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Arritmias supraventriculares DR. GUSTAVO F. MAID* MTSAC COLABORADORES: DR. RAÚL PÉREZ ETCHEPARE** Y DR. SEBASTIÁN MALDONADO*** – Módulo 6 – Fascículo Nº 2 – 2011 Contenidos Mecanismos Cuadro clínico Estudios diagnósticos Taquicardia supraventricular por reentrada nodal Definición Epidemiología Mecanismo Electrocardiograma Tratamiento Tratamiento agudo Prevención de las recurrencias Tratamiento definitivo Taquicardia por reentrada auriculoventricular Definición Epidemiología Mecanismo Estratificación del riesgo de muerte súbita Tratamiento Tratamiento farmacológico Tratamiento por ablación Taquicardia auricular Definición Epidemiología Mecanismo Electrocardiograma Tratamiento Abordaje inicial y supresión del foco Prevención de las recurrencias Estudio electrofisiológico y ablación Aleteo auricular Definición Epidemiología Mecanismo Electrocardiograma Tratamiento Cardioversión Ablación por radiofrecuencia Conclusiones Referencias Continúa *Jefe de Sección - Electrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires Jefe de Sección. Electrofisiología Intervencionista. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires Jefe de trabajos prácticos. Cátedra Libre Universitaria de Postgrado de Electrofisiología Cardíaca. UNLA **Médico adscripto. SecciónElectrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires ***Becario perfeccionamiento 1er año. Electrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires MTSAC Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología

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1Arritmias supraventriculares

Arritmias supraventricularesDr. Gustavo F. MaiD*MtsaC

ColaboraDores: Dr. raúl Pérez etChePare** y Dr. sebastián MalDonaDo***

– Módulo 6 – Fascículo Nº 2 – 2011

Contenidos

– Mecanismos – Cuadro clínico – Estudios diagnósticos – Taquicardia supraventricular por reentrada nodal – Definición – Epidemiología – Mecanismo – Electrocardiograma – Tratamiento – Tratamiento agudo – Prevención de las recurrencias – Tratamiento definitivo – Taquicardia por reentrada auriculoventricular – Definición – Epidemiología – Mecanismo – Estratificación del riesgo de muerte súbita – Tratamiento – Tratamiento farmacológico – Tratamiento por ablación – Taquicardia auricular – Definición – Epidemiología – Mecanismo – Electrocardiograma – Tratamiento – Abordaje inicial y supresión del foco – Prevención de las recurrencias – Estudio electrofisiológico y ablación – Aleteo auricular – Definición – Epidemiología – Mecanismo – Electrocardiograma – Tratamiento – Cardioversión – Ablación por radiofrecuencia – Conclusiones – Referencias

Continúa

*Jefe de Sección - Electrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires Jefe de Sección. Electrofisiología Intervencionista. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires Jefe de trabajos prácticos. Cátedra Libre Universitaria de Postgrado de Electrofisiología Cardíaca. UNLA**Médico adscripto. SecciónElectrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos Aires***Becario perfeccionamiento 1er año. Electrofisiología y Marcapasos. Servicio de Cardiología. Hospital Italiano de Buenos AiresMTSAC Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología

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2 – Módulo 6 – Fascículo Nº 2 – 2011

AbreviaturasAA Aleteo auricular MSC Masaje del seno carotídeoAV Auriculoventricular PEG Prueba ergométrica graduadaECG Electrocardiograma PRef Período refractarioEEF Estudio electrofisiológico TPSV Taquicardia paroxística supraventricularEPOC Enfermedad pulmonar obstructiva crónica TRAV Taquicardia por reentrada auriculoventricularFA Fibrilación auricular TSV Taquicardia supraventricularFC Frecuencia cardíaca VAcc Vía accesoriaFV Fibrilación ventricular WPW Wolff-Parkinson-White

Se define taquicardia supraventricular (TSV) a toda taquicardia cuyo foco o parte del circuito de reentrada se localiza en las aurículas. Las TSV son frecuentes, recurrentes y raramente compro-meten la vida. Los factores precipitantes de estas arritmias varían con la edad, el sexo y la presencia de comorbilidades. La incidencia según algunos estudios estaría cercana a 35/100.000 pacientes/años.(1) La prevalencia del tipo de TSV depende de la edad y del sexo del paciente. La taquicardia mediada por una vía anómala es más frecuente en personas jóvenes, mientras que el aleteo au-ricular (AA) ocurre más a menudo en mayores. La reentrada nodal es más frecuente en mujeres.––––––––––––––––––––––––––––––––Una taquicardia supraventricular es aquella cuyo foco de origen, o parte del circuito de reentrada, se localiza en las aurículas.––––––––––––––––––––––––––––––––

Para un manejo adecuado de estas arritmias es fundamental realizar un diagnóstico correcto en base al ECG,(2) a los antecedentes clínicos del paciente y a la respuesta de la arritmia ante diferentes maniobras. También es importante conocer el mecanismo involucrado, los posibles tratamientos y sus potenciales complicaciones. Los objetivos en el manejo de las arritmias su-praventriculares son disminuir la sintomatología y la morbimortalidad. En este capítulo se tratan las taquicardias paroxísticas supraventriculares (TPSV) más frecuentes y se excluye la fibrila-ción auricular (FA), que ya se trató en capítulos previos.

Mecanismos___________

Existen tres mecanismos relacionados con el de-sarrollo de TSV. El aumento del automatismo, la

actividad gatillada y el mecanismo de reentrada.El automatismo puede estar incrementado

por aumento de la pendiente de despolarización diastólica espontánea (estimulación betaadrenér-gica, hipopotasemia), por disminución del umbral (estimulación betaadrenérgica), por disminución del potencial de membrana de reposo (isquemia, infarto, entre otros) o por acortamiento de la duración del potencial de acción (estimulación betaadrenérgica) (Figura 1).

La actividad gatillada puede ser provocada por pospotenciales precoces (aquellos que interrum-pen o retardan la repolarización en la fase 2 o 3) (Figura 2) o tardíos (los que aparecen después de la repolarización). Estos potenciales, cuando lo-gran una magnitud suficiente como para alcanzar el potencial umbral, generan un nuevo potencial de acción. Esta actividad, al perpetuarse en el tiempo, puede provocar una taquiarritmia.

El mecanismo de reentrada consiste en un circuito anatómico o funcional que permite el de-sarrollo de distintas taquiarritmias; para ello debe reunir las siguientes características: bloqueo unidi-

Fig. 1. Mecanismos alternativos que pueden incrementar el automatismo miocárdico. DPA: Duración del potencial de acción. PDE: Pendiente de despolarización espontánea. PDM: Potencial diastólico máximo.

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reccional, período refractario (PRef) corto y veloci-dad de conducción lenta. El bloqueo unidireccional se produce por la dispersión de los PRef de células adyacentes, lo que hace que un estímulo precoz pueda ser conducido en un sentido y bloqueado en el contrario (Figura 3). La relación entre el PRef, el tamaño del circuito y la velocidad de conducción es muy importante, ya que si el tiempo que tarda el frente de activación en recorrer el circuito es más corto que el PRef de las células que lo componen, el circuito se interrumpe.

Cuadro clínico___________

Los síntomas más frecuentes que presentan los pacientes con TSV son palpitaciones, disnea, angor, presíncope o síncope.

El interrogatorio sobre las palpitaciones es fundamental para orientarnos en una TSV; para ello es imprescindible:– Conocer la forma de comienzo y terminación

de las palpitaciones: la taquicardia sinusal se caracteriza por un inicio y un final progresi-vos, mientras que las taquicardias paroxísti-cas aparecen y desaparecen en forma brusca.

– Establecer la regularidad del ritmo: la irregu-laridad nos sugiere la presencia de determina-das taquiarritmias como la FA, la taquicardia multifocal, las taquicardias auriculares o los AA con conducción auriculoventricular (AV) variable. El resto de las TSV se caracterizan por ser más regulares.

– Determinar la presencia de factores desen-cadenantes: muchas arritmias se inician en situaciones con tono simpático incrementado como el ejercicio o el estrés, mientras que otras lo hacen en situaciones vagotónicas, como condiciones posprandiales. En otros casos, el desencadenante puede ser el consumo de drogas.

– Conocer los antecedentes de enfermedades: algunas TSV, como los síndromes de preexci-tación, se asocian con cardiopatías congénitas, mientras que otras se vinculan con cardiopa-tía estructural adquirida, como los aleteos y las taquicardias auriculares.La presencia de disnea se asocia principal-

mente con el desarrollo de insuficiencia cardíaca

Fig. 2. Esquema representativo de la actividad gatillada. Se observa la despolarización de una fibra sódica. Durante su período refractario relativo se desarrolla un pospotencial precoz que da lugar a una nueva despolarización de la fibra, perpetuándose a lo largo del tiempo. PDM: Potencial diastólico máximo.

