Equipo de Orientación Educativa Málaga – Este C.E.I.P. Miguel Hernández Avda. Dr. Gutiérrez Mata s/n Tel./FAX: 951 29 35 23/24 e-mail: eoemalagaeste@andaluciajunta.es

EDUCAR CON INTELIGENCIA EMOCIONAL

PARA TENER ÉXITO EN LA EDUCACIÓN DE SU HIJO O HIJA

• Sea positivo; vea el lado bueno de las cosas. • Ayude a formar en su hijo o hija una buena imagen de sí mismo, no insistiendo

demasiado en sus errores. • Piense que su hijo o hija siempre va a imitar sus palabras y sus acciones: sea un

buen modelo para él o ella. • No permitan que haga lo que quiera. Ayúdele a que respete y sea respetado. • Permitan, dentro de lo posible, que elija aquellas cosas que le afectan. • Marque pocas normas y claras de comportamiento y exíjanle su cumplimiento. • Exíjanle que se responsabilice de sus cosas y que colabore en las tareas familiares. • Mantengan un clima de cariño, alegría, y diálogo, como base indispensable para

una buena educación. • Dediquen cada día unos minutos de su tiempo a hablar y escuchar a su hijo o

hija. Preocúpense de su marcha en la escuela, y ayúdenle y anímenle a seguir adelante con éxito. Demuéstrenle que sus cosas les importan y que se preocupan por él.

• Refuercen la conducta del profesorado: Eviten siempre una crítica a la escuela delante de su hijo o hija. En caso de algún problema escolar, confusión o duda; hablen directamente con el profesorado y así podrán lograr un clima de entendimiento y colaboración.

Conductas que desalientan o estimulan la madurez moral del niño o niña: Desalientan:

Frialdad, castigo, rechazo, hostilidad, rigidez, no dar importancia al niño o niña, criticar, no aceptar, abandonar, sobreproteger, ser autoritario, recompensar las conductas de miedo, ser desconfiado, prestar atención a las conductas inmaduras, desalentar la independencia, estimular excesivamente la conformidad, carecer de un concepto positivo de sí mismo, control.

Estimulan: Demostrar afecto y aceptación; estimular la autonomía, el valor, el éxito y la interacción social; reforzar los buenos hábitos, estimular las ideas, comprender, conocer las etapas necesarias para el desarrollo, escuchar reflexivamente, ser justo, actuar democráticamente, tener un concepto positivo de sí mismo, respetarse a sí mismo y a los demás, entregarse sin reserva, estimular el pensamiento crítico, no criticar, minimizar los errores, dedicar tiempo a enseñar y a educar, ser activo (no limitarse a hablar), ser firme (sin dominar), ser

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coherente (que él sepa qué puede esperar), alejar el castigo, ser considerado, paciente, confiar, amar.

⋅⋅⋅⋅MODELO ⋅⋅⋅⋅ACTITUD DE LA

FAMILIA ⋅⋅⋅⋅CONSECUENCIAS EN LOS HIJOS O

HIJAS

⋅Amor

⋅Se le acepta como es ⋅Tolerancia ⋅Seguridad ⋅Comprensión ⋅Amabilidad

⋅Estimulación ⋅Confianza en sí mismo ⋅Adaptabilidad

⋅Sensibilidad ⋅comprensión

⋅Captar necesidades y satisfacerlas

⋅Afirmación ⋅Tranquilidad ⋅Reduce ansiedad ⋅Proporciona libertad

Rechazo ⋅Indiferencia ⋅Abandono ⋅Ridiculizarlo

⋅Llama la atención para conseguir afecto. ⋅Hostilidad ⋅Rebeldía ⋅Falta de ajuste ⋅Retraso mental y social

⋅Sobreprotección ⋅Ansiedad paterna ⋅Falta de confianza

⋅Falta de iniciativa ⋅Dependencia ⋅Timidez ⋅Inhibición

⋅Autoritarismo ⋅Limitación de la libertad ⋅Excesiva dependencia ⋅Agresividad o rebeldía ⋅Inhibición

⋅Ambivalencia ⋅Mezcal positivo-negativa. ⋅Ansiedad ⋅Inseguridad ⋅Falta de norma

⋅Monopolio ⋅Exclusividad ⋅Desadaptación social

EDUCAR CON INTELIGENCIA EMOCIONAL

• Estar conectados, eso es lo que quieren los niños o niñas. Lo mejor es un

progenitor dispuesto simplemente a esta presente de modo emocionalmente inteligente.

• La casa como oasis frente al estrés. No a las habitaciones como refugios blindados.

• Regla de oro: Trate a sus hijos o hijas como le gustaría que les tratasen los demás. La herramienta más poderosa con que contamos: servir de modelo.

