Caminos Del Agua Web 1

74

description

El agua 1.

Transcript of Caminos Del Agua Web 1

  • Los caminos del agua en las Islas BalearesAcuferos y manantiales

    Coordinacin:

    Rosa Mara Mateos RuizConcepcin Gonzlez Casasnovas

  • CoordinacinRosa Mara Mateos Ruiz (IGME- Baleares)M Concepcin Gonzlez Casasnovas (Conselleria Medi Ambient)

    TextoRosa Mara Mateos Ruiz

    PrlogoAlfredo Barn Priz

    Colaboraciones especiales al textoMargalida Comas Colom - Hidrogeologa de FormenteraJordi Gimnez Garca - Hidrogeologa de IbizaAngel Gins Grcia - KarstJose Mara Lpez Garca - Aguas termales y ensayos de bombeo Jose Manuel Murillo Daz - Uso conjunto y recarga artificialAntonio Castillo Martn - Glosario

    Equipo de trabajoIGME- BalearesRosa Mara Mateos RuizInmaculada Garca MorenoJose Mara Lpez GarcaPedro Agustn Robledo Ardila Ana Sevillano MatillaKelly Jane WallisEsperanza Palmer GmezCatalina Bauz Garca

    IGME- MadridLoreto Fernndez RuizJose Manuel Murillo Daz

    DGRH- Conselleria Medi AmbientConcepcin Gonzlez CasasnovasAlfredo Barn PrizJordi Gimnez GarcaMargalida Comas Colom

    HIDROMA S.L.Antonio Galms Daz-PlajaMargarita Juncosa DarderBegoa Pau Blasco

    EPTISAAlberto Batlle GargalloBegoa Garca Pardoscar Blasco Herguedas

    Asesor cientficoBernad Gelabert Ferrer (Universitat de les Illes Balears)

    Asesora didcticaMaria de los ngeles Mateos Vzquez (Asociacin Espaola para la Enseanza de Ciencias de la Tierra. AEPECT)

    FotografaRosa Mara Mateos RuizJos Rodrguez FernndezJose Mara Lpez GarcaBenito Martn BallesterosJuan Jos Pons PetrusAntonio Merino JuncadellaAntonio Galms Daz-Plajascar Blasco HerguedasJose Lus Cantn vila Alfredo Mateos RuizMargarita Juncosa Darder

    Diseo de figurasInmaculada Garca MorenoBegoa Pau BlascoAntonio Galms Diaz-Plaja

    Maquetacin y diseoManuel Navas Cernuda

    AgradecimientosJuan Antonio Lpez-GetaJuan Jos Durn ValseroJoan J. Forns AstAntonio Rodrguez PereaLlus Pomar GomLuis Mateos CaneloCarmen Barcel VentayolEnric Juncosa Canals Jose Miguel Azan HernndezFrancisco J. Roldn Garca Jos Rodrguez FernndezBruno Ballesteros NavarroHelen BrownAlexander Sepasgosarian

    ImpresinTaravilla S.L.

    Los caminos del Agua en las Islas Baleares. Acuferos y manantiales /Mateos, R.M. y Gonzlez Casasnovas, C., coord. - Madrid:Instituto Geolgico y Minero de Espaa y Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears, 2009.

    280 pgs., figs., 260 x 240 mmGlosario de trminos hidrogeolgicosISBN: 978-84-7840-806-1NIPO: 474-09-033-8

    Depsito Legal: M-

  • Siento un vago rumor... Toda la tierraest cantando dulcemente... Lejoslos bosques se han cargado de corolas,desbordan los arroyos de sus caucesy las aguas se filtran en la tierra

    Esta tarde (Alfonsina Storni)

  • El presente libro forma parte de los trabajos previstos en el Convenio de Colaboracin entre la Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears y el Instituto Geolgico y Minero de Espaa, firmado en el ao 2005.

    Los caminos del agua en las Islas Baleares.Acuferos y manantiales

  • PRESENTACIN

    VI

    La estrecha colaboracin entre la Consellera de Medi Ambient y el Instituto Geolgico y Minero de Espaa, ha dado como fruto numerosos estudios enca-minados a la mejora del conocimiento hidrogeolgico de las islas. Nuestros tcnicos y cientficos llevan casi tres dcadas trabajando hombro con hombro, investigando sobre nuestros acuferos, aportando soluciones ante la puntual escasez de agua, y asesorando a los gestores sobre los numerosos aspectos rela-cionados con las aguas subterrneas. Una incesante labor que hoy ve su fruto a travs de este libro que, de alguna manera, envuelve y recoge todo el conoci-miento adquirido a lo largo de estos aos.

    Las aguas subterrneas son vitales en Baleares, ya que constituyen el 80% de sus recursos hdricos. Sin duda alguna, los acuferos continan siendo uno de los principales motores del desarrollo de nuestra sociedad, y ha sido tan importante su papel, que no podramos entender el progreso de esta regin sin tener en cuenta este recurso natural.

    Debemos recuperar el sentimiento reverencial que todas las culturas prece-dentes prodigaban al agua. El agua no debe ser moneda de cambio, no es una mercanca. Es la protagonista del paisaje balear, de la mayora de sus ecosistemas, y la clave para entender nuestra naturaleza. Velar por la recuperacin de los acuferos, por la permanencia de fuentes y manantiales, y por la salud de los humedales, es una tarea fundamental de esta Consellera, que queremos hacer extensiva a todos los ciudadanos de Baleares.

    Miquel ngel Grimalt i Vert

  • PRESENTACIN

    VII

    Cuesta valorar y proteger aquello que no se conoce adecuadamente. Por ello, uno de los objetivos primordiales de la Consellera de Medi Ambient es fomen-tar la divulgacin del conocimiento natural de nuestro territorio, ya que constituye la manera ms efectiva para su proteccin y conservacin. Sentimos el enorme orgullo de haber participado activamente en la elaboracin y presen-tacin de este libro, que pretende acercar el maravilloso mundo de las aguas subterrneas a toda aquella persona interesada en el medio natural.

    Aunque existen numerosas publicaciones cientficas sobre los valores natu-rales de las islas, no se haba abordado hasta el momento la visin, desde el medio geolgico, de todos aquellos aspectos relacionados con las aguas subte-rrneas. El presente libro aspira a mostrar el papel de la geologa en los caminos del agua. Obtendremos la respuesta a un sinfn de preguntas que todos nos hemos planteado alguna vez por qu surge un manantial?, cmo se mueve el agua en el interior de nuestros acuferos?, qu es un pozo surgente? En ocasiones, hemos asumido respuestas a estas cuestiones de la tradicin y la cultura popular, que distan inocentemente de la verdad y el rigor cientfico.

    Pretendemos que la lectura de este libro contribuya a difundir el conocimiento del medio subterrneo, de los paisajes que labra el agua en las islas, del papel de los acuferos en la agricultura, en el abastecimiento urbano, etc. Para ello se ha usado un lenguaje sencillo, un texto asequible, acompaado de numerosas figuras y fotografas que despertarn su curiosidad. Un libro divulgativo y didc-tico que, sin duda, le har disfrutar y entender mejor nuestra naturaleza

    Miquel ngel Grimalt i VertConseller de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears

  • PRESENTACIN

    VIII

    Con la publicacin de este libro se marca un hito muy importante en la cola-boracin que vienen manteniendo el Instituto Geolgico y Minero de Espaa y la Consellera de Medi Ambient del Govern Balear. Son ms de veinte aos de trabajo conjunto, cuyo fruto son numerosos estudios cientficos en el campo de la hidrogeologa, lo que ha permitido disponer de un excelente conocimiento del subsuelo de las islas en general, y de sus acuferos en particular. La maduracin de toda esta informacin por parte del equipo de trabajo ha dado como resultado una exposicin sencilla, didctica y amena de todos aquellos aspectos relacio-nados con las aguas subterrneas del Archipilago Balear.

    Desde los tiempos de Al-Andalus hasta nuestros das, las construcciones nece-sarias para la captacin, uso y distribucin del agua han estado estrechamente ligadas a la existencia de acuferos y manantiales. El enorme patrimonio de ele-mentos de pequea ingeniera hidrulica molinos, norias, acequias, aljibes, albercas, qanats, etc. forma parte indiscutible del paisaje rural de las islas, destacando entre otros elementos de este rico patrimonio los campos de molinos del Pla de Sant Jordi y el Llano de Ibiza, as como el sistema medieval de acequias y norias del Valle de Sller. El siglo trajo consigo los modernos sistemas de perforacin, sembrando el campo balear de multitud de pozos, de los que se extraen unos 200 millones de metros cbicos de agua, lo que representa algo ms del 80% de la demanda urbana y agrcola de las islas. El agua subterrnea juega, por lo tanto, un papel fundamental en la sociedad insular y ha venido siendo uno de los elementos ms importantes para su desarrollo.

