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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD IZTAPALAPA PIVISIÓN DE CIENCIA SOCIALES Y HUMANIDADES Titulo: fMPORTANCIA DE LOS ESPACIOS NOVELESCOS EN CUATRO OBRAS DE BENfTO PÉREZ GALDdS Presenta: COfiSVELO AGUILAR ESQUIVIEL Matricula: 97322404 PARA LA OBTENCIóN DEL GRADO DE: LICENCUDA ENLETRAS HISPANICAS Asesor: Dra. Teresa Lobo Ibáñez Lectores: Mtra. Adriana Hernández Dr. Sergio Lira Mayo del 2002

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD IZTAPALAPA

PIVISIÓN DE CIENCIA SOCIALES Y HUMANIDADES

T i t u l o : fMPORTANCIA DE LOS ESPACIOS NOVELESCOS EN CUATRO OBRAS DE BENfTO PÉREZ GALDdS

Presenta: COfiSVELO AGUILAR ESQUIVIEL

Matricula: 97322404

PARA LA OBTENCIóN DEL GRADO DE:

LICENCUDA ENLETRAS HISPANICAS

Asesor: Dra. Teresa Lobo Ibáñez Lectores: Mtra. Adriana Hernández

Dr. Sergio Lira

Mayo del 2002

A QUIEN CORRESPONDA:

Por medio de la presente, hago constar mi aprobación

de la tesis titulada: Importancia d e los espacios novelescos en

cuatro obras d e Benito Pérez Galdós. Presentada por la alumna

Consuelo Apilar Esquivel, con matrícula 97322404.

ATENTAMENTE

MTRA. TERESA LOBO IBÁÑEZ

PARA TI

§in emfijargo, siempre estaré aquí esveranhte.

I N D I C E

I . - Introducción

I . l- La importancia de los espacios novelescos

11 - 1 - El origen de Felipe Centeno

11 .2 - Ei adclescefite y su educación

11 . 3 - Alejandro Miquis: una mirada joven y romántica

11 . 4 - La casa misteriosa

I11 . 1 - La espacialidad de la pasión en: Tormento

111.2 - DOS proyectos inconclusos: Pedro Polo y Agustín Caballero

I V . 1 - Las apariencias en La de Bringus

V . - Conclusiones

VI. -Apéndice

VII. - Bibliografía

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Para los apasionados lectores y relectores de la obra galdosiana no

es de extrañar el deleite con que disfrutamos cada uno de SUS textos, gracias

a ello le ha merecido un lugar en la literatura universal. Es más, para algunos

lectores como estudiosos del tema es sorprendente la fecundidad de su vasta

obra en general. Algunos críticos como Sainz de Robles divide su fecunda obra

en cuatro partes:

Episodios Nacionales: Trafabar, La corte de Carlos I K N 19 de

mrzo y eí 2 de tnayo, Bail&, Napoiedn en Chommth, Zaragoz.., Germs? Cádiz,

Juan' Martin el empecinado, La batalla de los Arapila, E/ equ@aje del rey Jose:

Memorias de un cortesano de 1815, La segunda casaca, Elgrande Oriente, etc,

entre otros veinticinco títulos más.

Novelas: La fontana de oro, La sombra, El audaz. Historia de un

radical de antaño, Doña perfecta, Gloria, Marianela, La familia de León Roch, La

desheredada, El ambo manso, El doctor Centeno, Tormento, La de Bringas, Lo

prohibido, Jacinta y Fortunata, Cehn, Trompiquillos y Terso, Miau, La incógnita,

Torquemada, en la hoguera, Realidad Ahgel Guerra, Tristana, La loca de la

a

casa, Torquemada en la cruz, Torquemada en el purgatorio, Torquemada y San

Pedro, Nazarh, Halma, Misericordia, N abuelo, Casandra, El caballero

encantado, La razón de la sinrazón.

Teatro: La expulsión de los moriscos, Realidad, La loca de la casa,

Gerona, La de San Quintin, Los condenados, Voluntad Doña Perfecta, La fiera,

Electra, Alma y Hda, Markha, El abuelo, Bárbara, Amor y ciencia, Pedro

Minio, Casandra, Cela en los infiernos, Alceste, Sor Simona, €1 tacaño Salomón,

Santa Juana de Castilla, Antón Caballero, Un joven de provecho.

Misceláneas: Crónica de Portugal, De vuelta de Italia, Discurso de

ingreso a la Real Academia Española, Memoranda, La novela en el tranvía,

Politica Española, Ar te y crítica, Fisonomías sociales, Nuestro teatro, Cronicón,

Toledo. Su historia y sus leyendas, Viajes y fantasías, Memorias.'

Con el transcurrir de los años Galdós fue depurando su estilo

narrativo, pues en un principio, cuando sólo era un incipiente lector fue un gran

devorador de folletines románticos y posrománticos, ello fomentó su

admiración por la literatura, además, SU poder imaginativo y su dote de fino

observador, influyeron necesariamente en su vocación. No obstante, e!

momento histórico que le tocó vivir le permitió comprender la necesidad de

avocarse a las letras, pues por un lado las cuestiones económicas le eran

deplorables y por el otro la auténtica inspiración inquietaba su ser.

Sus primeras novelas se caracterizaban por cierto aire de ficción,

sátira o parodia, pese a ello poco a poco lograría precisar su carácter literario,

ejemplo de esto son indiscutiblemente los Episodes Nacionalks, obra 4

concienzuda y exhaustiva acerca de la historia española, calificado por la

crítica especializada como "un documento de primer orden", y es que como

bien menciona Montesino:

... 1870, no olvidemos la fecha. Por este tiempo Francia e Inglaterra, Rusia, aún Alemania, nunca muy rica en obras de este género, se sorprendían por una producción de novelas, extraordinaria en número y calidad, la de Galdós (...y.

I Benito Pérez Galdós. Obras Completas, tom. 1, intro. bibliografia y notas de Federico Carlos Sainz de Robles, pp. 195-198. José F. Montesinos. "Galdós en busca de la novela " en Historia de la crítica de la literatura española.

Romanticismo y realismo, tom. V, p. 482.

2

2

Otra de sus obras cumbres es Fortunata y Jacinta. Dicho texto ha

sido estudiada minuciosamente por generaciones de investigadores y sin temor

a equivocarme seguirá siendo foco de múltiples estudios. Es necesario señalar

que toda la obra galdosiana tiene su propio esplendor en cuanto a temática y

estructura, sin embargo, por su amplitud me será imposible dicha tarea en

estas cuantas líneas; por lo antes dicho me concretaré a tres de sus novelas: El

doc for Centeno, Tormento y La de Bringas

Es ya bien sabido que en estos tiempos contemporáneos muchos

novelistas han ido experimentado con la temporalidad y la espacialidad, entre

zllos enccntramos a André Gide, Julio Cortdzar, Jorge Luis Borges, Sergio

Pitol,’ etc., pero su raigambre está dado en producciones de épocas

anteriores, de múltiples lugares y corrientes literarias. Por ello tratando de

buscar un nuevo enfoque a la obra galdosiana analizaré la importancia de los

espacios en dichas obras, ya que la crítica se ha referido poco a su empleo de

éstos en la obra del escritor español. Una obra literaria apenas es captada en

SUS elementos más convencionales, sin embargo, cuando observamos un texto

con perspectiva, no sólo nos nutrimos, sino que vernos la relación entre los

detalles y la sucesión de los objetos con profundidad. Además, si tomamos en

a

cuenta que los espacios novelescos son producto de un sinnúmero de

procedimientos con el propósito de cierta independencia orgánica con respecto

a los demás elementos, los cuales construyen la obra en su totalidad como son

el narrador, el tiempo, los personajes, asÍ lograremos observar la

trascendencia de cada elemento para el todo la unidad literaria.

3

Si consideramos a la espacialidad según los diccionarios literarios,

obtendríamos que son:

instancias en que se desarrolla, como un proceso, el discurso, conforme a dos modalidades. Por una parte, en el discurso ocurre la representación de un espacio, el de la dihesis, aquhl donde se realizan los acontecimientos relatados. Por otra parte, los elementos del lenguaje construyen el discurso al ser dispuestos conforme a un ordenamiento espacial’.

Por ende, cómo es posible que concreticen la obra y acentúen todos

los eventos, no importa si son parte de un suceso desagradable o sin aparente

importancia. Así encontré en Galdós un narrador excepcional que retoma

personajes y espacios COR sumo cuidado, sin olvidar jamás a!guna

carccterización, por el contrario suele enfatizarlas, por ejemplo:

Nació Barbarita Arnáiz en la calle de Postas, esquina al callejón de San Cristóbal, en uno de aquellos oprimidos edificios que parecen estuches o casas de muñecas. Los techos se cogían con la mano, las escaleras había que subirlas con el credo en la boca, y las habitaciones parecían destinadas a la premeditación de algún crimen. (...) Creció Barbarita en una atmósfera saturada de olor de sándalo, y 4

las fragancias orientales, juntamente con los vivos colores de la pañolería chinesca, dieron acento poderoso a las impresiones de SU

niñez. Como se recuerda a las personas más queridas de la familia, así vivieron y viven siempre con dulce memoria en la mente de Barbarita los dos maniquíes de tamaño natural vestidos de mandarin que había en la tienda, y en los cuales sus ojos aprendieron a ver. La primera cosa que excitó la atención naciente de la niña, cuando estaba en brazos de su niñera, fueron estos dos pasmarotes de semblante lelo y desabrido y sus magníficos trajes morados (...) Las facultades de Barbaritas se desarrollaron asociadas a la contemplación de estas cosas, y entre las primeras conquistas de sus

3 Helena Beristaín. Diccionario de retórica y pottica, p. 298.

4

sentidos, ninguna tan segura como las impresiones de aquellas flores bordadas con luminosos torzales y tan frescas que parecían cuajarse en ellas el rocío. En dias de gran venta, cuando había muchas señoras en la tienda y los dependientes desplegaban en el mostrador centenares de pañuelos, la lóbrega tienda semejaba un jardín. Barbarita creía que se podian coger flores a puñados, hacer ramilletes o guirnaldas, llenar canastillas y adornarse el pelo. Creían que podían deshojarse y también que tenían olor. Esto era verdad, porque desprendían ese tufillo de los embalajes asiáticos, mezcla de sándalo y de resinas exóticas que nos atrae a la mente los misterios budistas. Más adelante pudo la niña apreciar la belleza y variedad de los abanicos que habían en la casa, y que era una de las principales riquezas de ella. Quedcíbase pasmada cuando veía los dedos de su mamá sacándolos de las perfumadas cajas y abriéndolos como saben abrirlos los que comercian en &e artícu!o (...):.

Este fragmento pertenece a su obra más conocida: Fortunata y

Jacinta. Es impresionante la exactitud por recrear en su totalidad el espacio,

suele ser tan preciso que logra detener el tiempo y la acción mientras éI

construye el espacio, reviviendo sensaciones.

Es más, nuestro autor consigue que se fundan y complementen en 4

SUS textos la mimesis y autonomia, gracias a la técnica realista, cuyo mérito

principal consiste en recoger las expresiones cotidianas del habla, describir

las condiciones de los lugares donde se vive, comportamientos y situaciones, de

tal forma que empieza a cobrar vida el mismo texto, pues en el último de los

casos las descripciones amenizan y acentúan todos los eventos, no importa si

son parte de un suceso desagradable, pues también ellos forman parte del

universo narrativo. Es importante recordar un elemento externo a la estética

4 Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta, tom. I, PP. 23-24.

5

realista y es la conformación a la par de la burguesía naciente, también

caracterizada en las obras galdosianas.

Así la importancia de este análisis radica en responder a UM serie

de cuestiones trascendentales como son: ¿cuál es la relevancia de los

espacios? ¿en realidad caracterizan a los personajes y situaciones? ¿cómo

están dados? Trataré a la vez de concentrar lo. atención en el problema del

espacio, sus funciones, naturaleza y significados; pues si bien se manifiestan

una multitud de espacios sórdidos y de extrema pobreza, por ejemplo en el

caso de Felipe Centeno, no tiene el mismo valor y relevancia cuando Felipe

conoce a Miquis que cuando agoniza, es más, el peso anímico es completamente

diferente, por ello la insistencia en e! presente estudio.

6

XI. LA IMPORTANCTA DE LOS ESPALTOS NOVELESCOS

El espacio a trav& del cual se arrojan los pfJaros no es el espacio htimo que realza tu rostro ...

El espacio nos separa, y traduce lis cosas. ?ara que el ser de un árbol sea un logro,

arroja al rededor de é;! el espacio inferior, ese espcio, que se anuncia en ti. Rodéalo de reserva.

&sabe limitarse. 5ÓIo tomando forma en tu renunciamiento se vuelve realmente árbol.

R. M. Riike.

Por mucho tiempo el valor que los griegos habían asignado al

concepto de espacio o espacialidad fue desdeñado, sobre todo en la Edad

Media, no obstante, su importancia en e! ámbito cientifico era trascendente y

será hasta el Siglo de las Luces, cuando la polémica y el estudio del espacio se

pondrá en boga, a pesar de ello es Immanuel Kant el que hace una certera

incisión en la problemática espacial con su ensayo: "Sobre el primer

fundamento de la distinción de las zonas dentro del espacio", escrito en 1760.

En éI hace ver Kant cómo las posiciones que ocupa la materia son parte del

espacio general, ello es, que estas partes y SU relación mutua supone IG existencia del espacio. En Cri'fica a la razón pura póstula tres puntos

4

esenciales sobre el espacio:

1) El espacio no es un concepto empirico sacado de experiencias externas. Pues para ciertas sensaciones sean referidas a algo fuera de mi ( es decir, algo en otro lugar del espacio que el que yo ocupo), y asimismo para que yo pueda representarla como fuera [y al lado] unas de otras, por tanto, no sólo como distintas, sino como situadas en distintos lugares, hace falta que esté ya a la base la representación espacial. Según esto. la representación del espacio no puede ser tomada, por experiencia, de las relaciones del fenómeno externo, sino que esta experiencia externa no es ella misma posible

7

sino mediante dicha representación. 2) El espacio es una representación necesaria, apriuri, que está a la

base de todas las intuiciones externas. No podemos nunca representarnos que no hay espacio, aunque podamos pensar muy bien que no se encuentren en éI algunos objeto. Es considerado, pues el espacio como la condición de la posibilidad de los fenómenos y no como una determinación dependiente de &os, y es una representación a priuri, que necesariamente está a la base de los fenómenos externos.

3) El espacio es una intuición pura. Pues primeramente no se puede representar más que un Único espacio, se entiende por esto sólo una parte del espacio Único. Estas partes no pueden tampoco preceder al espacio uno, que lo comprende todo, como si fueran, por decirlo, así, SUS componentes (por donde la composición del espacio fuera posible). Por el contrario sólo en el pueden ser pensadas. ÉI es esencialmente uno; lo miiltiple en éI y, por tanto, también e! concepto universal de espacios en general, se origina sólo en limitaciones. De aquí se sigue que en lo que a 61 repacta, una intuición a priuri (que no es empírica) sirve de base a todos los conceptos del m i~mo~.

Con estos tres postulados Kant reafirma la importancia del espacio

sea cual sea para la existencia humana cotidiana. Estos principios serán de

gran utilidad para las ciencias abstractas, de aquí la posibilidad de construir

modelos espaciales de conceptos que no poseen en sí mismos una naturaleza

espacial. Los físicos y matemáticos recurren ampliamente a esta propiedad

de modelización espacial, los conceptos de espacios cromáticos y espacios de

fase constituyen la base de modelos espaciales ampliamente utilizados en

óptica y electrónica por mencionar algunos usos.

b

En poco tiempo esta discusión se traslada al ámbito artístico de

forma seria y consciente. En particular en los textos narrativos se intenta la

creación de un mundo que puede ser Único, esdecir, jamás visto o propuesto, o

5 Immanuel Kant. Critica de la razónpura, pp. 43-44.

8

bien una recreación del mundo que puede tener diferentes grados de similitud

con el espacio inspirador. Gracias a ello podemos tomar en cuenta que el

objeto principal de un argumento es proceder a través de amplias pinceladas y,

estar de acuerdo, es admitir el espacio como una dimensión, la cual permite al

lector realizar un complejo proceso mental de confabulación a través de

imágenes, en las cuales posteriormente ubicará y focalizará, primeramente a

los seres inanimados y después cualquier ser viviente.

Ya a nivel de construcción de modelos textuales, el lenguaje de ¡as relaciones espaciales se revela como uno de los medios fundamentales de interpretación de la realidad. Los conceptos <<aCto-bajo>>, <<derecho-izquierdo>>, ccpróximo-lejano>>, cabip,rtc= cerrado>>, <<delimitads-ilimitado>>, <<aiscreto-cGntinl!0>>, se revelan como material textual y modelos culturales reales de contenido absolutamente no espacial y adquieren significado: <<válido- no válido>>, cibueno-malo>>, <<propio-ajeno>>, <caccesible-inaccesible>, <<mortal-inmorta1>>6

Por ello todo novelista proporciona siempre un mínimo de

indicaciones geográficas, que pueden ser simples puntos de referencia para

lanzar la imaginación del lector, no obstante, a través del relato va dando

claves significativas para la concreción de todos los elementos.

b

La necesidad de establecer una correspondencia entre la historia y

el medio ambiente y los efectos que pueden deducirse en esta

correspondencia, han sido desde hace mucho tiempo reconocidos, por ejemplo

en las novelas del siglo XVII, la descripción de los lugares se reduce con

frecuencia a rasgos generales, por su parte en el siglo XVIII y, sobre todo, el

XIX, la descripción de los lugares adquiere ta l importancia que ya no puede

6 Yuri M . Lotman, Estructura del texto artístico, p. 271.

9

considerarse un simple telón ,de fondo, como bien comenta Gastón Bachelard:

La revelación de los personajes a través del medio ambiente es concepción presente en gran número de las novelas importantes del siglo XIX, como un procedimiento de caracterización entre otros muchos o como una teoría con ambiciones científicas.

Será en el mismo siglo XIX cuando Balzac en su prólogo La comédk

Humaine, haga una pregunta trascendental para la concepción de la novela en

esos momentos: *¿No hace la sociedad del hombre, según los ambientes en que

se despliega su actitud, tantos hombres diferentes como variedades hay en la

zoologÍa?"*, es decir, Balzac postula que el medio ambiente condiciona al

hombre para vivir, con esta premisa logra justificar las lcrgas descripciones

que éI y sus contemporáneos hacen de ciudades, viviendas, vestidos, ambientes

sociales, etc. Por su parte Zola en Le roman expermenia9, se vale de Darwin

para conceder una importancia considerable al medio, entendido en su sentido

m& amplio -físico y humano-.

Debido a la teoría del naturalismo la descripción del espacio se

situará en un primer plano, con lo que a veces llegará a borrar a los personajes, 6

o por lo menos a prevalecer sobre su estudio, ¿qué sería de la vasta

descripción de la batalla de Waterloo en Losmiserab/a, que ocupa decenas de

páginas, sin la importancia de los espacios?.

Pueden encontrarse en caso extremo algunas narraciones donde

7

S Gastón Bachelard. Lapoética del espacio, p. 53. Balzac, La comédie Humaine, p. 15. kmile a l a , Le roman experimental, p. 32.

10

todas las acciones estén dadas en un único punto de referencia espacial, como

es el caso de la tragedia clásica, otras evolucionan en mayor o menor medida o

número de lugares; y otras pueden no tener más límites que la imaginación o la

memoria del lector.

