cuento folklorico

22
las caracteristicas de cada uno: El cuento folklorico esta dentro de la caracterización "cuentos populares" Los cuentos folklóricos: Se transmiten de forma oral. Son de carácter universal, se encuentran desde la antigüedad por todo el mundo. Son muy similares en todas partes, en lo que respecta a los aspectos estructurales de importancia. Se narra una sucesión de episodios, cuyo orden no puede cambiarse. Los episodios están subordinados al personaje. Se suele situar la acción en un espacio y tiempo lejanos. Existe en ellos un carácter impersonal, realizado en una forma sencilla de expresión. Todo está envuelto por una visión maravillosa, donde la realidad se somete a una moral popular. El cuento popular o folklórico, por lo tanto, puede definirse como: “Un tipo de narración en prosa sobre sucesos ficticios de transmisión oral”. En la actualidad, la narración de cuentos a un público infantil o adulto, congregado

Transcript of cuento folklorico

Page 1: cuento folklorico

las caracteristicas de cada uno:El cuento folklorico esta dentro de la caracterización "cuentos populares"Los cuentos folklóricos:Se transmiten de forma oral.Son de carácter universal, se encuentran desde la antigüedad por todo el mundo.Son muy similares en todas partes, en lo que respecta a los aspectos estructurales de importancia.Se narra una sucesión de episodios, cuyo orden no puede cambiarse.Los episodios están subordinados al personaje.Se suele situar la acción en un espacio y tiempo lejanos.Existe en ellos un carácter impersonal, realizado en una forma sencilla de expresión.Todo está envuelto por una visión maravillosa, donde la realidad se somete a una moral popular.El cuento popular o folklórico, por lo tanto, puede definirse como:“Un tipo de narración en prosa sobre sucesos ficticios de transmisión oral”.En la actualidad, la narración de cuentos a un público infantil o adulto, congregado exclusivamente para oírlo, ha comenzado a caer en desuso. En algunos países, está dejando paso incluso a la narración leída. Esto puede ser debido a que jamás los folcloristas se preocuparon tanto de la finalidad del cuento como del texto del cuento (igual ha ocurrido con el estudio del teatro) y se dedicaron más a recoger y publicar cuentos que a interesarse por la función social que los impulsaba.

Page 2: cuento folklorico

Caracteristicas del cuento tradicional:El cuento tradicional es una creacion literatia relativamente breve.de caracter narrativo, y autor anonimo,que refiere acontecimientos ficticios.Cada vez q se relata un cuento,en forma oral o escrita,se produce una versión de él,diferente de otra anterior.La finalidad del cuento es q si bien es proporcionar diversión y placer tambien tiene una función didáctica.

Cuento folklorico:Es el de raices tradiconales q abarca no solo las narraciones escritas,sino tambien todas las formas de la narración transmitidas oralmente

Page 3: cuento folklorico

PEDRO Y LA PERDIZ

Informante: Domingo Chávez. Tinoco (Córdoba). De: Cuentos folklóricos de la Argentina, 2a serie. Introducción, clasificación y notas por Susana Chertudi. Bs.As. Instituto Nacional de Antropología. 1964.

Pedro tenía dos sombreros, uno viejo y uno nuevo. A la orilla del camino hizo las de él y la tapó con el sombrero viejo, y él se puso el nuevo.

Por allá lejos venía un muchacho a caballo. Entonces le dijo que le tuviera el sombrero y le prestara el caballo para ir a traer una jaula para llevar la perdiz que tenía bajo el sombrero.

Entonces alzó con el caballo, y cuando (el muchacho) ya vio que Pedro no volvía, entro la mano despacito para agarrarla a la perdiz y le tiró un manotón para cazarla y se embadurnó toda la mano.

Entonces vio que Pedro lo había embromado y se fue de a pie.

Page 4: cuento folklorico

LA VENTA DE CHANCHOS

Informante: Cayetano Cuello. Villa de Merlo (San Luis). De: Cuentos folklóricos de la Argentina, 2a serie. Introducción, clasificación y notas por Susana Chertudi. Bs.As. Instituto Nacional de Antropología. 1964.

Pedro Urdemales andaba cuidando unos chanchos de su patrón. En eso vinieron unos paisanos que se los querían comprar y Pedro les dijo que se los vendería, pero que tendrían que cortarles las colas. Así se hizo.

