Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo...

34
Capítulo 17 Estaré a tu lado siempre. A la mañana siguiente, una pelirroja se adueñó del baño de la habitación de las chicas de séptimo. -Lily ya sal de ahí.- -Sí Lily. Necesito entrar ya mismo.- protestó Val. -Sí, Evans. Apresúrate. Frank me esperaba hace cinco minutos.- Una pelirroja bastante nerviosa y aún en pijamas salió del baño enojada. -Que malas amigas tengo. ¡Claro! Como las señoritas ya tienen a sus novios no les importa que yo aún esté sola.- -Lily no exageres. No estás sola.- dijo Val mientras Alice se adueñaba del baño y Evelyn, la otra Gryffindor, protestaba por lo bajo. -No, James está contigo.- dijo Mel abrazándola. -No. Aún no está conmigo.- -Eso no es lo que parecía anoche.- contestó Val con su sonrisa pícara. -¿Qué estaban haciendo bajo la manta que se reían tanto?- -Jugábamos.- contestó sonriendo Lily. Alice salió del baño y aprovechando la distracción de las otras tres, Evelyn entró. Alice salió del cuarto.

Transcript of Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo...

Page 1: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

Capítulo 17

Estaré a tu lado siempre.

A la mañana siguiente, una pelirroja se adueñó del baño de la habitación de las chicas de séptimo.

-Lily ya sal de ahí.--Sí Lily. Necesito entrar ya mismo.- protestó Val.-Sí, Evans. Apresúrate. Frank me esperaba hace cinco minutos.-

Una pelirroja bastante nerviosa y aún en pijamas salió del baño enojada.

-Que malas amigas tengo. ¡Claro! Como las señoritas ya tienen a sus novios no les importa que yo aún esté sola.-

-Lily no exageres. No estás sola.- dijo Val mientras Alice se adueñaba del baño y Evelyn, la otra Gryffindor, protestaba por lo bajo.

-No, James está contigo.- dijo Mel abrazándola.-No. Aún no está conmigo.--Eso no es lo que parecía anoche.- contestó Val con su sonrisa pícara.

-¿Qué estaban haciendo bajo la manta que se reían tanto?--Jugábamos.- contestó sonriendo Lily.

Alice salió del baño y aprovechando la distracción de las otras tres, Evelyn entró. Alice salió del cuarto.

-Chicas necesito ayuda.--¿Para qué? Yo vi que ayer lo tenías casi listo.--Sí, aún no entiendo como es que no te besó.--Tiene sus motivos.- contestó Lily.-Y más extraño me suena aún que tú no desconfíes de esos motivos.--Solo me pidió tiempo hasta hoy. Según él hay algo que debe

decirme antes de...--¿Antes de ponerse a gruñirle a cada uno que se le acerque a su

novia?- preguntó Val.-¿Antes de secuestrarte por días enteros?- Sugirió Mel.-Antes de besarme.- contestó Lily.-Lily relájate. No hagas lo que hice yo ayer.--Sí Lily. Valerie tiene razón. Ayer casi se vuelve loca pensando en

que Sirius iba a dejarla y en lugar de eso se comprometieron.--Tal vez tengan razón.-dijo sonriendo la pelirroja.

Page 2: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Bien, entonces terminemos de arreglarnos y bajemos de una vez antes de que Sirius se me muera de hambre.- dijo Val con pose trágica.

Mientras la pelirroja se reía a carcajadas, Mel aprovechó la distracción y se encerró en el baño. Las protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el aire, la rubia salió. La morena fue más rápida que la pelirroja y esta no se hizo mucho problema por quedar última, después de todo, aún no decidía por el peinado que llevaría esa mañana.

Casi media hora había pasado desde que Val y Mel habían bajado a la Sala Común cuando James ya no soportó más y preguntó:

-¿Alguna de las dos podría subir a ver qué sucede?--James está arreglándose para ti. ¿Podrías dejar de molestar?- le

contestó Val que estaba muy acaramelada con Sirius en un rincón del sillón.

-¡NO NECESITA ARREGLARSE PARA MI! ¡LA QUIERO IGUAL QUE TODOS LOS DÍAS!-

-Pues te aguantas, deja de fastidiar y esperas ahí sentadito a que esté conforme con su apariencia y baje.-

-No quiero esperar. Necesito hablar con ella ahora mismo.-

No había dormido mucho. Se había dedicado la mitad de la noche a recordar cada minuto en el claro con su bella Lily, y la otra mitad había estado buscando como confesarse con su pelirroja. Después de mucho pensar había llegado a la conclusión de que la cuarta regla de los Merodeadores era su mejor solución: “Verdad cruda es mejor que verdad a medias”.

Perdido en sus pensamientos estaba cuando la vio bajar. Su rostro se iluminó con una sonrisa al verla y en un segundo, en su interior, supo que algo no estaba bien. Lily bajaba corriendo las escaleras, con su rostro bañado en lágrimas. Corrió a sus brazos que la recibieron sin pensar. La pelirroja hundió el rostro en el hombro del moreno que la abrazaba con fuerza mientras le acariciaba el cabello.

-¿Mi amor? ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras mi vida?- Lily se aferraba con fuerza a James. No podía hablar, solo negaba con la cabeza. –Cuéntame mi vida, dime qué pasó. ¿Alguien te hizo daño? Dime quién fue y haré que me responda por eso. Por favor ya no llores mi amor, cuéntame.-

Los chicos, que miraban la escena preocupados, intentaban buscar una posible causa para el llanto de la pelirroja. Y fue Sirius quien la

Page 3: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

encontró. Lily sostenía en su mano un trozo de papel arrugado. Lo apretaba fuerte, tanto que sus nudillos se pusieron blancos. Pero en cuanto Sirius tocó su mano intentando sacarle el papel, Lily aflojó su agarre y éste lo tomó.

En silencio leyeron los cuatro la nota y comprendieron la situación. Sirius tocó apenas el hombro de su amigo para llamar su atención. Fastidiado, James lo miró enojado por lo que él consideró una intromisión. Con un gesto Sirius le entregó la nota. El moreno dejó de acariciar el rojo cabello de su amada y la leyó.

Tardó un segundo en acompañarla con su llanto. Su agarre se hizo mucho más fuerte aún. No sólo comprendía sus lágrimas, también sentía su dolor.

