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CONGRESO INTERNACIONAL EN TEMAS Y PROBLEMAS DE INVESTIGACION EN EDUCACION, SOCIEDAD, CIENCIA Y TECNOLOGIA
MESA: SOCIEDAD, EDUCACION Y CULTURA PONENTE: MG JUSTINA CAICEDO SALCEDO
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PONENCIA: LAS TICS: ESPERANZA QUE NUTRE LA MUJER AFRO
Resumen
Las tecnologías disruptivas en el campo de las comunicaciones, en especial la
internet, ha tocado las comunidades con población afrodescendiente, en las que
la Mujer Afro es elemento principal de conservación y sustentación, y mostrado
nuevas formas de contacto directo para sus propios miembros, y de
descubrimiento de otros pueblos y sus identidades que también hacen parte de la
diáspora afro en América, con el consiguiente deseo de ampliar su presencia en
este Nuevo Mundo virtual; sin embargo, las barreras de acceso a estos nuevos
medios y herramientas las continúan marginando. También, están los riesgos de
una exposición a estos medios, sin las adecuadas herramientas formativas que
les permitan evadir las trampas alienantes y que en cambio si podrían, abrir el
camino a una apropiación que permita negociar su presencia y existencia social,
participando y contribuyendo al dialogo respetuoso entre saberes y culturas.
Palabras Claves
Identidad cultural, TICs, Internet, Mujer Afro,
1 Asesora de Post grado en la Universidad San Buenventura Cali, sus investigaciones se han centrado en la
Mujer Afro especialmente, proveniente del Pacifico colombiano, para revelar sus profundas convicciones de
Amor y Vida, cuya Esperanza se nos revela como una Voz de vigencia Universal.
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Abstract
Disruptive technologies in the field of communications, especially the Internet, has
performed with Afro-descendant communities in which African Women is the main
element in order to conservation and sustainability, and shown new forms of direct
contact to their own members, and discovery of other peoples and their identities
are also part of the African diaspora in America, with the consequent desire to
expand its presence in this new virtual world, however, the barriers to these new
media and tools that continue to marginalize. Also, are the risks of exposure to
these media without proper training tools that allow them to can’t evade traps and
alienating; instead if Afro Women could open the way to negotiate ownership
allowing their presence and social existence, participating and contributing to
respectful dialogue between knowledges and cultures.
Key Words
Ethnic identity, Internet, TICs, cultural identity, communication and culture
Introducción
La “aldea global” (McLuhan & Powers, 1989) es una realidad para quienes
acceden a la información disponible en redes a través de tecnologías de
computadores y comunicaciones, por lo que más bien, hemos derivado en la
“sociedad en red” (Castells, 1996) en la que todas las actividades de la sociedad
se hallan conectadas, sin pausas, sin intervalos, sin distancias.
Así, personas en distintos lugares, pueden experimentar las mismas cosas al
mismo tiempo (o en tiempo diferido), no física, sino de manera virtual,
ubicándonos en un entorno de simulaciones y representaciones sensoriales
vívidas que desafían nuestra auto-interpretación e identidad.
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Los efectos de una comunicación creciente entre personas con diverso bagaje
cultural y localizados en distintos sitios, por supuesto que tiene efectos positivos y
es algo deseable; sin embargo, hay efectos no deseables, cuando este
intercambio es disruptivo de manera desintegradora de las identidades culturales,
y de instituciones que como en el caso de la familia ven a sus jóvenes separarse
sin remedio de sus prácticas religiosas, sanas costumbres y motivación por
estudiar.
Sería recomendable entonces, una Educación que nos ayude a todos y todas a
negociar nuestra identidad cultural con las identidades y valores que nos ofrece la
globalización; sin desechar sus estándares descentralizados y democráticos, ser
conscientes de las líneas-obstáculo-territorio que su acceso privilegia y que no
contribuyen a una sociedad justa, tolerante e inclusiva.