    Aunque el medio geolgico permanece en gran parte oculto a nuestra visin, la naturaleza es bondadosa y, en ocasiones, suele desvelarnos su interior. Los

    Jose Pedro Calvo Sorando

  • PRESENTACIN

    IX

    manantiales constituyen la salida natural del agua de los acuferos. Comprender los caminos que ha llevado el agua antes de su nacimiento, y los condicionantes geolgicos que determinan su salida, es uno de los captulos ms reveladores de este libro. Los impresionantes caudales de agua que surgen de forma espo-rdica en Ses Fonts Ufanes de Gabell; la salida del manantial de Sa Costera en el escarpado litoral de la Tramuntana mallorquina; las fuentes de Santa Galdana en Menorca; o la surgencia de aguas termales en Sant Joan de la Font Santa, tienen una explicacin que va de la mano del conocimiento geolgico de la zona.

    En el agua subterrnea los lmites entre lo inerte y lo vivo se desdibujan. Todo forma parte del sustrato del que emerge la vida. La interaccin entre la descarga del agua dulce de los acuferos y la entrada de agua salada del mar da lugar a ecosistemas singulares los humedales donde la vida silvestre eclosiona. El agua tambin dibuja las formas del paisaje. Excava profundos valles, disuelve y modela las rocas calizas, penetrando en las entraas de la corteza terrestre donde contina su imparable labor. La extensin regional del karst en Baleares, la diver-sidad y singularidad de sus cavidades, as como la enorme belleza de este modelado, determina uno de los patrimonios naturales ms relevantes de nues-tro pas.

    Esta publicacin viene a reforzar uno de los principales objetivos del Instituto Geolgico y Minero de Espaa la divulgacin cientfica en Ciencias de la Tierra. Estamos seguros que su lectura constituir un disfrute y que contribuir a ampliar esa parcela de conocimiento tan interesante, como es dentro de la geologa, el mundo del agua subterrnea y la disciplina, la hidrogeologa, que la estudia.

    El placer de acercarse a la naturaleza, mediante su conocimiento, nos hace ser mucho ms respetuosos y humildes con ella.

    Jose Pedro Calvo SorandoDirector General del Instituto Geolgico y Minero de Espaa

  • PRLOGOALFREDO BARN PRIZ

    CANIG. Leyenda pirenayca del temps de la Reconquista. Mossen Jacinto Verdaguer,1886. Cant quart. Lo Pirineu.

    Ilustracin: Nvola Uy

    ...De cim en cim va de Rubi Pentina,y, sota Bresca en Collegats, li ensenyala rica Argenteria que en la penyapar algun geni amb enciseres mans.

    Cortinatges de tosca y brodadures,cascades d'argent fos en l'ayre preses,garlandes d'eura en richs calats suspeses,d'alguna fada finestr div,de lliri d'aygua y de roser poncelles,com ulls closos de virgens que hi somian,tot hi es blanch, com los coloms que hi nan,papallones gentils d'aquell jard.

    Volant als cingles del Monsn, li ensenyales cascades bellsimes de Gerri,y en Cabdella, en Espot y Biciberriconstelacions d'estanys d'atzur y vert:les tres valls del Pallars, que la calitjade boyrina ab so rssech enmantella,li semblen solchs que gegantina rellaa les tres branques del Nogera ha obert.

  • XI

    Agua: Fuente de vida, modeladora del paisaje, creadora de belleza, de cultura; fuente de purificacin y de ritos iniciticos. Agua, rumor, msica, belleza.... mis-terio.

    Cuando Rosa M Mateos, impulsora de este libro, me propuso escribir el pr-logo del mismo consider, al principio, que estaba obligado a escribir un sesudo texto lleno de contenido tcnico. Meditando sobre ello, como suele suceder a los que ya hemos pasado largamente lo que Ramn Llull llama el bell mig de la vida, el pensamiento deriv a recuerdos pasados, quizs buscando justificacin al por qu me encontraba en este trance.

    Recuerdos ligados a un pueblo, capital dels raiers (navateros), entre dos ros y un pantano, amparado por las sierras de Sant Aventi, Boumort, Sant Corneli....y el Congost y Collegats; las riadas como espectculo y drama. La Virgen Patrona, encontrada, segn la leyenda, por labradores en una cueva prxima al ro. Los descensos de barrancos antes del barranquismo, de los ros antes del rafting; los descensos en piragua hasta el Segre siguiendo la ruta de los navateros, las primeras cuevas: el miedo y la atraccin, las fuentes de l'Us y de la O, al pie de Sant Corneli; las trepadas por el Roc de Queralt y tras la subida que buena el agua de la fuente de Montsor! Pero...por qu una fuente aqu arriba?. Las pri-meras recogidas de fsiles. El estany de Montcorts con sus mitos y leyendas por qu aqu un lago? Las primeras repetidas preguntas por qu?. Los maestros de mi pueblo, sus explicaciones, los paseos con ellos. Y mi padre, que me ense a estar en el campo y con el campo. Y mi madre, que practicaba de forma natu-ral lo que ahora se llama nueva cultura del agua.

    PRLOGO

  • PRLOGO

    XII

    Y ms tarde los Monegros. Polvo, niebla, viento y sol... y donde hay agua, una huerta en palabras de Labordeta. Aridez cortada a cuchillo sobre la huerta del Cinca. Las balsas para abrevar el ganado Por qu tanta vegetacin y fauna en medio del espartal?

    Y el Pirineo: roca y agua, belleza. Las primeras travesas, acampadas y ascen-siones. Las acampadas y travesas en solitario. Las aventuras de supervivencia.

    Y conocer a Juan Rosell, que me descubri a los quince aos que haba una carrera que se llamaba Geologa y que me permiti cristalizar todas estas viven-cias y pasin de infancia y adolescencia en profesin. Y luego Ramn Llamas y Emilio Custodio, que me ensearon a ver el agua subterrnea y amarla.

    Y las Islas Baleares, mi segunda tierra. Los primeros estudios sobre recursos hdricos. Dos tercios de mi vida dedicados a la geologa y las aguas subterrneas de las islas y todava tantas preguntas por responder! Todos los que me ense-aron a conocer las Islas y a sus gentes y con los que compart discusiones y trabajos de campo. Mis compaeros. Las gentes del campo con las que tantas horas he charlado; su sentido comn y su tesn. La inmersin en la realidad social de las aguas subterrneas y del concepto de les aiges cercades, tan descriptivo y preciso.

  • PRLOGO

    XIII

    Con el fluir de estos recuerdos, comprendo que podra haber sido cualquier otra cosa, pero posiblemente no poda ser otra cosa que gelogo.

    De repente me doy cuenta de que tengo que prologar un libro. El objetivo previsto de dar a conocer el agua subterrnea y su relacin con el medio y el hombre, se cumple ampliamente gracias al trabajo de todo el equipo que ha participado. Pocas veces se han explicado las cosas con tanta claridad y sencillez y al mismo tiempo, tanta profundidad y rigor cientfico.

    Si este libro consigue despertar en los lectores el respeto hacia el agua y la tierra y, por qu no?, ensea a amarlas, su publicacin habr sido un xito. Pero si adems, su lectura hace que alguien, algn da, pueda recordar vivencias liga-das a la integracin con el medio y su conocimiento, sin haber perdido la humildad de preguntarse por qu? y que comprenda que la Tierra no pertenece al hombre, sino el hombre a la Tierra, se habrn sobrepasado todas las expecta-tivas.

    Alfredo Barn PrizHidrogelogo

  • LAS ISLAS BALEARES: MEDIO FSICO Y HUMANO

    1

  • Apropat ms al mar. Aqu, les barques.Escolta el vent damunt les roques planes.I continua laigua, i continua.Si, laigua, laigua.

    Foto: J.J. Pons

    El trngol

    Joan Brossa

  • E n esta primera parte introductoria del libro pretendemos acercar al lector a todos aquellos aspectos del medio fsico y humano relacionados con el ciclo del agua. La presencia de este preciado lquido, su distribucin, calidad, cuanta y explotacin van a depender de numerosos

    factores relacionados, tanto con las caractersticas fsicas del territorio, como con su pobla-

    cin.