-¿Quién te avisó?- le preguntó con una voz que no le sonó a la suya.-Mi padre.- susurró Lily.-¿Te irás a casa?- la pelirroja afirmó con el rostro. –Iré contigo.- Lily

se apretó más a su cuerpo.

Algunos curiosos murmuraron algo. Remus y Sirius estaban preparados para contestarles cuando la puerta de la Sala Común se abrió y la directora de la casa Gryffindor entró.

-Señorita Evans. Acompáñeme, por favor.-

Lily no era capa de emitir sonido. De la mano de James, comenzó a andar hasta la puerta. La profesora notó el fuerte agarre entre las manos de los chicos y, a pesar de que intentaba esconderlas, pudo ver también las pocas lágrimas que James había permitido salir de sus ojos. No le quedó más remedio que dejar que James las acompañara.

En la puerta del despacho del director, la profesora pronunció la contraseña y la gárgola les permitió la entrada. En ningún momento James soltó la mano de Lily; algo que a la profesora que los escoltaba le dio mala espina.

-Adelante.--Permiso Albus. Traigo a la Señorita Evans.--Señorita Evans, pase por favor.--Salgamos Señor Potter. Usted y yo esperaremos afuera.- dijo la

mujer al joven moreno.-No.- contestó Lily aferrándose más a la mano de James.-Pero...--Déjalo Minerva. Es evidente que no es bueno que pase sola por

esto.-

Page 4: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Como digas Albus.-

La profesora se retiró. Los chicos tomaron asiento frente al director. Este los miraba sin expresión en el rostro. Removió algunos de los papeles que tenía sobre su escritorio y luego de un suspiro habló:

-Lamento mucho lo que sucedió Lily. Elizabeth era una gran mujer.- Lily sólo asentía. Pero la verdad era que ni ella ni James oían con claridad las palabras del director. –La profesora McGonagall te llevará esta tarde a tu casa. El traslado está previsto para las seis de la tarde, pero han estado sucediendo algunas cosas que… en fin, intenta tener tus cosas listas para partir en cualquier momento y procura no salir de la Sala Común.-

-Con todo respeto profesor, pero no creo que sea convenirte esperar en la Sala Común. Antes de que la profesora nos fuera a buscar Remus y Sirius casi discuten con algunos de nuestros compañeros. En Gryffindor hay muchos curiosos.-

-Sí, tal vez tengas razón.-

Dumbledore observó a la pareja. Desde que habían llegado al despacho no se habían soltado las manos. James abrazaba a Lily que se había recostado en su pecho. A la correcta pelirroja no le importó donde se encontraban y al revoltoso moreno tampoco. Solo valía reconfortarse uno al otro con sus caricias.

Con cada visita de James a la enfermería provocada por Lily, Dumbledore se aseguraba más que esos dos terminarían juntos. Y, a pesar de no saber el porqué, estaba seguro de que de esa unión, algo muy grande saldría.

-En ese caso James, tú que conoces bien el colegio ¿Qué sitio sugieres?- revolviéndose un poco por las palabras del director, el moreno contestó.

-Yo solo digo que la Sala Común no es el mejor lugar para que dejen a Lily en paz. No quiero que nadie te moleste amor.- le dijo a Lily mientras dejaba un tierno beso en su frente.

-Llévame al lago.- susurró la pelirroja.-Sí mi amor. Te llevaré donde tú quieras.--No me dejes sola.--No lo haré mi vida. Iré contigo a donde vayas.--James, creo que sería conveniente que llevaras a la Señorita Evans a

tomar algo de aire.- Dijo el director viendo la expresión en los ojos de Lily.-Sí. Vamos mi vida. Te llevaré junto al lago donde tú quieres ir.-

Ya en la puerta, la profesora McGonagall los esperaba.

Page 5: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-James ¿Puedo hablar unas palabras contigo? Será un minuto nada más.-

-Sí profesor.- se giró a Lily y con un tierno beso en la frente le susurró: -Enseguida vuelvo mi amor. No te vayas.-

En el despacho del director, James lo miraba atento, esperando que le dijera de una vez aquello que lo había separado de su hermosa pelirroja.

-James, quiero pedirte que no te apartes de ella en todo el día. Y por favor, no le prometas cosas que tal vez no puedas cumplir.-

-¿A qué se refiere profesor?--No le digas que no la dejarás sola.--No entiendo.--Ella se irá esta tarde, conmigo o con la profesora McGonagall.-

James lo miraba sin entender. –No puedo permitirte salir del colegio sin que tus padres lo autoricen.-

-Oh… Comprendo. Los buscaré. Tendré el permiso a tiempo.--Espero que lo tengas. No quiero que se vaya del colegio sola. No es

conveniente; no con los tiempos que corren.- el moreno vio la preocupación en el hombre, pero no tuvo tiempo de preguntar. –Sabes que te aprecio mucho James. Fui amigo de tu abuelo y conozco a tus padres hace años. Te he visto correr detrás de Lily por años y por lo que me han contado has logrado convencerla.- ambos hombres sonrieron. –Por eso me siento más que obligado a pedirte que la protejas. Busca a tus padres y consigue ese permiso. No es conveniente que esté sola en casa.-

-Profesor ¿Qué es lo que sucede? He visto muchas cosas que no me gustan en estos últimos tiempos. Y nunca, ni usted ni mi padre, me han ocultado nada. Quiero saber.-

-Dime qué quieres saber y si puedo te contestaré.--¿Por qué no fue a la fiesta de navidad? Sé que estaba invitado.--Sabes por qué no fui. Creo haber escuchado el comentario de alguno

de los elfos de que habías preguntado por mí.--Sí, lo hice, y me contestaron que estaba haciendo algo muy

importante.--Están pasando cosas graves en nuestro mundo James. Cosas que no

hay que permitir.--¿Qué cosas?--No puedo decirte nada ahora James.- ante la mirada de fastidio del

joven, sonrió y siguió –En cuanto termine el curso quiero que tú y tus amigos, incluidas sus novias, vengan a verme. Tengo una propuesta para hacerles a los siete. Tú, Sirius, Remus, Peter y las chicas pueden ser una gran ventaja.- el director se quedó perdido en sus pensamientos. Al notar