Una Educación que conscientemente aporte herramientas para una “hibridación”
(Bhabha 1994) en la continua construcción de nuestra identidad en ese
intercambio y negociación, con la habilidad necesaria para negociar las
diferencias de modo positivo y esperanzado en la realización propia y de los
demás.
Algunas Cuestiones para Responder
Ya es incuestionable el papel que en la construcción de la identidad cultural de la
Mujer Afro en general, tiene la internet y las TIC’s, por lo que enunciaremos
algunas cuestiones clave, como:
¿Cuál es la significancia como Mujer Afro de las mujeres afro del pacifico
colombiano?
¿Cómo esa identidad de Mujer Afro se extiende y expresa en la internet y las
TIC’s?
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¿Cómo las TIC’s y especialmente la internet, contribuye al proceso de
construcción de la identidad Mujer Afro?
De qué manera la Mujer Afro del pacifico colombiano utiliza la internet, a
diferencia del encuentro cara-a-cara entre miembros de la familia o con otras
mujeres afro del pacifico colombiano que han migrado a las ciudades del interior
del país.
¿Cuáles son las posibilidades que las TIC’s y especialmente la internet ofrecen a
las Mujer Afro en la construcción de su identidad cultural?
¿Cómo y por que la Educación en las TIC’s juega un papel preponderante en la
construcción de la Mujer Afro en la diáspora, como un Ser pleno de sentido y no
como un individuo alienado por la irresponsabilidad de la mass media y el
consumismo?
Construcción de Identidad
Para abordar la construcción de la identidad de la Mujer Afro del pacifico
colombiano y el papel que en ello han empezado a jugar las TIC’s, comenzamos
por revisar las experiencias que sobre el particular tienen las mujeres que son
miembros de las organizaciones de afrodescendientes de AFROAMERICA XXI, y
de la Red de Mujeres KAMBIRI. Otra sesión de entrevistas se realizó con ocasión
del evento “Redes Sociales” organizado en el marco del FESTIVAL DE CINE
AFRODESCENDIENTE “ANANSE” promovido por la productora SELLO NEGRO.
Todas ellas conocen desde su propia experiencia diasporica, la transformación en
que están inmersas como migrantes forzadas a las poblaciones del interior del
país colombiano, o a sus ciudades grandes, y también de primera mano han visto
como ha entrado en juego e influenciado las nuevas tecnologías conducidas por
las TIC’s en sus usos costumbres y definición de sí mismas.
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Por algunas limitaciones, metodológicamente nos hemos centrado en las mujeres
de las organizaciones mencionadas, que nos proveen de información preliminar
sobre la manera como la primera y segunda generación de migrantes mujeres de
la diáspora afro construyen su identidad cultural y la forma como las TICs y en
especial la internet influyen y son utilizados en este proceso.
Contexto
Si bien el fenómeno de lo on-line se mira más bien como un ascenso post
moderno de un paradigma que releva lo tradicional con unas características no
vistas en la movilidad, el pluralismo, la globalización e información, diversidad de
redes sociales, multiplicidad de voces intervinientes, en un incesante flujo de
signos, imágenes, discursos e identidades (Diamandaki 2001), ha producido como
resultado, la mengua en el tipo tradicional de identidad basado en la nación de
origen y la ascendencia étnica; en su lugar, las personas se afilian a salas de chat
on-line, websites, redes sociales, foros de discusión y otros nuevos referentes
espacio-temporales a los cuales se les da un significado y trascendencia que
antes solo se aplicaba a los espacios físicos; y que en todo caso conducen a la
construcción de identidades multifacéticas, diversas y no limitadas por el espacio-
tiempo físico, para ser reconfiguradas en lo que se ha propuso llamar “comunidad
virtual” (Rheingold, 2000).
Por otro lado, se nota la emergencia de una tendencia en sentido contrario, y es el
reclamo por parte de individuos y grupos frente a esta “vida liquida” (Bauman,
1996) de la vida social contemporánea, por una renovación de su identidad en la
búsqueda de un sentido de pertenencia y de comunidad.
