Criollo

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American Association of Teachers of Spanish and Portuguese is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Hispania. http://www.jstor.org Criollo: Definición y Matices de un Concepto Author(s): José Juan Arrom Source: Hispania, Vol. 34, No. 2 (May, 1951), pp. 172-176 Published by: American Association of Teachers of Spanish and Portuguese Stable URL: http://www.jstor.org/stable/333568 Accessed: 09-03-2015 17:11 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/ info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTC All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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American Association of Teachers of Spanish and Portuguese is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Hispania.http://www.jstor.orgCriollo: Definicin y Matices de un Concepto Author(s): Jos Juan Arrom Source:Hispania, Vol. 34, No. 2 (May, 1951), pp. 172-176Published by:American Association of Teachers of Spanish and PortugueseStable URL:http://www.jstor.org/stable/333568Accessed: 09-03-2015 17:11 UTCYour use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jspJSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected] content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsCRIOLLO:DEFINICIONY MATICES DEUNCONCEPTO JostJUAq ARROM Yale University, New Haven, Connecticut Leyendo enel 6ltimo ndimero de Hispania elvalioso trabajo del profesor J.E.Davissobrelosamericanismosde El ingles delos gilesos, henotado que se define el t6rmino "criollo" como: "Ameri- canchildof Spanishparents."' En cambio, enla resefia deunnotablelibro sobrenuestracultura colonial,aparecida en el New York Times, un conocido ameri- canistalo emplea delmodo siguiente: "... asfastastheIndianand Negro wardsofthe Spaniards were taught to read Castilian, theseCreoles .. ."2 Como estascitasson s6lo dos ejemplos delos distintos y hasta opuestos sentidos en que sevieneusandodicho vocablo, creo que talvezinteresariaaloslectoresdeHis- pania seguir la trayectoria de esta palabra para conocer su significado original y ob- servar los matices que ha ido adquiriendo enloscuatro siglosque lleva devidaen nuestroidioma.3 Siguiendo unorden cronol6gico, en- cuentro porprimera vezestavozafines del sigloxvi, enlaHistorianatural y moraldelasIndiasdel padre Jos6de Acosta.Enesa obra,publicada en 1590, se emplea en s61o una ocasi6n para aludir, de paso, alos "criollos (como all llaman alosnacidosde espafioles en Indias).'"4 Ahora bien, elsentido que por esa misma 6poca ledanotrosescritoreses mis amplio. ElIncaGarcilaso de la Vega,por ejemplo,explica enla Primera Partede losComentarios reales, publicada en 1609, que criollo "es nombre que lo inventaron los negros y asi lo muestra la obra. Quiere decirentreellos negro nacidoen Indias; inventdronlo para diferenciar los que van de ack, nacidosen Guinea, delos que nacen all6, porque se tienen por mis hon- rados y de mas calidad, por haber nacido en lapatria,que nosus hijos,porque nacieron en la ajena, y los padres se ofen- densiles llaman criollos.Los espafioles, por la semejanza, hanintroducidoeste nombreensu lenguajepara nombrar los nacidosalla.Demanera que al espafiol y al guineo, nacidos alla, les llaman criollos ycriollas."5 YSilvestrede Balboa, enun poema escritoenCubaen 1608,emplea el t6rmino precisamente como lo define Gar- cilaso,pues describeaun joven blanco como ... mancebogaldn deamor doliente, criollo del Bayamo,que en la lista se llam6 y escribi6 MiguelBatista,6 y mrs adelanteserefiere aotrocubano, llamado Salvador, de la manera siguiente: iOh, Salvador criollo, negro honrado! Y no porque tedoy estedictado ningdn mordaz entienda ni presuma que es afici6n que tengo en lo que escribo a un negro esclavoy sinraz6n cautivo3. Queda vistoenestos ejemplosque no era la pigmentaci6n de la piel ni lacondi- ci6n social lo que caracterizaba al criollo, sinohaber nacido enel Nuevo Mundo, de ascendientesno indigenas, bienfuesen europeos