Page 6: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

que la curiosidad de su acompañante crecía, siguió -En ese momento podrás saber más de lo que hoy no puedo contestarte.-

-¿Tiene que ver con ese demente verdad? Con ese loco del que todos hablan. Lord Voldemort.-

-No te apresures. Cuando sea el momento te lo diré. Por ahora sólo me conformo con que consigas ese permiso y puedas ir con ella.-

-Sí profesor.--Olvida tus cosas, tu ropa, lo que tú quieras, pero no te vayas sin tu

varita.- el moreno, asustado por la recomendación, asintió. –Ahora ve con ella. Te necesita.-

-Gracias profesor.- Ya llegaba a la puerta cuando una pregunta se instaló en su garganta. Temía preguntar, pero por ella, debía hacerlo. -¿Es cierto profesor? ¿Es verdad lo que dicen de él?-

-¿Que no soporta la mezcla de sangres?- James asintió. –Sí James. Es cierto. Y el mundo mágico completo está en peligro; aunque nadie lo reconozca aún.-

-Cuente conmigo Profesor. Sea lo que sea que esté haciendo para detenerlo, estoy con usted.-

-Lo sé James. Nunca he dudado de tus principios morales y la madurez que demostrarías llegado el momento de enfrentar realidades de la vida. Sé que tras el bromista se formó un hombre de gran valía.-

El joven moreno salió del despacho entre curioso y asustado. Antes de que la profesora McGonagall pudiera decir algo, James abrazó a Lily y le besó la frente.

-El profesor Dumbledore me dio libre toda la tarde para estar contigo mi amor. Vamos al lago.- bajaron ante la mirada sorprendida de la profesora. Cuando estuvieron algo lejos, James le susurró a Lily mientras la tomaba de la mano –Antes de ir al lago necesito encontrar a los chicos.-

-James no quiero volver a la Sala Común, por favor.- suplicó la pelirroja.

-Debo verlos. Dumbledore acaba de decirme que no puedo salir del colegio sin una autorización de mis padres y esta tarde me iré contigo como sea. Necesito que los busquen por mí. ¿Entiendes?-

-Si no puedes venir lo entenderé James. Por favor, lo último que necesito el día de hoy es que termines castigado por mi culpa.-

-No lo harán cariño. No me castigarán.- Lily lo miró a los ojos. –Te lo prometo. No haré ninguna locura.-

Mientras James y Lily se miraban a los ojos, ninguno de los dos notaba la sorpresa y la rabia en las chicas y chicos que pasaban por su lado. La forma en que se habían alejado del mundo les molestaba a las chicas y

Page 7: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

causaba admiración en los chicos que alguna vez habían puesto sus ojos en la temperamental pelirroja.

Abrazados, ella con sus brazos en el cuello de él y él con sus brazos en la pequeña cintura de ella; frente con frente, mirándose a los ojos, se veían tan enamorados que, de no ser por las circunstancias, ambos sentirían su corazón salirse de su pecho de la emoción.

-James, estás aquí.--Sí Sirius ¿Qué sucede?- preguntó el moreno sin dejar de ver a su

pelirroja.-Remus tiene razón.--¿Con qué tiene razón Remus?--No te dejarán salir del colegio sin la autorización de tus padres.-

contestó el licántropo.-Lo sé, Dumbledore me lo acaba de decir.--¿Y qué vas a hacer?- preguntó Mel.-Lo de siempre Mel, contar con mis amigos.--Tranquilo Cornamenta, nosotros los buscaremos.- contestó Sirius.-Sí, y le explicaremos lo que pasó.- agregó Remus.-Gracias.--¿Dónde estarán? Así cuando encontremos a tu madre podremos...--Junto al lago.- Interrumpió la pelirroja a la morena. –Estaremos

juntos junto al lago.--Está bien amiga. Deja que él te cuide. Nosotros haremos lo que haga

falta para encontrar a su madre para que puedas llevarlo contigo.- le contestó Mel a la pelirroja.

Minutos después, tras un gesto cómplice de Sirius a James, los dos estaban sentados bajo la vieja Haya que los Merodeadores solían ocupar.

-¿Qué traman?- le preguntó de la nada Lily.-¿De qué hablas?- preguntó sorprendido el moreno.-Del gesto entre Sirius y tú.- James comprendió.-No tramamos nada raro. Son gestos sin importancia entre los chicos

y yo. No te preocupes.--James, prométeme que si no encuentran a tu madre o a tu padre no

harás ninguna locura.--¿Qué?--Que no quiero que te escapes del colegio por ir conmigo.--¿De qué hablas mi amor? ¿Cómo podría...?--Sé que puedes hacerlo James. Sé que puedes salir del colegio

cuando quieras.- el moreno la miró sorprendido. –Pero si yo me voy y tú

Page 8: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

desapareces Dumbledore se dará cuenta y no solo te pondrás tú en peligro; arrastrarás contigo a los chicos también.

-Lily yo...--No James.- El moreno, que estaba sentado de frente a ella, bajó la

mirada. –De verdad aprecio lo que estás haciendo por mí. No sabes lo importante que es para mí que estés ahora a mi lado.- las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. –Sin ti no sé si podría pasar por esto tan tranquila, sin deshacerme en llanto sobre mi cama. Pero contigo aquí es... no sé... no me siento sola.-

-No estás sola mi amor. Yo estoy contigo y estaré siempre a tu lado.--No, siempre no. Porque si los chicos no encuentran a tus padres te

quedarás aquí.- el moreno iba a protestar, pero ella se lo impidió. –No vas a escaparte James. Como sea que lo hagas no vendrás detrás de mí. Sé que va a ser difícil, pero te necesito cuando vuelva. Quiero que estés aquí a mi lado. Como ahora. Abrazándome y llamándome “mi amor”- él sonrió. –Tal vez no sea el mejor momento James pero... Te quiero, te amo. Y sé que el día de hoy era importante para los dos. Tú tenías algo que decirme y yo quería escucharlo para entender porqué no me besaste anoche. Y si tengo que irme sola, sin ti, cuando vuelva quiero que estés aquí para que terminemos con el juego del gato y el ratón de una vez por todas.- el moreno miraba sus ojos mientras inconcientemente acariciaba su mejilla. –Por favor mi vida, dime que estarás aquí cuando regrese.-

-Te lo prometo. Te prometo que estaré aquí esperándote cuando regreses si es que te vas sin mí.-

.:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:.