Luego que se fueron los compradores, Pedro enterró las colas en un pantano. Entonces fue y le dijo al patrón que los chanchos se habían empantanado y que sólo las colas habían quedado fuera del barro.

El patrón fue hasta el pantano, tiró de una de las colas para sacar el chancho y se cayó para atrás. Lo mismo le ocurrió con cada una de las otras colas.

Pedro le dijo al patrón que eso ocurría porque los chanchos ya los había atrapado el pantano.

- Pedro, Pedro, ¡qué mal negocio me has hecho! - le dice el patrón

Así consiguió Pedro engañar al patrón y guardarse el dinero de la venta de los chanchos.

Page 5: cuento folklorico

EL ZORRO Y EL QUIRQUINCHO

El zorro y el quirquincho eran compadres. Salieron un día en busca de aventuras y procura de alimentos.

Yendo por un camino divisaron un paisano que venía hacia ellos guiando una carreta cargada de quesos. El quirquincho, más vivo de imaginación, ideó rápidamente un medio que le permitiría apoderarse de un rico queso con qué satisfacer su hambre y jugar una partida al zorro.

Convinieron los compadres que el zorro esperaría el fin bajo un árbol, y le quirquincho desapareció a preparar su plan. Corrió y se colocó en medio de la huella por donde debía pasar la carreta.

Al verlo, el carretero paró los bueyes y alegre por el hallazgo, lo echó en la carreta, prometiéndose para esa noche un buen asado de quirquincho. Pero el pícaro, apenas se vio libre de la vigilancia, siguió sus planes; empujando suavemente un queso, lo echó fuera de la carreta y se tiró en seguida sin ser sentido.

Comió todo lo que pudo, y fue a buscar a su compadre para hacerle parte, según lo convenido. El zorro, una vez que devoró su alimento, averiguó cómo había hecho para salir tan bien de la aventura.

El quirquincho le dijo que se había colocado en la huella, y al pasar la rueda por encima hinchó el lomo, volteando con el el rico queso que había comido.

El zorro corrió a realizar la misma hazaña; pero el carretero, al verlo tendido a través del camino lo hizo apretar con la rueda, pues lo aborrecía bastante a causa de los robos de gallinas, lazos y corderos que el zorro hacía en su corral. El quirquincho, vengativo, había tramado la mentira en desquite de las presas que su compadre le quitaba valiéndose de su mayor fuerza y rapidez.

Page 6: cuento folklorico

EL ZORRO Y SU COMPADRE

Un zorro y un quirquincho eran compadres, y se fueron un día a sacar las lechiguanas (colmena de gran tamaño que construye una especie de avispa silvestre en los árboles o entre las malezas). Llegaron a una encrucijada y dijo el zorro:

- Mire, compadre, nos separamos aquí. Cada uno va por un camino y el primero que se encuentre la lechiguana, da unos gritos para que sepa el otro y comamos juntos.

- Bueno, compadre - le contestó el quirquincho.

Eso que se fue el zorro, dice:

- Mi compadre zorro me quiere embromar, pero yo lo voy a hacer primero.

En efecto, a donde calculaba que iría el zorro se subió a un árbol, se agarró de la colita de una rama y quedó colgado. Va el zorro y desde lejos, al ver, dice:

- Ahora sí, halle una lechiguana, la voy a comer solito, sin avisarle al compadre para sacarla.

Entonces el zorro, al ver la picardía, se enojó y se fue adelante para engañarlo también, y se colgó de un árbol. Pero el quirquincho, sabiendo ya, sacó un gran palo y le dio por medio lomo. El zorro dio un grito, y el compadre le contó que le había pegado fuerte creyendo que era una lechiguana.

Page 7: cuento folklorico

EL HOMBRE Y LA MUERTE

Este era un curandero criollo, tan astuto y ladino, que llegó a dominar a la misma Muerte. De todas partes lo llamaban y a todos curaba, claro que haciéndose pagar muy bien sus servicios.

Un día, yendo a visitar un enfermo que estaba en las últimas, se dio de manos a boca con la Muerte, la que se iba acercando al rancho del enfermo. Entraron en conversación y como al curandero le gustaba mucho el juego y a la Muerte parece que también, se desafiaron. Jugaron a la taba y ganó el curandero. Entonces la Muerte tuvo que cumplir el pago, que era el de poder salvar el curandero a los moribundos, siempre que ella no apareciera a la cabecera de la cama. Si aparecía, era que el caso no tenía remedio.