De todos modos, la modernidad tardía y post, están intrínsecamente ligadas a las
influencias globalizantes con sus distorsiones sobre grupos e individuos para
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responder a sus desafíos, con la incertidumbre que tal cosa conlleva (Giddens,
1991).
Tales cambios son tanto incrementales, como intensivos y llegan a las
profundidades individuales, con tal potencia, que amenazan la propia “seguridad
ontológica” (Giddens 1991: 183-4), por lo que la reconstrucción y redefinición de
las formas convencionales de identidad y comunidad pueden verse como un
intento de ganar control en un mundo crecientemente complejo y fluido, al
responder con mayor vehemencia desde la identidad particular (Diamandakis,
2003).
Al parecer las TICs en especial la internet, son tecnologías que tienen el potencial
tanto de minar como de confirmar las identidades convencionales, para la Mujer
Afro esta actualidad tecnológica, le ha permitido descubrirse identitariamente
desde lugares tan diversos como la costa Ecuatoriana, ciertas poblaciones en la
cercanía limeña como Peruana, el altiplano boliviano, dispersas en el paisaje
humano de Buenos Aires, en el Caribe, a lo largo de Centroamérica, Méjico y en
incontables lugares de los Estados Unidos y del Brasil, unas invocando a
Yemaya, otras invocando un Dios cristiano, en el pacifico invocando a la Virgen
María.
Ese encuentro se da a través de límites geográficos y políticos, en una escala que
nunca antes fue posible para la diáspora de la población afro, permitiendo el
reconocimiento y encuentro de comunidades dispersas por toda América que se
identifican de manera diversa como palenqueros, raizales, rasthas, caribeños,
negros, afroamericanos, garífunas y otras etnias; en una diversidad de
identidades engendrada por entornos diversos, con la particularidad compartida
de la herencia africana, que sin haberse contactado antes, de manera múltiple y
matizada se expresa en los cuerpos, en las cadencias rítmicas, ritos, actitud
religiosa, maternidad, tradición oral, festividades y celebraciones.
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Para estas identidades, que no son nuevas, la internet ha significado en un
sentido, la reafirmación de una experiencia amplia y compartida que es la
diáspora afro, y en otro sentido, la amenaza de perdida con la introducción-
intromisión de valores globales como el consumismo, la masificación del mercado
para artículos de artesanía, vestido, uso y principalmente la mass media dirigida
por una publicidad y unas directivas que en el caso colombiano invisibilizan y
marginalizan lo afro.
Cada comunidad afro congregada por la percepción de su origen común,
ascendiente étnico y cultural ha desarrollado sus propias formas convencionales
de interrelación personal, las cuales sustentan un sentido de pertenencia que
hasta hoy se ha movido y contorsionado en una dinámica acorde con el flujo de
las corrientes de agua en los ríos y las orillas del pacifico colombiano o en los
encuentros ocasionales que con intermitencia se institucionalizan y ganan
posición en las celebraciones de lo afro o de lo étnico que en los últimos años ha
ganado alguna participación en eventos nacionales.
Pero el contacto cara-a-cara y el contacto telefónico escuchando una voz
conocida que cuenta y referencia la comunidad “lejana” solo el celular y la
internet lo ha hecho posible, permitiendo una sustentación de los lazos cercanos,
para dar continuidad y renovar esa pertenencia en la diáspora.
Aquí, debemos matizar, porque hay importantes diferencias de las comunidades
afro en el contexto rural y en el contexto urbano.
Correlato del Territorio
Si bien se hace mucho hincapié en la condición homogénea de las TIC’s por su
escenario operativo esencialmente “virtual”, las diferencias en las posibilidades de
acceso a estas son autenticas líneas-obstáculo-territorio que delimitan lo que las
mujeres afro que viven en áreas urbanas pueden hacer o la información a la que
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tienen acceso, de lo que las mujeres afro de zonas rurales en los caseríos de la
selva pueden.