o africanos. Yaclaremos que la condici6n, esencial ydeterminante, dehabernacidoenel NuevoMundo no es mera fraseni simple accidente.La tierra, la vegetaci6ny el climaque loscolonosencuentranenel reci6n descubierto continenteson tandis- tintosalos que habian dejado allendeel mar,que enel proceso de adaptaci6n a esas nuevas condiciones fisicas improvisan soluciones de tipo culturaldistintas tam- bi6ndelas quedejaron ensusdistantes comunidades de origen. El conjunto de esasnuevas soluciones, esevivirdema- neradiferenteenunatierra diferente, 172 This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsCONCEPTODELO CRIOLLO173 crea, por extensi6n, unclima social pare- cido, pero no id6ntico, al de la viejapatria lejana. La convivenciacon una poblaci6n indigena de muy diversos patrones cultu- ralesaceleraeintensificael proceso, de manera que cuando surge la primera gene- raci6ndehombresnacidosen Indias, tanto el ambiente geogrifico primario como elsocialderivado ejercen un influjo de- cisivoenelmodode ser, de pensary hastadehablardeestos"hombres nuevos"delNuevoMundo.Lo que le aconteceal hijo delcolono europeo le sucede, talvezconm"s raz6n, al hijo delesclavoafricano.Ycomotantoel unocomo el otro son productos del medio en queconviven,porigualadquieren maticesculturalescomunes que losdis- tinguen delos inmigrantesque posterior- mente siguen Ilegando del Viejo Mundo. Pruebade que esosmaticesdiferen- ciantes eran ficilmenteobservablesdesde antesdeterminarel siglo xvI ladan algunos documentosliterariosdela 6poca.Asi, en 1591, eldoctorJuande C6rdenas, m6dico sevillanocon larga resi- denciaen M6xico, dedicaun capitulo de sulibroProblemas y secretos maravillosos de lasIndiasa explicar las diferenciasen modales,expresiones verbales y actitud mental que distinguian al nacido en Indias del "cachupin o rezin venido de Espafia."8 Precisamentelasmismascualidades que sefialaCardenaslasenumeraen1604 BernardodeValbuenaaldescribirala juventud mexicana.9 Yno s61o lasdife- rencias, sino tambi6n el resultante antago- nismo que dividia ya a losdeac4 y alos deallA quedaconsignado, tambi6nen 1604, enlaSumaria relacidn de lascosas de Nueva Espaifa del criollo BaltasarDo- rantes de Carranza.Y' Facilresultaria abundar enestodelos rasgosdiferenciantes,y sobre todoen los opuestospuntos devistadecriollos y peninsulares, especialmente a medida que avanza elcoloniajey sehacem6s agria y violentala pugna." Comonoes 6se nuestro prop6sito, sino seguir sucinta- mente la trayectoria hist6rica del vocablo, pasemos aexaminarotro ejemplo,y sea 6ste dela segunda mitaddel siglo xviI. Eldoctor Juande EspinosaMedrano, en su c6lebre Apolog6tico en favor de don Luis de G6ngora, publicado en 1662,explica: "Tarde parece quesalgo aesta empresa; pero vivimos muy lejos los criollos, y si no traenlasalasdel inter6s,perezosamente nos visitan las cosas de Espafia."'12 Sabido es queEspinosa Medrano fu6, como Garcilaso, un peruano en cuyas venas corriabuena proporci6n de sangre indi- gena. Siundoctomestizose llama a si mismo criollo, esevidente que elt6rmino careciade connotaci6n racial y tenia esencialmenteel significado cultural que hemosvenidonotando.13 Enel siglo xviiinovariaelcontenido ideol6gico deesta palabra. Jorge Juan y AntoniodeUlloala emplean en1748 sin darlelamenorconnotaci6n racial,pues consignan,primero,que "elvecindario blanco que habitaen Cartagena se puede subdivir endos especies: unade loseuro- peosy otradelos criollos,ohijos de aquelpais," 14 ypocodespu6sapuntan que los negros "se dividen en dos estados, que sonlibres yesclavos,y uno y otro enotros dos,que son criollos y bozales." 