Las horas pasaban lentas. Los recuerdos de una infancia feliz junto a ella volaban. Las charlas de domingo por la tarde sentadas en el jardín. Los días de lluvia jugando “piedra, papel o tijera.” La vajilla rota y el secreto revelado. Todos esos momentos se revivían en su mente. A veces sonreía, otras dejaba deslizarse las lágrimas en caída libre por sus mejillas hasta la dulce y tierna mano de James que no había dejado de abrazarla y acariciarla.

Con las piernas abiertas, ella sentada entre medio y recostada en su pecho, ambos habían perdido la noción del tiempo. Las lágrimas caían por las mejillas suaves de su amor, y él solo las recogía. Los chicos no habían dado señales en toda la tarde. Eso los preocupaba a ambos.

-¿Tú crees que…?--Lo harán mi amor. Sé que encontrarán a mis padres.-

Page 9: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

Y otra vez el silencio, roto solamente por el sonido de sus corazones latiendo al compás.

.:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. -¡JEROME! Condenado elfo asqueroso ven aquí.--¡Sirius!- lo regañó su novia. –El pobre elfo no tiene la culpa de que

no seas su amo.--¡Pero es nuestra única salvación!- protestó Sirius.-De todas formas no es motivo para hablar así del pobre Jerome.--Sí Sirius, Val tiene razón. Además no nos hará caso por más que lo

llamemos a gritos.--Deberíamos ir a ver a James para que el mismo lo haga.--Val, mi vida, si vamos a decirle a James que llame a Jerome él

mismo estaríamos molestando. Y no creo que esté en condiciones de que lo molestemos justo ahora.-

-Sí, pero es la única manera de encontrar a los Potter. Y no puede decirnos nada ni enojarse con nosotros porque lo hemos intentado todo antes de ir por él.- Sirius miró a Remus bastante mas serio que de costumbre. No solo no quería molestar a James; le molestaba haberle fallado a su amigo en ese momento.

Remus prácticamente, leyó en sus ojos lo que le molestaba.-No le fallaste Sirius. No pudimos encontrarlos. Es todo. Vayamos

por él antes de que sea tarde y Lily tenga que irse sola.-

.:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:.

La profesora McGonagall corría a través del pasillo que conducía al despacho del director. Casi sin aliento se detuvo junto a la puerta y susurró con poca voz la contraseña. Como una exhalación, trepó las escaleras sin esperar, como era su costumbre, a que éstas la condujeran hasta la cima. Aporreó la puerta varias veces. Asombrado por la actitud de su visitante, el director se puso de pie y caminó hasta la puerta.

-¿Quién se atreve a…? ¡Minerva!- al ver la cara de susto de su compañera de tantos años preguntó -¿Qué…?-

-Está en Hogsmeade.- contestó jadeando. –Te…te… reclama. Quiere… verte.-

Los ojos del director del colegio se abrieron al máximo. Las cosas se complicaban cada vez más.

-Debemos sacar a Evans de aquí. Si su padre llega a aparecer y los rumores son ciertos irá tras ellos.-

Page 10: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Pero Albus… ¿Cómo llegará el padre de Evans a…?--Le pedí que fuera al Callejón Diagon. Tom lo esperaría en la entrada

y lo traería hasta aquí. Me comunicaré con Tom mientras tú llevas a la señorita Evans a su casa. Aún falta una hora. Seguramente su padre todavía esté en casa.- la mujer, muerta de miedo, lo miraba. –Vete Minerva. No podemos dejar que vea a ese hombre aquí si lo que murmuran es verdad. Ya han sufrido demasiado.-

Con prisa, Minerva McGonagall obedeció las órdenes de su amigo y director. Caminó lo más rápido que pudo hacia el lago, donde James había dicho que esperarían. Y allí los vio.

.:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:.

-Perdónanos amigo, pero es lo único que nos queda por probar.- dijo Remus.

-Sí. Y solo tú puedes hacerlo. Me he quedado mudo de tanto llamar al maldito elfo y ni a mí ni a Remus nos responde.-

-Y no lo hará Sirius.- dijo James. Val, molesta siguió.-Así que deja de llamar así al pobre elfo.--Pero tu madre dijo este verano…- protestó Sirius.-“Cuando Sirius y Remus estén en casa.” Eso dijo mi madre. Y no

estás en casa.- Sirius refunfuñó enojado.James vio a la profesora McGonagall venir casi corriendo hacía ellos

y casi por instinto, aferró a la pelirroja a su cuerpo.

-Señorita Evans, llegó el momento. Debo llevarla a su casa.--Pero aún falta una hora.- dijo Lily temiendo tener que irse sin

James.-Sí, aún no encontré a mis padres para que me den el permiso para ir

con Lily.--Lo lamento. El profesor Dumbledore me ordenó que la lleve a casa

señorita Evans y así lo haré.--Mi padre vendría por mí. ¿Por qué…?-

Y entonces, James sintió miedo. El cambio de parecer del director, sumado a lo que le había dicho en su despacho, despertaron el instinto animal en él, ese que le decía que era mejor que Lily se fuera en ese mismo instante.

El abrazo de James la sorprendió. Tanto que quedó estática en el suelo mientras los brazos del moreno la rodeaban con fuerza.

Page 11: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Debes ir.- le dijo.-Pero…--Yo iré detrás de ti.- le susurró al oído.-No, lo prometiste. Me prometiste que…- algo molesto por la

promesa, James cerró los ojos intentando esquivar la mirada de su amada. –James… lo prometiste. Por favor, no lo hagas.- el moreno, entre dientes y con rabia contestó:

-No lo haré. Te lo prometí.-

Aliviada, Lily siguió a la jefa de su casa hasta la sala común donde recogió todas sus cosas. Sus amigas iban con ella. James, caminaba unos pasos por detrás con sus amigos.