Así, están siendo sometidos a gran stress nuestras nociones de territorio, uno de
los pilares fundacionales del imaginario y concepción de lo étnico y lo es también,
para el caso de la comunidad afrocolombiana y lo es más para la Mujer Afro, parte
medular de esta concepción de identidad.
De allí que, para ella:
“…en lugar de imaginar las redes desde una perspectiva de
“desierto territorial”, sería más acertado centrarse en el papel
activo de las TICS en la organización territorial y sus posibles
articulaciones” (Tecnologías de la Información y Multifuncionalidad del
Territorio, Universidad Autónoma de Barcelona).
Correlato Generacional
Otro elemento que se ha de tener en cuenta aunque corre de manera separada
en la identidad cultural de la Mujer Afro, son los factores generacionales, los
cuales marcan distintos tipos de habilidad y de acceso a las TIC’s de acuerdo con
la edad.
Contexto Rural
En las zonas de comunidades afro en Colombia el acceso a internet es nulo salvo
las cabeceras municipales, de manera que el acceso a internet es limitado y
disponible solo esporádicamente cuando se visita la cabecera para los habitantes
de las veredas y áreas rurales que son las zonas extensas de los territorios
municipales.
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También la comunicación telefónica y por celulares solo está disponible en las
cabeceras municipales, por lo que el territorio extenso de los municipios está
completamente al margen de estas facilidades, con acceso solo a la televisión
analógica con las limitaciones de sus canales y programación.
No es por demás anotar que las áreas donde vive población afro en Colombia,
son las menos atendidas por el estado en materias de energía, salubridad,
educación y demás presencia institucional (Inter-American Commission on Human
Rights, 2011).
Contexto Urbano
Para las comunidades afro, está referido a la población que vive en las grandes
ciudades y que se identifica como afrodescendiente, ello es así, porque muchas
de las personas afrodescendientes que viven en las grandes ciudades
colombianas, han venido de hace mucho tiempo y su conexión con su comunidad
ancestral carece de vinculo directos, o es una persona de segunda o tercera
generación descendiente de los que migraron originalmente, o en otros casos su
vertiente familiar ha tenido un proceso de mestizaje bastante radical y para el ya
no es posible culturalmente reconocerse como afro.
En las ciudades el acceso a la internet es sostenido a través de tiendas de este
servicio, u otros medios como el trabajo, el centro de estudio o la conexión propia
en los casos que sus posibilidades económicas de los permite.
De allí que el activismo tanto por la integración y reconocimiento de lo Afro como
específicamente de la Mujer Afro, se coordine y manifieste en este contexto,
donde intervienen profesionales y estudiantes cuya única posibilidad de acceso a
las corrientes sociales y políticas se ha dado por su alejamiento de sus
comunidades para buscar su mejoramiento al integrarse en las ciudades y
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poblados de las cabeceras municipales a la educación formalizada y no
formalizada, y junto con ello acceder a las comunicaciones y la internet.
Contexto del Dialogo
En estas condiciones, entre una población en las cabeceras de los municipios
afro, que en muchos casos desempeña labores directamente en la zona rural; y
de otra parte la población Afro en las grandes ciudades colombianas, se establece
un dialogo estrecho, completado por el celular, que permite diseminar información
a no tan bajo costo (aunque sí al menos al alcance de los involucrados),
informarse sobre actividades que si bien afectan una comunidad en particular, son
reproducibles en otras sus efectos tanto adversos como positivos, en una
irresoluta aunque “continua memoria colectiva” (Da Rosa, Gold y Lamy 2004).
Las mujeres Afro son el motor principal del intercambio de noticias relativas a
cuestiones de la población Afro, las activistas principalmente, manejan
interminables listas de correos electrónicos con los cuales esparcen información
relativa Ley 70, etnoeducación, ONGs, comentarios negativos de personajes
nacionales o del exterior, mezclado con comentarios bien intencionados sobre
salud, bienestar y superación, con pedidos para obras sociales en alguno de los
pueblos del pacifico colombiano, o vinculaciones e invitaciones a festejos y
celebraciones en consonancia con los que se realizan en alguna de las regiones
del litoral Pacífico.