    En primer lugar, el agua va a estar estrechamente relacionada con el clima de la regin y muy

    directamente con el rgimen de precipitaciones y temperaturas. Es evidente para todos, que

    durante los aos lluviosos brotan las fuentes, y los acuferos y pantanos se llenan. No es as en

    aos de sequa, donde la escasez de agua llega a ser un grave problema para nuestra sociedad.

    La cantidad de lluvia que cae directamente sobre las islas y su distribucin determina en primera

    instancia los recursos hdricos del archipilago.

    En segundo lugar, es de gran relevancia conocer el medio fsico de Baleares, cmo es el

    relieve, la geologa, la red hidrogrfica, la cobertera vegetal, etc., todos ellos aspectos funda-

    mentales que van a controlar cmo, dnde y en qu cuanta se va a infiltrar el agua de lluvia en

    el terreno y va a pasar a formar parte del dominio de las aguas subterrneas.

    Para finalizar, queremos mostrar todos aquellos factores relacionados con la demanda, explo-

    tacin y uso del agua: la poblacin y su evolucin en los ltimos aos, la economa y su

    dependencia del sector terciario, la evolucin de la agricultura, etc. Todo un conjunto de piezas

    que es necesario analizar previamente para poder construir el puzzle que nos haga comprender

    el camino que realiza cada gota de agua.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    5

  • Las Islas Baleares conforman un archipilago situado en el Mediterrneo occiden-tal frente a las costas levantinas de la Pennsula Ibrica. Estn constituidas por cuatro islas principales: Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, as como por una serie de islas e islotes menores como Cabrera, Dragonera, Isla del Aire, Es Vedr, sEspalmador, etc. La superficie del archipilago es de casi 5.000 km, destacando la isla de Mallorca con 3.640 km. Como en cualquier conjunto de islas, el dominio costero es predo-minante, con una longitud de costa cercana a los 1500 km, lo que equivale a 300 m de costa por cada kilmetro cuadrado de superficie.

    La isla de Mallorca es la mayor de las Islas Baleares. Las dimensiones mximas de la isla son de 95 km desde su extremo occidental (Sant Elm) hasta el oriental (Cala Ratjada). Unos 10 km al sur de la isla se localiza el Archipilago de Cabrera, formado por un conjunto de islas e islotes, todos ellos deshabitados, y declarado en el ao 1991 Parque Nacional Martimo Terrestre.

    Mallorca est constituida, desde un punto de vista orogrfico, por un conjunto de sierras y llanos. Destaca la Serra de Tramuntana, una alineacin montaosa para-lela a la costa noroccidental de la isla. Su relieve es abrupto y accidentado, con numerosas cimas que superan los 1000 m de altitud, destacando el Puig Major (1445 m) como el punto ms elevado del archipilago. El levante mallorqun est constituido por una serie de relieves ms suaves (Puig de Morey, 562 m) que consti-tuyen las Serres de Llevant, que abarcan desde los Cabos de Capdepera y Ferrutx hasta las proximidades de la localidad de Santany. El contacto de esta sierra con el mar se establece por una franja litoral llana conocida como Marina de Llevant cuya

    Las Islas Baleares. Generalidades

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    7

  • diseccin por los torrentes da origen a un buen numero de calas y playas en la des-embocadura, siendo una zona de gran arraigo turstico. Destacan tambin en el centro de la isla las denominadas Sierras Centrales, relieves alomados que presentan su mxima altitud en el macizo de Randa (Puig de Randa, 543 m). Entre las prin-cipales sierras de la isla quedan delimitadas zonas llanas, que constituyen las reas principales de cultivo y donde el uso del agua para la agricultura ha conformado un paisaje muy caracterstico de molinos, norias, albercas, etc. Destacan los Llanos de Palma e Inca- Sa Pobla, entre la Serra de Tramuntana y las Sierras Centrales as como el Llano de Campos y Manacor, que bordea las Serres de Llevant y Centrales.

    Menorca, la ms septentrional y oriental de las Baleares, abarca una superficie aproximada de 700 km, con poco ms de 53 km de longitud entre las ciudades de Ma y Ciutadella, y una anchura mxima de 19 km. En ella se distinguen dos gran-des unidades geomorfolgicas que dividen la isla en dos mitades: la Regin de la Tramuntana, al norte, y la Regin de Migjorn al sur, separadas ambas por un trazo sinuoso que une Cala Morell con la ciudad de Ma.

    La Tramuntana es una regin accidentada, formada por colinas que raramente sobrepasan los 250 m de altitud, siendo el Monte Toro (358 m) la cima ms elevada. La costa es recortada y agreste, con numerosas calas de gran belleza de colores oscu-ros y rojizos.

    El Migjorn constituye una amplia plataforma poco elevada y suavemente inclinada hacia el mar, surcada por profundos barrancos muy encajados y de trazo sinuoso. La costa tambin es acantilada y est jalonada por numerosas calas de arena blanca que contrasta con el color turquesa del mar.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    8

  • Serra de Tramuntana de Mallorca. Montaas de ms de 1000 m de altura que se precipitan al mar Mediterrneo

    Foto: R. M. Mateos

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    9

  • Entrada al Port de Ma. Con una longitud de ms de 5 km, el Port de Ma ha sido desde la antigedad un refugio natural para navegantes.

  • Foto: J. J. Pons

  • Ibiza y Formentera, conocidas como las islas Pitiusas, comprenden el conjunto ms meridional del Archipilago Balear. Ibiza y Formentera, con unos 541 y 82 km de superficie respectivamente, estn separadas por un canal marino de menos de 50 m de profundidad.

    Ibiza presenta dos zonas montaosas: los relieves ms septentrionales de la isla Serra de Es Amunts Serra de Sant Vicent con altitudes de hasta 400 m (Forns 410 m), y que conforman espectaculares acantilados marinos; y las sierras meridio-nales Sant Josep-Serra Grossa, con menor extensin que las anteriores pero con mayores altitudes (Sa Talaiassa, 475 m), incluyendo el islote Es Vedr que, con casi 1 km de extensin, se eleva hasta los 380 m de altura, destacando claramente en la costa occidental de la isla. Al igual que en el caso de la isla de Mallorca, las reas comprendidas entre las sierras suelen ser llanas, destacando las zonas meridional y oriental de la isla. Tal es el caso de la depresin de Sant Jordi-Ses Salines, en el extremo sur; o la franja costera de Santa Eulria, en el sector oriental.

    Formentera e islotes cercanos presentan un relieve muy suave y prcticamente llano, con barras de arena que encierran lagunas (estanys) de agua de mar. Las reas elevadas La Mola (201 m) y Guillen (108 m) son pequeas plataformas cons-tituidas por arrecifes coralinos fsiles, que dan una mayor entereza a estos extremos de la isla.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    12

  • Las salinas de Ibiza, con los relieves de Serra Grossa al fondo.

    Foto: O. Blasco

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    13

  • Mol de la Sal en Formentera, paraso natural de mar y arena

    Foto: O. Blasco

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    14

  • La poblacin censada en las Islas Baleares supera ligeramente el milln de habi-tantes. La isla ms poblada es Mallorca, con 790.763 habitantes y la menos habitada Formentera, con menos de 8.000 habitantes censados. No obstante, la caracterstica principal de Baleares es que recibe ms de 12 millones de visitantes al ao, lo que condiciona la necesidad de una mano de obra temporal que, sumado a la poblacin fija, resulta en una poblacin equivalente de 1.262.913. En los meses estivales, de mayor afluencia turstica, la poblacin estacional llega a superar los 600.000 habi-tantes.

    La densidad real de poblacin, es decir, teniendo en cuenta la poblacin equiva-lente, es de unos 250 hab/km, cifra muy superior a la media nacional, que para 2007 estaba cercana a 90 hab/km.

    El 55 % de los habitantes de la isla de Mallorca se concentran en la Baha de Palma, siendo la Ciudad de Palma la ms poblada de todo el territorio insular (376.000 habitantes censados). La ciudad de Ibiza, con 42.884 habitantes, representa el municipio con mayor densidad de poblacin del territorio Balear (3.848 hab/km), debido a su pequea extensin. En Menorca, los dos principales municipios de la isla Ma y Ciutadella, tienen poblaciones similares, que no superan los 25.000 habitantes .