Receta: amor, risas, límites y lazos. AMOR:

• La educación que se dé fuera del contexto de una relación amorosa se convertirá en fuente de estrés y frustración.

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• Los padres y madres deben demostrar su amor y asegurarse de que su mensaje se entiende. Lenguaje verbal y no verbal.

• ¿Cómo demuestra cariño a su hijo o hija? Piense cómo despierta a su hijo o hija. ¿Lo haría igual si fuese un relaciones públicas y estuviese trabajando? No pretenda obtener miel dando patadas a la colmena.

• No demuestre amor con la esperanza de ser correspondido. No espere que su hijo o hija lo merezca para demostrárselo.

• La opinión que los hijos o hijas tienen de sí mismos es la que perciben en sus padres y madres.

• El amor conlleva seguridad, la seguridad conlleva audacia. (se sienten capaces de avanzar y explorar).

• Si somos cariñosos con ellos, aprenden a serlo. RISAS:

• Lo más valioso que podemos decirle a nuestro hijo o hija es que debe darse permiso para reír.

• Si el amor mueve el mundo, las risas evitan que deje de ser interesante. • Aporte humor y un toque más ligero a su hogar. El humor reduce la ira,

disminuye el estrés y aumenta la tolerancia mutua. También vigoriza, fomenta la creatividad y proporciona un estado de ánimo optimista. Si quieres estar sano, bromea.

• Los niños o niñas dolidos tienen menor capacidad para aprender que los que no lo están.

LÍMITES:

• Los límites son “protección”, “fronteras” y “directrices”, proporcionan un norte.

• Los padres y madres tienen que desempeñar varios papeles para educar: policía, compañero, confidente…Hay ciertas responsabilidades que están muy por encima del objetivo de gustar.

• Una de las principales razones por las que las familias encuentran dificultades para establecer límites es que no tienen objetivos claros para sus familias o hijo o hijas.

• Algunas cosas no son negociables. • No espere una alegre docilidad, la alegría puede que venga después. • La disciplina surge de su relación global con sus hijos o hijas, la forma en que

está organizado su hogar y los valores que usted pone más de manifiesto. Sin amor ni risas tendrá poco éxito con los límites.

• Los niños o niñas quieren límites y disciplina porque los ayudan a sentirse seguros. La libertad puede dar miedo. Disciplina significa enseñar, no castigar.

• La expresión “porque lo digo yo” no sirve ya. Hable con sus hijos o hijas. • Los padres y madres deben organizarse antes de plantearle las cuestiones a sus

hijos o hijas, es mejor presentar un frente unido; aunque tan bien vale decir: “Yo opino esto y tu madre opina esto otro, y esta vez vamos a hacer caso a lo que opina tu madre”.

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LAZOS: • Las raíces son importantes. Tender puentes. (Música, helados, cine en casa,

grandes personajes, tebeos, dibujos animados, viñetas de periódico, corbatas, sombreros, anécdotas, fotos…)

• El contexto familiar, a menudo, no basta. Ampliarlo es un antídoto contra el egoísmo. Cuando los niños o niñas están mejor es cuando colaboran y contribuyen.

• Contribuir más que consumir; pertenecer más que comprar.

REGLAS PARA EDUCAR Parte 1ª : Reglas básicas para educar

1.- Se necesitan dos para que haya una pelea

• El desacuerdo es normal • Hay más alternativas que la pelea para solucionar los conflictos. • El conflicto constituye una oportunidad para un cambio positivo y para la

comprensión.

2.- Sorpréndalos siendo buenos • Trate a sus hijos o hijas como a invitados. (Gracias, por limpiar el coche, Jorge) • Busque lo mejor, y eso será, por lo general, lo que encontrará. (Jorge, tú sabes

que puedes hacerlo mejor que eso) • Contemple el mal comportamiento como la excepción, no como la regla. Cinco maneras de fomentar las buenas conductas: 1.- Sorpréndalos siendo buenos (Estupendo, has recogido tus juguetes sin que te lo

hayamos ordenado) 2.- Reconozca cualquier mejora. (Muy bien, Jorge. Has mejorados tu nota de

inglés de un 4 a un 5) 3.- Ofrezca incentivos (¡Premio! Has acabado los deberes antes de lo habitual,

salgamos a comer una pizza) 4.- Ofrezca alternativas a su hijo o hija para que él pueda elegir. (“Necesitas

ponerte una chaqueta. ¿Prefieres la azul o la roja?” 5.- Use la distracción (¿Quieres que te cuente la historia del perro Dog mientras te

pongo el cinturón de seguridad?) Cinco maneras de evitar una conducta inaceptable: 1.- Ignore la conducta inadecuada pero no destructiva, encaminada a atraer la

atención de usted. 2.- Exprese su enfado de forma breve. Deténgase. Espere que sus palabras surtan

efecto. 3.- Imponga un tiempo de reflexión por mala conducta. 4.- Retire privilegios. (Televisión, música, hablar por teléfono...) 5.- Deje que las consecuencias naturales tengan lugar. (Si su hijo o hija no ha

hecho los deberes deje que se enfrente a la reprimenda del profesorado; si ha olvidado algo, que lo eche de menos...)