Por otra parte, las páginas web que creadas con el propósito de motivar a tratar
cuestiones afro por sus contenidos, no tienen mucho tráfico. Las causas podrían
ser en parte que son relativamente pocos de la población afro que tienen acceso
a navegación ilimitada para dar sustentación a estos sitios web, y/o que no tiene
el suficiente nivel de atracción en sus contenidos.
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Para la generación de jóvenes, con acceso a internet, la negociación de su
identidad cultural afro es mucho más fácil de negociar que para la generación de
sus padres y abuelos, los cuales en la mayoría de los casos hacen uso de las
TIC’s de manera indirecta, pues aunque no manejan el computador o un celular
directamente de manera apropiada; lo hacen, a través de sus hijos, sobrinos,
algún familiar o amigo cercano. En tal caso, para ellos, su identidad cultural está
plenamente definida, y se instrumenta de manera parcial en la medida de sus
necesidades comunicativas a través de la internet.
Identidad Cultural
La identidad cultural de la Mujer Afro, se ha formado en la diáspora como núcleo
de su verdad histórica y desde la cual se ha visto o sentido obligada a
reivindicarse, aludiendo para ello, a lo que comparte con otros-as colectivamente,
en historia y ancestros (Hall, 1994).
En esos términos, la identidad cultural refleja la experiencia histórica común y los
códigos culturales compartidos, que nos constituyen como “un pueblo”, y que
permanecen estables y constantes en un marco continuo de referencia y
significado frente a las vicisitudes de la historia y la actualidad.
En los términos de la misma Hall, esa diferencia única y particular, frente a los
demás, es la verdadera esencia de nuestra condición de Mujeres Afro, esa
identidad compartida en la diáspora es la que nos lleva a profundizar, excavar y
sacar a la luz a través de formas expresivas a veces particulares y otras
representada en formas modernas y ancestrales de comunicación y arte.
Esta concepción de nuestra identidad cultural como Mujer Afro, es la que marca
nuestra cotidianidad, y nos ha conducido a la exigencia a través de
organizaciones al reconocimiento de nuestras parteras del pacifico, a conservar y
difundir nuestras artes cosméticas y su expresión artística en el peinado, a
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conservar y asimilar de manera particular la gastronomía fincada en el sabor de
una cocina particular; en fin a modelar el mundo de acuerdo con códigos muy
nuestros mientras asimilamos lo nuevo desde la marginalidad a que hasta ahora
hemos sido avocadas.
Es el redescubrir esa identidad que en palabras de Fanon es una “investigación
apasionada” que pretende con secreta Esperanza, descubrir mas allá de de la
miseria del hoy, de la injusticia, la resignación y la pena, alguna belleza y
esplendor cuya existencia nos rehabilite a nosotras mismas y a otros.
Con esa secreta Esperanza compartimos como Mujeres Afro, las practicas
ancestrales y en la medida de lo posible su recuperación y conservación, con la
profunda convicción de honrar y reivindicar a nuestros antepasados y comulgar
con los otros miembros de la comunidad en una Esperanza compartida.
Para la población Afro, nunca ha sido esta una identidad cultural cifrada en la
ciencia arqueológica o en la escritura de una historia empeñada en mantenernos
invisibles, sino cifrada en la leyenda y los mitos compartidos y en esa tradición
oral, que fluye con naturalidad en cantos y ritos que nos interpretan y en la que
nos sentimos vinculadas como “propios”, mas aun si por el color de la piel nos
marcan como diferentes.
Aunque también existe otra visión de la identidad cultural mencionada por Hall
(Hall, 1994), que con sus rupturas y discontinuidades nos han conducido por un
entramado histórico para llevarnos a ser lo que hemos llegado a ser; donde
nuestra pertenencia al pasado es tan relevante como nuestra pertenencia al
futuro, allí como en todo lo que esta signado por la historia, nuestra identidad
cultural se halla en transformación constante, más allá de cualquier pasado
esencial.