    La poblacin

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    15

  • En Menorca se ha generado un desarrollo turstico inferior al resto del archipilago y, consecuentemente, una menor ocupacin del territorio y del litoral, concentrndose los asentamientos en los municipios de Ciutadella, S. Llus y Mercadal.

    La isla de Formentera presenta la densidad ms baja en cuanto a poblacin fija, pero durante la temporada turstica se multiplica la poblacin. La isla est constituida por un slo municipio con cinco ncleos principales.

    Es notorio, en todo el conjunto de las Baleares, un incremento poblacional en los municipios litorales, una poblacin joven que imprime un enorme dinamismo, pero que a su vez demanda mayores infraestructuras y recursos hdricos.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    16

    POBLACIN FIJA Y ESTACIONAL ( AO 2006)

    FIJA EQUIVALENTE PUNTA

    MALLORCA 790.763 944.202 1.156.081

    MENORCA 88.434 112.758 187.977

    IBIZA 113.908 192.343 259.900

    FORMENTERA 7.957 13.610 24.481

    BALEARES 1.001.062 1.262.913 1.628.439

    (Fuente: Conselleria de Medi Ambient)

  • Ciutadella de Menorca, maravilloso enclave turstico en el mediterrneo occidental.Foto: J. J. Pons

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    17

  • La Comunidad Autnoma de les Illes Balears debe garantizar los suficientes recur-sos hdricos para abastecer tanto a su poblacin residente como a toda la poblacin flotante que visita el archipilago. La actividad turstica requiere el consumo de importantes volmenes de agua, que en Baleares se cifra en torno a los 300 litros por turista y da. Esta cifra no solo incluye el consumo directo, sino tambin el riego de jardines, llenado de piscinas, prdidas en la red, etc.

    En los pases en vas de desarrollo, una persona consume unos 10 litros diarios de agua. En Baleares la dotacin media por habitante y da asciende a 270 litros de agua.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    18

  • Baleares es una de las regiones espaolas con mayor renta per cpita, cifrada en 25.000 anuales, aproximadamente un 10% superior a la media espaola. El sector servicios es el que ms contribuye al PIB, relacionado directamente con la actividad turstica del archipilago. El sector primario ligado a la agricultura, pesca y ganadera representa tan solo el 1,1% de la economa balear.

    La macroeconoma de Baleares es, en su conjunto, un claro ejemplo de terciari-zacin. Ello ha trado como consecuencia un trasvase de mano de obra desde los dems sectores a las actividades de servicios, que se convierten en los principales generadores de empleo. Baleares ha pasado de enviar emigrantes a ser receptora de una cada vez ms importante poblacin inmigrante. El porcentaje de ciudadanos extranjeros en Baleares asciende en la actualidad al 20% de la poblacin y es una de las regiones con mayor incremento poblacional en los ltimos aos.

    La economa

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    19

  • La industria balear se focaliza en las ramas de energa, agua y alimentacin. La industria ms tradicional, calzado, piel, madera y bisutera, forma parte del tejido histrico de algunas comarcas, creciendo a menor ritmo que el sector servicios.

    La construccin es fiel reflejo del primer motor de desarrollo de Baleares el turismo y sufre oscilaciones en funcin de su variabilidad y de la coyuntura eco-nmica nacional e internacional.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    20

  • Baleares presenta un clima tpicamente mediterrneo, con inviernos suaves y vera-nos muy calurosos y secos. Las temperaturas extremas se ven atenuadas por la cercana al mar. Hay un claro aumento de la aridez en el archipilago desde el norte (Menorca) al sur (Formentera), as como un control orogrfico dentro de cada isla.

    Los episodios de gota fra son frecuentes en los meses otoales, debido a la llegada de las primeras masas de aire fro en altura que contrastan con la elevada temperatura que an mantiene el mar. Las inundaciones constituyen el principal riesgo natural del territorio balear y suelen causar cuantiosos daos materiales.

    El clima

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    21

  • Temperaturas

    La temperatura media anual oscila entre los 16,9C de Ma y los 17,9C de Formentera, si bien en la montaa mallorquina disminuye hasta los 13.6C. El mes ms fro es el de Enero con temperaturas medias en torno a 11C; y el ms clido Agosto, superndose los 25C. Las temperaturas mximas aumentan desde los 33C que se registran en Menorca hasta los 38C en Formentera. En la mayor parte del territorio, exceptuando las zonas de mayor altitud (Sierra de Tramuntana mallor-quina), no se producen casi nunca heladas.

    La sensacin trmica depende enormemente del grado de humedad relativa, en Baleares muy elevada, con valores medios en torno al 74%.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    22

    Temperaturas medias mensuales en las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza.Fuente: Institut dEstadstica de les Illes Balears. Conselleria dEconomia, Hisenda i Innovaci.

  • Precipitaciones

    Las precipitaciones se producen normalmente en forma de lluvia, siendo la nieve muy escasa y localizada casi exclusivamente en la Serra de Tramuntana de Mallorca. La pluviometra decrece de norte a sur y est muy influenciada por la orografa de cada isla. As, en Mallorca se registran precipitaciones medias anuales de 1400 mm en el sector central de la Sierra de Tramuntana, mientras que en el sur (Llucmajor- Campos) no supera los 350 mm. En Menorca, las precipitaciones ms altas se localizan en la parte central, especialmente en el noroeste, y disminuyen hacia la costa, siendo la precipitacin media anual de 600 mm. Ibiza y Formentera son las islas ms secas del archipilago, no superando los 450 mm de precipitaciones medias anuales.

    La distribucin anual de las precipitaciones en el archipilago denota su carcter mediterrneo. Los meses de octubre y noviembre son los ms lluviosos, con lluvias intensas que se concentran en cortos perodos de tiempo y episodios de hasta 300 mm en 24 horas. En el invierno y la primavera, los episodios lluviosos dan paso a un verano con ausencia prcticamente total de precipitaciones. En el perodo compren-dido entre octubre y enero se producen el 60% de las precipitaciones registradas en el archipilago.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    23

    PRECIPITACIONES MEDIAS ANUALES

    SUPERFICIE(km)

    PRECIP. MEDIA(mm)

    MALLORCA 3.604 625

    MENORCA 693 600

    IBIZA 569 458

    FORMENTERA 81 437

  • Distribucin de las precipitaciones medias anuales en el Archipilago balear.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    24

  • El clima mediterrneo tambin se caracteriza por la presencia de largos perodos de sequa y por una enorme irregularidad en el rgimen de precipitaciones de un ao para otro. En todos queda en la memoria la sequa del ao 1996, cuando se transport agua del Ebro en barco para abastecer a la isla de Mallorca. Los acuferos constituyen excelentes embalses subterrneos capaces de amortiguar los perodos de sequa, ya que su respuesta a la ausencia de precipitaciones no es tan rpida como en el caso de los recursos superficiales.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    25

    Pluviometra media mensual de las islas.Fuente: Institut dEstadstica de les Illes Balears. Conselleria dEconomia, Hisenda i Innovaci.

  • Los vientos

    Otro elemento importante en el clima insular es el viento. En el otoo y la pri-mavera dominan los vientos del norte, el mestral y la tramuntana, vientos fros y de gran intensidad, muy frecuentes en la costa norte de Mallorca y sobre todo en la isla de Menorca. En contraposicin, el xaloc, el llebeig y el migjorn son vientos clidos del sur que soplan durante el verano y elevan las temperaturas en todo el territorio insular. Tambin es importante mencionar las brisas martimo-terrestres (embat en Mallorca) que son importantes reguladores trmicos en las zonas costeras, donde mayor poblacin se concentra.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    26

  • La vegetacin de Baleares est condicionada por la predominancia de roca caliza, por su carcter insular que favorece los endemismos, por el clima mediterrneo y por una intensa presin humana que se remonta a tiempos histricos. En general, en las sierras del archipilago predomina el bosque mediterrneo de encinas, con dos varie-dades: la encina carrasca (Quercus rotundifolia), muy resistente a la sequa y presente en Mallorca e Ibiza, y la encina propiamente dicha (Quercus ilex), de ambientes ms hmedos y umbros, presente en las islas de Menorca y Mallorca. La degradacin del encinar por talas, incendios, actividad de carboneros, etc. ha condicionado una sus-titucin progresiva de ste por el bosque de pinos.