El espacio puede llegar a ser catalizador para descubrir la

importancia del tiempo, su unidad y su movimiento, por ejemplo es muy

significativo en Madame Bovary, una novela calificada por la crítica con pocos

desplazamientos espacialeslO, por esta misma razón adquiere gran fuerza

descriptiva y concentran en pocas áreas la tensión anímica.

Es lógico pensar que el lector no gusta de hallar una descripción

gratuita, por el contrario, &ta debe relacionarse con la historia, aunque Só10

sea para servirle de decorado como en el Decamerón, no obstante la

espacialidad está marcada en la inserción de los múltiples relatos y no en el

relato marco. Así pues, el propio Galdós va más allá en cuanto a espacialidad se

trata, como bien apunta Ricardo Guilón:

El mundo novelesco creado por Galdós es tan sobremanera vivo y tan 4

rico de verdad humana que el lector se siente inclinado a considerarlo como fragmento de la realidad en que se mueve. Se t ra ta de una ilusión óptica, pues el mundo imaginario se adscribe a otro orden de realidades, las de la literatura, que existe por si misma y no como parte o como reflejo de otras."

10 En la primera parte, una vez casada Emma, se aleja de la granja de sus padres, sin embargo, Emma se

hunde lentamente en el aburrimiento del que la saca una fiesta en el castillo de la Vaubyessard. Este único desplazamiento del personaje en esta primera parte corresponde al ímico momento de esa vida intensa a la que Emma aspira. La primera parte termina con una partida, Madame Bovary es& encinta y su porvenir aún puede ser bueno; posteriormente el siguiente punto espacial será Yonville, lugar en que la narración Se aclara hasta el desenlace. Gustave Flaubert. Madame Bovary, 238 pp. 11 Ricardo Gullón. Técnicas de Galdós, p. 6 l .

A través de su larga trayectoria de escritor, el español fluctúa entre

diversos periodos narrativos, los cuales son trascendentales aclarar para

conocer la importancia del espacio; la primera es el periodo histórico que

comprende de 1867 a 1874, el cual toma en cuenta la historia española, el

periodo abstracto de 1876 a 1878 donde se aborda las deformaciones

ideológicas de la sociedad española, el periodo naturalista de 1881 a 1885.

Cabe destacar que es el momento de plenitud narrativa galdosiana, los

escenarios rurales van a ser sustituidos por Madrid y su urbe, sin embargo, es

muy necesario aclarar que Galdós no cae en aspectos excesivamente

virulentos, pesimistas y agresivos como el naturalismo de Balzac o Zola. El

periodo de interiorizaci6n de la realidad es donde el autor se adentro en la

intimidad de los personajes y abarca de 1886 a 1892, no obstante, es cuando se

escribe su obra cumbre Fortunata y Jacinta. Entre 1892 a 1905 nace el

periodo espiritualista, en donde la visión de la realidad se ofrece desde una

perspectiva espiritual y descansa en la renunciación de las posesiones

materiales y la perfección de conciencia.

El último periodo está marcado por el simbolismo, de 1909 a 1915 y 4

consiste en la ruptura con las limitaciones de la realidad para profundizar en el

mundo de la alegoría y ensueño12.

Las t res obras que aquí se analizan se encuentran entre el realismo

y en menor grado en el naturalismo. Recordemos que el realismo surge en

Francia hacia 1840, al mismo tiempo que Auguste Comte desarrolla la llamada

filosofía positiva13 y que apareció con el carácter de reacción contra el

romanticismo y neoclasicismo; así cuando Balzac redacta su prefacio de La

comédie humaine, implícitamente, en el naturalismo tenemos una perspectiva

literaria positivista, la cual con Zola viene a encumbrarse teniendo por misión

indagar y exponer la naturaleza humana, "entendida como naturaleza sin ideal".

Sin embargo, la actitud de Galdós ante ese movimiento fue más bien reticente,

aunque como ya señalaba Francisco Ayala:

Por su parte, la influencia naturalista sobre la creación galdosiana es evidente, de modo especial hacia 1884-1885, en las novelas como La de Bringas y Lo pruhibido, donde las taras hereditarias funcionan como fatalidad14.

Preciso es reconocer que la obra en cuestión presenta rasgos

diferentes, pero eso lo comentaremos más G fondo en otros cGpítulos, sin

embargo, no creo oportuno etiquetarlo como naturalista pues Galdós jamás se

aceptó en esa corriente. Para nuestro autor el naturalismo era un derivado del

realismo, muy arraigado en la tradición literaria española, desde el Arcipreste

de Hita, la novela picaresca o el mismo Quevedo, por ello comenta:

luego se vio que no era peligroso ni sistema, ni siquiera novedad, pues todo lo esencial del naturalismo lo teníamos en casa desde los tiempos remotos, y antiguos y modernos conocían la soberana ley de ajustar las ficciones del arte a la realidad de la naturaleza y del alma, representando cosas y personas, caracteres y lugares, como Dios los ha hecho".

4

naturaleza, de la historia y de la cultura es recurrente en los últimos &os del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX. Darwin buscará en la lucha por la supervivencia de los seres mejor adaptados, una ley fundamental. Marx, por su parte, tratará de encontrarla en la teoría de la enajenación y de la lucha de clases; todo ello aunado a una profhda desazón y crisis Europea, gestaron en los filósofos, escritores y artistas la necesidad de cuestionar fUertemente el orden social y plantear explícita o implícitamente la inevitable reorganización'de la estructura económica-social. Ramón Xirau. Introduccibn a la Historia de la Filoso$a, pp. 309-3 14.

14 Francisco Ayala. La novela: Galdds y Unamuno, p. 36. Galdós cit. por Ayala, Ibid., p. 39.

13

b e este modo, para. Caldós el arte de escribir textos narrativos se

cifra en el más tradicional realismo, el cual se caracteriza a su vez por

"recoger, interpretar y conectar entre sí las indicaciones", logra la mayoría de

las veces un especial cuidado en la espacialidad geográfica, psicológica, y

anímica de lugares y personajes que construye a lo largo de sus textos,

tomando así la descripción de un lugar preponderante, como magistralmente lo

explica en su discurso de ingreso a la Real Academia Española:

Imagen de la vida es la novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de la raza, y las viviendas, que son el signo de la familia, y la vestidura, qge discña los últimos trazos externos de la personalidad; todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción. Se puede tratar de la novela de dos maneras: o estudiando la imagen y representándolo por el artista, que es lo mismo que examinar cuantas novelas enriquecen la literatura de uno y otro país, o estudiar la vida misma, de donde el artista saca las ficciones que nos instruyen y embelesan: La sociedad presente como manera novelable es el punto sobre el cual me propongo aventurar ante vosotros algunas opiniones'6.

Pérez Galdós considera a la realidad sensible, como un gran

semillero de ideas y significaciones en donde el Único trabajo del artista es

detectarlas y exponerlas, de allí la importancia suprema de espacios perfectos

para que sus personajes no pierdan la caracterización.

16 ~

Benito Perez Galdós. Discurso de Ingreso a la Real Academia Española, p. 34.

14

No puedo equivocarme - murmuró -. Me dijeron que atravesara el río por la pasadera. .. Asilo hice.

Despu& que marchara adelante, siempre adelante. En efecto; all4 detrás de m( queda esa apreciable villa L..]

B. Pérez Galdós

Una de las características peculiares de la narrativa galdosiana es la

reincidencia de sus personajes en SUS diferentes novelas y no es una excepción

la trilogía, así pues, Felipe Centeno es una de las creaciones más peculiares de

su producción. Ya en Marimela lo presenta como un p e q d í o de doce a h con

anhelos de aprender, y aunque desgraciadamente tiene que trabajar en las

minas parece que esos años de trabajo no diezman en nada su voluntad de

sobresalir y su ilusión en un buen porvenir:

es para ser hombre de provecho, Nela, para hacerme hombre de pesquis, como muchos que conozco. El domingo, si me dejan ir a Villamojada, he de comprar una artilla para aprender a leer, ya que aquí no quieren enseñarme iCórcholis!. Aprenderé

L

Con ideas muy enarboladas de sobresalir, con grandes ilusiones en su

capacidad por aprender, y con la decisión de irse de Socartes a Madrid para

ponerse al servicio de un buen señor que le permita trabajar y estudiar, Celipín

escucha admirado la historia de los hermanos Golfín, quienes siendo muy

pobres logran una profesión. Tal vez una de las diferencias entre el niño y los

Golfin sea sus padres, los cuales consideraban a Celipín como "El Único que

17 Benito Pérez Galdós. Miau. Muriunelu, p. 20. 15

solía mostrar indicios de rebelión, era el chiquitin [... LOS señores Centeno

eran sumamente ambiciosos y de sus cuatro hijos al que trataban con más

desapego, al igual que a Marianela, era al pequeñin;

Celipín, que era el más pequeño de la familia y frisaba en los doce años, tenia SU dormitorio en la cocina, la pieza más interna, m& remota, más crepuscular, más ahumada y más inhabitable de las tres que componía la morada Centeno ... Cepelin se acurrucaba sobre haraposas mantas, no lejos de la cesta donde desaparecia la Nela [...l. (El subrayado es

Es de notar la insistencia con la que el narrador caracteriza el

rinconcito donde la Ne!a y e! pequzño se sgpone descansan Cada uno de los

adjetivos enfatiza et espacio cerrado, opresor, lúgubre y viejo donde están

dos seres humanos jóvenes, llenos de vitalidad, alegres y esperanzados. Con

ello se marca la oposición entre el lugar y quien lo habita; es totalmente

explicable la necesidad de los jóvenes por cambiar esta situación, si bien es

cierto que Marianela lo hace de forma desvitalizadora, es decir, a t r a v h de

la muerte, logrando irónicamente fama, riqueza e incluso belleza, atributos

que jamás ella deseó. Cepilin lo hace reafirmando su libertad y trasformando

su destino oscuro y repetitivo, el cual iba diezmando la personalidad de los

hermanos Centeno, sobre todo la de Tanasio "aquel joven, que ya habia nacido

dispuesto a ser máquinas2o. Así una noche dejará las minas de Socartes, sin

embargo, como bien apunta Montesinos: "El Cepilín que abandona Socartes,

instigado por el ejemplo de Golfin, decidido a ser un gran médico y lograr

lbid., p. 22 l9 Ibid., pp. 18-19. 2o Ibid., p. 22.

16

fortuna y fama se parece ya m y poco al que vemos desmayarse en la subida

del Observatorio"21. .

Es muy importante ver las características posee el protagonista al

inicio de E/ doctor Centeno. Aunque el narrador lo califica de "un héroe

chiquito", mal vestido y de endeble condición ante un mundo sórdido, lo

describe indirectamente con mayor precisión por su comportamiento, el

espacio que lo rodea y SUS objetos personales. Entre los últimos encontramos:

chocolate, bellotas, algún dinero, higos pasados, pan, plumas de acero, un

periódico, un trozo de lápiz, un puro y fósforos. s u aspecto físico y 10s

últimos objetos configuran una imagen m y diferente del niño que salió de las

Minas.

En esta precisa descripción física de Felipe es donde detectamos

ciertos rasgos del "pícaro positivo", los cuales se marcarán cuando Miquis se

encuentra sumamente grave y Centeno busca por todos los medios e!

sustento para el Manchego. No obstante, para algunos críticos de la talla de

Gabriel Cabrejas la caracterización del pícaro esta dada desde Marianela

Galdós había establecido en Marianela y El doctor Centeno al pícaro positivo, rebelde contra su familia y aldea, pero no resentido, lleno de fe en sí mismo pero no insolidario. Varias veces lo somete a pruebas que desmienten el temperamento de outside/: puede odiar y no odia, puede traicionar a SUS padres adoptivos y se resigna, puede robar y no roba, y como lo vemos en Tormento impide que su ama se envenene trocando el frasco nocivo que ella iba a ingerir para auto eliminarse.22

21 Jose F. Montesinos. Galdós, p. 63. 22 Gabriel Cabrejas. "Los nifios en Galdós" en NRFH, p. 336.

17

Es necesario señalar que en Marianela observamos a un chiquitín con

la ilusión de superarse. Lleno de confianza en sí mismo, pero de ninguna

manera un típico pícaro puesto que jamús se nos relata su origen, sus padres

no son ladrones o su madre prostituta. Además, no son mentirosos los

Centeno aunque sepamos muy poco de ellos en Marianela, por el contrario son

una familia enajenada con el trabajo. Sus padres tratan de ser compasivos

con la Nela, así a pesar de que sus padres son ambiciosos será Felipe el Único

que tiene la visión más aguda para obtener más dinero sin tanto trabajo,

reclamando su autonomía y personalidad. Con su aspiración podemos

contemplar una autoestima elevada, con metas bien definidas, metas a corto

p!azo (encontrar a una señor a quién servir y que IP, permiaa cstudiarj, üsi

como metas a largo plazo (ser médico y regresar a Socartes con prestigio);

por ello no presenta las características del pícaro por lo menos en Marianela.

Por lo que respecta al espacio es importante la primera

caracterización. pues será la empinada cuesta del observatorio el primer

lugar donde se inicia la acción, a pesar de ser una acción pasiva y

contemplativa de la ciudad de Madrid, desde su hospital, estación de trenes, b

museo, fábricas y talleres remotos, oteros, el río, los muelles, casas, etc. Sin

embargo, todo esto es admirado en un estado de sopor gracias al puro que

fuma Felipe, logrando presentar una imagen infantil de estos mismo lugares:

El hospital empieza a tambalearse, y por f in da graciosas volteretas, poniendo las tejas en el suelo y echando al aire los cimientos descalzos. La estación y SUS múquinas se echan a volar y el río salpica sus charcos por el cielo. Este se cae como a un telón al que se le rompen las cuerdas, y el observatorio se pone por montera a nuestro

sabio fumador, que siente malestar indecible, dolor agudisimo en las sienes, náuseas, desvanecimiento, repugnancia [...l. 23(p. 13).

La técnica de Galdós de mostrarnos un mismo espacio desde dos

perspectivas diferentes, primero la real-positiva y luego la infantil-ilusoria o

negativa (porque esta fuera de la real lo verdadero"), hace hincapié en el

ideal del joven y la realidad avasalladora con la que se enfrenta. Además de

una forma ambigua nos presenta la bueno y lo malo del proyecto de

modernidad representada en Madrid, al respecto Sinnigen señala:

El Ooctor Centeno es la entrada del protagonista por los barrios pobres del sur de Madrid; se empieza en las afueras y en una institución oficial: el observatorio [...I contemplc ma serie de zdificios que son índice del Madrid oficial y moderno: la ciencia, el ,arte, la industria, el transporte. Centeno también quiere modernizarse, vivir en una ciudad, estudiar, ejercer una profesión. El argumento de la novela es en parte, la historia de la frustración de un

Aunque cabe cuestionarse si en realidad se habla de un proyecto

frustrado, o es solamente un pretexto para hacer énfasis en la aparente

modernidad española y la discrepancia con el pensamiento religioso, la

concepción educativa, entre otros.

Antes de continuar con la caracterización de los espacios con

respecto a Felipe Centeno es necesario mencionar las similitudes novelescas

entre el inicio de Muriunelu y El doctor Centeno. Felipe al igual que Teodoro

Golfin llega a un lugar desconocido, con un ánimo por demás optimista, cuentan

con un cigarrillo y mientras fuman contemplan el paisaje, mientras Golfin

.,. . . .

23 Todas las citas textuales de la obra serán tomadas de: Benito Pérez Galdós, El doctor Centeno, Alianza, Madrid, 1985. Por lo cual sólo se referirá al nombre de la obra y al número de la página al final de cada cita.

John Sinnigen. Sexo y Política: lecturas galdosianas, p. 92 24

19

contempla las minas de Socartes, Centeno contempla Madrid y al igual que el

chico el médico esta a punto de resbalar "Esas tenemos, señor planeta?

... ¿Conque quiere usted t r~ga rme?"~~ . La única diferencia es que Celipín si

resbala y es arrastrado a un sinnúmero de caídas en su futuro, mientras Golfín

tiene grandes éxitos, sin embargo, en ambos casos es cuando inicia la acción

con la interacción de otros personajes. Ahora bien, hablando de forma más

general Teodoro es médico y está perdido en las minas de Socartes,

inesperadamente encuentra a su primer guía el joven Pablo, el cual es ciego de

nacimiento; luego será la Neta quien lo guíe a su destino, aunque ella es una

mujer movida por lo que podríamos llamar un amor honesto y noble. Golfín

vuelve B interactuar con Pablo para que recupere la vistn, y ello Is lleva a

disfrutar de la vida y del amor. Asimismo vemos al médico consolando a la Nela,

sin embargo, ella muere de amor.

La similitud con Felipe Centeno radica en que el joven desea

fervientemente ser médico y la primera persona con la cual se topa es con

Alejandro Miquis (primer guía), un profundo soñador, es decir, un ciego de la

realidad; SU segunda guía será el cura Pedro Polo, caracterizado por una gran 6

pasión que le atormenta. No obstante, Centeno regresa al lado de Miquis, por

su parte &te muere a diferencia de Pablo, ciego por su ilusión y Polo recibe

también una muerte simbólica al no poder obtener la vida que desea y el amor

que tanto anhelaz6

Los personajes que nos van a llevar por todos estos sucesos son:

Teodoro Golfín y Felipe Centeno, aunque una de las diferencias

transcendentales entre las dos estructuras novelescas es que el amor-pasión

25 Galdós, Marianela, p.6.

26 Ver esquema comparativo en apéndice. 20

de Pedro Polo no tendrá un desenlace en El doctor Centeno, continua hasta

Tormento. No obstante, es parecida la intención de Marienela en continuar

con el seguimiento de su personaje, pero es de forma más enriquecida en E/

doctor Centeno, incluso el propio Montesinos seiiala:

El doctor Centeno es una novela extraordinariamente fluida, rebelde a fraguar un molde Único. O más bien diríamos es <<partes>> no <<parte>>, de un ciclo, pues se nos antoja fusión de dos novelas. El autor nunca desparramo sus materiales con tanta próvida prodigalidad, y comenzando con un terna, termina con otro muy distinto?'

La crítica considera a El doctor Centeno, Tormento y La de Brinps

como parte de una trilogía, porque además del seguimiento de los personajes,

en E/ doctor Centenc se legitimm otras enfidades corns SOR: P&.o Polo,

Amparo,,Agustin Caballero, &tos a su vez justifican la existencia de la familia

Bringas. El autor, con toda intención, va uniendo las novelas, por ejemplo en el

último capítulo de El doctor Centeno, aparece una escena dialogada entre

Felipe y José I do del Sagrario, donde el profesor habla de las penurias de

Pedro Polo, logrando así el autor exponer los antecedentes del drama que

constituye el tema central en Tormento. Al respecto Alda Blanco y Carlos

Blanco Aguinaga exponen: " Tormento es una prolongación de El doctor Centeno,

pero a su vez La de Bringas nace directamente de

Como ya mencioné con anterioridad es muy clara la similitud

estructural entre Murianela y El doctor Centeno. Es más, Galdós dedica dos

capítulos completos a los Centeno, además de otras pequeiías intervenciones de

Cepelín, haciendo hincapié en la historia del joven soñador; de igual forma en El

doc?or Centeno se enfatiza la historia de Pedro Polo. Por ello propongo que se

2'

28 José F. Montesinos, Gaidós, p. 62.

Benito P&ez Gaidós. La de Bringas, d. y notas de Alda Blanco y Carlos Blanco Aguinaga, p. 32.

21

incluya a Marianela como parte de una tetralogía, es muy clara la intención del

autor al final de Marianela al exponer Pero no, este libro no le corresponde.

Acoged bien Marianela, y a su debido tiempo se os dará el de Cepilín *29. Con

esta nota introduce una segunda parte, que si bien es cierto amplia sus

recursos narrativos en N doctor Centeno, también es parte de Marianela, es

su semillero. Además, la historia de la muchacha sirve para dar a conocer la

vida de los Golfín y los Centeno, al igual que Felipe es un pretexto para conocer

la vida de Pedro Polo y Alejandro Miquis.

29 GaldQ, Marianela, p. 104.

22

Ir.- 2 EL ADOLESCENTE Y su EOUCACI~N

Em un alma y un cuerpo Donde no penetraba jamcis el crpijón.

Sainte - Bewe

Es interesante notar cómo nuestro héroe inicia el texto cuando cae

por una pendiente j m t o al Observatorio. Su primer protector, Alejandro

Miquis, será quien lo convide a pasar al observatorio; ahi de nuevo la

descripción de la ciudad se suscitará, pero esta vez de forma más precisa "el

museo, la fabrica, el tejar*, cambiando de tono la linea discursiva a un tono de

mayor confiabilidad y adoctrinamiento. Dentro del observatorio el narrador

nos presento a ¡a grar, mayoria de los personajes guz fieneti trascendencia en

la novela, entre ellos a Pedro Polo, Cienfuegos, Alejandro, Refugio, Amparo, el

padre de las dos jóvenes don Florencio; asi los cuatro posteriores

subcapitulillos de la primera parte servirán para describir de forma r6pida las

caracteristicas de los personajes, sobre todo si tomamos en cuenta el espacio

"Es circular aquel vestíbulo, y con cierto aderezo arquitectónico a la griega" (E/

doctor Centeno, p. 23); logrando que adquiera un carácter de galeria circular,

donde se esquematiza a los personajes dentro de lo que "se supone son",

estudiantes astrónomos, fieles devotos, etc. Además, reafirman su actitud

acaddmica formal.

A través de este pequeño recorrido de los personajes se insiste en la

necesidad que tiene Felipe Centeno de encontrar un señor a quien servir y

estudiar, en una palabra, encontrar un hogar que le permita salir adelante; asi

cuando todo indica que el cura será su nueio señor, el narrador empieza a

describir la vida de Polo de forma retrospectiva, la cual no es nada alentadora,

23

sin embargo, este punto lo trataremos con minuciosidad en otro capítulo. Esta

pequeña introducción nos sirve para desligarnos gradualmente de la anterior

situación y espacio. Cuando ya se han enfatizado los rasgos personales del

cura, se procede ha hablar del entorno que rodea al sacerdote pero de forma

muy signif k a t ¡va:

La clase duraba horas y más horas. Era la vida perdurable, un lapso secular, sueño de tiempo y embriaguez de las horas. Nunca se vio más antipática pesadilla, formada de horripilantes aberraciones de Aritmética, Gramática o Historia Sagrada (...) matriz de dolor, todo teñido de repugnancias, trazado de modo de espirales que corrían premisas, ásperas, gemebundas. Era una rueda de tormento, máquina cruelísima en la cual los bárbaros artífices arrancan con tenazas una idea del cerebro, sujetos con cien tornillos y metían otra a mcirtillazos y estiraban conceptos y incrustaban reglas, todo con violencia, con golpes, espasmo y rechinar de dientes por una y otra parte (...) En la cavidad ancha, triste, pesada, jaquecosa de la escuela, se veían cuadros terroríficos: allá un Nazareno puesto en cruz, aquí dos o tres mártires puestos de rodillas con calzones rotos; a esta parte, otro condenado, pálido, cadavkrico, todo lleno de congojas y trasudores porque se había atragantado una suma, más lejos otro, con un cachirulo de papel en la cabeza y orejas de burro, porque sin querer se había comido una definición. (E/ doctor Centeno, P. 45)

Esta descripción, ciertamente es más anímica que física, pero

constituye en gran forma parte de la espacialidad, pues recordando en gran

parte las palabras de Lotman:

El espacio es <<un conjunto de objetos homogéneos (fenómenos, estados animicos, funciones, figuras, significados, variables etc.) entre los cuales se establecen relaciones semejantes a las relaciones espaciales corrientes (continuidad, distancia, carga emotiva)3°.

30 Además, al considerar el conjunto de objetos dados como espacio, se hace abstracción de todas las

Propidades de estos objetos, por ellos sus componentes como la iconografia, el cromatismo, l a s sensaciones 24

Gracias a ello podemos concluir varios puntos importantes de la

atmósfera en donde interactúa Felipe. Es notorio el carácter opresivo,

asfixiante y agreste de la escuela, el estatismo constante donde se aprecia la

lentitud o alto total del tiempo, además del lugar cerrado, tanto física como

anímicamente, concediéndole un carácter autoritario. Sin embargo, es

interesante cómo se logra esta construcción narrativa, Por principio se nos

ubica claramente la actividad que emana esos sentimientos "las clases",

haciendo hincapié en el tedio y lo ilegible de las materias, para a través de

una serie de adjetivos remitirnos a los martirios medievales "premiosas,

áspercs, gemebundas. Era una rueda de tormento, máquina cruelisima (...)", y así

COT; la misma técnica va de nuevo rescatando la imagen de la escuela, "En la

claridad ancha, triste, pesada, jaquecosa de la escuela, se veían cuadros

terroríf ¡cos ( . . . ) I t . Será precisamente el cuadro del Nazareno crucificado

utilizado para remitirnos a los martirios romanos en contra de los cristianos,

primero suscitando en la conciencia del lector esta información para después

empautar este evento con la conceptualización de la atmósfera de la escuela,

logrando que el cuadro sea una recreación vivida en la academia de enseñanza,

es decir, una continuación del cuadro y del salón de clases, enfatizando el

sufrimiento y la eternización del mismo, desde el Nazareno hasta aquellos

dolientes chiquillos.

Aunque también es significativo que utilice elementos religiosos para

dramatizar la situación educativa, enfatizada indirecta y directamente, como

táctiles, de gustativas e incluso emotivas, son parte del espacio. Por ejemplo, estamos hablando de un árbl no es la misma percepción de un árboi común sin mayor especificaci6n, un árbol donde se haya colgado a un criminal o donde se esconda un tesoro, a un árbol donde un personaje allá pasado ratos muy agradables. M. Lotman. Estructura del texto artistico, p. 27 1.

25

en el caso formada de horripilantes aberraciones de Aritmética, Gramática o

Historia Sagrada".

No obstante, con esta caracterización el narrador pone de relieve el

sufrimiento de los jóvenes a través de sus rasgos físicos comunes "Las bocas,

nerviositas, hacían muecas con el difícil rasgueo de la pluma ,, (E/ doctor

Centeno, p. 46); incluso los objetos cobran vida por medio de la prosopopeya

"La palmeta iba cayendo de mano en mano, incansable, celosa de su misión

educatriz" (E/ doctor Centeno, p. 47) Con todos estos elementos queda muy

claro el régimen opresivo que se ejerce en la escuela.

Otra parte esencial de la espacialidad es la constitución fisica de la

escuela:

El local que tenían en el callejón de San Marcos, en la casa del marquesado de Aquila-Fuente (...) Era el edificio tan viejo, que sólo por respetar a su origen glorioso se conservaba en pie. La planta principal servia para habitación de don Pedro y su familia, y la baja con espaciosas cuadras, para albergar la escuela y toda la chiquilleria consiguiente. (E/ doctor Centeno, p. 49)

Es muy significativo que la escuela esté ubicada en un callejón con *

una sola vía de salida en donde nada se puede ocultar, todo y todos deben

entrar por enfrente. El edificio que un día fue famoso y lleno de vitalidad,

ahora ya no lo es, por el contrario es "tan viejo", logrando representar una

interesante antítesis entre la vejez del inmueble y la vitalidad y precocidad de

casi todos sus habitantes.

Aunque son muy explicitas las anteriores descripciones para denotar

el espacio sumamente opresor y cerrado el narrador termina de enfatizarlo

con un pequeño relato altamente violento, para remarcar el fastidio y enconó

por la escuela de los muchachos contraponiendo la hermosa vitalidad y libertad: 26

Una tarde de enero, un chico que había estado preso, sin comer y sin moverse en todo el díá, salió disparado, ebrio, con alizgrfa rabiosa (...I Por la calle de San Bartolorn6 pasaba una mujer cargada con un enorme cántaro de leche. El chico, ciego, la embistió con aquel movimiento de testuz que usaban cuando jugaban al toro. El piso estaba helado. La mujer cayó de golpe, dando con la sien en el mismo f i lo del encintado de la calle, y quedó muerta en e¡ acto. (El doctor Centeno p. 53, subrayado mío.)

Será éste el nuevo hogar del doctor Centeno, como ya hemos visto el

chico está lleno de alegría, vivacidad, anhelos, esperanzas, mientras en su

nuevo espacio se mueven elementos contrarios, a pesar de ellos se le asignarú

al joven un lugar muy especifico, el desván:

tos sotabancos del caserón de Aquila-Fuente servían a las monjas para depósitos de objetos inútiles, o de otros que no tenían hueco en la sacristía, y allí había cantidades de imágenes, las unas rotas, las otras desnudas; aparejos de funeral, diversas piezas del movimiento de Semana Santa en cartón y madera. Los animales eran los que acompañaban y simbolizaban a tres de los evangelistas, piezas enormes y algo pavorosas, cuya vista darían miedo a quienes no tuvieran corazón tan esforzado como el de Felipe. (El doctor Centeno, p. 58).

Como vemos Felipe estú situado arriba de la escuela y las

habitaciones de la familia del cura, en un mundo inferior aparte. Sin embargo,

la habitación del chiquillo es un lugar "para depósito de objetos inútiles", entre

lo viejo y lo Santo, pero dispensable. El autor hace una crítica velada de la

rancia doctrina religiosa y educativa, contradictoria a un Madrid en vías de

desarrollo industrial y tecnológico tan necesario en la época de Galdós.

Para Felipe este nuevo espacio intimo no es nada ajeno, pues en la

casa de Socartes éI vivía en un rincón con mantas harapientas, falto de afecto

27

"

y un verdadero lugar de descanso. Sin embargo, la impresión de Centeno se

agudiza pues a pesar de convivir día a día con muchas personas (los jóvenes

estudiantes, la familia de don Pedro, la cocinera) siempre está solo por lo

menos con lo que respecta dentro de la casa, así "las primeras noches pasó

Felipe momento de agonía y escalofríos y congojas (...) se connaturalizó con

ellas (las figuras de cartón), que llegaron a parecerle individuos de la familia,

algo como parientes mudos o callados amigos" (El doctor Centeno, p. 80.) Aquí

podemos observar cómo objetos van adquiriendo un valor significativo para

conformar parte importante del universo del joven.

El muchacho iniciará su incursión en el nuevo mundo y gracias a ello

observaremos la problemática antes expuesta, sobre todo en la escuela, pero

esta vez con juicios anímicos más precisos logrando trasformar la atmósfera y

espacialidad. Su actitud inicial de superarse a través del estudio- se va

deteriorando, por la dificultad que representa para éI no poder comprender la

enseñanza "Mal o bien, ya se iba haciendo - . a manejar: platos -y.tazas;.:pero . ' - . .

cuando le ponían una pluma entre los tiesos y 'duros dedos (...)'¿dios..de TOS- .

pequeños! iOios de los débiles! ¡Qué sudores, que congojas, -qué doloroso

. . - . . - . . . . . . . . . - . . . - . - .- . .

. .

esfuerzo!" (E/ doctor Centeno, p. 59) AI chico esto le-entristecía sumamente,.y

cuando trataba de encontrar algo que en realidad lo motivará es violentamente

reprimido, ejemplo de ello es el mapa, es necesario marcar aquí el simbolismo

que encierra, por una lado la libertad de espacios y por o t ro la plenitud, el

cosmopolitismo, de cierta manera la libertad y grandeza que desea obtener con

su idea de ser médico afamado.

N o obstante, es de remarcar que Felipe ya tenía conocimientos

académicos, y cuando entra a la escuela de Pedro pareciera que nunca ha tenido

pluma en mano: 28

-¿Sabes leer? -Cuando estuve en casa de t ia Soplada . . . Me tomó de criado para que hiciera recados. Tiene puestos de ropas desusadas en el Rastro. No me daba salario, sino la comida, y me puso en la escuela de la calle de Peñón. Estuve un mes y dias. Desaprend las letras, pqué al Cartón, y cuando iba a entrarle al Juanito, me salí de la casa de tía Soplada, porque tiene un hijo muy malo que me zurraba (El doctor Centeno, p. 21).

Cuando Centeno se refiere a "Desaprendí" quiere dar a entender que

aprendió, pues como el narrador indica "de anteponer a ciertas palabras la

silaba des. Sin duda creía que con ello ganaba finura y expresión y que se

acreditaba de esmerado pronunciador de vocablos" (El doctor CeFteRo, p. 19).

Pcr lo actes expuesto, es un poco contradictorio la gran frustración del chico

en la escuela del cura, donde no puede trazar una sola letra bien, mucho menos

comprenderlas.

A través de este largo martirio en la casa-escuela se va

transformando para Felipe la casa y su carga emotiva:

En la soledad y el hastíc de SU espíritu, Felipe no hallaba mejor entretenimiento que observar la diversa tesitura y acento de cada uno de aquellos ruidos. Tal puerta imitaba el mugido de un buey, ta l otra el llanto de un niño; alguna sonaba con voz gangosa que pronunciaba el principio del Padrenuestro; la de más allá parecía la matraca de viernes santo, y otra decía siempre: Mira que te cojo(...). Cuando las puertas callaban, cual si se durmieran, Felipe buscaba impresiones del mismo orden en las vidrieras. Eran éstas, como las ventanas grandisimas, desvencijadas. Se componían de vidrios pequeños, verdosos que retrazaban la luz y eran como aduaneros de ellas (...)- (Eldoctor Centeno, p. 75)

29

La casa y la poderosa carga desmotivadora fueron minando el

espíritu del chico, a ta l grado que su universo, "la casa", se convirtió en una

multitud de mensajes difusos, contradictorios, pero a final de cuentas

amenazador "Mira que t e cojo", peligro ya expresado desde las figuras

apolilladas y carcomidas del desván.

En cada rincón y lugar desapercibido por los demás, la mente del

chiquillo va caracterizando más a la casa, pues sugiere la inspección detallada

del hogar, es decir, va dando clara muestra de encontrar un lugar o un objeto

donde "la soledad y hastío" de su espíritu encuentren la fuerza y motivación de

antes. Será en este preciso momento de la historia donde Centeno comience a

inspeccionar otros espacios alternativos en busca de aizcto, clegria y

vitalidad.

Los siguientes dos espacios transcendentales son la redacción del

periódico y un solar vacíc, cabe aclarar que ambos lugares representan un

espacio abierto, además del conocimiento social del primero y el conocimiento

natural del segundo. En cuanto al primer espacio es presentado como:

Frente a la casa de don Pedro, por el callejón de San Marcos, se veía, en muestra negra con letras blancas, el título de in periódico. En el piso bajo estaba la redacción, y en el sótano, la imprenta y máquinas del mismo. (€1 doctor Centeno, p. 67)

Es muy característico que la redacción del periódico estuviera

enfrente de la escuela-iglesia-casa de Felipe, pues este inmueble representa la

opresión, dogmatism0 y tradición, donde no se emiten juicios y se "es" lo que no

se desea ser, como don Pedro. En contraposición tenernos a la redacción, donde

se enjuician sucesos, se estudian y analizan los cambios diarios de Madrid;

aunque es muy significativa su ubicación, pues la redacción está en el piso bajo 30

y la imprenta en el sótano, es como bajar a un inframundo donde se gesta algo

prohibido o malo, ¿acaso será una velada critica del atraso de España?. Ahora

bien, a Felipe le llama sumanente la atención ese lugar por la vitalidad del

mismo, siempre trabajando, escribiendo, conociendo concienzudamente, a pesar

de que el joven se sentía desilusionado, cuando sale al exterior sigue buscando

el conocimiento anhelado.

Un personaje importante en el peregrinar del chico es Juanito del

Socorro, un jovencito que trabaja en la redacción haciendo recados. El

problema es que 'I Era más embustero que el inventor de las mentiras, que,

según parece fue la serpiente del paraíso ( N doctor Centeno, p. 68). De nuevo

el inocente Felipe se topa con una persona que le distorsiona la información.

No obstante, será el mismo Juanito del Socorro el que ayude a

conocer el espacio natural y milenario del mundo taurino. Pera ella el nombre de

la calle es significativo "En la calle de la Libertad, más allá de la esquina de la

.. . . . casa donde ia cedacción,e.staba, había- un:solar vacio .(...) (E/ doc#or.Centenu,. p. : ,

. . . . . - . - . . . . . . - . . .

" . . . . . - ..

. I

. - . . . : . . . . . . .

76). . Poco a poco se va.exteriorizando y ampliando e l espacio físico de Felipe,

pero en estas condiciones (la calle), es cuando Centeno interactúa con más

chicos de su edad,-pues para ellos jugar al toro representaba saltar, correr;

frenesí de alegría "exigencia del cuerpo y del alma", así poco a poco se van

integrando chicos y objetos para enriquecer el mundo taurino:

Blas Torres, hijo del prendero, se proporcionó una capa de seda con galoncillos de plata. Algunos llevaban capa de percal, y otros se equipaban con un pedazo de cualquier tela. Perico Sáez, hijo del carnicero, presentó a la cuadrilla una adquisición admirable y de grandísimo aprecio: un rabo de buey, que Felipe se ataba a semejante parte, para imitar el trasero del feroz animal. Con aquello y la canasta en la cabeza, y los bramidos que daba, parecía acabadito de

31

venir de la ganadería. Fuente mayor llevaba las banderillas de papel, y Gázquez, hijo del estanquero, llevaba una coso muy necesaria en juego tan peligroso, a saber, t iras de papel engomado de los sellos para aplicarlo a las heridas, rozadiras y contusiones (...) (f.?/ doctor Centeno, p. 77).

Pero ¿cuál es la importancia de la reproducción de la ta~romaquia?~’.

ES trascendental cuando los niños recreun el mundo taurino abriendo un

espacio no sólo físico para dicho evento, sino también anímico. Comienza la

concrecion del espacio por los objetos. En este nuevo mundo Felipe no tendrá

un papel bien determinado, hasta que entre sus queridos amigos callados y

apolillados encuentre la cabeza de to ro tamaño natural “La quería con toda su

alma”, así que un día la aparta de la figura de San Marcos para apropitírsela, le

hace unos pequeños orificios en los ojos y listo. Su timidez sólo permitía

ponérsela en la buhardilla, pero un día tuvo una pícara idea, salir con ella a la

calle de la libertad “Su anhelo era más fuerte que su conciencia ¡Ay!, tarde de

.. . --v.id .db. ..hermosa - . .eres! - Era5 . un -pedazo ’ .de. día. rosado . y nuevecito c...) Creyó Felipe que. el cielo se le abría de par. en par ( . . . ) I ’ (El doctor Centeno, p.

102).

. .

. .

31 La afición por el toreo nación en el siglo XII, y no como un deporte o juego, sino como parte del entrenamiento de los caballeros españoles antes de las guerras, su fin era ayudar al soldado a demostrar y acrecentar el valor en el campo de la guerra. Ya para el siglo X111 este adiestramiento de corte militar era practicado por jóvenes entre los doce y quince años para ayudarlos a afianzar carácter ante la vida. ser más ágiles y certeros, pero sobre todo valientes. Con el tiempo es convierte en una tradición y entretenimiento nacional, pero siempre precedido de un gran ritual. Por ejemplo al torero se le respetaba como a un pequeño Dios por su valentía y arrojo, al jugarse la vida adquiría el rango de maestro, por ello era reconocido como un autentico “maestro”, y con este mismo respeto se dirigían a éI, tomaban largos periodos de abstención sexual, llevaban una rigurosa dieta y siempre vestían el típico traje de luces.

Con respecto al toro, se le consideraba un puente entre la vida y la muerte, además, de ”dador” de valor y hombría, simbolizaba el espíritu constante de lucha y nobleza. Sin embargo, con el tiempo se va modificando este entretenimiento, se h e “embelleciendo”, con picadores, música y papelillos de colores, aunque algunos críticos taurinos consideran que es la parte más superficial de la fiesta, pues para ellos la belleza radica en el enfrentamiento del hombre y la bestia, entre las dos valentías, fuerzas y astucias indomables. Antonio De La Villa. Manolote y lafiesta taurina, pp. 36-49.

32

4

Esta será la primera ocasión que se describa un ambiente hermoso,

alegre, vitalizador, en donde nuestro pequeño héroe esté realmente dichoso,

ese espacio es enfatizado por la liberación de "sus parientes mudos o callados

amigos" de cartón apolillado, es decir, con la destrucción de cada uno de ellos:

Para ensayarse. Centeno hizo gran destrozo aquella tarde: derribó, apabulló, destripó, tendió, aplastó. No quedo tí tere con cabeza, como se dice comúnmente, ni barriga sana, ni cuerpo incólume; ni ojo en su sitio, ni boca de su natural tamaño y forma. Daba compasión mirar tanto estrago. ÉI, mientras mayor destrozo hacía, más se encalabrinaba. Se volvía feroz, brutal. ( N doctor Centeno, p. 103)

Es una muerte similar a la del joven que mató a la mujer con aquel

movimiento de testuz", la diferencia radica en que es una muerte simbólica a

SUS amigos, todos ellos santos y mártires, ellos que representan la tradición

sumisión y sacrificio, así Centeno rompe con el "debe ser" y simplemente hace. . . . .

: . lo que "iuiere ser", es decir; va adquiriendo mayor independencia. ' . . . .

- . . . . . .

. .

Sin embargo, ¿qué papel juega Felipe Centeno dentro de esta

tauromaquia? ÉI es una de las partes más importantes, pues es "dador" de

valentía, constancia y esfuerzo, pero cabe preguntarse ¿tan sólo es "dador?

no, éI es también una destinatario de la madurez física y mental del torero,

igual que SUS compañeros de juego, aunque en cierta medida cuenta con estos

t res elementos no es capaz de aprovecharlo en su totalidad.

3 2 Supra, p. 27

33

No obstante, este ritual-diversión es interrumpido de forma

abrupta por un vigilante que defiende la normalidad de la rancia España. Pese a

ello, en la narración se utiliza como técnica de close up para caracterizar el

espacio:

Imposible de pintar el asombro, la suspensión, el alarido de salvaje y frenética alegria con que Felipe fue recibido ... Hubo delirante juego, pasión, gozo, infinito vértigo ... DespuLs, cuanao menos e pensaba, policia, guarda, escoba, caidas, dispersión, persecución, golpes (...) (€1 doctor Centeno, p. 104, el subrayado es mío)

Este suceso marca el enojo y pretexto perfecto para que Centeno

tenga que abandonar la casa, exactamente cuando cae la tarde, al igual que

cuando se marcha de las minas de Socartes, En esta parte el chico se alejará

con unas cuantas golosinas y seis pesetas.

Con el finalizar de dicho evento, el autor deja abierta la posibilidad

de otro trama, que reformula en Tormento; sin embargo, introduce ahora otro

personaje y circunstancia. AsÍ después de unos cuantos días de vagabundear,

entra al servicio de Alejandro Miquis; con el cual en realidad no pasa grandes

esfuerzos y se identifica a la perfección, aunque mientras el manchego era un b

soñador, Aristóteles estaba deseoso de conocimiento, cualquiera que fuera. Asi

los dos pasaron grandes momentos de paseos, comidas, compras y charlas,

además interactúa con muchos jóvenes estudiantes. Sin embargo será hasta

que Miquis está enfermo cuando Centeno se reintegre de nuevo a su

preocupación diaria por vivir demostrando su fidelidad y gran cariño a su amo:

Felipe era su Único amigo [de Alejandro], el más leal y condescendiente de todos. Era un chiquillo, es verdad, incapaz de sostener conversación seria sobre cosa alguna; pero tenía tal entusiasmo por su amo que no hacia diferencia en ninguna acciojl o

34

palabra de &e, y todas las teniá por acertadus hermosas y sublimes (El doctor ... p. 2 23, subrayado mio)

En este momento si podemos retomar lo que bien comenta Gabriel

C a b r e j a ~ ~ ~ acerca del picaro positivo, incluso en el mismo lenguaje Galdós

rememora al utilizado en las novelas picarescas, y mientras en la casa del Cura

jamás tiene aventuras al lado de Miquis las aventuras de todo tipo se

convierten en un muestrario digno de un pícaro positivo. El espacio que

predomina siempre es abierto y lleno de tentaciones como Juanito del Socorro

cuando le convida a ir a un café-cantante donde se mezcla por primera vez el

alcohol, la música, el gozo e inquietud: "El maldito licor picaba como el demonio,

producíale ilanarcdas en todo et cuerpo, y sn ia cabeza un levantamiento, un

tumulto (...) (E/ doctor. .. p. 273), Aunque También despertaba la curiosidad de

conocer de qué estaba enfermo su señor, ello lo motiva a realizar la disección

del gclto, acto grotesco, no obstante, ello no es factor para que pierda su

candidez aun cuando trata de robar primero para comer éI y después para su

amo enfermo; esto lo obliga a pedir limosna; así de nuevo será el dinero el

generador de acciones por parte de Centeno, empezando a desplazar su

curiosidad por el conocimiento.

Una vez muerto Miquis, Centeno queda de nuevo a la deriva inmerso

en un espacio madrileño efervescente, activo, vital en un espacio abierto.

Posteriormente en Tormento Felipe sigue dominando los espacios abiertos

Der0 con mayores comodidades con su nuevo amo Agustín Caballero un indiano

*ice, pero aquí recupera el interés por el estudio, es decir no presenta

'ariación como personaje, pues sigue guardando su buen corazón.

Supra. p.23 35

11.3 ALEJANDRO MIQUIS: UNA MIRADA JOVEN Y ROMÁNTICA

Es lo que sucede con casi todas l a s enfmedades del espíritu humano

que se jactan de haberse curado. La resuelven, como se dice en medicina

Sainte-Beure y lus sustituyen por otras.

Los espacios que rodean a Alejando Miquis son en realidad más ricos y

representativos de lo que pudiéramos imaginar, pues alcanzan diferentes

niveles discursivos creando, dentro de lo ya creado, tina nueva pzrspectiva y

espacialidad con toda la problemática que esto implica. Sin embargo, una veta

muy importante es la unión de la realidad y la realidad creada por el joven. Con

este bagaje, parece razonable acercarnos al personaje de Alejandro "nuestro

segundo héroe", ya que éI es la bisectriz entre lo idealizado e irreal y la más

cruda realidad.

Pertinente es apuntar unas cuantas caracteristicas denotativas del 4

personaje, pues representa la más rancia tradición romántica, desde aspectos

físicos: " Fisicamente era raquítico y de constitución muy pobre (...) Era un

enfermo sin dolor, quizá loco, quizá poeta" ( E/ Doctor ... p. 187); hasta su

creciente idealismo por la vida, su actitud melancólica y justiciera, además en

éI se hace patente la pasión por las letras y el gusto por las armas, lo cual era

ya un tópico desde los Siglos de Oro, todo ello representado en su obra E/

Grande Osuna o en SUS juegos con Felipe. Es indiscutible el discernir al igual

36

implicito dentro de la acción.. Sin embargo, todos estos anhelos se ven

rápidamente destrozados como varios críticos señalan:

Alejandro se propone hacer representar su drama El Gran Usuna en la próxima temporada de teatro. Más, Alejandro no se da cuenta de que SU talento es esencialmente mediocre y pronto recibe el primer golpe en sus ambiciones artisticas, cuando un autor mediano lo convence de la necesidad de reducir el número de actos y personajes, refundir escenas y suprimir la decoración extravagante ... queda planteado Gsí en el texto el problema de la realidad por primera ~ e z . 3 ~

En una primera parte de la novela, el drama de N Gran de Usuna

adquiere un valor trascendental al construir en el texto una condensación de

vaiores morales caducas, por ello Is obra como texto y propuesta termina

devaluada, ,no apreciada en una palabra, excluida y sin la minima importancia.

Como todo buen soñador, Alejandro fue incapaz de aceptar la

realidad en que estaba inmerso y ajustarse a una vida de estudio y disciplina,

todo ello de acuerdo con sus medios económicos. A 4 1 0 se refiere Gustavo

Correa cuando secala:

Alejandro se ha instalado conscientemente en una forma de arte imaginativo e hiperbólico, contrarios a los postulados de un arte caracteristicamente realista. Sin embargo, al no lograrlo de forma narrativa se busca una vía alternativa para proseguir en ese arte imag ina t i~o .~~

Es evidente que la representación de la realidad implica para el joven

una problemdtica profunda, sobre todo en su conciencia, puesto que su

realidad provoca una doble incisión; la primera será la que separa al individuo

37 Gustavo Correa. Realidad, jicción y símbolos en la novela de Pdrez Galdós, p. 80. 38 Ibid., p. 8 l .

40

..

del mundo, de aquí la necesidad de aislarse para crear su obra. Aunque existe

un aislamiento, el joven puede interactuar fácilmente con su entorno, sin

embargo, la más drástica es donde su imaginación proyecta una realidad

alterna, de cualquier modo es significativo ese distanciamiento solo se da a

través del lenguaje escrito, es decir, que el texto dramático sea el intermedio

de crear una tercera realidad, en donde éI personifica al Conde de Osuna y si

ya t-eníamos tin distanciamiento complejo entre su referente real (mediocre

escritor y pésimo estudiante de derecho, además de muchas carencias), se

hace conflictivo en la representación escrita, o sea, el texto dramático EIGran

Osuna, pues éI solamente es una espectador al principio, después se complica

cuando el joven su vuelve su propia creación, pero expliquemos con

detenimiento c6mo se da este proceso.

, . Indudablemente el joven poseía un.especial apego a recorrer lugares,

pues como buen creador de dramas tenía que enriquecer su concepción,; no . .

bajaban al r ío y entraban- en vivos altercados . con las lavanderas; -

daba la vuelta luego por las injurias y las yeserías; subían fatigados a Madrid después de cuestionar con los gitanos en la Ronda de Embajadores; y por último, algo tenían aún que hacer a las puertas de los cuarteles, oyendo conversaciones picantes entre mujeres y soldados. (El doctor ... p. 186)

41

Se metían también en las Iglesias a oír sermones, a ver las beatas y oír cantorrios salmodias. En las puertas no faltaba un poco de palique con los mendigos. Hasta se atrevieron a colarse una tarde a la sacristía , de donde los echaron poco menos que a puntapiés. (E/ doctor ... p. 224)

Es de notar que dichas correrías, así como sus amores con la Tal,

conforman el prototipo ideal de Pedro de Téllez Girón, es decir el protagonista

del Grao Osunrr.

Yo presento al Duque como la figura más genuinamente espaiíola (...) libertino, justiciero, cruel con los malos, generoso con los buenos (...) con los impetus repentinos que casi siempre le salían bien; perseguidor de los usureros, frenético por las mujeres y enamorado de todas las que veía, ambicioso de la gloria, de popularidad, liberalista, maniroto, lleno de deudas; en diplomacias agudo; en moral indulgente .... (Eldoctor ... p. 228)

Así Alejandro pasa de ser el creador dramático de un texto a crear . .

. . . ” . - -” iunl-rnundq, ,sitwacion :y una.nueva .forma de viyir ..para éI mismo. ”Tantas

.. vueltas habla dado. en Su. espíritu al famoso y noble Virrey, que concluy6 por , -

. . ” -

identificarse con éI y hacerlo suyo, fundiendo o,I carácter soñudor en el real.

228), así la autoconciencia “yo sé quién soy” deja paso a un despliegue,

imaginativo que modifica la percepción de las cosas.

Existe o t ro elemento importante que transforma todo el entorno

(geográfico, anímico e incluso evocativo) y es su enfermedad, la t u b e r c u l ~ s i s ~ ~ ,

39 Hay que recordar como ya indicaba Montesinos, la predilección que Galdós tenía por el seguimiento de dicho padecimiento “La tuberculosis lo viene trabajando desde hace tiempo Galdós, a seguido la enfermedad con un interés casi olístico, tan frecuente entonces, sobre todo entre gente que vivía como el muchacho. El curso de la agonía especialmente está observado con escnipulo, tal vez algo machaconamente”. José F. Montesinos. Galdós, p. 88.

42

que a través de su penoso deterioro nos lleva por una revisión espacial

significativa.

La decadencia del manchego está magistralmente ejemplificada por

las diversas viviendas donde habita. La primera es la pensión de doña Virginia

que aunque modesta, el joven había podido mantener un ánimo optimo para

estudiar sus tres años de leyes y convivir con varios amigos, No obstante,

cuando se cambia a la habitación principal y hace gala de SG opulencia, empieza

SU transformación. Ciertamente la pensión es un espacio lleno de jovialidad,

sin embargo, éSta se concreta por quién la habita: don Leopoldo o el señor de

10s prismas el cual encontraba varias opciones a un mismo planteamiento, o el

sesudo de don Basilio Andrés de la Caña, redactor de un periódico en el ramo

de Hacienda, el caballero era toda formalidad y seriedad. También tenemos al

peculiar autoepisteiógrafo del cual ya hemos hablado con anterioridad. LOS

dueños de la pensión eran doña Virginia mujer ruda y regordeta pero de

atractivas facciones, y su pareja Alberique " pintor de heráldica, holgazán de, .

profesión todos los días" (E/ doctor. .. p. 167). Aún tenemos a 'hmascbta de la . . .

. . . . . . . . . . .

pensión Julián de Capadocia, animal pacífico y bonachón.. Todos ellos eran en

realidad los que dan vida y valor a la espacialidad de la pobre y vieja pensión

llenándola de algarabía, sobre todo a la hora de la cena.

Posteriormente cuando se cambia a la segunda pensión empieza a ser

opresivo el espacio "La casa donde se hospedó Miquis era barata y detestabk

(...) Las habitaciones parecían madrigueras, y la comida, rancho."(E/ doctor ... p.

221) Aunque ninguno parecido a su último y muy significativo lugar de

residencia, que por cierto era la casa de la hermana de la Tal, esto Implica

cierto deterioro moral:

43

Tenía la casa dos aposentos grandes, la sala en la que estaba Miquis y la cocina, donde se reunían los amigos cuando no acompañaban al enfermo. En esta sala ornamentada de fogón y fregadero, con espejos de hollín y tapicerías de mugre, eran recibidos los visitantes (...) (El doctor ... p. 316)

Es evidente la carga negativa y deprimente de dicho lugar y más si

partimos de las premisas de Gastón Bachelard, el cual señala:

Una casa es la proyección del sujeto, la abundancia de objetos no sólo nos habla del bienestar económico, sino también de la convicción y calidad de vida de los habitantes, nos habla de las raices animicas, morales y éticas además nos habla de una identidad y pertenencia sociaf? (El subrayade es mio)

,Es necesario hacer hincapié en la carencia de esas raices y m6s si

consideramos que éI sólo renta, no es el dueño y esta disminución animica,

moral y dtica se viene a reafirmar por la decadencia fisica, su espacio se

empequeñece al igual que su vida. Este nuevo lugar estaba apartado del bullicio

del Madrid activo que en o t ro momento frecuentara Alejandro: "A dicha

vivienda se subia por una escalera interior casi tan larga como la del cielo (...)

(€7 doctor ... p. 242) Esta antitesis entre el abajo bullicioso y alegre y los pisos

posteriores donde se vive la escasez y enfermedad es contraria a los

espacios que ocupaba Felipe en la escuela de Polo, pues si bien es cierto que

habitaba solo la buhardilla también pasaba momentos felices cuando jugaba o

daba rienda suelta a sus ilusiones.

La pequeña sala donde habitaba Miquis tenia una ventana al exterior,

era una ventana al mundo, ya que el joven posado en su cama o sentado en un

40 Loc. cit. Bachelard, p. 35.

44

sillón niega la vitalidad, el universo y la realidad al continuar soñando con otra

obra El condenado por desconfiado o siempre anunciar su pronto

restablecimiento. Sin smbargo, el entorno se vuelve cada vez más

complementario con el interior del cuarto al mostrar a la flora en decadencia:

Ofrecía un sin f in de chimeneas, como negro ejkrcito en desorden (..) Era preciso mirar verticalmente, como se mira al fondo de un pozo, para alcanzar a ver aquellos jardines de que hablaba la Tal. Pertenecían a lujosas casas de la calle del Prado, y estaban tan hondos, que las más altas ramas de las acacias apenas llegaban al segundo piso. Con esmero y mimo cultivados, aquellos profundos vergeles se componían de afeitados césped, setos tijereteados de algunas coníferas y acacias todo raquítico y achacosas . Era como un hospital de árboles. Los habío valiosos, todos llenos de verrugas. Los había reumáticos, mancos de rmcs; habíalos atacatios de alopecia, por lo qae tenian caivicie de hojas y todos calenturientos( ...) No 'faltaba tampoco una marmórea fuente que a ciertas horas emperifollaba con un juego de agua para recreo de los pececillos rojos prisioneros en el pilón. (Eldoctcr ... p. 243.)

Es muy notoria la minimizaci6n espacial la cual a su vez, está

representada por la decadencia y enfermedad física. ES interesante la

representación del jardín, la fuente, los pececillos, algunos árboles exóticos,

grotesca y desvitalizadora. No obstante, el espacio se combina con el tono

angustiante que toma su situación económica: "Me muero, Felipe, me muero si

no veo esta noche duros y pesetas ... Es cosa tremenda esto del dinero ... A

mi, creelo, me resucita ..." (E/ doctor ... p. 290). Ante esta cruda realidad y

bajo los constantes delirios de la agonía, Alejandro tenía más facilidad para

evadirse de la dolorosa realidad a su mundo ya creado en E/Gran Osuna:

45

Veía claramente la habitación grande, riquísima, llena de luz y alegría con gallardas columnas de pórtico (...) Por la gran ventana del fondo, quedaba a una desahogada logia se veian techumbres, cúpulas, miradores y campanarios; en el fondo, el Vesubio con su cima humeante y sus laderas de negra lava. ( N doctor ... p. 296)

La extensa descripción prosigue con elementos de un romanticismo

exacerbado y cada vez una fuga más extensiva de la realidad, pero si el

joven estaba consciente evocaba su t ierra y reconstruía bellos paseos por el

bosque o largos descansos en la paja junto a Felipe y su tan amado arte.

Con el transcurso del tiempo llegó el verano y su espacio se vuelve

tremendamente opresor:

Poníose I t tal salita corno UP horrro. Su venfana, que era puerta del cielo, a ciertas horas pcrecia ser la del infierno. No solo sofocaba el calor, sino el espectáculo de aquel panorama suburbano estival; porque verlo era añadir la opresión del espíritu a los sofocos del cuerpo. (E/doctor ... p. 301)

Hasta el momento de su muerte está lleno de melancolía y ensueño

por parte del joven, sin embargo como podemos notar Alejando Miquis está

caracterizado por este t inte romántico trágico, por espacios cerrados no muy

sustanciosos de objetos, aunque se mencionan largos paseos o correrías tienen

b

un matiz errante, sin un lugar determinado al cual llegar. Eminente evasor de la

realidad.

46

11.4 LA CASA MISTERIOSA

Cuando yo era joven, busqué en todo el mundo y no encontraba mi paz, mi alegría, mi corazón

hasta que cierto día, cuando yo agonizaba, llegue a mi casa, el hogar de mis días de infancia,

de filicidad ...y sólo allí pude morir en paz. Blanca Loolvera.

Entre las obras más grandiosas de Benito Pérez Galdós podemos

encontrar E/ Ductor Cénfenu, pues es considerada por la crítica como un

semillero de ideas, personajes, tiempos, tópicos y espacios. Ya hemos podido

observar el espacio vital y joven de Madrid, sin embargo, exis?e o t ro espacic

mdominahte y es el espacio misterioso, múgico y milenario de Isabel Godoy de

dinojosa y su casa de Almendros número once.

Sin entrar en detalles minuciosos, me detendré en la polémica

wsonalidad de boña Isabel, de la cual se cuestiona su edad "era m& vieja que

protoplasma" "eso lo sabrú la diosa Isis. Creo que mi tía no tiene fecha, Oebe

! proceder del antiguo Egipto (...)'I4' ( E/ doctor. .. p.116); a pesar de su

anzada edad era una mujer que fisicamente se había detenido en el

:mpo, cuyo proceso natural de envejecimiento: "Por don especial de la

.uraleza, aquel lustre purísimo le disimulaban las arrugas, y su estirada piel

3 pertinente seííalar que el antiguo Egipto era conocido por sus ensalzamientos y por el culto a los tos, pues creían que existía otro mundo, por lo que jamás morían realmente solo evolucionaban, aún 16s de la dominación árabe continuaban dicho culto, pero en 1517 cuando es anexado al imperio lano se pensaba que el culto a los muertos se había diezmado, sin embargo había pequeñas sectas donde !O sacrificaban para despues ser embalsamados, no sin antes quitar un trozo de piel de algún niño muerto Sto en el rostro del inmolado con la intención de ser joven por siempre en la otra vida "la piel joven era le l o s tesoros más valiosos, por el cual podían dar en trueque sus cultivos de un año o incluso sus 3". Frank Luck. Antiguas civilizaciones y cultos, p. 138.

47

se había endurecido, tomando, aspecto de porcelana" (E/ doctor ... p. 130).

Mujer amante de la limpieza, escuchaba uno o dos sermones y era exigente en

sus alimentos, pero sumamente supersticiosa:

Doña Isabel Godoy era supersticiosa (...) creía como el Evangelio que las. culebras maman y que hablan las cigüeñas, que hay gallos que ponen huevos y que el pelícano se sacu la sangre para alimentar a sus polluelos; sostenía la existencia de los dragones, salamandras y basiliscos con sus propiedades mitológicas (...) (Hductor ... p. 139).

Todos estos elementos son muy importantes para concretar la

personalidad de la mujer, además de dar mayor relieve al espacio. Godoy no es

la him con estas características pues su criada es el desdoblamiento de la

misma Godoy:

La común vida con doña Isabel la asimiló pasmosamente con &a. Pegáronseie primero los escrúpulos, luego los gustos, las costumbres, y, por último, el modo de hablar y hasta ala fisonomía ... Últimamente, todo era en ellas común: el trabajo, la comida, los rezos y hasta los pensamientos. (E/doctur ... p. 131r2.

Hasta aquí tal vez lo Único extraño es su remota juventud, sin

embargo, veamos cómo la espacialidad viene a imprimir profundidad a este

personaje, y la fuerte carga simbólica y anímica que guarda:

sola misteriosa, abandonada, pues al parecer, sólo mora en ella el espíritu de San Isidro ... Había escudos sobre puertas que jamás se abrían y balcones de hierro que a pedazos, corroídos por el orín se desbarataban (...) En lo ventana baja, inmediata a la puerta, no había señal de vivienda humana. Rotos estaban los vidrios, y cerradas las

42 Otra de las t h i c a s narrativas de Galdós son los dobles (doña Isabel y su sirvienta) o los opuestos ( el realista Felipe y el soñador Alejandro), con ello va construyendo todo un mosaico de personajes narrativos.

48

maderas. El depósito de una cofradía caduca, y ya se ignoraba qui6n tenia las llav es... los balcones del principal eran alegritos con tanta hierba y verdura, los de el segundo éranlo mucho más por que en ellos el follaje se desbordaba por los hierros, subia y aún daba grata sombra. Era ya una vegetación arborescente, impropia de balcones y que traía a la memoria lo que de Babilonia se cuenta. ( E/ doctor. .. pp. 123-124)

Es interesante la descripción, pues es denotada por el misterio y la

evocación total del pasado, desde los escudos y balcones corroídos, la cofradía

inexistente ya, pero sin duda las dos menciones más interesantes pertenecen a

San Isidro y los jardines colgantes de Babilonia. Los jardines estaban

considerados como una de las siete maravillas del mundo antiguo, cowtruido

por Serníramis, el cual comentó "ellos vivirán por toda la eternidad, no habrá

antes ni después, seguirán siendo bellos"43, aunque en Galdós tiene la intención

contraria sirve como un elemento grotesco. Con respecto a San Isidro fue

arzobispo de Sevilla, hombre de gran erudición, escribió Etirndogias, la cual

consta de veinte vol6menes, para ello pasó largos lapsos en Madrid. En la

España medieval era muy respetado por ser incansable defensor de las

tradiciones y de las buenas costumbres, además de precursor en el Concilio de

Trento.@ De acuerdo con este planteamiento implícito, el aspecto de la calle de

forma física y simbólica nos remite al pasado, la eternización y dogmatismo de

las antiguas costumbres. Ello tiene más significación si aclaramos que la calle

de almendros se encuentra ubicada en la parte vieja de Madrid, ocupada por un

sin número de familias de buena posición, rancias costumbres y pioneras de la

creación de Madrid. AI respecto Sinnigen no vacila en considerar:

I

43

44 Elvira Turdí Oiiez, Antiguas civilizaciones, p. 58. bid., p. 174

49

Godoy se identifica con la antigüedad y con la superstición versus la modernidad. Vive en una casa de la calle de almendros, en una parte de Madrid donde se ven << la primicias de la civilización y los restos agonizantes del mundo antiguo>>. No toma más comida que la traída directamente de la Mancha, haciendo resaltar así su identificación con las raíces rurales. Cree en todas las supersticiones y va un par de veces por semana a consultar una bruja.45

Cabe aclarar que esta es sólo la fachada del inmueble, el cual

encierra cierto misterio. Un edificio de dos pisos, en el pr-imeFo habitaba una -

bruja, por SU ventana se podía ver ,, una velas-verdes encendidas delante de ÜE

altarejo lleno de santicos y otra figurillas, las cuales eran sin duda imágenes, . . - - . . -. .

. . . - . .. - . " de diablos y criaturas iriferna1ks"- fE/,'doc.tbr. .:I .'.-p. ,124):; Hds)n-'ai&i'se: ' . - . ' -...

- .

ejemplifica lo que llamaria la profesora Teresa Lobo- "un .arquetipo de la

inagotable mujer h e ~ h i c e r a " ~ ~ . 'Esta primer mujer hechicera,. nunca actuará . .

directamente, solo por referencia de la Godoy, pese a ello sirve de preámbulo

para la verdadera pitonisa,

Será exactamente en el segundo piso donde resida la t i í ta de Miquis.

Cabe señalar que penetramos a una espacialidad cerrada, que se construye

desde la misma fachada de la casa, aunque tal vez es mús significativo la

insistencia de un espacio nuevo conforme se va subiendo, es como penetrar a

una nueva dimensión, al igual que con Centeno en la buhardilla del campanario o

Alejandro y la salita de la hermana de la Tal; siempre serán pisos posteriores

los que nos marquen la pauta entre el Madrid bullicioso del Madrid de cada

45

,16 John Sinnigen. Sexo v política: Lectura Guldosiunas, p. 95. Teresa Lobo. "Una nota sobre Aura: Michelet, Galdós, Fuentes", p. I IS,

50

personaje, por lo regular inmóvil. AI respecto Francoise Minkowska sabe que

"realmente no existe movilidad, por el contrario densidad de información y

La casa de los almendros número once es un espacio regido

totalmente por las figuras femenina, secretos, llena de simbolizo. Según

re f ¡ere Gaston Bachelaud:

Para un estudio de valores de intimidad del espacio interior, la casa es, sin duda alguna, un ser privilegiado, siempre y cuando se considere la casa a la vez en su unidad y complejidad, tratando de

"integrar todos sus valores particulares en un valor fundamental. La casa nos brindará a un tiempo imágenes dispersar y un cuerpo de imágenes (...) Nos dirá a su vez, de un modo concreto los valores del espacio habitado, el. no-yo .que proteja al

Por ello es necesario tener en consideración desde su exterior hasta

. . ~ . . ~. . . . . . . . . . . . . . .

. .

, . el más mínimo detalle del hogar de la Godoy. Así al seguir las escaleras tanto

Felipe como Alejandro perciben:

allí no se veía nada hasta que el visitante se iba acostumbrando a la oscuridad, (...) el visitante percibía gratísimos olores, plantas aromáticas, tomillo, mejorana y orkgano (...) Despuks que habían olido bien empezaban la percepción visual, y lo primerito era una pareja de gatos grandes, gordos, manchados, saltones. (€7 doctor... p. 126)

Una vez más encontramos el arquetipo de la hechicería reafirmado,

pero esta vez en la personalidad de la Godoy de la cual ya habíamos señalado su

longevidad; sin embargo, Teresa Lobo resume en pocas palabras las

características de la manchega:

47

48 Fracoise Minkowska La movilidaden los e.spucic~.s, p. 74. Gaston Bachelard. La pokfica del espacio, p. 33.

51

personaje, por lo regular inmóvil. AI respecto Francoise Minkowska sabe que

"realmente no existe movilidad, por el contrario densidad de información y

secreto^''^^.

La casa de los almendros número once es un espacio regido

totalmente por las figuras femenina, secretos, llena de simbolizo. Según

re f ¡ere Gaston Bachelaud:

Para un estudio de valores de intimidad del espacio interior, la casa es, sin duda alguna, un ser privilegiado, siempre y cuando se considere la casa a la vez en su unidad y complejidad, tratando- de integrar todos sus.valores particulares .en un valor fundamental. La '

casa nos brindará a un tiempo imágenes dispersar y un cuerpo de imágenes (...) Nos dirá a su vez, de un modo concreto los.valores del espacio habitado, el no-yo que proteja al yo. 48 . .

Por ello es necesario tener en consideración desde Su exterior hasta

el más minimo detalle del hogar de la Godoy. Así al seguir las escaleras tanto

. .

. . . . . . , . . . . . .

". - . - . . , . . . . . . . .

Felipe como Alejandro perciben:

allí no se veía nada hasta que el visitante se iba acostumbrando a la oscuridad, (...) el visitante percibia gratisimos olores, plantas aromáticas, tomillo, mejorana y orégano (...) Después que habían olido bien empezaban la percepción visual, y lo primerito era una pareja de gatos grandes, gordos, manchados, saltones. (E/ doctor,.. p. 126)

Una vez más encontramos el arquetipo de la hechicería reafirmado,

pero esta vez en la personalidad de la Godoy de la cual ya habíamos señalado su

longevidad; sin embargo, Teresa Lobo resume en pocas palabras las

características de la manchega:

47

48 Fracoise Minkowska. La movilidad en los espacios, p. 74 Gaston Bachelard. La poktica del espacio, p. 33.

el arquetipo de la mujer hechicera: el don de la videncia, la posesión de una belleza extraordinaria en su juventud que no se resigna a perder y que las hizo objeto de grandes pasiones, una longevidad inverosímil, y un presente excéntrico marcado por la soledad y el aislamiento4'.

Con el motivo de las plantas y los gatos se reafirma el arquetipo.

Asimismo Frank Donovan apunta "todo t ipo de plantas aromáticas, curativas y

afrodisíacas además de gatos, sobre todo negros, pájaros y roedores, estaban

en el siglo XV asociados con la imagen de las Por ello no sería raro

que en la Iiteratwa de todos los tiempos estuviera müy presente estos-

elementos como certeramente señala Io Doctora Lobo entre las novelas de E/

Doctor Centeno, Aura de Carlos Fuentes y Le sorciere de, Michelet,.pues como ~ . . .

ella apunta "es sorprendente la similitud que existe entre ' la secuencia . . .

narrativa y los elementos que maneja'I5l. Así nos vamos alejando del espacio

histórico para pasar a un espacio mágico-romántico caracterizado por su

atemporalidad.

. . . . . .

Pero adentrándonos a la casa de doña Isabel Godoy una verdadera

demostración del teorema topoanálitico de su intimidad:

Solo y estático contemplaré en lugar de aquellos sillones y mesas bruñido por la edad y el aseo; nogal que salió de los primeros árboles que dieron cosecha de nueces en el mundo (...) ¿Quién no hace una reverencia ante el paieontológico sofá, interesantísimo pintado que fue de rojo y oro, con patas curvas y dos respaldos tiesos con cojincillos de tela encarnada ?. (E/ doctor. . . p. 126)

49

50 Lobo, Ibid., p. 1 19. Frank Donovan. La historia de la brujería. p. 89. Lobo, ibid., p. 121.

S2

h

Los objetos nacen verdaderamente con su uso y cuidado, ascienden a

un nivel de realidad más elevado que los objetos indiferentes, como diría

Bachelard: "Oe un objeto a otro, en el cuarto, los cuidados caseros tejen lazos

que une un pasado muy antiguo con el día nuevo. El ama de casa despierta los

muebles dormidos"52 , de aquí la afirmación de Mikowska al hablar del

dinamismo de lo aparentemente inactivo, aunque tambih, nos da indicios de la

construcción del universo femenino, sus creencias y libertades.

Sin embargo, lo que nos pondrá de manifiesto su personalidad, con

ayuda de otros detalles más íntimos son los cuadros, cofrecillos, cartas,

fotografías, etc.

. . . . . . . . '-Vemos . ' esas láminas. Sus. . rdtulos nos . dirán lo que . . . ' I . :

. . . . . . representan:4Sana hallándose con SUS ninfas en el baño sorprende y descubre el estado interesante de la ninfa Calipso ... Juno convierte a Calipso en esa .... Matilde, hermana de Ricardo Corazón de León, desembarca vestida en la Tierra Santa ... Matilde ve a Malek-Adhel ... Malek-Adhel roba a Matilde y echa a correr con ella por los desiertos campos >> ( N doctor ... p. 127)

Son significativas esta "láminas" junto al retrato de la bella joven

Isabel, pues en todos se habla de una traición. En el primer cuadro se habla de

la traición hecha a la siempre virgen Oiosa Oiana, Calipso con engaños de

Jupiter es forzada y queda embarazada, la Diosa indignada la convierte en osa

para cazarla po~ter io rmente~~. La similitud que guarda con la siguiente lámina

es prodigiosa pues Matilde con afán de visita; Tierra Santa y su anhelo de

convertirse en monja hace la larga travesía inspirada en sus prontas nupcias

52

53 Bachelard., l o c . cit., p. 100. Publio Ovidio Nas6n. La metamorf).sis, p. 25

53

k

con Cristo, sin embargo el moro Malek se la roba precipitadamente y la lleva

con sus otras esposas54.

Estas historias son muy semejantes a la vivida en la juventud de

doña Isabel. Ella tenía otra hermana llamada Piedad por la cual sentía un

profundo y sincero amor, un día conoció a un "galán de hermosa presencia"

comprometiéndose con éI Isabel. Oe la noche a la mañana se casó con Piedad, al

año de casada tuvo una hija y murió trágicamente, el padre de la niña se fue a

América donde contrajo segundas nupcias, sin embargo, al poco tiempo éI

también falleció y la pequeña queda bajo la tutoría de Isabel. La niña también

se llamaba Piedad y sin la autorización de la Godoy se casó con Miquis, al cual

Isabel llamaba "rnicifuces, mengues o los mica mi cone^"^^. Esta triste historia

se encuentra simbolizada.en . . los cuadros, en .donde Isabel adquiere et plano-de-. . -

divinidad.

Estos elementos nos hacen recordar la obra de Cervantes a Don

QwJofe de /u Mancha, sin embargo, la intratextualidad va más allá porque

dentro de la obra de Galdós lo tenemos sintáctica y estructuralmente. El

personaje que evoca la figura de don Quijote es sin duda Isabel Godoy de

Hinojosa, originaría de la mancha y voraz lectora de novelas románticas y

folletines " dígase también que la tradición la designa como una de las

personas más leídas de toda la mancha"(E/ doctor .. p. 132); además a través

de todo el texto vemos a la dama comportarse de una manera muy extraña,

llena de manías y misterios, su percepción de la realidad distaba mucho de la

realidad de los demás personajes. Otro de #los personajes que presenta

54 Enciclopedia bibliografia Espasa, p. 1048.

54

características quijotescas es sin duda Alejandro Miquis, eterno soñador con

un arraigado sentido justiciero, lector insaciable; como todo buen Quijote

necesita de su f iel escudero Sancho, y en dos ocasiones el mismo narrador

llama a Felipe como "Sanchín", es más Centeno crea nuevas expresiones, al igual

que Sancho es f iel con su señor hasta la muerte.

Una de las semejanzas es la necesidad de adoptar otra personalidad,

por ejemplo, Alonso Quijano-el Quijote, Alejandro- el Conde de Osuna y doña

Isabel su hermana Piedad: "En sus soledades y abstracciones habia llegado a

decir casi sin pensarlo << Yo soy Piedad ... Yo soy mi hermana>> y otra vez -se le

escaparon estas palabras: <<La que se murió fue Isabelita>>" (E/ doctor. .. p.

134).

. . -Por lo antes dicho, podemas, afirmai. sin temor: a, equiwcarnoS . . . que .la. - . .: - .. -- . . . .

historia está impregnada de elementos románticos, pero también' se trasmite

por medio de objetos COMO el cofrecito de la dama:

La señora sacó un pequeño cofre, del cual salía fuertísimo aroma de flores secas, de rosas seculares y como embalzamadas. Los dedos de la señora abrieron la tapa del cofrecito que tenía encima una bonita pintura de Adonis herido y aspirando en los brazos de Venus. Dentro vio Alejandro las rosas y eran ya una masa seca pero aún olorosa, cual momia se conservaba preciosa miniatura.( ...) no sin atisbar algún paquete de cartas de color amarillo atadas con cinta roja, de las que sirven de marca en las decoraciones. (E/ doctor ... p. 149)

Es indudable que estos objetos ( cartas y rosas) forman parte de los

recuerdos amorosos de Godoy Hinojosa por lo que eran de incalculable valor,

aunque es de esperarse por la imagen que tiene el cofre "Adonis muerto por

amor", pues hay que recordar las propuestas de Gaston Bachelard "toda

55

imagen revela el estado del alma y del corazón"56, aunque sólo sea por el

simple hecho de ser un cofre es significativo "son verdaderos órganos de la

vida psicológica secreta, sin ese objeto, nuestra vida intima no tendría modelo

de intimidad. Son objetos-sujetos por los secretos que guardanu5'. Para ella se

encuentra condensado el pasado y el presente dejando la viabilidad de un

Gracias a ello doña Isabel se convierte en un personaje más completo

y complejo, no sólo la imagen de la mujer hechicera, sino también la mujer

capaz d-e amar, odiar y-llorar. - . "

~

S6

5 7

5s

Bachelard. loc. cit., p. 104. Ibid., p. 1 1 I . Withman cit. por Bachelard, p. 101

56

m . 1- LA ESPACIALIDAD DE LA PASIÓN EN: TORME-NTO

Hoy que tu no estas, y sólo guardo nuestra soledad

todo lo que tocaste, forma parte de ml; y recorro mi aha becbaJkones.

Nunca imagthe la uya sin tl; solo tu sabes bien quién soy

. - de dónde vengo y adónde voy. Sempre me tuviste cuando me necesitabas.

Di todo lo que pude dar, y ahora, el thmenso dolor, te vas así como si nad2

"

~. . . . y yo me pierdo entre h. nada. _ . . . . . . . . . . . . . . (lonathan Fbb1es:Ayer)

Antes de pasar propiamente al triangulo amoroso, es indispensable

aclarar la estructura dramatizada del inicio y final de Tormento. El diálogo del

comienzo entre Centeno e I d o del Sagrario es necesario pues retoma la

problemática velada en El Doctor Centeno, ya al lector le queda la sensación

de que no se le ha hablado lo suficiente de las relaciones entre Amparo y Polo,

se intLye que fueron poco gratas para la joven Emperadora, a consecuencia del

carbcter explosivo de don Pedro, pero más adelante desarrollaremos por

completo esta vertiente.

Otro punto digno de mencionarse es la interesante comparación

entre la ficción y la realidad, entre la novela y la vida a través de I d o del

Sagrario, por ello Gustavo Correa comenta:

57

Uno de los mecanismos internos del novelar de Galdós es la proyección hacia el interior de su realismo literario. Es decir, el autor descubría en sus personajes mismos, la posibilidad de sentirse ellos como seres reales, pero al mismo tiempo, de hallarse consientes de ser criaturas de ficción.59

Ido del Sagrario viene a cumplir varias funciones, entre ellas

comenta la situación actual del Cura. Otra y tal vez la más significativa es que

postula a través de SUS diálogos y su nuevo trabajo (escritor), parte de la

poética galdosiana "La realidad, si bien imita alguna vez a los que sabemos más

~ . que ella, imita tamkién cosas qüe no nos atrevemos ni a soñar 10s que tenemos

tres cabezas en una''60 ( Tbrmento, p. -14);- también -recuerda a Alejandro Miquis

. al -involucrar en sus - . escritos- a.damiselas en pel-igro, lances heroicos, malvados

' . - - . . .: .kxi-remiStas.;.;jci~~n~. .virtGosas, :pero sin'lkgar al' extremo de- Miquis; Ida' va

construyendo sus historias- con más realismo .tornando como modelo a dos

vecinas suyas: Amparo y.Refygio Sánchez . . Emperador, ellas son su inspiración,

Otro personaje que esboza rápidamente es Rosalía Bringas, la cual será

trascendental en La de Bringas "me olvidaba de decirte que hay una duquesa

más mala que la landre, la cual quiere perder a las chicas por envidia que tiene

de lo guapas qué son ..." ( Tormento, p. 12)

- . - . ~ . .

> .

~. . . - . . . .

. . . . . . . . . . . .

No debemos olvidas que Galdós a través de Ido del Sagrario

externa su opinión de la literatura folletinesca, en boga en esos años, sobre

todo en Madrid, además será en espacios abiertos donde I d o logrará sus más

brillantes ideas, como ya señala la maestra Alicia G. :

59

60 Gustavo Correa. Realidadyficción. Símbolos de la novela de Pérez Galdós, p. 53. Todas las citas con respecto a la obra serán tomadas de: Benito Pérez Galdós, Tormento, Alianza, Madrid,

58

Fue el espacio de la novela de Ido concebido en la calle, irónicamente, es en este último sitio, la calle, donde I d o da rienda suelta a su <<imaginación>>. El Único espacio abierto del texto realista conduce a una <<expansión creativa>> que no se encuentra en ninguno de los espacios cerrados de la novela".

Finalmente será Ido del Sagrario quien nos presente a la joven

Emperadora "Dulce y bella criatura, mi vecinita. Ella es parte de mi creación"

( Turmeniu p, 18), esta aseveración en la descripción y comentarios del mismo

narrador "Allí la vemos siempre la misma, de humor y genio inalterables; grave,

sin tocar en el desabrimiento, callada, sufrida, imagen viva de la paciencia,

ligeramente risueña" ( Turmeniu p. 32) La frágil y abnegada imagen de Amparo . . . .

. , .. . con el espacio hogareño, . e s base indispensable pues a..lo.largo de los-prirneros: . . . . .-.

seis capítulos vemos a una Amparo que se desliza de !a cocina al comedor, de la

sala al costurero; siempre al pendiente de la comida, de recoger tal o cual

objeto, de los pequeñines. Es evidente que en la casa hay mucho movimiento y

calor de hogar, sin embargo, no es su hogar "Difícil es f i ja r el escalón social

que en la casa de Bringas ocupaba Amparo, la Amparo, Amparito, la señorita

Amparo, pues de estas cuatro maneras era nombrada" (Tormento p. 27).

Algunas veces los Bringas la ayudaban con un poco de comida y dinero, pero

eran muy pocas las ocasiones, pues aunque eran parientes, Rosalía Bringas se

encargaba de marcar una tremenda diferencia social.

No obstante, la morada de la joven Sánchez no es nada parecida a

la de los Bringas en lo espaciosa, cómoda o activd:

61 1988. Indicando solamente la obra y la página después de cada cita.

Alicia C. Andreu. "El folletín como intertexto en 7ormenfo" en AG: p. 58. 59

La salita en la que entraron, pequeña y nada elegante contenía parte de los muebles del difunto Sánchez Emperador: un sofá que por diversas bocas parecía vómito de lana, dos sillones reumáticos, y un espejo con el azogue viciado y señales variando en toda SU superficie. El tocador ocupaba el lugar preferente en la sala, por no haber en la casa mejor sitio, y sobre el mármol de éI, se puso un refugio para el anciano quinqué. (...) Frente al tocador estaba el retrato, en fotografía de gran tamaño, del papá de las susodichas niñas. ( Tormento, p. 63)

Podemos observar fácilmente la carencia de objetos propios de una

C W X I ~ atin más, es- evidente lo viejo y decadente. Sin .embargo,- también se

. - - I del hogar, .. 3mo el amor familiar' simbolizado por el retrato del . .

- .

d i f l I , I : o Sánchez Emperador. ES significativo . . que .sea el tocador-quien ocupe la

rnejoia ut3ica.i: r , z la

traba jando en la casa

Refugio, una completa

Refugio no

. . . .

. .

humilde. mqrada; ello- es.-por~ue.Amp.ar~--foao e[ .díá eStq.. -. . - . . .- - .

de los Bringas .~: .se queda en su casa su hermana menor

~.

. . . . . .

. - - . . . . . -

. -

antítesis de la joven:

podía sostener comparaci6n con su hermana, cuya . .

hermosura grave, a la vez clásica y romántica, llena de melancolía y de dulzura, habria podido inspirar las odas más remontadas, idilios ternísimos, dramas patéticos; mientras que la otra era un agraciado tema de anacreónticas o de invenciones picarescas. (Tormento p. 65)

Refugio es una mujer de carácter posesivo, espíritu indomable y

amante de los placeres terrenales, de ahí que tuviera vital importancia el

tocador y el constante descuido que la joven tenía por la casa. Estos

elementos sirven de contraste con la figura de Amparo, pues aunque los dos

nombres: Refugio y Amparo tienen mucho que ver con el concepto de orfandad,

son muy distintas, entre lo que desean para su vida y como conseguirlo. Para

acabar de construir la figura angélica y desprotegida de Amparo conocemos

60

por medio de Rosalía Bringas su idea de profesar como monja, pero el objeto

que viene por un lado a concretar la imagen de la mujer abnegada, y por otro a

insinuar otra faceta de la joven es la Biblia "se entretuvo en hojear un

voluminoso libro. Era la Biblia, de pronto, el cuadro de un ángel exhibiendo la

mano en actitud de clemencia, luego el cuadro de Adán y Eva cometiendo el

pecado (...)" ( Tumento p. 51)

Para el lector siguen veladas muchas verdades; por lo pronto el

comportamiento de Amparo es como lo describe el narrador, intachable. La

diferencia radica, como ya lo había mencionado, en la Biblia, pues mientras por

un lado exis& un ángel bondadbso, por otro lado tenemos el pecado, del cual

ella misma forma parte. Véase el cuidado y la intencionalidad con que Galdós

~ ~ matiza . . la atmósfera . . - . . . mora1.y . . . . religiosa, impllimiendo.un..sello de pureza, castidad

. . :y abnegación a .¡a joven -con 'respecto a las relaciones que lleva con los demás

"

. . . .

,personajes. . .

La gradación aumenta con la carta que ella recibe de Agustín

caballero, donde al darse cuenta de las carencias económicas de la joven pone

a su disposición una considerable cantidad de dinero, ella en muestra de su

agradecimiento decide escribirle una carta a su amable protector, no obstante

el juego de las cartas será el mismo que intervenga para conocer su turbio

pasado y su constante movilidad espacial.

Cuando la joven volvió a su casa, ya entrada la noche, recibió de la portera una carta y el ver la letra del sobre sintió temor, ira, rabia; estrujóla, y al subir a su vivienda, la rompió en mil pedazos. Sin abrirla, los trozas de la carta, metidos unos dentro de los fragmentos del sobre y otros sueltos, estuvieron algún tiempo en el suelo. (...) Para borrar todo rastro de la malvada epístola, Amparo trajo una escoba, que si es emblema de aseo, también lo es de

~" t .

61

desprecio (.J Inclinóse, y entre el polvo tomó un papel que decía: moribundo. Después vio otro que rezaba, pecado. Un tercero que decía: olvido que asesina. ( Tormento, pp. 84 -85)

Nuevamente, tenemos en escena la trascendencia de la epístola como

gei\vadora de acciones, en Tormento particularmente, viene a romper la bella

y fr6gil imagen de la joven, así como su cotidiana vida hogareña en la casa de

10s :>ringas, No obstante, será la carta la que eche a girar el complicado

apar'crto anímico del personaje, sumiéndola cada vez más en el miedo y en la

w ; , , ;tia, pues aunque jamás no enteramos del contenido de dicha carta, las

tre frases rnuy significativas "moribundo", "pecad.0'' y "olvido que asesinay.

f ;n i ; que se refuerzan con el cuadro del pecado original expuesto 'con

I c l oxuridad de la noche,:para formar una attnósfsia.m6s oprésiva. - . .

. -

La carga animica, así como la acción reprobatoria del pasado, la

p t c ~ l : . : adivinar el lector con . sencillez, pero estos sucesos están

inta'icionalmente oscuros con maestría. Ya Indergarder hacía mención de este

tipo de situaciones en su estudio sobre La concreción y reconstrucción

Hay muchas obras que favorecen la actitud opresiva de la realidad representada, de la forma más completa posible, eliminado ciertos lugares de indeterminación. El lector lee entonces <<entre líneas>> e involuntariamente completa diversos aspectos de la objetividad representada, no indeterminadas en el texto mismo, mediante una comprensión <<sobre .

Otro elemento que retoma Pkrez Galdós en Tormento son los

espacios superiores vinculados con la intimidad, la joven tiene que subir

". . ..

62 Roman Indergarder. Concrccirin y reconslruccidn. p. 38. 62

4

escaleras para poder acceder a su departamento, lugar por demás envejecido y

carente de vitalidad. LOS espacios superiores aquí, como en E/ Doctor Centeno

están vinculados con lo cerrado, alejado y alegre del Madrid bulliciosos; casi

siempre son utilizados como una vía de expiación y sufrimiento.

La joven Emperador se caracteriza por su constante necesidad de

limpieza, de orden y de precisión, al igual que Agustín Caballero, por ello no es

raro el comentario del narrador “Amparo trajo una escoba, que si es emblema

de aseo, también lo es de menosprecio”, de igual manera Amparo desea

desdeñar los crueles recuerdos de su vida pasada, sin embargo, es negarse a sí -

misma, pues al negar parte de si niega la totalidad de su existencia, así como la

oportunidad de un futuro; siendo este dilema el que la arrastre por las

estrechas calles de Madrid al lado del moribundo: ... . .

_ . . . , , . . . . .

Penetr6 en feísimo patio, por el cual corría un arrollo de agua verde, uniéndose luego a un riachuelo de líquido rojo. Eran los residuos de un taller de tintoreria de paja de sillas establecido en aquellos bajos lugares. En un rincón del patio había una puerta que daba paso a la escalera. Se subía por ella al abismo, porque mientras más alta, más oscura. ( Tormento, pp. 86 - 87)

El lector todavía no sabe quién dirigió dicha misiva a la joven, lo

Único claro es que el lugar donde mora es muy decadente, y sin temor a

exagerar, peligroso, todo ello gracias a la iconización ”al encargarse de la

figuras y colores ya constituidos, los dota de atributos particularizantes,

susceptibles de producir la ilusión r e f e r e n ~ i a l ” ~ ~ , ello aunado a un estado

anímico angustiante, se puede deducir que el riachuelo de liquido rojo, es un

elemento sumamente sugestivo, el cual nos remite objetivamente a la sangre y

63 LUZ Aurora Pirnentel-Anduiza, “El espacio en el discurso narrativo: modos de proyección y significación” en Morphd, pp. 1 17.

63

. .

subjetivamente a la pasión, a pesar de aclararse el origen del líquido, forma

parte de la atmósfera implícita. El espacio se detalla con el ascenso a un

espacio más intimo, pero m6s agreste, el cual se exacerbará con la palabra

<<abismo>>, pues ya trae consigo una fuerte carga negativa de desolación y

oscuridad.

AI abrir la puerta, la joven descubre la imagen desgastada de su

amante, el cura Pedro Polo. Sin embargo, lo estudiaremos con mayor

detenimiento en el siguiente capítulo, por ello sólo haré mención del lugar.

Amparo, al ver el lugar tan sucio, tiene la-necesidad del orden y la

limpieza tratando de minimizar el pmblema esencial, pero si se lee con

detenimiento detectaremos la proyección del orden y limpieza a nivel

personal. - '1 es..-d&ir,- ~ .. - &a -ne.c&. 'ese -.ordeo 'y .claridad-.,en SÚ. vida 'pasada y

presente: Én' &te .primer.'encuentro Id muchacha se 'muestra ante el cura

inflexible, determinada a .dejar enterrada SU antigua relac,ión. No obstante,

toda viene a complicarse pues al comprometerse en matrimonio con Agustín

Caballero, su angustia va creciendo ante la posibilidad del despecho y venganza

de su antigua amante. Así cuando recibe la segunda carta del sacerdote

. .

- . . _ _ . - . . . - . .

. . . . . . . .

. .

informándole de su viaje al campo, experimenta la joven cierta paz. Será otra

epístola anunciando su regreso y su recaída a su eterno mal, la pasión por ella,

cuando tenga la necesidad de una segunda correría por Madrid en busca de una

solución, esta vez llegará a parar a la Iglesia, donde a través del Padre Nones

toma una determinación, decirle la verdad a SU prometido:

Todo cuanto veía, todo, apoyaba SU cristiana idea. El Cielo y la Tierra, y aún los objetos más rebeldes a la personificación, se trocaban en seres animados para aplaudirla y festejarla. El retrato de su padre la felicitaba con SUS honrados ojos, diciéndole: <<Pero,

64

tonta, si t e lo vengo diciendo hace tanto tiempo, y t ú sin querer entender ... >> . ( Tormento p. 152)

Es interesante que a lo largo del desgaste anímico, por la

imposibilidad de tomar una decisión, y en consecuencia aumentar la tensión de

la joven no se haga referencia a una espacialidad física, a no ser por las

cartas, las cuales vienen a aumentar el clímax, no existe otro objeto

significativo. Una vez que toma una decisión todo se personifica de forma

positiva. Otra carta del cura suplicando la presencia de ella logrará derrumbar

s t 1 determinación, desencadenando en la muchacha una desesperación mayor a

I C \ ',', :4a: "Iba. de una parte a otra de la casa con morbosa inquietud, y

' i ? . ¿ 9 ~ ' 1 '{ones, veía. los objetos del rev&, invert-idos. Hasta el retrato de SU

pdre tcr,r% 'la -cibez.a.hacia- abajo;" ( To~rnenfo'p:.213) A¡ .igual que los objetos .

. .

; ( I vi&\ ( k nuevo esta al rev&.

@.su segundo encuentro con el cura no obtuvo la misma docilidad que

et] la primera entrevista, la obligó a quedarse hasta muy tarde, motivo por el

xml ILI hermana del religioso, Marcelina Polo la ve salir. Irónicamente don

Pedro jamás representó peligro para la joven Emperador, pues éI ya había

decidido partir a Filipinas como evangelizador. Sin embargo, será Marcelina

Bofo quien le comente a Rosalía Bringas el contenido incriminatorio de dos

cartas escritas por Amparo. Gracias a ellas se ventila la verdad que tanto

deseaba callar la joven.

Indispensable es mencionar que jamás Amparo presenta un

avasionado amor por don Pedro Polo, simplemente al fallecer su padre, deja a

las Emperador en una completa orfandad, con muchas carencias por resolver, y

gl Cura simboliza una forma de resolver en algo su precaria vida. De igual

65

modo, Agustín Caballero no representa el amor, sólo representa la estabilidad y

honradez social y económica:

Aún en Tormento, Amparo Sánchez Emperador debe renunciar al ansiado paraíso que se halla a punto de ser suyo (el matrimonio con Caballero), para tener que aceptar finalmente una unión ilícita que la priva de un puesto honroso en el contexto de la sociedad64

No teniendo otra alternativa, Amparo decide suicidarse. En este

punto de la novela encontramos sumo cuidado por parte del autor, ya que era

muy común el desenlace en las novelas folletinescas del siglo XVIII, sobre

todo en Madrid. Así don Benito Pérez Galdós decide parodiar el final- -a través

de su heroína de corte romántico, por ello su actitud "Parece una mujer

incapacitada para las emociones fuertes, hasta su suicidio da la impresión de .

ser' f ruto más de la cobar.díu que la desksperacíón ' 4 5 . La. desisperaci6n era uno . . - . . . . .

de los temas equidistantes para la literatura folletinesca. Pero analicemos con

. - , -

más detenimiento la dramatizacibn del suicidio, recordemos que la muerte es

el tema predilecto de la literatura u través de los tiempos, porque ofrece la

oportunidad de acercarse a ella, logrando en los lectores la empatía, la

compasión, en una palabra una catarsis mental y emocional.

La arrepentida joven se preocupa del minimo detalle para el suicidio

H<<Me pondré el vestido negro de seda, que no he estrenado todavía

>>( Tormento p. 216). Una vez ataviada se dirige con paso firme a la mansión de

Agustín Caballero. A I llegar la recibe Felipe Centeno, el cual la conduce a la

habitación principal, una vez sola Amparo considera necesario escribir una

carta, mientras manda a Centeno por el cianuro de potasio, pero antes de

tomarlo admira el recinto delicadamente adornado en el cual morirá: ~ ~~ ~~

Correa. LOC. cit. Felipe B. Pedraza Jiménez y Milagros Rodriguez Cáceres. Manual de Literatura Española VII. Época del

66

Por un instante la monotonía del suicidio se suavizó, permitiéndole contemplar la bonita habitación. ¡Qué sillería, qué espejos, qué comoda! ... Morirse allí era una delicia ... relativa ... ¡Oh María, Santisima, si no fuera por aquellas dos cartas ... i ¿Por qué no se murió antes de escribirlas? (...) En su alcoba ¡Soberbio, espléndido tálamo! Hay también un sofá comoda. ( Jormento pp. 223 - 224)

La belleza del lugar captura la atención de la joven para darse el lujo

de observar la opulencia de su alrededor, es un espacio que no presenta calor

de P -'yur, es tan solo visto de forma objetiva, e incluso con incipientes tintes

preci ;Pas. . .

. . "

La joven jamás muere, el veneno resulto ser una solución para el . .

dolor dz muelas. ES llevada- a 'su -departamento... D-espué_.de este suceso .la . . . .

spa ( !miidad :pierde matice' :y ocupan .el" pri-mer plano. ruzonat&ritos de .tipo -: .

jubjc i I V O por parte de Agustín Caballero, el cual decide por último marcharse

en tren a Burdeos en compañía de Amparo.

. . . - . .. - - . . . - . . . . . . . . . . . .

I . . -

Realismo, p. 6 1 O. 67

111.2.- DOS PROYECTOS INCONCLUSOS: PEDRO

POLO Y AGUSTÍN CABALLERO

Sólo lo conocido y extraviado, es lo que nos motiva a la búsqueda.

(%crates)

Pedro Polo y Agustín Caballero son dos personajes muy interesantes

que se matizan a través de la espacialidad, pero la característica más

significativa -de ambos es la espacialidad referencia! y evocativa en la que Se

mueven constantemente. Cada personaje t rata por diferentes caminos

"

construido y muy bien sustentado en E/ Doctor Centeno. Gracias a ello sabemos

que don Polo es originario de Medellin. Su familia est6 integrada por su madre, . . .

su padre, su hermana Marcelina que por atributo especial era muy fea, pero en

exceso devota, y el joven Pedro. A éI jamás le entusiasmo el conocimiento, sus

mejores distractores eran la caza y ejercicios físicos donde su condición

corporal se viera favorecida, Polo era de cuerpo robusto y condición

envidiable. Su padre hombre muy honorable fue "Perseguido con saña por

graves delitos ajenos, de que su buena f e le hizo en apariencia responsable, fue

un mártir del honor" (€1 Doctor Centeno p. 47).

Una vez muerto su padre, recae la obligación del sustento diario en

Polo, pero sin estudio, habilidad u oficio, le fue muy difícil encontrar una

solución, a ta l grado que su única salida fue el ministerio, en donde ayudado por 68

m

su tío materno el Padre Nones logra entrar. Una vez que termina el seminario

obtiene un capellanía en Madrid.

Las monjas le apoyaron con la Iglesia y le ayudan a instalar una

modesta escuela en el callejón de San Marcos, en la casa del marquesado de

Aquilca . Fuentes "Era el edificio tan viejo que sólo por respeto a su origen

glorioso se conservaba en pie" (E/ Doctor Centeno p. 49) El edificio es amplio,

cómodo y muy viejo, pero el calificativo de "origen glorioso" empieza a

construir ICI característica más importante de Polo, la seducción por la milicia y

: odn rx~~,l-Jlo donde se gane gloria, es necesario marcar que España era uno de -

' ;l. ' ' .~'ucrreros por excelencia: "Don Pedro Polo y Cortés era de Medellín,

wv la j , , ! o , tenía con el conquistador de México la doble conexión del apellido

bd . :L~I {KI ' ' (E/ ch . , J r Centeno p. 47) . Este tipo de ageweraciones . es .. . . - . . -

d k p : ~ !)le para la construcción del espacio evocado, y de algunos objetos

' ' e viene Q reforzar la idea de conquista, sobre todo lecturas como El

Gknesis, Fl Exodo, Los Números, Los Jueces "con lo mucho que ali i hay de ,

trágico y sublime, con las guerras, las intrigas, las conspiraciones, las

conquistas, las batallas I' (E/ Doctor Centeno p. 91), pero también gustaba de

historias de conquistas o descubrimientos. Se termina de concretar la imagen

de Polo con la aseveración:

El temperamento de Polo era sanguíneo, tirando a bilioso, de donde los conocedores del cuerpo humano podrían sacar razones bastantes para suponer hostigado de grandes ansías, ambicioso y emprendedor, como lo fueron César, Napoleón y Cromwell.66 (E/ Doctor Centeno p. 50)

66 hiio Cssa;., Napoleón Bonapark y Oliverio Cromwell, son tres de los más brillantes estrategas militares, por sus logros expansionistas, sus geniales estrategias en los campos de batalla y la suma crueldad en campaña. Julio César h e el encargado de construir la esplendorosa Roma. Napoleón Bonaparte encarna los ideales fianceses expansionistas, y Oliverio Cromwell encabezó la Revolución Inglesa, sometió a Irlanda y Escocia, además de obtener la primacía marítima ante Holanda, aunque la característica común de ellos fue el ejercer un poder dictatorial. Elvira Turdí Oñez. Anfigurn Civilizaciotres. pp. 147, I82 y 320.

69

Este tipo de descripción e inclinaciones por parte del sacerdote

serán recurrentes, dejando bien estructurada su caracterización y tendencias,

aunque simplemente con los modelos históricos están bien establecidas:

Los modelos históricos y lingüísticos de la espacialidad se mantienen en la base organizadora para la construcción de una ((imagen del mundo>>, un modelo ideológico global propio de un tipo de cultura dada. En el fondo estas construcciones adquieren significativos modelos espaciales particulares creados por el mismo texto67.

No es de extrañar lo tedioso y torturante que es para.Pedro Polo ser

" sacerdote y más profesor '' No era un maestro- severo, sino un honrado - . "

vándalo" (€1 Docfor Centeno p..53) A don Pedro le gustaba una de las j6venes . .

. . - . . . - Emperador, sin . . embar&, el-t&tre de las j ó v q e s era primo en .tercer grado -de. . ~. . . . . ' - . . . . .

. . . - .~ . . . .

. .

" :Polo, .ello no obstacu'lizaba'. su agrado por ¡a señorita Amparo "'cuando las de

Emperador eran convidadas, vierais 91 señor. capellán y maestro salir de su

cuarto muy almidonado, muy peinado y oloroso, en correcto y limpio t ra je de

paisano" (E/ Doctor ... p. 72), finalmente sus deseos salieron a flote: " al fin

. .

aparecía de paisano, con su capa (...) Marcelina le miraba sin decir nada, pero

sus miradas traducían tímidamente esta observación <<Ya le entró a mi

hermano la calentura>>" (E/ Doctor Centeno p. 70) Es muy significativo la

identificación de un deseo sexual con la indumentaria civil de un paisano, pues

nos habla del enorme peso moral así como la presión social que ejercen sobre

él.

Este es el panorama esbozado con precisión en E/ doctor Centeno.

Sin embargo, en Tormento la estructuración del personaje y del espacio se

enriquece con rasgos nuevos, por ejemplo a través de Ido del Sagrario

70

. . .

"

conocemos que don Pedro está cada vez más inquieto, pierde muy fácilmente

los estribos con los jóvenes educandos, a ta l grado que lanzó a uno por la

ventana. Su percepción de la realidad se ve cada vez más alterada y ello

provoca un fuerte altercudo con el humilde profesor Ido, ya que el cura lo

acusa de querer robarle a los alumnos. Será hasta que Amparo reciba la carta

y asista a la cita, cuando volvamos a saber m¿s acerca del cura.

En uno de los barrios más pobres y carentes de comodidades,

encuentra Amparo viviendo, o mejor dicho sobreviviendo al capellán, por una

pequeña. y oscura escalera se subía Q I departamento de don Pedro "Se subía por

. .ella al abismo, porque mientras más alta, más oscura" ( Tormento p, 87)68 .

Tenemos aquí una antítesis entre alto y bajo, entre el bien que se encuentra en

. . el. Madrid bullicioso, vital, y lo alto .. identificado. con lo.malo, 'lo pecamínoso,.lo . . . . . . . .

. . intimo: .

Amparo entró en una sala no muy grande, cuyas dos ventanas daban al patio. Contenía esta pieza el moblaje de otro que había sido mayor, y de aquí su aspecto de pedantería. El polvo dominaba absolutamente todo, envolviendo en repugnante gasa los objetos. Parecía un domicilio cuyos dueños estuvieran ausentes dejándolo encomendado al cuidado de las arañas y ratones. En el rincón opuesto a la puerta, detrás de una mesa de salomónicas patas, colocada junto a la ventana, había un sillón de hule negro y roto. En el sillón estaba un hombre, más bien que sentado, hundido en el, cubierto de la cintura abajo con una manta (...) Su cara era cual mascarilla fundida de verdoso bronce, y lo blanco de sus ojos amarilleaban al modo de envejecido marf il. ( Tormento pp. 87-88)

Si consideramos la caracterización del personaje y el espacio en El

Doctor Centeno, tenemos un cambio sorprendente, su espacio fisico vitat ha

67

68 Yuri M. Lohan. Estructura del texto artístico, p. 272. Supra., p. 68

71

variado del caserón a un departamento desvitalizado, pequeño y estático,

sobre todo si recordamos una de los postulados de Bachelar "La casa es un

signo de retorno. El alma es tan sensible a esas simples imágenes que en el

ámbito de la lectura, cualquier concepto que integra la imagen de la casa

recuerda calidez y valores o la phdida de ellos"69. N o obstante, la imagen del

hogar de Polo esta minimizada, donde los valores familiares que representan el

hogar se ven desplazados. Lo más significativo es la ubicación física de el

personaje, hundido en un sillón, como si fuera parte de la decadente

decoracibn. AI respecto Bachelard plantea:. . .

En muchos aspectos; el rincón "vivido" se niega h la vida, restringe la vida, oculta la vida. El rinc6n es entonces una negación del universo. En el rincón no se .habla consigo-.mismo, se recuerda-un pasado o'se - . .

:. . .imagina::un futuro. ,El 'rincó.n. . e s un . . . refugio. . que-pos.hsegurCIT~comp:.': . I - .

primera premi.sa l u inhovilidad.' ¡as sombras son muros, los-muebles - . . .

una barrera, se puede designar el espacio de ¡a inmovilidad como el espacio del no-~er .~ '

. .

. .

Siguiendo esta línea argumentativa tenemos una tremenda variación

entre el hombre activo e inervado de sus pasiones (la comida y la sexualidad), y

el despojo de hombre que observamos como una extensión del viejo y

decadente sofá negro y roto. La negación del no-ser, del no existir habla del

tremendo dolor- necesidad del Sacerdote por la joven. Recordemos la postura

de Francoise Minkowska " las pasiones mayores y obsesionantes se incuban y

hierven en la soledad, en la negación del vivir y d e ~ c u b r i r " ~ ~ , si tomamos en

cuenta este certero planteamiento, tenemos que,don Pedro Polo se replegó a un

espacio estático, convirtiéndose en una especie de personaje atemporal, sin

recursos para su vida. Sin embargo, la pasión fue germinando más y más a ta l

grado que en su segundo encuentro con Amparo se vuelve una persona

sumamente lúcida y violenta, exigiendo la satisfacción de su necesidad, su

pasión.

El tiempo trascurrido pasa inadvertido por el sacerdote. Para éI

todo se reduce a un desgaste anímico profundo que se muestra claramente en

su espacio físico. Ciertamente la joven Sánchez Emperador se sorprende del

deterioro de su antiguo amante, no obstante, asume una actitud de dinamismo

y orden, comenzando- por hacer los quehaceres -de- la casa, de forma pacífica

pero decidida; la nueva y vital imagen de 'a espacialidad hogareña de la casa

del .Cura, viene a reafirmar lo dicho pdr Bridget Aldaraca 'La casa es un cuerpo

, . ~. . , de - . _ imcícjenes . . y ~~ &pacios'.guedan-al hombre' razones . . e ilusiones de estabilidad,.es

. . decir, es el alma de.¡os hombres"72; Cuando don Pedro observa a la joven en su

ardua tarea se imagina ese .momento como cotidiano, sueña con una vida

pacífica al lado de ella, pero es sólo una ilusión pasajera. Cuando la joven cruza

el lumbral para marcharse, éI sueña con una vida hermosa y satisfactoria para

sí:

. . "

. . . .

. . . . . .

. . .

Ya no era el desdichado señor enfermo y triste, sino otro de muy diferente aspecto, aunque en sustancia el mismo. A caballo iba, tenía barbas en el rostro, en la mano espada; era en suma, un valiente y afortunado caudillo. ¿De quién y de quién? Eso sí que no era fácil de averiguar; sólo tenía la sospecha de estar conquistando un grandísimo imperio (...) era un señor muy pacífico que vivía en medio de sus haciendas, acaudillando tropas de segadores y vendimiadores, visitando sus trojes, haciendo reparaFiones en sus bodegas, viendo trasquilar su ganado y preocupándose mucho de si la vaca pariría en abril o mayo. ( Tormento pp. 108-109)

72 Bridget A. Aldaraca. El ángel del hogar: Galdós y la ideología de la domesticidad en España, p. 182. 73

m

La estructura espacial evocativa es bastante clara. A través de esta

descripción se dan grandes pinceladas de lo anhelado, sin embargo, ya teníamos

la estructuración de dicho espacio, gracias a los modelos históricos, por ende

es muy fácil un desdoble de Hernán Cortés a Pedro Polo, pues se hallan tan

profundamente enraizados en el inconsciente del lector las figuras históricas,

que con la simple evocación podemos proyectar una caracterización, física,

social y espacial minuciosa del personaje referido, en este caso de Cortés.

En el caso de Agustín Caballero es lo contrario. ÉI fue un

conquistador, a los quince años se marcho a América y -permaneció treinta

años, tras una larga soledad y añoranza de una familia regresa a Madrid

convertido en un rico comerciante. Su ideal es establecerse pacíficamente, . .

'formar una. 'familia, hacerse ferviente católico y .estab.lecer. algún .negocio , . - . .. ..

sólido. Pero "aquel hombre, que había prestado a la civilización en América

servicios positivos, si no brillantes, era tosco y desmañado, y parecía muy fuera

de lugar en una capital burocrática (...) " (Tormento p. 35) Este tipo de

descripciones tienen mucho peso en la caracterización del personaje, no

. . . .

obstante, su comportamiento ético-moral siempre es tímido, respetuoso,

incluso cuando se entera de la traición de Amparo jamás se comporta violento

con ella. Su espacio es Único en el texto:

La casa es un palacio. No se crea usted . . . , cortinas de seda, alfombras y candelabros de plata . . . En la cocina hay máquina para hacer helado (...) En uno de los cuartos hay una pila de mármol con dos llaves, una de agua fr ía y otra de agua caliente. Da gustó ver aquello . . . La cocina es de hierro, con muchas puertas, tubos, hornillas, y horno y demonios . . . ( Tormento p.74)

Su espacio siempre es amplio y lujoso, haciendo derroche de objeto

sumamente modernos para la época, aunque es necesario marcar la

74

contradicción entre los espacios privativos del personaje y su rudimentaria

sociabilidad. Caballero representa a la incipiente clase burguesa en España,

pues recordemos que es sumamente conservadora en el siglo XVIII, éI es la

representación de la modernización como una vía de progreso y nuevo vivir,

además, representa lo cosmopolita: "Dentro de lujosa vitrina, había una linda

colección de figurillas mejicanas (...) El reloj de la chimenea era un hermoso

bronce parisiense, de estilo egipcio (...) " ( Turmento p. 133)

Existe otro tipo de espacios que comparte con los demás personajes,

sobre todo la casa de-sus primos los Bringas, aunque su presencia siempre es

rápida, tímida, casi desapercibida, son espacio donde éI t rata de estar lo menos-

posible, uno de ios pocos motivos . . de su presencia ahí es Amparo.

. . - .

. .

. . ES evide.nte la .semejanza de--Pedro:PoIo.Y, AgusT;n:Cabullero,' no. en - . . - . .

. .

_ . . . . . . . . . .

. . . .

. - . . . - . .

cuanto a espacios,' más .bien .en cuanto a SU imposibilidad. de .vida. plena. Para

Bridget Aldaraca todo radica- en el concepto del <<buen salvaje>: . . .

Galdós establece un paralelismo entre los dos hombres, calificándoles de <<caribes>>, <<cafres>> y <<salvajes>>. Y he cierto que ambos reconocen su propia incapacidad de acomodarse tanto a los valores como a los modelos de comportamiento de la sociedad madrileña. Cada uno a su manera representa el estereotipo del <<buen salvaje>> de la idedogia burguesa73.

Lo interesante y complementario de ambos personajes es que

mientras Polo vive añorando los espacios abiertos e indómitos que vivió Agustin

Caballero donde "no hay normas ni religiónff, Caballero desea una vida pacifica

en un espacio cerrado, en su hogar, con estricto control de normas y

tradiciones, pero ambos al lado de Amparo.

75

IV.1- LAS APARIENCIAS EN LA D€BRINGAS

Para llegar al mundo de lo bello y exótico, es preciso que tengas una mirada penetrante,

el oído fino, y la inocencia de Eva, así como la astucia de la serpiente.

(Chales Croos)

En la última parte de lo que propongo llamar tetralogía, se nota un

cambio radical de tono y temática. En Marianela tenemos a la pobre y fea niña

que muere de amor. En El Doctor Centeno encontramos al muchacho que desea

fervienPemente superarse. En Tormento a la joven dama pasando por una

. . ' . -.serie . . . de . peripecias, antes .de poder liberarse de una antigua y pecaminosa . . _ - . . . . . . .

. . . .

. - .relación. En Lo de Bringas son las apariencias sociales, la necesidad insaciable

de guardar dinero o tenerlo para comprar "cursilerías muy necesarias", asi

como pertenecer a una determinada esfera social.

En el último texto a estudiar, los espacios se recrean con gran

regocijo de objetos y colores de una forma caprichosa. Desde el inicio tiene

suma relevancia la descripción del cuadro de tonalidad sepulcral, hecho con

cabellos de la familia Pez, en conmemoraci6n de una joven difunta:

Era aquello ..., ¿Cómo lo diré yo? ..., un gallardo artificio sepulcral de atrevidísima arquitectura, grandioso de traza, en ornamentos rico, por una parte severo y rectilíneo a la manera viñolesca, por otra movido, ondulante y quebradizo, a la usanza gótica (...)74.

7 .:

74

~ ~~ ~~ ~ ~~~ ~

Aldaraca, l o c . cit., p. I 18. Todas las citas con respecto a la obra serán tomadas de Benito Pérez Galdós. LN de Bringus. Alianza,

Madrid, 1987. Sólo se hará mención al finalizar cada cita del título de la obra y la página. 76

Para Ricardo Gullón la descripción es muy significativa pues es

refle,\ia del contexto en general "comienza con una imagen a la vez

arquitectónica y caótica, describiendo el trabajo de pelos realizado por don

Ft.;anc.:r.;~o Brincas como afán estéril de poner orden y armonía en un material

ind(jcjy"J . En efecto, don Francisco sufre de la necesidad del orden, en SU vida

laahorrll y personal, en su economía, en su hogar, en su país. Cabe detallar que

io5 Btlingas, al igual que otras familias, consideraban dos cosas indispensables:

el C I C ; : ~ ~ y el palacio.

. -

Don Francisco es el padre umoroso y~ preocupado por su hogar, -en

' : . w r : + ~ ' ~ t ~ ~ - vh c. su esposa, Rosalía Bringas, buena madre, pero de conflictivas

t m i etmómicas: "le gustaba verse entre personas titulas o notables por

su pas;;? jn po1itica.y riqueza aparente. o. real.; ir a dbnde hubiese- ünimación.;.-.-.-. . -.:

bulk, 1'rwt-o falaz y cortesano (...) I' ( Tormento, p. 48). Su hijo mayo'"Paquito"

es un pmwnaje muy oscuro e incidental, en realidad no sabemos mucho de éI,

~ 6 1 ~ q11 f:studia leyes y es amante de la oratoria. Isabelita una niña dulce pero

enfermiu, su hobby es guardar cualquier tipo de cosas y ahorrar dinero, una

manía muy paternal. El pequeño es Alfonsín un niño derrochador, manía

materna, amante de correr libre por los pasajes del palacio.

. . . . . . . .

En Tormento conocemos a la familia en un barrio de mediana fama,

sin embargo, en La de Bringas ya forman parte de la pequeña ciudad palaciega,

en ella habitan las tres clases sociales privativas de España, es decir, la

aristocracia, la clase media y la plebe. Los Bringas como clase media ocupan el

segundo piso del laberinto palaciego, que por si sólo es muy sustancioso:

De trecho en trecho, encontramos espacios, que no dudo de llamar plazoletas, inundadas de luz solar, la cual entraba por grandes huecos abiertos al patio. La claridad del día se reflejaba por las paredes blancas, penetraba a lo largo de los pasadizos, callejones, túneles o como quiera Ilamárselos, se perdia y se desmayaba en ellos (...) En todas partes hallábamos puertas de cuarterones, unos recién pintados, otros descoloridos y apolillados, otros numerados. En éSta veíamos pendiendo un lujoso cordón de seda, despojo de la tapicería palaciega; en aquella un deshilachado cordel. (La de Brinya3

P. 3 3 )

De nuevo, contemplamos una falta de armonía y orden, pero no sólo

físico, también . lo es en jerarquías sociates.-y económicas, las oposiciones

sociales se reveian a través de un principio organizador alto-bajo. Abajo vive la

. - .gente más pobre,-en medio IqcIaSk media ,conservadora al servicio de la corona

. . . . . . ' .'y.en-la cúspide.'la aristoc.racia . simbolizuda-por la reina, Isabel, ambiente donde

se gestan decisiones, sobre todo en el plano histórico que plantea la obra, sin

alterar el acontecer novelesco. . .

. - . .

. . . . . . . . - . _ . ., - . .

". . . - _ . . . . . ' . . . . . ' . . . . . . -

. .

AI ubicarnos espacialmente en el palacio, se plantea una doble

figura, física y simbólica del poder y de la reorganización social, con un

carácter negativo, por ello, Gullón no vacila al considerar al respecto:

El primer recorrido tiene carácter de una exploración por regiones no sólo desconocidas, sino enigmáticas: callejones, pasadizos, túneles, <<puertas con telarañas y rejas enmohecidas>>. Lugares <<misteriosos>> en suma, al fin calificados con exactitud: laberintos, laberíntico pueblo. Un poco más adelante se habla de <<sombríos reinos>> por los cuales se pierden los viajeros (...) 76

76 Ibid, p. 113. 78

Pero la adoradora del palacio y de la reina es Rosalía Bringas, su

sueño durante toda la vida era formar parte de este complejo arquitectónico,

sin embargo, a su esposo lo podemos considerar como <<mediocre>>. Pedro

Jiménez y Rodriguez Cáceres concuerdan al exponer " Moderado en su ideal y

cumplidor en su trabajo, su carrera es la de un gris funcionario que nunca ha

sabido elevarse a las altas esferas a que aspira su cónyuge"77. De aquí la gran

alegría de Rosalía por ocupar una habitación en la ciudad palaciega: "Era una

hermosa y amplia vivienda, de pocos pero tan grandes aposentos, que la

capacidad suplia el número de ellos. Los muebles de nuestro amigo holgaban en

la. basta sala de abovedado techo" (La de Bringas p. 39)

Sin duda un hogar acogedor y bellamente arreglado, con una

. . atmósfera .grata, pero.j-atnás se habla de un. calor. de hogar, aunque.'. se hace . : . , . . . . . .

hincapit a las relaciones sociales- espaciales: "Al mismo tiempo de que se

cambian las relaciones objeto - espacio, cambia la combinación de relaciones

familiares, porque cambia el estilo de vida"78. Se pone de relieve la superación

del objeto - espacio - función para reorganizar los valores, ya que la casa es el

símbolo de valores familiares, los cuales a su vez son la base de los valores

sociales. Así la nueva ubicación geográfica de su domicilio y la amplitud de su

hogar -jamás experimentada antes-, le permite a la familia Bringas sustentar

o t ro tipo de vida, en "apariencia", a! que había llevado. Tal vez por ello los

singulares nombres de las habitaciones 'I Ignoro si partió de la fé r t i l fantasía

de Bringas o de la pedantesca asimilación de Paquito, la idea de poner a los

aposentos de la humilde morada nombres de famosas estancias de piso

principal" (La de Bringas p. 40).

77 Federico B. Jirnénez y Milagros Rodriguez Cáceres. Manual de literallrra española C'II: Época del realismo, p. 6 12. Jean Baudrillard. El sislernu de los objetos, p. 15. 78

79

k

Sin embargo, la verdadera trascendencia del espacio esta dado a

i.ravés del personaje de Rosalía Bringas, compradora compulsiva, sobre todo de

telas, listones, botones, forros, adornillos, etc. La gestación de la manía -

necesidad se origina, según el narrador por:

Aquel bendito Agustín había sido, generosamente y sin pensarlo, el corruptor de SU prima; había sido la serpiente que de buena fe le habia metido en la cabeza vanidades que pueden ahuecar el cerebro a una mujer. Los regalitos fueron la fruta cuya dulzura le quitó la inocencia. (La de Bringas p. 55 )

En efecto, Cabailero tuvo mucho que ver, pero Rosalía en Tormento

;:~r\i.aba tendencias bastante .marcadas por rodearse de. este t ipo de

. . "

. . . .

, . p l "Una.muj .(+,con clase, siempre et6 -t@rtuPadp pQyla moda,-: Por 'ccímo - . . - . -

. .

. . . . . . .. . . . . . . . . .

WSPI , (:on elegancit; 7 dignidad (..:) ' (-Tormento p. 39), por ello sucumbió

v q i d ~ ,xn te a la tentación de estos bellos regalitos. . .

En el texto; Rosalía no es la única representante de la manía por la

moda y jerarquía social, hay varias damas como Milagros o Cándida, que

e~j~mplif ican parte de la estructura social decadente. Por su parte Daría

AAtlntero explica el fenómeno:

En La de Bringus se presenta una tendencia que podía denominarse <<el circulo proto - cursi de Rosalía Bringam. Ellas son las victimas agonizante del eterno <<quiero y no puedo>>, esclavizadas por el frenLtico afán de aparentar un lujo en que no viven, y de ostentar las riquezas que no poseen, obsesionadas por el deseo de trepar en la escala social .79

80

No obstante, el <<circulo proto - cursi>> va más allá de unas cuantas

mujeres, engloba a toda la sociedad, encabezada por la reina. Muestra de ello

es la celebración del jueves santo en la ciudad palaciega, es una perfecta

representación de la piedad de la clase alta, en la cual se escogían doce pobres,

se les arreglaba ( los bañaban, vestían y perfumaban) "Para veinticuatro pobres

hay una trescientas recomendaciones" (La de Bringas p. 69) Una vez preparado

todo se les convidaba una comida que vendían aí salir del palacio en las fondas

por cuatro pesetas.

Curioso espectáculo era el del Salón de las Columnas. ¡Qué avergonzadas las infelices con SUS vestidos de merino, sus mantones nuevos y sus.'pañuelos por la cab.eza! ¡Verse entre tanta pompa, servidos por la misma reina, ellas que el dia anterior pedicin un tr iste- . '

'octavo en- la puerta de una Iglesia! (...) (La de Bringas ' p. 62)

Todo es una representación masiva, donde las damas visten sus

mejores trajes, por ejemplo Rosalía lucio su vestido color melocotón. Montero

alribuye este tipo de comportamiento a 'I SU aburrimiento es aliviado con la

aventura estética (el lujo de los <<trapos>>) y con las <<relaciones sociales>>, o

mejor dicho, trepando por la escala social"80.

Para Rosalía es indispensable su mundo " Su pasión de los perifollos o

el anhelo de cubrir la apariencia, la cegaban esta el punto de perder la cabeza"

(La de Bringas p. 123). Su obsesión es tan grande que la pierde. Una tarde,

como de costumbre sale a ver tiendas, cuando descubre el objeto de su

perdición "Era una manteleta . . . ¡Qué pieza ... qué manzana de Eva! La pasión

de coleccionista en presencia de un ejemplar raro (...)" (La de Bringas p. 125).

19

80

- Daria J. Montero - Paulson. La jerurquiu fernminu en la obra de G'uld6.7, p. 45. Montero, Loc. cit., p. 44

81

Un simple objeto la inquieta tremendamente hasta verse obligada a

endeudarse, algo que jamás había hecho, su esposo lo tenía prohibido, el monto

de la deuda era de mil seiscientos reales. Para Rosalía es tan necesario estar a

la moda, al respecto Bridget Aldaraca plantea "El vestuario de Rosalía es, sin

embargo, una mera sustitución de la satisfacción sexual. Sus galas

representan la precaria autonomía que empieza a vivir a espaldas de su

esposo"81. La necesidad de ciertos objetos transforman la atmósfera de

Rosalía, su carácter, su visualización de la vida, asÍ como su felicidad, además,

estimula su creatividad, pues al crear otrh apariencia va modificándose., es una - -

meta dentro de- su gran tedio vivencial.

La manteleta funciona como detonador para el cambio de actitud, : . . .

donde predominará la angustia, .sobre. iodo-.cuando la .t¡enda...~e-.''S.~~rind .y:" . ; : Hermano" le pide e l to ta l de la deuda, será 'el dinero el que la obligué a- vivir

intranquila, primero pide dinero prestado, después empeña unas cosillas, entre ~ . . .

ellos unos candelabros de plata, orgullo del hogar; así pasamos de la manteleta

al dinero como un móvil de acción.

- . "

. . . . . . . . . . . . . . . , . . . .

. . . .

. .

Para éste momento don Francisco a sufrido una cruel enfermedad, ha

perdido la vista, por ello Rosalía puede empeñar ciertos artículos con mayor

tranquilidad. La obsesión del orden y economizar de don Francisco fueron el

origen de SU ceguera, el cuadro sepulcral hecho con cabellos agotó demasiado

su cansada vista. En estos momentos Rosalia muestra su apoyo y preocupación,

así como su desgaste físico y anímico, por la enfermedad de su esposo y la

deuda, que a crecido considerablemente:

. .

En todo este tiempo, Rosalía dio de mano a las galas suntuarias. No tenía tiempo ni tranquilidad de espíritu para pensar en trapos. Éstos yacian sepultados en los cajones de las cómodas, esperando ocasión más propicia de mostrarse (...) ¿Era hastío verdadero de lujo o abnegación? (La de Bringas p. 150)

Don Francisco ante la abnegación de su esposa, le confia las llaves

de una pequeña gaveta donde guarda celosamente los ahorros de toda su vida.

Esta nueva tentación para Rosalía es insuperable, así que extrae seis mil

reales de la gaveta, paga sus deudas y otro poco lo presta, pero no contaba con

la pronta recuperación de su esposo. La situación de nuevo se vuelve difícil

para ella, y valiéndose de todos SUS recursos no consigue reunir la cantidad.

Movida por mayor preocupación y angustia decide hacer cualquier cosa En

. . . tales mqmento de:angustia, su anhelo por la moda se -desmotivaba, pero.su. . . , .

'gustó por las apariencias no. La cegaba hasta el punto de que no vacilar en

comprar el triunfo con la moneda del honor." (La de Bringas p. 215)

. .

Hacía tiempo que don Manuel Pez coqueteaba discretamente con

Rosalía, éI si apreciaba su belleza, buen gustó y porte. Para ella era un aliciente

importante, así como un paño de lagrimas en sus dificultades con la

enfermedad de su esposo, Pez siempre le había insistido en su apoyo

incondicional para cualquier cosa que necesitará ella o su familia, este

ofrecimiento la motiva a pedirle la cantidad sustraída. Para hacer más

atractivo y seguro préstamo decide entregarse a éI, sin embargo, no obtiene

lo deseado y sufre una tremenda desilusión.

Ante su desesperación Rosalía se lanza por las calles de Madrid en

busca de una solución. De repente se acuerda de Refugio Sánchez Emperador,

según tenía noticias hacia derroche de dinero, pero era una mujer de mala

reputación. Su necesidad es tanta que decide ir a verla. 83

Por su parte, Refugio para compensar las antiguas humillaciones se

muestra inflexible ante la angustia de Rosalía, hiriéndola en lo más profundo,

pero auxiliándola en el préstamo:

Pues no quiero hablar de los que viven de gorra, como muchitos quienes yo conozco, que van a los teatros con billetes regalados, que viajan gratis y hasta se ponen vestidos usados ya por otras personas ... ¡Todo por aparentar! ... Cuando veo esos tales me pongo yo muy hueca, que no debo yo a nadie y si lo debo lo pago (...) (La de Bringas p 246)

Posteriormente la revolución. se hará patente, acabando con la- vida

idealizada de Rosalía, la ciudad palaciega comienza a desmoronarse, así que se

ven obligados a rentar en un barrio pobre del centro de Madrid. Don. . .

. Francisco . . . . cada vez más decrqjtg,. . . -y..relevado,de:su-!UeSfo. ad-minihtratlvd , A - . ’ . . . . . .

. - . .

. . . . . .

resiente la presión, sobre todo económica- por SU obsesión de orden y

bienestar. No obstante, Rosalía se ha prometido mantener a su familip bien y . .

unida, cueste lo que cueste, sin importar “qué sacrificio haga”.

La espacialidad se traduce a través de los objetos, que generan y

mantienen la acción, siempre con una fuerte critica por parte del autor a las

apariencias sociales, mostrando el mecanismo tan conflictivo para llevar una

vida de supuesta holgura económica, no sólo en la familia Bringas, sino también

en los Tellería, en ¡os Pez y en la propia reina Isabel.

84

C O N C L U S I O N E S

Galdós es uno de los mejores exponentes del realismo español, y en

cada una de sus obras hace un trabajo minucioso para construir y germinar en

cada nueva obra una posibilidad, como lo hace magistralmente en Marianela, E/

Doctor Centeno, Tormento y La de Bringas. Ello no quiere decir que toque los

mismos tema, aunque si recurre a personajes ya bien estructurados para

introducir al lector a nuevas problemáticas. A través de cada uno de sus

textos, Galdós va construyendo un.verdadero microcosmos ficticio, a imagen

del mundo real, Así para los amantes de las obras galdosianas, no es raro ver . .

~ I .

. . . . -

. . _. .- .'.-lun.-.m~crocos~os . . en-Ih:totalidad de su'creac.i'ón- e'iderttificarse - con su. mundo. . . . . . .

- . . -

En espec'ial; la espacialidad presenta una vigencia significativa , pues

en términos narrativos el movimiento se plantea como la relación del personaje

y el espacio, expresada en forma de acción. Planteado todo ello, desde la

primigenia reducción de un plano físico, hasta su progresiva manifestación de

los espacios de conciencia. ES decir, el personaje se encuentra sustentado por

una proyección del mundo real dentro de la ficción, sin embargo, la iconografía

del espacio puede ser importante para generar en el personaje ciertos estados

de animo, por ejemplo cuando Felipe entra a la casa de Isabel Godoy va muy

alegre, pero el espacio traducido en oscuridad, humedad, soledad, olores

penetrantes de plantas y gatos chispeantes, generan un estado de miedo,

sobresalto y angustia. Aunque también puede utilizar el mismo mecanismo

pero de forma contraria, así tenemos a una Amparo significativamente feliz

85

por tomar una determinación que aligera su carga moral, y todo espacio

circundante a ella, en especial los objetos que lo compone, se personifican

para mostrarle su aprobación.

El espacio es importante porque concretiza detalladamente modelos

y estereotipos bien determinados en la literatura, como lo es la mujer

hechicera, ciertamente Isabel Godoy presenta rasgos físicos y características

conductuales, pero termina exacerbándose dicha figura a través de su vieja

casa de Almendros, misteriosa, imponente, llena de recuerdos, gatos, olores de-

plantas exóticas, a!t-qres txágicos minuciosamente puestos, colores

significativos, etc. Otro ejemplo es la figura de la mujer frágil y abnegada

I . . .que sustenta. en un principio Amparo, :pero es a través de.su:desplazarniento en . . . . . . . . . . .

el espacio femenino ( el hogar) como podemos recrear dicha imagen.

Es bien sabido que un texto literario es susceptible a múltiples

interpretaciones. Así en las obras analizadas encontramos un elemento en

común, gracias a la espacialidad que va recreando el autor, y me refiero a un

proyecto de modernización, proyecto que sustentan algunos personajes como

Felipe Centeno y Agustin Caballero. En el caso de Felipe, éI sale de las minas

de Socartes en buscc de. un futuro mejor a través del conocimiento, pero al

vivir con sus primeros benefactores, el cura don Pedro Polo y Alejandro

Miquis, encuentra una gran resistencia, pues ambos están anclados en un

pasado, enamorados de los espectaculares lances y presos de una pasión;

jamás estimuian al joven para conocer.

Agustin Caballero es un hombre que representa la modernidad y 86

tecnología implantada en su casa, en SU forma de ver la vida y en el rechazo de

la enmohecida sociedad española. Sin embargo, el caso extremo de la

necesidad de una modernización y reestructuración social se ve

magistralmente en La de Bringas, donde ciertamente los objetos que forman

parte de la espacialidad son muy recurrentes "los trapos", mostrando la

decadencia humana ante la necesidad imperiosa de acaparar objetos para

aparentar ser o tener, algo que por demás no puede proporcionar la verdadera

felicidad, y sí puede generar mucho desgaste físico y moral jamás ser lo que

se pretende aparentar. -

Otro de los puntos esenciales . . en los textos fue la . recurrente . .

- , util.i.zación de. téc.nicas. para. crear. los espacjosi,_ Por.e.jetñplo jq.~¡lizaiio'n'de ta:. . - . .. . . . . . - . . . .

. . . . . . - . , . . . .

antítesis entre Io 'bajo y lo alto y la proyeccih entre lo bajo-bueno' y . lo alto-

malo, identificando también lo alto como lo intimo, por ello tenemos. a. Polo. y

Amparo en un primer piso, los Bringas en un segundo piso y a la reina en lo más

alto de la ciudad palaciega, Ale,inndro Miquis siempre habita en un primer y

segundo piso, a acepción de Felipe Centeno, en éI tenemos un esquema

diferente, donde lo alto es bueno y bullicioso.

. . .

La caracterización de cada personaje va a tener mucho que ver con

la espacialidad, pues según los rasgo del personaje va ha ser su percepción de

su espacio. Alejandro Miquis es un personaje con rasgos románticos y cuando

está en su última morada, enfermo y solitario, percibe el cuarto como una

puerta Q la creatividad, al ensueño, a la belleza idílica. Sin embargo Felipe

nunca deja de ser realista y sólo verá un cuartucho t r is te y agobiante por el

calor o el f r ío donde se amo se encuentra agónico. 87

Existen objetos que funcionan como leiv motiv en varias obras, por

ejemplo, el juego recurrente de cartas, las cuales desencadenan la acción tanto

física como anímica de varios personajes, muestra de ello son Pedro Polo y

Amparo, o el mismo Alejandro Miquis en espera de la carta de su tiíta. Otros

objetos son los trapos, el dinero, los libros, etc.

Por todo lo antes mencionado, es bastante clara la importancia de los

espacios en las obras estudiadas de Galdós, no obstante, como ya mencione en

su -obra total es - . impres.cindible, porque ya no crea otro ambiente en sus

'novelus, simplemente lo amplia.

. .

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