Fig. 3. Mecanismo de la taquicardia por reentrada nodal. En el esquema A se mues-tra la activación del ventrículo a través del sector nodal con conducción más rápida, bloqueándose la conducción por el sector de conducción lenta. En el esquema B, ante una extrasístole auricular, se bloquea la conducción por la vía rápida por presentar un período refractario efectivo prolongado, activándose el ventrículo a través de la vía lenta. Obsérvese la prolongación brusca del intervalo PR. En el esquema C se ve cómo el frente de activación, al llegar al extremo distal de la vía rápida, la encuentra en período excitable permitiendo la retrocon-ducción hacia la aurícula, desarrollando a continuación una taquicardia por reentrada.

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secundaria; en general se presenta con mayor frecuencia en pacientes con cardiopatía estructu-ral, como las miocardiopatías o las valvulopatías.

También puede manifestarse como síncope por caída brusca del gasto cardíaco al inicio de la arritmia o pausas sinusales cuando revierte a rit-mo sinusal (síndrome de bradicardia-taquicardia).

En pacientes con coronariopatía puede ma-nifestarse en la forma de angor por aumento del consumo miocárdico de oxígeno debido a la alta frecuencia.

Algunas TSV, como los AA, los cuales en su evolución natural muchas veces derivan en FA, pueden presentar embolias sistémicas como ma-nifestación clínica.

La tolerancia que presenta el paciente frente a las TSV depende fundamentalmente de la pa-tología de base y de la frecuencia ventricular. Por último, algunas TSV, cuando se sostienen en el tiempo, pueden desarrollar una forma de miocar-diopatía reversible llamada taquicardiomiopatía. Suele manifestarse con signos de insuficiencia cardíaca y el tratamiento de la taquiarritmia, en general, revierte la disfunción sistólica del ventrículo.(3, 4)

Estudios diagnósticos___________

Dentro de los métodos diagnósticos debemos destacar el electrocardiograma (ECG), el masaje del seno carotídeo (MSC), el Holter, el ecocardio-grama y la prueba ergométrica graduada (PEG). A continuación se resumen los datos relevantes de estos métodos para tener en cuenta, así como la utilidad de cada uno de ellos.

Electrocardiograma: es una de las herra-mientas más importantes en la evaluación de cualquier paciente con arritmia. En relación con las TSV, puede brindar información respecto del mecanismo, el sitio de origen, la celeridad, los signos isquémicos secundarios y el probable tipo de TSV. En la Figura 4 se propone un algoritmo diagnóstico para orientarnos en el tipo de TSV. Los siguientes son algunos de los datos de rele-vancia para la evaluación del ECG:a) ¿Existen ondas P?b) Relación A:V 1:1.

– Si no es 1:1, ¿la frecuencia A es > o < que V?c) ¿Las ondas P son monomorfas?d) ¿Los PP son regulares? – Si no son regulares, ¿la irregularidad tiene

alguna periodicidad (2:1, 3:2, etc.)?e) La onda P precede o sigue al QRS (relación

entre RP y PR, duración del RP).f) ¿Los RR son regulares? – Si no son regulares, ¿la irregularidad tiene

alguna periodicidad?También es importante comparar el ECG en

ritmo sinusal con el ECG durante la taquicardia.Masaje del seno carotídeo: a través de

esta maniobra se logra un incremento del tono vagal que influye en la actividad del nodo AV, lo que produce una reducción en el dromotropismo (velocidad de conducción) y en el cronotropismo (frecuencia de despolarización espontánea) que puede generar un bloqueo total de la conducción AV o un enlentecimiento y así reducir la frecuen-cia cardíaca de la arritmia. Esto permite evaluar el comportamiento de la taquiarritmia ante esta condición, que puede orientarnos hacia el mecanismo de producción, como también al tipo de TSV. Si al realizar la maniobra se observan ondas en serrucho o de fibrilación, el diagnóstico corresponderá al AA y a la FA, respectivamente. Si lo que observamos son ondas P bloqueadas de morfología diferente de la de las ondas P sinusa-les, estaremos en presencia de una taquicardia auricular, mientras que si con el MSC la arritmia se termina probablemente corresponda a una taquicardia por reentrada, como la taquicardia por reentrada a través de una vía accesoria, una reentrada nodal o una taquicardia auricular por microrreentrada.

––––––––––––––––––––––––––––––––El masaje del seno carotídeo es una maniobra útil en el diagnóstico de las TPSV que genera un aumento del tono vagal con reducción de la frecuencia cardíaca de la arritmia, lo que ayuda a conocer su mecanismo.

––––––––––––––––––––––––––––––––Prueba de adenosina: cuando con el MSC

no logramos finalizar la taquicardia o enlentecer-la hasta un nivel que nos permita establecer el diagnóstico de la arritmia, podemos administrar

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adenosina (intravenosa). Esta droga actúa blo-queando el nodo AV, lo que permite utilizar los criterios descriptos en MSC para caracterizar la arritmia. Su efecto dura alrededor de 3 segundos, ya que se metaboliza rápidamente en la sangre, motivo por el cual debe administrarse en bolo in-travenoso muy rápido para obtener mayor efecto. Hay que recordar que produce vasodilatación, por lo que hay que explicarle previamente al paciente que va a sentir una sensación de calor en el cuerpo, y que en algunos pacientes puede inducir broncoespasmo, por lo cual no se aconseja su administración en pacientes con antecedentes de asma o de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Se debe administrar primero un bolo de 6 mg; si no se obtiene respuesta, se puede repetir hasta dos veces más, con dosis de 12 mg cada una.

Laboratorio: la evaluación de electrolitos séricos, de la función pulmonar y de la tiroidea estaría indicada si se sospecha relación con el desarrollo de la arritmia.

Radiografía de tórax: permite evaluar la trama pulmonar, la vasculatura y la silueta car-díaca. Podemos detectar signos de sobrecarga de volumen, hipertensión venocapilar o la presencia de cardiomegalia.

Ecocardiograma: permite evaluar el tamaño de las aurículas y la función de ambos ventrículos. Es útil para detectar patología cardíaca estruc-tural relacionada con la arritmia. Se evalúan principalmente la función ventricular izquierda, la presencia de enfermedad valvular, hipertrofia, enfermedad pericárdica o alteraciones congénitas. También ayuda a descartar trombos, sobre todo a nivel de las orejuelas (fundamentalmente el ecocardiograma transesofágico).

Ergometría (PEG): es útil para evaluar la reproducibilidad de la arritmia con el ejercicio y la asociación con isquemia miocárdica. Descartar cardiopatía isquémica es fundamental para el uso de drogas de clase Ic por el riesgo de desarrollo de efectos proarrítmicos y de incremento de la mortalidad.

Fig. 4. Algoritmo para el análisis electrocardiográfico de las TSV. MVV: Maniobras vasovagales. AA: Aleteo auricular. FA: Fibrilación auricular. TA: Taquicardia auricular. TAM: Taquicardia auricular multifocal. TRAV: Taquicardia por reentrada AV por medio de VAcc. TRIN: Taquicardia por reentrada intranodal.

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Holter y monitorización de eventos: puede ser útil para identificar la arritmia (si los síntomas son inespecíficos), identificar eventos desencadenantes y detectar arritmias asociadas.

Estudio electrofisiológico (EEF): en el síndrome de preexcitación tiene utilidad para evaluar el riesgo (véase “Taquicardia por reen-trada auriculoventricular”). En el resto de las arritmias es útil para ubicar el foco en el que se origina la arritmia o para el mapeo del circuito, pero esto sólo estaría indicado si se planea realizar la ablación de la arritmia.

Taquicardia supraventricular por reentrada nodal___________

DefiniciónEs una taquicardia por reentrada que involucra no sólo al nodo AV, sino también al miocardio auricular y a conexiones auriculonodales.(5) El sustrato de esta arritmia está dado por la coexis-tencia de vías con diferentes propiedades elec-trofisiológicas de conducción a nivel de la unión auriculoventricular.

EpidemiologíaEs la forma más frecuente (50% aproximadamen-te) de las denominadas taquicardias paroxísticas supraventriculares.(6)

Es más frecuente en mujeres con una relación mujer:hombre de 2:1. La incidencia aumenta con la edad, sobre todo después de la segunda década de la vida; esto se correlaciona con los cambios estructurales de la aurícula y del nodo AV con el paso del tiempo.––––––––––––––––––––––––––––––––La taquicardia por reentrada intranodal es la forma más frecuente de las TPSV y afecta predo-minantemente a mujeres.––––––––––––––––––––––––––––––––

MecanismoEl nodo AV es una estructura compleja ubicada en el triángulo de Koch en la aurícula derecha, delimitado en su cara inferior por la valva septal de la válvula tricúspide, el tendón de Todaro en

su porción superior y el seno coronario en su por-ción posterior. En esta región podemos encontrar histológicamente dos grupos de células: las células típicas del nodo compacto y las células de transi-ción entre el tejido nodal y el auricular y entre el nodo y el haz His.(7)

Las células nodales poseen características típicas de fibras cálcicas de conducción lenta (menor potencial de membrana, potencial de ac-ción lento). Las fibras de conducción rápidas son tractos de células de transición “preferenciales” que atraviesan el nodo compacto y facilitan la con-ducción. Esto determina dos zonas con velocidad de conducción y PRef diferentes, lo que favorece la aparición de un mecanismo de reentrada entre las zonas de conducción rápida y las de conducción lenta dentro del nodo auriculoventricular.