    Los pinares de pino blanco (Pinus halepensis) son muy frecuentes en Baleares. Se encuentran en todas las islas, pero prefieren lugares ms secos y soleados que el enci-nar. Suele presentar un sotobosque muy denso y rico en especies tpicamente mediterrneas como el romero, brezo y lentisco. En Ibiza los pinares son muy exten-sos, generalmente acompaados de sabinas y ginestas. Los navegantes fenicios relataban que desde que el barco enfilaba el islote de Tagomago, llegaba un olor a pino y romero inconfundible.

    En las zonas bajas de Baleares, la garriga (en Menorca conocida como marina) es la comunidad vegetal predominante, ocupando extensas zonas en todas las islas. Se trata de comunidades arbustivas densas, tpicas de lugares secos y afectados por la actividad humana. Es una comunidad rica en especies vegetales, fundamentalmente el acebuche (Olea europaea) y el pino (Pinus halepensis), que suele ir acompaada de una vegetacin arbustiva tpicamente mediterrnea de lentisco, ginesta, romero, brezo y estepa blanca (jara). Una curiosidad, en Menorca, sobre el sustrato silceo de la

    Vegetacin y usos del suelo

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    27

  • Cultivo de secano en las marjadas de Son Bunyola (Banyalbufar), Sierra de Tramuntana de la isla de Mallorca.El aterrazamiento llega hasta altas cotas de las laderas.

    Foto: A. Mateos

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    28

  • regin de la Tramuntana, encontramos una comunidad arbustiva con predominio de los arrayanes, denominada les marines de bruc.

    La vegetacin de las costas y zonas hmedas, a pesar de ocupar extensiones muy reducidas, tiene un valor excepcional. Destacan los sabinares (Juniperus phoenicea) en las costas arenosas de Ibiza y Formentera, as como especies endmicas tales como los coixinets de monja en las costas rocosas. Por ultimo, no hay que olvidar la vege-tacin que se desarrolla en las lagunas salobres y albuferas de las islas, donde destaca el carrizo y la masiega, en los terrenos inundados, y los juncos y la salicornia en las zonas salobres.

    No obstante, algo ms de un 55% de la superficie balear est ocupada por terre-nos cultivados por el hombre. Destaca el tradicional cultivo de secano, donde predomina el olivo, el almendro, el algarrobo y la higuera, as como el cereal. Los cultivos de regado se localizan en las zonas ms llanas, donde tradicionalmente se ha podido disponer con facilidad del agua subterrnea. Destacan en Mallorca el Llano de Sa Pobla, con el cultivo de la patata; el Valle de Sller, con los huertos de ctricos; y los Llanos de Palma y Campos, con el cultivo de forrajeras. En la isla de Ibiza, Santa Eulria del Riu y el Llano de Ibiza son las dos zonas con mayor tradicin agrcola y, en Menorca predomina en toda la isla el cultivo de forrajeras para la ali-mentacin del ganado vacuno.

    En las zonas de montaa, el afn del hombre durante siglos por conseguir peque-as zonas de cultivo en tan accidentada topografa, ha condicionado el desarrollo de una ingeniera popular de aterrazamiento de laderas, con la construccin de los tradicionales muros de piedra seca marges. En estos terrenos abancalados, conoci-dos como marjadas, se han venido cultivando pequeos huertos y arboleda de secano, contribuyendo enormemente a atenuar los procesos erosivos de las escarpadas lade-ras de las sierras.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    29

  • El rgimen de lluvias, la permeabilidad de los terrenos y la escasa magnitud de las cuencas hace que prcticamente no existan cursos superficiales permanentes en las Islas Baleares. La red superficial de drenaje est formada por torrentes de cursos muy cortos y cuencas de pequea extensin. Llevan agua espordicamente, aunque la irregularidad de las lluvias y su concentracin en cortos perodos de tiempo puede dar lugar a caudales punta muy elevados, que pueden ocasionar avenidas de cierta importancia.

    Existen tres tipos de torrentes en nuestro archipilago:

    , de pendiente elevada y cursos muy cortos que drenan rpidamente al mar. Un ejemplo de este tipo es el Torrent de Sller, que en ocasiones ha generado graves problemas de inundaciones en esta comarca mallorquina.

    , con bajos gradientes, mayor longitud de cauce y superficie de cuenca. Un ejemplo de este tipo es el torrente de Muro.

    , torrentes muy encajados en la roca caliza, que configuran estrechos valles de paredes de gran altura y prc-ticamente verticales. El ejemplo ms significativo es el Torrent de Pareis en la Serra de Tramuntana mallorquina, as como los torren-tes de la regin del Migjorn en Menorca.

    La hidrografa e hidrologa superficial

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    30

  • La intensa explotacin de las aguas subterrneas durante los ltimos 40 aos ha contribuido a la ausencia de agua en los torrentes, especialmente aquellos que estaban alimentados por la salida de fuentes y manantiales. El nico ro que exista en Baleares era el ro de Santa Eulria, en Ibiza, en la actualidad con un rgimen torrencial debido a la explotacin del acufero de la zona.

    Las nicas obras de regulacin superficial construidas en el archipilago son los embalses de Cber y Gorg Blau, ambos en la Serra de Tramuntana de Mallorca. Su capacidad conjunta es de 11,7 hm y entre los dos proporcionan al abastecimiento de Palma un caudal medio de alrededor de 7 hm/ao.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    31

  • Torrente des Puntarr (Menorca). Torrente de montaa que alimenta la Albufera des Grau.

    Foto: J. J. Pons

  • El ro de Santa Eulria en Ibiza,el nico con la denominacin de ro en el Archipilago Balear

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    34

    Foto: O. Blasco

  • Embalse de Cber en la Sierra de Tramuntana de Mallorca.Una de las pocas obras de regulacin de recursos de agua superficial construidas en el archipilago.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    35

    Foto: J. Rodrguez

  • La fisonoma de las Islas Baleares, tal y como la conocemos hoy en da, comienza a formarse hace poco tiempo a escala geolgica, unos 25 millones de aos, en el perodo geolgico conocido como Mioceno inferior. En esta etapa se intensifica el acercamiento entre la Placa Africana y la Placa Ibrica, un beso entre dos continen-tes que dio lugar a la formacin de imponentes cordilleras como los Alpes, los Pirineos,

    La geologa

    Esquema conceptual de la formacin de la Sierra de Tramuntana mallorquina.

    Los sedimentos ya depositados se plegaron y apilaron, elevndose hasta su posicin actual gracias a los esfuerzos compresivos generados durante la orogenia alpina, hace 20 millones de aos.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    36

  • las Cordilleras Bticas y la Cordillera del Atlas. Esta etapa compresiva, que se conoce como orogenia alpina, va a generar en las Islas Baleares el levantamiento y apila-miento de todos los materiales ya depositados anteriormente, originando los principales relieves de las Baleares.

    Los materiales predominantes, y que conforman el esqueleto principal de estos relieves, estn constituidos por calizas y dolomas que se depositaron en antiguos fondos marinos hace aproximadamente 200 millones de aos (Jursico inferior), al mismo tiempo que en relieves emergidos correteaban enormes dinosaurios por el planeta. Estos materiales carbonatados de gran dureza, y elevados por la orogenia alpina hasta su posicin actual (afloran en el Puig Major, 1445 m), configuran un relieve muy abrupto en las sierras de Baleares, determinando la existencia de impo-nentes acantilados marinos en la costa norte mallorquina e ibicenca. Otra particularidad de las calizas y dolomas que configuran nuestro sustrato geolgico es su capacidad de disolverse con el agua de lluvia y de infiltracin, lo que da lugar a espectaculares morfologas krsticas, tanto en el exterior como en el interior de los macizos rocosos. El karst es una singularidad del paisaje mediterrneo en general y de las Islas Baleares en particular y, desde el punto de vista del agua, juega un papel fundamental. Los acuferos krsticos tienen una gran capacidad de almacenamiento en nuestro territorio y su descarga da lugar a importantes manantiales que han abas-tecido desde tiempos histricos a la poblacin insular.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    37

  • Cap de Formentor (Mallorca).

    Se observan las diferentes lminas de roca caliza que se han ido apilando durante la orogenia alpina y que dan lugar a una vertiente costera muy abrupta y accidentada.

