EL coSto dE no hacer nada MODELOS DE · tante que siga un camino menos contaminan-te que los...

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edición verde Estas son las cifras del Informe Stern del daño que causa- ría la inacción por parte de los gobiernos y autoridades. Las inundaciones causadas por el incremento del nivel del mar podrían desplazar a 100 millones de personas. El derretimiento de los glaciares podría impedir el acceso al agua a una de cada seis personas de la población mundial. En el peor de los casos, hasta 40 por ciento de las especies podrían extinguirse. Las sequías podrían crear decenas y hasta cientos de millones de “refugiados climáticos”. EL COSTO DE NO hacer nada Después de seis años de haber publicado su famoso informe sobre el impacto del cambio climático en la economía, el experto británico Nicholas Stern responde las preguntas de Vistazo acerca de los nuevos retos que enfrentan el mundo y el país. Nayomi Chibana / [email protected] A ntes de él, nunca nadie había expre- sado con tanta claridad y contun- dencia las repercusiones del cambio climático en la economía global. Al mismo nivel de otros revolucionarios en el tema ambiental como Al Gore, el economista británi- co Nicholas Stern es uno de los grandes inves- tigadores que ayudaron a quitarle la venda al mundo con respecto a la gravedad del calenta- miento global. Para algunos, su nombre es si- nónimo de alarmista apocalíptico, mientras que para la mayoría, es una de las voces de razón en medio de la incertidumbre. En 2006, después de elaborar su famoso in- forme “The Economics of Climate Change: The Stern Review”, a petición de Tony Blair, su nom- bre se escuchó en todo el mundo y hasta fue otorgado el título de Lord por el gobierno bri- tánico. Gracias a su investigación, los líderes mundiales empezaron a tomar en serio las con- secuencias del cambio climático. Sus conclusio- nes fueron difíciles de ignorar: el crecimiento económico mundial disminuirá al menos un cin- co por ciento del PIB anual si no se hace nada, mientras que disminuir las emisiones costaría uno por ciento del PIB mundial al año. Hoy, después de seis años de haber publicado su informe, las consecuencias cada vez más no- torias del cambio climático parecen darle la ra- zón a Stern, aunque el antiguo vicepresidente del Banco Mundial admite que sí se equivocó en algo. “Los riesgos del cambio climático son mu- cho más grandes de lo que supusimos en ese en- tonces. Ahora parece que un manejo sensato del riesgo nos llevaría a limitar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 450 partes por millón de CO2 o menos… Para lo- grar este objetivo, se requeri- rá de una inversión adicional de 1 trillón de dólares de in- versión global en infraestruc- tura de energía cada año, has- ta 2050. Esto significa que la inversión total requerida de la economía mundial sería al- rededor de dos y hasta más del tres por ciento del PIB”, sostiene. El rol de Ecuador ¿Qué papel tiene el país en todo esto? Stern asegura que los países en desa- rrollo tienen un rol protagónico en la lucha con- tra el cambio climático, pese a que los países desarrollados son los que más contaminan. “La postura de que solamente las economías pobres deben ajustarse para lograr la sostenibilidad no es válida. Los cambios que necesitamos hacer son tan inmensos que esto tiene que involucrar a todos los países y sectores económicos. Y los países ricos deben liderar en esto, considerando su riqueza, tecnologías y responsabilidad histó- rica por emisiones pasadas. Reducir las emisio- nes tampoco se puede lograr si los 6 mil millones de personas del mundo en desarrollo no están en el centro del escenario”, argumenta. El experto agrega que para Ecuador es impor- tante que siga un camino menos contaminan- te que los países ricos para superar la pobreza. Para él, es completamente po- sible que los países en de- sarrollo entren en una economía “baja en carbono” que les dé una ventaja competiti- va frente a los países que es- tán “atrapados” en patrones de “alto carbono”. “Los bene- ficios de una economía ver- de para países en desarrollo son varios. Cuentan con capi- tal natural que, si es valorada apropiadamente, podría ser protegida y también asegurar beneficios económicos signi- ficativos para los pueblos lo- cales... A través de la inver- sión en producción y consumo bajo en carbono, también evitarán ser encerrados en una infraestructura de alto carbono y afecta- dos por los precios volátiles de los hidrocarburos en los mercados de energía”, afirma. De particular interés al país, añade, será co- rregir los errores del mercado que han ignora- do el valor de la biodiversidad y los ecosistemas. Para lograr esto, considera necesario que el país impulse iniciativas mundiales como REDD+ (Re- ducción de Emisiones de la Deforestación y De- gradación Forestal), en el que la reforestación y la deforestación evitada tienen un valor en el mercado. Estos incentivos internacionales, se- gún Stern, deberían ser combinados con un ma- nejo mejorado de los bosques y una agricultura más sustentable y eficiente, además de un ade- cuado cuidado del suelo y del agua. En todo este esquema, indica, será vital que Ecuador cuente con la asistencia de organizaciones inter- nacionales. Pero para los detractores de la “economía verde”, sonarán las alarmas al escuchar esto. Los representantes del Gobierno Nacional alegan que son los países más ricos los que de- ben hacer “ajustes ambien- tales”, no los más pobres. A esto, Stern responde que la situación actual es extrema- damente desigual, pues los países más ricos siguen conta- minando mientras que los pobres son los más afectados por los cam- bios climáticos. Asegura estar de acuerdo que el mundo rico no tiene excusa para dejar de actuar de manera más rápida y más contunden- te. “Sin embargo”, concluye, “no significa equi- dad ni justicia contaminar el planeta porque otros lo han hecho en el pasado”. “ECUADOR DEBERÍA DESARROLLAR UNA ECONOMÍA BAJA EN CARBONO QUE LE DÉ UNA VENTAJA FRENTE A LOS 'ATRAPADOS' EN MODELOS DE ALTO CARBONO”. LORD NICHOLAS STERN: Los cambios que necesitamos hacer son tan inmensos que esto tiene que involucrar a todos los países y sectores económicos. SI NO ACTUAMOS… ECONOMÍA VERDE 61 |MARZO 22 2012| 60 |MARZO 22 2012|