El sustrato de esta arritmia, como ya se mencionó, se basa fundamentalmente en la coexistencia de zonas con diferente velocidad de conducción a nivel del nodo auriculoventricular. Esquemáticamente, esto puede ejemplificarse como una zona de conducción rápida y una zona de conducción lenta.

El impulso eléctrico que atraviesa el nodo lo hace por ambas vías, pero la manifestación en la duración del segmento PR estaría dada por la conducción a través de la vía rápida (véase Figura 3 A).

La presencia de un extraestímulo o una ex-trasístole puede encontrar en período refractario (PRef) efectivo a la vía rápida y conducir desde la aurícula al ventrículo por la vía lenta, prolon-gando de esta manera la duración del segmento PR (véase Figura 3 B).

El estímulo eléctrico que llega al ventrículo a través de la vía lenta puede encontrar excitable nuevamente a la vía rápida en forma retrógrada, produciendo P retroconducidas que se evidencian al final del QRS (latido eco). Cuando el impulso eléctrico desciende de nuevo por la vía lenta y retroconduce a la aurícula por la vía rápida en forma sostenida, se desencadena la taquicardia (véase Figura 3 C). LINK A GALERIA DE ECG

Esto explica la forma clínica típica de reen-trada intranodal, en la cual el impulso eléctrico retroconduce a la aurícula por la vía rápida evi-

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denciando en el electrocardiograma una P nega-tiva muy próxima al QRS o, lo que es lo mismo, con un RP menor de 70 mseg. La forma clínica atípica (menos del 5%), en donde el impulso eléc-trico encuentra en PRef la vía lenta, conduce en forma anterógrada por la rápida y retroconduce por la vía lenta, por lo que el latido retroconducido se manifiesta como P negativa en el segmento ST, con un RP largo mayor de 70 mseg.

Este valor de corte de 70 mseg debe tomarse como orientador para ayudar al cardiólogo a la resolución de electrocardiogramas en su prác-tica, pero debe aclararse que puede presentar excepciones.

ElectrocardiogramaEn ausencia de trastorno de conducción de base, la taquicardia por reentrada nodal es una taqui-cardia con QRS angosto. La frecuencia cardíaca oscila entre 150 y 250 latidos por minuto. En su forma típica (lenta-rápida), al compararla con el ECG en ritmo sinusal, se pueden encontrar algunas diferencias, como la onda P retrocon-ducida al final del QRS simulando una R’ en V1 (seudobloqueo de rama derecha) o una onda P retroconducida al inicio del QRS simulando una onda q en cara inferior (seudoinfarto inferior). Es frecuente la presencia de alteraciones en la repolarización, como infradesnivel del segmento ST, lo que probablemente esté relacionado con la disponibilidad de calcio intracelular que en el momento de la taquicardia no alcanza a terminar de reingresar en el retículo sarcoplasmático. Aun así, los pacientes pueden presentar infartos secun-darios a edades avanzadas debido a la coexistencia de enfermedad coronaria.––––––––––––––––––––––––––––––––La taquicardia por reentrada intranodal se presenta con QRS angosto, con una frecuencia cardíaca de entre 150 y 250 latidos por minuto y se observa una onda P retroconducida al final del QRS.––––––––––––––––––––––––––––––––

TratamientoEl tratamiento específico de la taquicardia puede dividirse en tratamiento agudo, tratamiento para

la prevención de recurrencias y tratamiento definitivo. LINK A CASOS CLÍNICOS

Tratamiento agudoSi el paciente presenta signos de deterioro hemo-dinámico, como pérdida del conocimiento, signos de insuficiencia cardíaca, hipotensión arterial, angina de pecho o disnea con desasosiego, se debe colocar una vía intravenosa, asegurar la vía aérea y proceder a la sedación y la cardioversión eléctrica de inmediato. Si se encuentra estable hemodinámicamente, el tratamiento se inicia con maniobras vagales simples que pueden in-terrumpir la taquicardia en un gran número de casos. El MSC es la maniobra con mayor tasa de reversión, pero requiere la cuidadosa ausculta-ción previa de las carótidas para evitar complica-ciones (desarrollo de isquemia cerebral). Si no se logra revertir la taquicardia, están indicadas las pruebas farmacológicas, que se comienzan con la administración de adenosina IV como primera línea. A continuación, si no revierte, se inicia la infusión de bloqueantes cálcicos (diltiazem, ve-rapamilo). Si esto no resulta efectivo, se puede optar por betabloqueantes o antiarrítmicos de clase Ic (propafenona o flecainida).(6, 8, 9) En el Cuadro 1 se detallan las drogas disponibles para el tratamiento de las TPSV.

Prevención de las recurrenciasDiversos estudios demostraron que los betablo-queantes y los bloqueantes cálcicos adminis-trados en forma crónica tienen una efectividad similar para disminuir el número de crisis, con una tasa baja de efectos adversos y tolerancia adecuada. Los antiarrítmicos de clase Ic también mostraron excelente tolerancia y una tasa baja de efectos adversos. Incluso algunos estudios mues-tran superioridad de los antiarrítmicos de clase Ic sobre los bloqueantes cálcicos en relación con la aparición de nuevas crisis; sin embargo, estos fármacos están contraindicados en pacientes con cardiopatía estructural significativa. El sotalol y la amiodarona (clase III) son drogas que demos-traron efectividad en pacientes con cardiopatía estructural, pero que a largo plazo tienen efectos secundarios importantes.(6, 8, 9)

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8 – Módulo 6 – Fascículo Nº 2 – 2011

Tratamiento definitivoEn la actualidad la ablación con radiofrecuencia es el tratamiento recomendado para las reentradas mal toleradas hemodinámicamente y las refracta-rias al tratamiento médico. En el resto de los casos podría considerarse la ablación si el paciente no tolera adecuadamente la medicación o si el número de episodios es elevado. También se deben tener en consideración las preferencias del paciente. La tasa de éxito oscila entre el 90-95% con una de recidiva de aproximadamente el 2%. Con el EEF se pueden conocer las características basales del sistema de conducción y realizar maniobras de estimulación auricular que demuestren la presencia de doble fisiología nodal (salto de vía) y el mecanismo de inducción de la taquicardia por reentrada nodal. El procedimiento de ablación consiste en la apli-

cación de radiofrecuencia sobre la vía lenta con el fin de modificar sus propiedades de conducción, cambiando el sustrato de esta arritmia. Es un procedimiento guiado por radioscopía que se puede realizar sin anestesia general, ya que por lo habitual se tolera bien. La tasa de complicaciones es baja, de alrededor del 0,2%; el bloqueo auriculoventricular es la complicación más frecuente. La presencia de PR largo basal puede considerarse un predictor de riesgo para el desarrollo de bloqueo AV durante el procedimiento. Durante la aplicación de radiofre-cuencia se puede observar ritmo de la unión lento, que se considera predictor de éxito. Finalmente, se pueden realizar maniobras de reinducción con el agregado de extraestímulos e infusión continua de isoproterenol para confirmar la modificación del sustrato de la reentrada nodal.(10-15)

Fármaco Intravenoso (mg) Oral (mg) Vida ½ BD Vía de Indicación (h) (%) eliminación en TSV Carga Mantenimiento Carga Mantenimiento

Quinidina 0,3-0,5 800-1.000 300-600/6h 5-9 60-80 Hígado Sme. WPW/

mg/kg/min AA/TA

Procainamida 0,2-0,5 2-6 500-1.000 250-1.000/ 3-5 70-85 Riñón Sme. WPW/

mg/kg/min mg/min 4-6 h AA/TA

Flecainida 2 mg/kg 100-200 50-200/ 20 95 Hígado Sme. WPW/

12 h 12 h AA/TA

Propafenona 1-2 mg/kg 600-900 150-300/ 5-8 25-75 Hígado Sme. WPW/

8-12 h AA/TA

Propranolol 0,25-0,5 / 5 100-200/ 3-6 35-65 Hígado TRIN, TRAV

min (<0,2 mg/kg) 6-8 h ortodrómica,

Control FC

Amiodarona 5-7 mg/kg en 15-25 800-1.600 x 200-600/ 56 25 Riñón Todas

30 min mg/kg/día 7-14 días día días

Sotalol 10 mg en 80-320/ 12 90-100 Riñón Sme. WPW/

1-2 min 12 h AA/ TA/TAM

Verapamilo 5-10 mg en 80-120 3-8 10-35 Hígado TRIN, TRAV

1-2 min 6-8 h ortodrómica,

Control FC

Adenosina 6-18 mg 3 min Plasma TRAV

(bolo rápido) Ortodrómica,

TRIN, TA

Digoxina 0,51 mg 0,125- 0,5-1 0,125- 36-48 60-80 Riñón Control FC

0,25/día 0,25/día

AA: Aleteo auricular. TA: Taquicardia auricular. TAM: Taquicardia auricular multifocal. TRAV: Taquicardia por reentrada AV por medio de VAcc. TRIN:

Taquicardia por reentrada intranodal. WPW: Wolff-Parkinson-White. BD: biodisponibilidad. FC: frecuencia cardíaca.