El pasado que buscamos, no puede serlo para conservar historias de esclavitud,
sometimiento brutal y discriminación, como el núcleo de sentido de nuestra vida
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por toda la eternidad. Pero indudablemente, esos elementos están entretejidos en
la narrativa de nuestro pasado.
Los vectores: similaridad-continuidad y de diferencia-ruptura (Hall, 1994), que
muestran la experiencia compartida por la diáspora afro, son precisamente de una
profunda discontinuidad; la presencia en América ha sido conducida de modo que
la gente afro fue “unificada” a través de sus diferencias, y al mismo tiempo a
estas personas se les negó el acceso directo a su pasado. De ese modo, las
similitudes y las diferencias persisten a lo largo de una continuidad.
Las referencias, sin embargo, están en constante reposicionamiento, para la
época de la colonia en las Américas, los traídos de África y sus descendientes
estaban completamente separados del resto de la sociedad, y durante mucho
tiempo fue así, hasta las luchas independentistas, en las que los Haitianos fueron
primero. Igual cada sector geográfico ha negociado su relación con la metrópoli
dominante, de manera distinta.
En el caso colombiano, todavía, las regiones costeras del pacifico, de los
departamentos de Nariño, Cauca y Valle, con población afro, negocian su política
(por supuesto, también la cultural) con la capital departamental, completamente
desconocedora, cuando no, decididamente hostil a lo Afro.
Y a su vez, todos han de negociar —lo cual incluye al departamento del Choco,
único con autoridades administrativas afro— con Bogotá, los mismos u otros
tópicos, con resultados igualmente inciertos por los intereses cruzados y propios
de la metrópoli.
Aunque silenciada por la realidad esclavista, África fue un factor cotidiano en la
vida de los esclavizados, en sus costumbres, lenguaje, nombres, palabras,
algunas veces o casi siempre desconectado de su taxonomía, pues se filtraba
secretamente en la estructura sintáctica de los otros lenguajes que se hablaban,
en las historias y cuentos para niños, las practicas y creencias religiosas, la vida
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espiritual, las artes, bateas, músicas y ritmos, de la sociedad pasada y presente
en la que se inscriben, o con la que interactúan (Hall, 1994). Esa diáspora no se
refiere a una referencia tribal cuya identidad puede ser asegurada en relación con
un paisaje u Hogar sacro de donde todos provendríamos y al cual han de retornar
a toda costa, aun si ello significa volver nuevamente a través de un mar (Hall,
1994). Sino que entiende su lugar de retorno en América y su pertenencia a un
“Nuevo Mundo” en desarrollo y de nuevos desafíos.
Identidad Cultural y Diáspora
La Mujer Afro en el pacifico colombiano al igual que de otras latitudes, hemos
investigado e interesado por nuestro pasado, pensando distintas versiones de
cómo nos relacionamos con él, abordándolo desde diversas narrativas, el cuerpo,
la tradición oral, la maternidad, por supuesto la historia investigada e imaginada,
los mitos y leyendas recientes y ancestrales; ello en un esfuerzo más inconsciente
que consciente, de construirnos como sujetos, de tener nuestra propia voz,
necesariamente, construyendo nuestros propias referencias identitarias, mientras
nos descubrimos en los matices diversos con que hemos negociado, influenciado
y recibido de otros elementos culturales en el folclor y la cultura nacional en que
se encuentra inmersa. Y es que este Nuevo mundo está constituido para los Afro
como un lugar, una narrativa de desplazamiento que nos lleva a las profundidades
de una plenitud imaginaria, recreando el deseo final del retorno a los “orígenes
perdidos” para ser uno nuevamente con la madre y retornar al comienzo.