    Foto: R. M. Mateos

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    38

  • La base de los acuferos de naturaleza krstica, que predominan en las sierras, suele estar constituida por materiales de baja permeabilidad. Generalmente se trata de las arcillas versicolores del Keuper (Trisico superior 220 millones de aos), que suelen ir acompaadas de yesos y rocas volcnicas. Estos materiales de naturaleza blanda constituyen el fondo de numerosos valles, como el Valle de Sller y la cuenca de Valldemossa en la Isla de Mallorca.

    Tras el perodo de formacin de los grandes relie-ves en Baleares, comienza, hace 15 millones de aos, una etapa geolgica diferente, que contina hasta nuestros das. La tectnica regional da lugar a una fase distensiva, que origina fallas normales de gran longitud que hunden parte de estas sierras, originado importantes cubetas que se van a ir rellenando pro-gresivamente de sedimentos resultantes de la erosin y meteorizacin de los relieves circundantes. Queda pues as configurada la actual morfologa de las islas mediante altos (sierras) y cubetas (llanos). A modo de ejemplo, la comarca de Es Raiguer en la isla de Mallorca, es una enorme cubeta de sedimentacin separada de la Serra de Tramuntana por una gran falla normal. Sondeos realizados en Binissalem ponen de manifiesto una acumulacin de ms de 1.300 m de sedimentos en el bloque hundido de esta falla.

    Hay rocas volcnicas en Baleares?

    S, en Baleares hay numerosos afloramientos de rocas volcnicas que se denominan ofitas, pero no de volcanes actuales, sino de volcanes que existieron hace ms de 200 millones de

    no hay ningn indicio de vulcanismo en las Islas Baleares.

    El mejor lugar para ver estos afloramientos de ofitas es en el entorno de Cala Tuent, en la isla de Mallorca.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    39

  • Cantera de mars en la costa de Santany (Mallorca).

    Se trata de dunas fsiles cementadas de edad Cuaternario, geolgicamente muy recientes.

    Foto: J. Rodrguez

    La presencia de sedimentos de naturaleza granular en los llanos determina la existencia de acuferos detrticos, donde el agua se acumula entre los granos que constituyen el sedimento. La base de estos acuferos suele estar constituida por mate-riales de baja permeabilidad, como son las arcillas y margas (arcillas calcreas), estas ltimas muy abundantes en nuestro sustrato geolgico.

    Durante el Mioceno superior, hace tan solo 6 millones de aos, las Baleares dis-frutaban de un clima clido caribeo y sus costas fueron colonizadas por arrecifes de coral y bosques de manglares. Estos arrecifes, fsiles hoy en da, orlan sectores del litoral de nuestras islas, constituyendo en gran parte el sustrato geolgico aflorante del Migjorn en Menorca, del sur y levante de la isla de Mallorca (Marina de Llevant, Llucmajor-Campos) y de Formentera (Sa Mola). La peculiaridad de estos arrecifes fsiles es que constituyen excelentes acuferos, debido a su porosidad y a su karstifi-cacin, siendo vitales para el abastecimiento de los ncleos de poblacin litorales y para la isla de Menorca en su conjunto.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    40

  • La geologa de los ltimos tiempos (2 millones de aos) en el Archipilago Balear viene determinada sobre todo por las fluctuaciones del nivel del mar y los cambios en el litoral que esto produce. Durante los grandes perodos glaciares, el nivel del mar estaba ms bajo que en la actualidad (hasta 100 m en la ltima glaciacin) y, por consiguiente, las islas eran ms extensas. Tal era as, que las islas de Mallorca y Menorca estaban unidas. En estas etapas se reactivan los torrentes y su capacidad erosiva, dando lugar a potentes depsitos de tipo coluvial y aluvial, que suelen alber-gar acuferos superficiales.

    Durante los perodos interglaciares, ms clidos, el nivel del mar sube, debido principalmente a la fusin de los glaciares y los casquetes polares del planeta. En Baleares hay constancia de una subida del nivel de mar de ms de 40 m hace 300.000 aos. Estas subidas del mar determinan una reduccin de la superficie de las islas y un desplazamiento del litoral hacia el interior.

    Un sedimento muy caracterstico de los recientes tiempos cuaternarios (ltimos 1,8 millones de aos) es el mars. Se trata de antiguas dunas litorales fsiles que ya estn cementadas y han constituido el principal material de construccin en las Islas Baleares, destacando por ejemplo, la Catedral de Palma de Mallorca.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    41

  • Desde el punto de visto geolgico, las Islas Baleares constituyen la prolonga-

    Baleares formaban parte de la Pennsula Ibrica hasta que giraron en el sentido de las agujas del reloj hasta su posicin actual. Esta circunstancia ha marcado la existencia del denominado Promontorio Balear, corteza continental sobre la que se asientan las islas, as como la geologa del fondo marino que rodea el

    -marinos y escarpados taludes como el de Emile Baudot, situado al SE de la Isla de Mallorca y que da paso a profundidades marinas de ms de 2700 m.

    El Promontorio Balear, corteza continental en el Mediterrneo occidental cuya parte emergida son las Islas Baleares.

    El lmite oriental del promontorio de Mallorca est formado por escarpados caones submarinos que dan paso a un fondo ocenico situado a ms de 2.700 metros de profundidad .

    Cortesa de J. Acosta, 2003

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    42

  • Karst es una palabra de origen yugoslavo que significa desierto rocoso. Define un paisaje muy caracterstico de reas donde predominan las rocas calizas, como es el caso de Baleares. El karst es adems el paisaje predominante de las regiones medi-terrneas, donde los factores geolgicos y climticos se combinan para conformar un relieve duro y austero, a la vez que enrgico, misterioso y sorprendente.

    La combinacin del agua de lluvia con el dixido de carbono de la atmsfera y la materia orgnica que hay en el suelo, da lugar a la formacin de un cido dbil (el cido carbnico), que es capaz de disolver lentamente las rocas calizas. Esta disolucin, que va desgastando la roca poco a poco y durante miles de aos, configura unas morfologas muy singulares, tanto en la superficie del terreno dando lugar a formas exokrsticas, como en el interior del macizo rocoso originando las misteriosas cuevas y conductos subterrneos que caracterizan el denominado endokarst.

    El karst: caractersticas y distribucin en Baleares

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    43

  • Esquema de las morfologas ms caractersticas del karst en Baleares.

    Morfologas de superficie (exokarst): lapiaz, dolinas, poljes, caones, etc.; y formas en el interior del macizo rocoso (endokarst): cuevas, sumideros (avencs), espeleotemas, etc.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    44

  • Lapiaz en la Serra de Tramuntana de Mallorca.La roca parece tallada por el cincel de un escultor, formando caprichosas formas que alentan la imaginacin popular.

    Foto: J. Rodrguez

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    45

  • El proceso de disolucin superficial de la roca caliza da lugar a campos de lapiaz, localmente conocidos como esquetjars o rellars, lugares casi intransitables debido al puntiagudo cincelado de la roca. Tambin se observan formas redondeadas en el terreno, denominadas dolinas Clots en la terminologa local, as como grandes depresiones planas que reciben el nombre de poljes y que han constituido las zonas de desarrollo agrcola en los relieves montaosos de Baleares.

    El agua superficial se infiltra a travs de simas y sumideros, los denominados avencs, pasando a formar parte del dominio de las aguas subterrneas, donde conti-na el proceso de disolucin. El agua penetra por los planos de debilidad de la roca, ensanchando grietas y fallas y dando lugar a grandes cavidades, que ms tarde sern adornadas con estalactitas, estalagmitas, perlas de caverna, banderas etc., variadas y frgiles formas de precipitacin que reciben el nombre de espeleotemas.

    La importancia del karst en Baleares es de tal envergadura, que en el presente libro se ha dedicado todo un captulo para explicar este singular y maravilloso paisaje del agua.

    LAS ISLAS BALEARES. MEDIO FSICO Y HUMANO

    46

  • LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    2

  • La font trascola de la muntanya;la gent hi conta llegenda estranya.De remors fondes, columns dori aigua estil.lada que ensurt del cor

    Antologia potica

    Maria Antonia Salv

    Foto: J. Rodrguez

  • E l agua, un elemento que da origen a la vida. Formada en estado puro por un tomo de oxgeno y dos de hidrgeno es capaz de refractar la luz, de disolver la tierra y vencer al fuego. El agua es un elemento imprescindible, el bien ms demandado en el mundo. Todas las

    ciudades creadas desde la antigedad florecieron mirando al agua y es un recurso tan valioso

    que ha sido y ser motivo de guerras en nuestro Planeta. Tan solo una centsima parte del agua

    de la tierra es fcilmente extrable para su consumo, lo que hace del agua un recurso nico pero

    no infinito.