15 Igualmente, en 1788, frayIbigo Abbad declara que enPuerto Rico,donde se habia extinguidoya la poblaci6n indi- gena, "danelnombredecriollosindis- tintamenteatodoslosnacidos enla isla, de cualquiera casta o mezeclaque sean." 16 Pasemosahoraalos siglos xIx yxx. Enel primer terciodelxixcomienzan dos procesos hist6ricos que matizanel sentidodelreferidot6rmino aunque sin cambiar, por supuesto, sucondici6n esen- cial. Estosdos procesos son la prohibici6n delatratade esclavos y laformaci6n de las nacionalidades. Con la prohibici6n dela trata dejan de Ilegar los cargamentos de africanos. Como consecuencia, en aquellasregiones donde una parte considerable de la poblaci6n era negra, amedida quedesaparecen los "guineos," "bozales" o"de naci6n," van quedando s61o los"criollos." Yal llegar This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions174HISPANIA asertodos criollos, sehace insitil el uso de un adjetivoque subraye una diferencia ya inexistente.Enotras regiones, donde los negros formaban una parteexigua de la poblaci6n, esos pequefios grupos fueron disminuyendoprogresivamente absorbi- dos por los grupospredominantes."7 Ambasrazones contribuyeron a que "criollo" se usara, cadavez mis, inica- mente para diferenciar a losblancosna- cidosenlaAm6ricadelos que con- tinuaban llegando de Espafia, y tambi6n de Alemania,Italia,Irlanda, Francia y otros paises. Asise explicaque en1883 el peruano JuandeAronaafirmara que criollo "designa lo americano,pero de puroorigeneuropeo." s1Aunquelo de "puroorigeneuropeo" no deje de pare- cernos, tanto hist6rica como etnografica- mente, un puro dislate, ese significado ex- clusivohacorrido confortuna y de 61 se hanhechoecocasi todoslosdiccionarios. Ellectorhabradetenerencuentaesa connotaci6n, pero sin olvidar que sitodos los nacidos en la America, de origen euro- peo, son criollos, no todoslos criollos son, necesariamente, de puroorigeneuropeo. Los sentimientosnacionalistas que sur- gen al desmembrarseelvasto imperio colonial afectan, enotro sentido, el signi- ficado de"criollo." A principios del siglo xix todaviasesentianlosfuertes vfncu- losunitarios quepermitieron las proezas militares de un argentino enChile y de un venezolanoenColombia y elEcuador hasta converger ambossobreel Per-l; es decir, setenia plena conciencia de que constitufamosunasolacomunidad po- liticaal igualquelingiisticaycultural. Peroconeltriunfodelasarmasameri- canas,ypor razones que nocabe aqui explicar,19 fuimos fragmentandonosy le- vantandoartificialesbarreras politicas que no por artificiales fueron menos efica- ces parasepararnosy aislarnos.Como resultado, loscriollosdejamos deser los"hombres nuevos"del Nuevo Mundo, americanos todos,para transformarnos en argentinosyuruguayos, bolivianos y peruanos,colombianosy panamefios, mexicanosyguatemaltecos, dominicanos y cubanos.Y "criollo," ajusta6ndose al nuevo concepto, vinoa significar nolo americano esencial, sino lo nacional ypar- ticular. Basten algunos ejemplos. Del Perd, pre- cisamente, eslafrase"veniandoschile- nos y un criollo"'20 donde "criollo" equi- valea "peruano." De Chileesla copla Color'elatierramesma tienesu cara: a esalindacrioyita quien la besara,2' donde "criollita" significa,porsupuesto, "chilena." Yen el propio El ingl6s de los giiesos, cuando dofia Casiana dice: "Toma, ingl6s sonso,paque note metis con las criollas," 22 dudo que quiera decir con las "American children of Spanishparents," sino con las "argentinas." Yes mis, como loaut6ctono argentino sehavenido identificandocon lorural y lo gauchesco, "criollas" tiene alli el valor de "campe- sinas argentinas." Ahoraencuantoaanimales yobjetos inanimados.Enla provincia deBuenos Aires, por ejemplo, he vistoun tipo caba- llar, completamente diferenciado deotros tipos equinos, al que se designa por "caba- Llo criollo.""Criollo" significa alli "argentino," y cuando mas "rioplatense," pues no se encuentra esa clase de caballos en otras regiones de Hispanoam6rica. Del mismo modo, enCubasecosechauna papa llamada"criolla" paradistinguirla de las importadas de losEstadosUnidos. Como todas las papas son de origen ameri- cano (inclusive las"Irish potatoes!"), es evidente que el adjetivosignifica "cu- bana."Ylos quehayanaprendidopor experiencia quepara conocer cabalmente a Hispanoam6rica nobastaverlay sen- tirla, sino que ademas hayqueoirla, olerla ygustarla,quizAs recuerden haber saboreadoesassuculentas papas criollas