvio Zavala. Las Instituciones Jurdicas en la Conquista deAmrica. Madrid, 1935, pp. 1-2. Amplias informaciones en suotra obra, Filosofa poltica en la Conquista de Amrica.Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1984, Primerareimpresin de la tercera edicin de 1977.

  • manos de Cristo y de su vicario el Papa, lo cual se extenda, noslo a los fieles, sino tambin a los gentiles ajenos a la ley dela Iglesia. 51

    Gregorio Lpez, glosador de las Partidas y miembro delConsejo de Indias, sigui en parte al Ostiense al glosar la ley2, tit.23, Partida segunda, aunque despus, influido porVitoria, rectific en el mismo lugar varias de susconclusiones, que se imprimieron en la edicin de las Partidasde 1555.52

    Una opinin divergente del criterio del Ostiense fue la deCayetano en el siglo XVI. Este,

    en sus comentarios a la Secunda Secundae de SantoToms, tuvo ocasin de aplicar la vieja teora tomista al casode los indios occidentales y su aplicacin fue provechosa,porque la siguieron muchos autores espaoles (Vitoria entreotros). Qued, as, desde entonces afirmada la capacidad delos infieles para gozar derechos frente a los pases cristianos yla diversidad de condicin jurdica de infieles enemigos comolos sarracenos y los que como los indgenas nos daaban a loscristianos.53

    Vitoria afirm en 1539 en su Primera Releccin de losIndios que stos, aunque eran infieles, antes de la llegaba delos espaoles eran legtimos seores de sus cosas.54

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    51 Silvio Zavala. Las Instituciones Jurdicas... Ob. cit., pp. 1-2.

    52 Ibdem, p. 3.

    53 Ibdem, p. 4.

    54 Segn V. Beltrn de Heredia, Crdoba expone en la primeraparte que los indios son verdaderamente libres y dueos de susbienes y de sus pueblos. Los argumentos que se aducanentonces en favor de la soberana espaola sobre las Indias losconsidera ilegtimos o injustos, pues se fundan en el derechoeuropeo, desconocido e invlido para los indios. Estos tienensus leyes y sus costumbres. El nico derecho vlido paradialogar con ellos es el derecho natural, pero es necesariomirar tambin lo ms conviene en orden a la promocin

  • Fray Domingo de Soto examin la cuestin de laservidumbre natural y la legal o por guerra; distingua tresmotivos de guerra y tres clases de infieles; los que estn bajoel dominio de los prncipes cristianos con los cuales podausar fuerza segn los derechos civil y cannico; los queocupan territorios que fueron de los cristianos y contra stostambin caba la fuerza; por ltimo, los que ni de hecho, ni dederecho eran sbditos y entre stos, los que no haban odo elnombre de Cristo, a los cuales no era lcito a ningn cristianoperturbar. 55

    Dos autores que hemos dejado para ltimo son Bartolomde las Casas y Gins de Seplveda, debido a queprotagonizaron una larga y ardiente polmica sobre el statusde los indgenas y si estos eran seres humanos, racionales,sujetos de fe o no.

    Sobre Las Casas, opina Hanke que ya residente por casiuna dcada, no era mejor que el resto de los hidalgos,aventureros dedicados a enriquecerse rpidamente.Consegua esclavos, los haca trabajar en las minas, atendaal cultivo de sus posesiones y tomaba parte en guerrasaniquiladoras contra los indios. Los asuntos del jovenlicenciado prosperaban y lleg a ser rico, si hemos de creer supropia indicacin del monto de su renta anual. En 1512 LasCasas tom parte en la conquista de Cuba y recibi en premiotierras y varios indios de servicio aunque haba tomado lasSagradas Ordenes en 1510.56

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    humana y a la evangelizacin. La conquista no da derecho auna posesin sin lmites de tiempo, solamente hasta que puedangobernarse por s mismos, sin peligro de los derecho mselementales de la vida y de la libertad. Los manuscritos delmaestro Fray Francisco de Vitoria. Madrid, 1930. En LaIglesia en Amrica: Evangelizacin y Cultura. Pabelln de laSanta Sede, Expo Sevilla 1992, p. 88.

    55 Silvio Zavala. Las Instituciones Jurdicas..., Ob. cit., p. 8.

    56 Lewis Hanke. Ob. cit., p. 30. Vase tambin su otra obraEstudios sobre Fray Bartolome de la Casas y sobre la lucha por

  • Aos ms tarde, el pensamiento de Las Casas evolucionignorndose a ciencia cierta cules fueron los motivos.57 Susideas sobre el tema que estamos tratando pueden resumirse enestas afirmaciones: Como criaturas de Dios (los indgenas)participan de los atributos humanos; tienen por tanto uso derazn; son por eso capaces de religin, de virtud, de vivircomo libres en sociedad civil y de tener propiedades, leyes ygobiernos legtimos, todo lo cual han demostradoprcticamente tener y usar antes de la llegada de losespaoles (...) 58

    La anttesis de Las Casas fue Gins de Seplveda.Basndose en Aristteles declar que los indios eranbrbaros, amantes y siervos por naturaleza; los creanecesariamente ligados a los hombres de razn superior,como eran los europeos, relacin que beneficiaba a ambos,porque, por la misma naturaleza, los unos deban gobernar ylos otros faltos de capacidad propia, sujetarse; si los resistanpodan ser dominados por guerra.59

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    la Justicia en la conquista espaola de Amrica. Caracas,Universidad Central de Venezuela, 1968.

    57 El acucioso y erudito historiador Fray Vicente Rubio, O.P., haescrito entre enero de 1989 y septiembre de 1992 una serie deenjundiosos trabajos con nuevas noticias sobre fray Bartolomde las Casas, los cuales giran en torno a las tres conversionesque l experiment, a saber, de encomendero o predicador; depredicador a poltico; y de poltico a activista. Los trabajos deFray Vicente Rubio, O.P., fueron publicados en el SuplementoSabatino del peridico El Caribe. Dicho autor ha anunciado quetiene en preparacin un Epistolario de las Casas quecontendr un conjunto de cartas inditas de ste.

    58 Silvio Zavala. Las Instituciones Jurdicas..., Ob. cit., p. 55.

    59 Ibdem, p. 15. Vase, tambin, la obra de Leopoldo Zea.Filosofa de la Historia Americana. Mxico, Fondo de CulturaEconmica, 1987, pp. 107-126 donde habla de El antecedenteAristotlico y de Seplveda y el Proyecto Compulsor .