Cuadro 1. Drogas antiarrítmicas para el tratamiento de las taquicardias supraventriculares

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9Arritmias supraventriculares

Taquicardia por reentrada auriculoventricular___________

DefiniciónLa taquicardia por reentrada auriculoventricular (TRAV) es una taquiarritmia macrorreentrante conformada por un circuito en el cual participan la aurícula, una vía accesoria (VAcc), el ventrículo y el nodo AV.(16)

El síndrome de Wolff-Parkinson-White es un tipo de preexcitación en la que participa una VAcc auriculoventricular de conducción rápida. Se caracteriza por presentar en el ECG una pa-tente característica (onda delta) y asociarse con el desarrollo de TPSV.––––––––––––––––––––––––––––––––La taquicardia por reentrada auriculoventricular es una TPSV cuyo mecanismo es una macrorreen-trada. Participan en ella la aurícula, una vía accesoria, el ventrículo y el nodo AV.––––––––––––––––––––––––––––––––EpidemiologíaLa distribución de nuevos casos es de tipo bi-modal, con un primer pico al inicio de la vida y el segundo más difuso en la adolescencia; ocurre con más frecuencia en hombres que en mujeres (relación 1,5:1).(17) La relevancia de esta taquiarritmia reside en su morbimortalidad. La incidencia de fibrilación ventricular (FV) o de FA con descompensación hemodinámica en pacientes con el síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW) sintomático se estima en el 2,2% en un período de 16 años, mientras que en los que presentan la patente electrocardiográfica pero permanecen asintomáticos la incidencia se reduce a 1 por 1.000 pacientes/años.(18) El 10-15% pierde el patrón de preexcitación a lo largo de los años, con lo que disminuye el riesgo de muerte súbita.

El síndrome de WPW se asocia muy a menudo con otras cardiopatías. Entre las más frecuentes se encuentra la anomalía de Ebstein (5% de los casos) y en segundo lugar, la miocardiopatía hipertrófica.(19)

MecanismoEl origen embriológico de las VAcc radica en el desarrollo incompleto del anillo auriculoven-tricular. Las VAcc pueden conducir en forma

anterógrada (desde la aurícula hacia el ven-trículo), retrógrada (desde el ventrículo hacia la aurícula) o en ambas direcciones. De acuerdo con la conducción que presente la VAcc, en el ECG podremos observar: (Figura 5)1. VAcc manifiesta: el intervalo PR corto con

onda delta es la manifestación de la conduc-ción en paralelo desde la aurícula al ventrículo a través de dos vías, la nodal y la accesoria (vía de conducción más rápida).

La onda delta corresponde a la activación de una parte del ventrículo por la vía accesoria a través del músculo ventricular inespecífico, tejido no especializado para la conducción eléctrica (Figura 5 B).

Se observa ensanchamiento del complejo QRS debido a que parte del ventrículo se activa en forma precoz a través de tejido no especiali-zado y parte del ventrículo se activa normal-mente a través del sistema de conducción.

LINK A CASOS CLÍNICOS ECG

Se observan alteraciones de la repolariza-ción debido a la activación anormal de los ventrículos.

2. VAcc latente: el ECG muestra una conduc-ción normal con PR conservado y ausencia de onda delta, aunque la VAcc pueda presentar conducción anterógrada. Dos situaciones posibles son: a) cuando la VAcc se encuen-tra muy alejada del nodo sinusal, como, por ejemplo, las vías laterales izquierdas donde el impulso eléctrico llega más rápido al nodo AV, permitiendo activar enteramente el ventrículo con muy poca activación desde la VAcc y b) cuando las VAcc presentan un PRef basal muy prolongado, con frecuencias cardíacas inter-medias hacen que se bloquee el pasaje eléc-trico a través de ella por encontrarse en PRef absoluto. En estos casos se pueden realizar algunas maniobras para poner de manifiesto la patente de WPW como, por ejemplo, inducir bradicardia con drogas, utilizar maniobras vagales o adenosina para bloquear totalmente el nodo AV y de esa manera la conducción sólo ocurra a través de la VAcc (Figura 5 C).(16)

3. VAcc oculta: es la que sólo conduce en forma retrógrada. En el ECG no se observa

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la patente de WPW. En estos casos, por más que se induzca bradicardia en el paciente o se bloquee la conducción a través del nodo AV, no se pondrá de manifiesto la patente de WPW(16) (Figura 5 C).Se han desarrollado numerosos algoritmos

electrocardiográficos para establecer la locali-zación probable de las VAcc (Figura 6). Algunos tienen en cuenta la polaridad de la onda delta, otros incluyen también la amplitud o la suma de la onda delta, así como las relaciones R/S. En la Figura 7 se muestra el más utilizado en nuestra institución.

El desarrollo de la TRAV se debe generalmen-te a la presencia de dos vías con velocidades de conducción y PRef diferentes, una a través del nodo AV y otra a través de la VAcc. La presencia de una extrasístole auricular o ventricular puede encontrar a una de las vías en PRef; por ejemplo,

con la VAcc conduciendo solamente a través del nodo AV, al llegar a la inserción ventricular de la VAcc el frente de activación la encuentra en un período excitable y permite la retroconducción hacia la aurícula y de esa forma reiniciar el circui-to activando el nodo AV(16) (Figura 8 A). Cuando el circuito utiliza el nodo AV para conducir en forma anterógrada (hacia el ventrículo) y la VAcc en forma retrógrada (hacia la aurícula), se le da el nombre de taquicardia recíproca ortodrómica. Se caracteriza por manifestarse en el ECG como una taquicardia de QRS angosto, mientras que cuando la conducción anterógrada del circuito tiene lugar por la VAcc y la retrógrada por el nodo AV, se denomina taquicardia recíproca antidrómi-ca y muestra en el ECG una taquicardia de QRS ancho difícil de diferenciar de una taquicardia ventricular. Esto se debe a que la activación total del ventrículo ocurre a través de miocardio ven-

Fig. 5. Variantes electrocardiográficas de las vías accesorias. En el esquema A se observa la conducción eléctrica a través del sistema de conducción normal. En el esque-ma B se muestra la activación ventricular a través de la VAcc y la vía nodal, que en el ECG se manifiesta como un enlentecimiento en el inicio del QRS. En el esquema C, la VAcc sólo conduce en forma retrógrada, activándose en forma anterógrada en su totalidad a través de la vía nodal. Para más detalle, véase explicación en el texto.

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11Arritmias supraventriculares

Fig. 6. Localización de las vías accesorias. Ao: aorta.

Fig. 7. Algoritmo modificado de Arruda para la localización de las vías accesorias. Para su determinación utiliza la polaridad de la onda delta y la relación R/S de los QRS.

tricular inespecífico (Figura 8 B). El 95% de las TRAV corresponden a la variante ortodrómica.(16)

Existen VAcc con características especiales que se diferencian de las convencionales presentes en el síndrome de WPW. Son muy poco frecuentes, motivo por el cual sólo se mencionarán para que el lector que desee profundizar en el tema pueda acceder a su búsqueda. Una de ellas consiste en las VAcc auriculofasciculares con conducción decremental únicamente anterógrada y que en general conectan a la aurícula con alguna de las ramas. Otras son las VAcc con conducción decre-mental únicamente retrógrada, por lo habitual de localización posteroseptal izquierda, que se observa con mayor frecuencia en niños, y genera una taquicardia reciprocante incesante (descripta por Coumel) debido a una macrorreentrada entre

el nodo AV como brazo anterógrado y la VAcc como brazo retrógrado.(20-22)

Estratificación del riesgo de muerte súbitaEn el síndrome de WPW, la ausencia de síntomas no es por sí sola suficiente para desestimar el ries-go de muerte súbita, ya que está bien documenta-da la presencia de FV como primera manifestación clínica. En varios registros internacionales se ha estimado una incidencia de muerte súbita o de arritmias potencialmente letales menor del 0,001% anual; sólo algunos trabajos, como el de Pappone, han demostrado valores más elevados, del orden del 0,012% anual.(17, 23, 24) Sin embargo, en la población infantil se han registrado incidencias de hasta el 1% anual.(25) Por lo tanto, estratificar el riesgo de muerte súbita podría ser más relevante en los niños, en deportistas de alto rendimiento o en aquellos cuyas profesiones impliquen una responsabilidad sobre la vida de otras personas.(6) El mecanismo fisiopatológico por el cual se puede desencadenar una FV en un paciente con síndro-me de WPW reside en el desarrollo de una FA. Esta arritmia se observa con mayor prevalencia en estos pacientes comparados con la población general. Aproximadamente el 30% de las personas con síndrome de WPW desarrollarán FA en el transcurso de su vida.(26) La frecuencia de la onda fibrilatoria tiene un ciclo de 200 mseg. Normal-mente, la conducción decremental presente en el nodo AV le confiere al corazón un mecanismo de