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Estas son las cifras del Informe Stern del daño que causa-ría la inacción por parte de los gobiernos y autoridades. Las inundaciones causadas por el incremento del nivel

del mar podrían desplazar a 100 millones de personas. El derretimiento de los glaciares podría impedir el acceso al

agua a una de cada seis personas de la población mundial. En el peor de los casos, hasta 40 por ciento de las especies podrían

extinguirse. Las sequías podrían crear decenas y hasta cientos de millones de “refugiados climáticos”.

EL coSto dE nohacer nada

Después de seis años de haber publicado su famoso informe sobre el impacto del cambio climático en la economía, el experto británico Nicholas Stern responde las preguntas de Vistazo acerca de los nuevos retos que enfrentan el mundo y el país.

nayomi chibana / [email protected]

Antes de él, nunca nadie había expre-sado con tanta claridad y contun-dencia las repercusiones del cambio climático en la economía global. Al

mismo nivel de otros revolucionarios en el tema ambiental como Al Gore, el economista británi-co Nicholas Stern es uno de los grandes inves-tigadores que ayudaron a quitarle la venda al mundo con respecto a la gravedad del calenta-miento global. Para algunos, su nombre es si-nónimo de alarmista apocalíptico, mientras que para la mayoría, es una de las voces de razón en medio de la incertidumbre.

En 2006, después de elaborar su famoso in-forme “The Economics of Climate Change: The Stern Review”, a petición de Tony Blair, su nom-bre se escuchó en todo el mundo y hasta fue otorgado el título de Lord por el gobierno bri-tánico. Gracias a su investigación, los líderes mundiales empezaron a tomar en serio las con-secuencias del cambio climático. Sus conclusio-nes fueron difíciles de ignorar: el crecimiento económico mundial disminuirá al menos un cin-co por ciento del PIB anual si no se hace nada, mientras que disminuir las emisiones costaría uno por ciento del PIB mundial al año.