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3.- Algunos problemas comunes y la forma de resolverlos

1.- PELEAS ENTRE NIÑOS O NIÑAS: - No haga caso del alboroto ni del drama... No represente el papel de

bombero. - Dígales lo que quieren que hagan “espero que vosotros...” - Déles a ambos niños o niñas un tiempo de reflexión... Déjeles que

resuelvan sus propios problemas.

2.- CONTESTAR: - No corresponda con enfado al enfado de su hijo o hija; hágale saber

que su comportamiento es inapropiado. - Sepa identificar los sentimientos de su hijo o hija.... (“Estás

enfadado”) - Explíquele lo que usted espera de él... (“Puedes decir que estás

enfadado sin insultar”). - Póngale un tiempo de reflexión para dejar que los ánimos se enfríen. - Al cabo de un rato, siéntese con él y háblele. (“Tenemos que

establecer algunas reglas sobre el tema de las contestaciones”)

3.- LLORIQUEO: - Ignore el lloriqueo - No conceda nunca una petición acompañada de lloriqueos. - Otorgue contrapartidas.

4.- INTERRUMPIR LAS CONVERSACIONES. - Siéntese con su hijo o hija y deje que participe a la hora de establecer

normas razonables sobre el tema. - No acceda a petición alguna formulada interrumpiendo una de sus

conversaciones. - Si su hijo o hija le interrumpe. Impóngale de inmediato un tiempo de

reflexión.

5.- EL DRAMA DE IRSE A LA CAMA - Piénselo antes, y deje que su hijo o hija participe en la hora de crear

una rutina para que se acueste. - Ignore cualquier protesta o táctica de retraso. - Deje bien claras sus expectativas. - Ofrezca contrapartidas.

6.- MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS - Deshágase de todo tipo de chucherías, comida rápida y golosinas que

haya en la casa. - Plantee sus preocupaciones. - No le dé dinero a su hijo o hija para comprarse ese tipo de comida. - Trate de plantear menús dentro de los gustos y preferencias de su

hijo o hija.

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- No emplee los temas relacionados con la alimentación como principal caballo de batalla.

7.- HABITACIÓN DESORDENADA - No regañe. - Deje claras sus expectativas. - Ofrezca contrapartidas e incentivos. - Haga participar a su hijo o hija a la hora de determinar la

recompensa por mantener su habitación ordenada y limpia.

Parte 2ª: EDUCACIÓN ENRIQUECIDA

Cinco Maneras de evitar las peleas familiares.

- Recuerde: en muchas ocasiones, la mala conducta es una llamada al amor. No se lo tome como algo personal.

- Recuérdele a su hijo o hija que ambos se hallan ene el mismo equipo. - Asuma que ni usted ni su hijo o hija son seres perfectos. - Afronte los conflictos: no los evite. - Preocúpese de su persona.

Cinco maneras de salir airoso de una pelea familiar.

- Trate de contemplar la situación desde la perspectiva de su hijo o hija. - Use la técnica de hablar de su propia experiencia. - Impóngale a su hijo o hija un tiempo de reflexión. - En caso de perder los estribos, tómese usted un tiempo de reflexión. - Pregúntese qué es más importante para usted... el amor al poder o el poder

del amor.

Cinco pasos para ayudar a su hijo o hija a ser independiente y responsable. - Escuche a su hijo o hija con una actitud positiva. - Déjele claro que se preocupa por él o ella. - Admita ante su hijo o hija que usted no es capaz de resolver el problema sin

su ayuda. - Anímele a solucionar el problema. - Deje que su hijo o hija afronte las consecuencias de sus acciones.

Parte 3ª: SENTIRSE BIEN

Cinco Pasos para incrementar la propia autoestima.

- Use monólogo interior positivo. - Deshágase de sus “yo debería”. - Entréguese a su pasión..., haga que suceda. - Considere la posibilidad de asistir a un curso de firmeza. - Recuerde: nunca es tarde para tener una infancia feliz.

Diez pasos para incrementar la autoestima de su hijo o hija.

- Haga una lista de las cualidades positivas de su hijo o hija.