-Si la lechuza hubiera llegado a tiempo…- se lamentó Remus.-No se preocupen… sé que hicieron todo lo que pudieron.--James ¿Qué sucede? Te juro que hicimos todos lo que pudimos

pero…--Lo sé Sirius. No necesitas disculparte.--No es lo que parece hermano.- James lo miró pidiendo una

explicación por el ultimo comentario. –Es más que obvio que estás enfadado con…-

-No es con ustedes.- cuando sintió la mirada de sus amigos continuó –Dumbledore me pidió que fuera con ella. Que no la dejara sola.-

Lily, con sus cosas en una pequeña maleta, se acercó a James. Intentó una sonrisa para demostrarle una estabilidad emocional que no sólo no poseía sino que tampoco lograría lejos de su amado. James la aferró a su cuerpo y escondió el rostro en el hueco de su hombro.

-Voy a estar bien.--No sin mí. Y yo no estaré bien sin ti.--Sí lo estarás.--Ella no me perdonaría que te dejara sola en un momento como este.--No me estás dejando sola cariño. Te llevaré aquí, en mi corazón.- un

abrazo que la dejó sin aliento fue perfecto para que él lograra borrar sus lágrimas a tiempo.

-Lleva esto de mi parte.- le dijo mientras le entregaba las flores silvestres que había recogido distraídamente mientras estaba con ella junto al lago. –Y dile que la voy a extrañar mucho.-

-Lo haré.- otro abrazo más. Un beso deseado pero que no llegó. Un amago de sonrisa de los dos y ella caminó hacia la puerta.

-Envíame una lechuza si me necesitas.--Está bien.-

Page 12: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Te amo.- susurró él.-Te amo.- imitó ella. Y se fue.

La frustración de James se palpaba en el aire. El enojo por no poder hallar a sus padres a tiempo había tomado el lugar de la angustia y la tristeza por el fallecimiento de Elizabeth. Lily se iba, se iba sin él. Y él se sentía un bueno para nada. Debía ir con ella, consolarla, estar a su lado. En lugar de eso, era ella quien le daba consuelo.

Subió las escaleras corriendo. Como una furia revolvió su desordenada habitación buscando el único objeto que podía devolverle un poco de calma. Bajó. Sin decir nada, salió por la puerta y se dirigió al campo de Quidditch. Los chicos lo dejaron ir. Sabían perfectamente lo que podía pasar si se interponían en su camino. Era mejor dejarlo descargarse solo.

Pasó menos de media hora cuando Sirius y Remus corrieron al campo a buscarlo. A pesar de sus gritos, James no contestaba. Remus encantó una roca que encontró junto a sus pies para que lo golpeara pero no demasiado. Hacerle daño no era lo mas sensato tomando en cuenta que echaba humo por las orejas de la rabia.

Cuando la roca lo golpeó se giró bruscamente buscando al idiota que había osado hacer eso. Dispuesto a soportar un castigo severo con tal de drenar su rabia a golpes bajó.

-¡¿ESTÁS LOCO?! ME GOLPEASTE.--James no exageres. No te dolió porque la roca estaba encantada.--Sí, es cierto. La encanté para que no te lastimara.--¡YA! Dejen de perder tiempo señoritas.- gritó Sirius. –James tus

padres están aquí. Viene para llevarte con Lily.--Sí, la lechuza sí llegó a tiempo después de todo. Lástima que Lily

ya…--No es tiempo de lamentarse. Debo apresurarme. Lily me necesita.-

Al llegar a la gárgola que daba acceso a la dirección, los padres de James, que esperaban a su hijo, lo abrazaron.

-Perdónanos hijo. Vinimos en cuanto llegó la lechuza.--Necesito ir con ella. Por favor. Déjenme ir. Ella me necesita.- ya no

se cubría. Ahora solo lloraba. –No puedo dejar que pase por esto sola. Ella adoraba a Lizy y… Yo también… Por favor mamá…-

-Te llevaremos con ella hijo. En cuanto podamos ver al profesor Dumbledore.-

Page 13: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

La gárgola comenzó a girar y los Potter subieron al despacho. En cuanto estuvieron junto a la puerta, el director les abrió como si los esperara.

-Adelante. Pasen.--Profesor, mis padres vienen a…--Ya sé a que vienen James. Y si ellos están de acuerdo por mí puedes

irte.- James miró a sus padres y estos asintieron. –Ve por tus cosas James.-

Sus amigos, que esperaban al pie de la puerta, lo vieron pasar con la velocidad de una snitch rumbo a la Sala Común.

-¡JAMES! ¡JAMES! ¿A DÓNDE VAS?- Gritó Remus.-POR MIS COSAS. ME LLEVARÁN CON ELLA.--AQUÍ ESTAN TUS COSAS.- James se volvió. –Pusimos algo de

ropa y tu espejo. Así podemos comunicarnos por si necesitas algo.--Gracias.--Ve con ella. Y cuídala.- le dijo Mel.

Cuando James llegó arriba, escuchó la conversación entre su padre y el director, casi sin querer al principio, muy interesado después.

-Es cierto Charlus. Ha estado cerca. Por eso no quiero que ella vaya sola a casa.-

-Yo te entiendo Albus. Pero estás enviando a mi hijo.--No estará solo. Si te deja más tranquilo puedo cambiarte tus

guardias para que puedas estar cerca.--Albus… tengo miedo. Comprendo que no quieras que esa niña este

sola pero... mi hijo no… podría pasarle algo.--Dorea, no quiero que le pase nada a James. Sabes que para mí no es

solo un alumno más. Por eso mismo lo envío con ella. Porque temo que se escape en la noche y no podamos tenerlo bajo control.-

-James no sería capaz de…--Si cariño. James es capaz de irse en mitad de la noche y mucho más.

Sobre todo si es por esa chica.-

Sabiendo que sería un gran riesgo a correr, pero que era la mejor opción, Charlus habló:

-Cambia mi guardia. Estaré en Surrey mientras James y Lily estén ahí.-

-Como gustes.-

Page 14: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-No tanto, pero no es el primero en la zona.-

James no quiso escuchar más. Ya sabía suficiente. No sólo por lo que había oído, además el tiempo pasaba y Lily seguía sola. Golpeó la puerta para evitar que notaran que había escuchado parado detrás. Forzó una sonrisa al entrar.

-Bien, ya debes irte James.- dijo el director. –No olvides lo que te pedí.-

-Por supuesto que sí profesor. Descuide.-

Minutos más tarde, los Potter caminaban hacia los cerdos alados de la entrada. Se desmaterializarían allí e irían directo a la casa de Lily. Al llegar, se aparecieron cerca de la plaza donde James solía aparecerse. Era el lugar más seguro.