enun guisomuytipico de Cuba,que se llama, por lamisma raz6n,"ajiaco criollo."A qu6 insistirmis? Criollo, en su sentidotraslaticio, significa lo nacional, This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsCONCEPTODELO CRIOLLO175 lo aut6ctono,lopropioy distintivode cadaunodenuestros palses. Desdeel siglo xIx, ymuyespecial- menteenestasIltimasdecadasdel siglo xx, elvocablo adquiere notable vigencia literariaen expresiones talescomo"la novela criolla," "eldrama criollo"y "escritores criollistas." Desglosar en todos sus pormenores en qu6 consisteelcrio- ilismo literario habra de quedar para otra ocasi6n.2"Porahora bastesefialar unade susmis importantes caracteristicas.Lo criollo, enelsentido traslaticioque aca- bamos de definir, se halla con mayor faci- lidad en los campos y las pequefias pobla- ciones, dondesehaconservadoconsu viejo aroma familiar el espiritu de nuestra tradicional cultura,que enlas grandes ciudades,que son cosmopolitas. De ahi que laliteraturacriollista sea, en gran parte, unaliteraturadecaracterrural enla quepredomina el paisajismoy la descripci6n deambientes ytipos locales. Ahora bien, sin sorpresa denadie que conozca a Hispanoamerica, cavando en la cantera de lo local se ha vueltoa descubrir nuestraunidadcontinental:el argenti- nismodeDon SegundoSombra, elco- lombianismo deLa vordgine y elvene- zolanismode Do~a Bdrbara resultan, vistosen conjunto, facetasdela unidad constituida por la novelaamericana.Ya trav6sdela comprensi6n del fen6meno literario sehaidomas lejos todavia.Los escritores, acostumbradosalintercambio de libros, derevistas y de cartas,y no pocos deellosdadosa viajar,ya como diplomaticos-pues los diplomaticos crio- 1loshansidotradicionalmentehombres deletras-o ya como periodistas,pro- fesores yltimamenteexpatriadospoli- ticos, hanhallado que los argentinos, pe- ruanos, venezolanosodominicanosno pueden sentirse extranjeros entremexi- canos o cubanos, que nos unen no s6lo un idioma comdn sinounacomunidadde experiencias hist6ricas, de problemas y de aspiraciones, deintimos sentimientos, en fin, lamisma Weltanschauung quedirian los alemanes. Entre los hombres de letras, poreso,"criollo" adquiere ennuestros diassu pristino sentidode"lo americano esencial."'24 Yasivolvemosadondecomenzamos: criollo, en lengua espafiola, es unt6rmino queindicadistincionesdecarictercul- tural,yloscriollos somoslos que, sinser indigenas, hemosnacidodeesteladodel charco yhablamos y pensamos en espafiol con sutiles matices americanos. O dicho en otras palabras,somos, individual y co- lectivamente, laresultantehumanadel "SpanishAmerican way oflife." NOTAS 1 Jack EmoryDavis, "TheAmericanismos in El ingles de los giiesos,"Hispania(1950), xxxIIi, no. 4,p.336. 2 Herschel Brickell,"ArtandLifeinNew Spain,"NewYork Timee Book Review, Jan. 1, 1950, p. 5. 3 Por supuestoque el tema tiene ramificaciones enportugu6s,francds, ingl6syotrosidiomas. El objeto de estas pesquisas se circunscribe a la lenguaespafiolay alos"criollos" s6lo en cuantoelt6rmino serefiere alosde Hispano- am6rica. SJos6 de Acosta, Historia natural y moral de las Indias,libro Iv,cap. 25.Primera edici6n: Sevilla,1590. Cito por laedici6nde Madrid, 1742, p. 247. 5 Inca Garcilaso de la Vega, Comentariosreales de los Incas, Primera parte, libro Ix,cap. 31. La primera edici6n:Lisboa,1609. Cito por la edici6n de Madrid, 1723, pp. 339-340. 6 Silvestrede Balboa,Espejode paciencia, La Habana,1941, p. 91. 7 Ibid.,pp. 103-104. 8 Juan de CArdenas,Problemas y secretos mara. villosos de las Indias, libro III, cap. 2.Primera edici6n: M6xico,1590.Cito por laedici6n facsimilar,Madrid,1945, pp. 176-178. 9 Bernardode Valbuena, Grandeza mexicana, cap.III. Primera edici6n: M6xico, 1604. Enla edici6n de Mdxico, 1941, v6anse especialmente laspginas39-40. 