EL SACERDOCIO DE CRISTO Sacerdocio de Cristo La Carta a los Hebreos / parte 3 Tener la posibilidad...
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EL SACERDOCIO DE CRISTO
ESCUELA DE FORMACIÓN SANTO TOMÁS DE AQUINO
2do. Módulo 2014
Del 28 de mayo al 16 de julio
El Sacerdocio de Cristo
Oración para comenzar a estudiar
Oh inefable Creador nuestro,altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría,dígnate infundir el rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi inteligencia,removiendo la doble oscuridad con la que nací : ¡la del pecado y la ignorancia!¡Tu, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños, instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!Dame agudeza para entender,capacidad para retener,método y facilidad para atender,sutileza para interpretary gracia abundante para hablar.Dame acierto al empezar,dirección al progresary perfección al acabar¡Oh Señor! Dios y hombre verdadero, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”
Autor: Santo Tomas de Aquino
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 3
TEMA 7: “LA EXISTENCIA CRISTIANA”
(Heb 10, 19-25)
La oblación (ofrenda, entrega, donación, promesa,
sacrificio) de Cristo, porque es un sacrificio de
alianza, tiene por consecuencia una transformación
radical de la condición religiosa de los hombres (Cfr.
Heb 7, 18-19).
El autor define esta nueva situación con la siguiente
y densa frase de Heb 10, 19-25…
…La condición del cristiano está marcada en
adelante por:
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 3
Tener la posibilidad de vivir en verdadera
comunión con Dios.
Su vida espiritual no está impedida…, puede tener
la plena confianza de entrar al verdadero
santuario y presentarse delante de Dios y entrar en
contacto con Él, lo cual no se refiere a un estado
sicológico, sino a una situación objetiva de derecho
reconocido (está libre del pecado). Ahora es
admitido a la intimidad con Dios. Todo esto gracias a
su Sangre (de alianza) derramada por y para nosotros
en la cruz (Cfr. 9, 12. 14; 13, 12. 20).
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 3
Por lo que nosotros podemos apoyarnos en el valor
de esa sangre, o más bien dejarnos penetrar
profundamente por esta sangre que borra los
pecados y regenera las almas uniéndolas al perfecto
sacrificio.
…Ni siquiera la muerte es un obstáculo!!! Puesto
que como ya vimos, la muerte de Cristo por ser un
acto de obediencia filial y amor fraterno, es la
réplica exacta opuesta al pecado, que obtiene el
perdón y el acceso a la vida verdadera (2, 14-15).
Por tanto nuestra muerte humana unida a la de
Cristo es el camino que lleva al término.
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 3
Para experimentar y vivir esta situación de plenitud
y gratitud de la nueva alianza, este Don pide ser
acogido efectivamente en nuestra vida personal.
Los medios que se plantean son: la fe, la esperanza
y la caridad que, implantadas por Cristo en la
liturgia sacramental, nos unen a nuestro sacerdote y
así nos introducen a la intimidad con Dios.
De allí que el autor –recordando anteriores
exhortaciones-, a saber: 2, 1-4; 3, 7 – 4, 16; 5, 11 –
6, 12, desarrolla los principales trazos de la vida
cristiana que se nos comunican de una misma
fuente: el sacrificio y el sacerdocio de Cristo.
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 4
LOS CAMINOS DE LA FE (Heb 3; 4; 11).
No hay existencia humana sin compromisos de fe. Es
preciso salir de sí mismo y apoyarse en los demás
para realizar una obra que valga la pena. Construir
un hogar, emprender un proyecto, etc…, en general,
nada grande se construye entre los hombres sin el
impulso de la fe.
En el plano de la vida espiritual, esta condición
fundamental se vuelve absoluta, puesto que aquel
con quien entramos en relación es Dios, el
“Absoluto”.
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 4
Cuando Él se le manifiesta a una persona para
asociarla a su obra en el mundo, no puede menos
que pedirle una fe total. Pero cada uno tiene la
terrible posibilidad de ser indócil a su llamado y
excluirse de su acción. Por eso nos dice la Carta:
1. La Fe es compromiso (Heb 3, 12- 4, 11), decisión
y marcha hacia a delante. Es fiarse plenamente
de la palabra de Dios sin buscar seguridades
humanas. La incredulidad aparta del Dios vivo.
2. La Fe es fuente de donde brotan todas las
generosidades y por donde han venido todas la
gracias (Heb 11), es creerle a Dios teniendo como
base su palabra, su promesa. Implica por tanto
arriesgarse…
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 4
PRUEBA Y ESPERANZA (Heb 12, 1-13).
No estamos solos en nuestros sufrimientos: Cristo ha
venido a ponerse a nuestro lado; se ha hecho
semejante a nosotros. Ha sido probado como
nosotros; ha sufrido; nos comprende (Cfr. Heb 2, 18;
4, 15).
Se puede decir con certeza, que quien sufre, en
lugar de quedar separado de todos y de Dios mismo,
se pone, por la prueba, en una comunicación más
real con el perfecto Mediador. Por su puesto…, esta
mediación debe ser aceptada.
El Sacerdocio de Cristo
La Carta a los Hebreos / parte 4
La Carta afirma con firmeza que, ante la prueba, la
retirada, la cobardía no es la solución. Un cristiano
que después de haber recibido la luz de la fe y los
dones de la gracia, se separa de Cristo y cae; él
mismo se pone en una situación sin salida (6, 4-6).
No hay otro camino para el descanso de Dios que el
trazado por Jesús (3, 12-14; 4, 15-16).
El único camino es el de la fidelidad perseverante
(Cfr. 10, 26-27.36.39; 3, 14; 6, 11).
Jesús, quien escogió el camino que conduce hacia la
meta, el de cruz…, Él es nuestro modelo…, por
tanto, la prueba es provechosa.
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La Carta a los Hebreos / parte 4
CARIDAD Y SANTIDAD (Heb 12, 14 – 13, 21).
“Busca la paz y persíguela” (Salmo 34)
Con todos… (12, 14), evitando así el aislamiento
egoísta. No se puede estar en paz con todos sino a
través de la participación en los esfuerzos comunes.
La caridad y la santidad se encuentran
profundamente unidas y fusionadas…
Lo que caracteriza a la comunidad cristiana es la
solidaridad fraterna en alcanzar juntos un mismo
ideal. La Carta nunca presenta nuestra marcha hacia
Dios aislados unos de otros.
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La Carta a los Hebreos / parte 4
La comunidad entera es responsable de cada uno de
sus miembros y, sus cuidados deben encaminarse
antes que nada a lo esencial, es decir, a la fidelidad
de cada uno al llamado de Dios. De allí que el autor
se esfuerza por hacer a los fieles más conscientes de
su vocación y de sus situación de cristianos,
situación privilegiada, muy diferente de la condición
religiosa antigua.
El amor fraterno debe permanecer siempre y
manifestarse concretamente.
La ofrenda de Jesús realiza la fusión perfecta de
santidad y caridad.
El Sacerdocio de Cristo
Cuanto más fuerte y real es
la caridad, tanto más está
penetrada de una
aspiración de santidad…
Oración