James anduvo casi corriendo la distancia que lo separaba de la pelirroja. Sus padres lo seguían por detrás con algo de esfuerzo. Al llegar a la puerta de la casa de Lily, Dorea lo detuvo.

-James, espera. Esta familia perdió a un integrante en las últimas horas. Compórtate de acuerdo a la situación. Sé que quieres estar con tu novia pero debes mantener el respeto con su padre.-

-Lo siento mamá. Tienes razón.--Déjame a mí.- el moreno asintió y dejó que su madre llamara a la

puerta.

Un hombre alto abrió. El padre de Lily con el dolor en el rostro fue quien contestó.

-Buenas tardes señor Evans. Mi nombre es Dorea Potter. Soy la madre de…-

-¡James!- exclamó la señora Evans al verlo. –Gracias a Dios que estás aquí. Ya no sé que hacer con Lily. Pasa por favor, pasen.-

-¿Qué sucedió?- preguntó James.-Desde que llegó se sentó en el jardín, en el banco donde mi suegra

tejía en verano, y no se ha movido de ahí. No ha parado de llorar.- bajó su rostro. De repente sus zapatos fueron su única visión. –Sé que no debería pero… no puedo. Siempre las he cuidado, siempre fui su sostén. Pero ahora simplemente… no puedo.-

-Tranquila señora Evans. Es… es lógico. Yo… yo le pedí a mis padres que me trajeran hasta aquí porque… además de conocer a su suegra y… y adorarla, también quiero mucho a su hija y no quería dejarla sola.- el padre de Lily lo miró a los ojos; gesto que a James le subió los colores al

Page 15: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

rostro, pero no se acobardó. –Si usted me lo permite yo… ¿Puedo?- no se atrevió a terminar la pregunta, pero era claro que pedía autorización para cuidar de ella.

-Si tú haces eso y Vernon...- susurró la madre de la pelirroja mientras observaba a su esposo que había perdido la mitad de la charla viendo por la ventana a Lily.

-Usted querida, podría encargarse de su esposo.-

James se acercó en silencio al hombre. Se detuvo a su lado y siguió su mirada. A pesar del dolor dejó escapar una sonrisa. No le había fallado después de todo. El señor Evans lo miraba de reojo. James buscó el contacto visual con el hombre y en silencio le pidió permiso para acercarse. Con un casi imperceptible movimiento de su cabeza el mayor asintió.

El moreno salió. Caminó lento hasta el banco donde Lily estaba sentada y se sentó a su lado. Asustada, la pelirroja dio un salto al verlo.

-¿Qué…? ¿Qué haces? ¿Lo hiciste?- el moreno intentaba aferrarla a su cuerpo y cuando lo logró, le contestó.

-Mi amor te prometí que no lo haría. Tranquila, mi madre y mi padre me trajeron hasta aquí.-

La pelirroja se dejó abrazar y soltó las lágrimas otra vez. Desde adentro, ambos padres veían a sus hijos.

-Perdón por venir de esta manera. Pero dice mi hijo que conoció a su madre y que la quería mucho.-

-No se preocupe.- el silencio, quebrado únicamente por el murmullo lejano de algunas personas que se habían acercado a ofrecer sus condolencias a la familia, era abrumador. –Gracias por… traerlo.-

-Era eso o que se escapara del colegio.- ambos padres esbozaron una débil sonrisa.

-Si usted y su esposa no tienen objeción alguna me gustaría que se quedara hasta que vuelvan al colegio. Solo serán dos días.-

-Por supuesto que no hay objeción. Pero no sé si sea conveniente. Creo que no es…-

-Lily está mejor cuando está con él.-

Una media hora más tarde los Potter se retiraron con la promesa de volver a tiempo para devolver a los chicos al colegio. La pareja seguía sentada en el jardín.

Luego del entierro, James intentaba decir palabras de apoyo pero no salían. Había sido duro para la familia y también para James. Sentados en la sala, en uno de los sillones, James tenía a Lily recostada en su pecho. En

Page 16: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

la otra punta, en la mesa del comedor, Petunia, la hermana de Lily, estaba siendo consolada por su novio Vernon.

-¿Sabes una cosa?- dijo James. –Durante años la visité en verano mientras estaba en casa. Y siempre, siempre me repitió lo mismo. “mi Lily y tú serán una linda pareja”-

-A mí me decía algo parecido.--¿Qué cosa?--“Conozco a alguien que es perfecto para ti.”- recitó Lily. –“Es

moreno, alto. Un poco engreído y arrogante. Pero es un buen chico. Deberías venir a casa cuando él viene a verme.”-

-O sea que tú sabías que yo…--No. Nunca imagine que fueras tú.-

La señora Evans preparó una cena ligera. Nadie en la casa sentía hambre y mucho menos tenían ganas de sentarse a la mesa para intentar comer. Pero ella insistió en que debían comer algo. El padre de Lily sentado en la cabecera de la mesa, la madre justo en la otra punta y a cada uno de los lados, una de las parejas de jóvenes.

Desde el momento en que su madre puso su plato frente a ella, la pelirroja no hizo más que revolver con el tenedor su contenido. Después de observarla por un momento, James buscó autorización en los ojos del padre de la pelirroja y en cuanto la consiguió, lentamente le quitó el tenedor de las manos y con todo el amor que era capaz de dar por ella, la alimentó. Dos o tres bocados fueron suficientes para que ella llorara en sus brazos una vez más. Sin soltarla, y haciendo un esfuerzo enorme por no llorar frente a los demás, James siguió dándole de comer. Cuando consideró que ya era suficiente por esa noche, le preguntó al jefe de la familia.

-¿Podemos dar un paseo por el jardín señor? Creo que un poco de aire fresco le hará bien.-

-Por supuesto que sí.-

Luego del paseo, volvieron a la casa. Ya más tranquila, la pelirroja fue a la cocina donde su mamá comenzaba a lavar los platos sucios. James iba tras ella cuando el señor Evans lo llamó.