El curandero se iba haciendo muy, pero muy rico. Con su astucia la burlaba a la Muerte y sanaba a todos los enfermos. Cuando aparecía la Muerte a la cabecera, le cambiaba al enfermo, haciéndole la cabecera a los pies de la cama. Así siguió curando y salvando hasta que, una vez, se encontró de nuevo con la Muerte. Esta dicen que lo llevó a un lugar donde ardían muchas velas, de toditos los tamaños. Era la cueva de la vida. Encantado quedó el curandero con tantas velas, a cual más linda y luminosa. Cerquita de él había dos: una que era la más linda de todas, muy grande; y otra, tan chica que era un pucho de vela. La Muerte le dijo entonces:

- ¿Cuál es la de tu gusto, viejo ladino, que me ganaste la apuesta de la taba?

- Pero cual ha de ser sino la más grande, la que tiene más cera, la que da más luz, la más llena de vida...

Se oyó una carcajada que hizo tambalear todas las luces. Y dijo la Muerte:

Page 8: cuento folklorico

- Ese puchito es la vela de tu vida. ¡Ja, ja, ja!

Y dicen que a los pocos días se murió el curandero

Page 9: cuento folklorico

ECHADITO NOMAS ESTABA

En sus pesquisas folklóricas, el maestro Carrizo llegó un día a cierto lugar apartado de los Valles. En el ranchito donde se hospedaba tenían un muchacho que era quien lo acompañaba en sus andanzas por los puestos vecinos. Con tanto subir y bajar las cuestas el maestro perdió su reloj y de ello se lamentaba encomendándose al bendito San Antonio, cuando vio llegar al galope, al muchacho, que había quedado muy atrás y con el reloj en la mano. El maestro arrebatándoselo, lo lleva al oído (era a cuerda, el reloj) y al comprobar que estaba intacto, lo interroga:

- ¿Y andaba cuando lo encontraste?

A lo que el changuito responde:

- No, señor, no andaba, echadito no más estaba.

Page 10: cuento folklorico

Juanija Lagartija

Juanija Lagartija vivía entre unas piedras en el campo. Como a todas las lagartijas, le encantaba tomar tranquilamente el sol sobre una gran roca plana. Allí se quedaba tan a gustito, que más de una vez había llegado a dormirse, y eso fue lo que pasó el día que perdió su rabito: unos niños la atraparon, y Juanija sólo pudo soltarse perdiendo su rabo y corriendo a esconderse.Asustada oyó como aquellos niños reían al ver cómo seguía moviéndose el rabito sin la lagartija, y terminaban tirándolo al campo después de un ratito. La lagartija comenzó entonces a buscarlo por toda la zona, dispuesta a recuperarlo como fuera para volver a colocarlo en su sitio. Pero aquel campo era muy grande, y por mucho que buscaba, no encontraba ni rastro de su rabito. Juanija dejó todo para poder buscarlo, olvidando su casa, sus juegos y sus amigos, pero pasaban los días y los meses, y Juanija seguía buscando, preguntando a cuantos encontraba en su camino.

Un día, uno aquellos a quienes preguntó respondió extrañado "¿Y para qué quieres tener dos rabos?". Juanija se dio la vuelta y descubrió que después de tanto tiempo le había crecido un nuevo rabito, incluso más fuerte y divertido que el anterior. Entonces comprendió que había sido una totería dedicar tanto tiempo a lo que ya no tenía remedio, y decidió darse la vuelta y volver a casa.

Pero de vuelta a sus rocas, precisamente encontró su rabito al lado del camino. Estaba seco y polvoriento, y tenía un aspecto muy feo. Alegre, después de haber dedicado tanto tiempo a buscarlo, Juanija cargó con él y siguió su camino. Se cruzó entonces con un sapo, que sorprendido le dijo:

- ¿Por qué cargas con un rabo tan horrible y viejo, teniendo uno tan bonito?

Page 11: cuento folklorico

- He estado meses buscándolo - respondió la lagartija.- ¿De verdad has estado meses buscando algo tan feo y sucio? -siguió el sapo.- Bueno - se, excusó Juanija- antes no era tan feo...- Mmm, pero ahora sí lo es, ¿no?... ¡qué raras sois las lagartijas! -dijo el sapo antes de largarse dando saltos

El sapo tenía razón. Juanija seguía pensando en su rabito como si fuera el de siempre, pero la verdad es que ahora daba un poco de asco. Entonces la lagartija comprendió todo, y decidió dejarlo allí abandonado, dejando con él todas sus preocupaciones del pasado; y sólo se llevó de allí un montón de ilusiones para el futuro.