    Las aguas subterrneas representan el 96% del agua dulce no congelada de todo el Planeta

    y su presencia ha sido vital para el desarrollo de numerosas sociedades, entre las que destaca

    indudablemente la balear. Cada ao Baleares consume 273 millones de metros cbicos de agua,

    de los cuales casi el 80% se extraen de los acuferos. El agua subterrnea juega un papel funda-

    mental en nuestra sociedad y ha venido siendo uno de los motores ms importantes para su

    desarrollo.

    Es por ello la necesidad de divulgar y dar a conocer, con el mayor rigor cientfico posible,

    todos aquellos aspectos relacionados con las aguas subterrneas y realizar, conjuntamente con

    el lector, el viaje que inicia cada gota de agua, desde que se infiltra en el terreno, hasta que brota

    por un manantial o llega de nuevo al mar.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    51

  • El agua no permanece estacionaria sobre la tierra sino que est en permanente movimiento y cambiando constantemente de estado, desde lquido, a vapor, a hielo y viceversa. El ciclo del agua es un proceso continuo en el que una gota de agua evaporada del ocano vuelve de nuevo al mar despus de pasar por diversas etapas.

    El ciclo puede comenzar con la evaporacin del agua de los ocanos, mares, lagos, ros y embalses, constituyendo el sol el principal motor del ciclo hidrolgico, como en la mayora de los procesos externos de la Tierra. La evapotranspiracin tambin juega un papel fundamental, que incluye la transpiracin de la vegetacin y la eva-poracin directa del suelo. De esta forma, el agua en forma de vapor pasa a las capas inferiores de la atmsfera, donde la menor temperatura causa que el vapor de agua se condense y forme las nubes, que se desplazan horizontalmente por el viento. El agua retornar a la superficie de la tierra y a los ocanos en forma de precipitacin (lluvia, nieve o granizo). Una parte del agua que llega a la tierra ser aprovechada por los seres vivos; otra se mover superficialmente por el terreno hasta llegar a un ro, un lago o el ocano, fenmeno que se conoce como escorrenta superficial. Tambin, parte de la precipitacin puede quedarse acumulada durante miles de aos en forma de hielo sobre los casquetes polares y los glaciares. Una fraccin de la precipitacin se infiltrar en el terreno, pasando a formar parte de las aguas subterrneas que, muy lentamente, se mover hasta salir de nuevo a un ro, un lago o el mar. De esta forma, el ciclo del agua se cierra y comienza de nuevo.

    El ciclo hidrolgico

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    53

  • En la siguiente tabla se muestra la distribucin del agua en la hidrosfera, donde se observa que la mayor reserva de agua se encuentra en los mares y ocanos. Las aguas subterrneas, pese a constituir tan solo el 0,76% del agua total del Planeta, representan algo ms de un 30% de las reservas de agua dulce, valores muy superio-res a los recursos de agua superficiales que constituyen los ros y lagos. Ntese que las mayores reservas de agua dulce estn en forma slida, formando parte de los casquetes polares y los glaciares. En el continente Antrtico estn casi el 65% de las reservas de agua dulce de la Tierra.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    55

    DISTRIBUCIN DEL AGUA EN LA HIDROSFERA

    % DEL AGUA TOTALPLANETA

    % DE LAS RESERVAS DE AGUA DULCE

    OCANOS Y MARES 97,5 --

    GLACIARES Y CASQUETES POLARES 1,74 68,7

    LAGOS 0,013 0,26

    ROS 0,0002 0,006

    AGUAS SUBTERRNEAS 0,76 30,1

    BIOMASA 0,0001 0,003

    ATMSFERA 0,001 0,04

    (Fuente: Las aguas subterrneas. un recurso natural del subsuelo. IGME, 2001)

  • El agua subterrnea es el agua que existe bajo la superficie del terreno y que se desplaza muy lentamente por los acuferos.

    Un acufero es una formacin geolgica capaz de almacenar y transmitir agua en cantidades significativas. En un acufero, el agua se almacena en los poros de los granos que constituyen el sedimento, o bien en las grietas, fracturas y oquedades que existen en la roca y se mueve, muy lentamente, de un punto a otro, segn lo que se conoce como gradiente hidrulico. Los acuferos pueden tener dimensiones muy variables, desde varios metros a miles de kilmetros cbicos. El tamao y capacidad de almacenamiento de los acuferos depende directamente de la geologa del terreno y de la porosidad del material. Un acufero presenta diferentes reas: de recarga, de descarga y de circulacin.

    El rea de recarga, constituye aquella zona donde se produce una alimentacin a las aguas subterrneas mediante la infiltracin del agua de lluvia (por ejemplo, zonas

    Aguas subterrneas y acuferos

    Los recursos de aguas subterrneas en las Islas Baleares ascienden a

    anualmente en nuestros acuferos y que tiene su origen en la infiltracin del agua de lluvia. Esta cifra equivale a 1600 campos de ftbol como el de Son Moix llenos de agua.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    56

  • de montaa con mayor pluviometra) o donde el agua de los ros y torrentes se infil-tra hacia el acufero. La zona de descarga es aquella donde se produce la salida de las aguas subterrneas, generalmente hacia un ro, un humedal, el mar, etc. Una clara zona de descarga sera un manantial o fuente. La zona de circulacin es la parte comprendida entre la zona de recarga y la zona de descarga.

    Tambin podemos hablar de dos zonas principales dentro del acufero:

    : ms cercana a la superficie del terreno. Constituye la zona de infiltracin donde los poros del material contienen principalmente aire. La parte ms superficial de la zona no saturada es el suelo.

    : En ella los poros estn completamente rellenos de agua. El agua de esta zona se mueve de forma natural hacia ros, lagos, mar, manantiales, etc., y se extrae de forma artificial mediante captaciones de aguas subterrneas (pozos de bombeo, galeras, etc.)

    El agua subterrnea procede principalmente de la infiltracin del agua de lluvia en el terreno que, una vez que alcanza la zona saturada del acufero, se desplaza a una velocidad que puede variar, entre decmetros a algunos centenares de metros al ao. As, una gota de agua que cayera a 50 km de la costa y se incorporara a la corriente de un torrente, tardara apenas un da en llegar al mar; sin embargo, si esa misma gota se desplazara a travs del subsuelo, tardara meses e incluso aos en llegar al mismo destino.

    En Baleares, el agua de los acuferos procede nicamente de la infiltracin del agua de lluvia que se precipita sobre el territorio balear y no viaja a travs de ningn misterioso conducto ocenico desde el Pirineo. Esta hiptesis, muy arraigada en la cultura popular, carece de fundamento cientfico.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    57

  • Por qu el agua subterrnea de Baleares no viene de los Pirineos?

    Un par de razones:

    todo el lecho marino impermeable (si no el agua dulce saldra hacia el mar). La realidad es que estas

    Baleares, si los Pirineos fuera la zona de recarga de nuestros acuferos, todos los pozos seran surgentes y brotara el agua por doquier (Principio de los Vasos Comunicantes).

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    58

  • Los acuferos se pueden clasificar segn dos criterios:

    a) En funcin del tipo de materiales que constituyen el acuferob) En funcin de la presin del agua que contienen

    Acuferos segn su naturaleza geolgica

    En Baleares, las caractersticas geolgicas del terreno determinan que existan dos tipos principales de acuferos:

    ACUFEROS DETRTICOS: se localizan en materiales geolgicos que son el resultado de procesos de erosin gravas, limos y arenas. Se trata de materiales permeables por porosidad, ya que el agua se acumula en los poros que quedan entre las diferen-tes partculas del sedimento. Las arcillas son tambin sedimentos detrticos pero, debido a su baja permeabilidad, no pueden transmitir el agua con facilidad. Las arcillas suelen constituir la base impermeable de estos acuferos detrticos y localmente se denominan blau en Mallorca y negre en Ibiza.

    Los acuferos detrticos en Baleares son caractersticos de las zonas de escaso relieve y suelen ser acuferos superficiales, que corresponden a la cobertera sedimentaria de estas zonas llanas: Llano de Palma, Llano de Inca-Sa Pobla, Llano de Ibiza, etc.

    ACUFEROS KRSTICOS: se localizan en rocas sedimentarias consolidadas y cemen-tadas, como son las calizas y dolomas, predominantes en todo el territorio balear. El agua se acumula en las grietas y fisuras que existen en estas rocas as como en las

    Tipos de acuferos en Baleares

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    59

  • Cova des Pas de Vallgornera (Mallorca).