-James ¿Puedes venir un minuto?--Sí señor.- besó la mano de la pelirroja y le susurró –Estaré contigo

en un minuto.- ella asintió y él fue a la sala con el hombre.-Siéntate.- le dijo. –Esta mañana, cuando… cuando…- el hombre

tenía un nudo en la garganta, y James decidió aliviarlo.-¿Qué pasó esta mañana señor Evans?-

Page 17: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Yo no sé cuánto o cuándo se conocieron.- por un momento, James pensó que el hombre estaba molesto con él. Pero luego lo vio revolver su bolsillo y sacar un sobre. -Encontré una carta para ti en su mesa de noche.- le dio el sobre. –Y esto… creo que también es… tuyo.-

James notó la resistencia del señor Evans al entregarle el objeto. Supuso que para él tendría un gran valor y no pudo aceptarlo.

-Señor, sea lo que sea es suyo. No puedo aceptarlo.--Ella lo dejó para ti.--Pero se nota que lo que hay en esa caja tiene un valor sentimental

para usted que seguro no tiene para mí. No me sentiría cómodo si…--Mi madre nunca hacía nada porque sí. Siempre tenía una razón.

Supongo que al dejarte algo tan importante sabía porque lo hacía. Solo te pido que lo cuides. Y si algún día quieres deshacerte de él solo… avísame.-

Sin esperar respuesta, el hombre se levantó y se fue a su cuarto. James sostenía en sus manos el regalo que Elizabeth había dejado para él. No sentía que debiera abrirlo, pero Lizy lo había dejado con una carta, tal vez allí explicaba la razón para dejarle algo tan valioso justamente a él, que no era parte de la familia.

Abrió el sobre prolijamente cerrado y con lágrimas en los ojos leyó. Solo, en el sillón de la sala de los Evans, James supo que había sido para Elizabeth un nieto de la misma forma que ella fue su abuela del corazón. Abrió la caja y lo que encontró adentro lo dejó sin habla. Él la había visto antes, estaba seguro de haberlo hecho, lo que no recordaba era dónde.

Con un movimiento rápido, la guardó junto con la carta. Subió al cuarto de Lily donde estaban sus cosas y la guardó entre la ropa. Haría tal y como Elizabeth le había pedido. Sería un perfecto regalo para Lily.

Cuando volvió a la cocina, la pelirroja ya terminaba con su labor.

-Perdóname. No llegué para ayudarte.--No te preocupes.- le dijo sonriendo triste. –Ya está listo.-

Lily apoyó las caderas en la mesa y James se acercó. La tomó de la cintura y ella a él y juntaron sus frentes.

-¿Cómo estás?- preguntó él.-No lo sé.- contestó ella. -¿Y tú?--Aspirando tu perfume estoy en el cielo.- Ella sonrió otra vez.-Perdóname si no soy la mejor compañía.- le dijo.

Page 18: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Lily, mi amor, no te preocupes por nada. Y sobre todo no vuelvas a decir algo así. Te quiero.-

Desde la puerta, los padres de Lily los veían atentos. James miraba con tanto amor a Lily y ella le correspondía. Él era todo dulzura mientras acariciaba su rostro con los pulgares. Y a pesar de que era muy celoso con sus niñas, ni siquiera el señor Evans fue capaz de separarlos cuando los labios del moreno buscaron los de la pelirroja.

Un leve roce fue lo que selló la comunión entre ambos. No hacía falta más que eso para saber que estaban juntos. Ni siquiera un beso. Solo un roce de labios.

-Estas muy cansada mi vida. Deberías ir a descansar.--No quiero quedarme sola.--Dudo que tu padre me deje dormir en tu cuarto. Pero estaré aquí

cuando despiertes.--¿Lo prometes?--Con la mano en mi corazón, te prometo que…--¿Que sucede?- le preguntó asustada por su expresión.-Me falta algo. Aquí.- tomó la mano de la pelirroja y la apoyó sobre

su corazón. -¿Lo sientes? Me falta un trozo.--¿Qué…?--¿Te has dado cuenta que tienes un trocito de corazón demás?- Lily

lo miró confundida. -Era mío. Te lo regalo.- Secándose las lágrimas con el revés de la manga le contestó:

-¿Entonces es eso lo que siento que me aprieta en el pecho?--Sí. Y mientras lo lleves contigo nunca estarás sola. Siempre estaré

junto a ti.-

Un beso hubiese sido perfecto para sellar aquella escena, pero el padre de Lily ya no pudo contenerse y se hizo notar.

-Es hora de dormir chicos. Puedes dormir en el cuarto que está junto al nuestro James.-

-Gracias señor pero, si usted quisiera podría ir a dormir a casa.--Prometiste que no te irías.- dijo triste la pelirroja.-No puedes irte solo a esta hora. Además hay un cuarto que puedes

ocupar.--Sí, yo lo prepararé.- se apresuró la pelirroja.-Está bien. Te ayudo.-

La noche pasó y la mañana llegó detrás de ella. La noticia durante el desayuno le dejó a Lily un mal sabor de boca. Luego del almuerzo debían ir

Page 19: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

a casa de Elizabeth a buscar las cosas que su abuela les había dejado especialmente a cada una de ellas.

La hora llegó y Lily, de la mano de James, se enfrentó a la casa de su abuela. Entraros los seis y el impacto fue enorme. El mismo perfume que ella usaba inundaba la casa. Dos cartas descansaban en una mesa junto a una tercera. Las dos primeras iban dirigidas a sus nietas. La tercera a su hijo.

El padre de Lily tomó la suya y la abrió. En voz alta leyó:

“Hijo:

Se que esto será doloroso para ti. Tanto como debe haber sido la carta que dejé solo para tus ojos que, si seguiste mis instrucciones, leíste ayer por la tarde. Espero que lo hayas hecho y hayas entregado las otras tres cartas, la de tu esposa, Vernon y James, y aquella caja que dejé junto a los sobres.

Todo lo que tenia que decirte te lo dije a ti ayer. Así que esta vez solo quiero decirle a mi dos queridas nietas que las amé muchísimo y que estoy orgullosa de las dos. Sé que Vernon te cuidará mucho Petunia y que James daría su vida por ti Lily.

También sé que, de mis pocas posesiones, las dos tenían predilección por algunas en especial. Por eso, ahora que ya no estoy, mi biblioteca es tuya Lily y todo lo que hay en mi cocina te pertenece a ti Petunia, menos el juego de vajilla azul. Ése es de Lily. Sé que tiene un significado especial para ustedes dos.