Los desafíos de las TICs
Para nuestra actual generación de lideresas Afro, todo lo relacionado con el uso
de tecnologías de la información es un desafío personal, aunque sea claro el
papel necesario que juegan y la necesidad de plasmar sus valores, imaginarios e
identidad y cultura a través de la internet. Pero el uso y explotación de las
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alternativas que las TIC’s ofrecen están lejos de ser aprovechadas; para esta
generación si bien la apropiación de las nuevas tecnologías es difícil y a veces
parece una barrera insuperable, es claro que su significación está delimitada por
la identidad y la cultura.
Todas estas mujeres Afro han manifestado malestar por el estereotipo con que la
sociedad colombiana las mira, y en muchas de ellas la alienación ha sido efectiva,
haciéndolas sentir incapaces o que algo no es para ella, es un alto precio para
toda la sociedad, pero es especialmente alto, para las comunidades afro dentro
de las cuales estas mujeres son el factor fundamental de cohesión y
sostenibilidad.
Pero igualmente, los casos de mujeres afro que son exitosas en nuevos desafíos,
en nuevos desarrollos, en alcanzar sus metas de realización personal en campos
hasta ahora vedados por la exclusión y el racismo, ha generado un sentimiento
inspiracional en las nuevas generaciones de mujeres jóvenes afrodescendientes.
Estas nuevas generaciones, que en general, se muestran más propensas a la
alienación que lejos de su comunidad y sin oportunidades claras de desarrollo y
proyección personal, les acosa e invade sin que sus madres y referencias
familiares puedan contrarrestar o hacer frente a la avalancha de necesidades de
consumo a cualquier precio, aun por encima de los códigos éticos y
recomendaciones de sus mayores.
Hemos pues, de cuestionar de modo constructivo el uso de computadores y
equipos tecnológicos en la Educación, para ser conscientes de que ellos por si
mismos no van arreglar los problemas que tenemos, y que muy por el contrario
podríamos encontrarnos con efectos indeseables promovidos por las redes
sociales.
La Mujer afro en particular, tiene claridad del sentido de las herramientas que las
redes ponen a su disposición, pero asi miso carece del acceso necesario a
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vehículos como LINKED-IN, GOOGLE PLUS, VIDEOCONFERENCIAS,
STREAMING, WAZE – GEOLOCALIZACION, HAG STAGS y ETIQUETAS.
Para los niños y niñas, la manera como comprenden el mundo está mediado por
la imaginería a su disposición, la cual diariamente está asociado a su educación
audiovisual y de los computadores. De allí que cuando los educadores
comprenden el potencial de esa imaginería y su capacidad de influenciar a los
estudiantes para enseñar a los estudiantes a leer el significado representacional
de los artefactos de medio.
La generación de jóvenes y niñas, pasan gran cantidad de tiempo mirando
televisión y en videojuegos, lo cual es causa de distorsiones en la interpretación
de sí mismas y del entorno real y virtual en que se mueven.
Es importante para educadores y padres lograr que la mayor parte del tiempo de
magazines, tv, cine y video gráfico en computadores sean incorporados en el
currículo de modo que los contenidos mediáticos estén asociados con la cultura
de los jóvenes, asi el paso natural para ellos, es construir representaciones del
mundo acordes con su cultura, servir como agentes que la socializan y compartir
creencias acerca del comportamiento y sentido del mundo (Considine & Haley,
1999).
Hemos de asumir también los maestros y padre, que los cambios en las
tecnologías informáticas, continuaran acelerándose y cambiarán más rápidamente
de lo que pueden las comunidades ser capaces de asimilar y adaptarse, de
manera que las escuelas son las llamadas a promover una en los jóvenes un
sentido crítico que ayude a encontrar balance entre modo de vida, tradiciones,
costumbres y herencia cultural mientras hace adaptación y/o adecuaciones
apropiadas a los desafíos y realidades de un mundo globalizado.
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Es tarea de políticas públicas, permitir la partición de todos los actores de la
sociedad en la creación de las nuevas formas de codificación, representación y
construcción de la cultura y su propia identidad cultural.