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protección para prevenir el desarrollo de FV, al evitar el pasaje de todos los impulsos provenientes de la aurícula a los ventrículos. Ante la presencia de una VAcc sin conducción decremental, que son las más frecuentes, los impulsos eléctricos auricu-lares pueden acceder al ventrículo a frecuencias elevadas y precipitar una FV. Por lo tanto, el factor limitante más importante para el pasaje eléctrico desde la aurícula al ventrículo es el PRef de la VAcc: cuanto más corto sea, mayor será el número de impulsos que pasarán desde la aurícula hacia el ventrículo. Por ende, una forma de estratificar el riesgo en estos pacientes es a través de estudios complementarios que permitan estimar el PRef de la VAcc. Entre ellos se pueden considerar el ECG, el Holter, la PEG y el EEF.(27)

––––––––––––––––––––––––––––––––El mecanismo por el cual un paciente con síndro-me de WPW puede desarrollar FV se basa en la aparición de FA.––––––––––––––––––––––––––––––––

La preexcitación en forma intermitente en el ECG basal o en el Holter indica que a esa fre-

cuencia cardíaca específica en que dejó de verse la preexcitación se alcanzó el PRef de la VAcc. Sin embargo, muchas veces el tono adrenérgico puede mejorar la conducción a través del nodo AV y perder la preexcitación en el ECG y consi-derarse erróneamente que se debe al bloqueo en la conducción anterógrada de la VAcc. En otros casos, a pesar de no manifestarse la preexcitación con FC elevadas, se puede observar conducción con intervalos de ciclos más cortos debido a la presencia de conducción supernormal.(27, 28)

La PEG evalúa lo mismo que el ECG, pero en condiciones de ejercicio y por lo tanto con tono adrenérgico elevado. Si la preexcitación desapa-rece con el incremento de la FC, nos indica que el PRef de la VAcc es más largo que el del nodo AV, lo que disminuye el riesgo de desarrollo de FV en el contexto de una FA, mientras que si a FC elevada persiste la patente de WPW, el riesgo es elevado, ya que el PRef es más corto que el del nodo AV. Las mismas limitaciones que se mencionaron para el ECG y el Holter deben tenerse en cuenta al evaluar los resultados de la PEG.

Fig. 8. Mecanismos de la TRAV. En el esque-ma A se muestra el desarrollo de una TRAV ortodrómica desencadenada por una extra-sístole ventricular (EV) y su manifestación en el ECG. En el esquema B se describe lo mismo para una TRAV antidrómica. Para más detalle, véase explicación en el texto.

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13Arritmias supraventriculares

––––––––––––––––––––––––––––––––Ante la aparición de una FA, cuanto más corto es el PRef de la VAcc, mayor es el riesgo de desa-rrollo de FV.

––––––––––––––––––––––––––––––––Dentro de las pruebas farmacológicas para

analizar el PRef de la VAcc se han utilizado la pro-cainamida y la ajmalina. Estas drogas bloquean la activación de los canales del sodio enlenteciendo la conducción a través de la VAcc. Si ante la infu-sión de estas drogas no se bloquea la conducción a través de la VAcc, podemos inferir que existe un PRef menor de 270 mseg, lo que conlleva un riesgo mayor de desarrollo de una FV.(29)

Entre los estudios complementarios invasi-vos se encuentra el EEF, en el cual la presencia de múltiples VAcc, un PRef absoluto de la VAcc menor de 250 mseg, un intervalo RR preexcitado menor de 220 mseg al inducir una FA y la induc-ción de una TRAV o de una FA se asocian con un riesgo aumentado de arritmias potencialmente mortales. Con respecto a la localización, los prime-ros informes mostraron mayor riesgo en las VAcc con localización septal; sin embargo, registros publicados recientemente se lo asignan a las de localización lateral izquierda. Por lo tanto, todavía no queda claro si la ubicación de las VAcc se asocia con incremento en el riesgo de muerte súbita. Se sabe que entre el 30% y el 50% de los casos de sín-drome de WPW asintomáticos evaluados por EEF presentan parámetros de riesgo alto. Sin embargo, los estudios epidemiológicos demuestran que el riesgo de muerte súbita es más bajo.(32) Otra téc-nica para evaluar el riesgo de muerte súbita es la del marcapaseo transesofágico. El objetivo radica en inducir una FA para determinar el PRef de la VAcc. Si bien se observó una buena correlación con el estudio electrofisiológico, hay que tener en cuenta el riesgo que implica provocar una FA en estos pacientes. Algunos trabajos en los que se evaluó la ablación en pacientes con síndrome de WPW asintomático con parámetros de riesgo alto mostraron una reducción en la incidencia de arritmias graves. Muchos de estos estudios fueron criticados por la elevada incidencia de eventos en el grupo control, a diferencia de lo comunicado en trabajos poblacionales.(25)

Resumiendo, las pruebas no invasivas sólo fueron evaluadas frente al hallazgo de parámetros electrofisiológicos de riesgo alto. Estos paráme-tros, a su vez, distan de relacionarse en forma adecuada con el desarrollo de muerte súbita; por lo tanto, la utilidad de la estratificación de riesgo hasta el momento es baja. Queda pen-diente la realización de estudios que relacionen los hallazgos con el desarrollo de puntos finales duros. En principio, y bajo las recomendaciones de las guías estadounidenses y europeas para el tratamiento de las TSV, estos dos procedimientos se consideran en poblaciones especiales, como los atletas de alto rendimiento, pacientes con historia familiar de muerte súbita o personas con trabajo de gran responsabilidad con implicación en la vida de terceros. En caso de que algún estudio no invasivo determinara riesgo alto de muerte súbita, se puede considerar la realización de un EEF con eventual ablación según los algoritmos de cada servicio, aunque no se recomienda de rutina para todos los pacientes con preexcitación. Existen co-municaciones de mayor riesgo de muerte súbita en niños menores de 16 años, por lo que en muchos centros de electrofisiología pediátrica se realiza la ablación profiláctica.(33) En los pacientes con VAcc sintomáticas se recomienda la ablación por radiofrecuencia de la vía, ya que en ellos el riesgo de eventos adversos graves es más elevado.(6)

Tratamiento

Tratamiento farmacológicoEl tratamiento farmacológico apunta a dos objetivos principales: 1) controlar los factores desencadenan-tes de las TRAV (extrasístoles, FA) y 2) incremen-tar el PRef de la VAcc. El tratamiento en agudo dependerá de la estabilidad hemodinámica y del tipo de reentrada, ortodrómica o antidrómica. En el caso de las TRAV ortodrómicas, el manejo es igual que para el resto de las taquicardias paroxísticas supraventriculares y que ya se describió en este capítulo. Si se conoce o se sospecha la presencia de una VAcc, se sugiere no utilizar adenosina, be-tabloqueantes o bloqueantes cálcicos. En cuanto a las TRAV de tipo antidrómicas, estaremos frente a un paciente con una taquicardia de QRS ancho. Se

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debe recordar que en estos pacientes la utilización de los algoritmos diagnósticos para diferenciar las TSV con aberrancia de las taquicardias ventricu-lares no es útil, dado que la activación ventricular ocurre enteramente a través de la VAcc sobre el miocardio no específico compartiendo muchos de los criterios con las TV. En estos casos, lo indicado es seguir el algoritmo de las taquicardias de QRS ancho con diagnóstico incierto. Si el paciente se encuentra estable, se pueden indicar procaina-mida intravenosa, amiodarona intravenosa o directamente la cardioversión eléctrica. A pesar de que fisiopatológicamente la administración de bloqueantes cálcicos o de betabloqueantes podría finalizar la taquicardia bloqueando el circuito a nivel del nodo AV, estas drogas, si se administran en una taquicardia ventricular, pueden producir un deterioro hemodinámico grave, por lo que no se recomiendan en esa situación. Con respecto a la adenosina, hay informes de casos que muestran que luego de su administración se incrementa el riesgo de desarrollo de FA, con lo cual en el contexto de una VAcc con PRef corto podría precipitar una FV.(3)

––––––––––––––––––––––––––––––––Ante la sospecha de una TRAV antidrómica se aconseja seguir el algoritmo terapéutico de una taquicardia con QRS ancho.––––––––––––––––––––––––––––––––

El tratamiento crónico de las TRAV or-todrómicas consiste en el control de factores desencadenantes y en la administración de drogas antiarrítmicas para prevenir las recu-rrencias. Actualmente, dado que el desarrollo de taquicardias ortodrómicas se asocia con un riesgo mayor de muerte súbita y, a su vez, la eficacia de la ablación es de casi el 100% con una tasa muy baja de complicaciones, existe consenso general en indicarla como tratamiento de primera línea. La estrategia farmacológica quedaría relegada para los pacientes que rechacen la intervención, los que no tengan acceso a un servicio de electrofisiología o para aquellos que por su localización no se haya podido efectuar la ablación.––––––––––––––––––––––––––––––––El tratamiento de elección en las TRAV ortodró-micas crónicas es la ablación por radiofrecuencia.––––––––––––––––––––––––––––––––

En los pacientes con síntomas muy esporádi-cos se podría utilizar la estrategia de drogas an-tiarrítmicas a demanda o “píldora en el bolsillo”. Este manejo ha demostrado que es eficaz en los pacientes en los que, en agudo, la droga revirtió la arritmia; de esta manera se evita la exposición prolongada a los efectos proarrítmicos de los an-tiarrítmicos.(34) En lo que respecta al tratamiento crónico, se consideran en primer lugar las drogas de clase Ic (flecainida, propafenona), cuya acción prevalece a nivel de la VAcc prolongando su PRef. Sin embargo, están contraindicadas en pacientes con enfermedad cardíaca estructural. Las drogas de clase Ia, a pesar de que poseen cierta eficacia, se asocian con más efectos adversos graves. En-tre las drogas de clase III se encuentra el sotalol, que a pesar de su utilidad en la prevención de las TRAV se ha vinculado con el desarrollo de torsión de puntas en hasta el 4% de los pacientes, y la amiodarona, que es eficaz por dos mecanismos de acción, prolongando el PRef de las VAcc y el del nodo AV, se puede administrar en forma segura en los pacientes con patología estructural, pero se ha detectado el desarrollo de efectos adversos a nivel tiroideo, pulmonar, hepático y ocular en hasta el 40% de los casos en distintas series. La digoxina nunca debe considerarse, ya que puede incre-mentar la velocidad de conducción de la VAcc. Los betabloqueantes y los bloqueantes cálcicos, a pesar de que pueden reducir la recurrencia al retrasar la conducción por el nodo AV, no tienen efecto sobre la VAcc y, en caso de que la VAcc presente conducción anterógrada, el desarrollo de una FA, un AA o una taquicardia auricular puede incrementar el riesgo de FV, por lo que deberían evitarse. En las TRAV antidrómicas siempre se debe intentar la ablación; sólo en caso de fracaso se debe recurrir a los fármacos. El objetivo es prolongar el PRef de la VAcc. Se recomiendan en primer lugar las drogas de clase Ic y, en segundo término, la procainamida o la amiodarona.(35, 36)

Tratamiento por ablaciónLa resolución por medio de la ablación está indicada en pacientes sintomáticos o en los re-fractarios al tratamiento farmacológico. El éxito de la técnica se encuentra en el 95-97%, con una

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15Arritmias supraventriculares

recurrencia aproximada del 6%.(37) El éxito de la ablación depende de la localización de la VAcc. En las vías laterales izquierdas, para su tratamiento, se requiere el mapeo de la actividad eléctrica en torno del anillo mitral; para ello se debe acceder a las cámaras izquierdas. El abordaje se puede realizar mediante la punción transeptal o por vía retrógrada a través de la arteria femoral. Las vías posteroseptales se ubican en una región anatómica compleja, ya que involucra distintas estructuras de la aurícula derecha: el seno coronario, el ten-dón de Todaro y el anillo tricuspídeo. Estas vías pueden abordarse desde el lado derecho, pero en hasta un 20% de los casos se debe acceder des-de el lado izquierdo. Existe un 1% de riesgo de desarrollo de bloqueo AV completo. En las VAcc anteroseptales y medioseptales, a pesar de que se obtienen buenos resultados, el riesgo de bloqueo AV es más elevado por la proximidad al sistema de conducción normal (1-3%). Las vías laterales derechas, por su disposición anatómica, dificultan más el acceso con los catéteres, como también el mantenimiento de una buena estabilidad en el momento de aplicar radiofrecuencia, por lo que, de todas las VAcc, presentan la menor tasa de éxito. Según los registros, el promedio ronda en el 90% (66-99%), con una recurrencia del 14%. Hasta un 5% de las VAcc se localizan en el epicardio, lo que hace más difícil su ablación. Esto se observa con mayor frecuencia en las VAcc posteriores. Cuando se ubican del lado izquierdo, se puede efectuar la ablación desde el seno coronario con una tasa de éxito adecuada; sin embargo, en cualquier otra región se requiere un abordaje percutáneo pericár-dico para mapear la VAcc y efectuar su ablación.(38)

Para evitar la ablación en zonas que comprometan el sistema de conducción, en la actualidad existe la posibilidad de utilizar la crioablación. Esta téc-nica consiste en el uso de temperaturas bajas para generar necrosis tisular. Este tipo de ablación, a diferencia de la ablación por radiofrecuencia, tiene la particularidad de que puede producir lesiones reversibles. A temperaturas de entre 0 y –20 grados se obtienen lesiones que, al suspender la aplicación, a los pocos minutos retrogradan sustancialmente, mientras que a temperaturas más bajas la lesión del tejido es definitiva. Esto permite el mapeo de

las VAcc anteroseptales y medioseptales y, en caso de desarrollo de bloqueo AV durante la aplicación a temperaturas no tan bajas, la interrupción de la aplicación para evitar la generación de un bloqueo AV definitivo. La desventaja radica en la mayor tasa de recurrencia. Sin embargo, con la reiteración del procedimiento se logran resultados similares a los de la ablación por radiofrecuencia.(38, 39)

Taquicardia auricular___________

DefiniciónLa taquicardia auricular es una arritmia regular originada en el tejido auricular fuera del nodo sinusal y que para su mantenimiento no precisa del nodo AV.

EpidemiologíaSu incidencia oscila entre el 5% y el 10% de los pacientes sometidos a EEF por taquicardia su-praventricular.(1, 6)

Es más frecuente en mujeres y responde en forma tórpida al tratamiento farmacológico.

Pueden ser monofocales o multifocales. Las taquicardias auriculares multifocales se definen por la presencia de al menos tres morfologías diferentes de ondas P, casi siempre en asociación con broncopatía crónica descompensada o insufi-ciencia cardíaca y por lo general son un marcador de gravedad de la enfermedad.(40)

Las taquicardias auriculares unifocales son frecuentes en niños sin cardiopatía estructural, hasta un 10-15% y llegan a un porcentaje mucho mayor en aquellos con cardiopatías congénitas corregidas. Su incidencia aumenta con la edad y con la presencia de cardiopatía; de acuerdo con algunos registros, alcanzan hasta un 23% en pa-cientes mayores de 70 años.

Se han identificado algunos factores que sirven como desencadenantes (alcohol, taba-quismo, café) y factores predisponentes, como la presencia de isquemia en el miocardio auricular, enfermedades cardiovasculares o valvulopatías graves y enfermedades del aparato respiratorio que producen hipoxia como la EPOC.(41)

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MecanismoLas taquicardias auriculares se clasifican según su mecanismo de acción en taquicardias focales y macrorreentrantes.(1, 6) En las taquicardias fo-cales, según su comportamiento ante diferentes maniobras en un EEF, podemos identificar tres mecanismos: las producidas por automatismo anormal, por microrreentrada o por actividad desencadenada. Las taquicardias auriculares por macrorreentrada son las que se producen por reentrada en un circuito que puede locali-zarse tanto en la aurícula derecha como en la izquierda. La presencia de atriotomías o zonas con cicatrices predisponen a este mecanismo.(42,

43) Si bien es importante conocer el mecanismo de producción de una taquicardia en el aspecto electrofisiológico, desde el punto de vista clínico-terapéutico tiene un valor limitado. Desde este enfoque, resulta más trascendente conocer el sitio en el que se origina la taquicardia. Esto se puede lograr analizando la morfología de la onda P en el electrocardiograma.

ElectrocardiogramaEl electrocardiograma se caracteriza por presen-tar TSV con una frecuencia menor de 250 lpm con ondas P visibles separadas por línea isoeléctrica en diferentes derivaciones del electrocardiograma. Si bien generalmente se describen como taqui-cardia regular, una de sus características clásicas es la de presentar fenómeno de calentamiento (aceleración) o de enfriamiento (desaceleración) al inicio o al final de la taquicardia. Típicamente, el intervalo PR es inferior que el RP y puede ser igual, menor o mayor que el PR en ritmo sinusal. Según la morfología de la onda P en el análisis del ECG de 12 derivaciones se puede inferir el lugar de origen de la taquicardia auricular. Existen numerosos algoritmos validados por EEF.(44)

––––––––––––––––––––––––––––––––Las taquicardias auriculares se caracterizan por una frecuencia menor de 250 lpm con ondas p visibles y separadas por línea isoeléctrica en el electrocardiograma.––––––––––––––––––––––––––––––––

Como normas generales, es útil aclarar con estos algoritmos si la taquicardia se origina en la

aurícula izquierda o la derecha, a nivel inferior o superior, si se desea planificar un procedimiento terapéutico invasivo. No es infrecuente la pre-sencia de dos o más morfologías de ondas P en un mismo paciente. Las taquicardias auriculares pueden presentar conducción 1:1, pero es fre-cuente algún grado de bloqueo en la conducción del nodo AV, 2:1, 3:1. Muchas veces esto permite arribar al diagnóstico definitivo de taquicardia auricular y descartar otro tipo de taquicardias e incluso realizar maniobras que lo confirmen. En este sentido se han utilizado el MSC y la adminis-tración de adenosina y diversos autores refieren su uso para tratar de establecer su mecanismo se-gún su respuesta. En las taquicardias focales, la infusión de adenosina en bolo produciría bloqueo AV y la supresión inmediata del foco con reinicio súbito posterior de la taquicardia, mientras que en las taquicardias macrorreentrantes sólo pro-duciría bloqueo AV. Si bien este dato es aplicable clínicamente, no están totalmente validadas su sensibilidad y especificidad. LINK A GALERIA DE IMÁGENES ECG

TratamientoAbordaje inicial y supresión del focoComo su etiología lo indica, la primera línea te-rapéutica debería estar orientada a la corrección de los factores desencadenantes como hipoxia e hipercapnia y las alteraciones hidroelectrolíticas de los pacientes con broncopatía o la administra-ción de diuréticos, vasodilatadores e inotrópicos en pacientes con insuficiencia cardíaca.

Las taquicardias auriculares por lo gene-ral no responden a la cardioversión eléctrica programada sin pretratamiento farmacológico; incluso se describió que esta intervención, con la descarga adrenérgica que genera en el paciente la preparación, puede acelerar la taquicardia y descompensarlo.(45, 46)

Como ya se mencionó, las taquicardias auri-culares no suelen responder en forma adecuada al tratamiento supresor farmacológico. Es por ello que muchas veces la recomendación es iniciar el tratamiento con fármacos que bloquean el nodo AV con el fin de controlar la frecuencia ventricular y aliviar la sintomatología del paciente.

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17Arritmias supraventriculares

––––––––––––––––––––––––––––––––Las taquicardias auriculares son difíciles de su-primir con cardioversión o fármacos, por lo que en muchas ocasiones se recomienda el bloqueo del nodo AV para controlar la frecuencia cardíaca y mejorar los síntomas.

––––––––––––––––––––––––––––––––Para ello pueden utilizarse betabloqueantes

o bloqueantes cálcicos, con buena efectividad en el control de los síntomas. Siempre deben tenerse en cuenta las contraindicaciones de los betabloqueantes en pacientes con broncopatía obstructiva grave y la de los bloqueantes cálcicos en pacientes con deterioro significativo de la fun-ción ventricular izquierda. Una vez controlada la FC y la sintomatología, en los pacientes sin cardiopatía estructural se recomienda la utili-zación de fármacos de clase Ia o Ic (lidocaína, flecainida o propafenona) para suprimir el foco. En los que presentan cardiopatía estructural o deterioro de la función ventricular, la droga de elección es la amiodarona.

Prevención de las recurrenciasPara la prevención de las recurrencias es nece-sario determinar el costo-beneficio de la elección del tratamiento con fármacos antiarrítmicos o la ablación con radiofrecuencia.

Se recomienda el uso de fármacos antiarrít-micos en forma reglada en los pacientes muy sintomáticos, con cardiopatía estructural impor-tante o enfermedades pulmonares que generan hipoxia, ya que en estos pacientes la ablación con radiofrecuencia tiene una efectividad menor para controlar definitivamente la aparición de recurrencias. La ablación debe considerarse en los pacientes que no presentan tantos factores predisponentes, dado que en ellos el éxito de esta terapia es mayor, y en pacientes jóvenes para evitar el tratamiento crónico con drogas antiarrítmicas.

Estudio electrofisiológico y ablaciónLa ablación con radiofrecuencia está indicada en los pacientes sintomáticos refractarios a drogas antiarrítmicas, especialmente en los que presen-tan deterioro de la función ventricular.

El éxito del procedimiento oscila entre el 80% y el 86%, según las diferentes comunicaciones, con una tasa de recurrencia del 8% y una tasa de complicaciones del 1-2%.(47-49) Estos resultados in-cluyen series con tratamiento con antiarrítmicos y sin estas drogas.

En la primera parte del EEF, además de obtener la información sobre las características del sistema de conducción, se intenta inducir la taquicardia auricular mediante maniobras de sobreestimulación y/o la infusión continua de isoproterenol. La presencia de la taquicardia es indispensable para establecer su origen y tratar de encontrar con el catéter de ablación electrogra-mas lo suficientemente precoces que indiquen el origen de la taquicardia o determinar la ubicación del circuito de reentrada que la sostiene para la aplicación de radiofrecuencia.

Los sistemas de mapeo electroanatómicos permiten diferenciar el mecanismo focal o ma-crorreentrante de las taquicardias auriculares y aumentan la tasa de éxito con disminución de la exposición a radiación.

Aleteo auricular ___________

DefiniciónConsiste en una taquicardia que se debe a un mecanismo de macrorreentrada cuyo circuito habitualmente se localiza en la aurícula derecha.

EpidemiologíaLa incidencia del AA es más frecuente en varones que en mujeres, con una relación de casi 5:1.(2) Si su duración es prolongada, puede evolucionar a una FA. El AA es una arritmia que pocas veces se observa en corazones sanos. Es de aparición común en el posoperatorio de cirugías cardíacas, en la EPOC, en la enfer-medad de la válvula mitral o tricúspide, en la tirotoxicosis, después de la reparación de las cardiopatías congénitas en donde las aurículas sufren numerosas incisiones y también se asocia con el agrandamiento auricular de cualquier origen. En un estudio poblacional de pacien-

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tes con AA de desarrollo reciente, el 16% fue atribuible a insuficiencia cardíaca y el 12% a enfermedad pulmonar obstructiva;(50) sólo el 1,7% presentaba AA (solitario). La incidencia se incrementa con la edad, oscila entre 5 de cada 100.000 pacientes/años menores de 50 años y 58 de cada 100.000 pacientes/años en mayores de 80 años. Esta arritmia se caracteriza por ser una taquicardia auricular muy rápida y regular. Suele ser paroxística con episodios que pueden durar desde segundos hasta años.––––––––––––––––––––––––––––––––El aleteo auricular es una macrorreentrada, afecta predominantemente a varones y suele observarse en corazones con cardiopatía estructural.––––––––––––––––––––––––––––––––

MecanismoLa clasificación tradicional distingue tres tipos de AA:

El tipo I (típico), con rotación antihoraria (es el más común) o con rotación horaria, la fre-cuencia auricular está entre 240 y 340 latidos por minuto y el mecanismo es una macrorreentrada que utiliza un istmo crítico. Este istmo (zona de conducción lenta) se ubica en la zona inferior de la aurícula derecha, entre el anillo de la válvula tricúspide y el orificio de la vena cava inferior. Se cree que aproximadamente un 90% de los aleteos son de tipo I. La frecuencia ventricular dependerá de la conducción AV, habitualmente 2:1 o 4:1. En el ECG se caracteriza por ondas en serrucho cuando es con rotación antihoraria y con ondas positivas de inicio lento cuando es con rotación horaria.

ElectrocardiogramaEl ECG no sólo sirve para el diagnóstico del ale-teo, sino también para evaluar la presencia de cardiopatía, como signos de hipertrofia o infarto, entre otros.

El ECG se caracteriza por:1. Ausencia de ondas P. Se observan ondas bi-

fásicas, en diente de sierra (ondas F) a una frecuencia aproximada de 300 latidos por minuto (rango entre 240 y 340). Frecuencias superiores deben llevarnos a pensar en aleteos

atípicos. Las ondas F son regulares y habitual-mente no se observan intervalos isoeléctricos entre ellas. En el aleteo de tipo I con rotación antihoraria (el frente de activación es en con-tra de las agujas del reloj), estas ondas serán negativas en la cara inferior, mientras que en la rotación horaria (el frente de activación sigue las agujas del reloj) serán positivas en la cara inferior.

2. Relación A:V: hay una frecuencia mayor de ondas auriculares que ventriculares. El grado de bloqueo dependerá de la conducción AV. Una relación AV menor de 2:1 en ausencia de drogas debe hacernos pensar en un deterioro de la conducción AV, mientras que una conducción 1:1 debe llevarnos a pensar en la presencia de una vía accesoria, incremento del tono simpá-tico o decremento del parasimpático.

3. Los RR pueden presentar irregularidad o no, según la conducción AV.

Algunos puntos para tener en cuenta son: a) En el AA con conducción 2:1, una de las

ondas F puede quedar oculta por el complejo QRS o la onda T, por lo que puede confundirse con una taquicardia con frecuencia de 150 latidos por minuto.

b) Algunas drogas como los antiarrítmicos de clase Ia pueden disminuir la pendiente po-sitiva de la onda F en la cara inferior y hacer que se sospeche entonces una reentrada nodal atípica o una taquicardia auricular.

c) En ocasiones las ondas F pueden ser difíciles de identificar en las derivaciones es-tándares. De allí la importancia de examinar también V1 y V2.

––––––––––––––––––––––––––––––––El aleteo de tipo I con rotación antihoraria es el más frecuente. Su frecuencia oscila entre 240 y 340 lpm y el mecanismo que lo origina es una macrorreentrada.

––––––––––––––––––––––––––––––––En el tipo II (atípico), la frecuencia auricular

está entre 340 y 433 latidos por minuto y el me-canismo es una macrorreentrada con un istmo crítico desconocido. La frecuencia ventricular dependerá de la conducción AV. Es muy difícil de diagnosticar con el ECG.

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19Arritmias supraventriculares

El tipo incisional tiene una frecuencia cardía-ca que puede variar en un rango amplio y soste-nido también por una macrorreentrada alrededor de una cicatriz posquirúrgica.

