Armani

4 Por Martín Mazzini 77 Jueves 20 de septiembre de 2007 vein ti tres lija el arma que prefiera para la prueba, dice el dueño de la empresa. Pistola, revólver, fusil..., enu- mera. Una vez que el cliente hace su elección, Miguel Caballero llama a uno de sus empleados, vestido como cualquier mortal, y le dispara en el estómago. Hasta ahora, todos los que han pasado la prueba siguen vivos, cuenta Caballero y hasta por e-mail se le nota el orgullo. Lo llaman el Ar- mani de la ropa blindada. Hace dieciséis años, cuando tenía 24 y es- tudiaba Administración de Empresas, este colombiano tenía una compañera en la fa- cultad que iba con guardaespaldas. Caballe- ro observó que los guardias dejaban los pe- sados chalecos antibalas en el baúl del auto y se ponían una campera de cuero, más có- moda y estética. Se le prendió la lamparita: ¿Por qué no blindar las prendas que la gente suele usar?, se preguntó. Con plata que le pidió prestada a su mamá fabricó el primer producto, un chaleco blindado para el hombre que sería su suegro. Hoy, su nombre es una marca con sucursales y re- presentantes en Francia, Holanda, Italia y Grecia, varias ciudades de los Estados Uni- dos, y países de Centro y Latinoamérica que factura alrededor de 3 millones de dólares por año. En Colombia vende sólo el 13 por ciento de su producción. El resto se exporta hasta lugares lejanos como Japón y Medio Oriente. ¿A qué atribuye el éxito de su marca? Tomamos muy en serio el objetivo de brindarle una oportunidad de vida a nues- tros clientes. Todas nuestras prendas pasan por rigurosos controles de calidad. No cualquiera puede dedicarse a este negocio, y no somos improvisados: contamos con diferentes tipos de certificaciones a nivel mundial que nos avalan. Las prendas cumplen con la resistencia balística esti- pulada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Además, estamos des- arrollando siempre nuevos productos, a un promedio de dos por día: más de qui- nientos por año. Y adaptamos el producto a cada país, a cada estilo de vida, a cada nueva forma de riesgo, a cada clima. ¿Hay alguna prenda que no se pueda blindar? En general, todas las prendas son fac- tibles de blindaje. Hemos blindado desde calzoncillos hasta camperas, pasando por remeras y vestidos. Ahora estamos trabajando para presentar las prendas de la nueva colección Gold y Platinum, el mes próximo en París, con conceptos ta- les como hip hop, rap, norteño, rodeo, beach, entre casual wear y formal. ¿Hay mercado en la Argentina para su marca? En todo el mundo hay mercado para nues- tro producto. El mundo se ha vuelto cada vez más complicado e inseguro, por lo que de todas partes nos solicitan prendas. Por motivos de seguridad y discrecionalidad, no podemos mencionar a todos los que usan prendas Mi- guel Caballero: ellos nos confían sus vidas. Pe- ro hemos tenido varias solicitudes desde Ar- gentina, lo que ha puesto en marcha el proce- so de selección de distribuidores. Pese a la reserva de Caballero, se sabe que el presidente colombiano Álvaro Uribe, que suele pasearse cómodo entre guerrilleros y narcotraficantes, usa una guayabera blanca MC. También el venezolano Hugo Chávez, que las prefiere de colores vivos para pro- nunciar encendidos discursos. Cuando el príncipe Felipe y Letizia de Ortiz se casaron, uno de los regalos del Estado colombiano fue un par de camperas blindadas MC. Otros ob- sequiados con sus prendas fueron el juez es- pañol Baltasar Garzón, enemigo de terroris- tas y dictadores varios, y el actor de acción Steven Seagal, como prueban las fotos. La lista que completan empresarios incluye a sacerdotes amenazados por sectas satáni- cas, para quienes fabrica sotanas blindadas. Una gran parte de sus ventas va a las fuer- zas de seguridad y militares de diversos paí- ses, que usan trajes y botas para desminar campos. Los guardias del subte de Madrid conocen los beneficios de sus chalecos anti- puñales. El material de la ropa, desarrollado por la empresa, es una mezcla de aramida fa- bricada en Holanda, nailon y polietileno, tan resistente que un chaleco sigue sirviendo aún después de recibir un disparo. Mis blin- dajes son cinco veces más fuertes que el ace- ro. Pero además, las prendas son muy discre- tas (es primordial) y extremadamente livia- nas para ser blindadas: para un nivel de blindaje IIIA (que detiene balas de Magnum 44 y 9 mm), el peso oscila entre 1 y 2 kilos. Sobre su valor, que va de 500 a 2.000 dóla- res, Caballero cuenta que una vez un perio- dista me preguntó cuán caras eran nuestras prendas. Mi respuesta fue inmediata: ¿Cuánto vale su vida? Haga cálculos, verá 76 Jueves 20 de septiembre de 2007 vein ti tres > INVENTOS ENTREVISTA CON EL COLOMBIANO QUE HIZO FORTUNA VENDIENDO DISEÑO ANTIBALAS Colombia es famosa por la cocaína, los narcos y ahora por la marca que fundó Miguel Caballero. Sus clientes famosos, los disparos a sus empleados y los planes para la Argentina. E EL ARMANI DE LA ROPA BLINDADA CLIENTES PODEROSOS. El colombiano Uribe, Hugo Chávez, el juez Garzón y los príncipes Letizia y Felipe. “DISPARARLES A LOS EMPLEADOS ES PARTE DE LA CULTURA EMPRESARIA. ¿CÓMO PUEDEN VENDER LAS PRENDAS SIN SABER SI FUNCIONAN?” AP

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