Y es también deber de estos actores sociales, apropiarse de conceptos tales
como los hipertextos, los hipermedia, la realidad virtual, las representaciones
tridimensionales, los repositorios de archivos, los RSS, la inteligencia artificial, o la
inteligencia colectiva y comunicarse utilizando móviles, e-mail, foros, chats, redes
sociales, PDAs y podemos recrear y presentar la información mediante textos,
imágenes fijas, imágenes en movimiento, sonidos, avatares, animaciones,
espacios tridimensionales, hipertextos, etc., Internet, telefonía móvil, videojuegos,
DVDs, Televisión digital; sabiendo y estando consciente desde ahora, que de otro
modo carecemos de identidad y presencia social.
Desde la ubicación mayoritariamente marginada de la Mujer Afro en Colombia, es
claro que no es posible en actualidad un acceso igualitario y apropiado a las TICs,
lo cual lleva a entrever una participación incierta sobre el desarrollo de
capacidades y vinculación de saberes y valores propios a estos desarrollos de
país.
En tal caso, será aplazado una vez más el desarrollo de las comunidades afro a
que ésta vinculada la Mujer Afro, e igualmente vera lisiada su participación en la
“democracia participativa” que se pretende. O en un escenario igualmente atroz,
veremos esas comunidades siendo manipuladas por la propaganda y convertidas
en simples usuarios culturalmente alienados.
Sentido de las TICs
La respuesta de la población Afro y en el cual se inserta activamente la Mujer
Afro, ha sido La Etnoeducación, que se plantea la necesidad de un Plan de Vida
como miembros de una comunidad de Vida, que ayuda al desarrollo de
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capacidades acordes con el entorno, e intereses que conlleven la realización
plena, y que permitan entre otras cosas, la conservación de valores, saberes y
tradición propia; poder recuperar la memoria ancestral, activar una malla curricular
que retome la riqueza oral, leyendas, celebraciones, tradición musical y otras
manifestaciones culturales propias, que entre otras cosas, eviten el desarraigo y
sean consuelo en la migración forzada.
Las TICs tienen el potencial de ayudarnos a sentir como comunidad en la
diáspora, ayudarnos a explorar para compartir los hallazgos de nuestra historia,
de nuestra narrativa, de la re-significación del Nuevo Mundo y la concreción de
nuestras Esperanzas.
En la Esperanza de pervivir, de reivindicar a los ancestros, de valorar lo propio
como base para apropiar y re-significar lo nuevo en la misma y justa dimensión.
Consideraciones Finales
Es la oportunidad para reescribir la historia de todos los colombianos, de manera
cierta e incluyente, sin medias verdades, sin cadenas coloniales, conscientes de
nuestra diversidad. Y ciertamente es la oportunidad de implementar procesos
formativos y estrategias pedagógicas que fortalezcan el ejercicio docente desde
una visión autónoma y critica de la interculturalidad, oportunidad para promover el
conocimiento, el respeto y la comprensión de las culturas propias.
La Educación para el trabajo y el enriquecimiento personal no es suficiente si
queremos construir comunidades, se evidencia en la violencia cotidiana.
Necesitamos diría que desesperadamente poner en vigencia afirmaciones como
La Etnoeducación que de cuerpo a comunidades con identidad individual y
colectiva a partir de su propia afirmación, descubran re-descubran la existencia, el
respeto y el reconocimiento para un dialogo autentico desde la interculturalidad y
los saberes.
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No es por tanto una necesidad exclusiva de las comunidades de minorías que
integran el país como los afrodescendientes, sino una necesidad sentida de todo
un país en tránsito de integración.
Mucho de nuestro éxito personal, colectivo, social, cultural y económico, depende
de nuestra actitud hacia las TICs, no es solo quedar deslumbrados por su
dimensión local, nacional y global sino como alumbramos con nuestra propia luz y
sabiduría ancestral y logramos expandir todo conocimiento cultural y étnico en las
Instituciones educativas.
Bibliografía
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