La nueva clasificación de la sociedad esta-dounidense de marcapaseo y electrofisiología(43) menciona como AA típico a todo aquel circuito de reentrada que utilice el istmo (podrá ser AA típico o AA invertido típico según rote en sentido antihorario o sentido horario). El AA donde el circuito de reentrada esté confinado en la aurí-cula izquierda se llamará AA izquierdo. El aleteo cuyo circuito esté alrededor de una cicatriz se denominará reentrada por lesión auricular y los restantes se llamarán AA atípicos. Igual a lo que se describe en la FA, el AA genera una remodelación eléctrica de las aurículas. El período refractario, en pacientes con AA, no logra prolongarse apro-piadamente a frecuencias bajas cuando retorna al ritmo sinusal.(51)

TratamientoSi bien el manejo tiene aspectos similares a los del manejo de la FA, debemos recordar que mientras que en la FA es la aurícula izquierda la que ha-bitualmente participa, en el aleteo es la aurícula derecha la que principalmente interviene. El tratamiento se orientará de acuerdo con el estado clínico del paciente y la enfermedad de base. Si el paciente no tolera la arritmia, se intentará la cardioversión o el control de la FC. Como en la FA, los mejores candidatos para intentar el control del ritmo son los que tienen la aurícula izquierda no demasiado dilatada (< 5 cm), de reciente co-mienzo, sin compromiso miocárdico, o mínimo, y con una causa reversible.

CardioversiónLa cardioversión eléctrica sincronizada es el tratamiento de elección si el paciente presenta deterioro hemodinámico que se manifieste por hipotensión, edema pulmonar o angor. En mu-chos pacientes con AA de tipo I puede lograrse la cardioversión con 50 a 100 joules, especial-mente si se utilizan desfibriladores bifásicos

(con estos equipos se logra la cardioversión con dosis menores de energía y, en consecuencia, se

produce menos daño miocárdico que con el uso de desfibriladores monofásicos; la diferencia entre ambos radica en el tipo de energía utilizada).(19,

52) En una revisión de cardioversión eléctrica en AA se utilizaron para una cardioversión exitosa 50 joules con cardioversor bifásico y 200 joules con cardioversor monofásico.(52) Si el paciente se encuentra en tratamiento con digital, se debe tener mucho cuidado por el riesgo de inducción de arritmias ventriculares malignas. Otra forma de reversión es la sobreestimulación auricular. El AA es una reentrada, por lo que es posible encarrilarlo y cortar la arritmia con el marcapaseo rápido. Este método, si bien no es el más comúnmente utilizado porque es invasivo, tendría indicación en un grupo seleccionado de pacientes. Por ejemplo, después de una cirugía cardíaca, ya que por lo habitual el paciente queda con los cables de mar-capaseo epicárdico por algunos días, en pacientes con episodios recurrentes de AA en quienes se tra-ta de evitar la repetición de los choques eléctricos, en los que se sospecha toxicidad digitálica y en los cuales debería evitarse la cardioversión eléctrica y en pacientes que tienen un riesgo anestésico alto. Otra posibilidad es el marcapaseo transesofágico, que se ha utilizado con una tasa de reversión a ritmo sinusal que va del 15% al 50%.(52, 53) La tasa de éxito de esta técnica se vería incrementada con el uso concomitante de propafenona.

La otra opción disponible es el tratamiento farmacológico. A través de él podemos plantear-nos los siguientes objetivos:

Enlentecer la conducción AV: el funda-mento se sustenta en la necesidad de disminuir los síntomas del paciente y, en las formas crónicas de AA, evitar desarrollo de taquicardiomiopatía. En caso de que el paciente esté estable hemodi-námicamente pueden utilizarse fármacos para disminuir la respuesta ventricular, como, por ejemplo, betabloqueantes o bloqueantes cálcicos. Sin embargo, el control adecuado de la frecuencia ventricular suele ser difícil, por lo que se sugiere hacer todos los intentos posibles por mantener el ritmo sinusal.

Recuperar el ritmo sinusal: el AA es más difícil de revertir que la FA con tratamiento far-macológico. Las drogas que podrían utilizarse son

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las de clase Ia (quinidina, procainamida, disopira-mida), de clase Ic (flecainida, propafenona) o de clase III (amiodarona, sotalol, ibutilida, dofetilida).

Mantener el ritmo sinusal luego de la cardioversión: la tasa de recurrencia del ale-teo posreversión a ritmo sinusal no es del todo clara, ya que en muchos trabajos se ha tomado como punto final la recurrencia combinada de AA y FA. Sin embargo, en un estudio se observó una tasa de mantenimiento del ritmo sinusal del 53% a los 6 meses y del 42% a los 5 años.(54) La prevención de recurrencias se puede hacer con propafenona, amiodarona o sotalol, aunque la tasa de recidiva del aleteo con estas drogas es muy alta. No obstante, desde la utilización de la ablación por radiofrecuencia los resultados mejoraron sustancialmente.

Ablación por radiofrecuenciaLos beneficios de mantener el ritmo sinusal en pacientes con AA incluyen la prevención del compromiso hemodinámico cuando la respues-ta ventricular es alta, evitar los síntomas de la arritmia, el desarrollo de taquicardiomiopatía y la reducción del riesgo de embolias sistémicas. La ablación con radiofrecuencia es una opción curativa en el AA recurrente o crónico. La técnica utilizada es la ablación del istmo cavotricuspídeo. Algunos trabajos han mostrado una tasa menor de reinternaciones, mejor calidad de vida, menor incidencia de FA y menos recidivas con la abla-ción por radiofrecuencia para mantener el ritmo sinusal.(55) La tasa de curación del AA típico es superior al 90% a largo plazo y la probabilidad de complicaciones es muy baja.(56-61) Antes de realizar la ablación es necesario demostrar que el istmo cavotricuspídeo interviene activamen-te en el mantenimiento de la arritmia. Esto se realiza con el mapeo de la activación auricular y el encarrilamiento. Esto último consiste en estimular la aurícula entre 10 y 30 mseg más rápido que la longitud del ciclo del AA. Se evalúa el grado de fusión entre la activación auricular por la taquicardia y por el marcapaseo y el in-tervalo posestimulación. Una vez confirmada la participación del istmo, se realiza una línea de ablación que una el anillo tricuspídeo con la

vena cava inferior buscando bloquear el istmo cavotricuspídeo de forma bidireccional (es decir que la estimulación desde la aurícula derecha lateral baja alcance el seno coronario sin pasar por el istmo y que la estimulación desde el seno coronario alcance la aurícula derecha lateral baja sin pasar por el istmo). Otro istmo que también debe considerarse es el istmo entre el anillo tricuspídeo y la boca del seno coronario. El ecocardiograma intracardíaco se ha utiliza-do para identificar estructuras de la aurícula derecha como la crista terminalis, la válvula de Eustaquio, el anillo de la válvula tricúspide, el tabique interauricular, la fossa ovalis y el ostium del seno coronario.(62) Los mapas de activación eléctrica muestran cómo la pared de la aurícula derecha anterior a la crista terminalis es activada y luego el istmo entre la válvula de Eustaquio y el anillo de la válvula tricúspide. La utilización de mapeo electroanatómico mejora la posibilidad de localizar la línea de bloqueo en la región del istmo.(63) El mapeo electroanatómico permite la reconstrucción tridimensional de las aurículas mediante cartografía de contacto y brinda la posibilidad de observar los catéteres en un es-pacio tridimensional, crear mapas de voltaje, de activación y de ciclos de retorno.

Al igual que lo que se observa en la rever-sión de la FA, la cardioversión del aleteo puede dejar un “atontamiento” de las aurículas. Esto se ha observado en el AA crónico, pero no en el paroxístico. El atontamiento desaparecería luego de 3 semanas en ritmo sinusal. El riesgo embólico de esta arritmia es importante, aunque algunos autores sostienen que esto se relaciona con la aparición de FA. En los pacientes que tienen sólo AA, el riesgo embólico sería similar al de la población general, mientras que en los pacientes con aleteo y FA este riesgo sería simi-lar al de los pacientes con FA.(64) Sin embargo, otros autores sostienen que los pacientes con AA tendrían incluso un riesgo mayor que los que tienen FA.(65) La anticoagulación es necesaria y deberían adoptarse los mismos criterios que para la FA.(66-68) La evaluación de los criterios de ries-go con los puntajes de CHADS2 y CHADSSVS resulta fundamental para definir la indicación

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21Arritmias supraventriculares

de anticoagulación en estos pacientes. En cuanto al tratamiento anticoagulante precardioversión, las guías estadounidenses y europeas sugieren un manejo similar que para la cardioversión de la FA.(69)

Conclusiones___________

Las TSV son frecuentes, recurrentes aunque raramente comprometen la vida. Los factores precipitantes de estas arritmias varían con la edad, el sexo y la presencia de comorbilidades. Es impor-tante el diagnóstico correcto para lograr un manejo adecuado de estas arritmias. Conocer el mecanismo involucrado permitirá una elección mejor entre los diferentes tratamientos antiarrítmicos disponibles y la ablación por radiofrecuencia.

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(La bibliografía en negrita es la que los autores destacan como lectura complementaria al texto. Se encuentra a su disposición en nuestra biblioteca o a través de www.sac.org.ar [tres sin cargo]).

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