Hoy, después de seis años de haber publicado su informe, las consecuencias cada vez más no-torias del cambio climático parecen darle la ra-zón a Stern, aunque el antiguo vicepresidente del Banco Mundial admite que sí se equivocó en algo. “Los riesgos del cambio climático son mu-cho más grandes de lo que supusimos en ese en-tonces. Ahora parece que un manejo sensato del riesgo nos llevaría a limitar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 450 partes por millón de CO2 o menos… Para lo-

grar este objetivo, se requeri-rá de una inversión adicional de 1 trillón de dólares de in-versión global en infraestruc-tura de energía cada año, has-ta 2050. Esto significa que la inversión total requerida de la economía mundial sería al-rededor de dos y hasta más del tres por ciento del PIB”, sostiene.

El rol de Ecuador¿Qué papel tiene el país en todo esto? Stern asegura que los países en desa-rrollo tienen un rol protagónico en la lucha con-tra el cambio climático, pese a que los países desarrollados son los que más contaminan. “La postura de que solamente las economías pobres deben ajustarse para lograr la sostenibilidad no es válida. Los cambios que necesitamos hacer son tan inmensos que esto tiene que involucrar a todos los países y sectores económicos. Y los países ricos deben liderar en esto, considerando su riqueza, tecnologías y responsabilidad histó-rica por emisiones pasadas. Reducir las emisio-nes tampoco se puede lograr si los 6 mil millones de personas del mundo en desarrollo no están en el centro del escenario”, argumenta.

El experto agrega que para Ecuador es impor-tante que siga un camino menos contaminan-te que los países ricos para superar la pobreza. Para él, es completamente po-sible que los países en de-sarrollo entren en una economía “baja en carbono” que les

dé una ventaja competiti-va frente a los países que es-tán “atrapados” en patrones de “alto carbono”. “Los bene-ficios de una economía ver-de para países en desarrollo son varios. Cuentan con capi-tal natural que, si es valorada apropiadamente, podría ser protegida y también asegurar beneficios económicos signi-ficativos para los pueblos lo-cales... A través de la inver-sión en producción y consumo

bajo en carbono, también evitarán ser encerrados en una infraestructura de alto carbono y afecta-dos por los precios volátiles de los hidrocarburos en los mercados de energía”, afirma.

De particular interés al país, añade, será co-rregir los errores del mercado que han ignora-do el valor de la biodiversidad y los ecosistemas. Para lograr esto, considera necesario que el país impulse iniciativas mundiales como REDD+ (Re-ducción de Emisiones de la Deforestación y De-gradación Forestal), en el que la reforestación y la deforestación evitada tienen un valor en el mercado. Estos incentivos internacionales, se-gún Stern, deberían ser combinados con un ma-nejo mejorado de los bosques y una agricultura más sustentable y eficiente, además de un ade-cuado cuidado del suelo y del agua. En todo este esquema, indica, será vital que Ecuador cuente

con la asistencia de organizaciones inter-nacionales.

Pero para los detractores de la “economía verde”, sonarán las

alarmas al escuchar esto. Los representantes del Gobierno Nacional alegan que son los países más ricos los que de-ben hacer “ajustes ambien-tales”, no los más pobres. A esto, Stern responde que la

situación actual es extrema-damente desigual, pues los

países más ricos siguen conta-minando mientras que los pobres

son los más afectados por los cam-bios climáticos. Asegura estar de acuerdo

que el mundo rico no tiene excusa para dejar de actuar de manera más rápida y más contunden-te. “Sin embargo”, concluye, “no significa equi-dad ni justicia contaminar el planeta porque otros lo han hecho en el pasado”.

“ecuador debería

desarrollar una economía

baja en carbono que le dé una ventaja

frente a los 'atrapados' en

modelos de alto carbono”.

lord nicholas stErn: ”Los cambios que necesitamos hacer son tan inmensos que esto tiene

que involucrar a todos los países y sectores económicos“.

Si no actuamoS…

Economía vErdE

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