Los amo. Y lamento mucho haberlos dejado. Me hubiese gustado poder contarte tantas cosas de mi vida Lily, y a ti Petunia enseñarte todas mis recetas. Pero no nos alcanzó el tiempo. Solo deseo que sean felices. Y que nunca olviden que fueron un soplo de vida en mi corazón.”

En silencio, el padre de Lily les entregó las otras dos cartas a las chicas. La de Lily solo tenía un par de oraciones escritas: “Ya es hora. Dile que sí de una vez.”

Lily sonrió y la guardó en su bolsillo. Se puso de pie y caminó hasta la cocina. Sobre la mesa estaba aquel juego de platos que alguna vez se le resbaló de las manos cuando oyó a James decir que la amaba. El moreno la miraba desde lejos y recordaba cada segundo de aquel día.

Petunia no soportó que aquel juego fuera a manos de su hermana. Los celos fueron más que ella y pasó junto a Lily empujándola. La mitad de los platos cayeron al suelo. Se hicieron trizas. Lily no podía alejar la mirada del suelo donde su más preciado tesoro estaba desparramado.

Page 20: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

James acudió a su lado con su varita en la mano. Enfurecido por la actitud de Petunia y sabiendo que no era momento para ponerla en su lugar, abrazó a Lily y le susurró al oído:

-Esto ya nos pasó una vez y lo solucionamos. ¿Lo recuerdas?- Lily asintió. –Yo lo recuerdo cada día.-

Con un movimiento de su varita y una mueca burlona en su rostro para Petunia, que los dejaba solos en ese momento entre horrorizada y molesta por aquel “Anormal engreído”, los reparó. Lily se abrazó a James y le susurró al oído:

-Yo no sé por qué hace eso.--Porque no soporta ver que tu novio te ama más de lo que su novio la

ama a ella.- Lily se abrazó más fuerte a James. –Vamos pelirroja. Déjame llevarte a tu casa.-

James encogió la vajilla hasta que fue posible meterla en su bolsillo. La guardó con mucho cuidado y abrazando a Lily, salieron juntos de allí.

Eran casi las ocho de la noche. Lily por insistencia de James se ofreció a cocinar. Petunia se fue a casa de Vernon. Le daba miedo cenar lo que esa “pareja de raros” pudiera poner en la mesa. Lily seguía sin ganas de comer, pero luego de que James le preguntara si debía darle de comer otra vez, dejó de jugar y cenó algo.

Luego de la cena, los padres de Lily salieron al jardín. Se sentaron a la luz de la luna y se quedaron juntos ahí. Lily los veía por la ventana de la cocina mientras ella y el moreno lavaban los platos sucios. Cuando terminaron el moreno preguntó:

-¿Quieres salir un rato al jardín?--No. Es mejor dejarlos solos. Estoy segura que mi padre odiaría que

lo viéramos llorar.-

Fueron juntos a la sala. Lily se sentó en el sillón grande y James se arrodilló a sus pies.

-¿Qué haces?- le preguntó la pelirroja.-Me postro a sus pies mi princesa.--No James, por favor. No tengo ganas.--Solo quiero que te recuestes. No has dormido nada aunque intentes

hacerme creer lo contrario.-

Page 21: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

Lily se recostó. El moreno descansó su cabeza sobre uno de sus brazos. Mientras la acariciaba, recordó las veces que deseó tenerla de esa manera sólo para él. Al fin estaban juntos.

-Eres hermosa. ¿Lo sabías?--Creo haber oído que me lo decías un par de veces.- el moreno

sonrió.-¿Puedo preguntarte algo? No tienes que contestarme si no quieres.--¿Qué quieres saber?--¿Por qué sonreíste cuando leíste la carta de Elizabeth? ¿Qué decía?--Que ya no te haga esperar más.- el moreno rió y ella sonrió con él.-¿Y qué vas a hacer? ¿Le harás caso?--¿Tú qué crees?--Yo creo que sí.--Crees bien.- el moreno sonreía contento. –James, este es el

momento en que tú me besas y yo, por primera vez, ni te grito ni te envío a la enfermería.-

-Aún no te explico lo que debí decirte ayer. Por favor. Quiero hacer las cosas bien.-

La pelirroja cerró los ojos. James acarició su cabello hasta que se quedó dormida. No tardó mucho más que ella en dormirse. Eran más de las cuatro de la madrugada cuando los señores Evans volvieron a la casa. La imagen de la pareja durmiendo en la sala les provoco diferentes sentimientos a ambos. Ternura a la señora Evans, celos a su esposo. El hombre los despertó y los llevó a cada uno hasta la puerta de su cuarto.

Lily fue la primera, y como estaba más dormida que despierta casi ni notó el enojo de su padre. James, ya sea por el susto o por los sutiles empujones de su suegro, estaba mucho más que despierto.

-No sé que hay entre tú y mi hija. La última vez que te vi me dijeron que eran solo amigos y que la que creía que eran novios era tu madre. Ahora no te despegas de mi hija y hasta te vi besarla en mi propia casa.-

-Señor yo…--Tú nada. Hablo yo. Tú te callas.- el moreno se encogió en su lugar.

–Dime ahora mismo que pasa entre mi hija y tú y más te vale que me digas la verdad porque si no lo vas a lamentar.-

-La quiero señor.- contestó asustado. –No había nada entre nosotros en ese momento y… no sé que somos ahora. Pero amo a su hija. Y si… y si a usted no… si no le molesta yo… yo quisiera… quisiera que me permitiera… visitarla como su novio, señor.- el hombre lo miró a los ojos. Estaba furioso.

Page 22: Capítulo 17€¦  · Web viewLas protestas de Val casi se oyen del otro lado de la puerta y justo cuando la amenaza de teñir la ropa de Mel del color de Slytherin flotaba en el

-Vete a la cama. Desaparece de mi vista ahora mismo o… Solo… sal de mi vista. ¡Dios bendito! Vete a dormir antes de que te…-

No fue necesario que se lo repitiera más veces. Salió casi corriendo rumbo a la habitación que le habían asignado la noche anterior. Ya sólo quedaba el desayuno. Antes del mediodía, Dorea y Charlus los recogerían para volver a Hogwarts.