10 BaltasarDorantesde Carranza, Sumaria relacidndelascosasde laNueva Espafia, M6xico,1902,pp. 112-114y 150-154.Del primer trozo proceden lasfrases: "Oh, Indias, madre delos extrafios ...madrastradevuestroshi- jos. ..."Enel segundo sehallaelsoneto que citoacontinuaci6ncomosintesisdelresenti- mientocriollo: Vienede Espafia por elmar salobre a nuestro mexicano domicilio un hombre tosco,sin algdn auxilio, de salud falto ydedinero pobre. This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions176HISPANIA Y luegoque caudal y 4nimo cobre, le aplican en su bArbaro concilio, otroscomo 61, de C6sar yVirgilio lasdos coronas de laurel y robre. Yelotro que agujetas y alfileres vendia por las calles,ya esunconde en calidad,y encantidad un Fdicar: Yabomina despu6s el lugar donde adquiri6 estimaci6n,gusto yhaberes, y tiraba la j4bega en Sanldicar. 1Esa pugnafu6, comose sabe, de caricter esencialmente politico. Enlo cultural, sibien es cierto que existen los matices diferenciativos que acabo de puntualizar, espafioles e hispano- americanosconstituimosunsolo cuerpo de cultura dentro de laoccidental.Se trata,pues, dediferenciasdentrodeunmismo patr6n general que resultan insignificantes sisecom- paran, digamos, con las que nos distinguen de losfranceses. 12Juande EspinosaMedrano,Apolog'tico en favor dedon Luis de G6ngora, Lima,1662, secci6n "Al letor"en las piginaspreliminares sinnumerar. 13tCabe citar aqui, amanera de aclaraci6n, el siguientep4rrafo dedonPedro Henriquez Urefia:"Resultaartificialtrazaruna tajante linea divisoria entre el criollo como descendien- te puro de europeos y el mestizo como hombre de sangre mezclada. Por regla general, deciase criolloalmiembro delos grupos socialesmns altos, auncuando tuviese sangre india-acaso no muyperceptible despuds del sigloxvi, pues los grupos a que pertenecia continuamente se mezclaban, por matrimonios, conlos reci4n Ilegados de Europa... " (Las corrienteslitera- riasenla AmBrica Hispdnica, Mdxico, 1949, p.215, nota 15.) 14 Jorge Juan y Antoniode Ulloa,Relacidn histdrica del viaje ala AmBrica meridional, Madrid,1748,tomo I, libro I, cap.4,p. 40. 16 Ibid.,p. 43. 11 IfTigo Abbad, Historia geogrdfica, civil y politica delaisladeSan JuanBautista de Puerto Rico, Madrid,1788, p. 267. 17En Chile, a principios del sigloxix, seesti- maba una poblaci6n negra de unos 120,000;hoy esdificilhallar uno. En la Argentina, en tiem- pos de Rosas, habia en Buenos Aires numerosos negros;hoy han desaparecido casi porcom- pleto. 18JuandeArona (seud6nimo dePedroPaz SoldAn y Unanue), Diccionario de peruanismos, Lima, 1883, p. 264. 19Puedeconsultarseelameno ypenetrante estudiodeGermAn Arciniegas,Estepueblo de America, M6xico 1945, especialmente las pigi- nas151-163. 20Citada por Augusto Malaret, Diccionario de americanismos, 3a. ed., Buenos Aires,1946, p. 267. 21 AugustoMalaret, Los americanismos en la copla popular, New York,1947, p. 51. 2 Benito Lynch, El ingles de los giiesos, 6a. ed., Buenos Aires,1940, p. 265. 23 Ellector que quiera iradentrindoseen este asunto puede comenzar con los siguientes tra- bajos: JuanCarlos Alvarez, "!El espiritu criollo?,"Nosotros, Buenos Aires, 2a. 6poca, x,1939, 67-77; CarlosAlberto Erro, Medida del criollismo, Buenos Aires,1929; Mariano Latorre, "Bret Harte y elcriollismo sudameri- cano,"Atenea,Chile, xxxI, 1935, 437-462 y xxxII, 1935, 105-109; F6lixLizaso, "Elcrio- Ilismo literario," conferencia en la Universidad del Aire,recogida enlos Cuadernos dedicha instituci6n, La Habana,1933; VictorP6rez Petit, "Defensadeldrama criollo,"Nosotros, Buenos Aires, 2a. 6p., iv,1937, 239-255; Arturo Uslar Pietri, "Locriolloenla literatura," Cuadernos americanos, Mdxico, xLIx, no. 1, enero-febrero 1950, 266-278. 24Este concepto estA pasandortpidamente al pueblo. En la Habana, hace poco, of un diilogo entre un limpiabotas y un vendedor de peri6di- cos (uno negro, blanco el otro), en que el pri- mero asegurabaque tal y tal cosa no podia suceder "entre nosotros los criollos, porque en laAm6ricacriolla... " Yse referia, claro est,, alamisma Am6rica que otro habanero, Jos6 Marti, llam6hacemrs demediosiglo "Nuestra Am6rica." This content downloaded from 200.37.4.230 on Mon, 09 Mar 2015 17:11:51 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions