Las emociones a lo largo del embarazo ¿varían?

Durante el período de gestación es habitual que la futura mamá experimente muchos e importantes cambios.

Las modificaciones incluyen aspectos físicos (internos y externos), hormonales, químicos a nivel del sistema nervioso y por supuesto, aspectos emocionales.

Los especialistas en psicología perinatal, nos referimos a esta etapa como “un torbellino” o “una montaña rusa” de emociones.

 Es importante tener en cuenta que, si bien hay características generales, cada embarazo y cada mujer son únicos.

La respuesta emocional que cada futura mamá experimente en la etapa de embarazo, es propia y representativa de cada caso particular.

La personalidad previa de esa mamá, las características de su familia de origen, sus creencias, sus experiencias de vida y su realidad actual, tendrán impacto en sus emociones.

En líneas generales, mencionaremos algunas de las emociones más significativas que atraviesa la mujer en cada trimestre de embarazo.

Durante el primer trimestre, generalmente se experimentan: sorpresa, desconcierto, alegría, incertidumbre e hipersensibilidad.

Aparecen temores generalmente relacionados a la posibilidad de la pérdida del embarazo y a la salud del bebé. Los síntomas físicos de propios de este período, pueden provocar cambios de humor o del estado de ánimo.

Durante el segundo trimestre, los cambios hormonales se estabilizan y con ello, las emociones.

Aumenta el deseo sexual y las sensaciones generales de bienestar. Las mamás suelen preocuparse por sentir que el bebé se mueva y por cuestiones relativas a los cambios corporales y del peso. En algunos casos puede aparecer hipervigilancia corporal.

Durante el tercer trimestre, la emoción predominante es la ansiedad o expectación ansiosa.

A medida que el día se acerca es común que aumente la preocupación (esto puede ser tanto por cuestiones menores como la preparación del cuarto o la ropita del bebé, como por temas más trascendentes como el parto, por ejemplo.)

En muchos casos pueden aparecer algunas dificultades con el sueño como insomnio y pesadillas, propias de la incomodidad física de este período y de la intensidad de la ansiedad y preocupación experimentadas.

Es importante que siempre tengamos en cuenta al hablar de emociones que, como seres humanos, nuestras emociones son fluctuantes.

Aceptar también que, en el embarazo, atravesar por distintas y múltiples emociones es absolutamente normal mientras podamos expresarlas, compartirlas con alguna persona allegada (pareja, padres, amigos) y su intensidad y duración no interfieran negativamente en nuestra calidad de vida.

 

Lic. Florencia Puccio

ProMamás

Bebes en camino

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