    El agua subterrnea va disolviendo lentamente la roca caliza y formando grandes oquedades en nuestro sustrato geolgico. Imagnense todo lleno de agua estn viendo un acufero krstico!

    Foto: A. Merino

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    60

  • oquedades creadas por el proceso de karstificacin de las mismas. Suelen constituir importantes acuferos, vitales para el abastecimiento a las principales ciudades de Baleares. Destacan el acufero de SEstremera, Na Burguesa y Crestatx en Mallorca; Serra Grossa en Ibiza y Es Migjorn en Menorca.

    Los acuferos krsticos suelen descargar a travs de copiosos manantiales, como las Fonts Ufanes de Gabell y Sa Costera, en Mallorca, o Es Broll des Buscastell en Ibiza, constituyendo un patrimonio natural de enorme relevancia en nuestras islas.

    Los acuferos de naturaleza krstica son muy vulnerables a la contaminacin, ya que apenas tienen capacidad autodepuradora. Cuando un posible agente contami-nante penetra por una grieta u oquedad de la roca, entra directamente al acufero y a formar parte de las aguas subterrneas.

    Esquema conceptual del Llano de Palma, donde se representan los diferentes tipos de acuferos que existen en Baleares segn su naturaleza geolgica: detrtico y krstico. Se muestra tambin las principales zonas de un acufero, desde la zona de recarga (en este caso la Serra de Tramuntana) a la zona de descarga (mar).

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    61

  • Acuferos segn la presin del agua que contienen

    ACUFEROS LIBRES: son aquellos en los que el lmite superior de la masa de agua est en contacto con el aire de la zona no saturada y, por lo tanto, la presin del agua

    que contienen es la presin atmosfrica.

    El nivel fretico es el lmite superior de la zona saturada de un acufero libre. Cuando se perfora un pozo en este tipo de acuferos, el agua aparece en el pozo cuando se corta el nivel fretico del acufero, y se mantiene a esa profundidad. Es tan simple como cuando en la playa abrimos un hoyo con las manos y en el fondo aparece el agua.

    Los expertos en aguas subterrneas miden fcilmente la posi-cin del nivel fretico, introduciendo por la boca del pozo una sonda mtrica que dispone de un sistema elctrico que se activa cuando la sonda toca el agua.

    La recarga de este tipo de acuferos se produce principalmente por infiltracin de la lluvia a travs del suelo o por infiltracin del agua que llevan los torrentes. La posicin del nivel fretico puede fluctuar, segn pocas de lluvias o sequas y segn el grado de explotacin del acufero.

    ACUFEROS CONFINADOS O CAUTIVOS: el acufero presenta a techo un material de baja permeabilidad que lo asla de la super-ficie y confina. El agua est sometida a una presin superior a la atmosfrica y ocupa totalmente los poros o huecos de la formacin geolgica, saturndola totalmente. Sera comparable a una olla a presin. En un acufero cautivo no existe zona no saturada. De

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    62

    Permeabilidad

    Es la facilidad que un cuerpo ofrece a ser atravesado por un fluido, en este caso el agua. Depende sobre todo de las caractersticas del material geolgico que constituye el acufero:

    de fracturacin, de

  • esta forma, cuando se perfora un pozo que penetra en un acufero confinado, se observa un ascenso rpido del nivel del agua hasta que se estabiliza en una posicin. En ocasiones, el nivel de agua de un acufero confinado puede subir hasta cotas superiores al nivel del terreno, dando lugar a un pozo surgente o artesiano.

    El nivel del agua en un acufero confinado se denomina nivel piezomtrico y coincide con el nivel de saturacin del acufero en el rea de recarga.

    Un mismo acufero puede ser libre o confinado, segn sectores. Tambin en una misma zona podemos encontrar acuferos libres y acuferos confinados, a medida que profun-dizamos. Por ejemplo, en el Llano de Palma, encontramos un acufero detrtico en superficie, constituido por conglomera-dos y arenas. Este acufero es libre y el nivel fretico se localiza a una profundidad de 20 m. Si seguimos perforando, atrave-samos un material impermeable, de naturaleza margosa (lo que la gente localmente denomina blau) y si atravesamos este material destapamos un acufero confinado que est a mayor profundidad. El agua de este acufero, formado por calcare-nitas muy permeables, est a presin y el agua asciende por el pozo hasta estabilizarse a una profundidad determinada (nivel piezomtrico).

    En ocasiones, los pozos mal construidos pueden poner en contacto acuferos con diferentes calidades del agua; por ejem-plo, un acufero salinizado con otro que no lo est, con lo cual mezclara agua dulce con agua salada a travs del pozo. Por esta razn es fundamental conocer previamente la geologa del terreno y disear adecuadamente el pozo para evitar este tipo de problemas.

    Techo y murode una formacin geolgica:se denominan techo y muro

    respectivamente, a la superficie superior e inferior

    de los materiales que constituyen esta formacin.

    Si la formacin constituye un acufero, el muro se

    denomina base del acufero.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    63

  • Esquema de los diferentes tipos de acuferos segn la presin del agua que contienen: libres y confinados.

    Se muestra un acufero superficial libre, donde se indica la Zona No Saturada y Saturada del acufero. En profundidad, existe un acufero confinado que, al ser atravesado por un sondeo, el agua asciende por encima de la cota del terreno, dando lugar a un pozo surgente o artesiano.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    64

  • Pozo surgente junto a las Fonts Ufanes de Gabell (Campanet, Mallorca). El sondeo destapa un acufero confinado cuyo nivel piezomtrico se sita por encima del nivel topogrfico del terreno. En los aos 70 se realizaron una serie de sondeos profundos para investigar el funcionamiento de las Fonts Ufanes. Algunos de ellos son surgentes cuando brotan las fuentes. Se taparon con una chapa de hierro que indica el nombre del sondeo (en este caso UF 9).

    Foto: R. M. Mateos

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    65

  • El agua es el disolvente ms universal. Las aguas subterrneas, al circular lentamente por los acuferos en contacto directo con las rocas y sedimentos que constituyen el sustrato geolgico, van incorporando poco a poco elementos de ste y enriquecindose progresivamente en iones. As, las aguas subterrneas presentan una concentracin inica mayor que el agua de lluvia o el agua que circula por los torrentes de nuestras islas.

    Composicin natural de las aguas subterrneas en Baleares

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    66

    CONCENTRACIN DE IONES EN AGUAS SUBTERRNEASQUE HAN PERMANECIDO DIFERENTES TIEMPOS DE CONTACTO

    CON LOS MATERIALES DEL ACUFERO

    PARMETROS AGUAS JVENES(< 1 AO)AGUAS MADURAS

    (> 10 AOS)

    CLORUROS (mg/l) 22 100

    SULFATOS (mg/l) 23 50

    BICARBONATOS (mg/l) 144 340

    NITRATOS (mg/l) 2 10

    SODIO (mg/l) 10 60

    CALCIO (mg/l) 53 100

    MAGNESIO (mg/l) 4 36

    POTASIO (mg/l) 1 15

  • Como el sustrato geolgico de Baleares es predominantemente de naturaleza carbonatada (calizas y dolomas principalmente), el agua subterrnea suele estar cargada en iones de calcio, magnesio y bicarbonatos (y en algunos casos de sulfatos), que son los iones propios de este tipo de rocas. Cuanto ms tiempo permanezca el agua en contacto con la roca, mayor ser su concentracin en este tipo de elementos. A modo de ejemplo, en la pgina anterior se muestra la tabla que recoge una serie de anlisis qumicos de aguas subterrneas jvenes y maduras, observndose claramente que a medida que la edad del agua aumenta, mayor es su concentracin en cationes y aniones.

    Las aguas subterrneas de Baleares suelen ser de naturaleza bicarbonatada clcico- magnsica, excelentes para el consumo humano. Tambin, localmente, existen aguas de naturaleza sulfatada, cuando el sustrato geolgico es rico en yesos. No obstante, en ocasiones esta calidad natural se ve alterada por acciones antrpicas, que comen-taremos en apartados posteriores.

    LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    67

    CaminosDelAguaWeb2aCaminosDelAguaWeb2bCaminosDelAguaWeb2_Part1CaminosDelAguaWeb2_Part2CaminosDelAguaWeb2_Part3