Page 12: cuento folklorico

El árbol y las verduras

Había una vez un precioso huerto sobre el que se levantaba un frondoso árbol. Ambos daban a aquel lugar un aspecto preciosos y eran el orgullo de su dueño. Lo que no sabía nadie era que las verduras del huerto y el árbol se llevaban fatal. Las verduras no soportaban que las sombra del árbol les dejara la luz justa para crecer, y el árbol estaba harto de que las verduras se bebieran casi todo el agua antes de llegar a él, dejándolo la justa para vivir.La situación llegó a tal extremo, que las verduras se hartaron y decidieron absorber toda el agua para secar el árbol, a lo que el árbol respondió dejando de dar sombra para que el sol directo de todo el día resecara las verduras. En muy poco tiempo, las verduras estaban esmirriadas, y el árbol comenzaba a tener las ramas secas.Ninguno de ellos contaba con que el granjero, viendo que toda la huerta se había echado a perder, decidiera dejar de regarla. Y entonces tanto las verduras como el árbol supieron lo que era la sed de verdad y estar destinados a secarse.Aquello no parecía tener solución, pero una de las verduras, un pequeño calabacín, comprendió la situación y decidió cambiarla. Y a pesar del poco agua y el calor, hizo todo lo que pudo para crecer, crecer y crecer... Y consiguió hacerse tan grande, que el granjero volvió a regar el huerto, pensando en presentar aquel hermoso calabacín a algún concurso.De esta forma las verduras y el árbol se dieron cuenta de que era mejor ayudarse que enfrentarse, y de que debían aprender a vivir con lo que les tocaba, haciéndolo lo mejor posible, esperando que el premio viniese después.Así que juntos decidieron colaborar con la sombra y el agua justos para dar las mejores verduras, y su premio vino después, pues el granjero dedicó a aquel huerto y aquel árbol los mejores cuidados, regándolos y abonándolos mejor que ningún otro en la región.

Page 13: cuento folklorico

El girasol tardón

Había una vez un profesor que en una de las clases entregó semillas a sus alumnos para que plantaran y cuidaran un girasol. Uno de los niños, a quien encantaban las pipas de girasol, estaba tan emocionado que plantó la semilla y la cuidó con esmero durante días. Cuando por fin apareció el primer brote, el niño impaciente fue a ver a su profesor "¿puedo arrancarla ya?", le preguntó ansioso. El maestro contestó que aún debía cuidar la planta por mucho tiempo antes de poder recoger un buen montón de pipas de un solo girasol. El niño volvió decepcionado, pero siguió cuidando su planta. Pero cada vez estaba más impaciente, y no hacía más que preguntar al profesor cuándo podía cortar el girasol. Y aunque éste le pidió paciencia, en cuanto el niño vio las primeras pipas en la flor, la cortó para comerlas. Sin embargo, la planta estaba aún verde, y las pipas no se podían comer. El niño quedó desolado: ¡tanto esfuerzo cuidando su planta para al final echarlo todo a perder por un poco de impaciencia!. Y aún fue mayor su enfado cuando comprobó lo enormes que llegaron a ser los girasoles de sus compañeros, así que se propuso firmemente no volver a ser tan impaciente y hacer caso al profesor. Y además tuvo suerte, porque sus muchos amigos compartieron con él las deliciosas pipas de sus girasoles

Page 14: cuento folklorico

El regalo mágico del conejito pobre

Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba triste por el campo cuando se le apareció un mago que le entregó un saco con varias ramitas."Son mágicas, y serán aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando en darles buen uso.

Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre que casi no podía caminar."Dame algo, por favor", le dijo. El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dió a la oveja. Al instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de forma que al llegar a su casa sólo le quedaba una de las ramitas.Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito pequeño, llorando por el hambre, y también se la dió a él.

En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están las ramitas mágicas que te entregué? ¿qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas bien serían más mágicas?. ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos los campos de alrededor se habían

Page 15: cuento folklorico

convertido en una maravillosa granja llena de agua y comida para todos los animales!!Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos

Page 16: cuento folklorico