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- Irradie pensamientos positivos hacia su hijo o hija. - Dedique tiempo exclusivo a su hijo o hija. - Tenga cuidado cuando hable de su hijo o hija. - Reconozca su esfuerzo, interés y concentración. - Anime a su hijo o hija a que aprenda a identificar y expresar sus

sentimientos. - Use un tono de voz positivo. - Enseñe a su hijo o hija en cómo convertir una queja en una petición. - Anímele a tener relaciones saludables, tanto dentro como fuera del entorno

familiar. - Anímele a realizar descubrimientos por su cuenta.

Cómo tratar el sentimiento de culpabilidad

- Corrija la situación con unos límites realistas. - Perdónese por no ser perfecto/a - Olvide el pasado y piense en el presente. - Use afirmaciones para evolucionar hacia un cambio positivo. - Inscríbase en un cursillo, grupo de apoyo y/o busque consejo profesional.

Cinco maneras de ser una familia feliz.

- Páseselo bien - Establezca reuniones familiares para resolver las dificultades. - Piense y planifique la diversión. - Busque tiempo para la diversión. - Celebre cada nuevo día.

CONSEJOS PARA FAMILIAS CON HIJOS O HIJAS INDISCIPLINADOS 1.- Proporciónele una estructura y supervisión diaria. Tener un horario y unas rutinas les ayudarán a afrontar mejor sus responsabilidades en la vida. Es necesario programar las tareas. No hay que sermonear si las tareas no se cumplen, sí hay que ser rígido en las consecuencias negativas que conlleve la no realización de tareas: menos dinero, menos salidas, no jugar al fútbol esa semana, no coger la moto... 2.- Capte su atención. Hay que hablarle con claridad, de forma directa, por su nombre, mirándole a los ojos. Las instrucciones que se les den deben ser claras, simples y paso a paso. 3.- Negocie unas normas y sus consecuencias. Las reglas deben ser formuladas de manera clara y concisa. Las consecuencias de su incumplimiento también deben ser específicas y conocidas. Si el chico no cumple una norma hay que actuar en consecuencia, sin que protestas y lloriqueos cambien la decisión. Póngale límites. Transmítale expectativas. 4.- Déle advertencias y un margen de tiempo. Ej: “Nos vamos al colegio a las 8:30, tanto si sí como si no has desayunado”.

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5.- Diviértase con él. Ofrézcale refuerzos positivos muy frecuentemente y de forma inmediata. Utilice la recompensa más que el castigo. El secreto de una buena disciplina es reconocer, reforzar y recompensar la buena conducta. 6.- La constancia en la labor educativa es lo que diferencia a los buenos de los malos padres. 7.- Háblele de los sentimientos que en usted provocan sus acciones. Cambiar el “tú haces esto o lo otro” por “haces que sienta esto o aquello”. 8.- No pierda la perspectiva global. Despersonalice y concrete los problemas. A veces los árboles no nos dejan ver el bosque. Tratar las situaciones en frío, sin culpar ni castigar. Buscando la solución, no el recreo en el problema. 9.- Implique a su hijo o hija en el proceso. Ayúdele a reconocer sus puntos fuertes y débiles, sus limitaciones y logros, a construir su autoestima, a incrementar su responsabilidad. 10.- Nunca haga por su hijo o hija lo que pueda hacer él por sí mismo. Ofrézcale responsabilidades y obligaciones.

CARTA DE UN NIÑO O NIÑA A SU FAMILIA

No me deis todo lo que pido. A veces sólo pido para ver hasta donde puedo coger. No me gritéis. Os respeto menos cuando lo hacéis, me enseñáis a mí también a gritar, y yo no quiero hacerlo. No me deis siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidierais cosas, yo haría las cosas más rápidamente y con más gusto. Cumplid las promesas que me hacéis, buenas o malas. Si me prometéis un premio, dádmelo; si es un castigo, también. No me comparéis con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me hacéis sentir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me hacéis sentir peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambiéis de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decidid y mantened vuestras decisiones. Dejadme valer por mi mismo. Si hacéis todo por mí, nunca podré aprender. No digáis mentiras delante de mí, ni me pidáis que lo haga por vosotros, aunque sea para sacaros de un apuro. Me hacéis sentirme mal y perder la fe en lo que me decís.

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Cuando hago algo malo, no me exijáis que os diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. Cuando estéis equivocados en algo, admitidlo y crecerá la opinión que tengo de vosotros, además, así me enseñaréis a admitir mis equivocaciones. Tratadme con la misma amabilidad y cordialidad con la que tratáis a vuestros amigos. El que seamos una familia no quiere decir que no podamos ser amigos también. No me digáis que haga algo que vosotros no hacéis. Yo aprenderé lo que vosotros hagáis, no lo que me digáis que haga. Cuando os cuente un problema no me digáis: “no tengo tiempo para bobadas”, o “eso no tiene importancia”; tratad de comprenderme y ayudarme. Y queredme y decídmelo. A mí me gusta oíroslo decir, aunque no creáis necesario decírmelo.